La vida es como un viaje en un navío en medio del mar y, como toda travesía, está llena de tormentas: desafíos, incertidumbres y momentos en los que podemos sentirnos perdidos. Nuestra embarcación, sin embargo, tiene un ancla: la esperanza en Cristo. De hecho, desde los primeros tiempos, los cristianos representaron la virtud del ancla.
Este 2025, el Aguinaldo del Rector Mayor para toda la familia salesiana, nos invita a redescubrir el valor de la esperanza, inspirado en este año jubilar, que tiene como lema: Peregrinos de la Esperanza, inspirado en la cita: “La esperanza no defrauda” (Rm.5,5) Esa esperanza no es un simple optimismo ni una actitud ingenua ante la vida. Es la certeza que Dios no nos deja solos, nos sostiene y nos impulsa a seguir adelante, aun cuando el panorama parezca nublado.
Don Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor y a quien ha correspondido escribir en esta ocasión el tradicional comentario, nos recuerda que estamos llamados a ser peregrinos, en constante movimiento hacia Dios, pero sin perder nuestro vínculo con Él. Somos navegantes en alta mar, pero nuestra barca está segura porque está anclada a Cristo.
Don Bosco fue un gigante de la espelo paralizaran; al contrario, las enfrentó con fe y con la certeza de tener los pies puestos en la tierra, pero la mirada puesta en el cielo. Esa misma esperanza fue la que transmitió a sus jóvenes, a quienes veía no solo como destinatarios de su misión, sino como protagonistas de un futuro mejor. No es casualidad que, en el escudo de la congregación salesiana, haya decidido que apareciera el signo del ancla.
Vivimos en un mundo donde los jóvenes muchas veces se sienten perdidos, sin referencias claras y sin alguien que los guíe. Frente a tantas falsas promesas de felicidad inmediata, estamos llamados a ofrecerles algo más grande: la alegría
Dios. La educación, la evangelización y el acompañamiento que ofrecemos a los jóvenes son signos concretos de esta esperanza en acción.
Que este Boletín Salesiano sea un recordatorio de que nuestra misión sigue vigente y vibrante. Que cada página nos inspire a vivir “alegres en la esperanza” (Rm. 12,12).
PEREGRINOS, anclados en la esperanza cristiana
BSCAM
En el camino de la vida, todos enfrentamos momentos de incertidumbre, dudas y
sentirse a la deriva, como un barco sacudido por las olas de un mar agitado. Pero como
la esperanza en Cristo. Este ancla nos sostiene y nos da fuerza para avanzar, incluso cuando las aguas se tornan turbulentas.
La esperanza cristiana no es una idea abstracta ni un optimismo pasajero. Es una certeza arraigada en la persona de Jesús, quien cargó con nuestros sufrimientos y heridas en la cruz. Desde los primeros tiempos de la Iglesia, el ancla ha sido un símbolo de esta esperanza: un signo de nuestra pertenencia a Cristo Salvador y de la promesa de la vida eterna.
Anclados en el cielo, caminando en la tierra
El escritor checo Václav Havel describe la esperanza como una dimensión del alma, una orientación que trasciende lo inmediato.
explica que la esperanza es un anclaje más allá del horizonte, una visión que nos impulsa a seguir adelante, incluso cuando no tenemos garantías de éxito. No se trata de un simple “todo saldrá bien”, sino de trabajar con valentía por lo que vale la pena, sabiendo que tiene sentido, independientemente de los resultados.
Imaginemos nuestra vida como una barca. No se trata de dejar el ancla en el fondo
del mar y quedarnos inmóviles, sino de atar nuestra barca a una cuerda que nos
a la derecha del Padre. Esta conexión no nos detiene; al contrario, nos da estabilidad para avanzar entre las olas. La promesa de la vida eterna no es un escape del mundo, sino una futuro.
Una esperanza que transforma
La esperanza nos llama a ser peregrinos. No es un estado pasivo, sino un movimiento constante hacia Cristo. Como bien dijo Don Bosco, el deseo del cielo nos impulsa a compartir esta esperanza con los demás, especialmente con los jóvenes. La esperanza cristiana no es un asunto privado; nos une y nos hace solidarios, nos invita a trabajar juntos por un mundo mejor.
El Jubileo es un momento propicio para renovar esta esperanza. Es una invitación a salir de nosotros mismos, a redescubrir nuestra relación con Dios y con los demás. Como cristianos, no podemos quedarnos quietos. La nostalgia de Dios nos mueve a caminar hacia Él, y en ese proceso, encontramos nuestro verdadero lugar en el mundo.
El papel de la esperanza en la misión salesiana
Don Bosco, con su visión profética, nos enseñó que la esperanza es una fuerza transformadora. Nos invita a mirar más allá
hacia Cristo. La esperanza nos desafía a ser creativos, a buscar nuevas formas de educar y evangelizar, a apostar por un futuro lleno de posibilidades.
En la misión salesiana, la esperanza no es un simple ideal; es una realidad que se vive en cada encuentro, en cada momento de oración, en cada sonrisa compartida. Es una tensión continua hacia lo nuevo, una apuesta por lo que aún no es pero puede ser. Es el motor que nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos, incluso en las situaciones
En un mundo donde muchas veces predominan las falsas esperanzas, la esperanza cristiana nos ofrece una alternativa verdadera y duradera. No se basa en las circunstancias ni en un optimismo
de que Dios camina con nosotros. Esta esperanza nos ancla en Cristo y nos impulsa a avanzar, a construir, a soñar.
CARACTERÍSTICAS DE LA ESPERANZA
Una tensión continua:
No es pasiva ni estática. La esperanza es un estado de alerta, una disposición constante a enfrentar lo desconocido y a crear algo nuevo, especialmente en momentos de dificultad.
Apuesta por el futuro:
No debe confundirse con el optimismo o el pesimismo, ya que no se basa en estados de ánimo ni en expectativas positivas o negativas. Es una convicción profunda de que las acciones tienen sentido, incluso sin la seguridad de éxito inmediato.
Impulsa a la acción:
La esperanza implica movimiento, riesgo y búsqueda constante. A diferencia del optimismo, que puede llevar a la inacción, la esperanza nos motiva a actuar, incluso sin garantías.
Comunitaria y solidaria:
No es un asunto privado ni egoísta. La esperanza une y reconcilia, construyendo vínculos con los demás. Nos aparta del aislamiento y nos invita a vivir en empatía y solidaridad.
Ilustración por Nuno
Quaresma
La esperanza no es solo un sentimiento bonito; es un regalo, una responsabilidad que nos impulsa a actuar y transformar nuestra realidad. San Pedro nos recuerda esto cuando dice: «Estén siempre dispuestos a dar respuesta a cualquiera que les pida razón de su esperanza». En este mensaje resuena el espíritu salesiano: dar razón con claridad y alegría.
Pero, ¿por qué es tan importante la esperanza? Vivimos en una sociedad que a menudo parece atrapada en una falsa alegría. La publicidad, los medios y algunos discursos convertirse en tristeza cuando se centra solo en lo material. Como nos recuerda el papa Francisco en la Bula que anuncia el jubileo "Spes non confundit", estamos llamados a recuperar la verdadera alegría, la que viene de vivir en comunión con Dios y mirar más allá de lo inmediato.
En nuestra misión educativa y evangelizadora como Familia Salesiana, acompañamos a los jóvenes en su camino hacia una “vida eterna” que comienza aquí y ahora. Y no hablamos de algo lejano o abstracto; vida eterna es, como dice Jesús, conocer a Dios y vivir iluminados por su amor. Este es nuestro verdadero tesoro, mucho más grande que cualquier seguridad terrenal.
La esperanza es contagiosa
Cuando vivimos con esperanza, se nota. Esa actitud inspira y motiva a quienes nos rodean. Como educadores de la fe, tenemos el privilegio de caminar con los jóvenes y ayudarles a descubrir el sentido profundo de sus vidas. Es un camino que no recorremos solos. La Virgen María nos acompaña como madre y modelo de fe, ofreciéndonos consuelo y esperanza en cada paso.
Sin embargo, vivir con esperanza también exige coraje. Coraje para mirar reconocer en cada situación una oportunidad para actuar con amor. Coraje para ser cristiana y compartir lo que hemos recibido con las nuevas generaciones.
Un llamado a la acción
Desde el inicio de la congregación salesiana hasta nuestros días, la esperanza ha sido el motor de nuestra acción educativa. Como dice el artículo 34 de las Constituciones de los Salesianos de Don Bosco: «Evangelización y catequesis son la dimensión fundamental de nuestra misión». Ser educadores de la fe no es solo una tarea, es un estilo de vida, una alegría que brota del encuentro personal con Cristo.
Hoy, al igual que Don Bosco, estamos llamados a ser signos de esperanza para los jóvenes. Esto implica guiarlos hacia el encuentro con Jesús resucitado, ayudándolos a descubrir el sentido profundo
de sus vidas. Como Familia Salesiana, nuestra misión se centra en esta esperanza activa que transforma corazones y comunidades.
La misión continúa
El Jubileo que celebramos este año nos invita a poner a Jesús en el centro de nuestra vida y acción. Esta renovación espiritual nos fortalece para continuar nuestra misión educativa y pastoral. La esperanza no nos aísla; al contrario, nos une como comunidad y nos impulsa a construir un mundo más solidario y lleno de amor.
ser “guías espirituales” que introducen a los jóvenes en la experiencia viva de Dios. Con coraje, esperanza y la intercesión de María Auxiliadora, seguimos adelante, llevando la luz del Evangelio a todos los rincones.
Que esta esperanza nos inspire a vivir con renovada pasión nuestra misión salesiana, recordando siempre que nuestra mayor alegría está en ser signos del amor de Dios para los jóvenes y el mundo entero.
VIDEO RECOMENDADO: Aguinaldo 2025
El Vicario del Rector Mayor de los Salesianos de Don Bosco, Don Stefano Martoglio, presenta el Aguinaldo para 2025: «Anclados a la esperanza, peregrinos con los jóvenes".
LECTURA RECOMENDADA: Lee la reflexión completa del Aguinaldo 2025 escaneando el código QR.
VICARIO DEL RECTOR MAYOR
Stefano Martoglio
Collage por Luis "TP" González
el diamante de la esperanza
BSCAM
Don Egidio Viganò, VII sucesor de Don
tomando de refrencia el sueño de los diez diamantes de Don Bosco. La narración de este extraordinario sueño que Don Bosco tuvo en 1881, nos da una perspectiva de la esperanza.
El sueño se desarrolla en tres escenas. En la primera, el personaje representa la identidad del salesiano y viste un manto adornado con diez diamantes. En la parte frontal destacan cinco: tres en el pecho, con las inscripciones «Fe», «Esperanza» y «Caridad», y dos en los hombros, con «Trabajo» y «Templanza». En la parte
posterior del manto resplandecen otros cinco, donde se leen: «Obediencia», «Voto de Pobreza», «Premio», «Voto de Castidad» y «Ayuno». Don Felipe Rinaldi, tercer sucesor de Don Bosco, describe a este personaje como «el modelo del verdadero salesiano».
la deformación del modelo original. Su manto, antes resplandeciente, ha perdido color y está desgarrado por polillas e insectos. En lugar de los diamantes, quedan marcas de deterioro profundo. Esta imagen triste y desoladora representa «el reverso del verdadero salesiano»: el antisalesiano.
En la tercera escena, surge un joven encantador, vestido con una túnica blanca bordada en oro y plata, de apariencia majestuosa pero a la vez dulce y amable. Como mensajero, exhorta a los salesianos a «escuchar» y «comprender», a mantenerse «fuertes y animosos», a «dar testimonio con las palabras y con la vida», a ser «cautos en la aceptación» y en la formación de las nuevas generaciones, y a hacer crecer su Congregación de manera sana.
Las tres escenas del sueño son dinámicas y evocadoras, ofreciendo una representación ágil de la espiritualidad salesiana. A través de ellas, se sintetiza de forma clara y dramatizada
un marco de referencia clave en el pensamiento de Don Bosco.
En el sueño, el personaje lleva en su frente el diamante de la esperanza, símbolo de la certeza en la ayuda divina y de una vida creativa y comprometida con la salvación, especialmente de la juventud. Junto a los demás signos de las virtudes teologales, se
por la fe que lo anima, dinámica y creativa por la esperanza que lo impulsa, y profundamente orante y bondadosa por la caridad que lo impregna.
El diamante del «premio» en el reverso de
y la actividad del salesiano en la construcción del Reino de Dios, la constancia en sus esfuerzos y el entusiasmo por su vocación se fundamentan en la certeza de la ayuda divina, que llega a través de la mediación e intercesión de Cristo y María. Por otro lado, el diamante del «premio» subraya una actitud constante de conciencia que guía y fortalece todo el esfuerzo espiritual, siguiendo la conocida máxima de Don Bosco: «¡Un pedazo de paraíso lo arregla todo!».
La esperanza y la paciencia están estrechamente vinculadas, ya que la primera necesita tiempo para madurar. En una sociedad que exige inmediatez, es fundamental cultivar la paciencia como virtud. La esperanza se desarrolla en la espera, tal como un agricultor que siembra y confía en que la semilla crecerá con el tiempo y dará fruto. Nada ocurre de manera instantánea, pues todo está sometido a un proceso de crecimiento.
El ser humano vive en constante espera, y esta no debe verse solo como un lapso de tiempo medible, sino como una dimensión de la relación con la vida y con lo que se aguarda. Nos hemos acostumbrado a medir la espera en términos de minutos y segundos, olvidando que su verdadero valor radica en lo que representa para nuestra existencia. La espera nos pone en relación con el futuro y nos invita a confiar en lo que vendrá.
Solo quien tiene esperanza puede soportar las dificultades, pues entiende que su esfuerzo tiene sentido en la espera. Sin embargo, la paciencia y la espera también conllevan desafíos como la fatiga, el dolor y la muerte. Estas experiencias, aunque negativas, pueden ayudar a descubrir el verdadero sentido del tiempo y de la vida, revelando nuestra incapacidad para poseerlo todo.
En última instancia, la esperanza nos lleva a dar testimonio del Evangelio, convirtiéndose en un anuncio de la buena nueva de Jesús. Así, la paciencia y la espera se transforman en caminos de fe, donde cada dificultad superada fortalece nuestra confianza en Dios y en su plan para nuestra vida. La verdadera esperanza nos permite sostenernos y sostener a los demás en los momentos más difíciles, convirtiéndose en luz en medio de la incertidumbre.
Don Bosco
BSCAM
de la esperanza
Don Bosco fue un verdadero "gigante" de la esperanza, enseñando que el salesiano
recompensa incluso las pequeñas acciones hechas en su nombre. Esta convicción le permitió vivir con un profundo sentido de comunión fraterna y un entendimiento compartido del Paraíso.
Su espiritualidad se centraba en la conciencia del cielo, una base fundamental de su pedagogía. En un mundo cada vez más secularizado, Don Bosco invitaba a mantener la mirada en el Paraíso, resistiendo la tentación de centrarnos solo en lo material. La esperanza cristiana para él no era una último de la salvación.
El lema "Salve, salvando sálvate" resume su la misión de salvar a los demás. Vivió la esperanza como un dinamismo constante,
Dios. En su vida, la esperanza se expresó como una proyección del "ya" y del "todavía no", donde lo presente se construye en espera de su plenitud futura, guiando su misión entre la juventud.
Características de la esperanza en Don Bosco
1. La certeza del «ya»
La esperanza, según la teología, se basa en la convicción interna de la presencia y ayuda de Dios, el poder del Espíritu
Santo y la amistad con Cristo, lo que nos permite vivir con la certeza de que todo es posible con su fuerza. El primer componente de la esperanza es la certeza del “ya”, es decir, la está presente en nuestras vidas, actuando a través de su salvación, el Espíritu
IlustraciónporNinoMusio
Santo y los sacramentos que nos han dado vida nueva. La esperanza impulsa la fe a
la historia, en la Iglesia y en nosotros, a través del Bautismo y nuestra vocación. La fe y la esperanza se nutren mutuamente, creándonos poder divino, transformándonos y llevándonos a vivir de manera trascendente en el Espíritu Santo.
2. La clara conciencia del «todavía no»
El segundo componente de la esperanza es la conciencia del “todavía no”, que nos hace ser conscientes de lo que aún falta para alcanzar la plenitud del Reino de Dios.
Esta conciencia
no solo reconoce lo que es malo o injusto, sino también lo que está incompleto o inmaduro en el camino hacia Cristo. Para ello, es necesario conocer claramente el plan divino de salvación, lo que nos permite hacer una crítica no solo humana, sino teológica, basada en nuestra vocación de ser “nuevas criaturas”. La esperanza nos permite
necesita crecer, y nos impulsa a contribuir al avance del bien mientras combatimos el mal. Esta capacidad de discernir el “todavía no” se nutre de la certeza del “ya”, lo que nos da la perspectiva histórica de Cristo y nos anima a ver y fomentar el bien, incluso en tiempos difíciles. La esperanza no solo nos permite ver lo negativo, sino también ser sensibles a los pequeños signos de bien que están creciendo, como semillas que aún no han alcanzado su plena madurez. Así, la esperanza nos ayuda a descubrir y fortalecer esas semillas de bien
sigue teniendo muchos aspectos positivos en crecimiento.
Un tercer aspecto importante de la esperanza es que nos impulsa a actuar de manera -
cación y el servicio a los demás. Es necesario colaborar con lo bueno que ya está presente y seguir luchando contra el mal en nosotros mismos y en quienes nos rodean, especialmente entre los jóvenes que más lo necesitan.
El discernimiento de lo que ya está
en nuestra vida diaria, a través de acciones, proyectos, paciencia y constancia. No todo sucederácultades y momentos de desánimo.
La esperanza cristiana también nos lleva a atravesar momentos de oscuridad, pero nos en nuestro compromiso.
La esperanza cristiana participa de forma natural también en las tinieblas de la fe.
de la esperanza
Lsalesiano de Don Bosco son la alegría, la paciencia y la sensibilidad educativa. Estos valores nos impulsan, tanto a nivel personal como en nuestra identidad como Familia Salesiana, a hacer brillar la esperanza que estamos llamados a compartir, como señaló don Egidio Viganò. Esta esperanza, especialmente, debemos transmitirla a los jóvenes, y de manera particular, a los más necesitados.
LA ALEGRÍA
en alegría. El espíritu salesiano está profundamente vinculado a la alegría de la esperanza. La juventud, que representa la esperanza humana, busca naturalmente la alegría, y Don Bosco transformó esa esperanza en un ambiente lleno de gozo para los jóvenes, especialmente al darles la esperanza de la salvación. Este gozo no es la victoria cristiana.
La tristeza que se experimenta a veces en la vida cristiana, como la vivida por Jesucristo en Getsemaní, tiene un carácter diferente.
como sentirse incomprendido o no apreciado,
DON BOSCO QUERÍA
QUE LOS SALESIANOS sintieran como propios todos los problemas juveniles más grandes y urgentes de la Iglesia para estar disponibles en todas partes”.
no deben ser alimentadas. En lugar de ello, debemos recordar que la esperanza nos asegura que Dios está con nosotros, independientemente de cómo los demás nos perciban.
El espíritu salesiano se centra en la alegría diaria que brota de la fe y la esperanza. Esta alegría es fundamental para vivir y transmitir auténticamente lo que creemos. Aunque la esperanza puede llevarnos a vivir momentos
entenderse como una preparación para algo más grande, no como una carga. A diferencia del mundo, que busca llenar el vacío con placeres efímeros y sensaciones excitantes, los salesianos encuentran su alegría en la esperanza y en el dinamismo del Espíritu Santo.
LA PACIENCIA
La paciencia es un fruto esencial de la esperanza, especialmente cuando
La esperanza cristiana requiere paciencia, ya que nos anima a seguir creyendo en la resurrección y en el plan de Dios a pesar de los sufrimientos. Jesús vivió esta paciencia durante su pasión, mostrándonos que es fecunda y alimentada por la esperanza.
BSCAM
Don Bosco y Madre Mazzarello destacaron la importancia de la paciencia. Don Bosco enseñó que la esperanza sostiene la paciencia, especialmente en tiempos de sufrimiento, y Madre pureza de intención.
La esperanza, madre de la paciencia, la sostiene y protege, permitiendo que ambos frutos se refuercen mutuamente en el camino de la fe.
LA SENSIBILIDAD EDUCATIVA
La esperanza, en su dimensión de laboriosidad salvadora, da lugar a la sensibilidad pedagógica, que implica un compromiso práctico y constante en la la misión de salvar a los demás. Don Bosco tradujo esta sensibilidad en un método concreto basado en la cautela, la audacia y la magnanimidad. Actuaba con humildad y pragmatismo, evitando el perfeccionismo y apostando por la prudencia y la valentía en la evangelización. Su visión trascendía las fronteras de su tiempo y lugar, impulsando a los jóvenes a asumir grandes responsabilidades apostólicas, como los primeros misioneros salesianos.
Don Bosco combinó magnanimidad con realismo, iniciando obras con sencillez pero con una visión amplia y decidida. Para él, la esperanza no era solo un ideal, sino una fuerza concreta y la alegría. Su pedagogía no se limitaba a explicaciones teóricas, sino que se expresaba en la acción, en el coraje de la iniciativa y en la humildad de la práctica. La esperanza salesiana,
En el rostro salesiano debe brillar siempre, como nota de simpatía, también la mística de la decisión y el ardor humilde de la practicidad. Don Bosco era decidido en sus compromisos a hacer el bien, aunque no pudiera empezar por lo mejor; ¡ decía que sus obras se iniciaban, quizás, en el desorden para tender luego hacia el orden!
Elverdadero salesiano tiene en su corazón y mente la visión del Paraíso como la plenitud de los valores del Evangelio, lo que le genera una alegría constante que transmite a los demás. Esta visión está profundamente arraigada en el espíritu de Don Bosco, quien a menudo mencionaba el Paraíso en sus enseñanzas y en la vida cotidiana de las casas salesianas. Frases como "Pan, trabajo y paraíso" y constante presencia del Paraíso en la vida salesiana.
En la casa de Don Bosco, tanto en Valdocco como en Mornese, se vivía un ambiente de alegría y esperanza, evasión de los problemas, sino una manifestación de la profunda fe, esperanza y caridad que se vivían en entendieron que la santidad consistía en estar alegre.
El Paraíso, para Don Bosco, no era una ilusión ni una promesa vacía, sino una realidad concreta que se vivía a través del amor de Dios, la resurrección de Jesucristo y la presencia del Espíritu Santo. Esta visión daba sentido a la vida y a la vocación salesiana. El objetivo no era simplemente buscar una recompensa, sino vivir en gracia, en amor a Dios y al prójimo, y construir un horizonte de vida orientado hacia la eternidad.
En el contexto actual, la civilización técnica e industrial ha proporcionado muchos placeres los jóvenes. A pesar de los avances, los problemas de sentido de vida, la angustia y la desilusión siguen siendo prevalentes, como se evidencia en la trágica cifra de suicidios adolescentes. Los
BSCAM
EL DIAMANTE DEL PREMIO SIMBOLIZA
SENTIRSE EN CASA CON DIOS, CRISTO, MARÍA y los santos, experimentando su presencia en un ambiente familiar que transforma la vida diaria en un reflejo del Paraíso.
En el espíritu salesiano, el Paraíso no solo es un concepto abstracto, sino un horizonte concreto de vida, que se cultiva a través de la familiaridad con Dios, Cristo, María y los santos. Don Bosco promovió esta familiaridad no solo con Dios, sino también con los santos, como una forma de hacer sentir la presencia de Dios en la vida cotidiana. Así, los salesianos viven en un ambiente que transforma la
la familia, la alegría y la esperanza son los pilares fundamentales.
La herencia de Don Bosco sigue viva en la espiritualidad salesiana. Sus hijos e hijas espirituales, los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, continúan su misión educativa en todo el mundo, transmitiendo a las nuevas generaciones la certeza de que cada joven tiene un destino de grandeza. La pedagogía salesiana sigue siendo un faro que ilumina el camino de miles de niños y jóvenes, mostrándoles que, con esfuerzo y fe, pueden alcanzar la felicidad plena.
Así, el "Gran Premio de la Esperanza" no es una utopía lejana, sino una realidad que
a Dios. Don Bosco nos recuerda que la esperanza es la brújula que guía nuestros
mayor de los regalos: la alegría eterna junto a Dios.
Con María, esperanza y presencia materna
Al concluir esta reflexión, sobre el Aguinaldo 2025, volvemos nuestra mirada a la Virgen María, guía y maestra en la esperanza. Su vida nos enseña que confiar es entregarse plenamente a Dios, tanto en esta vida como en la eternidad.
María nos toma de la mano y nos repite: «Hagan lo que Él les diga», invitándonos a vivir en fidelidad y en la providencia de Dios.
Su presencia materna nos alienta en el camino, recordándonos que Dios siempre cumple sus promesas. En ella contemplamos la esperanza realizada, pues fue asunta al cielo en cuerpo y alma, ensalzada como Reina universal junto a su Hijo, vencedor del pecado y de la muerte.
Con la Virgen María aprendemos a caminar en la fe, sostenidos por su amor maternal y su intercesión constante.
Ilustración por Freepik
Queridos
amigos y lectores, miembros de la Familia Salesiana, en este saludo del Boletín Salesiano quiero centrarme en un evento muy importante que está viviendo la Congregación Salesiana: el 29° Capítulo General. En el camino de la Congregación Salesiana, cada seis años, se celebra esta asamblea, que es la más importante que puede vivir la Congregación.
Muchas cosas forman parte de nuestras vidas, y este año jubilar nos está regalando muchos
enfocarme en este en particular porque, aunque parezca algo lejano, nos atañe a todos. Don Bosco, nuestro fundador, era consciente de que su obra no terminaría con él; estaba seguro de que solo sería el comienzo de un largo camino. A los sesenta años, un día de 1875, dijo a Don Giulio Barberis, uno de sus colaboradores más cercanos: «Tú completarás el trabajo que estoy comenzando; yo haré los bocetos, tú pondrás los colores [...] Haré un modelo aproximado de la Congregación y dejaré a los que vengan después de mí la tarea de embellecerla».
Con esta feliz y profética expresión, Don Bosco diseñaba el camino que todos estamos llamados a seguir, un camino que ahora se expresa de manera especial en el Capítulo General de los Salesianos de Don Bosco, que se está desarrollando en Valdocco.
Stefano Martoglio
«Tú completarás el trabajo que estoy comenzando; yo haré los bocetos, tú pondrás los colores»
Don Bosco
La profecía de los caramelos
El mundo de hoy no es el de Don Bosco, pero comparten una característica: es un tiempo de profundas transformaciones. La humanización completa, equilibrada y responsable en sus dimensiones materiales y espirituales era el verdadero objetivo de Don Bosco. Se preocupaba por llenar el “espacio interior” de los jóvenes, formar “mentes bien hechas” y “ciudadanos honrados”. En esto, su mensaje sigue siendo actual. Hoy el mundo necesita a Don Bosco.
Todo comienza con una pregunta sencilla: «¿Quieres una vida cualquiera o quieres cambiar el mundo?» ¿Podemos hablar todavía hoy de metas e ideales? Cuando un lo mismo sucede con las personas. Don Bosco nunca dejó de avanzar; hoy lo hace con nuestros pies.
Tenía una profunda convicción sobre los jóvenes: «Esta porción, la más delicada y la más valiosa de la sociedad humana, en la que se basan las esperanzas de un futuro feliz, no es por naturaleza perversa... Si a veces se desvían, suele ser más por imprudencia que por malicia consumada. Estos jóvenes necesitan una mano amiga que los cuide, los forme y los guíe».
VICARIO DEL RECTOR MAYOR
En 1882, en una conferencia a los Cooperadores en Génova, dijo: «Al rescatar, instruir y educar a los jóvenes en riesgo, se está bien educada, con el tiempo tendremos una generación mejor». Es como decir: solo la educación puede cambiar el mundo.
Don Bosco poseía una visión extraordinaria. Nunca decía “hasta aquí”, sino siempre “a partir de ahora”. El profesor Guy Avanzini, «La pedagogía del siglo XXI será salesiana, o no será».
Una tarde de 1851, desde una ventana del primer piso, Don Bosco lanzó un puñado de caramelos entre los chicos. Se desató una gran alegría, y uno de ellos, viéndolo sonreír desde la ventana, le gritó: «¡Oh Don Bosco, si pudiera ver todas las partes del mundo llenas de oratorios!». Don Bosco, con su mirada serena, espondió: «¿Quién sabe si llegará el día en que los hijos del oratorio estén realmente por todo el mundo?».
Tu oración
El CG29 será una experiencia de Dios que nos permitirá seguir dando forma al sueño que Don Bosco nos dejó como herencia. Este evento no es ajeno a tu vida, sino que forma parte de tu camino y de tu amor por Don Bosco. Por eso, te invito a acompañarlo con tu oración al Espíritu Santo, para que ilumine a los capitulares y les conceda la sabiduría necesaria para discernir la voluntad de Dios y fortalecer la misión salesiana en el mundo de hoy. En este camino no estamos solos: María Auxiliadora, madre y guía, sostiene nuestros pasos y nos impulsa a ser signos de esperanza para los jóvenes del mundo. FotografíaporComunicacionesMasaya
COLEGIO SALESIANO SAN JOSÉ: Un siglo de compromiso y excelencia
El Colegio Salesiano San José ha sido, desde 1903, un pilar en la educación de Santa Ana, formando integralmente a niños, jóvenes y familias con el carisma salesiano.
Francisco Linares
El Colegio Salesiano San José, ubicado en la ciudad de Santa Ana, El Salvador, ha sido un referente en educación y valores cristianos desde su fundación en 1903. La llegada de los salesianos a esta región fue posible gracias al esfuerzo de la comunidad local, que anhelaba una formación integral para sus hijos, inspirada en los principios de San Juan Bosco.
Desde sus humildes inicios, el colegio ha experimentado un constante crecimiento y evolución. En sus primeras décadas, ofrecía educación primaria, así como talleres de carpintería y sastrería. Con el paso del tiempo, se ampliaron los niveles educativos para incluir Preescolar, Primaria y Secundaria.
lugar en 2016, cuando se abrió la inscripción a niñas y niños en todos los niveles.
Uno de los eventos más emblemáticos en la historia del colegio ocurrió en 2010, con la
visita de la urna que contenía una reliquia de San Juan Bosco, fortaleciendo el espíritu salesiano entre estudiantes y la comunidad educativa. Otro acontecimiento destacado fue la inauguración del Templo Sagrada Familia en 2018, un espacio de oración y encuentro que refuerza la formación espiritual de sus alumnos, padres de familia y feligresía.
Educación de calidad
La oferta educativa del Colegio Salesiano San José es amplia y variada. En el ámbito académico, se imparten los niveles de Preescolar, Primaria y Secundaria. Además, se han implementado programas técnicos, permiten a los jóvenes desarrollar habilidades especializadas.
El colegio cuenta con modernas instalaciones aulas equipadas, laboratorios de tecnología, salas audiovisuales, biblioteca y un amplio
Fotografías por Francisco Linares
patio donde se llevan a cabo la mayoría de las actividades escolares y deportivas.
Un aspecto destacado de su reciente desarrollo es la inauguración de la Bakery School El Salvador en diciembre de 2023. Esta escuela de panadería, pastelería y chocolatería brinda a jóvenes de 17 a 24 años la oportunidad de especializarse en estas áreas a través de un programa de becas. Este proyecto, fruto de la colaboración entre diversas instituciones comprometidas con la educación y el desarrollo social, representa una valiosa adición a la oferta educativa del colegio.
El legado del Colegio Salesiano San José en la comunidad santaneca es profundo y duradero. Ha formado a miles de jóvenes
sociedad en diversos ámbitos. Su compromiso con la educación de calidad y la formación en valores ha dejado una huella imborrable en generaciones de estudiantes.
Mirando hacia el futuro
Con la vista puesta en el futuro, el colegio continúa desarrollando proyectos para innovar sus instalaciones y ofrecer las mejores condiciones a sus estudiantes. Entre sus iniciativas destacan la reforestación de áreas verdes, el uso de energías renovables y la inversión en tecnologías educativas.
cuidado de la casa común y con la formación de buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Guiado por la protección de María Auxiliadora, el Colegio Salesiano San José ha sido, desde 1903, un pilar en la educación de Santa Ana. Su misión de formar integralmente a niños, jóvenes y familias, difundiendo la devoción mariana y el carisma salesiano, sigue vigente y más fuerte que nunca.
Bakery School ofrece formación en panadería, pastelería y chocolatería.
*Cifras tomadas de “Memoria Anual CAM 2023”.
Decir
siempre
la verdad
P. Luis Corral, SDB
"La verdad tiene una fuerza de atracción que compromete. Cuando estamos convencidos de una verdad, ninguna razón de conveniencia, burla o amenaza puede separarnos de ella".
Al ser humano no le es posible saberlo todo; sin embargo, existen verdades que tiene la obligación de conocer. Hay temas que no es lícito ignorar, ya que se relacionan con el
Conocer la verdad acerca de estas cuestiones, al menos en lo fundamental, es un deber para todos, pues resulta esencial para establecer los principios que orientan la conducta humana y los derechos y deberes que rigen la organización de la sociedad. El error en estos temas puede conducir a graves aberraciones tanto personales como colectivas.
Estas verdades son accesibles a la inteligencia humana, pero alcanzan su plenitud iluminadas por la Palabra de Dios. En ellas, el hombre encuentra su verdadera felicidad.
Dichas verdades existen independientemente de que el hombre las acepte o las rechace, o de que le agraden o le desagraden. No son, por tanto, fruto de la opinión pública ni de los gustos individuales. Su importancia convierte la búsqueda de estos conocimientos en un deber prioritario. Resulta absurdo profesional y, al mismo tiempo, ignorar el sentido de la vida.
La verdad tiene una fuerza de atracción que compromete. Cuando estamos convencidos de una verdad, ninguna razón de conveniencia, burla o amenaza puede separarnos de ella.
La verdad no se somete a intereses personales. No es posible aceptar como bueno aquello que sabemos que es erróneo. Es necesario respetar a quienes piensan de manera distinta, incluso cuando están equivocados; sin embargo, no se debe transigir con lo que sabemos que es un error. Más bien, debemos procurar que quienes están en el error lleguen a conocer la verdad.
Defender la verdad no implica ofender al otro; implica mostrarla con claridad para que pueda ser conocida. Además, la verdad exige coherencia entre lo que creemos y nuestra conducta. De lo contrario, nuestra propia conciencia nos acusará. Si, por ejemplo, reconozco el valor de la vida humana, esa verdad me exige no cooperar en un aborto ni contribuir a la muerte de un inocente. Me compromete a defender la vida y a actuar conforme a ella. Nunca debo, bajo presiones, actuar en contra de lo que la verdad me exige. Ceder ante la verdad nos hace plenamente responsables ante Dios, ante los demás y ante nosotros mismos.
Amar la verdad
El amor a la verdad se demuestra viviendo con autenticidad y diciendo lo que creemos cierto. Mentir contradice el derecho humano de conocer la verdad y atenta contra la dignidad de las personas. Sin embargo, no toda verdad debe compartirse en cualquier circunstancia; hay momentos en los que revelar una verdad puede causar daño o simplemente no es necesario. Lo que nunca debe hacerse es engañar, ya que mentir
con la intención de confundir o manipular, lo cual es siempre ilícito.
El lenguaje oral o escrito es un medio de comunicación del propio pensamiento, que exige que las palabras concuerden con lo que traicionar la función de la palabra. Es una aberración que el lenguaje se utilice para engendrar el engaño, para provocar el error, y para dañar al prójimo en su interés por conocer la verdad.
La convivencia social solo es posible si se basa y otros. Utilizar la mentira en las relaciones y consigue que uno nunca sepa a qué atenerse.
La hipocresía es también contraria a la sinceridad. Consiste en aparentar que uno es, como en realidad no se es. Como aquel
lo odia, o como aquel que se muestra externamente celoso por la conducta justa y honrada, siendo él, de hecho, injusto y tramposo.
Engañar en las múltiples formas de fraude, asimismo distintos modos de mentir.
Como ya hemos dicho, a veces puede o debe ocultarse una verdad. Hay variadas formas de conseguir esto, como el simple silencio, evadir la pregunta, hacer entender a quien pregunta que no tiene derecho a saber la respuesta, o pueden usarse fórmulas de cortesía manifestando que no se considera oportuno contestar a la pregunta.
Toda actividad docente es difusión de la verdad, es procurar que el alumno contemple y acepte las verdades que se exponen o, incluso ayudarle para que sea él mismo quien las descubra.
CAMBIANDO LA MIRADA SOBRE LOS JÓVENES:
EL SÍNDROME DEL ESPEJO RETROVISOR
Pino Pellegrino
"En lugar de mirar hacia atrás, es momento de educar como Don Bosco: con fe en las posibilidades y potencial de cada joven, porque creer en ellos los impulsa a florecer".
Muchos padres y educadores sufren de lo que podríamos llamar el "síndrome del espejo retrovisor": una tendencia a idealizar el pasado y lamentar la pérdida de oportunidades educativas de generaciones anteriores. Esto impide ver las grandes posibilidades que los jóvenes de hoy tienen para ofrecer.
Es esencial superar esta “presbicia pedagógica” y dejar de mirar siempre
Cesare Marchi: si seguimos idealizando el pasado, terminaríamos concluyendo que la época más feliz de la humanidad fue la de las cavernas.
Para avanzar, debemos cambiar nuestra percepción de los jóvenes actuales. Hay que desechar etiquetas negativas como "adolescentes sin valores", "agresivos" o
"irracionales". Estas palabras bloquean cualquier intento de comprensión. Como dice un proverbio chino: "Creer
Está comprobado que los educadores que confían en sus alumnos y esperan lo mejor de ellos obtienen mejores resultados que aquellos
UNA HISTORIA REAL
La profesora Marcia fue asignada a la clase de los suburbios a mitad de curso. Lo único que le había dicho el director era que el docente anterior se había marchado repentinamente, y que era el curso de los alumnos «especiales». Entró aturdida; escupitajos volando por el aire, pies sobre los pupitres, un
EL VALOR DE LA JUVENTUD
El director Salvatore Accardo destaca la disciplina y concentración de adolescentes de entre 12 y 16 años al interpretar piezas complejas como sinfonías de Mozart y Beethoven. Según él, la capacidad de aprendizaje de los jóvenes no tiene límites.
Asimismo, el profesor Enrico Medi comparaba a los jóvenes con una obra en construcción: generan ruido y polvo, pero, al finalizar, revelan una estructura sólida y hermosa.
Por su parte, el profesor Armando Matteo resalta al menos seis grandes valores de la juventud actual:
- Gran aprecio por la amistad.
- Cultivo de la belleza.
- Amor por la música.
- Sensibilidad ecológica.
- Creencia en un Dios cercano y celebrativo.
- Fuerte sentido de la justicia.
A esto podemos sumar su habilidad multitarea, que les permite realizar varias actividades simultáneamente.
Reconocer estos valores nos anima a confiar en los jóvenes y apoyarlos. Son portadores de esperanza y mantienen al mundo a la "temperatura adecuada". Sin ellos, la sociedad sería fría.
Fotografías por wirestock
UN COMPROMISO CON LOS JÓVENES Y SU FUTURO
ElOratorio Salesiano, inspirado por el trabajo y carisma de Don Bosco, es mucho más que un lugar físico. Es una experiencia de vida, un espacio donde los jóvenes encuentran alegría, formación integral y un ambiente familiar que los acompaña en su desarrollo humano y espiritual. Esta iniciativa surgió como respuesta a las necesidades de los jóvenes más vulnerables del Turín del siglo XIX, y hoy sigue siendo un modelo educativo vigente en todo el mundo.
¿Qué es el Oratorio Salesiano?
El primer oratorio, fundado por Don Bosco en Valdocco, fue la base de todas las obras salesianas. En este lugar, los jóvenes no solo recibían catequesis, sino también una educación elemental, formación en valores y un espacio para el esparcimiento sano. Este modelo se ha adaptado con el tiempo, integrando nuevas metodologías y respondiendo a las necesidades cambiantes de los jóvenes.
El Oratorio Salesiano no es simplemente un espacio recreativo, sino un hogar donde los jóvenes son acogidos, una escuela que los forma en valores, una parroquia que les brinda fe y una comunidad donde se sienten parte de una familia.
Principales características del Oratorio Salesiano
Apertura a todos los jóvenes:
El oratorio acoge especialmente a los jóvenes más necesitados, aquellos que no encuentran cabida en otras estructuras. Es un lugar inclusivo, donde cada uno es valorado por lo que es.
Educación integral:
El oratorio combina la evangelización con la educación, siguiendo el Sistema Preventivo de Don Bosco, basado en la razón, la religión y el amor. Este enfoque busca desarrollar no solo conocimientos, sino también habilidades sociales, valores humanos y una sólida fe cristiana.
Protagonismo juvenil:
En el oratorio, los jóvenes no son solo destinatarios, sino protagonistas de las actividades. Participan en la planificación, ejecución y evaluación de las propuestas, lo que fomenta su sentido de responsabilidad y liderazgo.
BSCAM
Fotografía por Comunicaciones
Basílica
Don Bosco
Fotografía por FUSALMO
Clima de alegría y fiesta: La alegría es un sello distintivo del estilo salesiano. Las actividades recreativas, deportivas, culturales y espirituales se desarrollan en un ambiente de entusiasmo y optimismo, promoviendo una visión positiva de la vida.
Diversidad de propuestas:
Desde deportes, música y teatro hasta actividades solidarias y formativas, el oratorio ofrece una amplia variedad de opciones que responden a los intereses de los jóvenes y los motivan a crecer integralmente.
Acompañamiento personalizado: Los educadores salesianos están presentes de manera cercana y activa, ofreciendo un acompañamiento que escucha, guía y motiva. Este enfoque refuerza la confianza de los jóvenes y los impulsa a superar sus desafíos.
Los salesianos en Centroamérica cuentan con:
EL
PROTAGONISMO JUVENIL ES CARACTERÍSTICO EN EL ORATORIO-CENTRO
JUVENIL SALESIANO, donde los jóvenes no solo son destinatarios, sino también protagonistas de su formación.
Un modelo vigente y adaptado a los tiempos
Hoy en día, el Oratorio Salesiano enfrenta el reto de mantenerse relevante en un mundo cambiante. Su capacidad de adaptación le permite responder a las nuevas dinámicas sociales y culturales, sin perder su esencia: ser un lugar de encuentro donde los jóvenes se sienten valorados, amados y acompañados.
En conclusión, el Oratorio Salesiano es mucho más que un espacio educativo. Es un hogar donde los jóvenes encuentran alegría, valores y fe; una escuela que los forma para la vida; y una comunidad que los acoge como familia. En el corazón de cada oratorio late el espíritu de Don Bosco, trabajando incansablemente por el bienestar de los jóvenes.
Fotografía por Comunicaciones PMA-Comayagüela
UNA CUARESMA SIN PRISA
La Cuaresma es un tiempo litúrgico que prepara para la Semana Santa. Y como prepara, debe ser un tiempo en el que se excluya a las prisas.
P. Abel Domínguez, SDB
Sigo sin entender por qué a veces rezamos con mucha prisa. Sin vocalizar, atropelladamente, pisando unas frases con otras, respondiendo al que introduce la oración sin dejar que termine lo que está introduciendo. Rosarios a la carrera, salmos sin pausas, oraciones de memoria sin respirar... ¿Es eso un diálogo auténtico con Dios? ¿Cómo te sientes cuando alguien te habla a toda prisa?
Las prisas también se notan en el protagonismo que le damos al reloj. Establecemos que el momento de oración o la eucaristía o la meditación tienen que encajar en un horario y, por tanto, con todo el derecho del mundo, es el reloj el que manda. Seguramente convencidos de lo importante que es lo que viene después de esa misa o de la oración.
Me gustaría pensar que son excepciones, pero lamentablemente creo que caemos en ello con mucha frecuencia en nuestra oración personal y también cuando rezamos en grupos o comunidades.
Seguramente aún no nos hemos dado cuenta de que Dios está ante nosotros y merece mucho más. Merece nuestro tiempo, nuestra atención, nuestra mejor disposición.
¡Cuánto ganarían nuestros momentos de oración con alguna pausa entre palabra y palabra! ¡Qué necesarios los silencios para encontrar en el fondo de nuestro corazón palabras auténticas y profundas! ¡Cuánto nos sorprendería Dios si dedicásemos tiempo únicamente a estar ante Él, dejando de mirar el reloj, para contemplarlo con calma!
Gimnasio para el espíritu
El tiempo de Cuaresma, que nos ayuda a prepararnos para la Pascua, podría ser este año un gimnasio que nos sirva para entrenarnos en todo esto. Una Cuaresma sin prisas, para una vida nueva calmada; una Cuaresma sin reloj, para una vida al ritmo de Dios; una Cuaresma de oración cuidada, para una relación con Dios auténtica y profunda.
Esta Cuaresma, cuando veas que la cosa se acelera, frena, respira hondo, cierra los ojos, vuelve a conectar con Dios, que te escucha sin prisa, pacientemente, y continúa ante Él.
Incorporemos el silencio, las pausas, la respiración profunda, la lectura tranquila, serena... y no sólo cambiará la oración, también lo hará nuestra manera de vivir el resto de momentos del día.
El salmo 62 puede ayudarnos en esta Cuaresma a orar
Descansa solo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; solo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré. De Dios viene mi salvación y mi gloria, refugio. Pueblo suyo, confía en él, desahoga ante él tu corazón: Dios es nuestro refugio.
Conun espíritu incansable y una sonrisa que siempre transmitía esperanza, el padre Miguel Ángel Cano Rosales, SDB, vivió para servir y dejó una huella imborrable en cada comunidad que tuvo la bendición de recibirlo. Su partida el pasado 5 de enero nos invita a recordar con gratitud una vida plenamente dedicada a Dios y al prójimo, especialmente a los niños y jóvenes en las obras salesianas de Centroamérica.
Nacido en la histórica ciudad de Granada, Nicaragua, el 22 de mayo de 1972, Miguel Ángel comenzó su camino vocacional en 1989 y realizó su primera profesión religiosa en 1992. Su ordenación sacerdotal, el 2 de diciembre de 2001, marcó el inicio de 23 años de servicio sacerdotal, lleno de entusiasmo, entrega y profundo compromiso con la misión salesiana.
Una misión que trascendió fronteras
El padre Cano desempeñó múltiples roles en diversas obras salesianas de la región, destacándose siempre por su cercanía con los jóvenes y su habilidad para animar a las comunidades a construir ambientes de fe, esperanza y alegría. Desde su trabajo en pastoral juvenil en Costa Rica
hasta su liderazgo como director en el Instituto Técnico Don Bosco de Panamá y el Centro Juvenil Don Bosco en Managua, su legado es el de un constructor de sueños y un formador de almas.
Para quienes lo conocieron de cerca, el padre Cano fue mucho más que un sacerdote: fue un mentor, un consejero y un amigo entrañable. Josh Landon, exalumno del CEDES Don Bosco, lo recuerda con emoción: "El padre Cano no solo fue un gran amigo y mentor, sino que se convirtió en mi padrino de confirmación en 2007. Su partida deja un enorme vacío”.
Este sentimiento resonó en las voces de numerosos jóvenes que encontraron en él un referente de fe y esperanza. Su capacidad para conectar con las personas, combinada con su preparación académica en filosofía, pedagogía, teología y orientación familiar, le permitió atender las necesidades espirituales y humanas de quienes lo rodeaban.
Recordamos con gratitud y admiración al padre Miguel Ángel Cano Rosales, SDB, un sacerdote que vivió al estilo de Don Bosco: con un corazón ardiente por el amor de Dios y un compromiso inquebrantable con la juventud.
Don Bosco en Centroamérica
Fotografía por Parroquia San Juan Bosco - Managua
El carisma salesiano, encarnado en el mundo indígena, sigue transformando vidas, dejando frutos como Edwin y Bernardo, quienes ahora inician su ministerio sacerdotal al servicio de su pueblo.
GUATEMALA:
Jóvenes indígenas qeqchí reciben el ministerio sacerdotal
P. Heriberto Herrera, SDB
SanPedro Carchá, diciembre 2024. La comunidad indígena qeqchí celebró con júbilo la ordenación sacerdotal de los salesianos Bernardo Sho Caal y Edwin Fabiano Tut Morales el pasado 21 de diciembre en las instalaciones de la Fundación Talita Kumi. Ambos jóvenes, frutos del carisma misionero salesiano, se formaron desde su niñez en las escuelas dominicales de catequesis impulsadas por las Hermanas de la Resurrección, una congregación indígena qeqchí fundada por el salesiano padre Jorge Puthenpura, SDB.
El evento, que generó una notable expectativa en la región, marcó un hito en los 90 años de evangelización salesiana en el terri-
torio. La celebración, programada en campo abierto para recibir a los cerca de cinco mil asistentes, estuvo en peligro de ser deslucida por el mal clima previo. Sin embargo, en un signo que muchos interpretaron como providencial, el día amaneció soleado y sin lluvia.
Presidida por el obispo de la diócesis, Mons. Rodolfo Valenzuela, y concelebrada por sacerdotes diocesanos y salesianos, la misa se llevó a cabo en el idioma qeqchí, reflejando la riqueza cultural y espiritual del pueblo indígena. La devoción de los asistentes, en su mayoría jóvenes, destacó durante el rito solemne y pausado.
La logística del evento fue asumida por las Hermanas de la Resurrección, quienes, con el apoyo de colaboradores laicos y la parroquia, garantizaron el éxito de la celebración. Al finalizar la eucaristía, los participantes fueron invitados a un almuerzo comunitario como gesto de gratitud y fraternidad.
La Parroquia Salesiana de San Pedro Carchá, activa desde 1935 en 438 comunidades qeqchí, promueve el carisma salesiano y gestiona el Colegio Parroquial Don Bosco. También colabora con las Hermanas de la Resurrección en la educación de jóvenes.
Fotografías por Centro Don Bosco
EL SALVADOR:
Profesión Perpetua de Óscar
Arévalo, un salesiano coadjutor al servicio de los jóvenes
GUATEMALA:
Osiris Adiel Rivera Hernández, SDB: un nuevo diácono al servicio de Dios y la juventud
Comunicaciones ITSI
Guatemala,
enero 2025.El 25 de enero, en un ambiente de espiritualidad y alegría, se celebró la Ordenación Diaconal del hermano Osiris Adiel Rivera Hernández, SDB, en la Parroquia San Juan Bosco, Santuario de María Auxiliadora, en la Ciudad de Guatemala.
La solemne Eucaristía fue presidida por monseñor Mario Fiandri, SDB, vicario apostólico de Petén, acompañado por el padre Julio Navarro, SDB, inspector de Centroamérica, y otros sacerdotes salesianos. Durante la ceremonia,
el hermano Osiris recibió la imposición de manos y la oración consecratoria, dando un paso significativo en su camino vocacional.
Familiares, fieles y miembros de la comunidad salesiana de Guatemala y El Salvador participaron en la celebración, uniendo sus oraciones en acción de gracias. La comunidad salesiana continuará acompañando al diácono Osiris en su misión, confiando en que su ministerio sea un testimonio vivo del carisma de Don Bosco en la Iglesia y el mundo.
BSCAM
San Salvador, enero de 2025.- El 18 de enero, en el Templo Santo Domingo Savio del Instituto Técnico Ricaldone, el hermano Óscar Alberto Arévalo Alvarado, SDB, realizó su Profesión Perpetua como salesiano coadjutor, confirmando su compromiso con la educación y el acompañamiento juvenil.
La ceremonia fue presidida por el padre Julio Navarro, SDB, Inspector de Centroamérica, y contó con la participación de sacerdotes salesianos, familiares y miembros de la comunidad pastoral. En su mensaje, el padre Navarro resaltó la importancia del compromiso del hermano Óscar y lo exhortó a ser “un hombre de esperanza para los jóvenes, de la mano de María, madre de la esperanza”.
Originario de Sonsonate, El Salvador, el hermano Óscar descubrió su vocación en la adolescencia y fue inspirado por la vida de Don Bosco, decidiendo seguir el camino salesiano al servicio de los jóvenes en Centroamérica.
Don Bosco en Centroamérica
El hermano Óscar Arévalo inició su formación salesiana en 2014. Once años después, consagra su vida al servicio de los jóvenes como salesiano coadjutor.
El nuevo diácono Osiris Adiel Rivera Hernández, SDB, junto a los salesianos celebrantes, comparte la alegría de su ordenación diaconal en un ambiente de fraternidad y fe.
Fotografías por BSCAM
Fotografías por Comunicaciones ITSI
¡Ding, ding, ding… Noooo, otro mensaje!
Ana María Valle
La mensajería instantánea continúa en auge y parece ser la vía de comunicación más utilizada en todo el mundo Según un estudio realizado en 2024 por el portal de estadística alemán Statista, WhatsApp es la aplicación de mensajería más utilizada a nivel global, con 2 mil millones de usuarios mensuales. Le siguen WeChat y, en tercer lugar, Facebook Messenger.
La famosa app del icono verde con un auricular ha transfor mado no solo la inmediatez de la comunicación, sino también el modo en que nos conectamos emocionalmente Se ha convertido en un medio amado y odiado, dependiendo de cómo se utilice. Los grupos de WhatsApp son los que más sufren este dilema de amor/odio, y uno de los ejemplos más comunes son los chats de padres de familia en instituciones educativas, que generan sentimientos de afecto y descontento.
LOS GRUPOS DE WHATSAPP DE PADRES, cuando están organizados y enfocados en temas educativos, mejoran la comunicación. Sin embargo, la falta de reglas claras puede ocasionar confusión y conflictos.
Si eres padre o madre de familia, sabes exactamente lo referido. Dejas el móvil por un momento y, al revisarlo, te encuentras con más de 100 mensajes Extrañado, solo piensas: "¡No puede ser! ¿Y de qué están escribiendo hoy?" Una simple pregunta de una mamá sobre la tarea de educación en la fe desata una avalancha de respuestas: confusas, equivocadas, desatinadas... En lugar de resolver la duda, la mamá queda más enredada Hoy no solo tiene dudas sobre la tarea, sino que también se entera de que hay una maqueta de sociales, un experimento algo peligroso (según los papás en el chat) de ciencias, y más.
Por este tipo de confusiones, los docentes, desde la primera reunión de padres, enfatizan en el buen uso de los chats. Destacan que toda la
a través de los medios institucionales, con el el profesor Alexander Valiente, con más de 13 años de experiencia, el uso de los chats de padres no es necesario si el centro educativo ofrece una buena comunicación institucional. "La comunicación puede ser a través de correo electrónico o la platafor ma digital del colegio", resalta.
Variadas opiniones
Yolanda, mamá de una niña de quinto grado de primaria, admite que trató de no participar en los chats, pero se dio cuenta de que su hija se perdía actividades importantes, como la celebración de un cumpleaños o la compra de un regalo para la maestra. Todo esto se organizaba en el chat de padres.
Este fenómeno de los chats de padres de familia ha sido objeto de numerosos estudios. Algunos psicólogos educativos sostienen que, si bien los chats son una herramienta útil, lo importante es lograr un equilibrio entre la comunicación for mal y la interacción social. Según el estudio
"Los grupos de WhatsApp de padres y madres: de las experiencias a las opiniones", los grupos de WhatsApp deben centrarse en temas educativos, como la difusión de infor mación
escolares Las conversaciones infor males deberían mantenerse en grupos separados, para evitar la saturación de mensajes irrelevantes y fomentar un ambiente de colaboración entre las familias, lo cual contribuye positivamente a la comunidad escolar.
Los grupos de WhatsApp bien gestionados tienen el potencial de fortalecer la relación entre las familias y las escuelas, pero no deben reemplazar el contacto personal La interacción cara a cara sigue siendo esencial
ser un apoyo, no una fuente de estrés, y su éxito depende de mantener siempre en mente el objetivo común: el bienestar y la for mación integral de los estudiantes
"Lleno de lágrimas de consuelo, convencido de que el Oratorio, cuya misión era guiar y acompañar a los jóvenes más abandonados, había comenzado a consolidarse".
Memorias del Oratorio
Elsegundo domingo de octubre, dedicado a la Maternidad de María, les informé a los jóvenes del traslado del Oratorio junto al Refugio. Al principio, se mostraron un poco inquietos, pero cuando les expliqué que allí tendríamos un espacio amplio, totalmente a nuestra disposición para cantar, correr, saltar y divertirnos, les entusiasmó la idea y esperaban con ansias el siguiente domingo para conocer las novedades que imaginaban. El tercer domingo de octubre, consagrado a la Pureza de María, poco después del mediodía, una multitud de muchachos de diferentes edades y condiciones corría hacia Valdocco buscando el nuevo Oratorio.
—¿Dónde está el Oratorio? ¿Dónde está Don Bosco? —preguntaban por todas partes.
Nadie supo darles respuesta, ya que en ese vecindario nadie había escuchado hablar de Don Bosco ni del Oratorio. Los que preguntaban, sintiéndose burlados, levantaban la voz con insistencia; mientras que los vecinos, sintiéndose provocados, respondían con amenazas y empujones. La situación comenzaba a salirse de control cuando el teólogo Borel y yo salimos de la casa al escuchar el alboroto. Apenas aparecimos, el ruido y los hacia nosotros en masa, preguntando dónde estaba el Oratorio.
Les explicamos que el verdadero Oratorio aún no estaba listo y que, por el momento, podían reunirse en mi habitación, ya que era bastante espaciosa. Ese domingo todo salió
Ilustración a Felipe Sánchez Pinilla @jesanche
relativamente bien; pero al siguiente, con la llegada de algunos chicos del vecindario, ya no sabíamos dónde acomodarlos. La habitación, las escaleras y el pasillo estaban llenos de jóvenes. El Día de Todos los Santos me puse a confesar junto al teólogo Borel; todos querían confesarse. ¿Cómo atenderlos? Éramos solo dos confesores para más de doscientos chicos. Uno encendía el fuego, otro lo apagaba; uno llevaba leña, otro agua; baldes, tenazas, cántaros, palanganas, sillas, zapatos, libros y otros objetos quedaban desordenados, pese a los esfuerzos por organizarlos.
—No podemos seguir así —dijo el teólogo Borel—, necesitamos buscar un lugar más adecuado.
Pasamos seis días festivos en aquel espacio reducido: una habitación ubicada sobre el vestíbulo de la primera puerta del Refugio. Mientras tanto, buscamos ayuda y nos entrevistamos con el arzobispo Fransoni, quien entendió la importancia del proyecto.
—Sigan adelante —nos dijo—. Hagan todo lo que consideren útil para las almas; les otorgo todas las facultades necesarias. Hablen con la marquesa Barolo; tal vez ella pueda ofrecerles un lugar más adecuado.
Pero díganme: ¿no podrían esos muchachos acudir a sus parroquias?
—La mayoría son forasteros —respondimos—. Solo están en Turín por temporadas. Muchos no saben a qué parroquia pertenecen. Además, muchos de ellos apenas tienen ropa adecuada y hablan dialectos difí-carse o integrarse en grupos de otras parroquias. Algunos, siendo mayores, no se atreven a mezclarse con los niños más pequeños.
—En ese caso —respondió el arzobispo—, se necesita un espacio exclusivo para ellos. Continúen con su labor. Los bendigo a ustedes y a su proyecto. Ayudaré en lo que
pueda; manténganme informado. Siguiendo sus consejos, nos dirigimos a la marquesa Barolo, quien accedió a que usáramos dos amplias habitaciones destinadas a salas de estar para sacerdotes en el Refugio, ya que el Hospitalito no abriría hasta agosto del año siguiente. Así, para llegar al nuevo Oratorio, se debía pasar por lo que hoy es la puerta del hospital, cruzar del Cottolengo y subir a la tercera planta por una escalera interna.
Ese lugar, designado por la Divina Providencia, se convirtió en la primera iglesia del Oratorio. Fue dedicado a San Francisco de Sales por dos razones: primero, porque la marquesa Barolo planeaba fundar una congregación de sacerdotes bajo su nombre y había mandado pintar su imagen, que aún se encuentra a la entrada; y segundo, porque nuestra labor requería gran paciencia y mansedumbre, cualidades propias del santo. Nos pusimos bajo su protección para que intercediera por nosotros y nos ayudara a imitarlo en la conquista de almas, especialmente frente a los errores que amenazaban la religión, como el protestantismo, que empesobre todo, en Turín.
Finalmente, con la autorización del arzobispo, el 8 de diciembre de 1844, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, se bendijo la nueva capilla en medio de un clima frío y con una intensa nevada. Se celebró la Santa Misa, muchos chicos hicieron su confesión y comunión, y
consuelo, convencido de que el Oratorio, cuya misión era guiar y acompañar a los jóvenes más abandonados, había comenzado a consolidarse.
Agradecimientos por ilustración a Felipe Sánchez Pinilla @jesanche.