PRESENTACION
El evangelio
en América Latina Músicos indígenas de Alta Verapaz, Guatemala.
Guatemaltecos y mexicanos entendieron perfectamente la razón de la casi inesperada visita de Juan Pablo II a sus respectivos países los primeros días de agosto. Además del entrañable cariño que ambos pueblos le profesan al Papa y que se lo demuestran con un calor humano siempre sorpresivo, esta vez se trataba de celebrar la canonización de dos figuras hondamente enraizadas en la cultura y espiritualidad de cada pueblo: el Hermano Pedro, en Guatemala, y Juan Diego, en México. El Hermano Pedro, español venido a América en tiempo de la colonia; Juan Diego, indio mexicano, símbolo del pueblo-pueblo. Ambos personajes aparecen enlazados por una misma fe, la católica, de reciente importación en las nuevas tierras americanas. Pocas semanas después se celebraba en Honduras la conmemoración de la primera misa oficiada en tierra continental. Otro símbolo fuerte de una
evangelización que prendió rápida en todo el continente y caló profunda en el alma de los pueblos amerindios. El descubrimiento y la colonización de América estuvieron íntimamente ligados con la presencia de la iglesia católica como agente clave en el gigantesco proceso de la gestación de lo que hoy conocemos como América Latina. Más de quinientos años han pasado desde el descubrimiento de América y la implantación de la cruz cristiana en las tierras nuevas. Polémicas interminables, a veces de tonos subidos, se multiplican a la hora de explicar la “verdad histórica” de la conquista y colonización del nuevo mundo. ¿Epopeya o atropello? ¿Enriquecimiento o despojo? ¿Destrucción de culturas o ennoblecimiento de los pueblos nuevos? Interpretaciones de todos los colores siguen manteniendo viva una polémica que no parece amainar. Un hecho es incuestionable. Quinientos años después, los indígenas siguen siendo los parias en el continente de la
esperanza. Víctimas de la discriminación racial, ocupan una posición desventajosa en la organización social de cada país. Sobre ellos se acumulan las lacras de la pobreza: analfabetismo, explotación, marginación política. El Boletín Salesiano ha invitado a algunos sacerdotes para que interpreten el hecho histórico. Son sacerdotes eruditos en la materia y misioneros de muchos años en Verapaz, Guatemala. Conocen de cerca las dos realidades: la fe católica y la realidad indígena. Es precisamente en Verapaz donde se desarrolló uno de los intentos mejor logrados de evangelización pacífica en tiempos de la colonia. Los Salesianos tenemos una presencia significativa en las comunidades indígenas de Verapaz. Hemos tomado en serio la traducción al mundo indígena del lema salesiano: formar buenos cristianos y honrados ciudadanos. Además de un esfuerzo inteligente de evangelización, los Salesianos impulsamos un proyecto educativo de largo alcance y novedosa creatividad. Heriberto Herrera BS Don Bosco en Centroamérica
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EDUCAR COMO DON BOSCO
En equipo
Respetar sus sueños. BRUNO FERRERO
Las ocas vuelan en formación triangular, batiendo sus alas, cada una favorece el avance de la siguiente. Aumenta su autonomía de vuelo más del 70%, respecto a una que volase sola. Recorren miles de kms. Cuando la primera se fatiga, se desplaza al último lugar, y otra toma su posición de guía esforzada. Las ocas en formación son escandalosas: las que vienen detrás gritan continuamente, para animar a los punteros a mantener la velocidad.
Otro detalle interesante: cuando una sale del grupo porque está enferma o herida, otras dos la acompañan, y permanecen a su lado hasta que se restablece o muere. Gracias a los gansos salvajes, podemos hacer algunas reflexiones sobre la familia. Una dirección común. Tener una idea fuerte de la meta, de un punto de llegada, modifica el modo de vivir. no se puede concebir la vida como una simple sucesión de jornadas más o menos felices. En sus últimos años de vida, el anciano y cansado Don Bosco recorría lentamente los patios de Valdocco, mirando todo. Quienes, solícitos, se acercaban a preguntarle: “Don Bosco, ¿a dónde va?”, recibían una sonrisa y una única respuesta: “Voy al Paraíso”. Es esencial que todos apunten al mismo norte, sentir las mismas necesidades. Que todos tengan el mismo sentido, en la doble acepción del vocablo: dirección y significado. Si no fuera así, sería imposible sobrevivir.
Tener una dirección significa no “hacer zapping” con la vida, cambiando de programa por capricho o aburrimiento. Todos los días aparece alguno que quiere “cambiar” a su familia. Permanecer en formación, como las ocas, cualquiera sea su costo, es una ayuda, no una limitación. Tener una dirección común significa esforzarse para crecer juntos, armonizar ideas y caracteres, buscar la armonía de los corazones. Una decisión unánime. Cuando las ocas levantan vuelo, desafían, instintivamente, el cansancio y el peligro. Entre los seres humanos, las decisiones son tomadas más que por el instinto, por el amor. Únicamente el amor auténtico permite afrontar los sacrificios que acarrea la vida familiar. Primero que nada, es necesario saber esperar, porque existe el riesgo de dejar a alguien abandonado, en tierra, aunque llegue el invierno. Aguardar al otro, significa respeto y acogida. Respeto para sus ritmos de crecimiento, sus sueños, su personalidad. Acogida es escuchar también con los ojos. Es preciso “meBS Don Bosco en Centroamérica
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Sólo para padres y madres
Enseñarás a volar, Pero no volarán tu vuelo. Enseñaras a soñar, Pero no soñaran tu sueño. Enseñarás a vivir, Pero no vivirán tu vida.
Que todos apunten al mismo norte.
terse” en los ojos del otro, y no dirigir la mirada a otra parte. Con mucha perspicacia, Lao Tsé enseñó: “No hay peor sordo que el que no quiere ver”. Formación en triángulo. Entre los gansos salvajes, siempre es necesario que alguno tire del equipo. Cuando se canse, otro lo sustituirá. En la familia debe ocurrir algo parecido, para que no muera. “Tirar del equipo” significa ser, un poco, el lider, y otro poco el gurú. Un papá no puede ser un general, que solamente da órdenes a sus subordinados. Debe ser un “tironeador”. “Estar en formación” es fundamental. Los hijos no son un apéndice de la familia. Necesitan vivir esa confianza fundamental que surge de sentirse importantes y aceptados. “Tú tienes el derecho de estar aquí. Tienes tu propio lugar en la familia”. Todos son necesarios, porque tienen algo que hacer o aportar. Significa “tomar posiciones” para contribuir a la felicidad familiar. Todos tienen obligaciones y responsabilidades para con los demás. Ninguno está de paso. Al compartir las tareas familiares lo hacen como primer escalón de la justicia familiar, no como un “deber”. En la vida familiar se construye la confianza en el otro, la certidumbre de que otros res-
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ponderán a las necesidades. Al mismo tiempo, se elabora la confianza en las propias capacidades de relación, en la actitud de estar dispuesto a ayudar al otro, en la propia utilidad para este mundo. Todos gritan para animar al resto. ¿Qué gritan, habitualmente, quienes “vuelan” con nosotros? La tentación de crítica continua es muy fuerte. En cambio, a medida que uno es apreciado, vive más deseos de progresar. La desvalorización personal crea dependencia, mientras que la autoestima lleva a la autonomía. “Me gusta estar contigo”. “Qué lindo es mirarte”. “Te quiero mucho”. “¿En qué estás pensando?”. Estas afirmaciones, y otras semejantes, permiten que todos se sientan fuertes y felices, creando un sentido de comunión afectiva. Aguardar a los retrasados. Pero hoy, ¿quién espera a los heridos y cansados? La paciencia ha desaparecido, y no se tiene piedad con nadie. La familia es siempre el lugar de sostén recíproco, “pase lo que pase”.
Sin embargo.... en cada vuelo, en cada vida. en cada sueño perdurará siempre la huella del camino enseñado.
Madre Teresa de Calcuta
PRIMERA EVANGELIZACION
TEMA DEL MES
La historia de Honduras comenzó con una misa
Hace 500 años el humilde fray Alejandro de Barcelona celebró la primera misa en un lugar elevado y poblado de árboles hoy conocido con el nombre de bahía de Trujillo. Punta Caxinas, hoy Castilla, forma el extremo norte de la bahía, una de las más hermosas del Caribe de Honduras.
torio continental americano después del descubrimiento.
Cristóbal Colón en su cuarto y último viaje llegó a Honduras el 14 de agosto de 1502 y al tomar contacto con tierra firme se ofició la primera misa en terri-
La misa fue celebrada frente al mar, teniendo al cielo como inmensa cúpula azul. Una cruz formada con dos troncos de árboles flanqueaba el altar. Jun-
Cristóbal Colón no formó parte de la expedición que llegó a tierra firme, sino su hermano Bartolomé, quien ordenó la celebración del acto litúrgico. Para conmemorar el histórico y significativo acontecimiento se celebró con extraordinaria solemnidad otra misa en el mismo lugar. Fue una fiesta entre dos mares: el Caribe y un mar de gente, más de 20,000 católicos representando a todas las diócesis de Honduras.
Primera Misa, Punta Caxinas, 1502, Pintor Roque Zelaya Acosta, hondureño.
to a la cruz, la imagen de la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras. El altar estaba rodeado de flores, helechos, frutas, bananos, calabazas y granos como maíz y frijoles, símbolos de la riqueza natural que Colón encontró en el nuevo continente. El delegado papal, cardenal Nicolás de Jesús López y el cardenal arzobispo de Tegucigalpa Oscar Rodríguez Maradiaga presidieron la celebración. Asistieron delegaciones episcopales de varios países de América. Ricardo Maduro, presidente hondureño expresó que el cristianismo ha sido el aporte espiritual más importante que nos legó Europa.
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TEMA DEL MES
¿Fue la religión católica
un instrumento de colonización política en América Latina? ENNIO BOSSÚ SACERDOTE DIOCESANO
La tarea de la Historia no consiste en juzgar o justificar los acontecimientos, sino, ante todo, en reconstruirlos “sin ira ni animosidad”, como escribía el historiador romano Tácito, colocándolos en su contexto histórico según sus coordenadas socio-culturales y tratando de comprenderlos en sus causas y según la mentalidad de su tiempo. Si aplicamos estas líneas metodológicas a las relaciones entre la Corona española y la Iglesia durante la “conquista” de las Indias Occidentales, vemos aflorar ciertos aspectos que eran algo normal en la mentalidad de aquel tiempo, pero, según el punto de vista moderno, reflejan una manera superada de ver las cosas. En primer lugar, el hecho de recurrir al Papa para legalizar la posesión de los te-
Proclamar el evangelio con su fuerza liberadora.
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rritorios recién descubiertos. En un mundo en que los fundamentos del derecho eran religiosos, el único título de los españoles para gobernar las Indias Occidentales eran las 4 bulas concedidas por el Papa Alejandro VI en 1493. Los cristianos de fines del siglo XV consideraban que la Iglesia poseía amplias potestades espirituales y temporales. Por eso los reyes españoles acudieron a la autoridad del Papa para que les hiciera donación de las tierras que acababan de descubrir. En segundo lugar, se nota la presencia de un doble objetivo en el trabajo realizado por el Estado y la Iglesia durante la Conquista.
Ambos buscaron la anexión política y la evangelización de los territorios ocupados. La Corona dirigió y protegió la evangelización ya que, con la donación papal de los territorios, había recibido la misión de cristianizar. Los misioneros se dedicaban a difundir la religión cristiana, pero también eran conscientes de que la evangelización entrañaba la anexión política a la monarquía española. “Este doble objetivo, actualmente inconcebible, ha generado la acusación de que la Iglesia utilizó a la Corona para sus fines religiosos y de que la Corona se valió de la Iglesia para sus proyectos políticos. En realidad, ninguna utilizó
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“Santa María Cahabón” de Rosamaría Pascual de Gámez, Guatemala.
a la otra, porque, en la mentalidad de la época, ambas tenían obligación de proceder de esa manera. Es decir, una y otra se limitaron a cumplir con su cometido. Dada la íntima relación existente entre ellas, la Iglesia, además de evangelizar, se consideraba en la obligación de colaborar con la Corona, aparte de que no tenía por qué renunciar a algo, como la anexión política, que juzgaba beneficioso para la misma evangelización. La Corona, obligada a fomentar la evangelización como contrapartida de los derechos del Real Patronato, actuaba, lógicamente, persiguiendo la anexión política, propósito al que no tenía por qué renunciar ante el hecho de que esta incardinación se derivase de la propia evangelización” (P. Borges). Esta era la mentalidad del siglo XV y XVI. Las tensiones y disputas que hubo entre la Iglesia y la Monarquía española en aquella época no nacieron de una oposición de los misioneros a la anexión política de los territorios americanos, sino a la manera con que la Conquista fue llevada a cabo. En conclusión, no podemos pedirles a los misioneros de aquella época que hablen y actúen como personas del siglo XXI; tampoco podemos tomar categorías de hoy como criterio de discernimiento. Nuestra pregunta debe ser más bien: ¿cómo en su tiempo, dentro de condiciones y posibilidades determinadas, supo la Iglesia proclamar el Evangelio de Jesús en su fuerza liberadora?
Ahora bien, a este respecto, vemos que por parte del sector más atento y sensible de la Iglesia se denunció la esclavitud, el sistema de la “encomienda” y el “requerimiento”, la conversión forzada, las vejaciones cometidas por quienes se hacían llamar cristianos y la sujeción brutal de las poblaciones nativas. Era un pequeño grupo sin duda, pero “una activa minoría que batalló con denuedo por la justicia” (G. Gutiérrez). Unos misioneros llegaron a afirmar que la persuasión y el diálogo, llevados a cabo por los misioneros sin el acompañamiento de las armas, eran “el único modo de evangelizar”.Otros sufrieron calumnias e injusticias, como el obispo Las Casas obligado a dejar su diócesis de Chiapas después de haber negado la absolución a todos los encomenderos. Hubo también quien pagó con su vida las denuncias y el testimonio de una vida evangélica, como le sucedió al obispo Valdivieso de Nicaragua. “¿Y cuando nunca, en otro tiempo tanto, o a lo menos no con tanta velocidad, fue la muerte tan señora?”, escribía con tristeza Las Casas al reflexionar sobre el tiempo que vivió en las Indias: “tiempo de la vocación” de las naciones indias, en el que Dios “determinó abrir los tesoros de sus misericordias”, pero también y sobre todo “tiempo de tribulación, tiempo de sequedad, de venganza, de ira, de aflicción y disipación, tiempo cruel y de muerte”.
Frente a esa situación tormentosa y conflictiva, después de haber reconstruido los hechos y haberlos interpretado desde dentro y no de afuera, la Historia debe tratar de ver la significación que tienen para nosotros. Como “maestra de la vida” ella nos urge a mirar hacia el presente para que asumamos con responsabilidad y lucidez el tiempo que viene. “¿Qué pensar del enorme costo humano al que estuvo de hecho ligada la evangelización de las Indias? (…) ¿De qué manera marcan la situación actual de la comunidad cristiana en este continente? ¿Qué nos pueden decir hoy las primeras reacciones de cristianos ante la exacción, el desdén y la muerte de las poblaciones indias? En qué medida las protestas, reflexiones y compromisos de numerosos misioneros del siglo XVI frente al sufrimiento de los indios son pautas para nuestros días?”. Son unas preguntas que hace Gustavo Gutiérrez en su espléndida reconstrucción del pensamiento de Bartolomé de Las Casas intitulada “En busca de los pobres de Jesucristo”. Son preguntas que debemos hacernos también nosotros. Ellas nos provocan y desafían ya que, en definitiva, “más que a hurgar en el pasado nos llaman -cada uno desde su propio mundo cultural- a hacer nuestro el presente y a forjar el tiempo que viene”.
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Tensión indio-español e indio-ladino en la historia latinoamericana LUIS MIGUEL OTERO O.P.
¿Verdad que usted está claro que, en tiempo de la conquista y la colonia española, entre el español y el indio hubo una gran tensión? Los libros que hemos leído o estudiado la llaman, y con razón, de destrucción y muerte.
Pero, quizás, sobre todo si usted vive en un país con muchos indígenas, no le parece, y hasta le molesta, que se hable de tensión entre indio y ladino. Es más, le ofende que lo cataloguen a usted como ladino. Por principio uno debe pensar que la convivencia entre dos maneras de ser diferentes, dos culturas o dos clases sociales, siempre es tensa. Se llevará mejor o peor, pero las diferencias son tantas y tan grandes que siempre habrá tensiones. En tiempo de la conquista los españoles decían que los indios no eran personas que se supieran gobernar, que eran salvajes, bárbaros e idólatras, que los españoles tenían derechos sobre ellos y éstos debían pagar tributos, los tenían como esclavos, los atemorizaban con todo tipo de violencia... hasta la Iglesia, que comenzó favoreciendo las lenguas na-
tivas, posteriormente no aceptó para sacerdotes candidatos indígenas. Con los ladinos hasta los nombres fueron y siguen siendo causa de tensión. A los mayas, por ejemplo, no les gusta que se les diga indios o indígenas porque, en el pasado, tuvo un sentido peyorativo. Tampoco los ladinos quieren ser llamados ladinos porque significó, por mucho tiempo, pillos, aprovechados y mentirosos. Los ladinos fueron por mucho tiempo tan pobres como los indios porque eran discriminados por los españoles y criollos por tener sangre india o negra. El ladino pobre discriminaba al indio para distinguirse de él, para marcar espacio, porque él no era siervo, no estaba obligado a pagar tributo ni a repartimientos de haciendas, no tenía obligaciones de Iglesia, no tenía sobre sí indios
Los indígenas quieren ser actores de su propio país.
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“Vida muerte y resurrección de un pueblo”, Rosamaría Pascual de Gámez, Guatemala. nobles... “Ladino es el que no quiere ser indio, y punto”, dice un escritor guatemalteco. En tiempos de la reforma liberal se suprimieron las tierras comunales dándoselas a ladinos acomodados, indios ricos y terratenientes. Se liberalizó el régimen de los municipios, dejando de ser gobernados por indios nobles y pasando a todos los vecinos. Y comenzó la pugna de los ladinos por controlar el municipio. En Guatemala, hasta el año 1945 tuvo trabajo forzado el indio. En países donde la población indígena es minoritaria no suele haber tensión entre indios y ladinos, incluso los gobiernos defienden y protegen a los indios. Pero en los países de gran población indígena como Perú, Bolivia, Ecuador, México, Guatemala ha crecido la tensión alrededor del año 1992 en que se celebraron los quinientos años del
encuentro, conquista, destrucción, descubrimiento... cada quien lo llamó según lo que él consideraba que significaba. Hoy sigue una tensión difícil de describir porque varía según lugares y sectores: • La política y la economía siguen apostando por “blanquear” los países ignorando o integrando a los indígenas en su modelo occidental, pero los indígenas, con todo derecho, quieren ser escuchados y ser actores de su propio país. En lugares como Bolivia y Ecuador están teniendo ya fuerza social y política. • En otros países la tensión de fuerzas se da a niveles más territoriales o en temas puntuales. En Guatemala, por ejemplo, se da en el reclamo de los indígenas ante el incumplimiento por parte del gobierno de acuerdos y con-
venios firmados y aprobados a favor de los derechos de los pueblos indígenas. • En el vivir diario de la gente popular hay una desconfianza mutua entre ladino e indígena fruto de experiencias pasadas, casi siempre resumidas en humillaciones e injusticias que siguen vigentes producto de siglos de desigualdades, lo que solemos llamar con el nombre de racismo. Pero no todo es tensión, porque el ladino, aunque niega su ascendencia indígena, comparte con él expresiones y gustos sociales, religiosos, musicales, alimenticios como medicina natural, marimba, respeto a los mayores, gusto por la fiesta y la naturaleza, y un largo etcétera.
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El Proyecto de
evangelización pacífica en Verapaz: Bartolomé de Las Casas
“El ayer, el hoy y el mañana de la evangelización cristiana en los Q’eqchis” por Rosamaría Pascual de Gámez, Guatemala.
FR. CARLOS DÍEZ, O.P.
Hace ahora 500 años que Bartolomé de Las Casas llegaba a América , en el año 1502. En su libro «De Unico Vocationis Modo» afirma que el único modo de llamar a los hombres a la fe es mediante la predicación del evangelio, que persuade al entendimiento para que éste mueva suavemente y sin violencia a la voluntad para aceptar la verdad, y dando ejemplo de vida. En este libro afirmaba también que las guerras que se habían hecho y se estaban haciendo para dominar a los indígenas y luego hacerlos cristianos eran injustas, perversas y tiránicas, porque «no se puede hacer la guerra a los pueblos que nunca estuvieron bajo el do-
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minio de los Reyes de España ni les habían perjudicado». El libro también decía cosas tan concretas como que los bienes que estaban consiguiendo los españoles eran robados y debían devolverlos a los indígenas. Podemos decir que en este libro Bartolomé de Las Casas explicó su proyecto de evangelización pacífica, que pretendía separar conquista militar y evangelización, separar militares y misioneros. Él decía que «hace mejor labor un fraile que doscientos hombres de armas». Bartolomé de Las Casas intentó llevar adelante esta evangelización pacífica en varias islas del Caribe y en Nicaragua, pero la oposición de algunos gobernadores y conquistadores españoles se lo impidió. Cuando del Obispo de Guatemala, Francisco Marroquín, le invitó a ir a Guatemala, quiso poner en práctica de nuevo su proyecto allí, con ayuda de otros padres dominicos y con el apoyo del Obispo. Pero antes, para evitar otro fracaso, firmó un contrato con el gobernador interino Alonso de Maldonado en 1537. En el contrato los misioneros dominicos se comprometen a evangelizar pacíficamente la región de Tezulutlán (hoy Verapaz) y el gobernador se compro-
mete a evitar que los conquistadores españoles entren en el territorio y hagan la guerra a los indígenas impidiendo la evangelización. El contrato dura cinco años a partir del momento en que los dominicos entren en la región. No cuenta el tiempo anterior necesario para preparar la misión. Bartolomé de Las Casas escogió este región porque era la única que quedaba sin conquistar en Guatemala y los militares españoles habían tenido muy poca presencia en ella. Por tanto, Bartolomé pensaba que sus habitantes no rechazarían una evangelización pacífica, respetuosa de las personas, sus tierras, sus bienes y su cultura. Los dominicos se tomaron un tiempo antes de entrar en Tezulutlán para hacer contacto con algunas autoridades indígenas de alrededor que les ayudarían en la evangelización. Visitaron a Don Jorge, cacique de Tecpán/Atitlán; Don Miguel, cacique de Chichicastenango; Don Juan, cacique de Atitlán; Don Gaspar, cacique de Rabinal y otros. Las Casas tuvo que viajar a México para asistir a una reunión, lo que aprovechó para entrevistarse con otros caciques indígenas, con el superior de los
PRIMERA EVANGELIZACION dominicos y con las autoridades españolas para conseguir apoyo para la evangelización pacífica. Incluso viajó a España para conseguir el apoyo del Rey. Consiguió once cartas o documentos de las autoridades (cédulas reales) referentes a la evangelización pacífica de Tezulutlán. Algunas de esas cartas van dirigidas a los Padres Franciscanos de México, para que concedan a los dominicos llevar a Tezulutlán a unos indígenas tlaxcaltecas de México, que son músicos, para que les ayuden en la evangelización con la música y los cantos. Cuando Bartolomé de Las Casas estuvo en México en la reunión de dominicos escuchó a estos músicos talxcaltecas cantar y tocar en una celebración, y ahí pensó traerlos a Tezulutlán para ayudar en la evangelización. El Obispo de México, Juan de Zumárraga, decía en una carta al Rey que los indígenas «son muy dados a la música, que se convierten más por la música que por la predicación, y que vienen desde aldeas muy lejanas para escuchar los cantos y tratar de aprenderlos». Una carta más va dirigida a los Gobernadores para que no impidan el paso a los músicos indígenas que deseen ir a Tezulutlán. Las Casas regresa de España a América en julio de 1544 satisfecho con el apoyo conseguido (misioneros, carta y leyes, etc.), pero, siempre exigente y luchador, los consideraba insuficientes y, además, los españoles en América con frecuencia desobedecían esas leyes. El mismo Alonso de Maldonado, que había firmado el contra-
to con Bartolomé de Las Casas, y otro jefe militar llamado Montejo, organizaron una expedición militar contra los lacandones. La expedición pasó por Tezulutlán, y los habitantes de estas tierras desconfiaban de la evangelización pacífica al ver a los soldados. Bartolomé tuvo que escribir una carta de protesta por esta acción. Por otro lado, algunos gobernadores españoles no quisieron ni recibir ni leer las cartas del Rey y las guardaron en un archivo, para que no se divulgasen, porque veían que se les escapaban de las manos todos los pueblos y caciques de Verapaz. Tuvo que intervenir el Obispo Marroquín para llamarlos al orden y al respeto. Las cartas que más molestaron a los españoles eran la que les prohibía entrar en Tezulutlán y la que daba los privilegios y honores a los caciques por ayudar en la evangelización.
animó a aquellos religiosos del siglo XVI en su proyecto de evangelización pacífica.
Así pues, la evangelización pacífica de Tezulutlán estuvo precedida de cuidadosos preparativos y complicados obstáculos, aunque ninguno de ellos des-
Aunque han pasado 500 años de la llegada de Bartolomé de Las Casas a América, sigue siendo de plena actualidad una evangelización cuidadosamente preparada, dispuesta a superar los obstáculos y llevada a cabo con métodos pacíficos y evangélicos de amor y respeto.
En cuanto a los métodos usados en esta evangelización pacífica Monseñor Gerardo Flores los enunciaba así en 1985, en su Primera Carta Pastoral como Obispo de Verapaz: eran métodos pacíficos; sin violencia militar; con amor y respeto al ser humano; con mansedumbre; aprendiendo las lenguas indígenas; conociendo las costumbres y culturas; con música, cantos y versos, ayudados por indígenas de Tlaxcala; procurando evangelizar primero a los caciques; juntando a los indígenas en los pueblos; comprometiéndose a trabajar en Tezulutlán toda su vida; creando escuelas, mejorando los cultivos, las viviendas y los hábitos de vida, etc.
Sus habitantes no rechazarían una evangelización pacífica. BS Don Bosco en Centroamérica
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Hacia una Iglesia autóctona en Guatemala MONS.RODOLFO VALENZUELA N. OBISPO DE VERAPAZ, GUATEMALA Si por Iglesia autóctona entendemos aquella Iglesia que está situada en un determinado lugar geográfico y cultural y que al mismo tiempo es católica, es decir que tiene vínculos con la Iglesia que está en todas partes y culturas de la tierra, no dudo en afirmar que en Guatemala se está caminando desde hace quinientos años hacia una Iglesia autóctona. El encuentro con Jesucristo vivo se dio en nuestras tierras desde los años de la conquista. A pesar de la violencia y la invasión que significó ésta, el anuncio del Evangelio caló a fondo en los corazones de los habitantes de estas tierras e impregnó sus culturas. No creo yo que la aceptación de la fe cristiana haya sido una mera táctica para sobrevivir y que en el fondo haya prevalecido la religión de antes. Los obispos de Guatemala publicaron hace diez años una carta pastoral colectiva titulada “500 años sembrando el Evangelio”. Su tema principal es la inculturación del Evangelio. Su punto de partida es reconocer las limitaciones y frutos de la evangelización a lo largo de estos cinco siglos. Es un documento que ayuda a ver cómo la evangelización quedó plasma-
El evangelio de Cristo vivo entró a fondo.
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Partir de los pueblos indígenas y sus culturas. da en el modo de ser y de relacionarse de los guatemaltecos. La evangelización quedó expresada también en el arte guatemalteco, en las construcciones, pinturas y esculturas, que siempre tenían un toque original, propio, que no era sólo español sino también indígena. Dígase lo mismo de la literatura, los cantos y toda la religiosidad popular . No sólo en lo exterior, sino que también en los valores humanos y cristianos se ve que el mensaje de Cristo vivo entró a fondo: la solidaridad entre los pobres, la resistencia heroica inspirada en la pasión y la cruz de Cristo y de su Madre, la alegría en medio de la pobreza, la hospitalidad, la sencillez de la gente, la certeza de la vida eterna, etc. No todo ha sido luz, pues también en nuestro pueblo de raíces cristianas se han impuesto estructuras generadoras de injusticia. Hay corazones en los que no caló el Evangelio.
La fe en Guatemala es actualmente maya; es q’eqchi y quiché, es mam y kaqchikel, es mestiza y garífuna. Podríamos repasar así todas las etnias que forman este país. La mencionada carta de los obispos dice: “Estamos convencidos de que una de las características primordiales de la evangelización nueva en Guatemala es que ésta se haga a partir de los pueblos indígenas y de sus culturas, desde su capacidad y vocación. En este sentido...vemos razonable y justo, necesario y urgente plantear y optar por una pastoral indígena que asuma con respeto y amor a las personas y comunidades indígenas, con su propia expresión cultural y religiosa y sus formas organizativas, de modo que lleguen a ser sujetos de la evangelización de su pueblo y... constituyan auténticas iglesias autóctonas en la catolicidad..” (9.2) Allí está el reto, esa es la meta; aún falta, pero estamos caminando. Tenemos la herencia católica común: la misma fe confesada en los sacramentos, la misma Iglesia apostólica, en comunión con las demás Iglesias en el mundo. Tenemos también lo propio, pues cada Iglesia expresa su fe según su cultura y con sus propios ministerios.
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Evangelio y mundo indígena RAFAEL MELGAR Desde la llegada de las carabelas españolas en 1492 a las playas americanas los habitantes de estas tierras fueron considerados como objetos. Para los descubridores la gente india no tenía importancia. Fue el fraile dominico Montesinos quien reaccionó con voz profética aclarando a los españoles que los indios sí eran hombres. De momento sus palabras se las llevó el viento hasta que el Papa los declaró solemnemente seres humanos. Pero, del dicho al hecho ha habido un largo trecho.
celebradores de la Palabra, muchos catequistas y ministros. No desmayéis en el apostolado. El apóstol genuino del indígena deber ser el mismo indígena. Dios os conceda que lleguéis a tener muchos sacerdotes de vuestra propia raza. Ellos os conocerán mejor, os comprenderán y sabrán presentaros adecuadamente el mensaje de salvación”. Los Salesianos trabajamos con los indígenas qeqchí en Alta Verapaz. Ellos
ocupan el nivel más bajo en la escala social. Porque son los más pobres, hay quienes los consideran como menores de edad. Algunos grupos qeqchí viven situaciones rayanas en la explotación o esclavitud.. La evangelización ocupa el centro del esfuerzo de los Salesianos de Carchá. Con ellos evangelizan los catequistas locales, ordinariamente adultos o jóvenes. Para su servicio evangelizador a las numerosas comunidades reciben
500 años después los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla hicieron una opción oficial por los pobres. “El compromiso con los pobres y oprimidos y el surgimiento de la Comunidad de Base ha ayudado a la Iglesia a descubrir el potencial evangelizador de los pobres, en cuanto la interpelan constantemente, llamándola a la conversión y por cuanto muchos de ellos realizan en su vida los valores evangélicos de solidaridad, servicio, sencillez y disponibilidad para acoger el don de Dios” (1147). Así se formalizó el reconocimiento oficial de los pobres como sujetos evangelizadores, portadores de la fuerza de Dios. Entre los más pobres se encuentran los indígenas, que han sido siempre marginados.
Aguda capacidad para captar el mensaje evangélico. formación constante mediante cursos breves. Presiden la celebración dominical de la Palabra. Tienen una aguda capacidad para captar el mensaje evangélico. Los catequistas son la columna vertebral del trabajo misionero. Asumen roles de responsabilidad en la organización eclesial. Asisten regularmente, junto a los sacerdotes y religiosas, a las reuniones pastorales presididas por el obispo.
Los pobres son sacramento de la presencia de Dios. Él no permanece indiferente ante la necesidad de los pobres. Está en juego su palabra y su verdad. Así pues los pobres son sujetos evangelizadores, no sólo objetos de evangelización; son actores privilegiados de la misma. “Poniéndonos de parte del pobre, decía Mons. Romero, sabremos en qué consiste la eterna verdad del Evangelio”. Juan Pablo II, en su mensaje a los indígenas en 1983 dijo: “Sé que entre vosotros hay muchos
Los pobres como sujetos evangelizadores.
Los catequistas prestan servicios diferenciados en las comunidades: unos predican, otros atienden la catequesis presacramental, hay catequistas que se ocupan de los niños o de los adultos, muchos son ministros extraordinarios de la eucaristía. BS Don Bosco en Centroamérica
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25 Aniversario de fundación
Hermanas de la Resurrección SALVADOR CAFARELLI
Bantiox re li Qaawa Dios (Gracias a Dios) fue el estribillo más repetido a lo largo de toda la celebración de los 25 años de fundación de las “Hermanas de la Resurrección”. La tarde del sábado 14 de septiembre, el acostumbrado clima apacible y silencioso de la casa “Talita Kumi”, en San Pedro Carchá, empezó a alborotarse por la llegada de decenas de muchachas provenientes de diferentes aldeas donde trabajan las Hermanas de la Resurrección, para unirse a la celebración de los 25 años. Entre muchachas y un grupo de jóvenes que han iniciado también esta experiencia de formación superaban los 500. La celebración se abrió con el acto mariano esa tarde del sábado. El cirio pascual, llevado por una hermana, y acompañado por las otras seis hermanas de la primera generación, precedía la procesión. Detrás venía el P. Jorge Puthenpura, fundador de la Congregación y el P. José Manuel Guijo con los otros miembros del Consejo Inspectorial. El P. Luis R. Chinchilla, inspector en 1977, fue quien hace 25 años asumió la iniciativa y animó al P. Jorge a fundar una congregación que se dedicara a la evangelización y promoción humana sobre todo de la mujer indígena. Por ese motivo fue invitado a encender el Cirio, como primer acto de la celebración, como signo de esa luz que desde hace 25 años brilla en Alta Verapaz. A continuación, entre cánticos de alabanza, fue llevada procesionalmente la estatua de María Auxiliadora. La hermana Candelaria, superiora de la Congregación, hizo una reflexión sobre el significado de la presencia de María en
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Una congregación dedicada a la evangelización y promoción humana. la vida de la comunidad, reflejo claro de la misma experiencia de Don Bosco, que reconoce el papel preponderante de la Santísima Virgen en su obra: Ella lo ha hecho todo. El P. Inspector en su intervención presentó a María como modelo de evangelización, recordando el texto evangélico de la visitación. Concluida la celebración en la iglesia, nos dirigimos en procesión hacia la casa de formación, en una plazoleta, donde habían levantado un pedestal sobre el cual se entronizó la estatua de María Auxiliadora. La frugal y sana cena a base de tortillas, frijoles, natilla y requesón genuino, compartida en un clima de familiaridad, cerró esa tarde. Como parte del programa del Consejo, al día siguiente todos sus miembros fueron a visitar el Centro Don Bosco de Tzacanihá. Allí encontramos al P. Antonio De Groot con algunos de los hermanos del Buen Pastor y unos 500 muchachos internos, provenientes de
centenares de aldeas de que se preparan como maestros de las escuelas rurales. Además de las instalaciones, austeras, pero modernas, con equipos de cómputo que pueden competir con cualquiera de nuestros colegios, nos impactó sobre todo el clima de trabajo, estudio, austeridad y solidaridad de esos muchachos. A las 10:20 de la mañana llegamos de nuevo al Centro “Talita Kumi” donde entre aplausos y regocijo nos esperaban las 500 muchachas. Pocos minutos después ingresó al Centro el Señor obispo de Cobán Mons. Rodolfo Valenzuela, acogido con cantos por la comunidad. La solemnidad, acompañada de la sencillez y espontaneidad, con la participación entusiasta de toda la asamblea, dio a la celebración de la Misa de Acción de Gracias ese clima extraordinario de oración y de fe que sólo se experimenta en ambientes donde el Espíritu del Señor Resucitado está presente y muy activo por la disponibilidad y sencillez de los que viven en la fe.
PRIMERA EVANGELIZACION Después de la homilía del señor obispo, intervinieron algunas personas: muchachas y muchachos con una espontaneidad y serenidad impresionante para comentar lo que les decía la Palabra de Dios escuchada. Fue una “lección” de “lectio divina” para los que somos “maestros en Israel”. Las dos horas de la celebración ni las sentimos apenas. Las palabras del P. Jorge y el P. Chinchilla, el primero agradeciendo a todos y el segundo animando a seguir la obra iniciada por el Señor, cerraron la celebración. Siguió luego en la plaza del Centro la bendición del monumento a la Divina Providencia. Una hermosa mazorca de maíz fundida en cemento, que representa el don de la vida, el don de la palabra de Dios, el
don del Pan Eucarístico y el don del pan de la educación, permanecerá en esa plaza como recuerdo y signo de gratitud a Dios y a todas aquellas personas que han hecho posible el nacimiento y el desarrollo, a lo largo de estos primeros 25 años, de esta comunidad de las “Hermanas de la Resurrección” que, a la par de la otra comunidad del P. Antonio de Groot, están realizando una obra extraordinaria de evangelización y promoción humana en Alta Verapaz.
“A los pobres se les anuncia el evangelio”.
Estas obras son signo claro de la presencia y acción del Espíritu del Señor en nuestras tierras centroamericanas y realización de la promesa de Jesús: “A los pobres se les anuncia el evangelio”.
Premio a Talita Kumi La Fundación Talita Kumi es un proyecto ambicioso animado por el P. Jorge Puthenpura SDB en colaboración con la comunidad religiosa indígena Hermanas de la Resurrección más un equipo de laicos. Promueve la ejecución de proyectos de educación, salud y desarrollo económico en las comunidades indígenas de Alta Verapaz, Guatemala, marcadas por la extrema pobreza. Pone énfasis en el desarrollo de la mujer.
Proyectos de educación, salud y desarrollo económico. Guatemala, agosto 2002.- La Fundación Juan Bautista Gutiérrez, con ocasión de los 15 años de los inicios de sus labores, convocó a concurso a todas aquellas instituciones nacionales que tuvieran una proyección social, sobre todo en el área educativa y de salud. Participaron 130 instituciones y los criterios del jurado calificador se centra-
ron en el número de beneficiados, su propuesta de educación y promoción integral, el número de voluntarios que están implicados en los proyectos, el presupuesto de administración y el destinado a su obra social, etc. El primer lugar fue otorgado a la Fundación Talita Kumi con un significativo premio en efectivo, plaqueta conmemorativa y diploma de reconocimiento.
Talita Kumi tiene su domiclio en San Pedro Carchá. Su área de influencia se extiende por los departamentos de Alta Verapaz y parte de El Petén. Da cobertura a 600 comunidades rurales desde 2 macrocentros de operaciones educativas, una en Carchá y otro en Carolina Chisec, más 2 microcentros, uno en Sechactí y el otro en Ichab. Talita Kumi actúa como socia con instituciones gubernamentales, ONGs nacionales e internacionales y organismos de cooperación internacional (KFW, AID, BID, UE, CRS y Kellogg Foundation.
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TEMA DEL MES
San Pedro de Betancur El Hermano Pedro De la homilía de Juan Pablo II en la ceremonia de canonización El Hermano Pedro fue hombre de profunda oración, ya en su tierra natal, Tenerife, y después en todas las etapas de su vida, hasta llegar a Guatemala, donde, especialmente en la ermita del Calvario, buscaba asiduamente la voluntad de Dios en cada momento.
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PRIMERA EVANGELIZACION Por eso es un ejemplo eximio para los cristianos de hoy, a quienes recuerda que, para ser santo, es necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oración. Por tanto, renuevo mi exhortación a todas las comunidades cristianas, de Guatemala y de otros países, a ser auténticas escuelas de oración, donde orar sea parte central de toda actividad. Una intensa vida de piedad produce siempre frutos abundantes. El Hermano Pedro forjó así su espiritualidad, particularmente en la contemplación de los misterios de Belén y de la Cruz. Si en el nacimiento e infancia de Jesús ahondó en el acontecimiento fundamental de la Encarnación del Verbo, que le lleva a descubrir casi con naturalidad el rostro de Dios en el hombre, en la meditación sobre la Cruz encontró la fuerza para practicar heroicamente la misericordia con los más pequeños y necesitados. Hoy somos testigos de la profunda verdad de las palabras del Salmo: el justo “no temerá. Distribuyó, dio a los pobres; su justicia permanece por los siglos de los siglos” (111, 8-9). La justicia que perdura es la que se practica con humildad, compartiendo cordialmente la suerte de los hermanos, sembrando por doquier el espíritu de perdón y misericordia. Pedro de Betancur se distinguió precisamente por practicar la misericordia con espíritu humilde y vida austera. Sentía en su corazón de servidor la amonestación del Apóstol Pablo: “Todo cuanto hagan ustedes, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres” (Col 3, 23). Por eso fue verdaderamente hermano de todo el que vive en el infortunio y se entregó con ternura e inmenso amor a su salvación. Así se pone de manifiesto en los acontecimientos de su vida, como su dedicación a los enfermos en el pequeño hospital de Nuestra Señora de Belén, cuna de la Orden Bethlemita.
El nuevo Santo es también hoy un apremiante llamado a practicar la misericordia en la sociedad actual, sobre todo cuando son tantos los que esperan una mano tendida que los socorra. Pensemos en los niños y jóvenes sin hogar o sin educación; en las mujeres abandonadas con muchas necesidades que remediar; en la multitud de marginados en las ciudades; en las víctimas de organizaciones del crimen organizado, de la prostitución o la droga; en los enfermos desatendidos o en los ancianos que viven en soledad. El Hermano Pedro es una herencia que no se ha de perder y que se ha de transmitir para un perenne deber de gratitud y un renovado propósito de imitación. Esta herencia ha de suscitar en los cristianos y en todos los ciudadanos el deseo de transformar la comunidad humana en una gran familia, donde las relaciones sociales, políticas y económicas sean dignas del hombre, y se promueva la dignidad de la persona con el reconocimiento efectivo de sus derechos inalienables. Quisiera concluir recordando cómo la devoción a la Santísima Virgen acompañó siempre la vida de piedad y misericordia del Hermano Pedro. Que Ella nos guíe también a nosotros para que, iluminados por los ejemplos del “hombre que fue caridad”, como se conoce a Pedro de Betancurt, podamos llegar hasta su hijo Jesús.
El nuevo Santo es también hoy un apremiante llamado a practicar la misericordia en la sociedad actual, sobre todo cuando son tantos los que esperan una mano tendida que los socorra.
La utopía misionera El trabajo misionero hoy es un gran desafío. A cada paso se abren nuevos horizontes , nuevas dificultades pero también nuevas posibilidades. El desafío es seguir adelante y saber acertar en el camino justo. · Evangelizar no es sólo transmitir contenidos, es testimoniar en primera persona el amor de Dios para con estos hermanos que la sociedad margina, o incluso quisiera eliminar para apoderarse de sus tierras y de sus riquezas. · Evangelizar es vivir en primera persona la relación con Dios que nos ha llamado a la vida, nos ha hecho hijos e hijas y nos quiere junto a él. · Evangelizar significa también conocer a fondo a estos hermanos y hermanas, su vida concreta, la lucha cotidiana para la sobrevivencia, su preciosa cultura. · Evangelizar, en fin, significa aceptar la dificultad de traducir toda la riqueza y la profundidad de aquel Jesús que hace protagonistas a los hombres y mujeres, de un futuro mejor, y por lo tanto también a los indígenas, de un futuro mejor.
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TEMA DEL MES
Juan Diego De la homilía de Juan Pablo II en la ceremonia de canonización ¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? El libro del Eclesiástico, como hemos escuchado, nos enseña que sólo Dios “es poderoso y sólo los humildes le dan gloria” (3, 20). También las palabras de San Pablo proclamadas en esta celebración iluminan este modo divino de actuar la salvación: “Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del mundo; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios” (1 Co 1, 28.29). Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava “que glorifica al Señor”, se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. Ella le regala, como señal, unas rosas preciosas y él, al mostrarlas al Obispo, descubre grabada en su tilma la bendita imagen de Nuestra Señora. El Acontecimiento Guadalupano como ha señalado el Episcopado Mexicano - significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los ele-
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PRIMERA EVANGELIZACION
¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! mentos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación. Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada. “Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres” (Sal 32, 13), hemos recitado con el salmista, confesando una vez más nuestra fe en Dios, que no repara en distinciones de raza o de cultura. Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos. Por ello, el testimonio de su vida debe seguir impulsando la construcción de la nación mexicana, promover la fraternidad entre todos sus hijos y favorecer cada vez más la reconciliación de México con sus orígenes, sus valores y tradiciones. Esta noble tarea de edificar un México mejor, más justo y solidario, requiere la colaboración de todos. En particular es necesario apoyar hoy a los indígenas en sus legítimas aspiraciones, respetando y defendiendo los auténticos valores de cada grupo étnico. ¡México necesita a sus indígenas y los indígenas necesitan a México! Amados hermanos y hermanas de todas las etnias de México y América, al ensalzar hoy la figura del indio Juan Diego, deseo expresarles la cercanía de
la Iglesia y del Papa hacia todos ustedes, abrazándolos con amor y animándolos a superar con esperanza las difíciles situaciones que atraviesan. ¡Bendito Juan Diego, indio bueno y cristiano, a quien el pueblo sencillo ha tenido siempre por varón santo! Te pedimos que acompañes a la Iglesia que peregrina en México, para que cada día sea más evangelizadora y misionera. Alienta a los Obispos, sostén a los sacerdotes, suscita nuevas y santas vocaciones, ayuda a todos los que entregan su vida a la causa de Cristo y a la extensión de su Reino. ¡Dichoso Juan Diego, hombre fiel y verdadero! Te encomendamos a nuestros hermanos y hermanas laicos, para que, sintiéndose llamados a la santidad, impregnen todos los ámbitos de la vida social con el espíritu evangélico. Bendice a las familias, fortalece a los esposos en su matrimonio, apoya los desvelos de los padres por educar cristianamente a sus hijos. Mira propicio el dolor de los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, de cuantos padecen pobreza, soledad, marginación o ignorancia. Que todos, gobernantes y súbditos, actúen siempre según las exigencias de la justicia y el respeto de la dignidad de cada hombre, para que así se consolide la paz.
¡Amado Juan Diego, “el águila que habla”! Enséñanos el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, pues Ella es la Madre amorosa y compasiva que nos guía hasta el verdadero Dios.
«Ciudadanos de segunda categoría» «Desde el norte de Canadá pasando por América Central hasta el extremo sur de Chile y Argentina, los indígenas son tratados en muchos casos como ciudadanos de segunda categoría». La denuncia es formulada por la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), en un informe publicado en la víspera del llamado Día de la Raza. El informe señala que, si bien más de la mitad de los países de la región reconocen los derechos indígenas en sus constituciones, la realidad es muy diferente para los descendientes de los pobladores nativos de América, que sufren de marcada discriminación, muchas veces propiciada por sus propios gobiernos. El documento agrega que también son objeto de racismo y, en algunos casos, de tortura y asesinato. AI dice que los derechos básicos, entre ellos el del derecho a la tierra, son violados constantemente y los gobiernos generalmente fallan en implementar acuerdos con las comunidades indígenas. AI llama a los gobiernos de la región a llevar a la realidad «su retórica sobre el multiculturalismo y los derechos indígenas».
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Hay que saber estar sentados HUGO ESTRADA El 14 de julio de 1977 algo insólito sucedió en Nueva York, la ciudad más monumental del mundo: Hubo un apagón de luces que duró 25 horas. Aquella ciudad babilónica tembló de miedo. Los trenes paralizados; los elevadores de los hoteles sin funcionar, los alimentos pudriéndose en las refrigeradoras; los “aprovechados” asaltando los supermercados y almacenes. La soberbia Nueva York cayó de rodillas, humillada, al ver que le había fallado su ídolo: la técnica. Es éste uno de los síntomas de nuestra civilización, que pone toda la esperanza en la energía, en las máquinas, en las computadoras. Pero en el momento menos pensado, llega la catástrofe. La técnica, como tal, es un ídolo, pero los ídolos se quiebran al caerse de su pedestal. Al meditar en esta catástrofe, pensamos en Marta y María, las hermanas de Lázaro. El día que Jesús llegó a visitarlas, María tuvo la oportunidad de escuchar la palabra viva de Jesús. La Palabra de Dios es espada de doble filo que penetra hasta lo profundo del corazón. Pero Marta estaba impidiendo que la Palabra de Dios le llegara hasta las profundidades de su alma porque continuamente iba a la cocina y volvía a la sala donde Jesús estaba hablando. Marta se dejó impresionar por las ollas, la sal, la receta de cocina, el reloj. Creyó que podía al mismo tiempo, oír la Palabra de Dios y escuchar el tintineo de las ollas y sartenes. Jesús tuvo que reprenderla. Le enseñó que debía aprender a sentarse para escuchar la Palabra como su hermana María.
Marta y María A veces, la actividad turbulenta es un medio de huir de uno mismo. Se tiene miedo de escuchar la voz de la conciencia, la voz de Dios, que habla claro y que nos pide un compromiso, una
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El Señor nos susurra lo que nos conviene. actuación rápida. Superabundan las personas que tienen entre manos innumerables proyectos, pero en su planificación no se incluye el tiempo necesario para escuchar a Dios, para hablar con El, que tiene un plan para nuestra vida; que desea que seamos felices siguiendo sus directivas. No hay tiempo para Dios. Por eso falta la luz de la Palabra y abunda la falta de crecimiento espiritual. Por eso, muchas veces, somos enanitos espirituales que tropezamos con toda clase de obstáculos que impiden nuestra realización humana.
no la podía tener todos los días. María no tuvo miedo de ser penetrada por la Palabra, de ser trasformada. Por eso se sentó, tranquilamente, a los pies de Jesús. Tal vez alguien se incline a creer que María era algo haragana. Pero...¡Jesús nunca hubiera alabado a una mujer haragana! María, como su hermana Marta, era una mujer activa y solícita. Pero, sobre todo, era sabia, porque, cuando llegó el momento preciso de escudriñar los secretos de la Palabra de Jesús, supo “escoger la mejor parte”, y se sentó a los pies del Señor.
“María escogió la mejor parte y no le será quitada”, fue la respuesta de Jesús a Marta, que se quejaba porque su hermana María no la ayudaba en los quehaceres domésticos. María fue sabia: Jesús estaba de visita, su Palabra
Reza y trabaja Los grandes santos de la Iglesia han sido de una actividad prodigiosa. Sabían encontrar el momento preciso
MEDITACION para estar sentados a los pies del Señor. “Reza y trabaja”, era el lema de San Benito. El “abogado del diablo”, en la canonización de Don Bosco, al escuchar la relación del sinnúmero de obras que había realizado el santo, dijo: “Pero ¿cuándo rezaba Don Bosco?” Pio XI, que había conocido muy bien al santo, respondió: “Mejor dicho, ¿cuándo no rezaba Don Bosco?”. San Juan Bosco tenía una actividad que asombraba, pero para él lo primero era hablar con Dios, escucharlo. Sentarse a los pies de Jesús. Ningún apóstol de vida tan trajinada y azarosa como San Pablo. Viajó más que los demás apóstoles juntos, emprendió las más arduas misiones, y pudo escribir: “Mi vivir es Cristo” . Es decir, Pablo era un hombre de una riquísima espiritualidad en medio del ajetreo de su amplísima misión evangelizadora. Abrahán se encontraba en la puerta de su tienda en actitud meditativa. En ese preciso momento descubrió que el Señor pasaba delante de él bajo la figura de tres jóvenes. Abrahán se dirigió hacia los tres jóvenes, vestidos de blanco, y los presionó con afabilidad para que no pasaran de largo sin entrar en su casa. Y mientras les hablaba, al mismo tiempo daba órdenes para que se preparara lo necesario para la comida. Esta actitud de Abrahán nos da un pauta de lo que debe ser la vida espiritual: en él se conjugan la actividad y la oración. Y es lo que se debe buscar; que la actividad y la oración sean hermanas gemelas. El ritmo de nuestro mundo no nos lleva a ser hombres y mujeres de oración y meditación. Todo lo contrario. Nuestra mente se parece a los anuncios titilantes de las principales avenidas de la ciudad. Pero esta actitud “intermitente”, de zozobra, no es lo ideal. Abrahán descubrió que el Señor pasaba delante de su tienda porque se encontraba con su mente serena y abierta a recibir la voz de Dios.
El Señor pasa Delante de nosotros, tantas veces, a diario, pasa el Señor y no sabemos adivinar su presencia. Él nos dirige la pa-
Aprender a sentarse para escuchar la Palabra.
labra, pero el ruido interior y exterior nos impide escucharlo. Hay mucho de la inquieta Marta en nosotros; tenemos demasiada fe en el ruido; nos gusta aturdirnos y creemos firmemente en la droga del activismo. El Señor quiere hablarnos, enseñarnos el camino que tanto hemos buscado; el Señor nos susurra lo que nos conviene. Pero la Marta, que vive dentro de nosotros,
impide que oigamos con claridad la voz de Dios. Hasta que aprendamos a saber sentarnos a los pies del Señor, aun en medio de estruendo de nuestra ciudad y de nuestro siglo, sólo entonces caeremos en la cuenta de que María, en realidad, había escogido “la mejor parte”, la que nosotros, tantas veces desperdiciamos.
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CONOCIENDO A DON BOSCO
Partida de los misioneros Era el mes de marzo. Cierto día, después de haber permanecido un rato pensativo y silencioso, dijo don Bosco a don Juan Cagliero, que estaba a su lado: -Quisiera mandar a uno de los sacerdotes más antiguos para acompañar a nuestros misioneros a América y que se quedara allí unos tres meses con ellos, hasta que estén bien instalados. Dejarlos ahora solos, sin un apoyo, sin un consejero en quien confiarse, me parece algo duro. No tengo ánimos ni para pensarlo. Don Juan Cagliero respondió: -Si don Bosco no encuentra ninguno a quien confiar este encargo y me considera capaz de ello, estoy a su disposición. -Muy bien, contestó el Siervo de Dios. Pasaban los meses y el Beato no hacía la menor alusión a este su proyecto. Pero, acercándose el día de la partida, dijo de improviso a Cagliero: -En cuanto a lo de ir a América: ¿sigues pensando igual? ¿O fue una broma eso de que estarías dispuesto a ir?
En aquel mismo instante corrió Cagliero a dar órdenes para los preparativos; tanto que, a los pocos días, trabajando sin parar, tenía todo a punto. Fue entonces cuando en la mente de Don Bosco se acercaba el cumplimiento de su persuasión de que Cagliero sería elevado a la dignidad episcopal.
profesor de moral en el Oratorio, dirigía varios institutos religiosos de la ciudad, era maestro de música de los muchachos e intervenía en los asuntos más delicados de la casa; nadie hubiera imaginado que podía ausentarse, ni siquiera por poco tiempo.
-Bien sabe usted que nunca hablo en broma con don Bosco, respondió don Juan Cagliero.
Don Juan Cagliero, que había obtenido con sobresaliente el doctorado de teología en la Universidad Real, era
Memorias Biográficas Tomo XI, pág. 318.
-Pues bien, prepárate, ha llegado el momento.
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