El precio de la belleza
Más allá de la
fxquadro
belleza corporal Tendemos a clasificar a los humanos en bellos y feos.
Con una gradación intermedia. El criterio común tiende a centrarse en la belleza o no del cuerpo físico. Pero no somos puro cuerpos materiales. Nuestro cuerpo está integrado con el alma en una unidad inseparable mientras vivimos en esta tierra. Ambas dimensiones constituyen lo que se asume como cuerpo humano. Se influyen recíprocamente.
L
o que llamamos belleza no puede reducirse a lo puramente carnal. Ni tampoco somos espíritu habitando en un recipiente llamado cuerpo. Somos una realidad total. El alma influye en el cuerpo y viceversa. La belleza espiritual se trasluce en el cuerpo. En cambio, si la maldad se apodera de una persona, esa
4
Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica