Las bodas se viven tres veces, al soñarla, al celebrarla y al recordarla. En nuestro caso, hay una cuarta, ¡y es, leyendo este libro de nuestro día! “Todo tiempo pasado fue mejor”, es el dicho que decían nuestros abuelitos. A pesar que nosotros no necesariamente pensamos así, curiosamente nuestra historia inicia rodeada de adultos mayores. A mediados del año 2013, nos encontramos en un centro diurno para adultos mayores. Unos meses después, Juan Ca decidió conquistar a Beli, utilizando la excusa de que ella había dejado perdido un cargador de teléfono, y el resto de la historia ya la conocemos. La parte de la historia que no conocen, es que Beli “olvido” ese cargador de teléfono a propósito, por lo tanto, ella fue la que planeo esa iniciativa… ¿Y ustedes, quien creen que fue el primero en insinuarse? No mucho tiempo después el centro para adultos mayores cerro, sin embargo, inicio una relación entre Beli y Juan Ca. Este vinculo empezó siendo una relación laboral, nadie pensaba que iba llegar a ser un vinculo sentimental, y mucho menos que terminaría en un altar.
Dicen que el día de bodas es el día de mayor ansiedad y nervios para las dos personas que se unen. Sobretodo justo antes del momento de casarse, es cuando las emociones están a tope. En nuestro caso no fue la excepción, sin embargo, a pesar de estar sumamente nerviosos y ansiosos, disfrutamos cada instante y a cada una de las personas que nos acompañaron ese sábado 13 de julio del 2019.
Lo que nació siendo un mal negocio, terminó siendo la aventura más bonita de la vida. Ese día que tanto se quiere, tanto se planea, y tanto se espera, finalmente llego. Llego para ser recordado por siempre. En cuanto termino la ceremonia religiosa en la nueva Capilla de Lindora, nosotros todavía estábamos un poco nerviosos ya que, por la época del año en Costa Rica, se podría venir la lluvia en cualquier momento y el lugar donde íbamos a tener la recepción, lo habíamos escogido específicamente para tomarnos un par de fotos con el espectacular Higuerón de 150 años…
Finalmente logramos tener nuestra sesión de fotos con el viejo famoso Higuerón, tuvimos la suerte de que no lloviera, y tampoco hizo mucho sol, el clima fue perfecto. Ahora si, se podría decir que en este momento nos había pasado la ansiedad y nervios, y podíamos ir al coctel a saludar y disfrutar de nuestros invitados, pero Juan Ca todavía tenia otra cosa en mente, una pequeña sorpresa después del brindis…
AlĂŠgrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oraciĂłn. Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. Bendigan a quienes los persigan, bendigan y no maldigan. Romanos 12, 9-18
El dĂa estaba tan bonito, que aprovechamos para hacer otra sesiĂłn de fotos con nuestros familiares y amigos mas cercanos. Normalmente se toman fotos con las dos familias, nosotros tenemos la suerte de contar con cuatro. Cada uno de nuestros invitados son personas muy especiales, todos han estado presentes en momentos importantes de nuestras vidas, y lastimosamente algunos se nos quedaron por fuera. En la vida esta la familia que a uno le toca, y esta la familia que uno escoge. Para nosotros fue fĂĄcil escoger el cortejo, ya que son personas que han estado en momentos claves en la vida de ambos.
Como ya lo dijimos anteriormente, escogimos Campo Lago para hacer nuestra recepción de boda por muchas razones, especialmente por el árbol. Pero, además el lugar tiene rincones maravillosos, vistas espectaculares y nos aseguramos de completar cada espacio con gran ayuda de Vivi, nuestra planner. Cada detalle lo escogimos entre los dos con muchísima ilusión y esmero, desde los mini cupcakes de Ili, el logotipo de la boda, la paleta de colores y arreglos florales, las pantuflas y sombreros traídos de china, los bolsos de recuerdo, y hasta el queque de Tía Caro.
Escoger nuestro primer baile no fue tarea fácil. Contábamos con varias canciones que representan distintas cosas para nosotros, pero nuestra canción principal es Conte Te Partiro de Andrea Bocelli. Esta era muy lenta para lo que nosotros queríamos que fuera nuestro primer baile como esposos. Los dos somos muy fiesteros y también tenemos varias canciones que nos recuerdan el uno al otro, pero al escucharlas, tampoco eran acorde para el momento. Terminamos escogiendo Home de Phillip Phillips, que nos gusta mucho pero no sabíamos como bailarla. La practicamos la noche anterior, pero al final improvisamos y quedamos muy contentos con el resultado.
Conte Te Partiro se convirtió en nuestra canción no por su letra, ya que habla de una despedida, si no mas bien por su melodía. Cuando nosotros empezamos a hornear cierta cantidad de crocantes por la noche, comenzamos a escuchar música clásica, ya que nos tranquilizaba y nos ayudaba a concentrarnos en lo que estábamos haciendo. Después de un tiempo, entre tantas veces de escucharla, era como la canción que nos daba una fuerza extra para seguir trabajando. Especialmente en temporada alta cuando uno lleva muchas horas de hornear, estamos muy cansados, las piernas tiemblan, los ojos pican, y el agotamiento invade todo el cuerpo. Conte Te Partiro se convirtió en el himno de la producción de Tierra Dulce.
Esta foto significa mucho para nosotros. Chris, que además de ser nuestro padrino de bodas, es un hermano para Juan Ca. Charlie, que además de ser la persona detras de la imagen de Tierra Dulce, fué el encargado de producir junto con Juan Ca y Chris el video sorpresa para Beli después del brindis, y el que llevó a cabo la realización de este libro!
ÂĄSe armo la fiesta! De las cosas mas importantes para nosotros de ese dĂa, era que absolutamente todos nuestros invitados las pasaran de la mejor manera posible, enfiestados a mas no poder! Tanto Beli como Juan Ca son fiesteros de naturaleza y les encanta pasarla bien desde carajillos. Realmente esperamos que todos nuestros seres queridos la hayan pasado tan bien como las imĂĄgenes lo reflejan. Bailamos y gozamos con familiares y amigos de todos lados y fue un vacilĂłn ver esa pista de baile con movimiento en todo momento.
Para amenizar la pachanga, salió la mesa viviente de shots, con menú para todos los gustos… Había Chile guaros, whiskey fireball, Jagermeister, tequila rose y cacique.
No nos sentamos ni un solo segundo, bailamos, gozamos y cantamos toda la noche. Aunque se pasa rĂĄpido, intentamos compartir, bailando una canciĂłn, tomĂĄndonos un trago, hablando, y riĂŠndonos con cada uno de nuestros invitados.
El carnaval estuvo chivisima, la pasamos genial con las coreografĂas, el limbo, los personajes en sancos y con luces led, y la competencia al final de quien se movĂa mas el novio o la novia! Los sombreros con el logo de la boda, tambiĂŠn fueron toda una sensaciĂłn.
Bueno, ¿Qué se puede decir? Al final, nos encanto absolutamente todo en todo sentido! Nos salió mejor de lo planeado, y fue un día realmente maravilloso. Esperamos ustedes hayan disfrutado mucho de este libro de recuento de nuestro día de bodas, ya que a nosotros nos gusto muchísimo realizarlo y hacer algo diferente. Un abrazo, Beli y Juan Ca.