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Chiclana de la Frontera
Chiclana de la Frontera
Chiclana de la Frontera Guía - Mapa / Reiseführer - Karte
Naturaleza Natur
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Gastronomía Gastronomie
Patrimonio Histórico Sehenswürdigkeiten
Fiestas Feste
Desde las playas de Chiclana y Sancti Petri, situadas a 7 kilómetros del casco urbano de Chiclana, es posible contemplar la Isla y el Castillo de Sancti Petri, donde según la leyenda estuvo ubicado el templo fenicio dedicado a Melkart (Hércules). Chiclana tiene una extensión de 203 km2, de los cuales cerca de un tercio lo ocupa el Parque Natural Bahía de Cádiz compuesto de marismas, ríos, caños, cordones dunares, islotes, etc. A ambos lados del río Iro, se forman varias lagunas y charcas temporales destacando las lagunas de Jeli y Montellano declaradas reservas naturales y zona de especial protección para las aves. De especial belleza son el Pinar de la Espartosa, Pinar del Hierro y el Pinar del Parque periurbano la Barrosa.
Chiclana comparte las excelencias peculiares de la gastronomía andaluza, si bien posee elementos que le confieren un carácter genuino. Fe de ello son sus apreciados productos de la huerta, sus mariscos y sus pescados de estero. En la elaboración de los embutidos se siguen procedimientos artesanales de fabricación, ofreciendo especialidades como la butifarra, los chicharrones, la longaniza o la morcilla. El plato más característico lo constituye la berza chiclanera. La repostería, con una amplia gama de especialidades, también es objeto de merecida fama en la comarca. Es obligado mencionar la torta de almendras, que se elabora en el convento de las Agustinas Recoletas. El vino de Chiclana es, sin duda, la aportación más notable de la ciudad, famosa por sus blancos, finos y moscateles, elaborados con procesos rigurosamente tradicionales.
El principal eje histórico chiclanero gira en torno a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, bello ejemplo neoclásico, construida entre 1773 y 1819. En su interior destaca una parte del retablo de la antigua iglesia, obra de Roque Balduque (1552). El Convento de Jesús Nazareno es la obra más importante del barroco en Chiclana y fue construido entre 1667 y 1674 gracias a los beneficios del comercio con América. En su exterior es de admirar la portada de mármol de Carrara. Dignas de mención son también la Iglesia de San Telmo que data del Siglo XVIII y la Ermita de Santa Ana, con planta ochavada y rodeada de arcada, que es visible desde toda la comarca debido a su altura sobre la ciudad.
Como en otras localidades de la provincia, el carnaval es la primera fiesta del año, seguida de la sentida Semana Santa chiclanera. Sin embargo, la fiesta por excelencia de la ciudad tiene lugar en junio y se vincula en su origen a una antigua feria de ganado. Mantiene testimonialmente este carácter y se ha convertido en la fiesta más representativa. El vino fino de Chiclana se ha convertido en elemento obligado en las reuniones de las casetas, que se convierten en el segundo hogar durante la feria. La noche del 23 de junio es conocida popularmente como la fiesta de "Juanes y Juanas" (Hogueras de San Juan). Un mes después se celebra una gran verbena y la exhibición de fuegos artificiales hacen de los aledaños de la Ermita de Santa Ana un lugar muy animado durante la noche. Tras el verano, el 8 de septiembre se celebra la festividad de la patrona, Nuestra Señora de los Remedios, con olores de vendimia en el ambiente.
Von den 7 km außerhalb des Stadtgebiets liegenden Stränden Chiclanas "La Barrosa" und "Sancti Petri" bietet sich ein Blick auf die Insel und das Kastell Sancti Petri, wo der Legende nach der phönizische Tempel stand, der Melkart (Herkules) gewidmet war. Das Gemeindegebiet Chiclanas erstreckt sich auf 203 km2, von denen ein Drittel vom Naturpark Bahía de Cádiz eingenommen wird, der aus Marschland, Flüssen, Wasserläufen, Dünenreihen, Felseninseln etc. besteht. Zu beiden Seiten des Flusses Iro bilden sich zeitweise Tümpel und Wasserlachen, unter denen die Tümpel Jeli und Montellano hervorzuheben sind, die zu Naturschutzgebieten und besonderem Vogelschutzgelände erklärt wurden. Besonders reizvoll sind die Pinienwälder Pinar de la Espartosa, Pinar del Hierro und der um das Stadtgebiet verlaufende Pinienpark La Barrosa.
Chiclana bietet einerseits die allgemeinen Köstlichkeiten, die typisch für die andalusische Gastronomie sind, besitzt allerdings auch Elemente, die seiner Küche einen eigenen Charakter verleihen. Zum Ausdruck kommt dies in seinen viel geschätzten Gartenbauerzeugnissen, seinen Meeresfrüchten und seinen Salzlagunenfischen. Die Herstellung der Wurstwaren, die aus Spezialitäten wie Butifarra (Presswurst), Chicharrones (Grieben), Longaniza (Schlackwurst) oder Morcilla (Blutwurst) bestehen, erfolgt nach traditionellen Verarbeitungsverfahren. Das charakteristischste Gericht stellt ‚Berza Chiclanera' (Kohl nach Chiclana-Art) dar. Das breite Sortiment der Süßwarenspezialitäten genießt im ganzen Landkreis einen wohlverdienten Ruf. Nicht unerwähnt bleiben darf das Mandelgebäck ‚Torta de almendra', das im Augustinerinnenkloster der Agustinas Recoletas hergestellt wird. Der Wein von Chiclana ist zweifelsohne der bemerkenswerteste Beitrag der Stadt, die berühmt für ihre nach streng traditionellen Verfahren hergestellten Weiß-, Fino- und Muskatellerweine, ist.
Der wesentliche geschichtliche Schwerpunkt Chiclanas liegt auf der Pfarrkirche San Juan Bautista, einem wunderschönen, zwischen 1773 und 1819 errichteten klassizistischen Bau. Im Kirchenraum hebt sich ein Teil des Retabels aus der alten Kirche hervor, der ein Werk von Roque Balduque (1552) ist. Der Konvent Jesús Nazareno ist das wichtigste Barockwerk Chiclanas und wurde zwischen 1667 und 1674 dank der Erträge aus dem Handel mit Südamerika errichtet. Im Außenbereich ist sein Barockportal aus Carrara-Marmor zu bewundern. Erwähnenswert auch die vom Ende des 18. Jahrhunderts stammende Kirche San Telmo sowie die auf achteckigem Grundriss errichtete und von einem Säulengang umgebene Kapelle Santa Ana, die aufgrund ihrer hohen Lage über der Stadt vom ganzen Landkreis aus sichtbar ist.
So wie auch in anderen Gemeinden der Provinz ist der Karneval das erste Fest des Jahres, dem die bewegende Karwoche Chiclanas folgt. Das Festevent der Stadt schlechthin findet allerdings im Juni statt und geht auf einen alten Viehmarkt zurück. Es hat diesen Charakter formal beibehalten und hat sich inzwischen in das charakteristischste Fest vor Ort verwandelt. Der Fino-Wein Chiclanas hat sich zu einem unverzichtbaren Element bei den Zusammenkünften in den Festzelten entwickelt, die während der Feria praktisch zum zweiten Zuhause werden. Der Abend des 23. Juni ist im Volksmund als Fest der "Juanes y Juanas"( Johannisfeuer) bekannt. Einen Monat später hält man eine große Verbena (Musik zum Tanz) ab. Dabei verwandelt das Feuerwerk die Umgebung der Kapelle Santa Ana an diesem Abend in einen sehr lebhaften Ort. Am Ende des Sommers feiert man am 8. September das Patronatsfest zu Ehren der Schutzheiligen "Ntra. Sra. De los Remedios", bei dem schon der Duft der Weinlese in der Luft liegt.
Al sur de la Bahía de Cádiz, bañada por las aguas del Atlántico y rodeada de marismas, Chiclana de la Frontera se ha convertido en un importante núcleo turístico gracias a sus incomparables playas, sus preciosos parajes naturales, su clima y sus modernas infraestructuras. Fundada por Alonso Pérez de Guzmán en 1303 sobre territorios antiguamente ocupados por fenicios, cartaginenses y romanos, este municipio de alrededor de 75.000 habitantes ha experimentado un gran desarrollo en los últimos años -no en vano posee actualmente el mayor número de plazas hoteleras de la provincia de Cádiz-, algo que ha sabido conjugar a la perfección con el respeto al medio ambiente, a las tradiciones y a su rico patrimonio histórico y cultural. Así, a siete kilómetros de su núcleo urbano se encuentra la playa de La Barrosa, merecedora de la Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa y considerada una de las mejores playas de la costa andaluza por la completa gama de servicios que ofrece, por su limpieza y por su apariencia virgen y salvaje. A su lado, más pequeña pero con el mismo encanto, la playa de Sancti Petri se extiende junto al antiguo pueblo pesquero del mismo nombre, ahora abandonado, que aún conserva cierto aire marinero y
bien merece una visita sólo por el placer de pasear por sus calles imaginando lo que fue en el pasado. Desde ambas playas es posible divisar el islote de Sancti Petri, terreno sobre el que se hallaba uno de los más famosos santuarios de la Antigüedad, el Templo de Hércules, dónde se creía que estaban enterrados los restos del héroe mitológico y cuyo lugar ocupan ahora las ruinas del Castillo de Sancti Petri, fortaleza construida en el siglo XVIII. El centro urbano de Chiclana también posee atractivos de toda clase, empezando por el carácter amable y acogedor de los chiclaneros. Así, vale la pena adentrarse en el casco
antiguo y visitar alguna de sus tiendas de artesanía, recorrer el mercado o acudir a las diversas bodegas, bares y restaurantes donde poder degustar la estupenda gastronomía
local, prestando especial atención al magnífico pescado y marisco autóctono, a la repostería -imprescindible probar las tortas de almendra del Convento de las Madres Agustinas Recoletas-, y a los famosos vinos chiclaneros, elaborados de forma totalmente tradicional y principal seña de identidad culinaria de este municipio. Divida por el río Iro en dos barrios -conocidos como "El lugar" y "La banda"-, Chiclana también atesora interesantes monumentos como la Iglesia y el Convento de Jesús Nazareno -la construcción de estilo barroco más importante de la comarca-, la Iglesia de San Telmo, la Ermita del Santo Cristo construido en el siglo XVI, el templo más antiguo de Chiclana-, la Torre del Reloj -en la Plaza Mayor, uno de los edificios más representativos de Chiclana-, y la Ermita de Santa Ana, construida sobre un cerro desde donde se obtienen unas impresionantes vistas de las marismas, las lagunas que forman el Complejo Endorreico de Chiclana y los espacios protegidos pertenecientes al Parque Natural Bahía de Cádiz que rodean esta hermosa villa. También resultan de gran interés los numerosos pinares y parques forestales perfectamente acondicionados para su disfrute que se extienden por los alrededores del municipio, así como las Vías Pecuarias que unen muchos de los pueblos de la Bahía de Cádiz y que suponen un aliciente excepcional para los amantes del senderismo o el cicloturismo. Junto a las playas y los parajes naturales se levantan complejos turísticos, hoteles, campos de golf, balnearios, centros comerciales y toda clase de facilidades y ofertas de ocio para los turistas que hacen de Chiclana de la Frontera un destino incomparable.
Chiclana de la Frontera Das im Süden der Bahía de Cádiz, der Bucht von Cádiz, gelegene, von den Wellen des Atlantiks umspülte und von Marschland umgebene Chiclana de la Frontera ist heute dank seiner unvergleichlichen Strände und reizvollen Naturlandschaften, dank seines Klimas und seiner modernen Infrastrukturen ein bedeutendes Urlaubsziel. Gegründet wurde die 70.000 Einwohner umfassende Stadt von Alonso Pérez de Guzmán im Jahr 1303 auf einem zuvor von Phöniziern, Karthagern und Römern besiedelten Territorium. In den letzten Jahren erfuhr sie eine ausgeprägte Entwicklung - nicht umsonst verfügt sie über die derzeit höchste Zahl an Hotelplätzen der Provinz Cádiz -, ein Umstand, den sie perfekt mit Umweltschutz, Traditionen und ihrem reichen Geschichts- und Kulturerbe zu verknüpfen wusste. So befindet sich 7 Kilometer außerhalb des Stadtgebiets der Strand La Barrosa, der mit der Blauen Flagge für saubere Gewässer Europas ausgezeichnet wurde und dank seiner umfassenden Palette an Einrichtungen, seiner Sauberkeit und seines unberührten und naturbelassenen Erscheinungsbilds als eine der besten Strände der andalusischen Küste gilt. Daneben erstreckt sich der kleinere, aber ebenso reizvolle Strand Sancti Petri am ehemaligen, heute verlassenen Fischerdorf gleichen Namens entlang, dem noch immer ein Hauch von Hafenatmosphäre anhaftet und dessen Besuch sich allein wegen eines Bummels durch seine Straßen und der Vorstellung, wie es wohl in der Vergangenheit war, lohnt. Beide Strände bieten einen Blick auf die Insel Sancti Petri, wo eines der berühmtesten Heiligtümer des Altertums, der Herkulestempel, stand, in dem angeblich die sterblichen Überreste des mythologischen Helden begraben sein sollten. Heute erhebt sich hier die Ruine des Castillo de Sancti Petri, einer im 18. Jahrhundert erbauten Festung.
Auch das Stadtzentrum von Chiclana besitzt Attraktivitäten unterschiedlichster Art, angefangen vom sympathischen und gastfreundlichen Wesen der Chiclaneros. Es lohnt sich, durch die Altstadt zu bummeln und einen der zahlreichen
Kunsthandwerksläden zu betreten, den Markt zu durchstreifen oder in den verschiedenen Weinkellern, Bars und Restaurants einzukehren, in denen man die hervorragende… heimische Küche probieren kann. Besonders zur Kenntnis nehmen sollte man dabei die ausgezeichneten hiesigen Gerichte aus Fisch- und Meeresfrüchten, das Backwerk - unverzichtbar ist eine Kostprobe der Mandelkuchen des Augustinerinnenkonvents der Madres Agustinas Recoletas - und die berühmten Weine Vinos chiclaneros, die nach streng traditioneller Verarbeitung hergestellt werden und das wichtigste kulinarische Identitätsmerkmal der Gemeinde sind. Das durch den Fluss Iro in die beiden Stadtteile El lugar und La banda unterteilte Chiclana birgt auch interessante Baudenkmäler wie Kirche und Konvent Jesús Nazareno (der bedeutendste Barockbau des Landkreises), die Kirche Iglesia de San Telmo, die im 16. Jahrhundert errichtete Kapelle Ermita del Santo Cristo (das älteste Gotteshaus der Stadt), der Turm Torre del Reloj auf der Plaza Mayor, der eines der repräsentativsten Gebäude Chiclana darstellt, und
die auf einer Anhöhe erbaute Kapelle Ermita de Santa Ana, von wo aus sich ein eindrucksvoller Blick über das Marschland, die Lagunen des abflusslosen Seensystems Complejo Endorreico de Chiclana und die Naturschutzgebiete des Naturparks Bahía de Cádiz in der Umgebung dieses reizvollen Städtchens bietet. Ebenso von großem Interesse sind die zahlreichen perfekt für ein Naturerlebnis angelegten Pinienhaine und bewaldeten Parks, die sich in der Umgebung der Gemeinde erstrecken, sowie die ehemaligen Viehwege, die viele Dörfer der Bahía de Cádiz verbinden und einen außerordentlichen Anreiz für Wander- oder Radsportfreunde darstellen. Neben Stränden und Naturlandschaften finden sich Ferienanlagen, Hotels, Golfplätze, Kurbäder, Einkaufszentren sowie die verschiedensten Freizeitmöglichkeiten und -angebote für Besucher und machen aus Chiclana de la Frontera ein unvergleichliches Reiseziel.