Un gran evento que tomó lugar en Costa Rica este pasado mes de marzo fue el Festival Internacional de Diseño (FID). Este festival nace como una iniciativa para colocar a Costa Rica en la escena del diseño internacional. Los organizadores lo describen como un espacio de inspiración, educación e intercambio cultural para todos aquellos que vivan y respiren del diseño. Este encuentro pretende desvanecer las barreras del diseño, el arte y la creatividad y permitir que convivan de manera multidisciplinar durante tres días. En esta oportunidad, la tercera edición de este evento permitió que se reuniera una gran variedad de conferencistas los cuales vinieron a darnos una perspectiva sobre lo que está sucediendo en el medio del diseño contemporáneo. Este informe busca exponer el tema del diseño autóctono, un importante tema tratado por dos expositores: Elliot Túpac y Catalina Estrada. La charla de Elliot Túpac consistió, en gran medida, sobre su trayectoria como artista y tipógrafo. Actualmente, él es un importante expositor de la cultura chicha ya que su creación gráfica refleja este género musical peruano. Lo más interesante de Túpac es que él es un artista autodidacta. Habiendo crecido en una familia numerosa, este genio de la tipografía aprendió a través de la observación. Él mencionaba que para los artistas y diseñadores actuales es de suma importancia estar viendo qué sucede allá afuera, lejos de nuestro país, qué están imponiendo las grandes capitales de la moda pero hay un valor único en aquello que sólo nosotros vemos. Eso que solo nosotros, desde nuestra visión de mundo, podemos narrar para aquellos que no conocen nuestro país y nuestra cultura. Su arte se caracteriza porque está influenciado por todos los detalles de su propia cultura, los vivos colores, las maravillosas texturas y la calidez de las personas. Su charla impactó a muchos por la grandiosa humildad con la que habló de su trabajo y de sus técnicas de diseño. Aunado a su habilidad, Túpac tiene un carisma que logra transmitir mediante la palabra. La mayoría de sus afiches cuenta con un mensaje que no es bello sólo por sus colores y forma sino por su contenido. Siguiendo la línea de presentación de Túpac estuvo Catalina Estrada, ilustradora colombiana de gran renombre. Esta artista cuenta con una facilidad innata para la creación gráfica utilizando el color, la simetría y la repetición. Su charla consistió en narrar sobre sus trabajos en el medio comercial y también sobre cómo su obra ha sido una herramienta para la comunicación de problemas sociales en Colombia. De ella se rescata, una vez más, la importancia de poder observar y apreciar la belleza que nos rodea. Todas y cada una de sus piezas busca representar la hermosura de aquel hábitat que en el cual creció y parece que los colores danzan con gracia a través de esta calculada creación. Creo que estos dos mensajes fueron sumamente reveladores ya que los jóvenes de hoy en día creemos, hasta cierto punto, que la respuesta a un problema de diseño, a una línea estética o a una ilustración se encuentra más allá de nuestra pequeña realidad. Y estas dos charlas solo comprobaron que el verdadero éxito está directamente relacionado con aquello que atesoramos en nuestro corazón, las vívidas imágenes de todo lo que nos rodea y no esos
mensajes exportados desde Europa o Norteamérica. Hay un valor inigualable en nuestros paisajes y nuestra cultura que no siempre apreciamos, pero es una poderosa herramienta que nos separa, como diseñadores, de todos esos artistas de gran fama y reputación. Este fin de semana de inspiración terminó de ser increíble al tener la oportunidad de realizar de uno de los talleres del FID. Dirigido por Elliot Túpac, el taller de Lettering: Dibujo, diseño y creación de letras fue una experiencia única. Se trabajó junto con este renombrado artista el diseño de las tipografías utilizando como herramienta dos vías: el dibujo y el modelado. El lettering consiste en un estilo de escritura que se concentra en una palabra o mensaje y modela las letras con base en las necesidades únicas del mismo. Ninguna obra de Túpac cuenta con una plantilla de diseño ya que cada letra juega libremente dependiendo del texto, la composición y el tono del mensaje. Durante el primer día, Túpac solicitó que trabajáramos una palabra de nuestra selección y diseñáramos nuestra propia versión de lettering. Una vez generada, fue dando retroalimentación sobre detalles que se deben tener presentes tales como el peso de las letras y la igualdad de las formas. En el segundo día se procuró comprender la tipografía a través de la herramienta del modelado, una opción de trabajo algo inusual para muchos presentes. Con plastilina, se fueron creando los tipos para así comprender el valor del peso de la tipografía, algo que el papel no siempre nos puede proveer. Además, se concentró en entender el aspecto tridimensional de las letras. Algunas veces ilustramos palabras utilizando sombreado y una ilusión de 3D, pero al trabajar las letras realmente en 3 dimensiones se puede comprender cómo obedecen esas sombras al ángulo de la luz. En conclusión, creo que la experiencia, tanto de taller como de espectadora de charlas, proveyó una nueva y fresca perspectiva sobre el diseño y cómo debemos atacarlo. No desde un punto de vista inspirado en el afuera sino partiendo del adentro.