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Milenio DIARIO

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jueves 27 septiembre de 2012



milenio o Campus

Jueves 27 de septiembre de 2012 o03

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ENRIQUE ORDÓÑEZ

Alonso Lujambio 1962-2012 (+) Jesús D. González o Fundador Francisco A. González Francisco D. González A. Jesús D. González A. Carlos Marín Ciro Gómez Leyva Hugo Chapa Gamboa Valeria González Roberto López Néstor Ojeda Héctor Zamarrón Roberto Velázquez Rafael Ocampo José Manuel Echeverry Miguel Ángel Vargas Rosa Esther Juárez Pedro González Javier Chapa Adriana Obregón Luis Reza Gabriel Navarro Mauricio Morales Fernando Ruiz Adrián Loaiza Ángel Cong Marco A. Zamora

Presidente Director general Director general adjunto irector general editorial Director editorial adjunto Director ejecutivo Directora creativa Subdirector editorial Subdirector editorial Subdirector editorial Editor en jefe Milenio televisión La afición Editor en jefe milenio.com Director de enlace editorial Directora de desarrollo periodístico Director administrativo y finanzas Director de negocios directora comercial Director relaciones institucionales Director internet Director desarrollo corporativo Director producción Director sistemas Director servicios corporativos Director proyectos especiales

JORGE MEDINA VIEDAS director cARLOS REYES subdirector editorial RICARDO REYES OCHOA diseño SALVADOR MEDINA ARMIENTA reportero NÉSTOR OJEDA coordinador de suplementos

CONSEJO EDITORIAL Raúl Arias Lovillo Universidad Veracruzana José Carreño Carlón Universidad Iberoamericana Enrique Agüera Ibáñez Benemérita Universidad Autónoma de Puebla José Martínez Vilchis Universidad Autónoma del Estado de México Eduardo Gasca Pliego Universidad Autónoma del Estado de México Raúl Godoy Montañez Universidad Autónoma de Yucatán Alfredo dájer Abimerhi Universidad autónoma de yucatán Luis Mier y Terán Universidad Autónoma Metropolitana Humberto Muñoz García Universidad Nacional Autónoma de México José Lema labadie Universidad Autónoma metropolitana FELIPE MARTÍNEZ RizZo Universidad Autónoma de Aguascalientes Raúl Trejo Delarbre Universidad Nacional Autónoma de México Fernando Pérez Correa Universidad Nacional Autónoma de México José ángel pescador osuna El Colegio de Sinaloa José Sarukhán Kérmez Universidad Nacional Autónoma de México Enrique Villa Rivera Instituto Politécnico Nacional José Antonio de la Peña Universidad Nacional Autónoma de México Carlos Calderón Viedas universidad autónoma de sinaloa Alejandro Canales Universidad Nacional Autónoma de México Luis González de Alba Universidad Nacional Autónoma de México Otto Granados Roldán ITESM Gilberto Guevara Niebla Universidad Nacional Autónoma de México Rollin Kent Serna (BUAP) Rodrigo López Zavala universidad autónoma de sinaloa Javier Mendoza Rojas (ANUIES) Adrián de Garay (UAM) Carlos Pallán Figueroa Universidad Autónoma metropolitana Roberto Rodríguez Gómez Universidad Nacional Autónoma de México Ma. Herlinda Suárez Z. Universidad Nacional Autónoma de México Sylvie Didou Aupetit Cinvestav Liberato Terán Olguín universidad autónoma de sinaloa Francisco J. Marmolejo Conahec, University of Arizona

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E

n primer lugar, un comentario sobre el nacimiento de Campus carente de intenciones pretensiosas: tal vez el hecho de no haber tomado conciencia de la responsabilidad que significaba la publicación semanal de Campus, fue lo que a un grupo de académicos y periodistas, hace una década, nos permitió iniciar esta andadura editorial, y seguir comprometidos hasta hoy con nuestro suplemento que llega a su número 480, cumpliendo sus primeros diez años de vida. Se congregaba en todos, emoción, conocimiento, rodaje intelectual en la academia, pero no experiencia ni conciencia de las rutinas y de los sofocos que produce del periodismo. No ha significado poco en términos vitales y profesionales para cualquieradelosqueemprendimos la aventura y hoy seguimos aquí. Quiero agradecer y recordar esta tarea sencilla pero consistentemente apasionada. En primer término a la casa Multimedios, a Milenio Diario, que nos dieron cobijoynoshanapoyadoasumiendo y auspiciando la línea periodística de Campus, en la que ha privado el respeto a la libertad de opinión y expresión, y que todos nuestros colaboradores han podido ejercer a plenitud en el suplemento. A nuestros anunciantes y patrocinadores, algunos de los

cuales han estado al lado de Campus desde su primer número, gracias por el oxigeno puro de su amistad y presencia en nuestras páginas, y por confiar en el suplemento Campus. El primer número de Campus apareció el 12 de septiembre de 2002. Era una publicación que no tenía precedente entonces. No se conocía en nuestro país un productoperiodísticoquefueracapaz de analizar, informar y opinar semanalmente sobre la educación superior y sobre las políticas en ciencia y tecnología, Todos eran considerados temas agrestes para los medios y no se le auguraba a Campus una vida muy larga. Pero aquí estamos. Con los soportes mencionados. Con colaboradores fundadores aun sosteniendo Campus. Verdaderos intelectuales, expertos en la ciencia y tecnología, estudiosos de las políticas públicas, de los modelos educativos del país, de los sacudimientos que ha provocado en el mundo universitario la sociedad del conocimiento. Académicos que en sus centros educativos son ejemplo de responsabilidad, autores reconocidos por su obra al servicio de las universidades mexicanas. Estoy muy agradecido con todos. Con cada uno de ellos. También con dirigentes universitarios, confuncionarios,conacadémicos

por teléfono y fax 5140 4900, extensiones 34924 y 31986; fax: 5140 4903 y 04

que han participado de diferente manera a lo largo de estos años. En números como éste, enriquecen y dan lustre a nuestro suplemento. Reconozco y agradezco también a Carlos Reyes, a Salvador Medinay aRicardoReyesOchoa,el equipo de redacción y edición que hace Campus y produce nuestras cápsulas en Milenio Televisión. En este décimo aniversario de Campus, es mi deseo agradecer sincera y especialmente la preferencia de nuestro público lector, a los cuales están dirigidos nuestros mejores afanes periodísticos. Solamente para reafirmar nuestro compromiso con la educación superior, suscribo de nuevo uno de los principios que publicamos en el primer número de Campus aquel 12 de septiembre de 2002. Campus Milenio tiene un objetivo superior: reflejar en sus páginas la importancia estratégica de las universidades y de la educación superior en el desarrollo nacional. En el propósito de hacer un periodismo sin estridencias y de calidad, basados en el compromiso ético con nuestros lectores y, especialmente, con las comunidades estudiantiles y académicas, pondremos nuestro mejor esfuerzo. Diez años después, refrendamos este compromiso. (JMV)

tAl cierre de esta edición especial de Campus, llegó la noticia del lamentable fallecimiento de Alonso Lujambio Irazabal, quien fuera Secretario de Educación Pública y actual senador de la República. La madrugada del martes 25 de septiembre se confirmó el hecho. Más allá de las discrepancias, se debe reconocer que Lujambio Irazabal realizó muchas contribuciones a la vida política y social del país. Lujambio Irazabal fue Consejero electoral del IFE, asesor de la ONU en Bagdad, Irak, para diseñar el sistema electoral. De 2005 a 2006 fue Comisionado del IFAI, y Comisionado Presidente de 2006 a 2009. Desde aquí, nos unimos a la pena que invade a la comunidad académica del país y a sus amigos. Nuestras condolencias a todos y a su familia por la enorme pérdida. Quedan de ejemplo su fortaleza moral, la honradez de sus convicciones, su amor a la vida, que fue una forma de demostrar el gran amor que tenía por los suyos, por sus hijos y por su esposa. Reciban de Campus un abrazo de solidaridad y amistad.

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04 o Jueves 27 de septiembre de 2012

el estado de la educación superior Roberto Rodríguez Gómez* roberto@unam.mx

La obligatoriedad de la educación media superior en México

E

l 9 de febrero de 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la declaración del Congreso de la Unión que reforma los artículos Tercero y Trigésimo Primero de la Constitución para dar lugar a la obligatoriedad de la educación media superior en México. Previamente la iniciativa, formulada por el Partido Revolucionario Institucional, fue presentada, deliberada y dictaminada favorablemente en la Cámara de Diputados (7 de diciembre de 2010); remitida al Senado y aprobada por la cámara alta, con modificaciones, el 21 de septiembre de 2011, y aprobada en definitiva por los diputados federales el 13 de octubre del mismo año. A partir de entonces, tal como lo prevé la norma para cambios constitucionales, la iniciativa fue ratificada por veintidós legislaturas estatales, antes de proceder la declaración formal de reforma. Desde ese momento y hasta la fecha, la gran mayoría de los órganos legislativos de las entidades federativas del país han procedido a plasmar en sus respectivas constituciones y leyes de educación las modificaciones que implica la nueva regulación. Pero ya es un hecho consumado: a partir de ahora, con las reservas que establece la legislación transitoria de la reforma, la obligatoriedad educativa en México se extiende desde el nivel preescolar hasta la educación media superior, es decir, que abarca dieciocho años, y con ello establece una marca mundial en la materia. La obligatoriedad del bachillerato no es, ni mucho menos, una regla novedosa dentro de la diversidad de sistemas educativos del mundo.Hacetiempoquequedóestablecida, con sus variantes, en los países más desarrollados y en variasnacionesdeAméricaLatina.Lo singular del caso mexicano es que elprocesoenquetransitólamedida secircunscribió,exclusivamente,al circuito legislativo, es decir que no correspondió ni se articuló a una política pública enfocada a la universalizacióndelaescolaridadhasta este grado de estudios, o bien a la transformación de las condiciones de acceso, retención y promoción entrelosdistintosniveles quecomponen la estructura educativa del país. Para decirlo en breve, la obligatoriedad del bachillerato no fue productodelaracionalidadeducativa de una política pública, sino el resultado de la construcción de un consenso político entre las fracciones parlamentarias, esto es entre lospartidospolíticosrepresentados en el Congreso. De principio a fin, una operación política antes que un proyecto educativo en el sentido estricto del término. ¿Cómo se tejieron las tramas que desembocaron en esta medida?,¿cuálesfueronlasreaccio-

JUAN PABLO ZAMORA

El desafío será que el decreto de reforma que establece la obligatoriedad del bachillerato se haga realidad.

nes, en distintos puntos del proceso, del poder ejecutivo federal y de los gobiernos estatales?, ¿cómo se explica el grado de consenso que finalmente suscitó la reforma?, ¿cuáles son sus principales implicaciones a futuro? En este ensayo se proponen algunos elementos de respuesta,asícomovariashipótesis entornoaestascuestiones.Seabordan los principales antecedentes y se pasa revista a los distintos escenarios en que se gestaron negociaciones al respecto.

La obligatoriedad del bachillerato en Jalisco y en el Distrito Federal

Tras el inicio del proceso de descentralización educativa, que dio lugar a la Ley General de Educación de 1993, las legislaturas de los estados se dieron a la tarea de reformar o implantar normas estatales para la gestión federalizada de sus respectivos sistemas educativos. En ese contexto, la Ley de Educación del Estado de Jalisco fue promulgada el 6 de septiembre de 1997, durante el mandato de Alberto Cárdenas Jiménez, gobernador panista en el periodo 1995-2001. En su versión original, la ley aprobada (Decreto 16644 del Congreso del estado) señalaba que “todos los habitantes del Estado de Jalisco tienen derecho a la educación pública en los términos que determinen las disposiciones generales aplicables y la obligación de hacer que sus hijos o pupilos menores de edad cursen la educación primariaysecundaria”.Sinembargo,tres añosmástarde,aúnenelperiodode CárdenasJiménez,lanormaestatal registrómodificacionesimportantes de fondo y forma, una de las más significativaslaobligatoriedaddela enseñanza media superior. Así, el 19 de agosto de 1999, el entonces diputado (por el PRD)

ante la LV Legislatura del Estado de Jalisco, Raúl Padilla López, antes rector de la Universidad de Guadalajara (1989-1995), presentó al Congreso del estado una iniciativa de ley que incluía la obligatoriedad de ese nivel de enseñanza bajo la siguiente justificación: “Ampliar el acceso a la educación media superior y superior será el reto educativo más fuerte que enfrentaremos los próximos años, no sólo por el déficit de cobertura que ya existe, sino también por las presiones adicionales que ejercerán sobre estos niveles las nuevas generaciones de egresados…”. La Iniciativa de Acuerdo Legislativo suscrita por el licenciado Padilla señalaba, textualmente, que “en días pasados, el gobernador el Estado hizo suya la propuesta que nuestra fracción parlamentaria ha venido planteando en diversos foros y que fue compromiso de campaña de un servidor. Reconozco públicamente este gesto del gobernador, de adoptar una propuesta de la oposición y de sumarse a una iniciativa que será decisiva para nuestro desarrollo”. La reforma promovida por Padilla López ampliaba los derechos y obligaciones de escolaridad del artículo tercero de la ley estatal indicando que “la educación primaria, secundaria y media superior tienen carácter obligatorio y gratuito”. El primero de febrero de 2000, el gobernador Cárdenas remitió a la Legislatura del estado una iniciativa propia que coincidía a la letra con la formulada por Padilla en el punto de la obligatoriedad de la educación media superior. Por último, en marzo del mismo año, las comisiones de Estudios Legislativos, Puntos Constitucionales y Reglamentos y Educación Pública del Congreso estatal dictaminaron favorablemente la UNAM. Instituto de Investigaciones Sociales.

reforma y añadieron, mediante el decreto número 18280, la norma de obligatoriedad del bachillerato en la jurisdicción estatal. El 29 de abril de 2000 dicho decreto se publicó en el periódico oficial del estado de Jalisco. En este proceso, ¿la iniciativa del Ejecutivo estatal, en manos del PAN, coincidió con una demanda educativa del PRD, o más bien el gobernador Cárdenas reconoció el peso político específico del ex rector de la Universidad de Guadalajara? Sin descartar del todo la primera hipótesis —la convergencia política con ánimo de encontrar puntos de coincidencia con la oposición—, vale la pena registrar que para la UdeG la obligatoriedad del bachillerato representaba, en aquel contexto, una invaluable oportunidad para hacer avanzar el proyecto universitario de integración del Sistema de Educación Media Superior (SEMS). Así como en Jalisco se otorgó a la educación media superior el carácter de obligatoria a través de la ley de educación de esa entidad federativa, la norma correspondiente en el Distrito Federal, la Ley de Educación del Distrito Federal, aprobada por la IV Legislatura de la Asamblea Legislativa el 8 de junio de 2000, en la gestión de Rosario Robles Berlanga, generó, asimismo, condiciones para avanzar en el propósito de universalizar la oferta y el acceso de los capitalinos hasta ese nivel educativo. No obstante el propósito común, el diseño normativo adoptado en el DF es diferente al de Jalisco. En la entidad tapatía, la regla de obligatoriedad quedó plasmada en un enunciado bastante simple y directo: “La educación es un derecho fundamental del ser humano que tiene como xpropósito su desarrollo integral. La educación

primaria, secundaria y media superior tienen carácter obligatorio y gratuito, en los términos de la presente ley y las demás disposiciones aplicables. Atendiendo al derecho que tienen de educar a sus hijos o pupilos, los padres o tutores están obligados a hacer que cursen la educación correspondiente a estos niveles” (Ley de Educación de Jalisco, artículo tercero). En cambio, en la Ley de Educación del DF, aprobada por la AsambleaLegislativadelDistritoFederal el 8 de junio de 2000), la obligatoriedad del bachillerato se desprende del contenido de varios artículos, sinqueningunoexpreseinequívocamente la condición de obligatoriedad.Elartículocuartoindica:“El Gobierno del Distrito Federal tiene la obligación de atender y prestar a todos los habitantes de la entidad educaciónpreescolar,primaria,secundaria y media superior”, lo cual implica la obligación del gobierno de la entidad de contar con oferta educativa suficiente hasta el nivel medio superior. El artículo 52 de la misma norma establece atribuciones para cumplir con dicha obligación. Al respecto indica: “Con el objetivo de garantizar la enseñanza media superior para todos los solicitantes de este tipo de educación, respetando los principios de igualdad, equidad y libertad de elección, el Gobierno del Distrito Federal establecerá convenios con instituciones públicas y, en su caso, privadas, que en el futuro la impartan. Además podrá establecer sus propios planteles para ampliar la cobertura y satisfacer la demanda de los habitantes del Distrito Federal”. Por último, los artículos 139 y 140 de la ley educativa del DF expresan los derechos y obligaciones de los padres de familia en torno a la obligatoriedad de la educación media superior. El 139 señala, entre los derechos de quienes ejercen la patria potestad, el de “obtener la inscripción escolar para que sus hijos o pupilos menores de dieciocho años reciban la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior (…)”, y el 140 la obligación de “hacer que sus hijos o pupilos menores de dieciocho años cursen la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, en las escuelas oficiales o particulares debidamente autorizadas”. A partir de la promulgación de esta norma, el Gobierno de la Ciudad de México generó un conjunto de iniciativas para aproximarse al objetivo de política pública enunciado en términos de “universalizar la educación media superior”. Cabe citar, al respecto, los programas de bachillerato general y bachillerato a distancia coordinados por la administración capitalina a través del Instituto de Educación


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Media Superior del DF, establecido en el 2000, un programa de formación y apoyo integral al docente, y un programa de becas escolares, el sistema PrepaSí. Sobre el sistema de bachillerato en manos de la administración pública capitalina se han hecho críticas enfocadas sobre la calidad de los servicios educativos, la eficiencia terminal de los programas, y sobre la presunta ventaja electoral que otorga el contar con un extenso padrón de becarios. Frente a estos pronunciamientos, en los hechos la entidad sede de los poderes federales ha avanzado como ninguna otra en materia de cobertura escolar y brinda oportunidades de acceso y permanencia muy sólidas. Ambos casos, Jalisco y la Ciudad de México, tienen en común haber planteado la obligatoriedad normativa a través de iniciativas de la izquierda partidista. Y también en ambos casos están presentes factores políticos en torno a la medida, e indiscutibles resultados favorables por haber emprendido esa respuesta. Por ello, no es de extrañar que en otros estados, en la primera mitad de la década dos mil se buscara replicar la fórmula. En Nuevo León, por ejemplo, en mayo de 2007, al concluir la “Consulta Ciudadana para Reformar la Ley Estatal de Educación”, el secretario del ramo, Reyes Tamez Guerra, informó: “Propusimos que el nivel de educación media superior, a nivel de bachillerato, sea obligatoria en todas sus opciones donde también tendríamos que preparar las condiciones para enfrentar este reto” (El Porvenir, Monterrey, nota de TrinidadMorenoGonzález,19/05/ 07). En Michoacán, Coahuila y Sonora se han presentado iniciativas legislativas en el mismo sentido, principalmente por las fracciones del PRI, Nueva Alianza, el PRD y el Partido del Trabajo.

Primera escaramuza. El tema de la obligatoriedad en la LX Legislatura del Congreso

En 2006 se integró la LX legislatura del Congreso. Para articular su programa trianual de trabajo, las comisiones de Ciencia y Tecnología, y de Educación Pública y Servicios Educativos, resolvieron convocar al “Primer foro parlamentario de consulta sobre educación media superior, superior, ciencia y tecnología e innovación de México”. El punto de acuerdo respectivo data del 30 de octubre de 2006. El Grupo de Trabajo Pluripartidista encargado de la tarea, con la colaboración de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, convocó a dicho foro del 22 al 24 de noviembre en Colima. Acudieron representantes institucionales del sector educativo y universitario, autoridades federales y estatales, y especialistas. Al final del encuentro se emitió la "Declaración de Co-

lima 2006", uno de cuyos “puntos de consenso” fue precisamente el de “generar las condiciones necesarias para que en el mediano plazo se establezca la obligatoriedad de la educación media superior a fin de universalizar su cobertura.” Conviene mencionar, por cierto, que el punto fue promovido, hasta su inclusión en la Declaración, por los representantes de la Universidad de Guadalajara, con total apoyo de los legisladores del PRD presentes en el encuentro. Con este instrumento, la comisión educativa de la Cámara de Diputados, encabezada por Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla (PRD), previamente vicerrector de la UdeG, logró incorporar el tema de la obligatoriedad del bachillerato en la agenda legislativa. En el primer programa de trabajo que dicha comisión estableció no tuvo ninguna presencia el asunto de la obligatoriedad. Sin embargo, dentro de la “Agenda legislativa para el segundo año de ejercicio”, correspondiente al lapso de septiembre de 2007 a febrero de 2008, se propone, en el numeral quinto, “elevar a rango constitucional la obligatoriedad de la educación media superior.” La Comisión trabajó en esa dirección, no obstante la iniciativa de obligatoriedad transitó a una pista diferente, la que se gestó en el marco de la emergente Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA), establecida en abril de 2007, para legislar sobre la Ley para la Reforma del Estado.

La obligatoriedad del bachillerato en el marco de la Reforma del Estado

El Grupo de Trabajo de Garantías Sociales de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA), convino en impulsar,enelmarcodelarevisión de las garantías constitucionales, la obligatoriedad de la enseñanza media superior. La propuesta fue apoyada por el PRD, el PRI, el PT y el Panal. En cambio, el Partido Acción Nacional se negó a sumarse al consenso, por las repercusiones financieras que traería la medida, y el Verde Ecologista manifestó reservas en cuanto a la oportunidad temporal de la medida. Pese a las altas expectativas depositadas en la CENCA, lo cierto es que fue mínima la cantidad de iniciativas de los grupos de trabajo en que esta comisión se organizó, que lograron alcanzar la aduana legislativa.Enmateriadegarantías sociales, sólo la obligatoriedad de la educación media superior logró traspasar el umbral de la Cámara de Diputados. La propuesta de la CENCA fue entregada a la cámara baja a finales de 2007 y logró un dictamen favorable. En junio de 2008, durante el periodo extraordinario de ambas cámaras, se deliberó en torno a la factibilidaddelasreformasplanteadas por la CENCA, entre ellas la obligatoriedad del bachillerato. En ese periodo, el extenso primer punto delaagenda(reformasalanormati-

vaelectoralsecundaria)consumió, en ambas cámaras, toda la sesión del 19 de junio, alcanzándose en ésta acuerdos de importancia en la materia.Parecía,enconsecuencia, que había un clima favorable para adelantarelprocesodelareformaal artículo tercero. Pero no fue así: en la mañana del 20 de junio se informó, en ambas cámaras, que las comisionespromotorasdelareforma se desistían de la presentación de la iniciativa al pleno con el siguiente argumento: “Solicitamos que el dictamen se difiera a otro período desesiones,envirtuddetratarsede una Reforma Constitucional que reclama consensos puntuales y el mayoracuerdodeloslegisladores”. (CrónicaParlamentaria,versiónestenográfica de la sesión extraordinaria del 20 de junio de 2008). Parecía el punto final de la oportunidad de reformar la Constitución para incorporar en ella el carácter obligatorio de la educación media superior. Pero no fue así. Todavía en el periodo de la LX Legislatura, en diciembre de 2008, laCámaradeDiputadosaprobóun nuevo dictamen, en el cual se incluía un artículo transitorio que a la letra señalaba: “la obligatoridad del Estado de garantizar el acceso a la educación media superior a todos los estudiantes en edad de cursarla, se realizará de manera gradual y creciente, en diversas modalidades, con calidad y con la concurrencia presupuestal de la Federación y entidades federativas y en los términos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Sectorial de Educación vigentes”. Es decir, una obligatoriedad con plazo indeterminado, lo que, al parecer, aliviaba la objeciones que había puesto el PAN y la administración pública federal al respecto. Con esa redacción la iniciativa se trasladó al Senado, y cuando todo parecía indicar que la reforma transitaría, la fracción parlamentaria del PAN, en interlocución con las autoridades de la SEP, decidieron una vez más la demora del proyecto al considerar, fundamentalmente, que la medida de obligatoriedad causaría presiones importantes al presupuesto federal en materia educativa.

Una nueva oportunidad: la LXI Legislatura y el Consejo Nacional de Autoridades Educativas

La renovación del Congreso de los Diputados, en 2009, abrió nuevas perspectivas al proyecto. El 7 de diciembre de 2010 se dictaminó favorablemente, en la Cámara de Diputados, la iniciativa presentada por el diputado Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa (PRI) que planteaba la reforma a los artículos Tercero y Treinta y uno de la Constitución haciendo obligatoria la educación media superior. Tras la confirmación en el pleno de la cámara baja, la propuesta fue turnada al Senado y entregada a las comisiones competentes para su dictamen.

En tanto el Senado deliberaba en torno a la iniciativa, la SEP promovió, a través del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) una consulta para entregar observaciones al Senado respecto a la viabilidad y oportunidad de la reforma. La consulta quedó plasmada en el documento “Opinión de las Autoridades Educativas Federal y Estatales sobre la Minuta con proyecto de Decreto por el que se reforman los Artículos 3º y 31 constitucionales.” En lo medular, la consulta a los responsables del sector educativo en los estados generó tres recomendaciones: 1. Una constante en las observaciones de las Entidades Federativas es el tema de los recursos que se requieren para hacer frente a la eventual obligación de ofrecer educación media superior. De igual manera preocupa la falta de claridad respecto de las fuentes de los recursos fiscales que permitan cumplir con la obligatoriedad. 2. Prever que el Ejecutivo Federal determine los planes y programas de estudio también es contrario al auténtico federalismo educativo. Una constante expresada por las entidades federativas es que la reforma constitucional debe reconocer la diversidad geográfica y cultural y las diferentes necesidades e intereses de la población para su mejor desarrollo. 3. Las autoridades educativas estiman que el artículo segundo transitorio de la Iniciativa debe ser objeto de una cuidadosa revisión, puesto que se contempla la obligación de iniciar un proceso tendiente a la transformación estructural y laboral de la media superior. Es decir, que la obligatoriedad, en caso de aprobarse, contemplase un esquema de financiamiento adecuado a las expectativas de la medida; evitase otorgar atribuciones exclusivas a la SEP para determinarelcontenidodeplanesyprogramas; y evitase el tema laboral. El Senado se hizo cargo de las observaciones de SEP y CONAEDU y emitió una propuesta de norma modificada. Para el tema financiero agregó a los transitorios la necesidad de contar con un presupuesto plurianual para apoyar la reforma. Se eliminó de la iniciativa aprobada por los diputados la regla según la cual la SEP tendría la última palabra en fijar el marco curricular del sistema de educación media superior. Se eliminó la propuesta de reforma laboral sugerida en la primera versión. Así, en septiembre de 2011 el Senado aprobó un nuevo texto legislativo y lo remitió a la cámara baja. La el Congreso de los Diputados no tuvo mayores objeciones a las modificaciones establecidas por los senadores. Con votación unánime, el 13 de octubre de 2011, con votación unánime de los diputados, se aprobaron en definitiva las reformas y los transitorios. En sólo tres meses se obtuvo la ratificación de los órganos legisla-

tivos de los estados. La Constitución establece que para cambiar la norma suprema del país se requiere que cualquier modificación sea apoyada por dos terceras partes de los mismos. Con veintidós resoluciones favorables quedó resuelto el trámite. Y así, el 8 de febrero de 2012, en un escenario claramente pre-electoral, se verificó la firma del decreto respectivo.

¿Todos ganan?

En la firma del Decreto que reforma los Artículos 3 y 31 Constitucionales, relativos a la obligatoriedad de la educación media superior, el presidente de la República expresó: “Con mucho orgullo, he firmado hoy, el Decreto por el cual se eleva a rango constitucional la Obligatoriedad de la Educación Media Superior. Se trata de un avance de la mayor trascendencia a la educación pública nacional. Con esta Reforma a nuestra Carta Magna, el Estado mexicano asume el compromiso de garantizar la enseñanza a todos nuestros niños y jóvenes, hasta el nivel de bachillerato. Esta medida, nos pone en el camino correcto para lograr, en el mediano plazo, un promedio nacional de escolaridad de 15 años de estudio, como la que tienen muchos de los países con los que competimos.” “Yo expreso mi más sincero reconocimiento a quienes impulsaron en sus orígenes esta iniciativa, en diversas legislaturas. A Legisladores de todos los partidos aquí, presentes que, tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores, estuvieron impulsando esta iniciativa. Incluyendo, también, miesposaMargarita,que,además, es maestra de bachillerato.” Es decir, incluso el Poder Ejecutivo Federal, cuya única constante en este proceso había sido la oposición a la medida, terminó congratulándose de la reforma. Claro, al final de la administración pública correspondiente, ya sin la presión de tener que generar los recursos para que la iniciativa tuviera vías de concreción claras, e intentando disputar los réditos políticos que, al parecer, podría generar el anuncio público de la obligatoriedad. Lo mismo el conjunto de los partidos políticos, el PAN incluido. Todos de acuerdo, todos ganan. Sin embargo, el tremendo desafío que representa generar una oferta de educación media superior que, en un plazo definido, logre remontar una tasa de cobertura del sesenta al cien por ciento, es enorme. No son sólo problemas de financiamiento, lo que no es trivial, es formar nuevos recursos docentes, coordinar un sistema aún disperso y fragmentado en distintas opciones de formación, llevar las oportunidades de formación a lugares a todos los rincones del país. Abrir, al fin y al cabo, opciones reales para que los grupos sociales más castigados por la realidad económica del país puedan, finalmente, acceder a la educación que requieren. No es nada fácil.



FIL ACADÉMICA 2012

País invitado de honor PROGRAMA DE ACTIVIDADES: XXVI Encuentro Internacional de Ciencias Sociales

La compleja y difícil lucha por la hegemonía de América Latina

XVI Encuentro Internacional Comunicación y Sociedad Comunicación de la ciencia, nuevas tecnologías y actores sociales

VIII Encuentro Internacional de Periodistas Los otros caminos de la información

VI Seminario Internacional del Tequila Los aguardientes tempranos de México y Chile.

II Seminario de Relaciones Internacionales

La crisis internacional: Claves de interpretación desde Estados Unidos y Europa, y sus efectos sobre México

II Foro Internacional sobre Migración y Desarrollo Las diásporas

XX Encuentro Internacional de Educación a Distancia Redes y Alianzas: más allá de las modalidades educativas

VIII Banquete de FIL - o - Sofía La Felicidad. Filosofía y vida cotidiana

XII Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática

XVI Encuentro Internacional de Investigación Educativa

Políticas Públicas de Educación en el contexto Latinoamericano

IX Encuentro Internacional de Escritores en Lenguas Indígenas Artes en las voces de las culturas vivas. El papel del escritor indígena y su compromiso con la lengua materna

V Encuentro Internacional de Tecnologías de la Información. Geográfica y el Ordenamiento Ambiental y Territorial Desastres, un desafío para el desarrollo

V COLOQUIO INTERNACIONAL DE CULTURA CIENTÍFICA

XVI Encuentro Internacional de Juristas

Reformas legislativas contemporáneas para el progreso de las Naciones

La calidad de las democracias en América Latina. Las experiencias mexicana y chilena

XXII Seminario sobre la Enseñanza de Lenguas Extranjeras

Enseñanza de lenguas extranjeras con fines específicos: El discurso académico, sus retos y perspectivas

V Foro Internacional Interdisciplinario de Investigaciones Filológicas Tiempos y modos del español

XIII Encuentro de Género

Políticas de transversalización de género en las instituciones de educación superior en América Latina

XIV Coloquio de Historia

Historia comparada México-Chile

IX Foro Cultura y Naturaleza

Grandes Obras de Conocimiento Ambiental

Consulta el programa en:

http://www.fil.cucsh.udg.mx


08 o Jueves 27 de septiembre de 2012

La BUAP se consolida como referente nacional en ciencia y tecnología: Agüera Ibáñez ARCHIVO CAMPUS

Jorge Medina Viedas/ Carlos Reyes

E

l interés de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla apunta hacia la investigación científica, la tecnología y la generación de conocimiento. En esas líneas se ha trabajado en los últimos tiempos, y ése es el planteamiento central que ha buscado su rector, Enrique Agüera Ibáñez. Sabe que se trata de una veta en la que la BUAP, y las instituciones de educación superior, tienen mucho qué decir. Por eso la inversión decidida que se la ha puesto a lo que él denomina la construcción de la ciudad de la ciencia del conocimiento. Por un lado, el parque científico y tecnológico, y otra es el área de la oferta académica en el área de ciencias y tecnología. Un trabajo conjunto que debe y va a rendir frutos en el mediano plazo. “Es un proyecto sin precedente, ninguna universidad del país tiene un parque científico y tecnológico; el único parque que claramente está a la vista y que empieza a tener sus éxitos es el parque científico de Monterrey, pero es de Monterrey, no es de la universidad”, comenta. A unos días de rendir su tercer Informe de gestión, el rector Agüera Ibáñez explica en entrevista con Campus, que lo que hace la BUAP es convertirse en un referente a nivel nacional e internacional; en España actualmente, por citar un ejemplo, hay más de 40 o 50 parques tecnológicos, y algunos de ellos referentes mundiales exitosos, como es el caso de Oviedo o Valencia. Solamente, añade el rector de la BUAP, y solamente tienen un parque gobernado, como ellos le llaman, por una universidad que es la Carlos III, parque con más de 60 empresas vinculadas al esfuerzo de la universidad bajo el modelo de la triple hélice. “Es el modelo que te permite hacer coincidir, generar convergencia entre gobierno, sector productivo y social, con las universidades para eliminar transferencia de conocimiento”, apunta. Y es que en esos temas, argumenta el rector de la

El parque científico tecnológico fortalecerá el desarrollo de la investigación de la BUAP.

BUAP, no debería de haber debate, porque el énfasis y la prioridad que debe tener el país, es esa visión de Estado que sea congruente con las exigencias de una realidad que requiere del conocimiento. “Una sociedad a la que hoy ya nos acostumbramos a que todo mundo la llame la sociedad de conocimiento, pero que a veces no sabemos qué es exactamente lo que queremos decir. “Simplemente hoy las sociedades en el mundo cada vez más van a valer por sus recursos naturales, sino por sus recursos en materia de conocimiento, en material de ciencia, en materia de tecnología; una sociedad como la nuestra tiene que enfrentar al mundo en un escenario de globalización para ser más competitivo, haciendo de la ciencia y el conocimiento una auténtico motor transformadora del país”, comenta. Una sociedad, explica, debe de recurrir al conocimiento, a la investigación, para conseguir transferir a la sociedad respuestas, atenciones y soluciones a los grandes temas que preocupan a los mexicanos y a los seres humanos de este planeta. Un terreno donde intervienen nuevos retos paradigmáticos como nuevas enfermedades. Ése es el enfoque que quiere la BUAP para esta sociedad del conocimiento.

Con la creación de la ciudad de la ciencia y el conocimiento, la universidad establecerá un nuevo paradigma de crecimiento, desarrollo y de vinculación con la sociedad” “Todos los días en cualquier lugar del mundo un día podemos aparecer con un nuevo virus, una nueva epidemia, y México no está ajeno a esas preocupaciones; nuevos retos que tienen que ver con el cambio climático, con nuevos fenómenos que también lastiman, que afectan a diferentes regiones del planeta y diferentes regiones del país, de manera muy especial”, sostiene. El déficit alimentario, la propia inseguridad y los grandes retos que en materia de pobreza, exigen del conocimiento y de la ciencia la búsqueda de soluciones y de respuestas a todos estos temas y preocupaciones. “Creo que nadie debería discutir que la investigación científica y la transferencia deconocimientos para la innovación tec-

nológica debe ser una prioridad del Estado mexicano”, apunta.

La prioridad que viene

Satisfecho con los logros en infraestructura que modificaron el rostro de la Universidad, con las certificaciones internacionales en materia de transparencia y factibilidad financiera, el rector de la BUAP comenta que el gobierno que viene deberá hacer el esfuerzo para poner por delante al desarrollo científico, la inversión en materia de desarrollo científico. Se trata, argumenta Agüera Ibáñez, de asegurar que todos estos esfuerzos que se han hecho a lo largo de estos años, terminen por consolidarse. “No es que en este país no se haya hecho investigación científica, hoy en México tenemos

investigaciones de vanguardia en muchas áreas y en muchos sectores pero no hemos podido dar el salto porque nos ha hecho falta el último recurso, nos hace falta el último esfuerzo. “Porque necesitamos coincidir todas las instituciones y todas la instancias que estamos comprometidas con la investigación y desarrollo científico para poder darle la fortaleza a estos esfuerzos en materia de investigación y finalmente conseguir el resultado de impulse el país, como está sucediendo en otras lugares del mundo”, señala. De ahí el orgullo del rector de la BUAP, por lo que ha hecho la institución en los últimos años. E incluso, por lo alcanzado hasta ahora por las instituciones de educación superior del país. Esfuerzo que fundamentalmente se debe a los investigadores, y en el que las instituciones deben seguir insistiendo en que la investigación científica, el conocimiento y la educación debe ser un auténtico motor para transformar este país. En ese sentido, apunta el rector, la BUAP ha puesto ya la semilla de lo que será un gran centro de desarrollo científico universitario. “Nada de proyectos, es una realidad en la que juegan los recursos entregados ya por el Congreso de la Unión, por el gobierno del estado”, aseguró.


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BUAP

De hecho, dice, ya se tiene un diagnóstico de cuáles serán las primeras inversiones de la universidad junto con estos sectores, para que bajo el modelo de la triple hélice, empiece a generar respuestas y soluciones a grandes temas. “Buena parte de lo que queremos también repercutirá en el esfuerzo que haremos junto con el gobierno del estado y con Audi, donde tendremos allá, junto a la planta,, el centro de capacitación y de desarrollo, pero acá tendremos la carrera en ingeniería automotriz y tendremos los espacios de investigación que complementaran le esfuerzo en una área en donde Puebla es ya un referente internacional”, apunta.

Ciudad del conocimiento

El rector de la BUAP considera también que además de que el parque científico y tecnológico empiece a entregar patentes, licenciamientos y respuestas a soluciones a muchos de los problemas reales, vivenciales de Puebla, es importante complementar esta tarea con una orientación de la oferta educativa hacia la ciencia. “Con la creación de la ciudad de la ciencia y el conocimiento, la universidad establecerá un nuevo paradigma de crecimiento, desarrollo y de vinculación con la sociedad”, afirmó el rector. Es muy importante, sostiene, ubicar el propósito de poner por delante esta ciudad de la ciencia y del conocimiento, por su parque científico y con el desarrollo de una oferta académica en el área de las ciencias, y de las tecnologías de las ingenierías. “La universidad tiene una vocación histórica en todas las áreas del conocimiento, tenemos una gran fuerza en materia de oferta y de investigación igual en las ciencias económica-administrativas que en las ciencias duras como la física, electrónica, ingenierías. “Y también tenemos en las áreas de la salud una enorme virtud, con una enorme capacidad en las escuelas de medicina, de enfermería, de estomatología. No hay un área de la universidad en donde hoy no seamos un referente de alguna u otra manera, no solamente por cómo abordamos nuestra tarea formativa de nuestros estudiantes, sino también por el esfuerzo en materia e investigación”, sostiene. Ahí es donde están las bases para impulsar ese tan anhelado parque científico y los resultados que éste pueda generar tarde o temprano. Con el parque científico, y con la ciudad de la ciencia y del conocimiento, van a confluir todos estos esfuerzos, se va a ir colocando la perspectiva de la transferencia científica en acuerdos, bajo el modelo de triple hélice. “Sin duda hoy nuestras grandes fortalezas, nuestros indicadores que nos dicen por donde ir y que nos señalan que hoy tenemos grandes resultados que nos pueden permitir sentirnos muy orgullosos, también a su vez estos referentes modernos, estos logros

Las grandes obras de infraestructura de los últimos años modificaron el rostro de la BUAP.

importantes nos comprometen a ser cada vez mejores”, explica. Es decir, no hay tarea que no presente retos y posibilidades de mejorar, así que la universidad tendrá que hacerlo todo el tiempo y asumir siempre el reto de seguir siendo líder a través de su misión y comprometidos con la sociedad.

El sitio actual de la BUAP

Pero no sólo en el ámbito de la ciencia y la tecnología ha estado trabajando la BUAP. Hoy en día, como lo establece el rector, los rankings la ubican dentro de las 5 más importantes universidades del país. Algunos rankings internacionales, incluso, que recientemente se dieron a conocer en donde se ubican las 250 mejores universidades del mundo, la BUAP está dentro de las 50 instituciones de América Latina. “Por si fuera poco, somos la macro-universidad del país que por 3 años consecutivos hemos recibido el reconocimiento a la excelencia por el 100 por ciento de la matrícula evaluada y reconocida por su calidad; esto se dice fácil, pero detrás de ello hay un trabajo extraordinario enorme. “Por ot ro lado, somos la única universidad de América Latina, esto señalado por las calificadoras internacionales como Estándar & Poors, fitz rat ings y Moody ’s, que nos han entregado durante 4 años consecutivos las mejores calificaciones por la transparencia, el prudente y buen manejo y aplicación de los recursos de la universidad; junto con las auditorías que recientemente nos entregó, la última, el órgano superior de fiscalización del país que confirma y ratifica el muy buen manejo de las finanzas de nuestra universidad, la

transparencia y la adecuada aplicación de los recursos”, comenta. Esos son parte de los logros que, como dice Agüera Ibáñez, enorgullece a la BUAP. Es hoy en día, una universidad líder en el país en materia de ingreso y de admisión; más del 50 por ciento de los estudiantes que buscan ingresar a la institución tienen cabida en ella. “Esto también es muy relevante, porque sin duda los dos grandes temas que han preocupado y ocupado a las universidades públicas del país en los últimos años son la cobertura, la capacidad para recibir cada vez a más estudiantes y la calidad; y el poder hacer las dos cosas es un reto muy importante. “No se trata solamente de recibir a más estudiantes, se trata de hacerlo en las mejores condiciones y nosotros hemos recibido este año a más de 50 por ciento de los estudiantes que buscan ingresar a nuestra institución; además, combinado con el 100 por ciento de nuestra matrícula evaluada y reconocida por su calidad, sin duda esto nos ubica como una gran institución”, comenta el rector. Se trata de un sitio que se ha ganado la BUAP, pero que no tiene razón de ser sino se debe a la sociedad, en una alianza histórica en las causas importantes y que generen beneficios para la sociedad. Todos estos resultados generan confianza en la sociedad. Hoy existen espacios que no existían y que eran impensables en la universidad, espacios en donde el desarrollo científico, en donde el quehacer académico se vincula de inmediato. No se trata ya de ir y tocar puertas, ni se necesita que va-

yan y las toquen en la BUAP. La institución, como lo explica el rector, está instalada en el corazón del quehacer social y del quehacer productivo del país. “El Complejo Cultural Universitario todos los días recibe en sus espacios seminarios, congresos, encuentros, que van desde los que realizan escuelas o instituciones hermanas, incluso muchas de ellas privadas que solicitan el espacio de la universidad, hasta instituciones del sector productivo empresarial del mundo de los negocios. “Tenemos un gran centro de desarrollo empresarial aquí, que es único también en el país, con las mejores instalaciones y las mejores condiciones, en donde tenemos allí un nicho de oportunidad para que desde dentro de la universidad se ofrezca un conjunto de bienes y de productos, de cara al desarrollo del mundo productivo en Puebla”, expresa. Sin olvidar los esfuerzos que se han hecho en materia de vinculación, programas muy importantes de apoyo social a distintas instituciones de carácter social con las que se trabaja, y con los gobiernos y particularmente con el gobierno estatal.

La tradición como soporte

Y es que, en todo esto, la BUAP tiene una gran tradición en materia de investigación, una de las universidades del país que históricamente ha puesto particular énfasis en el desarrollo científico y en la investigación. “Por eso nos propusimos primero los mega proyectos de investigación, esa fue una propuesta que yo hice hace 5 años,

en donde empezamos a reunir a los investigadores de distintas áreas con propósitos comunes e incorporamos recursos a estos esfuerzos, reunimos sus recursos a su vez materiales y sus laboratorios y todo su potencial y así empezamos a construir y tener algunos resultados importantes. “Después genere un programa para promover y para aportar a las i nvest igaciones más avanzadas para que pudieran avanzar hacia la posibilidad de conseguir una patente y el licenciamiento; este país tiene un déficit muy grande en materia de patentes y licenciamientos, de cara a otros países de América Latina, como es el caso de Brasil y otros más”, señala. “Así que fuimos sumando esfuerzos que nos permitieran irnos acercando hacia la transferencia científica porque yo estoy convencido de que tenemos que hacer de la investigación y del conocimiento un autentico motor transformador de nuestro entorno social, de nuestro entorno económico, productivo. “Y no hay mejor manera de hacerlo que concentrando nuestros esfuerzos para conseguir que la investigación y que el conocimiento se conviertan en respuestas y soluciones a muchos de los problemas que tenemos enfrente”, dice.


10 o Jueves 27 de septiembre de 2012

el estado de la educación superior ALEJANDRO CANALES*

canalesa@unam.mx Twitter: canalesa99

C y T: expectativas y resultados en el inicio del siglo XXI ESPECIAL

Hace una década prevalecía el optimismo, nos creíamos capaces de altos logros en diversas áreas. En el campo de la ciencia y tecnología, a pesar de radicales cambios estructurales, los resultados aún no han alcanzado a nuestras expectativas El programa especial de Ciencia y Tecnología 2001 planteaba tres ejes estratégicos a cubrir.

L

a aparición de Campus Milenio coincidió con el emblemático albor del siglo XXI que auguraba un futuro promisorio para una buena parte del mundo, tanto por la integración de bloques regionales y el establecimiento de objetivos a nivel mundial para la población más desfavorecida, como por la confianza en la información y el conocimiento como base para el desarrollo de las naciones. En el plano nacional, la aparición de Campus también coincidió con el cambio político. La transición en México fue gradual y producto de sucesivas reformas políticas, la primera de ellas en 1977, pero que permitieron la alternancia en el año 2000. No sin dificultades, y sin cuestionamientos que persisten, quedó establecida una institucionalidad para regular la competencia electoral. La combinación de factores contribuyeron a generar altas expectativas acerca de lo que podríamos avanzar en diferentes áreas de la vida pública en el siglo XXI. De hecho, a diferencia de lo que había ocurrido desde comienzos de los años ochenta, donde el cambio de gobierno, previo o al poco tiempo, producía una crisis económica o financiera que justificaba la modifi-

Lo que parece dominar la agenda es, nuevamente, el marco normativo, ahora para la creación de una nueva secretaría para la ciencia y la tecnología. El problema es que no todos los actores del campo están convencidos de que sea una buena idea” cación o el incumplimiento de los programas, en el año 2000 no hubo tal crisis. Hoy, transcurrida más de una década y en las vísperas del retorno del PRI a la presidencia de República, ha quedado claro que los resultados quedaron muy distantes de lo que se esperaba; las oportunidades parecían múltiples y poco fue lo que se alcanzó. El terreno de la ciencia y la tecnología no fue la excepción.

Los problemas y los propósitos

El Programa Especial de Ciencia y Tecnología (Pecyt) de la administración de Vicente Fox fue presentado en octubre de 2001. En el primer eje de diagnóstico se reiteró lo que ya se había advertido en documentos anteriores: el sistema de ciencia y tecnología no operaba como tal, sino que repre-

senta más bien un agregado de instituciones con poca relación entre sí, lo mismo que la inestabilidad de las políticas, la baja inversión o la escasa participación del sector privado. No obstante, añadió dos datos novedosos en ese entonces: uno, Conacyt solamente controlaba el 13 por ciento del gasto total del sector (p.34) y, dos, el mayor volumen de gasto se destinaba a la formación de recursos humanos (becas e incentivos a la productividad). En torno del eje capacidad científica y tecnológica no se aportaron datos novedosos. Únicamente insistió en los elementos ya conocidos de la baja proporción de recursos humanos calificados y el reducido número de estudiantes de posgrado. O bien, el relativo bajo nivel de productividad de la planta de investigadores, la necesidad de UNAM-IISUE/SES.

la descentralizar la ciencia y la tecnología y de incrementar su difusión y la divulgación. Quizás en el diagnóstico de competitividad e innovación en las empresas mostró la parte más novedosa. Por ejemplo, señaló que la mayoría de las empresas mexicanas pertenecían al nivel de emergente y con muy limitadas capacidades de generación de valor en comparación con los niveles superiores. También destacó el escaso número de solicitudes de patentes y su declinación en los años recientes. En consecuencia con los problemas, el programa sectorial de Vicente Fox se planteó tres grandes objetivos estratégicos: 1. Contar con una política de Estado en ciencia y tecnología. Esto es, una política de largo plazo (transexenal) respaldada por la sociedad y adoptada por los poderes ejecutivo y legislativo. Algunas de las estrategias específicas que incluyó fueron: estructurar el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología; adecuar la Ley Orgánica de Conacyt; impulsar las áreas de conocimiento estratégicas para el desarrollo del país; y la descentralización de las actividades científicas y tecnológicas. 2. Incrementar la x capacidad científica y tecnológica del país.

Aquí incluyó cinco estrategias y las mayores metas cuantificables. Por ejemplo, se propuso: incrementar el presupuesto nacional para ciencia y tecnología a 1.5 por ciento del PIB en el 2006 y el gasto público a un 4 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación o pasar de 23 por ciento a 40 por ciento de inversión privada en investigación y desarrollo experimental (IDE) en el 2006 y el establecimiento de fondos sectoriales para apoyar la investigación; aumentar el personal técnico medio y superior, pasando de 320 mil posgraduados a 800 mil en el 2006; ampliar la infraestructura científica y tecnológica y modificar el reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) para darle cabida a investigadores en áreas tecnológicas, entre otros aspectos. 3. Elevar el nivel de competitividad y la innovación de las empresas. En el tercer y último objetivo, planteó como principales estrategias: incrementar la inversión del sector privado a 40 por ciento del gasto en IDE – lo cual significaba incrementar alrededor de 10 puntos porcentuales en el periodo; promover la incorporación de personal de alto nivel científico y tecnológico en la empresa (pasar de una es-


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timación de 5 mil personas en el 2001 a 32 mil para el 2006 y más del 80 por ciento con estudios de posgrado). Vale la pena resaltar que la mayoría de metas que se planteó el programa sectorial de la administración de Vicente Fox implicaba, respecto de las cifras que había al iniciar su periodo, duplicar, triplicar o inclusive quintuplicar las cantidades, como la de miembros del SNI (pasar de 8 mil a 25 mil), nuevas plazas para investigadores (de 60 a 12 mil 500), de becarios de Conacyt (de 12 mil 600 a 32 mil 500) o el número de tecnólogos en el sector productivo (de 5 mil a 32 mil). Sin embargo, existía una salvedad, el logro de metas quedó atado a tres diferentes condiciones: que la inversión nacional en IDE fuera del 1 por ciento del PIB en el 2006; una participación del sector privado en IDE de 40 por ciento; y un crecimiento macroeconómico anual promedio real de 5 por ciento del PIB. Ni unos ni otros se cumplieron. Una diferencia que también era relevante y que seguramente incrementó la tensión entre la investigación básica y el desarrollo tecnológico, fue el cambio estructural que proponía: “Este Consejo pasará de una operación por programas, a otra basada en fondos de apoyo y financiamiento de las actividades científicas y tecnológicas, conforme lo establece la LFICyT” (p. 96). Es decir, los cambios ya habían sido previstos en la normatividad desde la gestión previa, pero a la del periodo 20002006 le correspondía ponerlos en operación. En lo que se refiere a la declaración de propósitos de la administración 2007-2012, la de Felipe Calderón, la difusión fue más bien opaca y las expectativas menores. De hecho, concluyeron los dos primeros años de ejercicio y el programa sectorial no se conoció públicamente. Las especulaciones se generalizaron acerca de la existencia de una versión extensa y una breve de los documentos programáticos que se presentarían simultáneamente. Sin embargo, en el caso del sector científico y tecnológico, ni una ni otra se conoció públicamente en los plazos establecidos. Finalmente, en el mes de diciembre de 2008, se publicó el Pecyt en el Diario Oficial de la Federación; fue el último programa en difundirse . El documento programático no contenía novedades; no las hubo en la identificación de problemas ni en los objetivos, tampoco en los datos ni en las acciones que se propuso. En el diagnóstico, básicamente en continuidad con la estructura del programa de la administración anterior, se volvieron a destacar las dificultades del marco legal para establecer una política de Estado, lo mismo que la insuficiencia del financiamiento nacional de la ciencia y la tecnología y los problemas de infraestruc-

tura. También se volvió a reiterar la necesidad de profundizar la descentralización de las actividades científicas y tecnológicas, así como la idea de consolidar la formación de recursos humanos. Los objetivos tampoco se apar taron mayormente del programa de la administración anterior. Quizás lo más sobresaliente fueron los indicadores que asoció a los diferentes objetivos. Por ejemplo, para el establecimiento de políticas de Estado, tomó como indicador la competitividad del país y como meta pasar en el periodo 20062012 de la posición 58 a la 30 en

en el financiamiento de la IDE de 0.22 a 0.65 del PIB. En cuanto a infraestructura se propuso crear 6 parques tecnológicos y otorgar 16 apoyos complementarios para equipamientos de laboratorios entre el 2008 y el 2012. Por último, también se propuso que todos los Centros Públicos de Investigación contarán con convenios de administración por resultados.

Los resultados y los pendientes

Las metas en el periodo 20002006 se alcanzaron fundamentalmente en el caso de las nuevas

En el 2009 se abandonó el programa de incentivos fiscales y se puso en marcha otro de estímulo directo a la inversión en investigación y desarrollo tecnológico. Una de las iniciativas más relevantes fueron los fondos sectoriales y mixtos. En buena medida porque fue lo que permitió a Conacyt pasar de una operación por programas, centrada en la oferta, a otra centrada en la demanda mediante fondos competitivos. Lo que a la fecha muestran los fondos es que el volumen de sus recursos ha sido creciente en el presupuesto total de Conacyt, también que sí tienen la JUAN PABLO ZAMORA

En las dos últimas administraciones, los indicadores en ciencia y tecnología han quedado muy lejos de lo inicialmente propuesto.

el Índice Global del Foro Económico Mundial. También, para el mismo periodo, incrementar el número de patentes solicitadas en México por mexicanos de 574 a 794, aumentar el número de graduados de doctorado de 2 mil 112 a 3 mil 638, o que el número de investigadores nacionales pasara de 12 mil 96 a 19 mil 850. Las metas de descentralización fueron relativamente más modestas, dado que solamente se comprometió a que todas las entidades federativas contaran con su respectivo programa sectorial al término del periodo (en el 2006 solamente un tercio de entidades contaba con él). Una segunda meta fue pasar de 60 a 80 por ciento de atención a las demandas estatales o regionales. Por el contrario, en materia de inversión nuevamente se planteó altas expectativas que duplicaban los montos iniciales. Llevar la inversión en IDE de 0.47 a 1.2 del PIB a lo largo del periodo. O bien, incrementar la participación del sector privado

disposiciones normativas. La promulgación de la nueva ley en el 2002, destacó por la búsqueda de autonomía del sector, el establecimiento de un ramo de gasto propio y la reorganización de los órganos del sistema (el Consejo General, el Foro Consultivo, entre otros). Aunque, paradójicamente, profundizó el poder de la figura presidencial en la conducción del sector, al colocarlo a la cabeza del máximo órgano de gobierno del sector. El logro de metas quedó asociado al factor de los recursos y al final los indicadores quedaron prácticamente a la mitad o menos. La excepción fueron los incentivos fiscales, pero la aplicación tuvo sus peculiaridades al mostrarse que fundamentalmente favoreció a empresas transnacionales, lo cual fue un elemento adicional para la confrontación entre la principal organización de científicos y el entonces titular de Conacyt. Una tensión que culminó con la sustitución del director en el 2005.

capacidad de orientar la investigación científica y el desarrollo tecnológico hacia determinadas áreas o problemas. En lo que concierne a logros de la administración 2006-2012, la misma situación parece repetirse de la administración previa: el mayor alcance está localizado en el establecimiento del marco normativo y los indicadores han quedado muy distantes de lo que se había propuesto. En el primer caso, destaca la reforma del 2009, mediante la cual el termino “innovación” quedó integrado a lo largo de todo el capitulado de la ley y también en órganos e instrumentos. Lo mismo que la creación Comité Intersectorial para la Innovación. Pero tal vez lo más relevante fue la modificación a la ley para que, ahora, las instituciones de educación superior, incluidas las universidades, puedan “crear unidades de vinculación y transferencia de conocimiento”, bajo el estatus jurídico que decidan las

propias instituciones (artículo 40 Bis). Sobre la meta de competitividad, la idea era que México, al término de esta administración, alcanzaría la posición número 30 en el índice global Foro Económico Mundial. El problema es que actualmente estamos en la posición 53. La estimación de número de patentes solicitadas en México por mexicanos para este año es de 553 y se había previsto que alcanzáramos 794. Igualmente, en lo concerniente al número de miembros del Sistema Nacional de Investigadores se suponía que deberían estar en este año 19 mil 858, pero la estimación es de 18 mil 554. La diferencia no es tan grande como la que ocurrió en el 2006, pero sin duda los indicadores están por debajo de lo que se había previsto. El nivel de inversión tampoco es mejor. Incluso, en gasto en IDE con el actual monto de 0.44 por ciento del PIB, no solamente está lejos del l.2 por ciento del PIB previsto, sino incluso es menor al que se calculaba en el 2006. En el sexto y último informe del actual gobierno no se publicaron cifras sobre la participación del sector privado en el financiamiento de la IDE, pero previsiblemente tampoco se alcanzó la meta anunciada. Otro elemento que también vale la pena recordar es el ajuste permanente en los puestos directivos del organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas durante todo el periodo. Desde las direcciones adjuntas al comienzo de la gestión hasta el cambio de titular en la parte final (en marzo de 2011), lo mismo la conducción del SNI que la reestructuración del Consejo en el 2010. Una cierta inestabilidad que seguramente ha tenido un efecto en la gestión del organismo y en los resultados que presenta. Los pendientes se localizan precisamente en lo que no se ha logrado en materia de inversión, de fortalecimiento de capacidades y de mejora de la competitividad. Sin embargo, lo que parece dominar la agenda es, nuevamente, el marco normativo, ahora para la creación de una nueva secretaría para la ciencia y la tecnología. El problema es que no todos los actores del campo están convencidos de que sea una buena idea, tampoco está clara la independencia o articulación con el sector educativo; y el presidente electo, en tiempos de campaña, manifestó sus reservas a la propuesta. Lo que se advierte es que, a lo largo de este periodo, las expectativas no se han visto satisfechas y las iniciativas se han dirigido, sobre todo, ha tratar de establecer un inalcanzable marco normativo. Quizás se ha pasado por alto lo esencial: los resultados y los acuerdos básicos sobre el rumbo que debiera seguir el sistema.


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12 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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La UNAM, llamada a cumplir un papel central en la política del país:

Imanol Ordorika

salvador medina

Jorge Medina Viedas

N

o cambian los seres humanos, cambian las circunstancias, para empezar con el tópico. Imanol Ordorika es hoy Coordinador de Evaluación Institucional de la UNAM; hace más de dos décadas, líder del Consejo Estudiantil Universitario. Pasa de los cuarenta años. Viste de manera casual y despacha sin solemnidad alguna en una oficina de la zona aledaña al estadio de Ciudad Universitaria. Toma como perspectiva la década de los 80, cuando como alumno de la Facultad de Ciencias fungió como uno de los tres principales líderes del movimiento estudiantil, hasta estos sus días de funcionario de la UNAM, y llega a la siguiente conclusión: la visión de Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de aquel entonces se parece, y en mucho, al proyecto de la UNAM de hoy en día. Incluso, lo dice con todas sus letras el investigador de la UNAM, más allá de lo que proponía el rector Jorge Carpizo McGregor en su reforma académica que dio lugar al movimiento. El autor de La disputa por el campus, recuerda, a varios años de distancia, que el CEU luchaba por una universidad gratuita. Misma lucha que 1999-2000 se impuso a la intención de incrementar las cuotas. Y quien tenga el atrevimiento de ir en dirección contraria, sabe que le apuesta a un conflicto. “Peleábamos por una universidad que estuviera totalmente inmersa y relacionada con los temas políticos y sociales de nuestro país, en oposición a una universidad encerrada en sí misma, academicista, etcétera”, explica. Y sin embargo, con un dejo de autocrítica y humildad, reconoce que no es un logro del CEU, como muchos quieren verlo, sino de una postura que se tuvo que adoptar, de manera obligada, ante los cambios políticos fuera de la universidad y dentro de ella. “E l c a mbio pol ít ico del año 2000 yo no le llamo transición a la democracia, la sustitución de un partido por otro en el

Para Imanol Ordorika, la UNAM de hoy se parece más a la imaginada por el CEU que a la que proponía Jorge Carpizo en 1986.

Ejecutivo Federal y en algunas gubernaturas el cambio de la correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados obligó a la universidad a constituirse en un actor, y que interviniese, de manera casi permanente, en los temas más polémicos de la vida nacional”, sostiene. Se generó una condición que no se había vivido antes; hasta el gobierno de Ernesto Zedillo había habido un alineamiento, no homogéneo y suave, pero un alineamiento entre la administración universitaria y el gobierno en turno. Con la llegada de Fox, dice, el panismo no tenía ni el conocimiento, ni las herramientas, ni los contactos necesarios para mantener esa relación entre los poderes federales y la universidad. Y en esa dinámica, comenta Ordorika, los dos rectores que ha habido durante los periodos de gobiernos panistas, por vocación propia o no, se ubicaron junto con la universidad a la izquierda del gobierno federal. Porque el gobierno federal criticaba a la universidad pública, hizo de la universidad pública un enemigo, la agredió financieramente, le generó muchísimos problemas y dificultades; entonces, naturalmente la reacción de los universitarios fue de una postura muy crítica frente al gobierno de Vicente Fox y de Felipe Calderón, en muchos ámbitos, y los rectores tuvieron la sensibilidad con estilos muy

Sin decir que no lo podemos hacer mejor, sí diría que cualitativamente esta universidad es absolutamente de clase mundial, que hace cosas que otras universidades a veces más reconocidas a nivel internacional no tienen la capacidad de hacer” diferenciados de asumir esa postura de los universitarios de cara al poder federal. Y eso comenta el investigador, requería, más allá de lo que pudiera pensarse, de talento y capacidad para aprovechar esa condición y de sensibilidad política, y la aprovecharon con estilos muy diferentes cada uno de ellos. “Eso ha tenido un resultado muy favorable en ciertos aspectos, la Universidad se ha planteado, ha crecido en el número de estudiantes casi en 50 mil estudiantes, eso era una demanda del CU; en lugar de que se quitara el pase automático estamos recibiendo más estudiantes; la universidad se planteó lo que durante varios rectorados dijo que no iba a hacer, que era incrementar la matrícula, eso también es un producto de la demanda social por entrar a la universidad, pero ése era el programa nuestro”, comenta. Y de nuevo, la comparación de aquellas posturas estudian-

tiles de los noventas cuando habla del avance, en términos de presencia nacional, de la universidad, en términos de la postura crítica de la universidad, en su intervención en los temas álgidos de la vida nacional, de la democratización limitada pero importante del acceso universitario. Por eso, señala Ordorika, las administraciones adquieren legitimidad fuerte por la postura en donde los universitarios se sienten bien representados de cara al poder federal y eso permite que los temas tradicionales de democratización de la vida interna de la universidad queden un poco en stand by. Una condición que, apunta el investigador, se ha logrado desde aquellos años en que el movimiento estudiantil sacudió los pasillos universitarios.

La defensa de lo público

Ordorika comenta, en entre-

vista con Campus, que la autonomía, no es otra cosa que una relación de fuerzas entre el exterior, entre el gobierno federal y la universidad. Y ello depende de qué tanta fuerza tiene la universidad, no sólo al interior, sino en conjunto con la sociedad, de cara al gobierno federal. “Depende mucho de la legitimidad interna, y ésta se construye generalmente a través de aumentar la participación de los universitarios en la toma de decisiones, fundamentalmente del sector académico. “Siempre lo pensé así, nunca fui partidario del voto universal, siempre planteamos la importancia de la paridad en los sectores académicos, pero sí la necesidad, esto lo planteamos desde antes del Congreso Universitario, desde antes del CU, de democratizar una serie de aspectos de la vida universitaria, para generar legitimidad interna, para enriquecer la vida de la universidad”, comenta. Una vida académica que tuvo una mayor cohesión a partir, precisamente, de la disputa entre universidad y gobierno federal; hizo que los rectores enfatizaran el tema de la unidad interna y la confrontación afuera puede ser una estrategia, pero también una necesidad. “No te podías echar para atrás cuando el senador Madero salía diciendo que las universidades públicas no servían o no


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Jueves 27 de septiembre de 2012 o13

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ADRIANA ÁLVAREZ

rendían cuentas; muy agresivos y muy duros con la universidad, un diputado, no recuerdo ni su nombre, que salió diciendo que en las universidades se acreditaban las materias con cinco”, sostiene Ordorika, al menos para dar un ejemplo de ello. Comentarios que, a pesar de ser infundados y de provenir de un desconocimiento absoluto de la vida universitaria, internamente fortalecen a la UNAM.

El referente del #YoSoy132

El investigador y ex líder estudiantil, al hablar del reciente movimiento denominado #Yosoy132, debe ser visto como uno de los pocos referentes que genera esperanza. Una movilización en la que debe contar, sobre todo, la creatividad de los jóvenes, su creatividad, su capacidad para expresar opiniones, para asumir formas de acción y de organización que corresponden a este momento, a las condiciones en las que están, y para revitalizar al conjunto de la sociedad como lo hicieron antes del proceso electoral. “Es un movimiento heterogéneo, escucho de un conjunto de ellos, una expresión con una enorme claridad, de que las redes sociales son una herramienta, y solamente una herramienta, y no sustituye ni la organización, ni las ideas ni las propuestas. “Eso me gustó mucho porque veo en ellos una enorme capacidad de superar lo que a veces los medios u otros actores de la sociedad les adjudican con cierto simplismo”, dice Orodrika. Por eso, los dirigentes del #Yosoy132, explica el especialista, plantean bien cuáles son las ideas que permiten dar continuidad a este proceso. “No sé qué es lo que vaya a pasar, han sorprendido en momentos en que se pensaba que habían llegado a una encrucijada, insuperable para ellos; no quiero juzgar y no quiero dar consejos porque recuerdo mi época de estudiante y desde fuera, gente que veíamos además muy mayor, se empeñaba en decirnos qué era lo que teníamos que hacer y qué era lo que estábamos haciendo bien o mal”, compara. Y es que, lo reconoce Ordorika, no tiene el pulso de los estudiantes de hoy, ni puede haber intromisiones. Porque depende de la condición de ser joven y estudiante, y estar ahí. Lo que ve con alegría, es que existe un enorme entusiasmo, que los del 132 no están atados a paradigmas ni formas organizativas que aparecen de repente como un discurso viejo de algunos grupos que tratan de venderle al movimiento recetas. “Los del 132, concluyó, tienen esa capacidad de creatividad e independencia y sí pienso que a la alta o a la baja la politización, la experiencia que han vivido y la capacidad de acción que han generado, llegó para quedarse.

Ordorika sostiene que la capacidad de acción del #Yosoy132 llegó para quedarse.

Eso no necesariamente quiere decir que va a haber el #Yosoy132 como lo hemos visto hasta ahora, pero de que se revitalizó la discusión, la participación en las escuelas, el actor estudiantil cambió no sólo en la universidad o en unas cuantas universidades, sino en todo el país cambió radicalmente” .

Los rankings y la UNAM

Doctorado por la Universidad de Stanford, en su labor como funcionario le concierne la política universitaria y los temas de la educación superior. Imanol Ordorika expone y explica sus tareas y la naturaleza de los referentes que permiten ver en la Coordinación de Evaluación Institucional la verdadera dimensión de los rankings. Sus reflexiones y conclusiones son políticas. En la Coordinación está apoyado por experimentados especialistas en esos temas. Estudian los temas específicamente relevantes de la Universidad Nacional a partir de datos duros, bien sistematizados, al mismo tiempo que ubican a la UNAM en su contexto nacional e internacional, con el fin establecer una interacción bien fundamentada con el fenómeno emergente de los rankings universitarios que existen en el mundo. Señala Ordorika que la Coordinación se ha dedicado a resolver el vacío que existía cuando estos rankings hicieron su aparición, de una información sistematizada sobre la educación superior en el país y la posibilidad de que se replicaran si respuesta alguna estas jerarquizaciones o clasificaciones

internacionales en México. Imanol recuerda que los famosos rankings eran extremadamente problemáticos, sesgados, con limitaciones metodológicas, con cierta opacidad. Para ello se creó la Coordinación: había que tener la capacidad de poder generar desde un espacio universitario, tanto información como análisis a profundidad del conjunto de los temas de la Universidad. Desde 1988, a la fecha que se fundó la Coordinación con el rector José Narro, se han obtenido resultados interesantes. El nivel de estudio que se ha hecho de los diversos rankings permite ubicarlos por su sus objetivos, por su metodología, unos son más comerciales, otros son más académicos; todo esto marca mucho a los rankings, pero tienen un elemento en común y es que las mediciones son fundamentalmente sobre las actividades de investigación que tiene cada una de las universidades a nivel internacional, apunta. Bajo esa perspectiva y a pesar de que la UNAM no es solamente una universidad de investigación superior, “a mi juicio está bastante bien ubicada en los rankings internacionales, como la primera o segunda universidad de Iberoamérica, consistentemente casi en todos ellos; no sólo Latinoamérica sino tomando en cuenta también a Brasil y a España, la UNAM está siempre hasta adelante, casi en varios de ellos detrás de la universidad de Sao Paulo, que sí es propiamente una universidad de investigación mucho más en la lógica del modelo norteamericano”, explicó.

El papel polifacético de la UNAM

De ninguna manera, este lugar que ocupa la UNAM debe generar en nosotros una condición de autocomplacencia, por varias situaciones, una, es que hay otras universidades que se mueven más rápido que la UNAM, hacia arriba, Sao Paulo se está moviendo así; nosotros no nos estamos moviendo tan rápido; nos estamos moviendo, estamos mejorando en todos nuestros indicadores de artículos publicados en revistas indexadas, profesores internacionales, alumnos internacionales, patentes; en todos estos rangos la universidad está aumentando su producción y está mejorando, pero quizá necesita hacerlo a ritmos más acelerados” Para Imanol, el seg undo tema es que mient ras ot ros como España o Brasil, que son con los que realmente compiten en Iberoamérica, estos países tienen un buen número de universidades en los rankings, mientras que de México prácticamente sólo figura la UNAM. Desde su punto de v ista, esta es una mala señal. Se evidencia que el de la UNAM es un esfuerzo casi individual, de una sola institución, sin una política pública del Estado mexicano que la acompañe; o sea, el resto de las universidades públicas mexicanas, o privadas pudiera ser, el resto de las instituciones de investigación no están siguiendo el paso que tiene la UNAM o no están en condiciones de ubicarse en estos lugares. Esto demuestra, reclama Imanol, “la falta de compromi-

so del Estado mexicano en los últimos 25 años, por lo menos; demuestra las limitaciones presupuestales en el área de educación superior, de ciencia y de tecnología, que es un tema que consistentemente se ha traído a colación”. El tercer elemento que provoca esta situación, es sobre el carácter de la Universidad Nacional: “alguien podría decir hay que enfocarnos sólo a la misión o al componente de investigación de la UNAM; esto a mi juicio, —y de la actual administración universitaria afortunadamente— no es compartido. “La Universidad Nacional es una institución muy compleja que juega muchos papeles al mismo tiempo; es una institución de investigación, pero no es exclu siv amente una universidad de investigación; es una universidad que forma profesionales, pero no es exclusivamente una universidad con una orientación profesionalizante; es una universidad que atiende la educación media superior y que la tiene que tomar en cuenta en el conjunto de actividades y en el diseño institucional completo. “Es una universidad, que en la condición actual que vive nuestro país ha sido llamada a ocupar un lugar político de enorme importancia, ante la crisis del sistema de partidos, la falta de confianza en las instituciones partidarias, en los dirigentes políticos, en la política en general, entendida ésta de una manera limitada, como la política que se hace en el ámbito político profesional, ejecutivo, legislativo, partidario, etcétera”, expresó. A la Universidad Nacional, sostiene Imanol Ordorika, le ha tocado i ncrementa r su papel opinando, ref lexionando, investigando, sobre los temas cruciales del desarrollo nacional y de la vida cotidiana del país. Entonces, se pregunta, Imanol, “¿cómo se puede jugar todos estos papeles y al mismo tiempo figurar más o menos en los rank ings?: creo que lo hemos hecho bien, y sin decir que no lo podemos hacer mejor, sí diría que cua l itat iva mente esta universidad es absolutamente de clase mundial, que hace cosas que otras u n iversidades a veces más reconocidas a nivel internacional no tienen la capacidad de hacer, yo te diría Harvard, Stamford, la Universidad de París, Oxford”, concluye.


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14 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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el estado de la educación superior Carlos REYES cra19762003@yahoo.com.mx

Los 10 años y los personajes 2002-2012

D

urante una década, muchos han sido los temas y los personajes que han polemizado en torno a la educación superior del país. En medio de la eterna negociación presupuestal, que año con año, pone en completa incertidumbre a las universidades, y el problema de la falta de espacios para los egresados del bachillerato en las instituciones, destacaron varios hechos que marcaron cada uno de estos años. Y en ese entorno, varias han sido las voces que han estado, en esta década, en la línea de la polémica, de la exigencia y de la propuesta. Diez años de proyectos, de resultados, de asuntos sin resolver, de diferencias y disputas, de expectativas, de reestructuraciones, de cambios de mando y ratificaciones. Ése es el camino que ha recorrido Campus a lo largo de este periodo. 2002: el efecto “evaluación” El inicio de Campus vino a unos días de que se creara, por decreto, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Era el tramo final de una discusión que vino creciendo en todos los foros educativos. De pronto, la idea de evaluarse y compararse, a raíz de los magros resultados que la SEP dio a conocer de evaluaciones internacionales, realizadas años atrás, se volvió uno de los ejes de la política educativa. De inmediato, la disputa por dirigir al INEE puso a seis candidatos a competir por el cargo. Antonio Gago, Ángel Díaz Barriga, Eduardo Backhoff, Felipe Martínez Rizo y dos más se inscribieron. La decisión presidencial, tras varias reuniones con los aspirantes, recayó en el ex rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Ahí arrancó la evaluación como objetivo. 2003: el primer enfrentamiento SEP-UNAM Un año después, la falta de espacios para los egresados de bachillerato fue el tema que se posicionó en lo más alto. No por el tema, sino por los actores que se empeñaron en defender sus cifras y sus propuestas para resolverlo. Por un lado, el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente. Por el otro, Julio Rubio, Subsecretario de Educación Superior de la SEP. Mientras el presidente Fox argumentaba que las universidades públicas recibían el presupuesto más alto en su historia, De la Fuente, advertía que existía un déficit de espacios en educación superior. Rubio desmintió el tema y habló de optimizar los recursos. Vino entonces la demanda de los rectores por abrir un millón de espacios educativos. Enrique Doger Guerrero, entonces rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se subió a la disputa y expresó que la actual administración sabía de ese déficit desde que tomara posesión, en 2000. La discusión cesó días después.

Muchos vieron esta disputa como parte de la sucesión en la UNAM, donde De la Fuente fue electo, por la Junta de Gobierno, para el periodo 2003- 2007. En el Instituto Politécnico Nacional, el presidente se decantó el sinaloense Enrique Villa Rivera, hasta entonces secretario Académico de la institución para dirigirla de 2003 a 2006. 2004: la reestructuración de la SEP Para este año, la dependencia dirigida por Reyes Tamez dio la nota. A pesar de la oposición de varias voces, por considerar que se afectaría a le educación superior tecnológica del país, la SEP optó por una reestructuración que borró lo que fuera la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica, dirigida hasta entonces por Marco Polo Bernal Yaragúan. De las cinco subsecretarías, Planeación y Coordinación (SPC), Educación Básica y Normal (SEByN), Educación Superior e Investigación Científica (SESIC), Educación e Investigación Tecnológicas (SEIT), y Servicios Educativos para el DF (SSEDF), el organigrama se concentró sólo en tres; una de educación básica, otra de educación media superior, y una tercera de educación superior e investigación científica. Desapareció entonces la SEIT entregando a la SESIC lo correspondiente a educación superior e investigación tecnológica. En este nuevo esquema, la SEP intentaba darle mayor peso e importancia al nivel bachillerato. En tanto, la SSEDF pasó a ser un organismo desconcentrado, que años más tarde, daría pie a la Secretaría de Educación del Distrito Federal. 2005: el cambio de mando en la ANUIES Para este año, la llegada de Rafael López Castañares, entonces rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) a la secretaría General Ejecutivo de la ANUIES, para el periodo 2005- 2009, en sustitución de Jorge Luis Ibarra Mendívil, implicaba la inserción de un nuevo personaje en el escenario de la educación superior. De inmediato, las universidades del país, en medio del contexto preelectoral, marcado por la inminente sucesión del Presidente Vicente Fox, comenzaron a trabajar una propuesta para el nuevo gobierno. A un año de distancia, los rectores se aglutinaron en torno a lo que sería la postura de las universidades del país en temas como el presupuesto, la cobertura, la equidad y la pertinencia. En los rumbos de la Universidad Autónoma Metropolitana, José Lema Labadie, era designado rector general de la UAM, en sustitución de Luis Mier y Terán. Su principal objetivo, era la construcción de un campus más de esa institución educativa. 2006: las universidades y la política Luego de la reunión sostenida, en Boca del Río, con la Universidad Veracruzana como anfitriona, los

rectores y los candidatos ocuparon su sitio aquel año. Ya como presidente del país, Felipe Calderón Hinojosa optó por designar a Josefina Vázquez Mota, como secretaria de Educación. Y con ella llegaron Miguel Székely, como Subsecretario de Educación Media, y Rodolfo Tuirán Gutiérrez, como Subsecretario de Educación Superior. En otras posiciones, Enrique Villa Rivera era ratificado para el periodo 2006-2009 al frente del IPN y Juan Carlos Romero Hicks, ex rector de la Universidad de Guanajuato, llegaba a la dirección general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). 2007: de nuevo la SEP contra la UNAM En este año, las diferencias entre ambas instancias afloraron de nuevo. Tras una tregua desde el 2003, sin expresar divergencias tan marcadas, la Máxima Casa de Estudios se opuso tajantemente a la aplicación de la prueba ENLACE en la educación media superior, por considerarla un proyecto incompatible. La UNAM recibió el respaldo del resto de las instituciones, quienes a través de la ANUIES, expresaron su rechazo a someterse a sus preparatorias a esta evaluación. Por eso los rectores plantearon, meses después, su propuesta en torno a este tema. Asimismo, los rectores del país se pronunciaron por acelerar la conformación y presentación del programa educativo 2007-2012, por considerar que no había una propuesta sólida y clara en materia de educación superior. El retraso, dijeron en su momento, era parte de las diferencias personales y políticas que ya se respiraban entre la titular de la SEP y la dirigente magisterial. En la UNAM, el Consejo Universitario designó a José Narro Robles, como rector de esa institución para el periodo 2007-2011. El nuevo encargado de la rectoría azul y oro habló entonces de elevar el gasto en educación superior e investigación, así como de posicionar a la ciencia, las humanidades, la tecnología y la cultura como prioridades. 2008: pugnas, logros y modificaciones Aunque la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) fue el derrotero que marcó este año, en el ámbito de la educación superior surgieron asuntos que también determinaron el rumbo actual de las instituciones de educación superior. De entrada, la disputa por el poder en la Universidad de Guadalajara tocó este año su punto más álgido. El entonces rector de la U de G, Carlos Briseño Torres, en un intento por tener mayor margen de decisión y control de la institución, destituyó a Raúl Padilla López, como encargado de Corporativo de Empresas y del Fideicomiso del Centro Cultural Universitario de la universidad. Mientras Briseño hablaba de democratizar a la institución, los grupos afines a Padilla

López cuestionaron la decisión. En otra institución, la Universidad Autónoma Metropolitana colocaba la primera piedra de la Unidad Cuajimalpa, la cual trabajaba en instalaciones alternas desde 2005. Lema Labadie habló de una inversión inicial de 200 millones de pesos para 850 alumnos, 130 profesores y 30 trabajadores admnistrativos. Continuaba así la UAM su expansión educativa. 2009: cambia el timón en la SEP En un año inmerso en la crisis económica y la emergencia sanitaria por la influenza AH1N1, la Secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, tras arrastrar diferencias y encontronazos con el magisterio, y metas pendientes, renuncia al cargo. Meses más tardar llegaría al Congreso de la Unión. En su lugar, arribaba Alonso Lujambio Irazábal, con la encomienda de dar continuidad a los programas de la dependencia. Es en estas fechas cuando se da su primer discusión con los rectores del país. La crisis obliga a hacer recortes al gasto de manera emergente, y la educación superior es uno de los ámbitos señalados para esos ajustes. En el escenario, aparece Yoloxóchitl Bustamante Díez, como Directora General del IPN, para el periodo 2009- 2012. Se trata de la primera mujer en dirigir al Instituto, en sustitución de Enrique Villa Rivera. La encomienda para Bustamante Díez fue posicionar al IPN en el contexto educativo como uno de los referentes en la enseñanza superior. 2010: Los ninis a escena La falta de espacios en las universidades públicas tomó este año el rostro de los llamados ninis. Los jóvenes que no estudian ni trabajan se volvieron referentes en otra disputa de cifras entre la SEP y la UNAM. Mientras el Subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, hablaba de más de siete millones, las cifras se elevaban de manera considerable en territorios del Pedregal. José Narro, rector de la UNAM, hablaba de números que duplicaban incluso los datos oficiales. En medio de todo, y tras una discusión que se prolongó varios días, el asunto no fue resuelto de fondo. Pese a todo, el suceso de este año más significativo en el seno de la educación superior, fue el centenario de la UNAM. Los 100 años de esta instituci9ón fueron objeto de diferentes reconocimientos durante todo 2010. Desde los homenajes en el Congreso de la Unión, donde quedó plasmado el nombre la UNAM en letras de oro, hasta el reconocimiento presidencial, en el cual quedó plasmado, en palabras de Felipe Calderón, que la UNAM es un factor clave en la construcción del México moderno. En otro ámbito, a consecuencia de una violencia en ascenso en todo el país, las universidades públicas, como si previeran lo que venía después, comenzaron a trabajar para salvaguardar la seguridad de sus comunidades universitarias.

2011: la violencia en los campus Fue éste un año ensombrecido por la violencia. Las universidades e instituciones de educación superior quedaron atrapadas en el fuego cruzado de la delincuencia. Tras la explosión de un artefacto explosivo en el Tecnológico de Monterrey, los rectores voltean hacia un problema que ya afectaba a varias universidades del país. Entonces hablaron de disminución de matrículas en la zona norte por miedo a la delincuencia organizada, de operativos, de revisiones, de seguridad adicional, todo lo que garantizara la vida académica, sin sobresaltos. En ese contexto, la UNAM se acerca al problema y presenta su propuesta al Ejecutivo y a la sociedad. La urgencia por resolver el tema de la inseguridad había llegado a las instituciones de educación superior. En la UNAM, la reelección de José Narro, para el periodo 2011- 2015, refrendó a éste como un personaje que supo consolidar su liderazgo al frente de esta institución. Tras 35 días de consulta, el Consejo Universitario decide que Narro Robles mantenga la ruta en la universidad, y en defensa de la educación pública, bandera que encabezó entre los rectores ante la insuficiencia de los recursos. En la SEP, de manera repentina y por motivos de fuerza mayor, Alonso Lujambio deja vacante la dependencia. Por varios meses, el subsecretario Rodolfo Tuirán se hace cargo del despacho. Lujambio ya no regresaría a la titularidad de la dependencia y se perfilaba así el tercer relevo en menos de seis años. 2012: los créditos y la recta final En el presente año, la ruta comenzó a marcarse en detrimento de la educación superior pública. El presidente Calderón puso en marcha, a principios de este 2012, el Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Superior, mediante el cual, en este año, se destinarán dos mil 500 millones de pesos en créditos educativos para 23 mil jóvenes. En la SEP; el tercer relevo en la dependencia se dio también en la primera parte del año. José Ángel Córdova Villalobos, asumió como titular de la Secretaría de Educación Pública, en sustitución de Alonso Lujambio. El ex secretario de Salud busca cerrar la última parte del sexenio y darle salida a los proyectos que quedaron pendientes en la recta final. Por parte de las universidades, este año sirvió para que presentaran, como hace seis años, una propuesta a los candidatos a la presidencia. Todo en busca de un compromiso: asignar de manera multianual los recursos a las universidades del país. La recta final de este 2012, justo donde Campus cumple diez años, entraña una negociación presupuestal más y la aparición de otros rostros en el entorno de la educación superior hacia los últimos días de este 2012.



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16 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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Acreditación WASC,

un logro más de Cetys Universidad Salvador medina

La acreditación recibida significa para el rector, Francisco León García, un compromiso para la mejora continua de la calidad de la institución y una muestra de la cultura de resultados.

A poco más de medio siglo de su fundación, el futuro del Cetys es promisorio. Consolidada como una institución de alta calidad busca, mediante la construcción de nueva infraestructura, continuar siendo una universidad por y para la comunidad

Salvador Medina salvador@elhablador.com.mx

A

l recibir la acreditación de la Western Association of Schools and Colleges (WASC), los integrantes de la comunidad Cetys, honramos la historia, le dimos significado a medio siglo de vida y así, cincelamos la silueta de lo que ha de venir: un futuro próspero y prometedor. Así lo aseg uró Fernando León García, Rector de Sistema Cetys Universidad, durante la entrega de la acreditación que le otorgó WASC, instancia estadounidense que monitorea y promueve la calidad de la educación superior entre más de cuatro mil instituciones de educación post-secundaria. El 20 de septiembre de 2011, continuó, la historia nos colocó en un escenario memorable para reconocer el crecimiento de una institución que ha llegado a su juventud con una energía sin par. Había que festejar con mesura Salvador medina

EL Cetys contará con un nuevo edificio en Mexicali, motor del plan Cetys 2020.

pero con significados profundos. Había que ser sobrios pero inteligentes. Las ideas y proyectos de muchos de nosotros, empezaron a ser visibles a partir de ese día. León García recordó innumerables eventos que han culminado con la celebración de los 50 años, pero reconoció que la acreditación de WASC ha sido el mayor logro. “Más allá de una certificación y de un reconocimiento a Cetys, es un compromiso por mejorar continuamente nuestra calidad educativa, fomentando una cultura de evidencia y resultados, no sólo en un contexto local sino global”, dijo.

Visión con impacto en Latinoamérica

La concurrencia de voluntades y talentos, aseguró León García, la capacidad gestora de otros y la creatividad como una competencia humana poderosa, se han conjugado para cerrar un ciclo en la geografía física de Cetys y para abrir uno nuevo: el plan Cetys 2020. Alta calidad, competitividad global, prioridades de aprendizaje, sustentabilidad y sobre todo, una nueva etapa constructiva en los tres campus de Cetys. “CETYS ratifica su naturaleza de ser una Universidad por y para la comunidad basándose en autorreflexión sistemática, una convicción con la formación de personas integrales, un compromiso con la calidad, una capacidad de innovar a través de sus egresados, por lo que el CETYS del futuro será la mejor institución de su género en Latinoamérica”, comentó. Por su parte, el Gobernador de Baja California, José Guadalupe

Osuna Millán, comentó estar convencido que la fortaleza de las sociedades se funda en la fortaleza de sus instituciones, sobre todo en las cinco básicas premisas que le dan sentido como son la familia, la religiosa, la económica, la gubernamental y la educativa. "Cincuenta años y uno más que cumple hoy CETYS. Es un compendio de logros, cosecha de triunfos, pero ante todo un resumen de sueños, un ideario de sus visionarios fundadores que ahora se traduce en hechos y la confirmación que siempre será mejor, con cariño y pasión como ustedes lo han hecho", apuntó. Sobran motivos para celebrar que son la mejor Universidad privada del noroeste porque han sido congruentes con la vocación social que nació y que ahora el 80 por ciento de sus alumnos cuentan con una beca que les permite acceder a una educación superior de calidad, aseguró. Al entregar el reconocimiento, Richard Osborn, vicepresidente de WASC, aplaudió la visión de sus fundadores quienes vieron en Cetys la posibilidad de crear una institución a la altura del país y que contribuyeran a sus comunidades, basándose en los valores que eran el centro de la misión de la institución. “Como parte de esta búsqueda de excelencia, el Rector de Cetys se acercó a WASC para conseguir la acreditación y pasar el riguroso proceso de obtener acreditación regional en Estados Unidos, algo que es difícil incluso para universidades estadounidenses”, asguró. Así, Cetys logró que se abrieran las acreditaciones para uni-

versidades internacionales. En 2005, WASC otorgó elegibilidad a Cetys para iniciar el proceso. Doce años después, Cetys se consolida como una institución de alta calidad que busca ser un referente educativo para Baja California, para México y para el continente. Estamos reunidos para ser testigos de un nuevo capítulo en la historia de Cetys. La conclusión de múltiples gestiones y diálogos en las que se tomó la decisión de construir para el futuro.

Infraestructura para el futuro

Asimismo, Fernando León García dio por iniciado en Mexicali, la construcción de un nuevo edificio que esté a la altura de las expectativas que se tienen en Cetys y que es motor del plan Cetys 2020. El nuevo edificio, comentó, servirá para llevar a Cetys a avances pedagógicos y tecnológicos para promover en la institución unidades de aprendizaje a la altura de los requerimientos locales y globales. Además de ambientes de aprendizaje más dinámicos, este edificio incluirá salas de focus groups, cámaras de Gesell, sala de juicios orales, aulas isópticas y flexibilidad en los sales y usos de tecnologías. Esta construcción, señaló, es la primeradealmenoscincoobrasen Mexicali para el periodo 2012-14. Otras obras incluirán el edificio de posgrado en administración, que albergará el Centro de Excelencia en Competitividad y el de Ingeniería y Ciencias. Además, en Ensenada se continuará con la construcción de aulas de posgrado.



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18 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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En México la educación y la ciencia no son prioridad del gobierno:

López Castañares

ESPECIAL

Jorge Medina Viedas

N

o duda. La respuesta es inmediata, categórica y sin vacilaciones: “no, la educación superior, la ciencia y la tecnología no son una prioridad del gobierno”, afirma el secretario General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, Rafael López Castañares, quien no deja de reconocer los avances que en este renglón se han producido. López Castañares asegura que se necesita acabar con la incertidumbre en la entrega de los recursos a las universidades, quien, además, en tono molesto manifestó que es un error que cada año “te cambien las jugadas y tengas que estar enfrentando decisiones de la Secretaría de Hacienda, por ejemplo, que de repente ya te dieron el presupuesto y de repente te quitan deter¿Cual ha sido el papel de ANUIES en el desarrollo de las universidades en México? Es una pregunta muy amplia, yo destacaría que la Asociación ha jugado un papel muy preponderante en el ámbito de la educación superior en México. Desde su origen hace 62 años ha sido un soporte muy importante. Aquí se ha trabajado en unidad, sumando fuerzas, respetando voluntades y diferencias, pero a final de cuentas conjuntando las acciones y trabajos para poder nosotros tener la presencia que una asociación de esta magnitud debe tener en los diferentes ámbitos de la vida pública nacional Entonces, aquí lo importante es que la ANUIES tiene un papel fundamental como —permíteme llamarlos así— ante otros “jugadores” como la Secretaría de Educación Publica, el Congreso Federal, el gobierno, el propio titular del Ejecutivo Federal, la Secretaría del Trabajo, con la Secretaría de Economía la Secretaría de Salud, y por supuesto con los gobiernos estatales. Las 165 instituciones de la Asociación que participamos en este enorme esfuerzo y que como tú ves comprende no todos pero la mayoría de los sistemas educativos:

minadas cantidades a todas las universidades”. Doctor por la Facultad de Química de la UNAM, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, se afrenta de la situación de la investigación en México. Eleva la exigencia de que es necesario que se cumpla la Ley General de Educación Superior, y plantea la necesidad de elevar la vista a otras latitudes y aplicar políticas nuevas y más audaces en materia de impulso a la investigación y a la innovación científica. El ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, UAEM, sin embargo, es optimista. Confía en que próximamente se aprobarán los presupuestos plurianuales con lo cual se fortalecerá a las universidades en cobertura, equidad y calidad, y podrán cambiar y revolucionar la visión y las condiciones de las universidades públicas del país.

universidades públicas, privadas, tecnológicas, institutos tecnológicos, centros de investigación, universidades afines, se ven representadas antes esas instancias. Entonces, yo destacaría en primer lugar que lo más valioso que tiene la Asociación es que se mueve, está viva, tiene presencia, impacta, tiene un respeto ganado y cuando hablamos —y eso si lo voy a dejar muy claro en este momento—no lo hace una persona, lo hace un equipo y una comunidad de universitarios empeñada en un mismo propósito de atender los problemas de las instituciones de educación superior del país. Yo rescataría que la ANUIES tiene una fuerza muy importante, ha sido fundamental en momentos trascendentales, en las diferentes transiciones sobre todo del gobierno federal, el impacto que va teniendo, las decisiones que va tomando, las transformaciones que va haciendo; porque si partimos del origen en 1950 se puede afirmar sin ningún género de duda que es una Asociación que sirve para ayudar y coadyuvar al desarrollo de las universidades, a fortalecerlas académica y organizativamente, a conseguir mejor financiamiento y a crear y tener fondos adicionales para las instituciones. A la fecha, la ANUIES tiene una trascendencia importantísima por la generación de instituciones que ha creado en el seno de esta sala de consejos instituciones tan importantes como la

Según Rafael López Castañares, la unidad universitaria es esencial para poner en marcha las políticas educativas que necesita el país.

Si establecemos una política para cobertura, no tiene sentido si el día de mañana no voy a tener los empleos que se requieren; es decir, se requiere una instancia que nos permita dialogar con el Presidente de la República y con las secretarías correspondientes, con el fin de establecer vasos comunicantes de políticas que fusionen cobertura con empleo ” Universidad Autónoma Metropolitana, instituciones como el CENEVAL, los CIEES, COPAES, el CINEP, el COPEMS. Ahora, en esta etapa que te ha tocado como secretario General ejecutivo, como dirigente nombrado por una asamblea de rectores y directores, ¿en qué has puesto principal hincapié; es decir, que temas, que problemas de educación superior en México te han merecido la mayor atención? Hay varios pero el más complejo han sido siempre las negociaciones del financiamiento, para lo cual hay que ver como se crean puentes, alianzas, estrategias conjuntas, jugadores tan importantes para la asociación como son las Subsecretaría de Educación Superior, donde hay un protagonista en los trabajos que hemos hecho, me refiero al doctor Rodolfo Tuirán Gutiérrez. Hemos tenido actores muy importantes en el Congreso, porque la cuestión de la educación en el poder legislativo ha adquirido un rol

fundamental y tuvimos ahí en la Comisión de Educación al doctor Tonatiuh Bravo Padilla, a Trinidad Padilla, los cuales han sido actores fundamentales para lograr una excelente interlocución a favor del financiamiento para la educación superior. En este proceso juegan también un papel importante las entidades federativas, por cierto de una manera diferente al que desempeñaban en el pasado. En otra perspectiva, el otro grave problema fue el problema de la seguridad, cuyas circunstancias de violencia provocaron graves problemas al interior de las instituciones, lo cual nos obligó a elaborar y recomendar protocolos de seguridad para nuestras comunidades. Hemos visto por el fortalecimiento del las redes de colaboración en diversos programas de orden académico y de formación de maestros; en el tema del bachillerato hemos trabajado intensamente, lo cual nos ha permitido presentarle a la Secretaría de Educación Pública un proyecto

el PROFORDEMS (Programa de Formación Docente de los Maestro de Educación Media Superior) y que hasta hoy en día hemos formado una cantidad cercana a los 100 mil maestros. Por supuesto que hay varios temas de relieve que estamos llevando a cabo, pero lo cierto es que en todo ello, los logros se deben a la trabajo conjunto de los miembros de la ANUIES. Y aquí está un documento que es el de Inclusión con Responsabilidad Social, me llama mucho la atención que en el mismo se establece un planteamiento que ha causado una cierta expectativa en muchos dirigentes universitarios, particularmente rectores y líderes académicos, que es el hecho que ustedes están planteando como ANUIES una nueva generación de políticas para la educación superior, ¿en qué consiste este planteamiento? Efectivamente hemos tenido la fortuna, y porque así lo ha permitido ya desde varios sexenios que de por mandato de la Asamblea y del Consejo Nacional en lo particular, como Secretario General de la ANUIES, me tengo que dar a la tarea de buscar los acercamientos para que los candidatos a la presidencia de la República puedan estar con nosotros en una Asamblea de la Asociación y plantearles, como ocurrió este año en la Casa ANUIES, las demandas de las universidades y las instituciones de educación superior.


milenio o Campus

Jueves 27 de septiembre de 2012 o19

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Fue ahí donde este documento de Inclusión con Responsabilidad Social. Hay que remitirse a dos documentos previos, La Educación hacia el Siglo XXI, Consolidación y Avance, donde hacemos un autocrítica y análisis de lo que ocurrió en esos 12 años últimos, y muy en particular en el sexenio que corre, el impacto tuvo en el Plan Nacional de Educación, cómo se vieron las políticas, qué transformaciones. Hoy, como sabes, la educación se mueve a una velocidad vertiginosa y más ahora con las tecnologías del uso de herramientas, entonces hay que estar siempre lo más actualizados posible. La experiencia nos dicta que una de esas políticas de nueva generación son los presupuestos plurianuales. Ya se elaboró el documento que entregamos al Congreso de la Unión y al Ejecutivo federal para que nos apoyen en esta propuesta. Si el proyecto que ya está para punto de acuerdo en la Cámara y lo tiene en su poder el presidente electo, se aprueba, vamos a cristalizar en cobertura, equidad, transparencia, rendición de cuentas; tendremos la seguridad de que podremos ir avanzando a la consecución de muchas cosas que están pendientes como lo que está en la ley desde hace muchos años y no se cumple, que es 1.5% del PIB para educación superior, 1% para ciencia y tecnología. Todas estas políticas se deben ir dando gradualmente, por supuesto. Con los esfuerzos, los apoyos de todas las instancias, del gobierno federal, del nuevo presidente, etcétera, con una plataforma de nuevas políticas, podrán cambiar y revolucionar la visión y las condiciones de las universidades públicas del país. La Ley General de Educación establece esos parámetros de inversión de parte del Estado en educación, ciencia y tecnología ¿Como secretario de la ANUIES, consideras que la educación, la ciencia y la tecnología tienen en México el lugar que realmente deben tener? No lo tienen, categóricamente te lo digo, permíteme decirte que 20 años de mi vida, orgullosamente yo me siento en una posición de investigador, he estado en laboratorios de investigación, ahí me formé y obviamente soy parte de este ámbito: en estas nuevas coordenadas del trabajo, aquí en la ANUIES he procurado apoyar más a la investigación científica, a la educación superior porque se lo que pasa. Una propuesta que viene en nuestro documento es muy clara, todo mundo sabemos, los que hemos tenido la oportunidad en estar en esto, que algo que debe de ser un binomio indisoluble entre la educación superior y la ciencia y tecnología, una camina por el lado izquierdo y otra camina por el lado derecho. Esta es una realidad y lo demuestran maestros e investigadores, y en la universidad que me digas.

Un estudio muy profundo nos indica que hay que juntarlos y que, además, hay que poner en práctica otras políticas acordes a lo que requiere la educación superior, si queremos que se avance en la educación superior. Por ejemplo, si establecemos una política para cobertura, no tiene sentido si el día de mañana no voy a tener los empleos que se requieren; es decir, se requiere una instancia que nos permita dialogar con el Presidente de la República y con las secretarías correspondientes, con el fin de establecer vasos comunicantes de políticas que fusionen cobertura con empleo. No veo otra manera de darle solución a la demanda de empleo a los jóvenes. Hay proyectos en varias partes del mundo, aquí mismo en México, que han probado su eficacia en la formación de jóvenes. Necesitamos incrementarlos, enviarlos al extranjero para que se formen en áreas de investigación que nos interesa, y regresarlos con la certeza de que van a trabajar en las áreas del conocimiento que estudiaron. Es decir, si la pregunta que me haces es esta, es que sí, que estamos muy mal, y dicho sin cortapisas, realmente no hay apoyos suficientes para la educación, la ciencia y la investigación. ¿Qué aplaudirías de las políticas que ha llevado a cabo este gobierno y que criticarías de lo que ha hecho este gobierno de Felipe Calderón? Yo te diría, si nosotros vemos en general como ANUIIES el apoyo que hemos recibido del gobierno y demás en la parte de educación superior, la vinculación que te he platicado que tuvimos con la Subsecretaría y demás, en esa parte y con los recursos y apoyos que nos han dado y de manera triangulada con el Congreso, no tengo nada que criticar, al contrario. Lo que sí puedo decir que no me gusta es esa incertidumbre que te causa el hecho de que si la educación debe ser una prioridad para un gobierno, por qué año con año te cambian las jugadas y tengas que estar enfrentando decisiones de la Secretaría de Hacienda, por ejemplo, que de repente ya te dieron el presupuesto y de repente te quitan determinadas cantidades a todas las universidades. Eso no puede ser, yo siempre me pregunto: ¿qué el gobierno no son los mismos? ¿Qué no trabajan los mismos? Cuando nos sentamos aquí con rectores de universidades públicas, de privadas, de tecnológicos, de centros de investigación,todoscoincidimoseneste problema que tenemos, y algunos lo han expresado públicamente. Tú estás insinuando prácticamente una cuestión que los rectores se quejan y dicen que la política de la educación superior la dictan en Hacienda, no en la Secretaría… Eseeselproblema,entrelíneasestá muy bien interpretado, decir eso a mí en lo personal me molesta, yo he tenido interacciones con gente de Hacienda que me han dicho: " usted está en posición de negociar

con las instituciones los incrementos que requieren para esos fondos extraordinarios, etcétera". He dicho que sí muchas veces con el respaldo de mi consejo. No pasa nada; ahí seguimos en la Cámara de Diputados duro y duro, lamentablemente eso es un mal tremendo, porque si lo que quieren más también al IFAI, a la Auditoria Superior de la Federación, a todos, eso es tema superado. ¿Quieren más auditorías? Las hacemos; ¿Qué otros temas quieren que respondamos?: los checamos; ¿Qué más quieren que revisemos?: Los revisamos, pero no nos hagan esto a las instituciones, hay que atender problemas que son muy viejos, que son torales, instituciones como en la que tú fuiste rector y como muchas otras, que si no tuviéramos pensiones y jubilaciones estaríamos en un hoyo más grande. El documento también habla de que tenemos que dinamizar la planta académica de las instituciones, tenemos que dar jubilaciones adecudas, las instituciones tienen que reformar mucho sus estatutos porque muchas jubilaciones perjudican terriblemente a las instituciones, que en su momento fueron salidas o políticas oportunas o negociaciones bien hechas, etcétera. No hay que criticar, hay que ubicarnos en lo actual y decir cómo le hacemos para solucionar esos problemas que lejos de ayudar, coadyuvan a las crisis de algunas universidades porque no tienen recursos ni para pagar la nómina. Ahora, el escenario que tenemos por delante no parece sencillo, sobre todo se trata de una lla-

mada transición sexenal, ¿no ves problemas mayúsculos con la presencia creciente de movimientos juveniles como el Yo soy 132, en el mundo de las universidades mexicanas? No. Lo he visto y he sido muy respetuoso. Las manifestaciones como este movimiento son algo natural y acorde a lo que ocurre; no hemos cuidadoconatenciónlasoportunidadesqueloschicosquieren;asíentiendoelmovimiento,yesoporque también tengo hijos de esa edad, dos hijas que están en esas cuestiones que las escucho, oigo a sus amigos, y les preocupa el quehacer, les ocupa el que ya está concluyendo y que sigue. Llega un momento en que la gente se cansa; hay que entenderlo(nosevalesipartidizanlas cosas, eso es un tema aparte), pero yo me centro nada más en decir: el apoyo que se le brinde a los jóvenes se debe discutir para plantear soluciones, proyectos, ideas, formas de participación. Ahora, ¿qué me dirías en el escenario del futuro que tenemos por delante todos los mexicanos, el papel que puede desempeñar Enrique Peña Nieto? Yo soy muy optimista; especialistas de 165 instituciones avalando y documentados en este papel, con plataformas importantes, con desarrollos, con visiones etcétera. No son las únicas todo documento es perfectible, pero aquí hay mucho trabajo, mucha experiencia y mucha visión, ¿qué diría yo? Que el presidente electo se comprometió a apoyarnos, se comprometió a analizar el documento y ver de qué forma se reúne con nosotros para hacer efectivos los compromisos, al menos una vez al año, cada dos ESPECIAL

La relación entre cobertura y empleo es vital para el titular de la ANUIES, no tiene sentido que los jóvenes no se desarrollen en el área que estudiaron.

años, etcétera. Nosotros podemos sumarnos al trabajo; lo primero que yo creo que debemos hacer es poner por delante la fuerza de ANUNIES, la unidad de las universidades para que se pongan en marcha las políticas educativas que necesita el país. El gobierno puede tener en la ANUIES una aliada importantísimo. Yo soy un convencido de eso. No es nada más llegar a pedir al gobierno, esos tiempos ya cambiaron desde hace mucho, hay que buscar, hay que ver, hay que facilitar las cosas, y establecer compromiso firmes y recíprocos con el gobierno. Digamos, en los próximos años, ¿cómo ves a la ANUIES, qué papel estará jugando de nuevo, será interlocutor de los grupos universitarios, de las comunidades académicas, o lo ves un poco más en la gestión de proyectos específicos para las universidades? Voy a empezar contestándote algo que a ver si no me equivoco, los puestos los hacen las personas, soy un convencido de eso… Dan mucha interlocución política… Por supuesto, tiene que haber, si no tanto como un derecho de picaporte porque es mucho pedir, además hay que ser respetuoso de los organigramas y la máxima representación del país, si un derecho a estar constantemente dando cuentas, resultados, mostrando proyectos, solicitando apoyos, viendo estructuras, seguimiento, todo eso tiene que haber, eso es vital que haya, que se tenga. Yo creo, porque además es bueno creerlo, cada cambio, cada sexenio, son oportunidades que se abren, oportunidades que se dan, he escuchado al presidente electo, que tiene un proyecto de educación desde básica hasta superior, no nada más de superior y media superior, y creo que tenemos una oportunidad muy importante si logramos alinear las fuerzas. ANUIES propone un gran Pacto Nacional, aquí está el documento, un gran pacto, con los partidos políticos, con el Congreso, con los congresos estatales, con las asociaciones, con los gobiernos, con las instituciones, con el presidente de la República… Con la sociedad civil… Por supuesto, que es a quien nos debemos nosotros. Entonces, pues a mí me apasiona esto porque lo veo, siempre lo veo, me convenzo de que “sí se puede”.


20 o Jueves 27 de septiembre de 2012

Revertir rezagos en políticas públicas para las mujeres: Patricia Galeana DEMIAN CHÁVEZ

Jorge Medina Viedas

R

especto del trato a la mujer todavía sigue existiendo un techo de cristal. Hay una minoría de rectoras, de directoras, si la comparamos con rectores y directores, y esto tiene que cambiar para lograr esa equidad que es fundamental para que tengamos realmente una vida democrática. -Hay que recordar que en el municipio de Bustamante, Nuevo León, se bajo a Juárez del pedestal y se puso al arcángel San Gabriel. Es la doctora e investigadora de la UNAM Patricia Galeana quien habla así. Reclama la necesidad de revertir los rezagos en políticas públicas para las mujeres, el uso político e ideológico de la historia por los gobiernos conservadores y la intención de manipular que subyace en la aseveración neoliberal de abandonar el pasado. La maestra en historia y doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, asevera que desde luego no se trata de convertir el pasado en agenda, pero si entenderlo para actuar en el presente. La académica mexicana, con lucidez y claridad, sin pedanterías, habla de la importancia de la enseñanza de la historia, del abandono de que ha sido objeto, de los fenómenos políticos y sociales recientes, explica realidades que son fruto de la incomprensión y la ignorancia del pasado, desde la óptica de su condición de mujer liberal, laica y progresista. En la actualidad se tiende a añorar el pasado, e incluso han aparecido algunas instituciones educativas que muestran cierto desdén por las disciplinas humanísticas… Me parece que justamente esta disminución en la enseñanza de las disciplinas humanísticas está deshumanizando a nuestra juventud; el conocimiento de estas disciplinas, de la historia, de la filosofía, es fundamental para que nuestros jóvenes se humanicen, tengan valores, entiendan la importancia del respeto a los demás, a la otredad, de las cosas que nos hacen falta para tener una ciudadanía que fortalezca una vida democrática. El conocimiento de la historia, además, es un conocimiento indispensable para entender nuestro presente y actuar en él, porque si no sabemos el por qué de

Estudiosa y defensora del papel de la mujer en la vida pública, la doctora Galeana se afrenta del presente, resiente como propia la extenuación de los valores en los jóvenes a causa de la disminución de la enseñanza humanística en algunas universidades, y no duda en afirmar que es necesario forjar en la sociedad una cultura de la otredad, de lo diferente, que reivindique a la mujer en sus derechos y la iguale al hombre en oportunidades en la vida política y social. No obstante, cada una de sus referencias explicativas pasan por la historia: en la política y en el acontecer social. Imposible salir de las redes que le tiende la historia en sus reflexiones. -No hay que olvidar que Juárez fue el que creo el primer centro de enseñanza para señoritas, recae la doctora Galeana en la conversación. Conversación que se produce en una casa de libros amenazante para confirmarlo: los estantes sin un milímetro vacío, cuadros, fotografías, pequeños bustos de los santos laicos de la historia nacional, una estatua tamaño natural de un santo católico ve al piso alfombrado en gesto de humildad, fotografías de la familia en sitios europeos que exigen un lugar en el compartido falansteriobiblioteca de la familia. La doctora en Historia por la UniversidadNacionalAutónoma de México, profesora visitante de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad de California, ex Directora del Archivo General de la Nación, conversa con Campus. las cosas, cuáles son los antecedentes de los problemas actuales, difícilmente podremos resolverlos; el conocimiento histórico es un conocimiento necesario, por eso me parece tan grave que se haya quitado y reducido las horas de enseñanza de la historia; es más, nuestros alumnos de primero de secundaria simplemente no llevan historia, se les quitó, que era además una parte fundamental porque se daba la historia de los pueblos originarios de estas tierras y en un país pluriétnico, multicultural, esto es realmente muy grave. Por otra parte, hay una sugerencia en boga de que apegarnos justamente al pasado nos impide ser más capaces de confrontar el futuro. ¿Cuál es su opinión sobre este planteamiento? Es un planteamiento muy del neoliberalismo. Si vemos todas estas empresas de outsourcing en las que dan estos cursos de management —perdón que use estas palabras en inglés, pero es que

De acuerdo a Patricia Galeana, en vez de romper con el pasado de México debemos entenderlo para poder ir hacia adelante.

son las que usan estos personajes— que llegan a decir en presentaciones donde pintan un árbol y dicen ‘este árbol tiene raíces, pero nosotros podemos olvidarnos de este pasado y ser diferentes´. Esto me parece realmente muy falso porque las personas son lo que son por lo que han sido. Si yo le pregunto a usted quién es, me dirá pues ´yo nací aquí y mis padres se dedicaron a esto’, ‘yo me forme en tal lado’; o sea, usted es lo que usted ha sido, y evidentemente esta idea de romper con el pasado ‘porque no nos debemos atar al pasado porque es un fardo, porque no nos permite crecer e ir hacia adelante’, es falso. Simple y sencillamente tenemos que asumir nuestra historia, conocerla y desde luego no convertir el pasado en agenda del futuro, pero sí nos ayuda a entender nuestro presente; si no entendemos nuestro presente no podemos actuar en él, y si no sabemos el porqué de ese presente, simple y sencillamente no lo entendemos.

Yo no estoy de acuerdo con esta idea de que hay que romper con el pasado; hay que asumir ese pasado, digerirlo, comprenderlo, y una vez que ya uno entendió el porqué de los diferentes hechos históricos que nos constituyen como nación, podemos ir hacia adelante con otra óptica, pero con una óptica nutrida de ese conocimiento. ¿Y cuál es la intención de estos estereotipos que buscan alejarnos de nuestras tradiciones, de nuestra cultura, de nuestro pasado? Hacernos quizá personas más fácilmente manipulables para los sistemas económicos mundiales, globales. Si una persona no tiene tradiciones, es más fácil que se le lleve por el camino que se desea, pero vemos que esto ciertamente, una persona que no sabe historia es como una persona con Alzheimer, no sabe de dónde viene ni adónde va, es una hoja limpia. Yo lo comento con mis alumnos cotidianamente, cuando me dicen “es que yo soy ciudadano del mun-

do”, y qué bueno, usted se preocupa por los derechos humanos en Iraq, en Afganistán, en África. ¿Y qué hace por los derechos humanos de sus conciudadanos, de los mexicanos? Está muy bien pensar globalmente, pero hay que actuar localmente… Y en función de la historia… Absolutamente. Vinculando este tipo de comportamientos, ¿que opinión le merecen las acciones que se produjeron con motivo del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución? Si vemos lo que se hizo dejó mucho que desear; si comparamos al Bicentenario de la Independencia con el Centenario de la Independencia, el Centenario, que fue celebrado por una dictadura, un régimen que había concentrado el poder y la riqueza, no obstante, tuvo la visión, a través de personajes como Justo Sierra, de fundar la Universidad Nacional.


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Lamentablemente en este Bicentenario se hicieron obras pírricas que realmente nos dejaron cosas como la Estela de Luz, que mas que estela de luz es una estela desombrasdetodoloquenoserealizó y una serie de actos festivos extranjerizantes.Esodequehayamos traído a expertos de Francia para juegos pirotécnicos cuando tenemos poblaciones enteras en nuestro país que se dedican a hacerlos, me pareció muy deprimente. Ciertamente hubo acciones rescatables en las universidades públicas y en otras instituciones que se dedicaron a hacer una revisión de la historia; pero también en esto del revisionismo histórico nos encontramos con actitudes iconoclastas, porque hay que recordar que la política siempre se hace de la historia para exaltar o denostar a los personajes que le son afines. Teniendo un gobierno de tendencias de derecha, personajes como Hidalgo y Morelos no fueron personajes simpáticos a la causa gubernamental. Se llegaron a hacer una serie de trabajos que pretendieron quitar todo su sentido a esos personajes, inclusive hablando de que Hidalgo no había planteado la Independencia y que nunca había tenido contacto con las ideas del liberalismo francés y cosas por el estilo que buscaban desvirtuarlo. Se hicieron inclusive series de televisión tratando de convertir a Hidalgo en un ser de “carne y hueso”, pero con la idea de esa denostación Absolutamente, porque lo que se ha pretendido desde que llegó el PAN al poder, lo vimos. Hubo una reforma en la primaria, después hubo una reforma de la secundaria; evidentemente había que deconstruir toda la historia de origen revolucionario para bajar a unos héroes del pedestal, pero no para dejar al pedestal vacío, sino para poner otros héroes en su lugar. Hay que recordar un hecho que muestra de forma fehaciente esto que estoy diciendo y es que en el municipio de Bustamante, Nuevo León, se bajo a Juárez del pedestal y sepusoalarcángelSanGabriel.Durante esos años se quitó el nombre deJuárezamuchoslugares,plazas, edificios, torres; de esto llevo una contabilidadenlaUNAM,dondese hizounacomisiónalrespectodonde fue increíble la intencionalidad de bajar a Juárez del pedestal, pero parasubiraotrosmásidentificados conlatendenciadelgobiernodominante de derecha. Eso también se hizo con Hidalgo; en efecto, so pretexto de mostrar al Hidalgo de carne y hueso, como un ser libertino, sanguinario, que no tenía ideas; en fin, quitándole toda su fuerza moral, toda la seriedad al personaje que fue sin duda uno de los hombres más brillantes en la historia de mexicana. Y además historiadores frívolos fueron los autores de todo ese tipo de guiones que trataron de justificar la intención del gobierno. Frente a esto cual habrá de ser la respuesta o, ¿cuál fue la respuesta? La respuesta se dio a través de textos de historiadores que no fueron cooptados por el gobierno y que si-

guieron haciendo un trabajo serio, con ética profesional más allá de los vaivenes políticos para demostrar que era falso todo esto que se estaba diciendo de Hidalgo. Una gran polémica por ejemplo fue la excomunión de Hidalgo porque algunas personas consideraban que era importante que se levantara la excomunión de Hidalgo y la Iglesia dijo que había muerto dentro de la comunión porque le habían dado la comunión antes de morir y que después de ser decapitado su cuerpo había sido enterrado en una iglesia y por lo tanto no había que levantar ninguna excomunión.

rama de la historiografía surge a mediados del siglo pasado cuando a partir de los movimientos feministas se entiende que hay que ver a lasmujerescomosujetosdelahistoria y no como objetos de la misma, y que se deje de estudiar únicamente la historia del poder público en cuanto a quienes han detentado la primera magistratura del país. Originalmente se estudiaba nada más a los que tenían el poder, y si en un momento dado una mujer pasaba por ahí, en alguna monarquía, porque no hubo descendencia masculina, se le incluía; pero fuera de eso la mujer era como si no existiera. ESPECIAL

Pero todo esto es un sofisma porque evidentemente la excomunión de Hidalgo tuvo un efecto político demoledor en su momento. Colocó a Hidalgo como un hereje para que fuera perseguido por la toda comunidad católica, que era toda la población; y evidentemente otro argumento que se utilizó de que había sido excomulgado por un arzobispo que todavía no era consagrado, pues eso no lo sabía la población, pero no nada más fue excomulgado por el obispo Abad y Queipo sino por el arzobispo Lizana y Beaumont. Desde luego no conviene a las tendencias conservadoras, tradicionalistas reconocer que sí, que la Iglesia excomulgó a los insurgentes y a todo el proceso de Independencia, y no solamente los 11 años que duró la guerra sino 15 años después. Pasaron tres Papas para que se reconociera la Independencia de México. Pero como esto no es políticamente positivo para el presente había que borrarlo. Dijeron que no era cierto, que no había habido tal excomunión, porque se ve feo que los niños lean en la escuela que el padre de la patria fue excomulgado; entonces, mejor había que decir que no fue excomulgado.

Forjar una cultura de la otredad

Doctora, sabemos que ha estado trabajando cada vez más intensamente en lo profesional y en lo académico en cuestiones relacionadas con la mujer. Para mí es un tema fascinante que no está desvinculado de la política, porqueyo empecé habiendohistoria política, historia diplomática, y después se pasa a la política, pero la política entre las parejas, en el movimiento de las mujeres por tener susderechosciudadanos,etcétera. Es un área nueva en la que todavía haymuchoporhacer;dehechoesta

La historiografía tiene ramas que se fijan en la historia social, en la historia cultural, y entonces se descubre que el quehacer de las mujeres ha sido público y que no ha sido trabajado. Me he puesto a trabajar en la historia de las mujeres y he tenido el gusto de que gracias a la UNAM, al rector José Narro Robles, abrimos el primer Museo de la Mujer aquí en nuestro país. Si bien en otras partes del mundo ya hay 50 museos dedicados a contar esta historia que había sido ignorada, del quehacer de las mujeres, tanto en el ámbito de la vida privada como su lucha por tener derechos que le habían sido negados y que se le habían dado nada más al sexo masculino. No teníamos una tradición como la francesa donde las mujeres eran las que convocaban a los salones en los siglos de la ilustración y la Revolución francesa a los filósofos, a la inteligencia de su tiempo, salones donde se discutieron teorías revolucionarias, filosofías iconoclastas, antimonárquicas… Tuvimos algunas mujeres que tuvieron estas tertulias. Hay que recordar a la “Güera” Rodríguez que justo ha sido denostada por haber roto los moldes del deber ser de la mujer que debía estar en su casa, prácticamente en el mundo del silencio, y no tener una vida abierta como le tocó a ella. Llegamos a tener estas mujeres transgresoras del deber ser femenino que por mucho tiempo imperó el “marionismo”, donde la mujer tenía que ser como la Virgen María, era la tradición que se impuso desde la época colonial, pero todas estas ideas de Fray Luis de León, o de Luis Vives, siguieron imperando durante gran parte del siglo XIX, hasta que vino el triunfo de la Reforma.

Con el triunfo de la Reforma Liberal empieza a cambiar esta situación y las mujeres van a tener acceso a una educación más parecida a la de los hombres. Hay que recordar que fue Juárez el que abrió la Escuela Secundaria para Señoritas y marcó un antes y un después porque en primer lugar se estableció que la educación no sólo era gratuita sino obligatoria; esto —no quiere decir que los padres iban a enviar inmediatamente a sus hijas, costó mucho trabajo hacer este cambio— fue el inicio del cambio para que las mujeres pudieran tener acceso a la educación, una

Hay que recordar a la Güera Rodríguez, que justo ha sido denostada por haber roto los moldes del deber ser de la mujer que debía estar en su casa, prácticamente en el mundo del silencio, y no tener una vida abierta como le tocó a ella” educación no sólo religiosa que era lo que se privilegiaba antes, sino una educación, como lo dijo María Belén en la inauguración de esta escuela secundaria, es una nueva era, así lo anunció como una nueva era para México, porque aquí se les va a enseñar a las mujeres aritmética, geografía, historia, todas las materias que antes no se consideraba que fuera necesario aprendieran porque nada más iban a ser madres y esposas que tenían que dedicarse a la crianza y a la vida religiosa. Ahora, el mundo de la mujer en la universidad. ¿Hay una diferencia respecto de la administración pública, cómo encuentra esos matices en cuanto a las potencialidades de que un proyecto de esas características le dé impulso a la participación mayor desde el punto de vista académico, pero también desde el punto de vista social y político? Ha habido una multiplicación de la matrícula femenina muy rápida; tenemos que ver que ya se logra prácticamente igual número de niñas que de niños en primaria, en secundaria,inclusiveenposgrados en la universidad, donde hay por lo menos 40 por ciento de mujeres, y en aéreas que sólo estaban hombres ya tenemos mayoría de mujeres,comoenlaFacultaddeDerecho delaUNAM,dondeyatenemospor primera vez en la historia de la facultad una directora mujer. Respecto del trato a la mujer todavía sigue existiendo un techo de cristal. Hay que ver que es la minoría de rectoras, una minoría de directoras si la comparamos con los directores, y esto tiene que cambiar para lograr esa equidad que es fundamental para que tengamos realmente una vida democrática. Hay avances pero todavía tenemos grandes rezagos que tenemos

que mencionar, por ejemplo en cuanto al analfabetismo: seguimos encontrando que el analfabetismo en nuestro país es mayoritario en las mujeres que en los hombres. No porque las mujeres no tengan capacidad para aprender a leer sino porque no se les manda a la escuela; también hay otra serie de actos discriminatorios que muestran que todavía nos falta por avanzar para lograr esta sociedad equitativa, como por ejemplo aunque las jóvenes tienen las mejores calificaciones a la hora de ingresar al ámbito laboral no tienen los mejores salarios sino al contrario, hay una diferencia de un treinta y tantos por ciento menor para las mujeres por un trabajo igual al de los hombres. ¿Juzga que desde la perspectiva del gobierno debería haber una institución que colocara en nivel de importancia, como lo m erece, alguna secretaría o un organismo que recogiera este tipo de planteamientos para gestar programas y proyectos que fortalezcan la cultura de la participación de la mujer? Se supone que luchamos porque se crearan los Institutos de las Mujeres, que lamentablemente no han dado todos los resultados deseables, máxime que a veces se ha logrado por las legisladoras que tengan un presupuesto adecuado; ese instituto es el que debe de tener el rango suficiente como para hacer que se establezcan políticas públicas adecuadas. Para revertir todavía los rezagos que tenemos se tiene que actuar en tres áreas fundamentales: primero, el marco jurídico acorde con los tratados internacionales que hemos firmado en la materia, porque tenemos leyes secundarias que no van de acuerdo a los que se han firmado; segundo, establecer políticas públicas adecuadas para romper las inercias todavía negativas para el desarrollo de la formación femenina, y, finalmente, se necesita un sistema educativo que incorpore el enfoque de género desde pre escolar hasta posgrado. Hay que generar una cultura de respeto a la otredad, de respeto al diferente, al de diferente sexo, al de diferente religión o de religión ninguna, a la persona de un origen étnico o de otro. Nos falta afianzar esta cultura e incorporarla a nuestro sistema educativo formal e informal, y que se da también a través de los medios de comunicación en donde muchas veces se siguen repitiendo estereotipos discriminatorios de la mujer.


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22 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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el estado de la educación superior Carlos Pallán figueroa* capafi2@hotmail.com

Nuevas políticas para la educación superior: una cobertura razonable

L

a educación superior ha sido una palanca fundamental en la construcción del México de hoy. Las instituciones de educación superior (IES) y sus egresados se constituyeron en un elemento esencial de un México que pugnaba por abrirse paso en la escena internacional y de resolver carencias ancestrales, en un momento en que su economía crecía a tasas que permitían una inversión pública sostenida, un crecimiento permanente del ingreso per cápita y una expansión notable en su sistema de educación superior (SES). Con altibajos, esa descripción se corresponde con lo sucedido entre 1940 y 1981, la época de la industrialización, de la sustitución de importaciones y el llamado desarrollo hacia adentro. Después de aquella fecha se redujo notablemente el crecimiento promedio de la economía, impactando esto en los ingresos reales de la población y en la disponibilidad de recursos para financiar armónicamente el gasto público. Esta última circunstancia, interrumpida en algunos años, no impidió el desarrollo constante del SES, apoyado mayoritariamente por el gasto federal. Dicho desarrollo se materializó en la expansión de la matrícula, en la creación de nuevas instituciones y la generación de mecanismos de fomento diferenciado dirigidos a la mejoría de las IES y el SES en su conjunto. La crisis financiera mundial, detonada en septiembre de 2008, trajo repercusiones graves para el país, mismas que se sintetizan en la abrupta caída de su economía en 2009, del orden de 6.5 por ciento del PIB. El avance logrado en la lucha contra la pobreza, durante los años 1996-2006, se detuvo y la situación se ha deteriorado aún más a partir de 2008. El país no avanza a un ritmo que permita la creación suficiente de empleos para una población económicamente activa en aumento y, lo más grave, cancelando oportunidades en ese terreno a una buena parte de los 400 mil jóvenes que se gradúan cada año en las IES. Los datos más recientes de INEGI, correspondientes a agosto pasado, sitúan la tasa de desocupación en 5.4 por ciento de la población económicamente activa, misma que significa 2.74 millones de personas que están en el desempleo abierto, superior a la que se tenía antes de la crisis de 2009, agravándose notablemente este indicador (1.7 veces) cuando se refiere a la población joven (14 a 29 años), según reconoce la ANUIES (Inclusión con Responsabilidad

ESPECIAL

Una rara unanimidad campea entre los analistas y expertos en estas cuestiones: están de acuerdo en que, en el país, deben crearse anualmente entre 800 mil y un millón de empleos para hacer frente a las nuevas generaciones de trabajadores y empezar a abatir el rezago en ese terreno” Social. Una Nueva Generación de Políticas de Educación Superior). Una rara unanimidad campea entre los analistas y expertos en estas cuestiones: están de acuerdo en que, en el país, deben crea rse a nua l mente entre 800 mil y un millón de empleos para hacer frente a las nuevas generaciones de trabajadores y empezar a abatir el rezago en ese terreno. Los signos dados hasta ahora por el próximo Presidente de la República son positivos (véase, por ejemplo, la declaración de Enrique Peña Nieto en su gira por Sudamérica donde asevera que educación, combate a la pobreza y crecimiento económico serán sus prioridades, B. Coatécatl, La Razón, 22 de septiembre). Esos fenómenos coinciden con una característica demográfica: el grupo de edad 19-23 años llega a su cota más alta de crecimiento en este 2012, para luego, lentamente, descender a lo largo de la década. Traducido a la educación superior, esto querría decir que la presión por ingresar a las aulas seguirá en aumento (sobre todo, en ciertas zonas y ciudades del país),

al tiempo que las propuestas de políticas públicas impulsadas por ANUIES, así como la del Presidente Electo, se han trazado una ambiciosa meta: llegar a una cobertura, en la modalidad escolarizada, de 50 por ciento para 2022, en el caso de la primera, y 45 en la del segundo. Dicha meta, en cualquiera de sus modalidades, implica un conjunto de inversiones y condiciones que tendrían que sostenerse a lo largo de diez años, debiendo, además, conciliarse con una educación de calidad y socialmente pertinente. Las nuevas circunstancias del país (dominadas por la inseguridad, el desempleo, la incertidumbre hacia el futuro por parte de grandes sectores de la población) no debieran cancelar las aspiraciones de la juventud de hoy, no obstante las graves situaciones ahí presentes. El SES no puede esperar a que el conjunto de variables económicas y sociales se “alinien” favorablemente para, entonces, emprender su propia transformación. Es absolutamente indispensable que las nuevas políticas públicas la conviertan en una prioridad

nacional, programática y presupuestalmente hablando. Desde esa perspectiva, y considerando que el crecimiento de la matrícula debiera estar unido a otros principios básicos como el de calidad y el de equidad, el énfasis de las nuevas políticas públicas en educación superior deberá ponerse en lograr una cobertura razonable, bien sea la propuesta por la ANUIES o por el Presidente Electo. Veamos todo esto. Actualmente el SES tiene, en números redondos y en todas sus modalidades, 3.3 millones de estudiantes y un 32.5 de cobertura del grupo de edad correspondiente (3.02 millones y 29.5 si sólo se considera la modalidad escolarizada, según ANUIES) El número y la proporción son descomunales en comparación con los últimos 30 o 50 años. Sin embargo, en las estadísticas internacionales México tiene un rezago frente a otros países, incluyendo los de América Latina. En ese sentido, ¿qué es una cobertura y plazos razonables? La ANUIES se ha propuesto llegar a un 60 por ciento en ese indicador para el 2022. El ritmo

Miembro de la Junta Directiva de la Universidad Autónoma Metropolitana.

de crecimiento de la matrícula en la última década (138 mil en promedio anual) y sobre todo el de la segunda mitad de la misma, podrían hacer pensar que la meta, con algunas acciones adicionales, es factible de alcanzar. Sin embargo, hay muchos factores imbricados en ello, aparte de los que estarían presentes en la propia operación del SES durante la segunda década. Cualquier planteamiento referente a alcanzar una “cobertura razonable” está relacionado con otros factores, como los siguientes: La calidad de los programas educativos. Extender la cobertura sin una garantía mínima en esa materia sería generar, diferidamente, otros problemas Una oferta adecuada geográficamente. Hay regiones, estados y ciudades donde oferta y demanda no se corresponden Equidad en oportunidades educativas. Una matrícula mayor de estudiantes de los sectores pertenecientes a los cuatro deciles de menores ingresos, actualmente es de 20 por ciento Los aspectos demográficos. Más que natalidad (la tasa actual es de 1.4 por ciento de crecimiento anual frente al 3.4 de los años sesenta y setenta) es indispensable atender el fenómeno de desplazamientos y migraciones internas hacia polos de atracción donde hay insuficiencia de servicios educativos. Factores internos del sector educat ivo. Compor ta miento de matrícula en los niveles previos así como su propia eficiencia terminal, retención y deserción dentro de las instituciones del SES. El crecimiento del SES resu lta absolutamente indispensable. Tiene una demanda enorme, como ya se dijo, proveniente de los años en que el país tenía altas tasas de crecimiento de la población. Las presiones por cupos no cesarán, particularmente cuando el mercado de trabajo está en una fase recesiva. Tanto el sector público como el privado deberán continuar con el incremento en la oferta matrículas. Alcanzar las metas previstas, bien sea la de la ANUIES ó la indicada por el Presidente Electo, supone un compromiso enorme que sólo compartiéndose presupuestalmente entre federación y estados sería posible llevarlo adelante. Al mismo tiempo, programas subordinados a los de incremento directo de la matrícula serán indispensables, manteniéndolos e incrementándolos, tal es el caso del Programa Nacional de Becas, entre otros.


milenio o Campus

Jueves 27 de septiembre de 2012 o23

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el estado de la educación superior

La experiencia de una década en las negociaciones para el financiamiento de la educación superior ESPECIAL

Javier Mendoza Rojas*

L

a última década de la educación superior en nuestro país ha estado caracterizada por la actividad de negociación que la ANUIES y los rectores de las universidades públicas han tenido que desarrollar para mejorar el presupuesto federal que cada año se les destina en el marco del Presupuesto de Egresos de la Federación. Sin duda, el tema del financiamiento público a la educación superior ha formado parte, de tiempo atrás, de la agenda impulsada por las universidades, si bien actualmente ha tenido un ímpetu renovado frente al nuevo contexto en que se desenvuelven. A lo largo de estos años en que se repiten los ciclos de negociación y cabildeo presupuestal, Campus Milenio ha dado cuenta de los avances y retrocesos en materia de financiamiento, así como de los avatares de los universidades en estos procesos inciertos y altamente desgastantes para sus rectores. No en vano las instituciones públicas de educación superior, agrupadas en la ANUIES, han impulsado el establecimiento de presupuestos plurianuales, con iniciativas de reformas legales ya presentadas a la 61 Legislatura del Congreso, que habrán de ser actualizadas y nuevamente sometidas a la actual Legislatura y a las nuevas autoridades educativas y hacendarias del gobierno que iniciará el primero de diciembre de este año. En este artículo paso revista a los resultados que en una década (2003-2012) hantenidolasnegociaciones presupuestales realizadas en tres legislaturas de la Cámara de Diputados en el presupuesto para educación superior. Sin duda estas ampliacioneshansidoresultadode lanuevapresenciaquelasuniversidades y la ANUIES han tenido en el Congreso de la Unión, así como de la nueva correlación de fuerzas políticas entre los grupos parlamentarios, sin mayorías absolutas en la Cámara de Diputados desde 1997. En esta década se aprobaron ampliaciones en educación superior cercanas a los 58 mil millones de pesos, tal como se puede ver en la gráfica anexa. Si bien en cada año se dieron fluctuaciones en el monto de las ampliaciones decididas por los diputados, los presupuestos aprobados en el período (considerando las subfunciones presupuestarias de educación superior y de posgrado) han sido superiores a los proyectos de presentados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) en nueve por ciento, con un promedio anual cercano a los seis mil millones de pesos. Para 2003 las ampliaciones acordadas en educación superior fueron las más bajas de la década en términos absolutos, con las cuales el presupuesto aprobado respecto al proyecto de PEF sólo

La educación superior, así como la ciencia y la tecnología son áreas prioritarias para el desarrollo de México, pero éste no se refleja en los presupuestos asignados.

Al analizar las cifras podemos ver que, con excepción de 2008, cada año el presupuesto presentado por el Ejecutivo es menor al anterior y aún así hay otra variación en cuanto al presupuesto final real aumentó en cuatro por ciento. En cambio, para el ejercicio fiscal de 2010 se aprobó el mayor monto de ampliaciones, lo que impactó en un diez por ciento de aumento del proyecto presupuestal presentado por el Ejecutivo. Sin embargo, fue en 2007 cuando porcentualmente se tuvo el aumento más significativo de la década: 17 por ciento. Como se puede observar, en 2011 y en 2012 las ampliaciones fueron mucho menores a las otorgadas en los seis años anteriores, con un crecimiento del PEF aprobado respecto al proyecto de cada año de alrededor del cuatro por ciento, igual que al inicio del período. Los datos anteriores muestran la incertidumbre anual que tienen las universidades e instituciones públicas de educación superior en materia presupuestal. Como se puede observar en la tabla anexa, en nueve de los diez años del período, a valores constantes, el proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo fue menor al aprobado el ejercicio fiscal anterior, y todavía menor al ejercido. Solamente en 2008 el Ejecutivo envío a la Cámara de Diputados un proyecto presupuestal que superó al aprobado de

2007. El resto de los años los proyectos tuvieron reducciones reales de alrededor de cuatro mil millones de pesos a valores constantes de 2012. Gracias a las ampliaciones obtenidas se revirtió la tendencia negativa que se observaba en las propuestas del Ejecutivo. Un indicador útil para ponderar las variaciones presupuestales es el de subsidio federal por alumno, que resulta de contrastar el financiamiento con la evolución de

la matrícula pública. Así, mientras el presupuesto aprobado para las subfunciones de educación superior y de posgrado aumentó en 36 por ciento en el período, la matrículapúblicadeeducaciónsuperior –sin considerar educación normal que, salvo en el Distrito Federal, es financiada con recursos del Ramo 33 y no se clasifica en educación superior– lo hizo en más del cincuenta por ciento, lo que muestra una disminución del financiamiento federal por alumno. Cada una de las legislaturas de la Cámara de Diputados logró ampliaciones diversas. Considerando las tres legislaturas completas del período (59, 60 y 61), el crecimiento real del presupuesto de educación superior fue muy diverso: en la 59 Legislaturaprácticamentenohubo variación, no obstante las impor-

tantesampliacionesqueseaprobaron para 2005; en la 60 legislatura, que aprobó el presupuesto para los ejercicios fiscales de 2007, 2008 y 2009, se observó el mayor crecimiento real (34 por ciento), mientrasqueenla61Legislaturaéstefue de tan solo el nueve por ciento. Para el presupuesto de 2013 nuevamente se repetirá el ciclo anual de negociación presupuestal en un marco de incertidumbre. Por tratarse del inicio de una administración federal, en términos de ley será en el mes de diciembre cuando a marchas forzadas se discuta la propuesta que formalmente presente el Ejecutivo federal en la Cámara de Diputados. Para evitar las negociaciones anuales, la ANUIES ha planteado en diversos documentos, desde hace más de una década, la necesidad de contar con políticas para el desarrollo de la educación superior y su financiamiento con visión de Estado. La demanda de las universidades es realizar reformas jurídicas y de política pública para establecer presupuestos plurianuales en este sector. La apuesta es convencer a los tomadores de decisiones en el Congreso y en el Ejecutivo, en los órdenes federal y estatal, para considerar a la educación superior, la ciencia, la tecnología y la innovación como prioridades del desarrollo nacional, tal como se señala en el documento Inclusión con responsabilidad social. Una nueva generación de políticas de educación superior: “Son necesarias políticas públicas renovadas, con visión de Estado, para el desarrollo y la expansión de un sistema de educación superior de creciente calidad y con bases financieras sólidas y sostenibles a largo plazo, articuladas en un gran proyecto nacional de carácter federativo. Una nueva base de financiamiento de carácter plurianual es uno de los pilares para la ampliación y el fortalecimiento de la educación superior en todo el país” (ANUIES, 2012, P. 63). Director General de Información y Planeación de la ANUIES e investigador del Instituto de Investigaciones sobre la universidad y la educación de la UNAM.

Variaciones en el presupuesto federal de educación superior* 2003-2012 (Millones de pesos de 2012) 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Proyecto de PEF 64,123.4 61,380.1 59,824.3 58,575.5 62,830.9 75,758.5 81,424.5 84,092.4 90,516.0 92,761.5

PEF Aprobado 66,805.7 64,106.0 68,658.4 66,554.2 73,693.9 81,751.5 89,008.0 92,416.4 94,699.3 96,612.2

Variación % real del PEF Aprobado -5.8 -4.0 7.1 -3.1 10.7 10.9 8.9 3.8 2.5 2.0

* Comprende las subfunciones de Educación Superior y de Posgrado. Nota: Para deflactar se aplica el Índice de Precios Implícitos del PIB (promedio trimestral) reportado por INEGI en el Sistema de Cuentas Nacionales de México.


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24 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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el estado de la educación superior María Herlinda Suárez Zozaya herlinda@servidor.unam.mx

Una década de confusión en la academia. ¿Evaluar o descalificar?

L

a primera década del siglo XXI fue para la mayoría de los habitantes de la tierra un cambio de mundo. Los sucesos del 11 de septiembre de 2001, que tuvieron lugar en los Estados Unidos, marcaron formalmente la entrada a la Sociedad del Riesgo, cuya existencia había sido anunciada por Ulrich Beck desde finales de la década de los años ochentas. En el marco de la instalación de esta nueva sociedad, el sistema capitalista desplegó nuevas estrategias de dominación en cuya base se encuentran la pauperización de la condición de vida de la mayor parte de los habitantes del globo y la pérdida de las conquistas sociales. Las instituciones sociales cayeron en crisis y se instaló la supremacía completa del capital en la sociedad, afectando la educación, el trabajo, la salud, los derechos, la cultura, etc. Con diferentes intensidades en los distintos países, la primera década del siglo que actualmente corre estuvo marcada por la degradación de la condición humana y el deterioro de los referentes, protecciones y solidaridades colectivos. En la sociedad mexicana no sólo se instaló el riesgo sino el peligro. En el país, el riesgo se sembró junto con sentimientos de impotencia y la práctica de la impunidad. Como resultado de estos cultivos la cosecha que se está obteniendo es miedo; miedo a formar parte de los excluidos. Hoy, hasta en el más lejano poblado, independientemente del sector de que se trate, entre los mexicanos hay sentimientos de peligro. Estos sentimientos están en relación con la proliferación del crimen organizado y de la violencia, pero sobre todo y cotidianamente están vinculados con la alta probabilidad que existe de perder las posibilidades de un futuro digno. Con la llegada de la Sociedad del Riesgo, a las formas tradicionales de exclusión y marginación, que en México ya de por sí eran poderosas, se les sumó la práctica de la descalificación “merecida” por no poder (o querer) seguir los modelos o pautas impuestas por los designios globales. Desde la década de 1990, en el país, se ha venido librando una lucha más o menos abierta entre quienes detentan el poder y la voluntad de instalar de lleno el riesgo y quienes se resisten a ello. Ahora, más de veinte años después, la lucha continúa y, aunque legal y formalmente no se han instalado, ya operan con libertad todos los mecanismos que desvinculan a los mexicanos de los valores del pasado y que les están exigiendo la redefinición de sus tiempos, espacios, anhelos y compromisos

especial

En educación, la evaluación siempre ha actuado y sido vista como la forma para conocer si los estudiantes han aprendido y para asegurar la vigencia de la responsabilidad de todos los actores con los objetivos comprometidos. Pero, como forma de dominio, en un contexto marcado por la competencia y el riesgo, el papel de la evaluación en la educación está siendo el de la descalificación; es decir, el de la exclusión” de acuerdo con los imperativos del trabajo flexible, el pensamiento único y la instauración de la competencia como valor fundamental de la relación social. Es de esperar que, si no sucede otra cosa, pronto el riesgo forme parte del pacto social entre los mexicanos. En el terreno de la educación el riesgo y por ende el peligro de exclusión se han sembrado, principalmente, a través de la instalación y operación de mecanismos de evaluación. Las propuestas de reforma que desligan al Estado de la responsabilidad directa de la asignación de recursos y prestación de los servicios educativos, y que establecen su intervención a través de mecanismos de evaluación para garantizar el control del sistema, ya se encuentran operando en ese sentido. El modelo es el de un Estado evaluador que conduce el sistema educativo asegurándose de que los recursos hacia las entidades, programas, proyectos e individuos fluyan de acuerdo con los intereses gubernamentales que, por lo pronto, se aceptan coinci-

dentes con los emanados de la racionalidad del mercado. No hay duda de que la evaluación constituye un mecanismo esencial y útil en el sistema educativo. Entre otras cosas, la evaluación es necesaria para conocer los resultados de las acciones educativas que se emprenden y para estar en condiciones de tomar decisiones adecuadas con respecto a la continuidad, modificación, suspensión o sustitución de las mismas. En educación, la evaluación siempre ha actuado y sido vista como la forma para conocer si los estudiantes han aprendido y para asegurar la vigencia de la responsabilidad de todos los actores con los objetivos comprometidos. Pero, como forma de dominio, en un contexto marcado por la competencia y el riesgo, el papel de la evaluación en la educación está siendo el de la descalificación; es decir, el de la exclusión. La adopción de mecanismos de evaluación como principio regulador de la provisión recursos y de los servicios sociales ha exacerbado la desigualdad de oportunidades

e incrementado las probabilidades de quedar excluido. En el terreno de la educación superior, los programas que fueron diseñados para llevar a cabo la evaluación de la calidad y productividad de los académicos, proyectos e instituciones educativos y de aquellos vinculados con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, en México, se han convertido en espacios para la descalificación. Cuando como resultado de los procesos de evaluación no se obtienen opiniones favorables inmediatamente se pierden oportunidades de acceso a instituciones, apoyos, fondos y financiamientos, entre otras cosas. Además se merman el respeto de los compañeros y el reconocimiento y la confianza social hacia quien obtuvo resultados negativos. Entonces, ¿cómo no van a ser vistos y representados los procesos de evaluación como peligro? La utilización de los procesos de evaluación como forma de dominio exige que la sociedad y sus miembros desarrollen sentimientos de necesidad, es decir

Investigadora del CRIM, profesora de la FCPS, miembro del Seminario de Educación Superior y del Seminario de Juventud de la UNAM.

de escasez de recursos y, consecuentemente, falta de libertad. Por ello, las acciones de quienes durante la pasada década han gobernado el país han trasmitido el mensaje de que por más esfuerzos que se hagan por apoyar a la educación y a la ciencia y la tecnología los recursos disponibles no son suficientes y, por lo tanto, los subsidios tienen que ser reducidos. Estas acciones son apoyadas con discursos que cuestionan la eficiencia y la calidad educativa y que son comunicados por los medios, que se han convertido en los principales interesados en dar a la evaluación académica un uso práctico para que el capital ejerza el dominio. Reunidos el peligro con la necesidad lo que surge es ansiedad. Los rasgos de personalidad que hoy imperan entre muchos actores de la vida académica acusan tensión subjetiva y trastornos derivados del sometimiento a situaciones de estrés. La escasez, la carencia, el cuestionamiento y la ansiedad derivan, a su vez, en sentimientos de culpa. Para remontarla no hay más que hacer que esforzarse, todavía más, para tener la oportunidad de estar entre los elegidos o, cuando menos, de los no excluidos. El resultado: estudiantes, profesores, investigadores, técnicos y directivos sometidos al trabajo exhaustivo pero poco reflexivo, acompañado, muchas veces, de apariencia y fanfarronería. Desde que el Suplemento Campus fue fundado, hace diez años, en él han aparecido varios textos de autores que han advertido sobre los efectos perversos de los procesos de evaluación implantados en el sector académico. Nada se ha hecho para evitarlos y hoy los efectos ya son patentes a primera vista. Los evaluadores, expertos y pares, están aceptando tomar y jugar el papel de verdugos. Es ya tal el riesgo, el peligro y el miedo a la exclusión que existe en el sector académico que algunos de quienes se erigen como evaluadores tienden a denigrar, criticar o adjetivar a las personas, al trabajo y a los productos que evalúan con tal de ser “útiles al sistema”. Consciente o inconscientemente, algunos evaluadores están tratando de mostrar que no merecen ser desechados. También hay quienes utilizan su papel de evaluadores para descalificar todo aquello que no concuerda con su propia visión, que forma parte del trabajo de personas o grupos contrarios a sus intereses o que le representan competencia. La (d)evaluación y descalificación del sistema educativo mexicano y de sus actores está siendo consumada.



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26 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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el estado de la educación superior

Políticas en tiempos difíciles ESPECIAL

Adrián Acosta Silva*

L

a Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, la ANUIES, publicó en abril pasado el documento “Inclusión con responsabilidad social. Una nueva generación de políticas de educación superior”. Es un esfuerzo de balance y de propuestas de políticas para los próximos años, cuyo núcleo central es un decálogo de temas estratégicos, que van desde un nuevo diseño institucional para la gestión y la coordinación de la educación superior, al reforzamiento de la seguridad en los campus universitarios, pasando por temas como el de la cobertura, la vinculación, la internacionalización, o el financiamiento de la educación superior. Se trata de una propuesta ambiciosa para reformar el paradigma de las políticas públicas de educación superior que ha dominado los últimos 20 años, reconociendo sus logros pero también sus déficits y zonas de incertidumbre. Como todo documento público, es un pronunciamiento que invita a la reflexión y al debate, un texto no académico y sí político en el sentido estricto del término, es decir, un escrito que trata de influir en la toma de decisiones públicas para los próximos años, y en particular, para el sexenio que comienza el 1 de diciembre.

Arquitectos, políticos e instituciones

La afirmación central del documento es la necesidad de construir una “nueva arquitectura institucional”, que proporcione una “visión de estado” para la educación superior. De ahí se desprende la idea de que una nueva generación de políticas implica transitar de políticas gubernamentales a verdaderas “políticas de estado” como estrategia de acción pública para este campo. Habría que señalar, en principio, que “políticas de estado” es un concepto problemático. Primero, porque supone que el Estado puede hacerlo (casi) todo, que todo es cuestión de voluntad política. Segundo, porque supone que esas políticas pueden ser transexenales, no anuales o sexenales. Tercero, porque supone que los poderes estatales (legislativo, ejecutivo y judicial) y los niveles de la autoridad del Estado (federal, estatales y municipales) pueden ser capaces de ponerse de acuerdo para impulsar políticas comunes, coherentes y básicamente armónicas. El Estado mexicano no funciona bajo estos supuestos. En realidad, opera bajo un esquema de federalismo teórico y centralismo práctico, en el que los ejecutivos federales (priistas o panistas), impulsan políticas que van más allá de los límites sexenales convencionales, aunque no sean compartidas por los otros poderes o por las otras instancias de autoridad. La política econó-

Una "nueva arquitectura" de políticas educativas implica cambiar de políticas gubernamentales a verdaderas "políticas de Estado"

Años de abandono se tradujeron en deterioro de la institucionalidad de la educación superior.

mica, o la política educativa, por ejemplo, son casos que muestran claramente como existen políticas públicas que trascienden los límites temporales sin ser “políticas de estado”, a pesar de que sus efectos sean contradictorios, paradójicos o perversos, como lo muestra el prolongado estancamiento de la economía mexicana desde hace tres décadas, o la baja cobertura y calidad incierta de la educación desde hace más o menos el mismo tiempo. En estas circunstancias, ¿qué significa la “nueva arquitectura” que propone ANUIES?. En términos teóricos no es claro, pero en términos prácticos básicamente tres cosas: • Reorganizar agencias federales de educación superior y ciencia y tecnología, creando la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. (¿“SESCTI”?) • Cambios legislativos y normativos constitucionales, que favorezcan la coordinación de estas actividades, tanto a nivel de las instituciones como en términos constitucionales. • En el ámbito de las entidades federativas, se propone “fortalecer” las Comisiones Estatales para la Planeación de la Educación Superior (COEPES) y los Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología (COECYT). “Nueva arquitectura” supone que el entramado institucional de la educación superior mexicana actual es inadecuado para el impulso diferenciador a una generación o ciclo de políticas. Para decirlo en fórmula cruda: para crear nuevas políticas requerimos de un nuevo diseño institu-

cional. Y ello implica, se supone, reformas a la normatividad constitucional, la invención de una agencia federal, y la revisiónm¡ de las relaciones con los gobiernos estatales. La sonoridad de la frase “políticas de estado” requiere sin embargo un breve recuento de lo ocurrido con la relación entre las políticas y las instituciones que hemos observado en los últimos años en la educación terciaria del país, para poner en perspectiva la propuesta de ANUIES.

1990-2012: ¿el fin de un ciclo?

Como se sabe, la SEP inició en 1989 una reorganización interna para incorporar a la educación superior e investigación científica como parte de su estructura organizacional. Soplaban fuerte los aires de la modernización educativa que impulsaba el gobierno salinista. Así, se creó la Subsecretaría de educación superior e investigación científica (SESIC), como una agencia federal dedicada específicamente a coordinar las tareas públicas en esos ámbitos. Antes, se había creado el CONACYT, en 1970, como instancia promotora del desarrollo científico y tecnológico, y en 1984, se creó el Sistema Nacional de Investigadores, como un mecanismo contingente para paliar la crisis salarial de los científicos mexicanos y tratar de disminuir la fuga de cerebros. También, antes de la invención de la SESIC, en 1978, se había expidido la Ley para la Coordinación de la Educación Superior (LCES), con el propósito justamente de organizar, coordinar y planear mejor el sistema nacional de educación superior, y

por esos mismos años la ANUIES y la SEP deciden la creación del Sistema Nacional de Planeación Permanente de la Educación Superior (SINAPPES), un ambicioso esfuerzo que traduciría, teóricamente, los mandatos de la LCES en estructura operativa, estable y eficaz, que funcionaría en el nivel federal, regional, estatal e institucional, con la creación de comisiones y unidades de planeación en esos niveles, desde “arriba” hasta “abajo”. La crisis financiera de los ochenta convirtió en ilusión los buenos deseos gubernamentales. Años después, a principios de los años noventa, las políticas de modernización llegaron a la educación superior, y se crean nuevos programas, agencias, organismos e instrumentos para tratar de coordinar las acciones públicas e institucionales en el campo de la educación superior. Son los años de creación de la Comisión Nacional de Evaluación, que posteriormente daría origen al Centro Nacional de Evaluación (el CENEVAL). Se crearon programas de estímulos al personal académico de un claro corte compensatorio. Se puso en operación el Fondo para la Modernización de la Educación Superior (el FOMES), como un programa de financiamiento condicional y diferenciado a las universidades públicas, que posteriormente se transformaría en el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), el programa más ambicioso y duradero de los programas federales hacia la educación superior. Los efectos de esta “vieja” arquitectura institucional en la integración y mejoramiento del sistema de educación superior han sido vagos e imprecisos. Hoy tenemos un panorama de claroscuros, poblado de algunos logros, muchos déficits y grandes zonas de incertidumbre, que configuran una buena colección de paradojas y sinsentidos anti-sistémicos. Experimentamos un lento crecimiento de la cobertura educativa a pesar de la considerable expansión de la matrícula y la proliferación de instituciones y establecimientos de educación superior, públicos y privados. Las tasas de rechazo en el acceso a la educación superior son directamente proporciona-

les a la expansión de un mercado privado sub-regulado, de calidad dudosa, donde la autoridad educativa es sólo parte del paisaje. Se ha incrementado el papel proveedor y supervisor de las políticas federales, debilitando la autonomía de las universidades públicas, pero incrementando el papel y peso de los ejecutivos estatales. El financiamiento público es irregular, incierto y condicionado, y las labores de investigación y docencia se desarrollan en entornos institucionales donde el envejecimiento acelerado de la planta académica amenaza la sustentabilidad del desarrollo científico y de la enseñanza. En estas condiciones, una nueva arquitectura para la educación superior implica, más que crear una nueva institucionalidad que potencialmente se traduzca en una mayor burocratización, en “pensar institucionalmente”, es decir, mejorar la gestión, las capacidades de coordinación y los compromisos de los actores estratégicos de la educación superior. Y eso significa crear nuevas bases para la confianza en autonomía de las instituciones universitarias públicas, en la que las políticas públicas favorezcanlaconstrucciónderelaciones de confianza y reciprocidad entre autoridades y comunidades universitarias. Muchos años de abandono están detrás del deterioro y la degradación del sentido institucional de la educación superior, ese que tiene que ver con el compromiso con el desarrollo académico, con el buen mantenimiento de las instalaciones, con el correcto funcionamiento administrativo de las universidades. La competencia entre los individuos por los estímulos académicos, la conquista de posiciones de dirección y burocráticas que compensen los pobres salarios base de los profesores e investigadores, las dificultades de alcanzar edades de jubilación en condiciones dignas, han erosionado las bases mismas de la confianza institucional. En el umbral de la alternancia política mexicana, en la cual un nuevo gobierno y un viejo partido representan el retorno de un oficialismo que se anuncia a sí mismo como diferente al que solía ser, la propuesta de ANUIES puede ser un buen insumo para que los arquitectos, políticos e ingenieros de la educación superior (y los indispensables supervisores, plomeros y albañiles que se necesitan), discutan y decidan sobre qué tipo de políticas y qué tipo de estatalidad es necesaria para cambiar un paradigma de políticas federales que, más que en estado crítico, parece envejecido y agotado, caminando en círculos sobre sus propios pasos, generando prácticas de simulación, de irrelevancia y desinterés por los asuntos torales de la educación superior mexicana. Investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara



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28 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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el estado de la educación superior Humberto Muñoz García recillas@unam.mx

Poder y política en la educación superior

E

n estos diez años de Campus se ha mostrado cómo el poder y la política están presentes en la educación superior. El poder y la política se manifiestan en la vida académica de las instituciones, y de las comunidades académicas, a través de un amplio número de factores, que ha sido necesario descubrir, en sus relaciones, por medio de la investigación, cuantitativa, cualitativa y comparativa. También, por medio del ensayo académico, a través de la manipulación de herramientas conceptuales, por el razonamiento metódico y por la imaginación sociológica, que también cuenta y mucho. Del análisis de lo político, de la política y de las políticas de educación superior se han producido conocimientos sobre aquello que está detrás del cambio institucional. De ahí su relevancia para entender y conducir a nuestras universidades. En el campo universitario, el poder se manifiesta en el plano global, local e institucional. En este texto voy a retomar, en forma muy resumida, algunas de las líneas centrales de discusión que ha habido en la academia, muchos de cuyos avances han aparecido en este Suplemento. En los primeros años de este siglo, apreciamos que el proceso global representaba una especie de amenaza política, porque rompe con los ideales y la concepción que se ha tenido de la universidad, porque enfatiza que la actividad institucional debe ser útil para apoyar a las fuerzas económicas preponderantes y porque le quita a la universidad su razón de ser frente al Estadonación, que pierde centralidad en la conducción de la sociedad. La globalización es un proceso que ha favorecido el quiebre de los pactos entre el gobierno y la universidad sobre los cuales se finca el proyecto de desarrollo nacional, ha abierto paso a la comercialización de la educación superior, introducido valores que estrangulan el espacio público y pregonado un modelo de universidad exitoso como el que existe en los países desarrollados. Estas tesis generales han ido matizándose en los últimos años. El análisis ha reconocido que los países tienen inserciones propias en el proceso de globalización, que obedecen a sus condiciones estructurales. En la globalización no hay caminos únicos. Y aceptar lo anterior lleva a entender que la diversidad de situaciones nacionales es relevante, porque a las instituciones universitarias hay que comprenderlas como parte de sistemas nacionales de educación superior, que se desarrollan de cara a las necesidades o prioridades de los países, de acuerdo con políticas de Estado propias de quienes controlan el gobierno y el poder público. Así, sí cada país ha segui-

ESPECIAL

La globalización es un proceso que ha favorecido el quiebre de los pactos entre el gobierno y la universidad sobre los cuales se finca el proyecto de desarrollo nacional;ha abierto paso a la comercialización de la educación superior, introducido valores que estrangulan el espacio público y pregonado un modelo de universidad exitoso como el que existe en los países desarrollados ” do un camino frente a la globalización y tiene un sistema educativo con características particulares, entonces puede sostenerse que la globalización no afecta a todos los países y a todas las instituciones de la misma forma. Las respuestas, entonces, han sido distintas. Por ejemplo, en América Latina ha habido diferentes posturas políticas frente a los rankings internacionales. Hay instituciones, en países como el nuestro, favorables a la participación en los rankings; en otros casos la actitud es desfavorable. Las diferencias de postura han dificultado sortear el reto político de participar en el mercado académico mundial, y en los rankings globales, de manera conjunta, enfatizando el respeto por nuestro ser universitario, nuestras tradiciones, riquezas históricas y culturales. Mientras, las tensiones en el campo internacional han sido continuas porque la globalización ha traído fenómenos en la esfera internacional universitaria que apuntan hacia la existencia de un sistema de dominación, en el que, un conjunto de universidades de investigación

y universidades de países ricos, dominan el espectro internacional. Este pequeño grupo de universidades ha construido un campo de poder en el que ejercen su hegemonía sobre el resto de las universidades en el mundo; hegemonía que influye para que su comportamiento se oriente a construir universidades del mismo tipo que ellas. El estudio de la universidad desde una perspectiva política nos ha alertado sobre la necesidad de conjuntar fuerzas antihegemónicas, nos ha alertado de la importancia que tienen las universidades en nuestro tiempo para el desarrollo y de las pugnas políticas por su control, las cuales, probablemente, subirán en intensidad. Este sistema de dominación nos enfrenta a retos políticos. Entre otros, cobrar fuerza mediante alianzas institucionales, en el país y entre los países latinoamericanos, para enfatizar que nuestras universidades no son iguales a las del primer mundo porque cumplen compromisos de inclusión, tienen responsabilidad social y pertinencia con los procesos de desarrollo local.

Aparte de todas las presiones que ejerce la globalización sobre las universidades, hemos tenido las propias. Las políticas educativas del Estado mexicano han sido factores decisivos en el cambio institucional de la universidad pública y en sus relaciones con el gobierno. En particular, la política de evaluación ligada al financiamiento dio como resultado un incremento de la heteronomía de la universidad con relación al gobierno federal. La política financiera del gobierno se ha utilizado para provocar en las instituciones cambios dirigidos a los fines y propósitos oficiales. Con ello se dio paso a una multiplicidad de nexos políticos que han terminado por debilitar el peso de los rectorados frente al gobierno, al tiempo que los recursos recibidos, y su distribución, han permitido a las administraciones universitarias ejercer un mayor control sobre la academia. En el ámbito administrativo de las universidades públicas, se dio paso al crecimiento de un sector experto en el manejo financiero de las instituciones, correlativo a la pérdida de la autoridad académica, de la vida colegiada y a

UNAM. Seminario de Educación Superior, IIS. Profesor de la FCPS.

una mayor politización cupular para competir por el poder universitario, ante la escasez de recursos económicos para apoyar a la academia, manejados por la vía del subsidio extraordinario. Los análisis realizados permitieron sostener que esta forma de gestión político-financiera del sistema educativo, basada en la evaluación de la “calidad”, no alteró sustancialmente las diferencias en las capacidades académicas entre las instituciones. Conclusión que, los investigadores, necesitamos actualizar periódicamente para calibrar las tendencias de la desigualdad institucional. También, los resultados de investigación, que narramos en Campus, mostraron la creación de un académico convertido en trabajador necesitado de sus becas al desempeño, subordinado a intereses burocráticos, conflictuado con sus colegas por el logro de estatus, conformista políticamente. Señalamos que faltan soluciones para renovar la planta académica y dar salida al problema de la jubilación. Asimismo, dijimos que la sobreevaluación, y el énfasis en la productividad, elevaron la cantidad de trabajos publicados, pero no necesariamente su calidad u originalidad; el sistema de evaluación impuso la simulación y la diversificación de tareas, restringiendo el tiempo para investigar y reflexionar. Políticamente, los académicos han sido los perdedores de esta historia, y con ello las instituciones que no reconocen la valía de sus tareas debido al sistema de puntos. Las investigaciones que hicimos nos llevaron a afirmar el agotamiento de las políticas públicas aplicadas a la educación superior en los últimos dos decenios y la necesidad de pasar a una ronda que las reformule de fondo. Los conocimientos adquiridos nos han llevado a generar propuestas que están siendo incluidas en varios textos elaborados en nuestras instituciones. A la altura de los tiempos, se impone luchar para que cambie la correlación de fuerzas y las políticas; es un reto de miras muy altas con perspectivas de largo plazo, para ubicarnos mejor en el mundo y ante nosotros mismos. Hemos producido algunos textos sobre la universidad que hace falta en el país para que los estudiantes encuentren un medio de realización intelectual y personal, para que se produzcan conocimientos pertinentes a un nuevo modelo de desarrollo y gestemos una cultura y una ética que nos permita comunicarnos y que le dé cohesión social a los mexicanos. Por estas razones, una vez escribí, aquí, que es la hora de la filosofía política. Hoy agrego que, también, es la hora de la historia.


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Innovación y liderazgo

Ingenierías UPAEP, con trascendencia global

UPAEP

La institución, respondiendo a las tendencias globales, brinda un abanico de oportunidades enfocadas al campo de las ingenierías y las ciencias biológicas

E

n la sociedad actual se piensa que el ingeniero es quien sabe mucho de las ciencias básicas como físicas, químicas y matemáticas; sin embargo, la realidad y las necesidades actuales han convertido a este profesionista en alguien capaz de implementar su criterio, innovar en la tecnología y ejercer su liderazgo en pro de todos. Los ingenieros de hoy aplican su criterio forjado en las ciencias para proponer el ca-

mino tecnológico, con la responsabilidad que requiere la humanidad; la infraestructura que los ingenieros de hoy generan, no sólo incluye su comodidad a corto plazo, sino también su trascendencia. Ejemplos actuales son muchos, entre ellos diseñar vehículos más estables y cómodos que generan menos contaminantes, pantallas que no emiten radiaciones peligrosas, construcciones que ahorran energía, procesos que no dañan la salud de

la gente ni del medio ambiente, entre muchas cosas más. Nada de lo anterior se ha logrado sin un ingeniero con un criterio normado por la innovación, liderazgo y creatividad. Una de las fortalezas que les brinda el modelo educativo de la UPAEP en su formación, es el desarrollo de proyectos de investigación y desarrollo tecnológico, que generan conjuntamente alumnos y maestros de manera multidisciplinaria,contribuyendo a la solución de un problema espe-

cífico en una organización o en la comunidad regional, nacional e internacional. Es así que la UPAEP dentro de su oferta educativa enfocada a las Ingenierías y las Ciencias Biológicas fomentan el desarrollado y colaboración en el perfeccionamiento para el bienestar del ser humano, implementando el ingeniero científico como parte de una cosmovisión de decisión y carácter, vinculado a una cultura de trabajo, disciplina y esfuerzo para la solución de problemas.

Ingenierías tIngeniería Civil tIngeniería Biónica tIngeniería Electrónica tIngeniería Mecatrónica tIngeniería Manufactura de Autopartes tIngeniería en Diseño Automotriz tIngeniería Industrial tIngeniería Química tIngeniería Software tIngeniería en Computación y Sistemas

Ciencias Biológicas tIngeniería Agronomía tIngeniería Ambiental tIngeniería Biotecnología tNutrición tMedicina Veterinaria y Zootecnia

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Para consolidar reformas, buscará Yoloxóchitl Bustamante seguir al frente del IPN ESPECIAL

Jorge Medina Viedas

Y

o sé que no es lo usual decir ‘si quiero’, pero lo digo: sí quiero. A mi sí me gustaría tener la posibilidad de otro periodo de tres años, que es lo que marca nuestra ley orgánica para consolidar nuestras reformas, pero además para empezar a hacer innovaciones”, afirmó la directora general del Instituto Politécnico Nacional, Yoloxóchitl Bustamante Díez. Seg u ra, f ra nc a, si n arrogancia alguna, en las sobrias oficinas de la dirección general del instituto, la doctora Bustamante no dudó en la respuesta a la pregunta, casi al término de la conversación con Campus. A prácticamente dos meses de completar el periodo de tres años como directora del IPN, era obligado saberlo. Son los tiempos de la transición en una de las instituciones educativas más importantes de México. La doctora Bustamante ya había identificado la fase en que se encuentran cada uno de los principales proyectos institucionales y había señalado la necesidad de dar los pasos siguientes hacia la innovación educativa, con el fin de continuar los programas estratégicos que han colocado al Instituto como una de los primeros del país por su calidad educativa. Vistos los resultados de estos casi tres años, el empeño de la directora requiere de más tiempo. Se deduce de su propia explicación: hay estabilidad interna, fluidez en los programas, certidumbre y calidad en el rumbo académico, obras y proyectos por concretarse, propósitos definidos para un plan de mediano plazo que consolide lo realizado, todo bajo su liderazgo y su atención. Más del 96 por ciento de los alumnos del IPN estudian en programas acreditados por su calidad; en el nivel medio superior por quinto año consecutivo, que son las cinco ocasiones en que se ha llevado a cabo la prueba ENLACE, el IPN como sistema de bachillerato ha obtenido el primer lugar; los mejores puntajes muy por arriba de la media

nacional, tanto en habilidad matemática como en habilidad lectora, sostiene. Se han mejorado los índices de retención de los estudiantes a través de poner en práctica centros de atención en donde se les provee el servicio a un mínimo costo y otros de naturaleza gratuita. Se han aumentado el número de becas provenientes de organizaciones, fundaciones, de la Secretaría de Educación, y se ha llegado a cerca de 74 mil becas. Cuando se le pregunta sobre la situación de la política científica en México, tampoco duda en responder: para la directora del IPN, no tiene sentido la creación de una secretaría si esta decisión no va acoplada a una política de Estado de ciencia, tecnología e innovación más fortalecida. Deben ir juntas si es que se determina su creación, consideró. Un apoyo más fuerte a la ciencia permitiría contar con más recursos para impulsar la suficiente cobertura de educación superior. Sin más alumnos en licenciatura no se puede lograr el crecimiento del posgrado ni disponer de un mayor número de capital humano preparado, con el cual los diferentes centros de investigación estarán en condiciones de crecer e investigar los temas prioritarios del país, advirtió la directora del IPN.

Ciencia, tecnología e innovación

Eso explica, afirma Yoloxóchitl Bustamante la exigencia de un grupo de científicos, académicos, organizaciones, de que se cumpla la Ley General de Educación Superior en materia de inversión en ciencia y tecnología, en los parámetros que están establecidos en la norma. Recuerda la doctora que lo se invierte en investigación está muy por abajo de la cifra del 1% del PIB determinado por ley, lo cual implica que debe cumplirse y esa es la razón de la demanda. “El IPN se ve afectado en la misma forma que todas las demás instituciones que hacemos investigación, al no contar con el presupuesto suficiente para los diferentes proyectos y esto frena de alguna manera el desarrollo del país mismo. Si bien tenemos la investigación básica que nos da el conocimiento per se, éste es el que sirve de base después para su uso en diferentes formas y aplicación que pueden convertirse en un desarrollo tecnológico, y al estar aplicándose ya en una forma comercial buscar la innovación permite ir siempre hacia adelante.

Yoloxóchitl Bustamante buscará dar continuidad a las obras y proyectos de su gestión.

Mientras no tengamos presupuesto para ello, no habrá estudios de investigación suficientes y mandaremos al mismo tiempo una señal negativa que no hay oportunidades para trabajar en investigación. Con los jóvenes que se están formando y que podrían tomar la decisión de hacer posgrados para iniciarse en investigación, vamos generando un ciclo perverso, negativo, donde la señal de no tener ese presupuesto repercute en estos jóvenes que no ven oportunidades y, por tanto, se frena el desarrollo de la investigación científica y tecnológica del país”, afirmó. La directora del IPN considera que sí hay necesidad de abordar el tema del desarrollo de la ciencia, la innovación y la tecnología e insistió que si se crea una secretaría de Estado

y no se aplica una política más consistente, tal como lo plantean los científicos, puede pasar lo mismo que actualmente con Conacyt. “Conacyt podría tener parte de esas funciones, pero si no cuenta con los elementos para llevarlos a la realidad, ve truncada su voluntad de apoyar el desarrollo de la ciencia y la innovación”, señaló. A esta situación, la doctora Bustamante añadió la importancia de impulsar la innovación en consideración de las exigencias del mercado. Los mercados que agrupan las diferentes actividades industriales, comerciales, sociales y que van triunfando en los mercados son los que ofrecen cosas nuevas con más beneficio para el usuario, con respecto a los que ya existen, explicó.

En eso consiste la innovación, comenta: traer cosas diferentes que mejoran o el costo o la disponibilidad o el beneficio específico para el usuario, y éste siempre va a buscar lo que le da más. Por ello los mercados se mueven por la innovación, por eso es muy importante desarrollarla en las casas de estudio superior, aseguró. “Por las características de las empresas mexicanas nuestro país necesita la innovación para salir de ese lugar inferior en el que se encuentra en términos de competitividad con respecto al mundo”.

Pecando de falta de modestia

Al analizar el trabajo desarrollado en estos 34 meses de gestión al frente del IPN, “pecando de falta de modestia”, la doctora


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esparta palma

considera que “el balance es satisfactorio”. La comunidad ha mantenido un ritmo intenso de trabajo, con calidad en los servicios y en un marco de gobernabilidad y en una total tranquilidad, aseguró. Considera que los más de 400 mil estudiantes son una gran comunidad que se expresa en sus posiciones diversas, a lg u nas d iscrepa ntes pero siempre en un ambiente de respeto. Son jóvenes que luchan por ciertas posiciones, “pero eso es lo normal en una comunidad tan grande como la casa politécnica y “en estos tiempos tan inestables me parece que eso es un logro”, afirmó. Con el mismo presupuesto, el IPN últimos dos años y medio ha seguido creciendo en la matrícula. En tres ejercicios escolares aumentó 9 mil estudiantes. “Un presupuesto, expresó, que se sigue asignando, que a su vez no es suficiente y que nos implica una reorganización interna, una gestión con gran cuidado en el manejo del recurso que nos permita crecer en instalaciones, de manera que podamos absorber a estos estudiantes. Una reordenación de los recursos humanos que den para atender a estos 9 mil estudiantes más sin que por ellos bajemos el nivel de calidad”. Comentó que se han aumentado el número de programas en los tres niveles y se ha iniciado la presencia del IPN en el campo virtual con diez carreras en la modalidad a distancia y mixta en el nivel medio superior y seis carreras en el superior, y en el orden de cinco posgrados. Bajo el principio de que el IPN “no hemos ido ni iremos a donde sobremos”, la doctora Bustamante informó del crecimiento en el territorio nacional del Instituto: se consolidó la Unidad de Zacatecas sumándose a la de Guanajuato; se realizan ya actividades de nivel medio superior en Hidalgo y se seguirá con el nivel medio superior también en Guanajuato; se ha creado en este periodo dos nuevos centros de investigación, uno que estará en el estado de Morelos, un CICATA, y otro por iniciar sus trabajos en Veracruz; también tres centros de educación continua y otras tres unidades de incubación de empresas y se continuará la extensión en Guerrero, Yucatán y Chiapas. Con ello, se llevan al territorio nacional las nociones básicas del Instituto: educación, investigación e integración social, dijo con satisfacción la doctora Bustamante. “Y seguiremos yendo, dijo Yoloxóchitl, primero, donde haya necesidad; segundo, sin establecer competencia con las instancias que están ahí sino trabajando coordinadamente con ellos y llevando una oferta que no exista ya, es decir, vamos a complementar, a sumar, no a sustituir ni a suplantar a

Para la directora general del IPN, los politécnicos desean un IPN a la altura de su historia.

ninguna institución, aseguró la directora del IPN.

Para la directora del IPN, no tiene sentido la

Las reformas deben continuar

creación de una secretaría si esta decisión no

En 2002 se inició una reforma académica en el Instituto que empezó por la formalización de los materiales que sustentarían a la reforma y realmente hasta el 2006 se empezó a llevarla a la realidad, la cual implicó un cambio en el modelo educativo que paso de estar centrado en el maestro a estar centrado en el estudiante. Esta es una reforma compleja y que implica convencer a los maestros de su nuevo papel en el aula y ante el alumno, y que a la directora le gustaría continuar, seguir trabajando por su consolidación. De acuerdo con la directora del IPN, entraña un proceso muy intenso de capacitación de los maestros para que aboquen esta nueva forma de trabajo, a maestros que llevan 30 años trabajando de una manera y que con este modelo educativo deben ser capaces de manejar las nuevas tecnologías de información y comunicación, fenómeno que ha hecho que el conocimiento empiece no a caminar sino a correr, a una velocidad extraordinaria, trayendo a su vez cambios tecnológicos muy importantes y cambiando la forma de trabajo de todos los maestros, explicó la doctora Bustamante. “La forma de hacer ciencia, la velocidad a la que se hace ciencia ha cambiado, y eso

va acoplada a una política de Estado de ciencia, tecnología e innovación más fortalecida. Deben ir juntas si es que se determina su creación hace que los jóvenes que tenemos como estudiantes ahora sean diferentes, ya no es el estudiante que tenía que hacer presencia en nuestras aulas hace 20 años; esos estudiantes necesitan ser atendidos de una manera diferente, usando también estas TIC, pero usando también otras formas de relacionarse con el estudiante, y esto nos ha llevado a laimplementación este nuevo modelo, el cual necesita irse revisando, valorando y perfeccionando porque hay siempre cosas que aparecen”, señaló. Hasta este momento, se ha llevado a cabo un la implementación de los nuevos programas a partir de este modelo y ya se ha alcanzado un 75% de cobertura en la implementación de la reforma académica. “Por supuesto que me gustaría completarla, yo sé que no es lo usual decir si quiero, pero yo lo digo: si quiero. A mi si me gustaría tener la posibilidad de otro periodo de tres años, que es lo que marca nuestra ley orgánica para consolidar la reforma, pero

además para empezar a hacer innovaciones”, afirmó categórica la directora general. Expuso que estas innovaciones harán del IPN una institución cada vez más competitiva, con lo cual se generan las condiciones que le permitirán consolidar el conjunto de unidades politécnicas “en una red de cobertura nacional, conectados, funcionando y retroalimentándonos, de manera que el servicio que ofrezcamos al país sea mejor, más amplio, pero también más eficiente”, expresó.

Más tecnología, un estadio y más cultura

Estas acciones medulares, sin embargo, no son las únicas que se plantea la doctora Bustamante en el que sería un segundo periodo al frente del IPN. Considera una necesidad elevar la calidad de la gestión, para lo cual se están consolidando un sistema institucional de información que permita tener un mayor flujo de datos y tener mejores bases para tomar decisiones de lo que se necesita hacer en la institución,

afirmó. Interesada en que el IPN fortalezca su situación financiera, siempre expuesta a las circunstancias económicas del país y a las arbitrarias decisiones de las autoridades hacendarias, afirma que buscará nuevas y más agresivas formas de proveerse de recursos a través de la venta de servicios, de la elaboración de trabajos de investigación, etc., lo que permitirá resolver algunas de las necesidades económicas que enfrenta el Instituto. Tiene puesta su mirada en el objetivo de impulsar el modelo politécnico que se ha distinguido por su orientación al emprendurismo ya la generación de empresas. “Más de 200 incubadoras en el país trabajan con nuestro modelo, el cual es un modelo robusto que se desarrolló en el instituto y nosotros hemos visto como nuestro centro de incubación de empresas original y ahora que estamos generando nuevos, podemos desarrollar empresas micro y pequeñas, quizás hasta medianas”, confió. Ha recogido una sentida demanda de los politécnicos, que pese a tener un equipo de fútbol americano de una larga tradición, no cuentan con un estadio digno del equipo de representativo del IPN. Buscará que se construya junto con el estadio un espacio cultural más amplio para la comunidad politécnica. Afirma la directora: “nos hace falta ya para el tamaño de la institución un centro cultural diferente; nuestro tradicional Queso ya nos resulta pequeño; tiene capacidad para menos de 900 asistentes; el foro no es apto para muchas actividades culturales como el teatro por ejemplo, necesitamos tener un verdadero escenario para la cultura que cumpla con la necesidad que nos hemos marcando de ampliar el desarrollo cultural de nuestra institución”, afirmó Yoloxóchitl. Reconoce que para ello se requieren inversiones muy importantes. Pero hay maneras de conseguirlas, no exactamente del presupuesto federal: “vamos a explorar nuevos ca minos; hay una comunidad de egresados que tenemos que motivar para que vuelvan la mirada hacia la institución y nos apoyen para lograr estos grandes propósitos. Los politécnicos queremos un IPN a la altura de su historia. Para ello vamos a trabajar, para ello quiero seguir trabajando afirmó.


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RAFAEL LOYOLA DíAZ* IISUNAM/CCGSS

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Diez años en busca de un gesto para la ciencia

ace diez años, justo cuando se fundó este espacio para la comunicación y reflexión de las políticas en educación superior y ciencia, Campus Milenio, el país todavía respiraba el entusiasmo y las elevadas expectativas de la alternancia; ya se mostraban signos de una presidencia distante de su propio partido, devota y creyente de que la acción política no tenía más motor que las cuotas de popularidad, que la cosa pública era tan parecida a como se toman las decisiones en la empresa privada, que el crucifijo se podría implantar en la escuela pública y que la pareja presidencial llenaría de gracia y esperanza a una Nación que, se decía, emergía de una larga noche de antidemocracia y corrupción. Para ese momento no se imponía la aplanadora panista en la administración pública federal, el jefe del ejecutivo era parte de esos recién llegados al panismo que no se identificaban tanto con la vieja nomenclatura, derivando en una administración de chile y de manteca en donde lo que quiso ser nuevo se mezcló con los mandos instalados, convivió con los sobrevivientes de un antiguo régimen golpeado pero bien asentado en el poder y debió tolerar presencia y negociaciones con actores de todo tipo. En el ámbito de la ciencia y la tecnología las cosas no eran distintas. Al impulso de un espíritu de historia de punto cero y bajo el ambiente de que íbamos a la grandeza, la opción de una ciencia para el fortalecimiento de la productividad y la competitividad de las empresas, dejó en el margen las pretensiones de algunos científicos por quedarse con el el Conacyt, y las pretensiones de otro sector que soñó con una ciencia comprometida con erradicar la pobreza. Si bien cúpulas de la comunidad científica ofrecían propuestas y advertían sobre las limitaciones de las políticas que se debatían, el grueso de los investigadores no participaba del debate y solo pretendía que se mantuviera el curso de los acontecimientos. Pero el golpe de quienes tomaron el control de la CyT los tomó desprevenidos pues no tenían la costumbre de reflexionar sobre su entorno, sus condiciones y sus expectativas; incluso esto mismo ocurrió en uno de los peores momentos para la comunidad, el de la crisis económica de los años ochentas cuando se lanzó la tablita de salvación del Sistema Nacional de Investigadores para evitar el colapso y la pérdida de la incipiente y en plena formación comunidad de investigadores. Debemos reconocerlo, como había sucedido hasta ese momento, del Estado provenían

especial

El sector científico ha aceptado la pérdida de posiciones y el estancamiento en el crecimiento de la investigación.

Se necesita lograr cambios alcanzables, como una revisión del modelo imperante para restablecer el equilibrio entre la ciencia y sus aplicaciones. las políticas, los programas y los recursos para configurar un aparato de investigación. Más aún, cuando intempestivamente se cambió la política para favorecer casi de manera fundamentalista a la tecnología y poco después a la innovación, los investigadores y suspirantes solamente debían preocuparse de aprovechar las becas de formación ofertadas por el poder público, participar de los recursos fáciles que se ofrecían para la investigación y explorar el acomodo laboral en las universidades en expansión y en los centros de investigación que crecían y proliferaban. Discusiones de fondo realmente no había muchas, quizás solamente la inútil discusión entre las ciencias exactas y naturales con las disciplinas sociales y humanísticas en donde aquellas siempre se han llevado la mejor tajada y éstas se incomodan, argumentando que no son iguales y sí mejores porque tienen más tradición, pero con poco ímpetu y liderazgo siempre dejan que sean las llamadas “ciencias duras” las que definan las reglas y reciban los más jugosos recursos. En la administración de la ciencia del primer gobierno de la alternancia tomó fuerza la instrumentación del recetario de la OCDE para la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI): la ciencia para la productividad y la competitividad, la administración de los recursos de la abundancia y el remplazo vigoroso del Estado por una esperada participación de la iniciativa privada en la creación der muchos organismos privados de investigación.

Sueños faraónicos que quedaron en pobres evidencias. Empero, el arranque de ese modelito no dejó de tener tropiezos. En sectores universitarios, grupos de investigadores, organismos de representación de la ciencia y en los mismos centros SEP-Conacyt se dieron reacciones que no dejaron de tener resultados interesante: en lugar de una legislación para las empresas y la tecnología se aprobó una ley de contenido científico; además, se evitó la disgregación de los centros Conacyt y se aseguró el SNI en la ley. Hemos de reconocer que algo se hizo a pesar de que los investigadores fueron sorprendidos con el cambio de prioridades y con una política que en realidad se propuso diluir a la ciencia y menospreciar a las sociales y las humanidades; pero hubo todavía algo más: pivoteado por la AMC se hizo una evaluación a la gestión de la ciencia que derivó en cambio del titular del Conacyt. Se pensó, ilusoriamente, que el Partido conservador había entendido que la ciencia y su comunidad eran un asunto que debía ser tratado con cuidado, y que en futuras ocasiones se tendría el cuidado de seleccionar al responsable del ramo, visión que se validó con la designación de un conocedor del tema en el último tramo de gobierno de Vicente Fox. Pasaron las elecciones de 2006, procesamos y nos habituamos a una presidencia asediada por los inconformes de los resultados de los comicios y aceptamos el regreso al poder de los titulares del ejecutivo manchados por la suspi-

cacia del fraude electoral; además, el país debió acostumbrarse al gabinete de los amigos improvisados del Presidente y a una escalada de violencia, por la búsqueda de legitimidad, sin desconocimiento de que en México ya había incubado la violencia por los negocios sucios y la rapiña, que se ha convertido en cultura y hábito social el crimen y la inseguridad, el refuerzo y modernización de la violencia legítima del Estado y hasta los discursos patrioteros de la presidencia. Por su parte, en el ámbito de la ciencia observamos con asombro, y dejamos que ocurriera, que en la conducción de la política no solamente designaran a una personalidad más reconocida por su fe religiosa que por su autoridad en el ramo sino que se refrendara con más vigor, sin las obligadas mediaciones, el recetario de los organismos internacionales para la CTI. Además, hemos permitido que en las instancias de participación científica se fortalezcan los predicadores de una política, que no de ciencia, para las empresas, que el sector científico acepte tanto la pérdida de posiciones en los espacios de decisión como el recorte drástico de fondos, el estancamiento en el crecimiento de investigadores y de indicadores, a la vez que se justifican resultados preocupantes en materia de tecnología, innovación y competitividad. En esta circunstancia, el próximo cambio de gobierno, que viene acompañado de remplazo del signo político en la administración pública federal, es una oportunidad para clamar por un cambio de política. La formulación de otro modelo de CTI debe partir del reconocimiento de varias evidencias: primera, que en los recientes comicios el tema de la ciencia no ocupó mayormente el interés de los contendientes, la candidata del Partido en el gobierno estuvo

en sintonía con sus correligionarios, quienes de la ciencia no suelen saber más allá del Discovery Channel, el candidato de MORENA poco masculló el tema pero tuvo como abanderado a un conocedor e impulsor nato, el Dr. René Drucker, y el candidato triunfante publicó hace tiempo un artículo razonable sobre el tema; segundo, a pesar de haber sido defenestrado y descalificado por los investigadores, debemos reconocer que en CTI se ha impuesto la visión de la primera administración de Fox, tanto es así que recientemente se ha refrendado en el Foro Consultivo de la mano de la ADIAT; y, tercero, al menos en el discurso la CTI ya está en boca de los políticos y entre las decisiones que deben adoptarse en política pública. Con estas evidencias, y dados los tiempos que corren, habría que aspirar a algunos objetivos alcanzables, como una revisión del modelo para restablecer los equilibrios necesarios entre la ciencia y su aplicación, la reintegración de las disciplinas humanas entre las prioridades, el cumplimiento de la inversión del 1 por ciento del PIB en el ramo, la vitalización de la comunidad científica en el debate para su futuro y su fortalecimiento en los espacios de decisión, el relajamiento del entramado —del llamado Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación— público para la toma de decisiones junto con el urgente fortalecimiento del ámbito sustantivo en los Centros Conacyt y en los CPIs en demérito de la perniciosa dominancia del sector hacendario y de la Función Pública, la creación de un espacio de reflexión y decisión para la mejora de las políticas en CTI con el fortalecimiento de la participación de la comunidad académica en demérito de burocracias estatales y empresarios, y el impulso de la regionalización de la CTI a la par de la definición de agendas de prioridades, pero sin olvidar la exploración del conocimiento frontera. Si bien el entusiasmo no es el signo de los investigadores ante el cambio de gobierno, al menos aceptemos que el PRI hizo más en la materia que el actual Partido en el poder, y que el presidente electo tendrá necesidad de enraizar socialmente. Empero, nada se logrará si la comunidad científica no llega a entender que en sus manos está su destino, el de la ciencia y el de su impacto social para responder a los dilemas de la Nación. Finalmente, confiamos en que Campus Milenio seguirá acompañando y estimulará el debate. Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.


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diego valadés*

Propuesta para una reforma constitucional en materia de ciencia y tecnología ESPECIAL

Sabemos que el avance en estos rubros debe ser considerado como parte importante del desarrollo de los mexicanos. Una manera contundente de lograrlo sería convertir la investigación en un derecho constitucional

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Una reforma al artículo 25 de la Constitución en materia de investigación, innovación y desarrollo serviría para garantizar la calidad y la trascendencia del desarrollo tecnológico financiado por el estado.

entro de lo que debe significar un nuevo pacto social en México se hace necesario incluir las obligaciones del Estado en materia de desarrollo científico y tecnológico. La organización institucional de un país implica atender todos los aspectos relevantes de la vida colectiva. Contamos ya con las bases para impulsar un profundo cambio social a partir de una adecuada concepción del papel de la ciencia y la tecnología; hay una comunidad científica seria que sólo aguarda que el Estado advierta la importancia de impulsarla hacia metas ambiciosas pero viables. Para que este objetivo nacional no sea bandera ocasional de un partido o incluso política precaria de un gobierno, se requiere que, como en otros sistemas, la Constitución convierta la investigación en un nuevo derecho cultural de los mexicanos. Por lo mismo, considero conveniente una adición constitucional basada en la convicción de que la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico son una prioridad para el aprovechamiento de los recursos naturales, la solución de los problemas nacionales, el crecimiento económico, el bienestar social y el progreso cultural. Con fundamento en lo anterior propongo adicionar un párrafo al final del artículo 25 en los siguientes términos: En materia de investigación, tecnología e innovación el Estado promoverá la cooperación internacional, proveerá recursos a las instituciones públicas de investigación y de enseñanza superior, financiará de manera

El simple hecho de incorporar a la Constitución una reforma que implique un cambio en la manera de abordar a la investigación científica y tecnológica demostraría un interés en cambiar el rumbo del desarrollo nacional en este rubro directa los proyectos que considere adecuados por su calidad y trascendencia, y contribuirá a la formación de capital humano. También adoptará estímulos para las actividades de investigación, de desarrollo tecnológico, de innovación y de formación de capital humano que lleven a cabo los sectores social o privado. En esta redacción se procura la mayor economía posible de palabras. Hay constituciones que dedican un espacio muy considerable a la investigación; empero, la técnica legislativa que ofrece mejores resultados es la que consigue reglas con la amplitud necesaria para permitir adecuaciones legislativas, jurisdiccionales y administrativas que impriman a la norma general una vigencia extendida en el tiempo y que facilite la necesaria adaptación que las circunstancias requieran. Las normas farragosas suelen generar efectos inversos y las muy escuetas abren demasiadas opciones a la discrecionalidad de las burocracias. Este texto incluye los tres conceptos básicos: investigación, innovación y desarrollo, que corresponden a cinco objetivos prioritarios previsibles por ahora: aprovechamiento de los

recursos naturales, solución de los problemas nacionales, crecimiento económico, bienestar social y progreso cultural. La referencia general a la investigación permite incluir a las ciencias de la naturaleza, a las ciencias sociales, a las humanidades y a la tecnología. Se alude a la innovación y al desarrollo tecnológico, porque este último forma parte ya de un concepto bien aceptado. Sin embargo no se debe perder de vista que la voz tecnología sólo incluye un “conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales”, pero que el uso le ha incorporado todas las formas de producción industrial, la exploración y explotación de recursos naturales y en general las aplicaciones de la ciencia. Por otra parte se hace referencia a los recursos naturales, lo que incluye la preservación del ambiente. Además, la investigación ha estado vinculada al potencial de los recursos de los mares, del subsuelo, de la fauna y de la flora, y la generación de conocimiento nuevo tiene un impacto general en las transformaciones culturales. La inversión realizada por México para formar capital humano permite contar con cientí-

ficos y humanistas que enriquecen con su trabajo las diferentes áreas del conocimiento. Existen bases sólidas para empresas más ambiciosas que sólo podrán alcanzarse con un apoyo del Estado que se traduzca en un crecimiento acelerado del capital humano y de la inversión para investigar e innovar. Otra cuestión contemplada en el proyecto propuesto concierne a la cooperación internacional. Hasta este momento los principales y más fructíferos esfuerzos han sido los realizados por las instituciones universitarias Falta un mayor involucramiento del Estado e incluso de la empresa privada. Los efectos de la mundialización deben ser canalizados también a la generación compartida de conocimiento mediante la cooperación internacional. La experiencia europea ofrece un ejemplo de las considerables ventajas de asociar recursos financieros y humanos para la consecución de objetivos comunes que requieren inversiones muy cuantiosas. En el ámbito específico de los países de América Latina y el Caribe, la investigación como un factor adicional de cooperación favorecería el viejo proyecto anfictiónico bolivariano cuya construcción progresa con lentitud. El proyecto incorpora asimismo el deber del Estado de proporcionar recursos suficientes y oportunos a las universidades e instituciones públicas que realicen investigación, con el doble propósito de generar nuevos conocimientos y formas de aplicarlos, así como de formar capital humano. Se prevé asimismo que el Estado lleve a cabo acciones directas de inves-

tigación y de innovación y apoye, mediante una diversidad de mecanismos que deben quedar muy abiertos, las actividades que en esas materias emprendan los sectores social y privado. La calidad y la trascendencia de la investigación que financie el Estado también está considerada en el proyecto. El riesgo de que esta prevención sea manipulada por los administradores se tendría que compensar con una nueva forma de estructurar e integrar el Consejo de Ciencia y Tecnología. La propuesta se refiere al artículo 25 porque en ese precepto están contemplados aspectos económicos y la interrelación entre los sectores público, social y privado. El actual párrafo final de ese artículo hace referencia al desarrollo, de suerte que la adición complementaría la regulación existente. La sola reforma constitucional no solucionaría el rezago que México padece en esta materia. Por mucho tiempo se ha tenido el espejismo de que la incorporación de nuevos objetivos y compromisos en la norma suprema es suficiente para dar por resuelto un problema; pero en ningún lugar ocurre así: la norma sólo denota un deber ser, y la positividad o aplicación de la norma es lo que modifica la realidad. Podría aducirse que incluso sin reforma constitucional el Estado mexicano estaría en posibilidad de emprender acciones firmes y serias encaminadas a imprimir a la investigación y a la innovación nuevos rumbos y ritmos, pero la importancia de que un compromiso de esta magnitud conste como una disposición jurídica del máximo nivel obedece a la conveniencia de que las decisiones en la materia no quedan expuestas a la volatilidad de la política, y que la responsabilidad del Estado en esa área sea permanente y creciente. El solo hecho de incorporar una reforma de estas características ya sería indicativo de que hay interés en un cambio para bien del conocimiento científico en el país. Véase el detallado estudio de Ceto, Ana María, y Vessuri, Hebe, Latin American and the Spanish-speaking Caribbean. en UNESCO Science Report 2005, París, 2005, pp. 45 y ss. En este sentido véase la certera reflexión de Urrutia Fucugauchi, Jaime, y Urrutia Obadachian, Araxi, La ciencia como factor de integración en América Latina y el Caribe, en Crónicas de la ciencia 2009-2011, Consejo Consultivo de Ciencias, México, 2011, pp. 233 y ss. Miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, del Colegio Nacional y del Colegio de Sinaloa


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el estado de la educación superior Armando Alcántara Santuario herlinda@servidor.unam.mx

Temas de la década: un recuento personal ESPECIAL

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aber participado en el grupo que comanda Jorge Medina Viedas en este suplemento que hoy llega a su primera década, es sin duda una de las mayores satisfacciones de mi vida profesional. La invitación que por intermedio de Humberto Muñoz nos hizo a varios colegas del Seminario de Educación Superior para colaborar con nuestros puntos de vista al análisis de la educación superior ha sido un reto y un estímulo muy significativo. Por supuesto que el primero de ellos fue—y sigue siendo—trasladar el lenguaje del mundo académico a uno menos acartonado y entendible, sin perder de vista la objetividad, el rigor y la crítica. Hasta donde sé, Campus es uno de los pocos medios especializados en el tema que ha permanecido durante tanto tiempo. Al suplemento lo caracterizan el propósito de equilibrar el reportaje de fondo, la opinión especializada , las noticias de lo que ocurre en las universidades públicas y, recientemente, las novedades de los desarrollos de las comunicaciones electrónicas relacionadas con el mundo educativo y cultural. Como buen conocedor del oficio periodístico, Medina Viedas

La vigencia de la autonomía universitaria constituye un elemento fundamental para que las funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión puedan llevarse a cabo plenamente” ha estado atento para ajustar el formato y los contenidos del suplemento y así estar al día con las necesidades de los lectores y aprovechar el potencial de difusión que ofrecen los medios electrónicos, principalmente la internet. En los últimos años, incorporó a un grupo de talentosos e inquietos jóvenes para que lo colocaran y mantuvieran en el ciberespacio así como en las redes sociales. No está por demás subrayar que un elemento imprescindible para el ejercicio periodístico en cualquiera de sus modalidades es el de la libertad. En mi caso, y en el de todos los colegas que hemos participado de esta estimulante aventura intelectual, la hemos ejercido sin ninguna cortapisa. A lo largo de estos diez años de colaboración quincenal en

el suplemento, me he ocupado de revisar y compartir con los lectores y lectoras una larga serie de temas que surgen de mi trabajo académico y de mi participación en distintos foros y agrupaciones dentro y fuera de Méx ico. En primer lugar, debo decir que el trabajo que realizamos en el Seminario de Educación Superior desde hace poco más de una década ha sido un espacio magnífico de ref lexión, análisis y discusión de la problemática de la educación superior nacional e internacional. De los debates y discusiones en su interior han surgido ideas y reflexiones que he tratado de plasmar de la manera más clara posible en mis entregas. Asimismo, otra fuente de mis escritos ha sido la participación en diversos proyectos de investigación en los cuaUNAM-IISUE/SES.

les he tenido la oportunidad de a la educación superior, también compartir ideas e inquietudes me he ocupado de las políticas con colegas de diversas uni- de ciencia y tecnología, sin dejar versidades de México, Améri- de lado los demás tipos y niveles ca Latina y Europa. Una más del sistema educativo (básico y ha sido la que se deriva de las medio superior). En un amplio invitaciones a presentar traba- recuento de los temas tratados jos en eventos dentro y fuera en los más de 200 artículos apadel país. Otra es el interés en recidos hasta la fecha en Campus, compartir mis puntos de vista los procesos y dinámicas derivasobre noticias que aparecen dos de la internacionalización en los medios impresos como de la universidad y la educación periódicos, revistas y libros. Si bien superior son los que más han en este rubro prevalecen las que se llamado mi atención. Me ha papublican en los medios naciona- recido importante destacar que les, ocasionalmente lo son las que muchos de los anteriores influse difunden en medios extranje- yen de manera significativa en ros. En su mayor parte, se trata de algunos aspectos de las políticas aquellos temas y problemas que diseñadas e implementadas por tienen mayor impacto en la opi- las autoridades mexicanas. Algo nión pública y su ESPECIAL carácter es primordialmente coyuntural. En la medida de lo posible he procurado que mis contribuciones cumplan con los criterios periodísticos de oportunidad, interés y claridad. A u nque l a g ran mayoría de lo publicado se ha enfocado La democracia es valor que la educación superior debe principalmente fomentar y fortalecer.


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semejante sucede en el terreno de la ciencia y la tecnología, aunque en el país las actividades relacionadas con ellas siguen teniendo muy poco peso en la economía y el desarrollo. También me he interesado por comentar, de manera específica, las políticas de educación superior que han sido planteadas y puestas en marcha por los dos últimos gobiernos. Si bien esta temática tiene que ver mucho con mi labor profesional, no he dejado de ocuparme, cuando la coyuntura lo amerita, del nivel medio superior e incluso del básico dentro del sistema educativo nacional. No he ignorado tampoco la reflexión de varios problemas e implicaciones de la relación entre las universidades y demás IES con la sociedad. Aunque en pocas ocasiones ha ocurrido, también me he ocupado de comentar sobre los principales actores del nivel referido, como son los estudiantes y los profesores. Sobre la figura y el papel de los docentes he intentado resaltar su responsabilidad y su relevancia en la sociedad. Por otro lado, en tanto integrante de la UNAM durante más de tres décadas, primero como estudiante y luego como investigador y profesor así como miembro de diversos cuerpos colegiados, he expresado mis opiniones e inquietudes acerca de lo que en ella ocurre, en las coyunturas difíciles y en los tiempos de celebración de sus logros. Si bien me enorgullece y me honra formar parte de la gran comunidad universitaria, he procurado no ignorar sus fallas y limitaciones. En algunas de mis colaboraciones también me he ocupado de ex a m ina r a lg u nos de los conflictos ocurridos en años recientes en diversas universidades públicas del país, como han sido los casos de la Universidad de Guadalajara, la Universidad Juárez del Estado de Durango y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, entre otras. En el plano internacional, me ha parecido del mayor interés reseñar y examinar la problemática que enfrentan algunas universidades norteamericanas ante los recortes presupuestales que han puesto en riesgo el alto nivel de sus funciones docentes y de investigación. Este ha sido el caso de las que forman parte del sistema de la Universidad de California. Dentro del contexto latinoamericano, he considerado muy relevante señalar no sólo las dificultades que algunas de ellas enfrentan por causa de las restricciones financieras, sino también las iniciativas que algunas de ellas han desarrollado para tratar de disminuir las desigualdades e inequidades de grupos sociales y étnicos en relación al acceso a las universidades públicas de mayor prestigio académico. Destacan entre esas

experiencias, las de Argentina, Brasil y Cuba y Costa Rica. El tema de la autonomía universitaria también se ha incluido dentro de mis preocupaciones, principalmente por la tradición que ha tenido en América Latina desde hace ya casi un siglo y porque ante el avance de las políticas de corte neoliberal, se la ha acotado e incluso, disminuido. Sin pugnar por una autonomía que aísle a las universidades de los problemas de su entorno social, su vigencia constituye un elemento fundamental para que las funciones sustantivas de docencia, investigación y ex-

tensión puedan llevarse a cabo plenamente. La democracia y la ciudadanía, en tanto aspiraciones por una mayor y mejor convivencia dentro de las sociedades modernas, han sido valores que la educación superior pretende fomentar y fortalecer. Aunque en pocas ocasiones, varios de mis artículos han insistido en la necesidad de que las universidades y demás IES, las incluyan en sus planes de estudio y en la vida institucional. Finalmente, disfrutando del respeto a la libertad del que hablé al principio de esta entrega, he llegado a publicar un par de

artículos sobre temas aparentemente alejados de los asuntos universitarios, aunque no tanto. Uno de ellos fue elaborado con motivo de una visita al Museo Evita de Buenos Aires, en donde destaqué diversos aspectos de este controvertido personaje y su relevancia en la vida política argentina. El otro fue la muy interesante experiencia educativa realizada en Venezuela durante más de 30 años por el profesor José Antonio Abreu y su admirable “Sistema” de educación musical en beneficio de la niñez y juventud, el cual ha dado como resultado “un país lleno de or-

questas” y una pléyade de jóvenes virtuosos que deslumbran al mundo de la música. Las cuestiones apuntadas en este apretado inventario han tenido el propósito último de mostrar una parte de la enorme diversidad de temas tratados en estos primeros 10 años de vida de este suplemento. Tengo confianza en que los lectores lo hayan considerado como una aportación significativa al debate y la crítica de la educación superior mexicana e internacional: su preferencia será el mejor indicador. ¡Salud y larga vida a Campus Milenio!


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La UNAM le hablará al país siempre con la verdad:

Narro Robles ESPECIAL

Jorge Medina Viedas

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ejor sin matices, le cambio la palabra estrategia por coartada". Así, con esta acotación, acompañada de una sonrisa afable pero irónica, el rector de la UNAM, José Narro Robles, reafirmó que su discurso crítico frente a los grandes problemas del país lleva la intención rigurosa de defender la autonomía y la educación pública del país. “He aprendido, dijo el doctor Narro Robles que, aun cuando está consagrada en la norma constitucional, la autonomía se consigue todos los días, de manera respetuosa, ejerciéndola, cuidándola”, y que la comunidad universitaria tiene el compromiso de hablarle al país con la verdad, desde sus fortalezas académicas, de la ética y de su compromiso social. Habla para Campus el rector de la UNAM. No hay matices en esas verdades, sus verdades; hay las sutilezas del protocolo en las aseveraciones, propio de los universitarios; retórica y sensibilidad social ante los problemas de los jóvenes, frente a los graves problemas del país, propuestas de solución, vinculación de la UNAM en lo que concierne a la nación y a sus anhelos. Es José Narro Robles, el universitario de tiempo completo, que ha tenido que reiterar que no se ve en el gabinete ni dejará el cargo de rector hasta el cabal cumplimiento de su encargo. La mañana de la entrevista con el rector de la máxima casa de estudios del país en la Ciudad Universitaria, al sur de la ciudad de México, había caído una lluvia pertinaz. El sexto piso del edificio rectoría, sin embargo, era luminoso; los amplios ventanales dejaban pasar los primeros rayos del sol que nimbaban el ambiente de la sala de estar de grandes sillones rojos. Ahí se produjo la conversación. A la vista, hacia el oriente, el campus de la UniversidadNacional,lasafamadas islas,laBibliotecaconlosmuralesde EdmundoO’Gormanalaizquierda, la Torre de Ciencias al fondo, la FacultaddeArquitecturaaladerecha. Parte del patrimonio nacional y de la humanidad, estructura romboide de colores intensos, institución depositaria de la historia resumida deespíritusnavegantes,intrépidos, que igual indagan las partículas de Dios,quelosmovimientostelúricos que sacuden el cuerpo social. El académico prestigioso, con fama de político de buenas y efectivas maneras, José Narro, distiende pronto el encuentro con Campus. Así el contexto. Enseguida, sus palabra textuales.

Una primera pregunta que se me antoja en este escenario de la Universidad Nacional es, en primer lugar, ¿cuál es el principal desafío al que se enfrenta un rector de la UNAM? El principal reto es que esto funcione, es ése, el principal, el inmediato, y es un gran reto. Una universidad como la Universidad Nacional Autónoma de México, que tiene 324 mil estudiantes, que tiene 36 mil profesores, que tiene 30 mil trabajadores, entre trabajadores de base y de confianza; que está presente en muchísimas áreas de la vida nacional, en la docencia, en la investigación, en la difusión de la cultura, en la prestación de servicios, en el resguardo del patrimonio nacional; una institución como ésta que tiene más de 460 años de historia acumulada, entre la vieja universidad, la Real Universidad, y la Universidad Nacional con más de 100 años de existencia, es una institución que al rector de la universidad le plantea como primer, como inmediato reto, el asegurar que funciona, el hacer todo el esfuerzo, y de ahí a pensar en la cobertura, en la calidad, en lo apropiado, en las respuestas que se le puedan dar a la sociedad en muchas áreas: sociales, económicas, humanísticas, científicas, básicas, tecnológicas, aplicadas, etcétera. Pero por ahí pasan muchos de los desafíos y de los retos. ¿Y en qué momento, justamente, se encuentra en su desarrollo institucional la Universidad? ¿Cuál es el umbo que habrá de tener la universidad en los próximos años? He estado convencido de que ésta es una institución que juega un papel muy importante, de cara al porvenir del país; ésta es una institución maravillosa que conjuga muy bien los verbos en todos los tiempos, en el pasado, en el presente y en el futuro. Ésta es una institución que no puede olvidar su trayectoria, porque así como una sociedad que olvida su pasado difícilmente encuentra su futuro, lo mismo nos pasa a nosotros. Esta es una comunidad y ésta es una institución que debe tener muy clara su responsabilidad hoy y cuál es la trayectoria que ha recorrido para llegar a este punto, y al mismo tiempo entender, comprender, cuáles son los desafíos que le plantean la sociedad contemporánea na-


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ESPECIAL

cional y la gran comunidad internacional. Para la Universidad ahí están parte de los desafíos: poder cumplir en el presente y poder anticiparse al futuro. Lo que hoy estamos formando, los jóvenes que ya están con nosotros hoy en el bachillerato, o incluso en la licenciatura, o quienes están egresando este año de sus estudios de posgrado en maestría, de doctorado, de especialización, son jóvenes en su mayoría, que dentro de 10, 20, 30 años, van a estar sirviendo al país. El tema y el punto es cómo asegurar esa pertinencia en su preparación y en su formación; cómo asegurarnos que desde el punto de vista científico y humanístico tienen las capacidades, pero también cómo asegurarnos de que sientan el compromiso con la sociedad; cuáles son las áreas de necesidad del país, para dónde van, dónde están los desafíos no sólo coyunturales, sino los que tiene y va a enfrentar la sociedad mexicana en 2022 o en 2030, porque esos recursos no los vamos a formar en 2022, los tenemos que formar desde ahora. Entonces, ahí hay una enorme responsabilidad, y voy a decirlo con toda claridad: ésta es una comunidad que tiene que seguir hablándole al conjunto del país con su verdad; ésta es una comunidad que tiene que seguirle diciendo lo mismo a los hombres del poder público en todos sus niveles, que a las personalidades del sector privado o del sector social, que a este país le falta fortalecer a la educación superior como política de Estado, que necesitamos hacer un enorme esfuerzo para incrementar la cobertura, que no podemos olvidar los temas de calidad y la interrelación entre todos los niveles en el sistema educativo de este país y que, por supuesto, tenemos que pensar en que la sociedad que nos ha tocado vivir, paradójica como es, maravillosa como es, tiene como uno de sus elementos la competitividad; entonces, por ahí hay muchos de los desafíos que yo preveo para una institución como la nuestra. Hace prácticamente un año que usted avaló, planteó a la sociedad mexicana un plan de seguridad, respaldado por los académicos de la institución, y me dio la impresión que se trata de un modelo explicativo de un problema grave del país, pero también la posibilidad de replicar ese modelo en otras aéreas. ¿La Universidad Nacional ha pensado en ese modelo para otros ámbitos de la vida pública del país? Lo tengo que decir con claridad, sí, y no sólo lo hemos pensado, lo estamos tratando de hacer. Me dicen que se han encontrado con líderes sociales, académicos, intelectuales, para discutir este tema. En el tema de seguridad, no vamos a bajar la guardia. Soy de los que siguen considerando que tenemos que cerciorarnos de que vamos al fondo del problema, que atacamos el problema no nada

para atender esto? ¿Cómo vamos a formar a los profesores que se requieran? Hoy todavía una tercera parte de los jóvenes no tienen acceso y en 10 años debemos alcanzar el 100 por ciento de cobertura. Nosotros vamos a hacer una propuesta y lo vamos a hacer pronto. Entonces, estamos trabajando en otras aéreas y estamos tratando de conjuntar consenso, de buscar voluntades y de ofrecer propuestas viables para este país.

En 12 años se han incorporado a la UNAM 55 mil estudiantes.

más en el tema que es evidente, que nadie en su sano juicio puede estar en contra de combatir al crimen organizado, eso no está sujeto a discusión, por supuesto que es necesario, pero ya cómo lo hacemos, es algo diferente, y cómo evitamos que el crimen organizado crezca, se fortalezca, incremente su capacidad de penetración, es otro asunto, y esas cosas hay que discutirlas a futuro. Lo he dicho muchas veces y lo sigo sosteniendo, y cada vez reúno más evidencias y más información, las dos cosas: que ése es un modelo –el del problema de la seguridad y el combate a la inseguridad– dentro de un régimen democrático, pero no es el único problema, por supuesto, y es uno muy grave que se ve reflejado en las estadísticas. Hoy sabemos que 2011 registró la cifra más alta de homicidios en la historia del país: 27 mil mexicanos de acuerdo con información del INEGI, como en la estadística de la estructura de la mortalidad, en la categoría de homicidios. Es terrible nadie puede celebrar un asunto de esa naturaleza. Hay otros problemas, por supuesto: el de la energía, el de la educación, el problema de la ciencia; hemos tenido, por ejemplo en este último capítulo, una serie de reuniones y vamos a seguir teniéndolas todavía en las últimas semanas, para que entre todos aquellos que tienen algo y en este caso mucho que decir, sobre la posibilidad de generar una política de Estado en materia de ciencia, de innovación y desarrollo tecnológico, conjuntar esos puntos de vista. Lo estamos intentando academias de ciencias, científicos relevantes, instituciones en donde se hace ciencia, particularmente uni-

versidades, institutos de educación superior y centros de investigación, bajo el paraguas, el armazón, la estructura de Conacyt, el propio Colegio Nacional de Ciencia y Tecnología, la Secretaría de Educación Pública, la ANUIES o algunas universidades y los empresarios. Y pensamos que a los poderes públicos, en este caso al Legislativo y al Ejecutivo Federal, y probablemente también a los Ejecutivos estatales y al Legislativo estatal, sería importante hacerle llegar una serie de recomendaciones y de propuestas de cómo abordar este problema. Con mucha frecuencia nos la hemos pasado diciendo que se tiene que cumplir la ley; y en efecto, hay que cumplirla y no el cumplimiento de la Ley en lo que se refiere al tema del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que ya llevamos 7 años de que está en la ley y no lo cumplimos, y lo que hay que hacer es ponerle una decima de punto del PIB cada año, y es importante esa cifra, claro que la es, pero de ninguna manera puede uno pensar siquiera que está lejos de las posibilidades del país; este país puede y debe hacer eso. O en el caso de la educación media superior: he sido uno de los que han celebrado que se forme parte ya de ese nivel de la educación obligatoria, y que tenemos que perseguir la universalización del acceso a la educación, que todos los jóvenes en edad de ir al bachillerato encuentren una posibilidad de hacerlo. Ya es parte de nuestra norma constitucional, ya es una norma y ya es una obligación del Estado nacional atender esto. Ahora, las preguntas: ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Cuándo? ¿Con qué modalidad? ¿Dónde está el programa

En el contexto de la protesta estudiantil usted dijo una frase que a mi modo de ver sonó fuerte, pero al mismo tiempo me pareció éticamente correcta, en el sentido de que prefería ver a los jóvenes protestando que conformistas. ¿Qué opinión le merecen las reacciones que provocó? Bueno, cada vez que alguien dice algo, a unos les parece correcto y a otros les parece inconveniente Cuando yo digo algo intento – seguramente a juicio de algunos no lo consigo, pero intento– ser racional, objetivo y pretendo no sólo fijarme una postura nacional sino contribuir de alguna madera a esclarecer un problema o a plantear una propuesta de mejora. Cuando pasan los días a mí me gusta leer lo que se dice y lo que se opina en el país, a mí me gusta reflexionar sobre lo que dije y las reacciones que se provocaron, a mí me gusta analizar si mantengo mi punto de vista o si lo cambio, y yo voy a decir que en materia de los jóvenes sigo estando convencido: los jóvenes requieren de respuestas muy claras, desde las instituciones de México, y las respuestas que los jóvenes requieren a sus problemas pasan indispensablemente porque ésa es la edad de la vida en la que se requiere educación, empleo, en deporte, entretenimiento, cultura, y yo estoy convencido de que no estamos haciéndolo tan bien como deberíamos hacerlo. Nos hemos pasado los últimos 10 años, por lo menos, hablando de la transición demográfica. Pues se nos va a acabar antes de que concluya esta década, antes de 8 años habremos llegado ya al punto más bajo y estaremos empezando a rebotar y, máximo 10 años después, se habrá perdido totalmente. La pregunta es: ¿y qué hemos hecho, más allá de estar diciendo y hablando, para aprovechar esa condición? Aprovechar esa condición no es sólo identificarla, implica formar, educar a nuestros jóvenes, es aprovechar una generación que ahorita puede y debe tener mejores condiciones laborales, con empleo completo, bien remunerado, pero sobre todo empleo con prestaciones sociales, y no necesariamente lo estamos haciendo, al contrario. Estamos protegiendo a las empresas que justamente promueven salarios bajos… Subempleos, mecanismos alternos, economías informales, que la gente tiene que buscar porque tiene que encontrar la manera de subsistir, y después nos extraña lo que pasa con los problemas de vio-

lencia, de inseguridad, de corrupción, de impunidad, de todo esto. Tenemos que cambiar integralmente, y yo sí creo que una de las grandes herramientas que tiene una sociedad y ahí están las experiencias internacionales. Lo que tenemos que hacer ya es poner en práctica acciones; hay fórmulas que lo permiten; sostengo y reitero —espero y deseo que el próximo gobierno federal tome en cuenta esas posibilidades— que no están lejos de la posibilidad de la economía y del presupuesto de egresos de este país. Cada año tenemos el presupuesto más grande, “el Presupuesto de Egresos de la Federación más grande en la historia de México”. Y yonoveo—cuandounosumalainversión pública federal en ciencia y tecnologíayeneducaciónsuperior, vemos que apenas sobrepasamos ligeramente el uno por ciento— por qué resulta imposible hacer un incremento sustancial para aumentar la cobertura para mejorar la calidad de los programas y para plantearnos una política de Estado a favor de eso, de la ciencia, la innovación, el desarrollo, la educación superior, la cultura, ligada con un proyecto de desarrollo económico yhumanodeestepaísquetieneque ser revisado de fondo. Yo no veo por qué de pronto los funcionarios públicos se molestan con unas cifras que ellos mismos publican; yo no veo por qué no se puede aceptar una realidad que además nos afecta y duele a todos y que no es producto del momento; yo no veo por qué este país no puede encabezar una lucha pero sí una cruzada nacional por la erradicación del analfabetismo; sí se puede, sí está a nuestro alcance. Yo no sé por qué molesta tanto que hablemos del rezago educativo que ahí está, y que claro nos molesta a todos, nos duele a todos, pero yo no sé por qué no decimos “ya basta, vamos a acabar con esto, vamos a trabajar para anular, para acabar con 5.4 millones de analfabetas, para convertirlos, para incluirlos al desarrollo nacional”, porque un analfabeto siempre, pero en el siglo XXI, un analfabeto es un excluido y la desgracia, lo que a mí más me lastima y lo tengo documentado, lo tenemos bien estudiado, es que un analfabeto procede de otro analfabeto. Y la educación es tan maravillosa, tan extraordinaria, que un analfabeto al que se saca de esa condición, y ahí está el ejemplo maravilloso de José Saramago, que era hijo de analfabetos y que con la dedicación, el trabajo, el talento personal, el esfuerzo, llega a ser Premio Nobel de Literatura, extraordinario pensador intelectual, maravilloso hombre de valores y de bien. Esto me recuerda una frase misma que pronunció en su toma de posesión respecto a que el silencio frente a los problemas del país de alguna manera era complicidad y que no lo iba a permitir. Cuando usted como representante de la máxima institución del país defiende y denuncia los problemas más graves del país, está actuando desxe una actitud


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institución pueda ser reconocida nacional e internacionalmente; me da una enorme fortaleza, me da mucha fuerza para poder decir las cosas, cuando veo y hablo con los jóvenes de la primera generación de Morelia, allá en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Morelia, y ver cómo les brillan los ojos, cómo descubro en ellos el ánimo, la felicidad, el gusto de pertenecer a una comunidad como la nuestra, y cómo escuchan al rector, con profunda atención, que tienen el compromiso de formarse científica, humanística y socialmente. Yo creo que todas esas cosas a uno le dan mucha fuerza.

"Los miembros de la UNAM somos depositarios de una herencia maravillosa, de motivos de orgullo y satisfacción para este país", comenta José Narro.

ética, cumplidamente comprometida con la nación, pero al mismo tiempo yo descubro una coartada de parte de usted –y digo esta palabra matizada–, una coartada para defender la autonomía, la educación pública y la Universidad Nacional. Ésa es la impresión que yo tengo, sáqueme de esa duda, doctor. Mejor le fortalezco la argumentación, a lo mejor le cambio la palabra para ni siquiera matizarla y en lugar de coartada por qué no decimos estrategia. He aprendido, y lo tengo que decir también, que la autonomía de las instituciones y de las comunidades no sólo se gana por voluntad jurídica, no sólo se gana en la norma establecida, a veces en la norma superior. Nuestra ley mayor, la Constitución de la Republica, tutela la autonomía de las universidades, pero la verdad es que yo he aprendido que esa autonomía se consigue todos los días, de manera respetuosa, ejerciéndola, cuidándola, y que para las universidades autónomas por ley nos resulta esencial. Tengo que decir que yo nunca, a veces hemos tenido discrepancias públicas los funcionarios, nunca, quiero decir ni una sola vez, como rector nunca he recibido un señalamiento privado a tener un comportamiento diferente. No lo aceptaría, por supuesto, pero nunca lo he recibido, tengo que decirlo con toda honradez y tengo que reconocer que sí hemos tenido diferencias públicas, a veces no coinciden nuestras cifras, con alguna frecuencia termino teniendo razón porque son las cifras de ellos, no las mías. Por supuesto que una tarea de un rector, y más en la Universidad Nacional, tiene que ser entender que ésta es una comunidad plural, que uno no puede sino tratar de representarla con la mayor dignidad posible, y para hacerlo uno tiene que sacrificar, cancelar, eliminar muchas de las tentaciones que se pueden tener, que si uno quiere fungir como articulador de estas voluntades tan plurales, tiene que entender uno que la única postura que legítimamente puede tener es la defensa de la institución, de su presupuesto, de su autonomía, de

ESPECIAL

Hay asuntos en donde al menos que a mí me demuestren que es mejor ser analfabeto a ser un hombre que lee, que escribe, que piensa, que reflexiona, que está educado, pues entonces yo no voy a cambiar mi lucha contra el analfabetismo y a favor de la educación”

su libertad y el respeto al conjunto de la comunidad. Y es una tarea, por lo menos para mí ha sido la que yo quise, la que anhelé en varias ocasiones y la que he tenido la fortuna, la honra de recibir, y a la que me trato de entregar por completo. Pero por supuesto que hay una intencionalidad también al decir esto, que es fortalecer la autonomía de esta casa de estudios y mostrarle al mismo tiempo a la sociedad y a sus estructuras que desde aquí podemos aportar, que no somos una entelequia y que no queremos estar aislados, que no podemos ni debemos simplemente pedir recursos, no para quién sabe qué sosas, sino para dar más educación, para incorporar a más jóvenes. Y yo me siento realmente muy orgulloso. Y ni siquiera es un asunto de este cuatrienio que me tocó dirigir a la Universidad, cuando yo he dado las cifras de que en 1999 la Universidad tenía 269 mil estudiantes y que hoy tenemos más de 324 mil, implica que en estos 12 años se han incorporado 55 mil estudiantes. Cuando decimos hay que incrementar la cobertura, nosotros ya lo hicimos; cuando decimos hay que diversificar la oferta, nosotros ya lo hicimos.

estamos acercando a los 60 mil millones de pesos adicionales implementados o complementados por la Cámara de Diputados, respecto de los proyectos del Ejecutivo Federal. Entonces tenemos que reconocerlo: si también tenemos esa capacidad, esa cualidad, los rectores, un servidor, de decir y de reconocer “oigan por ahí vamos, necesitamos hacer un esfuerzo mayor”. No hemos dicho que no se crezca, nadie está ignorando los esfuerzos; lo que estamos diciendo es que son insuficientes, o la velocidad a la que vamos no es la velocidad a la que va el mundo, y nuestro reclamo es justo porque decimos “por qué otras sociedades, otros países sí lo pueden hacer y nosotros no”.

Es la mejor manera de defender la integridad institucional, desarrollando académicamente a la institución… Mostrando su potencialidad, abriendo campus como en León que cumple ya su primer año completo y su segunda generación. 36 años pasaron prácticamente para que se abriera una nueva escuela, yo me siento muy satisfecho de esto, por eso creo que puedo decirlo con responsabilidad. Fuerte, pues sí, pero con mucha convicción y con mucho respeto, y con mucho reconocimiento a todas las estructuras que han sabido, desde el Ejecutivo, y desde en particular el Legislativo, las Cámaras de Diputados y de Senadores, apoyar, ayudar, contribuir. Usted lo sabe, en Campus se han dado cuenta de esto, como en los últimos 12 años son más de 50 mil, seguramente ya nos

Usted habla con la verdad y para sustentar sus argumento usted habla desde su fortaleza institucional, ¿cuáles serían esas fortalezas? Sí uno pretende efectivamente hablar con la verdad —en el entendido que siempre lo he pensado, así me educaron en esta universidad— que uno no es poseedor de la verdad absoluta, que a lo mejor la verdad absoluta no existe, que hay verdades y que uno tiene que acercarse a otras y muy distintas ideas, opiniones, argumentos y propuestas, y que uno tiene que estar en la posibilidad de transformar la opinión, que hay asuntos en donde al menos que a mí me demuestren que es mejor ser analfabeto a ser un hombre que lee, que escribe, que piensa, que reflexiona, que está educado, pues entonces yo no voy a cambiar mi lucha contra el anal-

fabetismo y a favor de la educación. No la voy a cambiar porque además históricamente está probado que no, pero uno tiene que estar dispuesto a plantear problemas y a encontrar soluciones en plural; un maestro mío me enseño un día que problema que tiene una solución no es problema, es parte de una realidad porque los verdaderos problemas tienen muchas opciones, muchas soluciones, varias, muchas, distintas opciones de solución. Y alguien que tiene responsabilidades públicas tiene que encontrar la mejor combinación, la mejor posibilidad. Ahora, desde dónde se puede hablar para responder a su pregunta. Se tiene que hablar desde la responsabilidad de la academia, del conocimiento, de la objetividad —hasta donde se pueda ser objetivo—, se tiene que hablar desde la búsqueda de lo que sea mejor para la mayoría, se tiene que hablar con la intencionalidad de fortalecer a la institución a la que uno representa, pero al mismo tiempo con la convicción de que tiene que dar, tiene que servir, tiene que aportar, y eso es lo que esta institución pretende hacer. Una de las enormes ventajas que tiene el rector de la UNAM es que somos depositarios de una herencia maravillosa, de motivos de orgullo y satisfacción para este país, de argumentos para decir “miren lo que estamos haciendo, lo que estamos tratando de darle a la sociedad mexicana hoy”, en todas las aéreas, en las científicas, pero también en las humanidades, en la cultura, en el arte. A mí me llena de satisfacción —de verdad lo digo— que esta

Ahora, concretamente, este modelo de Morelia y León, que son escuelas de educación superior, ¿se va a replicar en otros estados? A eso me refería al principio cuando le preguntaba sobre el rumbo de la universidad, ¿no siente usted que el territorio nacional en varios ámbitos está esperando justamente la presencia de la UNAM? Sí, respuesta contundente, sí. Por qué digo sí, porque me lo han planteado gobernadores, presidentes municipales, autoridades; sin embargo, la UNAM no es —afortunadamente, dejó de serlo hace muchísimo tiempo— la única, tenemos universidades extraordinarias, públicas, estatales, autónomas, o instituciones federales maravillosas, ahí está el Instituto Politécnico Nacional, ahí está la Universidad Autónoma Metropolitana. Muy bien, señor rector, muchísimas gracias; nada más una última pregunta, ¿cómo se imagina la universidad al término de su mandato? Termino el periodo para el que fui designado en poco más de 3 años. A mí me gustaría pensar que ésta sigue siendo una universidad grande, como lo es, más grande todavía, y con mayor grandeza. Yo me quiero imaginar que ésta es una universidad que desarrolla modelos que pueden ser reproducibles por otras aéreas, instancias, por universidades; me quiero imaginar a esta universidad fortalecida en sus capacidades esenciales y en sus valores básicos, en su autonomía, en la libertad de cátedra y en investigación; me quiero imaginar una universidad de más calidad todavía, siempre se puede mejorar, y yo me quiero imaginar una universidad que sigue siendo querida, respetada, aceptada, bien identificada, bien calificada y apoyada por la sociedad.


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el estado de la educación superior

Sallie Mae y el engaño de los créditos estudiantiles en México Marion Lloyd*

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nueve meses del lanzamiento del mal llamado Programa Nacional del Financiamiento a la Educación Superior, los críticos pueden descansar tranquilos. El programa, que se limita a prestar dinero para colegiaturas en 25 universidades privadas del país, ha fracasado en realizar sus propias metas. De los 23,000 créditos anunciados por el presidente Calderón en enero, se ha colocado menos de 2,000, según funcionarios del Nacional Financiera (Nafinsa), el banco federal que administra y garantiza los créditos. Aun tomando en cuenta que el banco se propuso colocar sólo 7,000 créditos en este año, los resultados han sido pobres, para no decir desastrosos. Eso implica que la gran mayoría de los 250 millones de pesos autorizados por la Secretaría de Hacienda para el fondo de garantía de Nafin están congelados, sin que se pudieran destinar a otros programas federales. Con todo, la falta de respuesta de los estudiantes es una buena noticia. Lejos de representar una solución a los problemas de acceso a la educación superior en el país, el programa —el primero de su tipo en México a nivel nacional— expone a los estudiantes a contraer deudas astronómicas, con fuertes costos económicos y sociales. Lo anterior se ve claramente en las crecientes protestas en contra de la deuda estudiantil en Estados Unidos, Inglaterra y Chile – todos países citados por Calderón como modelos a seguir – en donde la magnitud de la deuda se ha vuelto una verdadera bomba de tiempo. En México, increíblemente, entre los modelos seguidos por Nafin en el diseño del programa está la prestadora estadounidense Sallie Mae. La empresa, que fue creada por el gobierno federal en 1970 como la Student Loan Marketing Associationparafacilitarlospréstamos federales, se privatizó en 1997 y hoy maneja más de US180 mil millones en préstamos estudiantiles privados. Para muchos, Sallie Mae, como las gigantes hipotecarias Fannie Mae and Freddie Mac, es sinónimo de la avarícia corporativa que empujó a Estados Unidos – y el mundo – a la crisis financiera de 2008-2009. Actualmente, Sallie Mae enfrenta una demanda civil colectiva (class action) por haber impulsado a miles de estudiantes a contratar préstamos muy por encima de sus posibilidades de pago en los años anteriores a la crisis económica. Según la demanda, la empresa después tomó acciones para disfrazar la alta tasa de morosidaddesusprestatariosparapoder vender la compañía por miles de millones de dólares – transacción que últimamente fracasó. Otro modelo poco acertado es el de Chile, en donde la explosión en la deuda estudiantil ha desatado las protestas más álgidas des-

ESPECIAL

de la dictadura militar. En ambos casos, los gobiernos han buscado quitar a los bancos como intermediarios, en un intento por reducir los costos finales para los estudiantes. En EEUU, el cambio se realizó en 2009, mientras en Chile, la propuesta está siendo debatida actualmente en el Congreso. En México, lejos de quitar a los bancos del negocio de los préstamos estudiantiles, el gobierno los ha colocado en un lugar privilegiado, limitando su riesgo a un 20 por ciento del total del préstamo otorgado. En caso de default, el otro 80 por ciento se cubre a través Nafin, con fondos de Hacienda y una aportación de 12por ciento por parte de las universidades suscritas. Pero quizás lo más preocupante del programa es su intento aparente de engañar. A pesar de que Calderón anunció que la tasa de interés de 9.9 por ciento era “accesible”, en realidad es de las más altas en el mundo para programas de préstamos estudiantiles gubernamentales, según un estudio de docenas de países realizado en 2009 por la International Comparative Higher Education Finance and Accessibility Project, de la Universidad Estatal de Nueva York, en Búfalo (http://gse.buffalo.edu/org/inthigheredfinance/ files/Student_Loan_Matrix.pdf). Y peor aún, la tasa no refleja el costoreal—undatoquenoaparece enningunapartedelapropaganda oficial del programa. En realidad, a la tasa de 9.9 por ciento hay que agregarle otros puntos porcentuales para llegar al costo anual total (CAT).EnelcasodelbancoSantander,porejemplo,elestudiantepaga 11.2por ciento anual, mientras que en FINEM, una sociedad anónima de objeto limitado (sofol), el CAT es de 16.7por ciento, según información de ambas instituciones en Internet . Lo cual implica que en el mejor de los casos, el estudiante termina pagando más del doble del monto recibido —el máximo otorgado es de 215 mil pesos para

carreras de licenciatura y 280 mil pesos para posgrado— y en caso derecurriraldefault,elcostopuede ascender al triple. Tampoco hay transparencia en cuanto a las plazas de pago. Cuando Calderón anunció que los estudiantes tendrían “hasta 15.5 años” para saldar la deuda, le faltó aclarar que en la mayoría de los casos el periodo acordado es bastante más corto, según la duración de la carrera. Y faltó decir que el programa no aplica para todas las carreras; algunas, como filosofía o arte, están descartadas por su poca rentabilidad a futuro, y en el caso de medicina, en donde el periodo de estudio es especialmente prolongado, hay restricciones en los plazos. En resumen, lo que procura el programa es que se inscriben más administradores de negocios y más ingenieros – carreras que ya presentan fuertes problemas de saturación. Impera la lógica del mercado, nada más. Este panorama está lejos de la “democratización” de la educación superior prometido por Calderón cuando lanzó el programa con bomba y platillo en enero. Afirmó: “Estoy seguro que va a cambiar la vida de miles y miles de jóvenes en todo el país”. Quizás, ¿pero de qué forma? El programa también ofrece expectativas falsas a los potenciales acreditados. Como parte de su publicidadalprograma,Nafinafirma quelosreciénegresadospuedenesperar ganarse un sueldo promedio mensualde13,000pesos.Estacifra, que fue proporcionada a Nafin por las universidades participantes, no coincide con las cifras oficiales sobre el mercado laboral en el país. Según la página del Observatorio LaboraldelaSecretaríadeTrabajoy Previsión Social, el ingreso promedio de todos los profesionistas del país es de $10,014, y eso incluye a los quellevandécadaslaborandoycuyos sueldos se presume son mucho más altos que los de los recién egresados. Quizás los egresados de una universidad como el Tec de Mon-

A pesar de que se anunció la tasa de interés del primer Programa Nacional del Financiamiento a la Educación Superior como “accesible”, es una de las más altas en el mundo para este tipo de programas de préstamos, y ni siquiera refleja el costo real terrey – la de mayor prestigio entre lasinstitucionesafiliadasalprograma – podría aspirar a un sueldo de $13,000. Pero no así un egresado de la Unitec, una institución que, según sus propios directores, aspira a formar cuadros técnicos más que futuros empresarios. Oficiales de Nafin defienden el programa, argumentando que en México no existen condiciones para otorgar préstamos con tasas de interés más bajas, dado que la mayoría de la educación superior en el país se otorga de forma casi gratuita. “Cada país tiene sus particularidades”, dice Alejandro Trejo, gerente de proyectos sectoriales de Nafin y el encargado del programa de préstamos estudiantiles. “En México, el gobierno envía recursos directamente a las universidades públicas. En Estados Unidos, no hay asignaturas tan fuertes”. El modelo de Nafin recoge elementos de los programas en Estados Unidos, Chile y Colombia, “pero tropicalizado para México”. Al diseñar el programa, dice Trejo, su equipo ha buscado aprender de las experiencias anteriores en el país, sobre todo de la Sociedad del Fomento a la Educación Superior (SOFES), una sociedad anónima que otorgó miles de préstamos para estudiantes de universidades privadas entre fines de los años noventa y 2010. Sin embargo, el programa,queoperóinicialmentecon un préstamo del Banco Mundial y noincorporóabancoscomerciales, terminó con una cartera vencida de más de 40por ciento, según un estudio de Roberto Rodríguez Gómez,investigadordelaUniversidad Nacional Autónoma de México. Trejo dice que al incorporar los bancos, Nafin está garantizando la sostenibilidad económica del programa. También argumenta que el modelo es preferible a las alternativas de financiamiento para la educación superior privada – es decir, préstamos comerciales con tasas de interés que ascienden al 24por ciento anual, o a través de las tarjetas de crédito. A diferencia

de estos modelos, el programa de Nafin no requiere hipoteca u otra forma de garantía económica para otorgar el préstamo, ni impone penalizaciones a los estudiantes que quieren saldar su deuda antes de tiempo. “Hemos sido muy criticados por el modelo” —dice Trejo— “sin embargo el crédito educativo de Nafin representa una opción para aquellos estudiantes que no cuentan con los recursos necesarios para concluir sus estudios”. Dice que el programa nace como respuesta a la bien conocida falta de acceso a la educación superior en México, en donde la tasa bruta de cobertura de 31por ciento está muy por debajo del medio regional, de 37por ciento. Trejo cita cifras del INEGI que indican que 49por ciento de la población mexicana tiene menos de 24 años, sin embargo, sólo 67por ciento de ellos encuentran lugares en las universidades públicas. En el caso de las tres universidades federales más solicitadas – la UNAM, el IPN y la UAM – sólo 10por ciento de los 300,000 solicitantes del último ciclo escolar encontraron lugar, dando pie al movimiento de los “rechazados”, o mejor dicho, “no aceptados” de la educación superior pública. Tal situación, insiste, “se puede convertir en un programa social muy fuerte”. No obstante, Trejo coincide con que la poca respuesta de los estudiantes al programa de Nafin ha sido decepcionante. Lo atribuye a una combinación de factores: el miedo a los préstamos bancarios en México, después de la devaluación de 1994-1995; y la poca promoción del programa por parte de los bancos participantes, muchos de los cuales no anuncian el programa en su página web. Nafin ha buscado diseminar el programa a través de anuncios en televisión, radio y Internet. También, está planeando hacer publicidad en las prepas alimentadoras a las universidades privadas, como son las prepas del Tec de Monterrey y del Unitec. “Hay una necesidad muy fuerte en el mercado, pero necesitamos buscar oportunidades”—dice— “No hemos podido traducir esta necesidad en estudiantes apoyados con el financiamiento”. Pero ¿realmente tiene sentido seguir con un programa que no le parece interesar a nadie?: Ni a los estudiantes, ni a las universidades participantes, y mucho menos a los bancos, quienes aparentemente saldrían los más beneficiados. Seguir así sería perpetuar una farsa, cuyas razones de inicio aún no quedan claras. ¿Fue una propuesta electorera de Calderón? ¿Una concesión a la OCDE y las otras organizaciones multilaterales, que llevan una década abogando porque Méxicodiversifiqueelportafoliode sus bancos? O si no, ¿cómo explicar que el gobierno lanzara un programa condenado al fracaso? Académica y periodista


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el estado de la educación superior

Educación ciudadana en México (primera parte)

ESPECIAL

La concepción de un ciudadano virtuoso, participativo, informado implica cualidades muy lejanas de la realidad. Un análisis puede ayudarnos a determinar cómo debemos encaminar la educación hacia el mejoramiento del mexicano Mientras que el ciudadano ideal se interesa por sus semejantes, en la sociedad mexicana impera una obscura ética articulada por el individualismo.

¿

Gilberto Guevara Niebla* Cómo determinar qué le falta y qué le sobra a la actual educación ciudadana? Una manera de hacerlo es realizar un contraste entre los resultados de, a) las encuestas sobre cultura política que se han realizado en México con, b) el esquema ideal que hayamos construido de la ciudadanía democrática. Esta operación nos arrojará como producto una suma de fortalezas y debilidades que poseen los ciudadanos reales. Importa por otra parte, analizar el modo que los ciudadanos tienen de razonar la política: como se construye su juicio político. Por último, sería interesante examinar: los elementos (conocimientos, emociones y valores) que se incorporan a nuestra personalidad a través de la experiencia familiar y escolar. En otra oportunidad trataremos el asunto de la influencia de los factores como la televisión.

El ciudadano ideal

Hay un amplio debate sobre el “ciudadano ideal” (Vergara, 2008; Outlet, 2004; Miller, 2000; Alton, 2001) que por razones de espacio no podemos abordar aquí. En cambio, para tener un punto de partida nos referiremos a las competencias ciudadanas que se propone formar el IFE entre los ciudadanos de México. Son las siguientes: 1. Autoconocimiento y auto rregulación 2. Perspectiva social y bús- queda del bien común

3. Respeto a la diversidad 4. Conocimiento, respeto y

ejercicio de los derechos humanos 5. Manejo y resolución de conflictos 6. Convivencia democrática 7. Diálogo 8. Toma de decisiones 9. Participación democrática 10. Participación en eleccio- nes y procesos de consul- ta democrática 11. Comprensión crítica 12. Respeto y valoración de la justicia y la legalidad 13. Comprensión de la demo- cracia 14. Ejercicio democrático de la autoridad y control ciu dadano del poder (IFE, 2005). No basta enlistar derechos y responsabilidades, que es la conceptualización más simple de la ciudadanía, hay que ir más allá y buscar cuál puede ser la química de la “buena ciudadanía”. Rousseau erró al pensar que bastaba la naturaleza para tener buenos ciudadanos. Al respecto es conveniente citar la novela El señor de las moscas de William Golding o la película El niño salvaje de Traffaut para advertir que las reglas sociales, el respeto, la empatía, la capacidad para cooperar, dialogar y negociar, no son cosas inherentes a la naturaleza humana sino cualidades que se aprenden. Los ciudadanos se forman, son modelados por el ambiente, son el producto de la educación que reciben las personas.

El mexicano es desconfiado, desconfía de otros mexicanos y de las instituciones, con poco interés por la política, medianamente tolerante y cierto nivel de conciencia de sus derechos, pero omite sus obligaciones Ahora bien, el rasgo sustantivo de la democracia moderna—en relación con la antigua, es decir, la ateniense—es su carácter de democracia basada en la elección de representantes políticos. Ergo, la función cívica de mayor importancia es el voto y lo deseable es que los ciudadanos emitan su voto en cada ocasión con base en juicios políticos razonados, inteligentes.

Juicio político

Aunque la democracia no se reduce al ejercicio del voto, podemos pensar que el buen juicio político del votante es el primer componente o la primera virtud que debe desarrollarse entre los ciudadanos. Pero: ¿cómo se construye el juicio político? Hay varios “modelos”. El que se basa, desde luego, en un cuerpo sólido de conocimientos (modelo del ciudadano informado). La paradoja, sin embargo, es que en todas las democracias del mundo, sin excepción, se observa que el ciudadano actúa (vota, participa, propone, critica, rechaza,

etc.) con un bagaje muy pobre de conocimientos políticos. Hay autores que sostienen que al pedir un “ciudadano informado” para la democracia es establecer estándares muy elevados (Schattschneider, 1960). Existe, empero, un enfoque alternativo en el que los ciudadanos pueden tomar decisiones efectivas en forma razonable si solamente están moderadamente informados (modelo heurístico). El ciudadano con poca información sigue “atajos” que le permiten llegar a formar su juicio político. Este modelo acepta los supuestos que dirigen el modelo del ciudadano informado: que las creencias constituyen el factor determinante en la formación de actitudes, que éstas pueden estar basadas en información más o menos exacta y que la formación de actitudes y su expresión es un proceso dinámico. Pero hay un tercer modelo, según el cual las creencias importan y son decisivas en la gestación de afectos o estados emocionales. Los juicios afectivos –en lugar de la información—sobre indivi-

duos, grupos o asuntos se almacenan en la memoria, la cual es actualizada cuando se encuentra nueva información. En este caso, el esquema cognitivo es substituido por un esquema afectivo (Delli Carpini, 2005-25). El desarrollar una ciudadanía bien informada es, según Norberto Bobbio, una de las “promesas incumplidas” de la democracia (Bobbio, N., 1984). Hay que decir, sin embargo que el ideal del “ciudadano informado” ha servido a unos y a otros para descalificar la democracia: a) desde Platón hasta la actualidad, la derecha conservadora crítica la democracia porque otorga poder a las “masas ignorantes” etc. y b) desde Platón, pasando por John Stuart Mill, hasta la actualidad, ciertos grupos defienden el ideal de un gobierno exclusivo “de los que saben”, es decir, un gobierno tecnocrático. La concepción republicana del ciudadano se apoya mucho la idea de de un “ciudadano virtuoso”, lo que equivale a decir informado, participativo, patriota, etc. (Velazco, A. et al, 2006), lo cual implica cualidades muy difíciles de encontrar entre la ciudadanía real. Ahora, no cabe duda que tener ciudadanos bien informados es una gran ventaja. “Los investigadores han encontrado que los ciudadanos más informados son más proclives a aceptar las normas democráticas —tales como la tolerancia política—, son más eficaces y eficientes en política, muestra más probabilidades de estar interesados en asuntos políticos, son más proclives a seguir-


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los y discutirlos y es más probable que participen en política de diferentes maneras, incluyendo el votar, trabajando para un partido o asistiendo a juntas locales “ (Delli Carpini, 2005: 22).

MOISÉS PABLO

Cultura política

En consecuencia, impulsar acciones –como la educación— para producir ciudadanos informados es algo que vale la pena de realizarse (aunque sin perder de vista sus limitados alcances). México, ciertamente, no es la excepción en respecto al “rezago cognitivo” de la ciudadanía. Si nos basamos en la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP) de 2008 realizada por la Secretaría de Gobernación encontramos un panorama, por lo menos, inquietante. Veamos algunos datos. •Confianza en las instituciones. Sólo 23 por ciento de los encuestados manifestaron confiar mucho o algo en los Partidos Políticos. En cambio, el 72 por ciento dijo lo mismo respecto a la Iglesia y el 66 por ciento respecto al Ejército. •Desconfianza en general. El 84 por ciento estuvo de acuerdo con este enunciado: “Si uno no se cuida a sí mismo, la gente se aprovechará” •Interés en la política. Sólo 34 por ciento dijo tener mucho o algo de interés en la política. •Orgullosos de su nacionalidad. El 98 por ciento dijo estar muy o algo orgulloso de su nacionalidad, frente a un 89 por ciento que arroja la Encuesta Mundial de Valores. •Tolerancia. El 78 por ciento dijo que no aceptaría que una persona drogadicta viviera en su casa y el 46 por ciento que no aceptaría como vecina a una persona enferma de SIDA. •Participación. Sólo el 8 por ciento de los encuestados aceptó haber asistido a manifestaciones. •Satisfacción. El 76 por ciento dijo estar algo o muy satisfechos con la vida en general. •Satisfacción con la democracia. El 62 por ciento dijo estar algo o muy satisfecho con la democracia. •Interés en la política. Un 9 por ciento dijo tener mucho interés en la política. Un 25 por ciento dijo tener algo. Un 38 por ciento dijo que sólo un poco y un 26 por ciento declaró que nada. •Votar. El 77 por ciento dijo haber votado en las elecciones presidenciales y legislativas de 2006. •Confianza en los empresarios. Sólo el 33 por ciento manifestó confiar mucho o algo en los empresarios. •Medios de comunicación. El 50 por ciento dijo tener mucho o algo de confianza en los medios de comunicación. •Ideología. El 42 por ciento de los encuestados dijeron no saber si ellos en lo personal se consideraban de izquierda o de derecha. El 14 por ciento se dijo de izquierda y el 32 por ciento de derecha. •Democracia. Sólo un 48 por ciento dijo estar de acuerdo

Rousseau se equivocó al pensar que bastaba la naturaleza para tener buenos ciudadanos. Las reglas sociales, el respeto, la empatía, la capacidad para cooperar, dialogar y negociar, son cualidades que se aprenden.

con que México vive una democracia. •Hablar de política. La reacción de los ciudadanos mexicanos cuando otras personas comienzan a hablar de política es: 21 por ciento deja de poner atención; el 27 por ciento escucha, pero no participa en la conversación. •El gobierno se impone. El 49 por ciento dice que estamos más cerca de un gobierno que se impone; sólo el 41 por ciento dijo que estamos más cerca de un gobierno que consulta. •Satisfacción con respecto al derecho de las personas. El 20 por ciento , nada; el 38 por ciento , poco; el 28 por ciento , algo y el 7 por ciento , mucho. •Confianza en los partidos políticos. Mucha, 4 por ciento ; Algo, el 19 por ciento ; Poca, el 36 por ciento y Nada, el 36 por ciento . •Poder legislativo. Al elaborar las leyes, el 49 por ciento piensa que diputados y senadores toman en cuenta los intereses de los propios legisladores; el 25 por ciento dice que toman en cuenta los intereses de sus partidos y sólo 11 por ciento dijo que tomaban en cuenta los intereses de la población. •Confianza en las elecciones. El 42 por ciento dijo que sí está de acuerdo con la frase “La competencia electoral es mala por que gana quien no se lo merece”. •Poder de los partidos. Un 65 por ciento dijo que los partidos políticos tienen mucho o algo de poder para cambiar las cosas en México. •Participación en partidos. Sólo un 7 por ciento de los encuestados dijo haber formado parte de algún partido político. •Credencial. El 95 por ciento dijo contra con su credencial para votar. •Voto. Aunque el 81 por ciento

dijo en la encuesta haber votado en las elecciones de 2006, las cifras oficiales del IFE indican que sólo el 59 por ciento lo hizo. •Elecciones limpias. Sólo el 16 por ciento estuvo de acuerdo con el enunciado de que “las elecciones en nuestro país son limpias”. El 66 por ciento , en cambio, opinó que estaban “no de acuerdo ni en desacuerdo”. •Política complicada. El 52 por ciento estuvo de acuerdo con este enunciado: “la política algunas veces es tan complicada que las personas como usted no entienden lo que sucede” (SRE, SEGOB, GF, 2008). En síntesis: el ciudadano mexicano es desconfiado, desconfía de las instituciones, tiene poco interés en la política, es nacionalista, participa poco en política, es medianamente tolerante, vota en un relativamente alto porcentaje, está satisfecho con la vida, satisfecho con la democracia, pero sólo un 48 por ciento acepta que México vive una democracia, piensa que no se respeta el derecho de las personas, se duda que el voto sea respetado y el 52 por ciento piensa que la política es complicada”. En muchos casos, se da este desencuentro: los mexicanos tienen cierto nivel de conciencia de sus derechos, pero ignoran u omiten sus obligaciones.

Individualismocolectivismo

Otro grave problema es el individualismo exacerbado. La experiencia diaria nos enseña, que entre la gente domina un acentuado individualismo que se asocia al relativismo moral, a un laissez faire en el que cada quien busca, sin inhibiciones, el auto-interés. Hay personas que viven obsesionados con el “yo” y que olvidan el “nosotros”, lo cual vulnera el corazón de la sociedad. Una obscura ética modela la sociedad: una ética articula-

da por valores materiales y por el individualismo. El mismo conservador Edmund Burke hablaba de una “libertad social”. “La libertad que yo amo, decía, y a la cual pienso que todos los hombres tienen derecho, no es la libertad solitaria, desconectada, individual y egoísta. Como si cada hombre fuera a regular toda su conducta conforme a su sola voluntad. La libertad que quiero es la libertad social. Es un estado de cosas basado en igualdad de restricciones; un estado de cosas en donde la libertad de un hombre (o hombres) no puede atropellar la libertad de cualquier otra persona” (Dorrell, S. 2001:3). En el otro extremo están las formas de acción política colectivas que llegan a inhibir la libertad individual. Formas que se asocian con el populismo, el culto al líder, la adhesión fanática a ideologías, etc. En México se juntan esos dos extremos. México está, pues, lejos de contar con una ciudadanía políticamente educada. Del panorama antes expuesto se puede colegir que la educación de los futuros ciudadanos debe hacer énfasis en aspectos clave como estos: 1) Estimular el desarrollo autónomo de los ciudadanos; 2) Desarrollar el sentimiento de fraternidad y fomentar el valor solidaridad; 3) Motivar a los jóvenes para participar activamente en la vida política de su país; 4) Fomentar la tolerancia a la diversidad; 5) Dar a conocer los principios y valores de la democracia, destacando las ventajas que el régimen democrático tiene sobre otros; 6) Ofrecer conocimientos amplios sobre las instituciones políticas; 7) Enseñar a dialogar y a resolver conflictos pacíficamente y 8) Fomentar el respeto a la legalidad y el conocimiento de las leyes.

La familia

Las tres instituciones que pen-

samos pueden contribuir activamente a desarrollar buenos ciudadanos son la familia, la escuela y los medios de comunicación. La familia es un primer entorno de aprendizaje del individuo como parte de un grupo social; uno espera que la familia ofrezca libertad, respeto, cuidado mutuo, generosidad y sentido de pertenencia. Que enseñe las reglas de una “común humanidad”. Esto ocurre algunas veces, otras no. Suelen encontrarse familias patriarcales donde predomina el autoritarismo (Véase “El estado de las familias” en Guttman, E. 1987, 2001). Otras veces, los padres en vez de respeto enseñan a los hijos prejuicios (“no te juntes con esos niños que son protestantes”). Encontramos casos en donde las relaciones entre hermanos son de competencia y egoísmo, antes que de diálogo y afecto. En realidad, “a principios del siglo XXI, pareciera que las familias, tal y como las conocíamos desde la época de nuestros abuelos, están casi desapareciendo; presenciamos un aumento en la proporción de separaciones y divorcios, y también en el número de familias monoparentales, resultado de estas separaciones y una serie de reacomodos familiares como respuesta a la intensa emigración. Las familias actuales parecieran más frágiles y dislocadas. A ello se agregan los efectos de la transición demográfica, que se aceleró en las dos últimas décadas del siglo pasado” (Rabell, R. C. 2009:9). En fin, hay niños a quienes el destino niega la posibilidad de crecer en un ambiente familiar adecuado, que son separados del resto de infantes y crecen en medios material y moralmente pobres, disfuncionales, que destruyen tempranamente su inocencia. Desprovistos de la educación de una familia amorosa, habitan lugares en donde aprenden paradigmas morales dudosos, y anhelan la falsa camaradería de la pandilla y los símbolos materiales del éxito. Ellos no aprenden nada del “otro” y solo piensan en “ellos mismos” buscando satisfacer exclusivamente los deseos que emergen de sus mundos privados. No han aprendido a interactuar positivamente con los demás. Se trata de “almas perdidas”. El cinismo invade al mundo actual y el desprecio desdeñoso del prójimo erosiona la capacidad de cambiar el mundo. Falta tener confianza en los demás, la sociedad carece de cohesión. Domina entre nosotros el más crudo individualismo que se justifica, a veces, en nombre de la libertad. Pero la libertad, como decía Edmund Burke: “No es la libertad de individuos solitarios, desconectados y egoístas (como si cada hombre debe gobernar el total de su conducta siguiendo su sola voluntad). No. la libertad que yo amo, decía, es la libertad social. Es aquel estado de cosas en donde la libertad es garantizada por la igualdad de restricciones”. (Straw, J. et al, p. 3). (Continuará en el siguiente número) Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y director de la revista Educación 2000.


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el estado de la educación superior

Una historia sobre la educación laica y la educación socialista Enrique Condés Lara*

E

n octubre de 1931, a instancias de Plutarco Elías Calles, el licenciado Narciso Bassols (1897- 1959) quien era un distinguido intelectual abiertamente marxista, fue designado secretario de Educación Pública por el presidente Pascual Ortiz Rubio; en septiembre de 1932, fue ratificado en el cargo por el Gral. Abelardo Rodríguez, presidente interino, del que, incluso, fue secretario de Gobernación por un breve período, en diciembre de 1934. Posteriormente, el flamante presidente Lázaro Cárdenas lo nombró secretario de Hacienda, cargo en el que estuvo tan sólo siete meses puesto que su lealtad personal hacia el general Calles, lo hizo dimitir. “El general Cárdenas me ha pedido que siga en la Secretaría de Hacienda. Yo me he negado a aceptar por lealtad al general Calles”, le comentó a Jesús Silva Herzog1. No obstante, en noviembre de 1935 fue designado Ministro de México en Londres. En los treinta meses que se mantuvo al frente de la SEP, Bassols impulsó la enseñanza rural y normal, fundó las Escuelas Regionales Campesinas que combinaban la preparación de maestros con la capacitación agrícola, hizo cambios en las misiones culturales y reformó planes de estudio pero, antes que nada, afianzó el laicismo en la educación y combatió los colegios particulares confesionales que actuaban en flagrante violación de los ordenamientos constitucionales. En noviembre de 1931, explicó a la Cámara de Diputados: "La muerte del prejuicio religioso es, por fortuna, una consecuencia automática de la educación de las masas. Basta mostrarles con los rudimentos de la cultura, el absurdo del prejuicio religioso, para que vuelvan las espaldas a sus antiguos explotadores. Por ello la Secretaría de Educación Pública juzga que el mejor sendero para llegar a un resultado eficaz es el desarrollo intenso de la obra educativa. Convencida la Secretaría de que el opio religioso es un instrumento de sometimiento de las masas trabajadoras, cree también que la liberación económica de campesinos y trabajadores es otro factor decisivo para limpiar la conciencia de los hombres. Concretamente, la actitud de la Secretaría de Educación está determinada por el artículo 3º. de la Constitución, que establece una situación en materia educativa, que el clero ha tratado y tratará siempre de hacer desaparecer y que la Secretaría de Educación Pública se empeñará en realizar mediante todos los elementos a su alcance. Esta situación consiste, respecto a la educación primaria, en una prohibición absoluta de que haya enseñanza de carácter religioso; y

ESPECIAL

Narciso Bassols, intelectual marxista, pugnó por la educación laica, por considerar a la educación como catalizador social.

la Secretaría ha cuidado y cuidará siempre que no se burlen las prohibiciones de la Constitución en forma alguna"2. Organizaciones religiosas, grupos y prensa conservadores reaccionaron de inmediato realizando demostraciones publicas, publicando desplegados, propalando rumores, intentando huelgas y paros, etc. Era una afrenta que no podían permitir. Desde siempre, la Iglesia Católica se había reservado el derecho de educar espiritualmente a los niños y las asociaciones de padres de familia, por ella influidas, reivindicaban el derecho de los padres a decidir la educación que sus hijos debían recibir conforme a sus creencias. Apenas dos años y meses antes se había logrado un informal entendimiento con el Vaticano que dio fin a la guerra cristera y estaba en curso una sorda e implacable cacería de antiguos jefes alzados, frente a los ojos ciegos y oídos sordos de la Iglesia. En ese tiempo no podían ni los obispos ni los sacerdotes, ni ningún otro dignatario de la Iglesia, levantar abiertamente la voz contra la

puntual aplicación del artículo tercero de la Constitución. Aún así, Pascual Díaz, arzobispo de México, expidió el 17 de enero de 1932 una Instrucción pastoral en la que ordenaba a los padres de familia: “I.…abstenerse de enviar a sus hijos a las escuelas laicas secundarias. “II…preferir las escuelas católicas para lograr la educación cristiana de sus hijos. “III. Si por circunstancias especiales alguno de los padres de familia tuviere dificultades insuperables para cumplir con esas prescripciones, deberá exponer esas circunstancias a su párroco o a algún sacerdote de su confianza, quienes estudiarán el caso…” Y echaron por delante a padres de familia, a periódicos como Excélsior, a agrupaciones de comerciantes y diverso tipo de asociaciones, para revertir las disposiciones oficiales anunciadas. Pero Bassols, que contaba con el sostén presidencial, reiteró el 28 de julio de 1932, que no daría marcha atrás en el proyecto. El conflicto con conservadores y católicos escaló un nuevo

peldaño cuando la SEP inició estudios para incorporar la educación sexual en los programas escolares. Fue un nuevo bofetón para la Iglesia católica y las asociaciones de padres de familia para los cuales el tema era tabú. Soltaron nuevos rumores, algunos francamente descabellados, que algunos diarios dieron por ciertos y reproducían en sus páginas, y calificaron el proyecto de “complot comunista” para destruir la armonía social de México. El 30 mayo 1933, en primera plana el diario Excélsior, destacaba que, según la Unión Nacional de Padres de Familia, “hay influencia del comunismo”; que “la educación sexual es extremadamente peligrosa”; que “no es un problema de urgente resolución” y que “no es necesario que la imparta la escuela. En los diez mil años de vida probable que tiene la humanidad, ha bastado la serpiente paradisíaca para inspirarla”. A continuación, la nota decía: "El actual movimiento en favor de la educación sexual en las escuelas está favorecido por el comunismo (podemos comprobarlo y lo comprobaremos) para

alcanzar sus fines principales consistentes en la corrupción de la niñez y la juventud, en el desprecio absoluto por el padre y por la madre, en el establecimiento de las uniones sexuales libres y pasajeras, en la destrucción completa de la familia, en convertir a la escuela en un instrumento ciego del Partido Comunista, en el desquiciamiento de todas las instituciones morales y en el derrumbamiento definitivo de las naciones por el envilecimiento del individuo"3. Al día siguiente, avalando a la mencionada Unión Nacional de Padres de Familia, el editorial de Excélsior aseguró: "Lasociedadmexicana,mirada desde el aspecto moral, ha sufrido gravísimo quebranto, ya por efecto de nuestras discordias civiles, ya bajo el influjo de la corrupción que invade a todos los pueblos de la Tierra, ya por ambas causas. Pero nos queda incólume y limpia la niñez; nos queda, por fortuna, todavía. ¿Vamos con ella a hacer experimentos, despojándola de lo mejor que tiene: el candor, la pureza, la inocente sencillez que forman sus encantos?"4. En las semanas siguientes mantuvieron una escandalosa y desordenada controversia con la cual, más que debatir el asunto pretendían desacreditarlo fomentando estados de ánimo adversos, temores derivados de distorsiones de la información, prejuicios, morbos. El secretario de Educación Pública entonces, explicó: "Se provocó de esa manera una animada y violenta discusión periodística que reveló que desgraciadamente los opositores a la educación sexual, más que exponer razones, lo que hacen es repetir su negativa apoyándose fundamentalmente en prejuicios de índole religiosa y en una falsa moral que apoya la conducta en bases tan débiles como la ignorancia, el temor y la superstición". "(…) La escuela primaria debe proporcionar al niño un concepto completo del mundo y de la vida. Está obligada, so pena de no cumplir su misión social, a satisfacer todas las inquietudes que el ansia de conocimientos del niño suscita en su espíritu. Debe dar respuesta a todas las preguntas que hace espontáneamente, conforme el ser humano va desenvolviéndose. Sin aceptar supercherías que quieren fincar la moral en la ignorancia, la escuela debe encauzar todos los instintos del niño apoyándose en el claro conocimiento de los fenómenos de la naturaleza, de los hechos, vistos de un modo limpio y sano, sin mistificaciones gazmoñas ni anticipación morbosa". "La escuela deba dar, a su hora y en la justa medida, ni antes ni después de tiempo, una noción científica de cómo nacen y se reproducen los seres vivos. El tabú de la reproducción es un refugio de las supersticiones más primi-


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tivas, y mientras la escuela no llegue a vencerlos no habrá logrado eficazmente construir en la mente de las generaciones nuevas una noción racional, verdadera, y por lo tanto sana y moral de la vida"5. En este punto, Bassols también contó con el aval del presidente de la República, esta vez Abelardo Rodríguez, y con el de Calles, que era el hombre fuerte. “Me ha llamado profundamente la atención –dijo abiertamente a comienzos de 1934 el presidente de la República— que prensa que se considera seria, de acogida a versiones interesadas y publique dolosamente hechos o propósitos que pudieran dañar la reputación del Secretario de Educación Pública, con cuya labor se encuentra altamente satisfecho el Ejecutivo a mi cargo, y por tanto, lo respaldo en todos sentidos” 6. Aún así, Bassols consideró conveniente renunciar al cargo. En el texto de su dimisión, le expresó al presidente Rodríguez la conveniencia de salir de la SEP ante las campañas que señalándolo a él como responsable y problema, en realidad estaban orientadas en contra del Gobierno y la Constitución. “…mi salida de la Secretaría de Educación no obedece a distanciamiento o discrepancia de pareceres con el Presidente de la República…(por el contrario) agradezco la forma enérgica y rotunda en que me sostuvo usted a través de las numerosas dificultades suscitadas por los católicos, por la prensa reaccionaria, por algunos elementos de la propia Administración, por los políticos oposicionistas, por unos cuantos líderes magisteriales que se decían ser el magisterio mismo, por falsos estudiantes universitarios animados de tendencias mezquinas y por supuestos padres de familia, que no actúan por cierto como tales, sino como simples hijos de la Iglesia”, escribió. “Toda la animosidad de la Iglesia –añadió—, me hace pensar en la conveniencia de provocar con mi salida, que el clero y sus secuaces desenmascaren de una vez por todas sus propósitos y luchen abiertamente contra el Gobierno de la Revolución… Parece indispensable obligarlos a que levanten la puntería y disparen contra usted, contra nuestros principios, contra las leyes y tendencias que han nacido de la Revolución.” 7 La veracidad de sus afirmaciones se confirmó al ser designado de inmediato secretario de Gobernación. Su salida de la SEP, además, no representó el final de las políticas que impulsó. Eran parte de un proceso más general de reestructuración de proyectos y de recomposición de fuerzas que vivían los grupos en el poder. Concebían a la educación y a la escuela pública como catalizadores del cambio social, y las teorías socialistas les parecían apropiadas para darle sentido y proyección a sus propósitos. Del 3 al 6 de diciembre de 1933, se realizó una Convención Nacional del PNR en Querétaro con la finalidad de elaborar un plan de trabajo de seis años–PlanSexenal—arealizarpor el presidente que se elegiría en los comicios a celebrar el 4 de julio de 1934. Al llegar al punto del orden del día reservado a la educación, la

Alan Ortega

En pleno 2012, la lucha de religiosos radicales contra la educación laica en Nueva Jerusalén cobró notoriedad.

La muerte del prejuicio religioso es, por fortuna, una consecuencia automática de la educación de las masas. Basta mostrarles con los rudimentos de la cultura, el absurdo del prejuicio religioso, para que vuelvan las espaldas a sus antiguos explotadores" -Narciso Bassols,ante la Cámara de Diputados en 1931 comisión designada presentó un proyecto defendiendo el laicismo anticlerical en marcha. “La escuela primaria –señaló—, además de excluir toda enseñanza religiosa, proporcionará respuesta verdadera, científica y racional a todas y cada una de las cuestiones que deben ser resueltas en el espíritu de los educandos, para formarles un concepto exacto y positivo del mundo que los rodea y de la sociedad en que viven, ya que de otra suerte la escuela dejaría incumplida su misión social.” 8 Sin embargo, en la discusión dicha tesis fue criticada por insuficiente: “El laicismo –dijeron— es una enorme muralla contra la cual se estrellan los impulsos libertarios de la Revolución… es una de las tantas formas de los liberalismos ancestrales, uno de los aspectos anacrónicos del individualismo, ha sido la trinchera donde se fortifican los curas, los retardatarios y todos los enemigos de la emancipación popular.”9 Y luego de la intervención de varios oradores identificados con el ala radical del PNR, la plenaria decidió promover la educación socialista. Por unanimidad y entre ovaciones y aplausos, resolvió agregar al texto inicial: " ... El Partido Nacional Revolucionario propugnará por que se lleve a cabo la reforma del artículo 3º. de la Constitución Política Federal, a fin de que se establezca en términos precisos el principio de que la Educación Primaria y la Secundaria se impartirán direc-

tamente por el Estado o bajo su inmediato control y dirección, y de que, en todo caso, la Educación en esos dos grados deberá basarse en las orientaciones y postulados de la Doctrina Socialista, que sustenta la Revolución Mexicana". 10 Algunos protagonistas y autores han dicho que tal acuerdo fue resultado de la oratoria impulsiva y demagógica de los delegados que intervinieron en el debate. La verdad es que fue expresión del intenso reacomodo de fuerzas e ideas que se desarrollaba en el PNR. El general Abelardo Rodríguez estuvo entre los que no compartieron la decisión. El 21 de diciembre de ese año, envió una misiva al coronel y senador Carlos Riva Palacio, presidente del PNR, exponiéndole sus objeciones para reformar el artículo tercero en el sentido aprobado por la Convención del PNR. “Es mi opinión sincera –aseguró— que la modificación que se introdujo en Querétaro al proyecto de Plan Sexenal, pretendiendo establecer imperativamenteennuestraCarta Magna el principio de la enseñanza socialista, es uno de los errores cometidos quizá de buena fe y con el propósito de establecer un principio avanzado, pero que resulta inadaptable a nuestras realidades e impracticable en la vida de la colectividad mexicana.” 11 Sin embargo, en los estados de Veracruz, Yucatán, Michoacán y Tabasco, estaba ya inscrita la educación socialista en sus constituciones locales, y tanto Calles, “jefe máximo”, como Cárdenas,

candidato presidencial del PNR, apoyaron la nueva orientación educativa. El 20 de julio de 1934, en la ciudad de Guadalajara, Plutarco Elías Calles habló de un nuevo período de la Revolución y la necesidad de conquistar la conciencia de la niñez y de la juventud (“apoderarnos”, fue el término que uso) y subrayó: "Es absolutamente necesario sacar al enemigo de esa trinchera donde está la clerecía, donde están los conservadores; me refiero a la educación, me refiero a la escuela". "Sería una torpeza muy grave, sería delictuoso para los hombres de la Revolución, que no arrancáramos a la juventud de las garras de la clerecía y de las garras de los conservadores; y desgraciadamente la escuela en muchos estados de la República y en la misma capital,estádirigidaporelementos clericales y reaccionarios". 12 Por su parte, Lázaro Cárdenas, expresó en una concentración obrera a favor de la educación socialista: "…La escuela socialista caminará en una escala social sin interrupción que parte del jardín de niños, pasa por la escuela rural hasta la escuela técnica y universitaria, creando y manteniendo un estrecho vínculo de solidaridad entre las nuevas generaciones y la clase misma de los trabajadores. Uniendo al niño, desde niño y al joven, con los centros de trabajo, con el campo y con el taller".13 Arrolladoramente(apesardelas objecionesdelpresidenteAbelardo Rodríguez),el10deoctubrede1934 el Congreso de la Unión aprobó la educación socialista. El texto constitucional, que se mantendrá hasta diciembre de 1946, fue: La educación que imparta el Estado será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y ac-

tividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social. Se reformaron planes y programas de estudio para dotarlos con una visión de la historia y la sociedad basada en la idea marxista de la lucha de clases que, en el caso de este país, rescataba la originalidad de la nacionalidad mexicana, subrayaba su valor frente a múltiples acechanzas extranjeras, colocaba en el centro del progreso al pueblo y anticipaba su redención, vía realización de las metas de la Revolución Mexicana, en un estadio de civilización llamado socialismo. Paradójica situación. Mientras que por un lado, el Partido Comunista de México, expresión política organizada del marxismo leninismo, era una corriente marginal en el concierto político nacional, daba reiteradas muestras de incapacidad para descifrar la realidad del país desde su específicos códigos ideológicoculturales y se encontraba ilegalizado y perseguido, por otro lado, simultáneamente, el marxismo, en tanto visión de la historia y modelo de reestructuración social se abría camino en los terrenos de la cultura y la educación, y con el aval de fuerzas emergentes de bloque gobernante, modelando pensamientos y dejando impronta en instituciones nuevas. 1

Jesús Silva Herzog: El hombre y el político.

Narciso Bassols, Obras. FCE, México, 1964. p. XIII. 2

Narciso Bassols: La reglamentación del ar-

tículo 3º. Constitucional. Obras. FCE, México, 1964. p. 119. 3

Es Adversa la Opinión de los Padres a la

Educación Sexual Impartida por los Profesores. Excélsior, México, 30 de mayo de 1933. pp. 1 y 7. 4

El Crimen de la Educación Sexual. Editorial

de Excélsior. México, 31 de mayo de 1933. p. 5. 5

Narciso Bassols: Sobre la educación sexual.

Obras. FCE, México, 1964. pp. 288-289. 6

Respalda a Bassols el Presidente. Excélsior,

México, 10 de enero de 1934. p. 1. 7

Narciso Bassols: Renuncia al cargo de se-

cretario de Educación. Obras. FCE. México, 1964. pp. 304 -308. 8

II Convención Nacional Ordinaria del PNR:

Lectura de las modificaciones propuestas por la comisión al proyecto de Plan Sexenal. Historia Documental del PNR/PRM/PRI, T. 2. Instituto de Capacitación Política, México, 1981. p. 90. 9

II Convención Nacional Ordinaria del PNR:

Discusión del capítulo de educación. Historia Documental del PNR/PRM/PRI, T. 2. Instituto de Capacitación Política, México, 1981. p. 121. 10

II Convención Nacional Ordinaria del PNR:

Discusión del capítulo… p. 125. 11

La carta completa se encuentra en, Fran-

cisco Javier Gaxiola: El presidente Rodríguez (1932-1934). Editorial Cultura, México, 1938. pp. 305-311. 12

Citado por Alfonso Taracena: La verdadera

revolución mexicana (1932-1934). Porrúa, México, 1992. p. 403. 13

Lázaro Cárdenas del Río: Mensaje del pre-

sidente electo de la República sobre la escuela socialista (28 de octubre de 1934). Palabras y documentos públicos (1928-1940). T. 1. Siglo XXI editores, México, 1978. p. 137.

Investigador de tiempo completo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y autor de varios libros.


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Ivan Illich en la “hechura”de Javier Sicilia Yolanda Gayol

E

l controvertido pensador austriaco Ivan Illich, fallecido en 2002, continúa ejerciendo su influencia entre los grupos críticos de la sociedad, en cierta medida, gracias a Javier Sicilia. A raíz de la estimulante experiencia académica en mi interacción con Illich en PennState University, entre 1995 y 1998, decidí entrevistar a Sicilia cuando arribara a la Ciudad de Washington DC, donde culminaría el viaje de la Caravana por la Paz, la Justicia y la Dignidad. Alrededor de 115 mexicanos fueron recibidos en la iglesia episcopal de San Esteban, por voluntarios de diversas comunidades eclesiales, semejantes quizás a aquellas que en los setenta y ochenta impulsaron el movimiento de teología de la liberación en todo el mundo. Illich nace en Viena, en 1926 y, cuando tenía tres meses, fue enviado con sus abuelos paternos a Dalmacia. Desde entonces, su vida sería la de un eterno trashumante. Durante su infancia pasaba una parte del tiempo en Dalmacia con los abuelos paternos, luego iba a Viena con su abuelo materno y posteriormente se trasladaba a Francia, donde vivían sus padres. Illich realizó estudios de filosofía y teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. También hizo un doctorado en Historia en Salzburgo. Posteriormente solicitó que lo asignaran como sacerdote de una iglesia neoyorkina en la calle 175, que es el barrio de los inmigrantes puertorriqueños. Ahí permaneció por cinco años, hasta ser ser nombrado vicerrector académico en la Universidad Católica de Puerto Rico, donde permaneció también por cinco años. Al término de su vicerrectorado, Ivan Illich estableció su residencia en Cuernavaca, lugar desde el que formó intelectuales críticos de todo el mundo a través del Centro Intercultural de Documentación (CIDOC). Entre las ideas que cuestionó en ese y otros foros se encuentran: la burocratización de la educación, a través de La sociedad desescolarizada, la perversión de los valores de la medicina mediante Némesis Médica, la inequidad del capitalismo analizada en El trabajo fantasma, y la tecnocracia, mediante Herramientas para la convivialidad. El lunes 10 de septiembre arribó Sicilia a la iglesia de San Esteban y le manifesté mi interés de entrevistarlo. Cuando llegó mi turno, Sicilia estaba sentado en el escalón de la iglesia, rodeado de adeptos y curiosos, quienes conversaban ruidosamente sobre sus propios temas. En medio de ese bullicio sólo pude hacer tres preguntas. YG. Los medios han dado una gran cobertura a la labor social

AP

Ivan illich, pensador austriaco cuyas ideas siguen teniendo eco entre los grupos críticos de la sociedad.

Yo siempre he creído que el pensamiento de Illich, su crítica a las instituciones, a la modernidad nacen de una intuición espiritual y teológica, que tiene que ver con la revelación o develación del amor que trae Cristo al mundo, y su degradación” que esta realizando pero se conoce poco sobre su biografía intelectual. Me gustaría que en primer lugar nos comentara el desarrollo de sus intereses personales. ¿Cómo surgieron? Esa es una pregunta muy difícil. Uno es fruto de muchas cosas y de muchos autores, de muchos amigos y realmente uno podría decir poco, o podría escribir un libro entero para hablar de esa construcción intelectual, pero digamos que hay muchos cruces. La poesía, la mística. . . los grandes políticos como Gandhi o Martin Luther King. Es esa tradición espiritual que atraviesa la política en el siglo XX. Filósofos como Illich, Jacques Ellul y Lanza del Basto y teólogos como San Juan de la Cruz, Santa Teresa. Los poetas también como San Juan de la Cruz y Santa Teresa. . . Saint John Perse, Valerie, Elliot, Celan. . . tantos cruces en la vida de uno que lo van formando, lo van decantando hasta incorporarlos a su ser pues, y aprender de ellos para darle sentido al ser que uno es. Novelistas y filósofos también como Albert Camus, quien para mi ha sido un pensador muy importante. De todo esto esta hecho uno. De lo que le dejo mi padre también quien me enseñó la poesía y me enseño a Cristo; mi madre que me enseño Gandhi, a amar la justicia, y amigos en-

trañables, poetas que me han dado algo, compañeros de viaje que me han dado algo. . . tanta gente a la que hay que agradecer lo que uno es. YG. Se que Usted es uno de los difusores más importantes del pensamiento de Ivan Illich. En ese sent ido me g ustaría centrarme en las ideas que lo han inspirado y en su interés por este filósofo. Illich es un pensador muy complejo. Muy difícil de asir o de definir. Yo siempre he creído que todo su pensamiento, su crítica a las instituciones, a la modernidad nacen de una intuición espiritual y teológica, que tiene que ver con la revelación o develación del amor que trae Cristo al mundo, y su degradación; de hecho su último libro que surge de una entrevista para la radio canadiense llevan un titulo inquietante. Lleva un epígrafe Paul Celan, un poeta que él admiraba mucho que se llama Los ríos al norte del futuro. Un subtítulo que dice “La corrupción de lo mejor es lo peor”; una frase de San Jerónimo. Para Illich, el gran mal que estamos v iv iendo tiene que ver con la corr upción de la caridad. La corrupción de la caridad, de lo mejor que tiene el mundo, es un abismo de mal. En el sentido que estas sociedades de servicio han perdi-

do de vista la proporción del hombre y sus v íncu los carnales y sus vínculos de posibilidad, para volverse sujetos administrables y esclavizados por las instituciones de servicio, que siempre se basan en el recurso del dinero, las cuales t ienen aparentes bondades pero que es una corrupción de la caridad. Lo inverso negativo del amor al prójimo. Es un tema que habría que desarrollar, usted lo sabe bien no? a lo largo de cursos y cursos. YG. ¿De que manera Illich y este esfuerzo social internacional que esta haciendo por la paz, la convivencia y la recuperación de nuestra tierra. . .¿Tiene alguna vinculación su interés por la paz; se entrecruza su interés por Illich con su presente por lo que esta pasando? Si, pues hemos hecho esto que es volver a la proporción que borro la guerra contra las drogas, que es el ser humano. La guerra contra las drogas ha generado mucho dolor. Se ha sumido en el desprecio al ser humano, en abstracciones, en borramiento; algo que claro que esta presente en el pensamiento de Illich. El mundo moderno vuelve cifras a los seres humanos. Los vuelve instrumentalidades al servicio de maximizaciones de capital. Y nosotros hemos puesto otra vez su dignidad en el centro de la vida política y humana. Y en el fondo está una critica a la economía y ese uso del dinero como centro y fundamento de las sociedades de servicio que han vuelto a los seres humanos instrumentalidades al servicio de los capitales. Todo ese pensamiento, toda esa

reflexión está de fondo, está debajo de la punta del iceberg de lo que ha sido el discurso político del movimiento. YG. Usted ha planteado en una conversación informal hace unos momentos que Illich tiene más vigencia ahora que en el tiempo en el que vivió y ello se manifestaba en varias dimensiones de este pensador. Cuales son estas dimensiones? JS. Creo que todo lo que Illich profetizó al criticar las instituciones y esos tres modelos que son la energía la escuela y la medicina, así como los grados de degradación humana que esas instituciones, que son aparentemente buenas, inducen, porque como ya dijimos, son fruto de la corrupción de la caridad. Las predicciones hechas de seguir esa ruta, llevan a la devastación de lo humano y en este momento son más certeras que nunca. La ruta de salida que planteó Illich son la autonomía, la defensa de las culturas. Estas ideas son más vigentes que nunca. En ese sentido, Illich fue un profeta de la desgracia pero también un profeta que marca una ruta para salir de esa desgracia. Por ello sostengo la vigencia de Illich. Sus predicciones se han cumplido en forma terrible pero también sus caminos de salida se marcan como un derrotero para escapar de lo que se puede escapar; de la ruina que ha generado la corrupción de esta caridad. YG. Pues muchísimas gracias por concederme esta entrevista. Sicilia ha puesto a un lado su vida como profesor y poeta pero las huellas de su trabajo académico están aún frescas. Nacido en 1956 en la Ciudad de México ha elegido Cuernavaca, como su lugar de residencia donde se desempeña como profesor de literatura, estética y guionismo en la Universidad Lasalle. Ha sido acreedor al reconocimiento La persona del año (2011) de la revista Time de los Estados Unidos; al premio nacional de poesía de Aguascalientes (2009); y el premio Ariel por el mejor argumento escrito para cine (2000). Entre sus libros de poesía se encuentran: Vigilias (2000), Trinidad (1992), Oro (1990), La presencia desierta (1986), Permanencia en los puertos (1982). Asimismo ha participado en la fundación de las revistas Conspiratio, El Telar e Ixtus en las cuales han promovido el pensamiento de Illich. Sicilia también contribuyó a reunir la obra dispersa de este intelectual radical, la cual fue publicada en dos voluminosos tomos por el Fondo de Cultura Económica. Sicilia es entonces, no solamente un luchador social, sino un académico crítico que mantiene vivo el legado de Illich. Bien por ello.



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¿Universidades lectoras? ESPECIAL

Juan Domingo Argüelles*

T

odavía hay bibliotecarios que se ofenden cuando, en los congresos, algún colega señala o recomienda que —para hacer más eficazmente su trabajo— tendrían que ser bibliotecarios lectores. Algunos reaccionan incluso airados: “¡Cómo que lectores! ¡Si los bibliotecarios leemos todo el santo día!” Otros argumentan que tienen tantos asuntos que atender que no les queda tiempo para otra cosa, pero que, de cualquier forma, leen todo lo que tiene que ver con la biblioteca. En ambos casos, independientemente de las reacciones (airadas o no), lo que no se ha comprendido del todo es que no se puede trabajar con libros, entre libros, por los libros y para los lectores y usuarios y únicamente leer sobre bibliotecología o biblioteconomía, es decir exclusivamente sobre la especialidad. Es como si un editor sólo leyera de ediciones (los hay por supuesto) o como si un ingeniero sólo leyera de ingeniería (y también los hay, y en abundancia). En otras palabras, es importante que los bibliotecarios sean también lectores que diversifiquen sus conocimientos, amplíen sus intereses lectores y fortalezcan su cultura general. Pero no sólo ellos. Todos tendríamos que hacerlo, pues el fenómeno es exactamente el mismo en prácticamente todas las carreras con los universitarios y en las universidades. Durante mucho tiempo se pensó que lo que más se hacía en las universidades era leer. Ya no es fácil sostener este optimismo equívoco. La verdad es que lo que más se hace en las universidades (y en todos los niveles previos de la educación) es estudiar para los exámenes. Y bien sabemos que estudiar no es lo mismo que leer, aunque para estudiar tengamos que leer. Muchas universidades públicas, como la Universidad Veracruzana, la Autónoma de Aguascalientes, la Universidad de Guadalajara y la Autónoma del Estado de México (de éstas me consta plenamente), comenzaron a preocuparse por este problema y, por principio, aceptaron (como acepta su mal un enfermo o su debilidad un adicto) que, en una enorme proporción, los universitarios “no leen”. Este diagnóstico no quiere decir que los universitarios no lean sus apuntes de clase, o los libros o capítulos de libros que deben leer para cursar satisfactoriamente sus materias y, con ello, sacar sin contratiempos su carrera. No. Lo que quiere decir es que no leen nada más que eso, que es bastante poco o casi nada. Con Internet las cosas se facilitaron o se complicaron para la formación intelectual, según se vea. Mucha de la cultura universitaria, hoy, está hecha de fragmentos. Y no hay nada más

f rag mentado que Internet. Es el paraíso de los fragmentos y, por tanto, de la cultura fragmentada y fragmentaria. Muchos universitarios saben algo sobre Aristóteles, Platón, Nietzsche, Hegel, Rousseau, Heidegger, Kant, Benjamin, Sartre, Bettelheim, Propp, etcétera, no necesariamente porque hayan leído libros de estos pensadores, sino porque en la red hay una montaña de artículos y ensayos de interpretación sobre ellos. Basta poner el buscador de Google en “Nietzsche” y encontrar más de 35 millones de resultados. ¿Pero cuántos han leído realmente a Nietzsche y no lo conocen sólo de oídas o por referencias? Algunos creen incluso que ya ni vale la pena leerlo. ¿Para qué fatigar El nacimiento de la tragedia, Humano, demasiado humano, La gaya ciencia, Más allá del bien y del mal, Así hablaba Zaratustra, Ecce Homo, El Anticristo, etcétera, si ya hay artículos de tres páginas y ensayos de veinte que nos dicen “todo” lo que vale la pena saber sobre su autor? Eso sí, hay quienes hablan de lo que dijo Habermas sobre Nietzsche, porque Habermas es “actual” y está de moda, y porque conocer sus ensayos da más prestigio o más caché —en el bluff interpretativo— que leer directamente a Nietzsche y sacar las propias conclusiones. Lo cierto es que debería haber más que Habermas. Lo bueno sería que ComteSponvillenoshicieradescubrir,por ejemplo, a Spinoza, Montaigne y Alain,peronoúnicamentedeoídas (paradecirloqueComte-Sponville dice de ellos), sino por trato directo, paraqueconversemosconesosautores a través de sus libros, luego de queComte-Sponvillenoshahecho

Claro que los universitarios leen todo el tiempo... para hacer una tarea o pasar un examen, pero no es lo mismo que leer para añadir algo más a su vida. Leer por antojo, por gusto el grandísimo favor de facilitarnos el acceso a ellos. Dado que Habermas nos facilita a Nietzsche, ¿por qué tendríamos que quedarnos con Habermas? Debe, sin duda, haber más. Internet, que es una herramienta maravillosa y que, además potencia el libro y la lectura, también puede ser el mayor lugar de holganza para los perezosos que, de todos modos, tampoco leen libros en papel. Pican aquí, pican allá; de aquí sacan esa poquita cosa blandengue, insípida, y de más allá otro breve bocado de cosa masticada (interpretada), y ya con eso tienen para aprobar la materia y blofear en twitter o tuitear en bluff. Está probado que quienes no leen libros en papel tampoco lo hacen demasiado en la pantalla. Y lo contrario también es cierto: quienes más libros leen en el Kindle es porque leen bastante, también, en papel. Y bien sabemos que leer es cosa de alfabetizados, de estudiantes, de universitarios, de profesionistas y, por tanto, en general, de privilegiados. Y podemos decir que el 99 por ciento de los universitarios son privilegiados si establecemos la relación con aquellos que no son ni alfabetizados, ni estudiantes,

ni universitarios, ni profesionistas. Por muy mal que estén, diría Gabriel Zaid, están mejor que los demás: pueden comprar libros o acceder a bibliotecas, disponen de tiempo para leerlos, tienen resueltos muchos problemas del día a día (sobre todo si son estudiantes universitarios y viven en casa de sus padres y no hacen otra cosa que ser universitarios), comparten entre ellos inquietudes intelectuales, gozan de ocios, etcétera. Y, sin embargo, muchos de ellos no leen; únicamente “estudian”. “¿Pero a qué horas leo si me la paso estudiando?”, pregunta indignado un estudiante a quien la lectura de libros no le hace gracia. Es una forma fácil, torera, de salir por peteneras. Otra vez, Gabriel Zaid es enfático y acertado: “Ninguna persona debería recibir un título universitario (de cualquier especialidad) si no es capaz de escribir el resumen de un libro”. Si optamos por la verdad y la decimos sin ambages, habría que afirmar que si la inversión en las universidades públicas no consigue, entre otras cosas principales, formar lectores autónomos, el gasto no deja de ser, en una buena proporción, un desperdicio, pues, siendo así, los universitarios ten-

drían que regresar, a aprender a leer, a la primaria. Pero lo dramático es que tampoco la primaria (ni la secundaria, ni la preparatoria) forma lectores. Para esto (piensan los profesores, acordes con el “pensamiento” del sistema educativo), las personas tendrían que ir a la universidad. Y, si ahí tampoco se lee, el círculo vicioso nunca se rompe. Por eso no queda otra alternativa que romperlo. Puesto que la educación básica, en México, está en manos de un sindicato que se opone a cualquier modificación (porque cree que lo momificado no debe ser modificado) y de una secretaría que cree que debe modificar todo (pero únicamente bajo los preceptos empresariales de la OCDE), lo que tenemos es un escenario dramático en el que los preuniversitarios no leen (es decir, no son lectores autónomos) porque, en los pasos previos de su educación, nunca la lectura fue una prioridad, y llegan a la universidad a seguir cultivando con afán su “hábito de no lectura” y justificándose con el argumento de que están muy ocupados en estudiar, es decir muy atareados en no leer. ¿Universidades lectoras? Sí. No existe otra solución que cambiar el esquema, en las universidades, para que los universitarios lean. Crear y alentar programas de lectura en las universidades, como ya se hace en algunas, más allá de las reacciones de los susceptibles que exclaman extrañados cuando no ofendidos: “¡Pero si sabemos leer y leemos! ¡Es lo único que hacemos! ¡Todo el tiempo estamos leyendo!” Que lean para aprobar los exámenes no es lo mismo que lean para añadir algo más a su vida, para agregar a su existencia (y a su profesión) mayores capacidades y experiencias. No hay nada más contradictorio que un universitario que no lee o que únicamente lee cuando hay que hacer tarea o cuando tiene que examinarse. En este sentido, quienes leen El Libro Vaquero y Sensacional de Traileros les ponen la muestra: apenas son alfabetizados, pero leen porque se les antoja, porque les gusta, porque disfrutan y se complacen y se solazan en la palabra y en la imagen; porque necesitan otras experiencias que no sean los deberes, pero no porque tengan que hacer tarea o presentar exámenes. Por supuesto, en general, no son universitarios. Bueno, en el mejor de los casos, ojalá no lo sean, pues el mayor fracaso de la educación mexicana sería comprobar que se ha preparado a las personas para que alcancen la plenitud de sus expectativas culturales con el Sensacional de Traileros. Poeta, ensayista, editor, promotor de la lectura y especialista en cultura escrita. Sus más recientes libros: Escribir y leer con los niños, los

adolescentes y los jóvenes (Océano, 2011), Estás leyendo... ¿y no lees? (Ediciones B, 2011), Lectoras (Ediciones B, 2012) y Antología general de la poesía mexicana (Océano/Sanborns, 2012).



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Los caminos abiertos del 68

ENRIQUE ORDÓÑEZ

Hace más de cuatro décadas que estudiantes mexicanos se manifestaron, inconformes y enojados, contra un régimen antidemocrático y monolítico que los excluía social, política y culturalmente. Los ecos de sus quejas continúan escuchándose hasta hoy El movimiento de 1968 fue un esfuerzo ilustrado, libre, independiente y auténtico de los jóvenes que tomó cuerpo político y por sorpresa al Estado.

Carlos Calderón Viedas*

E

ste dos de octubre se habrán cumplido 44 años de la acción criminal con la que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz respondió a las demandas que enarbolaba el movimiento de estudiantes universitarios y politécnicos, principalmente de la Ciudad de México. La Plaza de la tres Culturas, en Tlatelolco, en la capital del país, fue el escenario del infausto acontecimiento, ofrenda trágica que el autoritarismo represivo rendía a los intereses coludidos de la familia revolucionaria y la oligarquía mexicana. Por cerca de cuarenta años un solo partido, bajo diferentes nombres pero con una membrecía hereditaria por línea presidencial, había tenido en sus manos las riendas del poder político en México, lapso en el que fue involucionando hasta volverse un remedo de lo que decía ser. Sus más caros lemas programáticos como Soberanía Nacional, Justicia Social, Estabilidad Económica, Orden, Libertad, Democracia se volvieron palabras huecas que a muy pocos convencían, eso no significaba, empero, que serían echadas al arcón del olvido por lo que continuaron aderezando el discurso del PRI por varios años más. Es más, fueron esos iconos con los que se justificó la matanza de estudiantes en aquella fatídica tarde. Pero también era tarde, el PRI estaba desnudo desde tiempo atrás. El movimiento del 68 era la prueba más rotunda: Masiva expresión de inconformidad y enojo contra un régimen excluyente en lo social, político y cultural. Paradoja de un parti-

do que se había autoproclamado vehículo de la modernidad y termina siendo un obstáculo de la misma. Las contradicciones económicas y sociales, la antidemocracia y el monolitismo cultural eran las figuras cada vez más expansivas que dibujaban el imaginario social de los sectores medios y de segmentos de la población más educados. El 68, podemos decirlo, fue un esfuerzo ilustrado, libre, independiente y auténtico para modernizar el país, más allá de la tutela autoritaria y cerrada y más acá de las deliberaciones abiertas y democráticas. El pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga marca precisamente la frontera entre una y otra cosa. Desde Francisco I. Madero México no había vuelto a sufrir una convulsión social y política por causa de la democracia. Los sucesivos gobiernos autoritarios y los frecuentes fraudes electorales cometidos por el PRI —y sus antecesores—, habían resignado a la población a una suerte de fatalidad. En la víspera de unas olimpiadas y con el anuncio de un Mundial de futbol en dos años más, nadie podía esperar que los espíritus democráticos ensombrecieran los fuegos artificiales del desarrollo estabilizador y de la parafernalia deportiva. Pero no fue así. El anhelo juvenil tomó cuerpo político y agarró por sorpresa a un Estado intolerante y providencialista. Nunca pudo escapar del trance, y no es que no tuviera experiencia en cómo tratar a los disidentes —en el pliego petitorio había demandas de libertad a los presos políticos, defenestrar policías y derogar el delito de disolución social—, sino que una cosa era agredir a campesinos

Por más de cuatro décadas el espíritu del 68 languideció dentro del alma juvenil conmemorándose anualmente su efemérides como simple ritual; pero en el marco del proceso electoral del 2012, algo sucedió y obreros, encarcelar a líderes sociales y políticos, que reprimir masas de estudiantes conscientes, organizadas, valientes e independientes de los enemigos tradicionales del régimen. La desazón no pudo ser resuelta y el gobierno terminó golpeando, encarcelando y matando a su juventud estudiantil. Y digo juventud porque aún cuando fueron centenares los caídos por las balas mortales del ejército, la cifra simboliza a todo un sector de la sociedad en su conjunto.

1968 y sus vertientes externas e internas

El 68 ha sido analizado en múltiples artículos, ensayos y libros redactados por actores del movimiento, periodistas, académicos y escritores de toda talla. Regularmente es alrededor del aniversario del dos de octubre cuando se ventilan profusamente pormenores y análisis generales de este histórico episodio. En las líneas expositivas predominan las que atribuyen a factores internos el origen profundo del movimiento, pero igual se refieren al contexto externo en el que se desenvolvió. Desde luego que voceros y autoridades de la

época no dejaron de subrayar la vertiente conspirativa extranjera, como parte de la guerra fría que sostenía el mundo occidental, encabezado por Estados Unidos, contra el bloque socialista y su satélite cubano a escazas millas náuticas de nuestra costa atlántica. Imposible olvidar el exabrupto de Gustavo Díaz Ordaz cuando, a punto de abordar el avión que lo llevaría a España a asumir el cargo de embajador en ese país, reprende a un joven reportero diciéndole que la libertad que gozaba —con sus preguntas— se debía a las decisiones que tomó en el 68 siendo presidente. Por cuanto a las explicaciones surgidas desde las filas del movimiento, el 68 mexicano fue enmarcado dentro de un fenómeno mundial de variadas características pero con un rasgo común, los actores principales eran jóvenes estudiantes quienes en aparente sincronía blandían demandas y consignas en contra del status quo de cada lugar. Haciendo a un lado las versiones maniqueas con las que se quiso descalificar los movimientos, nos parece que es posible encontrar puntos de contacto entre

las revueltas de ese año axial: La guerra fría y la sensación de vivir al borde de una nueva conflagración mundial, las luchas anticoloniales que se libraban en los países del Tercer Mundo que sufrían serios problemas de desigualdad, marginación y pobreza, la asfixia cultural que padecían los sectores ilustrados no sólo en las metrópolis sino también y aún más agudos en la periferia del planeta, eran algunos de los elementos del telón de fondo de un explosión juvenil universal que no limitó efecto alguno. Libertad fue la palabra más escuchada en los lados de Europa, Estados Unidos y América Latina, pero con ecos expansivos hacia África, Oriente Medio y lo que fue el bloque socialista.

El espíritu del 68

El 68 fue una explosión social masiva, crítica, libertaria y por ende democrática, en todas las partes que ocurrió. Este fue el espíritu que tomó forma de varios modos. Es decir, el 68 se vivió según las circunstancias de cada lugar. En ciertos países las demandas de igualdad o de libertades políticas tuvieron mayor prioridad que las de tipo cultural o de paz mundial, las consignas emanadas de un espíritu juvenil común en algunos casos tocaban el corazón de un régimen, pero en otros no alcanzaban a poner en predicamento al sistema, aún rompieran con cierto orden y reglamentos. El ejemplo incuestionable del contraste en las reacciones que el 68 provocó en los estados nacionales fue el mexicano. La insana crueldad con la que el gobierno diazordacista respondió, exhibió a un Estado vaciado de cualquier mínima dosis de legalidad, legitimidad y cordura.


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El sacrificio y el heroísmo de los estudiantes del 68 no fueron en vano. Las semillas de libertad, igualdad y democracia quedaron sembradas, en los años siguientes las demandas volvieron a ser enarboladas de una u otra forma. Se ha vuelto lugar común entre los analistas señalar que la democracia incompleta que tenemos detonó con el movimiento estudiantil de aquel año. Mucho del antiguo régimen ha cambiado. El monopartidismo ya no existe. El equilibrio de poderes cumple un cierto juego. La pluralidad política es una realidad. El presidencialismo está acotado, pero quien diga que ya no actúa comete un error de apreciación. El 68 como fuerza social perdió todo su dinamismo, como lección siguió siendo un libro abierto. Las páginas subsecuentes, algunas importantes (el movimiento de 1971 en la UNAM en contra del aumento de las cuotas de ingreso, la huelga general de 1999 que paralizó a la Universidad Nacional por todo un año, igual como pretexto del incremento de las cuotas, las huelgas de los años 70 en las universidades de provincia, entre ellas las de la Universidad Autónoma de Sinaloa, más otras movilizaciones que con justicia se pueden calificar herederas del 68), no tuvieron, sin embargo, el alcance y significado histórico que logró la revuelta de aquel año. Por más de cuatro décadas el espíritu sesentayochero languideció en los meandros del alma juvenil, la efemérides de la heroica protesta se cumplía con las conmemoraciones anuales, ritos en los que el eco de las voces del año axial se confundía con las proclamas presentes de los mismos actores pero con más edad a cuestas. Pero algo nuevo ocurrió en los días que corren.

recepción que los de casa dieron al invitado. Los gritos de maniquí televisivo, asesino y títere de Carlos Salinas, descompusieron el escenario e hicieron hacer sentir incomodo y molesto al malquerido visitante. En la parte de las preguntas del público el candidato ya no pudo controlarse, ocurrió cuando fue cuestionado sobre la responsabilidad que tuvo como gobernador del Estado de México en el caso Atenco, comunidad que fue violentamente reprimida, violadas algunas de sus mujeres y encarcelados líderes y gente del pueblo por la policía mexiquense, Peña Nieto respondió con palabras y tono que, de inmediato, hicieron recordar el estilo seco y amenazante de Díaz Ordaz. La salida del candidato del campus universitario fue peor que la entrada, escabulléndose por los pasillos del plantel y escondiéndose en los baños. El

creencias, etcétera. A los 131 que inician el movimiento se sumaron otros que, simbólicamente, se hicieron llamar #YoSoy132. El signo de gato es relevante, en el lenguaje digital del twitter es un hashtag, una especie de contenedor que en la red social agrupa los mensajes que comparten un mismo tema. En algunos momentos el número de mensajes alcanzó volúmenes de tráfico a nivel mundial. Campañas y discursos de candidatos no quedaron ajenos al impacto que la rebeldía juvenil de unos cuantos muchachos había provocado. No obstante que #YoSoy132 se declaró apartidista y no estar comprometido con ningún candidato, nunca ocultó su rechazo al PRI y a su candidato. Partido al que probablemente esta nueva generación no había conocido en funciones de gobierno a nivel nacional, pero que en la memoria histórica, de uso GUILLERMO PEREA

#YoSoy132

En el marco del proceso electoral de 2012 surgió inopinadamente una expresión juvenil contestataria dentro del recinto de la Universidad Iberoamericana, institución de educación superior de carácter privado comandada por la cofradía religiosa jesuita. El hecho sucede cuando el candidato del PRI a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto, acude a un encuentro con los estudiantes iberos en la mañana del 11 de mayo, como parte de sus actos de campaña. El clima de la víspera no favorecía al invitado puesto que ya era evidente que entre los jóvenes estudiantes, en general, el priista no gozaba de buena aceptación. Por razones que en otro momento expuse — Politeia números 62 y 63 de junio y julio, respectivamente—, en Peña Nieto se veía el regreso del priismo más retrogrado que se tenga memoria, su triunfo representaría, según la imagen que la población más educada le creó, el regreso de las viejas prácticas autoritarias y corruptas que el viejo PRI en el gobierno mostró sin recato alguno. El desarrollo del encuentro entre el candidato y los estudiantes fue tenso debido a la agitada

El movimiento #Yosoy132 ha cobrado un alcance y significado históricos que no tuvieron otros movimiento desde el 68.

repudio fue palmario, situación que vino a complicarse más cuando el presidente del partido, Pedro Joaquín Coldwell, egresado de esa universidad, acusó —de bote pronto— que los estudiantes habían sido manipulados. Ciento treinta y uno alumnos, dando la cara y mostrando credenciales y número de matrícula, rechazaron en un video haber sido usados con fines partidistas, las mismas autoridades de la Universidad avalaron a sus alumnos y con ello quedó claro el fuerte descalabro que el candidato del PRI había sufrido. Lo sucedido en la Ibero agitó a la opinión pública y al proceso electoral. El sacudimiento llegó a más centros educativos, privados y públicos. Los sentimientos de los alumnos de la Ibero fueron compartidos sin reservas por compañeros de otras escuelas, sin distingos de tipo de universidad, clase social, localidad,

libre, abundan pasajes que dan cuenta de la formas cómo el PRI había gobernado. El antipriismo estudiantil no se había vuelto a ver fuerte desde 1968, la reacción del régimen a ese sentimiento fue trágica en aquel tiempo, por ahora no sabemos cómo vendrá la respuesta.

1968 llega a #YoSoy132

Es interesante ver que aun cuando sociedades e individuos cambian con el tiempo, modificándose estructuras socioeconómicas, mentalidades y actitudes, en algunos casos el curso de los cambios parece detenerse. Sin ánimo de trazar una ruta lineal entre el 68 y el movimiento estudiantil #YoSoy132, es posible encontrar soluciones de continuidad entre los dos momentos históricos. La lucha por la democracia es una de ellas. Cierto que para muchos políticos y analistas esté tema

ya está fuera de la agenda, sin embargo, una significativa porción de mexicanos piensa que nuestros procesos electorales son poco confiables. Según reciente encuesta —Covarrubias—, únicamente el 37% de la población cree que Peña Nieto ganó limpiamente las elecciones, lo cual habla que nuestra democracia sigue sin convencer a muchos. Si nuestra democracia electoral poco convence, nuestra democracia como sistema todavía menos. La primera es condición necesaria de la segunda, mas no suficiente, así sea reformada cada que hay elecciones dudosas. La crítica de los estudiantes al duopolio televisivo formado por Televisa y TV Azteca va justamente dirigida al obstáculo a la democracia que representan los medios de comunicación privados que con la enorme influencia que han acumulado intervienen en las decisiones políticas que corresponden a las instituciones del Estado. Es tan visible el fenómeno que se habla de una cuarto poder, que quizá lo tenga, pero no por administrarlo sino porque, como escribe Manuel Castells (Nexos No. 417, septiembre, 2012, México), son el constructo del poder. Los estudiantes del 68 coreaban en sus manifestaciones “prensa vendida”, ahora en el 2012 se lanzan contra las dos televisoras. Aparentemente es la misma consigna y significan lo mismo, no es así. Antes los políticos se formaban en la plaza pública, en los partidos, en los gabinetes, hoy se hacen en los medios de comunicación. La tesis pareció corroborarse con la imagen que Peña Nieto proyectaba en los estudiantes, una candidatura mediática refulgente cuya brillantez sin embargo no lograba encandilar los ojos críticos que veían a trasluz la controvertida figura de Carlos Salinas y el déjà vu diazordacista que el encanto artificial del candidato no pudo hacer hacer olvidar. De ahí la demanda de democratizar los medios de comunicación levantada por #YoSoy132, particularmente la televisión, industria en la que dos empresas controlan el 94.4% de la audiencia, en un país donde el 91% de los viviendas tienen al menos un televisor. En el 68 no había democracia en México, gracias a ese movimiento y a quienes posteriormente continuaron luchando desde varias trincheras por las mismas ideas, se pudieron lograr importantes avances en ese terreno. La situación que tenemos ahora es diferente, la gran influencia que los medios privados han adquirido apoyados en el desarrollo de las tecnologías de la información, les ha dado una ventaja adicional a la que ya tenían como instrumentos de propaganda o publicitarios si se quiere, la de formar cuadros políticos de cualquier signo, en general. Ya servían al poder en funciones, ahora añaden el servicio de formación de los cuadros del poder. La demanda de democratizar los medios significa quitar-

les esos servicios que ofrecen de facto transgrediendo los principios y normas legales a los que están obligados a respetar por ser concesionarios privados de un espacio público que se les permite usufructuar. La democracia mexicana nunca llegará a su estado adulto si los medios de comunicación continúan comportándose como vehículos del poder y no como instrumentos de información veraz, oportuna y confiable, es decir si siguen anteponiendo el interés de los privados por sobre el interés público.

Corolario

La demanda de democratización es común en los movimientos del 68 y el #YoSoy132, no es evidente a primera vista, pero lo es. En aquel año se luchó por conquistar la democracia, ahora se lucha por defenderla. El 68 conmocionó al México urbano, el 132 lo asombra. ¿Cómo es que chicos de la Ibero fueron capaces de desencadenar un movimiento socializado como el 132? Cierto que la democracia es un buen motivo, pero ¿qué está pasando en la juventud estudiantil mexicana que sin importar distingos socioeconómicos se reúne con consignas y demandas comunes? ¿Será el efecto mimético de las primaveras culturales y políticas que han vivido muy recientemente países desarrollados y de menor desarrollo? ¿Estará el mundo viviendo un nuevo cambio de época como en 1968? Aventuro dos hipótesis generales: la primera es que efectivamente estamos viviendo un cambio epocal en el que la juventud estudiosa juega un papel fundamental por su voluntad contestataria, la fuerza de sus principios y la gran importancia que concede al razonamiento crítico y a las ideas que de ahí deriva (su metafísica, W. Benjamin); la segunda es que los estudiantes coinciden en sus necesidades insatisfechas y expectativas, paso y me explico. Los jóvenes —estudiantes— no ven en el viejo PRI ni en el nuevo que dice venir, como tampoco lo pudieron observar con el PAN, el respeto que consideran merecer; la escuela les ha separado la vida personal y la vida académica igual como el mercado ha roto el vínculo entre vida cotidiana y trabajo; el gobierno no les garantiza seguridad y los medios de comunicación los quieren ver como francamente idiotas. Las redes sociales del internet les han abierto los ojos y puesto al descubierto ese abuso, al que con toda razón ven injusto. No se les reconoce como desean ser, sino como quieren hacerlos, lo que ya se ve, rechazan. Libertad, autoestima, respeto, reconocimiento, derecho a una vida integra e integral son las principales causas y metas de la juventud estudiantil, en suma, aspiran ser Sujetos de su propia vida, ¿cómo lograrlo en un país pobremente democrático? Profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Sinaloa y coautor de La utopía

corrompida.


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el estado de la educación superior mauricio reyes* y jorge medina viedas** jorge.medina@milenio.com

Universidades:

¿importa el prestigio? ESPECIAL

¿Es necesario para las instituciones de educación superior posicionar su reputación mediante acciones? La calidad interna no siempre se refleja en un posicionamiento ante el público, lo que requiere un cambio de estrategia en su comunicación, sean públicas o privadas

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as universidades son instituciones de credibilidad y confianza para toda sociedad. En el caso de México, evaluaciones constantes a la opinión pública suelen colocar a las universidades en el primer lugar en los índices de confianza institucional, por encima de la iglesia, ejército, medios de comunicación y muy por arriba de organizaciones estatales. Si este es el caso, ¿por qué sería importante para las universidades emprender acciones para fortalecer su prestigio institucional? En los siguientes párrafos intentamos ofrecer una respuesta. Toda institución basa su crecimiento y desarrollo en factores internos: una gestión adecuada, productividad, personal capacitado, impulso a la innovación, calidad en el servicio y uso de tecnologías, entre otros. Para cumplir con sus objetivos fundamentales, toda institución debe hacer frente también a factores externos sobre los cuales hay un control limitado y parcial: la situación económica, aspectos

Los estudiantes escogen sus universidades a partir de su reputación o historia, incluso ignorando aquellas que les ofrezcan mejor contenido u oferta económica. ESPECIAL

sociales, temas políticos, legislación y normas regulatorias, actitud de las comunidades o de las organizaciones sociales en el espacio territorial en donde actúa. Uno de los factores externos más relevantes está en el ámbito de los medios de comunicación, tradicionales y nuevos. En un mundo competitivo, las instituciones públicas deben posicionar y legitimar permanentemente su actividad y sus resultados. Para ello deben emprender una política de comunicación, posicionamiento y fortalecimiento de su reputación. El sistema de clasificación de universidades más respetado del mundo, publicado por Times Higher Education (THE) identifica cinco grandes categorías en las que estas instituciones deben sobresalir: enseñanza, investigación; la influencia que ejerce sobre la investigación en otras instituciones, medida por el número de citas académicas; vinculación con el sector productivo a través de la innovación y evaluada por la capacidad para generarse ingresos procedentes

Existe evidencia empírica de que, mientras mejor es la reputación de una universidad, sus estudiantes muestran un mayor compromiso, pues en una institución prestigiada es mayor su deseo de sobresalir de la iniciativa privada o de otras organizaciones; y su actividad internacional. Pero THE señala que una cosa es la clasificación de las mejores universidades y otra es el ranking de las que tienen mejor reputación. La fortaleza, calidad y capacidad interna no siempre se refleja en una buena imagen y en un mejor posicionamiento público. Más aún, en un estudio dado a conocer hace apenas unos días, y que se publicó en el diario inglés The Guardia n, investigadores de la Universidad de Edinburgh constataron que

Consultor y analista político.

los estudiantes escogen universidades a partir de su reputación, más allá de la calidad de la enseñanza o del costo de los cursos. En el estudio se analizaron las solicitudes de acceso a universidades de Inglaterra y Escocia entre 1996 y 2010 y en la mayoría de los casos se encontró que, independientemente de su origen social, económico, familiar o étnico, los aspirantes en ese país siguen intentado ingresar a las universidades con más historia y prestigio, no necesariamente en aquellas que ofrecen un mejor contenido, calidad o precio.

Director Editor de Campus.

De acuerdo con THE, la reputación, que es uno de los activos intangibles más importantes para cualquier institución, es para una universidad mucho más importante porque su “producto” es muy caro y consume mucho tiempo desarrollarlo. Además, a diferencia de un artículo de consumo, su calidad no puede ser “probada” antes de ser adquirida por el consumidor. Universidades en distintas partes del mundo han aprendido la importancia del manejo y fortalecimiento de la reputación. Un mejor posicionamiento tiene resultados y beneficios con-


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cretos: mejores alumnos ya que solicitan su ingreso aspirantes más preparados; más socios y donaciones para investigación y otras actividades; la posibilidad de aumentar colegiaturas. Hay evidencia empírica de que, a mayor reputación de una universidad, hay un compromiso superior de sus estudiantes, que quieren sobresalir en una institución prestigiada. Contar con una buena reputación significa para una universidad tener reconocimiento social, que los medios tengan una visión positiva sobre sus actividades y que haya continuas muestras de respaldo de distintos actores sociales. Estas son las razones que impulsan a universidades en todo el mundo a fortalecer su reputación. Desde luego que la estrategia de comunicación debe basarse siempre en resultados reales de gestión, es decir a partir de la propia calidad y oferta educativa de la universidad. En el caso de universidades públicas, que utilizan fundamentalmente recursos fiscales como forma de financiamiento, en consecuencia el fortalecimiento de la reputación es todavía más importante ya que deben rendir cuentas a la sociedad sobre el uso de esos ingresos. En ese sentido, la comunicación se vuelve parte sustancial de una estrategia de políticas públicas. Su objetivo es generar acuerdos sociales que permitan a una institución pública cumplir cabalmente con sus propósitos fundamentales o sustantivos. Generar acuerdos sociales permite contar con una mayor legitimidad, y con márgenes de maniobra más amplios, para diseñar y ejecutar políticas públicas, así como para prevenir y neutralizar riesgos y crisis. Los acuerdos sociales se generan mediante la difusión oportuna de información y la presentación de argumentos para persuadir sobre posiciones y políticas. Lo que busca una estrategia de comunicación es fortalecer la percepción positiva que se tiene sobre la universidad, convertirla en interlocutor reconocido de medios de comunicación, mejorar su interacción con tomadores de decisión, generar una percepción de orgullo entre la comunidad.

Hacia una nueva comunicación social

En un contexto de presión mediática, la exigencia de calidad académica, prestigio, funcionalidad, confianza, estabilidad interna y gobernabilidad, adquieren una relevancia significativa: se convierten en fundamento de políticas institucionales y en consecuencia de las políticas de comunicación social. En correspondencia con ello, se ha desarrollado gradualmente una nueva comunicación social que se ha convertido en parte fundamental de la política universitaria. La necesidad creciente

de ganar, construir y mantener consensos al interior, de interactuar eficazmente con la sociedad civil, de incrementar y sostener el prestigio de las mismas casas de estudio así como de sus autoridades, han obligado a modernizar y a profesionalizar cada vez más las acciones comunicacionales de las instituciones de educación superior, especialmente las de carácter público. Al mismo tiempo, el sistema universitario ha sido involucrado en el mundo de la competencia, pero también ha sido objeto de una fuerte e intensiva presión desde el exterior, a la que se suman las necesidades y demandas de comunicación de profesores, estudiantes e investigadores, más informados exigentes y críticos. Por eso la comunicación institucional de las universidades se ha visto forzada a ampliar su perspectiva y a mejorar la calidad y el sentido de sus estrategias. La comunicación y las relaciones públicas de un gran número de instituciones de educación superior se han visto obligadas a funcionar de manera corporativa. Aglutinan medios propios, funciones de difusión e información, elaboran medios escritos, propaganda, y concentran la producción buscando una mayor eficacia en el despliegue de las acciones de comunicación. Se han percatado de que ningún proceso de comunicación ha de llevarse a cabo si no forma parte de una estrategia de comunicación y que esta no se pondrá en marcha si no está delimitada y definida por una política de comunicación. “En consecuencia, cualquier planteamiento de índole comunicativo, se interno o externo, que se haga desde una organización (en este caso la universidad) únicamente podrá demostrar eficacia si converge con cualquier otro planteamiento de comunicación”. (Luis del Pulgar Rodríguez, 1999). L a s u n i v e r s id a d e s h a n aprendido que las políticas de comunicación deben ser únicas e indivisibles, homogéneas, coherentes y con el sello de los principios y valores éticos de una institución educativa. En una estrategia de comunicación universitaria se llevan a cabo un conjunto de acciones informativas, de difusión y propaganda a través de los medios de comunicación, sustentadas en las políticas de transformación, renovación y superación científica, sin soslayar el compromiso ético y social de sus sectores en el cumplimiento de sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura. En síntesis: una estrategia de comunicación debe proponerse apoyar el fortalecimiento de la vida académica, vincular a los sectores universitarios a los sectores productivos, a la vida política, social y cultural de su entorno. Son estrategias inclu-

yentes, multimediáticas, con sentido del tiempo y la oportunidad que buscan darle cohesión y unidad a la comunidad en torno a los valores de una institución de educación superior. Dicho de otra forma: las estrategias de comunicación sirven para validar, reafirmar y transmitir las políticas universitarias.

La red y el respeto al periodismo

En tiempos de apremio político y de novedades tecnológicas, las universidades tienen que emprender políticas de comunicación social más modernas y audaces con el fin de posicionarlas en la sociedad de la información, en el que la Internet se convierte de manera creciente y explicable en el habitat o instrumento natural de quienes viven en el mundo educativo en general y de las universidades en lo particular. En este caso se tiene que hacer especial hincapié en un uso expansivo, oportuno e inteligente de la red, como también de los medios audiovisuales. El desarrollo de las tecnologías de información y de las comunicaciones, incide de manera importante a todos los servicios que presta la propia Universidad, y permite informar y relacionarse más eficazmente con el exterior y con los medios de comunicación. Así como es de capital importancia fortalecer los medios propios, crear redes de comunicación eficaces con los miembros de la comunidad universitaria, la estrategia de comunicación tiene que poner atención en los medios locales y en ciertos momentos a los medios llamados nacionales e internacionales. Sin embargo, mantener y fortalecer una relación exitosa y eficaz con los medios de comu-

nicación externos, es una de las más difíciles tareas de las áreas de comunicación de cualquier empresa y lo es para las universidades. En cualquier caso, la realidad de unos medios mucho más dinámicos, protagónicos y libres, es parte de un proceso de liberalización política y del fenómeno de democratización del país. Los medios electrónicos y escritos adquirieron un poder que no tenían en el pasado y tomaron una posición ventajosa frente a otras instituciones del ámbito de lo público. En términos empíricos debe admitirse que para dichos medios “la noticia es la noticia” y que los periodistas son más amigos de su trabajo que de cualquiera que se dedique a la comunicación social. Cuando los periodistas hacen lo que tienen que hacer y lo hacen con honestidad, ese trabajo debe ser respetado, con más razón si contiene una crítica contra personas físicas o morales. Por ello, lo mejor que se ha hecho frente a las provocaciones políticas, conf lictos derivados por huelgas, que son noticias inevitables, ha sido la de responder con una estrategia de comunicación dedicada a revelar de manera copiosa e intensa la gran cantidad de resultados científicos, culturales, académicos logrados y en proceso por los investigaciones y miembros de las instituciones de educación superior. Todo esto muestra que la comunicación social profesionalizada y moderna, preparada para la adversidad de los problemas inmanentes a los centros educativos, la competencia interinstitucional, fincada en el objetivo de fortalecer la imagen institucional, se ha ido abriendo paso

en algunos de los principales centros educativos del país.

Los desafíos

Es un hecho que la complejidad del mundo universitario, así como la existencia de problemas históricos y coyunturales en los centros educativos, demandan una eficaz respuesta comunicacional. Sujetas a la presión de la escasez de recursos, las instituciones de educación superior encaran tiempos de mercantilismo exacerbado impuesto por medios que añaden en sus formas anómalas la mercadotecnia propia, que en ocasiones es el escándalo, el amarillismo. La comunicación social de las universidades se enfrenta a medios ambiciosos, protagónicos, con poder; a los problemas derivados de sus viejos y nuevos problemas, a conflictos internos permanentes. Pero al mismo tiempo, en el escenario actual están apareciendo nuevas necesidades colectivas para el desarrollo social y económico, las cuales van a exigir conocimiento más calificado a las universidades, que a su vez demandarán mayor estabilidad interna y menos presión externa para responder a todos los desafíos crecientes de la competencia, como sería el caso de la presencia deuniversidadesextranjerasenterritorio nacional o la mayor exigencia del uso de nuevas tecnologías. } Esto obliga a que las políticas de comunicación social adquieran mayores niveles de calidad: más imaginativas, audaces e inteligentes. Esta será la mejor contribución que la áreas de comunicación social pueden hacer a las instituciones de educación superior, con el fin de que estas signa desempeñando el papel de agentes de la transformación social y piedras angulares del desarrollo nacional.

ESPECIAL

Internet se se ha convertido en el instrumento natural de quienes viven en el mundo educativo, especialmente las universidades. Es necesario un uso expansivo, oportuno e inteligente de la red para que estas instituciones logren posicionarse.


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el estado de la educación superior

La universidad debe mejorar la comunicación ESPECIAL

Puede ser una incubadora de soluciones para los problemas de la sociedad, pero, ¿es realmente esta la cara que se muestra? Los logros e innovaciones desarrollados en las instituciones muchas veces son desconocidos para la sociedad por culpa de una comunicación ineficiente.

Rafael G. Vargas Pasaye rafaelvargaspasaye@gmail.com Twitter: @rvargaspasaye

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a Universidad como institución es una de las mejor valoradas por la ciudadanía según diversos sondeos. La Universidad y todas las actividades que se llevan a cabo en ella, tanto dentro como para el exterior, deben ayudar a la gente a tener una plena calidad de vida. Una de esas responsabilidades es la de comunicarse mejor. Esta afirmación viene en dos sentidos, por un lado la institución debe saber comunicarse mejor con la ciudadanía, y por el otro generar el conocimiento que produzca las herramientas para una mejor comunicación entre la misma ciudadanía. Esta segunda parte es la que, se supone de facto, debe presentarse. Todas las actividades que se dan cita en la Universidad se realizan para encontrar explicaciones, avances y desarrollo que le serán de utilidad al ser humano en su conjunto. Tenemos las diferentes áreas que comprenden el abanico de opciones, que van de las naturales a las sociales, de las ingenierías a las biologías pasando por las administrativas y políticas o sociológicas, sin dejar fuera el arte o los deportes. Es cierto que en el debate moderno parecería que no tienen tanta importancia espacios donde se habla de filosofía o de letras, pero ese error es subsanado de manera inmediata cuando vemos la falta de atención a los valores que empieza a permear en ciertos sectores de la sociedad, retomar la filosofía o el civismo no está siendo tarea fácil. O el maremágnum de la investigación básica que se relaciona de manera directa con los avances tecnológicos, generando en una primera instancia una fórmula que pocos entienden pero que vemos el resultado en una pantalla plana, en un shampoo anticaspa o en la facilidad de dar un click a un

La universidad debe de ser una voz de peso, actuar de contrapeso en la balanza del mundo actual que parece olvidarse de disciplinas y valores fundamentales botón y llegar a la biblioteca virtual de un país en lejano oriente. Generado ese conocimiento, discutida esa información por los expertos, viene el segundo paso, que consiste en comunicar hacia afuera de la institución ese tema para que ayude en el desarrollo de la comunidad. Por supuesto que a la gente le interesa hallar respuestas a sus problemas, y en la universidad se incuban muchas de las soluciones. Sin embargo existe un grave dilema para que ese conocimiento nos llegue, el cual se halla en su hechura y en su traslado. Me explico: por un lado tenemos un espacio científico que nos habla desde el argot técnico que sólo unos destacados colegas pueden comprender, y esa información imposible de decodificar si no se tienen conocimientos mínimos le serán intrascendentes al ciudadano promedio. Pero si ese lenguaje se traduce puede ayudar al debate, a la construcción de nuevas alternativas. Podemos no saber la diferencia entre un sulfato y un sulfuro pero sí comprendemos nuestro papel en un momento dado que genere soluciones al problema del campo mexicano,cuyacadenavamásallá de la siembra o el fertilizante, pues pasa por complejos entramados que incluyen comercialización, publicidad, traslados, entre otros procesos donde intervienen geólogos, ingenieros, químicos, administradores, entre muchos otros participantes, hasta llegar a la mesa de las familias. Este trabajo de traducción e interpretación es el deber de la co-

municación. No desde una perspectiva reduccionista, sino desde el ánimo de los debates internos, donde si no podemos comunicarnos entre los pares menos se podrá entablar un diálogo con los demás. La comunicación ayuda a convivir mejor, a generar más resultados de manera conjunta, trabajando como equipo. Yenelotroladotenemosladifusión: ya interpretadas las cifras, las fórmulas, los resultados, entonces viene la tarea de hacerla llegar a la gente. La mayoría de las institucionesdeeducaciónsuperiorcuentan con oficinas o áreas de comunicación social, su trabajo no debe ceñirse únicamente a lo reactivo, sino ocupar más la acera de los proactivos, no deben esperar que los medios de comunicación los busquen, sino ellos mismo hallar los mecanismos de difusión de mayor impacto y mejores resultados. En un contexto donde todo comunica, entonces pensaríamos que la Universidad como institución está comunicando mal, lo cual sería una conclusión bastante ligera, porque sí están generándose muchos contenidos que sirven para el desarrollo, pero parece por lo que vemos en los medios que es sólo en los extremos: cuando hay paros, cierres, huelgas, muertos, o cuando se gana una medalla en un concurso que no conocemos en un país que no podemos pronunciar. Entonces pensaríamos que los medios de comunicación están comunicando parcialmente el quehacer universitario, no que la institución necesariamente se comunica mal, existen múlti-

ples esfuerzos de comunicación en cada una de las universidades del país, tanto públicas como privadas: estaciones de radio, portales web, gacetas, revistas, periódicos, lo que nos orilla a pensar que tal vez lo que hace falta es compilar y articular una red de comunicación interinstitucional que naturalmente podría emerger desde organismos o instituciones como la ANUIES. Sin perder de vista una realidad tangible; de nuevo, si todo comunica, preguntemos qué se está diciendo, escuchando, leyendo, viendo en estos momentos en las aulas, en los pasillos, en el interior, con los maestros, alumnos, trabajadores, sindicatos, entre otros actores. Qué comunica una institución con puertas cerradas con candados, con estudiantes tomando sus aulas. Qué comunica un maestro que en el transporte público habla mal de su lugar de trabajo y de sus alumnos, que se queja de lo que recibe como pago por su labor. En un mundo que responde a nuevos parámetros como el de la inmediatez que impulsa la ola de internet y las redes sociales, la Universidad como institución tiene que ser un participante activo para queconbuenosreflejosdeacuerdo al contexto colabore para que podamos comunicarnos mejor. La tarea fundamental es la transmisión del conocimiento, ser ese puente de enlace entre un pasado visto desde el presente pensando en el futuro. En un complejo escenario caleidoscópico donde los medios de comunicación juegan un papel sinodal, pero donde también la rumorología convive de la mano con la fugacidad de mensajes no siempre ciertos. Resulta curioso que una de las carreras más demandadas es la que tiene que ver con Periodismo y Comunicación, pues en ese marco notamos cómo la sociedad requiere de información de calidad y la Universidad debe tomar esa estafeta de nueva cuenta, aprovechar, como señalábamos al inicio, que

es una de las instituciones mejor valoradas entre la gente. La Universidad es una voz de peso en un mundo donde los vacíos suelen presentarse, donde los castillosenelairecadavezsenotan más, los integrantes de la comunidad universitaria deben ser la diferencia en el exceso de ruido, en el tsunami de la opinionitis, en los albores de la modernidad donde por igualnosencontramosenmesasde cafés con filósofos que con directores técnicos de futbol, otra vez, la instituciónuniversitariadebeserel contrapeso de la balanza. Es su papel protagónico, por eso cabe preguntarnos qué más puede hacer la Universidad para coadyuvar a una mejor comunicación, que ayude a ser mejores individuos sociales, más dinámicos integrantes de una gran comunidad, donde el lenguaje se modifica de manera rápida, se adapta a las necesidades y contextos, se altera con el desarrollo humano como la moda,música,artes,entremuchos otros campos. De nada nos sirve hablar, como lo leímos recientemente en una nota del diario español El País, de una universidad multinacional (“Los campus británicos tienen ya más estudiantes que cursan sus títulos fuera que dentro del Reino Unido”, afirmó Maurits van Rooijen, rector de la Escuela de Negocios de Nyenroden de Holanda), si no podemos dar los primeros pasos que es el de comunicarnos mejorcomopares,comoestudiantes, maestros, trabajadores todos de una comunidad. Los héroes de las aulas, los que se sienten dueños de la verdad absoluta, los genios que sólo inventan la máquina del tiempo para nunca enseñarla no tienen cabida en la dinámica contemporánea, pues serán rebasados por los que ayudan a entender el desarrollo del mundo, los que le hacen ver a la ciudadanía el avance siguiente, el alcance de la próxima generación. Escritor y consultor de comunicación.



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el estado de la educación superior

¿Hay salida de este callejón?

En torno a la monetarización del oficio académico ESPECIAL

El sistema de las Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) conduce a una mentalidad dirigida a obtener las máximas asignaciones lo más pronto posible como condición estructural para sobrevivir, lo cual no conduce a ningun avance sino solamente a un estado de mínimo esfuerzo perpetuo Manuel Gil Antón*

E

n íntima confluencia con un cambio profundo de la relación Estado – Sociedad en todas las dimensiones de sus complejos vínculos, ocurrió una transformación en los procedimientos que guían a las trayectorias académicas de los profesores universitarios mexicanos (e, incluso, en los que orientan el desempeño de las instituciones de educación superior). No fue menor. Ya cumple esa mutación, desde su ensayo original, 28 años, y más de dos décadas su extensión a todo el sistema educativo terciario. Esta reconfiguración requiere una estrategia analítica para hacerla inteligible, o, al menos, una conjetura ordenadora que permita entender lo sucedido y, así, dejar a un lado descripciones que no contribuyen a comprender lo acontecido y se agotan en referencias anecdóticas o costales de adjetivos.

Un hilo conductor para el laberinto

A pesar que un grupo de científicos considera propia la idea que, a su juicio, permitió salvar a la ciencia mexicana en los difíciles años ochenta, cuando la caída de los ingresos llegó a superar el 60 por ciento de su poder de compra al final del decenio, es posible que, en realidad, hayan propuesto, sin percatarse, un mecanismo —el Sistema Nacional de Investigadores (SNI)— que calzaba a la perfección con una modalidad diferente en la dotación del gasto público por parte de los nuevos sectores dirigentes del país. El presidente

¿Qué esperar si la “contaminación” de la dinámica de las TMC hacia las nuevas generaciones?

De la Madrid acepta, en 1984, la propuesta de entregar recursos adicionales a los investigadores mediante una evaluación externa a la institucional, justo cuando está “adelgazando” al Estado, ha firmado acuerdos internacionales para abatir los aranceles en el intercambio comercial, y es parte del grupo que cuestiona, y rompe con, la asignación tradicional de fondos públicos a las corporaciones e instituciones en las que se basó el régimen de la revolución institucionalizada. En breve, la estrategia del SNI se desplaza del acostumbrado reclamo por incrementos salariales al conjunto de los profesores de las universidades públicas mexicanas, a la moderna forma de transmisión personalizada de recursos adicionales, independientes al salario contractual, siempre y cuando se acepten o cumplan determinados requisitos. ¿Qué es lo que cambia? El destinatario de los fondos ya no es un conjunto más o menos organizado, sino individuos específicos. Se focaliza al beneficiario; además,

En el enfoque de la política pública en cuanto a ciencia de las últimas décadas tiene efectos secundarios indeseables, tales como producción de bajo perfil apenas redituable para obtener las TMC, descuido de la docencia y una ruptura del trabajo arriesgado y grupal, entre otros las transferencias económicas no son canalizadas por las vías contractuales y serán dispensadas si, y sólo si se cumple un conjunto de condiciones. En otras palabras, la convergencia entre los padres fundadores del SNI con el nuevo grupo gobernante era más profunda que lo imaginado por ellos en 1984: consistía en ya no otorgar subsidios generales a corporaciones, propio de un Estado quizá no de Bienestar, mas sí de “Beneficencia”, sino proceder a través de Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) individualizadas, coherentes con una concepción “liberal” del Estado que

regula —es un decir —al mercado, e introduce la lógica mercantil en las relaciones que establece con la sociedad. El Banco Mundial afirma: “En este informe se (…) plantea un marco conceptual que analiza la justificación económica y política de las TMC; se examina la creciente evidencia empírica acumulada sobre las TMC, en especial aquélla proveniente de evaluaciones de impacto; se analiza cómo el marco conceptual y los resultados sobre los impactos deben utilizarse como insumos para el diseño de programas de TMC en la práctica, y se estudia qué lugar ocupan las

TMC en el contexto más amplio de las políticas sociales”. Fiszbein y Schady (2009;2) Nuevas políticas sociales: ejemplo mundial es el antiguo Progresa, ahora Oportunidades. Se determina con algún criterio, en este caso cierto nivel de pobreza, a la población a atender. Es necesario, luego, focalizar a los receptores de las transferencias a los que se les otorgan recursos con la condición de enviar a sus hijos a la escuela, asistir a las clínicas y aceptar los mecanismos para evitar la desnutrición. El objetivo: generar “capital humano” que, dados estos apoyos, permita la ruptura del ciclo de reproducción intergeneracional de la pobreza pues, gracias a los rasgos condicionantes, los menores atendidos encontrarán después, en el mercado, posiciones laborales que permitan ingresos y estatus ocupacional distintos a los de sus progenitores. No es el caso detenernos en el análisis de los resultados de este tipo de políticas sociales en general, sino apreciar la honda semejanza en su lógica con la que subyace al SNI: a partir de su puesta en práctica, se otorgan recursos adicionales a quienes acepten ser evaluados en relación con dimensiones prestablecidas propias de la actividad de investigación. Esa es la condición central. Y como sin jerarquía en la academia no hay distinción, se establecen niveles: candidato a ser parte de los que reciben las transferencias, reconocidos con un monto pequeño pero prometedor; los que ya las reciben en un primer nivel; los aventajados luego y los ejemplares al final (pocos). En cada escalón hay un monto preciso, creciente en la medida en que se suban los peldaños. Dinero primero, luego prestigio: hoy moneda de curso legal, material y simbólico, para diferenciar a los académicos mexicanos. Las palabras y la forma de enunciar las cosas tienen fuerza y esclarecen: si primero se era parte del SNI, ahora ya se es, o no, un SNI. No es agradable, quizá, encontrar similitudes tan precisas entre los criterios de los programas de política social para los más pobres, y los empleados con el fin de aportar recursos adicionales a una de las comunidades más sofisticadas de cualquier país: sus científicos. La conjetura analítica que se presenta tiene sentido en la medida en que se advierta que la confluencia reside en la lógica general que subyace a todas las TMC, y no en equiparar las condiciones de los más necesitados del país con la urgencia, percibida o real, por parte de los investigadores a mediados de los años 80, de una solución al desplome de los salarios so pena de perder, o mermar significativamente, a la porción de la población nacional con más avanzados certificados educativos. A la intención política de transitar por la vereda de las TMC en la


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investigación, que a inicios de los años noventa se expandió a todo el sistema universitario público nacional, con las Becas y Estímulos, o las Primas al Desempeño, le acompañó, para incluir otros elementos en el análisis, por un lado la incapacidad de las autoridades universitarias para ejercer sus funciones y corregir la falta de trabajo efectivo derivada de la caída salarial (no ejercieron su tarea de distinguir el trabajo real de su apariencia, función de toda autoridad laboral que se reconozca como tal) y, por el otro, una visión de la vida universitaria, de parte de las organizaciones gremiales, que no tuvo capacidad de advertir las características singulares del trabajo académico, y operó con la lógica del “trabajo abstractamente humano”: sin tomar en cuenta la diversidad disciplinaria y sus estilos de desarrollo peculiares; sin distinguir lo que es un tabulador, orientado por la antigüedad y el cumplimiento formal, de una estructura jerárquica basada en las capacidades y responsabilidades asociadas a las categorías y niveles, así como – en el extremo – una manera de concebir la tarea sindical que llegó al límite de defender el derecho al “no trabajo” como prestación en algunos casos. Todo esto en medio de una crisis económica profunda, y en el contexto de cambios legislativos importantes.

El callejón

Si la conjetura sobre las TMC como denominador común al SNI y las

Becas, Estímulos o Primas (con todos sus niveles) no es desatinada, podemos ver que un plan de choque ante la crisis de los ochenta, como afirman algunos que se concibió, se ha convertido en política pública sostenida por más de un cuarto de siglo. Los efectos perversos son muchos y se han documentado: producción de bajo perfil aunque redituable para obtener las TMC; descuido de la docencia, ruptura del trabajo arriesgado y grupal… Hay otras menos dichas: ¿es posible la autonomía de las instituciones, si para conservar el SNI hay que privilegiar las agendas personales por sobre las institucionales? O peor: tal vez, ya las agendas institucionales no existen del todo, soterradas en parte por la necesidad de tener muchos doctores con SNI (y a veces sin él necesariamente) so pena de no contar con los elementos, indicadores “deseables”, para otra modalidad de TMC: los Fondos Especiales a concurso, condicionados, tales como el PIFI, el PROMEP, los Cuerpos Académicos… La abundancia de profesores que sean sni es condición para colocar a los posgrados en el Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, membresía que conduce a contar con becas para los estudiantes, así como acceso a fondos para investigar. Estamos frente a otra cara de la misma moneda (política): en lugar de ser los individuos la escala de observación, los Fondos, Padrones y demás artilugios apuntan a modificar la conducta de las

instituciones. “¿Más dinero? Llenen tales y tales formatos… son libres, no más que si no lo hacen, lo que tendrán es el dinero justo para la nómina reconocida y un poco más… nada más. ¿Por qué afirma quien esto escribe que se trata de un callejón? Dado el tiempo transcurrido —más allá de una generación de académicos afectados por la crisis ochentera—, la consolidación de lo eventual como firme, y el olvido de lo firme ante lo eventual cristalizado, las nuevas generaciones de académicos procuran entrar cuanto antes, o ya entraron, aceleradamente, al sistema de las TMC. En ese contexto en que priva la lógica de obtener las máximas asignaciones monetarias lo más pronto posible como condición estructural para sobrevivir, material y simbólicamente, han sido socializados y a encumbrarse a toda velocidad en sus distinciones se dirigen. Por ello, estamos frente al fenómeno de “jóvenes ancianos” en la academia, pues logran llegar a los niveles altos de reconocimiento de las diversas TMC cuando aún están en fases de su desarrollo relativamente tempranas… ¿qué sigue después? No caer del nivel alcanzado… Sostenerse.

¿Cara o cruz?

¿Hay, habrá salida y condiciones para modificar este entramado ya relativamente añejo? Está muy clara la crítica. Dado que sólo se destruye lo que se sustituye, es factible arribar a la siguiente conclu-

sión: si se quisiera volver a contar con, o construir por primera vez, una carrera académica pautada, instalada en las instituciones y su diversidad, con sueldos adecuados y progresivos como es propio de una trayectoria, de tal manera que ya no fuese necesario el SNI ni las TMC internas en y a las instituciones, harían falta académicos asociados, convencidos de la necesidad de la transformación de la situación actual, paulatina, es cierto; sin golpes en la mesa sino progresiva, es verdad; con una estrategia sensible, propia de una difícil transición, de acuerdo… pero que apunte a tener, en efecto, carrerasacadémicas(ladiversidad no sería asunto banal) y ya no a correr por las TMC propias de los académicos. ¿Hay socios suficientes? No lo parece. ¿Imagina usted el escándalo de la propuesta de ir desapareciendo el SNI poco a poco, habida cuenta del arduo aprendizaje en evaluación que luego de un cuarto de siglo ya se adquirió? Sería enorme: “no le muevan, no le toquen nada al sistema, que ya sabemos cómo hacer para sobrevivir… y tampoco quiten el PIFI, que ya entendimos cómo conseguir ese dinero”. Es esperable una profunda resistencia pues más allá del dinero, se ha colado por las grietas, como humedad en la pared, la dimensión del prestigio individual e institucional en las claves simbólicas establecidas y numeradas: ¿qué nivel eres, tienes PRIDE 8, estímulo a la docencia 14? Lo más preocupante, si se con-

sidera inconveniente la situación actual, es la “contaminación” de la lógica de las TMC a las nuevas generaciones: si vienen encaminadas, encarriladas, aleccionadas desde temprano a prosperar en el mismo sistema, ¿qué esperar? El callejón sin salida, por lo tanto, es factible, y la reproducción ampliada de los problemas suscitados por estas políticas resultaría imparable. ¿Conviene? ¿Es la única posibilidad? ¿No hay nada qué hacer? Es duro suponer que no hay salida, pero también realista reconocer que no se alcanza a ver luz al final del túnel… quizá porque donde algunos ven sombras y pedruscos, otros advierten claridad y terreno llano; para ellos, la verdadera noche retornaría, sin remedio, si nos hiciéramos cargo de intentar construir, y luego transitar hábilmente a, una carrera académica ayuna de trabajo a destajo, con paga justa, labores que no eludan la evaluación, pero que se evite la orientación, tan de corto plazo, del dinero. Las monedas abundantes producen modificaciones aceleradas en los hábitos de consumo y distinciones triviales; nunca el dinero, per se, ha producido tradiciones académicas. El dilema, entonces, no es menor. Rebasa el águila o sol de un volado. Radica en dilucidar si estamos en una vía cerrada, o en una amplia avenida. Nada más. Investigador de la UAM Iztapalapa y del Centro de Estudios Sociológicos (CES) del Colegio de México.


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universidad crítica pedro flores-crespo*

pedroa.flores@uia.mx Twitter: @flores_crespo

Transición educativa (tercera y última parte)

GABRIELA PÉREZ

Uno de los principales problemas en la educación es la falta de tiempo de los padres de familia para asistir a la escuela de los hijos y discutir abiertamente los asuntos relacionados con su aprendizaje.

H

ay razones para pensar que en términos ideológicos y en orientación de políticas el próximo cambio de gobierno no significará una transición educativa. En términos ideológicos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados no se complicarán la vida tratando de pensar cómo renovar sus creencias que han ido desde el nacionalismo revolucionario hasta el “liberalismo social” y la modernización. La orientación de polít icas tampoco parece que será transformada profundamente. Las propuestas educativas de Enrique Peña Nieto (EPN), como ca ndidato a la presidencia, trazaron una línea de continuidad con aquéllas que pusieron en marcha las administraciones pasadas. ¿En dónde podrá entonces residir la transición educativa cuando el PRI empiece a encabezar la próx ima adm inist ración federal? Probablemente, en la forma de gobernar el Sistema Educativo Nacional (SEN). A mi juicio, un nuevo modelo de gobernabilidad del SEN tendría que basarse en: (1) reconstruir la autoridad educativa, (2) institucionalizar los procesos para la formulación de la agenda educativa, implementación de acciones y reformulación de políticas, (3) organizar la

estructura de la Secretaría de Educación Pública de manera funcional y (4) promover, decididamente, la participación social (PS). En la s dos entregas anteriores (Campus 478 y 479) ya expliqué los primeros tres puntos y ahora, en ocasión del décimo aniversario del suplemento, deseo cerrar esta serie hablando de por qué es importante promover la participación social en la educación de México. Hacer que la gente se involucre activamente en los asuntos escolares y educativos es una valiosa condición para tratar de impulsar el cambio en el sector educativo de nuestro país.

¿Qué significa participar?

Promover la participación social en la educación significa crear las condiciones para poder intervenir, como padres de familia, especialistas, representantes de organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos, en los asuntos escolares y en los procesos de política pública. La participación social en la educación de México es importante por varias razones. La primera es que la educación es un asunto público, que compete a todos y por lo tanto, no puede ser propiedad de grupos o burocracias oficiales o sindicales. Dejar la educación en manos de unos pocos es perjudicial para todos.

Varios estudios han demostrado que la escuela mexicana reproduce las clásicas conductas autoritarias del medio social y político en que actuamos y vivimos los mexicanos. Si algún alumno se atreve a cuestionar al maestro o alguna otra autoridad lo pagará caro.” Desde 1993, la participación social se convirtió en una política “de Estado” al estar estipulada en la Ley General de Educación (LGE), no obstante sus avances son variables. Si bien 84 por ciento de las escuelas públicas en México cuentan con un Consejo Escolar de Participación Social (CEPS), algunos autores han mostrado que los CEPS son más un requisito formal que un instrumento para impulsar el involucram iento cont i nuo y genera l de los distintos actores en los asuntos escolares y educativos (Martínez, Bracho y Martínez). Aunque en 2010 se propusieron lineamientos específicos para la operación de estos consejos, siguen conformándose bajo un modelo único, las nuevas actividades de “participación social” son temporales más que continuas, y sus miembros siguen sin ser “democráticamente” elegidos (Observatorio Ciudadano de la Educación). UIA.

El nuevo gobierno bien podría revisar estas críticas, procesarlas y proponer una nueva est rateg ia para impulsar la participación de los diversos actores sociales y políticos en los asuntos escolares y en los procesos de política pública.

¿Qué impide la participación social?

Si a 20 años de su impulso oficial sigue habiendo problemas con la participación social en las escuelas y en los procesos de política, habrá que buscar nuevas explicaciones de este fenómeno. Si bien los mecanismos de PS propuestos por la SEP t ienen fa l las, habrá también que indagar qué pasa del lado de la sociedad. En este sentido, llama la atención que 32 de cada 100 mexicanos entrevistados en el Latinobarómetro 2011 haya dicho que “la mejor política pública” del país es la educación cuando los resultados de las investi-

gaciones, de las pruebas nacionales e internacionales de logro académico e incluso, de los reportes de la prensa muestran las serias deficiencias de la política educativa mexicana. Este porcentaje (32%) contrasta con el uno, 17 y 20 por ciento de Chile, Brasil y Argentina, respectivamente. La complacencia de los mex icanos no parece ser una base útil para activar la participación social.

¿Nos educamos para ser democráticos?

No involucrarse de manera general y continua en los asuntos de la escuela o de la política educativa apunta hacia varios problemas. Uno de ellos podría ser la falta de tiempo de los padres de familia para asistir a la escuela de los hijos y discutir, abiertamente, los asuntos relacionados con su aprendizaje. Igualmente, en el medio educativo está generalizada la tesis (elitista) de que los pobres no participan en los asuntos escolares porque primero deben cubrir sus necesidades básicas (comer, vestirse) antes de movilizarse políticamente. Esta tesis muchas veces no está sustentada en evidencia empírica y sirve para crear prejuicios de clase. La falta de tiempo y la clase social pueden dar algunas señales sobre la reticencia de las personas para no participar


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GABRIELA PÉREZ

¿La educación mexicana nos forma para utilizar la razón públicamente y por lo tanto, para ser agentes del cambio?

en los asuntos escolares o educat ivos, si n embargo, no son los únicos factores. Habrá también que reflexionar en la capacidad real que tiene la escuela mexicana para formarnos con el propósito de ejercer la democracia como una forma de vida en la que, a partir de la identificación de los problemas, tengamos la capacidad de razonar, discutir públicamente, discrepar y llegar a soluciones de manera colectiva y razonada. ¿La educación mexicana nos forma para utilizar la razón públicamente y por lo tanto, para ser agentes del cambio? Varios estudios han demostrado que la escuela mexicana reproduce las clásicas conductas autoritarias del medio social y político en que actuamos y vivimos los mexicanos. Si algún alumno se atreve a cuestionar al maestro o alguna otra “autoridad” lo pagará caro. En nuestras acciones cotidianas probablemente asfixiamos los principios de la democracia deliberativa; parece que no somos capaces de percibir sus beneficios. Por ello, no debe sorprendernos que en el Latinobarómetro 2011 se reporte que 36 por ciento de los mexicanos diga que “da lo mismo” tener un gobierno democrático que uno autoritario. Sorprendentemente, esta proporción es la más alta de los países latinoamericanos.

¿Cómo promover la participación social? Promover la participación social en los asuntos escolares y en el desarrollo de las políticas educa-

tivas podría indicar que el nuevo gobierno priísta realmente desea una verdadera transición en el ámbito educativo. Fomentar esta política es deseable porque podría inducir cambios en d i s t i nt o s á m bit o s del sistema educativo. La participación social podría ser una política “palanca” si se impulsa u n nuevo esquema de CEPS, el cual podría perseguir como objetivo primordial la construcción, desde la escuela, de una pedagogía ciudadana basada en la discusión constante y abierta entre padres de familia, d i rec t ivos y maest ros sobre temas libremente elegidos por las comunidades. Para ello, la información sobre la situación académica y financiera de la escuela tendrá que f lu i r consta ntemente. Los periodistas educativos, medios electrónicos, redes sociales, agencias de evaluación independiente y la SEP —a través del Reg ist ro Naciona l de A lumnos, Maestros y Escuelas (Rename)—, tendrán un papel central en esta tarea. Cualquier incumplimiento, omisión, opacidad o acción contraria al derecho de las niñas, niños y jóvenes de recibir educación de calidad deberá ser conocido para que la SEP, en apoyo de las respectivas instancias sociales y judiciales1, tome cartas en el asunto. Si el razonamiento público se impulsa dentro de las escuelas, quizás sea más factible tener en un periodo no muy largo comunidades escolares

que pug nen por acrecentar la autonomía de las escuelas. ¿Está el PRI comprometido con la autonomía escolar o privilegiará con sus acciones — o inacciones— la “intermediación burocrática” entre las escuelas, sindicato y secretaría? E l PR I puede rec uperar legitimidad con las primeras acciones que ponga en marcha en materia educativa. El sistema educativo demanda cambios de fondo y eso podrá lograrse si se modifica el actual modelo de gobierno que rige el sistema educativo mexicano. Para ello, habrá que trabajar por impulsar la participación social de manera decidida, recuperar la autoridad educativa, institucionalizar los procesos de políticas y organizar mejor la SEP para enfrentar los retos de millones de ciudadanos que de promesas y “revoluciones educativas” ya han escuchado demasiado. No responder cabal y eficientemente a las expectativas de la sociedad, creará un ambiente político desfavorable para el próximo gobierno. Veremos qué camino elige. 1Tomo este punto de Sergio Cárde-

nas (CIDE),quien, con sus pláticas, me ayudó a considerar al poder judicial como un aliado del derecho a recibir educación de calidad. Estas reflexiones son parte de un proyecto de investigación más amplio sobre participación social, el cual es apoyado financieramente por la UIA y el Conacyt. En él, participan también Laura Ramírez y Ana Violeta Ramírez.


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Con vinculación, la UJAT encara retos educativos del siglo XXI UJAT

El rector José Manuel piña Gutiérrez durante la inauguración de la unidad académica de la DACS.

Redacción Campus

A sus 54 años de existencia, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco solicitó la participación de su comunidad estudiantil y académica para definir su plan de desarrollo para los próximos cuatro años

S

in descuidar la calidad educativa, la Universidad Juárez del Estado de Tabasco, UJAT, en el presente ciclo escolar, recibió en sus aulas al 66 por ciento de los aspirantes a ingresar, por encima del promedio nacional de cobertura que es del 35 por ciento. Al conmemorar 54 años de vida institucional en los que ha forjado la historia social, económica, y política de la entidad la UJAT encara los retos que le presenta el siglo XXI: vincularse significativamente con los sectores productivos, a partir de la apropiación del conocimiento científico; equipar a sus estudiantes con habilidades lingüísticas y computacionales para triunfar en un mundo globalizado, así como consolidar su oferta educativa a nivel licenciatura y con posgrados reconocidos por su calidad. Para alcanzar tales objetivos, el rector José Manuel Piña Gutiérrez convocó desde el inicio de su gestión, a una amplia consulta con estudiantes, profesores, representantes de

la sociedad civil y de todos los sectores productivos, que con su participación en los foros definieron la conformación del Plan de Desarrollo Institucional 2012-2016, mismo que fue presentado de manera formal el pasado 16 de mayo. A partir de este documento rector que define a la vinculación como una función sustantiva junto a la docencia, la investigación y la difusión de la cultura, se han alcanzado importantes logros.

Proyectos de excelencia académica

Por su alcance internacional se puede mencionar en primer término, la entrega del Premio Internacional Spientiae a la Excelencia Educativa, a la UJAT por parte de la Organización de las Américas para la Excelencia Educativa con sede en Brasil, además se logró el establecimiento del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad del Sureste, proyecto de primer orden creado a través de la firma de colaboración del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, y el rector Piña Gutiérrez, con la colaboración

del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, así como los gobiernos federal y estatal, que junto a la máxima casa de estudios de los tabasqueños, buscan incidir en la generación de conocimiento de vanguardia en biodiversidad, recursos hídricos, energías alternativas, entre otros tópicos.

Una UJAT competitiva

Por otra parte, es importante mencionar que en este periodo, la UJAT logró colocarse entre las instituciones de Educación Superior más competitivas de Latinoamérica, como lo reconoció el propio subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, en visita de trabajo realizada el 11 de septiembre junto al titular de esta dependencia, José Ángel Córdova Villalobos, donde pusieron en marcha infraestructura educativa en la División Académica de Ciencias de la Salud con una inversión de 23 millones de pesos.

Diversificando la oferta educativa

Otro de los aspectos más relevantes que han tenido lugar en la

UJAT durante los últimos ocho meses, ha sido la diversificación de su oferta educativa, tanto en licenciatura como en posgrado. Tal es el caso del anuncio de la impartición del Doctorado en Ingeniería Civil auspiciado por el CUMex; del Posgrado en Gestión de Riesgo y Prevención de Desastres, la Maestría en Ciencias y Tecnología del Agua, la Maestría en Economía Ambiental, así como del Doctorado Interinstitucional en Ciencias de la Computación, en coordinación con la Universidad Autónoma Veracruzana, la Autónoma de Aguascalientes y la UJAT.

Vinculación con criterio global y fines locales

Como fruto de los esfuerzos en materia de vinculación, el pasado 10 de septiembre, la UJAT avanzó en el protocolo de intención para estrechar colaboración con organizaciones afiliadas a la Red Holandesa del Agua que trabajarán con académicos de esta universidad, en la conformación de una propuesta integral en el manejo de los recursos hídricos de la entidad, que va desde la prevención o control de inundaciones, has-


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UJAT

Uno de los principales objetivos de la institución es la internacionalización, la cual busca acelerar mediante la interconexión con universidades internacionales La UJAT se ha interesado por vincularse con otras instituciones nacionales e internacionales.

ta el desarrollo de negocios con carácter sustentable. En esta reunión se establecieron acuerdos entre el Ministro Consejero de la Embajada del Reino de los Países Bajos en México, Jaap Veerman, con el rector de la máxima casa de estudios de los tabasqueños, José Manuel Piña Gutiérrez.

Movilidad de los estudiantes

En materia de movilidad de estudiantes de la UJAT a otras ins-

tituciones de educación superior, este año se entregaron más de 200 becas para el período agosto-diciembre 2012. Las palabras del rector en la ceremonia oficial fueron que: “la apuesta realizada hacia nuestros estudiantes, nos ha permitido garantizar la calidad educativa de nuestra casa de estudios, a través de los convenios establecidos con instituciones nacionales e internacionales, como lo es el caso de la reciente

adhesión para el Intercambio de Estudiantes entre Brasil y México y la inclusión en el Programa de la Unión de Universidades de América Latina de la cual la UJAT ya es miembro”. Al respecto, el rector de la UJAT ha insistido que uno de los principales objetivos de esta casa de estudios, es la internacionalización y un modo de acelerar esto es a través de la interconexión con universida-

des de otras partes del mundo y aumentando la movilidad de estudiantes y profesores. Los resultados de esta amplia política educativa están a la vista, pues la UJAT ha forjado vínculos con institutos de enseñanza superior en España, Japón, Nueva Zelanda, Chile, Argentina, Brasil y los Estados Unidos. Sig n i f icat iva mente ta mbién, al ratificar el Convenio de Colaboración General con

Teléfonos de México (Telmex), la UJAT se incorporó recientemente a la red “Académica”, una de las plataformas tecnológicas más importantes de habla hispana en la que participan más de 180 instituciones de educación superior del continente americano, lo que permitirá a la comunidad universitaria tener libre acceso a redes de investigación tanto nacionales como internacionales. UJAT

El tema de la movilidad es muy importante para la institución, alumnos de la UJAT han visitado varias instituciones en el extranjero.


60 o Jueves 27 de septiembre de 2012

el estado de la educación superior

La educación superior en México

2006-2012 Un balance inicial

especial

Rodolfo Tuirán* En memoria de Alonso Lujambio

Introducción

El aumento de oportunidades para cursar una educación superior es, más que una aspiración, una necesidad fundamental para el desarrollo del país.

La educación superior es un bien público que también produce beneficios privados. Éstos se manifiestan en una gran variedad de esferas, incluidos ingresos más elevados y mayor satisfacción laboral. Más trascendentes colectivamente son los beneficios públicos. Una población más y mejor educada significa una ciudadanía más informada, participativa y crítica. Además, la educación superior tiene importantes efectos multiplicadores en el desarrollo económico y social y es un componente crucial para construir una nación más próspera y socialmente incluyente. No es casual, en consecuencia, que desde hace varios años esté conformándose en México un consenso social favorable a la ampliación —con calidad y equidad— de las oportunidades educativas de tipo superior. Se trata no sólo de una aspiración legítima, sino de una condición fundamental para impulsar el desarrollo del país, mejorar la competitividad y lograr una inserción ventajosa en la economía basada en el conocimiento. Para seguir avanzando en la construcción de un sólido sistema de educación superior que permita hacer viables metas cada vez más ambiciosas en este ámbito, se requiere configurar una política con visión de Estado. Esto supone asignar a la educación superior cada vez mayor prioridad y acordar compromisos y esfuerzos de todos los actores políticos relevantes. El impulso de una política de esta naturaleza es imprescindible para alinear esfuerzos y propósitos y para brindar certidumbre a la sociedad de que la inversión en educación es incuestionablemente provechosa, competitiva y gestionada con transparencia. Para reconocer con claridad hacia dónde vamos y qué tenemos que hacer para alcanzar un futuro deseable en la educación superior, es necesario saber qué trayectoria hemos seg uido y qué tanto hemos avanzado. La celebración de un nuevo aniversario del suplemento Campus constituye una valiosa oportunidad para reflexionar sobre la evolución reciente de la educación superior. Igualmente, el ocaso de un ciclo sexenal obliga a formular un balance ponderado de ha-


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especial

beres y deberes. De este análisis es posible desprender valiosas lecciones y enseñanzas, útiles para anticipar desafíos y oportunidades y valorar los retos en puerta.

Más jóvenes en la educación superior

La trayectoria de la educación superior en los años recientes está marcada por un crecimiento cada vez más vigoroso de la matrícula total: mientras que en el ciclo escolar 20062007 alcanzó alrededor de 2 millones 525 mil estudiantes (sin incluir el posgrado), en 2011-2012 se situó en cerca de 3 millones 274 mil y se prevé que en 2012-2013 alcanzará una cifra cercana a 3 millones 500 mil. Para valorar la relevancia de este aumento (de casi un millón de estudiantes), recuérdese que éste es equivalente al logrado por el país durante el periodo 1950-1982 o bien a dos terceras partes del correspondiente al periodo 1982-2006. La mayor parte del incremento de la matrícula durante los últimos seis años se produjo en la modalidad escolarizada. Sin embargo, no debe perderse de vista que el aporte de las modalidades no escolarizadas también fue significativo, como revela el hecho de que su matrícula pasó de 159 mil estudiantes en 2006 a 342 mil en 2011. Así, su peso relativo se incrementó en esos años de 6.3 a casi 11 por ciento de la matrícula total de educación superior del país. Gracias al esfuerzo desplegado en las modalidades escolarizada y no escolarizada, la cobertura total de la educación superior se incrementó de un equivalente a 25.9 por ciento de la población de 19 a 23 años en el ciclo 2006-2007 a casi 33 por ciento en el ciclo 2011-2012 y se prevé que antes de concluir el año 2012 se alcanzará una cobertura cercana a 35 por ciento (véase gráfica 1). La cobertura educativa aumentó entre 2000 y 2006 a un ritmo anual de apenas 0.7 puntos; en contraste, en el primer trienio de la administración actual se adicionaron en promedio 1.1 puntos por año y más tarde, en el trienio siguiente, sumó alrededor de 2 puntos en promedio por año, es decir, una dinámica casi tres veces mayor que la registrada en la administración anterior. Así, México avanza con un ritmo de aumento semejante al del promedio lat inoa mer ica no (alrededor de 2 puntos adicionales de cobertura bruta por año), cuando seis años atrás la diferencia entre ambas dinámicas (1.7 puntos adicionales por año en Latinoamérica y 0.7 puntos en México) provocaba una ampliación permanente de la brecha con la región. Con esta nueva dinámica, México se acerca a las tendencias registradas por los países líderes de América Latina en este renglón: acorta la distan-

*Cifra estimada Fuente: Elaboración de la SES con base en el formato 911.

No es casual que desde hace varios años esté conformándose en México un consenso social favorable a la ampliación —con calidad y equidad— de las oportunidades educativas de tipo superior. Se trata no sólo de una aspiración legítima, sino de una condición fundamental para impulsar el desarrollo del país, mejorar la competitividad y lograr una inserción ventajosa en la economía basada en el conocimiento” cia con Argentina, Chile y Brasil (que adicionan a la cobertura alrededor de 2.5 o 3 puntos por año) y crece a un ritmo semejante o incluso mayor que Perú y Colombia, por ejemplo.

Más oportunidades educativas en las instituciones públicas

Conviene recordar además que, a diferencia de México, la expansión reciente de la matrícula y la cobertura de países como Chile y Brasil ha descansado principalmente en el esfuerzo de las instituciones particulares. De hecho, en Brasil, por ejemplo, 90 por ciento del aumento reciente de la matrícula escolarizada se ancló en el régimen de sostenimiento privado. En contraste, en México más de 72 por ciento del incremento de la matrícula en los últimos cinco años se logró con el concurso de las instituciones públicas. E ste e sf uer z o de s c a n s ó principalmente en los subsistemas de Universidades Públicas Estatales y Federales, que en conjunto crearon un tercio de las nuevas oportunidades educativas durante el período 2006 y 2011; en el subsistema tecnológ ico (integ rado por universidades politécnicas, institutos tecnológicos y universidades tecnológicas), que cont r ibuyó con casi 28 por ciento del total; y el resto de las

instituciones públicas de educación superior (universidades públicas estatales de apoyo solidario, centros públicos, etc.), que aportaron alrededor de 11 por ciento. La creciente participación de la matrícula pública fue impulsada por la creación de 140 nuevas instituciones de educación superior (122 del sistema tecnológico y 18 de otros sistemas educativos) y de 96 extensiones o nuevos campus de instituciones ya existentes (59 de universidades públicas estatales y de apoyo solidario, así como 37 de otros subsistemas). Asimismo, en los últimos seis años se llevaron a cabo más de 3,000 proyectos adicionales de ampliación y mejora de los campus e instalaciones universitarias del país.

Una demanda creciente por educación superior

La expansión de la educación superior en México ha tenido como precondición el aumento de las tasas de cobertura, retención y graduación en el bachillerato. La cobertura bruta en el nivel medio superior se incrementó sostenidamente en los últimos años (de 58 por ciento en 2006 a cerca de 71 por ciento en 2012), al tiempo que se elevó la proporción de egresados que transitó hacia el nivel superior. En los próxi-

mos diez años la presión para la educación superior será aún mayor pues se prevé que el nuevo ingreso aumentará alrededor de 90 por ciento, impulsado por la obligatoriedad y rápida universalización de la educación media superior. Este último hecho revela asimismo el creciente interés de los hogares mexicanos por invertir en una mayor escolaridad de los jóvenes. La evolución del gasto destinado a los servicios de educación superior sugiere el enorme esfuerzo realizado por los hogares en este renglón. Entre 2002 y 2010, el gasto en educación, como proporción del gasto monetario total de los hogares, creció de 10.3 por ciento a 13.5 por ciento. Además, este aumento ocurrió en un contexto en el que la proporción de hogares consu m idores de ser v icios educativos se contrajo de 71.4 por ciento a 68.6 por ciento. Además, los hogares perciben que una escolaridad mayor de los jóvenes les permitirá ingresar en mejores condiciones al mercado laboral. En una nación como México, donde los recursos humanos calificados no son abundantes, las tasas de retorno privado y el premio salarial a la educación superior se han mantenido altos y lo seguirán haciendo durante los próximos años.

Veloz tránsito por las etapas de masificación y universalización

A pesar de los avances logrados en los últimos seis años, en la educación superior sigue habiendo un enorme rezago en materia de cobertura, producto –entre otros factores— del arraigo durante muchas décadas de un “modelo elitista” de acceso y permanencia en la educación superior y del estancamiento de la tasa de cobertura entre 1982 y 1996. Todavía hoy este parámetro no alcanza el nivel que cabría esperar del grado de desarrollo del país ni

de las expectativas y necesidades de sus jóvenes. Para reducir la brecha que separa a México de otros países de desarrollo relativo similar, la ANUIES ha propuesto la meta de alcanzar una cobertura de 60 por ciento en el ciclo 2021-2022, lo que implicaría una adición anual promedio de 2.7 puntos a la tasa de cobertura. Esta meta no es imposible de lograr, considerando tanto la experiencia reciente y las capacidades institucionales, como las experiencias de otros países. La meta enunciada significaría ampliar la matrícula hasta 5 millones 840 mil estudiantes en el ciclo 2021-2022, es decir, alrededor de 2 millones 570 mil adicionales a los registrados en el ciclo 2011-2012. Tal incremento supondría crear, de acuerdo con la ANUIES, 257 mil nuevos espacios en promedio cada año, cifra superior (en alrededor de 55 mil) al aumento promedio logrado en los últimos tres ciclos escolares. Si como ha ocurrido en el pasado reciente, poco más de las dos terceras partes del aumento de la matrícula proviene del régimen de sostenimiento público, esta meta supondría incorporar alrededor de 1 millón 770 mil estudiantes al subsistema público y 800 mil al subsistema particular. El tránsito a las etapas de “masif icación” y “universalización” de la educación superior constituye un complejo desafío tanto para las instituciones de nivel superior como para las políticas educativas. México ingresó apenas en 2010 a la etapa de “masificación” e ingresará en 2017 (de cumplirse la trayectoria prevista por la ANUIES) a la etapa de “universalización”. Esto quiere decir que mientras otros países ingresaron y transitaron por estas etapas en plazos considerablemente más largos, México lo haría en unos cuantos años, lo cual no es por supuesto un desafío menor. La experiencia internacional enseña que todos los sistemas que atraviesan por las etapas de “masificación” y “universalización” se ven obligados a impulsar reformas profundas que transforman la arquitectura institucional, las prácticas y el andamiaje normativo de la educación superior. Estas reformas suelen apuntar, entre otros aspectos, a la diversificación de las fuentes de financiamiento y al fortalecimiento de los mecanismos de inclusión. Además, no hay duda de que un crecimiento cada vez mayor de la cobertura con equidad y calidad exige un sistema de educación superior más f lex ible y articulado, un robustecido programa de becas, nuevos y más eficientes modelos de organización, gestión y administración de las propias instituciones de educación superior, así como esfuerzos cada vez mayores de formación y reclutamiento de docentes (con grados de habilitación adecuados), profundización de los


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esfuerzos descentralizadores, transformación de los sistemas educativos estatales y una sólida cultura de la evaluación, entre otros aspectos. El futuro nos convoca a revisar políticas, programas, reglas y prácticas de la educación superior.

Más oportunidades para los jóvenes en desventaja

La expansión reciente de la matrícula de educación superior en México ha hecho cada vez más visible la preocupación por la distribución de las oportunidades educativas y ha colocado en la agenda prioritaria de la política educativa el asunto de la equidad. Como se sabe, el sistema educativo no puede crecer más allá de ciertos umbrales sin incorporar a los jóvenes de segmentos de menores ingresos en forma masiva. De hecho, el tránsito hacia la etapa de “masificación” obliga a atender una demanda educativa cada vez más heterogénea. Los rasgos de estos cambios se han dibujado con nitidez en las últimas dos décadas: ganan presencia en la educación superior los jóvenes de menores ingresos; es creciente la participación de los segmentos medios; y pierde peso relativo los de mayores ingresos. Así, de acuerdo con los datos de las encuestas de ingresos y gastos de los hogares: •Sólo 10 por ciento de la matrícula de educación superior en 1992 estaba formada por jóvenes en situación de desventaja económica (los pertenecientes a los cuatro primeros deciles de ingreso); los jóvenes de segmentos medios representaban alrededor de 44 por ciento; y los

Fuente: Elaboración de la SES con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, INEGI, 2010.

Durante la administración actual se entregaron un promedio de 402 mil becas por año, las cuales cumplen una función esencial para evitar que el origen social impida a las personas estudiar jóvenes de familias acomodadas (las que forman los dos últimos deciles) concentraban 46 por ciento. •En contraste, el peso relativo de los jóvenes de escasos recursos en la matrícula total aumentó en el año 2010 a poco

más de 21 por ciento; el de los jóvenes de segmentos medios a 48 por ciento; y el correspondiente a los jóvenes de las familias más prósperas disminuyó a 31 por ciento. Esta tendencia seguramente se verá acentuada en los especial

años por venir. Se prevé que alrededor de 31 por ciento de la matrícula total en 2020 podría estar representada por jóvenes de escasos recursos. La cambiante composición social de la matrícula y el creciente peso de los jóvenes de escasos recursos en la educación superior constituye un desafío para la política educativa y para todas las instituciones del sector. Por un lado, se requiere desarrollar mecanismos (algunos de ellos de carácter remedial) que permitan apoyar el acceso y permanencia de los jóvenes en situación de desventaja económica que cursan sus estudios en este nivel educativo; y por el otro, es preciso reforzar los programas vocacionales en los niveles previos y adecuar la oferta educativa de tipo superior para atender una demanda crecientemente heterogénea. En este renglón resulta significativo el papel desempeñado en los años recientes por las instituciones públicas para a mpl ia r las opor t u n idades educativas de los jóvenes provenientes de los segmentos de menores ingresos (los cuatro primeros deciles). De un total de 800 mil estudiantes de escasos recursos en 2010, la gran mayoría (alrededor de 80 por ciento) estaba adscrita a instituciones públicas. En contraste, en los estratos de mayores ingresos (sobre todo a partir del sexto decil) tiende a disminuir el peso relativo de los que estudian en esas instituciones y aumenta el de quienes lo hacen en las instituciones particulares (véase gráfica 2).

Más becas para los jóvenes de escasos recursos

Una población más y mejor educada significa una ciudadanía más informada, participativa y crítica.

Para atraer y retener a los jóvenes de los seg mentos de menores ingresos, el gobierno federal, con el apoyo de los gobiernos de los estados y de las instituciones educativas, impulsó en los últimos años diversos programas de becas: • El Prog rama Naciona l de

Becas (PRONABES) otorgó 1.6 millones de becas entre 2007 y 2012. • El Programa de Becas de Apoyo a la Práctica Intensiva y al Servicio Social (PROBAPISS) distribuyó 236 mil becas en el mismo periodo. • A través del Programa de Fortalecimiento de Becas para la Educación Superior se asignaron 184 mil becas entre los ciclos escolares 2009 y 2012. • El Programa de Becas Universitarias otorgó 396 mil becas en 2012. Esto quiere decir que durante la administración actual se entregaron más de 2 millones 412 mil becas, es decir, un promedio de 402 mil becas por año. El número total de becas de los diferentes programas se incrementó casi cuatro veces entre los años extremos, al pasar de 220 mil en 2007 a 813 mil becas en 2012 (véase gráfica 3). Como se sabe, las becas son una herramienta esencial para impedir que el origen social condicione el destino educativo de las personas. En los próximos años será necesario continuar fortaleciendo de manera significativa estos programas para reforzar el papel de la educación superior como palanca de desarrollo, movilidad y cohesión social.

Desconcentración de las oportunidades educativas

L a s ac ent u ad a s de s i g u a ldades reg ionales en el país han moldeado el acceso a las oportunidades educativas. La instrumentación de políticas educat ivas con en foque de equidad favoreció en la última década un intenso proceso de desconcentración de la oferta educativa del nivel superior. Por ejemplo, el índice de primacía (que es la razón entre la matrícula del Distrito Federal —la más grande del país— y la suma de las matrículas de las cuatro entidades que le siguen en importancia) cayó de un valor de 0.466 en el 2000 a 0.402 en el ciclo escolar 2011-2012. Esta tendencia indica una disminución de la concentración regional de la mat rícula de educación superior y el avance desde hace varias décadas de una macrocefalia hacia un perfil policéntrico en este renglón. Asimismo, las oportunidades educativas han traspasado gradualmente las fronteras de los grandes asentamientos urbanos para extenderse a las ciudades de menor tamaño e incluso a los contextos semiurbanos. Así, por ejemplo, del conjunto de ciudades que integran en la actualidad el sistema urbano nacional, 153 ciudades de todos los tamaños han ingresado a la etapa de “masificación”; 136 ciudades permanecen en la etapa anterior (la de “minorías”); y 69 ciudades —las más pequeñas— aún no cuentan con oferta educativa de tipo superior. Aunque las brechas territoriales o regionales en materia de cobertura siguen siendo sig-


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nificativas, se han producido en los años recientes avances significativos en este renglón. Recuérdese que mientras en el año 2006 únicamente 7 entidades federativas tenían una cobertura igual o mayor a 30 por ciento, en el 2011 eran 20 entidades las que alcanzaron este umbral. De este conjunto de entidades, el Distrito Federal es la única que en el ciclo 2011-2012 se situaba en la etapa de “universalización”, con poco más de 70 por ciento de cobertura bruta. A su vez, 19 entidades ya habían ingresado y transitaban por la etapa de “masificación”, con niveles de cobertura de entre 31 y 43 por ciento (véase gráfica 4). Entre las entidades más rezagadas (un total de 12 con una cobertura de menos de 30 por ciento), tres de ellas (Yucatán, San Luis Potosí y Baja California) necesitarían dar un pequeño paso (menos de 2 puntos de cobertura) para ingresar a la etapa de “masificación”; cuatro entidades (Durango, Michoacán, Tlaxcala y el Estado de México) requerían entre 2.5 y 5 puntos adicionales de cobertura para avanzar hacia esa etapa; y cinco entidades más (Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca y Quintana Roo) precisarían entre 8 y 12 puntos para dar ese salto. En estas últimas entidades es evidente la necesidad de redoblar los esfuerzos de todos los órdenes de gobierno para fortalecer la oferta educativa de nivel superior.

Hay casi 21,590 profesores con perfil PROMEP, cifra que es más del doble de la registrada en 2006 (10,385). Hoy en día alrededor de 37 por ciento de los profesores de tiempo completo de los principales subsistemas públicos cuenta con este perfil. Además, no sólo aumentó el número de los cuerpos académicos entre 2006 y 2012 (de 3,358 a 3,905), sino que ahora es mayor el peso de aquellos ya consolidados o en proceso de consolidación (de 24.5 por ciento a 45.9 por ciento).

Profesionalización creciente del personal académico

Más programas reconocidos por su calidad

En Méx ico se han llevado a cabo importantes esfuerzos para mejorar la calidad de la educación superior. La política pública en este campo, mediante una estructura de incentivos, y el esfuerzo sistemático de las instituciones de educación superior, han contribuido a propiciar la habilitación y superación permanente del personal académico de tiempo completo, la formación y desarrollo de los cuerpos académicos y la integración de redes temáticas de colaboración, entre otros. La planta académica de las inst it uciones de educación superior asciende en la actualidad a cerca de 369 mil profesores. De ese total, sólo 89 mil (24 por ciento) son profesores de tiempo completo (PTC). La gran mayoría (85 por ciento) de los PTC labora en instituciones públicas, donde han venido consolidando un nuevo perfil: Hace apenas seis años, alrededor de 56 por ciento de los profesores de tiempo completo pertenecientes a los principales subsistemas públicos tenían estudios de posgrado. En la actualidad, casi 75 por ciento cuenta con ese rasgo. El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) está formado por casi 18,500 académicos (es decir, 53 por ciento más que en 2006).

perior con 75 por ciento o más de su matrícula en programas reconocidos por su buena calidad, cuando hace 6 años sólo había 65, es decir, su número se multiplicó casi 4 veces más. Este conjunto de instituciones se localizan tanto en el norte, el oriente y el occidente, como en el centro y el sur de México, signo de que en todas las regiones del país hay una justificada y creciente preocupación por la calidad de la educación superior.

Avances diferenciados por subsistema

Fuente: Elaboración de la SES con base en reporte de becas otorgadas por DGESPE y PRONABES.

No hay duda que las prácticas de evaluación y aseguramiento de la calidad ya forman parte de la vida cotidiana de las instituciones de educación superior y son ampliamente aceptadas por las comunidades académicas. Actualmente hay en el país 3,743 programas reconocidos por su buena calidad, es decir, el doble de los existentes en di-

No hay duda que las prácticas de evaluación y aseguramiento de la calidad ya forman parte de la vida cotidiana de las instituciones de educación superior y son ampliamente aceptadas por las comunidades académicas. Actualmente hay en el país 3 mil 743 programas reconocidos por su buena calidad, es decir, el doble de los existentes en diciembre de 2006” ciembre de 2006 (1,868) (véase gráfica 5). Estos programas abarcan todas las áreas de conocimiento y todos los subsistemas de educación superior. El número de estudiantes en estos programas se incrementó de 857 mil a casi 1.6 millones en el mismo periodo, lo que significó pasar de 43.7 por ciento de la matrícula evaluable en diciembre de

2006 a 68.5 por ciento en agosto de 2012. El reto es lograr que el 100 por ciento de la matrícula realice sus estudios en programas reconocidos por su buena calidad, para lo cual se requiere fortalecer las políticas en este ámbito. Como resultado del avance de las prácticas de evaluación y acreditación, hay en el país 249 instituciones de educación su-

Fuente: Elaboración de la SES con base en el formato 911.

Debe reconocerse, sin embargo, que las prácticas de evaluación y acreditación han avanzado en forma desig ual por subsistema: • El grupo líder, formado por las Universidades Públicas Estatales, las Universidades Públicas Federales y las Universidades Tecnológicas, registra, en promedio, entre 90 y 93 por ciento de la matrícula evaluable en programas reconocidos por su buena calidad. • Le siguen, en un segundo grupo, las Universidades Públicas Estatales de Apoyo Solidario, los Institutos Tecnológicos y las Universidades Politécnicas, donde ese indicador varía entre 50 y 65 por ciento. • Más distante, el tercer grupo está formado por las las universidades interculturales, las escuelas normales y las instituciones particulares, donde entre 20 y 35 por ciento de la matrícula evaluable cursa programas reconocidos por su buena calidad (véase gráfica 6). Las escuelas nor ma les adoptaron hasta muy recientemente las prácticas de evaluación externa. Se trata de un esfuerzo inédito que abarca todos los programas evaluables. Los CIEES ya han concluido la evaluación de 351 programas (de los cuales 167 se encuentran en el nivel 1 de los CIEES), está en curso la de 313 programas y se encuentran en la fase de auto-diagnóstico alrededor de 81 programas. Como resultado de este esfuerzo, alrededor de 35 por ciento de la matrícula evaluable de las escuelas normales está inscrita en programas de buena calidad y seguramente en los años próximos las instituciones formadoras de docentes avanzarán rápidamente en este renglón. A su vez, las instituciones particulares también se han sumado gradualmente a las prácticas de evaluación y acreditación. Actualmente casi 150 mil estudiantes matriculados en esas instituciones estudian en programas reconocidos por su buena calidad (evaluados por los CIEES o acreditados por COPAES), cifra que representa 23 por ciento de la matrícula evaluable. Adicionalmente, un número importante de instituciones han obtenido la acreditación institucional que otorga la Federación de Instituciones Mex ica nas Pa r t icu la res de Educación Superior (FIMPES)


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cartas compromiso de mejora de la calidad entre los planteles evaluados.

o alguna otra. Aún tomando en cuenta este canal, poco menos de dos de cada tres programas de instituciones particulares con RVOE estatal o federal no cuentan con prácticas ni mecanismos de aseguramiento de la calidad.

Pertinencia

La calidad de los programas en las instituciones particulares

La aún limitada difusión de las prácticas de aseguramiento de la calidad entre las instituciones particulares ha hecho cobrar enorme relevancia a las regulaciones que rigen el otorgamiento y super v isión del llamado “Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE)”. Como se sabe, su otorgamiento es responsabilidad tanto de la SEP y de las autoridades educativas estatales, como de las instituciones de educación superior que están facultadas para ello. La SEP adoptó en los últimos seis años diversas medidas para fortalecer las instancias encargadas de analizar y dictaminar las solicitudes de RVOE y reforzar las acciones de inspección y vigilancia. Además, en el marco del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU), se formó un grupo de trabajo para avanzar en la homologación, y en su caso, unificación de las normas, requisitos, criterios, trámites y procedimientos relacionados con el RVOE. La trascendencia de las acciones instrumentadas puede valorarse por sus avances: E n est a ad m i n i st r ac ión se tramitaron un promedio anual de 2,500 solicitudes de RVOE federal, en contraste con 1,774 solicitudes por año que se procesaron en el periodo 2001-2006. Entre 2007 y 2012 se habían resuelto hasta agosto de 2012 un total de 11,636 solicitudes de RVOE. En el periodo se otorgaron 8,592 RVOE (73.8 por ciento) y se denegaron 3,044 solicitudes (26.2 por ciento). Durante toda la administración se realizaron alrededor de 30 mil inspecciones, es decir, un promedio de 5 mil inspecciones por año, cuando en 2006 se realizaron alrededor de 300. Entre enero de 2007 y agosto de 2012 la SEP inició un total de 7,084 procedimientos de sanción, de los cuales 921 fueron cancelados o retirados por no cumplir con las estipulaciones del RVOE federal. Con el fin de alentar la adopción de prácticas de aseguramiento de la calidad entre las instituciones particulares, en 2012 se puso en marcha el Programa de Fomento a la Calidad, que consta de dos fases: • Una evaluación diagnóstica (mediante 133 diferentes indicadores) del servicio educativo que prestan las instituciones particulares que cuentan con RVOE federal, la cual permite a dichas instituciones obtener una constancia de clasifica-

Fuente: Elaboración de la SES con base en los registros de CIEES y COPAES.

Para continuar elevando la pertinencia de la educación superior, es preciso reforzar los vínculos entre las universidades y los sectores productivo y social, capacitar y profesionalizar a los gestores de la vinculación, fortalecer los mecanismos de planeación de la oferta educativa, sobre todo en el ámbito estatal, y poner al alcance de los estudiantes información relevante y herramientas útiles para que conozcan con claridad sus intereses y preferencias e identifiquen los programas de estudio que son compatibles con sus vocaciones” ción en alguno de los 5 niveles y 10 subniveles identificados. • Un plan de mejora que deberá implementarse en el transcurso de un año, con base en los resultados obtenidos en la evaluación antes señalada, formalizado a través de la suscripcióndeunacartacompromisoyque,unavezcumplidaslasmetas correspondientes, les daría la oportunidad de mejorar su clasificación. Hasta el 4 de septiembre pa-

sado, el instrumento de evaluación había sido respondido por poco más de 1,000 planteles de educación superior con algún RVOE federal. En la clasificación oficial de estos planteles sólo uno de cada diez se ubicó en los últimos tres niveles y seis subniveles de la pirámide (los que tienen u n i n negable comprom iso con la calidad), mientras que

el resto fue clasificado en los dos primeros niveles y cuatro subniveles (los que cumplen estrictamente con los requisitos que establece la legislación actual para obtener un RVOE o bien los que apenas superan los estándares y requisitos para lograrlo) (Véase gráfica 7). De la evaluación diagnóstica se desprende que 10 por ciento de los pla nteles requieren int roducir mejoras urgentes (ya que sólo cumple un máx imo de 26 de los 133 criterios de evaluación); un 20 por ciento adicional requiere mejoras importantes (solo cumple entre 27 y 53 criterios); 49 por ciento requiere diversas mejoras (cumple entre 54 y 80 criterios); 18.4 por ciento presenta resultados satisfactorios con algunas áreas de oportunidad (cumple entre 81 y 107 criterios); y sólo 1.7 por ciento registra un resultado sobresaliente (cumple entre 107 y 133 criterios). Hasta la tercera semana de septiembre de 2012 se habían recabado 140

Fuente: Elaboración de la SES con base en los registros de CIEES y COPAES.

Hay consenso en la necesidad de elevar la pertinencia de la educación superior y potenciar su impacto en el desarrollo regional y nacional. La evidencia disponible sugiere cambios favorables en este renglón. Por ejemplo, las cinco carreras tradicionales con mayor número de estudiantes (derecho, contaduría, educación básica, computación y sistemas, administración) disminuyeron su peso en la matrícula total en los últimos seis años (al pasar de casi 31 a 25 por ciento), a un ritmo de 1 por ciento menos por año. Este hecho se explica, en buena medida, por la creciente diversificación de oferta educativa y la multiplicación de programas educativos en todas las áreas de conocimiento. Además, a diferencia de otras épocas, el mayor dinamismo de la matrícula se registra hoy en día en las carreras de las áreas de ciencias agropecuarias (con una tasa de crecimiento de 13.4 por ciento), ciencias naturales y exactas (10.9 por ciento), ciencias de la salud (10.8 por ciento) e ingenierías y tecnologías (7.6 por ciento), en contraste con las ciencias sociales y administrativas (4.7 por ciento) y educación y humanidades (5.7 por ciento).

Mayor vinculación de las instituciones educativas

Las instituciones educativas constituyen en nuestro país el espacio pr i ncipa l donde se transmite y genera conocimiento. Tradicionalmente, la débil vinculación entre las empresas y las universidades impedía que ese conocimiento se transfiriera ágilmente a las actividades productivas, para su transformación en innovaciones. Para mejorar significativamente la interlocución y vinculación entre empresas e instituciones de educación superior, en los últimos años se impulsó la creación en todas las instituciones educativas de tipo superior de los llamados “consejos de vinculación”. En la actualidad, de las 412 instituciones del sistema tecnológico, 9 de cada 10 cuentan ya con una instancia de esta naturaleza. Lo mismo ocurre en las universidades públicas estatales y las instituciones educativas federales. Para continuar elevando la pertinencia de la educación superior, es preciso reforzar los vínculos entre las universidades y los sectores productivo y social, capacitar y profesionalizar a los gestores de la vinculación, fortalecer los mecanismos de planeación de la oferta educativa, sobre todo en el ámbito estatal, y poner al alcance de los estudiantes información relevante y herramientas útiles para que conozcan con claridad sus intereses y preferencias e identifiquen los programas de estu-


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dio que son compatibles con sus vocaciones.

El financiamiento de la educación superior

El fortalecimiento de la educación superior hace indispensable contar con una más sólida base de financiamiento. En los últimos seis años, la inversión federal en educación superior y posgrado se incrementó en alrededor de 40 por ciento en términos reales. Se trata de una inversión que si bien sigue siendo insuficiente y con un alto componente inercial, es significativamente mayor que la del pasado reciente y no tan reciente. Baste señalar que durante las dos administraciones anteriores el presupuesto alcanzó un crecimiento real de 16 por ciento en el periodo de 1994-2000 y de 15 por ciento durante el periodo 2000-2006. El aumento registrado en los últimos seis años ha permitido una mejora de diversos indicadores financieros del sistema de educación superior. En Panorama Educativo 2012, la OCDE señala puntualmente algunos de estos progresos. El gasto por alumno en educación superior —8,020 dólares (es decir, dólares equivalentes convertidos a Poder de Paridad Adquisitiva)— situaba a México en un nivel similar al de la Republica Checa (8,237) y por encima de Polonia (7,776), Rusia (7,749), Chile (6,863) y Argentina (4,579). Mientras que el ritmo de crecimiento del gasto por estudiante de educación superior en México se elevó significativamente — casi 23 por ciento entre 2000 y el 2010—, en países como Chile

Fuente: Elaboración de la DGAIR y la SES.

y Brasil disminuyó o su dinámica fue mucho menor, provocando un cierre de la brecha en este renglón. Recuérdese, por ejemplo, que en 2000 el gasto por estudiante en México equivalía a 62.9 por ciento del gasto en Chile; esta relación se invirtió diez años después, cuando representó 1.17 veces el del país sudamericano. La política de financiamiento se ha consolidado en la última década con la creación de nuevos fondos extraordinarios y programas de concurso. Así, mientras que en la década de los 90 se crearon tres instrumentos de f i na ncia m iento competitivo, en los últimos doce años se crearon 15 fondos

Las insuficiencias presupuestales han dificultado logros mayores para las instituciones educativas, por lo que la ANUIES ha propuesto una política de financiamiento plurianual para atender los diversos subsistemas que integran el mosaico de la educación superior pública en México. Cabe hacer notar que en los últimos seis años se implantaron 10 de los 15 nuevos fondos y programas de financiamiento. JUAN PABLO ZAMORA

En los presupuestos comprendidos entre 2007 y 2012, se asignaron por medio de los fondos extraordinarios y de los instrumentos financieros basados en el desempeño institucional alrededor de 73 mil millones de pesos, lo que equivale a cerca de una cuarta parte del subsidio ordinario de las Universidades Públicas Estatales y de Apoyo Solidario y las Instituciones y Universidades del Sistema Tecnológico. Además para brindar certeza a las instituciones de educación superior, se realizó cada año un proceso transparente de asignación de estos recursos, vigilado por Transparencia Mexicana. No obsta nte los ava nces citados, es preciso reconocer que las insuficiencias presupuestales han dificultado logros mayores. Por esa razón, la ANUIES ha propuesto transitar en fecha reciente hacia una política de financiamiento plurianual, con una meta precisa en el presupuesto para los próximos seis años: incrementar el financiamiento federal y estatal para pasar de alrededor de 1 por ciento del PIB en la actualidad a 1.5 por ciento en los próximos años, que de concretarse permitirán a las instituciones educativas no sólo contar con más recursos, sino también tener mayor certidumbre para avanzar en la planeación de largo plazo.

A modo de epílogo Las instituciones educativas constituyen en nuestro país el espacio principal donde se transmite y genera conocimiento.

L a e duc ac ión s up er ior en Méx ico tiene hoy una significación social, económica y

cultural inédita. Los grandes trazos de esta reflexión describen su transformación reciente y prefiguran algunas de sus tendencias futuras. Seguramente gran parte del esfuerzo público seguirá orientándose a impulsar el rápido crecimiento de la matrícula; también será necesario destinar importantes recursos para facilitar la inclusión de quienes acceden a la educación superior en condiciones de desventaja social; no menos importantes serán las medidas que tomemos para garantizar que todas las instituciones y programas educativos incorporan mecanismos de aseguramiento de la calidad y estándares cada vez más exigentes. Asimismo, el fortalecimiento del posgrado y el impulso de la investigación, más allá de los reducidos centros de excelencia, constituyen algunos otros desafíos en puerta. Las políticas públicas desplegadas en los últimos tres o cuatro lustros ya no se corresponden con las del Estado pasivo y distante de otras épocas. En los ámbitos del financiamiento, de la equidad y la calidad se cuentan con instrumentos de política pública que han demostrado ser eficaces. Además, tiende a fortalecerse un modelo de regulación en el que se conjugan la autonomía de las instituciones públicas (de jure y/o de facto) con una cada vez más efectiva regulación y coordinación a través de la utilización de una amplia diversidad de dispositivos. En ese sentido, puede afirmarse que se han dado pasos importantes en la tarea de construir un sistema de educación superior más articulado y mejor coordinado. Más allá de los avances en materia de cobertura, calidad y equidad, es importante dar cuenta del fortalecimiento de las instituciones de educación superior, desde sus cuerpos colegiados a sus órganos de dirección. Los actores del proceso educativo han ganado visibilidad en el espacio público y relevancia en el gobierno de las instituciones. Con todos estos y otros insumos, necesitamos ser capaces de imaginarnos la educación superior que queremos tener en 20 o 30 años. Debemos aspirar a universalizar el acceso a la educación superior y propiciar que nuestras instituciones educativas sean cada vez más competitivas en el terreno internacional. Para algunos, pensar en estos términos es ingenuo y hasta utópico. ¿Pero qué es la utopía? Según Eduardo Galeano: “ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”. Aunque no se alcance la utopía, se camina hacia ella. Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP)


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Promueve UV cultura de la protección civil La Semana Nacional de Protección Civil de la UV, testimonio del “firme compromiso universitario con prioridades esenciales para la sociedad”: Noemí Guzmán Lagunes, Secretaria de Protección Civil del Estado de Veracruz El rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, dijo que para garantizar una convivencia segura, los universitarios “debemos estar preparados para enfrentar situaciones de riesgo y ser capaces de crear una cultura de la prevención y la protección civil, desde lo que somos y lo que tenemos”.

n el marco de la conmemoración del sismo de 1985, el gobierno federal instituyó el 19 de septiembre como el Día Nacional de Protección Civil, en el que se organizan actividades de difusión, prevención y capacitación donde participan instancias de los tres niveles de gobierno e instituciones educativas. La Universidad Veracruzana (UV) se sumó a esta conmemoración con la primera Semana Nacional de Protección Civil, efectuada del 18 al 21 de septiembre en los cinco campus universitarios, la cual resultó en una oportunidad para la reflexión, el análisis y la toma de decisiones en estos temas de importancia capital. Acorde con su visión académica y de largo alcance, el enfoque de la UV para la gestión del riesgo tiene vocación participativa y sustentable y busca ampliar la reflexión hacia el campo de la sustentabilidad organizacional y humana. De ahí que durante esta semana haya habido acciones de capacitación y actividades de difusión dirigidas a la comunidad universitaria en general para el fortalecimiento de sus capacidades frente a los riesgos. Las actividades incluyeron conferencias en las que se ofrecieron alternativas para evitar ser víctimas de extorsión telefónica así como charlas sobre la protección civil en instituciones de educación superior; se impartieron cursos con diversos temas como: delitos cibernéticos, extorsión telefónica, seguridad personal y bullying; capacitación en uso de líneas telefónicas de emergencia, extorsión y redes sociales; investigación de incendios y explosiones, delito cibernético, seguridad personal, trata de personas, y otros temas. En opinión del rector de la UV Raúl Arias Lovillo, las de hoy son sociedades de riesgo, por lo que esta institución, en

atención a sus responsabilidades como institución pública, se involucra en los fenómenos de su entorno: “En la actualidad, la seguridad de la población y de nuestra comunidad adquiere una gran relevancia. Somos una institución que agrupa a más de 80 mil miembros con todo lo que ello implica”. Arias Lovillo consideró que para garantizar una convivencia segura, “debemos estar preparados para enfrentar situaciones de riesgo y ser capaces de crear una cultura de la prevención y la protección civil, desde lo que somos y lo que tenemos”. Dijo que es obligación de los universitarios generar condiciones de seguridad que permitan ejercer con ecuanimidad y certidumbre la labor diaria, siguiendo los fines esenciales de la propia universidad en un marco de protección y responsabilidad social. “La seguridad como principio de la convivencia es un compromiso de todos y para todos, por tanto precisa de un conjunto de estrategias en las que nos debemos involucrar los miembros de la comunidad universitaria. Tiene una importancia especial que desde nuestra propia individualidad, cuidemos de nosotros mismos”, planteó.

“UV se compromete con las prioridades de los veracruzanos”: Noemí Guzmán Lagunes, Secretaria de Protección Civil de Veracruz

Durante la inauguración del evento, Noemí Guzmán Lagunes, Secretaria de Protección Civil del Estado de Veracruz, aseguró que la Semana Nacional de Protección Civil de la UV fue testimonio del “firme compromiso universitario con prioridades esenciales para la sociedad”. Ahí mismo, el rector Raúl Arias Lovillo destacó que con esta iniciativa se trata de construir una cultura de protección civil y

La UV estableció el Plan Universitario de Protección Civil y Seguridad en un Entorno Sustentable agregó que desde la UV se puede aportar no sólo a los programas que se ocupan de esta materia al interior de la institución, sino también a la sociedad en su conjunto. Asimismo, destacó la importancia de realizar un trabajo coordinado entre los servicios de seguridad pública, la Secretaría de Protección Civil y todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. “La UV ha dado pasos muy importantes para adecuar su vida institucional a la agenda de la protección civil en la integración de sus unidades internas; ha sido una decisión preventiva esencial que hoy garantiza una mayor atención a la comunidad universitaria, sus instalaciones y el entorno; asimismo, participa en las sesiones del Consejo Estatal de Protección Civil”, comentó. En ese sentido, Arias Lovillo hizo un reconocimiento al trabajo en colaboración que realiza la institución con la Secretaría de Protección Civil. Asimismo, agradeció a Leticia Rodríguez Audirac, Secretaria de la Rectoría, por la coordinación del mismo y exhortó a todos los presentes a multiplicar esfuerzos en tal dirección. “Lo importante son los actos de planeación para enfrentar dichas contingencias, por ello es fundamental que en la UV se realice esta semana dedicada a la protección civil y celebro esta iniciativa, impulsada con apoyo del gobierno de Veracruz”. Por su parte, Rodríguez Audirac recalcó que “construir una cultura de protección civil y seguridad en un entorno sustentable es una tarea en la que debemos comprometernos todos en todas

las áreas de desempeño y todos los espacios de la Universidad”. Este elevado propósito, dijo, es viable en tanto que la comunidad que en ello trabaja no sólo ve el respaldo, sino que es encabezado por el liderazgo del Rector de la UV. En la inauguración estuvieron presentes: Ernesto González Quiroz, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y representante de su titular, Arturo Bermúdez; José Antonio Ramírez García, representante de la Policía Federal Preventiva (PFP); Antero Borgoa Lara, coordinador de Protección Civil y Seguridad de la UV, así como directores de áreas académicas, administrativas y de facultades, además de estudiantes y docentes de la Facultad de Derecho.

Un Plan Universitario de Protección Civil y Seguridad

La UV puso en marcha, hace aproximadamente un año, la iniciativa de sumar y organizar los diversos esfuerzos que de manera aislada se habían venido realizando al interior de la institución en materia de protección civil y seguridad. Así, refrendó su compromiso con la comunidad universitaria y la sociedad en general al implementar el Plan Universitario de Protección Civil y Seguridad en un Entorno Sustentable, a través de la Secretaría de la Rectoría encabezada por Leticia Rodríguez Audirac. Uno de los principales objetivos por los que se creó este Plan Universitario es consolidar a la UV como una institución preparada para responder a las necesidades sociales y tener la capacidad de respuesta para reaccionar de

manera adecuada en situaciones coyunturales, sostuvo Rodríguez Audirac. Este plan se fundamenta en la legislación universitaria y en los principios que rigen la autonomía universitaria; asimismo, atiende los ordenamientos jurídicos que en materia de protección civil y seguridad han formulado los tres niveles de gobierno. Este proyecto se enfocó en el desarrollo de un plan en materia de protección civil, seguridad y sustentabilidad que sirva para la promoción de una cultura universitaria de seguridad y protección que esté presente en todas las actividades y espacios de la Universidad. En él se incluyen recomendaciones y medidas para minimizar riesgos de cualquier naturaleza, atendiendo a las capacidades administrativas, técnicas y económicas de las diferentes dependencias. De esa forma, este protocolo de seguridad pretende ser un generador de principios orientados a la sana convivencia entre los miembros de la comunidad. “La UV, a través de estos eventos y otras acciones que se realizarán de forma permanente, impulsará una cultura de la protección civil y de la seguridad, en donde se promoverá una actitud de responsabilidad frente al entorno, las formas de convivencia y las características de nuestros inmuebles para evitar situaciones de peligro o contingencia, así como desgracias, y saber qué hacer en cada circunstancia que se nos presente”, detalló Leticia Rodríguez Audirac. La Semana Nacional de Protección Civil fue organizada por la Coordinación de Protección y Seguridad Universitaria, con apoyo de las vicerrectorías dado que se reprodujo en todos los campus universitarios, donde participaron también estudiantes, profesores, administrativos y responsables de Protección Civil.


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Dijo en la Universidad Veracruzana el jurista Sergio García Ramírez

La sociedad siente incertidumbre, desesperación, irritación y angustia a la decadencia de las instancias sociales de control –familia, escuela, partidos políticos, iglesias. Cuando éstas funcionaban no se tenía la mirada puesta en los policías y militares para que se estableciese un orden social razonable, por el contrario, había control moral. Pero esta suma de instituciones e instancias se ha mellado y ya no juega el papel que alguna vez jugó en el control de la conducta.” Por otra parte, indicó, está el adelgazamiento de las instituciones públicas que deberían actuar en la función preventiva y persecutoria. Ante tal escenario, un miembro de la sociedad o la sociedad en pleno “lo que sentimos es desesperación, incertidumbre, exasperación, irritación social y angustia”.

Hablar de derechos humanos en una sociedad dolida por la inseguridad y el crimen no es tarea fácil; antes provocaba entusiasmo y ahora, escepticismo y hasta rechazo: García Ramírez

ara la sociedad universitaria es necesario revisar la manera en que se enfrenta la inseguridad y se hace justicia, lo que conlleva al debate y la crítica de la estrategia, aseguró el doctor honoris causa por la Universidad Veracruzana (UV), Sergio García Ramírez, en su participación en el Seminario Internacional: Derechos Humanos y Seguridad, organizado por el Centro de Estudios sobre Derecho, Globalización y Seguridad. Durante su conferencia magistral diseminó los intrincados de la sociedad moderna mexicana en la que se cuestiona la existencia de los “ninis”, pero no al sistema y por eso –aseguró– “los jóvenes ‘ninis’, y algunos adultos con ellos, podemos replicar que también existe un sistema ‘nini’, que ni da soluciones ni esperanza”. Dijo que se había planteado que la violencia tendería a desaparecer, y que su lugar sería ocupado por los delitos ingeniosos, cerebrales, de astucia, el fraude, por ejemplo, pero no ha sido así en lo absoluto: “el fraude se ha multiplicado y el asesinato se ha dispersado hasta la exasperación. Tenemos una sociedad violenta y fraudulenta”. También se predijo que se reduciría la edad de los infractores, pero no sólo no ha sido así sino que ahora son “víctimas universales” de nuevas formas de delincuencia. El crimen actual –agregó– se trata de un inmenso fenómeno delictivo, ultra violento, fincado en intereses económicos colosales. El jurista destacó la misión “observadora y propositiva” de la universidad, y recordó que en junio de 2011 la Universidad Nacional Autónoma de México generó un documento –acogido por el resto de las instituciones de educación superior del país– denominado “Elementos para la construcción de una política de Estado para la seguridad y la justicia en democracia”, en el que participaron especialistas nacionales e internacionales. En este contexto, rememoró a Justo Sierra: “Que se ocupe la universidad pública mexicana de analizar del mejor modo posible

Actualmentehablardederechos humanos causa escepticismo

Durante la conferencia magistral que ofreció en la UV, el funcionario del Instituto Federal Electoral, Sergio García Ramírez, diseminó los intrincados de la sociedad moderna mexicana en la que se cuestiona la existencia de los “ninis”, pero no al sistema.

“Vivimos en un sistema ‘nini’, que ni da soluciones ni esperanza”, aseguró el doctor honoris causa por la UV los problemas de México, sin olvidar los temas del mundo, y halle soluciones mexicanas”. También refirió la relación entre el criminal y la autoridad y rememoró que anteriormente el infractor optaba por huir, tras

cometer un delito, “pero llegó un momento en que el delincuente ya no huyó –no siempre, pero ahora puede darse la vuelta y enfrentar a la autoridad porque está equipado de valor y de herramientas”.

Incluso, dijo que un paso adelante es cuando el delincuente se impone a la autoridad, y más grave aún, el delincuente constituido en autoridad. “¿Cómo llegamos a esto? –se preguntó. Por una parte debido

El jurista dijo que “hablar de derechos humanos en una sociedad dolida por la inseguridad y el crimen no es tarea fácil. Antes provocaba entusiasmo y sonrisa, ahora provoca escepticismo y en ocasiones rechazo. Pero hay que hablar de ellos”. Los derechos humanos, opinó, son las expresiones características de la mundialización en que estamos inexorablemente inmersos, “son el rostro amable de la mundialización, el rostro grato”. Más adelante, se refirió a otro de ellos: “la lucha contra el delito”. De ahí que García Ramírez, quien se desempeñó como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos y presidente de la misma de 2004 a 2007, planteó una serie de premisas para analizar el tema de los derechos humanos y la seguridad: afirmar la importancia del régimen penal para el sistema democrático y los derechos humanos; enfrentar con “firmeza y eficacia” la delincuencia, y preservar y fortalecer el Estado de derecho. “Para mí, otra premisa sería la declaratoria de ambos propósitos: la preservación de derechos humanos y el Estado de derecho por una parte, y el combate eficaz y frontal contra la delincuencia, que son perfectamente compatibles. Se reclaman mutuamente, no podríamos cortarlos en extremos antagónicos ni suponer que la prevalencia de uno supone la ruina del otro”. Incluso, mencionó que entre la sociedad crece la opinión de que ambos propósitos –la seguridad y los derechos humanos– no son compatibles. El funcionario del Instituto Federal Electoral aclaró que se trata de “falsos dilemas” que contraponen a la seguridad y los derechos humanos.


68 o Jueves 27 de septiembre de 2012

La UAM fortalece sus vínculos con la sociedad

La UAM siempre se ha manifestado a favor de servir a la comunidad mexicana, y lo hace a través de sus diferentes instalaciones en todas sus unidades.

Redacción Campus

Para el rector de la UAM, Enrique Fernández Fassnacht, uno de los mandatos de la institución es el servicio a la sociedad, y es para esto que constantemente introduce mejoras e innovaciones en todas sus áreas

U

no de los compromisos que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha asumido con plena convicción desde su creación, es la vinculación con su entorno en la búsqueda de soluciones a los problemas que atañen a la sociedad. A lo largo de sus 38 años de vida y con una clara vocación social y de servicio, la institución, a través de sus unidades Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco han impulsado diversas actividades, proyectos y programas encaminados a establecer y fortalecer vínculos de participación y colaboración con sus comunidades aledañas y dar solución a algunas de sus problemáticas más inmediatas. Un ejemplo de este compromiso con la sociedad se manifiesta, por ejemplo, en las actividades que se desarrollan en los cuatro Laboratorios de Diseño y Comprobación de la Unidad Xochimilco, antes denominadas Clínicas estomatológicas, que empezaron

Los Laboratorios de Diseño y Comprobación de la Unidad Xochimilco, donde se brinda atención al público desde 1976, o en el Bufete Jurídico de la Unidad Azcapotzalco, donde se brinda atención de manera gratuita, se manifiesta el compromiso de la UAM con la sociedad a brindar atención al público desde 1976. En sus casi 36 años de existencia las instalaciones se han remodelado en varias ocasiones y se han equipado con tecnología de punta. Prueba de ello es la instalación de un sistema de videoconferencias que enlazan en tiempo real a los cuatro Laboratorios de Diseño y Comprobación con la Unidad Xochimilco, lo que permite socializar las prácticas profesionales que se realizan en la licenciatura de Estomatología. En la UAM, ha dicho Enrique Fernández Fassnacht, rector

general de esta Institución, es este tipo de servicios “uno de los mandatos institucionales y una de nuestras grandes vocaciones para servir a la sociedad. Nuestra convicción como universidad pública de vanguardia, es que la atención a la salud involucra la prevención, la información, la educación a la sociedad, y por supuesto el tratamiento adecuado a las enfermedades”. Con ese espíritu, en febrero de 2009 autoridades de nuestra casa de estudios así como del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología inauguraron el Centro Nacional de Investigación en Imagenolo-

ESPECIAL

gía e Instrumentación Médica CI3M, cuyo equipamiento lo coloca como el de mayor importancia en su campo en México y en América Latina. El laboratorio CI3M cuenta con dos sistemas de imagenología por resonancia magnética: un sistema de 7 Tesla para animales pequeños y otro de tres Tesla para humanos. En su haber también destacan dos tomógrafos computarizados, un endoscopio microscópico, una unidad de ultrasonido Doppler, una sala de cirugía experimental y una amplia red de computadoras con acceso al cluster de 2 mil 100 procesadores del Laboratorio de Supercómputo. También vinculada con el tema de la salud, la Clínica de Atención a Trastornos del Sueño, de la Unidad Iztapalapa se creó en el año 2004 con la finalidad de realizar investigaciones de sueño en seres humanos, proporcionar atención a la comunidad universitaria y externa que lo requiera a precios módicos, ya que este tipo de estudios son muy caros en los hospitales privados.


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El bufete jurídico de la Unidad Azcapotzalco, la Clínica del transtorno del sueño y los Laboratorios de Diseño y Comprobación Clínica Estomatológica Neza brindan servicio al público en general Es ante la falta de clínicas especializadas que atiendan estos padecimientos, que surge la Clínica del sueño de la UAM. La clínica cuenta con polígrafos para el registro de la actividad cerebral, muscular y respiratoria; dispositivos de presión aérea positiva continua que evitan la obstrucción de la vía aérea, usados en caso de apnea del sueño, así como cámaras de Gesell y un cuarto de estudios polisomnográficos donde se realizan evaluaciones del neurodesarrollo en niños pequeños. Otro de los aportes de la UAM en beneficio de la sociedad es el trabajo realizado durante más de 30 años por el Bufete Jurídico de la Unidad Azcapotzalco. Con 31 años de vida, el Bufete Jurídico brinda de manera gratuita asesoría jurídica y tramitación de procesos ante autoridades jurisdiccionales a los miembros de la comunidad universitaria y al público en general, además de fungir como un espacio para la realización del servicio social de los alumnos de la licenciatura en Derecho que sólo se imparte en esta sede de la UAM.

Actualmente el despacho ofrece alrededor de mil asesorías al año, por lo que se ha convertido en una instancia relevante de servicio a la sociedad. El Bufete cuenta con cuatro secciones- de la propiedad, de lo familiar, laboral y penal- y en cada una de ellas se asesora al público, en su mayoría personas que carecen de los recursos económicos suficientes como para contratar los servicios privados de un abogado. Una de las secciones con mayor demanda es la de lo familiar, donde se asesoran procesos relacionados con pensiones alimenticias, divorcios, juicios de patria potestad y juicios sucesorios, entre otros. La segunda es la sección dedicada a la propiedad, donde se tramitan asuntos relacionados con arrendamientos inmobiliarios y compraventa de inmuebles, entre otras; en tercer lugar está la sección de lo penal, que gestiona asuntos vinculados con robos, lesiones, homicidios entre otros, y la sección de lo laboral que atiende diferentes conflictos, como despidos injustificados e indemnizaciones.


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70 o Jueves 27 de septiembre de 2012

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Llama Conacyt a impulsar la ciencia desde los niveles básicos JUAN PABLO ZAMORA

Los pabellones que integran la exposición de la Semana son: tPabellón Educación y Ciencia: Presentará los objetivos y funcionamiento de los programas de vocaciones y talentos más exitosos de México, como el Programa Adopte un Talento (Pauta), Apoyo a sobresalientes en el estado de Sinaloa, entre otros.

tPabellón Tecnociencia Interactiva: Lo integran ocho museos: Universum, Papalote Museo del Niño, Museo Tezozomoc, Museo Interactivo de Economía, Centro de Ciencias de Sinaloa, Explora (Guanajuato), Museo del Desierto (Coahuila) y Museo El Rehilete (Hidalgo).

tPabellón del Conocimiento: Expondrá los objetivos y logros de las 18 redes del conocimiento científico producidos por diversos grupos de investigación científica y desarrollo tecnológico de todo el país.

tPabellón de la Innovación: La XIX Semana de la Ciencia y Tecnología buscará que los niños reflexionen acerca de los fundamentos de la investigación en diferentes áreas del conocimiento.

RedacciónCampus

E

l propósito de una Semana Nacional de Ciencia y Tecnología es múltiple, pero apunta a que avancemos juntos en mejorar el futuro de nuestro país, sustentado en el potencial científico, tecnológico y de innovación con que contamos, expresó Enrique Villa Rivera, director general del Conacyt, durante la inauguración de la XIX Semana Nacional de Ciencia y Tecnología. Villa Rivera estuvo acompañado de la Directora General del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Yoloxóchitl Bustamante Díez; del rector general de la Uni-

versidad Autónoma Metropolitana (UAM); Enrique Fernández Fassnacht; y del titular del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICYTDF), Julio Mendoza Álvarez. Aseveró que la intención de la SNCYT es que los niños reflexionen sobre los aspectos fundamentales que existen alrededor de la ciencia, y cómo son concebidos los avances tecnológicos dentro del quehacer cotidiano de los investigadores y tecnólogos. Acorde con ese objetivo, el director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología explicó que otro enfoque de la 19ª SNCYT es el de ser un espacio destinado a orientar las voca-

ciones e interés por áreas como la ingeniería, “pues justamente esa es un disciplina fundamental que necesita el país para poder desarrollarse”. Villa Rivera acotó que en la medida en que contemos con una capacidad científica más sólida, se podrá permear más a fondo en la empresa mexicana; ya que un aspecto como el de las patentes tiene que ver con el desarrollo económico e industrial impulsado a partir de las empresas. El titular del Conacyt dijo que este evento apunta a explicar los intereses científicos y tecnológicos a los jóvenes y los padres de familia, así como lo que significa el trabajo de un investigador o conacyt

El titular de Conacyt, Enrique Villa, estuvo acompañado por Yoloxóchitl Bustamante Díez y Enrique Fernández Fassnacht.

un tecnólogo que genera conocimientos y productos que sean útiles para la sociedad. Recalcó la importancia de reforzar la apropiación social de la ciencia a través del trabajo de los profesionistas cuyas acciones se necesitan compartir a través de los espacios que la sociedad ha creado para ellos, como la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología (AMMCCYT) y los diversos foros de divulgación. Respecto a la percepción pública de la ciencia, el funcionario federal explicó que en ocasiones existe poco conocimiento y, por lo tanto, poca valoración del trabajo aplicado de la ciencia. Por ello, la XIX SNCYT ayuda a que los asistentes a este evento conozcan, se apropien, hagan suyo y (en determinado momento) puedan defender el concepto de ciencia y tecnología; “nos interesa mucho que las personas entiendan por la vía de la transferencia de resultados el impacto que tiene la aplicación científica”. La XIX Semana Nacional de Ciencia y Tecnología reúne por primera vez a 85 expositores distribuidos en ocho museos y centros de ciencia interactivos, nueve talleres de ciencia recreativa, cinco programas de talentos y vocaciones científicas, 11 empresas de base tecnológica, 17 medios de comunicación, 18 redes del conocimiento y ocho consejos estatales de ciencia y tecnología.

Se presentarán las exposiciones de 11 empresas de base tecnológica como Forza Global Solutions, Intel, Nissan, las cuales han recibido apoyo del Conacyt para financiar proyectos de innovación en México.

tPabellón de Consejos Estatales: Consta de una muestra de seis stands donde se expondrán los resultados y logros más importantes de los proyectos de investigación regional.

tPabellón de la ciencia en los medios: Se conforma por 17 expositores de diferentes medios de comunicación, cuyo objetivo es acercar a la población a todos los espacios masivos de información que facilitan la divulgación y entendimiento de la ciencia.

tAdicionalmente, el Museo de Ciencias Universum presenta la exposición interactiva Chocolate: ciencia e historia de un manjar; el Centro de Ciencias de Sinaloa cuenta con un planetario móvil; el Museo del Desierto expone réplicas de tamaño natural de esqueletos de dinosaurios; mientras que el Centro de Ciencias Explora y el Museo Tezozomoc cuentan con diversas actividades dedicadas a las tecnologías sustentables.




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