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“SEÑORITA

ARQUITECTO”, UN ESTUDIO SOBRE LAS ARQUITECTAS URUGUAYAS EN EL PERÍODO 1923-1985

Durante más de cien años la revista Arquitectura de SAU fue la encargada de registrar y compartir “obras, ideas y concreciones de nuestros colegas, contribuyendo con su difusión en la construcción de nuestra cultura arquitectónica”, pero no podemos hablar de cultura arquitectónica ni de construcción sin nombrar a las mujeres que formaron parte de nuestra historia. Nombres olvidados (¿o borrados?) de la historiografía, de los cursos de grado y posgrado, y hasta de las calles, son el impulso para desarrollar la tesis “Señorita Arquitecto”, un homenaje y reconocimiento a las mujeres que trazaron el camino en las distintas áreas de la profesión, desde proyecto y construcción hasta la docencia e investigación.

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Un relevamiento exhaustivo de calles y espacios públicos dedicados a arquitectos y arquitectas, con el fin de proponer una lista para el nomenclátor de la Intendencia de Montevideo y una presentación en el espacio “¿Qué pasa en la Azotea?” en la ARQ.FEST (Museo de Arquitectura y Diseño, Buenos Aires) se convirtieron en el puntapié inicial para empezar a pensar en la necesidad de visibilizar a las arquitectas uruguayas.

En segunda instancia, la respuesta por parte de las familias de los nombres propuestos en “Mujeres con calle” como primera acción, resulta en la necesidad imperiosa de hacerlo.

En 1923 Julia Guarino (1897 – 1985) culminó sus estudios de forma notable, convirtiéndose en la primera arquitecta de Uruguay. En 1924, con motivo del Concurso para un Frigorífico en Montevideo, la propia revista Arquitectura la bautizaba como “señorita arquitecto” al hacer mención del segundo puesto de dicho concurso y sus autores. Si con una dosis de rebeldía Julia Guarino ya firmaba sus obras como arquitecta, ¿qué más hizo? Si existen obras notables y de calidad como el parador I’Marangatú, el Liceo Bauzá y el Pabellón Martineré del Hospital Saint Bois, ¿por qué sabemos tan poco -o nada- de Nelly Grandal, Elsa Maggi o Sara Morialdo?

“Todo empezó cuando comencé a ejercer funciones en la Comisión Asesora de Patrimonio de la SAU, era recién egresada de la FADU y sabía que iba a hacer el curso de especialización en patrimonio y entré a la Comisión como honoraria como sucede en todas las comisiones a trabajar para fortalecerme, y lo primero que llevé adelante es un pedido desde la Intendencia de Montevideo sobre posibles arquitectos para tener a disposición para nombrar calles y espacios públicos, y cuando encaramos el trabajo con la arquitecta Matilde Jorge, se me ocurrió armar y presentar la lista pero sólo con arquitectas mujeres” recuerda los disparadores para su trabajo, la Arq. Mariana Añon. Esto se dio en el marco de un estudio llamado “Mujeres con calle” en el que se relevaron todas las calles de la ciudad de Montevideo, y se analizó el porcentaje de cuantas tienen nombre de hombres y cuántas de mujeres, para estudiar la equidad de género en el ordenamiento urbano, y la diferencia es sustancial. Cuando Añon fue más profundamente al estudio de este relevamiento dio cuenta que, en lo que refiere a los/las profesionales de la Arquitectura, sólo existe una calle con nombre de mujer dedicada a la pionera Arq. Julia Guarino.

A la situación inspiradora se le suma la realización del evento Arq. Fest en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en el que una de las actividades llamada “Qué pasa en la azotea” trató sobre la presentación de temas que tenían en la cabeza o en los que estaban trabajando o se sentían inspiradas diferentes profesionales de la región. Entre las quince arquitectas que expusieron, estuvo Mariana Añon que llevó este trabajo sobre las calles montevideanas, entendiendo que, desde Guarino a la fecha, sin dudas ha

Finalmente, la propuesta que llevó muchísimo trabajo no fue tomada, pero el insumo revelador quedó esperando el momento oportuno y cuando a la arquitecta en su carrera de especialización, debió desarrollar un trabajo de tesis, sabía claramente que debía encararlo por allí. “Años después además, la intendencia publica una iniciativa para que la población proponga nombres de mujeres para el nombramiento de calles, y en ese momento sentí que era mi revancha, y presenté la lista nuevamente, y varias de las arquitectas propuestas pasaron los votos e ítems que deben cumplirse como requerimiento, lo que me llenó de orgullo”, a la par la arquitecta lanzó una campaña de difusión a través de las redes sociales, lo que alcanzó a las familias de las profesionales en lista, entre ellas la de Julia Guarino, la de Elsa Maggi, Felicia Gilboa “y eso fue un empujoncito vital por lo que presenté mi proyecto de tesis y fue aprobado por la Facultad” sostiene Añon.

“Ha sido un trabajo súper arduo, porque debo conjugar las horas laborales dependientes e independientes con las que puedo dedicarle a la investigación, es todo muy a pulmón con horarios reducidos, y eso en suma a que la información disponible es totalmente escueta, ha sido un fuerte desafío, además de que comencé con la vara muy alta y luego entendí que había sido innovadora tomando la iniciativa y dando el puntapié inicial a posteriores estudios que vienen haciéndose desde entonces, y entendí que eso ya era más que suficiente”.

Tesis: Señorita Arquitecto, Arquitectas uruguayas en el periodo 1923-1985

Arq. Esp. Mariana Añón. MARQ – UdelaR (2018) Tutora: Dra. Arq. Inés Moisset, Co-Tutora: Mag. Arq. Alma Varela.

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