DEPARTAMENTO DE PRENSA, COMUNICACIÓN Y DIFUSIÓN | REVISTA #10 | MAYO 2019
HURACÁN
GAUTO Y GIMÉNEZ
PROMESAS DE SELECCIÓN
LA PENSIÓN:
LOS HABITANTES DEL DUCÓ.
MIGUEL CAPUTO
MIS TÍOS FUNDARON EL HOCKEY
TIKI-TIKI
WALTER PÉREZ
ยกHACETE SOCIO!
Sinรณnimo de pasiรณn
SEDE SOCIAL Av. Caseros 3159 SEDE VIRTUAL asociarse.cahuracan.com
ÍNDICE 04 08 10 12 16 24 26 30 32
GAUTO Y GIMÉNEZ - DIVISIONES JUVENILES MARTÍN JÁUREGUI - INSTITUCIONAL WALTER PÉREZ - TIKI TIKI MIGUEL CAPUTO - DICIPLINAS QUEMERAS LOS HABITANTES DEL PALACIO FERIA DEL LIBRO - HISTORIA QUEMERA DANTE SANABRIA - ¿QUE ES DE LA VIDA DE...? DANIEL PIZZARO - HISTORIAS DE VIDA CARLOS DOMÍNGUEZ - QUEMEROS EN EL GLOBO
GERENTE DE COMUNICACIÓN, PRENSA Y DIFUSIÓN MARCELO SALVIO
JEFA DE PRENSA LAURA CORRIALE
REDACTORES | CRONISTAS
MAIRA ARROJO, RODRIGO DA SILVA, NICOLÁS RONCORONI, DARÍO MUSA
FOTÓGRAFOS OFICIALES
ANDREA IMBECHI, DANIEL MÉNDEZ
EDITOR | DISEÑADORES
FERNANDO BARRETO, DAMIÁN FERREYRA, PATRICIO RIZZO LORES
“URAGAN SIGNIFICA HURACÁN EN CROATA” Por Maira Arrojo
Gauto y Giménez Se pasean en las intalaciones del Ducó luego de su gira con la selección sub-15.
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uan Gauto y Leandro Giménez fueron los representantes Quemeros en la última gira que realizó la Selección sub-15 por Croacia. Allí se disputó el torneo “Vlatko Markovic”. La final la jugaron ante México y lograron consagrarse campeones con el equipo argentino por 3 – 1 en los penales. Para conocer su experiencia en ese país tan lejano, nos acercamos al Palacio Ducó para hablar de todo lo que les dejó este viaje con la Selección, lo que significó para ellos ser parte de la delegación y mucho más. ¿Qué significa para ustedes poder vestir la camiseta de la Selección? Gauto: “Es un orgullo muy grande para mí, para mi familia y para todo Huracán también, que es el club que me abrió las puertas para que pueda jugar. Ahora se nos juntaron dos sueños: debutar en la Primera de Huracán y estar en la Selección Mayor”. ¿Se sintieron embajadores de Huracán estando en Croacia? Giménez: “Sí, es una alegría muy grande
haber salido campeones con la Selección para mi familia y para Huracán, que desde chico juego acá, soy hincha y esto significó una alegría muy grande”. Mientras los chicos se iban animando cada vez más a hablar, comenzamos a indagar en lo que fue el viaje hasta Croacia. “Creo que está a 16 horas de viaje, los km no tengo idea”, decía Juan entre risas. ¿Habían salido alguna vez del país? Gauto: “Yo sí, además tomo muchos aviones para ir a visitar a mi familia.”
Divisiones Juveniles | Por Maira Arrojo
Giménez: “Yo no. Aunque sí me he subido a aviones, pero no recuerdo nada porque era muy bebé”. ¿Qué sintieron cuando el avión despegó? Gauto: “Nos imaginamos que iba a ser una linda experiencia, poder conocer un país tan lindo como es Croacia que está lejos pero que gracias al fútbol y a las cosas que se nos están dando pudimos visitar”. Giménez: “Yo estuve entre el miedo y la alegría. El miedo a que nunca había viajado tantas horas, pero me fui acostumbrando”. ¿Cómo se organizaron para ir a Ezeiza? ¿Se sentaron juntos en el avión? Gauto: “Fuimos juntos a Ezeiza en remis. Después concentramos allá y nos tocaron habitaciones diferentes”.
¿Estaban en contacto con sus compañeros de Huracán? Gauto: “Yo hablaba con Adrián Chávez, que está conmigo en la pieza de la pensión. También hablaba con Morales, mi familia, y el capitán de la categoría, Gonzalo Pérez, nos preguntaba cómo estábamos”. Giménez: “También hablaba con el Lipi y con el hermano del Kaku, Facu Romero”. ¿Qué dialogaron en ese momento con todos ellos? Gauto: “De todo un poco. Nos perdimos los partidos contra San Lorenzo y Gimnasia”. Giménez: “Nos quedamos con las ganas de jugar…”. ¿Calculaban el horario para saber cuándo jugaban sus compañeros?
Giménez: “Hasta Roma fuimos sentados juntos”.
Giménez: “Si, íbamos preguntando cómo iban y si estaban jugando bien”.
En ese primer tramo del viaje, ¿de qué hablaban?
Gauto: “Yo me mandaba mensajes con Néstor Apuzzo y con el profe Fede Marino, el profe de la 2005. Justo Néstor estaba viendo el partido con San Lorenzo y le pregunté cómo iba el partido y me dijo que estaban jugando bien”.
Gauto: “Hablábamos de nosotros y en un momento le dije que era muy lindo lo que estábamos pasando, porque los dos sabemos muy bien de dónde venimos, de dos familias humildes, y gracias a dios y el sacrificio que estamos haciendo día a día pudimos viajar a Croacia, que es un lugar muy hermoso y pudimos conocer países gracias a este deporte”. Tuvieron que estar unas horas en Roma para cambiar de avión y después partir rumbo a Croacia. Allí tomaron un colectivo hasta el lugar de la concentración. Al arribar, comenzaron a recorrer y Leandro nos cuenta que “parece otro mundo, es muy tranquilo”.
¿Vieron alguna camiseta parecida a la del Globo en Croacia? ¿Se les cruzó por la cabeza el pensamiento “ahí vienen mis compañeros”? Giménez: “La de China, que era toda roja”. Gauto: “La verdad que no, jaja. No había nada parecido a los chicos”. Uno de los partidos que disputaron los chicos fue ante China, en un encuentro
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¿Qué partidos jugaron? Gauto: “Yo ingresé como suplente, salvo en el de China que fui titular”. Giménez: “Yo jugué contra Croacia, Eslovaquia y México. En el de China fui suplente”. Una de las grandes barreras fue la diversidad de idiomas que escucharon durante su estadía en el país europeo. “No sabíamos cómo comunicarnos con el árbitro, eran croatas y se complicaba la comunicación”, comentó Juan. “Nuestro profe, Gerónimo Aimar, nos mostraba cómo le podíamos decir al árbitro que nos habían cometido un foul o cosas por el estilo”, agregó Leandro. Por su parte, Giménez explicó que un amigo de un tío suyo había jugado en Croacia. “Recuerdo que me mandaba por mensaje como decir “buen día” o algunas malas palabras”. Sin embargo, era tan difícil pronunciarlo que nunca pudo conseguir repetirlo. ¿Cómo se manejaban con el tema de la comida si querían pedir algo? Gauto: “Lo único que sabíamos decir era “Orange” para el jugo de naranja, jaja”. ¿Qué recuerdos se trajeron?
Gauto: “La Copa que es lo más lindo que nos pasó. El sacrificio que hicimos… Fue un orgullo para nosotros poder vestir la ropa y tener nuestra medalla. Nos va a quedar un recuerdo muy lindo”. Después del viaje fueron a sus casas, ¿qué regalo o recuerdo le trajeron a sus familias? Gauto: “A mi tío le regalé una barrita, a mi mamá le di la medalla y fotos, también le quería regalar la remera, pero me dijo que me la quedara porque era algo mío que había ganado”. Giménez: “A mi mamá le di la otra remera y va a hacer un cuadro. Después le di un pantalón a un amigo y el otro se lo di a mi tío”. Ambos jugadores están muy contentos con sus camisetas de la Selección, que generalmente usan estando en la pensión. Mientras Leandro llegaba al Ducó, venía caminando por Colonia y con la celeste y blanca puesta. ¿Se imaginan en un futuro dándole al club una camiseta de ustedes cuando lleguen a un Sub-20 para hacer cuadros? Gauto: “Si, ojalá que algún día se pueda dar. Sería algo muy lindo para nosotros y para Huracán, que es el club que nos abrió las puertas. También deseo que
Divisiones Juveniles | Por Maira Arrojo
podamos debutar en la Primera”. Giménez: “Sería muy lindo que en el club haya una remera de los dos, desde chiquito que juego acá y él hace 3 años que está. Es algo muy hermoso de solo pensar que podrían llegar a tener nuestras remeras de la Selección”. Dejamos correr la imaginación e Invitamos a los chicos a que se imaginen a ellos mismos en unos años, jugando en Europa, y que les toque venir a entrenar en el Palacio con la Selección Nacional, tal como lo hizo Lionel Messi en la previa del Mundial de Rusia 2018. Gauto: “Primero pasaría por la pensión, que es el lugar donde vivía y visitaría a los chicos de ese momento. Les contaría cómo vivía yo acá y quisiera dejar el Palacio de la mejor manera”. Giménez: “Me imagino qué lindo sería venir a jugar y ver a toda mi gente, y que vean que logré lo que quería, que se me dio lo que tanto deseaba”. ¿Se cruzaron alguna vez a Messi en el predio de Ezeiza? Giménez: “Todavía no tuvimos la oportunidad de cruzarnos con él. La verdad
que nos encantaría ser sparring”. En la Selección, el 4 lo usó en un momento Zanetti y la 20 Ariel Ortega, son los números que hoy en día usan Juan y Leandro, respectivamente. Números con mucha historia y que quedarán en el recuerdo de ellos, ya que fueron las camisetas con las que consiguieron su primer título defendiendo la Selección Sub 15. “Ojalá nos quede para siempre el recuerdo, porque es algo muy lindo y perderla nos va a doler mucho”, expresa Juan Gauto, con ilusión y un poco de miedo al mismo tiempo. Cuando llegue el nuevo técnico a Huracán, ¿les gustaría que los convoque para ser sparrings de la Primera? Gauto: “Obvio, es lo que más nos gustaría. Ojalá también podamos debutar en el Ducó, que es lo más lindo que tenemos ahora”. Giménez: “Estamos muy cerca. Hay chicos que tienen 17 y ya juegan con la Reserva, están en Primera. Quizás en dos años más, quién te dice… Quizá podamos estar en Reserva o jugando en Primera”.
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MARTÍN JÁUREGUI, EL DIRIGENTE VECINO DEL DUCÓ Por Maira Arrojo
Martín Jáuregui Actualmente vive a 3 cuadras del Palacio Ducó.
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ran parte de su vida ha sido vecino del Palacio Ducó. Junto a su familia vivió a pocas cuadras del estadio, hasta que a los 13 años se fue a vivir a Caballito. Esa distancia no significaba nada para él. “Hay una canción que dice “me enamoré del Globo y de La Quema”, y así me pasó. Me iba todos los días hasta Parque Patricios para visitar a unos amigos”. Actualmente está casado y vive con su mujer y sus dos hijos a 3 cuadras de la cancha, otra vez. Desde la terraza de su casa puede ver el Palacio y nos cuenta que “cada vez que jugamos, una vez que termina el partido, las luces quedan prendidas durante un buen rato y yo subo a la terraza para verlo de noche”. “Cuando nos casamos con mi señora vivimos en dos casas que alquilábamos, la primera en Monteagudo al 100 y la otra en Uspallata al 3200. Cuando tuvimos la posibilidad de comprar, yo tenía la costumbre de mirar todo el tiempo casas por la zona donde vivía antes. Vimos un cartel de una casa en venta, nos cerró todo y nos mudamos. Desde 2011 vivimos en esta casa”. Desde la puerta de tu domicilio ves cómo los hinchas van a la cancha, ¿qué sentís cuando pasa eso? Me gusta ver cómo la gente se va acercando. Me asomo y veo a la gente caminando. Esto lo hago más que nada
cuando jugamos algún clásico o cuando el equipo viene bien, porque transmiten alegría cuando pasan cantando. Su cercanía al estadio nos dio el pie para preguntarle sobre su arribo al Ducó cuando hay partidos. “Llego siempre justo. Al principio siempre llegaba tarde, con el partido empezado. Ahora salgo sobre la hora y llego cuando están por salir los jugadores al campo de juego”. ¿Sos de frecuentar el Ducó durante la semana para ver que esté todo en orden? No soy de ir mucho al estadio, pero sí lo miro desde casa todo el tiempo, o si tengo que salir con el auto voy hasta el Ducó.
Institucional | Por Maira Arrojo
También veo mucho a los chicos de la pensión cuando vienen. Soy un poco callejero, estoy mucho tiempo en la calle y cada vez que puedo miro la cancha, es como un reflejo que uno tiene”. También tiene incorporado a su rutina diaria, cuando sale a caminar, pasar por la puerta del Ducó para admirar la belleza del Palacio, o pasar sus ratos libres en la terraza tomando mate observando la casa quemera. Hace algunos años, Martín forma parte de la Subcomisión de Cultura que comanda el Dr. Néstor Vicente, y de Fútbol Amateur, colaborando en fútbol femenino. ¿Cómo surgió la posibilidad de ser dirigente en el club? A fines de 2018 comencé a participar en lo que es fútbol amateur y femenino. La idea es que haya presencia dirigencial y conocer el mundo de cada uno de ellos, más que nada del fútbol femenino,
que está creciendo mucho en este último tiempo. Como empecé hace poco, mi trabajo es más que nada hacer observaciones, y si el Presidente de la Subcomisión, el Dr. Luis Sasso, me pide mi opinión, yo puedo aportar lo que veo. Sus dos hijos son hinchas desde que nacieron, viven junto a sus padres los partidos en Ducó y tienen un sentimiento muy grande por el club. Su hijo mayor, de 11, juega en las inferiores. “Empezó a los 6 o 7 años en el Baby y ha salido campeón. Es muy lindo vivir esto junto a él, como todo jugador, él va teniendo diferentes sentimientos. Recién tiene 11 años, es chico todavía. En este momento está jugando porque la idea es que haga algún deporte. Es lindo ver a las Divisiones Inferiores, hay mucho para hacer, pero de a poco se va a ir mejorando”. “Los hinchas de mi edad, entre los 40 y los 50, hemos vivido una parte triste de la historia y traté de que el amor que él siente no sea tan fuerte, pero no lo conseguí, no quiero que sufra. Él es re quemero, hasta hemos gritado goles llorando”. Como padre, ¿cómo te manejás cuando tu hijo no es convocado o pierde partidos? Trato siempre de que lo vea como un aprendizaje, que trate de no ponerse mal en esas situaciones, no es fácil lograrlo. Más allá de las palabras que pueda decirle es tratar de decirle cómo debería comportarse, que sonría pese al resultado y siempre le digo que él está para aprender. Sabe que lo fundamental es el colegio, que tiene que estudiar, porque no todos los chicos que juegan al fútbol llegan a ser profesionales. Tiene que aprender a vivir todo de forma intensa y que esto le sirva como aprendizaje de vida”.
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”TIKI-TIKI”: WALTER PÉREZ Por Nicolás Roncoroni
Walter Peréz Defensor 20 años 23/10/1998
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l canterano quemero es el protagonista de la nueva edición de “Tiki-Tiki”, en donde contó cómo fueron sus inicios en el fútbol y destacó distintos aspectos de su ascendente carrera. A su vez, el lateral-volante se metió con las preferencias en relación al cine, las series televisivas y la comida. ¿A qué edad y dónde comenzaste a jugar al fútbol? Arranqué a los 6 años en un club que se llama Vemme. Queda en Ciudad Evita. Decime un ídolo futbolístico de tu infancia. Juan Román Riquelme. Elegí dos o tres técnicos que te hayan marcado en tu corta carrera. Néstor Apuzzo de Reserva y Gustavo Alfaro en la Primera. Contame dos o tres amigos que te dio el fútbol. Dos de mi categoría: Fernando Cosciuc y Federico Marín. Fer (Cosciuc) un poco más porque estamos juntos desde el Proyecto Barcelona. ¿Cuál es el mejor estadio en el que jugaste hasta el momento?
El Estadio Mineirao de Cruzeiro. ¿Cuál es el mejor lujo que hiciste en tu carrera? Un caño a Santiago Solari jugando contra Racing Club. ¿Y cuál el mayor lujo que sufriste hasta ahora? Uh… Un regate de Dodó en el partido contra Cruzeiro. Hizo un movimiento y salí para el otro lado. ¿Cuál es la mejor camiseta que intercambiaste con un rival? Todavía no cambié muchas. La que más me gusta es la de Racing de Renzo Saravia. Decime un futbolista a quien mirás para imitar ciertos movimientos. Veo a Saravia del fútbol local y a Marcelo del Real Madrid en lo internacional.
Tiki-Tiki | Por Nicolás Roncoroni
Elegí un ex jugador con quien te hubiera gustado compartir equipo. Juan Román Riquelme. Selecciona un futbolista a quien invitarías a jugar un picado con tus amigos. Me quedo con Marcelo, ja. ¿En qué institución soñás con jugar del fútbol europeo? El Barcelona de España. ¿Cuál es la alegría más grande que te dio el fútbol hasta ahora? Poder jugar en Primera División. Si tuvieras que elegir un deporte que no sea el que practicás, ¿Cuál sería y por qué? El automovilismo. Me gusta la velocidad y la adrenalina que da ello.
Elegí un equipo para jugar al PES 2019 que no sea Huracán.
Si no hubieras sido jugador de fútbol, ¿A qué te habrías dedicado?
Utilizaría al Manchester City de Pep Guardiola.
Hubiera estudiado y buscado un trabajo. Oficina o fábrica, por ahí.
Seleccioná una película que volverías a ver una vez cada tanto.
Decime un hobby que no conocemos de Walter Pérez.
Rápido y Furioso.
Me encanta dormir la siesta, ja.
Contame una serie de televisión que verías nuevamente. El Marginal. Decime un plato de comida que no puede faltar en la semana de Walter Pérez. Pizza, ja. Dame una canción o banda musical que escucharías el resto de tu vida. No tengo preferencias sobre la música. ¿Qué sueño tenés por cumplir? Vestir la camiseta de la Selección Argentina.
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“MÍS TÍOS FUNDARON EL HOCKEY SOBRE PATINES” Por Darío Musa
Miguel Caputo Debutó en Primera con un gol y se retiró 19 años después.
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iguel Ángel Caputo es una leyenda de esta disciplina. Utilizó los patines desde los cinco años, a pesar de haberse cortado la frente en la cama de su abuelo. Creció con Ángel, Miguel y Luis Sicardi (hermanos de su mamá, Doña Tota) quienes, a principios de la década del ’40, le dieron el puntapié inicial al hockey sobre patines en Huracán. Hizo infantiles, inferiores, debutó en Primera con un gol y se retiró 19 años después, con varias medallas de campeón y siendo el goleador de 1989. Su papá, Juan Caputo, lo llevaba de chico a la Sede para ver los partidos. “Lo que más me acuerdo es de la final que Huracán le ganó 6 a 1 a San Juan. Todavía no jugaba pero me quedó grabado el golazo que hizo de penal Luis López”, rememora Caputo, quien rápidamente abre su billetera y muestra orgulloso su carnet de Socio Vitalicio N° 10661. En esa época, el hockey sobre patines se jugaba sin tanta protección, no había caretas para los arqueros y los arcos eran parecidos a los de hockey sobre césped. Eso hizo que, empezar a practicar el deporte, sea algo natural para él. En 1967 comenzó a hacerlo y pasó por todas las categorías
hasta que, el 29 de agosto de 1970, debutó oficialmente con la camiseta del Globo y le convirtió un gol a Comunicaciones: “La clavé en el ángulo”, cuenta Caputo. Miguel Ángel jugaba de delantero, aunque afirma que “en el hockey jugás en todas las posiciones, vivís corriendo, patinando, marcando y aguantando los palazos y pelotazos del rival”. Ángel Caputo, uno de sus tíos, fue uno de los mejores jugadores de Argentina en esa época. Él y su otro tío, Miguel, fueron los dos Caputo que más jugaron al hockey. Y si bien su abuelo era fanático del fútbol (hacía reuniones y se juntaban varias agrupaciones), en la casa de su abuela
Disciplinas Quemeras | Por Darío Musa
había patines y palos: “Para el fútbol era de madera”, dice Miguel Ángel. Después de mucho tiempo y con más de 60 años, Caputo vuelve a pisar la cancha de hockey sobre pista de la Sede de Huracán y, mientras respondía algunas preguntas, se fueron acercando los actuales jugadores que defienden la camiseta del Globo para saludarlo: Tomás Korosec, Sebastián Duhalde, Sebastián Barlocco. Luego de haberle generado una sonrisa, Miguel continuó con la nota. “Hoy, a los 60 años, se me mueve todo cuando veo la pista actual de la Sede (hay banderas a la vista con sus logros). Es un deporte que me encanta. No me puedo poner un par de patines por los huesos, pero tengo preparado el bolso por si me llaman los veteranos para sacarme una foto”, cuenta Miguel Ángel, quien fue campeón en juveniles en Huracán y en el Seleccionado argentino, pero el que más lo marcó fue uno que ganó con el Globo en Primera: “Ese fue muy lindo porque quedás en la historia del club y queda tu nombre grabado en la placa”. También le quedaron marcados los viajes que realizó, dentro y fuera del país, gracias al deporte y algunas anécdotas que traspasan los años. “En un viaje a Francia me sentía
mal y quería comer un tostado de jamón y queso, pero fue imposible explicarle al mozo. Me trajo dos flautas, una de queso y otra de jamón. Se acerco a lo que quería”, recuerda Miguel Ángel y continúa: “En Mendoza fuimos a jugar un campeonato en General San Martín, ahí enceran las pistas con kerosene. Patinás que quedás aplastado contra la baranda o con un contrario. Ahí salimos campeones”. Manos rústicas, dedos gruesos y brazos fuertes, mecánico de profesión y oficio en su vida personal, a Miguel Ángel le cambia la cara cuando jugaba al hockey. En el último campeonato que logró Huracán en Primera, el partido definitorio no lo pudo jugar porque en la anteúltima fecha, ante San Lorenzo, le sacaron una amarilla y lo suspendieron. “Jugando al hockey te hierve la sangre, estás a mil. Estás constantemente corriendo y patinando”, explica Caputo, mientras extiende otro recuerdo: “Otra vez contra San Lorenzo agarré del cogote a uno que me había hecho una falta y me expulsaron. Terminamos todos a las trompadas en la cancha y después la seguimos en el vestuario. También me pasó en River que había uno que me venía dibujando la pelota y lo agarré atrás del arco con el palo, pero esa vez el árbitro no vio nada”
Miguel Caputo De jóven vistiendo la indumentaria de Huracán.
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Disciplinas Quemeras | Por Darío Musa
Gira por Europa en España, Francia, Italia, Alemania y Suiza
“Huracán es tan grande en hockey como Gardel en el tango. No hay nadie que lo emparde. La gente ama este deporte”, afirma Miguel Ángel Caputo y también rememora con quiénes compartió equipo a lo largo de su carrera: “Carlos Peña fue un jugadorazo, un fenómeno de verdad y el padre era una eminencia. Yo empecé a jugar con él desde infantiles. Con Leonardo Duhalde jugamos juntos algunos años, siempre tuvimos buena relación. En una práctica en la terraza, lo pase con la pelota por al lado y me levantó de una manera que me dejo sostenido en el aire”. Al finalizar el relato y la nota, se acerca Leonardo Duhalde, actual coordinador de hockey sobre patines en el club, y comenzaron a recordar anécdotas entre ellos.
Miguel Ángel Caputo: “Había ‘chupi’ después de los partidos”, confiesa entre risas contando una picardía de ese grupo, que le dio tantas alegrías al pueblo quemero.
¿Qué opinión te merece Miguel Ángel?
Antes de irse, Miguel Ángel vuelve a pasar por atrás del arco al que tantas veces mandó la bocha a golpear el fondo de la red. Baja la mirada y con lágrimas en los ojos, saluda desde lejos al actual equipo de Primera División mientras entrena. Del otro lado se frena la práctica y todos los players quemeros levantan el palo despidiendo, de esta manera, a uno de los grandes jugadores que tuvo el hockey sobre patines del club
Leonardo Duhalde: “Hemos pasado toda la vida adentro del club con Miguel. Tengo muy buenos recuerdos de él y de su padre. Es un gran compañero, un tipo sincero y de ley. Si bien soy un poco más joven que Miguel, compartimos plantel en Primera, Reserva y Tercera. Fueron más lo momentos de éxitos que de sufrimiento”.
Duhalde: “Antes no éramos tan atléticos y profesionales como son ahora. Éramos un poquito más a la antigua pero la pasábamos muy bien”. Caputo: “A veces los jueves terminábamos de practicar y hacíamos un asado y tomábamos vino, pero nos cuidábamos bastante con la comida. El sábado estábamos listos para jugar. Alguna que otra salíamos a la noche también”. Duhalde (entre risas): “Como yo era chiquito no me llevaban”.
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LOS HABITANTES DEL PALACIO
Viven en un Palacio, nadie duda de ello. Comienzan y terminan sus días en la segunda casa de miles y miles de personas. Absorben los valores y el significado que tiene el gran Globo del pecho. Pisan su suelo, recorren sus pasillos con el sueño intacto de ser las futuras joyas del plantel profesional del Club Atlético Huracán.
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a Pensión “Paolo Duval Goltz”, situada en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, tiene . en su haber 30 juveniles de las divisiones inferiores. Provenientes de Salta a Santa Cruz, pasando por Misiones, San Juan o Santa Fe, los chicos transitan cada jornada en uno de los escenarios por excelencia del fútbol nacional. Allí, los jóvenes descansan después de los entrenamientos, bajo la Coordinación de Gabriela López y un grupo de profesionales, realizan las tareas que quedan de la escuela y pasan el rato jugando al pool, metegol o ping-pong. La alimentación, aspecto fundamental en su desarrollo, está a cargo de Oscar, Amalia y todo el equipo de cocina. Igual, el ritual por excelencia está relacionado a la pelota. Los juveniles suelen juntarse en el living a mirar fútbol internacional con la fe de que, algún día, ellos estarán en la gran pantalla. Unos observan a defensores como Virgil van Dijk del Liverpool o Sergio Ramos del Real Madrid, otros se quedan con las atajadas de Marc-André ter Stegen, la excelencia de Lionel Messi o el hambre de gol de Luis Suarez. “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros” es la frase que puede apreciarse en la entrada a lugar donde viven los juveniles. La misma representa la unión que muestran ellos tanto dentro como fuera de la cancha. Te invitamos a que des un paseo por la Pensión y conozcas a las futuras figuras de la institución de Parque Patricios.
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Nota principal | Por Nicolás Roncoroni
DEL GRANDE AL EXPERIMENTADO Leonel Martens es el mayor. Una de las voces de mando que tiene la Pensión. De Tandil, el goleador de la Cuarta División afirma que lo que más disfruta de su estadía en el Ducó son las charlas con los chicos y jugar a las cartas. Alexis Dulón, por su lado, es el juvenil que hace más tiempo está en la “Paolo Duval Goltz”. Llegó en la inauguración desde su Embarcación (Salta) natal. “La Pensión mejoró con el paso del tiempo. Me encanta estar con mis amigos y tomar mate”, asegura una de las figuras de la Séptima, que tiene a su familia a más de 1700 km.
¡EL ESTUDIO NO SE OLVIDA! El Centro Educativo Nivel Secundario 44° de la Ciudad de Buenos Aires recibe día a día a tres de los jóvenes más experimentados de la Pensión. El arquero Sebastián Meza, que ya participó de varias prácticas con la Primera, y el volante Joaquín Ott comparten curso en 2do 2da, mientras que el creativo Rodrigo Cabral, quien es parte del plantel quemero, se encuentra en 1ro 2da. Este trío está en camino a recibirse como Perito Auxiliar en Medios de Comunicación Social, un título con validez a nivel nacional. El balón es la obsesión, pero los libros no quedan de lado.
AMIGOS SON LOS AMIGOS Eduardo Melo y Leonardo Paulina iniciaron una gran amistad en la “Paolo Duval Goltz”. Ambos integran el equipo de Sexta División y suelen compartir dupla de defensores centrales. Además, los jóvenes van juntos a la escuela y conviven en la misma habitación. Eso sí, el compañerismo queda de lado cuando comienzan los enfrentamientos en el pool. “Lo tengo de hijo”, afirma Melo ante la incesante negativa de su partener.
Nota principal | Por Nicolás Roncoroni
YA VISTE LA CELESTE Y BLANCA Juan Gauto también es uno de los que hace más años está en la Pensión. Nacido en Santa Cruz, el delantero de la Octava es parte de la Selección Argentina Sub-15 que dirige Alejandro Sagesse. El juvenil fue parte del plantel que se consagró campeón la Copa Internacional “Vlatko Markovic”, disputada en Croacia. Quien comparte habitación con el formoseño Adrián Chávez se muestra feliz de vivir en el Palacio: “Es un sueño más que hermosos despertarme y ver el Ducó cada día. Es lo más lindo porque, dios quiera, muchos estaremos debutando allí algún día”.
Nota principal | Por Nicolás Roncoroni
¡COMENZÓ EL PARTIDO EN LA PENSIÓN! El tucumano Marcelo Cabrera, el puntano Miqueas Amaya, el entrerriano Nicolás Calgaro y el rosarino Facundo Ojeda juegan uno de tantos encuentros de metegol, una de las actividades predilectas por los jóvenes que viven en las cercanías de la Platea Alcorta. La paridad en los enfrentamientos es tal que lo único seguro es que no vale el molinete.
MISIONES De Misiones a Parque Patricios sin escala. Los jovencitos de Posadas Mirco Ríos y Lucas Yake, que tienen apenas cuatro meses en la Pensión, fueron bien recibidos por dos experimentados como Sebastián Meza (Oberá) y Eduardo Melo (Puerto Esperanza), los cuales viven en el Palacio hace ya tres años. Hay dos cosas que en esta mesa no pueden faltar: el mate o tereré, dependiendo el clima; y el reviro.
EL ROJO CÉSPED DE LA CANCHA Abundan las partidas de pool en los ratos libres que hay en la Pensión. Cada uno saca a relucir las habilidades que traen de sus respectivos hogares. La práctica los lleva a mejorar cada día más y los encuentros muestran una enorme competitividad. En este caso, tres juveniles que hace poco arribaron al Ducó como son los 2006 Thiago Albornoz (Entre Ríos) y Tomás Schefer (Santa Fe), y el lateral-volante de Quinta Santiago Pavón (Corrientes) participan de un cotejo junto a Joaquín Ott, lateral de la Cuarta División.
EL TRÍO SANJUANINO El mediapunta Emanuel Muñoz y el defensor Leonel Rodríguez arribaron hace unos meses a la Pensión. Uno llegó de la ciudad de Iglesia y con edad de Sexta División, mientras que el otro es de San Juan, Capital, y defiende los colores quemeros en Octava. Los juveniles fueron rápidamente recibidos por su colega provinciano Gastón Gamboa, nacido en Angaco. El defensor central, que también juega en la Sexta, ya tiene más de tres años en la “Paolo Duval Goltz” y hasta debió transitar allí la recuperación por una rotura de ligamentos cruzados en su rodilla.
¡SANTA FE, PRESENTE! Cuatro santafesinos se encuentran conviviendo en el Palacio Ducó. Tomás Schefer, que llegó de la mano de Néstor Apuzzo después de una prueba en Renato Cesarini; el mediapunta Facundo Ojeda, jugador de la Novena; y Lisandro Morales, futbolista de la Octava, son de Rosario. Lucas Molina, delantero de la Sexta, es de la ciudad de San Lorenzo.
¡POR LOS LIBROS DE H
uracán, precioso todo inefable e incognoscible en su totalidad (valga la redundancia) que encierra una entera realidad propia, es, asimismo, un mundo cultural. Y, dentro de esa hermosa y enorme cultura, habitan muchas letras: desde el año 2008, el Globo participa en forma consecutiva en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, una de las más importantes de Latinoamérica, siendo la primera entidad social y deportiva cuya principal actividad es el fútbol en hacerlo. Muchos literatos han escrito sobre La Quema. Muchos libros versan su rica historia. Miles de quemeros recorren cada año el stand propio, precioso habitáculo blanco y rojo con sombra de antaño verde y olor a papel y tinta. Millones de visitantes son testigos de la identidad huracanada. Tango, fútbol y otros artes con sede en el Parque de los Patricios se mudan por un lapso al predio de los parques de Palermo. El abrazo a la escritura y la lectura es también la celebración del apego a los orígenes y la propia esencia. Una marca registrada. Más de una década separa al hoy de aquel ayer inaugural de 2008. Muchos libros fueron presentados. Muchos expositores diversos han orado. Historias han sido narradas por sus propios protagonistas; muestras de diversas índoles han deleitado a multitudes raneras. Pasaron escritores, poetas, cantantes, bailarines, periodistas, deportistas, dirigentes e ídolos populares, entre tanta gente. Desde René Houseman hasta Marcos Díaz, pasando por Horacio Ferrer, Miguel Brindisi, Antonio Mohamed, Paolo Goltz, el Padre Pepe, Néstor Vicente, Waldemar Iglesias, Roberto Guidotti, Pablo Viviani, Alejandro Nadur, Patricio Toranzo, Ignacio Pussetto, Horacio Pagani, y tantos más. Campeones, referentes, símbolos y banderas.
Incluso, un libro, Huracán en el Bicentenario de la Patria, de Susana Aradas, fue declarado de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Presentado en 2010, luego viajó a la Feria de Frankfurt, una de las más relevantes de la Tierra y su leer.
E SU SIGLO! Por Gonzalo Hernán Minici
¿Sabías que, desde el año 2008,Huracán participa de forma consecutiva en la Feria del Libro? En el marco de ésta, la última exposición en realizarse, con tiempo entre el 25 de abril y el 13 de mayo de 2019, se presentaron El Ballet Blanco, un recorrido integral por el cuadro campeón de 1928 compilado por Néstor Vicente en el que laboraron dieciséis tripulantes del aerostato de Jorge Newbery, siendo así un trabajo conjunto totalmente único, y la obra que contiene a la sección madre, hija del proyecto padre, del presente artículo: HISTORIA QUEMERA; Tomo I: “¿Sabías que...”, autoría de quien escribe. El acto central anual tuvo vida el lunes 6 de mayo en la Sala Carlos Gorostiza, que se colmó de pasión huracanista y se vistió de Palacio Ducó por un tan efímero como eterno rato. Antes (no demasiado), en la edición 2015 se sumó Racing; en la de 2016, San Lorenzo. En 2017, River, Boca y Newell’s. En 2018, Argentinos Juniors y Vélez. Pero el puntapié inicial lo dio el elenco con vieja cuna en Nueva Pompeya, y ese es un orgullo tan literal (literalmente literal) que nadie le podrá arrebatar.
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¡Por los libros de su siglo! Huracán
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¿QUÉ ES DE LA VIDA DE… DANTE SANABRIA? Por Nicolás Roncoroni
Dante Sanabria Ex jugador de Huracán entre 1977-1980 y 1982
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urgió de las divisiones inferiores del Globo, le convirtió grandes goles al clásico de toda la vida y terminó triunfando en el fútbol español. En una de sus visitas a la Quemita, Dante Sanabria conversó en exclusiva con la Revista Oficial y rememoró lo importante que fue su paso por la institución de Parque Patricios. Dante Sanabria fue una de las tantas joyitas que surgieron de las divisiones inferiores del Globo durante la década del 70´.Un goleador de los que no abundaban, con un apetito por el gol que lo llevó a jugar en la Liga de España. Hoy, el ex Valencia mantiene el vínculo con el deporte de sus amores por medio de sus amigos. Aquellos con los que compartió cancha en uno de los momentos más ricos del fútbol argentino. Charlas, anécdotas, asados y el “fulbito”. ¿A qué te dedicaste después de dar por finalizada tu carrera profesional? Es un momento muy triste el retiro. Durante mi carrera, no podía salir a comer o estar con mis hijas como quería. Estuve concentrado 15 años. En su momento, me metí en un proyecto de camiones con mi hermano. Para mover un poco el dinero, elegí ser su socio, comprar unos
camiones y, hoy en día, sigo con eso. Por suerte, me dejó buena plata mi estadía en España y pude disfrutar un poco más de la vida. Cada tanto volvés al club y te juntás con viejos amigos del fútbol. ¿Qué significado tiene el reencontrarte con ellos? Estoy viviendo en Rosario y, una vez cada dos meses, vengo para Buenos Aires. Visito el Palacio, voy a la Quemita. Me siento como en mi casa, estoy muy cómodo acá. Me hace muy bien volver a ver a los que fueron mis compañeros. ¿Te sirve para seguir conectado con el mundo del fútbol? El fútbol corre por las venas y siempre tenés algún día para ir a jugar. Estoy grande ya, pero las piernas me siguen dando, ja. También, voy a algunos clubes a
¿Qué es de la vida de... | Por Nicolás Roncoroni
darles una mano con los chicos. Eso me hace bien. Me gusta enseñarles a los jóvenes lo que aprendí como futbolista profesional. Voy a seguir con la pelota en los pies hasta que pueda.
Siempre lo voy a recordar”, rememora el goleador.
Uno de los amigos que te dejó la profesión es Cachorro Gutiérrez, quien trabaja en las inferiores del Globo. ¿Fue uno de los grandes asistidores de tu carrera?
Fue de un día para el otro, increíble. Estaba concentrado con los juveniles la jornada anterior y me llamaron para avisarme que al otro día jugaba contra San Lorenzo. Me cambié de concentración, fui para la de Primera. Ahí arrancó mi carrera futbolística en Huracán.
Cachorro era un jugadorazo. Éramos de los juveniles que estábamos con los monstruos de la Primera. Aprendimos mucho de esa gente. Tenía una claridad bárbara, era un Redondo de Huracán. Gracias a él (Gutiérrez) hice muchos goles. Es un gran amigo, como Néstor (Apuzzo). El nacido en Rosario un 16 de julio de 1959 no anduvo con chiquitas a la hora de iniciar su carrera profesional. Allá por el año 1977, el joven se puso el manto sagrado quemero por primera vez en un clásico frente al Club San Lorenzo. “Es un sueño debutar en Primera División y, concretando lo que hice esa noche ante San Lorenzo, la satisfacción es doble. Fue el debut más importante de mi vida por las circunstancias de mi edad, el gol y que sea contra el clásico de toda la vida.
¿Te sorprendió la posibilidad de estar en ese partido?
Y ese no fue el único tanto importante que le convertiste a San Lorenzo… ¡No! Otro fue cuando los despedimos en su cancha. Preparaban la fiesta y, lamentablemente para ellos, les ganamos 2 a 1. Tuvieron que quedarse un par de semanas más, ja. Roque (Avallay) hizo el primero y yo marqué el segundo. Jugamos un partido bárbaro. No cabía un alfiler en la cancha, pero los únicos que festejaron fueron los nuestros, que se quedaron hasta el último minuto. Ni ellos ni nosotros nos olvidamos de ese partido. Es un orgulloso de los años en los que jugó profesionalmente. A los destacados apellidos con los que compartió plantel, se le suma un estilo de fútbol de galera y bastón. A pesar de los avances de la modernidad, el rosarino mantiene un firme: “No cambio mi época por nada”.
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Compartiste plantel con jugadores históricos como Carrascosa, Vilanova… ¿Cómo fue estar a la par de semejantes figuras? Debuté a la par de gente que son pilares de Huracán como René Houseman, “Miguelito”, Roque Avallay o el Pitón Ardiles. Estuve con el Chocolate Baley, Carrascosa, Leone y Fanesi, también. Eso me ayudó para acomodarme dentro del campo de juego. Siendo tan chico, necesitás de gente de experiencia para esos momentos. Estoy muy agradecido a todos. Fui alguien en la historia del fútbol argentino por Huracán. ¿Qué era tener en cancha a tu lado a esos futbolistas? Eran jugadores fuera de serie. A los chicos que entramos se nos hacía más fácil por los monstruos que teníamos al lado. Hoy la tienen un poco más difícil. Después, pude cumplir con lo mío que eran los goles. Cada vez que vengo a Huracán, me encanta cuando viene algún hincha y me saluda con un ´¿Qué hacés, goleador?´. Me enorgullece. ¿Huracán fue el trampolín para continuar tu carrera en el fútbol europeo? Sí, totalmente. Tuvimos un pequeño problema administrativo en Huracán. Me vendieron a Vélez, estuve un año y medio ahí. Después, Seijo me fue a buscar
porque no quería que arregle de nuevo con ellos. En 1982, volví al Globo y, después de seis meses, partí al Hércules de España. Tuve diez lindos años en el fútbol europeo. ¿A la par de los goles ante San Lorenzo está el que hiciste en el Hércules al Real Madrid? Tuve la suerte de hacer muchos goles importantes en mi vida. Ese era un partido muy difícil porque debíamos jugar contra el Real Madrid y como visitante. Tenían a Valdano, Michel, Hugo Sánchez, Santillán, Juanito… La teníamos que pelear porque sabíamos que el empate no nos servía, nos íbamos al descenso. Salimos concentrados e hicimos el gol en la oportunidad que tuvimos. Hubo un poco de suerte también porque nos pelotearon, ja. Nos salvamos y fue una de las alegrías más grandes. ¿Te quedó algún recuerdo material de tu etapa en el Globo? Teníamos pocas posibilidades de quedarnos con una camiseta, un pantalón o las medias. Eran otras épocas. Mi familia solía llevarse recuerdos cuando me visitaban. Regalé botines, se los he tirado a los hinchas de Huracán. Lo mismo que las camisetas. No les dábamos tanto valor. Lo importante era jugar con los gigantes que tenía al lado y compartir los momentos de juego.
“A HURACÁN NO SE LE PUEDE QUITAR MÁS NADA, HAY QUE DARLE” Por Nicolás Roncoroni
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n una charla exclusiva con la Revista Oficial, Daniel Pizarro cuenta su historia como hincha del Globo y el trabajo que realizó con otros quemeros para construir la Peña “Quemeros por el Mundo”. Nació en Parque Patricios. El barrio de sus amores, donde conoció a la que hoy en día es su esposa. Allí construyó una familia, aunque los caminos de la vida lo alejaron físicamente hace ya 30 años de la que siempre será su primera casa. Igual, Daniel Pizarro vuelve cada vez que puede. La pasión por el Globo vale más que cualquier cantidad de kilómetros por recorrer. Aparte, la lejanía jamás le negó la oportunidad de seguir trabajando para y por Huracán. Desde La Coruña, se siente el “comodín” de la Peña “Quemeros por el Mundo”. “La Peña está compuesta por una lista muy grande de gente que proviene de diferentes lugares. Es virtual, no tenemos un local ni nada de ello. Nos contactamos por las distintas redes sociales. Hay 35 personas en Estados Unidos, por ejemplo, que se reúnen a ver todos los partidos. En Barcelona, Madrid y Valencia pasa lo mismo. Puedo nombrarte de China y Portugal a cualquier rincón del mundo”, cuenta Daniel en exclusiva con la Revista Oficial.
¿El primer gran encuentro se dio en el Centenario de la institución? Sí, nos juntamos en Madrid para esa fecha. Nos identificamos por una persona, pero siempre detrás hay una familia entera de hinchas. Fue la primera reunión en la que conseguimos que lleguen quemeros de todos lados a Madrid. Fue muy emocionante. ¿Cómo es trabajar a tantos kilómetros de distancia? Es difícil, pero tratamos de unir a todos los quemeros que hay por el mundo. Intentamos hacerlos disfrutar lo que es Huracán a tantos metros de distancia. Hacemos rifas y juntamos dinero para realizar distintas donaciones al club. ¿Cuáles son las actividades que lleva a cabo la Peña? Y… Donaciones hay siempre. El proyecto que trataremos de llevar a cabo con la Subcomisión de Peñas es de unidad. Debemos trabajar todos por las prioridades que haya en la Quemita, el Estadio y la sede. El club va a crecer más rápido de esta forma. En el último tiempo, donamos el suelo del vestuario visitante del Estadio, una lavadora y una secadora para la Pensión. Seguimos haciendo cosas. Los que lo conocen saben que es quemero desde la cuna. De esos
que cuentan con un sentimiento por la Quema inexplicable hasta para él mismo. “Mi vida es Huracán. Toda mi juventud la pasé en el club hasta que me tocó migrar a España en marzo de 1989. Cada partido que juega Huracán es volver a sentir el barrio”, reflexiona el fanático de 66 años de edad. ¿Qué se te viene a la memoria al pensar en tus inicios como hincha del Globo? Tuve la ventaja de mirar al Huracán de 1973 y otros equipos de antes. Pude ver entrenar a Houseman y apreciar como Menotti le decía que se encargara solo de jugar a la pelota. Ver las prácticas era faltar al secundario o irme sin permiso de mi casa. La primera camiseta que tuve fue regalada por ´Pepe´ Varela, que después terminó jugando en el exterior. ¿Te quedaron amistades de aquellas épocas? Muchas. Pepe (Varela) es uno de ellos. Miguel Brindisi, Pichín Roganti y Daniel Buglione son amigos de toda la vida. Jorge Carrascosa fue compañero de trabajo y amigo personal. Compartíamos todos esos momentos en aquellos años. Una de las aspiraciones que tiene a corto plazo es el nacimiento de un nuevo Huracán. Para ello, trabaja a la par del hijo de uno de los máximos ídolos que tiene
el conjunto de Parque Patricios: Matías Brindisi, hijo de “Miguelito”. “Estuve con él (Matías Brindisi) en Barcelona. Estamos trabajando en un proyecto para que el club donde está pase a llamarse ´Club Atlético Huracán´ de Barcelona. Vamos a necesitar tiempo, pero el principio ya lo tenemos con el apoyo de Miguel (Brindisi) y la profesionalidad de Matías (Brindisi)”, cuenta quien vive en Galicia. Te tocó visitar la Argentina hace poco tiempo. ¿Cómo fue volver a recorrer los distintos espacios del club? Fue muy lindo. Estuve en la cancha con Alexis (Cattaneo), en la Quemita con los hermanos Folchi y vi boxeo en la sede. Esta es mi casa, la extraño desde el primer día. Huracán es un sentimiento inigualable. ¿Notás cambios en las instalaciones? ¿Qué opinás de la actualidad del Globo? Veo a un Huracán que debemos dividirlo en dos partes. Una futbolística y otra social. Las cosas están cambiando. Viajo a Parque Patricios y veo cambios. Varió mucho la Quemita de la época de Cappa a hoy. Se está trabajando en el Estadio y en la sede falta todavía un poco. Sabemos que no es fácil. Hay muchos proyectos para hacer, se deben realizar de a poco. Lo importante es mantener seriedad y honradez en la labor que lleva a cabo el Presidente para que esto siga así. A Huracán no se le puede quitar más nada, hay que darle
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HURACÁN ES EL EQUIPO DE MI BARRIO Por Rodrigo Da Silva
Carlos Domínguez “Huracán me trae muchos recuerdos,me trae a Parque Patricios”.
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pesar de su acento y tonada venezolana que lo camuflan muy bien entre los locales, hay un argentino que nació en la Maternidad Sardá, estudió en el Instituto Bernasconi y reconoce al Globo como parte de su vida. Carlos Domínguez es un periodista argentino que hace cuarenta años se radicó en Barquisimeto, escenario donde el Deportivo Lara juega de local y donde los destinos de una institución y este humilde personaje, se volvieron a cruzar. Su educación se destaca por encima de todos los buenos atributos que su cálido recibimiento demuestran, antes de que la primera pregunta se haga, Carlos interrumpe: “Primero quisiera saludar a toda la gente del Globito, con tantos recuerdos de la Sede Social, que todavía sigue en la calle Caseros, en el mismo lugar donde yo la conocí en el año 1963”. Su profesión de comunicador lo ayuda a empatizar con el entrevistador pero la empatía también funciona a viceversa, contando el presente que le toca transitar en los oscuros días del país que lo adoptó. “Para mí es un placer recibirlos,
ayudarlos con su trabajo, ahora que estamos en el mismo plan, encargados de los medios de comunicación. Ustedes vienen a dar un gran servicio, incluso con las dificultades que tiene Venezuela para llegar solamente y viendo ustedes mismos la situación, lo fea que está la situación aquí. Es un honor recibirlos aquí en el estadio de La Campiña y ver a Huracán me trae muchos recuerdos, me trae a Parque Patricios más que nada. Es un placer conocer a los nuevos muchachos, a las nuevas generaciones con las que trabajábamos a la par porque uno lo lleva en la sangre, es muy lindo que pueda quedar este recuerdo”.
Quemeros en el Globo | Por Rodrigo Da Silva
“Yo nací en la Maternidad Sardá y fui al Instituto Bernasconi, más del barrio imposible”.
¿Cómo es su historia y cómo lo conecta con Huracán? Para aquellos que conocen, yo nací en la Maternidad Sardá y fui al Instituto Bernasconi, más del barrio imposible. Para mí después de tantos años, que el Globo haya salido sorteado con Deportivo Lara es único. Nosotros le hacemos la campaña desde que salió campeón, enfrentando a equipos uruguayos, ganándole a dos argentinos como Newell’s e Independiente, pero esperábamos a Huracán. ¿Siendo comunicador en Venezuela, tiene relación con Argentina? En mi programa ‘Vive el Gol’, recaudo mucha información desde Argentina y aquí en Venezuela, donde en algunos estados es más fuerte el Baseball, intentamos que se hable de fútbol y lógicamente de los clubes de allá, Independiente por ejemplo y lógicamente Huracán. ¿Qué recuerdos le trae tener al Globo tan cerca nuevamente?
Yo nací en el año 1946 y cuando era chico jugaba al bowling en el club, era toda una sede, una referencia para nosotros. Obviamente el Estadio Tomás Ducó, de cemento, mucho más imponente que algunos de tablones, a la altura del nivel internacional. Iba a ver los partidos a las once de la mañana la Tercera, a la una del mediodía la Reserva y a las tres de la tarde, la Primera. Pasábamos todo el día en el club, con mucha seguridad y tranquilidad entre amigos. Disfrutamos de grandes equipos, recuerdo al Vasco Madinabeytia, arquero y Peloso, quien como Messi, le pegaba al balón -aquellos cuando se mojaban tenían un peso importante- le generaba un efecto impresionante. Finalmente, con una de las pocas sonrisas que ha esbozado en este último tiempo, Carlos sella este encuentro hablando del banderín que tiene entre sus manos, inmortalizando el duelo entre argentinos y venezolanos: “El regalo me servirá para tener siempre conmigo el recuerdo de que el Globo se acercó a mí de manera inesperada, como un lindo regalo de la vida”
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REVISTA HURACÁN