Los dichos de mi Madre
A mi Madrecita querida a quien recuerdo con todo mi amor, he recopilado algunos de los dichos que durante toda su vida nos enseñó. Te recordaré y te amaré por siempre. Te llevo en mi corazón.
Recopilación –Martha Elena Marlés Artunduaga Recuerdo del “Primer Encuentro de Hermanos” Marlés Artunduaga Enero de 2020
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Hijo de tigre sale pintado, hijo de chucha rabipelado. Con la vara que midieres, seréis medido. Para una buena hambre no hay mal pan. El que amenaza no pega. Perro que ladra echado no muerde. Solo el que está dentro de la res sabe el cebo que tiene. El que sube como palma, cae como coco. Haz bien y no mires a quien. El que mal anda, mal acaba. Es mejor prevenir que curar. De tal palo tal astilla. Por la maleta se conoce el pasajero. Dime con quién andas y te diré quien eres. El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. La hija por la mama y la oveja por la lana. Ojo por ojo y diente por diente. Pagan justos por pecadores. Zapatero a tus zapatos. El que mucho abarca, poco aprieta. El que quiere marrones aguanta tirones. El ladrón juzga por su condición. Amanecerá y veremos. No hay peor cuña que no apriete que la del mismo palo. Camina para adelante por que ve a los demás. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. No hagas mal a nadie sino quieres que te lo hagan a ti. Al quieto dejarlo quieto y al chocante darle duro. El que busca encuentra. El que a cuchillo mata a cuchillo muere. La cara del santo hace milagros. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Lo viejo guarda lo nuevo. No hay mal que por bien no venga. Por un minuto de placer hay veinte de dolor.
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Vaca ladrona no olvida el portillo. La pereza es la madre de todos los vicios. Soldado advertido no muere en guerra. Al son que me toquen bailo. En la mesa y en el juego se conoce el caballero. No tiene estilo ni para bailar con quimbas. Machucho o tacaño le dan en el codo y no suelta. Todo pícaro rueda con suerte. Todo alabado sale cagao. Todo lambón es traicionero La plata del miserable se la come el vagabundo. Hoy por mi, mañana por ti. Lo cortés no quita lo valiente. Ningún morrongo lo hace en lo limpio. Loro viejo no aprende a hablar. Tome para que lleve. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El que tenga tienda que la atienda y sino que la venda. El frío conoce al desnudo El que a cuchillo mata a cuchillo muere Con la vara que midiereis, seréis medido. Llegó por lana y salió trasquilado. La experiencia entra a golpes. Uno rasca para que lo rasquen. Cada cosa se parece a su dueño. Árbol que nace torcido no se endereza jamás. El que ríe de último, ríe mejor. Primero cae un mentiroso que un cojo. Le dan la mano y se toma el codo. En boca cerrada no entra mosco. Mas vale pájaro en mano que mil volando. Ni raja ni presta el hacha. El que se acuesta con niños, mojado amanecerá. Agua pasó por aquí, cate que no la vi. Arrieros somos, en el camino nos encontramos.
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El que calla otorga. El hábito no hace al monje. Del árbol caído todos quieren hacer leña. Maldición de gallinazo no cae en el espinazo. Al buen entendedor con pocas palabras tiene. Quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija. Cría cuervos y te sacarán los ojos. El que no quiere ver sus mulas matadas, no las mande a viaje. El que no llora no mama, así esté al pie de su mama. Ojos que no ven corazón que no siente. El que madruga Dios lo ayuda. El que con lo ajeno se viste en la calle lo desnudan. Es mejor pájaro en mano que mil volando. Tilín tilín y nada de paletas. La mona aunque se vista de seda, mona se queda. En tiempo largo hay desquite. Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Hombre de pocas pulgas. El que la hace la paga. Es mejor prevenir que después tener que lamentar. Indio comido, indio desagradecido. Lo mandan por lana y salió trasquilado. Primero muerto que descolorido. A un bagazo poco caso. a un cagajón poca atención. Una hormiga poco se mira. El que quiera más, que le piquen caña. Tanto va el cántaro al agua hasta que por fin se rompe. El que no lo conozca que lo compre. Lobo con piel de oveja. Después del ojo afuera no hay Santa Lucía que valga. Tras de cotudo con paperas. A quejarse al mono de la pila. Dios no castiga ni con rejo ni con palo. El que es caballero repite.
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Evitar no es cobardía. Más malo que la yuca chumba. Más estirado que una lombriz Más serio que un perro miando. Más raro que un perro azul. Quedó como domingo siete. Al mal tiempo, buena cara. Obras son amores y no buenas razones. El hábito no hace al monje. Donde fueres haz lo que vieres. El que no oye consejo no llega a viejo. Al mal tiempo buena cara. Más vale malo conocido que bueno por conocer. Caras vemos, corazones no sabemos. Donde manda capitán, no manda marinero. Una golondrina no hace verano. Mal de muchos, consuelo de tontos. A palabras necias oídos sordos. A caballo regalado no se le mira el colmillo. A buen entendedor pocas palabras. Donde manda capitán, no manda marinero. Más vale prevenir que lamentar. Quedó como domingo siete. Entre querer y olvidar. Se acabó quien te quería. Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho. Entre más se agacha, más se le ve. Así paga el diablo a quien bien le sirve. Cagados y el agua lejos. Vaca chiquita, siempre es ternera. Al son que me toquen bailo. En gavilla, hasta el diablo pierde.
“Que Dios los bendiga y los guarde y los proteja de todo mal y peligro”