Tratado final

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DUERMEN TAN JUNTOS QUE SUEÑAN LO MISMO

INDICE

ALFREDO ESCALLON

LA CASA DE PALITOS

ARQUITECTURA EN LAS MONTAÑAS: LA HACIENDA CAFETERA

JUAN SALAMANCA

JUAN ANTONIO OLARTE

LA CASA QUE SE ENCARAMO EN EL CAFÉ JUAN MARIO PRADILLA

ARQUITECTURA INDIGENA EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

NICOLAS PICALUA

LA CASA CULTURAL

COLONIAL:

HERENCIA

CONSUELO AMERICA DEL MAR ALBARRACIN

LA CASA CON RUANA SEBASTIAN CASTIBLANCO

LA CASA DEL REBUSQUE: CAUSAS JOSE GABRIEL CANO

LA CASA DEL REBUSQUE: FORMA MARIA FERNANDA DUARTE


LAS CASAS DE NUESTRA CASA INTRODUCCIÓN El ser humano habita en este planeta, aproximadamente, hace 200 mil años. Desde ese entonces su principal meta ha sido sobrevivir a las adversidades que se imponen en la naturaleza. Es así como evolucionó, pasó de ser nómada a ser sedentario; de vivir en cuevas a cabañas; de ser recolectores a ser sociedades agrícolas; de Grecia a Roma; del feudo a las monarquías y así sucesivamente. A través de estos cambios hubo una evolución en el pensamiento del hombre, que se vio reflejado en libros, obras de arte, música, edificaciones, inventos, entre otros. Para cuestiones de este tratado, nos enfocaremos, principalmente, en las edificaciones (la arquitectura). En la lucha por la supervivencia del más apto, el hombre ha usado todo los materiales que se encuentran a su alrededor para lograr construir herramientas que le ayuden a sobrevivir. Es así como construyen lanzas, cuchillos de obsidiana e incluso las chozas con pieles de animales. Pasan de usar pieles a refugios más elaborados con madera. Más adelante comenzó a aparecer los castillos, murallas y casas de piedra, para protegernos de las guerras que teníamos entre nosotros mismos. Un factor común que puede caracterizar a cada uno de estos casos es que no fue una arquitectura diseñada, que surgiera a

través de un proceso compositivo. Era una arquitectura que surgía a partir de las necesidades del hombre y construida con los materiales que hubieran en la zona. Por ejemplo, en Egipto las casas eran construidas con ladrillos de adobe y los iglúes con sus bloques de hielo. Es un tipo de arquitectura que se ha perpetuado hasta nuestros días, puede que el cómo, el por qué y el dónde hayan cambiado, pero en esencia sigue siendo el mismo tipo de arquitectura, la arquitectura local, que es hecha en casa: la arquitectura vernácula. Colombia y su sociedad no han sido ajenas a estos cambios y al tipo de arquitectura local. Por el contrario, existen varios ejemplos por todo el territorio. Puede que esta arquitectura no se parezca a la arquitectura de Gehry o de Foster, pero es una arquitectura que merece ser reconocida. Es esa arquitectura que los mas ilustrados o hablan, de bajos recursos y materiales locales, pura, que no se copia ni se influencia, simplemente pertenece a este lugar. La arquitectura de la gente de las ciénagas, de nuestros campesinos de tierra fría, de los cafeteros que se cuelgan de las escarpadas montañas del viejo Caldas, de nuestros indígenas. Es un estilo que no tiene muchas pretensiones ni muchos lujos, simplemente busca ofrecer solucionar los problemas del hombre, de aquellos anónimos que también son genios arquitectos.

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LA CASA DE PALITOS Juan Salamanca Codigo:201024400

Hace un tiempo tuve la oportunidad de vivir en un pueblo indígena Warao que vive a las orillas del rio Orinoco. Me apasiono mucho la forma como vivían, su arquitectura, un sistema de palafitos bastante eficiente. A pesar que estas comunidades llevan años viviendo así, antes de esta experiencia tenia la idea que todas estas comunidades eran muy vulnerables a factores como la fuerza de la madre naturaleza o el mismo ser humano de hoy en día. Sin embargo, fue ahí donde este prejuicio se debilitó. La Arquitectura de palafitos no es necesariamente vulnerable a estas cosas, y no es tan débil como se ve. Por el contrario es un concepto que con la alimentación de ciertos conocimientos tiene mucho potencial como idea de ciudad. El Pueblo Warao llamado Murako no tenias mas de 60 casas, o hanokos. Cada uno con acceso directo al Rio mediante pasarelas o pequeños muelles construidas con troncos de madera de Mangle. Carecen totalmente de paredes internas, ocasionalmente hay pequeñas divisiones de Palma Temiche y sus hojas son usadas

para el recubrimiento del techo. El piso suele ser de Palma Manaca. “El ser humano es capaz de adaptarse y convivir con la diversidad. Y las ciudades, sin las personas, solo son un objeto. Nosotros somos quienes humanizamos el planeta.” (Bahamón & Alvarez, 2009) El ser humanos es capaz de habitar prácticamente cualquier ambiente. Cada día debido a adelantos se generan nuevas formas de habitar zonas mas extremas. A 9000 kilómetros de distancia, en la población de Geithoom, los holandeses construyen modestos palafitos en el lago, y los utilizan como casa de campo o algunas son habitadas permanentemente. Este país Europeo ha desarrollado la ingeniería hidráulica, tecnología que les permite afrontar cambios en la naturaleza de una forma muy fácil y sin tener grandes perdidas materiales o humanas en caso de un desastre natural. Además, en esa zona del país, el gobierno creo un sistema de derecho de propiedad sobre el agua lo cual es un incentive para la construcción de este tipo de edificaciones. La Arquitecta Colombiana Luz Mary Rodelo, elegida para investigar las comunidades de palafitos en el amazonas colombiano afirma lo siguiente: “Además, sus gobiernos han invertido tiempo, estudios y recursos en la “concepción espacial urbana de sus ciudades” (Alvarez & Rodelo, 2012)Los distintos tipos

de ciudad en el país europeo responden a una necesidad ambiental y natural, algo que en el caso colombiano no se ve muy bien definido. Rodelo, que adelanto una investigación en una pequeña población a pocos kilómetros de la ciudad Amazónica de Leticia, dice que para los habitantes de esta zona los problemas no son los fenómenos naturales como “la niña” que arraso con medio país, sino la contaminación. Contaminación que es generada por ciudades como Leticia donde el ser humano por falta de educación desaprovecha el gran recurso que es el agua. “Su relación con la naturaleza les permite, mediante la observación, por ejemplo, planear la altura a la que deben construir sus casas, pues los árboles tienen una marca natural que muestra hasta dónde sube el río entre marzo y agosto, cuando es “temporada alta.” (Alvarez & Rodelo, 2012)El tiempo y la experiencia son para estas poblaciones el modo de investigar, y a un modo de prueba y error ir mejorando hasta llegar a un sistema que es eficiente para el lugar. En el caso del pueblo Warao, el problema como en el caso anterior no es la naturaleza. Cada semana el gobierna proporciona a las comunidades mercados en el cual muchas veces va incluido bebidas alcohólicas y

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sustancia psicoactivas que dejan en estados lamentables a los indios. En esta zona, la atención medica es deficiente, y no hay un sistemas de educación y salud eficiente que a diferencia de Holanda permite a un habitante llegar a algo mas allá de la primaria. Comunidades como las de los Waraos, o las que se encuentra cerca a Leticia, han vivido separadas lejos de la sociedad y nunca han tenido problema mayor. Cuando entraron en contacto con el hombre ese “alimento” en vez de ser favorable muchas veces fue lo contrario. Estas comunidades de palafitos son un claro ejemplo que el hombre puede llegar a adaptarse a cualquier ambiente natural. El agua es ese liquido vital para nosotros, pero muchas veces es nuestro peor enemigo cuando viene descontroladamente. Sin embargo, todas estas comunidades han llegado a un punto que conocen casi a la perfección su entorno, lo entienden y lo manejan. Viven austeramente, con lo básico casi siempre, para el día a día. Viven entre elementos sencillos que haciendo un todo, convierten sus hogares en una fuerza en ese ambiente tan fuerte. Estos seres humanos son un claro ejemplo de arquitectura, que encuentra un equilibrio entre el entorno y las necesidad humanas. La naturaleza ya estaba allí,

nosotros llegamos después. Llegamos para usarla y aprovecharla de un modo responsable, pero debido a nuestra falta de cultura y educación hacemos lo contrario. Cada día hay mas seres humanos en la tierra, cada día buscamos nuevos lugares que habitar, y es que el 70 por ciento del planeta es agua, cada día nos acercamos mas a buscar modos de habitar en este. Deberíamos adelantarnos y seguir el ejemplo Europeo, tomar como base esa idea que encontramos en muchos lados de nuestro país, desarrollara y aprovechar ese sistema. La arquitectura de palafitos no es vulnerable a la naturaleza, en muchos casos es el ser humano quien daña el entorno en la cual esta se encuentra. Hoy en día no aprovechamos todos los adelantos tecnológicos para desarrollar una idea que en un futuro puede tener mucha importancia. Desde hace cientos de años se ha venido mejorando este sistema en comunidades indígenas, pero en países como Colombia, en vez de apoyar y cuidar estas zonas, somos nosotros mismos que no usamos nuestro intelecto para ayudar y crecer. Bibliography (Dieter, 2008) (Norbert, 2000) (May, 2010) Torres, J. C. (1996). La Casa Colonial Cartagenera. Bogotá D.C: El Áncora Editores.

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La Casa que se encaramó en el Café. Juan Mario Pradilla Codigo: 201024812 La casa que se encaramó en las escarpadas montañas del viejo Caldas, es la casa irreverente, levantada sobre el vacío, desafiante, que parece frágil y pobre pero que esconde tras sus paredes el secreto de una sabiduría ancestral; es la casa que se abraza a la montaña, como el guadual, que permanece ante el viento, la lluvia y el temblor. Es la casa de guadua, herencia de nuestros indígenas, sabios que respetaron su medio y lo habitaron sin causar daños; que usaron los materiales que estaban a su disposición para construir su arquitectura, esa arquitectura sincera, propia, del lugar, que se descompone al mismo ritmo que la naturaleza que la rodea y renace gracias a la tradición. La casa de guadua es la expresión de una cultura nacional, de una identidad regional, de una arquitectura anónima, del pueblo, popular. Tristemente fue llamada la arquitectura de los pobres, olvidada y vulgarmente rechazada; pero fue también una de las tradiciones más fuertes y difundidas en nuestra indomable topografía. Por esto, la arquitectura de guadua debe perdurar y replantearse como una clara alternativa al problema de vivienda en el país, como

una propuesta que derrumbe el modelo de vivienda popular actual: del bloque de ladrillo, tan frío y carente de vida, tan monótono; debe, ojalá, inundar nuestras ciudades de un nuevo paisaje, que nos recuerde lo rural y ofrezca una vivienda digna a nuestra gente.

porque toda esta provincia y sus ríos están llenos de estos cañaverales. En ninguna parte de las indias no he visto ni oído adonde haya tanta multitud de cañas como en ella…”. ROBLEDO, J.E Cita a. VICTOR MANUEL PATIÑO (Patiño 1995)

La guadua fue el material que acompañó la vida de los pueblos prehispánicos que habitaron la vertiente del Cauca, agrupados bajo el nombre de Quimbayas: “de guadua se construyeron puentes, escaleras, balsas, recipientes para líquidos, conducciones de agua, armas, postes ceremoniales, jaulas para prisioneros, tumbas, palenques, atalayas, plazas ceremoniales, instrumentos musicales, viviendas…” (Robledo Castillo, 1996). Estas últimas eran bohíos de planta circular y techo cónico, rodeadas a veces por empalizadas de troncos de guadua. Sus puentes, seguían principios de ingeniería bastante avanzados: estructuras atirantadas en forma de arco que minimizaban la deflexión y estaban atadas a vigas más fuertes o árboles en los extremos.

Sin embargo, el Viejo Caldas nunca fue ocupado por los conquistadores españoles, el territorio se mantuvo despoblado entre los siglos XVI y XVIII, de ahí que en los primeros años de nuestra República, Bolívar hablara de estas tierras como “las soledades de Colombia”, una región de montañas boscosas e inexploradas que limitaban con el avance antioqueño. Después de la independencia, durante el siglo XIX, ocurre entonces uno de los procesos más recordados en el país: La Colonización Antioqueña, una migración masiva de campesinos emprendedores que deseaban alejarse de la pobreza. Los antioqueños se desplazaron a las montañas al sur de Antioquia, enfrentándose a condiciones naturales adversas, no sólo por la escarpada geografía, sino por los constantes sismos de la región. Pronto se encontraron con los caucanos que se desplazaban al norte y ocurrieron las disputas con el Cauca Grande, de acuerdo a Parsons, el proceso de colonización estuvo cargado de violencia, tenacidad y conflictos, que después de 1948 serían aún más fuertes durante la violencia bipartidista.

Esta cultura de la guadua, está asociada con la abundancia de la madera en la región del Viejo Caldas (actual eje cafetero), hecho que se repite en las crónicas de los conquistadores al recorrer estas tierras: “Muy grandes y espesos cañaverales tanto, que no se puede andar por ellos si no es con gran trabajo,

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Pero no es oportuno desviarse, lo cierto es que la colonización antioqueña post-independentista, era muestra de una nacionalidad que se estaba definiendo. Los antioqueños fueron sabios en el momento de usar los elementos que la naturaleza les ofrecía y crearon una arquitectura que combinó la guadua (la madera de los pueblos Quimbaya), con la tradición hispánica heredada de la colonia: “Asimilan el formalismo arquitectónico colonial hispánico y emplean con sabiduría y economía los recursos indígenas de la construcción: la madera, el bahareque y la flexible guadua”. (Tobon Botero, 1987) En sus asentamientos, impusieron la cuadrícula española al terreno escarpado, incluso de forma más rigurosa que en tiempos de la colonia, las manzanas tenían grandes pendientes y las viviendas debían ser adaptadas a esta topografía. La necesidad dio lugar a ingeniosas soluciones a través del uso de la guadua: los inmigrantes antioqueños construyeron andamios en guadua de hasta siete pisos de altura, con uno o dos pisos en fachada. Generalmente, la estructura se ocupaba en su nivel superior y a medida que las necesidades lo exigían o la familia crecía se construían los niveles inferiores. En algunos casos, una misma estructura era ocupada por diferentes familias que pagaban una renta al dueño, eran llamados “los altos” y “los bajos”.

La Guadua era ideal para esta situación, el terreno era escarpado, con una actividad sísmica bastante alta. Se construyeron estructuras flexibles que se modificaban fácilmente, con elementos diagonales que les brindaban rigidez y resistencia a los temblores, estructuras muy livianas y en muchos casos apoyadas sobre la roca de la montaña, sin necesidad de cimientos, o, si era necesario, apoyadas sobre columnas de mampostería. Los primeros niveles revelaban la estructura sobre la montaña, pero a medida que se ascendía, el espacio se hacía habitable. Se usó esterilla (guadua abierta aplanada) y un entramado de bambúes menos gruesos para crear una superficie rugosa que recibiera el pañete, hecho de arcillas, tierra arena, excrementos de caballo y cal (la técnica del bahareque), conformando las paredes de la casa, que funcionan como un aislante térmico que mantiene el espacio fresco. La cubierta era una cercha echa de otras maderas que recibía las pesadas tejas de barro o, en construcciones temporales, cilindros de guadua cortados por la mitad a manera de canales que captaban el agua y la dirigían a las bajantes, también en guadua. Las uniones de todo lo anterior estaban hechas por ingeniosos ensambles, complementados por amarres en alambre o bejucos. Aparecían también balcones en algunas casas, elementos representativos de la Antioquia colonial,

que estaban adornados con flores y extendían la actividad privada a la calle. Así como la puerta ventana en primer piso, abierta durante el día y que cumplía la misma función y otras ventanas pequeñas interrumpían lo blanco de la fachada, abiertas de acuerdo al uso de cada espacio. En la parte posterior, en cambio, se encontraba la zona de servicios, con balcones a veces construidos sobre el río, para lavar y secar la ropa y una huerta rodeada de latas de guadua y que se comunicaba con los lotes vecinos. En el centro se encontraban los dormitorios, en medio del núcleo privado de la vida familiar. Algunos adinerados veían la casa de bahareque como la casa pobre, del pueblo, frágil. Dicken Castro aclara que en la mayoría de los casos el mal aspecto de la estructura era resultado del descuido y la falta de mantenimiento. Estos personajes decidieron pues construir sus casas en “materiales nobles” (Piedra, ladrillo, tapia), y debieron sufrir varios sismos para entender que la guadua pañetada, una casa de madera, era el único modelo resistente a los temblores de la región, situación que se repitió en varias ocasiones en la ciudad de Manizales y que Luis Londoño la describe en sus crónicas: (425) “demostrar a los reacios la seguridad de las casas de madera (…) en esta ocasión, como ya había muchas construcciones del nuevo sistema, ese movimiento no les ocasionó el menor

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daño, pero sí a las que habían escapado de las sacudidas anteriores” (Robledo Castillo, 1996). Así, la arquitectura más humilde se extendió a todas las clases y se popularizó una técnica que antes era exclusiva de las clases menos adineradas, incluso, se construyeron varios edificios públicos de Manizales en bahareque encementado. Tristemente, las ciudades del café perdieron su identidad, el bloque de ladrillo y el concreto desplazaron la construcción tradicional de guadua, todavía hoy mal asociada a tugurios, insalubridad y ruina. Si bien la guadua aún se usa constantemente en las formaletas de nuestras obras, su papel es secundario. Qué bueno sería que su valor se rescatara y fuera nuevamente protagonista de una arquitectura alternativa a las técnicas actuales, tal como lo ha hecho Simón Vélez desde hace más de 30 años. Deben aparecer propuestas urbanas a gran escala como soluciones al problema de la vivienda en Colombia, que desplacen los modelos de vivienda social actual, negocio de muchos constructores, tantas veces desacertados, perjudicando a los más humildes, a nuestra población más vulnerable. De ser así, nuestras ciudades serían nuevamente el paisaje de “la arquitectura más humilde, nacida del pueblo, espontáneamente, profundamente sentida y siempre en

una expresión clara del espíritu de los hombres”. (Palacios, 1985)

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LA CASA CULTURAL.

COLONIAL:

HERENCIA

Consuelo America Codigo: 201111011

del

Mar

Albarracin

La casa colonial, está conformada por una serie de espacios como el zaguán, el vestíbulo, el patio, la escalera, el salón principal, las habitaciones y el balcón, los cuales han sido retomados a lo largo de la historia de la arquitectura, que gracias a sus reinterpretaciones hoy en día pueden ser evidenciados y habitados en la arquitectura de la posmodernidad. Ésta reinterpretación garantiza que los espacios de la arquitectura colonial perduren en el tiempo, claramente como concepto, debido a que con el paso de los años muchos de sus vestigios se han deteriorado o simplemente han desaparecido. Para empezar, los espacios arquitectónicos que componen la casa colonial, se pueden clasificar en dos grupos: los de uso común y los de uso privado. En el primer grupo, es posible incluir el zaguán, el vestíbulo, el patio, la escalera, el salón principal y el balcón. Estos espacios responden al aspecto social y económico que se vivía en la época, en el que la casa

funcionaba como un lugar de encuentro. Por otro lado, en los espacios privados de la casa colonial, solamente se pueden incluir las habitaciones, en donde el hombre encontraba un espacio de reflexión y descanso. Con respecto a lo cual, es interesante cómo Germán Téllez nos hace un recorrido imaginario por la Casa del Marques de Valdehoyos ubicada en Cartagena, Bolívar, en la que hace referencia a algunos de esos espacios característicos de la casa colonial, cuando relata que “La edificación consta de dos plantas con entresuelo que se desarrolla conformando patio y traspatio. La planta baja y el entresuelo, estaban destinados a depósitos y a la servidumbre, la vivienda propiamente dicha se desarrolla en la planta alta donde se encuentra un gran salón, que se proyecta al espacio público a través de un gran balcón.” (Castañeda, 1997, p. 159).

donde se edifica la casa. Asimilándola así, como un baúl de recuerdos que preserva la historia tanto de los usuarios de la casa, como de la ciudad en la que está implantada.

Es decir que, la disposición de los espacios anteriormente ejemplificados, dan cuenta de la respuesta netamente funcional de la casa colonial, así como de su coherencia con las necesidades de los usuarios, como lo confirma Germán Téllez cuando se refiere a que “Las casas coloniales neogranadinas son lógicas pero discretas, ajustadas al nivel de vida y costumbres de sus usuarios.” (Castañeda, 1997, p. 157). Además, es importante destacar su notable adaptación y relación con el espacio circundante en

Por otro lado, algunos espacios como el patio, la escalera, el balcón y las habitaciones han conservado tanto su denominación como su uso, aunque sus dimensiones han variado. Particularmente, la escalera no sólo ha variado sus dimensiones, sino que su importancia ha tenido un fuerte declive, a lo que muchos arquitectos no le han puesto atención, pero en escritores como Georges Perec si ha suscitado interés y su análisis es relevante cuando se refiere a que “Lo más bonito de las casas antiguas eran las escaleras. Y

A partir de esto, en la actualidad es posible evidenciar la reinterpretación de algunos de los espacios arquitectónicos de la casa colonial, puesto que han sido tomados como base para la arquitectura posmoderna, en donde aunque unos han adquirido una nueva denominación o nombre, su función sigue siendo la misma. Por ejemplo, el zaguán ha sido remplazado por el hall de acceso, espacio que es concebido como entrada a la casa; el vestíbulo por el corredor, que comunica los espacios de la casa con el punto fijo; y el salón principal por la sala- comedor, en donde se congrega la familia y sus visitantes.

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son lo más feo, lo más frío, lo más hostil, lo más mezquino de los edificios de hoy en día” (Perec, 2003, p. 67). Y tiene razón puesto que en las casas coloniales la escalera era concebida y percibida como un monumento al interior de la vivienda, además sus dimensiones tenían una profunda relación con el tamaño de la casa, mientras que hoy en día mientras más escondida se encuentre la escalera se cree que es mejor. Por su parte, el patio aunque ha variado sus dimensiones, sí ha conservado su denominación, uso, significado e importancia a lo largo de la historia de la arquitectura, debido a que se ha mantenido su concepto como espacio que brinda bienestar al interior de la vivienda, por ser un filtro de luz y de aire puro para los diferentes espacios que la conforman. Con respecto a lo estético la casa colonial es muy austera, ya que carece de elementos decorativos así como de manifestaciones estilísticas. Sus recursos al ser escasos se manifiestan por medio del color que se le imprime a puertas, ventanas y balcones. En estos tres elementos, se refleja la búsqueda de nuevas formas y estilos arquitectónicos. Dicha exploración, ha perdurado a lo largo de la historia de la arquitectura, por medio del uso de diversos materiales, con el fin de trasmitir nuevos significados, estilos y expresiones arquitectónicas.

Finalmente, la casa colonial se puede concebir como un todo, compuesto por partes o fracciones las cuales están debidamente relacionadas, teniendo muy en cuenta que su orden y disposición responden a las necesidades y costumbres de sus usuarios. Así mismo el todo, es decir, la casa en sí, responde de manera adecuada al entorno en el cual se implanta. Todos estos espacios que conforman la casa colonial, han sido tomados como punto de partida para la conformación de la arquitectura actual, en la cual se da lugar a una nueva configuración arquitectónica, basada en la historia y la herencia arquitectónica. A partir de esto, se han tenido aciertos y desaciertos de los que se ha aprendido o se debe aprender, con el fin de configurar una arquitectura cada vez más adecuada a las necesidades del usuario en cuanto a lo funcional y a las relaciones con el lugar.

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LA CASA CON RUANA Sebastian Castiblanco Codigo: 201025820 A lo largo de la cambiante geografía colombiana se encuentra que las condiciones climáticas y topográficas han sido un factor determinante a la hora de definir quiénes somos. Por eso, cada región de este país es el reflejo de cómo el hombre se ha adaptado a las condiciones características del lugar. Pero antes, hay que entender que existe un común denominador entre todas las regiones: la colonización española. A partir de este periodo los españoles impusieron una nueva forma de pensar y actuar que se vio reflejada en un sin fin de aspectos, y para fines de este tratado, la arquitectura y la urbanización. Ellos traían un conocimiento nuevo en cuanto a la forma de construir casas y ciudades que se impuso a la población indígena del país. A través de los años y tras varios sucesos, ese legado se mantuvo pero se fue volviendo algo más característico de cada región. En este caso, los materiales fueron las mismas pero con circunstancias totalmente diferentes. El Altiplano presentó unas características diferentes que lo caracterizan por lo que es hoy en día. Por ejemplo la Sabana de Bogotá se encuentra entre los 1400 a 2600 metros sobre el nivel del mar, por lo que su

temperatura oscila entre los 22 grados centígrados y temperaturas de páramo. Además, es una zona muy húmeda por las constantes temporadas de lluvias que se dan en todo el país. “A lo largo y ancho de América y de otros continentes habría millares de ranchos y casitas análogos o muy similares, por obvias razones. Es la delicada y compleja relación que los ata a cada uno con el lugar donde fueron levantados, lo que los torna originales, imprescindibles en su contexto natural” Edificio. Edificio. Edificio. Casa. Edificio. Edificio. Edificio…El crecimiento poblacional de Bogotá ha generado un afán en suplir el déficit de vivienda con edificación de gran altura convirtiéndola en una Selva de Concreto. A penas se sale de los límites de la ciudad los grandes edificios van desapareciendo para darle paso a casas perdidas en la inmensidad del campo. Si bien muchas de esas casas son modernas y lujosas, aún se mantienen esas pequeñas casas de un piso en tapia y con techo a dos aguas, con un tendero en el patio lleno de ropa y totalmente rodeada de cultivos y que reflejan lo que alguna vez fue y todavía es, en menores proporciones. Cuando se va a construir artesanalmente con tierra existen dos métodos de trabajar la arcilla: el adobe y la

tapia o tapia pisada. El adobe es el conocido bloque de arcilla, donde primero se amontona el barro, con arena y piedras, en un molde y se deja secar hasta obtener el ladrillo. La tapia pisada es el mismo barro que se usa en el adobe, más otros materiales, pero en un gran muro. Primero se construye una formaleta de mínimo 50 centímetro de ancho (esta medida sale por el espacio que requiere el tapiador para meterse en la formaleta y pisar la tapia), donde se vierte el barro, mezclado con paja o con cal, y un tapiador va pisándolo, con un pisón, para ir compactándolo. Este proceso se repite varias generando capas en el muro, pues el tapiador tiene que ir pisando el barro para el compacto, de lo contrario, el muro quedará muy suelto. Como esta construcción se genera de una forma muy artesanal, el muro es la misma estructura de la casa, generando muros muy gruesos y con muy pocos vanos. Por un lado estos muros gruesos son una ventaja porque funcionan como aislantes térmicos cuando la temperatura es muy baja o muy altas. Pero por otro lado, los espacios internos son muy oscuros y muy fríos porque no hay vanos que permitan el ingreso de luz. Además, este tipo de material se agrita con gran facilidad cuando se moja, pues el agua agrita el muro y podría afectarse estructuralmente. Por esto los techos en teja de barro son a dos o cuatro aguas, para poder llevar el agua lo más lejos posible de los muros.

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Hoy en día por varios factores como la economía, las nuevas técnicas de construcción y los materiales, han hecho que este tipo de casas hayan venido desapareciendo, pues ahora se usan las tejas de zinc y los ladrillos convencionales. Esta forma de construir y la vida en el campo, dan ciertas características espaciales a las casas. Primero, como ya habíamos dicho, la fachada es muy pesada por su sistema estructural, pero también se relaciona con los ingresos que tienen los campesino, que no permite tener buenos terminados y ornamentos en el exterior o interior. Por otro lado, y dado a que es una vida mucho más campestre, estas casas son pequeñas que constan de pocos espacios como: alcobas, cocina y un depósito y circulación es, que a la vez funcionan como lugar de reunión. También hay que considerar que estas casa al ser muy apartadas de las grandes ciudades, no tienen todos los servicios como energía y agua; hoy en día esto hay ido cambiando y con la aparición del televisión, estas casas han venido teniendo un sala donde ahora se puede reunir la familia.

climáticas del lugar. Son casas que esconden el interior bajo unos grandes muros, pero lo importante, la vida, está en el interior. Son como l (Saldarriaga)as ruanas de los mismos campesinos, pesadas vestimentas de lana que cubre al campesino de hombros a rodillas y que en días lluviosos, funciona como un aislante térmico e impermeable…Son casas con ruana. La casa campesina en el paisaje representa una de las formas más sencillas de albergar seres humanos, es una imagen inequívoca de la habitación humana que indica la posibilidad de encontrar espacio para el cuidado de la vida.

Estas casas campesinas nacen de estos terrenos montañosos que cuidan a sus cultivos. De la necesidad de tener un refugio al frio, al sol o como lugar de descanso. Son casas que nacen por las condiciones

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“DUERMEN TAN JUNTOS QUE SUEÑAN LO MISMO” Alfredo Escallon Código: 201125696 Dentro del mar Caribe, cercano al departamento del Sucre, pero perteneciente al departamento de Bolivar, existen un conjunto de 10 islas conocidas como el Archipiélago de San Bernardo. Aunque independientes unas con otras, estas islas no podrían sobrevivir si no existiese ningún tipo de comercio entre sí, dificultando aún más la forma de vida de los habitantes de San Bernardo. Además del comercio, esta unión se da por la falta de equipamientos en ciertos pueblos. Los cementerios, colegios, parques y demás instalaciones, solo se encuentran en una o dos islas, lo cual fomenta el trafico entre islas de manera continua. De este archipiélago hay solo una isla reconocida a nivel mundial: la Isla de Santa Cruz. Este islote es conocido por ser “La isla más poblada del mundo”. Con una extensión de no más de una hectárea, el Islote de Santa Cruz alberga un total de 1,230 personas (datos del 2011), lo que quiere decir que en promedio, por cada 10 metros cuadrados hay 1.23 personas (123,000 personas por cada kilómetro cuadrado), albergadas en no mas de 100 construcciones.

“Un barrio en medio del mar”1. Así es como aquellos que han estudiado esta isla, como Fernando Salinas, ingeniero Sanitario, se refieren a ella. Muchos de ellos también la describen como una manzana grande de un barrio popular de una gran cuidad2. Con tan solo 89 casas, y limitada por el mar, la isla ya está construida en su totalidad. Tanto así que dentro del islote ya no hay campo para la siembra y en muy pocas partes se pueden encontrar árboles que decoran las pequeñas calles, lo que convierte al pueblo en una comunidad dependiente únicamente de los frutos del mar y de los cultivos que los isleños vecinos y la “tierra firme” puedan proveerles. Es descrita como barrio popular por que sus construcciones son muy pobres, con materiales de construcción económicos y techos de paja o lata, además, por el echo de la falta de espacio, el único remedio para poder mantener a la población que cada vez aumenta más es que las construcciones crezcan en altura, al igual que lo hacen las casas en los barrios populares. En la actualidad, cada una de estas construcciones puede llegar a albergar al rededor de 13.8 personas (1,230 personas distribuidas en 89 casas) y muchas de estas no llegan a tener tres pisos de altura. Estas 13.8 personas pueden llegar a ser dos familias enteras, las cuales tiene que compartir pisos de vivienda que no superan los 15 metros cuadrados, 1 2

Salinas, F. (n.d.). Duermen tan cerca que sueñan lo mismo. Anonimo (2012, March 7). En Santa Cruz del Islote duermen tan juntos que sueñan lo mismo. Coastal Travels. Retrieved October 18, 2012, from http://http://coastaltravels.net/2012/03/07/en-santa-cruz-delislote-duermen-tan-juntos-que-suenan-lo-mismo/

es por eso que Fernando Salinas describe al pueblo con la frase “Duermen tan juntos que sueñan lo mismo”. Pero esta frase no termina ahí, con ella también describe un problema social que cada vez es peor. La realidad social de esta comunidad de pescadores no solo se limita a una gran densidad poblacional, sino que el crecimiento constante de la población esta generando en la isla serios problemas higiénicos. El manejo de desechos orgánicos y basuras ha llegado a convertirse en un problema de salud pública difícil de resolver gracias a sus limitaciones geográficas. Arquitectura y orden La construcción de estas casas trata de ser lo más sencilla posible, tal y como ocurre en los barrios populares. Consta de ir bloque por bloque armando la casa y finalizar con un techo de fácil colocado y fácil sustracción. Este último remate debe ser así de sencillo ya que en el momento de querer seguir aumentando la altura, únicamente se retira el techo rápidamente, se funde una placa y se levanta la casa una vez mas. Este proceso ocurre con todas las construcciones, sin importar que utilidad se le de, homogeneizando así la arquitectura del lugar. Sin embargo, cada una de las construcciones varía ligeramente de la de al lado, y generalmente esta diferencia se da es por el numero de ventanas. En general todas las casas tienen techos a dos aguas (a excepción de los kioscos), todas con pendientes muy sutiles. Esto se da por tres razones, la primera, en términos económicos significa un ahorro, ya que al tener los techos más bajos, se ahorra material

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de construcción. La segunda se da por las brisas marinas y las tormentas. Al tener cubiertas con inclinaciones muy altas, habrá más viento que las golpee y las levante, en cambio al tenerlas bajas los vientos no tendrán obstáculos que se interpongan. La tercera razón es para la recolección de las aguas lluvias. Esta isla no tiene una fuente de agua potable y para poder abastecerse necesita de las comunidades vecinas y la recolecta de las precipitaciones. Con pendientes bajas, el agua rodará suavemente y al momento de ser acumulada no se desperdiciara tanta como pasaría si rodara sin control por las canaletas. Las construcciones dentro de Santa Cruz están unidas por una serie de pequeñas calles sin ningún orden ni jerarquía. En estas calles se da lugar a todo tipo de actividades sociales que unen a los habitantes del islote. En ellas, por ejemplo, las mujeres cocinan en hornos de leña que, aunque habiendo cocinas dentro de las casas, equipadas además con hornos de gas, prefieren usar para escatimar en gastos extra. Estas pequeñas avenidas son también el lugar perfecto para el comercio. Los hombres, después de sus largos días en el mar, se reúnen a hablar sobre sus trabajos, mientras negocian el pescado por un poco de arroz conseguido en Tintipán, la isla más cercana a Santa Cruz o por un poco de agua que a algún vecino le haya sobrado. Santa Cruz del islote, como también es conocido, únicamente posee una calle principal, llamada “La Calle del Adiós”. Esta calle no mide más de 15 metros de largo pero es la encargada de reunir a

todos los habitantes durante las fiestas patronales ya que estas se llevan acabo allí. Pero en el día a día, esta avenida sirve como patio de recreo de la pequeña escuela del pueblo, que a simple vista podría hacerse pasar como un negocio más o por una casa, por que como se dijo antes: la arquitectura de la isla no cambia sino en la cantidad de ventanas. Durante el desarrollo del texto se han expuesto dos puntos de vista opuestos generados por la alta densidad demográfica. Por un lado, la sociedad al estar tan unida físicamente, genera la necesidad de ayudarse moral y económicamente. Esto se da con las reuniones dentro de las calles y los kioscos, donde se conversa y se hacen negocios. Pero por otro lado la alta densidad esta generando problemas de higiene preocupantes y dañinos no solo para el pueblo sino también para el ecosistema marino. Estas contrapartes pueden seguir desarrollándose gracias a la facilidad de construcción. Las construcciones en estos lugares desde no hace mucho se vienen haciendo con materiales mas resistentes y duraderos, fáciles de manejar y hoy no muy difíciles de costear. Materiales como el bloque y el ladrillo, acompañados con concreto son perfectos para la construcción rápida y efectiva de estas pequeñas casas y desde no hace más de diez años se vienen usando estos mismos materiales en las casas del Islote de Santa Cruz. Anteriormente cada casa era construida en madera acompañada con techos de paja, lo cual era muy inestable y con las tormentas eran derrumbadas. Hoy, al ser ya de material les da la

posibilidad a los isleños de seguir creciendo su población, y afectar directamente a la sociedad misma.

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Bibliografía Salinas, F. (n.d.). Duermen tan cerca que sueñan lo mismo. Secretos para contar. Retrieved October 18, 2012, from http://http://www.secretosparacontar.org/Lectores/Con tenidosytemas/IslotedeSantaCruz.aspx?CurrentCatId= 174 Anonimo (2012, March 7). En Santa Cruz del Islote duermen tan juntos que sueñan lo mismo. Coastal Travels. Retrieved October 18, 2012, from http://http://coastaltravels.net/2012/03/07/en-santacruz-del-islote-duermen-tan-juntos-que-suenan-lomismo/

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ARQUITECTURA EN LAS MONTAÑAS: HACIENDAS CAFETERAS

Juan Antonio Olarte Codigo 201111382 En el siguiente tratado profundizaremos en el tema de las haciendas cafeteras, que se ubican en el departamento del Quindío en Colombia. En los siguientes párrafos trataré de explicar, como se han desarrollado las casas, teniendo en cuenta factores como el medio ambiente y su influencia en el diseño arquitectónico. A continuación hablaremos sobre su ubicación, luego sobre la arquitectura colonial y concluiremos con el análisis de las haciendas. El Quindío es uno de los 32 departamentos de Colombia está localizado en la Cordillera Central de los Andes, en la región oeste-central del país. Gracias a esto tiene grandes picos y montañas como el páramo del Quindío, a 5.215 mts. de altura. El departamento posee muchas fuentes de agua y es atravesado en toda su extensión por el río Quindío lo que hace que sea un departamento bien hidratado, su temperatura oscila entre los 18 y 21 grados centígrados. Hace parte del eje cafetero y de la región paisa. Tiene una superficie de 1.845 km2 siendo el segundo mas

pequeño del país, su densidad es de 290 hab/km2. Fue una región habitada por los Quimbayas un grupo indígena que fue destacado por su expresión artística y cultural. Fue objeto de la colonización antioqueña en el siglo XIX. Los pobladores del Quindío durante el siglo XIX, desarrollaron su economía mediante la producción de café, con los buenos resultados se incrementa la población y con esto llega la arquitectura colonial a este departamento. Pero claro, la arquitectura colonial, viene desarrollándose en España, siendo los españoles quienes la trajeron a Colombia y con ello también el diseño de las calles y la retícula. Además influenciados por la cultura árabe que los controló por 500 años “la relación social hombre-campo, eventualmente traída por los colonizadores españoles al nuevo mundo, llega a su madurez en el territorio andaluz con las culturas islámicas” (Tellez, Casa de Hacienda, Arquitectura del campo colombiano, 1997). Las casas coloniales que se presentaron en el Quindío fueron hechas con materiales del sitio. Eran casas sencillas y que mostraban una jerarquización tanto espacial como social de la época.

Las casas coloniales de tierra fría cuentan con una circulación interna normalmente alrededor del patio interno que se encarga de recibir la luz, en cualquier momento del día. De noche basta con unos muros gruesos para poder conservar el calor del día y repartirlo en la noche, con esta misma intención es que no se perfora mucho las fachadas de casas de este tipo. Se puede decir que la casa colonial estaba diseñada de adentro para fuera. Eran construcciones de 1 piso normalmente. Las habitaciones de los mayordomos y demás quedaban ubicadas al mismo costado de los servicios los costados que conectan a estos son las zonas sociales o cuartos de huéspedes. Al costado paralelo al de los servicios quedaban entonces las habitaciones de los dueños de las casas. Sin embargo las haciendas cafeteras, que quedan por la región del Quindío, no tienen el mismo orden morfológico, éstas casas contaban con 2 pisos en el primero se ubicaban los cuartos de los mayordomos y mayorales( el mayordomo encargado de la administración de la finca) y también contarían con depósitos de maquinaria de alguna clase y de pronto los servicios o locales comerciales. En el segundo piso encontraríamos las habitaciones de los dueños, la circulación de estas fincas es perimetral y permite que las habitaciones se agrupen para que la parte privada

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de la casa sea el interior. Algunas haciendas (las más grandes) también contarían con un patio interior el cual también funcionaria para repartir los cuartos. Partiendo de esto se puede entender que la función de estar dentro de la casa es privada pero vivirla es estar en el contexto, esto se puede dar ya sea solo por la belleza del paisaje y/o también de manera administrativa, tienen dos pisos para poder observar los cafetales y revisar que sus trabajadores efectivamente estén trabajando. “ La construcción de una casa en el campo depende casi por completo de lo que el campo provea para esa tarea, y así, el lugar y la casa terminan perteneciendo el uno a la otra” (Tellez, Casa de Hacienda, Arquitectura del campo colombiano, 1997)

En conclusión son casa construidas a partir de su contexto y modificadas a partir de este, tienen una gran percepción sobre la belleza que las rodea y se enmarcan en el territorio armonizando con su carácter la construcción colonial de la región cafetera con una personalidad que si bien es influenciada por los españoles, también cuenta con un ingrediente autóctono que las caracteriza en el contexto nacional.

El hecho de que los cuartos estén juntos también es una forma de generar calor pero a partir de cuerpos humanos y de dejar un volumen donde se concentre toda la energía de la casa recogida durante el día. Se cubre del sol desde la circulación perimetral y usa el techo como su mayor captador de calor. Para poder soltarlo de noche. Se caracterizan por ser muy coloridas, normalmente de rojo y se podría llegar a pensar que esto se da gracias a una relación con sus antecesores indígenas adoptando su colorido para estas.

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Bibliografía

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ARQUITECTURA INDÍGENA EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

y Magdalena.

Esta idea de arquitectura nace de la proyección de habitantes de una región o un periodo histórico determinado mediante el conocimiento empírico de la experimentación y experiencia estas edificaciones se construyendo con materiales del contorno, son excelente aislantes térmicos para minimizar las condiciones extremas de un clima si logrando un con confort térmico.

Los Kogui tienen residencias móvil y poseen fincas con diferentes tipos de pisos térmicos y se ubican alrededor de la casa ceremonial masculina en el cual la mujer no podría ingresar, su organización social no es muy diferente a la moderna esposo, esposa, hijos e hijas, los hijos reciben la herencia del padre y las hijas la herencia de la madre a si mismo los hijos recibían las tierras y el ganado y las hijas las aves. Las normas familiares son de vital importancia. La economía se basaba en la agricultura las familias eran usualmente dueñas de una o dos parcelas sus mayores cultivos son los plátanos y café orgánico.

Su arquitectura se muestra bastante respetuosa a su entorno, la cultura uso elementos como la piedra, el relieve e incluso el agua para dar respuestas constructivas muestran así una arquitectura bastante orgánica, todo en conjunto para también dar una respuesta de necesidad, rito y la fuerza tectónica del lugar; este se dice que logro ser de los asentamientos mas grandes y mejores organizados de Colombia en aquella época. La población se estima en 9000 personas, la tribu es llamada Kogui y se encuentran ubicados en la vertiente norte y sur de la sierra Nevada de santa marta en Guatapurí la mayoría de la población Kogui vive en los departamentos de La Guajira, Cesar

Conocidos como los Tayronas esta la cual desarrolla una forma muy peculiar de asentamiento a través redes de terrazas y caminos de piedras que se conectan entre si lo cual permitió cubrir un dominio extenso en el territorio este factor también provino del relieve bastante abrupto de agudas pendientes y cauces de la zona. La increíble solución a los casos ambientales de la región: para proveer áreas planas para su habitabilidad decidieron hacer la construcción terrazas apoyadas por muros de contención construidos en piedra locales estos muros variaban dependiendo el lugar de construcción si eran muros escalonados o dobles muros, Estas terrazas se conectan por medio de

Nicolas Alejandro Picalua Codígo: 201125148

un intrincado sistema de caminos, también en piedra, solucionado con diversos tipos de puentes, terraplén y desagües siguiendo un trazado altamente eficiente usando así la topografía irregular a su favor. La red de caminos funciona además como mecanismo para disipar y evacuar el agua, complementando el sistema de drenaje compuesto por canalizaciones y desagües construidos también en piedra locales. Esta cultura ya se encontraba bastante avanzada en términos de buenas estructuras siempre cavaban hasta encontrar lecho rocoso para así fundar de manera optima sus construcciones y se demostró atreves de un siglo de conquistas y 400 años de abandono en la cual toda esta se encuentra casi intacta con terrazas y caminos todavía fuertes. Debido a la extrema topografía los lugares para la agricultura eran escasos y las pocas áreas de planas del lugar eran para la agricultura las pendientes muy agresivas eran dejadas boscosas y la mayoría de asentamientos estaban localizados en cuchillas y filos de las montañas esto para aprovechar los rayos del sol y a su vez teniendo una gran dominio visual sobre el valle y las poblaciones cercanas. Los anillos de las terrazas se muestran en diferentes formas y tamaños la gran mayoría son circulares con áreas que varían desde los 6mt2 hasta los 200m2, los

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anillos pequeños eran usados para rituales, los anillos entre 12m2 y 50m2 que constituyen 78.6% son de uso residencial y como algo común en muchas culturas el fuego era un elemento central del espacio de intimidad, los anillos de mas de 50m2 que constituían al 18% eran localizados centralmente y eran de uso comercial, político y ceremonial Mas que una muestra de arquitectura es una muestra de la huella urbanística en la ciudad perdida

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LA CASA DEL REBUSQUE: CAUSAS

Jose Gabriel Cano Código 200711967 “El crecimiento urbano informal es una de las manifestaciones más impactantes en las transformaciones de las estructuras sociales, económicas, espaciales y ambientales en las escalas local, regional y nacional en los países donde estos procesos se presentan. La movilidad de los migrantes voluntarios y los grupos en situación de desplazamiento forzoso genera cambios drásticos en las relaciones y configuraciones del territorio, tanto en los sitios de partida (casi siempre entornos rurales) como en el sitio de arribo (casi siempre las periferias urbanas) de esta población.” (Castillo de Herrera & Torres Tovar, 2009) Es común que en los países en vías de desarrollo ye presenten asentamientos urbanos informas como consecuencia de un desarrollo económico desigual, y es también común que este derive en pobreza (entendiendo esta no solo como la ausencia de dinero si no también de recursos educativos, sociales, culturales, políticos e institucionales) y que esta este asociada a su ves con una baja calidad de vida e inseguridad. Colombia, al igual que muchos países

latinoamericanos, es el escenario ideal para el desarrollo de estas comunidades informales y son estos “cordones de miseria” los que dan cuenta de la visible desfragmentación social y segregación que serán el objeto de aproximación de este capitulo en el que se busca llegar a una conclusión del porque y como de este fenómeno. A principios del siglo XX el país vivió un crecimiento industrial que genero las condiciones idóneas para que se formalizara el desplazamiento de los habitantes de las zonas rurales a las ciudades, en su mayoría a las capitales departamentales, en búsqueda de un mejor porvenir económico y cultural. Desafortunadamente a pesar del fortalecimiento del sector industrial y de la modernización este no fue suficiente para hacer frente a la migración de habitantes de la zonas rurales ya que no hubo un desarrollo paralelo de la urbanización en Colombia (Peña Rodriguez, 2009). De igual forma la ausencia de políticas claras y de un aparato estatal fuerte que pudieran responder a la creciente demanda de vivienda en las ciudades importantes del país dejaron como resultado una base

de población desplazada, desempleada y de baja preparación académica, en la pobreza.3 Sin embargo no es solo este hecho el responsable del incremento de las poblaciones urbanas como consecuencia del desplazamiento, 5,454,766 4 desplazados desde 1985 (iDMC), ha esto también hay que sumarle la población que se ha visto afectada a nivel nacional por la violencia, que a sido un tema permanente en nuestra sociedad desde los años 30, y que ha salido de las áreas rurales rumbo a las ciudades en busca de refugio y seguridad ya que no ha habido un aparato estatal lo suficientemente fuerte y presente a nivel nacional para poderles garantizar seguridad y bienestar. En consecuencia tenemos que estos dos tipos de desplazamiento han sido los mayores responsables del incremento poblacional de las áreas urbanas, ¿pero como se ha manifestado esta nueva demanda de vivienda en la escala local? 3

…proceso complejo de escasez de recursos económicos, sociales, culturales, institucionales y políticos que afecta a los sectores populares y que está asociado principalmente a las condiciones de inserción laboral que prevalecen en el mercado de trabajo: inestabilidad, informalidad, bajos salarios, precariedad labora. (Ziccardi, 2008) 4 Datos de La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento CODHES-

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Sin duda para responder a la creciente demanda de vivienda por medio de la población desplazada a primado la informalidad (Clichevsky, 2006). La falta de terrenos aptos para vivienda al alcance de la población desplazada ha obligado a este sector de la sociedad colombiana a movilizarse a los bordes de las ciudades en busca de un lugar en el cual se pudieran establecer, lugares que en su mayoría no cuentan sistemas de acueducto, alcantarillado o vehiculares (Castillo de Herrera & Torres Tovar, 2009).

forzada y la ineficacia de los estamentos administrativos de las ciudades, no es sino hasta 1997 que se promulga una ley que reconoce la existencia de victimas y desplazados del conflicto armado5, se ha gestado el escenario ideal para el desarrollo urbanístico informal donde se concentra la marginación social y económica sin duda una muestra de las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales del país que invitan a una fuerte reflexión sobre las decisiones que se han y no se han tomado.

Como consecuencia de esto vemos como en las periferias de las ciudades se fueron consolidando los cinturones de miseria a donde fueron llegando los habitantes de las zonas rurales en busca de refugio. Estos desarrollos urbanos tienen como característica principal la informalidad ya que oficialmente nos son territorios que estén siendo controlados por el aparato estatal, y por su parte esto conlleva a una baja calidad de vivienda, malas condiciones de salubridad y seguridad que lejos de establecer las ciudades como un territorio para vivir en comunidad aumenta la discriminación social y acentúa la fragmentación social y ciudadana común en nuestro país. Podemos concluir como consecuencia de las migraciones a las ciudades de los habitantes de las zonas rurales del país tanto de forma voluntaria como

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Ley 37 del 18 de julio de 1997

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LA CASA DEL REBSUQUE: FORMA

Maria Fernanda Duarte Codigo: 201023858

la arquitectura urbana marginal de colombia hace referencia a la problemática de la vivienda en el país la cual compromete una variedad de elementos que consisnten en un proceso de exclusión social, económico, cultural, político y espacial. durante el acelerado crecimiento de la ciudad colombiana en el siglo xx se configuraron sectores urbanos los cuales se registraron como inadmisibles o como una anormalidad frente al proceso de modernización de la ciudad, ya que la condición de hábitat de estos sectores era inferior. se crearon varias definiciones para poder entender y a la vez explicar estos territorios urbanos; desde el derecho y la economía estos sectores son ilegales porque ocupan predios publicos e invaden zonas no permitidas, privada y se evidencia una presencia de inestabilidad económica de cada habitante. la sociología y el urbanismoes consideran importante el impacto que tiene la cultura urbana en sus habitantes, esta se refleja

en el territorio ocupado ya que carecen de un contexto planificado y de una norma urbanística. este tipo de vivienda normalmente se encuentra localizadas en zonas fangosas, las cuales se mezcaln con la basura compactada del sector, se presenta un alto nivel de inundacion en el período de lluvias. este factor se presta para el criadero de bacterias o insectos en aguas estancadas. además carecen de escuelas, puestos de salud y de policia. al mismo tiempo, sus calles son estrechas las cuales por la falta de cultura se convierten en dépositos de basuras y no cuentan con un sistema de alcantarillado y acueducto en el sector. un buen ejemplo de este tipo de problema es la zona negra en barranquilla, sus terrenos se encuentran localizados cerca de las zonas de comercio e industria de la ciudad. esto hace que el sector sea susceptible a la especulación inmobiliaria, logrando que los habitantes compren cada terreno a un muy bajo precio. este problema llevo a la realización de un proyecto de erradicación de la zona, el cual fue ejecutado por ruben d. utria. plantea el problema como una consecuencia en la forma de ocupación del territotio urbano, la división de zonas o sectores. con este proyecto nace “el zoneamiento social como una forma de segregacion socio –espacial no planificada”. (ruben d. utria, pag. 29) además el establece que “ la vivienda

es un bien de primera necesidad al lado de la comida y el vestido y como tal debe considerarse como un servicio público obligatorio”( ruben d. utria, pag.29) finalmente se planteo un plan de rehabilitacion el cual tiene como objetivo evitar desplazar la poblacion de los sectores que ocupan sino que tratar de mejorar las condiciones urbanisticas del barrio, las calles, brindarle servicios necesarios como baños, cocinas para cada casa. pero el factor que mas importancia y necesidad que tiene este proyecto es realizar y mejorar todos los servicios sociales de la comunidad como los centros de atencion medica ,de educacion y un centro de policia para asegurar a la comunidad, con estos factores se inicia el proceso de la legalizacion del barrio.

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Bogotá,

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Conclusiones

arquitectura nacional. Sin duda esto es un

La inteción de este tratado es recalcar, rescatar

reflejo de nuestra sociedad y una reafirmacion

y mostrar el valor que tiene la arquitectura

del lenguaje local, en el que la arquitecutura

construida en nuestro país. Puede que aquí no

toma un papel importante para definir quienes

haya un Frank Gehry, Zaha Hadid o Sir

somos.

Norman Foster, pero tenemos arquitectos, que sin ser Arquitectos, han logrado entender el lugar donde habitan y construyen de acuerdo a su entorno. Se toman ejemplos de las diferentes latitudes del país para mostrar cómo dependiendo de su lugar, sus necesidades y condiciones se ha generado cierto tipo de arquitectura . Vemos por ejemplo, materiales como la guadua, la tapia pisada, el ladrillo, las tejas e incluso el plástico los cuales han dado forma y fondo a la

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