Arquitectura, Mercado de Consumo y Capital.
Por Carlos Bardales OrduĂąa cbarq8@gmail.com
Arquitectura, Mercado de Consumo y Capital Por Carlos Bardales Orduña cbarq8@gmail.com En los últimos años nuestro país experimento una sostenida etapa de crecimiento económico, que permitió una auspiciosa estimulación del mercado de consumo, con la aparición de nuevos establecimientos comerciales, marcas y franquicias, las que junto a sus respectivas propuestas arquitectónicas y de diseño, confrontaron a los consumidores con sus gustos, preferencias y expectativas emocionales; siendo la satisfacción de este elemento -a decir de muchos expertos- uno de los componentes esenciales para la aceptación lograda por muchas de ellas en el mercado local. Los expertos nos recuerdan que en mercados cada vez más competitivos como los que vivimos, y en donde hay más marcas y menos diferenciación, se busca indagar y explorar más en lo emocional. Las emociones son importantes en el consumidor cualquiera que este sea. Tradicionalmente se ha visto lo emocional como algo subjetivo e irreal, pero no hay que olvidar que las emociones son tan reales como cualquiera de las actividades materiales y cotidianas.
Lo difícil es que los seres humanos no somos conscientes de todas
nuestras emociones y nos cuesta verbalizarlas, comunicarlas y más aún ejecutarlas.
Figura 1.- Vista del Espacio Emocional en la Cervecería Artesanal Hop´s – Trujillo-Perú Fuente. - Registro Fotográfico propio
Este complejo reto que enfrentamos todos diariamente, lo enfrentan los arquitectos en el ejercicio práctico de su profesión, al satisfacer no solo los requerimientos funcionales, sino además los requerimientos emocionales de sus potenciales clientes y usuarios, ofreciéndoles nuevos recorridos, espacios y formas; usando para este propósito al espacio simbólico como el elemento que más claramente incorpora el componente emocional en la tarea que tienen, de comprensión
del mundo actual y de las
necesidades de los demás. Ello no quiere decir, por cierto, que el espacio simbólico suponga una renuncia a la razón en favor de lo puramente emocional; simplemente es el elemento que mejor incorpora a la especulación propia de la arquitectura del marketing que el mercado exige hoy, la variable emocional, componente esencial del significado de hacer arquitectura. La variable emocional que es sin duda, la más ética de las variables de diseño, y en tiempos de consumo, también la más eficaz de las variables de mercado. La arquitectura del espacio emocional no es retórica abstracta ajena a la tradición, ni es retórica impráctica. Aplica en el mercado, si se inserta en la ética del capital, aquella que busca no solo el bienestar económico, sino además y sobre todo, el bienestar emocional de las personas, objetivo central y razón de ser de una economía eficaz y responsable. Aplica también para insertar y diferenciar marcas y modelos en mercados saturados y competitivos como el actual. En ese sentido y en un país como el nuestro, donde la obra pública limitaciones
enfrenta para
serias cumplir
a
cabalidad con su misión de estimularnos y representarnos, la oportunidad le asigna al capital privado –por necesidad especulativa- un rol fundamental en la sociedad actual, el de acompañar a los arquitectos en la construcción de las envolturas simbólicas y emocionales para las marcas y las necesidades del Perú
posmoderno
contemporáneo. Figura 2.- Lo simbólico desde la obra pública, Monumento al Tiranosaurio Rex en el Agustino, Lima - Perú Fuente.- https://peru21.pe/lima/fotos-monumentos-ridiculezlima-113441-noticia/
y
Los arquitectos se forman para enfrentar con responsabilidad los tiempos presentes de consumo; pero ese esfuerzo es insuficiente; se requiere que el mercado madure también, y que los que más tienen, asuman su responsabilidad –la más importante en una economía que tiene que crecer- la de arriesgar más, la de aportar con su gente y su ciudad, la de recordar que la mejor variable de mercado es –qué duda cabe– el dar para ganar.
Carlos Bardales Orduña Trujillo, Noviembre 8, 2012