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Previniendo a violencia de pareja
MAURICIO ZURITA HERNÁNDEZ Criminología, criminalística y técnicas periciales Oaxaca de Juárez, Oaxaca
Previniendo la violencia de pareja
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La violencia de pareja, es una de las conductas antisociales más presentes en toda la sociedad, y cuando no se detecta a tiempo se convierte en delitos que pueden terminar incluso en la muerte. Es muy frecuente confundir la violencia de pareja con violencia de género, pero la gran diferencia, es que la violencia de genero es originario por comportamientos sexistas, es decir, es obligatorio que se presente misoginia o misandria del parte del victimario (a); en cambio, la violencia de pareja se refiere a “cualquier comportamiento, dentro de una relación íntima, que cause o pueda causar daño físico, psíquico, sexual o patrimonial a los miembros de la relación” , y este comportamiento suele derivar de traumas en la infancia que impiden que una persona mantenga una relación sana con otra persona, o bien ser manifestación del sexismo de una persona, como se mencionó anteriormente. Aunque ambas sean diferentes, los programas de prevención suelen ser el mismo, de manera que no son realmente objetivos, pero el mayor problema es que los programas de prevención suelen ir dirigidos a víctimas y no a las probables víctimas o victimarios. Es decir, no son r e a l m e n t e p r e v e n t i v o s , c o n s i d e r a n d o q u e etimológicamente prevención proviene del latín “praeventious”; de “prae” , que significa antes, y “eventious” que es evento o acontecimiento, es decir adelantarse al antes del acontecimiento. Mientras que los programas o medidas preventivas actuales, parten de mencionar que los tipos de violencia que existen son la física, patrimonial, sexual, psicológica, y se da ejemplos de cómo se realizan esas conductas: “Si te pega es violencia”, no cabe duda de eso, pero en realidad esta no es un programa de prevención real, pues parte del hecho que una persona ya está siendo violentada.
Quizá parezca algo complicado un programa antes que suceda la conducta antisocial o el hecho delictuoso, pero en este caso, hablamos de situaciones en donde desde antes que él o ella agrediera a su pareja, ya había ciertos indicadores, que suelen pasar desapercibidos. Por eso hay que dar importancia a que la mejor forma de prevenir la violencia es conociendo a la pareja, aunque muchas personas dicen que al inicio de una relación no se logra conocer a las personas, la realidad es que tanto por el deseo afectivo de una pareja o por el denominado enamoramiento químico que surge a efecto de los neurotransmisores, nos solemos limitar a ver toda la personalidad de la otra persona. Hablamos así, de una situación donde ignoramos los comentarios o comportamientos que pueden servir como indicadores para conocer parte de la forma de ser de la otra persona.
Si creamos un programa de prevención antes de los golpes o humillaciones, y que esté basado, en parejas que probablemente ya empiezan a ser víctimas, debemos demostrarles, los primeros comportamientos o situaciones que dan pauta a que inicie el punto de no retorno o salida de la relación de manera sana. Aquí hay que mencionarles frases, que seguro ya están escuchando, “Disfruta ahora porque cuando seas mi esposa (o) vas a quedarte en casa”, “Sino es mía (o) no es de nadie”, aunque a estas frases algunas personas ya suelen alertarse y entender que están iniciando una relación violenta, suelen ser muy frecuentes aún, porque hay personas que en ese momento no lo ven como violencia aún. Pero antes de esas frases, mencionaron otras como “soy celoso (a) porque te amo, pero yo nunca te haría daño, pero a quien te inteste conquistar, le hare “pagar” por meterse en nuestra relación”, en este caso la mayoría de personas aun no ven la magnitud del problema, e ignoran que su pareja es una persona controladora y que manipula la situación al mencionar a otra persona como el problema, de manera que no te des cuenta que en un futuro se convertirá de, “la persona externa es el problema”, a “no se porque les hablas a tus amiguitos (a)”.
Ahora, partiendo desde una situación antes, nos enfrentamos a casos de antes que una persona tenga pareja, y es aquí donde debemos ayudar a comprender a las personas que no solamente antes de los golpes vienen las humillaciones, o que antes de esto vienen las mentiras, sino incluso antes de iniciar una relación, vienen los comentarios que en ocasiones han romantizado, como lo es: “una pareja celosa es porque te protege” . Pero estos, suelen ser derivados de crecer con una idea de amor romántico por lo visto en casa y en la sociedad, de manera que sin darnos cuenta vamos buscando una relación con ciertos matices y al ,momento de llegar a tener una relación, nos dejamos llevar por nuestras ideas, y actuamos de manera inconscientes, porque de cierta forma es lo que hemos venido deseando mientras estábamos solteros (a), y es lo que hemos llegar a aprender o ver como normal.
Pero, si bien el enfocarnos en ayudar a comprender a las personas que deben cambiar su percepción del amor, de manera que estén atentas para así alejarse de la pareja al mínimo comportamiento inadecuado, lo anterior no es la mejor manera de prevención de violencia de pareja. Es por ello que debemos enfocarnos en los (a) futuros (a) victimarios (a), comprendiendo que América latina tiene altos índices de violencia doméstica, y en la mayoría de estados de México las cifras suelen terminar en homicidios tanto a varones o mujeres, o en ocasiones en feminicidios completamente encuadrados. De manera que, no es casualidad que una persona al crecer agreda a su pareja, sino esto viene del hecho que la UNICEF menciona que de cada 10 niños 9 han crecido con violencia en el hogar, algunos como observadores y otros siendo violentados física o psicológicamente en su hogar. Por ello, debemos comprender el ciclo de violencia doméstica, donde primero el menor recibe u observa la violencia, luego aprende la conducta, y posteriormente la repite.
De esta manera, podemos comprender que la mejor manera de prevenir la violencia de pareja es brindándoles una mejor vida a nuestros hijos, que crezcan con valores y sin observar violencia, en este caso que no vean a los padres discutir o pelear, para que el día de mañana ellos no consideren adecuado permitirla en su persona o bien efectuarla. Así los programas de prevención, deben ayudar a que los padres puedan tomar la decisión adecuada en la separación de pareja y que no haya alienación parental, y por la salud de ellos deben separarse; y enfocarse en ayudar a comprender a los menores que la violencia siempre es mala.