XXXIII Simposium de Historia Regional (memorias)

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ASOCIACIÓN CULTURAL DE LIBERALES DE ENSENADA

MEMORIA DEL

XXIII SIMPOSIUM DE HISTORIA REGIONAL 11 al 15 de mayo de 2004

“Raíces Peninsulares”


XXIII SIMPOSIUM DE HISTORIA REGIONAL 2004

Instituciones Participantes:

Instituto de Investigaciones Histรณricas de la Universidad Autรณnoma de Baja California Seminario de Historia de Baja California XVII Ayuntamiento Constitucional de Ensenada

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ÍNDICE PRESENTACIÓN DE LA MEMORIA José Enrique García Arcos………………………………………………………5 GENESIS DEL POBLAMIENTO COSTERO EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA DE BAJA CALIFORNIA Carlos Figueroa Beltrán………………………………………………………….7 NUESTRAS RAÍCES YUMANAS Jorge Serrano González……………………………………………………...…16 MATERIALES LLEGADOS A BAJA CALIFORNIA DESDE NUEVA ESPAÑA: UNA VISIÓN A PARTIR DE LA ARQUEOLOGIA John Joseph Temple Sánchez-Gavito……………………………….………..36 FAMILIA Y REGIÓN. LOS RANCHEROS EN LA COLONIZACIÓN DEL NORTE PENINSULAR, 1850-1990 Jorge Martínez Zepeda……………………………………………………..…..57 EL CENTRO HISTORICO DE ENSENADA: SUGERENCIAS PARA SU DELIMITACIÓN Antonio Padilla Corona………………………………………………….………66 DIFERENCIAS POLÍTICAS EN LA COMUNIDAD CHINA 1920-1930 Catalina Velásquez Morales……………………………………………...…….78 KILIWA: EL IDIOMA MÁS ANTIGUO DE LA PENÍNSULA EN LOS LÍMITES DE LA EXTINCIÓN Arnulfo Estrada Ramírez………………………………………………………..95 FRANCISCO P. RAMÍREZ: UN CALIFORNIO EXILIADO EN ENSENADA Miguel Ángel Téllez Duarte………………………………………..………….105 CARMEN MELÉNDREZ ESPINOSA: LA HIJA DEL HÉROE BAJACALIFORNIANO ANTONIO MARÍA MELÉNDREZ Raúl Cullingford García………………………………………………….……116 3


ENSENADA: LAS RAÌCES DE SU ARQUITECTURA Claudia Calderón……………………………………………………………127 LA SIERRA DE SAN FRANCISCO: SUS PINTURAS RUPESTRES Y SU GENTE Víctor Lozano Montemayor……………………………………..…………141 RAÍCES PENINSULARES DE LAS FAMILIAS VALDEZ TORRES Y DOMÍNGUEZ VALDEZ Clemente Zavala Domínguez………………………………………….….158 LAS FAMILIAS MELING Y JOHNSON Y EL ESTABLECIMIENTO DE LA COLONIA DE COLNETT (COLONET) EN BAJA CALIFORNIA Lawrence Douglas Taylor Hansen …………………………..…………..181

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PRESENTACION DE LA MEMORIA Por el licenciado José Enrique García Arcos Presidente de la A.C.L.E.

Este volumen estimado lector, es resultado del esfuerzo, dedicación y empeño, que por 23 años ha mantenido la Asociación Cultural de Liberales de Ensenada, en la realización de igual número de Simposios de historia regional, mismos que han contribuido al interés y conocimiento de nuestro pasado histórico, al reconocimiento de los personajes que han forjado la región y a la conciencia de nuestra realidad en base a los hechos que nos han conformado. Con estas memorias, la A.C.L.E. cumple una vez más con su compromiso ante la comunidad de promover el estudio y la Investigación de la Historia Regional. Una aventura iniciada en 1982 de convocar a los estudiosos de la Historia de Baja California para discutir, aprender y estructurar la información que guardada en archivos privados o Públicos. La asistencia a estos trabajos que la Asociación lleva a cabo en el mes de mayo de cada año, es una tradición cultural en Ensenada; Hoy el panorama del conocimiento histórico en la región es muy alentador, la Universidad Autónoma de Baja California, cuenta con el Instituto de Investigaciones Históricas, así como una Licenciatura en Historia que ha profesionalizado la disciplina, formando investigadores y publicando excelentes trabajos. Se han integrado en todo el estado grupos y Asociaciones Civiles dedicadas a investigar y a promover el interés de la comunidad por el conocimiento del pasado regional.

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La Asociación Cultural de Liberales de Ensenada se ha sumado a esta importante tarea, que nos muestra la importancia de registrar y difundir la historia de nuestra región. Los Bajacalifornianos debemos tener acceso al conocimiento que nos lleve a conocer el origen y la evolución de nuestro estado, así como el esfuerzo y las penalidades de los antiguos colonizadores y de la misma forma que los padres cuentan a sus hijos la historia de sus abuelos, así la sociedad Baja Californiana cumple ahora con la obligación de dar a conocer a las nuevas generaciones, la evolución histórica de nuestra tierra. La temática del XXIII Simposium de Historia Regional se escogió, tras de ser discutida en las reuniones sabatinas en las que trabaja la ACLE. para darle continuidad a los trabajos del XXII Simposium en el que se trato sobre los diferentes orígenes étnicos y culturales que conformaron la región. En retrospectiva podemos señalar que la definición del tema fue acertada; En este volumen que ponemos en sus manos se reúnen escritores, académicos y autodidactas que deleitaran a usted con la lectura de lo expuesto en los trabajos de dicho Simposium. Un reconocimiento para ellos que hacen posible la publicación de la presente. Disfrute Usted de la lectura.

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GÉNESIS DEL POBLAMIENTO COSTERO EN EL NOROESTE DE LA PENÌNSULA DE BAJA CALIFORNIA Por Carlos Figueroa Beltrán El misionero Fray Luis de Sales menciona en “Noticias de las Californias” de 1794 en relación al origen de las poblaciones indias de la Península de Baja California “... tienen por tradición que, cuando mueren, todos vuelan para el norte a ver los primeros y antepasados que los pusieron en la California” (Sales, 2003, p.71). La referencia a muy antiguas migraciones provenientes del norte han sido registradas durante siglos primero por los misioneros evangelizadores y posteriormente por etnólogos y antropólogos. Estas manifestaciones de tradición oral transmitidas de generación en generación durante siglos o milenios contienen elementos inherentes al origen de estos grupos. El conocimiento del poblamiento de la Península aún se encuentra en su etapa inicial de estudio, aunque existen propuestas que empiezan a dar luz a las interrogantes que surgen ante la pregunta de qué tan antiguos son los primeros grupos humanos que poblaron inicialmente esta región. En

el

umbral

del

Pleistoceno,

sucesivas

provenientes del noreste de Asia habían

migraciones

costeras

partido en busca de mejores

condiciones de vida ante la dureza del cambio climático que en extremo había dificultado la sobrevivencia de esas comunidades a niveles intolerables. Para entonces, la navegación en bote llevaba miles de años en práctica y la caza, pesca y recolección de moluscos y huevos de aves eran los recursos esenciales para aquellos individuos. Este medio de transporte les daría mayores posibilidades de sobrevivencia hasta alcanzar mejores sitios donde descansar y establecerse

de

manera

temporal.

Para

el

llamado

máximo

glacial

(aproximadamente hace 17,000 años en su punto más álgido) el casquete polar

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había contraído el nivel medio de la superficie marina hasta 130 mts. por lo que los fondos marinos poco profundos quedaron en la superficie, permitiendo la comunicación entre islas, penínsulas e incluso continentes que con mayor razón hacían más accesibles los recursos terrestres en la región de Beringia, paso obligado de los primeros pobladores de las Américas hace quizás 40,000 años. Es debido al máximo climático que la masa glaciar Laurentica cerró el paso de norte a sur en todo el actual territorio de Canadá hasta hace 11,000 años, cuando los grupos humanos y los grandes mamíferos pudieron desplazarse libremente hacia el sur (Bryan, 1999). Esta fecha ha sido probada ampliamente con investigaciones hechas en el estrecho de Bering por varios académicos, entre ellos el Dr. Scott. Elias del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de la Universidad de Colorado en coordinación con el U.S. Geological Survey. Por otro lado, el hallazgo de sitios prehistóricos en México como el Cedral, S.L.P. con una antigüedad de 33,000 años a.p.; dos sitios del Estado de México: Tlapacoya, de hace 22,000 años a.p. y Chimalhuacan, con 30,000 años de antigüedad, permite considerar que el inicio del poblamiento de las Américas se dio, como ha sido comúnmente aceptado, a través de flujos migratorios en dirección norte-sur con la primera oleada migratoria que debió haber atravesado Beringia hace más de 33,000 años, ya sea por tierra o por la costa. Muy probablemente la primera migración y posteriormente otras oleadas debieron tomar la ruta costera inicialmente propuesta por primera vez por Fladmark en 1979. Esta propuesta cada vez tiene mas adeptos debido a la consistencia de sus argumentos y al hallazgo de sitios cada vez mas antiguos en la costas de la Península de Baja California, lo que permite suponer que el poblamiento costero se dio mucho antes de lo que se había pensado hasta hace poco. La idea mas aceptada para el poblamiento de Norteamérica indica que a partir de datos genéticos, lingüísticos y dentales, existieron tres migraciones

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principales: la primera de hace más de 30,000 años proviene de la región del Lago Baikal en Siberia; la segunda de hace 15,000 años y la tercera de 90006000 años correspondiente a los descendientes de los actuales esquimales. A estas tres principales migraciones se deben intercalar otras oleadas migratorias menores que de manera constante cruzaron de Asia a América por tierra o por la costa del Pacifico. Por otra parte, el ecosistema marítimo del Pacifico Norte posee una gran variedad de recursos que sirvieron de marco de subsistencia a aquellos antiguos navegantes del Pleistoceno. A diferencia del interior continental, las costas proporcionaban una doble fuente de suministro de recursos básicos, por un lado peces, moluscos, mamíferos marinos, crustáceos, aves y sus huevos; y por el otro el acceso a plantas, frutos y animales terrestres. Aquellos grupos de cazadores- recolectores marítimos se iban abriendo paso hacia el sur del continente americano trayendo consigo una tecnología simple de fabricación de herramientas líticas y un vasto conocimiento de los recursos costeros que durante miles de años habían desarrollado en Asia. Los seres humanos han sido cazadores-recolectores durante mas del 99% de su historia y cualquier intento por conocer el proceso de evolución cultural requiere la comprensión de cómo esas sociedades de cazadoresrecolectores se han podido adaptar a los diferentes medio-ambientes. Yesner (1980) es uno de los primeros autores en asignar el término de cazadores-recolectores marítimos a aquellas sociedades cuyo consumo principal de calorías o proteína en su dieta proviene del mar. Esta definición seria la mas adecuada al referirse a los grupos que habitaron la gran mayoría de sitios con ocupación del Holoceno Temprano o aquellos que pudieran haber sido ocupados desde el Pleistoceno Tardío y que se localizan a lo largo de la costa sur de California y del Noroeste de la Península de Baja California.

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En las Islas del Canal (the Channel Islands) y particularmente en Daisy Cave, frente a la costa de Los Ángeles, se han excavado contextos arqueológicos de estratos fechados entre 11,500 y 8,500 a.p. que permiten suponer que aquellas antiguas comunidades aprovechaban los variados nichos ecológicos a su máxima expresión con el uso de tecnologías marítimas como las cuerdas, los anzuelos y los botes (Torben et. Al, 2001). Sin embargo, la costa del Pacifico de la Península de Baja California representa un verdadero laboratorio arqueológico en el estudio de los primeros americanos. El paisaje costero peninsular, principalmente el que incluye resguardos rocosos, ha permanecido sin mayores cambios desde el Pleistoceno, a excepción de la línea de playa. En contraste, muchos sitios prehistóricos de Canadá y del Noroeste de los Estados Unidos quedaron sumergidos bajo el océano después del máximo climático. Es por lo anterior, que la Península de Baja California representa la región idónea para el estudio del poblamiento inicial del continente y de las teorías sobre el desarrollo de las adaptaciones costeras y de la evolución cultural de las sociedades de cazadores-recolectores marítimas. Estos grupos de individuos dejaron evidencias arqueológicas en cientos de concheros localizados a lo largo de las costas de la Península. Desafortunadamente, muchos de estos sitios han sido afectados o destruidos por acción de la sociedad moderna; otros mas se han conservado casi intactos durante miles de anos por su ubicación remota y su inaccesibilidad pero se encuentran en este momento amenazados como es el caso del hermoso y espectacular sitio de Punta Banda, hasta donde recientemente se construyó un camino vehicular que da acceso a ese paraíso eco-arqueológico. A pesar de que Baja California ha sido explorada durante muchos años, son muy pocos los proyectos arqueológicos que se han llevado a cabo para conocer las fases de ocupación en la antigüedad. Uno de los pioneros de los estudios arqueológicos para Baja California fue Malcom Rogers (1939), quien define las primeras secuencias culturales para esta región. Posteriormente

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Massey y Arnold concentran su atención en los sitios lacustres como Laguna Chapala y laguna Guija donde proponían había existido una muy antigua ocupación humana. Ritter y posteriormente Davis, Gruhn y Bryan completan el estudio de las adaptaciones paleoambientales en la Laguna Chapala; estos tres últimos investigadores han encontrado una ocupación del Holoceno Temprano, ca. 9000 a.p. con una afiliación cultural con el complejo cultural San Dieguito (comunicación personal, 2002).

Existe una referencia de que Rose Tyson efectuó pruebas de radiocarbono 14 en materiales de excavación en la cueva Baldwin en Punta Prieta, en la costa central del Pacifico, y cuya antigüedad se remonta a 8,800 a.p. (Ritter 1999) pero se carece de mayor información

del tipo de ocupación

del sitio y de los hallazgos arqueológicos encontrados. Por otra parte, Moore en 1995 realiza un estudio en la región San QuintínEl Rosario que permite conocer los patrones de asentamiento y los modos de subsistencia de aquellas comunidades. Los fechamientos hechos en esta investigación muestran una ocupación de cuando menos hace 7000 años. En el año 2000, Gruhn y Bryan inician excavaciones en el sitio de Abrigo de los Escorpiones en Eréndira y durante tres temporadas de campo han encontrado importantes datos que confirman la ocupación a este sitio desde el Holoceno Temprano, hace aproximadamente 9000 años a.p. (comunicación personal) evidencias comprobadas que hacen de este sitio el más antiguo de la Península de Baja California (FOTOS 1-2)

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Durante la actual temporada de campo en este sitio, se espera excavar contextos más profundos de la cavidad rocosa, que podrían arrojar fechamientos más tempranos que aquel último registrado. Con cientos de artefactos arqueológicos recolectados y los estratos de acumulación de material, el análisis de este sitio dará mayor luz, entre otras cosas, al registro de los cambios paleoambientales que ocurrieron en el Holoceno Temprano. Otro sitio con características similares al anterior, ubicado más a norte en Punta Banda, al extremo suroeste de la Bahía de Todos Santos en Ensenada podría contribuir al conocimiento de las adaptaciones costeras y enriquecer la discusión sobre el poblamiento del Continente Americano. El sitio presenta una serie de abrigos rocosos dentro de una gran extensión de conchero, siendo uno de los más extensos de la costa noroeste de Baja California (FOTOS 3-5).

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Este impresionante sitio se encuentra ubicado de manera estratégica para el mejor aprovechamiento de los recursos costeros como un refugio central que Binford (1980) denomina de comportamiento de recolección logístico, ya que se tiene fácil acceso a los recursos marinos tanto de la costa como de la isla de Todos Santos y del conjunto de islotes conocidos como “la lobera”, en donde hasta la fecha habitan lobos marinos e infinidad de aves pero en la antigüedad habían también elefantes marinos y nutrias, entre otras especies animales ya inexistentes en la región. Además de eso, muy cerca de Punta Banda se localiza el estero que forma la desembocadura del arroyo San Carlos y que ha sido hasta nuestros días refugio natural de aves migratorias provenientes del norte del continente. El mayor abrigo rocoso de Punta Banda presenta a simple vista una pendiente excesivamente pronunciada conformada por conchales y cascajo rocoso, lo que refuerza la idea de una larga ocupación del sitio. En la superficie se observan algunos artefactos líticos como raspadores y lascas, además de fragmentos óseos de mamíferos marinos y aves. Se observa también un gran pozo de saqueo. Es necesario proteger y estudiar a la brevedad posible este sitio que a pesar de estar localizado muy cerca de la ciudad, ha permanecido protegido durante milenios pues su único acceso había sido (hasta hace poco) a través de un sendero. Es necesario que el INAH intervenga de manera inmediata en su estudio y conservación. En este sentido, el naciente Seminario de Arqueología de Baja California tiene como uno de sus objetivos prioritarios la protección e investigación de este sitio arqueológico. Aunque la teoría del poblamiento costero de América cada día gana más simpatizantes, aún falta mucho que hacer para probarla plenamente. Es necesario aprovechar al máximo la oportunidad que nos brinda el paisaje

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costero de la Península de Baja California que ha permanecido inalterado durante milenios, para apoyar y concretar proyectos de investigación que aporten más datos a esos enigmas arqueológicos relativos a la ocupación temprana de la costa noroeste de la Península. En la medida que se impulsen proyectos arqueológicos y se difundan sus resultados, se podrá ir conociendo, aún más, esas nuestras más antiguas raíces peninsulares.

Bibliografía

Binford, L. , 1980. Willow Smoke and Dogs`Tails, : Hunter-gatherer Settlement Systems and Archaeological Site Formation. American Antiquity, 45:4-20

Bryan, Alan, 1999. El Poblamiento Originario, en Historia General de America Latina, Vol. I, UNESCO Fladmark, Knut R., 1975. Routes: Alternative Migration Corridors for Early Man in North America. En American Antiquity, 44(1). 1978, The Feasibility of the Northwest COSAT as a Migration Route for Early Man. Early Man in America from a Circum-Pacific perspective. Bryan, A. ed., University of Alberta, Ocassional papers No.1, Edmonton Gruhn, Ruth, 2002. The Baja Connection. En Mammuth Trumpet, Vol. 17 No.2 Moore, D. Jerry, 1999. Archaeology in the Forgotten Peninsula: Prehistoric Settlement and Subsistence Strategies in Northern Baja California. En Journal of California and Great Basin Archaeology, Vol.21, No.1

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Ritter, W. Erick, 1999. Los Primeros Bajacalifornianos: Enigmas Cronológicos, Ecológicos y Sociales. En Antología de la Arqueología de Baja California, INAH Rogers, Malcom, 1939. Early Lithic Industries of the Lower Basin of the Colorado River and Adjacent Desert Areas. En San Diego Museum Papers No.3 Sales, Fray Luis, 2003. Noticias de la Provincia de la California, Edición de Ensenada No. 6, Carlos Lazcano Coordinador Torben et. Al, 2001. Paleocoastal Marine Fishing on the Pacific Coast of the Americas: Prespectives from Daisy Cave, California. En American Antiquity, 66(4). Yesner, David R., 1980. Maritime Hunter-Gatherers: Ecology and Prehistory. En Current Anthropology, Vol. 21, No.6

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NUESTRAS RAÍCES YUMANAS Por Jorge Serrano González Introducción El municipio de Ensenada jugó un papel muy importante en el desenvolvimiento histórico y arqueológico del estado de Baja California, debido a su posición geográfica, la inmensidad de su territorio desde la porción norte eminentemente yumana y de la parte central de la entidad hasta tocar el paralelo 28 en su parte sur netamente cochimí detectamos una gran cantidad de sitios con interés arqueológico e histórico. En esta ocasión me permitiré hacer referencia únicamente a la porción norteña de nuestro estado en la que se encuentra inserta nuestra ciudad y puerto como actor principal de este desenvolvimiento cultural y que sirvió de asiento a la etnia kumiai. Al llevar a cabo nuestro trabajo de catalogación y registro de sitios con presencia prehistórica desde hace aproximadamente dieciséis años en que el INAH inicio este proyecto de investigación,

nos dimos cuenta de la gran

cantidad de sitios que se encuentran diseminados en toda esta área, entre los que contamos concheros,

talleres líticos,

campamentos estacionales y por

supuesto sitios con manifestación rupestre, tanto en pintura como en petrograbado que son los que mas llaman nuestra atención. Las corrientes migratorias de cazadores-recolectores que han pasado por este territorio desde tiempos inmemoriales han dejado su huella con este tipo de vestigios arqueológicos y que actualmente forman parte de nuestro Patrimonio Cultural.

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Estos sitios son considerados muy frágiles debido a la exposición directa de sus elementos culturales, quedando desprotegidos contra actos de vandalismo, saqueo y barbarie que atentan continuamente contra su integridad y salvaguarda. Todos estos sitios son considerados de suma importancia debido a la gran cantidad de información que proporcionan como el caso de El Vallecito, por el rumbo de La Rumorosa, que es el único sitio arqueológico kumiai de la zona norte que actualmente cuenta con una infraestructura de protección y atención al visitante con módulos de servicios, otros sin embargo no corren con la misma suerte y han sido abatidos de manera implacable y despiadada con efectos catastróficos e irreversibles. Las evidencias rupestres se encuentran principalmente elaboradas dentro de abrigos o resguardos rocosos y cuando hablamos de “arte rupestre” en general nos referimos principalmente a la pintura o pictografía y al grabado o petrograbado también referenciado como petroglifo. El presente documento que me permito presentar se refiere a dos sitios con evidencias arqueológicas que se localizan cercanos al puerto de Ensenada y que han sido debidamente cedulados y registrados en la Dirección de Registro de Sitios y Monumentos Arqueológicos del INAH, por lo tanto se encuentran debidamente protegidos por la LEY FEDERAL DE MONUMENTOS Y ZONAS ARQUEOLÓGICAS E HISTORICAS que es la que rige sobre esta materia.

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Ubicación y entorno fisiográfico kumiai El área kumiai al que mayormente pertenece el municipio de Ensenada encontramos evidencias arqueológicas diseminadas por todo su territorio. En su parte oriental encontramos la Sierra Juárez con altitudes que llegan a los 1,300 metros s.n.m., y desciende de manera suavemente tendida por basculamiento hacia la vertiente del Océano Pacifico. En la parte alta encontramos bosques de confieras en las que predomina principalmente el pino piñonero (pinus quadrifolia)

y conforme vamos

descendiendo encontramos la presencia del chaparral (Foto 1) para dar paso a la presencia de los valles intermontanos en donde empiezan a aparecer bosques de encinos (quercus sp), productores de la bellota, fruto muy apreciado por los grupos recolectores por su valor nutritivo.

Foto 1.- Presencia de chaparral, vertiente occidental de la Sierra Juárez.

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El clima en general que se presenta para toda esta área es el de tipo mediterráneo, con veranos secos y calientes e inviernos lluviosos y fríos, en las partes altas de la sierra se presentan algunas nevadas principalmente en la zona de la sierra Juárez en donde inciden con mayor frecuencia (Foto 2).

Foto 2.- Estampa invernal en la parte alta de la Sierra Juárez.

Se encuentran diseminados por toda el área varios afloramientos rocosos principalmente de granito y debido a sus características especiales de exfoliación nos encontramos ante la presencia de formación de suelos nuevos con alto grado de absorción. Los valles intermontanos en cambio se forman por acarreos aluviales depositando

nutrientes

que hacen muy especiales estos sitios para la

formación de bosques y matorrales.

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Hidrológicamente es nula la presencia de

corrientes continuas y

perennes sino que encontramos una serie de manantiales y afloramientos acuíferos intermitentes y estacionales. Pero es en la costa del Pacifico norte en donde encontramos con mayor incidencia la presencia de estos grupos nómadas

con la aparición de los

“concheros” que son campamentos costeros en donde se obtenía una gran cantidad de alimentos que les proporcionaba el recurso marino (Foto 3).

Foto 3.- Costa del Pacifico Norte.

Breve sinopsis histórica Hace por lo menos unos seis mil años, se asentaron al sur de California y parte norte de Baja California, los antecesores de los grupos nativos que viven actualmente en la región. Estos grupos denominados yumanos, (Mapa 1) proceden de la zona desértica ubicada más al norte y al este de esta región.

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Mapa 1.- Distribución lingüística yumana

Estas sociedades basaban su economía en la apropiación de los bienes que produce el medio ambiente con un sistema social muy sencillo y en la que la división social y sexual es bien definida y acentuada para la consecución de su propio sistema, se observaba la exogamia y su mecanismo de reproducción se realizaba fuera de su propia banda o chumul al que pertenecía. Un elemento que debemos de tomar en cuenta es la edad de los individuos

en una sociedad de este tipo, en donde la etapa productiva y

reproductiva se inicia a muy temprana edad, quizá desde la adolescencia o pubertad en que se cambia de “status social”. El varón como cazador y recolector de ciertos frutos y la mujer principalmente como recolectora de semillas, raíces,

frutos, larvas,

gusanos, y huevos de aves además de su papel dentro del seno de la familia nuclear, en la preparación de alimentos y en la concepción y cuidado posterior de los infantes. Morteros o piedras de molienda 21


Al llegar a esta edad la banda o chumul celebraba este acontecimiento a través de ciertos ritos de iniciación ya que de esta manera se prolongaba su propio sistema social y económico aunado además con la recolección del piñón que se realizaba durante el verano –entre agosto y septiembre-,

en la que

intervenían varias micro-bandas o grupos relacionados entre sí por líneas de parentesco. Para llevar a cabo estos ritos iniciáticos,

en la que se cree fueron

elaborados los diseños o aplicación de la pintura rupestre dentro de los resguardos, bajo el influjo de alguna planta que al ser consumida producía un estado alterado de conciencia debido a su contenido alucinógeno, el lugar seleccionado

debería de contar con ciertos requisitos para ser considerado

como un lugar privilegiado. El hábitat de los kumiai fue un extenso territorio que comprendió desde Santo Tomás en Baja California –100 kilómetros al sur de Ensenada-, hasta las costas de San Diego en el vecino país,

por el oeste, así como las zonas

desérticas de la Laguna Salada y montañosas como La Rumorosa por el oriente. Los antiguos habitantes de esta región costera fueron los kumiai, de la familia lingüística yumana, filum hokano y se tiene conocimiento de que estos sitios fueron

visitados y utilizados durante ciertas temporadas del año por

pequeños grupos organizados en bandas. En el momento del contacto misional, estas sociedades ya estaban plenamente diferenciadas. Estos grupos de carácter seminómada, constantemente recorrían su territorio en busca de alimentos y según fuera la estación del año se detenían en sitios donde los hubiera, también en arroyuelos u ojos de agua. Al escasear estos elementos,

los grupos se desmembraban en otros más pequeños y se

expandían por otras zonas en su busca.

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En las partes altas de la sierra, con presencia de bosques de coníferas obtenían el piñón que colectaban en verano,

en los valles intermontanos y

planicies costeras cosechaban la bellota que produce el encino y otros tipos de semillas y frutos que molían en rocas fijas que servían como metates y morteros (Foto 4).

El agave, flores de yuca y el mezquite también entraban en su dieta. Durante

la

recolección

de

semillas y frutas las mujeres kumiai utilizaban canastas que confeccionaban, servían también para transportar y guardar víveres. Foto 4.- Morteros realizados en la roca fija.

Entre los productos animales que aprovechaban para su sustento figuraron el borrego cimarrón, el venado bura, el conejo, ardilla, codorniz, algunos roedores y reptiles, larvas y huevos de aves, que consumían cocidos o tatemados según los restos de cenizas y fogatas encontrados en sus campamentos estacionales y su dieta incluía además una gran variedad de productos que les proporcionaba el mar.

Valor cultural de los sitios Los testimonios que nos permiten conocer la forma de vida de una manera muy somera de estos grupos seminómadas, están presentes en estos lugares seleccionados para plasmar sus ideas a través de la pictografía.

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Nos hemos encontrado además de los resguardos con pintura rupestre, zonas de molienda donde se procesaba el alimento en morteros en roca fija, talleres líticos en donde obtenían algunas herramientas con bastante desecho de talla disperso, además de restos cerámicos esparcidos en los sitios, lo que nos habla del conocimiento de una cierta tecnología por este tipo de sociedades. Algunos sitios arqueológicos están conformados principalmente por resguardos que contienen pintura rupestre en su interior y otros diseños realizados bajo la técnica del petrograbado. La pintura rupestre que se encuentra en el área pertenece a un estilo que se le había denominado “yumano abstracto”, aunque también se empieza a manejar “estilo La Rumorosa” para toda la parte alta de la Sierra Juárez. Aplicando diseños en la roca

Consiste principalmente en que las pequeñas figuras antropomorfas de carácter muy esquemático, realizadas bajo la técnica del delineado,

aparecen

de manera “digitada”, o sea que se hace énfasis en que se representen las falanges en las manos y pies lo que las hace completamente distintas al resto de los diseños localizados en otras zonas. Hasta el momento hemos detectado la predilección en el uso de ciertos colores como el blanco, rojo y negro que obtenían de pigmentos minerales que pulverizaban finamente como el yeso o materiales calizos, muy frecuentes en la zona, el bióxido de manganeso y la hematita y ocre que mezclaban con algún tipo de aglutinante y lo aplicaban directamente en la pared y techo de los resguardos rocosos utilizados como lienzo por estos artistas primigenios.

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La pintura rupestre se encuentra casi siempre dentro de los resguardos rocosos lo que ha hecho que los diseños perduren a través del tiempo, aunque en ocasiones se realizaron en frentes que dan a la intemperie Los cambios físicos y químicos externos como son el clima –humedad, viento, nieve, temperatura- y la presencia de líquenes, musgo y óxidos intruídos en la roca misma son los que influyen directamente en el estado de preservación de estas evidencias culturales de manera natural. Pero es la presencia antrópica quien por medio del vandalismo ha provocado daños de manera rápida e implacable algunas veces con efectos irreversibles hacia el patrimonio cultural y natural, todo esto debido a la falta de concientización y a la ignorancia de ciertos sectores de la población. Existe un programa de protección para los sitios arqueológicos en la que se forman equipos de voluntarios que coadyuvarán en la protección y vigilancia voluntaria en sitios con valor cultural. Este proyecto trata de involucrar a la comunidad en general sobre la preservación de nuestra herencia cultural

que se encuentra amenazada de

distintas maneras ya sea por la ignorancia o por la misma voracidad de nuestras autoridades que sin importarles nuestro patrimonio lucran con ella.

Un sitio arqueológico con valor cultural en peligro de afectación: Cañón de Doña Petra El Cañón de Doña Petra se encuentra en la parte noroccidental de la ciudad y puerto de Ensenada (Foto 5).

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Foto 5.- Vista hacia el sur del Cañón Doña Petra.

A pesar de encontrase cercana al litoral, en esta región se percibe la presencia de un microclima muy distinto al que predomina en la costa, lo que lo hace un sitio muy agradable con un bosque conformado principalmente por encinos que son autóctonos y otras especies que han

sido introducidas

últimamente, como son los eucaliptos. También se encuentra presente la vegetación riparia y algo de matorral bajo caducifolio, que aun persiste pero ha sufrido los embates de

la

deforestación. Se llega siguiendo la prolongación de la Avenida Ruiz siguiendo lo que antiguamente iba a ser la carretera Ensenada-Tecate y que quedó inconclusa. El Cañón de Doña Petra ha sido un sitio preferido por las familias ensenadenses para departir sanamente en sus días de campo, desde hace varias décadas, a través de todo este tiempo ha decaído su presencia ante la total indiferencia de las autoridades y de la propia población.

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Uno de los problemas que más detectamos es la presencia de basureros clandestinos

que de manera implacable ha venido contaminando el medio

entorno (Foto 6).

Foto 6- Tiraderos clandestinos de basura que contaminan el medio ambiente

En otros casos la presencia del graffiti no se ha hecho esperar, encontrando varias rocas y afloramientos rocosos completamente vandalizados con la presencia de los añadidos en aerosol y vinílicas. La prospección la iniciamos en un terreno que ha sido limpiado completamente de rocas y de vegetación, pasando un pequeño huerto de olivos. En este terreno se detecta la remoción total de un acumulamiento de rocas de granito, fuera de su propio contexto y al ser revisadas notamos que en su superficie contenían morteros o metates (Foto 7).

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Foto 7.- Rocas removidas de su entorno, con claras evidencias arqueológicas destruidas.

Los morteros son pequeñas depresiones que varían en profundidad y en tamaño y servían para moler todo tipo de vainas y semillas para ser consumidas posteriormente. En algunos casos solo se puede detectar la superficie ligeramente alterada pero que presenta huellas de uso. Al irnos introduciendo al cañón la vegetación va variando encontrando que en algunas partes las rocas se encuentran cubiertas por el asolvamiento del terreno Al quitar esta capa de tierra acumulada sobre su superficie empiezan a aflorar los morteros, mismos que se encuentran en inminente peligro de extinción al utilizarlos los visitantes para prender fuego.

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En la parte media del cañón el bosque clarea un poco, no detectamos ningún vestigio, en la parte baja ni en las partes altas de las lomas aledañas y que contienen afloramientos de granito. En su parte terminal localizamos un hermoso bosque de encinos muy frondosos que producen buena sombra. Bajo los matorrales

bajos y pegados a la vertiente del arroyo

encontramos la mayor cantidad de morteros que se encuentran protegidos por una capa húmica y de hojarasca (Foto 8).

Foto 8.- Las rocas fijas con morteros empiezan a aparecer bajo la capa de hojarasca.

Se localizan morteros en rocas aisladas en buen estado de preservación y que muestran huellas de uso, de forma tronco-cónica (Foto 9).

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Foto 9.-Mortero bien preservado que se encuentra en una sola roca.

Se termina este registro de sitio, esperando poder regresar al mismo con el fin de recabar mayor información y levantar material que sea susceptible de perderse, cosa que nos daría mas elementos para el conocimiento cabal de los primeros pobladores que vivieron en esta región. Lamentamos el estado deplorable del sitio, ya que se encontraron bastantes tiraderos de basura no biodegradable y asimismo se encuentran rastros de extracción de material de construcción del arroyo, como es la arena y grava. Urge de manera inmediata realizar la delimitación del mismo, en base a los datos que aparezcan en el Registro Público de la Propiedad y evitar que sea invadido por personas ajenas. Se deberán de hacer más trabajos de prospección con el fin de detectar cualquier otro tipo de evidencias que no se observaron en esta ocasión como son lascas de descortezamiento para

obtener herramientas líticas, manos,

raederas, percutores y/o tepalcates. Al momento se detectan como unos veinte morteros.

30


El contexto ha sido removido en todo este tiempo, debido a que el sitio es visitado de manera constante. Se debe frenar la presencia de vandalismo, destrucción ecológica, y tiraderos de basura, incluyendo la tala, desaparición del matorral costero y de árboles.

Sitios concheros en la península de Punta Banda Cerrando la Bahía de Todos Santos se encuentra en su porción sur la península de Punta Banda que prolongando sus riscos con grandes peñascos trata de aferrarse a la isla de Todos Santos. En esta parte se han logrado registrar varios sitios concheros y campamentos costeros en donde estos grupos nómadas obtenían un sinfín de alimentos para su ingesta diaria. Su fisiografía extraordinaria ha sido alterada por la construcción de una brecha que se introduce en terrenos ejidales para lograr conectar un terreno propiedad privada denominada La Lobera (Foto 10).

Foto 10.- Construcción de la brecha de acceso. 31


Toda la costa que drena hacia la Bahía de Todos Santos se conforma de acantilados en cuya línea intermareal encontramos varias pequeñas playas (Foto 11).

Foto 11.- Bellos paisajes costeros de Punta Banda.

El camino de acceso termina muy cercano al faro, lugar en donde se encuentran sitios concheros en los resguardos y cuevas con una gran cantidad de conchas, restos de material cerámico y lítico, y probablemente restos óseos humanos (Foto 12).

Foto 12.- Zona de cuevas con evidencias arqueológicas.

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Lo más deplorable en este caso es la afectación de un conchero que fue arrasado completamente al llevar a cabo as obras de construcción de la brecha (Foto 13)

Foto 13.- Afectación de un sitio conchero en la península de Punta Banda.

Al momento se están llevando a cabo los trámites correspondientes para que se permita la captura de la información arqueológica que se encuentran en este depósito cultural.

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A manera de conclusiones

Ningún organismo gubernamental o privado es propietario de los bienes culturales que forman parte de nuestra herencia y patrimonio de los ensenadenses. Otro de los problemas que enfrentamos actualmente es la presencia de graffiti que se aplica en estos sitios cuyos efectos son dañinos e irreversibles, afectando en ocasiones a las rocas del medio ambiente que se ven seriamente afectadas por este tipo de actos por demás irreflexivos y sin ningún sustento. Se deberán de elaborar convenios de colaboración para el rescate y dignificación de los SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE DOÑA PETRA Y DE PUNTA BANDA, en la que confluyan todos los sectores de la población civil, ONG’s, Maestros y alumnos de diversos niveles educativos y rescatar esto sitio, evitando el deterioro continuo y acelerado que se ha estado presentado en muy corto plazo. Estos sitios y los que aun faltan por registrar, se encuentran debidamente protegidos por la Ley Federal citada por lo que nuestro deber en tanto como mexicanos es brindar todo nuestro apoyo para protegerlos debidamente y evitar actos vandálicos que propicien su deterioro y destrucción deliberada o intencional, asimismo como el saqueo y comercio con piezas y vestigios arqueológicos, paleontológicos e históricos.

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Bibliografía BENDIMEZ P., Julia y Don Laylander, 1985, “El Arte Rupestre del Norte de Baja California’, en Travesía No. 4, UABC, Mexicali. (1987) “Las manifestaciones rupestres de Baja California”, en: Memorias del Cuarto Simposium de Historia Regional “Antonio Meléndrez”, ACLE, Ensenada. LAYLANDER Don (1991) “Organización comunitaria de los yumanos occidentales: una revisión etnográfica y prospecto arqueológico”, en Estudios Fronterizos, Revista del Instituto de Investigaciones Sociales, UABC, Mexicali. (1993) “Enfoques lingüísticos sobre la prehistoria del sur de California”, en Estudios Fronterizos, IISS-UABC, Mexicali. MORA Echevarria, Jesús (1992) “Informe de recorrido de localización de sitios arqueológicos costeros en el estado de Baja California, sector Punta Banda-Playas de Tijuana”. Mecanoscrito Subdirección de Estudios Arqueológicos INAH, Archivo del CINAHBC, Mexicali. SERRANO G., Jorge (1992) Proyecto de Registro de Sitios Arqueológicos en Baja California, Informe de Actividades, Archivo del CINAHBC, Mexicali. (2002) “Los sitios arqueológicos del estado de Baja California”, en: Antología de la Arqueología de Baja California, Revista del CINAHBC, Mexicali.

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MATERIALES LLEGADOS A BAJA CALIFORNIA DESDE NUEVA ESPAÑA: UNA VISIÓN A PARTIR DE LA ARQUEOLOGÍA Por John Joseph Temple Sánchez-Gavito 1 Resumen La arqueología permite ampliar la información escrita que se tiene de una sociedad, por basarse en los materiales recuperados en la zona investigada, sus puntos aledaños y el medio en el que se sitúa. Las misiones de Baja California no son la excepción. Las exploraciones que se han hecho en las fundadas por los frailes dominicos durante 2002 a la fecha, desprendidas del análisis cerámico preliminar, han revelado datos interesantes sobre comercio prohibido, continuidad de ocupación, distribución étnica, contactos con la Otra Banda (Sonora, Sinaloa y el interior de la República), reutilización de materiales, ideología, qué tan nuevas eran las mercancías cuando fueron compradas ilegalmente en Baja California y las adaptaciones con los indígenas. No obstante, surgen varias incógnitas de cada una de dichas conclusiones tentativas. Agradezco a la Asociación Cultural de Liberales de Ensenada la oportunidad de poder presentar esta conferencia. Intenta, con fuentes escritas y arqueológicas, resaltar la diferencia entre lo que idealmente debía existir en Baja California y lo que realmente existía, durante la colonia. Me baso por lo pronto en la cerámica como indicador.

1

Para Laura Esquivel Macías, colega y amiga nacida en Mexicali, In Memoriam.

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Una de las características que hace la diferencia entre los seres humanos y el resto de los animales, es la cultura. Me explico: el ser humano no desarrolla cubierta corporal para soportar los intensos fríos polares o instinto de presa y garras para cazar y poder comer carne; esto corresponde al campo de la herencia genética. En cambio, despliega una organización social y hace artefactos, vestidos o refugios que le ayuden a soportar los rigores del clima y le permitan cazar en grupo y con armas fabricadas por él mismo. Y se acostumbra a su uso, transmitiéndole el conocimiento y manejo de su mundo material y espiritual a las generaciones venideras mediante la educación. Al cambiar las condiciones en las que aplica estos conocimientos y conceptos, se va adaptando con un triunfo variable, oscilando del fracaso al éxito, dependiendo del grado de poder de transformación o adaptación, adecuando la transmisión de estos conocimientos a una didáctica pertinente. No quiero dejar de mencionar que entre más compleja es la sociedad, mayor es la facultad que tiene de transformar a su medio, y de ser menos susceptible a los cambios climáticos, pero este poder se ve

contrarrestado

posiblemente con una menor capacidad para adaptarse a los cambios a niveles más sencillos. Y esto lo menciono porque para los colonos que vinieron a Baja California a partir del siglo XVI, y en general para el norte árido de la Nueva España, debe haber sido una descomunal metamorfosis cultural haber llegado a la frontera septentrional novohispana a vivir el resto de sus vidas, y las de sus descendientes. Viene al caso mencionar dos fracasos sonados en la colonización de la península: el de Hernán Cortés, en 1535, y el de Isidro Atondo y Antillón, en 1685.

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Y es que debe haber sucedido como al inicio de la colonización, en el siglo XVI, de lo que denominamos Mesoamérica. Los españoles no querían saber nada de lo autóctono o local: todo lo que necesitaban consumir lo querían traer de España. Reflexionaba fray Juan de Zumárraga sobre la falta de adaptación de esta suerte de pobladores en la primera mitad del siglo XVI relatando de sus cosas de Castilla, que siempre pían por ellas, y porque para la población y perpetuidad importa que olviden España y tomen amor y voluntad de permanecer en la tierra 2. Seguramente esta fue una de las dificultades que impidió que los primeros colonos de la Baja California quedaran fijos en su tierra adoptiva, sin tomar en cuenta las restricciones que el medio ambiente planteaba, y la diferencia de objetivos que los civiles y militares tenían respecto a los religiosos. Sabedora de estos antecedentes, la organización religiosa jesuita evaluó los problemas que presentaba la empresa colonizadora a través del sistema misional en la península de Baja California, y se propuso sentar el sistema de misiones como cabeza de playa, que deberían ser autosuficientes, y en caso de presentar dificultades para la manutención de sus dependientes, ser abastecidas por otras más prósperas hasta que terminaran las carencias. El dinero para esta última provisión se lograría a través de limosnas de fieles que quisieran cooperar a la evangelización de los pueblos indígenas, formando de esta manera un apoyo económico que posteriormente se iba a denominar Fondo Piadoso de las Californias. Para evitar los problemas que acarreaba llevar colonos o militares conflictivos, los padres de la Compañía de García Icazbalceta, Joaquín Don Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México. Editorial Porrúa, tomo III, México, 1988, p.142. 2

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Jesús tenían la potestad de seleccionar a la gente necesaria 3. El sistema de confesión para expiar pecados, les hacía posible conocer a los potenciales acompañantes. Además, como el salario de los soldados corría por parte de los religiosos, era como tener una guardia de seguridad propia, más que de la corona. Carlos II, rey de España, no vio con malos ojos esta iniciativa, pues después del fracaso en la empresa de 1685, en la que invirtió mucho dinero, no pretendía arriesgar más. Asimismo, en caso de progresar el sistema misional, iba a ser más fácil abastecer y proteger al Galeón de Manila, en su siempre peligroso periplo por el océano Pacífico, sin costo para el real erario. Fue así que la corona otorgó a la Sociedad de Jesús el permiso y exclusividad de evangelizar, con sus propios medios, a los indígenas de la California, en 1696. Viene al caso mencionar cómo funcionaba el sistema misional de colonización. Su principal rasgo radica en que fue la avanzada de aculturación para adaptar a los indios no cristianos en los modos de vestir, comer, trabajar y ver el mundo como españoles; estos apostólicos afanes no eran gratuitos, por lo que tenían que dar gracias tributando a la corona, producir alimentos y vituallas hasta para el galeón de Manila, defender el territorio de las intrusiones extranjeras – en el particular caso de las Californias- y servir de avanzada en la aculturación de otros indígenas. Para el caso particular que nos ocupa, resumiremos los resultados en la época jesuítica: Vestir a los colonos costó mucho trabajo, porque no se producía suficiente algodón, no había manera de procesarlo en la escala que se necesitaba, y 3

Aparentemente, esto evitó la llegada de la sífilis a la península hasta 1768.

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faltaba mucho del material para confeccionar un vestido de mediano lujo de los que se hacían al otro lado del mar Bermejo. Para comer en las Californias lo que se acostumbraba en la Nueva España, había que hacer transformaciones muy profundas, especialmente en términos del abasto de agua: represas, canales y terrazas en un medio con un suelo poco profundo, aunque fértil. Lo caprichoso de las lluvias en climas desérticos y esteparios, hacía que después de años sin lluvia, llegara una tormenta que arrasara con todas las instalaciones hidráulicas hechas con muchos sacrificios, y que hasta se taparan los manantiales de los que se surtían del vital líquido. Esto, sin contar otras vicisitudes, como las plagas de langosta que arrasaban cosechas completas. En más de una ocasión tuvieron que abastecerse con las cosechas de las misiones de Sonora y Sinaloa, con barcos propios4, prestados o fletados ex profeso. Para eso era el Fondo Piadoso. El trabajo artesanal fue el rubro en el que más dificultades surgieron, especialmente con los indígenas. Se antoja muy difícil obligarlos a trabajar, pues únicamente con cinco horas de actividad diaria en promedio, recolectaban plantas e insectos, pescaban y cazaban fauna local para su propia subsistencia. Tenían su sustento rápidamente y a la mano, sin intermediarios. El cambio hacia una cosecha a largo plazo, repartida a gente que no había intervenido directamente en su producción, debe haber tenido consecuencias devastadoras en su concepción de la división del trabajo y sus beneficios. Sin embargo, mediante pequeños regalos al principio, y comida regular después, los indígenas fueron adecuados al sistema de campana y azotes. Campana, para regular con horario las actividades de trabajo y oración. Azotes, Barajas Márquez, Fermín "El primer barco construido en la California: El Triunfo de la Cruz" en Memoria 1997. Seminario de Historia de Baja California. UABC/IIH, 1997, pp.35-48. 4

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para castigar el incumplimiento de las reglas. Empero, en muchas misiones se llegó a formar herreros, carpinteros, arrieros, vaqueros, curtidores, tejedores, pastores, agricultores, albañiles, cocineros, trapicheros, molineros, panaderos y hasta marineros, muchos de ellos indígenas convertidos. Cuando los jesuitas fueron expulsados en 1768, acusados de hacer un estado dentro de otro estado, su organización misional quedó trunca en toda la Nueva España, y la relación de poder con los demás sectores cambió radicalmente. Los militares, antes dependientes de los misioneros, por lo menos en la península de Baja California, pasaban a tomar el manejo de las cosas, inclusive el salario de los misioneros franciscanos que llegaron en sustitución de los padres de la Compañía. Ellos llegaron creyendo la consigna popular de que los padres jesuitas habían atesorado enormes riquezas, y que les iban a transferir directamente el Fondo Piadoso de las Californias. Fue grande su desilusión al ver que el Visitador José de Gálvez disponía a su arbitrio de él. Pronto surgieron disputas amargas en las que inclusive se amenazó con abandonar la labor misional. Para fortuna de los franciscanos, los dominicos tomaron la estafeta en la península, y los seráficos se fueron hacia California, en una avanzada que impidiera el asentamiento de rusos e ingleses, cada vez más cercanos a los confines septentrionales de la Nueva España. El medio ambiente más húmedo y fértil de California ayudó a que los franciscanos desarrollaran misiones más productivas que las de los dominicos. Además, el abastecimiento anual que se había prometido con los franciscanos en 1768, fue cada vez menos asiduo. Y el inicio de la guerra de Independencia cortó el suministro que por barco se podía mandar de la Nueva España a la Península, y aún a California.

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El reinicio de la actividad comercial a principios del efímero reinado de Agustín de Iturbide, y el caos posterior de la República Temprana, hicieron que el abastecimiento desde el centro de la República Mexicana cesara prácticamente sus actividades por un largo tiempo.

La arqueología y la historia. Lo que nos dicen sobre el comercio Hace poco comentaba en otro foro las ventajas que tiene la grafología sobre el examen psicológico, y es que en la primera uno no sabe cuáles son las variables y qué significan, mientras que en la segunda uno puede jugar a adivinar la tendencia de la pregunta, y precaverse contra una respuesta que resulte negativa para el sustentante. Esa es quizá la ventaja que tiene la Arqueología respecto a la Historia. Por ejemplo, en el caso del contrabando. Es difícil detectar en los escritos, sobre todo para Baja California, los productos, proveniencia y hasta frecuencia con la que eran introducidos sin registro oficial. Sin embargo, y más específicamente para la cerámica, hay medios muy importantes para ver por lo menos algunos de los rubros. Las listas de objetos introducidos en el septentrión novohispano nos pueden dar una idea de la procedencia de varios de ellos, y es impresionante cómo la red de distribución enlazaba diferentes centros de producción hacia los asentamientos urbanos más importantes, para llevarlos a sus remotos destinos. Por ejemplo, la lista de artículos que estaban destinados a los diversos presidios del norte, en el primer tercio del siglo XVIII, nos muestra el origen de muchas de las mercancías, a dos niveles, mundial y nacional:

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MUNDIAL Paños de Rebozo de Águilas (España). Mantas Patíes (Nueva Granada). Mitán de China Listón de Pekín liso Cambaya de Bengala Medias de Cantón Vara de Bretaña Crea ancha de León Tafetán de Granada Razo de Valencia Razo de Toledo Medias de punto de Milán Medias de Bruselas Medias de Sevilla Medias de Génova Medias de Francia Medias de Galicia

NACIONAL Paño de Querétaro Paño dieciocheno musgo de Cholula Manta de Puebla ancha Vara de paño Chapaneco ancho Medias y Calcetas de Toluca Manta de Campeche Sayal de Cuauhtitlán Sayal de Texcoco Mantas de Villalta (Oaxaca).

43


Aderezos de silla vaquera de Pénjamo Seda de la Mixteca 5 Este

material

difícilmente

sobrevive

a

nivel

arqueológico,

salvo

condiciones muy especiales. No obstante, lo que se busca resaltar es la procedencia. En la entrega que hacen los franciscanos a los dominicos de las misiones en 1773, siendo la mayor parte de la época jesuita, encontramos: MUNDIAL Platos y pozuelos de loza de China Lienzo fino de Bretaña Papel de piedras de Bohemia Cuchillo francés Pozuelos de Talavera NACIONAL Pila bautismal de Tecali Cortina de Manta de Villalta Platos de loza de Puebla Jarros de Guadalajara 6 A fines del siglo XVIII y principios del XIX, se hacían las siguientes entregas al presidio de Santa Bárbara: MUNDIAL Aceite de comer de España Naylor, Thomas H., y Charles W. Polzer, S.J. (Eds.) Pedro de Rivera and the Military Regulations for Northern New Spain 17241729. The University Arizona Press, Tucson, 1988, pp.282-286 y 331-333.

5

Coronado, Eligio Moisés Descripción e inventarios de las misiones de Baja California, 1773 Gobierno de Baja California Sur/ CONACULTA/Universidad Autónoma de baja California Sur. La Paz, 1994, pp.26-261.

6

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Plumas de Castilla Mascadas dobles Toledanas de marca mayor Listón carmesí de Granada Mascadas grandes surtidas de Barcelona Vino de Málaga para misas Aguardiente catalán, refino. Calcetas Manchegas de hilo de pie entero Calcetas Gallegas de pie entero Chupas de paño azul de Alcoy Hilo de muñequilla de Córdoba Sargas Azules imperiales de Inglaterra Cacao de Caracas Tripe Azul reforzado de Francia Medias de París Encaje Ancho de Lorena Bretañas angostas legítimas superfinas Medias de seda de Génova Mantón de Gasa Bordado de Italia Ruanes de Silesia Quimón de China Canela fina de Ceilán NACIONAL Bayeta azul mexicana Rebozos bordados de encantos de Sultepec superiores Medias de lana de Ixtlahuaca Loza de Puebla Mantas de Cholula Mantas de Tlaxcala Paño Azul de Querétaro Paño Azul de Puruagua

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Sombrero negro de Texcoco Colchas de Acatzingo Mantas de Tepeaca Seda blanca Mixteca Polvos de Jalapa Colchas grandes de Cuernavaca Cacao de Tabasco Hilo de Campeche Paño azul de Guadalajara 7 En los tres documentos anteriores, donde hubo posibilidad de introducir el nombre relacionado con la cerámica, se hizo. Es interesante notar el detalle en las mercancías de procedencia extranjera, y aun de origen nacional. Para contrastar los indicadores de la cerámica, voy a dar un breve resumen de lo que se encuentra de este material en Baja California. Con el fin de facilitar la comprensión de las muchas maneras que hay de clasificar a la cerámica, quiero adelantar que la más utilizada es la que se basa en el acabado de superficie. Generalmente de lo más sencillo a lo más complejo tendríamos las siguientes: Cerámica Tizón Café: Esta se hace por el sistema de yunque y paleta, es de superficie alisada y se considera de manufactura indígena. Servía para guardar

líquidos,

granos,

y ocasionalmente

para

cocimiento.

Aún

se

manufactura, entre otros lugares, en Santa Catarina. Cerámica vidriada: Se hace por modelado y torneado. El lustre vítreo que tiene en la superficie se logra por la aplicación de óxido de plomo en solución, y Perissinotto, Giorgio (Ed.) Documenting Everyday Life in Early Spanish California. The Santa Barbara Presidio Memorias y Facturas, 1779-1810.The Santa Barbara Trust for Historic Preservation, 1998, pp.80-281.

7

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se fija durante la cocción en el horno. El objetivo del vidriado es que impermeabilice, no se peguen las frituras ni quede el mal olor, una vez lavado el recipiente. Ideal para cazuelas, jarros y bacines. No tenemos noticia de que se hayan producido en Baja California, por lo menos en sus misiones dominicas. No obstante, en 1796 se construyó un horno para vidreado en el Presidio de Santa Bárbara, que pudo haber influido de alguna manera en las misiones dominicas colindantes8. Botijuelas: estas son ollas de diferente forma, generalmente esféricas y con vidriado interior color verde, hechas por torneado. Se utilizaban para vino, vinagre y aceite de oliva. Aunque no se sabe el lugar o lugares precisos donde se fabricaban, sabemos, por el banco de arcilla del que proceden, que son de Andalucía 9. Mayólica: presenta una superficie vidriada de color blanco, que se logra a partir de una solución de óxidos de plomo y estaño aplicada sobre la superficie antes de ser horneada. La decoración determina su antigüedad, y la pasta su procedencia. En Baja California tenemos las de Sayula, Jalisco 10, y Puebla, principalmente. Loza fina: es un género de vajilla hecho a partir de caolín, en un proceso industrial de manufactura, generalmente moldeado y torneado. Hay aplicación de decoración en algunos casos. Su manufactura comenzó en Inglaterra en 1756. Se

cuece a

temperaturas muy altas (1100° C, generalmente), y su belleza, junto con un precio bajo, hicieron muy populares estas piezas. Neuerburg, Norman “Comments on the Significance, Architecture and Restoration of the Santa Cruz Mission Adobe”, en Santa Cruz Mission State Historic Park Architectural and Archaeological Investigations 1984-1985 California Department of parks and Recreation, 1987, p.167. 8

9

Goggin, John M. The Spanish Olive Jar. Yale University Publications in Anthropology, 62, 1962, pp.16-21.

Kelly, Isabel Loza Blanca de Sayula: papeles de trabajo. Ms. Inédito. Agradezco a Adolphus y Mayita Langenscheidt el permitirme colaborar en su próxima publicación, y utilizar los presentes datos.

10

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Por su acabado de superficie, podemos dividir a la Loza Fina en tres tipos: Crema: tiene un color verdoso, y tardíamente presenta decoración pintada a mano. En algunos casos tiene el borde moldeado simulando el de una concha –proceso iniciado en 1774- y pintado de verde. De uso común en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. Perla: para darle un color más blanco, se le añadió cobalto al plomo para que neutralizara el verdoso. Se inicia a partir de 1779, desplazando poco a poco a la loza anterior. Se reconoce por su tono azul en los recovecos de la pieza. Por 1820 se logra equilibrar la cantidad de Cobalto utilizada para blanquear la pieza, sin que quedaran partes azules, logrando así la loza blanca 11. Las dos anteriores, perla y blanca, podían haber sido decoradas por transferencia. Este sistema se hace mediante una litografía cuyo papel fino se adhiere estando la loza aún húmeda y sin vidriar. La tinta de la imagen se transfiere a la pieza, dejándose secar ésta, y posteriormente se le aplica el vidriado para ser cocida, quedando una pieza muy singular, y de una estandarización enorme. Este proceso se inició por el año 1755 en color azul, para parecerse a la porcelana oriental, pero a partir de 1830 se utiliza colores verde, marrón, rosa, carmín, púrpura, lila, negro y azul difuso (flow blue), siendo éste muy popular entre 1840 y 1870 12.

11 Fournier García, Patricia, y María de Lourdes Fournier G. “Materiales históricos de misiones, presidios, reales, rancherías y haciendas de la región Pima-Ópata de Sonora”, en Tres estudios sobre cerámica histórica. Patricia Fournier/María de Lourdes Fournier/Eduardo Silva, Cuadernos de Trabajo, No.7, INAH, 1989, p.31. 12 Fournier García, Patricia Evidencias Arqueológicas de la Importación de Cerámica en México, con base en los materiales del Ex Convento de San Jerónimo INAH, Colección Científica No. 213, p.164-165.

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Existe un material entre loza y porcelana, con mayor dureza que la primera, pero sin la translucidez de la segunda, llamado Ironstone China, o Porcelana Opaca. Surge en Gran Bretaña por 1813, es de color blanco y se aplican las decoraciones de las lozas perla y blanca 13. Porcelana: Se inventa poco antes del año 700 de nuestra era, y en Europa se descubre su proceso hasta el siglo XVIII, siendo su componente principal también el caolín, como la loza fina, junto con feldespato y cuarzo. Es muy dura, ya que se vitrifica alrededor de los 1400°C. El barniz y la pasta son muy afines, por lo que quedan cuerpo y vidriado muy homogéneos14. Se manufactura por torneado y modelado, para decorarse posteriormente a mano bajo y sobre el vidriado. En el caso de la porcelana oriental, podemos decir que existen tres tipos presentes en el contexto local: -

La porcelana de Indias

-

La entrefina

-

La blanca

La primera presentaba motivos de inspiración occidental, tanto en decoración pintada bajo el vidriado como sobre él. En el primer caso, bajo el vidriado, los temas principales se derivaban del tema romántico del Sauce Llorón, en color azul. Posteriormente este tema pasó a la loza decorada por transferencia. Cuando la decoración era pintada sobre el vidriado, los motivos eran más bien de tema neoclásico: festones y decoración de pasamanería de la época. Generalmente eran policromos.

13

Fournier y Fournier, p.32.

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La porcelana entrefina –lo que significa que es de menor calidad que la fina- no era de tan buena pasta, y la pintura de la decoración se abultaba en grumos a veces informes, pero simétricos. El verde de óxido de cobre muchas veces queda blanco por la interacción con el medio, y hay que quitar la pátina para revelar el verdadero color. En el tercer caso, la blanca, es posible que se trate de un fragmento de otra pintada que no presenta restos discernibles de decoración, aunque la haya tenido. Por otro lado, los fragmentos recuperados no revelan en este primer análisis una forma diagnóstica de cronología. Además de la oriental, hay otro tipo de porcelana, la europea, que se distingue fácilmente porque se hace por transferencia en color azul, con el tema del sauce llorón, en formas de plato, bote y tazón. Tiene las mismas técnicas de manufactura que la china. Los grupos cerámicos antes descritos, de fines del siglo XVIII y principios del XIX, aparecen en las misiones dominicas con la siguiente distribución, obtenida en un recorrido de superficie en 2002: Misión del Rosario de Arriba: Cerámica Tizón Café Mayólica Poblana Misión del Rosario de Abajo: Cerámica Tizón Café Mayólica Poblana Loza Perla Loza Blanca Loza Blanca con borde de concha 14

Ibid., pp.33 y 35.

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Porcelana Opaca Europea Porcelana Europea decorada por transferencia bajo el vidriado. Porcelana Oriental Santo Domingo: Cerámica Tizón Café Loza Crema Loza Perla Loza Perla con decoración por transferencia azul bajo el vidriado. Loza Perla con decoración por transferencia roja bajo el vidriado. Loza Blanca Loza Blanca con sello negro de E&C Challinor, de Fenton, Inglaterra. Loza Blanca con decoración por transferencia azul bajo el vidriado. Porcelana Opaca Europea Porcelana Oriental Entrefina con decoración verde pintada a mano sobre el vidriado Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón Porcelana Oriental de Indias con decoración policroma pintada a mano sobre el vidriado San Vicente Ferrer: Cerámica Tizón Café Mayólica Poblana Mayólica Sayulteca Botijuela vidriada en el interior Loza Crema Loza Crema con Borde de Concha Loza Perla Loza Perla con Sello en forma de ancla Loza Perla con motivos azules pintados a mano bajo el vidriado.

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Loza Perla con Borde de Concha Loza Blanca pintada a mano bajo el vidriado Loza Blanca decorada por transferencia bajo el vidriado en color café. Loza Blanca con sello negro de E&C Challinor, de Fenton, Inglaterra. Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón Porcelana Oriental Entrefina decorada con temas policromos sobre el vidriado Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón Punta de proyectil a partir de un fragmento de porcelana rojo pintado sobre el vidriado Santo Tomás de Aquino: Cerámica Tizón Café Mayólica Poblana Loza Crema Loza Perla con decoración por transferencia color azul, con el tema del Sauce Llorón Loza Perla con decoración por transferencia Azul Difuso Loza Perla con decoración por transferencia café con el sello Royal Cockson Cobridge Loza Perla de Borde de Concha Loza Blanca Loza Blanca de Borde de Concha Loza blanca pintada a mano bajo el vidriado en negro y verde. Loza Blanca con decoración por transferencia Azul Loza Blanca con decoración por transferencia Azul Difuso Loza Blanca con decoración por transferencia Café Loza Blanca con decoración por transferencia Rojo Loza Blanca con decoración por transferencia Negro

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Loza Blanca con decoración por transferencia Lila Porcelana Opaca Europea Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón Porcelana Oriental pintada a mano en azul bajo el vidriado Porcelana Europea Blanca San Miguel Arcángel: Cerámica Tizón Café Loza Perla El Descanso: Cerámica Tizón Café Loza Perla Loza Perla con decoración por transferencia Azul Loza Blanca Porcelana Oriental con decoración pintada a mano bajo el vidriado color azul Guadalupe de la Frontera: Cerámica Vidriada Ornada Loza Crema con decoración por transferencia café, con el sello W.H. Grindley Loza Perla con decoración por transferencia color Azul Difuso Loza Blanca con decoración por transferencia Azul Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón Santa Catarina: Cerámica Tizón Café Cerámica Vidriada Café

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Mayólica Poblana Mayólica Sayulteca Loza Crema con Borde de Concha Loza Blanca decorada a mano bajo el vidriado Porcelana Oriental Pintada a mano en azul bajo el vidriado, con el tema del Sauce Llorón

Resultados Sin pretender que las siguientes afirmaciones sean tajantes y definitivas, es notorio señalar que: -

Tomando en cuenta la fecha del inicio de producción de ciertos tipos de cerámica, especialmente es interesante el que algunas hayan llegado casi al año de su manufactura. Me refiero a las lozas inglesas.

-

Esta Loza es inexistente en la documentación oficial escrita de la etapa colonial de Baja California; no obstante, impresiona el hecho de que, exceptuando El Rosario de Arriba (abandonada en 1802 a raíz de una inundación), todas las demás la presenten.

-

La única misión de la que no se recuperó cerámica indígena, fue la de Guadalupe de la Frontera. Quizá se deba a que tenía pretendidamente una mayor cantidad de colonos novohispanos a raíz de su fundación.

-

La presencia de tiestos nos permite saber las áreas de la misión donde habitaban indígenas y novohispanos; también el lugar en el que pudieron haber estado las bodegas.

-

El romanticismo de la época no deja de reflejarse en los materiales. El tema del Sauce Llorón es uno de ellos, y es posible encontrar en el futuro más datos que nos ayuden a abundar sobre el tema. El

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semanario “El Progresista”, de la Ensenada de principios del siglo XX, es una buena prueba de ello. -

Las marcas de loza europea muestran la continua habitación de las misiones de El Rosario de Abajo, Santo Domingo, San Vicente y Santo Tomás, aún después de mediados del siglo XIX.

-

Las misiones de El Descanso y Guadalupe de la Frontera presentan porcelana oriental, pese a haber sido fundadas después de que el galeón de Manila dejara de llegar en 1815. Ello demuestra que la vajilla de las misiones clausuradas podía ser reutilizada o redistribuida para las que seguían en servicio.

-

A partir de 1810 no parece haber llegado mucho material de la otra banda hasta entrado el siglo XX. Pese a las prohibiciones de contrabando, quizá no existió otra opción para surtirse de lo más indispensable, aparte del alimento. De ahí el surgimiento de la cultura ranchera de autosuficiencia.

Los anteriores rubros solamente tienen que ver con la cerámica. No obstante, hay otros materiales que nos pueden decir mucho acerca de la etapa misional. Para muestra basta un botón. Me voy a referir a uno recuperado en la misión de San Vicente que paso a describir: Tiene un ave sobre el fuego, seguramente el ave fénix, y la leyenda Je Renais de mes Cendres. En la parte inferior, un número, el 14. Investigando más detenidamente, estas piezas fueron hechas por la compañía Bushby 15, de Londres, para el ejército del segundo rey del Haití independiente, Henry Christophe, para su gobierno, que comenzó en 1807 y terminó en 1820. Es posible que hayan sobrado muchos de estos botones, 15

Joseph, Jason Quest For The Phoenix. 2 pp.

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porque después fueron distribuidos por gran parte del mundo, más específicamente sobre una ruta muy interesante que empieza en Hawaii, continúa por Alaska y llega hasta California. El botón de la misión de San Vicente sería el más meridional de esta serie. Quizá comprado ya en la época independiente, no deja de intrigar el nexo entre los Zombis haitianos, y un ejército “que renace de sus cenizas”. El aislamiento involuntario respecto al resto de la nación, la oportunidad de comercio con otras naciones y la adaptación al rudo ambiente local, hicieron de la población de Baja California una sociedad muy característica que fue ecléctica en sus soluciones, sin perder la noción de sus raíces mexicanas, aun después del despojo de 1848.

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FAMILIA Y REGIÓN. LOS RANCHEROS EN LA COLONIZACIÓN DEL NORTE PENINSULAR, 1850-1900 Por Jorge Martínez Zepeda.16 La Estadística de La Frontera de José Matías Moreno de 1856 registró a 22 propietarios dueños de 3 baldíos, 46 propiedades, 3 pueblos, 5 ex misiones y 38 ranchos en toda la basta extensión de La Frontera. “Entendiéndose como frontera desde El Rosario hasta la línea divisoria de la Alta California” a decir de Rafael Espinosa. 17 Los pueblos eran El Rosario con una mínima población de 45, San Vicente con 34 y Santo Tomás con 69, más 46 mineros en San Antonio de las Minas. La población “Blanca” sumaba tan solo a 497 habitantes, rodeados de 3,777 “indios mansos y bravos”. Se registra a José Luciano Espinosa, 18 los señores Arce, 19 los Duarte, 20 Santiago Arce, 21 Ocios y Zérega, 22 Tomás Warner, 23 Sainz y Ceseñas, 24 señores Graciano, 25 Máximo Sainz, 26 Hilario Murillo, 27 señores Ruices, 28 Jesús y Juan Meléndrez, 29 Ricardo Palacios, 30 Jorge Ryerson, 31 José Bandini, 32 los Argüellos, 33 Eleuterio Gilbert, 34 Señores Machado, 35 Juan Machado, 36 y la india 16 Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California. Maestro en Historia Regional por la UABCS. Correo electrónico: Jorge.camalu@outlook.com 17 Documento fechado en La Paz el 12 de febrero de 1851, en Historia de la colonización de la Baja California y decreto del 10 de marzo de 1857, de Ulises Urbano Lassépas, México, SEP/UABC,1995, p. 272. 18 Con los ranchos de San Ramón y la ex misión de San Pedro Mártir. 19 Con San Telmo y San José. 20 San Rafael y el pueblo de San Vicente. 21 La Berrenda y Los Dolores. 22 San Isidro. 23 La Calentura, valle de La Trinidad y pueblo de Santo Tomás. 24 Santa Gertrudis y Punta Banda. 25 San Francisco, La Grulla y Las Ánimas. 26 El Potrero. 27 San Antonio del Valle. 28 La Ensenada de Todos Santos en litigio por doña María Amparo Ruiz de Burton, nieta de don José Manuel Ruiz. 29 La Huerta, San Salvador y el Valle de San Rafael [Ojos Negros]. 30 Terreno de Santa Catarina. 31 Vallecitos, al norte de Ensenada limitando con Tecate. 32 Tecate. 33 Tijuana y San Antonio de los Buenos.

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Loreto, 37 dueños 414 sitios de ganado mayor, con 15,880 vacas, 3,490 borregos y 2,153 caballos y mulas que representaban la economía de la región. 38 En tanto que la Estadística de 1861 incrementó el número de terrenos, y por ende los propietarios, que aumentó a 47 con 78 ranchos, disminuyendo drásticamente la población “cuya pérdida consta en lo que ha sido destruido por la revolución y lo que ha emigrado para la Alta California”. 39 En 1866 se presentaron ante el presidente del ayuntamiento de La Frontera Cecilio Zérega varios solicitantes de tierras, entre ellos Agustín Uribe que solicitó cuatro suertes de tierra; Gregorio Arce dos suertes y Joaquín Martorell 40 cuatro suertes en el pueblo de El Rosario, turnando las solicitudes al Juez Constitucional del Partido Norte. 41 Recordemos que Cecilio Zérega era venezolano y se casó con María de los Ángeles Espinosa, hija de don José Luciano Espinosa. 42 Joaquín Martorell se caso con Maria Gertrudis Espinosa y dejaron numerosa descendencia en Santo Domingo que emparentó con los Manríquez y Marrón. 43 Posteriormente el 19 de marzo Antonio L. Sosa solicitó al ayuntamiento “Tres suertes de tierras municipales en El Pueblito y una suerte municipal en la misión, o sea fuera de la huerta” de Santo Tomás. 44 En tanto que José Chacón, “Recaudador y tesorero de los fondos municipales” certificó que Ferrer pagó cinco meses de licencia por vender licor “a razón de 2 pesos mensuales”. 45 Santo Domingo y Aguacatay. Rancho Rosarito. 36 El Descanso, Misión Vieja, El Carmen y el Sauzal de Camacho. 37 San Antonio de las Minas y Guadalupe. 38 Descripción del Partido Norte de la Baja California por José Matías Moreno.1861, introducción y notas de David Piñera Ramírez y Jorge Martínez Zepeda, Tijuana, CIU UNAM/UABC, 1984, p. 37. 39 Ibíd., p. 39. 40 Colección Adalberto Walther Meade del IIH UABC, C D # 126.. El 20 de junio de 1864 Cecilio Zérega lo nombró como Secretario del “Ayuntamiento de la Frontera Norte de la Baja California” con un sueldo de “diez pesos mensuales”. 41 Ibíd. Documento fechado en Santo Tomás el 22 de enero de 1866. Firman Cecilio Zérega, Guadalupe Amador, Ignacio Pompa y Luis G. Sosa. 42 Pablo L. Martínez, Guía familiar de Baja California, 1700-1900, México, Editorial Baja California, 1965, p. 746 43 Zeferino y Agustín Martorell se casaron con Casimira y Ángela Manríquez, Manuel con Elena Marrón y Carmen con Blas Manríquez. 44 Ibíd. Documento fechado el 19 de marzo de 1866, lo firman Cecilio Zérega, Luis G. Sosa [hermano de Antonio] y Guadalupe Amador. 45 Ibíd. Documento fechado en Santo Tomás el 20 de marzo de 1866 por Cecilio Zérega como presidente y José Chacón. 34 35

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En 1865 habían pagado el “canon municipal” Rosario Meléndrez por dos suertes de tierra, un peso; Luis G. Sosa tres pesos por cuatro suertes de tierra, más dos pesos por otro terreno de 2 3/3 suertes en Santo Tomás; Máximo Saiz pagó un peso por dos suertes; Agustín Mancilla nueve pesos por nueve suertes; Benito Orduño tres pesos, por cuatro suertes; Ignacio Pompa dos pesos por 3 ½ suertes, más dos pesos por otra suerte y don Guadalupe Meléndrez pagó tres pesos por cuatro suertes de tierra, sumando la cantidad de $24.00 pesos que ingresaron a la tesorería del ayuntamiento de La Frontera en 1865. 46 Otros ingresos fueron $30.00 por multas pagadas por Manuel Machado y Aniceto Duarte, siendo testigo don Antonio L. Sosa. 47 Durante la administración de Zérega se dio el decreto del 8 de mayo de 1868 que obligaba a los habitantes de La Frontera a registrar nacimientos y defunciones ante las autoridades del lugar. 48 En 1873 se realizó una junta de propietarios de ranchos en Real del Castillo, reunión que fue certificada por el juez suplente en funciones Ramón Rodríguez y por el propio presidente municipal José Ma. Quiroga. En esta reunión se enlistaron 59 propietarios para toda La Frontera y destacan apellidos con antecedentes en los soldados misionales como Meléndrez, Machado, Gastélum, Duarte, Arce y Ceseña. Por otra parte aparecen personajes llegados a Baja California en la segunda mitad del siglo XIX como es el caso de Santa María Álvarez, nativo de Santiago, [B. C. S.], y ganadero de Santo Tomás quien fue autoridad municipal en varias ocasiones. 49 José María Bandini registrado el 25 de junio de 1863 [en San Vicente], y Pablo Montes de Oca. 50 46 Ibíd. Documento fechado en Santo Tomás el 20 de enero de 1866 por Cecilio Zérega como presidente y visto bueno de José Chacón. 47 Ibíd. Documento fechado en Santo Tomás el 2 de julio de 1866 por Cecilio Zérega como presidente. 48 Colección Adalberto Walther Meade del IIH UABC. 49 Pablo L. Martínez, Guía familiar de Baja California, 1700-1900, México, Editorial Baja California, 1965, p. 749. Se casó con Margarita Amador el 15 de septiembre de 1869, hija de José Amador y Loreto Espinosa. Registrado en San Vicente el 20 de febrero de 1866 [Guía, p. 790]. Falleció en el rancho Matajanal el 25 de marzo de 1887, “Cuando era Presidente Municipal de Ensenada”, don

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Los descendientes de soldados fueron por parte de don Guadalupe Meléndrez, 51 sus hijos Juan, Manuel, Dolores, Calixto, Francisco y Jesús Meléndrez. Quienes fundaron el rancho La Grulla y se fueron extendiendo por las rancherías de Santa Clara, San Antonio, Los Álamos, Sangre de Cristo, San Salvador, Real del Castillo y La Huerta; en tanto que los descendientes de Manuel Machado ocuparon los ranchos de Rosarito, El Descanso, Mesa Redonda, Guacatay y San Antonio. Sus hijos fueron José Antonio, Jesús María, Joaquín, Juan, Dolores, Rafael, Leandro y José Machado. Los descendientes de Perfecto Duarte 52 poblaron San Rafael de Abajo, Arroyo Seco y El Salado. Sus hijos fueron Pedro Mártir, Pedro Eulogio, Manuel, Simón y Aniceto Duarte. En tanto que Pedro Armenta radicó en la Cañada de San Jacinto, en la misma posesión que su abuelo Estanislao Armenta poseyó desde la segunda mitad del siglo XVIII. Y los descendientes de Arce poblaron San Telmo y rancherías circunvecinas, de este lugar identificamos a Gregorio G. Arce, 53 Rufino Arce 54 y Salvador G. Arce. 55 Sin olvidar a las viudas como doña Prudenciana López de Moreno, 56 doña María Serrano, doña Santos Ceseña, Ramona Sáenz y Felipa Rosario Rosas de Espinosa. 57

Pablo L. Martínez dice que eran de San Antonio [Guía, p. 889]. Su hijo Natividad Álvarez nació en el rancho Matajanal en 1878 y murió en el rancho La Soledad el 25 de septiembre de 1892. [Guía, p. 890]. 50 Guía, p. 790 Labrador, casado, nacido en 1827 y vecino La Frontera, se registro en Santo Tomás el 3 de septiembre de 1867. Murió en el rancho San Salvador el 23 de agosto de 1876 [Guía, p. 887]. 51 Guía., p. 886. Don Guadalupe nació por 1776 en el Real de San Antonio y se casó con Susana Ceseña, el murió en La Grulla el 13 de abril de 1871. 52 Perfecto Duarte sirvió en 1823 en la misión de San Miguel, bajo las órdenes del sargento Francisco Gastélum, en compañía del cabo Juan Márquez, soldados Nepomuceno Espinosa, Alberto Salvatierra, Agustín Rubio, Juan Crisóstomo Meza. Perfecto se caso con la hija de Estanislao Salgado, María Eugenia Salgado Camacho. 53 Gregorio Arce nació en 1824, hijo de Ignacio de Jesús Arce y Nicolasa Verdugo. 54 Hijo de Ignacio Arce y María Josefa Salgado, casado con Bárbara Espinosa. 55 Nació en San Telmo en 1838, posiblemente es hijo de Santiago Domingo Arce, se registro en La Grulla el 16 de noviembre de 1861. 56 Guía, p. 885. Esposa de José Matías Moreno que falleció en “La Hacienda de Guadalupe” el 1º de diciembre de 1869. 57 Guía,. P. 885 Esposa de José Luciano Espinosa, nacido por 1804, que murió en Santo Domingo el 2 de noviembre de 1869. Doña Rosario murió en San Telmo el 10 de abril de 1897. [Guía, p. 894] Natural de San Vicente.

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La vida cotidiana de los rancheros Vivían en una sociedad en donde sus conocimientos empíricos sobre el clima les permitía conocer los ciclos biológicos de las plantas y animales, aprendieron sobre la selección y cruce de animales, los ciclos agrícolas, así como la plantación y cuidado de frutales y hortalizas, el cuidado de los animales, ordeñe, herradero y procedimientos para destazar y conservar la carne. También aprendieron técnicas para curtir y conservar las pieles de animales, así como preparar queso, mantequilla y demás derivados lácteos. Era una sociedad que vivía de la auto subsistencia. Eran familias numerosas que al crecer se miraban en la necesidad de buscar pareja “y ser rama de otro grupo social” apartándose del tronco paterno para ir en busca de tierras baldías “la hallen, soliciten su enajenación, la consigan gratis, con lo que, si la novia trae algunas reses y el padre [...] se sangra con dar otras, añadiendo dos caballos y una mula, basta para idear y formarse un nuevo rancho”. 58 Entre tanto, la antigua frontera se fue colonizando y los descubrimientos de oro dieron origen a poblaciones como Real del Castillo y El Álamo, y se formaron pequeñas comunidades alrededor de los yacimientos mineros, así muchos rancheros se convirtieron en mineros, algunos se hicieron comerciantes y otros ejercieron distintas ocupaciones como empleados en las nacientes poblaciones. Y a propósito de la fundación de Ensenada, hay que mencionar que entre sus fundadores encontramos a rancheros, recordemos que José María Rángel nombró a

Zeferino Castañeda Subprefecto político, este enfermó como

consecuencia de una fractura por lo que pidió licencia a partir del 10 de abril de 1882 quedando interinamente en su lugar el coronel Antonio Jáuregui. El 15 de 58

Lassépas, Ibíd., p. 297.

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mayo Jorge Ryerson recibió la noticia de que el propio “Presidente” ratificó a Jáuregui “en atención a las circunstancias”. No olvidemos que Ryerson era mexicano nacido en Texas, cuando esta región pertenecía a México, y fue dueño del Rancho Vallecitos. A Jáuregui le correspondió hacer el traslado de la cabecera política del Real del Castillo a la Ensenada de Todos Santos, algunos realeños se opusieron, como el mismo Jorge Ryerson, quién decía que “En la Ensenada de Todos Santos no había más casa que la de la aduana y otras tres demasiado insignificantes, domicilio de otras tantas familias”. No solo fue esa manifestación sino que los rancheros de Tecate, San Telmo y El Rosario firmaron documentos apoyando a Ryerson, lo que enardeció el ambiente político de la frontera. Pero la orden estaba dada y ahora habría que cumplirla, así el 28 de julio de 1882 “George Ryerson” entrego la subjefatura al coronel Antonio Jáuregui “nombrado Subprefecto político de este partido, por el Presidente de la República” [general Manuel González]. Lo cierto es que para el 28 de agosto de 1882 Antonio Jáuregui ya firmaba documentos en la Ensenada de Todos Santos, y el primer problema que enfrentó fue convocar a elecciones, mismas que se efectuaron el 16 de septiembre en la Aduana Marítima con la presencia del subprefecto político, el presidente del Ayuntamiento George Ryerson y los regidores José Machado y Francisco Crosthwaite, acompañados por su secretario Epigmenio Ibarra. No presentándose los regidores Eugenio Llanos, Feliciano López, Juan E. Montenegro y el síndico Luis Mendelson seguramente por solidarizarse con Ryerson. Resultó electo Santa María Álvarez como primer presidente del Ayuntamiento de la Ensenada de Todos Santos; Simón Acosta como segundo

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regidor; Jordán Félix como tercero; Gregorio Villarino 59 como cuarto; Jesús Rivera como quinto; Manuel Contreras como sexto y Manuel G. Martínez para Sindico Procurador. De estos personajes identificamos a ganaderos y rancheros, ahora convertidos en políticos, como el propio Ryerson de Vallecitos; Francisco Crosthwaite de Santa Rosa; Juan E. Montenegro del rancho San Francisco (Mandadero) y Santa María Álvarez de Santo Tomás. Antonio Jáuregui escribió el 28 de agosto de 1882 desde la Ensenada de Todos Santos al Jefe Político y Comandante Militar del Territorio, con sede en La Paz: “Este lugar se esta formando, no hay casa alguna en que establecer las oficinas, para la subjefatura se encontró con dificultad una casa pequeña en que apenas cabe, y lo necesita alojar el juzgado de paz, el ayuntamiento, la escuela y la fuerza armada. Tampoco hay cárcel ni donde tener a los presos. Será precisó

construir algún edificio en que sé reúnan todas esas oficinas que

costaría cinco o seis mil pesos, juzgando por los costos de los edificios que ya se han construido para aduanas.” 60 El 18 de noviembre de 1882 se le contestó la carta en que se expresa que “Después de tomar todos los datos necesarios, sobre si conviene fijar definitivamente como cabecera del partido la Ensenada de Todos Santos”, lo interesante es que al margen hay otra nota del 11 de diciembre que dice que “El gobierno tiene la convicción de que la Ensenada de Todos Santos es el lugar mas a propósito para la cabecera del Partido Norte”. 61 Sobre la red de familias que se fue extendiendo por toda la frontera, a partir de los asentamientos misionales, tenemos a Jesús Meléndrez quien recorrió el Delta del Colorado antes de que se fundara Mexicali, el fue el guía de Nativo de Todos Santos, se casó con Paula Salgado, su hija Palemón Villarino Salgado se casó con Emilio Legaspi. Archivo Histórico de Baja California Sur, caja 171, año de 1882. 61 Ibíd. 59 60

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don Daniel Sandez quien por ordenes del Jefe Político del Distrito Norte Rafael García Martínez, ordenó [por 1894] ir al Colorado en busca de tierras para desarrollar la agricultura. Sandez escribió “Y me vine sin los gendarmes [acompañado de] un viejo que había estado por aquí, Jesús Meléndrez, me dijo que no los trajera porque los indios eran sanguinarios como un demonio”. 62 El jefe político del Distrito Norte general Luis E. Torres elogió a los ocupantes mexicanos de la tierra: “estos pobladores han sido los únicos representantes que nuestra nacionalidad ha tenido aquí durante mucho tiempo; las posesiones de sus tierras son muy antiguas; tienen invertidos en ellas los frutos de largos años de trabajo, y todas son gentes sumisas y obedientes que pueden ser muy útiles al país”. 63 Al final queda una pregunta ¿qué pasó con las extensas propiedades de los primeros propietarios del siglo XIX? Y la respuesta en parte la encontramos en los nuevos colonos que vinieron a especular con la tierra, apoyados en las compañías colonizadoras y en los huecos legales, 64 que les permitieron primero refaccionar a los rancheros y después embargar sus pertenencias, lo que desmembró las propiedades y echo en el olvido a los rancheros, esos que durante años abrieron la tierra, la cultivaron, y dejaron el plato servido, para que otros se sirvieran con la cuchara grande, como sigue sucediendo. 65 Así con el crecimiento de las familias los hijos emigraron a las nacientes poblaciones y en algunos casos los ranchos vinieron a menos, por falta de refacción y atención. Vinieron nuevas modas que sepultaron la vieja tradición del trueque, llegaron nuevos productos y mercancías que desfasaron el mercado Pablo Herrera Carrillo Reconquista y colonización del valle de Mexicali y otros escritos paralelos, México, Colección Baja California: Nuestra Historia SEP UABC, 2002, p. 380. 63 Ibíd., p. 81. 64 Como el caso de Pedro Duarte [1831-1894] casado con Juliana Castro, que al morir intestado dejo los papeles del rancho San Rafael para que lo vendiera en manos del licenciado Juan B. Uribe, quedándose con ellos. En Archivo Universidad Iberoamericana, fondo archivo Porfirio Díaz, referencia IIH UABC [9.83]. En 1911 el jefe político Manuel Gordillo Escudero escribió “El licenciado Juan Uribe persona inquieta y que ha sido, es, y será el enemigo de cualquiera autoridad, porque eso forma su modus vivendi”, en Calafia Revista de la UABC, volumen IX, numero 1, marzo de 1999, p. 28. 65 Ver Archivo Judicial de Ensenada, en custodia en el IIH UABC, Caja 16, año 1885, fechado en el Puerto de Todos Santos el 25 de julio de 1885. Juicio entre Andonaegui y Ormart contra Loreto y Francisco Amador. 62

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local y por lo tanto no hubo quien comprara, o si se compraba se hacia a un precio bajo, para su posterior reventa, con ganancia para el intermediario y el comerciante. Sin olvidar que con el incremento de las vías marítimas fue mas fácil comerciar pieles, carne

y ganado, por lo que el mercado local se vio

fuertemente afectado, quizás estos factores económicos, como otros sociales dieron al traste con la vida cotidiana de los ranchos de la frontera, ahora eran mas modernos, pero mas urbanos, olvidando el pasado que les dio sustento durante largos siglos. En 1900 se levantaron los padrones electorales por secciones municipales, siendo estos una herramienta muy importante para saber quienes eran los ciudadanos en edad de votar, y sobre todo por señalar la ocupación de los votantes y su lugar de residencia. En ellos nuevamente nos reencontramos con los apellidos de las familias que poblaron la frontera durante el siglo XIX, lo que corrobora nuestro seguimiento de los troncos familiares que con su entramado permitió la colonización de la región.

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EL CENTRO HISTÓRICO DE ENSENADA: SUGERENCIAS PARA SU DELIMITACIÓN Por Antonio Padilla Corona ¿Para qué rescatar un centro histórico? Inicio con esta pregunta porque no obstante que muchos de nosotros conocemos su respuesta y estamos convencidos de ella, nos encontramos con frecuencia, que otras personas no, por lo que es necesario hacer una aunque breve reflexión. Rescatar un centro histórico no debe obedecer a motivaciones nostálgicas ni de consumismo, sino de una necesidad cultural. Al recuperar nuestro patrimonio urbano recuperamos una importante parte de nuestra cultura e identidad como sociedad. Los esfuerzos, sacrificios, ideas, sueños y problemas de nuestros antepasados, fueron realidades que se dieron en su propio presente. Para nosotros se trata de un pasado que quedó grabado en el escenario urbano como arrugas en la piel. El reconocer ese pasado, nos vincula a él y nos permite enriquecer nuestra propia identidad. Recuperamos nuestro pasado para satisfacer un compromiso cultural. El reconocimiento a la obra que nos han heredado nuestros antepasados. Qué mejor homenaje a los fundadores de nuestras ciudades, que reconocer su esfuerzo y sacrificio, a través de la conservación de lo que nos legaron. Hombres y mujeres que se enfrentaron a problemas y situaciones adversas, y que dieron todo de sí, a la medida de sus posibilidades y circunstancias. He ahí su obra. Nuestro compromiso solidario con esa primera generación de habitantes, es sencillamente reconocer y conservar su obra, como parte de nosotros mismos, para así poderla transmitir a las futuras generaciones, y a su vez la sientan como parte de su propia identidad cultural.

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Por otro lado, rescatar un centro histórico implica resolver un problema de carácter social: el de las condiciones de vida de un sector importante de la población. ¿Quiénes conforman ese sector? Primero, los residentes mismos del área sujeta a la protección, en virtud de que son los primeramente impactados con cualquier política urbana que se aplique a la zona. Uno de los objetivos fundamentales a perseguir sería mejorar la calidad de sus vidas. Segundo, a los que usan el “centro histórico” para sus actividades cotidianas y requieren de servicios y equipamiento de acuerdo a sus necesidades. No importa que no vivan en la zona, ésta es parte importante de sus vidas y experiencias al depender social, cultural y económicamente de ella. Otro componente de este sector tiene que ver con el resto de los habitantes de la ciudad, en la medida en que su uso esporádico del centro les permita identificarse con él. Aunque no tengan una relación física cotidiana, están ligados en términos de cultura. Finalmente, el turismo cultural, como imprescindible motor económico de nuestra región. 66 En lo urbano, se refleja nuestra cultura, es la cara que damos al visitante, es un espejo de nosotros mismos, es lo que el visitante conoce primero y para bien o para mal, le permite emitir juicios de valor. Termino esta reflexión citando a Fernando Paz y Puente Nieto: El centro de la ciudad, segunda naturaleza del ser humano, es histórico y social. Refleja las maneras como la sociedad se relaciona con la naturaleza. Expresa el proceso de construcción y recreación de la sociedad. Materializa las formas de producción, uso y consumo de recursos, bienes y servicios. Es el escenario de la organización y las relaciones sociales. Es la materia prima para la elaboración de símbolos y la creación de imaginarios sobre el tiempo pasado, presente y futuro. Es la materia sobre la cual el individuo y el colectivo imprimen su huella cultural. 67

66 Ver Ramón Gutiérrez,“Testimonios de una identidad cultural”, en Centros Históricos, América Latina, Ramón Gutiérrez, (coordinador), Editorial Escala LTDA, Colombia, 1990, pp. 14-24.

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Definición de centro histórico Ahora bien, el centro histórico de una ciudad, puede ser representativo de un proceso urbano de larga duración, en el caso de las ciudades hispanocoloniales, o de corta duración, como en las ciudades establecidas en los siglos XIX y XX. Cualquiera que sea el tiempo transcurrido, se trata de un proceso delimitado temporalmente por una etapa inicial y otra final. Éste es precisamente el problema fundamental que hay que resolver del centro histórico de Ensenada: identificar y precisar los límites cronológicos de crecimiento de una primera época de su vida urbana. Necesitamos conocer el lugar en donde surgió el asentamiento urbano, cuándo y por qué se inició en dicho lugar, así como, las circunstancias en las que se realizó. Con respecto a la etapa final del proceso, habría que investigar hasta qué momento de su historia urbana considerar, para definir el límite externo de su expansión y cómo se dio ésta. La representación gráfica de este límite sería por lo tanto, la propuesta del polígono del centro histórico de Ensenada. En el caso de Tijuana, no fue tarea fácil delimitar su centro histórico, a pesar de la participación de especialistas en los campos de la arquitectura, urbanismo, derecho, administración urbana e historia 68. Desde el principio nos dimos cuenta que la metodología tradicional para delimitar un centro histórico, frecuentemente utilizada en los casos de ciudades mexicanas con pasado colonial, no era del todo aplicable a las ciudades bajacalifornianas con surgimiento urbano más reciente. El problema principal radicó en el punto de partida de la misma metodología tradicional: la definición de centro histórico.

Fernando Paz y Puente Nieto, “El proceso histórico de las ciudades” en Los centros históricos en nuestro tiempo, Academia de Centros Históricos, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Conaculta, 1999, p. 88. 68 A partir de febrero del año 2000, participé como miembro de la Comisión de Preservación del Patrimonio de Tijuana, con personal del Instituto Municipal de Planeación, en la propuesta de declaratoria del centro histórico de Tijuana. En 2003 se hizo la propuesta formal al Ayuntamiento de Tijuana. Al ser aceptada, éste la turnó al Instituto de Cultura de Baja California. Falta que este Instituto notifique a los propietarios o poseedores de bienes ubicados dentro del polígono propuesto, para que manifiesten lo que a su derecho convenga. Posteriormente, el ICBC turnará el expediente al Consejo de Preservación del Patrimonio Cultural de Baja California para que emita el dictamen técnico respectivo. Finalmente, la dependencia estatal elaborará la declaratoria que presentará al gobernador para su aprobación y publicación en el Periódico Oficial. 67

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Al respecto incluimos lo dicho por Roberto Núnez Arratia, en virtud de que en pocas palabras esboza las características esenciales de la definición tradicional: Existen varias definiciones al respecto, las más conservadoras consideran como la característica esencial de un centro histórico, ofrecer el testimonio de una civilización particular, de una fase significativa de su evolución o de un suceso histórico (Carta de Venecia). Otras definiciones, toman como elemento primordial el valor universal, el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia, de conformidad con la arquitectura o la unidad e integración de un grupo de construcciones. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, define a los centros históricos como el área que comprende varios monumentos históricos relacionados con un suceso nacional o el área que se encuentra vinculada a hechos pretéritos de relevancia para el país. 69 La Comunidad Económica Europea logró, como resultado de un estudio comparativo (19891992) sobre protección y restauración del patrimonio arquitectónico de los países miembros, unificar los criterios y establecer definiciones admitidas por todos ellos. Dentro de este estudio comparativo, referente a la definición de un centro histórico, se considera como tal al conjunto arquitectónico que reúna las siguientes características: homogeneidad en sus construcciones, notabilidad por su interés histórico, arqueológico, artístico, científico, social o técnico y coherencia, por considerarse objeto de una delimitación topográfica. 70 El criterio que sustenta estas definiciones gira en torno a un conjunto arquitectónico; es decir, a un grupo de edificios o construcciones que de acuerdo a similitudes históricas, estéticas, técnicas u otras, presenten una imagen 69 En realidad Núñez Arratia no se refiere a un centro histórico, sino a una Zona de monumentos históricos, Ley sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1995, p. 17.

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homogénea y coherente. Esta es una definición a la que se llegó con toda seguridad pensando en las antiguas ciudades centenarias y en ciertos casos milenarias como Atenas, Roma, París, etc. En Latinoamérica y en México en particular, en aquellas ciudades con fundación colonial, dicho criterio ha sido de gran utilidad. Los centros históricos tradicionales enmarcan conjuntos compactos de edificios, homogéneos, identificables por su monumentalidad, épocas, estilos arquitectónicos, usos o técnicas de construcción.

El centro histórico de Tijuana En el caso de Tijuana, al igual que otras ciudades cuya existencia urbana se extiende a poco más de cien años, requirió de un enfoque distinto al tradicional, en virtud de que si se aplicaba la definición clásica antes descrita, se llegaría a la conclusión errónea de que en Tijuana, por ausencia de todas esas características, no contaba con un centro histórico. Es evidente que no hay homogeneidad en sus edificios, ya sea histórica, ni mucho menos grandeza y monumentalidad que caracteriza a la arquitectura de ciudades con mayor antigüedad. Por la misma corta edad urbana de Tijuana, resultó difícil interpretar su desarrollo en consideración a etapas históricas o estilos arquitectónicos. En muy pocos casos encontramos en su centro, dos o más edificios con valor histórico o arquitectónico, ubicados de manera contigua; la casi totalidad de ellos,

se

encuentran

dispersos

entre

construcciones

sin

pretensiones

arquitectónicas o históricas. Desde el punto de vista arquitectónico, lo que caracteriza al centro de la ciudad de Tijuana no es su homogeneidad, sino todo lo contrario, la heterogeneidad de estilos, años de

construcción, materiales,

usos, tamaños, etc. Por lo tanto, el problema se redujo a proponer una nueva metodología que fuera aplicable a ciudades como Tijuana, con origen reciente y que no 70

Roberto Núñez Arratia, “Los centros históricos ante el siglo XXI: retos y respuestas”, en Íbid. pp. 126-127.

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limitara la identificación de su centro histórico, exclusivamente a los aspectos arquitectónicos y monumentales. El punto de partida de este instrumento metodológico se encontró en la Ley del Patrimonio Cultural del Estado de Baja California 71. La definición de centro histórico que señala esta ley, nos otorgó la flexibilidad necesaria para identificar los centros históricos de las ciudades y poblaciones bajacalifornianas, de manera sencilla y ágil. En el párrafo a) del inciso VI del artículo 5 se dice: “Centro Histórico: área que delimita los espacios urbanos donde se originaron los centros de población”. De acuerdo a esta definición, el centro histórico es el sitio donde surgió el centro de población. No se habla de homogeneidad de ninguna clase, de arquitectura ni de valores estéticos. Creemos que en la definición se retoma la esencia de todo centro histórico,  algo olvidada, que es precisamente su origen y desarrollo histórico. La pauta para identificar el inicio del centro histórico de Tijuana, giró en torno al aspecto urbano, representado por su traza original, que elaboró Ricardo Orozco en 1889, año también de su fundación. Por otro lado, como límite cronológico y de expansión espacial máxima, se tomó el año de 1925, cuando en Tijuana ya se desempeñaban las actividades consideradas como principales para su persistencia como colectividad, representadas en áreas habitacional, comercial y turística, actividades de gobierno y administración pública, esparcimiento, educación y culto religioso. A través de la digitalización, se delimitó el área urbana representada en el mapa de 1925. Esta área, al sobreponerla a un plano contemporáneo del centro de la ciudad, nos dio el polígono que buscábamos y cuya superficie aproximada es de 120 hectáreas.

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El centro histórico de Ensenada El criterio para identificar un centro histórico con base en la homogeneidad arquitectónica, estética, etc., de sus construcciones, o a través de la identificación de etapas históricas en el desarrollo del centro de población, en Tijuana no fue aplicable, pero en el caso de Ensenada, es parcialmente útil, ya que se pueden identificar agrupamientos arquitectónicos, con características similares. Decimos parcialmente útil porque no todos estos agrupamientos constituyen áreas homogéneas que permitan enmarcarlos en un polígono. En el Catálogo Nacional Monumentos Históricos Inmuebles, publicado por el INAH en 1986, se registraron para Ensenada, 86 inmuebles, de los cuales 63 fueron casas-habitación y el resto se refieren, entre otros, a hoteles, cuartel, bodegas, salón de actos, almacenes, comercios, hospital, escuelas, cantinas, aduana, museo y cervecería. Suponiendo que no se ha destruido, en casi veinte años, nada de este patrimonio urbano, la gran mayoría de los inmuebles, algunos construidos a fines del siglo XIX y la mayoría a principios del XX, se encuentran concentrados en las calles dentro de la traza antigua y en sitios aledaños a ella, Comparten estilos, materiales, técnicas, actividades y época de construcción. Por ejemplo, en la calle Gastélum existen más de 20 inmuebles construidos a principios del siglo XX, en la Obregón 15 y en la Ruiz, 11. La maestra Claudia Calderón y el arquitecto Bruno Jeffroy, autores del libro “Un siglo de arquitectura en Ensenada”, 72 identifican en la ciudad al menos diez estilos arquitectónicos, en su mayoría ubicados en el centro, los cuales en un rápido esbozo los sintetizo como representativos de cuatro manifestaciones culturales.

71 Decreto No. 233 ,Relativo a las Reformas, Adiciones y Derogaciones a la Ley del Patrimonio Cultural del Estado de B.C., Periódico Oficial del Estado de B.C., Mexicali B.C., 6 de noviembre de 1998, No. 45

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1. Periodo de fundación (1882-1886) Combinación entre lo vernácula y la arquitectura oficial mexicana, (18821886): arquitectura identificada por el predominio del adobe y madera como materiales de construcción en muros de casas habitación y de edificios de gobierno como el cuartel de la Compañía Fija (Museo Histórico Regional), cuya construcción se inició en 1886.

2. Periodo de las compañías extranjeras (1886-1917) Representado por varios estilos. La arquitectura vernácula americana, importada por la Compañía Internacional de México (Cía. Americana) y luego por la Compañía Mexicana de Terrenos y Colonización (Cía. Inglesa). Caracterizada por su industrialización, es decir, utilización de materiales estandarizados en tamaño y calidad, promovidos a través de catálogos y otras publicaciones. En algunos casos, la arquitectura vernácula americana, adquiere un acento particularmente californiano muy popular entre 1890 y 1910. El estilo victoriano. Toma su nombre en honor del periodo de la reina Victoria de Inglaterra, 1819-1909). La caracteriza un eclecticismo por combinar estilos del pasado como el griego, gótico, románico, renacentista, etc. La arquitectura del búngalo: Creación exclusiva en California, Estados Unidos, como respuesta al clima moderado de California, modo de vida informal, costo y tamaño pequeño.

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Claudia M. Calderón Aguilera y Bruno Jeffroy Aguilar, Un Siglo de arquitectura en Ensenada, Consejo Nacional para la Cultura y

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3. Periodo posrevolucionario (1917-1936) En donde se dan paralelamente tres influencias: Arquitectura oficial mexicana, en donde se pretendió regresar a un nacionalismo arquitectónico, (Neocolonial), promovido por parte de los gobiernos revolucionarios, con la intención de encontrar una arquitectura propia, alejada de la inspiración porfirista.

En Ensenada este estilo se representó a través de la arquitectura

de tipo escolar, en hospitales y de algunas asociaciones civiles, en la que destacaron los muros de concreto armado y ladrillo. Vernácula ensenadense. (arquitectura ecléctica) Aquella que no provenía de catálogos estadounidenses, ni era importada y que era construida por albañiles, sin la presencia de arquitectos ni ingenieros. Tomará los movimientos estilísticos de la época, materiales como el adobe, ladrillo y madera y les dará una expresión propia.

4. Modernismo. (1937-2004) Arquitectura de carácter internacional, cuya esencia fue el funcionalismo, como canon ideológico. Promovida por el gobierno federal a través de edificios escolares, como el de la antigua escuela Matías Gómez, construida en 1937, frente al parque Ignacio Zaragoza. (actualmente denominado Jardín del Arte).

La primera traza urbana de Ensenada

el Arte, Instituto Cultural de Baja California, 2001.

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Además de este importante patrimonio arquitectónico, ubicado en el centro de la ciudad, existe también una profunda huella urbana, representativa de esfuerzos, ambiciones, ideas y realidades de un grupo fundador: la traza de calles y manzanas. De acuerdo a las fuentes históricas, identificamos en Ensenada lo que podemos denominar etapa preurbana, es decir, anterior a cualquier intento de regular la distribución de la propiedad a través de planos urbanos. Las primeras construcciones que se mencionan en los informes de 1882, databan de años atrás. La más antigua, de mediados del siglo, correspondía a la casa del rancho de los descendientes de don Francisco Gastélum.73 Otra fue la que se utilizó como bodega para almacenar mercancías procedentes de San Diego en barco desde 1871, que fue construida por la compañía estadounidense Wentworth.74 La etapa urbana en Ensenada se inició en 1882, cuando asumió la categoría política de cabecera del Partido Norte de la Baja California. De la revisión de los datos del Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Ensenada, se deduce la existencia de una primera traza urbana de Ensenada, a partir de este mismo año, con calles orientadas noreste-suroeste y manzanas de 100 x 100 metros, subdivididas a su vez en ocho lotes de 25 x 50 metros cada una. De acuerdo al estudio que llevé a cabo de las inscripciones del Registro, se confirma la existencia de un primer plano, que sirvió para que los colonos se fueran asentando ordenadamente en el pueblo, plano que elaboró Salvador Z. Salorio. En 1886, el terreno del rancho Ensenada fue adquirido por la Compañía Internacional de México. Desde entonces, la población experimentó un crecimiento más acelerado sobre la base de un nuevo plano elaborado a fines del mismo año, por Teófilo Masac, inspector de colonias. La particularidad de este plano es que 73 Construida por Pedro Gastélum, hijo de Francisco Gastélum, con adobe de la región cercana a la playa. Fue albergue del filibustero William Walker, en donde instaló su cuartel general, llamado “Fort Mc Kibbin”, el 30 de noviembre de 1853. Jorge Olguín Hermida, “Semblanza de Ensenada”, en Panorama histórico de Baja California, Tijuana, Baja California, Centro de Investigaciones Históricas UNAM-UABC, 1983, p. 218. 74 The San Diego Union, San Diego, California, diciembre 27 de 1871, p. 3.

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además de incluir la traza del plano antiguo, se dibujaron dos trazas más: una, aproximadamente diez veces mayor que la anterior, orientada hacia el norte magnético, conformada por 100 manzanas de 100 x 100 metros; y otra, con orientación al norte geográfico, la conforman más de 500 grandes cuadros de 24 manzanas de 100 x 300 metros cada una. Cada una de las tres trazas representan ideologías, ideas, influencias y mundos culturales diferentes. Muy semejantes las dos últimas ( lo que responde a las similitudes entre la cultura estadounidense y la inglesa) y a la vez, muy diferentes con respecto a la traza de Salorio, representativa del mundo hispánico. En esta primer traza urbana de Ensenada, anterior al establecimiento de las compañías extranjeras en la región, se ubicaron, además de las viviendas de los primeros ensenadenses: el cementerio más antiguo 75; una casa de madera de la propiedad de Luz R. de López, de dos pisos, que llevó el nombre de Hotel (primer estructura de dos pisos) ; la antigua aduana, la casa de comercio de Powers y Furlong, la casa vieja de los Gastélum”, que sirvió de base militar al filibustero Walker, a mediados del siglo XIX y la Plaza Rangel, (entre calles tercera y cuarta y Ruiz y Obregón)76, lotificada posteriormente por la compañía estadounidense.77 Significado del plano de Salorio (figura 5). En estudios anteriores hemos determinado el origen de las ideas urbanas que sustentaron la configuración del plano de Salorio. De sus similitudes y diferencias con respecto a las Ordenanzas de Felipe II de 1573, concluimos que su autor trazó la población tomando como base la tradición urbana colonial en damero. Sin embargo, realizó una variación que reflejó la época de su elaboración: Dejó fuera las representaciones urbanas tanto del poder religioso como del gubernamental. Esta atinada variante, hacen de la traza una representación urbana auténtica de los ideales republicanos de la época. Entrevista al señor Hesiquio Treviño realizada por Antonio Padilla Corona, Ensenada, 2 de julio de 1992. RPPE, inscripción núm. 55, t. I, del 10 de abril de 1886. 77 En todos los planos de Ensenada elaborados por la Compañía, a partir del de Masac, se incluye la nueva Plaza. 75 76

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Por otro lado, Salorio se encontró con varios factores naturales que tuvo que resolver, deformando el contorno de la retícula, ya que la idea era mantener a toda costa la orientación noreste-suroeste, original. Desde el punto de vista práctico, de haber girado la traza 45° se pudo haber evitado la mutilación del cuadro urbano y hubiera quedado la primera, diluida en la gran traza que desarrolló posteriormente la compañía estadounidense. Al no hacerlo, perdió en economía el trazo, pero ganó en identidad, una vez que, se observa inconfundible dentro del conjunto urbano. Nuestra propuesta, por lo tanto, es que en el polígono del centro histórico de Ensenada, se deben tomar en cuenta los dos aspectos del patrimonio cultural antes señalados: el urbano y el arquitectónico. Tomar como punto de partida la traza que elaboró Salvador Z. Salorio, pero extendiendo su área, lo suficiente para incluir las zonas homogéneas desde el punto de vista arquitectónico e histórico. Estas zonas tendrán que verificarse en el sitio, para comprobar si todavía existen o no (ver figura 6). Al ser declarado el Centro Histórico de Ensenada, todo lo comprendido en el polígono tendrá las ventajas otorgadas por la Ley de Preservación del Patrimonio Cultural del Estado de Baja California. Ello permitirá contar con un instrumento legal para salvaguardar las raíces representadas en la traza urbana y los edificios con significado arquitectónico e histórico. De esta manera, se estará en mejores condiciones de garantizar una herencia cultural para que se reconozca el esfuerzo de los forjadores y se honre su memoria.

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DIFERENCIAS POLÍTICAS EN LA COMUNIDAD CHINA DEL NOROESTE DE MÉXICO 1920-1930 Por Catalina Velásquez Morales

El objetivo del presente trabajo es demostrar que la dinámica interna que existía entre los inmigrantes que formaban la comunidad china que se asentó especialmente en Sonora, Sinaloa, y Baja California lejos de aglutinar un grupo homogéneo, se caracterizaba por la diversidad que se podía encontrar entre sus miembros, mismo que se manifestaba con posiciones políticas irreconciliables en algunos momentos, lo cual, se evidenció durante el periodo de 1920-1930, cuando sus enfrentamientos, fueron el resultado de un compromiso político asumido con los grupos que se disputaban el poder en China. Así, el noroeste de México representa el escenario donde se desarrollaron los conflictos más violentos entre los inmigrantes chinos; reconstruir este periodo es significativo porque nos aleja de la imagen estereotipada del chino, reproducida a través de algunas resoluciones gubernamentales que pasaron por alto estudiar y evaluar la situación existente entre la comunidad y se limitaron a ejercer disposiciones de carácter xenofóbico. Por consiguiente, a través del análisis de fuentes primarias se reconstruyen las circunstancias políticas que representan el contexto internacional, a la luz del cual adquieren relevancia los complejos procesos políticos en el que estaban involucrados algunos inmigrantes chinos del noroeste de México, con la revisión de la documentación que se generó en torno a los procesos de expulsión, fue posible identificar intereses políticos y económicos, que se encontraban en el trasfondo de

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las medidas aplicadas. Por otro lado, la relación que se detectó entre los actores involucrados permitió establecer que los enfrentamientos violentos que se suscitaron entre la comunidad china, no eran mas que un tenue reflejo de la revolución política que se vivían en China..

Panorama político Para comprender las formas de organización de los inmigrantes chinos es necesario recordar que desde tiempos inmemoriales tienen formas muy complejas de organización, entre las que se puede mencionar sus costumbres clánicas78, práctica que sobresale entre los inmigrantes de la provincia de Cantón ubicada al sur de China, de donde provienen en su gran mayoría los chinos que se establecieron en el noroeste de México. Entre 1905 y 1916 se, desarrolló la Revolución Republicana en China: los republicanos se propusieron luchar contra la dinastía Qing, entendían su nacionalismo como un movimiento más anti-manchú que antiimperialista; entre sus objetivos se encontraba atraer a la causa de la revolución republicana a los chinos de ultramar79. En 1905, Sun Yat-sen organizó en China la “Liga Unida”, logró gran impacto entre la comunidad campesina al conciliar el uso de las tradiciones populares, como ideas de auto-sacrificio, fe en el líder absoluto, ritos y lemas de sociedades secretas y con sus llamados a la revolución. La participación en la Liga exigía votos de alianza al líder y hermandad de espada a la organización80. Sin embargo, y a pesar que en 1911 lograron el triunfo de la revolución, su debilidad ideológica facilitó que los conservadores junto con los militares se adueñaran de sus frutos. Durante los acontecimientos revolucionarios de 1911, los chinos de ultramar representaron un papel importante, porque eran menos vulnerables frente a los acontecimientos de la economía nacional china; estuvieron estrechamente 78 Los chinos de ultramar siguen conservando los nexos con la gente de su provincia, en caso de catástrofes reconocen la obligación de enviar ayuda económica. No importa los años que tengan fuera, cuando visitan el pueblo aún los descendientes de los inmigrantes son recibidos como parte de la familia. 79 Harriet Evans, Historia de China desde 1800, México, El Colegio de México, 1989, p. 232.

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asociados con las corrientes revolucionarias del nacionalismo y el republicanismo, suministraron considerables recursos para la “alianza revolucionaria” de Sun Yatsen.81 Entre 1912 y 1913, se organizó el “Partido Nacionalista del Pueblo” (Guomindang), quien recibió la herencia de la “Liga”; los miembros del Partido se prepararon para las elecciones parlamentarias

en el invierno de 1912-1913,

resultando electo como primer ministro Song Jiaoren miembro del Guomindang, quien fue asesinado por órdenes de Yuan Shikai cuando se dirigía a Beijing82. De esta forma le quedó libre el camino para convertirse en el primer presidente de la República China, en 1914 eliminó al Guomindang. En 1915, restauró la monarquía en Beijing, después de su muerte en junio de 1916, los poderes regresaron a las élites tradicionales y aparecen en escena los “señores de la guerra” quines se disputan el poder entre 1916 y 1919. Posteriormente, durante 1919 Sun Zhongshan reorganizó el Partido Nacionalista. Se propuso lograr la reunificación de China bajo los principios republicanos, sin embargo, entre 1920 y 1922 a pesar de que gozaba de gran prestigio y contaba con un fuerte apoyo de los chinos de ultramar de Hon Kong, Filipinas y Estados Unidos, para 1922 no tenía aún la fuerza necesaria para emprender la expedición al norte, murió en 1925 y a mediados de 1926 el anticomunista Jiang Jieshi asume el liderazgo del partido nacionalista. Mientras tanto, los chinos diseminados en diversos países seguían con apasionamiento el desarrollo de los acontecimientos. Durante la primera mitad de la década de los veinte, la representación oficial de la República China en México presionó a la Secretaría de Gobernación para que se expulsara a los miembros del partido nacionalista radicados en el país.

Ibid. pp.233-234. Ibid. p. 223. 82 Ibid. p. 239. 80 81

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Para la década de los veinte, existen cifras muy altas de inmigrantes chinos dispersos por todo el país83, especialmente en el Noroeste, circunstancias que coinciden con el momento en que se empezaron a registrar hostilidades entre los chinos, confrontaciones que las autoridades locales, al carecer de un panorama más amplio, se explicaban como resultado de las diferencias existentes entre grupos de mafiosos que luchaban por el control del opio y las casas de juego. Sin embargo, para algunos funcionarios de la Secretaría de Gobernación, los conflictos tenían un trasfondo mucho más complejo y para conocer objetivos, ubicación y número de miembros de los grupos contendientes, durante algunos años estuvieron trabajando en secreto para reunir la información necesaria. El análisis de los documentos generados en torno a estos acontecimientos, y que hoy se pueden consultar en la Secretaria de Relaciones Exteriores permite plantear la hipótesis de que los violentos enfrentamientos fueron el resultado de las posiciones cada vez más intolerantes que los partidos políticos fueron adoptando conforme avanzaba la década de los veinte. La magnitud de la violencia dependía de los sucesos que se desarrollaban en su país de origen. Como se mencionó antes, hacia 1919, durante la República China, Sun Zhongshan reorganizó el Partido Nacionalista (Guomindang), en el cual se agruparían políticos, civiles y comerciantes, con el fin de enfrentarse a las extorsiones militares y financieras de los militaristas Guangxi. El Partido se proponía lograr la reunificación de China bajo los principios republicanos. Respaldado por la burguesía y los intelectuales de Shanghai, Sun Zhongshan logró reunir a un puñado de revolucionarios comprometidos con su causa, entre los que se menciona a Hu Hanmin, intelectual que apoyaba la política marxista, Liao Zhongkai, lider del ala izquierda del Guomindang, y Wuan Jingwei antiguo anarquista,84 que habrían de jugar un papel decisivo en el primer frente unido que se acordó con el Partido Comunista Chino 85 en 1924 86y terminó en 1927. 83 Según el servicio de migración en 1926 hay 24,218. Andrés Landa y Piña, El servicio de migración en México, México, Secretaría de Gobernación, Talleres Gráficos de la Nación, 1930, pp. 38 y 39, para mayor información consúltese Catalina Velázquez Morales, Los inmigrantes chinos en Baja California 1920-1937, Universidad Autónoma de Baja California, 2001, pp. 58-76. 84 Harriet Evans, op.cit. 1989, p. 266. 85 En 1921 se organizó el Partido Comunista Chino en Shangai. El mismo año, SUN fue electo presidente de la República a mediados de 1922; se registran choques entre los sectores civiles y militares del nuevo gobierno. Harriet Evans, op.cit.

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Liga Nacionalista China La Liga Unida fue organizada por Sun Yatsen en 1905, posteriormente ésta daría paso al Guomindang, partido político que a finales de 1912 se convirtió en el heredero de la Liga al asumir sus principios y objetivos sin embargo, los inmigrantes chinos que se establecieron en México no tenían información sobre esta diferencia y su militancia política la seguían entendiendo y ejerciendo como miembros de la Liga, cuya matriz se encontraba en Cantón y su programa tenía como objetivo la modernización de las instituciones políticas y de las costumbres sociales chinas87. La Liga Nacionalista contó con gran número de adeptos entre los inmigrantes chinos que arribaron a México país durante la década de los veintes, según se da constancia en documentos revisados; sus miembros solían usar como símbolo una estrella blanca en fondo azul, con diez picos; insignia que podían llevar sobre el cuello de la camisa.88 La Liga Nacionalista agrupaba elementos progresistas de la colonia china en Sonora y Sinaloa, estaba organizada con un Comité Central Ejecutivo integrado por un presidente, un vicepresidente, un secretario que dominaba el español, y otro secretario que hacía lo mismo con el idioma en chino; el Comité Legislativo, por su parte, también contaba con un presidente, un secretario en español y otro en chino, además de cinco vocales.89 Destacar, entre las actividades que organizaban por un lado, la de atraer adeptos a su causa y por otro distribuir información con el propósito de publicitar la imagen que les convenía generar ante la opinión pública; siguiendo con este 86 En 1927, se da el rompimiento del PCCH con los nacionalistas; el mismo año el PCCH inició la preparación para una revolución rural. Harriet Evans, op.cit. p. 276. 87 Archivo Histórico, Secretaria de Relaciones Exteriores, exp.6-3-1(1)1922. 88 Monteón González, Humberto y José Luis Trueba Lara, Chinos y antichinos en México, documentos para su estudio, Guadalajara, Gobiernos de Jalisco, Secretaría General, Unidad Editorial, l988, p. 75. Eduardo Auyón Gerardo, El dragón en el desierto, los primeros chinos en Mexicali, 1903-1991, Mexicali, B. C. Instituto de Cultura de Baja California, 1991. 89

José Luis Trueba Lara, "Algunas fuentes para la historia de la cuestión china en Sonora y el noroeste mexicano en Boletín Departamento

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propósito, se encuentra un desplegado publicado el 10 de octubre de 1922 dirigido al pueblo y gobierno mexicano en el que manifestaban: nada quiere decir para nuestra reputación política, ni personal, la inculpación que se nos hace de procurar la colecta de fondos para el sostenimiento de nuestro partido en el país que nos vio nacer pues que, además de que esto es costumbre establecida en todas partes del mundo las peticiones las hacemos exclusivamente a nuestros connacionales que tengan la forma de poderla dar y nunca por los procedimientos amenazantes que emplea la Chee Kung Tong.90 La información localizada hasta el momento sobre las actividades de este grupo es muy escasa; alguna se conservó gracias a los testimonios que se registraron ya fuera de seguidores o de opositores a su causa. Por ejemplo, un simpatizante de los nacionalistas, llegó a sostener que las actividades de la Liga en México eran de carácter cultural, que sólo difundían entre sus compatriotas las tendencias del progreso y las ideas de la civilización universal: Los educan en el respeto a la ley y a las autoridades de los países en que residen, combaten el juego y el uso de drogas que tanto desprestigio causan a la colonia oriental, a la vez, que promueven auxilios mutuos entre sus correligionarios, procurando que las condiciones materiales y morales de éstos los hagan deseables en los países en que se ven obligados a vivir y vaya desapareciendo el despego que se advierte en contra de los vicios orientales conservadores. 91 Sin embargo, el objetivo más importante de los miembros de la Liga Nacionalista en México, y del Partido Nacionalista o Guomindang en China, era reunir la mayor cantidad posible de dinero para apoyar la revolución contra el Gobierno Central como lo expresa Harriet Evans quien afirma que: Sun Zhongshan de estudios históricos y culturales, Centro Cultural Compañía Minera de Cananea, año 2, núm. 8, nov. 1988, pp. 26. 90 AGN, Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/9, 1922 en IIH-UABC, [1.20]. El Sindicato Laborista de Sonora miembro de la Federación de Sindicatos y Uniones de Sonora, el 15 de diciembre de 1922, manifestaba al presidente Obregón su inconformidad. "...han estado arribando a este lugar [Hermosillo] la mayor parte de los chinos que fueron deportados del Estado de Sonora, por extranjeros perniciosos y andar revolucionando en terreno que no les corresponde... después de estar en el estado de Sinaloa interpusieron amparo ante el Juez de Distrito de aquel lugar.." Se reconsideró la deportación y los chinos regresaron. AGN, Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/1, 97 fs, 1922-23, [1.12]. Los del sindicato estaban muy molestos. El juez había ordenado la liberación de 131, siete de los cuales tenían la nacionalización y los demás porque habían solicitado el amparo, al parecer con nombres diferentes a los de la orden de expulsión. Ibid. 91 Carta dirigida al presidente Álvaro Obregón por Juan Sánchez Azcona, fechada en la ciudad de México el 8 de diciembre de 1922, AGN, Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/4, fs. 92, 1922, IIH-UABC, [1.15].

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logró establecer un gobierno de coalición, con los sectores civiles y militares en Guangzhou entre 1920-1922. Sun contaba con el apoyo de grandes sectores de la burguesía al grado que en 1922 se le consideraba el más popular entre los doce chinos más importantes. Gran parte del respaldo financiero de Sun Zhongshan provenía de la burguesía del país y de los sectores comerciales e industriales chinos de ultramar residentes en Hong Kong, Filipinas y Estados Unidos, desde donde extendían sus redes a México.92 Durante la misma época se organizó en el noroeste de México el Kuo Ming Tang, a pesar que coincide con los objetivos políticos del Guomindang o Partido Nacionalista ubicado en China, por lo regular los grupos establecidos en territorio mexicano también responden a dinámicas sociales y políticas de carácter regional. En Tijuana, el Kuo Ming Tang se estableció a principios de los veinte. Se mencionaba que contó con 105 miembros,93 mientras que el de Ensenada se organizó en 1924 y aparecen 138 agremiados que poseían 31 establecimientos dedicados al comercio por mayoreo, también eran dueños de 5 restaurantes, 23 mercerías, 4 molinos, 3 campos de hortalizas, 1 lavandería, y contaban con restaurantes al estilo europeo. Para la misma fecha, la delegación del Kuo Ming Tang de Mexicali registró cien miembros, sus actividades más formales las iniciaron en 1925.94

La Chee Kung Tong Entre los inmigrantes chinos establecidos en México se pueden identificar dos grupos antagónicos políticamente: la Liga Nacionalista y la Chee Kung Tong; este último era una sociedad secreta, cuya organización interior en gran parte coincidía

con la

masonería,

de la que adoptaron algunos rituales y

Harriet Evans, op. cit., p. 279. The chinese in America, Chinese Culture, New York, Publishing Co., sep.1950, para 1936 este grupo organizó una convención regional. Ibid. 94 Ibid. Para la fecha en que se publica la obra, se menciona que había aproximadamente 30 agremiados en Ensenada. 92 93

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símbolos. Se describía a sí misma como Sociedad Masónica y sus fines según sus estatutos eran primordialmente mutualistas. Según información recabada por la Procuraduría General de Justicia en 1922, el número de socios que tenía en Sonora y Sinaloa oscilaba entre los seis y siete mil, los cuales pertenecían a todas las clases sociales y económicas; comerciantes, banqueros, agricultores, oficinistas, jornaleros y obreros. Los afiliados solían negar que la sociedad desarrollara alguna actividad política, sin embargo, era difícil de creer porque desde que se organizó en China tuvo como único propósito derrocar a la dinastía manchú, lo cual consiguieron en 1911 95 aunque, no lograron consolidar su posición. A partir de ese momento en China la división geográfica coincidió con una división política había dos gobiernos que proponían estrategias diferentes. En el Norte del país con su capital en Pekín se ubicó el grupo mayoritario encabezado por los líderes conservadores, quienes combinaban varios elementos ideológicos unos extraídos de tradiciones chinas y otros de occidente, la propuesta de éste grupo de reformas políticas no iba más allá de terminar con la dinastía manchú, no tenían problema en reconocer y conservar

los privilegios de las potencias

extranjeras. Sin embargo, en la parte meridional de China, una serie de revueltas populares permitieron al Guomintang encabezado por Sun Yat-sen proponer desde Nankín el derrocamiento de la dinastía Qing, a favor de una estructura gubernamental completamente nueva, antimonárquica y anti-imperialista. Aunque las dos posiciones tenían como principal motivación la patria, ninguna pudo superar la oposición dinástica. El 9 de septiembre de 1913, Sun Yatsen que encabezaba la oposición contra Yuan Shikaien se neutralizó cuando aceptó desarrollar el proyecto para la construcción de ferrocarriles.96 Mientras tanto, siempre desfasados, los grupos organizados por los inmigrantes chinos seguían adelante. La sociedad masona Chee Kung Tong inició 95

Archivo Histórico de Relaciones Exteriores, exp. 6-3-1(1),1922.

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su trabajo en Sonora y Sinaloa gracias a Wong Lan Sing, procedente de San Francisco, quien tomando como base las leyes mexicanas y según escritura pública levantada en la Villa de Cananea el 22 de junio de l920, dio forma a la organización. Sus agremiados solían afirmar que la finalidad de la Asociación era propiciar la ayuda y la protección entre sus miembros; además de contar con centros recreativos ya contemplados en la legislación mexicana, tenían requisitos de tipo educativo y carácter moral que debían cumplir97 aunque la verdadera finalidad de la sociedad era obstaculizar las actividades de los nacionalistas. Para la década de los veinte, la sociedad masona atrajo gran número de adeptos entre los inmigrantes a tal grado que aparece como una organización característica de los chinos de ultramar. La mesa directiva de la Chee Kung Tong, se integraba por un área ejecutiva y otra legislativa, con un presidente y un vicepresidente en cada una de ellas. Tenían cuatro secretarios dos para los asuntos en chino y otros dos para los asuntos que hubiera que resolver en español; un interventor, tesorero, sub-tesorero, el contador y los vocales. 98 En San Francisco, California se ubicó la oficina matriz desde la cual dependían los grupos de Sonora y Sinaloa; posteriormente, conforme fue aumentando el numero de agremiados, se estableció una sucursal matríz en Hermosillo de la cual dependían los grupos de Guaymas, Nogales, Culiacán, Ciudad Juárez, Torreón y Mexicali donde el rápido progreso de la organización le permitió contar con infraestructura propia. 99 Cabe notar que los miembros de esta filial tenían vínculos muy fuertes con los masones. 100

96 97

Antonio Fernández García, Historia Universal, t. 17, Siglo XX, (1900-1945) Instituto Gallach de librería y ediciones, 1992. p. 3398.

AGN. Obregón Calles, exp. 104-ch-1/11, l922-23 11h, [1.22]. En un primer momento, la Chee Kung Tong se organizó en China hacia

más de dos siglos con el objetivo de separar del poder al Gobierno de Manchuria, pero sin importar si el gobierno general era monárquico o republicano. AGN, Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/9, 1922, IIH, [1.20]. 98 La información fue obtenida de los anuncios del periódico chino “The chinese Republic Journal”, que se editaba en San Francisco, California. Por otro lado, el Secretario General del Partido Nacionalista Chino de la República Mexicana, N. C.Yillén envió las listas de los miembros de las mesas directivas de la mafia Chee Kung Tong al presidente Álvaro Obregón. AGN. Obregón-Calles, exp.104ch-16/21,1924, IIH, 2-3. 99 Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/3, 43 fs. 1924 IIH, [1.14]. 100 The chinese in America, 1950. Según el autor de éste trabajo llegaron a tener 374 miembros en Mexicali.

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Por su parte, la sociedad Chee Kung Tong agrupaba a los sectores más conservadores de la colonia china, de tendencia pro-monarquista, su estructura era similar a las sociedades masónicas, de las que se decía miembro. Los seguidores de la Che Kung Tong eran comerciantes, agricultores y obreros.101 En aquella época, los habitantes de Cananea, no aceptaban que esta sociedad estuviera involucrada en actividades políticas; acostumbraban identificar a sus miembros e instalaciones con alguna actividad religiosa al grado que solían referirse a sus oficinas como la "Iglesia China". Sin embargo, los de la Liga sostenían que las principales actividades de los miembros de la Logia respondían a los movimientos políticos, que sucedían en su país de origen. 102 La Secretaría de Gobernación trató de ejercer un control más estricto sobre las actividades de estos grupos, a raíz de los enfrentamientos violentos registrados en el noroeste del país y como respuesta a las presiones de los representantes consulares de China. Curiosamente, la manera en que se instrumentaban estas medidas a nivel local, en ocasiones beneficiaban a los comerciantes y políticos mexicanos de la región. Algunos de los chinos que fueron detenidos, con la intención de aplicarles el artículo 33, resultaron ser miembros prominentes de la comunidad china y aunque siempre negaron su pertenencia a este tipo de sociedades, tuvieron que salir del país tan intempestivamente que no alcanzaban a realizar el traspaso de sus negocios y propiedades. Algunas de estas detenciones y expulsiones obedecieron a movimientos políticamente planeados: en ocasiones en el centro del país y otras veces en la región. No siempre resultaban claros los objetivos de algunos grupos como el llamado Lung Sing Tong. Muestra de ello es lo que señala L.Y. Wong quien afirma que “la masonería Chee Kung Tong y la mafía Lung Sing Tong, eran enemigas

101

AGN. Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/1, 97 fs., 1922-1923, IIH, [1.12].

102

Monteón Glez. Humberto y José Luis Trueba, op. cit. 1988. p. 72.

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acérrimas, porque, al parecer los masones estorbaban a los de la mafia para lograr el desarrollo y prosperidad de los fumaderos de opio y casas de juego. 103

La Unión Fraternal China Es una sociedad dedicada a proteger los intereses de los chinos sin importar su filiación política o creencias religiosas; los miembros de la Liga Nacionalista y los de la Chee Kung Tong también formaban parte de esta agrupación, que contaba con representación en toda la República. La Unión, según el informe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, desempeñaba funciones consulares; arreglaba los pasaportes y otros documentos necesarios para que los chinos pudieran entrar y salir del país sin problemas: “El emigrante, al llegar a Nogales entregaba una cantidad, que fluctuaba entre ciento veinticinco y ciento cuarenta dólares, a cambio recibía sus documentos y el boleto que le permitiría viajar desde Nogales hasta algún puerto de China. El procedimiento era igual para los que deseaban inmigrar”.104 Según el informe que se presentó en Relaciones Exteriores, los ingresos que obtenían los directores de la Unión provocaba la envidia de algunos chinos, especialmente de los que habían desempeñado cargos, en asociaciones, sociedad o cooperativas y que sabían que además de los ingresos, estaba la influencia que se adquiría y

podía ser determinante para concretar negocios políticos o

económicos, ya fuera para provecho colectivo o particular. 105 Bajo este panorama, se ubicaba el origen del conflicto entre Francisco L. Yuen y el Cónsul H. Lee quién llegó a Nogales designado por el gobierno de Pekín a responsabilizarse de las funciones consulares que hasta ese momento ejerció la Unión Fraternal establecida en Hermosillo. Francisco L. Yuen AGN. Dirección General de Gobierno, 2.84.97.2., caja 11, exp.20, l924, fs. 70, IIH [9.22]. L.Y. Wong era miembro de la Chee Kung Tong. 104 Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, exp. 6-3-1(1). 103

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presidente de la Unión Fraternal, calificó como un “acto hostil” a la nueva sucursal y decidió separarse de la matriz de la Unión Fraternal establecida en Nogales, porque los servicios resultaban deficientes por la distancia y por lo consiguiente, los gastos inútiles. Esta separación afectó los ingresos de la matriz, por lo cual los directores empezaron a crear dificultades a los chinos de Hermosillo que trataban de emigrar: A partir de este momento los dos bandos tomaron partido: los masones o miembros de la Chee Kung Tong se adhirieron al Cónsul H. Lee y los Nacionalistas se pusieron de lado de Francisco L. Yuen, los dos grupos empezaron a hostilizarse de diversas maneras hasta que se produjeron hechos sangrientos que terminaron con la vida de algunos de los contendientes.106

Enfrentamientos A finales de 1921, las hostilidades se incrementaron cuando

la Liga

Nacionalista inició una campaña con el fin de conseguir fondos para el movimiento revolucionario encabezado por el doctor Sun Yat-Sen. Por su lado, los de la Chee Kung Tong empezaron a recolectar dinero con el propósito de construir un edificio para el consulado en Nogales. A su vez, la Liga Nacionalista por medio de la revista “SINWAH”, que era su órgano de difusión, se dedicó a obstaculizar el proyecto de sus adversarios. En 1922, los miembros del Partido Nacionalista acusaban a los miembros de la masonería china Chee Kung Tong, de haber comprado la voluntad del cónsul de China en Sonora y Sinaloa, porque sólo había agrupaciones como la Unión Fraternal China, el Club Lung Sing, el propio Partido

Nacionalista

y

la

Sociedad

Mutua

Cooperativa

Reforma

Constituyente.107

105

Ibidem. Archivo Histórico, Secretaría de Relaciones Exteriores, exp. 6-3-1(1), 1922. 107 AGN, Obregón-Calles, exp. 104-ch-1/9, 1922, en IIH-UABC, (1.20). 106

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El secretario de la Liga Nacionalista Narciso C. Illin, afirmó que sus opositores en ideas, los de la Chee Kung Tong, hicieron creer a las autoridades que los Nacionalistas los agredieron, pero en realidad "...nuestros contrarios han procurado echar mano de todos los medios para eliminarnos, llegando hasta publicar un papel a manera de circular en el que ellos ofrecen cantidades por la cabeza de todos los que componen la directiva de la Liga Nacionalista".108

Consecuencias Aunque los dirigentes de las facciones contendientes solían ser hombres ricos que se amparaban en sus cartas de ciudadanía y difícilmente eran expulsados,109 no sucedió lo mismo con otros miembros de la comunidad más desprotegidos económica y políticamente quienes se vieron afectados por este tipo de acontecimientos. Sin embargo, a la compleja maraña de intereses políticos, hay que agregar las presiones de los miembros de la comunidad china que no deseaban tomar partido en el conflicto y que urgían al gobierno mexicano a tomar cartas en el asunto para que terminara con las hostilidades entre los grupos, porque al final como miembros de la colonia china resultaban afectados de manera indirecta. Un elemento que resulta evidente durante este periodo de conflicto es que el vínculo que unía a los chinos de Sinaloa, Sonora y Baja California

era

muy estrecho. Las redes de intercambio y el nivel de comunicación entre ellos les permitía acceder a relaciones comerciales ventajosas y lograr contactos políticos importantes. Humberto Monteón González, y José Luis Trueba, op. cit., 1988, p. 76. Narciso C. Illin afirmaba que tenía en su poder fotografías originales del documento. Ibid. 109 AGN. Obregón-Calles, exp. 104-ch-16/1, fs. 123, 1924. 108

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Así, los enfrentamientos violentos que se registraron en el noroeste de nuestro país, entre los miembros de la comunidad china durante el periodo 1922 y 1925 fueron la ultima manifestación de las diferencias políticas entre el Partido Nacionalistas o Guomindang y los seguidores de la Chee Kung Tong, cuya polarización en México coincide con el momento en que el Partido Nacionalista encabezado por Sun Zhonghan110 salió expulsado de Guangdong.

Conclusión Los inmigrantes salen de su país con una carga cultural e ideológica que los caracteriza y que no se modifica por el simple hecho de establecerse en otro, al contrario, se acentúa la necesidad de organización y pertenencia con sus connacionales. Desde esta perspectiva, el caso de Francisco L.Yuen, resulta especialmente interesante porque permite rastrear los diferentes círculos en los que se movía y cómo estos se entrelazan, tanto al interior de la comunidad china, como al exterior, nivel en el cual sus relaciones económicas y políticas le daban acceso a los hombres que en ese momento se encontraban en las esferas más altas del gobierno en México. Sin embargo, las redes de influencia de los chinos establecidos en el noroeste de nuestro país se extendían hasta San Francisco, California por esta razón, durante el periodo de enfrentamientos entre los nacionalistas y los de la Chee Kung Tong, no faltaron los comunicados con doble mensaje que los representantes de los gobiernos de la China Republicana y los Estados Unidos enviaron al gobierno mexicano, para que expulsara a los militantes del partido nacionalista de su territorio. Sun Zhongshan en julio de 1414 fundó el Partido revolucionario Chino (Zhonghua Gemindang)poco tiempo después el grupo quedó aislado. En 1919 reorganiza el Partido nacionalista o Guomindang, respaldado por la burguesía y los intelectuales de Shangai. Entre 1924 y 1927 se acordó el primer frente unido entre el Guomindang y el Partido Comunista Chino. Harriet Evans, op. cit. p. 266.

110

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A las presiones políticas del exterior se sumó el racismo de algunos grupos. Algunos sonorenses se pueden contar entre los primeros en

manifestar

abiertamente su racismo; desde 1920 y 1922, habían tratado de impedir su desembarco en las costas del Pacífico. También se lanzaron a la promoción y organización de agrupaciones, asociaciones y clubes cuya finalidad fue marginarlos de cualquier actividad económica y social. En este ambiente, los violentos enfrentamientos entre los chinos fueron aprovechados por los grupos racistas, para exigir su expulsión del país; sólo les bastó acusarlos de dedicarse al desempeño de actividades delictivas,

como consumo de opio, casas de

juegos no permitidos y prostitución para que se les aplicara el artículo 33. En Sonora este tipo de expulsiones propició que algunos comerciantes mexicanos adquirieran a precios de remate las mercancías, tiendas y otros bienes que representaban el patrimonio que los chinos tuvieron que dejar al salir del país. La violencia política al interior de la comunidad china, provocó que se incrementara la expulsión de chinos, algunos de los cuales ya habían adquirido la nacionalidad mexicana. Por la rapidez de las deportaciones, difícilmente se realizaban las investigaciones aunque el papel de los jueces debía ser imparcial para establecer con claridad la responsabilidad de todos y cada uno de los implicados en los asesinatos de chinos, por lo regular no se trató de comprobar la veracidad de las denuncias y así se cometieron injusticias contra aquellos miembros de la comunidad que habían mantenido una posición neutral. Por otro lado, llama la atención la forma en que se organizaban los grupos para localizar a los sospechosos, generalmente los integrantes de un partido acompañaban a los elementos de la policía o el ejercito para ubicar a los miembros del partido contrario. La detención y expulsión de chinos se dio por grupos, lo que sugiere que se practicaba una especie de redadas, que respondían a ciertas presiones de carácter político; sin embargo, lo más significativo es que los detenidos resultaban ser en su mayoría inocentes. A

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pesar que la Secretaría de Gobernación, ordenó una investigación sobre los enfrentamientos violentos, no se tomaron medidas en consecuencia. En cambio éstos continuaron y fueron tan cruentos que es difícil cuantificar el número de muertos de cada uno de los partidos contendientes, cifra a la que se deberían agregar las víctimas inocentes entre las que se encontraban las mujeres mexicanas que se habían casado con chinos; además de aquellos que no participaron en la contienda y aún así fueron muertos o deportados. Finalmente, después de una ligera calma, no se volvió a registrar violencia entre los miembros de la comunidad hasta 1928 pero en esta ocasión los grupos masones se enfrentarían entre ellos por obtener el control tanto del comercio como de la incipiente industria, por su parte, el gobierno mexicano enfrentó este nuevo periodo de violencia con un discurso nacionalista y respaldado por los grupos sindicales.

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KILIWA: EL IDIOMA MÁS ANTIGUO DE LA PEÍNSULA, EN LOS LÍMITES DE LA EXTINCIÓN Por Arnulfo Estrada Ramírez

Introducción Con solo cinco hablantes activos, es decir, que se comunican en su lengua materna como medio preferente, la lengua kiliwa está en la antesala de la extinción y es probable que muy pronto pase a pertenecer a la ya larga lista de idiomas indígenas que en Baja California y a nivel nacional han desaparecido. La tendencia extintiva de la lengua kiliwa, ha sido manifestada en las obras de Ochoa Zazueta (1982); Mixco (1983); Estrada y Estrada (1991), y Estrada (1994). Por ejemplo, en 1982 se reportaron 28 hablantes; Para 1989, la población hablante se había reducido a solo 13 personas, lo cual representó una disminución mayor al 50% en solo siete años. Diez años después, en 1999, el panorama era desolador, pues la población fue reducida a solo cinco individuos, es decir, en menos de 20 años la población hablante quedó en un 18 %. En estos momentos, el kiliwa está considerado como lengua muerta, debido a que hace unos 40 años no se enseña en el lecho de los hogares. Los cinco hablantes son personas adultas cuyas edades están entre los 40 y 80 años.

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Antecedentes de lenguas extintas en Baja California Por lo menos cuatro idiomas indígenas y más de 15 variantes dialectales han desaparecido de la península de Baja California desde que se inició la época misional hasta nuestros días. Es el jesuita Miguel Del Barco, quien mejor conoció las lenguas indígenas del sur de la península, ya que estuvo un largo periodo de 30 años (1738 -1768) haciendo labor pastoral en la región. En una carta que Del Barco envió en 1784 al padre lingüista Lorenzo Hervas, en Bolonia, Italia, da una detallada relación de las lenguas hasta entonces conocidas en la península y de la situación en que se encontraban. La descripción que a continuación se hace de las lenguas Pericú, Guaycura y Cochimí, provienen de esa fuente. Cronológicamente, la primera en extinguirse fue la Pericú que ya para 1767 de los 300 pericúes registrados, ninguno hablaba su lengua materna. El Pericú no tenía variantes dialectales y se hablaba en el extremo sur de la península desde Cabo San Lucas hasta el pueblo de Todos Santos. La siguiente gran lengua que corrió mala suerte, fue la Guaycura que se hablaba desde La Paz hasta Loreto y contaba por lo menos con cinco variantes dialectales, conocidas como Callejúes, Huchitíes, Coras, Loretanos y Aripes. La Callejúe tuvo su principal asiento el la misión de La Paz, en donde se decía que ahí se hablaba el más puro Guaycura. En las misiones de Dolores y San Luis Gonzaga, había menos de 100 Guaycuras que vivían errantes. En Loreto había un poco más de 100 personas. Respecto a la variante Huchitíe, esta ya era considerada extinta cuando Miguel Del Barco escribió la carta en 1784. Se extendía desde el Arroyo de San Pablo hasta el pueblo de Todos Santos, B.C.S.

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De los Coras se sabe que se hablaba entre las misiones de Santiago de los Coras y nuestra señora del Pilar de La Paz, en una franja que colinda con las costas del Golfo de California. Para el año de 1784 ya se consideraba casi extinta. La variante Loretano ya estaba extinta, pero no se sabía con precisión si se trataba de una variante del Guaycura, o de otra lengua diferente. El Aripe, se hablaba en una gran extensión alrededor de Bahía de La Paz, entre las lenguas Pericúe, Callejúe, Huchitíe y Cora. El tercer idioma peninsular fue el Cochimí que llegó a ser el más extendido. Se hablaba desde Loreto, B.C.S. hasta el pueblo del Rosario, B.C. El número de dialectos se daba en función del mismo número de misiones establecidas en el área, tal como lo afirma Miguel Del Barco que hablaba la variante de la misión de San Javier. Estos dialectos se conocían con el nombre de las misiones de San Javier, San José, Comondú, Concepción o Cademogó, Santa Rosalía de Mulegé, Guadalupe, San Ignacio, Santa Gertrudis, San Borja y Santa María. Los últimos vocablos aislados que se registraron de este idioma, fueron en 1925 alrededor de las antiguas misiones de San Fernando Velicatá y el Rosario (Mixco, 1996). El idioma Ñakipá, es la cuarta lengua extinta. Se hablaba en una región estrecha localizada en un triángulo que formaban las poblaciones de Santo Domingo, San Telmo, y rancho Las Chollas, al oeste de la Sierra de San Pedro Mártir (Meigs, 1977). El vocablo es de origen Kiliwa y quiere decir Gente del Oeste, ya que estos se situaban al oeste de los Kiliwas. Se extinguieron a principios del siglo XX y se sabe muy poco de ellos. Las dos principales causas por las que se extinguieron las lenguas Pericú, Guaycura y Cochimí, se debieron al gradual y creciente desuso de los idiomas autóctonos y a la muerte masiva de indígenas.

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El primero de los casos tuvo lugar desde el mismo momento que dio inicio la catequización masiva de indígenas y la formación de los primeros pueblos establecidos alrededor de las misiones jesuitas a lo largo de casi toda la península. En esta etapa se les obligaba a hablar el castellano. La segunda causa es bien documentada por los mismos misioneros, esta tuvo efectos catastróficos en los indígenas y se debió a las enfermedades contagiosas como la viruela, la influenza y el llamado mal gálico (sífilis) que trajeron los misioneros y a las que los nativos no tenían defensa alguna, provocando verdaderas muertes masivas que terminaron por completo con los grupos étnicos distribuidos a lo largo de casi toda la península, desde Cabo San Lucas, B.C.S. hasta El Rosario, B.C. En el caso de los Ñakipá, las causas que originaron su extinción no están documentadas, pero es probable que se deba al reducido número de indígenas y a la creciente población mestiza de los alrededores que terminó absorbiéndolos.

Kiliwa, la lengua más antigua de Baja California El kiliwa es considerado como el idioma de mayor antigüedad de la gran familia Yumana, que también tiene varias lenguas que se hablan en estados de la Unión Americana, entre los que destacan Arizona, Nevada y California. Es conocido que el kiliwa es el más diferenciado de toda la familia Yumana y el que tiene los más fuertes paralelos con el Cochimí extinto del sur de la península. Sus notables arcaísmos, nos indican un antiguo proceso de génesis lingüística que pudo tener su origen en, o cerca de, el norte de Baja California en un sitio cercano al área donde están asentados los actuales kiliwa.

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Mauricio Mixco es el lingüista que con mayor profundidad ha estudiado al kiliwa. Sus trabajos de más de 25 años, lo han llevado a plantear un nuevo ordenamiento de las lenguas Yumanas, situándolas bajo la nueva familia lingüística Cochimí – Yumana, de la cual se derivaron dos ramas. Una es la que constituyó un “Precochimí”, de la que se derivaron todas las variantes que se hablaron, desde la misión de Loreto hasta la del Rosario, a unos 250 km al sur de Ensenada. La otra rama que Mixco designa como “Protoyumana”, se subdividió luego en cuatro subfamilias. En ellas se distingue a la lengua kiliwa como una aparte, por sus peculiaridades y antigua relación con el Cochimí Norteño, (Mixco, 1996).

Probables causas que mantienen al borde de la extinción al idioma kiliwa Dada la complejidad del tema, es muy difícil poder explicar con precisión, cual o cuales han sido las verdaderas causas de que exista tan reducido número de hablantes. Se trata de un largo proceso social muy complejo, en el que pueden combinarse varios factores a la vez, dependiendo de la época, la familia, o bien de

cada uno de los individuos que componen a la población. A

continuación, explicaré brevemente algunos de los factores que considero hayan tenido influencia directa en la gradual pérdida del idioma kiliwa. Pérdida de territorios antiguos Los actuales kiliwa de Arroyo de León, provienen de dos territorios geográficamente distintos al que actualmente poseen; el de Arroyo Grande, de donde es el linaje de los Ochurte y el de San Matías, de donde es el linaje de los Espinoza. Con el tiempo esto se ha convertido en un verdadero problema social al interior de la etnia, a tal grado que todos tienen un parentesco consanguíneo tan estrecho, que les impide casarse entre ellos.

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Emigración hacia otros poblados o centros urbanos Con frecuencia las familias se han visto con la necesidad de abandonar temporal o definitivamente su comunidad, ya sea para que los niños acudan a los centros escolares de otras poblaciones, debido a que en su comunidad no existen, o bien, para que los adultos obtengan algún empleo. Núcleos familiares distribuidos en rancherías La

organización

social

de

grupos

Yumanos

como

los

Kiliwas,

históricamente se han distribuido en pequeños grupos familiares formando rancherías alrededor de una fuente de agua, que por lo general corresponde a un aguaje. Esta manera de agruparse, difiere del resto de las comunidades indígenas de México que regularmente forman pueblos de mayor densidad de habitantes. Esta manera de vivir, es en cierto modo, un elemento en contra porque no hay una cantidad suficiente de personas que puedan continuar las tradiciones. Al morir los integrantes de la ranchería, desaparece también una parte de la cultura. Así acabó la cultura del linaje Ochurte que procedían de Arroyo Grande y que se asentaron en Arroyo de León hace más de 160 años. Con la muerte reciente de sus principales miembros, posiblemente también desapareció una variante dialectal del Kiliwa, así lo indican algunos vocablos. Venta o traspaso de tierras ejidales A partir de 1994, se modificó la ley que prohibía la venta de tierras ejidales, de tal manera que ahora cualquier persona las puede vender o traspasar a quien lo desee. Desafortunadamente, cuando se dotó de tierras a los kiliwa, no se hizo con la modalidad comunal, sino ejidal. La venta de sus tierras es ya una realidad, a tal grado que los derechos ejidales ya están en su mayor parte, en manos de personas ajenas a la etnia.

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Matrimonio de indígena hablante con indígena no hablante o mestizo de otra comunidad Este tipo de unión es ahora muy común. Tiene su mayor agravante cuando el integrante que no habla la lengua materna es la mujer, debido a que es ella en quien generalmente recae la educación en el hogar. Lengua materna en desuso al interior de la etnia En la actualidad, prácticamente toda la comunicación, social y comercialmente se lleva a cabo en el idioma castellano, por lo que la lengua materna entró en desuso y bastará solo una generación para que desaparezca. Soltería de los indígenas hablantes Se ha dado el caso en que familias enteras no han procreado hijos, debido a que el parentesco tan estrecho entre los miembros de la comunidad, han impedido las uniones matrimoniales. Este ejemplo es muy evidente en la familia Ochurte Espinoza, que siendo una familia numerosa, sus miembros nunca tuvieron hijos. Tiene un agravante extra, debido a que esta familia era una de las más profundas conocedoras de su lengua y sus tradiciones. Solo vive uno de ellos y permanece soltero. Lengua socialmente discriminada y sin pleno reconocimiento oficial El grueso de la población mestiza y de las autoridades, han creído históricamente que las lenguas indígenas son dialectos y que por ese solo hecho, son motivo de discriminación. Es hasta fechas recientes, que ya se legisla para que todas las lenguas indígenas de México obtengan su reconocimiento de lenguas oficiales, al parejo del castellano. Por desgracia, para muchas de ellas ya es muy tarde.

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Muerte de los hablantes La muerte de hablantes de calidad, constituye una pérdida irreparable, debido a que con ellos también muere una parte importante de su cultura, pues cada conocedor de calidad, representa una riqueza invaluable.

Programas de rescate y enseñanza del kiliwa Ante tan desolador panorama y convencidos de que es posible el rescate y la revitalización de esa agónica lengua, nos dimos a la tarea de hacer intentos por enseñarla a los mismos kiliwas. Fue así como se decidió por concursar y obtener tres becas entre 1993 y 1995, a través del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), para editar un video con material histórico de los Kiliwa, así como también para el registro y enseñanza del idioma materno. Posteriormente, en 1996 el Instituto Nacional Indigenista (INI) otorgó el apoyo para editar un manual de lectoescritura en donde se publicaron los resultados de los trabajos apoyados por PACMYC. Con el material proporcionado por el indígena Kiliwa Cruz Ochurte Espinoza (finado), gran conocedor de su cultura, se lograron imprimir 300 ejemplares del libro ilustrado "HABLEMOS

KILIWA.

INSTRUCTIVO PRÁCTICO PARA MOTIVAR LA

ENSEÑANZA DE LA LENGUA KILIWA". El manual y la colección de 7 audiocasets de una hora de duración cada uno, se repartió a los indígenas Kiliwa que desearan aprenderlo. Como respuesta a esos esfuerzos, el Instituto Nacional Indigenista y la Dirección General de Culturas Populares, proporcionaron el apoyo económico para reiniciar un programa con el objeto de revitalizar y enseñar la lengua a un mayor número de Kiliwas. El programa se diseñó para llevarse a cabo en Arroyo

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de León y estaba programado para

tres años de duración (1997-2000).

Desafortunadamente, el programa se pudo sostener con mucho esfuerzo durante los dos primeros años,

debido a que hubo una serie de conflictos

sociales muy serios en la región, por lo que se tuvo que suspender de manera indefinida. Nuevamente

y a petición de un reducido grupo de descendientes de

Kiliwas radicados en Ensenada, en abril del 2002 se reinició el programa de enseñanza y rescate del Kiliwa. En esta labor se cuenta con el apoyo de la indígena hablante y conocedora de su cultura Leonor Farlow Espinoza que radica en el Puerto de Ensenada desde hace 5 años, con el apoyo de quien escribe este artículo como coordinador del programa y responsable de elaborar guías y lecciones para el registro y escritura de la lengua. A partir de octubre de 2003, el programa tuvo un ligero cambio y el trabajo de rescate se enfoca principalmente al registro de la lengua y a preparar manuales de lecto escritura para su divulgación y para que en un futuro próximo puedan ser utilizados en programas de revitalización de la lengua. El XVII Ayuntamiento de Ensenada, nos proporciona un modesto apoyo. El trabajo de rescate, se lleva a cabo durante los sábados en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Ensenada.

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FRANCISCO P. RAMÍREZ: UN CALIFORNIO EXILIADO EN ENSENADA Por Miguel Ángel Téllez Duarte Introducción Desde el reconocimiento oficial de la fundación de Ensenada el 15 de mayo de 1882, la ciudad comenzó a recibir una corriente migratoria de gente de diversas partes de la república mexicana y del extranjero, con cuyo empuje, trabajo y talento fundaron los cimientos de la sociedad actual en nuestra apacible y generosa ciudad. Muchos de estos fundadores transitaron en el anonimato, otros destacaron en el ámbito político, económico y social dejando un testimonio perdurable hasta nuestros días de su huella material e intelectual, además de una descendencia prolífica cuya tradición oral ha permitido rescatar ese pasado, y aún en algunos casos penetrar hasta la intimidad familiar. De otros poco se conoce, y entre éstos se encuentra el Lic. Francisco Polonio Ramírez, un mexicano nativo de Los Ángeles cuando aún California pertenecía a México, y que por aras del destino vino a radicar y morir en Ensenada, y cuya vida reviste una trama tan interesante que apenas empieza a ser conocida a partir de las fuentes documentales, ante la prácticamente nula existencia de historia oral. Este breve trabajo pretende resaltar los aspectos más importantes en la vida de uno de los pioneros de Ensenada menos conocidos. Su nacimiento y niñez Francisco P. Ramírez nació el 9 de febrero de 1837 en la ciudad de Los Ángeles, siendo el cuarto hijo de los 13 procreados del matrimonio de Juan Ramírez y Petra Ávila. Dentro de la comunidad de mexicanos que no pertenecía

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a la casta de ricos rancheros poseedores de grandes extensiones de terrenos, fue un caso poco común, ya que desde muy joven mostró una inteligencia notable, llegando a dominar desde la infancia tres idiomas: español, inglés y francés. Este último gracias a que lo aprendió de su padrino Louis Vignes, un francés de Burdeos pionero de la vitivinicultura en California. El acceso que tuvo a diversas fuentes de información escrita en los tres idiomas propició que adquiriera una cultura amplia desde su niñez, lo cual posteriormente le permitió incursionar en el campo del periodismo. En su infancia vivió el momento histórico de la injusta guerra entre México y Estados Unidos, y seguramente presenció la entrada de las tropas de Estados Unidos a Los Ángeles el 10 de enero de 1847, y vivió en carne propia las consecuencias de la anexión de California en 1848. Este hecho debió definir su personalidad al ser testigo de las transformaciones de una nueva sociedad de conquistadores y conquistados, y donde como regularmente ocurre, los conquistados llevar la peor parte.

Su juventud como periodista y luchador social En 1851 a los 14 años de edad trabajó para la sección en español “ La Estrella de Los Ángeles”

del periódico “Los Ángeles Star”, cuya edición se

encontraba a cargo de Manuel Clemente Rojo. Esta primera incursión en el periodismo vendría a marcar su destino por el resto de su vida. En 1853 trabajó en el “Catholic Standard” de San Francisco. El periódico tuvo una existencia muy breve, por lo que se regresó de nuevo a Los Ángeles a trabajar en “Los Ángeles Star” en la edición de la página en español “La Estrella”, la cual había quedado desatendida por la renuncia de Manuel Clemente Rojo. A la edad de 18 años fundó el primer periódico totalmente en español de California al que llamó “El Clamor Público”, saliendo su primer número el 19 de

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junio de 1855. Inicialmente lo promovió como una publicación de índole informativa y literaria, lo cual nunca abandonó, pero paulatinamente la convirtió en un medio para denunciar el racismo y hostilidad anglosajona hacia los nativos californios y otras etnias. Su estilo agresivo hacia el nuevo orden impuesto por Estados Unidos le ganó una total antipatía aún con la comunidad de ricos rancheros mexicanos conocida como “ranchero elite”, quienes mantenían una estrecha amistad con los primeros líderes políticos americanos de una rama del partido demócrata sureño pro-esclavista conocido como “Chivalry”. Un editorial publicado el 24 de julio de 1855 resalta su ideología y las razones que le ganaron esa antipatía: “La idea de Libertad en Los Estados Unidos es verdaderamente curiosa.... Cierta gente no tiene libertad en absoluto. Le es negada en las cortes a cada gente de color...Pero, hay gran libertad para cualquier hombre blanco que compra un ser humano con el fin de arbitrariamente colgarlo o quemarlo vivo. Esto sucede en estados donde el esclavismo es tolerado y el más vil despotismo corre salvaje…esto, en el centro de la nación que se llama a si misma una “república modelo” A pesar de que “El Clamor Público” actuó como un medio para defender las causas hispanas y de otras etnias, y protestar contra la discriminación y violencia de los anglosajones, sus suscriptores fueron disminuyendo debido a que para 1850 más del 50% de los mexicanos residentes en los Angeles eran analfabetas, y la mayor parte de la población era flotante. A dos años de publicarse el periódico, y aún enfrentando una creciente pérdida de suscriptores ante la realidad de que la comunidad mexicana no simpatizaba con sus ideas, siguió defendiendo su postura de ideales de justicia e igualdad racial, lanzando sobretodo agudas críticas a los frecuentes linchamientos de mexicanos. Esto llevó a considerar su periódico como un órgano anti-americano y sedicioso.

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En 1858 incursionó en la política, postulándose como candidato independiente para la asamblea estatal, y posteriormente como candidato republicano. Como cabía esperar, en ambas ocasiones fue derrotado por sus posturas liberales y la influencia de los americanos y la elite de mexicanos sobre la comunidad hispana. La falta de suscriptores a su periódico lo orilló a su cierre, publicando su último número el 31 de diciembre de 1859. Ese mismo año, se trasladó a Ures, Sonora, para trabajar como editor del periódico Oficial del estado “La Estrella de Occidente” a invitación del gobernador Ignacio Pesqueira. El clima de violencia desencadenado por la guerra de Reforma iniciada desde 1857 entre liberales y conservadores, y la inseguridad por las acciones hostiles de los grupos indígenas de la región y las numerosas gavillas de bandidos debió influir en su decisión de regresar a California en 1862. Desde entonces se desempeñó como traductor, administrador de correos, notario público, Registrador de la oficina de terrenos, comisionado de los Estados Unidos en la corte federal, y continuó con su pasión periodística colaborando como redactor de la “Voz de Méjico” en San Francisco y “El Nuevo Mundo”. Además, por su notable inteligencia y conocimiento de las leyes llegó a obtener el título de abogado en 1869.

Su destierro Para 1880 un suceso que vino a transformar totalmente la vida de Francisco P. Ramírez fue la acusación que se giró en su contra por un supuesto fraude bancario por la cantidad de 6000.00 dlls. Se le citó a juicio para el día 22 de marzo de 1881, pero aparentemente decidió huir a México al considerar que no estaría sujeto a un juicio justo, ya que el juez que emitió la orden, Volney E. Howard, fue uno de sus enemigos políticos. Este destierro por no enfrentar los cargos que se le imputaban decidió su destino, ya que nunca más regresó a Estados Unidos. Después de su salida precipitada de Los Ángeles radicó brevemente en Mazatlán, donde colaboró en el diario “El Ferrocarril”. De allí

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viajó a Baja California en 1881 a Real del Castillo cuando el otrora pujante poblado minero se encontraba en decadencia. En su breve estancia colaboró en el periódico local “El Fronterizo”, actuó como juez de Paz y fungió como profesor de primaria. Tras el traslado de la cabecera política de Real del Castillo a Ensenada en 1882 el poblado se fue quedando deshabitado, optando por trasladarse a la nueva capital en 1883. A su llegada a Ensenada se dedicó a un fructífero negocio de compra venta de bienes raíces y a ejercer la abogacía. Entre las muchas propiedades que adquirió se encuentra el ex - cuartel militar ubicado por la avenida Gastélum, entre Primera y Segunda, donde actualmente se encuentra el Museo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y lo que fue el primer hotel de Ensenada, que fuera propiedad de Doña Luz Reyna de López. Para 1886 construye una casa de madera de 2 pisos y 10 cuartos en la calle Primera, donde asienta su residencia Este edificio en los años 30’s se convertiría en el Hotel y Restaurant La Flor de Italia, y posteriormente Hotel Ramírez, el cual como muchas otras construcciones de fines del siglo antepasado del primer cuadro de la ciudad desgraciadamente fue demolido en 1983, no obstante de aún encontrarse en buenas condiciones. Su pasión periodística la continuó en Ensenada colaborando en los periódicos de la Compañía Americana el semanario bilingüe “La Voz de la Frontera” y como traductor en el “Lower Californian”. A la edad de 58 años, el 2 de septiembre de 1895 contrae nupcias con María Saint Raymond, estableciendo su hogar en la parte alta del edificio de la calle Primera entre Ruiz y Ryerson. Procreó ocho hijos: Reginaldo Crisóstomo, el cual falleció al poco tiempo de su nacimiento, Francisco, María Rosa, Ysidoro, Casimiro Pedro, Marcial Valentín, María Bibiana, y Lorenzo. Los periódicos de la época y la escasa historia oral disponible no dan cuenta de que Francisco Ramírez haya tenido la actividad social y política que lo caracterizó durante toda su juventud. Entre las pocas referencias a su persona se encuentra la de Southwoord de 1899:

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El Sr. F.P. Ramírez es uno de los prominentes abogados de Ensenada y su talento ha sido coronado con el buen éxito en todas las cortes de la República Mexicana en que ha gestionado los importantes pleitos que se le han confiado durante sus años de práctica. Esto le ha ganado la estimación de sus clientes y del público en general. El Sr. Ramírez ha hecho estudio especial de las leyes mineras y mercantiles y es agente para la compra y venta de terrenos y propiedades mineras de la Baja California. Habla con elegancia y facilidad el inglés y el francés y es un intérprete de primera. Él es una de las personas más estimadas y de más influencia en la Ensenada. Probablemente en la joven ciudad de Ensenada ya no encontró una justificación para encarar las luchas sociales que lo caracterizaron durante su estancia en California, dejándose llevar por la vida apacible, pero intensa en trabajo de los pioneros de nuestra ciudad. Hacia el ocaso de su existencia decidió tramitar la ciudadanía mexicana con la que había nacido, obteniéndola en abril de 1904, para fallecer 4 años después el 28 de diciembre de 1908 de una bronquitis crónica. De su familia sólo Lorenzo permaneció toda su vida en Ensenada, el resto inmigró a Estados Unidos. Actualmente solo vive en nuestra ciudad su nieto Lorenzo Ramírez, quién afortunadamente conserva parte del archivo familiar y unos pocos objetos de lo que fue el Hotel Ramírez. Francisco Polonio Ramírez fue uno de los pioneros de Ensenada, destacando por el importante papel histórico que desempeñó como periodista y actor intelectual de la lucha social por las causas hispanas en California. En Ensenada destacó por ser de los primeros abogados, periodistas,

y

comerciantes de bienes raíces, formando parte de esos hombres visionarios que fincaron su esfuerzo, talento, futuro y esperanzas en la conformación de nuestra ciudad.

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Fotografías

Portada de la única colección completa existente de El Clamor Publico en la biblioteca Huntington de Los Angeles, Ca.

Documento que acredita a Francisco Ramírez como notario público. Archivo familiar de la familia Ramírez.

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Edificio del hotel y restaurant La Flor de Italia en los años 30’s, lugar de residencia del Lic. Ramírez. Colección del Dr. Fernando Araujo.

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María Saynt Raymond, esposa de Francisco Ramírez. Archivo familiar de la familia Ramírez.

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Dos fotos del hotel Ramírez antes y después de su demolición en 1983. Colección del Dr. Fernando Araujo.

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Bibliografía Gray, Paul. Manuscrito inédito Gray, Paul, 2002. Lic. Francisco P. Ramírez: un desterrado en Ensenada. En: Velázquez, Catalina (ed.) Historia de Baja California. UABC. Pitt, Leonard, 1966. The decline of the californios: a social history of the Spanishspeaking Californians, 1846-1890. University of California Press p. 181-194. Ramírez, Lorenzo. Archivo familiar que contiene algunos de los documentos originales de los cargos que desempeñó Ramírez en California, incluyendo uno firmado por Abraham Lincoln. Southworth, John N., 1889. El territorio de la Baja California ilustrada, San Francisco. J.R. Southworth y Dirección del Gobierno del Territorio de Baja California, p. 28. Téllez, Miguel, 2002. Francisco P. Ramírez: un pionero de Ensenada. Memorias del duodécimo ciclo de conferencias del Seminario de Historia de Baja California, p. 199-226. Página electrónica de El Clamor Publico: http://www.usc.edu/isd/archives/arc/digarchives/elclamor/

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CARMEN MELÉNDREZ ESPINOSA: LA HIJA DEL HÉROE BAJACALIFORNIANO ANTONIO MARÍA MELÉNDREZ Por Raúl Cullingford García 111

A lo largo del siglo XIX la población del norte peninsular se fue incrementando y con ello creció el número de familias que se fueron relacionando, ya fueran nativas o venidas de otros estados de la República y aun del extranjero. La historia rescata testimonios de mujeres que destacaron como madres que en un medio inhóspito lograron formar sus familias, mujeres que ayudaban en las labores del campo, mantenimiento de la huerta, además de las labores del hogar que eran muchas y sin remuneración alguna. Aquí nos referiremos a una mujer fruto de la unión de dos familias con profundas raíces peninsulares, los Meléndrez y los Espinosa. Se trata de Carmen Meléndrez, hija del héroe bajacaliforniano Antonio María Meléndrez y de María de los Ángeles Espinosa, la hija de José Luciano Espinosa y María Felipa del Rosario Rosas. 112 Manuel Clemente Rojo 113 escribió en 1879 sobre las mujeres fronterizas: “Las mujeres no salen nunca de su casa; mas que con sus cocineras, lavanderas, costureras y sirvientas de mesa; y el resto del tiempo lo dedican a la crianza y cuidado de sus hijos, visten con mucha sencillez sin más necesidades de sastres ni modistas. Ingeniero agrónomo. Su conocimiento sobre el campo peninsular le han permitido identificar antiguos ranchos misionales así como sus moradores de quiénes ha rescatado testimonios orales y documentales. 112 Pablo L. Martínez, Guía familiar de Baja California, 1700-1900, México, Editorial Baja California, 1965, p. 747. 113 Manuel Clemente Rojo Apuntes históricos de la Baja California, 1879, pp.44 111

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Las mujeres solteras no se presentan a la vista de los que llegan a su rancho, a menos que sean muy conocidos y amigos de sus padres en cuyo caso salen a saludar con cierta cortedad que manifiesta la poca costumbre que tienen de tratar a los hombres, alistan la mesa en que dan de comer o cenan los huéspedes, tienden las camas con mucho aseo y se despiden con urbanidad y modestia. Las fronterizas son fieles a sus esposos y cumplen con los deberes de su estado ayudándoles a trabajar en todo cuanto pueden. Cuando salen sus maridos a las recogidas de ganados o a otros negocios, suelen quedarse solas en sus ranchos por cuatro, seis y más días, sin que las intimide la soledad del desierto, la oscuridad de las noches, ni la aparición de los animales feroces, que suelen llegar a los corrales de sus casas para hacer presa de los ganados que encierran; las víboras de cascabel tan temibles por sus mordeduras ponzoñosas, no las intimidan para nada, antes bien las matan con mucha facilidad cada vez que encuentran alguna de ellas.” Rojo continúa diciendo: “Las fronterizas son de regular estatura, mas bien altas que pequeñas de cuerpo, robustas, ágiles y de agraciada figura: los amores entre ellas son puros y no los aceptan de ningún pretendiente, sin el previo consentimiento y beneplácito de sus padres; su tranquilidad en esta parte no la engaña porque ningún padre de ésta se niega a la petición de un joven honrado, cuando sabe que es del agrado de sus hijas. 114 (…) El día de las bodas, se reúnen en la casa del padre de la novia, todos sus parientes y los padres y parentela del novio, lo mismo que las rancherías amigas de ambas familias; de manera que es muy común en una de estas reuniones, ver mas de cien o mas 114

Ibíd., p.22.

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personas de ambos sexos, que todos comen bien y beben licores en abundancia, a costa de los padres de los contrayentes que rivalizan a cual más queda mejor entre ellos (…) 115 María de los Ángeles era nativa de la misión de Santo Domingo en donde nació en 1832. Se casó con Antonio María Meléndrez, el hijo de Don Guadalupe Meléndrez y Susana Ceseña. Fruto de su matrimonio fue su única hija bautizada como Carmen de apellidos Meléndrez Espinosa, y de quien hablaremos posteriormente. El matrimonio duro poco ya que se vinieron los acontecimientos de la invasión filibustero de William Walker de 1854 y Antonio se convirtió en un guerrillero que con un grupo de valientes rancheros defendió la frontera de los invasores norteamericanos. Desafortunadamente Meléndrez recibió como premio su fusilamiento mismo, que aun indigna a los bajacalifornianos, por lo que su esposa al enviudar volvió a casarte. Lo hizo con el Sr. José Aguilar, habiendo procreado un hijo llamado Bibiano Aguilar Espinoza. -Un descendiente de este señor es propietario del Rancho El Tule de esta región, me refiero al conocido Heriberto Aguilar-. Años después, el 1ro de septiembre de 1865, contrae nupcias con el Sr. José del Rosario Marrón donde forma numerosa familia de donde descienden los distinguidos maestros Luzsiglo, Aquiles, Juvenal y Aida Marrón Amaya.

Descendientes de Guadalupe Aniceto Meléndrez y Susana Ceseña Primera Generación: 1.- Guadalupe Aniceto Meléndrez. Nació en 1794 en el Real de San Antonio, B.C.S. y murió el 13 de abril de 1871 en La Grulla, B.C. Se casó

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Ibid., p.22.

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con Susana Ceseña Arayos hija de Juan Antonio Ceseña y María Arayos. Juan Antonio Ceseña fue el primer propietario del rancho La Grulla. Los hijos de Guadalupe Aniceto Meléndrez y Susana Ceseña A. son: 1) José Rosario Meléndrez Ceseña 2) Juan Meléndrez

Ceseña

3) Antonio María Meléndrez Ceseña 4) Jesús Meléndrez Ceseña 5) Francisco Meléndrez Ceseña 6) María Asunción Meléndrez Ceseña 1) José Rosario Meléndrez nació en 1816 en La Grulla y murió el 25 de agosto de 1896 en el Rancho Santa Clara. Se casó con Escolástica Salgado. Fue fundador del Rancho Santa Clara. Hijos de este matrimonio: a) José María Meléndrez b) Vicenta Meléndrez nacida en 1854 en Santa Clara. c) Gregorio Meléndrez d) Juan Meléndrez e) Josefa Meléndrez f) Ramona Meléndrez nació en 1855 y murió el 29 de septiembre de 1896 en Punta Banda. Se casó con Luis Perrot el 1ro de diciembre de 1870 en la soledad de La Grulla. 2) Juan Meléndrez nacido en La Grulla. Se casó con Concepción Aguilar hija de José Aguilar y María Franco. 3.- Jesús Meléndrez, nacido en La Grulla en 1829. Falleció el 6 de septiembre de 1896 en el rancho Los Álamos. Se casó con Salomé Murillo.

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4.- Antonio María Meléndrez nació el 24 de junio de 1830 en La Grulla y murió el 28 de junio de 1855 en San Vicente, B.C., fue casado con María de los Ángeles Espinosa. Sus correrías en persecución de los filibusteros son muy conocidas lo que le valió el calificativo de héroe por llevar a cabo acciones heroicas en defensa de la patria. Por El Ciprés, La Calentura -donde fue herido de un balazo en el estomago-, Cañada de La Estefana, Paso de San Matías, Río Colorado y Cueros de Venado. 5.- Francisco Meléndrez nació en la Grulla en 1846. Se casó con Manuela Calderón el 21 de agosto de 1873 en la Grulla, hija de Manuel Calderón y Lugarda Cosio. 6.- María Asunción Meléndrez nació en La Grulla en 1841, se casó con Pablo Montes en Santo Tomás.

Descendientes de Don José Luciano Espinosa Castro y Doña María Felipa del Rosario Rosas Almenarez: Don José Luciano Espinosa Castro fue hermano de Don Carlos Espinosa Castro, fundador del apellido Espinosa en el Rosario, B.C. Don Luciano fue ganadero y cazador de nutrias, fue propietario de los ranchos Santo Domingo, San Ramón (donde hoy esta la colonia Vicente Guerrero), y San Pedro Mártir. Doña María Felipa del Rosario Rosas era nativa de San Vicente, B.C. Sus hijos fueron: 1.- María de los Ángeles Espinosa Rosas 2.- Nepomuceno Espinosa Rosas 3.- Hermenegildo Espinosa Rosas 4.- Gertrudiz Espinosa Rosas

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5.- María Antonieta Espinosa Rosas 6.- Juan Bautista Espinosa Rosas 7.- Martín Espinosa Rosas 8.- María Ramona Espinosa Rosas 9.,- Eugenio Espinosa Rosas 10.- Bárbara Espinosa Rosas 1.- María de los Ángeles Espinosa Rosas contrae matrimonio con el Sr. Antonio María Meléndrez Ceseña quien había nacido el 24 de junio de 1830 en La Grulla, y fallece fusilado el 28 de junio de 1855 en San Vicente, B.C., cuando contaba con una edad de 25 años 4 días. La única hija de esta pareja se llamó Carmen Meléndrez Espinosa. - -No se ha establecido con exactitud la fecha de nacimiento debido a que no se ha podido localizar la fe de bautismo-. Por la tradición oral se dice que fue bautizada en la misión de San Ignacio, B.C.S. 2.- Nepomuceno Espinosa Rosas. No se tiene información sobre esta persona. 3.- Hermenegildo Espinosa Rosas. 4.- Gertrudiz Espinosa Rosas. Esta Señorita se casa con el Sr. Joaquín Martorell formando una numerosa familia que actualmente poseen varios rancheros en la zona del ejido El Bramadero como El Protrero, Santa Cruz, Balladares, La Escondida, etc. 5.- María Antonieta Espinosa Rosas. Ella contrae matrimonio con el Sr. Justo Arce de San Telmo hijo del primer colono y propietario de ese valle de San Telmo (Ignacio de Jesús Arce). 6.- Juan Bautista Espinosa Rosas. Se casa con Dolores Acevedo Ceseña, procrean 4 hijos, él muere muy joven a los 22 años de edad. Sus hijos fueron:

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a) Trinidad.- Quien se casa con Luis G. Sosa. b) Ambrosia.- Casada con Francisco Sarabia en 1885. Quienes fueron padres de numerosa familia entre ellos Claudio Sarabia quien falleció en San Vicente en 1911 defendiendo esta región. c) Víctor.- Casado con Rosa Salas. d) María Isabel.- Nacida en 1863 en San Vicente, B.C. 7.- Martín Espinosa Rosas se casa con Concepción Meléndrez quien era hija de un jefe indígena, procrearon 2 hijos: Juan y Eulalia, quienes siempre vivieron en el rancho el Compadre en la parte norte de la Sierra de Juárez 8.- María Ramona Espinosa Rosas.- Contrae matrimonio con el venezolano Cecilio Zerega quien fue funcionario y agrimensor y dio origen al apellido en la zona. Se casaron en la misión de Santo Domingo el 11 de marzo de 1862 habiendo asistido como testigos las personas más prominentes de la región. 9.- Eugenio Espinosa Rosas. Este joven contrajo matrimonio con la Srita. Soledad Warner Álvarez quien era hija de Don Tomas Warner y María de los Reyes Álvarez quienes eran propietarios de los ranchos La Calentura y Valle de la Trinidad. Una hija de Eugenio y Soledad contrae matrimonio con un integrante de la familia Duarte Dueña de los ranchos San Rafael de Arriba y San Rafael de Abajo. 10.- Bárbara Espinosa Rosas. Esta señorita se casa con el Sr. Rufino Arce, hijo de Ignacio de Jesús Arce, dueño del Valle de San Telmo. Como ya lo anotamos anteriormente del matrimonio de Antonio María Meléndrez y María de los Ángeles Espinosa, nace Carmen Meléndrez Espinosa en la Misión de Santo Domingo.

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La señorita Carmen Meléndrez contrae nupcias con el Sr. Luciano Marrón y procrean 3 hijos llamados Ignacio, Toribio y Luis Marrón Meléndrez, según la información oral se dice que no tuvieron descendencia. En el acta de defunción de Doña Carmen Meléndrez aparece su hijo Ignacio como el que da parte del fallecimiento al encargado del registro civil en colonia Guerrero en 1929, Sr. Primo Paganini L. Doña Carmen en segundas nupcias con un señor de apellido Delis procrean una hija llamada Zenaida Delis Espinosa quien posteriormente contrae nupcias con el Sr. Eulalio Marrón habiendo tenido 2 hijos llamados Aurelia y Evarista Marrón Delis. A la Sra. Aurelia Marrón Delis la entrevistaron para la Revista “Ensenada desde la memoria de su gente” que fue publicada por la UABC en el año de 1999. A continuación transcribimos la entrevista: Doña Aurelia Marrón Delis nació en el Rosario, B.C., municipio de Ensenada el 12 de noviembre de 1908, hija de Eulalio Marrón Pellejeros y de Zenaida Delis Meléndrez su abuela materna era Carmen Meléndrez Espinosa a su vez hija única de Antonio María Meléndrez y de Ángela Espinosa, Doña Aurelia fue la segunda y última hija del matrimonio Marrón Delis, su hermana era Evarista. Su infancia la vivió al lado de Doña Carmen en su casa de Santo Domingo y en temporadas trabajó en la zona de San Quintín (década de 1910) Muy joven se casó con Pedro Capaceta (1922) originario de Sinaloa, quien por su trabajo de herrero la llevó a vivir a Mexicali, Tijuana y Ensenada, después regresó a vivir a Santo Domingo donde heredó una de las huertas de su abuela Carmen y hacia mediados de la época radicó en forma definitiva en Ensenada, B.C.

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Doña Aurelia Marrón Delis se casó con el Sr. Pedro Capaceta, de éste matrimonio nacieron tres hijos llamados: Manuel Capaceta Marrón, ya fallecido recientemente; Víctor Capaceta Marrón, también fallecido; y la Sra. Celia Capaceta Marrón quien reside en esta ciudad de Ensenada. Doña Aurelia en segundas nupcias con el Sr. Víctor Murillo procrearon cuatro hijos llamados: Antonio, Teodoro, María Luisa y Luciano Murillo Marrón. Evarista Delis Marrón hermana de Doña Aurelia se casó con el Sr. Nemorio Martorell donde procrearon numerosa familia formada por Héctor, Carmen, Rosario, Cruz, Ángela, Belén, Hermelinda, María de Jesús, Olga, y Juan de Dios.

Doña Aurelia Marrón Delis en 1994.

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Doña Carmen Meléndrez Espinosa acompañada de sus bisnietos, Manuel y Celia Capaceta Marrón.

Doña Carmen Meléndrez E. acompañada por Don Agustín Martorell padrino de Celia Capaceta. 125


Jose Luciano Espinoza Castro

Aniceto Guadalupe Meléndrez

María Felipa del Rosario Rosas A.

Susana Ceseña

María de los Angeles Espinoza R.

Antonio María Meléndrez C.

primeras nupcias Carmen Meléndrez E.

Luciano Marrón P.

Ignacio Marrón Meléndrez

Toribio Marrón M.

Luis Marrón M.

Segundas nupcias Carmen Melendrez Espinoza

Sr. Delis

Zenaida Delis Espinoza

Aurelia Delis Marrón

Eulalio Marrón

Evarista Delis Marrón contrae matrimonio

Primeras nupcias

con Nemorio Martorell

Se casa con Pedro Capaceta Héctor Martorell Manuel Capaceta

Victor C. Celia C.

Carmen Rosario

Aurelia Delis Marrón segundas nupcias

Cruz

Con Víctor Murillo

Ángela Belén

Lucia

Antonio

Teodoro

Maria Luisa

Hermelinda Maria de Jesús Olga Juan de Dios

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ENSENADA: LAS RAÍCES DE SU ARQUITECTURA Últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX Por Claudia Calderón

“la arquitectura es testigo insobornable de la historia” Octavio Paz. “Hoy se me tacha de revolucionario. Sin embargo, confieso haber tenido siempre un solo maestro: el pasado; una sola disciplina: el estudio del pasado.” Le Corbusier.

La ciudad y puerto de Ensenada, la bella airosa, la cenicienta del pacífico, situada en los 31º 51’ latitud norte y 116º 38’ longitud oeste, con clima mediterráneo, cuenta con una historia particular, ya que en ella se ha desarrollado una cultura y ligado a ella, una arquitectura, muy diferente de la del resto del país, lo que denominaríamos una cultura fronteriza, dado esto entre otras cosas por su cercanía con Estados Unidos y su lejanía con el centro del país, por ser una ciudad joven, -ya que tan solo cuenta con una edad oficial de 122 años- y como en todas las ciudades, en ella ha quedado plasmada dentro de la arquitectura su historia, su vida, sus logros, sus anhelos y sus preocupaciones, y también situaciones políticas, sociales, económicas y culturales de cada momento de su desarrollo.

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Así, Ensenada nace oficialmente el 15 de mayo de 1882; en su conformación inicial tomaron parte tres actores fundamentales, cada uno con una faceta diferente dentro de la arquitectura, los cuales corren en caminos paralelos, en el mismo lugar y en el mismo tiempo, y que a su vez determinaron cada uno de ellos una tipología y una tecnología arquitectónica.

A esta primera arquitectura construida en Ensenada es a la que llamamos arquitectura tradicional ensenadense y entendemos por ella, “aquella obra que ha sido realizada conservando los patrones formales y espaciales usados tradicionalmente en un lugar; utilizando los materiales y procedimientos constructivos propios de la región donde se ubica, y desarrollando con ello, en la mayoría de los casos tecnologías populares locales, que permiten el surgimiento de conjuntos urbano-arquitectónicos de considerable belleza y armonía”

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Así, dentro de la arquitectura, el primer actor fue la especulación extranjera que se concretizó en las concesiones que se otorgaron a La Compañía Internacional de México y la Compañía Mexicana de Terrenos y Colonización, las cuales trajeron consigo la arquitectura anglosajona realizada en madera; el segundo actor fue el gobierno mexicano, que plasmó su presencia en las construcciones de adobe; y el tercero fue la ciudadanía ensenadense, que también se identificó con el adobe, aunque existieron algunas construcciones de ladrillo dentro de sus manifestaciones arquitectónicas. Estos diferentes actores formaron, como era la consecuencia lógica, una ciudad pluricultural, pluriétnica, y con dependencias al extranjero.

Arquitectura tradicional de tierra en México.Patrimonio cultural en vías de extinción Carlos A, Mercado Limones.ANUARIO DE ESTUDIOS DE ARQUITECTURA historia, crítica, conservación - 2000 CYDA-UAM Xochimilco. 116

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Dentro de la primera expresión arquitectónica, la arquitectura realizada en madera, la que nos fue heredada debido a los años de vigencia que las Compañías Americana e Inglesa tuvieron en la ciudad, -ya que estas concesiones fueron anuladas en 1917 por incumplimiento- se sabe que llegó a Ensenada o por tren, cuyas vías comunicaban a California a partir de 1869, o por mar con los barcos de vapor a partir de la aparición de las Compañías, y paralelamente a través del sistema de ventas por catálogo que permitió que casa completas se ordenaran y se trasladaran desarmadas a su lugar de destino. Pero revisemos un poco los orígenes de esta arquitectura en madera, la cual, como ya se mencionó, en ensenada se ha convertido en la arquitectura tradicional; está realizada dentro de una tecnología constructiva a base de marcos de madera, a la cual en ingles, se le denominó “balloon frame”, esta frase era peyorativa, ya que se pensaba que estos marcos, mediante los cuales estaba

realizada la vivienda, se levantarían como globos impulsados por el

viento; es una tecnología diferente a la usada con anterioridad en casas de madera, esta era a base de ensambles tipo “espiga y mortaja”, la cual implicaba por un lado, que en efecto, las viviendas fueran más durables, pero que por otro lado se necesitara de una mano de obra mucho más especializada para su realización 117, ocasionando que los costos de la vivienda se incrementaran 118. La arquitectura construida a base de marcos de madera se sabe que es originaria de Chicago y es allí donde se tiene la primera referencia de construcción con esta tecnología en el año de 1833 119. Los residentes, tanto trabajadores como empresarios, de las ciudades incipientes al desarrollo en Estados Unidos habían recurrido a la renta de las casas, años después, y apoyándose en esta tecnología constructiva, que era Se dice que se necesitaban hasta veinte trabajadores para levantar una pared. The Reader's Companion to American History En Europa esta arquitectura tradicional a base de “espiga y mortaja” mantuvo los indicies de propietarios particulares de casas en bajos niveles durante el siglo XIX. The Reader's Companion to American History.

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significativamente más económica que la usada con anterioridad,

algunos

patrones proporcionaron las oportunidades para la propiedad privada casera a los trabajadores, viéndolo como una manera de recompensar a sus empleados y de desalentar la movilidad y las huelgas de los trabajadores de la compañía. Así mismo, años después, algunos patrones también fueron influenciados por la posibilidad y por la disponibilidad de estas casas, y esto les permitió a las familias de medianos y bajos ingresos tener una casa propia, por estas razones fundamentales esta tecnología arquitectónica se ha extendido por todo Estados Unidos, algunas partes de Latinoamérica y con ello a Ensenada, durante 150 años. En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, los empresarios industriales en Estados Unidos, produjeron libros o catálogos que contenían planos de diversos diseños de casas y muchas veces, junto con ellos se ofrecían los materiales de construcción necesarios para levantarla, obviamente con la tecnología de “balloon frame”. Esta innovación tecnológica de marcos de madera, de barrote de 2” x 4” produjo colonias enteras de vivienda bajo dos conceptos fundamentales; el primero con la construcción realizada a través de la compra por un lado de la madera cortada y estandarizada, que ofrecían las industrias madereras y que era de fácil ensamblaje con el uso del clavo maquinado, y por otro lado se adquirían los planos del diseño de la vivienda, factor que aumento la disponibilidad de construcción por parte de individuos independientes, ya que se podía construir rápida y fácilmente, requiriendo solamente para ello tan solo dos trabajadores que contaran con los conocimientos básicos de la carpintería 120 y el segundo a través de las ventas por catálogo, medio por el cual se podían hacer llegar viviendas completas, desarmadas y con los planos para su construcción, a diversos puntos del país. 119 120

Sigfried Giedion, Space, Time and Architecture, Harvard Press 1940. The Reader's Companion to American History. BALLOON-FRAME HOUSE.

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Siete fueron las principales compañías nacionales dentro de Estados Unidos que ofrecían sus servicios pero además existían muchas compañías regionales y locales, que también las vendían en forma de”kit” e igualmente constructores independientes que ofrecían los planos y el despiece de material para poder ser adquirido por el propietario en cualquier industria maderera. Las principales compañías dentro de Estados Unidos fueron: Hogares de Aladdin de Bay City, Michigan; Hogares de Lewis Homes/Liberty de Bay City, Michigan; Molino de Homes/International y madera esterlinas, Bay City, Michigan; Chamusca Roebuck , Chicago, Illinois; Salas De Montgomery, Chicago, Illinois; Hermanos De Harris, Chicago, Illinois; Furgoneta-Diente De Gordon, Davenport, Iowa. La compañía llamada Hogares de Aladdin fue la más fuerte dentro de Michigan y mantuvo cautivo su mercado por las primeras cuatro décadas del siglo XX, ya que fue la primera compañía en ofrecer todo el “kit” precortado y numerado para la construcción de la casa pero “su negocio más grande estaba en el comercio de la cubierta, donde ofrecieron numerosos tipos de Bungalow así como otro tipo de casas más grandes. A través del período de 1910 a 1940, Aladdin ofreció alrededor de 450 diversos modelos” 121. También en Chicago, Illinois se desarrolló otra fuerte industria de esta tecnología arquitectónica, estas fueron las casas de Chamusca Roebuck, la cual se convirtió en la comercializadora por correo más grande del mundo. Entre 1908 y 1940 122

Chamusca Roebuck funcionó con el nombre de “hogares

modernos” y estuvo constituida por una asociación de banqueros, constructores, fabricantes y corredores de bienes raíces, que trabajaron muy de cerca con el

Roberto el Aladdin,Hogares preferidos de América, 1906-1981,Bay City Michigan. Prensa de la Universidad de estado de Wayne Detroit Michigan 1990. 122 Chamusca Roebuck Bungalow. Las Artes y la sociedad de las artes 1908-1940. 121

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Ministerio de Comercio para promover la construcción de las casas y la propiedad de las mismas. Chamusca Roebuck vendió y distribuyó los planos y los materiales para casas completas en toda la Unión Americana y de esta manera fue como también llegaron una gran cantidad de ellas a Ensenada. Se sabe que “el primer catálogo contuvo 22 planos para casas de tamaño moderado y ofreció proveer especificaciones y los materiales. En 1916 salió el primer "kit-casa" ofrecida para la venta realizado por Chamusca Roebuck de SEARS. Este paquete incluyó la casa entera, con las piezas y los planos numerados de las instrucciones de ensamble, la pintura y los clavos.” 123 Dentro de esta arquitectura que podemos llamar arquitectura tradicional americana, y por las razones expuestas líneas arriba, Ensenada cuenta con ejemplos ilustrativos de ella como es la casa en calle Moctezuma

#697

construida alrededor de 1917, la cual con el mínimo de elementos y objetos arquitectónicos intenta lograr un aspecto clásico a través del techo del porche a dos aguas, perpendicular a la calle, formando un frontón con pendiente muy inclinada, el cual tuvo una función de eje de organización y distribución dentro del diseño de la construcción, la ventila al centro, es un elemento funcional para aerear el techo, en esta casa se hace patente que con pocos elementos ornamentales, con un solo material de construcción, la madera, con un diseño práctico y restringido se realizaron casas que pudieron ser adquiridas por su bajo costo y fácil ejecución por mayor cantidad de gente. Entre 1890 a 1910 fue muy popular un tipo de vivienda como el que se encuentra en avenida Ryerson #391 considerada como arquitectura americana vernácula californiana, en ella se resalta su organicidad en el sentido de que a la parte central de la casa, que en este caso específico es su pasillo, se le van añadiendo y sumando de manera independiente otros espacios; esta casa fue 123

Chamusca Roebuck Bungalow. Las Artes y la sociedad de las artes 1908-1940.

132


realizada con la tecnología constructiva tradicional, pero contó con avances tecnológicos y prácticos de la época como baño, cocina e iluminación eléctrica. Siguiendo en la misma tecnología constructiva, Ensenada cuenta con otra tipología arquitectónica, la denominada “victoriana” y que toma el nombre del periodo de la reina Victoria de Inglaterra (1819-1901), de ésta, existen algunos ejemplos dentro de la rama de arquitectura doméstica como la casa en la Calle 10 # 225, esta casa, de uno y medio niveles clasificada como de techo central a dos aguas, es una tipología muy antigua que proviene probablemente de la época medieval inglesa, se construía antes de 1870, aunque no se sabe cuando empezó a utilizar materiales industrializados y se deriva de las casas de inspiración romántica del siglo XIX aspirando a expresar

lo pintoresco, la

moldura del alero, con rosetones pequeños y calados en la madera son de inspiración claramente gótica, la puerta de acceso con cristal ovalado es típica del periodo de 1911 a 1920. Otro ejemplo dentro de este estilo “victoriano” sería la casa en calle Obregón #245, donde su ornamentación solo radica en el remate que recorre toda la casa: por un lado una moldura que imita un fleco con ondulaciones y calados mientras que en la parte de la casa que sobresale, resalta la moldura del frontón con diseños abstractos y las ménsulas labradas. Algunas

casas en Ensenada contienen

además en sus porches los

postes característicos de la época; encontramos aquellos esbeltos y torneados como los de la casa en avenida Gastelum # 957 o los aparentemente masivos como los que identifican la casa en la calle Obregón # 823, que dicho sea de paso, su diseño escapa a los patrones utilizados en aquella época y por lo cual su tamaño y costo justificaron la intervención de un diseñador profesional; o el pequeñísimo porche de la casa en la avenida Ruiz # 1687.

133


Especial atención merece reconocer que dentro de las ventas por catalogo, el modelos más vendido era el tipo bungalow y dentro de estos hubo gran variedad de tipos y estilos como el Tudor, el español, el colonial, misión e inglés entre otros. Las casas tipo bungalow, cuyos orígenes y arquitectura las convierten en creaciones exclusivamente norteamericanas, específicamente californianas, y cuyos inicios constructivos se remontan a la década de los mil ochocientos ochenta, fueron la propuesta constructiva que respondía al clima moderado californiano, a un modo de vida informal, relajado y con un concepto de construcción para las masas, de bajo costo y pequeño en tamaño. Es uno de los tipos de casas tradicionales americanas más exitosas y su uso se extendió en Ensenada durante el primer cuarto del siglo XX.

Pero vale la pena detenerse un momento a revisar que es un bungalow y su historia. La palabra bungalow se remonta a India, donde fue usada por los británicos en el siglo diecinueve para designar una casa que tenía un piso alto y un porche grande. En California el término fue utilizado para casas con poca ornamentación, de un solo piso, y realizadas a una escala mucho menor.

Esta tipología arquitectónica contenía elementos del movimiento de las Artes y Oficios 124, del estilo americano stick 125, con algunas influencias japonesas y en la medida de lo posible realizado con materiales de la región. Otras características fueron la utilización de guijarros, de formas redondeadas en las cimentaciones y en las chimeneas; las paredes con marcos muchas veces realzados en color marrón, y las cubiertas con las vigas expuestas en los aleros de la casa. 124 El movimiento de Artes y Oficios fue una corriente de arquitectura y diseño iniciada en la década de 1860 que se manifestaba en contra de la producción industrial en serie y prevaleció en los países de habla inglesa. 125 Angular y austero, el estilo no podía competir con el estilo de lujo de la reina Ana. Hoy, sigue habiendo relativamente pocos hogares del estilo stick (del palillo) intacto. En los edificios del estilo stick sus características más importantes están en las superficies

134


En 1909 en su libro “the Craftsman Homes” Gustav Stickley 126 declaró que un bungalow era “una casa reducida a su forma más simple” y que además “siempre armoniza con su entorno por contener amplias, bajas proporciones y su carencia absoluta de ornamentación, y además provoca una afectación mínima al entorno y pareciera que cantara a su ritmo”. Los planos de Stickley fueron utilizados por la clase media y se modificaban para satisfacer el gusto y requerimientos de los propietarios y constructores.

La clase adinerada utilizo los diseños y el trabajo de los Hermanos Charles S. y Henry M Greene 127 y es a través de sus construcciones donde el bungalow alcanzó su trascendencia

específicamente en el realizado en

Pasadera California, en su famoso bungalow denominado de “Gamble House” diseñada en 1908 como una casa de verano para David y Mary Gamble de Cincinnati, Ohio. de la compañía “Procter and Gamble”, actualmente este bungalow es un recinto histórico nacional, pasó a ser propiedad de la ciudad de Pasadena y es operado por la Universidad del Sur de California 128.

Otro ejemplo es el catálogo de Henry L. Wilson

de Los Ángeles

California, entre otros que existieron en California, en su primera publicación ofrecía 75 diseños de casas y en una segunda publicación llego a ofertar 127 diseños. Todas

las

compañías

y

constructores

independientes

ofrecieron

bungalows en un surtido extenso de tamaños, de estilos y de gamas de precio. de la pared. En vez de ornamentación tridimensional, el énfasis está en patrones y líneas. Estos detalles decorativos sutiles se pierden rápidamente cuando los dueños de una casa de pensamiento modernos remodelan. 126 Gustav Stickley (1858-1942) popularizó los artes y hace el “estilo” de la arquitectura durante las primeras dos décadas del siglo XX, que es el estilo conocido hoy genéricamente como "artesano” en inglés “Craftsman” 127 Charles Sumner Greene (1868-1957) y Henry Mather Greene (1870-1954) era hermanos nacidos en Brighton, Ohio, ahora parte de Cincinnati. Desarrollaron un amor por la naturaleza que siempre sería reflejado en su arte. En 1893 se trasladan a California pero pasan por Chicago y observaron una exposición con ejemplos de arquitectura japonesa y su admiración por ella se convirtió en una fuerte influencia en sus diseños. 128

University of Southern California School of Architecture. City of Pasadena.

135


Se sabe que entre 1900 y la segunda guerra mundial se vendieron casi medio millón de estos kits. Pero la gente de más escasos recursos construyó en su mayoría con los kits de las compañías Aladdin y Chamusca, pero Chamusca era probablemente la compañía líder en ventas totales, ya que se sabe que en este mismo periodo tan solo SEARS vendió alrededor de 100.000 hogares. De tal suerte que lo fundamental del acervo arquitectónico Ensenadense de las últimas décadas del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, se cataloga

como vernáculo americano por sus fundamentos esencialmente

angloamericanos y populares en cuanto a construcción industrializada, organización espacial, tipología y raíces culturales. Y aquí vale la pena anotar que esta tecnología constructiva a base de marcos de madera ha persistido hasta el día de hoy, aunque con algunas variantes. Ejemplo de bungalow es la casa en la avenida Ruíz # 999, armada en Ensenada en 1917 y proveniente de San Francisco. Conocida en su tiempo como el “chalet de la loma”, rodeado de jardines, techo de dos aguas cruzados, porche amplio, profundo y sombreado, sostenido por dos gruesas columnas que se adelgazan hacia arriba, los aleros fueron alargados para provocar una sensación de protección a toda la casa. Todos los elementos de carpintería como son los marcos de puertas y ventanas, lisos y rectos van asociados a la tipología arquitectónica del bungalow. La composición de la casa es simétrica con un eje al centro. En conclusión, dentro de la arquitectura anglosajona de este periodo construida en madera se sabe que:

tomó prestadas formas arquitectónicas de

siglos anteriores; que propuso nuevas formas de organización espacial; de construcción industrializada; y se expandió y trasladó a todo el mundo por tener como característica fundamental la ligereza y movilidad de sus construcciones.

136


Se mencionó líneas arriba sobre los tres actores fundamentales que conformaron el surgimiento de Ensenada en el aspecto arquitectónico, hasta aquí, se ha revisado el primero, la época de las Compañías Americana e Inglesa, que nos dejaron la arquitectura construida en madera, el segundo actor, fue el Gobierno y el tercer actor, la ciudadanía ensenadense, ellos dejarán la arquitectura realizada en adobe, denominada como arquitectura vernácula popular, y que representó indudablemente los valores de una tradición mexicana religiosa o civil, anclada al pasado, a la historia de México, a la seguridad de la tradición, y un reconocimiento a los recursos, limitaciones y posibilidades locales, con el arraigamiento a la tierra. El adobe, la tierra hecha muro, el material ideal para la construcción y la autoconstrucción, el que contiene una alta capacidad de aislamiento térmico, el que es dulce en su trato, fácil de corregir en sus errores constructivos, el que provoca sombras especiales por la textura de su acabado, el que nos da la organicidad de las esquinas redondeadas, con líneas gentiles y gráciles; El material que nos ofrece la promesa de minimizar la utilización de productos forestales y químicos; éste es el material con su respectiva tecnología que utilizaron los pobladores y el gobierno mexicano en los finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Manifestaciones de esta arquitectura en adobe por parte del gobierno son: El Cuartel de la Compañía Fija, que expresó dentro de la dictadura Porfirista, la permanencia y solidez de las instituciones que ya estaba afianzada en 1886. Es el edificio más antiguo de la ciudad y actualmente se ha convertido en Museo Histórico Regional del INAH129, situado en la calle Gastélum y con un inicio de construcción en 1886, contiene un patio cerrado en sus cuatro lados, solución típica de la arquitectura mexicana hasta esas fechas; su agreste y defensiva fachada hacia la calle, con un par de torreones a la entrada, almenas 129

INAH. Instituto Nacional de Antropología e Historia.

137


y troneras a todo lo largo con simetría rigurosa, contrasta con un corredor porticado y ligero en el segundo nivel y abierto al patio interior. Se cuenta también con el viejo Fuerte

que alojó el

5º Batallón de

Infantería y que fue construido para la incursión Magonista de 1911, de éste han sobrevivido sus cimientos ciclópeos que delatan su perfil circular de 26 metros de diámetro y sus dos torreones en el acceso. La tierra de sus muros de 80 centímetros de espesor, sucumbió ante la construcción en su interior del tanque circular de almacenamiento de agua llamado “el quequi”, en 1950. Otro ejemplo de arquitectura en adobe se levantó en la esquina de las calles Sexta y Miramar 130, albergó diversos batallones del ejército federal. Su sana restauración lo ha desnudado de emplastes y muestra las características táctiles de sus muros. A manera de contrapunto, existió el edificio de ventas de bienes raíces de la empresa Hanbury & Garvey, conocido popularmente como “El Nopal” con un acabado exterior de ladrillo, y terminado de construir en el año de 1887. La arquitectura vernácula de adobe se utilizó hasta muy entrada la década de los cuarenta. Un ejemplo de ésta dentro de la ciudadanía ensenadense de aquella época en el ramo habitacional, existe en la casa de la calle Ruiz #1247, construida a finales de los años treinta. Los muros en su parte interna están recubiertos de entramados de madera con estuco como acabado final. Su fachada está realizada en aplanado rústico, utiliza el ladrillo en los remates de sus muros, la piedra de canto rodado en detalles de su singular porche y la teja cubriéndolo, ventanas de madera

y una chimenea

que

sobresale del paño de muro general.

130

Actualmente oficinas y bodegas de la empresa vinícola Santo Tomás.

138


La arquitectura ensenadense de los últimos años del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX representa el producto de dos culturas: la anglosajona y la mexicana, con el predominio de la primera, la cual con sus conceptos marcó, arquitectónicamente hablando, a sus habitantes en este periodo, e incluso más adelante; mientras tanto, la cultura mexicana, dejó su huella en la arquitectura volcada hacia la tradición, a la imagen de autoridad, de estabilidad e inmovilidad a través del uso del adobe y de sus conceptos de diseño. Pero no debemos olvidar que entre estos inmuebles ha existido un dialogo, mismo que hoy, es parte de nosotros mismos.

Referencias. •

Carpentry and Building. 1904.

J.R. Southworth, El territorio de la Baja California, 1899.

Padilla oAntonio, Trazas urbanas en la región de San Diego, Tijuana y Ensenada en el siglo XIX. Instituto de Investigaciones Históricas,UABC.

Practical Bungalows and Cottages for town and country, 1906.

Claudia M. Calderón Aguilera. Bruno Geffroy Aguilar. Un siglo de arquitectura en Ensenada. Fondo Editorial de Baja California. 2001.

Henry L. Wilson. California bungalows of the twenties. 1920.

Paul Duchscherer. The bungalow America’s Arts & Crafts Home. 1995.

Arquitectura tradicional de tierra en México.Patrimonio cultural en vías de extinción Carlos A, Mercado Limones. ANUARIO DE ESTUDIOS DE ARQUITECTURA Historia, crítica, conservación - 2000

CYDA-UAM

Xochimilco. •

The Reader's Companion to American History

139


Sigfried Giedion, Space, Time and Architecture, Harvard Press 1940.

The Reader's Companion to American History. BALLOON-FRAME HOUSE.

Roberto el Aladdin,Hogares preferidos de América, 1906-1981,Bay City Michigan. Prensa de la Universidad de estado de Wayne Detroit Michigan 1990.

Chamusca Roebuck Bungalow. Las Artes y la sociedad de las artes 19081940.

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LA SIERRA DE SAN FRANCISCO: SUS PINTURAS RUPESTRES Y SU GENTE Por Víctor M. Lozano Montemayor

Agradezco mucho a los miembros de la Asociación Cultural de Liberales de Ensenada la invitación para presentar este trabajo en el marco del XXIII Simposium de Historia Regional y que consiste en la exposición fotográfica y el relato de nuestras experiencias de dos viajes a la sierra de San Francisco, una de las regiones más imponentes e interesantes de

la península de Baja

California porque en ella se encuentran las fascinantes pinturas rupestres que causan admiración y asombro a quienes tenemos el privilegio de conocerlas de cerca y que constituyen un trozo de nuestras raíces peninsulares. El tema principal de este simposium me movió a preparar este pequeño texto sobre las experiencias de viaje, los conocimientos adquiridos y los orígenes de los actuales habitantes de la sierra de San Francisco en el estado de Baja California Sur. La sierra de San Francisco está ubicada al sur del paralelo 28 que separa en dos estados a la península de Baja California, al noreste de la carretera, entre Guerrero Negro y San Ignacio, se eleva a una altura de 1590 metros sobre el nivel del mar, tiene impresionantes cañones muy escarpados que proporcionan sitios adecuados para los palmares que crecen muy altos, en estos cañones los moradores antiguos de esta sierra encontraron refugios rocosos que les brindaron superficies enormes para plasmar su pintura artística. Es difícil llegar a los sitios de murales, sólo se puede llegar a estas áreas caminando o montando en mulas.

141


Es evidente que esta sierra fue, en tiempos remotos, escenario de una intensa actividad cultural basada en la recolección, la caza y la pesca. Los grupos prehistóricos también desarrollaron un extraordinario arte rupestre que aún se aprecia en nuestros días. Por su monumentalidad, estas pinturas se colocan entre el arte rupestre más grande del mundo, y por la herencia cultural que representa, la sierra de San Francisco fue designada, en diciembre de 1993, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y por lo tanto puede ser visitada solamente con guías oficiales y la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.

El primer día de viaje Los dos viajes a la sierra de San Francisco en Baja California Sur se realizaron durante la segunda mitad del mes de marzo en los años 2003 y 2004 y tuvieron una duración de cuatro días. El transporte lo hicimos en un vehículo grande con capacidad para 16 personas. Los grupos, en las dos ocasiones, estuvieron constituidos por poco menos de una decena de personas muy entusiastas, muy alegres y todos unidos por una firme amistad. Los viajeros fueron: Enrique Arce padre (2003 y 2004), Enrique Arce hijo (2003 y 2004), José Ángel Lara (2003 y 2004), Gabriel Lereé Murillo (2003 y 2004), Ignacio Lereé Murillo (2003) Jesús Lereé Camacho (2003), Víctor M. Lozano Montemayor (2003 y 2004), Omar Peralta Lereé (2003 y 2004), Oscar Raymond (2004), Eduardo Ruiz (2003), Enrique Sicardi (2004) y Héctor Zepeda (2003 y 2004). La salida se hizo de Ensenada a las cinco de la mañana y tomando la carretera transpeninsular llegamos, en el año 2003, al rancho Santa Ana propiedad de Rosendo Lereé “Chachacho” y de su hijo Manuel Ángel Lereé Ojeda, parientes de nuestro compañero Omar Peralta Lereé. En 2004 llegamos a San Ignacio, Baja California Sur a las cuatro de la tarde. Ahí llevamos el vehículo al taller mecánico porque estaba fallando el motor,

el mecánico lo

142


arregló y nos paseamos por el pueblo. Este oasis, lugar que maravilla a quien lo ve, es un lugar histórico en el que hicimos la obligada visita a la iglesia de la misión de San Ignacio Kadakaamán que fue fundada en el año de 1728 por el sacerdote jesuita Juan Bautista Luyando 131, es un edificio de adobe muy interesante y muy amplio y en buen estado de conservación que está ubicado frente a la plaza principal del poblado. Luego dimos una vuelta por la laguna de agua dulce para después alojarnos en un muy agradable lugar llamado Casa Lereé de San Ignacio que fue la primera casa de huéspedes en el pueblo a finales del siglo XIX, en esos tiempos era propiedad del señor Plácido Lereé. Esta casa es de adobe pintado de azul y tiene tres habitaciones tipo colonial rústico, lo que en la antigüedad fue un granero, hoy es una biblioteca en donde además de libros hay objetos típicos a la venta y una exhibición de fotografías antiguas de San Ignacio. El jardín, con árboles frutales y de sombra y un arroyo que lo atraviesa sobre el cual hay un pequeño y pintoresco puente, es un bonito lugar para sentarse a conversar. La Casa Lereé es atendida por una cordial norteamericana de San Francisco, California llamada Jane Beard Ames, la cual se hace llamar “Juanita”.

Los Peralta Lereé La Casa Lereé fue propiedad de los ancestros de nuestro amigo y compañero Omar Peralta Lereé de cuya descendencia damos una síntesis histórica: La guía familiar de Pablo Martínez nos informa que el señor Plácido Lereé Deseillah, súbdito francés, de 33 años, hijo de Bautista Lereé y Casilda Deseillah nativos de Francia, el 11 de marzo de 1867 en Mulegé, Baja California Sur se unió en matrimonio civil con María Huppertz de 15 años, hija de Gerardo Huppertz y Francisca Moreno. 131

Michael Mathes, Las Misiones de Baja California 1683 – 1849, gobierno de Baja California Sur, Editorial Aristos. 1977. La Paz

143


Plácido Lereé Deseillah y María Huppertz Moreno tuvieron un hijo llamado Plácido, cuyo nombre aparece en la misma guía, él era comerciante de Mulegé y se casó con Ángela Amador de 15 años, hija legítima de Pedro Amador y Luisa Argil y nativa del mineral de El Triunfo, Baja California Sur, la ceremonia se realizó en el Registro Civil de Ensenada de Todos Santos el 26 de agosto de 1895, fecha en la que el padre y la madre de Plácido Lereé Huppertz ya habían fallecido. Suponemos que Plácido Lereé Deseillah quedó viudo porque no aparecen más hijos con el apellido Huppertz en los registros existentes, sin embargo se volvió a casar porque tuvo, cuando menos, dos hijos más con Matilde Duclós. Carlos Lereé.- Bautizado por el padre Pedro Behr el 3 de mayo de 1886, nació en San Ignacio el 15 de septiembre de 1884, y fue hijo de Plácido Lereé y Matilde Duclós. Francisco Lereé.- Bautizado el 1 de agosto de 1887por el padre Percevault. Nació en San Ignacio febrero del mismo año y era hijo de Plácido Lereé y Matilde Duclós. Francisco Lereé Duclós se casó con Concepción Villavicencio quien nació en San Ignacio en noviembre de 1886 y fue bautizada el 2 de agosto de 1887, era hija de Timoteo Villavicencio y Dolores Romero y fue bautizada por el padre Percevault. Francisco Lereé Duclós y Concepción Villavicencio Romero tuvieron una hija a quien bautizaron como Concepción quien se casó con

don Hesiquio

Peralta Aguiar, quien fue hijo de José Celso Peralta Verdugo y Rosalía Aguiar B. C. S. México.

144


Morton 132, quienes nacieron en 1884 y 1898 respectivamente. Los padres de don José Celso Peralta eran Crisóstomo Peralta y Beatriz Verdugo, los padres de doña Rosalía Aguiar Morton eran Hesiquio Aguiar, hijo de Francisco Aguiar y de Ángela Romero, y Josefa Morton 133. Pues de esos respetables bajacalifornianos apellidados Peralta, Aguiar, Lereé y Villavicencio nacieron don Hesiquio Peralta Aguiar y doña Concepción Lereé Villavicencio y ellos son los padres de nuestro muy estimado colega cirujano dentista y compañero de viaje: Omar Peralta Lereé.

El segundo día de viaje Continuando con nuestro relato, al día siguiente nos levantamos muy temprano, desayunamos en San Ignacio y tomamos el camino de terracería que nos llevó a la comunidad llamada rancho San Francisco de La Sierra en donde hicimos

lo concerniente al trámite

y pago de los permisos para visitar las

pinturas rupestres. Esta comunidad se creó con la llegada de varias familias provenientes de otros ranchos de la sierra, en la década de los setenta del pasado siglo XX, vivían ahí 16 familias, actualmente el rancho tiene un poco más de gente y cuentan con varias casas, una escuela y una rudimentaria pista de aterrizaje 134. El encargado de tramitar los permisos es el señor Enrique Arce Villavicencio, hijo de Hipólito Arce Patrón y homónimo de dos de nuestros compañeros de viaje que son padre e hijo y que están emparentados con los Arce de San Ignacio. Los habitantes de este rancho se dedican, a la cría de ganado caprino y a elaborar quesos, dulces de leche y carne seca además se ocupan del curtido de las pieles con las que hacen polainas, cueras, ramalitos, (son fuetes en Concepción Lereé de Peralta. Comunicación personal. Abril de 2004. Ensenada, B. C. Pablo L. Martínez. Guía Familiar de Baja California 1600 – 1900. Editorial Baja California México 1965, pp. 74, 83, 100 y 770. 134 Harry W. Crosby. The cava painting of Baja California. Sunbelt Publications. San Diego, California. USA. 1997. p. 57. 132 133

145


miniatura que los venden como recuerdos de viaje) y las tehuas, que son zapatos que ellos usan cotidianamente. Ahí residen varias familias que llevan el apellido Arce emparentados con los habitantes de otro lugar al cual nos dirigimos cuando terminamos los trámites a las diez de la mañana: al rancho Guadalupe.

Cueva del Ratón Antes de llegar al rancho Guadalupe, prácticamente junto al camino de terracería, como a 10 a 15 metros hacia arriba a donde se sube con relativa facilidad

se

encuentra

un

abrigo

rocoso

con

un

área

pintada

de

aproximadamente doce metros de largo, este lugar se conoce como la Cueva del Ratón. En ella se observan tres grupos de figuras grandes y medianas pintadas en la parte posterior y en el techo, se ven figuras antropomorfas y zoomorfas. Entre las antropomorfas destaca una masculina grande dividida en dos porque está pintada mitad rojo ocre y mitad negra y tiene la cara pintada de negro enmarcada con una línea roja. Las figuras zoomorfas representan liebres (seguramente a quienes la denominaron alguna liebre les pareció un ratón), borregos, venados y en un extremo lo que parece ser un león de montaña o puma. También se ven elementos abstractos. El sitio está muy bien cuidado y protegido y está habilitado con un andador con barandal. Cerca de ahí se encuentran petrograbados muy interesantes. Llegamos a las 10:30 a.m. al rancho Guadalupe, que está situado a unos 50 kilómetros de San Ignacio, ahí se bajó de la camioneta todo el equipaje para acomodarlo en los burros previamente alquilados, las mulas estaban listas para montarse, en total fueron 25 bestias las que se contrataron para la excursión. Los guías que nos atendieron fueron cuatro en el año 2003: Ramón Arce Ojeda, Francisco, Oscar y Ángel Arce Arce. En 2004 los guías fueron cinco: Refugio Arce Ojeda, José de Jesús Arce Zúñiga, Ricardo Ojeda Lereé, Ramón Arce

146


Ojeda y Oscar Arce Arce. En este rancho los corrales para los chivos son de piedra y las pocas casas que hay son también de piedra con techos de palma en donde viven alrededor de 15 familias. Prácticamente todos los habitantes del rancho Guadalupe llevan el apellido Arce.

Los Arce Me permito, hacer un paréntesis en el relato del viaje para exponer una muy breve historia sobre el origen del apellido Arce en la península de Baja California. Remontándonos a la época misional que en esta península de Baja California transcurrió del año 1697 al 1849, recordaremos que los soldados que se establecieron en la península de Baja California llegaron acompañando a los sacerdotes misioneros para protegerlos y apoyarlos en los trabajos de evangelización. Ellos vivían en unos inmuebles que eran construidos junto a las misiones y que se les llamaban presidios. Los primeros soldados que pisaron estas tierras llegaron con el padre jesuita José María de Salvatierra quien inició la etapa misional en 1697 fundando la misión de Loreto ese año. Cuando se secularizaron las misiones en 1767 y todos los religiosos jesuitas salieron de la península, los soldados se quedaron en los edificios misionales en calidad de mayordomos. En 1773 al padre Francisco Palou entregó las misiones de Baja California al sacerdote Vicente Mora y de esta manera la congregación de los dominicos empezó, con muchas carencias, su trabajo evangelizador en la península apoyándose en los soldados de cuera que ya estaban bien establecidos. Los soldados formaron familias

y sus descendientes se sienten muy

orgullosos de sus ancestros porque ellos fueron los auténticos californios. Entre estos últimos californios que se encuentran viviendo en la zona de las pinturas

147


rupestres están los ya famosos descendientes del apellido Arce. El apellido Arce se cree que fue originado por Juan de Arce, soldado inglés, pero criado en México, que llegó a Loreto, B. C. S. formando parte del segundo contingente de tropa en febrero de 1698, el barco en que llegó venía de Sinaloa y tuvieron dos días de tormenta en alta mar, entre sus compañeros estaban el alférez Isidro de Figueroa de Sevilla, Antonio García de Mendoza de La Rioja de la Castilla Vieja, José Murguía y además un vasco, un inglés, un mestizo llamado Francisco de Quiroga y un muchacho indio yaqui llamado Marcos. El padre Salvatierra hizo la narración de una batalla entre soldados y aborígenes sucedida en marzo de 1698 en la cual Arce recibió dos heridas de flecha. Ya no se hallan escritos posteriores en los que aparezca Juan de Arce, pero lo que sí se sabe con certeza en que los Arce bajacalifornianos actuales provienen de dos precursores y fundadores de esas familias: José Gabriel de Arce y Sebastián Constantino de Arce. José Gabriel de Arce nació en 1735 en Sinaloa y murió en 1800 en San Fernando Velicatá. Enlistado en la Escuadra del Sur por Pedro de la Riva en 1749, sirvió como soldado en Santa Gertrudis, B. C. Fue miembro de la primera expedición por tierra a la Alta California en 1769 y regresó a Santa Gertrudis en 1771. El grado de sargento se lo otorgaron en 1780, se retiró en 1785 y fue mayordomo en las misiones de Santo Domingo y El Rosario en lo que hoy es el estado de Baja California. Sebastián Constantino de Arce, hermano del anterior, nació en Sinaloa en 1736 y murió en La Purísima de Cadegomó en 1795. Enlistado en el presidio de Loreto, B. C. S. en 1759. Estuvo en Alta California de 1769 a 1770. Fue asignado a la tropa de guardia de La Frontera bajo el mando de José Velásquez (quien fue su suegro) de 1773 a 1780, luego fue mayordomo de la misión de Mulegé y de La Purísima en Baja California Sur hasta su muerte. Se casó con Francisca Velázquez y sus hijos fueron: Manuel, casado con Susana Aguiar, fue mayordomo en La Purísima en 1800; Juan Bautista Ignacio quien se fue a

148


Comondú y otros de los cuales no se tienen datos, sus nietos fueron; José Bernardo, casado con Juliana Angulo en 1827en San Antonio; Vicente Bienvenido nacido en 1801 en el Rancho San José de Los Arces135. Datos de fechas más recientes los podemos obtener en la Guía Familiar de Baja California 1600 - 1900 de Pablo L. Martínez, en esta obra encontramos muchísimos datos con el apellido Arce, así que sólo mencionaremos a los personajes que pertenecen a las raíces del árbol genealógico: En Loreto, La Purísima, San Ignacio y Comondú, B. C. S., se iniciaron familias enormes que se diseminaron por toda la península y que fueron originadas por varios fundadores: Ignacio Arce casado con María de Jesús Romero en La Purísima a principios del siglo XIX; Ramón Arce y Josefa Peralta casados a mediados del siglo XIX; Santiago Arce y Eduarda García casados en 1837; Isidoro Arce y Lucía Higuera casados en 1849; Ramón Arce y Rosa Mayoral casados a mediados del siglo XIX en La Purísima 136. El Rancho San Gregorio en el que se encuentra una buena cantidad de pinturas rupestres fue fundado por la pareja de casados formada por los primos Josefa Arce Sandoval y Loreto Arce Aguilar quienes tuvieron a Germán que fue el hijo mayor, a Agustín quien estaba ciego porque el sarampión le dejó esa secuela y a Francisco el hijo menor. Los hermanos de Josefa también vivían en el Rancho y se llamaban Salvador y Leandro Arce Sandoval. Loreto Arce Aguilar falleció en 1898 137. Los pobladores actuales de la Sierra de San Francisco mencionaron que en 1991, hace 13 años falleció uno de los fundadores de estos sitios, se llamaba Guillermo Arce Sandoval y nació en 1901, no aseguramos que haya sido hermano de Josefa Arce Sandoval porque los apellidos se repiten mucho y no Harry W. Crosby. Last of the Californios. Copley Book, La Jolla, California USA. 1981. pp. 10, 49, 108, 118, 144 - 172, Pablo L. Martínez, op. cit. 137 Crosby, The Last… op. cit. p 108 135 136

149


fue posible enterarnos más de su genealogía. Entre las

personas que

amablemente nos atendieron estaban los esposos Bonifacio Ojeda Arce y Lidia Arce Villavicencio, también platicamos con el señor Manuel Arce Ojeda casado con la señora Martha Ignacia Arce Altamirano quienes tienen un hijo llamado Francisco Martín quien hace los artículos de piel. Don Manuel es hijo de Guillermo Arce y nieto de Bonifacio Arce, nos recomendó que la próxima vez visitáramos los ranchos de San Gregorio, San Gregorito y La Candelaria. Otro personaje que vive en el rancho Guadalupe es don Bonifacio Arce Ojeda, padre del guía Oscar, también conocimos a los niños Oscar, Martha Anahí, Noelia, Eduardo, Guillermo y Jorge,

todos llevan el apellido Arce y nacieron en el

rancho de Guadalupe.

El trayecto en mula A las 12:15 de la tarde salimos a lomo de mula del rancho Guadalupe bajando por la sierra durante dos horas hasta llegar al rancho Santa Teresa en el que descansamos una media hora. Este rancho fue fundado en 1940 por Fernando Arce Sandoval en el arroyo de San Pablo que en este lugar se llama arroyo Salsipuedes, su esposa pertenecía al linaje Altamirano de San Nicolás que queda como a 7 kilómetros del ahí, en 1962 ellos estaban muy bien enterados de las cuevas pintadas138. Del Rancho Santa Teresa seguimos el trayecto, montados en las mulas, otras dos a tres horas por un muy agreste camino hasta llegar, a las seis de la tarde al lugar en donde instalaríamos el campamento. Durante las horas que duró el recorrido en mula por veredas que solamente las bestias reconocen, tuvimos oportunidad de admirar el paisaje tan espléndido por el que estábamos pasando del cual quedamos maravillados. 138

Crosby, The Cave… pp. 70, 71.

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Al fin llegamos al fondo del cañón por donde circula el arroyo de San Pablo, este arroyo cambia de nombre según la localidad por donde pase: Agua Verde, San Jorge, Santa Teresa y otros nombres; las cañadas también cambian de nombre: El Dátil, San Jorge, La Soledad, San Julio, El Cacarizo, etcétera. Pues el campamento, en el presente año 2004 se estableció en El Cacarizo, se llama así porque enfrente hay un cerro con aspecto abigarrado o cacarizo. El año pasado acampamos en otro lugar del mismo cañón llamado El Granadillo. Luego de bajar las cosas de los burros y desmontar las mulas los soltamos para dejarlos pastar y que bebieran agua mientras nosotros, ayudados por los guías, acomodarnos e instalamos las tiendas de campaña para después encender la fogata. Cenamos y platicamos con los guías acerca de las pinturas que veríamos al día siguiente y al rato nos dispusimos a dormir, para prepararnos para la caminata del siguiente día.

La Cueva Pintada Desayunamos, nos vestimos con ropa cómoda para la caminata a pie y de subida. Uno de los lugares más impresionantes por la diversidad y las dimensiones de las pinturas que exhibe es la Cueva Pintada, está situada en el nicho de un acantilado casi vertical que se encuentra en la parte central del arroyo de San Pablo hacia el lado oriente y a unos sesenta metros de altura sobre el fondo de la cañada desde la que se levanta una gran cantidad de palmeras que le dan un aspecto impresionantemente mágico al sitio. La Cueva Pintada es un abrigo rocoso de más de 150 metros en los que se exhibe una decoración de cientos de figuras antropomorfas y zoomorfas en tonos negros y ocres. Las figuras humanas muy grandes, aunque también las hay medianas

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(tamaño natural), portan en sus cabezas extraños tocados, están de frente, tienen los brazos alzados, las palmas hacia fuera y con los dedos abiertos y a veces con lanzas o flechas, las piernas rectas con los pies hacia fuera y se encuentran en grupos en los que hay muchos animales dibujados de perfil y generalmente con la cabeza erguida y a veces rellenos de tinta roja o negra. En esta cueva hay pinturas de varios venados, quince a veinte conejos o liebres, coyotes, más de una docena de aves, borregos cimarrones, liebres, tortugas y hasta una ballena y muchas de las figuras están sobrepintadas. Algunas figuras humanas son de color rojo y otras de color ocre, las hay pintadas mitad negro y mitad rojo, con tocados en forma de penacho, hay una figura que da la impresión de representar a una mujer embarazada por el abultamiento que presenta la roca y que se aprovechó para la pintura y otra que representa a una mujer porque se aprecian los pechos por debajo de las axilas. Harry W. Crosby,

investigador de los lugares y de la historia de la

península de Baja California nos relata que en 1962 cinco norteamericanos con Erle Stanley Gardner como líder del grupo, viajaron en helicóptero a esta península, volaron por la sierra de San Francisco y al introducirse en el cañón de San Pablo vieron la Cueva Pintada, aterrizaron, subieron al resguardo rocoso, tomaron fotografías y se fueron a su país. Al poco tiempo regresaron al sitio con el doctor Meighan quien hizo una excursión e investigación más completa. Los resultados de la investigación y muchas fotografías de tres cuevas se publicaron en la revista Life. Las tres cuevas las llamaron: cueva de Gardner, en honor al “descubridor”, ahora lleva el nombre de Cueva Pintada, Cueva de las Flechas que aún conserva su nombre y Cueva del Pájaro Negro que hoy se llama Cueva de la Soledad 139.

Debido a la publicación en la revista tan importante, las

pinturas rupestres se conocieron en muchas partes del mundo y se empezaron a visitar para conocerlas y hacer reportajes más profundos.

139

Crosby, Cave… op, cit. pp. 71, 72

152


Mucho antes de la publicación de Gardner y de Meighan, ya había conocimiento de las pinturas porque los misioneros llegados a la península a finales del siglo XVII reportaron que los indígenas cochimíes se pintaban los cuerpos igual que las figuras humanas de los murales y que las cuevas pintadas eran sagradas para ellos y trataban de ocultarlas a los misioneros140. Después, en 1840, el señor Buenaventura Arce, adquirió el rancho Santa Martha que estaba dentro de los límites del rancho San Francisco de la Sierra y don Buenaventura, Severiano Arce, padre de Tacho Arce, y su padre Cesáreo Arce fueron de los primeros novo hispanos que redescubrieron las cuevas pintadas en 1890 141. Los conocedores dicen que los tocados en las figuras humanas indican jerarquía y que se trata de representaciones de chamanes y que los materiales utilizados para pintar fueron: tintes vegetales, óxido de hiero (amatita), calcita y carbón, mezclados azufre volcánico con savia de cactáceas o clara de huevo. Andando por esos lugares nos dimos cuenta que la topografía de la cordillera es muy variada y proporciona un refugio para muchas especies biológicas entre las que se encuentran: el cardón (Pachycereus pringue), la biznaga (Ferocactus digueti), cholla (Opuntia santelipensi), cirio (Fouquieria columnaris), palma de Guadalupe (Brahea brandegeei), datilillo, malva rosa, higuera silvestre, junco, santa Lucía, palo blanco, palo Adán, huatamote, pitahaya, palo verde, sauce, torote, nopales y otras cactáceas. Además hay plantas que utilizan los habitantes de esos lugares como medicinales: romerillo para alejar las pulgas, lamboy para ayudar a la cicatrización, hierba de la fístula para curar úlceras, tabardillo para los males de los riñones, caca de viejo para otros males, hierba del indio para arrojar los parásitos, pasto de borrego para preparar te para el dolor de estómago, lechuguilla para la diabetes, etcétera 142.

Elanie Moore. Cuevas pintadas de Baja California Sur. Memoria 1994 del Seminario de Historia de Baja California, A. C. Ensenada, B. C. México. pp. 25, 26. 141 Crosby. The Last… op. cit. pp. 70, 71. 140

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La Cueva de las Flechas Justo enfrente de la Cueva Pintada y a la misma altura del otro lado del cañón se encuentra una caverna de aproximadamente veinte metros de ancho, nueve metros de profundidad y un metro de alto, se trata de la Cueva de las Flechas, en ella hay pinturas de varias figuras antropomorfas que se encuentran atravesadas con flechas o lanzas negras, algunos con tocados en las cabezas, lo que según los estudiosos significa que se trataba de representaciones de chamanes, también hay figuras pequeñas que representan conejos o liebres, venados y un ave con las alas extendidas que está pintada sobre dos venados sobrepintados, los colores usados son el rojo y el negro.

La Cueva de la Soledad Recorriendo el cause del arroyo se ve hacia el lado norte de la Cañada de la Soledad en la parte superior un abrigo rocoso de nueve metros de alto por veinticinco metros de largo, ahí se encuentra la Cueva de la Soledad. Trepamos la ladera y vimos un área pintada con una serie de aproximadamente una docena de figuras humanas en la parte superior y abajo se ven un venado, un conejo o liebre y dos aves una rojo y una negro. Llama también la atención una pintura de unos cuadrados en color ocre y negro intercalados como un tablero de ajedrez. Este sitio se encuentra protegido con barandales.

La Cueva de la Boca de San Julio Un kilómetro y medio hacia abajo de la Cañada de la Soledad, caminando por el mismo arroyo de San Pablo llegamos a la Cañada del Cacarizo, lugar 142

Ramón Arce Ojeda y Oscar Arce Arce, comunicación personal. Sierra de San Francisco, B. C. S. Marzo de 2004

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donde acampamos este año 2004 y ascendiendo la cuesta llegamos por el norte al Rancho San Pedro, se sigue caminando hacia el sureste y ahí se encuentra otra cañada llamada Boca de San Julio, se llama así porque esa parte del cerro remata en un cono volcánico. Seguimos subiendo y a la derecha se encuentra un abrigo rocoso con una explanada de regular tamaño de roca más clara que el resto. Ahí nos encontramos con uno de los más hermosos sitios de pintura rupestre de la Sierra de San Francisco, la Cueva de la Boca de San Julio, es relativamente de fácil acceso, el resguardo mide 22 metros de largo y de tres a tres y medio de altura, la superficie pintada es pequeña de unos quince metros y tiene imágenes muy nítidas de venados grandes y pequeños, algunos venados sobrepintados más difusos, varias aves con plumaje muy elaborado, una de las aves tiene las alas muy extendidas, también hay una figura de un hombre flechado. Alrededor y abajo de estas imágenes hay un gran número de pinturas pequeñas de conejos, aves y otras difusas. En el cielo del resguardo se ven vestigios de dos figuras humanas largas coloreadas en mitades negro y rojo que parecen ser una masculina y otra femenina, tienen los brazos hacia arriba y están muy decoloradas por las inclemencias del tiempo.

La Cueva de los Músicos Abajo del resguardo de San Julio caminando unos metros por la roca, hay una pequeña oquedad llamada Cueva de los Músicos, es un grupo de imágenes antropomorfas predominantemente en color rojo dibujadas y aparentemente esparcidas al azar sobre unas líneas blancas horizontales atravesadas por otras verticales que asemejan un pentagrama musical que produce un efecto muy peculiar: las figuras parecen ser notas que

están

danzando sobre dos pentagramas.

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La Cueva del Venado Más o menos cerca de ahí nos topamos con un resguardo rocoso pequeño en donde se encuentra la Cueva del Venado en la que se aprecia solamente una pintura representando a un venado de color rojo ocre más o menos de unos 80 centímetros de largo.

El último día de campamento Luego

de

haber

visitado

estos

mágicos

e

interesantes

sitios,

descansamos en un lugar llamado Poza Honda que afortunadamente tenía agua fresca y sabrosa para tomar y llenar las cantimploras, así como para refrescarse la cara y los pies para seguir el camino rumbo al campamento. Ahí nos platicaron los guías que el turismo más frecuente es el extranjero, que casi no hay nacionales que vayan a visitar las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco. Estas personas que se dedican a

guiar a los turistas son muy

dedicados y cuidan con mucho esmero los sitios de los cuales se sienten muy orgullosos porque saben apreciar lo que tienen. El último día de estancia, después de desayunar,

levantar el

campamento y subir el equipaje a los burros, volvimos a montar las mulas para iniciar la subida hacia el Rancho Guadalupe a donde llegamos a las dos de la tarde. Anteriormente habíamos hecho trato con la familia Arce y cuando llegamos ya nos tenían preparados dos chivitos guisados para comer con sus tortillas de harina. Luego se subió el equipaje a la camioneta y emprendimos el camino de regreso. Llegamos a Guerrero Negro a pernoctar en un hotel.

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El futuro de las pinturas En los primeros años de la década de 1980, el INAH inició las temporadas de registros intensivos de sitios con pinturas rupestres en la sierra. Al comenzar 1990 aún se sabía muy poco. Ahora ya hay resultados, se logró dar con la fecha de los pigmentos de uno de los sitios, la Cueva del Ratón, que es de aproximadamente hace 5000 años. Se ha avanzado mucho en el estudio de las pinturas rupestres de estas zonas, la doctora María de la Luz Gutiérrez publicó un trabajo en el cual da a conocer los más recientes avances en esta materia. Ella concluye que la importancia e intensidad de la elaboración de imágenes en la península para la representación de los muertos y los ancestros es la clave para la comprensión del significado y el papel de los grandes murales dentro del contexto histórico específico de la ideología y la religión peninsular 143.

El regreso a Ensenada Guerrero Negro es un lugar interesantísimo debido a que ahí se encuentra la salina y la exportadora de sal, empresa que tuvimos la oportunidad de visitar guiados por un experto. Terminando nuestra visita a la salina seguimos el viaje hasta llegar a Ensenada muy satisfechos de nuestro viaje y planeando el próximo para el año que entra.

143 María de la Luz Gutiérrez., Recientes avances en el estudio de las pinturas rupestres de Baja California Sur, Memoria 1999, Seminario de Historia de Baja California, A. C. Ensenada B. C. México, 1999. p. 11.

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RAÍCES PENINSULARES DE LAS FAMILIAS VALDEZ TORRES Y DOMÍNGUEZ VALDEZ Por Clemente Zavala Domínguez

Hay hombres que dejan huellas imborrables a su paso por haber sido protagonistas de acciones importantes y trascendentes para una comunidad, para un pueblo, para una nación. Estos hombres son los favoritos de los investigadores históricos, de los escritores que novelan sus vidas y nada se escatima en el ingenio literario para honrar su memoria y valorar debidamente las obras o las acciones magnas que desarrollaron y que agigantan aun más con la elocuencia literaria haciendo resaltar los detalles a veces sublimes de la historia por la lucidez de esos relatores; y debe hacerse así cuando es recomendable aprovechar experiencias excepcionales de algunos hombres relevantes, porque es altamente positivo para los pueblos hacer señalar la vida y obra de los hombres que influyeron grandemente al

avance libertador y

civilizador de las comunidades o de las naciones; pero no menos importante para la vida de un pueblo, lo es el pueblo mismo y las familias que lo constituyen y que proporcionan la base fundamental para la existencia y desarrollo de ese pueblo, pues las familias les dan con sus vidas y expansión poblacional, la fuerza de grupo, de comunidad, de trabajo, el apego y amor a la patria chica y a la magna patria. Las familias propician la agricultura, la ganadería, la pesca, la minería, establecen o abren nuevas rutas al comercio, construyen vivienda, motivan la educación, la salud, el arte y la cultura en general, establecen formas de gobierno y seleccionan a sus gobernantes llegando a ejercer ellas mismas funciones de gobierno, o de ministerios o de sacerdocios, si de organizaciones religiosas se trata. Son las familias, en sus redes poblacionales, las que determinan la estructura socioeconómica y política de los pueblos. Las familias van formando grupos que van constituyendo núcleos sociales, centros de

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población donde se encuentran hombres y mujeres de toda naturaleza, en donde no se puede decir con certeza, en un momento determinado, si los hombres y las mujeres regulan su conducta según sus tendencias naturales o no, debido a su expansión y relación, ya que su naturaleza, la naturaleza de los integrantes de las familias, se encuentra completamente rehecha y transformada por la vida social que constituyen, por la interrelación de personas entre sí, de personas y grupos, y de grupos y sociedad. Esa es la función de las familias como células sociales, ser integradoras de la sociedad e ir con sus integrantes ocupando los cargos o relacionando las funciones que la misma sociedad determina para su existencia y desarrollo. Las familias que vinieron del sur de nuestra península contribuyeron en mucho a la formación y desarrollo del Distrito Norte, del Territorio Norte después, y posteriormente del Estado de norte de la Baja California. En homenaje a todas esas familias haré referencia, a grandes rasgos, a dos de ellas, la Familia Valdés Torres y la Familia Domínguez Valdés, porque están en esa red poblacional que se extiende a lo largo y ancho de nuestra península; para ello, naveguemos antes un poco con las alas de la imaginación y de la interrogación, trasladándonos por un instante más allá de nuestra península y preguntándonos: ¿Qué impulsa a un hombre a buscar nuevos horizontes, a dejar su familia y su nación, sus costumbres y tradiciones para irse a otro país? ¿El afán de aventura? ¿Seguir sueños o anhelos de realización en lugares donde pudiesen existir más probabilidades de cristalizar las vocaciones? ¿la necesidad? ¿O simple y sencillamente conocer otros sitios para después regresar y recrearse en el recuerdo y la experiencia? Pueden ser tantos los motivos por los cuales un hombre o una mujer abandonan lo conocido, su tierra o su nación, su familia, sus costumbres y sus amigos, para irse a recorrer caminos inciertos, lugares desconocidos y quizá hasta vivir sacrificios insospechados.

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Sólo el minero Casiano Valdés sabía porqué dejaba su lugar de origen, sus tierras asturianas, porqué tomaba sus maletas y salía de Casas Blancas, España, para partir a México. Quizá le atraían las narraciones de fortunas realizadas en nueva España por no pocos españoles que habían encontrado vetas de oro y plata y se habían hecho inmensamente ricos; quizá alguien de la familia o algún conocido lo invitó a ver nuevos horizontes, a conocer otros lugares en una nación que tenía poco tiempo de nacer independiente de España, o quizá el simple anhelo de recorrer mundo y tener la maravillosa experiencia de vivir otros horizontes. Tal vez venía ya con referencias y recomendaciones para ir a ciertos lugares donde se desempeñaría como minero. Eso sólo Casiano Valdés lo supo. Es probable que Casiano Valdés haya llega a México en los últimos años de la década de los 50, del siglo XIX, en plena época del proyecto liberal y de la promulgación de la constitución de 1857. En aquel entonces el principal puerto de entrada a México de los barcos europeos era Veracruz, de manera que es probable que hubiese llegado por ese puerto y de ahí se hubiese trasladado posteriormente a Sonora o quizá a Baja California Sur. Nadie de los que habríamos de ser después sus descendientes, de la segunda, tercera y cuarta generación sabemos a qué lugar de Sonora llegó Casiano, ni cuantos años después de su llegada ni en que lugar de ese caluroso y árido Estado conoció a una mujer de raza yaqui, alta, esbelta, morena, de ojos y cabellos negros, de porte altivo, que conservó hasta sus años maduros, y de nombre Francisca Torres, quien tuvo prolongada vida, pues murió a los l15 años de edad. Algunos tíos llegaron a comentar que pudo haber sido en el mineral de Álamos, Sonora, en donde se conocieron. La “química del amor” no distingue raza, color, tamaño, ni condición económica o clase social, y aquél hombre originario de España, blanco, más alto que de mediana estatura, de ojos claros y cabello castaño, matizando rubio, se enamoró de aquella mujer nativa de Sonora, con costumbres y tradiciones

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distintas a las de él y a las de otros grupos étnicos y mestizos de esta nación, y ella también se enamoró de Casiano y se casaron, a pesar de que el blanco y el mestizo no querían al yaqui, ni el yaqui los quería a ellos, y menos en ese Estado, en donde los Yaquis presentaban resistencia a la colonización de sus tierras, y el blanco y el mestizo, la amenaza de quitárselas. Al parecer Casiano Valdés estaba por encima de esos odios raciales, no tenía mucho tiempo en México y particularmente en Sonora, le gustó la mujer y se enamoró de ella y no le importó lo moreno y lo yaqui de Francisca Torres, ni a Francisca Torres le intimidaba la barrera racial; valiente como toda yaqui y siendo mujer enamorado acepta el compromiso, pues se sintió capaz de soportar y superar, por la fuerza del amor, todo rumor y señalamiento racial. Una vez más se presentaba el cuadro del origen de la mexicanidad, la unión de español con mujer nativa de una región mexicana. Quizá las circunstancias en Sonora no fueron favorables para los Valdés Torres, y deciden salir de ese Estado, o tal vez Casiano tenía parientes en el sur de la Península de Baja California, por lo que decidieron irse a ese lugar para reunirse con ellos, pues en la guía familiar de Baja California de Pablo L. Martínez, aparecen familias Valdés bautizando hijos en 1769, en la Purísima, en l867, en 1872 y años posteriores, en San Antonio. Los Valdés, descendientes de Casiano creen que esa es rama de otro tronco. Casiano pues se traslada al Sur de la Baja California y suponen algunos de sus descendientes que radica en El Triunfo, en donde nacen varios de sus hijos, estableciendo después residencia en La Paz, por un tiempo. Allá en tierras del sur de la península, se planta un nuevo árbol genealógico que echa fecundas raíces; el árbol empieza a crecer y extender sus ramas, naciendo en esos tranquilos y cálidos poblados y puertos del sur de la Península, de esmeraldino y bermejo mar, sus hijos Abraham, Alejandro, Casiano, Jesús, Melesio, Ramón, Teófila, Viviana, y María Valdez Torres, ramas que a su vez dan origen a otras para formar un árbol familiar muy frondoso.

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Transcurren los años, y los hijos, igual que sus padres, buscan otros horizontes, pero éstos dentro del mismo brazo peninsular. La ruta principal para la aventura de los hijos es el norte, y los anima el mismo interés del padre, la búsqueda de minerales, principalmente de oro. Y se les ve recorriendo los áridos lugares de Santa Rosalía, El Arco, Calmalli, Santa Inés, Bahía de los Ángeles, Santa Rosalía, buscando y descubriendo minerales; a los hijos, sobrinos y nietos de sus hermanos se les quedó muy grabadas las aventuras de sus padres, particularmente del tío Abraham,

y cuando el tío

abuelo visitaba sus hogares en Ensenada, era el nombre de la mina de oro El Desengaño, lo que quedó en su memoria y el recuerdo del hombre blanco, alto y delgado, de manos toscas, cabello castaño claro, mostrando algunas pepitas de oro y algunos cuarzos con ese mineral, lo que igualmente se les hizo inolvidable. En pláticas con el Profr. Jorge Olguín Hermida, cuando fue Presidente Municipal, al enterarse de mi relación familiar con Abraham Valdés, me comentó haberlo conocido en su época de Inspector Escolar, cuando hacía sus recorridos hasta El Arco, para llevar a cabo sus inspecciones en las escuelas rurales, narrándome que en uno de esos recorridos, en una cena con lugareños de Calmalli surgió el nombre de Abraham Valdez, y uno de ellos le comentó: ___Profesor, ese hombre huele el oro. Las vetas pequeñas él las explota. Las vetas grandes las ha vendido. __ ¡Hombre, esto de oler el oro no puede ser! __ Dijo haberles comentado. ___Así como se lo digo, ese hombre huele el oro, profesor. ___Por aquí anda y quedó de venir a cenar con nosotros esta noche, ___ Si no nos cree, haga usted la prueba y verá que es cierto lo que le decimos, mire, aquí tiene esta pepita de oro que me regalo Abraham, ocúltela aquí en el cuarto donde usted quiera. ___ ¡Caray, eso no es posible, no se puede oler el oro! __dijo haberles contestado. ___Pero, expresó, les seguí el juego y coloqué la pepita detrás de

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un bote que estaba en una alacena improvisada en ese cuarto. Estábamos platicando y como a la hora llegó Abraham Valdés, me lo presentaron y después de los saludos de rigor le dije que había escuchado mucho de él, de su conocimiento del lugar y su habilidad para orientarse sin ninguna brújula por esos valles y montes a donde podía internarse

por días y semanas.

___Abraham. ___le dijo uno de los hombres___Le hemos dicho al Profesor Jorge Olguín que tú hueles el oro, y no lo ha creído, y él ha escondido la pepita de oro que tú me regalaste para ver si es cierto que la puedes encontrar como se lo hemos dicho. ___No se crea Profesor ___dijo Abraham___ eso de oler el oro lo inventaron estos hombres que les gusta bromear. ___¿Escondió la pepita aquí adentro profesor? ___Si oiga, sí, aquí está escondida, yo sólo les seguí la corriente a estos hombres, pero no les haga usted caso. Abraham se paró –expresó el profesor Olguín- y nos miró a uno por uno, con una mirada seria y analítica. No se si pensó que estábamos bromeando o queríamos reírnos a sus costillas. De repente cerró los ojos unos segundos. Todos guardamos silencio, sentimos la fuerza de la concentración de aquel hombre, luego con paso tranquilo y pausado recorrió el pequeño cuarto. Se paró frente a la alacena, quitó el bote y tomó la pepita. ___¡Caramba, caray, es cierto! ¡Cómo es posible! ¡Caray, oiga, de verdad huele usted el oro! ¿Cómo le hizo oiga, cómo le hizo? ___¡Cómo cree profesor! ___ contestó Abraham, al mismo tiempo que ponía en una de mis manos la pepita ___ es pura intuición y coincidencia, maestro. Pude haberme equivocado pero acerté. ___Caray, el hombre tenía una expresión modesta cuando me decía esto. Hay muchas anécdotas de 163


Abraham y de sus recorridos por esos lugares áridos, siguió comentando el maestro Olguín Hermida, Abraham, dijo, se casó con una mujer de nombre Dolores, y parece ser que en segundas nupcias, y tuvo10 hijos, algunos comentan que tuvo más en otros lados, pues como buen buscador de oro, y no hay oro más preciado que la mujer, pues el hombre parece ser que encontró varias minas y todas ricas en “placeres”. Desde luego _dijo_ estos eran rumores, a mí no me constaba. En Santa Inés y Cataviñá hay familias descendientes de Abraham, Alejandro y Jesús, nietos y bisnietos. Un hijo de Jesús Valdez del mismo nombre radicó en Santa Inés, y de él, su hijo Oscar sigue viviendo en ese lugar con su familia. Algunos de ellos, como Bernabé Valdés, también hijo de Jesús Valdés Torres, vivieron en el Mármol, y se hicieron excelentes artesanos en ese lugar. Actualmente viven familiares también de Bernabé en Cataviñá. Casiano Valdez Torres se casó con Juana Villavicencio, también de la Paz. Casiano también buscaba minerales, preferentemente oro y piedras semipreciosas entre el Rosario y Calmallí que encontraba a pequeña escala y vendía en las joyerías de Ensenada y Tijuana. Vivían en Santa Inés, donde tuvieron un hijo al que llamaron Victoriano, de apodo “Tano”, en ese lugar tuvieron propiedades y vivieron felices hasta que las condiciones de salud de Juanita, que requerían atención médica constante obligó a la pareja a residir en Ensenada un cortó tiempo y posteriormente radicaron en la ciudad de Tijuana algunos años, hasta el fallecimiento de Juanita Villavicencio. Casiano, ya viejo, cansado y con la pena de la muerte de la esposa se regresa a Cataviñá a vivir con el hijo, y ambos recorren los áridos parajes hasta que a Casiano le falla el corazón y muere. Se rumoraba en la familia y en los dispersos vecinos del lugar que el hijo Tano, que también era casado y con hijos, había encontrado una veta de oro, que tenía su minita que le daba para vivir, pero Tano también enferma del corazón y fallece. Deja esposa e hijos grandes y pequeños, y la incógnita del lugar de la mina. Con el paso del tiempo la soledad y la necesidad vencen los

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recuerdos y la viuda de Tano vuelve a contraer nupcias. Si algo Caracterizó a Casiano, Juanita y Tano, como a toda esta gente que vivió y vive en estos parajes tan singulares, fueron su bondad y su sencillez, indudablemente por el influjo de paz de la naturaleza del lugar. La última vez que vi y saludé al tío abuelo Casiano fue en Guayaquil, a fines del mes de mayo en el año de 1970, él había asistido a una reunión política de la campaña a Presidente Municipal del Licenciado Octavio Pérez Pazuengo, a quien yo acompañaba por estar en la fórmula de munícipes como síndico suplente. Contemplé a Casianito, como cariñosamente le decíamos al tío abuelo, sin saber que sería la última vez que lo miraría. En él estaba contemplando el rostro de mi Abuela Teófila (+). Sin duda Casiano fue el hermano que más se le pareció. Pensando en estas gentes que residen en esos parajes, algunos para siempre, otros salen por una temporada, y otros sentimos año con año la nostalgia de ver esos lugares, pero por los que allí se quedan, he llegado a la conclusión de que su condición no es un algo que se herede, sino que a veces, nacen hombres predispuestos a la vida dura, difícil y despaciosa, al aislamiento del campo, la ausencia de la comodidad y muchas veces de lo vital, y se van quedando en esos lugares en donde vivir no es tan fácil, aunque parezca más tranquila la estancia; hombres y mujeres dotados para la soledad, el silencio y los rigores del clima y de la vida. Alejandro Valdez Torres nació en El Triunfo, se casó, vivió una buena temporada en Santa Inés, donde dicen que construyó una iglesia, tuvo 11 hijos. De ellos el único que vive a la fecha es Pedro Valdés Romero, quien casó con Emilia Arce Villavicencio en San Borja, con quien tuvo igualmente 11 hijos, habiendo fallecido 3. De los 8 que viven, uno de los más conocidos lo es Guillermo

“Willy”

Valdés,

por

su

destacada

actividad

en

el

deporte

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automovilístico realizada preferentemente en el vecino país. Pedro Valdés Romero y Emilia Arce Villavicencio, radican en Ensenada. Ramón Valdez Torres nació en El Triunfo, se casó con Emilia Villavicencio, en el sur de la península. Tuvieron 3

hijos, Berta, Estaban y

Francisca, quienes ya grandes se fueron a residir a los Estados Unidos de Norteamérica nacionalizándose norteamericanos. Ya pensionada Berta Valdés compró una propiedad con frutales en Ojos Negro donde ha vivido un buen número de años, hasta ahora recientemente que se ha sentido mal y se ha ido a atenderse a Estados Unidos, a Chula Vista, que es donde conserva su casa. Berta contrajo nupcias con un ciudadano norteamericano con quien procreó tres hijos. Se casó dos veces y enviudó. Esteban También se casó, tuvieron un hijo, y ya pensionado Esteban vivió y falleció en Tijuana. Francisca tuvo tres hijos. Tanto Berta como Francisca fueron mujeres muy hermosas. José Valdés Torres contrajo matrimonio con María Miranda; este matrimonio tuvo un hijo a quien pusieron de nombre Felipe; José y María vivieron en Ensenada hasta su fallecimiento. Felipe se casó y trabajó una larga temporada en el Restaurante Enriquez, que durante muchos años estuvo establecido en el lugar conocido como Las Playitas o el Morro.

Actualmente

radica en Tijuana con su esposa e hijos. Melesio Valdés Torres vivió en Mexicali donde se casó y tuvo 5 hijos, uno de nombre Pedro, que tuvo una hija; Manuel, que tuvo 5 hijos, Pablo, quien se casó con Refugio García y tuvieron 7 hijos, Melesio, que tuvo 4, y María no tuvo hijos. Pablo Valdez hijo de Melesio vivió en Ensenada y aquí contrajo nupcias con María Aguilar Peralta. El padre de María era propietario del rancho El Tule, el que heredaron al fallecimiento del mismo, y en ese lugar procrearon 7 hijos: Elsa, que tiene 3 hijas, Juan, 2 hijas y 2 hijos, Melesio, tiene dos hijas y dos

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hijos, Antonio, una hija y un hijo, Francisco, dos hijos, y Maricela y Guadalupe, continúan solteras. Antonio fue propietarios de la Caguamería El Toto, que estuvo por la Avenida Riveroll entre primera y segunda, y que durante varios años satisfizo muchos paladares que gustábamos de los sabrosos platillos de caguama que ahí se preparaban, cerrando su local cuando se implantó la veda a la caguama. Viviana Valdés Torres contrajo nupcias con Alfonso Real y vivió en la ciudad de Tijuana, tuvieron 3 hijos, Esperanza, Alonso y Alberto (Beto) que se casaron en esa ciudad, pero posteriormente Esperanza y Alonso con esposo y esposa e hijos, respectivamente, se fueron a radicar al estado de California, E.U.A. donde les nacieron 5 hijos de Esperanza, todos varones, y 5 hijos de Alonso, 2 hombres y 3 mujeres, todos ellos casados y con hijos. Alberto se quedó a vivir en Tijuana y ahí falleció de un infarto al miocardio, dejando esposa y 2 hijos y 2 hijas. María Valdez Torres contrae nupcias y tiene tres hijas…. Teófila Valdés Torres se casó con José Timoteo Domínguez Sánchez, quien nació el 27 de agosto de 1867 en Todos Santos, hijo de Eduardo Domínguez y de Juana Sánchez. Tuvo varios hermanos, los que más menciona la familia formada por los Domínguez Valdés, son Antonio y Juan, incluso a un primo de nombre también Juan Domínguez, de apellido materno Alarcón, que fue gobernador del Territorio Sur de la Baja California., y a una hermana de él de nombre María Domínguez Alarcón, y a otra prima de nombre María Morales Domínguez, de aquellas épocas. Teófila y José Timoteo se conocieron en La Paz, Baja California, en el clásico romance de la chica trabajadora y el hijo del patrón. La familia Domínguez Sánchez tenía negocios de abarrotes, licores y venta de ropa que ahí mismo se confeccionaba; Teófila trabajaba confeccionando ropa para ellos, y

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por su grata presencia José se enamora de ella, no obstante que era una mujer divorciada con dos hijos, y le pide matrimonio, a lo que accede Teófila, pero los padres de José, se oponen. La clásica circunstancia del joven de familia acomodada que se enamora de la mujer que trabaja para ellos, que nada le importa más allá de su amor, de manera que la prohibición de los padres de José no los detienen, y José y Teófila se unen en relación de esposos y se vienen a Ensenada donde contraen matrimonio. Salen de La Paz con dos hijos, José Rosas y Esmaragot, para radicar en Calmalli por un tiempo y ahí nacen Francisco y Adela, y ya en Ensenada nacen, Eduardo, Timoteo, José, Jesús, Juan, Martina, Flavia, María, Antonio y Alejandro. 14 hijos de la familia Domínguez Valdez. Al momento de escribir esta semblanza familiar, la única sobreviviente de esta numerosa familia es Flavia Domínguez Valdés viuda de Zavala, quien recientemente ha cumplido 86 años de edad. Esta familia tenía su domicilio en la manzana de su propiedad que abarcaba las avenidas Riveroll y Miramar, entre las calles l4 y 15. José Domínguez tenía además un Rancho que colindaba con el Rancho Murillo, propiedad que ya entrados los años decidió vender a la familia Pompa y que posteriormente perteneció a la familia del señor Raymundo Preciado, propiedad que abarcaba de la cascada al rancho de Murillo, que colindaba con lo que se conoce como Cañón de Dona Petra. El señor Domínguez se dedicaba a la agricultura y también cortaba y vendía leña que cargaba en una recua de burros y mulas de su propiedad, y tenía, como todo campesino de la época, reses, chivas, caballos y gallinas, pero también era quiropráctico, asistiendo incluso al hospital civil a la práctica de esta actividad por la fama que había adquirido de “buen sobador y componedor de huesos’; además tenía el conocimiento de la medicina natural, ya que la familia de La Paz, B. C., en sus negocios tenían también la venta de hierbas medicinales, y no pocos lo consultaban para curarse por ese medio. Ese conocimiento lo adquiere de él su esposa Teófila y su hija Flavia, a quien todavía le preguntan algunas personas qué hierba es buena para ciertos males. José Domínguez Sánchez fallece a los 75 años, de un infarto al miocardio, en una casa de su prima María Morales Domínguez, que se encontraba en los terrenos que actualmente ocupa

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el Colegio Guadalupe Victoria y que fue donado por dicha señora para la construcción de un orfanatorio. De los 14 hermanos Domínguez Valdés, fallecen en Ensenada, pequeña, Esmaragot y Alejandro, y jóvenes, Timoteo, Jesús, Eduardo, y ya de edad madura, el mayor, José Rosas, a quien cariñosamente le decían “El Vale Rocha”, quienes no tuvieron oportunidad de contraer nupcias. De “El Vale Rocha” hay que hacer mención que fue de los pioneros en rentar caballos a los turistas en las zonas de las playas de Ensenada; el llegaba con sus caballos en el lugar donde hoy se encuentra el Hotel Villa Marina. Francisco Domínguez Valdés, quien nace en Calmallí, adolescente, casi niño, se viene a vivir a Ensenada, donde trabaja en un rancho propiedad de una señora de apellido Noble, esposa del cantante y actor norteamericano de nombre Bring Crosby, rancho que después fue vendido, habiéndole heredado una parte, según comentaba la abuela Teófila, porque no habiendo tenido hijos, siempre le quiso como tal. Posteriormente trabaja en el Rancho Mayo, cuando éste pasó a ser propiedad de una señora de apellido Smith. Misma que luego adquiere la familia Florié. Siendo muy joven conoce a María Teresa Sigala, cuya hermana en aquellos años era directora de la escuela Corregidora. Posteriormente la familia Sigala Ojeda se van a vivir a Tijuana y 20 años después Francisco se casa con la ya profesora María Teresa Sigala, esto en el año de 1937. La profesora Sigala Ojeda no dudó del amor de Francisco, pues se la demostró las veces que partía de Ensenada para llevarle serenata hasta Tijuana. Francisco y un amigo de apellido Murillo se iban en carreta; salían muy temprano y llegaban a la madrugada del día siguiente para la serenata. Estamos hablando de fines de los 20 y principios de los 30. Era una verdadera prueba de amor. El matrimonio reside en Ensenada en el Rancho Mayo, también conocido como Rancho El Aliso Solo. Francisco adquiere terrenos nacionales anexos a su

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propiedad, que 40 años después vende al señor David Ojeda Ochoa para la formación de la colonia Luis Echeverría Álvarez. Francisco Domínguez Valdés tuvo cuatro hijos con su esposa María Teresa; ellos fueron: Luisa Margarita, que contrae nupcias con el Sr. Arturo Arroyo, con quien tiene tres hijos: Marcela, que contrae nupcias con Eusebio Barreto y tienen dos hijos: Itzel y Carlos Alberto; Arturo se casa con Yolanda Camacho y tienen dos hijos, Yolanda y Adriana, y Luis se casa con Yolanda Madueño, y tienen una hija de nombre María Fernanda. Francisco Alejandro(+), quien casa con Laura Elena Sánchez, con quien tuvo tres hijos: Francisco Gerardo de Jesús que contrajo nupcias con Blanca Flores, y tiene dos hijos: Laura y Monserrat; Rodolfo, se conserva soltero, y Laura Teresa se casó con Gustavo Granados; Manuel Ángel, que contrae nupcias con Rosa Carlota García Ramírez, quienes tienen dos hijas: Rosangel quien se casó con Luis Gradillo, y Samanta Isabel; Graciela Teresa(+), quien se casa con José Patrocinio Flores y tuvieron una hija, Teresita de Jesús Flores Domínguez, quien contrajo matrimonio con Antonio Rosales. La esposa de Francisco Domínguez Valdés, María Teresa Sigala, fallece y posteriormente contrae nupcias con Eloisa Padilla Naranjo, con quien procrean seis hijos: Juan de Dios, que se casó con Paula Marcela Alcaraz, con quien tiene tres hijos: Juan Pablo, Karla Janett y Nubia Marcela; Santa Isabel, quien casó con José Jesús Robles, y tienen tres hijos: José Jesús, Isabel Eloisa y Santa Lucía; Fernando Alonso, quien casó en primeras nupcias con Egriselda Ceseña , con quien tuvo tres hijos: José Fernando, Erika Eloisa y Miguel Ángel, se casa posteriormente con Lili Estudillo y tiene dos hijos más: Rebeca y Samuel; Daniel Enrique, se casó con Ofelia Patricia de León y tienen dos hijos: Daniel y Thanya; Víctor Manuel, a la fecha se conserva soltero; Alejandra Lucía contrae Nupcias con Luis Alberto Becerra, y tienen tres hijos Luis Alberto, Janette Alejandra y Alejandro. Con ellos, los esposos Domínguez Padilla tienen l6 nietos, que sumando la familia anterior, Don Francisco Domínguez Valdés tuvo 10 hijos y 25 nietos y 7 bisnietos.

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Adela Domínguez Valdés, como los demás hijos De José Domínguez Sánchez y Teófila Valdez Torres, nace en Ensenada. Adela contrajo nupcias con Manuel Orchak, de nacionalidad norteamericana, de origen afro-Italo. Esta pareja tuvo cuatro hijos: Francisco, Jesús María, Bertha y Gloria Orchak Domínguez. Todos se casaron. El primero con María León Peralta, quien de un primer matrimonio tuvo dos hijos, y en matrimonio con Francisco tuvo tres hijos, Francisco, Adela y María. Maria de Jesús tuvo cuatro hijos… Bertha, tuvo seis hijos: Francisco, Gloria, Bertha Alicia, Fe Engracia, Cipriano y Víctor. Gloria Orchack Domínguez de un primer matrimonio tuvo una hija, María Griselda, y en segundas nupcias con Ricardo Jaime tienen 2 hijos: Ricardo y Oscar. José Domínguez Valdés contrajo matrimonio con Alejandra de Valdés y tuvo 2 hijos, José y Alejandro. Juan Domínguez se casó en dos ocasiones pero no tuvo hijos, considerando como suyos los de la segunda esposa, Adela Echeverría Lucero, quien tuvo 4 hijos. Martina Domínguez Valdez(+) contrajo nupcias con Amadeo Castillo, con quien tuvo tres hijos: Manuela, Teófilo “Tito” y Pedro; Manuela y Pedro contraen matrimonio y tuvieron, la primera, 4 hijos, el segundo 2 hijos. Flavia Domínguez Valdez contrae nupcias con Valenzuela, de este matrimonio nacen

Clemente Zavala

9 hijos: Antonio, Manuel, Clemente,

Oscar, Fausto, Raquel, Sergio Humberto, Saúl Jehová y Carlos. Fallecen muy pequeños Manuel, Oscar y Carlos. Antonio Zavala Domínguez contrae matrimonio con Mercedes Garibay Castro, estableciendo sus residencia en Tijuana, B. C.; tienen 4 hijos: Ana Laura, casada con Alberto Pascal Cortés, quienes tienen 4 hijos: Laura Aidé, Carlos Alberto, Mauricio Sebastián y Ana Sofía (Esta familia vive en Monterrey, Nuevo León); Carlos Antonio, casado con

Valeria Beltrán Bautista, tiene 2 hijas:

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Claudia Valeria y Kathia; esta familia vive en Tijuana, B. C. Luz Estela, casada con Marco Antonio Coronel González, tienen una hija, Daniela Saraí. Viven igualmente en Tijuana, B. C.

Angélica Gabriela, última hija del matrimonio

Zavala Garibay, actualmente soltera, radica en Monterrey con su hermana Ana Laura. Clemente Zavala Domínguez se casa con Graciela del Carmen Ortiz Cortés, con residencia en Ensenada, B. C., tienen 5 hijos, Saúl Alonso, casado con Ana María Vázquez Meza, tienen un hijo: Sergio Román; José, quien fallece muy pequeño, Alejandro Emmanuel, casado con Olga Ramírez; ambas familias residen en Ensenada, B. C.;

Esther, casada con Fernando Corona Murillo,

tienen un hijo de nombre Oliver; y residen en Tijuana,

y Carlos Clemente,

casado con Mercedes Álvarez Meza, residentes de Ensenada, B. C. Fausto Zavala Domínguez, casado con María del Carmen Hernández Casillas, quienes radicaron primero en Ensenada, donde nacen tres hijos, habiendo fallecido el primero, posteriormente radican en Monterrey, N. L. donde nacen 4 hijos más, quedándole en total 6 hijos, 4 mujeres y 2 hombres: Norma Elizabeth, que tiene una hija de nombre Norma Michele; Fausto Humberto, soltero; Lourdes Maribel, casada con Jorge Domínguez, tienen dos hijos: Paola Maribel y Jorge; Carmen Ivonne, soltera, Clemente Fabián, casado con Milagros Ochoa, tienen dos hijos, y Raquel Fabiola, soltera, pero a la fecha comprometida en matrimonio. Raquel Zavala Domínguez, casó con Antonio Palacios Castañeda(+) y tuvieron 4 hijos: Antonio, que se casó con Violeta Vega Ruiz, tienen 3 hijos: Violeta Saraí, Carolina y Antonio; Osbaldo, casado con Leonor Herrera Barriga, tienen 2 hijos: Ebner Osbaldo y Valeria; María Citlali, casada con Noe Gilberto Ballesteros Gaona, tienen 3 hijos: Jessica Citlali, Daniel Alonso y Raquel Alejandra; Daniel Humberto, casado con Nubia Velarde Rivera, tienen un hijo: Daniel Alberto. Estas familias radican en Ensenada.

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Sergio Humberto Zavala Domínguez, casó con Bertha Piñón, tuvieron 5 hijos, radicando primero en Ensenada, donde nació su primer hijo, Sergio Enrique; posteriormente se van a vivir a la ciudad de Monterrey donde tienen 4 hijos más. Dulce, que el igual que Sergio Enrique contrae nupcias y tienen, la primera una hija, y el segundo un hijo. Sus otros hijos: Ángel Iván, Sergio Clemente e Hiram, están solteros. Estas familias también vive en Monterrey. Saúl Jehová Zavala Domínguez, se casó con Ivonne Vallina Peralta, y tienen 2 hijos, Saúl Ezael y Andrés Aram. Esta familia vive en Ensenada. Así pues la familia constituida por Clemente Zavala Valenzuela(+) y Flavia Domínguez Valdez, está integrada por 6 hijos, de 9, 24 nietos, de 25, y 21 bisnietos. Los hijos dejaron de tener familia, pero los nietos son jóvenes y quedan varios solteros; los bisnietos se están acercando a la edad productiva y por consiguiente la familia seguirá su proceso de expansión, aunque ya no con la dinámica de sus padres, abuelos y bisabuelos, que como está sucediendo con las nuevas generaciones de la mayoría de las familias, que tienen uno o dos hijos. María Domínguez Valdez(+) contrajo matrimonio en primeras nupcias con Manuel Higuera(+), residieron en Ensenada donde tuvieron 2 hijos: Elsa y Rolando, y posteriormente contrajo matrimonio con Jesús Molina(+), residieron en San Diego, California, E. U A. con quien tuvo también 2 hijos Teresa y Juan, ellos a su vez tuvieron: Elsa, tres hijos, Rolando, dos hijos, Teresa, tres hijos, y un hijo Juan. Estas familias, con excepción de esposa e hijas de Rolando, que viven en Ensenada, radican en San Diego California, E.U.A. Antonio Domínguez Valdez(+), vivió en unión libre pero no tuvo hijos con sus parejas. Estas son, a muy grandes rasgos las ramas y ramajes que se formaron con los hijos e hijas del matrimonio del español Casiano Valdés y de la mexicana

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sonorense de raza yaqui Francisca Torres. Así como una visión también muy general del ramaje o árbol genealógico que a su vez constituyeron José Domínguez Sánchez y Teofila Valdés Torres. Como puede apreciarse, la familia Domínguez, en general, es muy extensa en la Península de Baja California. Don Pablo L. Martínez en su guía familiar de Baja California 1700-1900, en el capítulo “IMPORTANCIA DE SANTA ANA EN EL POBLAMIENTO DE BAJA CALIFORNIA”, entre otras cosas expresa: “Muchas familias surgieron de Santa Ana, de las cuales no se conocen los fundadores…. Daré a conocer sin embargo, unas cuantas de las raíces de los clanes de estos lugares que he podido aclarar:…Álvarez… Mendoza… Estrada… DOMÍNGUEZ.-Fundador: José Domínguez, mayordomo de la Misión de Todos Santos, quien ocupaba este puesto en 1771.

“De él dependen

quienes ostentan tal nombre en la región sur, especialmente los de Todos Santos”. (Pags. 18 y 19) En Baja California Sur se forma la familia Domínguez Sánchez, de la unión de Eduardo Domínguez y Juana Sánchez, Quienes registran en Todos Santos a José Timoteo Domínguez Sánchez., el 23 de agosto de 1867 y lo bautizaron el 8 de noviembre de ese mismo año, en ese mismo lugar. De estas raíces Domínguez residieron en Ensenada, entre otros enlaces familiares, Cleotilde Domínguez que contrajo nupcias con el señor Francisco Ulbrich, padres de Francisco Ulbrich Domínguez; Antonia Domínguez, que forma la familia Hussong Domínguez, Rosario Domínguez, que en su enlace matrimonial formó la familia Baturoni Domínguez; Nidia Domínguez, que constituye la familia Goldbaum Domínguez. El señor Rómulo Domínguez, que forma la familia Domínguez Beltrán, y numerosas familias Domínguez en las dos entidades y en el vecino estado de California, que tienen sus raíces en el sur de nuestra península. De esta rama se formó el citado tronco familiar constituido por la unión de José Domínguez Sánchez con Teofila Valdez Torres, que vienen desde la Paz, Baja California, residiendo en varios lugares de la península hasta llegar

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a Ensenada y aquí se da la explosión demográfica de la familia Domínguez Valdez con los 14 hijos, ya referidos anteriormente. La residencia familiar de los esposos Domínguez Valdés estuvo en la manzana comprendida entre las calles l4 y l5 de las avenidas Miramar y Riveroll, habiendo repartido fracciones de ella entre los hijos Adela, Francisco, José, Martina, María y Antonio, quienes en el transcurso de los años fueron vendiendo sus fracciones. De esta familia Domínguez, en una fracción de ese lugar, por compra a un segundo propietario, en la fracción del terreno donde vivían sus abuelos, residen Clemente Zavala Domínguez y su esposa Graciela del Carmen Ortiz Cortés, y en otra fracción, sus hijos Saúl Alonso Zavala Ortiz , esposa e hijo, y Carlos Clemente Zavala Ortiz y Esposa. Estos nietos ya no llevan los apellidos Valdés, ni los bisnietos llevan los apellidos Domínguez. Doña Flavia Domínguez Valdés Vda. de Zavala, quien nació en Ensenada el 7 de mayo de l918, por lo que recientemente ha cumplido 86 años de edad, es la última de los 14 hijos del matrimonio Domínguez Valdés. Flavia tiene a la fecha 6 hijos de 9 que dio a luz, 24 nietos de 26 y 21 bisnietos, en total 51 descendientes de 56. Doña Flavia, de niña crece al amparo de dos familias, la de sus padres, en Ensenada, y la de su tía Viviana y su esposo Alfonso, que vivían en Tijuana y con quienes de niña pasaba largas temporadas; ella misma expresa haber sido muy mimada y querida por esos tíos. Años después, jovencita, de grata presencia, es invitada en Ensenada a participar en concursos de belleza, que no le fueron del todo favorables, nos comentó ella mismo, pues otras jovencitas, más bonitas que ellas, según su expresión, le ganaron en esos concursos, como fue Herminia Corral, con quien concurso para reina de un sindicato obrero en esta ciudad de Ensenada, habiendo sido Herminia la Reina, y en un carnaval fue princesa cuando tenía 16 años, habiendo sido reina la Srita. Guadalupe Esparza. Por allá entre los años 30 y 35. Refiere que un día en Tijuana de visita con su tía Viviana a la que fue a informarle de que próximamente contraería nupcias, le llevó a tomarse unas fotografías a un lugar

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que se llamaba “foto estudio Cine”, donde la invitaron para inscribirse en un concurso para una beca de arte cinematográfico promovida por los Estudios Churubusco. Ni ella ni la tía acceden, pero el dueño de la fotografía insiste que aparte de las fotografías tamaño credencial que iba a tomarse, le permitieran tomarle más fotografías para él enviarlas al concurso, sin ningún compromiso, a lo que accedió con esa condición. Transcurridos unos días dos personas se presentaron a su domicilio en Ensenada, a los que atendió su madre, las personas querían entrevistarse con Flavia para informarle que se había ganado la Beca, y se le entregaron la documentación que lo acreditaba, a la madre por sí querían utilizarla. Flavia rechaza la beca pues decide cumplir su palabra de matrimonio. Si había grata presencia y probables aptitudes

histriónicas, no

había vocación artística y en esos momentos el amor era más fuerte que una posibilidad de ser artista, así que Flavia decide casarse y formar un hogar; posteriormente estudia por correspondencia enfermería y practica en el hospital civil donde se desempeña por un tiempo, para aplicar después de manera independiente esa actividad, que alterna con aprendizaje de corte y confección y belleza, y trabaja alternando esas actividades, y posteriormente imparte cursos de esas misma disciplinas, en forma gratuita, como una aportación a la comunidad. Gustó de la participación social y de las reuniones políticas hasta que decide retirarse a la tranquilidad del hogar para ser visitada por sus hijos, nietos y bisnietos. Con muchas familias sucede lo que con una avalancha, que empieza con una bola de nieve, la fusión de una pareja, y de repente se forma un alud que se va expandiendo y que parece que ya nada lo detendrá. O la semilla de la que brota una planta que se transforma en árbol que crece frondoso y se llena de flores y frutos que dispersan sus semillas para germinar y multiplicarse. Así con raíces en el sur de la península crece un árbol con las raíces Valdez Torres para dar origen a otro con raíces Domínguez Valdez que va diseminando sus semillas por toda la península surgiendo nuevos árboles. Pero las raíces de un árbol genealógico no sólo determina nombres y parentescos, sino también áreas de

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influencia geográfica y acciones de participación socioeconómica y política de sus integrantes, y las raíces y ramas de estos árboles se expanden en los diversos municipios de ambas entidades, así como en diversos lugares del vecino estado de California, como si obedeciesen a un mandato de una memoria histórica de cuando California o la Alta California pertenecía, primero a la Nueva España y posteriormente a México. También se extienden a los estados de Sonora, Sinaloa y Nuevo León, quizá porque probablemente ahí este el origen de otras de sus ramas. Por lo que hace a la repercusión socio-económica y política de estas ramas en el entorno, o colectividad peninsular, bastaría decir que influyeron en su desarrollo y vida de interrelación en muchos aspectos del progreso y desenvolvimiento

de la

sociedad bajacaliforniana,

en

su estructura y

funcionamiento, así como crecimiento poblacional, como indudablemente influyeron todas las demás familias que se formaron en la parte sur de la península y se expandieron a lo largo y ancho de ella. En el caso de las familias que nos ocupa, al sentar sus raíces en lo que fue primero distrito sur y por mucho tiempo territorio sur de la Baja California, sus raíces se van expandiendo poco a poco ayudando a la integración de centros de población y determinado en ellos el perfil del minero, del campesino, agricultor y ganadero,

comerciantes

y

albañiles,

carpinteros

y

constructores,

administradores, funcionarios, políticos, y en los integrantes de tercera, cuarta y quintas generaciones, predominan

profesionistas en las distintas ramas

académicas y tecnológicas en las profesiones de médicos, profesores, licenciados, arquitectos, ingenieros, psicólogos, administradores de empresas, licenciados en informática, biólogos, veterinarios, dentistas, administradores de empresas, diseñadores gráficos, diseñadoras en modas y mercadotécnica, técnicos, etc., etc., Domínguez y Valdés desde Santa Ana, San Antonio, Todos Santos, San José del Cabo, Cabo San Lucas, El triunfo, La Paz, Mulege, Santa Rosalía, Calmallí, Santa Inés, Cataviñá, Guayaquil, El Rosario, San Quintín,

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Camalú, Santo Tomás, El Álamo, Ensenada, Tijuana, Tecate, Mexicali, en fin, en todo lo largo y ancho de nuestra península de Baja California. Así cerrando círculos y también en sentido longitudinal, en esos ciclos que se repiten de semilla, raíz, árbol, ramas, flores, fruto, en un movimiento continuo como se da todo en la naturaleza y en el universo, de expansión y contracción, pero avanzando con ese sentido de historia humana que se da en cada pareja y que se integran determinando un

nuevo volver a comenzar, así vemos en las

distintas expresiones y manifestaciones de estas familias su participación en distintos ciclos sociales de los distintos sectores de la economía, o como empleados y funcionarios en la administración pública de ambos Estados, han estado presentes en la formación de centros mineros, agrícolas, ganaderos, pesqueros, madereros, en la construcción de casas habitación, edificios comerciales, hoteles, en la formación de colonias y fraccionamientos, laborando en las aulas y direcciones de escuelas de diversos niveles, en terrenos de la abogacía, de la medicina, de las religiones, católicas y protestantes, de los centros filosóficos como Rosacruces, Gran Fraternidad Universal, Masonería, unos pensando igual y otros pensando distinto, unos de derecha, de centro y otros de izquierda, unos conservadores otros liberales, como se da en todas las familias numerosas que participan de esa dualidad que en lo general se califica, según la ubicación, como bueno o malo, positivo o negativo y cruzándose y transfiriéndose en los opuestos. Como en esos cambios que se dan en un caleidoscopio y expresión de la movilidad universal, dentro de ese panorama que juega con la realidad en una visión que a veces parece engañosa y hace expresar aquello de que, en las ideologías, “nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Lo que es innegable, lo que es una realidad irrefutable, es que de aquellas raíces peninsulares formadas por la familia Valdés Torres y Domínguez Valdez, en Baja California Sur, siguen creciendo árboles de distintas dimensiones que dan frutos diversos en ambas entidades de Baja California, de nuestro país y fuera de él. Desde el sur de la península desde 1771 el apellido Domínguez empezó a emparentar y crecer, y algunos años más tarde empiezan a aparecer los apellidos Domínguez

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González, Domínguez Estrada, Domínguez Orozco, Domínguez Sánchez, Domínguez

Cordero,

Castillo

Domínguez,

Domínguez

Ojeda,

Sánchez

Domínguez, Domínguez Cañavera, Domínguez Romero, Domínguez Cota, Domínguez Chávez, Domínguez Morales, Domínguez Espinoza, Domínguez Gutiérrez, Amador Domínguez, Olachea Domínguez, Domínguez Orozco, Domínguez

Avilés,

Núñez

Domínguez,

Cordero

Domínguez,

Álvarez

Domínguez, Domínguez Álvarez, Molina Domínguez, Domínguez Castro, Agúndez Domínguez, Domínguez Zazueta, Manríquez Domínguez, González Domínguez, Morales Domínguez, Ruiz Domínguez, Fajardo Domínguez, Estrada Domínguez, Domínguez Monteverde, Domínguez Castillo, Domínguez Güereña, Arnaut Domínguez, Domínguez Esparza, Domínguez Domínguez, Vidaurrazaga Domínguez, Domínguez Beltrán, Domínguez Verdugo y Verdugo Domínguez, Domínguez Alarcón, Goldbaum Domínguez, Hussong Domínguez, Ulbrich Domínguez, Zavala Domínguez, Orchack Domínguez, Castillo Domínguez, Domínguez Sigala, Domínguez Valdés, etc., mosaico familiar que expresa en la mayoría de los casos en su Guía Familiar de Baja California, don Pablo L. Martínez, y que se fue y sigue expandiendo a lo largo y ancho de la península, y es que la necesidad obliga, expande, hace crecer o reduce; en el caso de las familias Valdez Torres y Domínguez Sánchez, como la mayoría de las familias, han estado en constante expansión y crecimiento; tan sólo de las ramas Valdés Torres y Domínguez Valdez suman cientos los integrantes, sin ser rigorosos en el conteo. La amplia expansión de los Valdés Torres y de los Domínguez Valdés, ha impedido el conocimiento claro entre sí de estas familias. La dinámica de crecimiento y desarrollo en la península fue diverso, sus redes son muy amplias y muchos de los que las integran no se conocen. No en vano expresó José Gaos que “los familiares como los compatriotas, sólo llegan a conocerse bien entre sí cuando se encuentran en el extranjero”. Unir los lazos familiares es una labor muy difícil, algunas ocasiones grupos familiares se convocan cada cierto tiempo, pero se trata de lazos familiares de un sólo rama, los Sánchez, los Bernal, los

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Valdés, los Zavala, etc., y no asisten todos; parafraseando a Michel de Montaigne podemos decir que unir una familia es tan difícil como pretender unir todo un reino. La familia Valdés Torres fue recorriendo la península hacia el norte dejando vástagos en pueblos y rancherías, contribuyendo a su existencia y desarrollo; lo mismo sucedió con la familia Domínguez Valdez, en su peregrinar a Ensenada en busca del lugar que les permitiera satisfacer lo necesario y conveniente para la familia. Aquí se encontró eso en lo general y se dieron nuevos brotes de lo Domínguez y de los Valdés, ampliando las redes familiares, de por sí ya extensas. Vale la pena comentar que el sentimiento de unidad familiar, no es un sentimiento uniforme, quizá existe en cada célula de la familia, pero no en el gran órgano; incluso en cada grupo familiar de algún modo hay predisposición de unos a unirse al calor del hogar y de otros a alejarse de los lazos familiares; hay unos que tienden a unirse y otros a separarse o ser independientes de la atmósfera familiar; en la familia de los Domínguez y de los Valdés ha sucedido lo mismo que en todas las familias, pero unidos unos y desunidos otros, y teniendo presente aquello de que “de todo hay en la viña del Señor”, han contribuido con su granito de arena, con su presencia, esfuerzo y dedicación en el trabajo, en el estudio, a la formación, crecimiento y desarrollo de rancherías, pueblos y ciudades de Baja California.

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LAS FAMILIAS MELING Y JOHNSON Y EL ESTABLECIMIENTO DE LA COLONIA DE COLNETT (COLONET) EN BAJA CALIFORNIA Por Lawrence Douglas Taylor Hansen Abstract En el trabajo se examinan los intentos para fundar una colonia integrada principalmente por familias de origen escandinavo en la región de la punta Colnett (o Colonet), Baja California, hacia finales de la década de 1880. Se enfoca sobre la historia de las dos familias más sobresalientes de este grupo de colonos: las de Meling y Johnson, de origen noruego y danés respectivamente. En particular, se analizan las actividades llevadas a cabo por estas familias con respecto al establecimiento de ranchos en la zona, así como, en el caso de Harry Johnson, referentes al desarrollo de unos placeres auríferos en la barranca de Socorro, ubicada en la sierra de San Pedro Mártir. También se consideran las distintas dificultades que los colonos experimentaron al tratar de realizar sus metas, así como el impacto que sus esfuerzos tuvieron con respecto al desarrollo posterior de la región.

El desarrollo de la colonia de Colnett La colonia de Colnett originó como parte de los proyectos de colonización de la International Company of Mexico (Compañía Internacional Mexicana), que fue incorporada en Hartford, Connecticut en marzo de 1885 bajo la dirección de George Sisson, con una capitalización inicial de 1,000,000 de dólares. Por medio de un acta especial de la legislatura de Estados Unidos, este monto inicial fue posteriormente incrementado a 20,000,000 de dólares. 144 144 Ruth Elizabeth Kearney, "American Colonization Ventures in Lower California, 1862-1917", tesis de maestría, University of California, 1944, p. 65.

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Aunque el Artículo XXVI del contrato de colonización prohibía la transferencia de los derechos concedidos por el gobierno a compañías subsidiarias, la Compañía Internacional formó varias organizaciones de este tipo para promover y manejar las actividades de colonización en ciertas regiones. 145 Una de estas compañías subsidiarias formadas bajo los auspicios de la Compañía Internacional fue la Colnett Colonization Company (Compañía Colonizadora Colnett). Su director era el señor R.O. Butterfield, quien tenía sus oficinas en la calle "D" del centro de San Diego. Al igual que otros inversionistas en tierras en la península, Butterfield tenía la esperanza de establecer una colonia próspera y poblada en la región de la punta Colnett, ubicada entre Ensenada y San Quintín. Se contemplaba fundar, cerca de la costa, una ciudad grande, que tendría escuelas e iglesias de diferentes religiones. Para los colonos que deseaban ser agricultores, Butterfield estipulaba que la compañía tenía casi 100,000 acres de terrenos ubicados en los valles y mesetas de la región de Colnett. Los terrenos se vendían en tres precios --10, 15 y 20 dólares por acre-según la ubicación y condición de suelo. Cada lote que vendía consistía en 100 acres, pero Butterfield aseguraba a los interesados que se podría venderlos en diferentes cantidades, según las necesidades y los recursos de los compradores. Es posible que los precios relativamente bajos de los terrenos de Baja California, en comparación con los de California y otras de las regiones más pobladas de Estados Unidos, hayan influido en la decisión de varias personas de aceptar la oferta para inmigrar a la península. 146 Los terrenos del valle, Butterfield aseveraba, podrían ser cultivados por medio del agua proveniente del río San Rafael, mientras que los que estaban ubicados en las mesetas no necesitaban el riego. En los terrenos del valle de 145 International Company of Mexico Contract: Article XXVI, in Kearney, "American Colonization Ventures", pp. 169-170, así como pp. 72 y 85-86 de esta misma obra; Facio, p. 146 "Colnett: The Gem of Lower California!", anuncio comercial de la Colnett Colonization Company, San Diego, California, sin fecha, en la San Diego Historical Society Archives (de aquí en adelante citado como SDHSA), Vertical Subject Files: Baja California, folder no. 1.

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San Rafael, el promotor afirmaba que podían ser cultivados la alfalfa, la cebada, el trigo, el maíz, la papa, así como una variedad de tipos de nueces y frutas, como la almendra, la nuez, el olivo, la uva, el albarcoque, el durazno, la pera y la ciruela. En las colinas de la sierra de San Pedro Mártir, se podría encontrar una variedad de árboles para la construcción y fabricación de muebles, como el pino, el cedro y el roble. 147 Sin embargo, la persona que se encargaba de dirigir la organización de la colonia en la región de Colnett no era el señor Butterfield sino más bien su esposa. La señora Butterfield hizo varios intentos para invitar a que los colonos extranjeros, especialmente noruegos y suecos, se asentaran en la región. Compró, por ejemplo, semillas y arados para distribuir entre aquellos colonos que deseaban trabajar como agricultores. También fungía como enlace entre la colonia Colnett y la oficina matriz de la compañía en San Diego. 148 Las diversas compañías colonizadoras, junto con los periodistas que reportaban sobre sus actividades para los periódicos y revistas en el extranjero, generaron una cantidad considerable de propaganda que describía en general las áreas designadas para la colonización como un paraíso terrenal. En uno de estos folletos publicitarios, por ejemplo, se aseveraba que la "fertilidad, clima favorable y bello paisaje de estas tierras peninsulares no son inferiores a las del estado de California sino que en algunos casos son superiores." 149 El periodista James Knapp Reeve, en un artículo publicado en Lippincott's Monthly Magazine, describía la región de la colonia Colnett en los siguientes términos: Jamás se había soñado que existiera el gran valle de San Rafael en la sombra de la cordillera empinada. Si uno hubiera dicho que 147

"Colnett", ibid.

148 Lower Californian, 12 de abril de 1888; "A Visitor's Views", de C.M. Drake, de Los Angeles, California, en Lower Californian, 15 de enero de 1891; Kearney, "American Colonization Ventures", pp. 108-109. 149

The International Company of Mexico (New York: International Company of Mexico, 1888), pp. 3-4.

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algún día éste y otros numerosos valles escondidos contarían con casas, huertas, viñas y granos dorados, hubiera sido visto más cuentista que aquellas personas que balbuceaban sobre la existencia de tesoros de oro y perlas. 150 Los primeros colonos a la región de Colnett llegaron en 1886. Alrededor de veinte familias de varias nacionalidades --estadounidenses, suecos, noruegos y alemanes-- se asentaron en lotes de terrenos ubicados en los sitios conocidos como el Arroyo San Telmo, el Arroyo Seco y la mesa de Colnett. Dado que el agua cerca de la costa no era muy profunda, los colonos tuvieron que desembarcar con sus pertenencias en lanchas de remos o balsas improvisadas al amarrar tablas encima de dos lanchas. 151 Los colonos estadounidenses trajeron con ellos algunas vacas y caballos para ayudar con la tarea de quitar el matorral y el cactus, para poder sembrar granos y cortar la paja para tener forraje para los animales. Inicialmente los colonos vivían en casas rudimentarias construidas de adobe y troncos de madera. También cavaron pozos para tener agua potable. Durante los primeros dos temporadas de las cosechas, los colonos exportaban granos y pajas a San Diego. Utilizaron una parte de las ganancias para la compra de madera para la construcción de casas hechas de madera, de acuerdo con el estilo arquitectónico de moda en los pueblos y ciudades estadounidenses de la época. 152 Los colonos descubrieron que se podría cultivar el trigo y la cebada con las técnicas de cultivo seco, o sin riego, que comúnmente se utilizaban en las regiones del oeste de Estados Unidos. Aunque el agua de los pozos tenía un alto grado de alcalinidad, era suficiente para los propósitos de riego y para el 150

James Knapp Reeve, "The Peninsula of Lower California", en Lippincott's Monthly Magazine, vol. 53 (enero a junio de 1894), p. 72.

151

Reminiscencias de la colonia Colnett, por Nora Ailes, esposa de John Ailes, uno de los primeros colonos, en Sanford, Wild West, p. 5.

152

Sanford, Old West, p. 5.

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ganado. Necesitaban, sin embargo, agua adicional para poder cultivar la alfalfa, así como para tener jardines de verduras y árboles frutales. Los colonos que habrían comprados terrenos en las mesetas y valles cerca del océano eran menos afortunados en este sentido que aquellos que se habían asentado en los valles de la sierra. 153 Los colonos también tenían gallinas y patos para utilizar los huevos para suplementar una dieta basada en los granos y la leche. También podían cazar ciertos animales --los ciervos, codornices, conejos, etc.-- que abundaban en la región. 154 Durante la primavera de 1888, el lugar del desembarco en Colnett fue mejorado con la construcción de un muelle. El vapor "Pacheco" también remolcó un estribo flotante hasta la punta Colnett desde San Diego, para colocarlo al lado del muelle. Varios barcos de vapor, como el "Newborn", "Alejandro", "Carlos Pacheco" y "Manuel Dublán", hicieron paradas en Colnett y San Quintín como parte de su recorrido por la costa occidental de la península. Estos mejoramientos en las facilidades para el desembarco en la punta Colnett eran importantes dado que, para la época en cuestión, el transporte marítimo era un medio de comunicación más rápido y cómodo que el por la vía terrestre, ya que los viajes entre poblaciones podrían tardarse varios días, según las condiciones en que se encontraban las brechas que conectaban las varias poblaciones de la península. 155 Para octubre de 1888, Colnett tenía un total de 84 colonos. 156

153

Ibid., pp. 5-6.

154

Ibid., p. 6.

155 Lower Californian, April 12 and 19, 20 de junio de 1888; Kearney, "American Colonization Ventures", p. 91. Sobre las condiciones del transporte por la región en aquel período, véase el San Diego Union, 21 de julio de 1887, y "Overland Route to Lower California", en San Diego Union, 1 de octubre de 1887. 156 Ruth Elizabeth Kearney, "American Colonization Ventures in Lower California, 1862-1917", tesis de maestría, University of California, 1944), p. 90, n.52.

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Durante el verano de 1889, la región minera de El Álamo experimentó un auge de tal magnitud que algunos de los representantes de la Mexican Land and Colonization Company --el mayor Buchanan Scott, agente de la compañía en Ensenada, el juez Puterbaugh y E.S. Babcock-- intentaron conseguir permiso de los gobiernos de México y Estados Unidos para la construcción de un ferrocarril desde San Diego a El Álamo, que sería la estación terminal en lugar de Ensenada. Tres años después, con el desarrollo de los proyectos para colonizar la región del Distrito Norte ubicada al sur de Ensenada, se modificó este proyecto. La contemplada línea ferroviaria se extendería hasta el paso de Trinidad en la sierra y luego se conectaría con Colnett y San Quintín en la costa. Otro ramal sería construido desde el paso de Trinidad hasta Yuma, Arizona. 157 Durante la segunda quincena de mayo de 1891, F.A. Holdsworth, gerente de la Lower California Development Company, anunció que el barco "Fulwell" había zarpado de la Gran Bretaña con un cargamento de dos locomotoras, 10 vagones y 1,000 toneladas de carbón. En junio, bajo la dirección del ingeniero R.A. Graham, se inició el trabajo de medición y nivelación de la contemplada ruta del ferrocarril entre Colnett y San Quintín; al mismo tiempo, otro grupo de hombres trabajaba con el mismo propósito sobre la ruta entre San Diego y El Alamo. El trabajo continuó durante ciertos períodos entre junio de 1891 y mayo del año siguiente (1892), cuando cesó debido a que Graham y Holdsworth había salido para la ciudad de México para negociar un nuevo contrato con el gobierno. 158 Entretanto, sin embargo, el comité de directores de la LCDC se había cambiado y el proyecto fue cancelado definitivamente. Durante el período de un año aproximadamente que el trabajo sobre el ferrocarril había durado, únicamente 27 kilómetros de vía habían sido tendidos entre el puerto de San Quintín hasta el punto llamado Las Escobas en el valle de San Ramón. 159 157

San Diego Union, 2 de julio de 1889, 22 de febrero y 20 de marzo de 1891.

158 San Diego Union, 11 y 22 de junio, 14 y 20 de julio de 1891, 28 de octubre de 1891; Lower Californian, 31 de julio, 14, 21 y 28 de agosto, 4 de diciembre de 1891; 29 de enero, 19 de febrero, 11 de marzo, 8 de abril, 13, 18 y 20 de mayo de 1892. 159 Unos quince años más tarde, de 1908-1909, los rieles y traviesos fueron levantados. Lower Californian, 8 de julio de 1892; Walt Wheelock, "The Sad Tale of the FCBC", en Brand Book Number One (San Diego: San Diego Corral of the Westerners, 1968), p. 162.

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La cancelación definitiva del proyecto ferroviario quitó a la campaña de colonización mucha de su fuerza. Aunque la compañía inglesa siguió intentando estimular la colonización, existían varios factores que causaron un desplome en sus proyectos. Si bien los granjeros podían ganar cierto dinero con la venta de los granos que cultivaban para las minas, la recesión económica de 1890-1893, junto con una serie de fuertes sequías en la península entre 1892 y 1896, desanimaron a muchos colonos, quienes decidieron regresar a sus países de origen, así como a otras personas que quizás hubieran decidido inmigrar a la región si hubieran existido allí condiciones más propicias. 160 Los placeres auríferos de Socorro Hacia finales de la década de 1880, la minería volvió a ser considerada más importante que el desarrollo agrícola, en gran parte debido al descubrimiento de un rico yacimiento de oro en el distrito de Santa Clara, ubicado aproximadamente a 100 kilómetros al sureste de Ensenada. Las primeras noticias en torno al descubrimiento de oro en Santa Clara, que empezaron a circular en San Diego y en otros lugares a finales de febrero de 1889, hizo la comparación entre este sitio y la fiebre del oro de 1848-1849 en California. 161 Durante el período de aproximadamente cinco semanas que duró la fiebre de oro en Santa Clara, alrededor de 300 personas pasaban diariamente por San Diego en camino a Santa Clara. El apogeo de la fiebre del oro ocurrió el 5 de 160 Kearney, "American Colonization Ventures", p. 110; Alfred Tischendorf, Great Britain and Mexico in the Age of Porfirio Díaz (Durham, North Carolina: Duke University Press, 1961), p. 102; Adalberto Walther Meade, El Distrito Norte de Baja California (Méxicali: Universidad Autónoma de Baja California, 1986), p. 104. Según el historiador Walther Meade, la falta de agua pluvial debido a la sequía fue tan grave que se tuvo que importar cierta cantidad de trigo desde Canadá por mar. 161 En realidad, el primer descubrimiento de oro en la región de Santa Clara fue el de Basilio Padilla en diciembre de 1888. No obstante, fue hasta febrero de 1889, cuando un gambusino estadunidense llamado Luman H. Gaskill se enteró del descubrimiento y divulgó la noticia a otras personas. San Diego Union, 27 de febrero y 15 de marzo de 1889; Los Angeles Times, 7 de marzo de 1889.

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marzo de 1889, cuando unos 600 gambusinos partieron de San Diego rumbo a la península. 162 La fiebre del oro de Santa Clara mostró ser el más grande en la historia de Baja California. Aproximadamente 5,000 personas participaron en el movimiento y el valor total del oro sacado del sitio fue de unos 20,000 dólares. 163 El gran movimiento de mineros hacia la región de Santa Clara motivó a que Johnson considerara las posibilidades de encontrar oro en la sierra. Opinaba, además, que debía intentar diversificar sus actividades. También había aprendido sobre las técnicas mineras mientras que trabajaba en un aserradero en el condado de Mendocino, California, de 1865-1870. 164 Después de una búsqueda cuidadosa, Johnson encontró un sitio favorable para el lavado de oro en un lugar que bautizó con el nombre de "Rich canyon" (barranca rica), ubicada en la parte inferior de la cuenca de la barranca de Socorro en la sierra de San Pedro Mártir. Las muestras del mineral que sacó del sitio mostraron, después de ser ensayados en National City, que podría ser trabajado con cierta ganancia, dependiendo del precio del oro (que valía 12 dólares la onza en aquel tiempo). No obstante, para lavar el suelo y la grava de manera más eficiente, necesitaba tener agua en cantidades mucho más grandes que las que proporcionaba el pequeño arroyo que pasaba por el sitio. Johnson inició las operaciones en 1889 con la construcción de una presa en un sitio más arriba en la misma barranca, para que se llenara durante el período de las lluvias de invierno. La mayoría de los obreros de la mina eran 162 San Diego Union, 3 y 6 de marzo de 1889; Los Angeles Times, 7, 8 y 13 de marzo de 1889; Bascom C. Stephens, The Gold Fields of Lower California, Being a Complete Guide Book with Official Maps, Revenue and Mining Laws, etc., etc., for Miners and Settlers (Los Angeles, California: Southern California Publishing Company, 1889), p. 49. Véase también las noticias diversas del San Diego Sun y del Lower Californian en Charles Nordhoff, Peninsular California: Some Account of the Climate, Soil, Productions, and Present Condition Chiefly of the Northern Half of Lower California (New York: Harper & Brothers, 1888), pp. 124-126. 163 Los Angeles Times, 8 de marzo de 1889; Mining and Scientific Press, vol. 68, no. 11 (16 de marzo de 1889), p. 181; Richard E. Lingenfelter, The Rush of '89: The Baja California Gold Fever & Captain James Edward Friend's Letters from the Santa Clara Mines (San Diego: Dawson's Book Shop, 1967), p. 58. 164

Sanford, Old West, pp. 11-13.

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indios kiliwa de la región. El año siguiente, con el apoyo de Thomas Peterson, vecino de la región quien se convirtió en su socio, cavó una zanja hasta las aguas manantiales de Concepción a una distancia de dieciséis kilómetros. 165 Subsecuentemente, extendieron la construcción de la zanja hasta otras manantiales ubicadas a una elevación superior, en el valle de San Rafael. El costo total de la construcción de la zanja fue más de 35,000 dólares; no obstante, recuperaron el dinero gastado del oro que sacaron de los placeres a lo largo del año de 1895. Johnson supervisó la construcción de dos cisternas enormes, que medían aproximadamente siete metros de largo por tres de profundidad. Cada noche, el agua traída de la barranca de San Rafael las llenaban y, el día siguiente, los saetines las vaciaban para ser utilizada en el lavado de tierra sacada de la colina por los mineros equipados con pico y pala. 166 Peterson continuó como socio de Johnson en la mina durante algunos años. Sin embargo, después de que compró algunos terrenos cerca de la misión de Santo Domingo tuvo que dedicar prácticamente todos sus esfuerzos al desarrollo de la nueva propiedad. En 1899, Ulysses Grant Waldrip --llamado simplemente "Liss"-- , quien se había casado con Josie, la hija mayor de Johnson, compró la parte que Peterson tenía en la mina de Socorro. Aunque Liss Waldrip había ayudado a Johnson con el trabajo de la mina de Socorro durante algún tiempo, no le gustaba el trabajo de los placeres --de tener que lavar grandes cantidades de tierra para encontrar los pedacitos de oro-- y prefería la minería de oro a profundidades. Por lo tanto, él y su esposa se habían 165 Extracto del periódico Los Angeles Evening Express, June 15, 1895, en Donald Chaput, Modest Fortunes: Mining in Northern Baja California (Los Angeles, California: Natural History Museum of Los Angeles County, 1992), p. 121. En un principio, había tres inversionistas en la mina. Sin embargo, el tercer socio, Frank Garrett, vendió su parte poco después de iniciar las operaciones. Held, Memories, p. 16.

166 San Diego Union, 2 de julio de 1896; J.R. Southworth, El Territorio de la Baja California: su agricultura, comercio, minería e industrias (San Francisco, California: The Hicks-Judd Company, 1899), p. 74; Edward W. Nelson, Lower California and Its Natural Resources (1922, reimpresión; Riverside, California: Manessier Publishing Company, 1966), p. 20; Sanford, Old West, pp. 32-33, 36-37 y 43.

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mudado a San Fernando en donde había trabajado durante unos años en las minas de cobre de aquel lugar. No obstante, nunca pudo acostumbrarse al trabajo del lavado de oro. Se calculaba, por ejemplo, que había que lavar un metro cúbico de tierra y grava para sacar una cantidad de oro que valía 60 centavos estadounidenses aproximadamente en el mercado internacional. Por lo tanto, en 1905, Liss vendió su parte a Johnson y regresó a San Fernando. 167 Para 1897, la mina de Socorro se había convertido en una empresa próspera. No sólo recuperó Johnson el dinero que había gastado en la construcción de la zanja, sino que también había ganado suficiente dinero adicional para la compra de niveladores y otra maquinaria para facilitar la explotación de los placeres. Asimismo, adquirió unas carretas tiradas por mulas para el transporte de abastos desde Ensenada y San Quintín, junto con algunas recuas que podrían ser utilizados para el transporte de oro y abastos. Aquel mismo año, Johnson construyó una casa de adobe cerca de los placeres, una herrería y un establo para los caballos y carretas. 168 Johnson continuó buscando nuevos yacimientos de oro por las varias barrancas y colinas de la región de San Pedro Mártir. Como consecuencia, gradualmente amplió la zona de sus operaciones, en la búsqueda para encontrar los mejores yacimientos del mineral. La mina proporcionó a Johnson una cantidad de dinero considerable, convirtiéndole en uno de los propietarios más prósperos de la región. Dado que siempre había tenido un interés especial en la minería, con el tiempo, la mina de Socorro llegó a ocupar casi la totalidad de su tiempo. También se convirtió en la

167

Southworth, El Territorio de la Baja California, p. 74; Sanford, Old West, pp. 33, 36 y 38.

168

Southworth, El Territorio de la Baja California, p. 74; Sanford, Old West, pp. 36-37.

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base para sus diversas actividades. En 1905, su esposa y el resto de la familia se trasladaron a Socorro para radicarse allí. 169 Johnson dejó el cuidado del rancho de San Antonio del Mar a su hijo Alfred. Además de cultivar trigo y criar ganado, Alfred Johnson también diversificó la producción del rancho, al comenzar a criar ovejas. Después de la revuelta magonista de 1911, que provocó una decadencia de la agricultura en la zona a consecuencia de los robos cometidos por los grupos rebeldes, Alfred vendió la propiedad y se mudó a Hemet, California. 170 El otro hijo, Andrew, ganó experiencia al conducir las carretas cargadas con abastos desde Ensenada y San Quintín hasta Socorro. Posteriormente, después de la muerte de su padre (1911), se mudó a Calexico, California, en donde estableció su propia empresa de servicio de flete. 171 Hubo conflictos entre los colonos extranjeros y los agricultores mexicanos de la región sobre el uso del agua para la minería. Durante los primeros meses de 1899, por ejemplo, los vecinos del valle de San Rafael (Distrito Norte de la Baja California) sometieron una queja al coronel Agustín Sanginés, jefe político y jefe de armas del Distrito Norte,

172

por haber, según dijeron, desviado el curso

del arroyo de San Rafael. 173 Sanginés, a su vez, transmitió dicha queja a la Secretaría de Gobernación en la ciudad de México. 169 Sanford, Old West, pp. 33 y 36-38. Para una descripción de la mina durante este período, véase Arthur Walbridge North, Camp and Camino in Lower California (1910, reimpresión; Glorietta, N.M.: Río Grande Press, 1977), p. 267. 170

Sanford, Old West, p. 49.

171

Ibid., p. 49.

172 Sobre la administración del coronel Sanginés, veáse Adalberto Walther Meade, El Distrito Norte de Baja California (Mexicali: Universidad Autónoma de Baja California, 1986), pp. 114-123. 173 Queja de vecinos de San Rafael, Distrito Norte de la Baja California, en contra de Harry Johnson, arrendatario de la Compañía de Terrenos y Colonización, por desviar el curso del arroyo de San Rafael, documentos varios, fechados en febrero, abril, mayo de octubre de 1899, AGN, Gobernación, 2da. sección, 1899, caja 386, exp. 5, en IIH/UABC, caja 33, exp. 8.

191


Johnson mantuvo que tenía el derecho de explotar el agua, que le había sido concedido cinco años antes, en 1894, por la Compañía Internacional [sic., Compañía de Terrenos y Colonización]. 174 Después de varios meses de analizar el caso, la Secretaría de Gobernación dictó en favor de Johnson. Al explicar su decisión al respecto, el gobierno argumentó que, sin suficiente cantidad de agua, los explotadores de los placeres de Socorro y Buenavista --este último sitio perteneciente a un general de apellido Humphreys-- tendrían que abandonar los sitios. Por añadidura, ya habían invertido una cantidad considerable de capital en el desarrollo de estos placeres. Johnson había, por ejemplo, construido un acueducto de unos 26 kilómetros para traer agua desde un sitio en la sierra hasta el lugar en donde se encontraban los placeres. 175 Otra razón importante por la falla en favor de Johnson fue que, según el gobierno, las actividades de los colonizadores extranjeros le dejaron con una fuente importante de ingresos. Había recibido entre cuatro y seis mil pesos por el concepto de derechos de importación de efectos, así como unos impuestos sobre el oro que exportaban. Las empresas mineras también proporcionaban empleo a los habitantes de la región, dado que tenían entre 30 y 40 operarios. En cambio, el gobierno opinaba que los terrenos que los quejantes aseveraban que estaban siendo privados de agua fueron únicamente unas 25 hectáreas. 176 Durante la revuelta magonista de enero a junio de 1911, la producción de la mina de Socorro fue interrumpido debido a las actividades de los grupos rebeldes que operaban en la zona entre El Álamo y San Quintín. Los rebeldes trataban de presionar a los trabajadores indígenas para que se unieran a sus filas; éstos, que no querían unirse a la revuelta, tenían miedo de quedarse 174 M. Botello, Sección Segunda, al ministro de Gobernación, 18 de abril de 1899, en AGN, Gobernación, 2da. sección, 1899, caja 386, exp. 5, en IIH/UABC, caja 33, exp. 8. 175 Fernández Leal, de la Secretaría de Gobernación, al ministro de Gobernación, 16 de octubre de 1899, AGN, Gobernación, 2da. sección, 1899, caja 386, exp. 5, en IIH/UABC, caja 33, exp. 8. 176

Ibid.

192


trabajando en Socorro. Por lo tanto, optaron por salirse con sus familias y refugiarse en la sierra hasta que se terminaron las hostilidades. 177 En la primera mitad de agosto, 1911, Johnson, su esposa y el resto de su familia cerraron la mina y sus habitaciones y se trasladaron a Ensenada. Poco después de llegar al puerto, Johnson salió, junto con su hijo Alfred, para San Diego para tratar de asuntos de negocios. Durante su estancia allí, se enfermó de la pulmonía, muriéndose el 25 de agosto en el sanitario de Agnew. 178 La muerte de Johnson constituyó el golpe decisivo que condujo al colapso de la empresa minera de Socorro. Poco después, en 1912, el gobierno mexicano decidió que el agua de la sierra no podría ser desviada de una fuente a otra. Aunque Andrew Johnson y otros miembros de la familia trabajaron en el sitio durante ciertos períodos, nunca volvió ser tan próspero como en los años anteriores a la Revolución. 179

177

Sanford, Old West, p. 59.

178

San Diego Union, 26 de agosto de 1911; Sanford, Old West, pp. 59-60.

179

Held, Memories, p. 30.

193


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