Caja de memoria

CAJA DE MEMORIA Carla Cheuquiante Villouta

Producción Visual I José Miguel Morales Malverde 28 de Marzo, 2018

Índice I. Mano de Obra, el deseo de hacer • El mundo de la materialidad.

• Creaciones a medias.

• In situ, consumar ideas.

• Ensayo y error.

II. Lo figurativo

• Construcción del paisaje.

• Representación.

• Escasez de recursos III. Estética del color IV. Común-unidad V. Explorar VI. Conclusión

MANO DE OBRA, EL DESEO DE HACER El mundo de la materialidad Tengo un estrecho vinculo con todo lo relacionado a la construcción, lo que me motiva a pensar la mayoría del tiempo en ideas tridimensionales o en su defecto acciones que me permiten moverme o involucrarme más a fondo con los materiales.

El origen de esta afinidad se forjó más que nada por la interacción con el trabajo manual de mi padre, dedicado a la construcción. Desde pequeña verlo llegar sucio, cansado, pero siempre feliz de responder con todo detalle a un ¿qué hiciste hoy? Son recuerdos que atesoro mucho.

También cabe mencionar que la “prohibición” de hacer cualquiera de estas labores provocó que me interesara aún más en ellas: ¡no toques eso! ¡te vas a cortar! Al contrario de ahuyentarme hacían que observara con más cuidado esa “teoría” y así, aunque no utilizara las herramientas, sabía lo que debía hacer.

Creaciones a medias Dentro de lo que me motiva al “querer hacer” se halla la idea de transformación, en el sentido de reciclar ideas o darle un nuevo uso a algo; con creación a medias me refiero al uso de algo no del todo nuevo sino reutilizado, partiendo de la observación y buscando suplir alguna necesidad del momento.

Desde pequeña observaba estos cuadros en la casa y asimismo múltiples recuerdos o “cachureos” en todas partes. La vez que me atreví a preguntar el origen de este cuadro la respuesta fue muy simple: cuando mi papá veía alguna imagen o ilustración de algún libro que le parecía bonita o singular, la cortaba y enmarcaba.

No era nada del otro mundo, solamente la elección correcta.

In situ, consumar ideas La imagen de que “todo se puede”, asociada a la materialización de las ideas es algo que me inspira. En un proyecto se me da facilidad ir imaginando durante el proceso, más que tener la idea concreta desde el principio.

El descubrimiento de esto se hizo claro en el momento que experimenté la construcción de la casa por parte de mi papá (a la que posteriormente nos cambiamos) el avance era directamente proporcional con su dedicación y ser testigo de cómo concretaba rápidamente las ideas que tenía pensadas me motiva hasta el día de hoy.

Después del cambio de casa, este influyó en la visión cromática que tenia del mundo, sobre todo por el contraste visual que me generó pasar de una casa totalmente oscura, fría y húmeda; a una muy clara, con muchas ventanas y cálida, cambió totalmente la paleta de colores con la que me involucré por años, lo que hace que me fascine y valore mucho la luz natural y todo lo que se puede lograr con ella, la generación de ambientes y efectos que ésta produce.

Ensayo y error Otro antecedente de mi “deseo por hacer” está relacionado con la hoy fascinación por las maquetas, encuentro un encanto tan sutil en su creación y en el cuidado de cada uno de sus detalles y todo lo que conforma este “mini” mundo.

En la infancia un pasatiempo tan común como jugar con muñecas se transformó en crearles ese “mundo”, me gustaba que tuvieran lo mismo que yo: vestimenta, accesorios, muebles, herramientas, las que hacía a partir de cajas de dulces, cartón, tela, plástico entre otros, y relacionándolo al trabajo de mi padre quizás inconscientemente pretendía hacer lo mismo que él, pero con lo que tenía a mi alcance.

Al ser la hija del medio, recuerdo siempre haber jugado sola, por lo que podía pasar horas inventando cosas y siempre encontraba algo que hacer. En el fondo esa fue mi constante práctica, lo que funcionaba y lo que no, probando diversos materiales y objetivos, buscando la diversión mediante la creación.

LO FIGURATIVO Construcción del paisaje El aporte de conocimientos de la niñez en distintos ámbitos enrielan el camino a futuro, y para mi fue así de importante lo figurativo.

La influencia “pictórica” de las ilustraciones y la sensación de colores creo aún siguen vigentes en mi percepción de las cosas, al menos en aspectos técnicos. Estas imágenes de libros me encantaban principalmente por su parecido a la pintura y ese realismo tan explicativo, en donde conformando un casi utópico paisaje, todos vivían en armonía.

Estas representaciones (que más de una vez copié) también promovieron mi apego al dibujo.

Representación Lo representativo forma una parte importante de mi proyección artística; lo tangible, lo real, lo que conozco, es lo más próximo en mi imaginario y por lo mismo lo que más se me facilita.

Debido al temprano acercamiento que tuve hacia el dibujo por parte de mi hermano mayor, surgió en mi un interés por la imagen figurativa; sobre todo el asombro que me provocaba querer saber como era posible lograr esos efectos sobre un papel.

Escasez de recursos El deseo de hoy querer probar lenguajes nuevos, materiales y técnicas sin decidirme, es en gran parte porque por un largo periodo sólo conocía el dibujo ya que era lo comúnmente relacionado con “arte”.

Junto con la cercanía que creé con el dibujo también se encuentra la limitación que tuve en cuanto a materiales, debido a que en el lugar donde vivo no existen muchas más ofertas de materiales para producir, que no fuera dibujo. Por lo que por mucho tiempo me vi condicionada a ocupar este único lenguaje.

(Con el pasar del tiempo fui practicando el dibujo y es éste del que más orgullosa me siento).

Estética del color El orden es una de las cosas que está muy interiorizada en mi y aplicándolo al plano artístico creo ser bastante selectiva en lo que concierne a colores, texturas, etc. Lo que en este momento me interesa relacionado con las gamas cromáticas es generar ambientes, espacios, que transmitan algo con algo tan simple como el color o la luz.

La denominé estética porque estoy convencida que se debe tener un criterio bastante desarrollado al momento de clasificar algo en base a esto.

La relación que hago es prácticamente porque mi madre, que tiene un negocio, desde pequeña me enseñó algo parecido. Crecí entre colores brillantes, publicidad y constante orden. De las muchas veces que ayudé a ordenar la mercadería debía tener un criterio de “éste no puede ir al lado de éste, porque no resalta o no se ve…” siempre buscando una visualidad atractiva para el cliente. En el fondo crear una cierta estética más relacionada con atraer, publicidad y vender.

Común-unidad La enseñanza que más rescato fue el darme cuenta que el “arte” como lo conocía hasta un momento, no se trataba sólo de uno mismo, como individuo ajeno al resto, sino como un puente para con los otros, una interacción. Y que no consistía solamente en algo “bonito” a la vista, también podía y debía tener un propósito.

Que es también lo que me interesa hoy, el hacer cosas que involucren al otro y que le generen “algo” más allá de una impresión pasajera.

Durante la enseñanza media; el compartir ideas, trabajo colectivo y conocer personas tan interesadas como yo en el tema me ayudó bastante como ejercicio de retroalimentación.

Tuvimos varios “proyectos” pero este es un detalle de los que mejor nos resultó y del que me siento orgullosa de haber sido parte.

Explorar En este momento no me creo capaz de poder definir lo que realmente me “apasione”, estoy en esa constante búsqueda, pero la veo de forma beneficiosa ya que mientras más indague en diversos lenguajes, materiales y discursos, pretendo poder ser capaz de mezclar las que más me gusten y unirlas para un mismo fin.

Por lo mismo he tratado de probar variedad de cosas en la medida que se me va dando la posibilidad, pero siempre con ese “deseo de hacer” presente.

Tengo la seguridad de que no hay nada más gratificante que hacer algo por ti mismo y con tus propias manos, eso es lo que me moviliza hoy.

Conclusión Cerrando esta investigación basada en mis memorias, lo que recordaba y de lo que tenía evidencia; mi posición actual es un poco confusa en cuanto a un lenguaje definitivo en el que quisiera trabajar, porque en cierto modo siento que si elijo uno, me estaré privando de otro inmediatamente.

Pero lo que sí se hace evidente es ese “deseo de hacer”, y el hecho de provocar algo, un mensaje, una sensación, en el otro. Creo que la materialidad es capaz de transmitir esto por si misma. Al igual que lo interesante que me resulta el trabajar con generar ambientes mediante colores o luces, independientemente o mezclado con lo anterior.

Trabajar con materiales no-convencionales (o no perteneciente a las bellas artes como tal), asimismo como lo atractivo que se me hace trabajar con escalas y proporciones de forma tridimensional.

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