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'» de la Merced

LOS MONASTERIOS. 103

to, natural de México. Murió el día 6 de Junio de 1843.

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Los cadáveres eran sepultados en los sepulcros de la iglesia de este nombre, y al cabo de cierto tiempo se extraían los restos para depositarlos en el osario.

Para el establecimiento en México del Santo^ Tribunal de la Inquisición, los P P. dominicos cedieron el primitivo local que, á su llegada, se les designó para fundar su convento. Uicho tribunal ejerció sus tristes y lúgubres funciones hasta su extinción, por decreto de l a8 Cortes Españolas de 1813, y aunque fué restablecido en 1814, dejó para siempre de existir en 1820. Del antiguo edificio nos han Quedado las noticias siguientes: En la parte ba.ia se hallaba un segundo patio llamado de los Naranjos, ( hoy la casa de la Perpetua que tué del esclarecido poeta D. José Joaquín Pesado). Al rededor del cual se hallaban 19 calabozos y detrás de ellos otros tantos jardininos ó asoleaderos, en los cuales los presos saa n a recibir el sol y otra prisión llamada rope*j° compuesta de tres piezas y algunos otros. En la parte alta se hallaban la Sala de Audiencia y los departamentos de oficiales y ministros, dando entrada á la primera una pieza adornada con 40 retratos de inquisidores. Constituían el ornato y mueblaje de dicha Sala, columnas y cornisas de orden compuesto, rica apicería, de damasco encarnado, un altar bien ecorado en la cabecera sur, con una pintura que representaba á San Ildefonso recibiendo a casulla de manos de la Santísima Virgen, un ablado en el lado opuesto sobre el cual estaba a mesa de los inquisidores y bajo de un dosel

U8 tres sillones con cojines y almohadones que eran, como aquél, de terciopelo carmesí c°n franjas y borlas de oro; y por último á los 08 del dosel que ostentaba las armas reales y un crucifijo, dos ángeles de los cuales uno ?n í^ e n una mano la oliva y en la otra la emente inscripción : Nolo mortem impii, sed ^ c°nvertatur et vivat, y el otro en la mano ei*echa una espada y en la izquierda la ins!pción: ad fasciendam vindictam in natiotoiis: increpationis in populis. La sala se fuñicaba directamente con las prisiones y n un departamento, tal vez el de los tormén-

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8 - Una puerta/junto al dosel se hallaba llena de agujeros á fin de que el delator y testigos pudiesen ver á los reos sin ser por ellos reconocidos.

Dos dichos agudos del pueblo demostraban, uno, el temor que inspiraba el Santo Oficio con sólo nombrarlo: Al rey y á la Inquisición chitan y, otro, el desprestigio en que al fin había caído el tribunal: un Santo Cristo, dos candeleras y tres majaderos.

La Inquisición de México celebró Varios autos de fe en Santo Domingo, en la Catedral, en la Profesa y en la Plaza, del Volador que fué el más notable. (Véase; Historia/de México y de su civilización, pág. 74). La plaza del Volador llamada así por los juegos de este nombre que en ella se efectuaban, formó parte del antiguo palacio de Motecuhzoma, pasó al dominio de Cortés y de s us herederos y al del Ayuntamiento por compra que á éstos hizo en 1837. Los actuales edificios sustituyeron á las barracas d e madera d e 1 antiguo mercado quesubsistieron hasta 1841. La DOMINICOS. I n q u i s i c i ón tenía el Quemadero, al Oriente de San Diego ó sea el terreno que comprende la mitad de la Alameda.

Los dominicos poseían el Colegio de Porta Cœli, fundado en 1603 en las casas compradas á Do Isabel de Lujan en 12,800 pesos, dedicándose el templo en Mayo de 1771. El colegio fué dividido en lotes en 1861 y vendido á particulares. El templo permanece en pie y abierto al culto católico y el Colegio convertido en casas particulares presenta en el exterior el mismo aspecto que poseía antes, particularmente en la parte que corresponde á la calle Bajos de Porta Cœli, con un raquítico ventanaje perteneciente á las antiguas celdas.

Fr. Domingo de Betanzos, hijo de ricos é

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KL LIBRO DE MIS RECUERDOS.

ilustres padres, abrazó la carrera eclesiástica para bien de la humanidad. Intimo amigo del benemérito franciscano Fr. Martín de Valencia, del virtuoso Obispo Zumárraga á quien asistió en sns últimos momentos y del esclarecido virrey Don Antonio de Mendoza, tratalia con ellos de todos los asuntos que propendían A procurar el bien de la raza conquistada, noble sentimiento que desarrollaba por medio de la caridad, de la predicación y del ejemplo, motivo por el cual era llamado justamente, por unos, el apóstol mexicano, y, por otros, el varón santo.

Al lado del P. Betanzos se alza la preeminente figura de Fr. Bartolomé de las Casas segundo obispo de la Provincia de Chiapas, quien por sus obras y escritos en favor de la raza, conquistada, tuvo no pocos enemigos.

Con el título de Santiago do la Orden de predicadores, los dominicos se erigieron en 10:52 en Provincia independiente de la de S a n ta Cruz de la Isla Española, en virtud de las bulas del papa Clemente V I I, debido á las instancias del P. Betanzos, y de ella nacieron las Provincias de Santiago de Guatemala en l.V)l, cuyo primer convento debió su fundación al mismo padre, la de S. Hipólito de Oaxaca en l.">92, la de Puebla de los ángeles en K)ii5 y la de S. Vicente de Chiapas.

Multiplicáronse los conventos en el país,aunque ya en 18H1, é|x>ea di' la exclaustración, había reducídose mucho el número, y solamente existían los siguientes: México. San Pedro y San Pablo de Querétaro, Azcapotzalco, Guadalajara. Zacatecas. San J u an del Kío, Sombrerete y Cuantía, de la Provincia de México: Tehuantopec. Yanhuitlán y Tlaxiaco en la de Oaxaca: Puebla. Veracruz, Teposcolula y Cuida huac en la de Puebla y S an Cristóbal en la de Chiapas.

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CONVENTO DE LA MERCED.

;If'^fOS primeros religiosos, mercedarios que ^ F pisaron el suelo mexicano, (15P.I) fueron F r. Bartolomé de Olmedo y Fr. J u an de las Varillas. El P. Olmedo, por sus virtudes y humanitarias labores respecto de los indios, fué un insigne sacerdote, digno precursor de los misioneros franciscanos, "uno de esos piadosos varones, según los conceptos de Proscott, (pie ofrecen el ejemplo raro, en todos tiem]M)H. de un celo ardiente, unido á un espíritu de Viva Caridad y de hermosas acciones, acordes con los sabios preceptos que se inculcan." Compañero constante de Cortés hallóse en todos los lances de la conquista, siempre dispuesto á mitigar los sufrimientos del pueblo conquistado.

Recibidos en Tabasco los españoles en son de guerra ]>or los indígenas, aprestáronse á 1¡1 lucha (pie fué tenaz ]K>r las frecuentes arremetidas de los (pie defendían su territorio y cuyo número acrecía prodigiosamente. Tres días consecutivos duró la lucha, pero en el último. 2") de Marzo, las huestes españolas, después de asistir á la ceremonia de la misa que dijo el i P. Olmedo, según de ello nos informa Bernal ! Díaz del Castillo, alcanzaron la, célebre y deI cisiva victoria en los canqxjs de Ceutla, lugar j en que se erigió una población con el nombre | de Santa María de la Victoria. Vencidos los indios y, tal vez, movidos del deseo de? alejar de su territorio á los españo| les, de acuerdo con la protesta de paz y amis-

LOS MONASTERIOS.

tad que les hicieron, al día siguiente acudieron al campo del afortunado Cortés y obsequiáronle objetos de valor y veinte doncellas entre las que se contaba la célebre Malinje llevando en su compañía á otro ameritado mercedario Fr. Juan de las Varillas.

Una nota correspondiente al Capítulo XV de la Crónica de la Merced del P. Pareja, dice lo que sigue en justo elogio del P. Olmedo: "Digno es de que la Nueva España erigiese estatuas ó por lo menos eternizase su memoria con el elogio, que para darle alma á un lienzo en que el M. R. P. Fray Juan Antonio de Segura lo hizo representar bautizando á Ixtlilxochitl, rey de Texcoco le concibió en esta décima:

Aplaúdate este Orbe entero, Grande Fr. Bartolomé Porque para el Sol de fé Le serviste de lucero: De haber sido tú el primero De este Orbe conquistador, Nadie borra el explendor, Que aunque otros después vinieron Ellos apóstoles fueron, Pero tú su precursor."

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Seis años después, 1530, llegó con el mismo Cortés, á su regreso de España el P. Fr.

FR. BARTOLOMÉ DE OLMEDO.

cûe de origen mexicano. Catequizadas éstas P°r la predicación del P. Olmedo, con la intervención del intérprete Jerónimo de Aguilar que durante su cautiverio en Yucatán aprendido había el idioma de los indígenas, fueron bautizadas por el mismo P, Olmedo á quien ayudaba en todos sus actos el Clérigo Juan •Uíaz. La Malinche que, como se sabe, fué lapoderosa auxiliar de Cortés para la consecución 5 e su grande empresa, recibió el nombre de Doña Marina.

Seguir paso á paso la vida del benemérito Wercedario, Fr. Bartolomé de Olmedo, me obligaría á extenderme más de lo que conviene al Presente artículo, y basta saber que ni las privaciones, ni las fatigas,ni las penalidades consiguientes ala ardua empresa acometida por Cortés, hiciéronle desmayar en sus humanitarios Propósitos respecto de la siempre desgraciada raza indígena.

El P. Olmedo, anciano, fatigado y enfermo n o pudo acompañar á Cortés en su expedición

Las Hibueras y murió en México poco tiemP° después de haber aquél emprendido su via-

BAUTISMO DE IXTLILXOCHITL EN TEXCOCO.

Juan José de Leguízamo con otros diez religiosos de la misma orden, quienes después de una corta permanencia en la entonces Nueva

España, pasaron á Guatemala, «on Pedro de fundar conventos en México y en otras poblaAlvarado, donde hicieron su primera fundación, ciones. Con esta autorización abrieron los paaumentando su número con nuevos profesos. dres su noviciado en el que entraban jóvenes Faltándoles allá medios para poder instruir á de familias distinguidas, lo que originó conl os estudian- tradiciones por tes, mandában- parte de las olos á México tras comunidapara que si- des y una conguiesen los troversia c on Cursos de la el ordinario, á Universidad, la que puso térconcluidos los mino, eñ favor cuales, los más de los merceregresaban á darios, una céGuatemala. Al dula del rey, principio se expedida el 30 hospedaban en de Septiembre u n mesón y de 1595, por la luego en la ca- que se ordenasa que por San ba al Virrey y H i p ó l i to .les á la Audiencia proporcionó que amparasen un antiguo aCONVENTO DE LA MERCED.-EXTER1OR.-LAD0 PONIENTE. á dichos relimigo del padre Olmedo, hasta que en 1589 pudieron adquirir con limosnas su habitación por San Lázaro cerca del lugar en' que estábanlas ataranzas. Ensanchada aquella sucesivamengiosos. El mismo P. Vera remitió de Guatemala á México, en 1596, una imagen de Nuestra Sra. de la Merced la cual se veneró en el templo. te se transformó en convento en 1593, con sus Por hallarse el Convento muy distante del correspondientes eeldas y oficinas. centro, resolvieron los religiosos trasladarse En el mis- al lugar en que mo ano el Vi- hoy subsisten rey dio pase á unos paredodos cédulas del nes en ruina, monarca espa- el mercado de ñol, por las que. la Merced y un se daba á los hermoso clauspadres la fa- tro convertido cultad de fun- desgraciadadar en Méxi- mente en cuarco un colegio, tel, á orillas el cual se ins- del canal. Ese ti tuyo en la lugar fué adexpresada ca- quirido por los sa pero sólo padres en 18 para doce es- mil pesos en tudiantes. LA MERCED.-INTEraOR 1601ymásadeEl P. Fr. Francisco Veraquehabíapasado lante varias casas y un mesón, pero como" les á España como Procurador de la Provincia de quedaba de por medio un callejón ..que queGuatemala, regresó á Nueva España con el rían cerrar y para ello se les negara la licenr cargo de Vicario general (1594) viniendo en su cia por el Virrey, Conde de Monterrey, ocucompañía ocho religiosos con facultades de rrieron á las vías de hecho, y en una noche

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tapiaron los dos extremos de la estrecha vía, lo que dio motivo á que el pueblo se amotinara y acudiera al Virrey para que se reparase el mal causado por tal abuso, más á pesar de todo, el acto quedó consumado. La conducta del Virrey es una prueba en 2>ro de los que creen que tal acto fué i>or él mismo aconsejado.

En 1602 comenzaron la construcción de su primer templo, disponiendo al efecto de los fondos que les proporcionaba la explotación de una mina de Zacualpan, que les fué cedida, así como de buenos materiales que extraían del cerro de Santa Marta.

Por bula del papa Paulo V, el Convento fué segregado de la Provincia de Guatemala y elevado con otros, ya fundados en Nueva E s p a ñ a, en Provincia independiente con el título de " L a Visitación de Nuestra Señora" el 27 de Marzo de 1619, siendo su primer provincial el P. l ' r. B e n i t o Martínez. jEn la página siguiente se expresan los conventos y hospicios que tenía la Provincia.

Deseando los religiosos sustituir su mezquina Iglesia por otra de mayores proporciones acudieron, para lograr su objeto, al arbitrio de las limosnas, solicitando cien protectores, suscrito cada cual con la suma de mil Pesos, mediante el ofrecimiento que á todos se íes hizo de gozar del patronato con los privilegios consiguientes. Pronto adquirieron los 100,000 pesos, encabezando la suscrición el » irrey marqués de Cerralvo, quien puso la Primera piedra del nuevo templo el 20 de Marzo de 16iM, el cual fué terminado el ¿50 de Agosto dé 1654, quedando la primitiva iglesia con. a g r a da á la Tercera Orden de Nuestra Señora d e la Merced.

En 1862, comoresultado de la extinción de las Ordenes monásticas, se dio principio a la demolición del convento y de la iglesia. Era ésta espaciosa y de tres naves, resguardada por un techo de dos aguas, formado exterionnente de láminas de zinc y cubierto interiormente por un bello artesonado, sustituyendo á la cúpula una pirámide hueca exagonal con una ventanilla en cada faz y con los detalles del techo en general. El templo estaba construido de Norte á Sur, á este rumbo la ábside y á aquel las tres puertas correspondientes á las naves. El atrio era cuadrado, limitado al Sur y al Este por las portadas del templo mayor y de la Santa Escuela y por el Norte y Oeste por dos tapias con sus correspondientes entradas. Verdaderamente era admirable < el c l a u s t ro principal que podía competir en elegancia con los célebres de Italia. Hallábase limitado el patio por hermosas a r c a d as sostenidas por columnas dóricas en el piso inferior y CLAUSTRO DE LA MERCED. \x>r otras muy h e r m o s as y corintias, en doble número, en el superior. Sobre el corniznmento del primero, bellamente ornamentado como los arcos, descansaban las columnas de la arcada superior, decoradas en sus fustes con relieves y arrancando de sus capiteles graciosos arcos dentellados que servían de soportes al rico cornizameuto del segundo cuerpo del edificio. Dichas columnas se hallaban colocadas simétricamente correspondiendo unas á las columnas y otras á las claves de la arcada del primer piso. Las paredes de los corredores bajos del claustro estaban cubiertas por quince grandes cuadros (pie representaban Ja vida de San Pedro Nolasco, ejecutados por pintores mexicanos, pertenecientes á la época artística de México, y las de los corredores

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