Suicidio
800,000
an personas se suicid cada año.
9 a.
novena El suicidio es la a nivel e causa de muert mundial
los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de suicidarse que las mujeres.
ntativas hay muchas más te Por cada suicidio, de suicidio. muerte rcera causa de El suicidio es la te los 15 y tre en es s de edad para los jóvene los 19 años. uce en los suicidios se prod El 79% de todos . os bajos y median países de ingresos camiento aguicidas, el ahor La ingestión de pl de los os un alg n ego so todo y las armas de fu en unes de suicidio métodos más com el mundo. dial de la Salud Organización Mun
Por su parte, los intentos no consumados son más comunes en hombres jóvenes y mujeres en general.
Los intentos de suicidios cuando no son mortales pueden acarrear lesiones e incapacidades a largo plazo.
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M il l o n e s de intentos de suicidio
Algunas estadísticas señalan que las tasas de suicidio son más altas en el ateísmo.
El suicidio en el Catecismo de la iglesia católica
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ada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. Él sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella. El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es
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gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo. Si se comete con intención de servir de ejemplo, especialmente a los jóvenes, el suicidio adquiere además la gravedad del escándalo. La cooperación voluntaria al suicidio es contraria a la ley moral.
Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida. No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida.