LA LIBERTAD CREATIVA EN LA FORMACION DEL ARQUITECTO Por Carlos Bardales Orduña. cbarq8@gmail.com
La reciente exposición de maquetas y planos realizada en la Plazuela San Agustín por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Privada del Norte hace unas semanas atrás,
sin duda concitó el interés y el aprecio de la
colectividad trujillana, sensible siempre a todas las expresiones artísticas que dignifican el quehacer y el alma humana; Así como estoy seguro produjo una enorme satisfacción en quienes como este servidor, tuvimos el privilegio de ver transcurrir parte importante de nuestra formación profesional en las exigentes aulas de una Facultad de Arquitectura. La muestra destacó por una prolija y ordenada selección de proyectos diversos, variados en temática y agrupados de manera secuencial de acuerdo a
los distintos niveles
formativos de la escuela. Originalidad compositiva, reconocimiento claro del Espacio en sus diferentes formas y tamaños, Expresión Formal con claro sentido estético, Correcto planteamiento de la Función y la relación EspacioFunción, fueron algunas de las características de la muestra, Pero hubo sin duda una característica matriz digna de resaltar: LA AMPLIA LIBERTAD CREATIVA de la que hacierón gala los alumnos, motivo principal de la presente reflexión. Hemos sabido siempre que el Arquitecto es en esencia un Creador, que su obra tiene mucho de “Volutivo” y que su formación –y he ahí la labor de un docente de arquitectura- radica fundamentalmente en proporcionar al alumno la técnica necesaria para que su “creación” pueda responder a necesidades reales y no solo estéticas. Este objetivo, sin embargo originó que en sus inicios la formación de Arquitectos en nuestra ciudad se basara en la aplicación de la mal entendida “Presión” o él -al parecer ya olvidado “Esta mal”; entendibles entonces al estar sumergidos tanto docentes y estudiantes en un proceso conjunto de aprendizaje, pero que muchas veces solo desalentaban a los alumnos al cuestionar severamente su capacidad creadora e interpretativa. Al apreciar la muestra organizada por la Universidad Privada del Norte y observar las altas calificaciones en los talleres iniciales, sin duda calificaciones motivacionales, destinadas a estimular al alumno, uno no puede dejar de exteriorizar su satisfacción y alegría por estos saludables aires de libertad creativa que en su metodología muestra hoy, la más joven
de las escuelas profesionales de Arquitectura, acierto que sin duda responde a una política de enseñanza promovida por sus autoridades, pero que no hubiera podido cristalizarse sino se contara con un grupo adecuado de docentes capaces de ejecutar esta noble e interesante misión. Gracias a la muestra nos enteramos que los alumnos han sido guiados por los arquitectos Christian Calderón, Rodil Gonzales, Raúl Huaccha, Guillermo Malca, Carlos Moreno, Sonia Carranza, entre otros; Todos ellos -y no creo que esto sea solo coincidencia- vinculados como docentes y en su momento, algunos de ellos, también como estudiantes, a la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la UPAO; por lo que no creo ser impertinente - y he aquí la segunda reflexión de esta nota - al afirmar que fue en esta facultad ; en la Facultad de Arquitectura de la UPAO -dirigida con acierto por el Arq. Julio Chang Lam y por cierto la primera facultad de Arquitectura creada en nuestra región- donde sin duda empezó a germinarse y cristalizarse a base del esfuerzo conjunto, experiencias múltiples y aportes innovadores de sus docentes, este proceso metodológico hoy recogido por la Universidad Privada del Norte, y que ha generado entre estas dos facultades, entre sus egresados y alumnos, una especial simbiosis, pero sobre todo una Provocadora y Estimulante Competencia, que elevará el nivel profesional del Arquitecto formado en esta hidalga ciudad, Bien por Trujillo y Bien por esta siempre sorprendente Profesión.
Artículo Publicado Originalmente en el Diario La Industria de Trujillo el 30 de Diciembre del 2004