AmĂŠrica
Continente Mariano
Las VĂrgenes Patronas
América
Continente Mariano
Las Vírgenes Patronas
Carmen Corona
Asociación Pro Cultura Occidental, A.C. Guadalajara, Jalisco, México
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Contenido
Prólogo ................................................................................ 13 1. La Virgen María, según la fe católica 1.1 La Virgen María es una ............................................... 23 1.2 El culto que se debe a la Virgen .................................. 24 1.3 La base teológica del culto a la Virgen ........................ 25 1.4 La Virgen: Modelo del cristiano ................................... 26 1.5 La plegaria de intercesión ........................................... 27 1.6 Las advocaciones de la Virgen .................................... 28 1.7 La devoción mariana .................................................. 30 1.8 La Virgen María y sus advocaciones en América .......... 34 2. Virgen de Guadalupe, Reina y Patrona de México y Emperatriz de América 2.1 Circunstancias históricas previas a las apariciones ...... 39 2.2 Las apariciones .......................................................... 46 2.3 La Virgen de Guadalupe de Cáceres, España .............. 53 2.4 Etimología del nombre de esta advocación ................. 54
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Ca rmen Coron a 2.5 Descripción de la imagen de la Virgen de Guadalupe mexicana ................................................ 56 2.6 La Virgen de Guadalupe en la Historia de México ........ 60 2.7 El Mensajero de la Virgen ............................................ 63 2.8 El culto a la Virgen de Guadalupe ............................... 66 3. Virgen Aparecida, Patrona de Brasil 3.1 Hallazgo de la Virgen Aparecida .................................. 69 3.2 Factura de la Imagen .................................................. 70 3.3 Milagros atribuidos a la Virgen Aparecida .................... 71 3.4 Importancia del culto a la Virgen Aparecida en la identidad del pueblo brasileño ................................ 72 4. Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba 4.1 El hallazgo de la Imagen ............................................. 77 4.2 Descripción de la Imagen ........................................... 79 4.3 Origen del nombre de Mambisa y la cubanía ............... 80 4.4 El culto a la Virgen de la Caridad del Cobre ................. 81 4.5 El culto a la Virgen de la Caridad del Cobre en el exilio .................................................. ............... 83 5. Virgen del Carmen de Maipú, Patrona de Chile 5.1 Origen bíblico de la advocación de la Virgen del Carmen ............................................................... 87 5.2 Expansión en Europa de la Orden del Carmelo ........... 89 5.3. Descripción de la Imagen de la Virgen del Carmen ..... 91 5.4 Los primeros carmelitas en Chile ................................ 92 5.5 La Virgen del Carmen, Generala del ejército ................ 93 5.6 El culto a la Virgen del Carmen de Maipú .................... 95 6. Virgen del Rosario de Chiquinquirá, Patrona de Colombia; Nôtre Dame du Cap, Patrona de Canadá y Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Guatemala 6.1 Origen de la advocación de la Virgen del Rosario ...... 101 6.2 Origen de la Imagen de la Virgen de Chiquinquirá ..... 102 6.3 Descripción de la Imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá .......................................... 104 6.4 Curaciones atribuidas a la Virgen de Chiquinquirá ..... 102 6.5 La Virgen de Chiquinquirá y la independencia de la Nueva Granada ................................................... 106 6.6 El culto a la Virgen de Chiquinquirá ........................... 108
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América Continente Mariano Las Vírgenes Patronas 6.7 Nôtre Dame du Cap de la Madeleine, Quebec, Patrona de Canadá ................................................. 110 6.8 Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Guatemala .. 116 6.9 Descripción de la Imagen de la Virgen del Rosario de Guatemala ............................................. 117 6.10 El culto a la Virgen del Rosario de Guatemala ......... 118 7. Virgen de la Inmaculada Concepción, Patrona de los Estados Unidos; Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina; Nuestra Señora de Suyapa, Patrona de Honduras; Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de El Viejo, Patrona de Nicaragua y Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, Patrona de Paraguay 7.1 Origen de la advocación de la Inmaculada Concepción de María .............................................. 123 7.2 Descripción de la Imagen de la Inmaculada Concepción ............................................................ 124 7.3 La Inmaculada Concepción, Patrona de los Estados Unidos ....................................................... 125 7.4 La Virgen de Luján, Patrona de Argentina .................. 129 7.5 La Virgen de Luján en la historia de Argentina ........... 134 7.6 Expansión del culto a la Virgen de Luján ................... 136 7.7 Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Suyapa, Patrona de Honduras ............................ 137 7.8 Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de El Viejo, Patrona de Nicaragua ............................ 139 7.9 Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, Patrona de Paraguay ............................................... 141 7.10 Descripción de la Imagen de la Virgen de los Milagros de Caacupé .............................................. 143 7.11 El culto a la Virgen de los Milagros de Caacupé ....... 143 8. Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Perú y Nuestra Señora de la Evangelización, Patrona de Lima 8.1 Orígenes del culto a la Virgen de las Mercedes en Cataluña ................................................................. 151 8.2 Descripción de la Imagen de la Virgen de la Merced .. 153 8.3 La Virgen de la Merced en América ........................... 153 8.4 La Virgen de la Merced en la historia de Perú ............. 155 8.5 El culto a la Virgen de la Merced en Perú .................. 156 8.6 Nuestra Señora de la Evangelización, Patrona de Lima ................................................................... 158
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Ca rmen Coron a 9. Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela 9.1 Historia de la aparición de la Virgen de Coromoto ..... 161 9.2 Descripción de la Imagen de la Virgen de Coromoto ................................................................ 163 9.3 El culto a la Virgen de Coromoto ............................... 163 10. Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica 10.1 Descripción de la Imagen de Nuestra Señora de los Ángeles .................................................... 168 10.2 El culto a la Virgen de los Ángeles ......................... 169 11. Origen de las advocaciones de Nuestra Señora de la Antigua, Patrona de Panamá y Nuestra Señora de los Treinta y Tres, Patrona de Uruguay 11.1 Origen de la Advocación de Nuestra Señora de la Asunción ............................................................ 175 11.2 La Virgen de la Antigua en España ........................ 177 11.3 La Virgen de la Antigua en América ...................... 179 11.4 Descripción de la Imagen ..................................... 181 11.5 El culto a la Virgen de la Antigua ........................... 181 11.6 La Virgen de los Treinta y Tres, patrona de Uruguay .............................................................. 182 11.7 Descripción de la Imagen de la Virgen de los Treinta y Tres ....................................................... 182 11.8 La Virgen de los Treinta y Tres en la historia de Uruguay ........................................................... 183 11.9 El culto a la Virgen de los Treinta y Tres ................. 184 12. Nuestra Señora de la Divina Providencia, Patrona de Puerto Rico 12.1 Origen de la advocación de la Divina Providencia y su llegada a Puerto Rico ...................................... 187 12.2 Descripción de la Imagen ....................................... 189 12.3 El culto a la Virgen de la Divina Providencia en Puerto Rico ....................................................... 190 13. Nuestra Señora de la Presentación del Quinche, Patrona de Ecuador 13.1 Origen de la advocación de la Presentación de Nuestra Señora ............................................... 193 13.2 La Virgen de la Presentación en Ecuador .............. 195
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América Continente Mariano Las Vírgenes Patronas 13.3 Descripción de la Imagen ....................................... 197 13.4 El culto a la Virgen del Quinche .............................. 197 14. Nuestra Señora de la Paz, Patrona de El Salvador 14.1 Origen de la advocación de Nuestra Señora de la Paz de El Salvador ........................................ 202 14.2 Descripción de la Imagen ..................................... 203 14.3 El culto a Nuestra Señora de la Paz ....................... 203 15. Vírgenes de las Mercedes y de la Altagracia, Patronas de la República Dominicana 15.1 Llegada de la Virgen de las Mercedes a la Isla de la Española ..................................................... 207 15.2 Virgen de la Altagracia, Patrona y Protectora de la República Dominicana ................................. 209 15.3 Descripción de la Imagen de Nuestra Señora de la Altagracia .................................................... 210 15.4 El culto a la Virgen de la Altagracia ....................... 211 16. Virgen del Perpetuo Socorro, Patrona de Haití 16.1 Descripción de la Imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro ................................................. 217 16.2 El culto a la Virgen del Perpetuo Socorro en Haití .... 218 17. Virgen de la Candelaria de Copacabana, Patrona de Bolivia 17.1 Origen remoto de esta advocación ........................ 221 17.2 Virgen de la Candelaria en las Islas Canarias .......... 223 17.3 Virgen de la Candelaria en América ............................223 17.4 Descripción de la Imagen de la Virgen de Copacabana ......................................................... 224 17.5 El culto a la Virgen de Copacabana ........................ 226 Epílogo .............................................................................. 229 Fuentes consultadas .......................................................... 235 Apéndice ............................................................................ 245 Agradecimientos ................................................................. 249
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AÚN NO HABÍA COLLADOS, NI MONTES, SEÑORA, NI MARES NI AURORAS, NI SUAVE ARREBOL Y YA TÚ EXISTÍAS DE DIOS EN LA MENTE, OH VIRGEN CLEMENTE MÁS BELLA QUE EL SOL (Antiguo canto del Rosario, atribuido al padre Lemus)
Prólogo
Este pequeño libro no está dedicado a los historiadores y tampoco es, de hecho, un libro devocional. Es más bien una sencilla obra de divulgación y síntesis del fundamento del culto mariano en el continente americano y sus repercusiones en la vida cultual y cultural del continente, desde el siglo XVI hasta el siglo XXI. Hemos tenido en cuenta algunos principios que a nuestro parecer deben destacarse para que los fines de la lectura resulten más evidentes. Partimos, en lo relativo a las verdades de la fe, de la doctrina tradicionalmente profesada por la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, desde su fundación hasta este siglo XXI. Los documentos de partida son en primer lugar las Sagradas Escrituras, la fe mariana 13
Ca rmen Coron a expresada por los Padres de la Iglesia y los documentos científicos y tradicionales que en algunos casos se han encontrado. En lo que respecta a la metodología del trabajo, hacemos un breve resumen de lo que se refiere a la historia de cada país y al impacto que la fe religiosa católica ha causado en cada pueblo en donde se profesa o se ha profesado. Nuestra intención es destacar de manera especial la relación, nunca interrumpida, entre las advocaciones marianas nacidas en Oriente o en Europa y las advocaciones marianas de América, tratando de resaltar así la unidad en la fe a través del tiempo y del espacio. Un hilo conductor une a los cristianos de todos los tiempos y de todas las geografías a través del culto católico mariano. Aquí vemos el verdadero universalismo de la religión católica, como indica su significado etimológico. Hemos interpretado, tal como la mayoría de nuestras fuentes lo han hecho antes que nosotros, los símbolos religiosos y en particular el culto mariano, como factores de homogeneidad, de amalgama y unión fraterna social y cultural. Esto se inició en un contexto en el que aún no existía una patria propiamente, en que se carecía de símbolos patrios y en el que la diversidad étnica y social había adquirido perfiles dramáticos. Fue precisamente el culto mariano el que sirvió de vehículo para evangelizar de manera más integral a los pueblos de América, que tocados por la gracia a través de la intercesión de Nuestra Señora, la Virgen María, aceptaron el catolicismo. Esto se realizó mediante un singular y único proceso de inculturación del catolicismo en todos los países de América. 14
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También hemos procurado hacer una sencilla iconografía o descripción de cada imagen de las Vírgenes Patronas de América, con el fin de señalar de manera más clara para el fiel de nuestros días, el sentido místico que tienen las imágenes y sus atributos. Hemos incluido una imagen de cada advocación, para mayor comprensión de su contenido simbólico. En todo momento hemos tenido en mente al fiel católico promedio, que aun desde su convicción religiosa puede no estar muy bien informado. Con este trabajo pretendemos dar una herramienta para que estas verdades reveladas a los sencillos y a los humildes (Mateo 11, 25), según las propias palabras de Nuestro Señor Jesucristo, les ayuden a cumplir con su obligación de dar razón de su esperanza en el mundo como aconsejaba San Pedro (1 Pedro 3, 15). Reconocemos que en este siglo XXI la secularización de la sociedad y el racionalismo más extremo que no cree ninguna verdad que no se haya confirmado por las evidencias físicas y mensurables, se han convertido en los mayores obstáculos que encuentra la fe religiosa. Inclusive ha sido categorizada por muchos como mito, lo cual equivale a decir, cosa indigna de creer por una persona instruida. En cambio, nosotros afirmamos que el hombre –por más científico que sea– no es la medida de todas las cosas, error que desde tiempos remotos afirmaban ya los sofistas. Afirmamos la primacía de la fe sustentada en las Sagradas Escrituras, en la Tradición de los santos padres y doctores y en el Magisterio de la Iglesia que en conjunto son los fundamentos de la fe. Afirmamos 15
Ca rmen Coron a que la negación de la existencia de Dios, y por ende de los hechos sobrenaturales no es ni siquiera una postura científica, porque estrictamente hablando nadie puede afirmar que tiene la certeza de que Dios no existe. Chesterton, el gran escritor inglés, afirmó que el ateísmo es el más atrevido de los dogmas porque es la afirmación de un negativo universal. El mismo Cristo nos reveló que la Iglesia siempre sería perseguida. En efecto, estos últimos años, que no dudamos en llamar apocalípticos, han sido verdaderamente aciagos para la Iglesia porque los mayores enemigos han salido de su propio seno, debido a la defección e infidelidad de muchos sacerdotes y laicos. Otras causas han sido la laxitud de las costumbres, la falta de respeto a la dignidad de la persona humana desde su concepción hasta su muerte natural y la pérdida total del sentido de lo religioso o de lo sacro. Además hay frecuentemente una ignorancia de la doctrina católica, aun en los que se dicen fieles. Humildemente aceptamos y reconocemos que la fe no es primariamente una acción humana, sino un don de la gracia. Sin embargo, es indispensable, para que esta fe sea completa, la cooperación del hombre y su adhesión a ella. Es necesario que el hombre quiera creer para que crezca la fe y se realice el milagro. La fe no es pasiva; hay actos de fe que indican que nuestra voluntad se somete a la voluntad de Dios para que se nos otorgue la gracia de creer. No es suficiente una proclamación del nombre de Jesús, porque el mismo Jesús nos dijo: “no todo aquel que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino aquel que cumple la palabra de Dios (Lucas 6, 16
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46)”. Y cuando el Señor increpa a los que profesaban una fe meramente externa, les dice “¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que digo?”. El último criterio de salvación no será la fe en abstracto, sino la fe y las buenas obras, como queda claro en muchas partes de los Evangelios y de las enseñanzas de los apóstoles en sus epístolas. En Mateo 12, 49 encontramos esta confirmación: Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre. La voluntad del Padre queda explicada por nuestro propio Señor Jesucristo en el evangelio de San Mateo, capítulos 5 a 7, en donde da los nuevos mandamientos del cristiano: las bienaventuranzas. Estos van más allá de la justicia de los escribas y fariseos. Para rematar esta enseñanza de la Iglesia Católica, citamos unas palabras definitivas del apóstol Santiago: Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin las obras, está muerta (Santiago 2, 26). Por esa fe la Virgen María es saludada por su pariente Isabel como dichosa por haber creído que se cumplirían en ella los designios de Dios (cfr. Lucas 1, 45). La fe nos abre al milagro, a la gracia y sólo por la gracia se puede creer. Acudimos al patrocinio e intercesión de la Santísima Virgen María que, declarada Madre de Dios desde el Concilio de Éfeso en el año 431, pide constante oración para que estos tiempos se acorten, especialmente desde Lourdes (1858) y Fátima (1917). El milagro, considerado por muchos como una invención de la Iglesia o como un fenómeno resultado de causas físicas que no se han identificado aún, ha sido definido por los grandes teólogos de diversas 17
Ca rmen Coron a maneras. Todos coinciden en que para ser calificado de milagro un hecho debe tener como finalidad la salvación, entendida como la conversión a la fe en Cristo y su misión. El padre René Latourelle dice que a menudo la resistencia o la alergia al milagro proviene de una presentación caricaturesca del mismo. Y añade que una definición del milagro, para ser válida, tiene que integrar los datos esenciales de la Escritura, de la Tradición y del Magisterio (Latourelle, René, Milagros de Jesús y Teología del Milagro, ediciones Sígueme, Salamanca, 1997, p. 293). Siguiendo a Latourelle, mencionamos que se excluye de la denominación de milagro todo aquello que pertenezca a la categoría de lo maravilloso, de lo fantasmagórico, de lo fabuloso, de lo legendario y de lo mítico (op. cit., p. 310). Las apariciones de la Virgen María en América tienden precisamente a mostrar las verdades evangélicas a los pueblos que nacen del mestizaje; la Virgen es la Odigitria, la que muestra el camino, el camino que es Cristo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14, 6). Todos los hechos relacionados con la Virgen María han sido en algún momento refutados por aquellas personas que creen en la Sola Scriptura, o bien que no aceptan el milagro que va inherente a la acción de la gracia en las manifestaciones de la Virgen María. Los que creen en la Sola Scriptura y niegan la Tradición están sujetos a la libre interpretación de las Sagradas Escrituras, lo que da por resultado la fragmentación en numerosas denominaciones que se generan según quien las interprete. El teólogo P. Reginald Garrigou-Lagrange, en tiempos ya recientes, pero fundándose en San Agustín, en 18
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Santo Tomás y en San Alberto Magno, definió el milagro como un hecho producido por Dios en el mundo fuera del orden de actuar de toda la naturaleza creada (Latourelle, op. cit., p. 302). A esto hay que agregar que el milagro es un signo de la gracia, de orden físico, espiritual o moral que revela la salvación, la vida. Es un hecho divino que tiene a Dios por autor como un signo de la presencia ininterrumpida en el mundo del amor y de la misericordia de Dios, que salva y renueva todas las cosas, no solamente en apariencia, sino en verdad, y vale para todos los hombres de ayer, de hoy y de todos los tiempos (cfr. op. cit., pp. 309 y sig.). El milagro nunca es en vano. Tiene por fin establecer la autenticidad del mensaje de salvación y es él mismo revelación, luz, evangelio, mensaje y palabra (op. cit., p. 325). El milagro que acompaña el hecho mariano, especialmente en América, es precisamente todo esto y su mejor expresión es la adhesión de los pueblos a la fe católica y por ende a la palabra de Dios. Y para todos aquellos que rechazan el milagro y lo consideran o cosa del pasado, o mera sugestión psicológica o que sólo los ignorantes creen en él, citaremos brevemente, como lo hace el Padre Latourelle en la obra que hemos ya mencionado, la historia del médico francés Alexis Carrel (1873-1944), Premio Nobel de Fisiología en el año 1912. Carrel era un médico notable, precursor de procedimientos ahora empleados en el trasplante de órganos. Era de los científicos, de los escépticos en materia religiosa, de los positivistas, de los que sólo creen en la ciencia. 19
Ca rmen Coron a Cuando por casualidad, un médico amigo suyo le pidió que acompañara a un grupo de enfermos que iba a Lourdes a pedir la intercesión de la Virgen para obtener la salud, Carrel tuvo que asistir como médico a Marie Ferrand, una enferma terminal. En el camino, debido a los intensos dolores que sufría, el doctor Carrel le administró morfina en dos ocasiones y escribió en su cuaderno de notas que según la ciencia médica, la enferma tenía sólo algunas horas de vida. Al llegar a la gruta de Lourdes, Carrel se situó cerca de la enferma y estuvo comprobando sus signos vitales. Para su sorpresa, éstos empezaron a normalizarse. La curación total de la enferma se comprobó poco más tarde. Carrel, como médico y como científico, trató primero de explicar el hecho como debido a factores psíquicos. Sin embargo, comprobó que no se ha dado nunca el caso de que una curación instantánea se realice en una enferma de tuberculosis terminal que además tiene una historia familiar de tuberculosos. Este hecho no era posible explicarlo por mera sugestión psíquica. En su búsqueda de una explicación, el doctor Carrel agotó todos los recursos científicos. No halló ninguno que explicara esta curación. El milagro de Lourdes fue doble: la enferma recuperó la salud y el doctor Carrel aceptó el milagro y por ende, recibió el premio de la fe. Posteriormente, el doctor Carrel escribió su experiencia en un libro titulado Un viaje a Lourdes. Los pueblos del continente americano, a pesar de los constantes ataques a la fe religiosa que han tenido en su historia, son en general pueblos abiertos a la gracia y al milagro porque aceptan que Dios todo 20
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lo puede. Precisamente, el mayor milagro mariano es la adhesión de todo un continente a la fe católica y el verdadero milagro de la fe todavía está vigente en los creyentes como lo estuvo en las ocasiones en que la Madre de Dios quiso manifestarse. Todo milagro es una respuesta de Dios a la fe. La Escritura confirma que Cristo o sus apóstoles no realizaron milagros donde no encontraron fe, aunque se tratara de judíos devotos (cfr. Marcos 6, 5). En cambio, entre los paganos que demostraban fe, sí los realizaron. Sirvan los siguientes ejemplos como muestra: el milagro de la curación del esclavo del Centurión (Mateo 8, 5-13 y Lucas 7, 1-10); la curación de la hija de la mujer cananea (Mateo 15, 21-28 y Marcos 7, 24-30); la samaritana que creyó en Jesús como en el verdadero Mesías (Juan 4, 1-45); y el milagro de Naamán que el profeta Eliseo curó de la lepra (2 Reyes 5, 1-27). Como dice el Evangelio de San Lucas para Dios no hay nada imposible (Lucas 1, 37). Le pedimos confiadamente a Dios Padre que este continente, católico en su mayoría, encuentre el camino al corazón de Dios guiado por María, la Estrella de la Mar.
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