Boluntariotza | Voluntariado
Ser Levadura Que la vida es un cajón de sorpresas es una verdad que no necesita ser demostrada. Efectivamente, nos sorprende lo que sucede, lo que nos sucede, lo que hacemos o hacen otros, nos sorprenden los avances científicos y tecnológicos… pero una las grandes sorpresas es la dirección y la dinámica que, en un momento dado, puede tomar nuestra vida al abandonar un ámbito y entrar en otro que no estaba en nuestros planes.
Abandoné el ámbito educativo cuando me llegó la edad de la jubilación tras desarrollar mi trabajo con alegría, ilusión y pasión. Tantos años habiendo sido un elemento activo de la forja social dejaron su huella y fue esta huella la que un día respondió a la llamada a la cooperación en el Proyecto de comercio justo Kidenda, que ya llevaba funcionando bastantes años en Amorebieta. Entré así en un ámbito desconocido para mí porque, a pesar de haberlo tenido cerca, ni mis ojos ni mi corazón se habían percatado de su existencia. Aquí descubrí que podía ser “levadura” social e impulsar el respeto por los derechos humanos, la protección del medio ambiente y la dignidad de las personas. Aquí descubrí que un “acto de compra” no es algo simple sino que tiene implicaciones significativas porque con ese acto nos adherimos a los sistemas de
producción (respeto o no por la Naturaleza), a las condiciones de trabajo (dignas o de explotación), al destino de los beneficios (generar más riqueza para las grandes multinacionales o proveer de manera sostenible las bases para el desarrollo personal, social y medioambiental del ser humano). Aquí descubrí la “identidad del voluntariado”: una forma de vivir, un modo diferente de mi-
Nire herriko jende asko ezagutzeko eta haiekin egoteko aukera izan dut. “Bizitzeko beste modu bat” badagoela ikasi dut haiengandik eta gure inguruan eragiteko aukera daukagula, kontzientzia sortzeko eta ekonomia solidarioaren parametroak ezartzeko. Azken finean, bizitzak “sorpresak ematen ditu”. Eskerrak eman nahi ditut bizitzak eman dizkidan sorpresengatik. Kristau moduan, gaur egun, mundua hobetzeko lanean laguntzen ari naizela sentitzen dut.
rar, de ver, de actuar, un acto de rebeldía y de denuncia ante situaciones injustas apostando por una vida con ventanas y puertas abiertas a los demás. Y desde aquí he tenido la oportunidad no solo de conocer nuevas realidades, sino de experimentar una mayor sensibilidad hacia las mismas comprometiendo y poniendo a disposición del proyecto Kidenda mis capacidades y competencias. Aquí he experimentado el altruismo y la empatía, aunque tengo que reconocer que el altruismo económico se ve largamente compensado por la satisfacción personal que siento al imaginar y “visualizar” a las gentes que cultivan el café, la caña de azúcar o el cacao… a quienes las percibo muy próximas, las siento en su día a día mimando sus plantaciones, sus frutos… y siento que ellas también estarán imaginando cómo nuestras manos se mueven cuando depositamos los paquetes de panela, cacao… en otras manos: las de quienes compran. Al final, se trata de “juntar las manos” en proyectos comunes, solidarios, con sentido humanitario. En definitiva, que “la vida es un cajón de sorpresas”. Agradezco todas las sorpresas que la vida me ha regalado y siento que desde donde ahora me encuentro y mi condición cristiana estoy contribuyendo a un mundo mejor. Hago mías las palabras de Eduardo Galeano “…actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito. Es la única manera de probar que la realidad es transformable”. Itziar Abasolo Barandica Voluntaria de Kidenda 2019ko udaberria • Bihotzez