Boletín Salesiano Uruguay - Octubre 2016

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URUGUAY / Segunda época / Año XXXVIII / Nº 8 / Octubre 2016 / www.issuu.com/bsuru

Santiago Texeira

La plenitud en el mano a mano con Dios Hnas. Cándida y Gloria:

Recibir para dar más

EL ORIGEN de la

FELICIDAD Entrevista a Facundo Ponce de León


SUMARIO 3

3 CARTA DEL DIRECTOR ¡Creemos en los jóvenes y en Dios que ama a los jóvenes!

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4 ¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL! Hnas. Cándida Riva y Gloria Bermúdez Años cargados de felicidad 8

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8 FAMILIA EN OBRA Álvaro Silva Muñoz ¡Arriba las manos, dame todo!

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9 SINTONIZANDO CON DON BOSCO D. Ángel Fernández Artime sdb Creemos en ustedes, queridos jóvenes

10 HACIENDO HISTORIA “I Becchi”: la experiencia de compartir la alegría 22

12 VALE LA PENA VIVIR ASÍ Santiago Texeira La plenitud emerge en el mano a mano con Dios

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16 CON NOMBRE Y APELLIDO Facundo Ponce de León El origen de la felicidad

22 GALERÍA DE FACEBOOK Y TWITTER 23 ME GUSTA, COMENTO, COMPARTO

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P. Francisco Lezama sdb Es hoy

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24 AQUÍ Y AHORA La felicidad como consecuencia de un modo de vivir

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29 SABOR A BUENAS NOCHES P. Adrián García sdb La cañada de la vida

31 SINTONIZANDO CON DON BOSCO

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Sor Yvonne Reungoat fma “Continuemos caminando…” 32

32 PUZZLE, LO QUE HEMOS VISTO Y OÍDO TE LO CONTAMOS

35 GALERÍA DE INSTAGRAM


CARTA DEL DIRECTOR

P. Sergio Álvarez sdb

“En las vacaciones yo tenía ganas de pintar, ya que estoy yendo a un taller de iconografía. Tenía los materiales prontos, solo me faltaba la inspiración. Intentaba ibujar cosas, pero nada me convencía, y un día en una oración personal escuché la canción que dice: Espíritu de Dios ven a mi vida, como lluvia que tardó… en ese momento sentí que algo me estaba llamando. Vino a mi mente un fragmento de la oración del iconógrafo al Espíritu Santo: Señor te pido el Don del Espíritu Santo para que ilumine mi mente, purifique mis sentidos, penetre con el amor mi corazón y guíe mis manos. Entonces supe que lo que yo quería pintar era al Espíritu Santo que penetra con su amor en el corazón; ese Espíritu de Dios que nos abraza y nos guía. Eso es lo que quería lograr para mi primera pintura, un ícono que llegara sencillamente al corazón y que sea agradable de ver. Para dibujarlo, como soy nuevo en esto, tomé pocas cosas simbólicas, pero me parecieron importantes”.

¡CREEMOS EN LOS JÓVENES Y EN DIOS QUE AMA A LOS JÓVENES!

Lo anterior me lo pasó Juan Martín “Chiqui” Helguera, un adolescente de 16 años… ¡me pareció genial! Sacar lo mejor de uno mismo para otros. Disposición al riesgo y a la incertidumbre. Estar abierto a recibir para dar y darse. Como verás, hemos trabajado en el Equipo del Boletín Salesiano para que te encontraras con personas que nos cuentan de su experiencia de felicidad. Ellos nos hablan de: …devolver algo a los demás. …gastarse para los demás. …la importancia del contexto para que uno pueda ser uno mismo. …parar, mirar, seguir, para vivir agradecidos. …no renunciar a los propios sueños. …ser protagonista y realizador de los sueños. …confiar en uno mismo y en Dios ¡que el mundo me necesita! Don Bosco nos dijo: “Los quiero felices aquí y en la eternidad”. A este Boletín ¡léelo, te vas a encontrar!

Boletín Salesiano

Comunicación Salesiana ‐ Uruguay

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Revista de información sobre la Familia Salesiana y de cultura religiosa Director: P. Sergio Álvarez sdb Redactora Jefe: Adriana Porteiro Coordinador: Eduardo Martínez Columnistas: Mag. Álvaro Silva Muñoz, P. Francisco Lezama sdb y P. José Adrián García sdb Equipo de redacción y responsables de secciones: Lic. Carolina Bellocq, Lic. Emiliano Del Puerto, P. Sebastián Ferreyra sdb, Gabriel Suárez, Gianfranco Brandi sdb, Nicolás Soto sdb, Hna. María Baffundo hma, Lic. Selene Cardarello y Lic. Marcelo Hernández Fotografía: Sebastián Andión y Leonardo Pagliari

Corrección: Graciela Rodríguez Diseño: gustavo@tanganika.com.uy Impresión: Mastergraf Dirección, redacción y administración: Av. Agraciada 3181 CP 11800, Montevideo; tel. 2209 4521 Sitio web: www.issuu.com/bsuru Email: boletinsalesianouruguay@gmail.com Afiliado a la Cámara Uruguaya del Libro. Depósito Legal: 366.191

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¡SÍ, HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL!

Cándida Riva y Gloria Bermúdez HMA, de la Obra de Rivera

AÑOS CARGADOS

DE FELICIDAD 4


La felicidad no tiene secretos para las Hijas de María Auxiliadora Cándida Riva (88) y Gloria Bermúdez (76). Luego de una larga vida de “meterse” en los problemas, las casas y los corazones de gente que no tiene casi nada, concluyen que la felicidad es posible al “olvidarse de uno mismo”, responder al “llamado de Dios” y estar abiertos a “recibir” para “dar más”.

¿Qué es la felicidad para ustedes? Cándida: Consiste en olvidarse de uno para meterse en los problemas de los demás, que son muchísimos. A veces vienen a pedir y yo advierto que me traen una mentira. Y digo: “Que Dios me perdone”. Él sabe que lo hacemos por el bien de los demás. Es lo que hicimos con Gloria toda la vida. Creo que eso es lo fundamental: no pensar en nosotras sino en ellos, que nos necesitan como madres, como hermanas… Gloria: Para mí la felicidad es estar contenta con aquello para lo que Dios me llamó. Él me llamó a la vida religiosa para algo, y siempre tuvimos la oportunidad de dar, de darnos. Cada día nos levantamos con entusiasmo, rezamos y después salimos a dar: a preguntar por la salud de una vecina, a ayudar a otra, a preparar el desayuno de los chiquilines. Y cada vez es con el mismo cariño y la misma alegría, aunque nos den trabajo. Es como dice esa canción “la vida te devuelve”. Yo he recibido también mucho cariño y alegría de los demás: lo hemos dado y lo hemos recibido. Siento que la felicidad es dar. Visitamos a una persona a quien se le murió un familiar, y nos dice: “¡Ay, hermanita! Venga más seguido, porque Ud. nos trae paz; nos trae esperanza”. Eso, al final del día, aunque esté muy cansada, me hace muy feliz. ¿Cómo se traduce ese “dar” que las hace felices, en su vida de todos los días? C: Soy la responsable de repartir los Boletines Salesianos, que son cincuenta, y los esperan. No tanto por el 5


Boletín Salesiano, sino para contarte… Y yo, que conozco a la familia, le pregunto: “¿Y qué pasó con tu padre que estaba enfermo? ¿Cómo le va a tu hija?”. Y nos interesamos. Y entonces, eso de escuchar lo que ellos te dicen es mucho más válido que… Y te dicen: “Hoy vi el Boletín y te esperaba”. Repartir el Boletín es una manera de acercarse, como un apostolado de la buena prensa y de estar con ellos. Y tenemos ahijados. Con Gloria tenemos no sé cuántos. Ellos, de repente, no tienen padrinos para bautizar a los hijos y nos piden. El último que nació, el hijito número once de … Estoy buscando una madrina porque ninguno de los parientes es bautiza‐ do, y si no hay nadie, nos toca a nosotras. Así, entonces, somos parte de la familia, las madrinas. Con Gloria ya tenemos ahijados de 40 y 50 años, que nos saludan por la calle. Es una Obra de 30 años muy linda. No solo por nosotras dos, sino por todas las herma‐ nas que estuvieron. La Angelita (Hna. Angelita Mazzera), María (Hna. María Guarino)… G: Una vez un hombre me dijo: “A mí me cambió el corazón la Hna. Angelita. Noso‐ tros no teníamos qué comer y veníamos con mamá para que las hermanas nos dieran un plato de comida. Un día me enojé y tiré el plato de comida al diablo. Entonces vino la hermana, se puso a hablar conmigo, me preguntó por qué estaba enojado, me escuchó, y nos pusimos a rezar. Nos hicimos muy amigos. Entonces yo empecé a cam‐ biar”. Nosotras siempre tratamos de lograr el encuentro con las personas, que no quede solo con darles una ayuda o un plato de comida. Que sientan que son importan‐ tes para nosotros, que nos sientan “su familia”. Eso suscita el agradecimiento.

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¿Y ser agradecido es una condición para la felicidad? G: El agradecimiento es una virtud muy bella. Es valorar todo lo que Dios nos ha regalado. Y también, ¡todo lo que las perso‐ nas nos regalan! Nos permite descubrir a la persona y todo lo que trae dentro; todas esas cosas lindas que la gente te da, no solo lo material, sino también el encuentro.

C: La gratitud es esa flor que dijo Don Bosco: “Si un niño es agradecido tiene el futuro asegurado”. El corazón del que no agradece es infeliz. En cambio, el “gracias” que sale de adentro por una cosa chiquitita o muy grande que le hacés, es signo de una perso‐ na madura o de un muchacho que tendrá un porvenir lindo. El que no es agradecido… ¡No sé! Es triste, es egoísta. Solo piensa en sí mismo. ¡Y hay tantas cosas para agradecer! G: Los que no saben agradecer son perso‐ nas malhumoradas con el mundo y con los demás, porque pretenden más de lo que han recibido. No agradecen. Siempre todo

les parece poco y están exigiendo más. Y eso te hace infeliz. ¿Y cómo es posible hacer felices a otros que pasan tantas necesidades? G: El otro día, en la Obra, un muchacho de 17 años estaba mal… Puteaba a todo el mundo. Al final, mandamos a llamar a la madre, pero fue mucho peor. Delante del coordinador del Centro le grita al hijo: “¿Por qué no te habré abortado?”. ¿Te das cuen‐ ta? Imaginate al muchacho. Es una de esas mujeres que tienen varios hijos de distinto padre. Lo discrimina porque otro hijo salió


“¡Ay, hermanita! Venga más seguido, porque Ud. nos trae paz; nos trae esperanza” estudiante mientras este es un vago que va a la Capilla porque no hay tanta exigencia. ¡Y le dice eso! ¿Qué estima puede tener ese chiquilín? ¿Cómo va a salir adelante? ¿Cómo va a sentir gratitud a la vida si nadie le hace sentir que es querido? Yo les digo a las hermanas que a veces me siento pequeña ante la marginación y tanta miseria. Muchas veces, después que los pequeños de la Obra toman la merienda, llegan algunos muchachones sin trabajo para ver si hay algo para ellos, porque están muertos de hambre. Un día entra uno que olía a alcohol desde lejos. Como yo precisaba mover unas mesas pesadas, le pedí que lo hiciera junto con otro. Cuando terminaron, les di unos pesos a cada uno. “¡Qué bueno!”, me dijo. “Con esto me voy a tomar unos tragos”. “Pero, ¡no! Es para que te compres algo de comer. Comprate un buen refuerzo de esos que venden en la esquina”, le contesté, y nos quedamos hablando. Entonces me contó: “Mire, hermana: voy a cumplir 19 años y quiero irme a un cuartel de Montevideo, para trabajar y hacer algo por mi madre. Hace 20 años que es alcohólica. Mi padre está preso. Ella nunca se ocupó de mí. Lo único que hace es fumar y chupar. Yo quiero entrar de milico para poder hacer algo por ella, arreglarle la casa, ponerle algún mueble…”. ¿Sabés cómo me dejó? Esa noche no podía dormir pensando en la desgracia de ese muchacho y cómo, a pesar de todo, quiere salir, hacerse adulto, volverse persona de bien. Cuando tocás así la miseria y encon‐ trás estos ejemplos, te hace sentir bien y con ganas de seguir adelante. Y nosotras estamos todo el día en contacto con esta gente. C: En la película sobre la Madre Teresa se veía su rostro que sufría al descubrir la

miseria de la gente por la calle, pidiéndole algo. Los ojos angustiados de los que pedían y los ojos de ella, que a veces lo único que podía hacer era darles amor…

¿De dónde “sacan” para poder “dar”? C: A nosotras nunca nos faltó la Providencia. Llegamos a Rivera y no teníamos nada en la casita. Sin embargo, de a poquito… Faltaba una cosa y llegaba una señora que nos traía lo que necesitábamos. Así desde hace 30 años. Hoy almorzamos con los fideos que todos los sábados, desde el comienzo, nos regala una fábrica de pastas. Y para prepa‐ rar la ropita de los chiquitos, una fábrica nos manda retazos. Cuando empezamos a recorrer las casas del barrio, vimos que muchas tenían piso de tierra. “Lo que pasa es que no tenemos para

poner un piso lindo como queremos”. “Pero entonces hacete una lechada de portland y vas a vivir mejor. Es más limpio y más sano”, les decía. “¿Cómo que no tienen baño?”. Y fuimos poniendo cosas y cosas. Tenemos muchas casitas arregladas de esa manera. Cocinaban en el piso, sobre una cosa que era como una churras‐ quera así nomás. G: ¿Vos sabés la cantidad de cocinas que compró esta mujer? C: Al principio eran a querosén y después a supergás. Tenemos una cantidad de casitas arregla‐ das así en la Pedrera. A uno, el otro día, le recordé que la última vez que fui por la casa le faltaba un pedazo de piso. “Está igual”, me dijo. Algunos son así, no tienen caletre… Pero otro me dijo: “Hermana, nosotros ya terminamos el piso y ahora vamos a poner el baño”. Son todas conquistas que hacemos despacito, para que vivan un poquito más humanamente. Hace muchos años con Gloria fuimos en la moto a ver a una embarazada, con varios hijos y el marido preso: “No tenemos nada para comer esta noche”. Le dejamos 50 pesos. Con esa plata todavía podías hacer algo. Después visitamos a otra tan atacada de asma que no podía trabajar para comprar los remedios. Cuarenta pesos. Cuando volvía‐ mos, Gloria me pidió que parara en la capilla porque tenía que recoger algo. G: Quise entrar pero no pude abrir la puerta porque estaba trancada… Miro, me agacho y saco un sobrecito doblado que habían metido abajo de la puerta. Y le pregunto a Cándida: “¿Cuánto le diste a Fulana?”. “Cincuenta”. “¿Y a la otra para los reme‐ dios?”. “Cuarenta”. C: Entonces me dice: “Bueno. Dios te mandó mil”. Y así fue toda la vida… Yo siento una alegría muy grande porque alguien siempre me dio para que pudiera dar más.

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FAMILIA EN OBRA

¡Arriba las

manos, dame todo! odo! En el número pasado del Boletín Salesiano comentábamos la exhortación del Papa Francisco a los jóvenes a no confundir la felicidad con un sofá; al contrario, sostiene, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella. Esta ha intentado ser la tónica que impregna el ciclo de encuentros que hemos propuesto desde el Instituto Salesiano de Formación para estos meses de agosto, setiembre y octubre (www.isf.edu.uy), ciclo que hemos dado en llamar “La felicidad según el Papa Francisco”. Si bien solo hemos seleccionado tres consig‐ nas de un amplio repertorio de planteos del Papa sobre esta cuestión (http:// www.la‐ prensa.hn/opinion/columnas/ 881628‐ 412/ser‐feliz), creemos que las tres se reú‐ nen en torno a la clave que se señalaba al inicio: la entrega, dejar huella, amar, dar todo, metiendo manos a la obra. El primer encuentro, que transcurrió el martes 30 de agosto, nos permitió admirar la entrega y la felicidad vivida en el anonimato; los panelis‐ tas invitados nos compartieron una rica experiencia que no es conocida por el gran público. Lejos de la fama, los flashes, las expresiones rimbombantes, Comunidad Hogar La Huella (Las Piedras) y Casa Lunas, recorrieron los mojones que, paso a paso, fueron construyendo la felicidad. Y lo más importante: al Cielo se va en ómnibus, es decir, junto con otros, y más felicidad hay aún cuando es también posible para otros, especialmente los más postergados de nuestra sociedad. El evangelista Mateo nos lo recuerda: “Cuando a uno de estos más pequeños se lo hiciste, a mí me lo hiciste” (Mt 25,40).

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En el siguiente encuentro, que tuvo lugar el miércoles 28 de setiembre, abordamos algunos momentos del recorrido del Padre Cacho (1929 – 1992), en quien apreciamos la felicidad buscada, construida y entregada; en efecto, se trata de la paradoja de “quien

da su vida, la gana, y quien la guarda, la perderá” (Mt 16,25). A la vez, nos acercamos a comprender que la felicidad no implica “todo color de rosa”, sino que se conforma y teje en el silencioso entramado cotidiano, con sus avatares, dificultades, dudas, crisis, etcétera. Pues en ellas se despliega la bús‐ queda de los sentidos, la exploración de caminos no previstos o mandatados, o la rectificación de apuestas; son las conviccio‐ nes que se afirman en el crisol de encrucija‐ das que las templan con su calor. Y, ante todo, la felicidad implica la no neutralidad; implica jugarse por algo y, como corolario, no jugarse por otros asuntos. Este, a veces, termina siendo el peaje que debemos afrontar para ser felices o no. Paulo Freire, entre otros, nos lo recordó permanentemente al caracterizar las bases de su propuesta pedagógica. Se trata, en definitiva, de la dimensión ética de la felicidad. Finalmente, en el tercer y último encuentro del miércoles 26 de octubre, tendremos la oportunidad de alimentar nuestra búsqueda de la felicidad, descubriendo a Dios en el milagro de la vida. Se trata de una convocato‐ ria inquietante, ya que solemos reservar los milagros para las situaciones extraordinarias y/o con componentes sobrenaturales; aquí, en cambio, se trata de reconocer el milagro en lo ordinario, en lo que la naturaleza nos ha

regalado, en las relaciones sociales que establecemos. De todas formas, ese milagro vuelve a pasar por el tamiz de la entrega, ya que sin ella todo se vuelve inercia: se entre‐ gan un padre y una madre en el nacimiento de un hijo; se entrega un científico dedicando horas a la investigación para volcar ese conocimiento en la sociedad; se entrega un obrero a varios metros de altura para que una familia pueda disfrutar de una vivienda nueva; se entrega un/a recepcionista en una “mesa de informes” para orientarnos en nuestra necesidad, y así podríamos seguir para visualizar cómo nos necesitamos mutuamente para reconocer este milagro. Nótese, en este sentido, que no hablamos de solidaridad, sino de entrega. Les sugiero, en este sentido, la vieja película “Cadena de favores”; puede resultar algo ingenuo su planteo, pero al menos se puede captar la esencia de una filosofía política que convoca a un “nosotros”.

Mag. Álvaro Silva Muñoz Coordinador del ISF


SINTONIZANDO CON DON BOSCO

P. Ángel Fernández Artime Rector Mayor de los SDB

Mis queridos amigos del Boletín Salesiano: Luego de vivir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cracovia, me siento casi obligado a hablar en manera entusiasta de los jóvenes. Fue un encuentro de jóvenes provenientes de muchísimos países, y provocó un eco planetario. Seguramente esto se debe a la simpatía y el interés que circunda al Papa Francisco pero, en este caso, la resonancia especial nace de los 600 mil jóvenes presen‐ tes en la JMJ. Y a la cantidad de participantes en la misa dominical: más de dos millones de personas. La jornada más preciosa para mí y para muchos de nosotros, educadores y amigos de los jóvenes, fue el encuentro del día anterior con casi seis mil mucha‐ chos de casas salesianas de 52 países. Y habrían sido más, pero muchos no obtuvie‐ ro n l o s p e r m i s o s y visados necesarios para el viaje o chocaron con dificultades que les impidieron llegar. La reunión con los jóvenes del MJS del mundo fue un regalo lleno de afecto y de íntima satisfacción para cada corazón salesiano. Pudimos dialogar, reflexionar, celebrar la Eucaristía y compartir los alimentos como familia, bastante numerosa pero verdadera familia. Pasamos una velada “oratoriana” de acuerdo al estilo de las de Valdocco con Don Bosco, o de Mornese con Madre Mazzarello. Al final

CREEMOS EN USTEDES, QUERIDOS JÓVENES concluimos con la oración común y el magní‐ fico augurio de las “Buenas noches” salesianas. Los siguientes días fueron una primavera, una fiesta florida y de vitalidad juvenil. Siguiendo las medidas de seguridad de Cracovia, ríos de jóvenes de todos los colores, razas, banderas y lenguas se volca‐ ron en toda dirección. Casi milagrosamente, lograban hacerse oír y entender, todos movidos por una motivación única y extraor‐ dinaria. Querían vivir la fe y expresar su condición juvenil con otros jóvenes del mundo, acom‐ pañados por muchos educadores, religiosos y religiosas, sacerdotes y obispos, que sumaban unos 850. Y para dar unidad y sentido a este llamado, la figura, el mensaje, la oración compartida y la fe celebrada junto con el Papa Francisco. Quiero subrayar lo que para mí fue más significativo, lo que marca estos días en mi memoria; la firme convicción de que debe‐ mos seguir creyendo cada vez más en los jóvenes. Quedé muy impresionado por el silencio en los momen‐ tos de oración y de la actitud auténticamente orante de aquel mar de jóvenes. Fue sintomático y sorprendente el hecho de que en esos días, bajo un sol abrasador o bajo la lluvia abundante, no escuché una protesta, una reacción de lamento o un gesto desagradable. Fue un testimonio de

fraternidad y convivencia en la diversidad, una lección vital de educación a la paz uni‐ versal. Siento aún el corazón lleno de gozo por la simpatía de los jóvenes, por su alegría genuina y su extraordinaria capacidad para adaptarse a cualquier situación, agradable o desagradable, con una sonrisa en los labios. Me he convencido una vez más de que los jóvenes del mundo, estos jóvenes, son verdaderamente sabios y apasionados y tienen mucho que ofrecernos y enseñarnos. Por eso continúa resonando en mi corazón el eco vivo de la maravillosa confianza que Don Bosco tenía en los jóvenes. La experimenta‐ ba con los muchachos de Valdocco y estaría fascinado con los de hoy, en cualquier continente. Siento más fuerte que nunca la firme convicción de Don Bosco, que nos recuerda que en cada muchacho y mucha‐ cha existen semillas preciosas de bondad. Todos son dignos de nuestra dedicación y de nuestra total entrega. Les repito lo que habitualmente digo a los jóvenes de todo el mundo salesiano: que no renuncien a sus sueños; que sean protago‐ nistas y realizadores de sus sueños y de su vida. Que tengan confianza en sí mismos y en Dios, y que el mundo necesita de ellos. Digámosle a los jóvenes y expresémoslo con nuestra vida, lo que Don Bosco decía a sus muchachos: deseamos que ustedes sean felices aquí y en la eternidad.

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HACIENDO HISTORIA

Salesianos y jóvenes convivieron una semana en el Pío

I Becchi , la experiencia de compartir

la alegría de vivir

Por primera vez, los Salesianos de la comunidad del Pío abrieron las puer‐ tas de su casa para convivir durante una semana con un grupo jóvenes. Esta experiencia llamada “I Becchi” fue transformadora para todos sus prota‐ gonistas, quienes coinciden en que significó “un antes y un después” en sus vidas.

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La comunidad salesiana de Lezica está integrada por 8 sacerdotes y un seminarista ‐que atienden las parrroquias de Villa Colón y Colón, el Colegio y la Obra Social‐ quienes, durante una semana, recibieron a 7 jóvenes para compartir el día a día. La idea de esta experiencia llamada “I Becchi” (aludiendo al lugar de nacimiento de Don Bosco) surgió al planificar la actividad de la comunidad con vistas al año 2016, según narró el P. Alfonso Bauer sdb. “Nosotros teníamos esa inquietud de compartir esta experiencia junto a jóvenes, porque es propio del carisma del ser salesiano”, sostuvo. Ya en 2015 los religiosos convivieron con jóvenes que eran aspirantes. “La idea la pensamos y maduramos entre todos, ya que queríamos que todos nos involucrá‐ ramos en la experiencia y no solo algunos. Así llegamos a la propuesta de invitar a 12 jóvenes, en dos instancias distintas, aunque en la primera participaron 7”, señaló. La experiencia implica “compartir lo de todos los días, que vean y experimenten lo que es la vida comunitaria. A nosotros nos hace bien, naturaliza nuestra vida, y nos abrimos aún más a la comunidad”, afirmó Bauer.


Los jóvenes elegidos fueron aquellos más cercanos en la animación, en el trabajo de los Salesianos de todos los días. Remarcó Bauer que “esto refiere a la vida en familia, a la esencia del ser salesiano, y nos inspira‐ mos en las primeras comunidades cristianas”. La experiencia fue de una semana, la del 14 al 21 de agosto, y están pensando en hacer otra antes de fin de año con el mismo público, exalumnos del Pío, que viven en la zona de Lezica, Colón y aledaños. Consultado sobre qué evaluación hicieron los Salesianos de la experiencia, el P. Bauer indicó que “fue muy positiva de parte de todos. Lo bueno que tiene este grupo son sus diferentes características y edades. El sacerdote mayor tiene casi 92 años y el seminarista tiene 26, pero compartir la vida con los jóvenes flexibiliza mucho más la convivencia. Saca lo mejor de nosotros al tener la actitud de convivir con otros. Nos exige más paciencia, ser menos individua‐ listas, devolver a la comunidad, pensar en el otro”. Añadió que “fue una experiencia donde todos nos involucramos, aunque siempre hay alguno que un poco más y, además, fue mejor de lo que esperábamos. En el perío‐ do de adaptaciones ya se dio un buen vínculo de entrada. Compartíamos la ora‐ ción en la mañana y en la noche. En el medio cada uno hacía su trabajo, sus estu‐ dios. Algunos días compartíamos el almuer‐ zo , el mate y la merienda”. Al preguntársele si hubo experiencias similares con anterioridad, el sacerdote dijo que hubo una en Mercedes, llamada “El circo de las mariposas”. “Ahora en Tacurú se está buscando compartir más a largo plazo con los jóvenes”, adelantó.

cia estuvo muy buena. Todos nos fuimos muy contentos. Con ganas de volver a repetirla y si nos decían de quedarnos unos días más, nadie iba a decir que no. Nos sentimos como en casa. Desde los 4 años fui al Pío, y nos dijeron que era nuestra segun‐ da casa, y esa semana pasó a ser la prime‐ ra”. Agregó que “todos fuimos por curiosidad de cómo es vivir en comunidad. Lo hicimos porque nos gusta, y no había nada que realizáramos obligados”. “Nuestros amigos y compañeros, nos preguntaban si nos íbamos a hacer curas, y les decíamos que no pasa por ahí. Fue algo que si se pudiera repetir ni lo pensaría, iría corriendo”. “Se reafirmó un vínculo tremendo entre todos. Nos reíamos de todo, compartía‐ mos, fueron momentos de suma alegría. Fue una semana que se pasó en 5 minutos”, aseguró.

Las experiencias de los jóvenes Cuatro jóvenes que participaron de esta experiencia narraron al Boletín Salesiano lo que vivieron durante esa semana, y todos coincidieron en la alegría que les generó.

Juan Martín, alias “el Chiqui”, de 16 años, alumno del Pastorino y primer año como animador, narró que “al principio no estaba entusiasmado con la propuesta”. Después, con la experiencia andando, “me sentí en mi casa. Me sentía bien. Fue una semana irreal. Fue una fiesta. Estuve siete días de pura felicidad. No me costaba levantarme, no era un peso, sino todo alegría, con otra energía, otra fuerza. Siento que mi vida fue un antes y después del “I Becchi”. Vivo mi vida de otra manera. Valoré el trabajo de los religiosos. Trabajan mucho más que otras personas. Lo aprecié. ¡Cómo hay gente que se entrega por entero para vivir para los otros!”.

Nicolás, de 20 años, exalumno del Pío y estudiante de la UTU, dijo que “la experien‐

Mateo, exalumno del Pío y de Talleres Don Bosco, hoy también estudiante de la UTU,

Destacó que la comunidad educativa del Pío se vio conmovida por la experiencia e incluso las chicas solicitaron que se hiciera algo similar para ellas.

comenzó la charla recordando que cuando dejó el Colegio “no quería saber más nada porque mi familia, que estuvo toda su vida dentro de la Familia Salesiana, tenía los valores y yo no”. Contó que “un día con la ayuda del 'Cholo' (P. Adrián García sdb) entendí lo que era, y volví. Ahora que me llegó la invitación para hacer la experiencia no dudé y la recibí con suma alegría”. Visiblemente emocionado comentó que “fue tremenda la experiencia, me marcó para toda la vida por lo que viví. No hay palabras. Es cuestión de vivir, de sentir. Sacamos lo mejor del otro, aprendiendo del otro, compartiendo”. Agustín, de 18 años, exalumno del Pío, animador de la Parroquia de Colón y estudiante de Educación Física, se mostró también “muy feliz”. Rememoró que tuvo una experiencia anterior, en la cual la consigna era que dijera cómo quería que lo recordaran cuando ya no esté, y llegó a la conclusión de que quería que fuera como una persona que vivió feliz. En ese contexto, indicó que cuando recibió la invitación no pensó ni un minuto y solo le preocupaba poder vivirla con todo. “Fueron momentos de mucha paz y alegría. Las oraciones de la mañana y de la tarde me cambiaban la energía. Era lo mejor. Aprendí muchas cosas de la convivencia con otros y de lo que hacen los Salesianos. Fue una experiencia totalmente positiva, que la volvería a hacer y un crecimiento continuo”. Aseguró que “después de esta experiencia estoy viviendo diferente lo cotidiano, con más alegría”. 11


VALE LA PENA VIVIR ASÍ

Entrevista a Santiago Texeira

LA PLENITUD EMERGE EN EL MANO A MANO CON DIOS A mitad de camino de una primera opción vocacional sintió que no era lo suyo, y no titubeó en imprimirle un cambio a su vida orientado hacia lo que lo hace sentirse útil. En el patio salesiano descubrió aquello que lo llena y le permite hacer felices a otros. Para él, la felicidad “no es un paquete que viene armado”, hay que irla descubriendo, y asegura que se alcanza “al lograr conjugar la presencia de Dios con lo que uno quiere y siente”. Santiago Texeira está vinculado con el mundo Salesiano desde muy chiquito , primero en el colegio Maturana y luego en el Instituto Juan XXIII. Estudiante de Teología para Laicos, guardavidas, educador de Grupos Asociativos, apasionado del deporte aventura y el Mountain Bike, catequista en el Colegio San Juan Bautista, animador del Orato‐ rio Aires Puros, ennoviado hace un año y medio se concibe, ante todo, como una persona positiva y FELIZ.

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Tiene 22 años y en el 2014, cuando cursaba Ingeniería en la Universi‐ dad de la República, tomó la firme decisión de dejar esa carrera y, procurando una ansiada plenitud, comenzó la Licenciatura en Recreación Educativa en la Universidad Católica del Uruguay (UCU).

del Oratorio, sino en ese contacto directo que se da totalmente espontáneo. En ese ámbito se puede comunicar, conectar y descubrir al gurí o a la gurisa tal como es. El patio de los Salesianos te permite tomar contacto con un montón de cosas. Esto de la recreación me llena. Me da la oportunidad de trascender, enseñar, ver la felicidad en los gurises jugando, aprendiendo algo, participando. Fue un cambio movido por un llamado a descubrir algo que me hace más feliz.

La decisión de dejar la Facultad de Ingeniería para comenzar Recrea‐ ción ¿fue porque sentías que era una elección que te haría más feliz? El año que corté con Ingeniería fue el mismo en que empecé a animar en el Oratorio Aires Puros. Ahí es donde siento que encuentro la felicidad, en estar con los gurises, capaz que no tanto en lo “formal”

El año pasado estuve trabajando con la Fundación Sofía en un colegio en el Cerro y estuve a cargo de un espacio de recreación. Cuando terminó el año pensé “bueno, de todo lo que estudié poco pude hacer”, pero que los chiquilines me dijeran “¡Paah!


Recreación es lo mejor que tuve” me hace pensar: “acá hubo algo tremendo, algo que me deja impactado y qué alegría poder ser significativo para esos chiquilines”. PARAR, MIRAR, IR ¿Reconocés en tu vida momentos en los que te costó identificar la felicidad? Capaz que soy muy positivo, pero en los momentos difíciles o dolorosos, donde podría decir que no soy tan feliz, busco aprovechar esa situación para enriquecer‐ la, trascender eso negativo para encontrar‐ le la vuelta y descubrir lo bueno. Hace unos meses a mi novia le diagnosticaron celia‐ quía. Todo ese proceso uno lo vive y lo tiene que acompañar. El otro día le dije: “Qué bueno que esté acá acompañándote”, y me respondió que en realidad no era una

“Dios actúa, uno tiene que poner y Dios pone, y ahí está lo espectacular"

situación muy feliz para ella. Capaz es una visión muy egoísta que yo sea feliz por el hecho de que puedo compartir esta reali‐ dad junto a ella, pero también en esto de estar ayudando a sobrepasar una dificul‐ tad, está la felicidad. Acompañar el proce‐ so de otra persona que le está costando ser feliz con algo, alivianar ese dolor, ser com‐ pasivo… en eso uno también encuentra la felicidad. ¿Es posible la felicidad para los chicos con los que trabajás en el Oratorio que pasan situaciones de maltrato, abandono, vio‐ lencia? El Oratorio es un lugar donde se manifies‐ tan sorpresas y aprendizajes. Con la Madre Teresa ¡si uno tendrá para aprender! El otro día escuchaba una oración que decía: 13


“Cuando tenga hambre, dame alguien que tenga hambre”. Hubo unos sábados de lluvias torrenciales y yo decía “con esta lluvia no salgo a ningún lado”. Estaba en Aires Puros y veías a los gurises que venían en grupitos, tranquilos y pensaba: “¡Qué increíble! Acá tiene que haber algo signifi‐ cativo para ellos”. Está en uno ser capaz de descubrir cómo la demostración de su felicidad no es tan explícita, no nos van a decir “me siento amado”, pero esto de continuar yendo al Oratorio aunque caigan truenos, relámpagos o lluvia, habla solo. Ahí está actuando Dios, hay algo que se está transformando, algo que el gurí está sintiendo. Hay algo que le gusta y yo creo que ahí es feliz. Lo ves con gente que ha salido del Oratorio, te cruzás con madres de niños que fueron oratorianos y te dicen “yo en el Oratorio me portaba horrible, pero fueron momentos que no olvido nunca”.

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¿Sentís que en el encuentro con Dios está la felicidad? Sí, exacto. La verdadera felicidad es entre‐ garse a Dios. Capaz que en el día pasan desapercibidas una cantidad de cosas mientras voy para acá, para allá, entre las personas que me cruzo… pero uno cuando frena y repasa las acciones, los símbolos, los gestos, se da cuenta de que es feliz. La felicidad no es un paquete que viene arma‐ do, uno la tiene que ir descubriendo. Creo que desde el día que dije “a partir de ahora cambio de carrera”, empecé a encontrar una cantidad de signos que sin duda vinie‐ ron de arriba. Dios actúa, uno tiene que poner y Dios pone, y ahí está lo espectacu‐ lar. Cuando uno logra conjugar la presencia de Dios con lo que uno quiere y siente… Esa conjunción, es felicidad, alegría, es algo especial. Hay momentos de plenitud que son mano a mano con Dios.


ADMA JÓVENES te invita a un momento de oración con María

REZAREMOS POR LOS MISIONEROS Y LAS MISIONES DE LA JMS

24 DE OCTUBRE IMA (Canelones 1701) 19.30 h


CON NOMBRE Y APELLIDO

EL ORIGEN DE

LA FELICIDAD

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Facundo Ponce de León: comunicador, filósofo, docente Facundo Ponce de León se declara “totalmente feliz” y esgrime sus razones. Aterriza la filosofía y de la mano de los griegos ensaya una lectura sobre la felicidad. Recrea diálogos, se apasiona. Sin embargo, dice que no hay que hablar mucho de la felicidad, sino dejar que acon‐ tezca en medio de la incertidumbre y las tormentas de la vida.


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¿Qué es la felicidad? Hay algunas definiciones. Casi todas vienen de la Grecia clásica, de hace 2.500 o 2.600 años. Pero no hay que hablar mucho sobre la felicidad. ¿Por qué? Miremos el mundo actual: probablemente nunca se ha hablado tanto de la felicidad como hoy y posiblemente nunca haya habido tanta gente frustrada y deprimida como hoy. Porque la felicidad acontece. ¿Cuándo? Lo que dice la tradición, y coinci‐ do, es que cuando se lleva una vida virtuosa y proyectada. Es necesario enmarcarse en un proyecto ‐ser buen trabajador, buen cristiano, buena madre‐ porque si no, no sabemos cómo juzgar las propias acciones. Y esas acciones tienen que tener virtudes, que son hábitos. Se ejercitan como cuando uno va al club a hacer abdominales. Se ejercita la prudencia, la templanza, la humildad. ¿Se pude decir que hay grados de felicidad según qué tan grande sea ese proyecto? No soy un gran especialista como para responder una pregunta de ese tipo. Pero la felicidad es algo que va y viene. Uno tiene momentos. La persona tendría que respon‐ der a la pregunta por la felicidad en el momento en que sabe que está llegando al final y puede mirar en perspectiva. Uno tiene que tratar de organizar su pro‐ yecto, organizar sus acciones y dejar que la felicidad acontezca. Un problema que tenemos es que la socie‐ dad moderna pensó que solo con esto de proyectos y organización de las acciones la felicidad iba a ser una consecuencia natu‐ ral. Y no es así porque siempre hay impon‐ derables, los antiguos hablaban de la diosa fortuna, nosotros hablamos de que se 18

alinearon los astros… siempre hay un elemento que no controlamos, y la felicidad tiene mucho que ver con no buscar ese control de todo. ¿Y cuánto hay de actitud, de sobreponerse a lo negativo? Mucho, mucho. Hay que saber pararse frente a las tormentas de la vida. Eso también es una idea muy estoica. La felicidad está en aceptar lo que la vida da, y muchas veces da bofetadas. ¿Por qué hoy es tan difícil y hay tanta gente que se

para esto. No las hay para el duelo, para el dolor, no hay pastillas para la plenitud que sentís cuando estás pleno. La felicidad está muy asociada a la liber‐ tad. ¿Se asocia también al placer? La idea de felicidad asociada a la libertad es evidente. Pero suele haber otro problema, cuando se entiende que la libertad es “hago lo que quiero cuando quiero”. Mucha gente dice que no se siente feliz porque no es libre de hacer lo que quiere. Y no, yo quiero volar y si salgo de este balcón me estrello contra

Es errado pensar que todo está en manos de Dios y es equivocado pensar que está todo en manos de uno declara infeliz? Probablemente, porque tiene una idea demasiado segura de la vida. Buscan la seguridad en el empleo, en el estudio... y no, el elemento inseguro, impredecible, está ahí. Los estoicos decían que siempre teníamos que estar prepara‐ dos para eso, que ayuda a aguantar los golpes. Y eso tiene mucho que ver con dejar que la felicidad acontezca. Sin embargo, no tiene mucho que ver con el discurso actual de la mayoría... No, absolutamente. El discurso actual es “buscá la pastilla”, algo que te evite, que te olvide. Y si hay algo que sabemos hoy después de todos los éxitos farmacéuticos –que son muchos– es que no hay pastillas

el suelo. No elegimos dónde nacer, cuándo, si ser varón o mujer. ¿Qué es libertad, entonces? Libertad es aceptar las reglas de juego y, en la medida de esa aceptación, sentirte libre dentro de ellas. Si ponemos un tablero de ajedrez y empiezo a mover el peón 20 casilleros para adelante, no es que estoy jugando mal, es que no estoy jugando al ajedrez. Las reglas del ajedrez son claras y adentro de ellas soy libre de hacer lo que quiero. La libertad es haber aceptado esas reglas. Después podés tener la fortuna de llegar a cambiar alguna de ellas –porque el ajedrez no se inventó de una vez para siempre, en fútbol por ejemplo cambiaron


Durante toda la entrevista, Facundo Ponce de León dijo que la felicidad está compuesta de momentos y que no es fácil definir si alguien es feliz o no. Pero era inevitable preguntarle cómo se siente él. Contestó que está totalmente feliz y dio varias razones de por qué: Porque tengo dos hijos, estoy en Uruguay, tengo la productora con mi hermano, mi familia está bien, los problemas que tengo los considero menores al lado de lo que son problemas, siento que mi familia está fuerte y lo que estoy haciendo periodísticamente me colma . Docente, no dejó ahí la respuesta: Pero hay que hablar muy poco de esto y ayudar a que acontezca .

hace poco una regla del offside–, las reglas no son estáticas. Pero sin esa incorporación de que hay un reglamento a partir del cual construyo la libertad, no hay libertad posible. Tenés que incorporar tu apellido, tu historia familiar, tu legado. Si no, todo el tiempo te sentís oprimido. ¿Felicidad y placer? Antropológicamente estamos inclinados al placer y a evitar el dolor. Pero los epicuros siempre dijeron que la felicidad es la búsqueda del placer y eso no significa que no exista el dolor (es más, hay que incorporarlo). Por supuesto que el placer es importante. Pero el placer no puede ser insaciable. No puede ser cuantitativo. El placer también es una actitud. Y en esa actitud también hay una mesura. A veces capaz que se identifica más el placer con el desenfreno… Exactamente. Y en realidad el placer es placentero también cuando tiene una medida. Y por eso decís “qué linda que fue esta comida hoy”, en lugar de decir “para qué comí ese segundo plato”. ¿Hubo una evolución en el concepto de la felicidad? Sí. Durante la Edad Media –del siglo V al XV– se puso muy poca atención en las posibilidades de cambio del sujeto de la realidad que le tocaba vivir. La felicidad básicamente consistía en aceptar lo que tocaba, y Dios compensaría. En la Modernidad esto se dio vuelta, implicó olvidarse de Dios y que cada uno haga camino al andar. Hoy vemos que los dos caminos fueron equivocados. Es errado pensar que todo está en manos de Dios y es equivocado pensar que está todo en manos de uno. ¿En qué medida la poca tolerancia al dolor incide en nuestra felicidad o en nuestro crecimiento como persona? Estamos como buscando nuevamente un punto medio porque pasamos de una época donde todo dolor era bienvenido a una donde todo dolor es “malvenido”. Entonces, es un camino comple‐ jo pero hay un trecho en el medio. Muchas veces es un camino de este control entre el proyecto de vida, las virtudes, el hábito, y el asumir que no todo está bajo control. ¿Hay relación entre la felicidad y el tener? Somos seres menesterosos. Necesitamos. No podemos vivir sin

respirar, tomamos aire que no es nuestro. Y dentro de ese necesitar está que necesitamos de otros. La persona se construye desde este lazo que tiene de otros. Hay una posesión y un tener, sin el cual no es posible la vida. Después está pensar que ese tener y esa posesión es la clave de todo. Y no es la clave. Ni en las relaciones afectivas ni en las relacio‐ nes materiales. Aristóteles decía que es necesaria una cierta dosis de riqueza, de amistad, de relaciones. Todas ellas para, desde ahí, plantear lo demás. Si te quedás ahí, te nublás. Como se nubla la gente por el éxito, por el materialismo. ¿Y por qué la gente se queda ahí? ¿Por qué la gente se queda diciendo “al menos tengo un novio” en lugar de proyectar una vida de pareja plena? Por miedo, por rutina, por falta de imaginación. Julián Marías decía: “Un ingrediente clave de la felicidad es la imaginación”. Tenés que estar imaginando, proyectando. Muchas veces el problema es que la gente pierde esto y se queda en lo que tiene. 19


Ficha técnica FACUNDO PONCE DE LEÓN Tiene 38 años. Está casado con Cristina Barbé y tiene dos hijos, Carlota y Vicente. ESTUDIOS y TRABAJOS: Es doctor en Filosofía por la Universidad Carlos III de Madrid. Antes de eso hizo una Licenciatura en Comunicación y una Licenciatura en Filosofía, ambas en la Universidad de la República. Trabajó en prensa y en televisión. Fue a estudiar a Europa y poco después de su regreso fundó, en 2012, la productora Mueca Films, junto con su hermano Juan. TRABAJOS ACTUALES: Actualmente está en dos programas de TV: “El Origen” y “Premio Destacados”. En la Universidad Católica es docente de Antropología del cuidado. Sus principales áreas de investiga‐ ción son el concepto de autoridad, el pensamiento de Hannah Arendt y las relaciones entre arte y política. 20



Me gusta deja de soñar”. “Solo está derrotado aquel que en el corazón de los jóvenes que Frases que quedarán también participaron de la #JNJ38.

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que nunca imaginé Esas personas con las y hoy en día tener relación alguna . mo ísi valen much

Ianh nhan chuc giup le. Traducción: Hoy he recibido el minist erio del

Acolitado.

Me duele todo y estoy re-cans ada pero no puedo estar más feliz. ¡Qué cosa linda irse de misión!

Cada momento y cad a circunstancia son mo mentos propicios para elevar nuestras almas al cie lo y clamar por la paz tan anhela da.

Somos grandes pequeños entre pequeñas

grandezas.

Ferreira quienes ¡GRACIAS! a Juan Pablo Paipó y Juan Martín la #JNJ38 de Iglesia registraron en video todas las instancias de minuto a minuto. seguirla Joven Montevideo, que nos permitieron n a los movileros y ¡Y lo hicieron sin claudicar un segundo! Tambié Medina, Gianfranco fotógrafos Nico Vilche, Juan José Malvárez Salesianos! Un Brandi y Sebastián Andión de Movimiento Tacurú na. gran equipo que da vida a Comunicación Salesia

se ja huella no es la que “La enseñanza que de za, sino de corazón a be hace de cabeza a a ca ”. ón raz co estros! ¡Feliz día para los ma

“¿Habrá algo más lindo que verte sonreír?”.

¿Qué pasó? Salió festejo de Agus Álvarez. Resignificando la sinergia con Mesa Permanente MJS.

Hoy fue una mañana especial. Con los más chicos de la casa le dimos color a nuestro patio. Apropiarnos del espacio y sentirnos parte de una gran fam ilia son claves de nue stro Sistema Preventivo Aprendemos juntos, crecemos juntos, en . clima de mucha aleg mientras esperamos ría, con ¡FELICITACIONES, PRE ansias la nueva casa. -MINGA!

Retiro animadores, Abayubá 2016.

EN LAS PIEDRAS misioneros de EL BOSCO En estos últimos días los misión fuera única, para que cada jornada de En nombre de ad. estuvieron en el oratorio, unid es, el barrio y la com compartiendo con los guris os, a todos ellos, las gracias por animarse dam gía y su fe y ener todos los animadores les su s su tiempo, sus ganas, a “hacer lío”, por regalarno ARSE A MÁS! ANIM POR S ACIA ¡GR alegría.

¡Actuamos en

el Prado!

le del segunda vez el grupo Puzz ¡Ayer sábado nos visitó por 4º prepararon las buenas de nos alum Los ! rana colegio Matu tardes y algunos juegos. ¡MUCHAS GRACIAS!


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Esta página se refiere a la lectura del Evangelio según San Lucas (19,1‐10) proclamada en la Misa del domingo 30 de octubre. El año pasado, en la Acampada del MJS bailamos y cantamos hasta el cansancio (y un poco más también), la pegadiza canción de Diego Melano y Fran Romero que decía: “Es hoy un día para celebrar, llegó la hora de bailar, con las manos al cielo así. ¡Vale la pena vivir!”. ¿Quién estuvo allí y no la recuerda?

P. Francisco Lezama sdb

Pero, ¿a qué día se refiere ese “hoy” de la canción? ¿A la fecha de la Acampada? Parece claro que no. ¿Por qué enton‐ ces no cantar mejor “siempre” o “en todo momento”? El recurso poético de los compositores tiene una fuerza especial: lo que afirman vale para todos los días, pero se vive muy concretamente en un “hoy” específico y lleno de fuerza.

Con un sentido similar, casi dos mil años antes, utilizó esta misma palabra otro autor, quizás uno de los mayores de la literatura universal: Lucas evangelista. En momentos clave de su Evangelio presenta solemnes afirmaciones con la palabra “hoy”: los ángeles anuncian a los pastores que hoy ha nacido el Salvador (2,11), Jesús declara en la sinagoga que hoy se cumple la Escritura (4,21), los testigos de sus milagros proclaman que hoy han vistos cosas maravillosas (5,26), Jesús advierte a Pedro que hoy lo negará (22,34), y finalmente el mismo Jesús anuncia al Buen Ladrón que hoy estarán juntos en el Paraíso (23,43).

hace referencia a un acontecimiento de fe que se actualiza en todos los tiempos: cada cristiano puede repetirlo cada día, a la luz de la fe. En el relato del encuentro de Zaqueo, que es considerado por muchos como una de las mejores síntesis de la particular visión que tiene Lucas sobre la salvación que trae Jesús, la palabra “hoy” aparece dos veces. En el versículo 5, Jesús le dice al pequeño funcionario de la impositi‐ va: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Realmente todos los discípulos somos invitados por Jesús a descender desde nuestros puestos de meros espectadores, para poder recibir activamente a Jesús, para acogerlo en nuestra vida así como ella es. En el versículo 9, hacia el final del encuentro, luego de la conversión de Zaqueo, Jesús proclama: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa”. Es también una afirmación de fe, pues toda realidad que se abre a la visita de Jesús experimenta la alegría de la salvación, con toda la plenitud y concreción que esta palabra tiene en el Evangelio: es la paz, la vida en abundancia, la felicidad de las bienaventuran‐ zas. Este estilo de vida feliz Jesús no lo posterga para el mundo futuro: como el pan de cada día, el momento para recibirlo es hoy.

En todos estos casos se trata de un hoy bien concreto, que se refiere al acontecimiento histórico narrado por el Evangelio pero, además, 23


AQUÍ Y AHORA

La felicidad

como consecuencia de un modo de vivir El 86 % de los uruguayos se declaran felices. ¿De qué depende que, teniéndolo todo para ser felices, haya personas que no lo logran y, en contrapartida, hay quienes habiendo sufrido muchas desgracias se consideran profundamente felices? Religiosos, sociólogos, filósofos, educadores y científicos ofre‐ cen en este informe algunas pistas para desentra‐ ñar la fórmula que garantiza la felicidad.

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“Nada nos hace más felices que cuando todos somos felices”

Desde hace unos años, varias organizacio‐ nes y universidades del mundo elaboran rankings con índices de felicidad de las naciones. En Uruguay, desde 1996, cada 5 años se elabora la “Encuesta Mundial de Valores”. Los últimos resultados arrojan que el 86% de los uruguayos se declararon felices. Si bien los datos tienen un cierto período de antigüedad, ya que son de 2011, las ten‐ dencias casi se mantienen, según explicó en noviembre de 2015 a la prensa el subdi‐ rector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Martín Dibarboure.

La Socióloga Inés Fynn, integrante de Equipos Mori, que llevó adelante la investigación, explicó al Boletín Salesiano que esos resultados “nos hablan del bienestar subjetivo de los ciudadanos, no del bienestar económico, como solemos pensar”. Explicó que hay tres grandes variables que determinan los guarismos de esas mediciones. “Tiene que haber un contexto democrático, en el que cada uno pueda expresar sus opinio‐ nes; una sociedad tolerante y también un desarrollo económico que permita que el dinero no represente una preocupación para los individuos”. La experta destacó que hay otros indicadores que influyen. Las personas que están en pareja y aquellas que gozan de buena salud, suelen reportar niveles mayores de “bienestar subjetivo” que las que tuvieron una ruptura amorosa o se sienten enfermas. En cuanto a la religiosidad, la socióloga indicó que repercute positivamente si se desarrolla en un entorno donde la fe es compartida y puede expresarse libremente. En el caso de

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Uruguay “no se reportan diferencias signifi‐ cativas” y “esto tiene sentido porque estamos en un estado laico”, argumentó. Buscando develar qué cosas hacen felices a la gente, Fynn explicó que “son aquellas que no le causan motivos de tristeza. Cuantas menos preocupaciones básicas tenga una persona, se va a manifestar cada vez más feliz”. LOS JÓVENES, ¿SON FELICES? Desde un punto de vista empírico, los niveles de felicidad en los jóvenes urugua‐ yos aumentaron, según los últimos resulta‐ dos de la “Encuesta Mundial de Valores”. En la medición de 2011, el 32% de las personas encuestadas de hasta 29 años se declararon felices, contra un 20% en la encuesta de 1996. Además, los “millennials” (los naci‐ dos entre 1980 y el 2000) superaron a los adultos mayores (31% en la investigación de 2011). 26

La Socióloga Fynn destacó que esto se debe en parte a que “crecieron en un contexto de desarrollo económico jamás visto en el país. Pero es importante destacar que no se trata de una cuestión de ciclos de vida”. La felicidad suele ser confundida con el “tener”. Tan es así que durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud (Cracovia 2016), el Papa Francisco advirtió a los jóvenes sobre este peligro usando la ima‐ gen del “sofá‐felicidad” y señalando que es “probablemente la parálisis silenciosa que más nos puede perjudicar. Un sofá que nos haga quedarnos en casa encerrados, sin fatigarnos ni preocuparnos”. “No vinimos a este mundo a 'vegetar', a pasarla cómodamente, a hacer de la vida un sofá que nos adormezca; al contrario, hemos venido a otra cosa, a dejar una huella. Pero cuando optamos por la como‐ didad, por confundir felicidad con consu‐

mir, entonces el precio que pagamos es muy, pero muy, caro: perdemos la libertad”, sentenció el Santo Padre. El P. José Luis Morillo sdb, Licenciado en Filosofía y profesor en la Facultad de Teolo‐ gía del Uruguay y Director del Instituto Juan XXIII, consultado por el BS, señaló que los jóvenes buscan ser felices “engañados” por el modelo de bienestar que propone el consumo. “¿Quién es un joven feliz? Los ejemplos son todos de gente exitosa y su discurso es autorreferente. No me parece que vaya por ese lado”, enfatizó. “Esas experiencias en los boliches noctur‐ nos del alcohol, la droga y el sexo, ¿hasta qué punto no son una búsqueda frenética de la felicidad? No tendríamos que juzgar a los chicos, deberíamos mirarlos con el ojo de una sociedad que, de alguna manera, transmite que eso da satisfacción. Ellos no sacan las cosas de la galera sino que las aprenden”, expresó el Salesiano.


“Un momento feliz es consecuencia de un modo de vivir" El P. José Tejero sdb coincide con la percep‐ ción de que los jóvenes son presa fácil del consumo y de la publicidad, aunque admite que han ganado mayor capacidad de intros‐ pección y de entrega. Fundamentó su apreciación comentando la experiencia de los encuentros de oración y reflexión denominados “Hay algo más”, que cada segundo jueves de mes congrega a más de 80 jóvenes en la Capilla del Colegio “Maturana”. “Me maravilló la cantidad de gente que estaba en `Hay Algo Más´ en una actitud receptiva, en búsqueda de la Ver‐ dad. Cincuenta años atrás, no sé si habría una asamblea de muchachos de 18 a 25 años, con tanta convicción, con tanta autonomía de miradas y de búsquedas”, subrayó. Desde la perspectiva de un joven, Germán Nicoletti, educador del Colegio San Isidro, admitió que muchos chicos “encuentran la felicidad en cosas materiales como el último celular, las últimas tecnologías o cosas efímeras como tener más 'me gusta' en las redes sociales. Ellos tienen la necesi‐ dad de mostrar lo que tienen para que los demás vean que son 'felices'”. Sin embargo, aclaró que en lo personal consigue ser feliz valorando las vivencias cotidianas. “Descubro esto en mi trabajo, compartiendo la mañana con mis alumnos y mis compañeros; en casa, con mi familia al compartir un almuerzo de domingo; en una charla con amigos; en una oración en mi

grupo de apostolado o en el momento de la Comunión”, puntualizó. LA FELICIDAD EN LA MIRADA DE LOS FILÓSOFOS Para el P. Morillo sdb, la felicidad representa una inspiración para recorrer el camino de la vida. “Es como el galgo que va delante de ti y que nunca vas a alcanzar. Es como una utopía que tenemos impresa en el corazón. Cuando decís 'soy feliz', ahí se te escapó”. El Director del Instituto Juan XXII expresó que este “ideal” que busca el hombre, tiene que ver con su deseo por lo infinito. “Es como la escatología, que dice 'ya, pero todavía no', en cuanto tenés a Dios se te escapa porque si lo poseés, ya no es Dios, es un ídolo”. El pensador argentino Sergio Sinay dedicó un libro, varios artículos y sinnúmero de disertaciones para abordar el tema de la felicidad. Afirma que esta es “una conse‐ cuencia” y que “uno lo que elige es cómo vivir”. “Un momento feliz es consecuencia de un modo de vivir, de haber querido vivir de determinada manera y de haber hecho todo para vivir así”, expuso durante un seminario sobre el tema en la Universidad Católica. En su libro “La felicidad como elección”, Sinay la define como “la sombra provocada por el sentido de nuestra vida al iluminar‐ nos. Uso la palabra 'sombra' en sentido

descriptivo, no valorativo. Así como no puede haber sombra en donde no existe luz, una vida que no se explora y no descu‐ bre su sentido no podrá ser una vida feliz”. Precisa que el sentido de la propia vida se descubre a través de las vivencias. “La vida pregunta todo el tiempo con situaciones. Lo mejor para desearle a otro, es que encuen‐ tre un lugar en el mundo, un cauce para su vocación y que pueda ser él mismo”, acota. LA FELICIDAD: EL ARTE DEL ENCUENTRO Consultado por el BS, el P. Tejero sdb, señaló que la felicidad pasa por el aprendizaje del “arte del encuentro”. “Ese es el camino, nunca es una posesión ya lograda y estable, pero sí una vía de encuentro con tu identidad”. El sacerdote confió cómo descubre la plenitud en los demás. “En Juan Lacaze me gustaba salir a caminar. En los rostros de los adultos mayores me parece ver el resumen de una vida. Entonces encontraba a algunos que parecían felices y otros como huecos, dejando que el tiempo se los lleve”. “La lucha de hoy por la evangelización no es con los ateos sino con los idólatras, que tienen falsos dioses: la plata, el consumo y la diversión”, complementó. Por su parte, el educador Nicoletti, comen‐ tó que la felicidad reside “en aprender a disfrutar de las cosas pequeñas y cotidia‐ nas, en aceptar nuestras cualidades y limitaciones, en ayudar a quien lo necesite,

EL DINERO Y LA FELICIDAD La implicancia que tiene el dinero en hacer felices a las personas suele debatirse a todo nivel. Las mediciones científicas establecen cómo influye el nivel de ingresos de los individuos en su grado de satisfacción. “Sin dudas, el dinero no compra la felicidad pero sí ayuda, es evidente empíricamente. Pero llega un momento en que el dinero ya no compra las necesidades que tenemos. El consumo no aporta al bienestar subjetivo, no genera interacción con otros”, declaró la Socióloga Fynn. Para el P. Tejero sdb, “el dinero es simplemente una herramienta. Si tenés un pasar económico que te permite descentrarte de la angustia de buscar la comida para vos y tu familia, podés encauzar la energía en otras metas que te satisfagan más plenamente. Pero si tenés 20 mil negocios, al final vivís para ellos”, señaló. 27


entre otras tantas cosas. En ese camino, debemos darnos cuenta de que no estamos solos, Dios nos acompaña desde el primer momento y nos ayuda a lograrlo”. PARAR, MIRAR Y SEGUIR El monje Benedictino David Steindl‐Rast propone un sencillo método para alcanzar la felicidad, vinculado a la gratitud. Durante una charla TED en Edimburgo, expresó que esos dos aspectos están más conectados de lo que se piensa. “Todos conocemos a un buen número de personas que tienen todo lo que se necesi‐ taría para ser feliz, y que no son felices, porque quieren algo adicional o más de lo mismo. También conocemos personas que sufren muchas desgracias y que son profun‐ damente felices. ¿Por qué? Porque se sienten agradecidas. Así que no es la felici‐ dad la que nos hace agradecidos, es la gratitud la que nos hace felices”, manifestó. Para lograr estar agradecidos todo el tiem‐ po con las oportunidades que la vida presenta, más allá de que se trate de ale‐ grías o de dolores, Steindl‐Rast propone un procedimiento “tan simple que, en reali‐ dad, es lo que nos dijeron de niños, cuando aprendimos a cruzar la calle: parar, mirar y seguir”. “Tenemos que lograr quietud. Necesitamos construir señales de alto en nuestras vidas. Y cuando paren, lo siguiente es mirar. Abran todos sus sentidos para esta maravillosa riqueza que nos ha sido dada”. “Cuando abrimos nuestros corazones a las oportuni‐ dades, estas nos invitan a hacer algo, y esto es lo tercero. Paren, miren y luego vayan y hagan algo”, acotó. El religioso austríaco, propone volcar la acción a hacer dichosos a los demás “porque nada nos hace más felices que cuando todos somos felices”. OTROS ENFOQUES CIENTÍFICOS En los últimos años, distintos especialistas de diversas disciplinas han querido despe‐ 28

jar los caminos que explican cómo los hombres alcanzan la dicha. Michael Norton, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, encabezó un estudio que demostró que el dinero puede comprar la felicidad. Pero, ¿de qué manera? Básica‐ mente, le dieron dinero a un grupo de estudiantes universitarios para que se compraran algo para sí mismos y a otro grupo para que lo donaran. Hicieron lo mismo en Canadá y en Uganda. “¿Qué encontramos cuando los llamamos al final del día? Los que gastaron el dinero en otras personas estaban más felices. No ocurrió nada con los que lo gastaron en sí mismos, simplemente no hizo mucho por ellos”, dijo durante una conferencia TED en Cambridge. Luego extendieron el estudio a varias partes del mundo, a través de la encuestadora Gallup, con los mismos resultados. “En casi todos los países que tenemos estos datos, las personas que dan dinero para obras de caridad son más felices”, sentenció. Desde una perspectiva de la psicología social, Dan Gilbert se ha hecho reconocido en el mundo académico por sus estudios del comportamiento emocional. Según el investigador, los seres humanos poseen un

sistema inmuno‐psicológico “que les ayuda a cambiar sus visiones del mundo para poder sentirse mejor acerca del ámbito en que se encuentran”. “La 'felicidad natural' es lo que tenés cuan‐ do obtenés lo que querías, y la 'felicidad sintética' es lo que pasa cuando no tenemos lo que queríamos”, explicó durante una conferencia TED en California. “En nuestra sociedad tenemos la fuerte creencia de que la 'felicidad sintética' es inferior. ¿Qué tipo de maquinaria económi‐ ca seguiría girando si creyésemos que no tener lo que queremos nos hará igualmente felices que tenerlo?”, precisó. Para ser más gráfico proporcionó algunos ejemplos, como el de Pete Best, el primer baterista de The Beatles, que tras ser despedido por el manager de la banda declaró: “estoy más feliz que lo que hubiese estado con los Beatles”. También citó a Moreese Bickham, que luego de estar 38 años en prisión por un crimen que no cometió expresó "no tengo un minuto de arrepentimiento. Fue una experiencia gloriosa". “Vas a encontrar una manera de estar feliz con lo que te sucedió”, complementó Gilbert.


SABOR A BUENAS NOCHES

uando era niño Justino vivía con su C familia en el campo. Su mayor diversión era jugar, todos los días, en la cañada que pasaba frente a su casa. Al llegar de la escuela hacía los deberes rápidamente y, merendando de camino, salía corriendo a la cañada, con el grito de su abuela a lo lejos: “Tené cuidado, m'hijo”. La cañada era su mundo real e imaginario, lleno de aventureras fantasías infantiles, donde la naturaleza y él eran uno. Las ramas de los sauces llorones de la rivera eran lianas para colgarse y pasar de un árbol a otro, como el superhé‐ roe que tanto admiraba. Los “ m o n st r u o s ” e ra n v i e j o s troncos secos en el agua, que con una varita de mimbre fácil‐ mente batía a duelo. No faltaba P. Adrián García sdb la juntada de caraco‐ les, piedritas de colores y los ratos intermi‐ nables de pesca con la cañita tacuara y la boya de ceibo. Ese entorno, era su refugio, su lugar. La vieja cañada nacía en la falda de una cuchilla, entre vertientes y bañados. Luego, el terreno pedregoso anunciaba una casca‐ da donde el agua caía con mucha fuerza. Más adelante, lo profundo, donde Justino acostumbraba a pescar. En otra parte el caudal disminuía, se volvía muy angosto; apenas faltaba la lluvia, se cortaba la corriente y el agua se estancaba. Ese era el lugar desafiante para Justino, donde cazar víboras, cangrejos, renacuajos y una gran variedad de bichos que guardaba en frascos vacíos de café. Por último, cerca del

río antes de la desembocadura, se ensan‐ chaba por el medio del “valle de las flores” un paciente remanso que se desbordaba en varios ramales que, como acequias natura‐ les, regaban el campo, haciendo crecer toda clase de flores silvestres. Justino recorría la cañada a ojos cerrados. Llegó el liceo. Justino, como varios jóvenes del campo, tuvo que emigrar a la capital. Cada tanto volvía a visitar a la familia, hasta que se fue del todo. Se recibió, formó familia, trabajó mucho y un día en su ancianidad decidió ir solo a visitar el terru‐ ño de su niñez. Pasando por el viejo caserío miró con cariño la escuela, la capilla, el boliche, hasta llegar a su casa natal. Al caer la noche, mientras asomaba una inmensa luna llena, se dirigió a lo que más anhelaba, su querida cañada, para pasar la noche pescando y recorrerla a la luz de la luna. Mientras caminaba por la orilla, sintió una profunda nostalgia. Creía verse de niño en cada lugar donde ponía su mirada. De pronto, la luna se despegó de la cuchilla y reflejó, en el agua mansa, el enorme espejo de su historia. Sintió curiosidad por recor‐ dar y descubrir dónde había sido más feliz a lo largo de su vida. En las nacientes de la cañada vio al niño lleno de inocencia y admiración por todo lo que descubría. Esbozó una enorme sonrisa y siguió cami‐ nando. La cascada le recordó esos momen‐ tos en que se llevaba al mundo por delante, alejándose de algunos seres queridos y descuidando cosas esenciales. Más adelante se encontró con los añejos troncos en el agua. Allí se vio luchando con

esos monstruos maléficos, viejas tentacio‐ nes y duros conflictos consigo mismo. Le llamó la atención, que ya no eran tan grandes como los veía de niño. Quizás por el tiempo y la sabiduría adquirida, pudo redimensionar a los que parecían grandes problemas. De pronto se detuvo y su rostro quedó perplejo. El agua estancada, llena de bichos y mal olor, le recordó cuando se echó al abandono, confundió la vida fácil con la felicidad, y quedó inmóvil por los vicios y lo superficial. Al pasar por la zona profunda, se sintió satisfecho por haber vivido tiempos de serenidad e interioridad espiritual. Pero, poco a poco, la imagen perdió nitidez: la luna se escondió detrás de una nube, dejándolo frente a la oscura y fría tristeza de su individualismo. Al final, cruzando el “Valle de las flores”, la cañada le indicaba el remanso. Allí, vacián‐ dose de su belleza original, las aguas se desbordaron por el campo haciendo nacer toda clase de buenas obras. Ese último trecho de la cañada –el amor incondicional a Dios, a su familia, a sus amigos y a quienes lo necesitaron– antes de llegar al inmenso río, resultó el espejo de su más plena felicidad.


Dramaturgia: Christian Ibarzábal y Federico Pereyra Música: Diego Melano Dirección general: Federico Pereyra Viernes de octubre, 21 h / Teatro Stella ‐ Mercedes 1805 Entradas en boletería del teatro Reservas: proyectojacintovera@gmail.com


SINTONIZANDO CON DON BOSCO

Sor Yvonne Reungoat Superiora General de las FMA

“CONTINUEMOS CAMINANDO…” Queridos amigos: El Papa Francisco nos ha regalado la Exhorta‐ ción post‐sinodal Amoris Laetitia (AL) (La alegría del amor), fruto de una amplia consulta a nivel mundial y de la reflexión de dos Sínodos Episcopales. Es una invitación para que, como Familia Salesiana, miremos con nuevos ojos a las familias concretas de los contextos donde trabajamos. La familia tiene su fuente y su modelo en Dios. Él no es soledad, sino misterio de comunión, Trinidad de Personas en recípro‐ ca relación, unidas por el vínculo del amor. Cultivando las actitudes propuestas por San Pablo en su Himno a la Caridad: "paciencia, benevolencia, amabilidad, olvido de sí, control de la ira y predisposición a la paz; perdón, alegría, capacidad de excusarse, soportar, tener confianza en el cambio de la otra persona, evitando envidia y orgullo", enseña el Papa, (cf. cap. IV), la familia crece en la comunión y en el amor. El amor no es algo estático, adquirido de una vez para siempre; en el amor conyugal se crece. La unión afectiva espiritual y oblativa es signo de la alianza indestructible de Cristo hasta la cruz y hace a los esposos capaces de amarse como Él mismo nos ha amado ¡hasta

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la cruz! En la visión cristiana, el amor en el matrimonio es indisoluble, total y exclusivo, fiel y abierto a la generación. Como es vivido en la óptica de una alianza para siempre es capaz de luchar, renacer, reinventarse y empezar de nuevo (cf. AL 124). Crecer en el amor exige cultivar la alegría, andando más allá de la búsqueda obsesiva del placer; requiere respeto por la dignidad y la libertad del otro, generosidad y amplitud de corazón en el dolor y el sufrimiento. Un amor vivido en la alegría es fruto de un esfuerzo compartido (cf. AL 130). Requiere aprender a reconocer los propios errores, respetar a la otra persona, darle las gracias por su presencia. Es un amor capaz de aceptar las limitaciones y la pobreza del otro. Así madura y crece en solidez (cf. AL 135). El camino privilegiado para mantener‐ lo vivo es el diálogo, y exige paciencia en la escucha de las razones del otro. Del encuen‐ tro con un pensamiento diferente, en acti‐ tud de escucha, respeto y comprensión puede nacer una nueva síntesis (cf. AL 140). El amor verdadero en la familia no solo es un bien para la solidez matrimonial, sino tam‐ bién símbolo del amor sobrenatural vivido como alianza esponsal. Superando la emo‐ ción típica de la juventud, es signo de entre‐

DE OTROS LARES YAKUTSK, SIBERIA: Un plan para el seisenio Los salesianos llegaron al corazón de Siberia en 1992, estableciéndose en la localidad de Aldán. Dos años más tarde asumieron una parroquia y fundaron un centro juvenil en Yakutsk, capital de la República de Sajá, 550 km más al norte. Durante los primeros días del verano boreal, los 5 SDB presentes en Sajá se reunieron para elaborar el plan pastoral del próximo sexenio apuntando a una mayor presencia eclesial entre el millón de habitantes de la República.

ga recíproca para siempre, que abraza a toda la persona y se expresa como cercanía fiel y llena de ternura hasta en la enfermedad (cf. AL 164). El amor no se agota en la propia pareja, sino que se abre a la vida, sabe acogerla, custodiarla y hacerla crecer. No basta hacer nacer la vida, es necesario nutrirla y hacerla crecer. El amor del padre y de la madre es indispensable no solo para el crecimiento de los hijos, sino también para el futuro de una sociedad que sea sencillamen‐ te humana. Creo que para nosotros, laicos y religiosos participantes del espíritu salesiano, sería oportuno crear instancias para compartir experiencias y estudios sobre la familia. Esta Encíclica puede ser la oportunidad para nuestra conversión pastoral y misionera en el estilo de nuestro Fundador. "Caminemos, familias, continuemos cami‐ nando". Acojamos esta exhortación del Papa Francisco y pidamos a María que se haga nuestra compañera de viaje.

*Extractado de la Circular nº 963

ARGENTINA: Visita de la Madre Yvonne La Madre General de las FMA, Yvonne Reungoat, estuvo presente en la Inspectoría de Córdoba, Argentina, durante la última quincena de agosto y los primeros días de setiembre. Durante su estada, acompañó la Asamblea Provincial de la inspectoría, participó del 125º aniver‐ sario de presencia FMA en San Nicolás de los Arroyos, se reunió con los Consejos Inspectoriales de la región, con integrantes de la Familia Salesiana y con los jóvenes del MJS. 31


PUZZLE

SI DON BOSCO VIVIERA HOY TENDRÍA UN SATÉLITE La comunicación al servicio de la evangelización “Si Don Bosco viviera hoy, tendría un satélite” le escuché decir al P. Filiberto González, Consejero para la Comunicación Social de la Congregación Salesiana. Esto fue hace algunos años, pero siempre me quedó esa frase que, debo reconocerlo, me parecía un poco disparatada. Al ir profundizando en el estudio de la vida de Don Bosco, descubrí una faceta en él, que no es tan conocida por la gente, ni que era conocida para mí: Don Bosco era un gran comunicador. En las décadas del 40 y siguientes del siglo XIX la situación socio‐religiosa y la Revolución Liberal del Piamonte generaron que Don Bosco, especialmente desde la década del 50, se volviera un verdadero apóstol de la prensa. Incluso, en el año 1885, hacia el final de su vida, escribe una circular titulada “El Apostolado de la prensa”, donde dice: “Esta es una de las tareas más importantes que me ha encomendado la Divina Providencia y sabéis lo duro e incansable que he trabajado en ello,

incluso cuando estaba dedicado a miles de otros menesteres”. Un número que nos puede ayudar a darnos cuenta de la importancia que le atribuía es que, según los estudiosos, ya en 1856 Don Bosco había escrito 26 obras. ¿Cuáles eran los temas sobre los que escribía Don Bosco? Dice Arthur Lenthi, estudioso de la Salesianidad, en uno de sus libros: “Las obras de Don Bosco pueden clasificarse de acuerdo con las necesidades que percibía y las preocupaciones que tenía en los diversos momentos de su vida”. Así que escribió desde el Reglamento del Oratorio, pasando por libros de estudio para la escuela, libros sobre espiritualidad, biografías de jóvenes, sobre el sistema métrico decimal, entre otros. El MJS del Uruguay, siendo fiel a este carisma que actúa y responde a las necesi‐ dades de la gente, especialmente de los jóvenes, está iniciando

un proyecto de una Radio on‐line. Este espacio se está armando con los aportes de los mismos jóvenes participantes. Podemos encontrar música, el comentario de la Palabra del Día, la Liturgia de las Horas y lo que los jóvenes del Uruguay necesiten. Para escuchar la radio podés descargar en tu celular la aplicación Mixlr y buscando la radio “Movimiento Juvenil Salesiano”, podés hacerte parte de este proyecto, escuchando, motivando a otros y si ves que hay una necesidad que la radio pueda satisfacer, podés proponerla. Se trata de que podamos compartir, celebrar y aprovechar cualquier medio a nuestro alcance, para anunciar al mundo de hoy que Dios nos ama. Parafraseando al P. Filiberto: Estoy seguro de que si Don Bosco viviera hoy en Uruguay… ¡tendría una radio! Link:https://play.google.com/st ore/apps/details?id=com.mixlr.a ndroid

Nicolás Soto sdb

CAMISETEANDO LA FE El diseño en las camisetas salesianas Me llamo Gabriel Suárez, tengo 19 años y vivo en la ciudad de La Paz, departamento de Canelones.

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Tengo dos hermanos: Santiago y Mariana. Yo soy el del medio. Vivimos junto a nuestros padres, Olga y Roberto. Desde nivel dos hasta cuarto de liceo cursé en el Colegio Pío y, posteriormente, hice el bachillerato en el Instituto Juan XXIII. En primera instancia opté por la diversificación de Arte y Expresión, culminando 6to de

dicha orientación en el 2014. En el año 2015 opté por volver a hacer 6to. pero esta vez, gracias a un gran discernimiento, decidí hacer la orientación Medicina, para luego comenzar la carrera de Doctor en Medicina, que curso actualmente. Aunque en este momento el arte no cumple un rol principal en mi vida, sí tuvo ese lugar durante varios


años, dándome muchas satisfacciones. “…A cada uno de nosotros nos ha dado un don especial. Quizás lo único que sé hacer es pelar papas, pero debo pelarlas hermosamente. Ese es mi amor por Dios en acción. No es cuánto hacemos, sino cuánto amor ponemos en lo que hacemos, eso es mucho más importante para Dios". Madre Teresa de Calcuta. “...amor por Dios en acción”, palabras fuertes y alentadoras; me motivan en el trabajo, en el estudio, en el servicio a los otros y, en ellos, a Dios. Como joven salesiano me mueve la acción cargada de alegría, música y color. Si me planteo cuál es el objetivo a la hora de ponerme a elaborar una imagen para remeras, logos o al elegir una caligrafía, rápidamente surge una respuesta: conservar y mostrar el sentido de Iglesia, Pueblo de Dios, donde todos somos uno y lo queremos salir a “banderear”, “camisetear”.

Con las remeras “bandereamos” porque tenemos una buena noticia que llevar; tan buena, tan nuestra, tan para todos... entonces, nos las ponemos como parte de la ropa, construyendo así nuestra identidad y llevándolas puestas a todos lados! Entonces… ¡si será importante que esté linda! Acá radica la importancia del diseño, que puede y debe servirnos de ayuda para recordar que siempre somos testimonio.

animaba los grupos asociativos, me alentó en la idea de diseñar una remera con motivo de festejar a Don Bosco. Majo y algunos más me dieron una mano en aquella primera experiencia. La composición de mis diseños está integrada por símbolos, colores, frases e imágenes que iluminaron gran parte de nuestras vivencias salesianas y que nos ayudan a recordar que la Fe es alegría hecha acción.

Al inicio cité un mensaje con un gran desafío de Santa Teresa de Calcuta: "... pelar papas, pero debo pelarlas hermosamente.” Nos encauza en una misión tan linda que nos hace felices. Nos invita a siempre actuar de la mejor forma que podamos, explotando los dones regalados. Esto nos hace sentir cerca del otro, entonces estamos también cerca del Padre. A pesar de no dominar programas informá‐ ticos específicos de diseño, un día Claudio, encargado de pastoral de primaria en el Colegio Pío, donde hasta el año pasado yo

Gabriel Suárez

La música y la Oración En nuestro corazón reside el anhelo de Dios. Muchas veces lo hacemos por caminos bien distintos y depende, en gran medida, de nuestra sensibilidad qué medios nos conectan con Aquél que puede colmar nuestra sed de Dios. Algunos experimenta‐ mos que la imagen, el arte, la belleza de las figuras, los ambientes, los colores, nos transportan al mundo de lo divino; otros sentimos que la música, la belleza de los sonidos y las armonías nos comunican con una realidad que nos trasciende. No en vano uno de los atributos de Dios es la belleza.

Necesitamos despertar aquello que nos ayuda a construir caminos de encuentro y de oración. «En lo más profundo de la condición humana descansa la espera de una presencia, el deseo silencioso de una comunión. Nunca lo olvidemos, el simple deseo de Dios es ya el comienzo de la fe». Hermano Roger Cuando una realidad del mundo, sin abandonarlo, evoca otra realidad diversa,

decimos que asume una función sacramental. Abandona su condición de cosa para constituirse en señal, símbolo, vehículo, o vínculo. ¿Qué hace que las cosas, imágenes, sonidos, etc. se transformen en algo más? Tiene que ver con nuestra mirada interior, nuestra capacidad de percibir contemplando, de una habilidad que recrea simbólicamente lo percibido. Por esto necesitamos dejar que el mundo nos penetre y se convierta en nuestro mundo, es así que revela su sacramentalidad.

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El arte, la música, participan del orden de lo humano. Revelan lo que el hombre es y cómo es. Hablan, retratan y comunican quién habita en el corazón del hombre. Cuanto más profundamente se relacione el hombre con el mundo y con las cosas de su mundo, más aparece esta sacramentalidad. Comparto con ustedes una reflexión que podemos encontrar en la página web de la comunidad de Taizé: LOS CANTOS MEDITATIVOS Link:http://www.taize.fr/es_article675.html

Para abrir las puertas de la confianza en Dios nada reemplaza la belleza de las voces humanas unidas por el canto. Esta belleza puede hacer entrever «la alegría del cielo en la tierra», como expresan los cristianos de Oriente. Y una vida interior comienza a desarrollarse.

La oración cantada es una de las expresiones más esenciales en la búsqueda de Dios. Los cantos breves y repetitivos destacan el carácter meditativo. Con pocas palabras dicen una realidad fundamental, rápidamente captada por la inteligencia. Infinitamente repetidos,

Estos cantos sostienen también la oración personal. Construyen poco a poco la unidad de la persona en Dios y pueden estar subyacentes durante el trabajo, las conversaciones, el descanso, uniendo la oración y la vida cotidiana. Incluso sin que nos demos cuenta, los cantos prolongan en nosotros una oración, en el silencio de nuestro corazón.

NADA TE TURBE Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta. Eleva tu pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo? Es gloria vana; nada tiene de estable, todo se pasa. Aspira a lo celeste, que siempre dura; fiel y rico en promesas, Dios no se muda.

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esta realidad es poco a poco interiorizada por toda la persona. Los cantos meditativos nos abren también a la escucha de Dios. En una oración común, estos cantos permiten que todos los participantes permanezcan juntos en la espera de Dios, sin que el tiempo sea demasiado limitado.

Ámala cual merece bondad inmensa; pero no hay amor fino sin la paciencia. Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera todo lo alcanza. Del infierno acosado aunque se viere, burlará sus furores quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, cruces, desgracias; siendo Dios tu tesoro nada te falta. Id, pues, bienes del mundo; id dichas vanas; aunque todo lo pierda, solo Dios basta.

¿Quién no conoce este poema de Teresa de Ávila? Lo hemos leído, lo hemos cantado, tantas veces hemos repetido sus versos en grupos de oración, haciendo espacio al silencio de todos. En momentos difíciles se lo hemos insinuado al amigo: ¡mirá que todo se pasa! Nada te turbe, decía Santa Teresa. Que Dios está por encima de todo... Te invito a escuchar la canción en la versión de Taizé; fácilmente ponemos en YouTube el título y nos aparecerán varias opciones. Si tenés la aplicación Spotify prefiero la versión que allí podés encontrar. Hay que rezarlo dejándole flecharnos el alma con cada verso, cargado de resonancias de la propia vida y de la Palabra de Dios. Cada expresión nos conecta con las sendas de la propia vida, que a veces nos resultan tortuosas o cuesta arriba. También nos introduce en el alma de la autora que se dice a sí misma: "Teresa, que nada te turbe"... Nos narra poéticamente una vivencia, un simple latido del alma. Teresa es una contemplativa de la vida y de la Palabra, una mujer que tiene un trato de amistad con Dios. A través de sus meditaciones, tantas palabras bíblicas se le han quedado prendidas en su corazón. En este poema, lo cierto es que cada verso resulta ser un anillo de empalme con palabras bíblicas que ella ha pasado tantas veces desde el libro a los ojos, y desde los ojos al alma. Los tres absolutos del poema Los tres absolutos del poema son estos: ‐ nada, nada, nada ‐ todo, todo ‐ solo Dios! Tres nadas, dos todos, un único solo Dios (Síntesis elaborada a partir del artículo del Padre Tomás Álvarez. O.C.D. en Revista "Teresa de Jesús" nº 109)

P. Sebastián Ferreyra sdb


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“¡Jugarse entero, aprendiendo a moverse en las alas del viento, con los pies en la tierra, dejar que el milagro comience adentro, y nos empuje por la huella del que amó primero! ¡Dejarnos sorprender! Ser como niños, dejarnos sorprender ante las maravillas de Dios”.

“Pampa” Reyes Vilaró Voluntario en Angola


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