Campaña de comunicación y acción ciudadana
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En estas elecciones yo voto por la equidad de género
Elecciones Regionales y Locales
Equipos de Comunicación CIP Trujillo - La Libertad Yacus, Jauja y Satipo - Junín
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Presentación En el marco de la campaña “Tod@s elegimos, Junt@s vigilamos”, esfuerzo compartido por más de 35 instituciones, redes y organizaciones sociales en 16 departamentos del país, queremos también contribuir a la sostenibilidad de los avances en materia de políticas, planes de acción y programas orientados a la equidad de género, que han sido fruto de la concertación entre los gobiernos regionales y locales y las organizaciones sociales, especialmente de mujeres. El proceso electoral es una oportunidad para debatir públicamente acerca de las agendas de género y asumir compromisos concretos para revertir las brechas sociales y de género y promover los derechos humanos de las mujeres, como parte de las propuestas programáticas de los movimientos y partidos políticos. En esta perspectiva queremos fortalecer los espacios públicos de encuentro, las actividades educativas, y foros de acuerdos de gobernabilidad relevando los temas de la agenda de género, que cobrarán concreción y riqueza en cada espacio local o regional. Asociación de comunicadores sociales Calandria Jr. Cahuide 752, Jesús Maria, Lima. Tlf: 2650811 – 4712570/ Fax: 4712553 www.calandria.org.pe
De esta forma y en coherencia con los compromisos nacionales e internacionales suscritos por el Estado peruano, seguimos aportando a la democracia y desarrollo con equidad.
Responsable de la publicación: Tatiana Acurio Cáceres. Colaboración: Yhobany Venegas Linguithy Imprenta: Gama Grafica S.R.L. 4702143 Este Material ha sido impreso gracias al auspicio de :
UNFPA
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¿Qué es una agenda de género? Un proceso participativo y de comunicación que permite conocer y dar a conocer la situación de las mujeres, las brechas de género de la región o localidad, comprender cómo éstas vulneran los derechos, afectan la vida y oportunidades de desarrollo de mujeres y hombres. Así mismo, nos permiten precisar las problemáticas de género relevantes en la región o localidad que requieren ser atendidas. Es un proceso de afirmación de la ciudadanía y los derechos de las mujeres, quienes participan en el proceso electoral con propuestas específicas, enriqueciendo la agenda política y el debate público.
Cifras de la desigualdad a tomarse en cuenta en la agenda de género Violencia Familiar y Sexual • En el ámbito familiar, se estima que 8 de cada 10 casos de abuso sexual tienen como agresor a un miembro del entorno familiar de la víctima y 6 de cada 10 embarazos en niñas de 11 a 14 años de edad son producto de incesto o violación. • Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES 2003 del Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI: - Del total de mujeres en edad reproductiva y alguna vez unidas, el 41.2% sufrió violencia física alguna vez por parte del esposo/compañero, y el 27.9% por parte de otras personas. Es decir, cuatro de cada diez mujeres ha sido víctima de violencia física por parte de su esposo o compañero.
Es un instrumento de gestión que permitirá a las y los candidatos, movimientos y partidos políticos precisar en sus planes de gobierno los objetivos de desarrollo y estrategias a seguir en materia de equidad de género y derechos de las mujeres.
- De las mujeres entrevistadas, el 41.2% señaló que el padre biológico de sus hijos los castiga con golpes y ellas mismas recurren a esta forma de castigo en un 40.8%.
Nos permitirá más adelante una vez electos(as) las autoridades, incidir en los planes de desarrollo regionales y locales, así como vigilar el cumplimiento de los compromisos políticos.
- De enero 2002 a junio 2005, en los 42 Centros de emergencia mujeres se ha atendido 88,092 personas afectadas por violencia familiar y sexual, de los cuales, el 89.4% fueron mujeres y 10.6% hombres.
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Información textual tomada del plan de igualdad de oportunidades 2006 – 2010, MIMDES / Lima, Perú.
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06 Violencia sexual contra la mujer en conflictos armados El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que analiza específicamente lo sucedido a lo largo del conflicto armado vivido en el país (1980-2000) y en particular de mujeres, en el marco de los diferentes crímenes y violaciones de los derechos humanos, ha evidenciado numerosos actos de violencia sexual contra las mujeres peruanas por agresores provenientes tanto del Estado como de los grupos subversivos, abusando de ellas durante sus incursiones en las zonas de emergencia o durante las detenciones e interrogatorios. Esta realidad, expresa la “violencia de género” desarrollada durante el conflicto armado vivido en el Perú, dado que la violencia sexual afectó mayoritariamente a las mujeres, siendo las víctimas mayormente mujeres quechua hablantes (75%), de origen rural (83%), campesinas (36%) y amas de casa (30%); mujeres peruanas más excluidas y desprotegidas.
Salud Los patrones de morbi mortalidad son diferenciales para mujeres y varones, no sólo asociados a las diferencias biológicas sino también en cuanto a su condición de género. Una de las áreas de mayor preocupación en el Sector Salud, es la mortalidad materna que afecta principalmente a las mujeres en situación de pobreza. En el Perú la tasa de mortalidad materna (TMM) alcanzó las 185 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos en el año 2000 y actualmente es considerada como una de las más altas de Latinoamérica.41 Está asociada a las condiciones de vida de las mujeres y en las que se produce la gestación, al estado nutricional y a los cuidados durante el embarazo, parto y puerperio, y a las barreras que impiden el acceso a los servicios de salud. Según el Instituto Nacional de Estadística, los resultados de la Encuesta Demográfica de Salud Familiar del 2000, indican que el 32% de las mujeres en edad fértil presenta algún grado de anemia, condición física que afecta la salud de la mujer y su maternidad, y que el 57.9% de partos ocurre en centros de salud.
Por su parte, el Ministerio de Salud señala que del total de muertes maternas, el 47% de mujeres fallece por hemorragias después del parto, el 12% por hipertensión arterial inducida por el embarazo, el 15% por infecciones del parto y del post parto, el 5% por aborto y el 1% por parto obstruido. Otra de las preocupaciones es el embarazo adolescente, cuya tasa es 13% del total de la población femenina adolescente entre 15 y 19 años de edad y en la selva peruana la cifra se eleva a 25.7%. De esta población, el 38% fueron atendidas en los servicios de salud, los mismos que se han incrementado en un 28% al 2003 (15,334 partos adolescentes). Sin embargo, la tasa de atención sigue siendo baja, en tanto el 62% aproximadamente de los partos adolescentes no tienen atención institucionalizada. Otra área de atención por la salud de mujeres y varones es el que se refiere a las infecciones de transmisión sexual, particularmente al contagio del VIH/SIDA. Al 2004 se han reportado en el país 31,000 casos diagnosticados de SIDA, de los cuales el 80% de afectados son varones y el 20% mujeres. Asimismo, se han registrado 655 casos de niños diagnosticados desde el inicio de la epidemia en el Perú, de los cuales 393 se encuentran en etapa SIDA. En el año 2001, el Perú fue el país del área andina con el mayor número de casos de VIH/SIDA, en total 12,184.
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08 Educación
Mercado laboral
En el 2001 la tasa de analfabetismo femenino es de 17.5% y el masculino de 6.1% (2000), descendiendo al 2004 la tasa de analfabetismo femenino a 16.32% a nivel nacional, como resultado de acciones de alfabetización de 138,721 mujeres en las 26 regiones del país. Esta diferencia en zonas rurales es aún más preocupante: el analfabetismo masculino es de 12.7% y el femenino ascienda 37.4%. Una preocupación creciente de los diversos agentes sociales, es la necesidad de fortalecer la educación de las niñas.
Se mantiene la discriminación laboral basada en el sexo como una de las características más negativas del mercado laboral de nuestro país. Se manifiesta en la concentración del empleo femenino en un número reducido de sectores y ocupaciones consideradas típicamente femeninas, y en el escaso número de mujeres en posición de mando o cargos de responsabilidad, constituyendo éste un factor importante que determina las diferencias salariales entre uno y otro sexo.
En cuanto a asistencia escolar primaria y secundaria, las tasas son similares para niñas y niños en primaria, 90.4% y 90.5% respectivamente, y en secundaria el 66.8% y 68.3% respectivamente. A nivel nacional, las mujeres mayores de 15 años alcanzan 8.9 años de escolaridad, mientras los varones en el mismo rango etáreo logran 9.3 años de estudios (2003). En las áreas urbanas los varones alcanzan los 10.1 años de estudio y mujeres 9.1, mientras que en las áreas rurales las mujeres alcanzan 6 años de estudio y los varones 6.7 años. En la educación superior universitaria cabe destacar la participación de las mujeres pues constituyen el 46.9% del total de la población estudiantil, aun cuando no se ha logrado cambiar la representación colectiva estereotipada que supone la existencia de programas de estudio o carreras consideradas unas como masculinas y otras como femeninas.
Las mujeres se concentran en grupos ocupacionales que cuentan con menores niveles de productividad mientras que los varones muestran mayor diversificación en sus ocupaciones. Así, se observa que de cada tres mujeres trabajadoras, una es vendedora, principalmente en el comercio ambulatorio; la segunda ocupación femenina corresponde a profesionales y técnicos (18%); la tercera ocupación más importante es la de trabajadoras de servicios (alrededor del 15%) mientras que la cuarta más importante la constituyen las trabajadoras del hogar con 12.5%. Las estadísticas de la población activa y las cuentas nacionales continúan con la práctica negativa de infravalorar y omitir gran parte del trabajo doméstico de las mujeres, al considerar como actividad económica sólo a aquella por la que se recibe una remuneración. Tampoco es considerada la participación de la mujer en la producción de subsistencia en las zonas rurales a través de cultivos alimenticios, cuidado de los animales, acarreo de leña, entre otras tareas, y menos aún se valoriza económicamente el trabajo voluntario que realizan las mujeres en los comedores populares, Comités de Salud, Comités de Vaso de Leche y otros servicios comunitarios. El incremento de las mujeres en la PEA urbana nacional, no ha implicado mejoras en el acceso a empleos de calidad, ni la erradicación de la discriminación. Las diferencias en el acceso al empleo e ingresos se deben a las diferencias en los niveles educativos alcanzados por varones y mujeres.
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10 Un avance importante a destacar y que protege a la mujer en el empleo es la Ley 2794269 y el Reglamento para la prevención y sanción del Hostigamiento Sexual, que marca un hito en las relaciones laborales entre varones y mujeres y que es aplicada en todos los ámbitos, incluido el educativo y en las Fuerzas Armadas, exigiendo el respeto a la mujer en su ambiente laboral y la posibilidad de que ella se defienda ante esta agresión que ha sido calificada como un tipo de discriminación basada en el género. Respecto a las trabajadoras del hogar las mujeres constituyen más del 90% en esta categoría, un importante avance en la materia es la Ley de Trabajadoras del Hogar y su Reglamento, que elevan la condición laboral de la trabajadora doméstica, precisando los beneficios a los que tienen derecho.
Recursos Económicos La condición económica y el género son determinantes para el acceso a los recursos económicos. Las personas en situación de pobreza están excluidas, y las mujeres en situación de pobreza doblemente excluidas. En el área rural la pobreza y la discriminación están relacionadas al desigual acceso a la tierra. Estas brechas obedecen a las desventajas que tienen las mujeres en el acceso a la educación, a la información y falta de documentación legal, así como a los patrones de conducta discriminatorios por parte de los operadores encargados de los procesos de titulación, quienes optan por entregar los títulos a los varones, por considerarlos jefes del hogar; y sólo ante la ausencia de ellos se otorga a las mujeres.
Participación política y social El reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres es reciente. En 1956 por primera vez, las mujeres participaron efectivamente en las elecciones generales. Su participación se incrementa a partir de 1979 cuando la Constitución Política garantiza la igualdad en derechos políticos a mujeres y varones. Esto permitió que más de la mitad de las mujeres rurales y cerca de la cuarta parte del total de mujeres del país se integre por primera vez a los procesos de ejercicio ciudadano sin limitarles el voto por aspectos como el analfabetismo y el estado civil. En las elecciones generales del 2000 se aplicó por primera vez la cuota electoral para el Congreso de la República, obteniéndose como resultado que la presencia de mujeres congresistas se incrementó del 11% al 20% respecto al período 1995-2000. En las elecciones generales del 2001, la representación de las mujeres fue 19%. Actualmente habiéndose aplicado la cuota de 30% contamos con 34 mujeres congresistas y 86 varones. En las elecciones regionales del 2002, el 12% de presidentes regionales electos fueron mujeres, representando a las Regiones de Huánuco, Moquegua y Tumbes, porcentaje que se incrementó a 16.6% luego de la asunción de la Presidencia del Gobierno Regional de Apurímac por una mujer, en septiembre 2004; luego del proceso de revocatoria. Las mujeres electas conforman el 16% de vicepresidentes regionales y el 22.3% de consejeros regionales. La presencia de las mujeres en los gobiernos locales ha pasado de un 7% en el período de 1996 – 1998 a 24% en el periodo 1999 – 2002, manteniéndose este porcentaje en el período 2003 – 2006. Actualmente se está aplicando el 30% para las elecciones locales y regionales. Uno de los principales obstáculos, para el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres, en especial en zonas rurales, es su situación de indocumentación. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 1996, del total de mujeres de 16 a 49 años de edad, el 5,2%, no contaba con un documento de identificación (partida de nacimiento, libreta militar, libreta electoral, etc), que les permitiese identificarse y ejercer sus derechos. Según esta misma fuente, es en el área rural donde residía el mayor número de población femenina indocumentada (53.1%). Cabe destacar el papel de las organizaciones de mujeres de comedores, clubes de madres, vasos de leche, promotoras de salud, promotoras orientadoras, ronderas y diversas redes sociales, etc, quienes están aportando de manera voluntaria al desarrollo y la democracia al país.
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Hay avances en curso que deben ser fortalecidos Actualmente existen un conjunto de políticas, planes y programas a nivel nacional, regional y local en curso que deben ser fortalecidos desde los gobiernos locales y regionales y la sociedad civil. Mencionaremos algunos: • Décima primera política del Acuerdo Nacional Promoción de la igualdad de oportunidades sin discriminación. • El plan nacional de igualdad de oportunidades entre mujeres y varones 2006-2010 elaborado por el MIMDES, el cual contiene lineamientos de política orientados a institucionalizar y transversalizar la perspectiva de equidad de género en las políticas públicas, planes y prácticas del Estado, garantizar el ejercicio de los derechos sociales, culturales, económicos, civiles, políticos de las mujeres, así como el derecho a la no discriminación hacia las mujeres. Así mismo contamos con otros planes nacionales: • • • •
Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2002-2007. Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia 2002 – 2010. Plan Nacional para las personas Adultas Mayores 2002- 2006. Plan de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad 2003 – 2007.
A nivel regional existen una serie de ordenanzas favorables a la promoción de Planes regionales de igualdad de oportunidades para la equidad de género, así como para institucionalizar espacios de concertación, comisiones políticas, fechas festivas de la agenda de género e incorporar el enfoque de género y el lenguaje inclusivo en todo proceso y documento institucional. Estos avances en varias de las regiones del país, requieren sostenerse y ampliarse al conjunto de gobiernos regionales, en coherencia con los lineamientos el PIO 2006-2010. A nivel local, existe un mayor avance, que se ha impulsado desde los gobiernos locales y desde las organizaciones sociales, especialmente de mujeres. Estos avances se concretan en algunos casos en planes locales de igualdad de oportunidades, comisiones de la mujer, instancias ejecutivas municipales y espacios de concertación multisectoriales que tiene a cargo incidir en todos los procesos de planeación del desarrollo local desde el enfoque de género. Queda pendiente que esto se extienda al conjunto de municipios provinciales y locales.
Sugerencias para promover la agenda de género y la incidencia política en el proceso electoral: Partimos de reconocer que un conjunto de organizaciones sociales, instituciones y colectivos, especialmente de mujeres, han impulsado agendas de género y promovido condiciones favorables para incidir en los procesos sociales y políticos del país, desde el enfoque de género. Esta no es una experiencia nueva, pero si una estrategia pertinente para aportar al proceso electoral con voz propia.
Paso 1: Diseñar un plan de acción para promover la construcción de la agenda de género • •
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Los colectivos que promueven las agendas de género pueden ser organizaciones o redes sociales, en alianza con ONGs que comparten apuestas comunes. Sugerimos organizarse, considerando los avances ya alcanzados o las iniciativas en curso en las localidades o regiones, para hacer sinergias y no duplicar esfuerzos. Diseñar un plan sencillo y viable que permita: Elaborar la propuesta de agenda, identificar los espacios públicos y políticos para la incidencia, las estrategias que seguiremos y formar un equipo de trabajo que de manera descentralizada, pueda ejecutar las acciones planificadas en corto tiempo.
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14 Paso 4: Redactar el documento de agenda tomando en cuenta que es un material para la incidencia política Paso 2: Debatir y precisar cuáles son las brechas de género relevantes en la región o localidad, con la participación de hombres y mujeres
Los puntos básicos de la agenda de género son: • Presentación, destacando el papel de las organizaciones y redes de mujeres. • Marco normativo que sustenta la propuesta. • Desarrollo del proceso seguido para construir la agenda. • Brechas de género priorizadas. • Los objetivos que proponemos frente a las problemáticas descritas. • Las acciones pertinentes a impulsar desde los gobiernos regionales y locales. • Nuestro aporte como parte de la sociedad civil. • Y la propuesta de compromiso político con la equidad de género que invitaremos a suscribir a las y los candidatos, en el marco de los acuerdos de gobernabilidad.
Con la participación de grupos mixtos en asambleas o espacios de encuentro comunal u otros, podemos: • Ampliar la información sobre las problemáticas de género desde un enfoque de derechos. • Promover debate sobre las causas y consecuencias de estas problemáticas en nuestras vidas y el desarrollo. • Si es factible aplicar una breve encuesta a población. • Complementar esta información con datos estadísticos. • Y definir las brechas de género más importantes para la región o localidad de manera consensual.
Paso 5: Ejecutar el plan para incidir en los candidatos y candidatas, en las y los electores, y hacer seguimiento a los compromisos Es importante considerar a: • Los medios de comunicación como aliados para poder relevar públicamente la agenda de género, para ello podemos hacer una conferencia de prensa, visitar a los periodistas y socializarles la propuesta; invitarlos a las diversas actividades que hagamos, hacer alianzas para que generen consultas o debates al respecto, difundir spot radiales, etc. • De otro lado, aliarnos o ser parte de los grupos impulsores3 que estén liderando los acuerdos de gobernabilidad, pues se trata de articular la agenda de género a las propuestas de desarrollo de la localidad o región. • Podemos también aprovechar los espacios públicos como las plazas, ferias, medios de transporte, festivales, mercados, video debates, u otros que nos permitan “llamar la atención” y socializar la agenda con las y los ciudadanos y los movimientos y partidos políticos. • En el marco de la suscripción de acuerdos creemos que la agenda de género debe ser uno de los puntos centrales a tratar. • Así mismo, debe ser un criterio que pese en la decisión de las y los electores para evaluar la calidad de los planes de gobierno presentados y las promesas electorales. En esta perspectiva también podemos informar a la población electoral, sin manipular el voto y respetando la pluralidad de opciones políticas. • No olvidemos hacer seguimiento a los compromisos, una vez elegidas las autoridades. Para ello, podemos formar una comisión y elaborar un plan de trabajo.
Paso 3: Elaborar las propuestas para atender las problemáticas de género, tomando en cuenta los planes de desarrollo y las políticas públicas Las propuestas que hagamos tienen que: • Recoger los avances en materia de políticas, planes y programas nacionales, regionales y locales para fortalecerlos y ampliarlos.
• Tomar en cuenta los objetivos de los planes de desarrollo concertados y los proyectos en curso. • A su vez considerar que se han sucrito plataformas multipartidarias de políticas de género, compromisos de los partidos y movimientos políticos, muchos de los cuales están postulando en 2 estas elecciones . • Las propuestas, de preferencia, deben referirse a lo que los gobiernos regionales y locales pueden y deben hacer para revertir las brechas de género priorizadas, de la mano con la ciudadanía, reforzando el sentido de corresponsabilidad.
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Ver Nexos feministas No 2, 2006, elecciones 2006 en el Perú, La agenda de género y los planes de gobierno. Flora Tristán, Lima Perú, 2006.
La Red Perú, de la cual formamos parte, está impulsando una campaña nacional para promover acuerdos de gobernabilidad entre organizaciones políticas, las y los candidatos y los representantes de las principales organizaciones de la sociedad civil, en el marco de las políticas del acuerdo nacional y los planes de desarrollo regionales y locales. Ver acuerdos de gobernabilidad, aspectos básicos para una campaña nacional. Este material contiene una agenda de género mínima en el proceso electoral regional y local que sugerimos revisar.
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Campaña de comunicación y acción ciudadana “Tod@s elegimos, junt@s vigilamos” Es el lema que anima nuestra campaña de comunicación y acción ciudadana a propósito de las elecciones regionales y locales 2006. Más de 35 instituciones, redes y organizaciones sociales, así como periodistas a lo largo y ancho del país estamos sumando esfuerzos para aportar a la calidad del proceso electoral. En este quehacer colectivo compartimos los siguientes retos: Queremos contribuir a calificar el debate público y político sobre ü ladescentralización, garantizando la sostenibilidad de los procesos de desarrollo regional y local. Queremos fortalecer la participación ciudadana, en la gestión ü gubernamental, fomentando la corresponsabilidad, la transparencia y ética.
Q u e r e m o s p r o m o v e r, ü afianzar y dar continuidad a las políticas públicas orientadas a la equidad. Queremos calificar la ü participación de las mujeres y jóvenes desde un enfoque plural para renovar los liderazgos políticos en el país.
Objetivos específicos de la campaña Fortalecer el proceso de construcción ciudadana y debate público de ü las agendas de desarrollo regionales y locales. Comprometer a candidatos y candidatas para que incorporen las ü agendas de desarrollo en sus planes de gobierno. Aportar al ejercicio autónomo de los derechos políticos de las ü mujeres y jóvenes, especialmente de los ámbitos rurales. Incrementar la información, orientación y debate público para que la ü población electoral emita un voto calificado.
Ámbitos de trabajo • • • • • • • • • • • • • • • • •
Ancash Arequipa Apurímac Ayacucho Cajamarca Cusco Huancavelica Ica Junín La Libertad Lima Loreto Piura Puno San Martín Tacna Ucayali
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18 Programa de actividades: Acorde a cada realidad y riqueza particular nuestras diversas instituciones, organizaciones y redes impulsaremos una serie de actividades, potenciando las iniciativas organizativas y las propuestas en curso; en varias de ellas podemos incidir con la Agenda de Género: Lanzamiento de la Campaña a través de conferencias de prensa y ü actividades afines en los diversos ámbitos. Las instituciones, organizaciones y redes que promueven la campaña presentarán los objetivos y las acciones a realizar. Producción y difusión de materiales informativos, acordeón ü electoral sobre funciones de los gobiernos locales y regionales, así como criterios para calificar nuestra elección. Cartilla informativa sobre agenda de desarrollo, hoja de vida de candidatos(as) y lineamientos de los planes de gobierno acordes a las realidades regionales y locales. Spot radial, microprogramas radiales, etc. Talleres educativos descentralizados en las organizaciones sociales ü y con población sobre el proceso de descentralización, rol de los
Formación política de las mujeres y jóvenes, a través de seminarios ü talleres plurales que les permitirán a los y las candidatas
gobiernos locales y regionales, equidad y criterios para la elección de las autoridades políticas.
consensuar sus propuestas y potenciar su participación en la campaña electoral.
Periodismo Cívico, se impulsará experiencias de periodismo cívico ü para construir una opinión pública donde el protagonista sea el
Debates radiales y televisivos, para promover una mayor ü información y opinión sobre las agendas de desarrollo, el perfil de
ciudadano(a). Se comprometerá a medios y periodistas para informar, opinar y promover debate sobre las agendas de desarrollo y el proceso de descentralización.
las y los candidatos y los criterios de elección. Participarán especialistas, candidatos(as) y ciudadanos y ciudadanas.
Foros informativos y de debate con líderes sociales y población ü sobre los planes de gobierno, con participación de las y los candidatos. Talleres con periodistas y comunicadores(as) en los diversos ü ámbitos de la campaña a fin de articular esfuerzos en torno a las agendas ciudadanas. Consultas ciudadanas, a través de la elaboración y aplicación de ü encuestas a población que permitirán visibilizar las principales tendencias de opinión de la ciudadanía respecto a las temáticas de desarrollo.
Caravana ciudadanas en algunas ciudades, que contemplan video ü plazas, grafichangas, cabinas de opinión, stand informativos, etc. Foros con candidatos y candidatas, donde se firmen acuerdos de ü gobernabilidad en torno a las agendas priorizadas, con cobertura mediática. Difusión sobre los acuerdos de gobernabilidad que los y las ü candidatas firmaron, a través de diversos medios y espacios de comunicación. Eventos de ratificación de los compromisos de ü autoridades, en el marco de un plan de seguimiento.
las nuevas
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