INDICE El niño en la historia.....
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Huertos urbanos, La revolución silenciosa
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Tender al sol la ropa....
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Los vampiros de la energía
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No lo res.. Hazlo inmortal
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Durante 2015 se registró un evento El Niño; sin embargo, hoy sabemos que es un fenómeno climá co con ciertos periodos regulares de retorno. Son múl ples los registros de dichos eventos reconocidos no solo durante el periodo instrumental de la humanidad, que abarcan en el terreno climá co desde 1750, sino también mediante herramientas geológicas y paleontológicas. Dado que este fenómeno natural El Niño que actualmente se registra en el planeta durará hasta el año 2016, y quizá se ex enda hasta 2017, es mada la envergadura del mismo, resulta interesante conocer algunos de los efectos que eventos históricos anteriores han ocasionado no sólo en la humanidad sino también en el plano geo sico. Son numerosos algunos de los efectos que han sido asociados entre los fenómenos geo sicos y la ocurrencia de eventos El Niño. Entre los más curiosos merecen ser citados aquellos que relacionan un posible aumento en la velocidad de rotación de la Tierra durante la ocurrencia de dichos eventos. Algunos sicos de Pasadena, propusieron en 1984 que el calentamiento de las aguas del Pacífico Sur durante El Niño de 1982-83, denominado El Niño del siglo, pudo haber sido el responsable del aumento de la rotación de la Tierra, observado entre diciembre de 1982 y enero de 1983. Parece exis r también una asociación entre la ocurrencia de erupciones volcánicas en la franja tropical del planeta, en años que anteceden el
comienzo de El Niño, lo cual estaría asociado con la formación de un velo de cenizas en la troposfera tropical, donde se almacenaría energía solar que sería eventualmente trasladada a las regiones oceánicas de los trópicos. Entre las erupciones más notables registradas en la tudes tropicales están las de los volcanes Tambura (1815), Agung (1877), Chichón (1982) y Pinatubo (1992). Desde hace algunos años ha crecido el reconocimiento que las crisis climá cas provocadas por El Niño de gran envergadura ocasionan cambios etnológico/culturales de todo el planeta. Los al bajos climá cos ocasionados por los periodos de recurrencia y ausencia de El Niño ocasionaron que el flujo de los caudales de los ríos ubicados en la sierra norte del Perú contribuyeran al aumento de las áreas de regadío que facilitaron el gran desarrollo de los centros de la cultura Moche/Chimú en el norte peruano; sin embargo, la ocurrencia de episodios de abundantes lluvias derivadas de El Niño ocasionaron inundaciones catastróficas que destruyeron los florecientes centros de la cultura Moche hacia el año 1100 d.C. y hacia 1300 d.C. El arribo de los primeros pobladores polinesios a la isla de Pascua, tuvo lugar entre los años 1000 y 1100 d.C., como los indicios arqueológicos y geológicos de la costa oeste de América del Sur lo sugieren; entre los cien años señalados ocurrieron formidables mega-Niños. lo que significa que los vientos y la corrientes marinas en el Pacifico tropical oriental en
vez de fluir de este a oeste, como lo hacen normalmente, lo hicieron de oeste a este, tal y como ocurre en años El Niño, ayudando con esto a los polinesios a llegar a la isla de Pascua. Esta argumentación sostiene que la circulación atmosférica y oceánica de este a oeste se revierte de oeste a este durante los años con condición climática El Niño, lo cual ha sido comprobado mediante pruebas experimentales por el antropólogo y navegante Ben Finney, quien ha navegado en catamarán las rutas usadas por colonos polinesios en el Pacífico Central y Occidental. Al ver la historia desde la retrospectiva actual de los conceptos climáticos y meteorológicos podemos inferir que hay ciertos acontecimientos históricos que pudieron haber sido influidos por las alteraciones climáticas de El Niño, aun cuando el estudio en torno a dicho fenómeno es relativamente reciente, 50 años a lo sumo. Es poco conocida la relación que puede establecerse entre el desastre sufrido por Napoleón en el sitio de Moscú en 1813, consecuencia de un invierno severo en la Europa continental. De acuerdo con la cronología de la reconstrucción de los
eventos El Niño, en el año de 1812 tuvo lugar un evento moderado de dicho fenómeno, por lo cual no es de descartar que las teleconexiones o conexiones climáticas planetarias tengan que ver con dicha condición climática sufrida por las tropas de Napoleón, que sin duda nunca fueron consideradas en las estrategias militares. Otra prueba similar la constituye la derrota de las tropas de Hitler que fueron rechazadas en su entrada a Moscú y que fueron literalmente aniquiladas en el sitio de Stalingrado durante el invierno de 1941-1942, otro crudo invierno que corresponde al fin del episodio El Niño de 1940-41. En tiempos más próximos vale la pena mencionar la caída del emperador de Etiopía Haile Selassie, en 1974, debido al desorden social y político que provocaron las hambrunas en Etiopía y Sudán, las cuales estaban claramente asociadas a la sequía del África subsahariana que siguió al episodio El Niño de 1972-73. Sin duda aguardan muchas interrogantes en el tintero y habrá que verter muchas ideas y posibles respuestas respecto a El Niño
HUERTOS URBANOS La revoluci贸n silenciosa
La agricultura urbana y periurbana permite maximizar la producción de diversos productos agropecuarios (especialmente hortalizas y frutas frescas) en espacios no utilizados en las ciudades y sus alrededores. Esto puede disminuir la huella ecológica, aminorar la pobreza (generando recursos y empleo), contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional proporcionar productos no tradicionales (como medicinas o especias), reciclar desechos (para la nutrición de plantas ya animales) y eliminar terrenos baldíos que podrían terminar como basureros. Asimismo, permite reducir la distancia entre productores y consumidores y consecuentemente bajar precios y solucionar problemas de desabastecimiento.
A partir de 1960 y 1970, en un momento en el que la crisis de la energía y la recesión económica se dejan sentir, especialmente en los barrios de bajos recursos de las ciudades occidentales, vuelven a resurgir los huertos urbanos, pero la razón no es tanto la necesidad de alimentos, sino la necesidad de responder al sistema. Están impulsados por los movimientos ecologistas que buscan una forma de autogestión, la integración de grupos sociales excluidos y el desarrollo de comunidades. En estos años nace en Nueva York la que se conocería como Green Guerrilla, que ocupaba solares para aprovecharlos como huertos. En la actualidad existen 700 jardines comunitarios en los diferentes distritos de Nueva York, y por todo el país numerosos grupos trabajan en una red a escala nacional. Desde finales de los sesenta el movimiento contracultural desarrolla en Norteamérica prácticas de autogestión innovadoras. Como referencia destaca el People's park de California, un proyecto comunitario desarrollado en unos terrenos abandonados propiedad de la Universidad de Berkeley. Se calcula que en el mundo actualmente hay 800 millones de personas involucradas en agricultura urbana de las cuales unos 60 millones son latinoamericanas. En Argentina existen en la actualidad 800 huertos comunales que apoyan directamente a 10.000 familias beneficiando a un total de 40.000 personas. En Caracas hay 4.000 microhuertos. El programa Hambre Cero brasileño apuesta por la agricultura urbana como una de sus estrategias. La ciudad de La Habana produce hasta 300 g de hortalizas diarios por habitante en un 12% de su superficie. En cuanto a la situación europea, Polonia es el país con más metros cuadrados de agricultura urbana por habitante (25,4 parcelas/1.000 hab.), seguido de Eslovaquia (16,3) y Alemania (12,3). España, a pesar del crecimiento experimentado en los últimos años se encuentra muy lejos de estos valores con 0,3 parcelas/1.000 hab. En Europa según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), cerca del 72 por ciento de todos los hogares urbanos en la Federación de Rusia cultivan alimentos. Berlín, por su lado, tiene más de 80.000 agricultores urbanos. El Club de Horticultura Urbana de San Petersburgo se ha hecho famoso por su promoción de horticultura en los techos. Su investigación muestra que en sólo un distrito (San Petersburgo tiene 12) es posible cultivar 2.000 toneladas de vegetales por temporada en 500 techos. Se cultivan muchos tipos de hortalizas, como rábanos, lechugas, cebollas, pepinos, tomates, col, guisantes, remolachas, alubias y flores. Se fomenta el cultivo de endibia para ensaladas como fuente de vitaminas en el invierno. La horticultura en los techos se ha convertido en algo popular.
Una investigación realizada por a Fundación Británica de Nutrición determina que actualmente los niños saben poco del origen de los alimentos, y aunque es un estudio desarrollado en el Reino Unido, posiblemente es lo que ocurre en mayor o menor medida en cualquier país industrializado del mundo. Algunos ejemplos son bastante evidentes y un grupo de niños llega a creer que el pan, el vino y la pasta (macarrones, tallarines, etc.) se obtienen de los animales. Si al desconocimiento de los más jóvenes añadimos que las tradiciones agrícolas en la ciudad se pierden cada vez más, que la alimentación es una de las cinco categorías: alimentación, vivienda, transporte, bienes de consumo y servicios, que contribuyen al incremento de la Huella Ecológica, debemos poner los huertos urbanos en el lugar que se merecen. Huyen de la corriente productivista, se pueden encuadrar dentro del movimiento Slow Food, defienden la agricultura de proximidad y ecológica y, según la FAO, "proporcionan alimentos frescos, generan empleo, reciclan residuos urbanos, crean cinturones verdes, y fortalecen la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático". La agricultura urbana y periurbana proporciona productos alimentarios de distintos tipos de cultivos (granos, raíces, hortalizas, hongos, frutas), animales (aves, conejos, cabras, ovejas, ganado vacuno, cerdos, cobayas, pescado, etc.) así como productos no alimentarios (plantas aromáticas y medicinales, plantas ornamentales, productos de los árboles). La agricultura urbana y periurbana (AUP) incluye la silvicultura —para producir frutas y leña—, y la acuicultura a pequeña escala". Para entender el papel actual de la agricultura urbana, debemos hacer una revisión histórica de sus funciones y características en la ciudad occidental, estudiando los motivos de su implantación, su sentido, evolución y potencialidades. "Los momentos de mayor auge de la agricultura urbana están ligados a crisis económicas y energéticas, que obligan a recurrir a ella para asegurar el autoabastecimiento". La agricultura urbana germinó en los inicios de la ciudad industrial del siglo XIX, al cumplir funciones de subsistencia, higiene y control social. En países como Gran Bretaña, Alemania o Francia las autoridades locales y las grandes fábricas se vieron obligadas a ofrecer terrenos a los trabajadores para completar sus recursos y mejorar las condiciones de vida en los barrios obreros. Los Huertos para Pobres (poor gardens), surgidos en la ciudad industrial del XIX y principios del XX, cumplían básicamente funciones de subsistencia, salud y estabilidad social, y se concebían como elementos que aliviasen las condiciones de hacinamiento, insalubridad y falta de recursos en los barrios obreros. En Gran Bretaña las primeras leyes (Allotments Act,
1887 y 1908) que regulan los huertos obligaron a Iglesia y autoridades locales a proporcionar a los obreros terrenos para el cultivo. Sin embargo se establecen distintas medidas para evitar que los huertos se conviertan en una alternativa al trabajo asalariado, controlando el tamaño, el tiempo de dedicación y prohibiendo la venta de la producción, que sólo podrá destinarse al autoconsumo. A raíz de la depresión económica de 1893, el alcalde de Detroit ofrece terrenos vacantes a los desempleados, para que puedan cultivar sus alimentos, estos terrenos fueron conocidos como potato patchs (parcelas de patatas) y la iniciativa fue replicada en otras ciudades. Se recurrió nuevamente a esta medida en la Gran Depresión (1929-1935), periodo en el que se denominaron relief gardens (huertos de emergencia). La misma coyuntura de precariedad social sirve de contexto a la aparición de los huertos para pobres en otros países. Así, los Jardines de la victoria, también llamados jardines de la guerra o jardines de alimentos para la defensa, actuaron también como precursores de los actuales huertos urbanos. Eran auténticos huertos de vegetales, frutas y hierbas aromáticas y medicinales plantadas en las residencias privadas o en parques públicos en las ciudades más importantes del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Se utilizaban para suministrar alimentos a las ciudades en los periodos de escasez por falta de suministros y como "potenciador moral" que fomentaba el patriotismo entre la población civil. Con el fin de concienciar y educar a los ciudadanos en el cultivo de huertos de guerra se realizan boletines educativos, programas de radio y películas formativas, en los que se explica cómo preparar los terrenos y cultivar, cómo alimentar a cerdos o gallinas con restos de la cocina, o las mejores recetas para aprovechar al máximo los alimentos…
He aquí cinco hábitos caseros con impacto positivo probado. Pequeñas grandes acciones que, viralizadas, pueden disminuir o, en el mejor de los casos, eliminar patrones negativos de consumo. De acuerdo con cifras del inegi, cada mexicano genera 769 gramos de basura al día (y en el df el número se eleva hasta dos kilogramos). Diariamente se recolectan 86 343 toneladas en todo el país, de las cuales se trata 6%. El 87% va a parar a raderos a cielo abierto (sólo 13% de los 1 882 si os de disposición final, son rellenos sanitarios). Reducir, reu lizar y reciclar la can dad de basura que se produce ahorra espacio, contaminantes, emisiones, agua y energía. Al reducir 10% la basura personal, se ahorran más de 500 kilos de CO2 al año. Comprar alimentos a granel, no usar bolsas de plás co, preferir ar culos sin envases ni moños e imprimir lo menos posible son algunas estrategias para lograrlo. En México se desechan 22 millones de toneladas de papel, que si se reciclaran ahorrarían 33% de la energía que se precisó para fabricarlo y 28 000 millones de litros de agua.
2. Ser unplugged (en la medidad posible)
1. Tolerancia cero a los empaques supefluos
Secar la ropa al aire libre en lugar de usar la secadora durante seis meses disminuye en 320 kilos la emisión de CO2 al año. Al cambiar los focos comunes por lámparas de bajo consumo, que u lizan 60% menos electricidad, se reduce la emisión en 140 kilos de CO2 al año. De los hábitos domés cos con impacto posi vo, ésta es una de las medidas de las que los consumidores son más conscientes (probablemente porque un ahorro de energía también implica un ahorro económico). El inegi indica que en nueve de cada 10 viviendas se reportan prác cas relacionadas con el ahorro de electricidad. El 88% de los encuestados apaga la luz cuando no está en una estancia y 53% ya u liza focos ahorradores.
3. Atencion al agua
Pese a que las autoridades insisten en que 98% de los municipios y delegaciones enen servicio de agua potable, 73% de los hogares compra agua en garrafón o botella. Según el úl mo estudio de la Beverage Marke ng Corpora on, realizado en 2010, México es el mayor consumidor de agua per cápita del mundo. Se compran 200, 000 botellas de plás co cada hora, de las cuales sólo se recicla 21% (según la Asociación para Promover el Reciclado del pet); el resto va a parar a raderos a cielo abierto. Cada familia des na cerca de 2, 000 pesos anuales a comprar agua embotellada, más del doble de lo que cuesta un filtro de agua de buena calidad que puede durar varios años.
5. Generar Oxigeno
Una llave que gotea pierde casi 1 900 litros de agua al mes (suficiente para bañarnos unas 100 veces).Dejar el grifo abierto al lavar los trastes puede gastar 120 litros de agua en una sola ocasión. Lavar el carro con una manguera desperdicia más de 300 litros. En todos los hogares, el escusado es el mayor derrochador. Cuando se jala la palanca, se pierden hasta 10 litros (si no se puede adquirir uno de bajo consumo, introducir dos botellas llenas de agua en la caja logrará que se consuman cuatro litros menos en cada descarga). En México se consumen 364 litros de agua por persona al día; más del doble que en Europa, donde se usan alrededor de 150 litros diarios.
4. Comprar un Filtro
Un metro cuadrado de azotea verde atrapa un kilo de CO2 y genera el oxígeno requerido por una persona en un año. Los jardines en los techos reducen el efecto “isla de calor” en las ciudades y absorben hasta 75% del agua de lluvia, lo que alivia la presión de los sistemas de drenaje. Funcionan también como aislantes acús cos y aportan varios beneficios para la salud (como reducir el estrés y la presión arterial, mejorar la atención y los índices de recuperación de enfermedades). Incluso, las plantas de interior son más que un objeto decora vo para las personas y el entorno: limpian el aire y reducen la contaminación en los espacios hasta en 80% (las mejores para este fin: la Sansevieria o Espada de San Jorge, las Dracaenas, las cintas (Spo phyllum), la planta de bambú (Chamaedorea) y la hiedra (Hedera belix). Un estudio realizado por la American Chemical Society aseguró que si se reemplazaran por azoteas verdes los techos de todos los edificios de un área urbana del tamaño de Detroit, con una población de un millón de personas, lograrían capturarse 55 000 toneladas de CO2, el equivalente a eliminar el emi do por 10 000 vehículos u litarios depor vos de tamaño medio por un año.
LOS VAMPIROS DE LA ENERGIA
Hace 30 años, los usuarios de energía eléctrica del sector domés co, simplemente podían desconectar su refrigerador y salir de vacaciones, seguros de que su medidor de consumo de electricidad se detenía. En la actualidad, ya no es así, pues estos aparatos con núan funcionando, como si los hogares tuvieran vida propia. ¿La causa? Los vampiros de la energía. El uso de equipos electrónicos se ha intensificado durante los úl mos años como resultado de un mejor nivel de vida de los seres humanos. Si bien con ello se ha incrementado la confiabilidad, funcionalidad y eficiencia de estos aparatos, el avance tecnológico ha implicado que al permanecer conectados al circuito de alimentación eléctrica, con núen consumiendo energía, aun cuando permanezcan supuestamente apagados o no estén efectuando su principal función, lo que significa un desperdicio de electricidad que el usuario ene que pagar. A este consumo de electricidad se le conoce como energía de espera, modo inac vo, modo dormido, energía de desperdicio o, también, consumo vampiro. Aunque la demanda de potencia eléctrica de estos equipos es menor que la requerida durante el desarrollo de su función principal. De todas formas hay un consumo con nuo, lo que ocasiona un desperdicio la mayor parte del día. Es importante indicar que esto lo provocan diversos productos electrónicos, que permanecen conectados todo el empo y, específicamente, los equipos que cuentan con control remoto, relojes digitales, memoria y/o programación. Los aparatos que enen únicamente las funciones de encendido on y apagado off no consumen energía cuando no están prendidos, aunque permanezcan conectados. La potencia eléctrica promedio en modo de espera en un hogar mexicano es de 24 Wa s (W), pero los vampiros energé cos pueden llegar a consumir anualmente hasta 160 Kilowa s Hora (Kwh). En la Tabla 1 se muestran los equipos y aparatos electrónicos que más demandan potencia eléctrica en modo de espera en nuestras casas. ¿Qué hacer para evitar el consumo de estos vampiros? Para reducir la afectación, se debe entender que la energía está siempre en función de la potencia eléctrica y, para este caso, el empo que el equipo o aparato permanezca sin uso. Esto significa que si reducimos el empo que se encuentran conectados a
la red sin realizar su función principal, también reduciremos el consumo de energía, lo que puede ser tan simple o sofis cado como: • Desconectar la carga (re rar la clavija del contacto) • Usar un interruptor manual o un mul contactos desde el cual se pueda cortar la corriente de suministro • U lizar elementos más sofis cados, como en las computadoras, para apagar totalmente el equipo, pero sin desconfigurar sus funciones. ¿Qué hacen los gobiernos para exterminar a los vampiros? La Agencia Internacional de Energía (IEA), integrada por 26 países y formada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dio a conocer en 1999 una inicia va para que en 2010 todos los aparatos eléctricos tuvieran una potencia en el modo de espera menor a un Wa . La propuesta fue aceptada por algunos países, como Estados Unidos, Corea del Sur y Australia (que ya han comenzado a tomar acciones) y algunos otros están en proceso de implementación, como Japón, China, Canadá, las naciones que forman parte de la Unión Europea y Brasil, principalmente. México no se ha quedado atrás en los esfuerzos al respecto: el 13 de abril de 2012 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, el Programa Nacional de Normalización 2012, en el cual se incluye el tema de Límites máximos de potencia eléctrica de equipos y aparatos que demandan energía en espera. Métodos de prueba y e quetado.
NO LO TIRES HAZLO INMORTAL