I
os proponemos escribir una serie de artículos, cuyo objeto queda enunciado en el título que encabeza estas líneas. Creemos que la difícil tarea del periodista se cumple más fielmente cuando se tratan las cuestiones de más interes pa ra los pueblos, con la constancia y la imparcialidad que requieren; y nadie pondrá en duda la alta importancia que en sí mismo en traña el asunto que boy nos ocupa. No teuemos nosotros la ilustración que se necesita para hacer siquiera una reseña histórica de la Beneficencia en México; sabe mos, como todos, que antes de la conquista se reputaban buenas obras las peregrinaciones y limosnas; que los españoles fundaron cajas para socorrer á los indios enfermos en el territorio, de 8 á 10 leguas; que á la filantropía del conde de Regla se debe la fun dación del Monte de Piedad; que M eanay Aldaco fundaron el gran Asilo para huérfanas Vizcaínas, y que Hernán Cortés, como una compensación de la Noche Triste, quiso dar dias de alivio á los enfermos, fundando un Hospital que guardó por mucho tiem po sus restos. Sabemos que la Orden de los Bethlemitasy la de San Hipólito, fundada por nuestro compatriota Bernardíno Alvarez, fueron en su tiempo benéficas para los desvalidos; pero aprovechar todos los importantes datos para formar la historia de la beneficencia