MARTIN SANCHO GONZALEZ
C
omo todas las noches antes de ir a dormir, el niño le dijo a su padre:
- ¡Papá! Cuéntame un cuento, yo quiero un cuento. - Está bien, está bien –exclamó su padre. ¿Cuál quieres que te cuente hoy? - ¡¡¡El
del
Príncipe
llamado
MARTÍN!!! Es el que más me gusta. - De acuerdo, vamos allá.