Kajiya de Hajimeru 1

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Prólogo El héroe y la Reina Demonio

Dentro de los recovecos más profundos del reino de los demonios, había un castillo con una sala del trono en su corazón---aquí, la reina demonio reinaba sobre la tierra. En este lugar, dos enemigos estaban enzarzados en combate. Uno era un joven apuesto, cuyo físico ágil ocultaba una fuerza interior feroz. Estaba equipado con un conjunto completo de armadura y una espada larga delgada, ambos forjados en plata. En general, fue un ejemplo notable de héroe. Su oponente, el portador de un estoque negro, podría haber sido confundido con una mujer hechizante, excepto por los cuernos de carnero que brotaban de su cabeza y la siniestra túnica que la envolvía. Ella era la dueña de este castillo---la reina demonio. Sin intercambiar una sola palabra, los dos luchadores se lanzaron el uno hacia el otro con sus espadas chocando en el medio. La reina demonio se enfrentó a los ataques brutales del héroe de frente, y aunque el estoque era más delgado que la espada larga del héroe, su espada bloqueó el ataque con facilidad. Una espada más inferior se habría partido en dos. Se desvincularon por un momento, solo para saltar de nuevo a la refriega. Esta vez, el héroe repelió el ataque de la reina demonio con la parte plana de su espada. Su espada larga absorbió fácilmente el impacto, desviando un golpe que habría perforado limpiamente a través de una espada normal. Sus espadas se encontraron una y otra vez, mientras ambas partes empuñaban sus armas elegidas con perfecta confianza. La batalla continuó y, finalmente, sus expresiones adquirieron idénticos matices de desconcierto. Tanto el héroe como la reina demonio se habían equipado con un arma de nivel Dios, por lo que era insondable que esta batalla aún no hubiera terminado. El mismo pensamiento permaneció en la mente de cada luchador---¿no debería el arma de mi oponente haber alcanzado su límite hace ya mucho bajo este tipo de ataque? Su perplejidad compartida pronto los detuvo. Ambos bajaron sus espadas simultáneamente. El héroe habló primero. —Reina Demonio, tengo una pregunta para ti, no está relacionada con nuestra pelea. —Bien; Respondió ella. —También tengo uno para ti, probablemente sea lo mismo. —Entonces, si puedo preguntar, ¿qué herrero forjó tu espada? —Tal como sospechaba; Comentó ella. —Yo quería saber lo mismo. —Debe haber sido... —Sí. Cierto herrero terco y canoso hizo mi estoque; Confirmó la reina demonio. Ella envainó el


arma y mostró el mango de su espada al héroe. En este estaba impreso un gato regordete en cuclillas sobre sus patas. El héroe giró su propio mango para enfrentar a la reina demonio, mostrando la misma insignia. —Ya veo. Maldito vejete. La reina demonio suspiró. —Debe haber forjado nuestras dos armas sabiendo que esto iba a suceder. Qué intrigante. —Ya no tiene sentido luchar; Dijo el héroe. —Siempre podemos ver de quién es la fuerza que falla primero. —Está claro que somos iguales en ese sentido. —Es cierto; Concedió la reina demonio. —No importa cuál de nosotros gane, en última instancia, el agotamiento dejaría al vencedor vulnerable al ataque. No tiene sentido continuar. —Bueno, entonces supongo que solo hay una opción. —Sí---aceptemos una tregua, al menos durante nuestra generación. —Se lo haré saber a él también, ¿de acuerdo?; Dijo el héroe. —Adelante. No tengo objeciones. Si se lo decimos, ninguno de los dos atraerá su ira, y nos mantendrá a ambos controlados. Después de todo, sería problemático si uno de nosotros ofendiera a ese gruñón sin sentido del humor y respaldara a otro bando. —Está bien, procederé como se discutió. Hasta que nos encontremos de nuevo. —Adiós, héroe; Dijo la reina demonio, girando sobre sus talones. —Ahora bien, debo preparar una proclamación... Ellos salieron del salón del trono en direcciones opuestas. Aunque el ambiente estaba cargado de tensión al comienzo de la batalla, el héroe y la reina demonio---polos opuestos en todos los aspectos---ahora tenían la misma expresión de irónica diversión al recordar a un herrero cuyos rasgos comunes estaban desgastados por la edad.


Capítulo 1 Mi Vida Comenzando en Otro Mundo Cuando me desperté, estaba boca arriba y un cielo azul despejado colgaba muy por encima de mí. Sentándome, me di cuenta de que me había despertado en un despejado bosque rodeado de exuberante vegetación. A simple vista, se parecía a cualquier otro bosque de Japón, pero eso era imposible. Ya no estaba en la Tierra, o ni siquiera en el mismo universo. Ahora estaba en un mundo completamente nuevo. ◇◇◇ Nuestra historia comenzó en un día como cualquier otro. De vuelta en la Tierra, yo solía trabajar como ingeniero de software, trabajando duro los siete días de la semana más días festivos y horas extra para cumplir con las fechas de entrega. Una noche, volvía a casa después del trabajo. Era alrededor de la medianoche y me dirigía hacia la estación de tren. El agotamiento ya se había apoderado de mí, y estaba muerto de pie, pero luego vi a un gato callejero tambalearse hacia la carretera. Parecía tan inestable como yo, y mientras miraba, el gato tropezó justo en el medio de la calle. De repente, me di cuenta de que un camión se dirigía directamente hacia él. Quizás el conductor estaba somnoliento o en su teléfono. Tal vez solo estaban siendo descuidados. Independientemente de eso, no mostraba signos de desacelerar en absoluto y no daba indicios de que hubiera visto al gato. En ese momento, apenas estaba logrando mantenerme despierto, por lo que mis especulaciones podrían no ser confiables. Tan pronto como procesé lo que estaba sucediendo, corrí hacia el gato. El camión y yo estábamos veníamos desde diferentes direcciones y la carrera había comenzado. Cualquiera podía adivinar quién llegaría primero al gato---El camión me había ganado en términos de velocidad, pero yo había empezado a acercarme a mi objetivo. Rápidamente me acerqué al gato, lo levanté por el torso y lo arrojé fuera del camino. Desafortunadamente, considerando lo que sucedió después, el camión ganó nuestro concurso por un deslizamiento de tierra. ¿Qué ganó, preguntas? Esa es una discusión para otro momento. Hubo un golpe fuerte y repugnante. El impacto me derribó y me lanzó por los aires. Sin sentido, algunas historias sobre padres que levantaban vehículos para salvar a sus hijos pasaban por mi cabeza mientras todo se volvía negro. ◇◇◇ No estaba seguro de cuánto tiempo había pasado antes de que me despertara o, para ser más precisos, recuperara la conciencia. Una extensión blanca y vacía me rodeaba, y yo flotaba en ella. Ni siquiera podía ver mi propio cuerpo, pero me sentía perfectamente alerta y medio dormido al mismo tiempo. Era como si me hubieran suspendido en un vago estado de semi-


existencia. —Hey, ¿estás despierto?; Las palabras fueron pronunciadas con la voz de una mujer joven. —Si puedes llamarlo así, entonces sí; Respondí, confundido por mi percepción actual de la realidad. No la estaba escuchando exactamente (asumí que la voz pertenecía a una mujer). Para aclarar, no llegaban ondas de sonido a mis oídos. Tampoco estaba hablando realmente, ya que el habla se definió como el aire que pasa de los pulmones a través de las cuerdas vocales para producir vibraciones. La telepatía podría ser el término más apropiado para nuestra comunicación. Ella estaba proyectando sus pensamientos hacia mí, y de la misma manera, yo envié mis pensamientos hacia ella. Fue una interpretación tortuosa de una conversación. —Parece que me las he arreglado para preservar tu alma, incluso si tuviera que exceder mi autoridad para hacerlo; Dijo la voz. —¿Qué quieres decir?; Pregunté. —En resumen, moriste en tu mundo. Normalmente, tu alma habría sido desmontada y reutilizada en nuevos recursos; Explicó ella. —Eras un ingeniero de software, ¿verdad? En términos técnicos, la sección de la memoria que contiene tu alma se habría desasignado si no la hubiera bloqueado primero. Aunque se suponía que no debía hacer eso. —Entiendo más o menos la situación; Dije. —¿Y ahora qué? Me sentí extrañamente sereno, a pesar de que ella me acababa de informar casualmente que estaba muerto. —Eso es bueno. Quiero que mantengas la calma. Lo siento mucho, pero he tenido que reconfigurar temporalmente tu conciencia para suprimir tu miedo a morir. De lo contrario, tu alma comenzaría a deteriorarse---En otras palabras, el recolector de basura habría visto la bandera de desasignación y automáticamente borrado tu alma para liberar memoria. En ese punto, habrías dejado de existir tanto física como figurativamente. —Muy bien; Dije, todavía en paz. —Gracias por tu comprensión. Continuando, ¿recuerdas haber salvado a un gato callejero? —Sí, por supuesto. Amo a los gatos. Así es. Aunque tenía más de cuarenta años y mi apariencia atraía regularmente la atención de la policía, amaba a los animales pequeños y me gustaban especialmente los gatos. Ese día, estaba físicamente agotado por la combinación de mi avanzada edad y muchas horas extras consecutivas. Estaba mentalmente agotado por el sobre trabajo. Mi amor por los gatos fue la estrella final de una constelación milagrosa---aunque desafortunada---y el resultado fue una carrera heroica impensable hacia mi muerte. Toda esa jerga se redujo a una simple declaración: Me encantan los gatos.


—Ese gato era yo; Dijo la voz. —Estaba de servicio como perro guardián, pero por supuesto, eso no significa nada para ti. Veamos, ¿estás familiarizado con la teoría del universo paralelo? —Sí, a menudo aparece en la ciencia ficción y fantasía; Respondí. —Bien. Eso facilitará esta conversación. Mi trabajo es patrullar diferentes universos y estar atento a eventos catastróficos entre mundos. Es decir, cualquier evento en un mundo que impacte negativamente en otro. Sentí una pizca de orgullo en su no-voz. De hecho, era un trabajo que ningún humano podía realizar. —Eso es bastante impresionante; Dije con sinceridad. —Hay pros y contras en el trabajo, pero yo diría que hay más contras. Supongo que no debería haberme molestado con el cumplido. —En cualquier caso, sí, no es algo que cualquiera pueda hacer. Hay consecuencias nefastas si un perro guardián pasa por alto una señal de advertencia y permite que un evento continúe sin obstáculos. De todos modos, suficiente sobre mí---volvamos a la explicación; Ella se sentó más recta (al menos, eso es lo que sentí para mí) y continuó. —Mientras patrullaba tu mundo como un gato, cometí un error que debería haberme llevado a la muerte. Fue entonces cuando me salvaste. Actualmente, estamos en un espacio liminal al que puedo acceder. —¿Es posible que ese camión realmente te haya matado?; Pregunté directamente. Sería una falla vital en el sistema ser mortal para alguien con una responsabilidad tan crítica, al igual que cualquier otro ser vivo. —Mi cuerpo temporal habría muerto, pero no mi alma. Mi cuerpo para cualquier mundo dado se elige de la fauna nativa y, en consecuencia, mis habilidades físicas son limitadas. De lo contrario, sería difícil para mí pasar desapercibida. De esta forma, aunque muera, no dejo rastro. Sin embargo, la muerte sigue siendo un problema importante porque no puedo cumplir con mi deber hasta obtener otro cuerpo. Estoy seguro de que perder tu cuerpo físico también te ha dejado descuadrado. Descuadrado, dijo ella, como si este no fuera el lío más grande en el que había estado. —De todos modos; ella continuó, —tengo una advertencia que agregar a nuestra discusión de universos paralelos. ¿Crees que la mayoría de los mundos solo se diferencian entre sí de manera trivial? —Sí, hasta donde yo sé. Al menos, esa es la forma en que se describe en libros y juegos. —Aquí hay dos escenarios comparativos: en un mundo, decides detenerte para tomar una bebida después del trabajo, lo que hace que tomes no tomes el tren a tiempo, por lo que regresas a casa muy tarde. En otro mundo, vas directo a casa sin ningún problema. ¿Crees que así es como funciona la teoría del multiverso? —Parece correcto. —Para ser franca, no es así como funciona. En realidad, los mundos no se crean en un abrir y


cerrar de ojos. En nuestro ejemplo, tu decisión de tomar una bebida se convierte en parte del equilibrio natural de ese mundo. Si en cambio tuvieras que ir directamente a casa en tu tren habitual, perdería el equilibrio. La voz incorpórea continuó, —Quizás llegas temprano a casa y escuchas a una pareja discutiendo. Informas a la policía. La relación de la pareja se desmorona. Como resultado, nunca dan a luz a un niño y la armonía del mundo se interrumpe. Todo tiene un poco más de matices, pero el dicho sigue siendo válido---no hay cosas que podrían haber sucedido en la historia. La explicación tenía sentido siempre que no lo pensara demasiado. Me quedé callado y la insté a que continuara. —Me he desviado un poco, pero en pocas palabras, así es como funcionan los mundos paralelos. No hace falta decir que, dado que los universos no se ramifican infinitamente entre sí, no hay clones tuyos en mundos similares al tuyo. No sólo tu, y que no se supone que han muerto todavía. Cuando me salvaste la vida a expensas de la tuya, introdujiste un error en el sistema---uno que afecta al mundo, a tu propia vida y también a la mía. Se cambiaron tres destinos, cada uno de una manera diferente, y las alteraciones del mundo se pueden prevenir solo si llenamos el hueco que has dejado atrás. La forma más rápida de restablecer el equilibrio hubiera sido reescribir la línea de tiempo y decir que sobreviviste milagrosamente sin un rasguño. Sin embargo, ese camino está cerrado para nosotros. Básicamente, mi trabajo como perro guardián es informar sobre el estado del multiverso. Mis cuentas de eventos se registran en muchos mundos diferentes. Debido a que fui testigo de ello, tu muerte en ese mundo no se puede revertir. Nuestra conversación había empeorado drásticamente. —Entonces parece que no tenemos opciones. ¿Por qué te molestaste en preservar mi alma?; Pregunté. —Hay una opción más. Podemos encontrar un reemplazo para ti en tu mundo y luego enviarte a ti a uno diferente; Respondió ella. —¿Eso es posible? Por lo que has dicho hasta ahora, no parece que esté permitido; Comenté. —Hmm, ¿cómo pongo esto?; Ella reflexionó. —Hay varios mundos que están experimentando la misma situación que el tuyo. Esos universos contienen vacíos donde debería estar la existencia de alguien. Podemos enviar personas a través del multiverso para llenar esos espacios abiertos. Dicho esto, tendrás que elegir entre los mundos de mi lista, por lo que hay un número limitado de lugares a los que puedes ir. —Básicamente, me estás intercambiando con otra persona, ¿verdad?; Pregunté. —¡Entiendes rápido! Esencialmente es así. Aún te considerarían muerto en tu mundo original, pero puedes vivir en uno nuevo. —Ya veo. ¿Puedo hacer una pregunta? —Por supuesto. Por favor, hazlo; Dijo ella.


—¿Por qué mantenerme con vida en absoluto? —Oh, cierto. Iba a llegar a eso. Una razón es mi tranquilidad. No podría estar tranquilo sabiendo que alguien murió debido a mi error. Sin embargo, no le digas a nadie que dije eso. Quiero que lo recuerdes porque tenemos que preservar el equilibrio del sistema. —Extrañamente, me resulta difícil aceptar que ahora me estás pidiendo que me tome esto con calma; Dije. —En cualquier caso, no tengo otra opción, ¿verdad? —Lo siento, pero no, no lo tienes. Sin embargo, podrás elegir tu destino. Además, en tu nuevo mundo, se te otorgarán ciertos privilegios---habilidades de trampa. No serán nada que rompa las reglas del mundo o del multiverso, así que ten la seguridad de que puedes pedir lo que quieras. —Veamos...; Dije, tomándome mi tiempo para pensar. Mi habilidad trampa no podría ser tan poderosa como para desquiciar al mundo, ¿eh? ¿Cómo aprovecho al máximo mi segunda oportunidad en la vida? Después de un momento, tuve mi respuesta. —Bueno, me gusta hacer modelos a escala y trabajar con mis manos en mi tiempo libre, así que me gustaría vivir en un lugar--preferiblemente solo---donde pueda crear cosas para ganarme la vida. Me gustaría tener un conjunto de habilidades compatibles para esa vida. Como dije antes, me gustan los gatos, así que si pudiera tener una vida tranquila con un gato como compañero, no tendría quejas. —Está bien; Dijo ella, haciendo una pausa para considerar las opciones. —De los candidatos disponibles, el mundo que mejor se adaptaría a tus solicitudes es un reino de fantasía típico con espadas y hechicería. ¿Como suena eso? —Está bien para mí. —Está bien. Ahora, a tus habilidades. ¿Qué deseas hacer? —Siempre quise probar la herrería de espadas; Sugerí. —Entonces, un herrero probablemente sería la profesión más adecuada. Necesitarás habilidades lingüísticas y de artesanía. También puedo agregar algunas habilidades de lucha para tu autodefensa. Como compensación, tendrás lo mínimo en habilidad mágica, pero no la necesitarás para la vida cotidiana de todos modos. ¿Qué opinas? —Suena bien para mí. —Por último, pero no menos importante; Ella continuó, —¿cuántos años quieres tener? Elije cualquier edad que te llame la atención, ya sea diez o setenta años. Supongo que no querrás ser demasiado mayor, pero a mí me da lo mismo. —Hmmm, no quiero ser un niño otra vez...; Pero con eso dicho, quiero suficiente tiempo para disfrutar de mi segunda vida. Lo pensé un poco y aterricé en algo en el medio. ◇◇◇ Después de dar una respuesta, mi conciencia se desvaneció lentamente... y cuando desperté,


ya estaba en este bosque. Me levanté con cautela, esperando algo de mareo, pero no debería haberme preocupado. Me miré las manos, pero no podía decir si tenía la edad que había solicitado. Las manos cambiaron lentamente con el tiempo, supongo. Mientras respiraba, un dolor agudo atravesó mi cabeza. Mientras tu cuerpo se adapta al nuevo entorno, es posible que te dé dolor de cabeza. Eso es prueba de que tus nuevas habilidades, conocimientos y recuerdos se están sincronizando con tu cuerpo, así que no se preocupe. —Así que esto era lo que ella quería decir. ¿Tenía que doler tanto? No iban a darme ninguna habilidad particularmente poderosa de todos modos; Refunfuñé para mí mismo. Prepararé un lugar donde puedas vivir y trabajar como herrero, junto con algunas provisiones, como comida e ingredientes. O eso había dicho ella, pero mirando a su alrededor, no había nada que sobresaliera entre los árboles. Quizás no estaba por aquí. Si bien era poco probable que ella me hubiera alejado a propósito de mi posible hogar, no era imposible. Sin embargo, sería extremadamente irritante si ese fuera el trato. En el peor de los casos, el lugar podría estar tan lejos que nunca lo encontraría. Este claro que donde me desperté habría sido el lugar perfecto para una casa, pero actualmente estaba vacío, así que me puse a explorar mis alrededores. Cuando entré en el bosque propiamente dicho, el aroma fresco y amaderado me golpeó de nuevo. La luz del sol se filtraba a través del follaje y hacía un agradable frescor debajo de los árboles. Las hojas crujieron suavemente, junto con el chirrido ocasional y el estrépito sobre mí. Debe haber algunos animales pequeños jugando entre las ramas. Los árboles en sí no eran diferentes de los de mi mundo original. Elegante y alto, cada árbol era un pilar que sostenía el cielo con su copa. Toqué uno de los troncos, la corteza rugosa también se sentía igual. Por lo que pude ver, tampoco había ninguna dríada emergiendo de la carpintería. Escuché un sonido de arañazos en las ramas cercanas. Mirando hacia arriba, vi una criatura verde, parecida a una ardilla, salir de entre las hojas. Nunca había oído hablar de ninguna ardilla con pelaje verde en la Tierra, por lo que esta criatura debe haber sido única en este mundo. ¡Ver su aparición me hizo dar cuenta de que estaba en un nuevo universo! Estaba tan emocionado que comencé a caminar hacia la ardilla sin pensar. Este se encogió de miedo y pronto recuperé el sentido. Incluso si se veía adorable, con sus mejillas regordetas y ojos redondos, podría ser un animal peligroso. Tal vez incluso fuera venenoso. Estaba en un entorno completamente desconocido, así que tenía que estar en guardia. Cuando mi dolor de cabeza disminuyó, un gran torrente de conocimiento inundó mi mente. Era como si acabara de instalar una nueva base de conocimientos. Al menos ahora no me acabaría con mi propia ignorancia. Hubiera sido patético si me decapitaran por insultar sin saberlo a un noble. Sin embargo, a pesar de que los datos recién instalados venían con una imagen general de este mundo, incluida información sobre la fauna, no conocía ninguno de los


detalles esenciales. ¿Qué tipo de hábitos tenía esa ardilla verde? ¿Fue venenoso? Deseaba tener a alguien que me guiara. Mi paseo no había arrojado grandes descubrimientos, así que me di la vuelta y de repente vi algo grande detrás de donde venía. —¿Qué demonios?; Murmuré. Definitivamente no estaba allí cuando pasé por primera vez. O tal vez había sido invisible, ¿quién sabe? El algo grande resultó ser una pequeña cabaña de troncos. Supuse que aquí era donde se suponía que debía vivir. La cabaña parecía lo suficientemente segura, pero me acerqué a ella con precaución. Al acercarme, pude percibir instintivamente que no había nadie dentro. Quizás los sentidos intensificados también formaban parte de mi paquete de resurrección. Miré a través del enrejado de la ventana y la cabaña parecía vacía por dentro. Solo para estar seguro, me dirigí hacia la puerta medio agachado, para que no me vieran desde dentro. Había una simple manija y una herradura en la puerta, pero no había pomo. Tiré ligeramente de la manija y la puerta se abrió fácilmente---no estaba cerrada. Eché un vistazo a través de la grieta. Todavía no había señales de nada vivo y el aire olía a limpio. Parecía seguro. Me levanté de mi postura baja y abrí la puerta. Me sobresaltó un ruido fuerte y me agaché rápidamente. No pasó nada inusual después de unos pocos latidos, así que me relajé y me enderecé de nuevo, mirando a mi alrededor. El interior de la cabaña parecía una casa de esquí, excepto que no había un segundo piso. En lugar de una cocina de estilo moderno, había un área separada con un piso de tierra donde se encontraba una estufa de carbón tradicional japonesa, junto a un estante para platos y cubiertos. Más allá de la cocina había otra puerta y pude ver una cuerda que la atravesaba. Algo al otro lado de ese umbral probablemente había creado el sonido que escuché cuando inicialmente abrí la puerta. Cerré la puerta principal---hubo otra ronda de chasquidos---y deslicé el pestillo para cerrarlo. La habitación era grande. Había espacio más que suficiente para la mesa grande y varias sillas. En las vigas, pude ver algo que parecía badajos de madera. El sonido anterior había sido amortiguado, por lo que no podría haber sido la causa. Algo más debe haberlo provocado. Mi curiosidad se despertó, pero la dejé pasar por ahora. En la esquina de la habitación había tres puertas más. El primero conducía a un baño. Razoné que, dado que todavía no había encontrado ningún lugar para dormir, una de las dos puertas restantes debía abrirse a un dormitorio. Sin embargo, la puerta de al lado que probé reveló un estudio con un escritorio grande y estanterías. La última puerta terminó conduciendo al dormitorio. Estaba escasamente amueblado con una cama ancha, una mesita de noche y un taburete pequeño, lo que me recordó a las habitaciones baratas y sencillas que los hombres de negocios reservaban durante los viajes de trabajo. Ahora, a la atracción principal: el lugar donde ocurrió la magia---o la herrería. Estaba ansioso


por ver el equipo que me habían preparado, pero también esperaba que fuera práctico. No iba a aceptar aprendices. Solo iba a ser yo en el futuro previsible, por lo que incluso si hubiera un alto horno de carbón de lujo para fundir, no podría operarlo solo. Con mi corazón latiendo por la emoción y la preocupación, crucé la cocina y abrí la última puerta. Dentro de la habitación estaba todo lo que esperarías encontrar en un juego de herramientas de herrero. Había un yunque y un martillo, una pequeña chimenea a modo de crisol e incluso una bloomería sobre un lecho de carbón para trabajar el hierro. Estaba equipado para fabricar armas tanto occidentales como japonesas con hierro---o acero---junto con pequeños objetos como puntas de flecha. Gracias a los datos instalados anteriormente en mi cerebro, ahora sabía cómo usar todo el equipo. Ese dolor de cabeza había sido un precio digno a pagar. Había un mostrador en el medio del taller, más allá del cual había un pequeño espacio abierto. La puerta de la pared del fondo con un elaborado pestillo conducía al exterior. —Ya veo. Este espacio funciona como un escaparate para los clientes; Reflexioné en voz alta. El primer conjunto de habitaciones formaba un espacio habitable, mientras que este lado era puramente empresarial. Si me hubiera olvidado de cerrar la puerta de entrada a la sala de estar antes de llegar al taller, los badajos me alertarían de cualquier cliente que intentara ingresar por ese camino. La cuerda que vi antes también estaba conectada a la puerta del taller que conducía al exterior, por lo que también me alertarían al revés. Era un aparejo simple pero efectivo. Eché un último vistazo al taller antes de regresar a la sala de estar. No me sentía como en casa en sí, pero no podría volver a mi mundo anterior aunque quisiera. Además, no tenía parientes ni novia. La única persona que se habría sentido preocupada por mi muerte fue mi gerente en el trabajo. Pero incluso en la empresa, era fácilmente reemplazable, un engranaje en la máquina, por lo que tal vez no hizo la diferencia. De cualquier manera, no había vuelta atrás ahora. Sacudí la cabeza para aclarar mis pensamientos. Mi estómago gorgoteó ruidosamente, pidiendo comida. Sé que el cuerpo no puede mentir, pero ¿no podría haber elegido un mejor momento? Suspiré y volví a la cocina para comprobar qué alimentos se habían almacenado. Si tan solo hubiera comidas para microondas... pero no contaría con eso. La despensa contenía verduras (principalmente patatas y similares) y carne ahumada (cerdo, pensé), junto con algunas legumbres que parecían soja y lentejas. Un frasco cercano estaba lleno de carne curada, probablemente también de cerdo. Intentaré hacer un guiso. Llené una jarra pequeña con agua de la jarra de agua grande y la vertí en la olla situada sobre la estufa de carbón. Pensé que tendría que encender manualmente un fuego con carbón y leña, pero quería probar la magia. Según los datos instalados, no había encantamientos complejos para lanzar magia. En cambio, estaba destinado a canalizar las partículas de algo u otro---de nuevo, los datos no eran grandes


en detalles específicos---que bailaban en el aire a mi alrededor. Mientras me concentraba, mis dedos se calentaron. Funcionaba como un sistema de compresión adiabática, similar a los que se utilizan en los motores diesel. Actué como el pistón que comprimía el gas en el cilindro. La temperatura subió y subió, y luego, Whoosh, las llamas ardieron frente a mí. El fuego pronto emitió un cálido resplandor y parpadeó alegremente. —Wow, realmente lo hice; Dije, conmovido por la prueba de mi logro y la sensación de magia todavía ardiendo en la punta de mis dedos. Después de todo, fue una experiencia completamente nueva. El perro guardián había dicho que no tendría mucha habilidad mágica, pero esto ciertamente era suficiente para la vida cotidiana. Si bien la idea de encender fuego con materias primas era romántica, usar magia había supuesto mucho menos esfuerzo que usar pedernal o generar calor a través de la fricción. Sin embargo, había un límite en lo que podía hacer---no podía soportar el calor durante largos períodos de tiempo, por lo que solo podía encender cosas que eran fáciles de quemar. Si encender un fuego se consideraba lo mínimo, tal vez existía una tecnología de almacenamiento en frío impulsada por magia de enfriamiento que también existía en este mundo. Sin embargo, no había visto nada como un frigorífico en la cabaña. Las verduras que encontré estaban secas o recién cosechadas, y la carne estaba ahumada o curada. Podría haberme equivocado, tal vez la magia de enfriamiento no existía, o existía la posibilidad de que esos artículos fueran un lujo, por lo que no se encontrarían aquí en medio de la nada. El agua había hervido, así que agregué un poco de cerdo curado cortado en cubitos, tubérculos y soja. Mantuve la mezcla al fuego mientras la revolvía con un cucharón de madera. Mientras el guiso burbujeaba, volví a mis pensamientos. Podía ganar dinero con la herrería, pero no estaba seguro de poder vender mis productos de inmediato. Y sin una fuente inmediata de ingresos, tendría que encontrar una manera de conseguir más provisiones antes de que se agotaran las mías. Necesitaba agua, ingredientes y condimentos, de los cuales la sal era particularmente importante ya que también podía usarse como conservante. Sin embargo, antes de todo eso, necesitaba saber más sobre mi entorno. Ni siquiera sabía si me desperté por la mañana o por la tarde. Es posible que haya datos geográficos que vinieron con el proceso de instalación, pero incluso si tuviera un mapa, no sabría por dónde empezar a buscar. ¿Dónde estaba este bosque? ¿Qué tamaño tenía y qué tipo de lugar era? ¿Dónde estaba la ciudad más cercana? Había una gran cantidad de preguntas que necesitaban respuesta si iba a vivir aquí durante varias décadas más. También quería saber con qué frecuencia pasaba la gente por este bosque, bueno lo que quería decir era que quería saber si este lugar era realmente muy transitado. La cabina se instaló con la intención de que los clientes vinieran aquí a comprar. Por supuesto, no tenía idea de cuándo comenzarían a llegar, y parecería sospechoso si dijera que he estado


viviendo solo en el bosque todo este tiempo. Especialmente si la gente pasaba con frecuencia por estos bosques, ¿cómo se suponía que iba a explicar el hecho de que esta cabaña había aparecido de la nada? Tendría que preguntar si alguna vez llegué a una ciudad. Mi lista de tareas pendientes era cada vez más larga, aunque supongo que era una consecuencia natural de mudarme a un nuevo lugar. La comida se había terminado de cocinar y al menos olía a estofado. Saqué un cuenco de madera y una cuchara del estante y me serví un poco. Tomé un sorbo. Sabía exactamente como se esperaría que supiera un caldo de cerdo curado, tubérculos y semillas de soja, completamente normal---pero no estaba nada mal. De todos modos, mi comida era comestible, por lo que podía evitar una muerte lenta por inanición. No tuve problemas para comer lo mismo todos los días, al menos por un tiempo. Una vez que me harte del sabor, pensaría en otra cosa. El sol todavía estaba alto en el cielo incluso después de mi comida. Supongo que no era más tarde del medio día, pero era difícil saberlo con todos los árboles que rodeaban la cabaña. Mi cuerpo también me decía que no iba a oscurecer pronto. Como me sentía alerta y enérgico, decidí salir y explorar nuevamente. Llevaba una camisa y pantalones hechos de tela de cáñamo y un chaleco de cuero, como el atuendo estereotipado de un aldeano de juegos de rol. Aunque no esperaba encontrarme con nadie dado lo aislada que estaba esta cabaña, si lo hiciera, encajaría perfectamente con esta ropa. Llevé un cuchillo de caza que había encontrado en la cabaña y luego me puse en camino, cerrando la puerta detrás de mí. Me dirigí al bosque. Como había mucho sol y los árboles estaban espaciados, todavía estaba soleado debajo del dosel. —Incluso si está claro ahora, debería asegurarme de regresar temprano; Me dije mientras grababa una X en el tronco de un árbol cercano para marcar mi camino. La primera orden del día fue encontrar agua. Pensé que podría buscar durante dos o tres horas antes de cansarme, y si no había localizado ninguna para entonces, regresaría. La cabaña retrocedió rápidamente detrás de mí, pero a partir de los datos implantados, todavía tenía una idea de dónde estaba, a diferencia de cuando me desperté por primera vez y no podía navegar en absoluto. Había tomado algún tiempo para que la información descargada y las experiencias se sincronizaran con mi memoria muscular. Supuse que probablemente sucedería lo mismo con la herrería. No tenía experiencia previa de mi vida anterior, por lo que tuve que confiar únicamente en los datos que vinieron con la instalación de esta nueva vida. Esa información tuvo que ser leída mientras rompía. Sabía que la discrepancia entre la base de conocimientos y mi memoria física desaparecería con el tiempo. En cualquier caso, no estaba particularmente preocupado. Mientras caminaba, recibí gradualmente nuevos datos sobre la flora y la fauna y la memoria sensorial. Aun así, seguía marcando los troncos de los árboles a medida que avanzaba, por la remota posibilidad de que mis nuevos conocimientos me abandonaran en un momento inoportuno, dejándome varado en el bosque. También me estaba metiendo en el bolsillo


hierbas que encontré que tenían efectos medicinales, como reductores de fiebre o antisépticos, ya que no había encontrado ninguna en la cabaña. A juzgar por la abundancia de hierbas útiles aquí, este mundo parecía un lugar bastante bueno para vivir. Había estado deambulando durante una hora más o menos cuando finalmente encontré mi preciosa fuente de agua. Escuché el sonido del agua corriendo y corrí hacia ella, emergiendo a las orillas de un lago. Río arriba, pude ver la desembocadura del río que desemboca en él. Este lago era tan ancho que la orilla opuesta desaparecía más allá del horizonte. Como había estado recolectando hierbas en el camino, me había llevado una hora encontrar esta fuente de agua, pero en realidad estaba a solo quince minutos de mi cabaña. Esta fue la solución a mis problemas con el agua. Puede que tenga que hacer varios viajes al día, pero sería un ejercicio perfecto después de estar encerrado en el taller durante horas. Lo incorporaría a mi rutina a partir de mañana. Observé mi reflejo en el agua. Las ondas lo hacían difícil de decir, pero mi reflejo parecía de treinta años, como había pedido. Pensé que veinte habrían sido increíblemente joven para ser un herrero consumado, que era lo que había pedido ser, y lo que ahora apuntaban los datos y experiencias que vinieron con la instalación. Nadie hubiera creído en las habilidades de alguien tan joven, especialmente considerando que yo era un extraño en el área. Mi reloj interno me dijo que todavía faltaba algo de tiempo para la puesta del sol. Caminé por la orilla, mirando el bosque y el lago, e hice un par de descubrimientos. Primero, había arbustos que crecían frutas que parecían frambuesas. En las ramas de los árboles, también había una fruta parecida a una manzana. Según los datos, ambos eran comestibles, así que elegí la manzana doppelganger del árbol. Ciertamente olía a manzana. Tentativamente le di un mordisco. —¡Esto es tan amargo!; Exclamé. Aunque tenía un rastro de sabor a manzana, era extremadamente ácido. No era tan amargo como el vinagre de manzana, pero era una opción para cualquiera a quien no le gustara la comida amarga. ¡Qué fruta tan aterradora! Los agricultores de mi mundo anterior trabajaron duro para cultivar manzanas dulces y jugosas, y sus esfuerzos realmente dieron frutos, que buen juego de palabras. En cualquier caso, no había traído nada para llevar las frutas y todavía tenía algo de comida almacenada. Volvería otro día para recoger algunos. Me volteé para mirar hacia el lago de nuevo. Las aguas turbulentas sugirieron que podría haber una montaña cerca, tal vez era la fuente del río y el lugar de donde fluía el agua, pero no podía ver nada desde donde estaba parado. Vi algunos peces nadando en las aguas cristalinas y juré que la próxima vez vendría con una caña y un cebo para intentar pescar algunos. Con suerte, tendría tiempo una vez que comenzara a trabajar como herrero---pasaría la mayor parte del día en el taller, ya que la herrería sería mi sustento. Bueno, siempre podría decidir un horario fijo y luego ir a pescar en mis días libres. Había terminado mis días de ser un adicto al trabajo. Quería vivir una vida lenta y tranquila.


Estuve dando vueltas un rato más antes de que mi reloj interno dijera que se estaba haciendo tarde. Era hora de volver... o eso había decidido cuando de repente vi un movimiento en la hierba. Mirando de cerca, vi un animal grande de unos 150 cm de largo, casi del tamaño de un humano adulto. Me acerqué con cautela. Estaba escondido en las sombras, por lo que no pude verlo con claridad, pero noté que tenía orejas triangulares como las de un gato o un perro. Sin embargo, su silueta parecía casi humana. Sus hombros subieron y bajaron y aceleré mis pasos. Definitivamente podía oírme acercarme, pero su respiración era irregular y no movía un músculo a un lado de sus hombros. Solo cuando estuve a una distancia de contacto me di cuenta de lo que era el animal. Tal vez fue de mala educación llamarla---ella---un animal. Ella debe haber sido una de la gente bestia. Tenía una cola y orejas parecidas a las de un tigre junto con un pelaje rayado en las manos y los pies, pero por lo demás se veía humana. Una armadura de cuero ligero protegía su torso. Llevaba un arco colgado del hombro y un carcaj por la cintura, pero tal vez no había tenido la oportunidad de usarlos durante su última pelea. Heridas de aspecto doloroso cubrieron su cuerpo. Se había derrumbado boca abajo, pero pude ver que su armadura estaba rasgada a los lados y la piel expuesta estaba magullada y ensangrentada. Si bien la herida no sangraba abundantemente, era obvio que era grave. No necesitaba los datos para que saber eso. —Tengo que llevarla a un lugar seguro lo antes posible. Le di la vuelta y la levanté. Su armadura no era tan segura como pensaba porque sus pechos sorprendentemente amplios se derramaban sobre la parte superior del cuero. Me sorprendió, pero no hubo tiempo para detenerme y mirar. Simplemente archivé la imagen y levanté su cuerpo por encima de mi hombro en un llamado transporte de bombero. Era más ligera de lo que parecía. —Sería más caballeroso llevarla como una princesa, pero esto es más rápido; Comenté. — Tendrá que bastar. Lo siento. Llevando a la chica mitad tigre, corrí de regreso a casa. Caminé un trecho a lo largo de la orilla del lago, así que me tomó más tiempo llegar a casa que los quince minutos que había estimado inicialmente. Ella se estaba debilitando rápidamente, pero su cuerpo aún contenía calor. Me aferré a la esperanza de regresar en el tiempo. Cuando llegamos a la cabaña, tuve que bajarla para poder abrir la puerta. El fuerte ruido del lado del taller llegó a mis oídos. Me apresuré a ir al dormitorio y, después de hurgar, encontré algunas sábanas extra en el armario. Cogí dos, volví a la sala de estar y los puse sobre la mesa. Luego me dirigí al taller, donde pude encontrar una aguja, hilo y cuchillo. Los dos primeros eran para coser fundas y el segundo era mercancía, pero este no era el momento para ser quisquilloso. Tenía todo lo que necesitaba. En la cocina, metí la aguja en una olla con agua y encendí el fuego. Mientras esperaba, extendí


una de las sábanas sobre la mesa de la sala de estar. La chica todavía estaba inconsciente de lado donde la dejé. La llevé a la cabaña y la acosté sobre la mesa, luego cerré la puerta para que ningún visitante me molestara, aunque no era probable. Le quité el arco, el carcaj y las muñequeras--- estos parecían guantes de arquero---y los dejé a un lado. También le quité la armadura... bueno, en realidad era solo una coraza. Su camisa estaba mojada y pegajosa con sangre, así que la corté por la mitad y se la quité. Primero, verifiqué para asegurarme de que no tuviera otras heridas graves además de la del costado. Era difícil saber si sus manos y pies estaban heridos por el pelaje. Aunque, si hubiera podido ver una herida incluso a través del pelaje, entonces habría sido un corte serio. Tomé la falta de trauma visible como una buena señal. Tenía cortes y raspaduras en todo el cuerpo, pero solo la abertura que supuraba en su costado necesitaba atención inmediata. Sangre fresca brotó en el lugar de la herida. No parecía consciente, pero su rostro había estado tenso por el dolor todo este tiempo. El agua había hervido. Corté un trozo de la hoja extra y lo coloqué en el agua para desinfectarlo. Después de un rato, lo saqué y lo llevé a la mesa, junto con la aguja y el hilo. —Los datos son realmente útiles en momentos como este; Dije. Hasta ahora, todo lo que había hecho se había basado en algunos conocimientos de mi vida anterior, junto con los datos útiles. Sin embargo, para los siguientes pasos, no tenía experiencia en el mundo real---solo los datos podían ayudarme. Limpié la herida con la sábana desinfectada. La joven mujer gruñó y su rostro se tensó de dolor, pero aún estaba inconsciente. La sangre brotaba de nuevo, así que tuve que coser la herida rápidamente. Y como no tenía anestesia, esto la iba a doler. Cada vez que la aguja atravesaba su piel, su mandíbula se apretaba. Mi pecho se apretó con la culpa, pero tenía que seguir adelante por ella. Al final, pude suturar la herida cerrada. No estaba tan bien como lo haría un cirujano, pero como la instalación había venido con algunas habilidades básicas de supervivencia, había salido bien. El trabajo puede haber sido feo, pero al menos evitaría que la herida empeorara. Si se quejaba de su apariencia más tarde, me lo tomaría con calma y me disculparía. Nuevamente, empapé la sábana que había usado para limpiar la herida y luego la usé para limpiar el resto de su cuerpo, revisando dos veces si había alguna lesión grave. Fue incómodo por decir lo menos porque estaba completamente desnuda. Afortunadamente, tanto mi mente como mi cuerpo entendieron la gravedad de la situación, así que terminé sin avergonzarme. Apagué el fuego y llené un cuenco de madera hasta la mitad con agua caliente, luego empapé algunas de las hierbas para aliviar la fiebre que había recogido antes. Después de un tiempo, la infusión comenzó a desprender un aroma a menta fresco. Le di la medicina a la chica después de asegurarme de que estuviera lo suficientemente fría para beber. Cuando le metí el líquido en la boca con una cuchara, ella misma se lo bebió. Fue una suerte que ella no estuviera completamente inconsciente. El cuenco pronto estuvo vacío, y dado que la hierba reducía la fiebre, esperaba que también tuviera algunos efectos analgésicos.


Ella no se recuperó milagrosamente, pero después de una hora, su respiración se estabilizó. Intenté moverla porque la mesa no era lugar para un paciente. La llevé al estilo princesa, esta vez al dormitorio, y la acosté en la cama. Por supuesto, me aseguré de cubrirla con un futón (o una manta, debería decir, para que coincida con la cultura occidental de este mundo). Ella estaba durmiendo profundamente. No lo había notado antes, pero en su cabeza, un elegante adorno de pelo verde brillaba bajo la luz. Suspiré profundamente, sintiéndome completamente agotado. Los primeros auxilios en sí mismos habían sido agotadores, pero más que eso, mantener ese nivel de concentración realmente me había destrozado. Entre explorar mis alrededores antes y rescatar a la chica, había sido un día largo. Decidí que debía cenar, pero primero necesitaba un descanso, así que me senté en el taburete junto a la mesita de noche. —Mañana, iré a reponer mi suministro de agua y luego probaré con la herrería. También tendré que ver cómo está ella de vez en cuando; Dije. Pensar me había dado sueño y sentarme solo había hecho que mi cansancio fuera más pronunciado. Mi cabeza se inclinó y la levanté de un tirón. Este era un sentimiento familiar de mi viejo mundo, estaba empezando a cabecear. —No... tengo que... hacer la cena...; Murmuré, pero fue inútil. Me deslicé hacia la acogedora oscuridad. ◇◇◇ Me desperté del sueño por una extraña sensación alrededor de mi cuello. ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? ¿Y cómo estaba la chica? Abrí los ojos, todavía fuera de sí, a la vista de ella---Ella estaba sobre mí y agarrando mi garganta con una mano. —Bueno, pensé que podría resultar de esta manera; Dije tan tranquilamente como pude. Su agarre fue ligero, pero no se me escapó que fácilmente podría haber terminado con mi segunda vida mientras yo estaba dormido y antes de haber pasado incluso un día completo aquí. —¿Cómo están tus heridas?; Pregunté. Ella me miró. Sus ojos eran de un hermoso color dorado, como los de un tigre. Al principio, parecía confundida por mi pregunta, pero pronto endureció sus rasgos hasta la impasibilidad. —Duelen; Respondió ella, —Pero se están curando. —Eso es bueno; Dije, sonriendo con genuino alivio. Mis esfuerzos por salvarla no habían sido en vano. —Cierto...; Dijo ella con temor. Esa era mi oportunidad de empujarla y liberarme, pero no quería arriesgarme a molestarla. Ella rápidamente se recuperó de su lapsus. —¿Miraste?; dijo con la ira coloreando su voz. Ella apretó su agarre. —Solo porque tenía que tratarte, y no te toqué excepto cuando era médicamente necesario. Lo prometo; Dije esto, asegurándome de mantener mi nivel de voz. —¿Estás diciendo la verdad?


—Si mentí, puedes retorcerme el cuello. Ella clavó su mirada en la mía. Después de unos segundos de intenso contacto visual, suspiró y soltó mi cuello. —Te creeré por ahora. —Gracias. —Los humanos emiten un olor distintivo cuando mienten; Agregó. —Tú no hueles de esa manera. —¡¿Puedes saber si estoy mintiendo solo por cómo huelo?! —Sí, pero solo cuando los humanos están nerviosos. Las bestias caninas y lupinas, por otro lado, pueden oler mentiras en cualquier momento. Asentí. Si la hubiera tocado mientras la trataba y mentido al respecto, me habría descubierto y me habría matado en el acto. Era solo mi segundo día aquí y ya estaba a un hilo de morir. Me levanté y rebusqué entre mis pertenencias, saqué una muda de ropa y se la entregué. — Ponte esto por ahora; Le ordené. —¿Qué pasa con mi ropa?; Ella preguntó. —Tuve que cortarlos para llegar a tus heridas. Además, estaban empapados de sangre. Probablemente sea mejor tirarlos. —Oh... ya veo. —Lo siento si eran importantes para ti. —No, en absoluto. Eran solo sobras; Dijo antes de comenzar a cambiarse. Ella había estado desnuda hasta ahora, pero si valía la pena, me di la vuelta para darle algo de privacidad. Para un espacio actualmente ocupado por dos personas, si que estaba tranquilo. El único sonido era el de como se cambiaba de ropa. —¿Eres el dueño de esta cabaña? —Sí; Le dije, girándome para mirarla de nuevo, ya que había terminado de cambiarse. —¿Qué estás haciendo en un sitio como este? —Soy herrero. —¿Herrero?; Preguntó ella. —Bueno... me acabo de mudar ayer; Había dudado sobre cómo explicar mi situación, pero finalmente, decidí apegarme a la verdad. Había una buena posibilidad de que ella conociera esta área, y no quería hacerla sospechar diciendo algo descuidado. —¿Esta cabaña siempre estuvo aquí? ¡Bingo! Ella sabía dónde estábamos. —Estaba aquí cuando llegué; Respondí. Eso era cierto, excepto por la parte donde apareció de la nada. —No estoy en esta parte del Bosque Negro a menudo, así que probablemente no lo vi antes. El Bosque Negro. Había visto este nombre en los datos geográficos que se habían instalado en mi mente. Aunque estaba tratando de mantener una cara de póquer, por dentro estaba


saltando de alegría, no quería que sus súper sentidos detectaran nada. Si combino los datos con lo que vi mientras caminaba ayer, podría adivinar nuestra ubicación. ¿Fue por... aquí? —En este momento, estamos en la parte este del bosque; Me arriesgué a decir eso. —Oh, yo principalmente deambulo y duermo en el norte y el oeste. Rara vez vengo aquí. Uff. Yo no sabía nuestras coordenadas exactas, pero al menos logré decir el área general correcta. Ella continuó su explicación. —Tan pronto como me aventuré por este camino, me encontré con un oso negro, y bueno… viste lo que pasó. La única razón por la que no me mató fue porque sintió que te acercabas, creo. —Ya veo; ¿Algo lo suficientemente feroz como para acabar con ella vivía aquí? En este bosque, probablemente ella misma era considerada una fuerte depredadora. Además del hecho de que ella era en parte tigre, debe haber sido fuerte ya que vagaba sola por el bosque. Sin embargo, ella estaba herida en este momento. No quería echarla, así que le dije, —Tengo una propuesta para ti. —¿Qué? —Bueno, tomará tiempo para que tus heridas sanen, ¿verdad? —Sí; Respondió ella. —La gente bestia más fuertes que los humanos, pero una herida tan grande tardará en sanar. No podré cazar ni recolectar comida durante dos semanas. —¿Por qué no vives aquí entonces?; Le ofrecí. —¿Eh? —No quiero decir nada extraño con eso. Es mutuamente beneficioso; Razoné. —Soy nuevo en el área y necesitaré ayuda con mi herrería. Tú necesitas sanar, e incluso después de que te hayas recuperado, aún necesitarás algo de tiempo para adaptarte, ¿verdad? —Cierto. —Estarás más cómoda aquí. Al menos, no tendrás que preocuparte por la lluvia. Apuesto a que es difícil cazar durante una tormenta. —Tiene sentido; Dijo ella y se detuvo a pensar. Mientras consideraba mi oferta, sus orejas redondas giraron en diferentes direcciones y yo estaba hipnotizado. Podría mirar sus rasgos de tigre todo el día. Sin embargo, no le dije eso a ella---supuse que estaría indignada. —Está bien. Me quedaré aquí hasta que se curen mis heridas y pueda moverme normalmente de nuevo. Cuando llegue ese momento, consideraré lo que quiero hacer a largo plazo. ¿Qué dice?; Ella preguntó. —Funciona para mí; Le dije. —Genial. ¡Llevémonos bien entonces! —¡Estupendo! Había dicho que quería vivir con un gato, pero ni en mis sueños más locos había pensado que así sería interpretado mi deseo. Supuse que una chica tigre contaba. ¿Fue esta tu


respuesta? Le pregunté al perro guardián en mi cabeza, pero no hubo respuesta. No es que esperara uno. —¿Por cierto cuál es tu nombre?; Pregunté. —Samya. Así que su nombre era Samya. —Bonito nombre; Dije, pero ella no respondió. —¿Qué ocurre?; Finalmente pregunté. —Es demasiado lindo. Prefiero que me llamen algo que suene rudo. —Umm… ¿Como González? —Pft...; El sonido estalló fuera de ella. Un segundo después, ella estaba rodando en la cama, riéndose a carcajadas. —¡Ja ja ja ja! ¡González! ¡Tu sentido para dar nombres es horrible! ¡¡¡Ja ja ja!!!



—No digas nada. Al menos mis padres me dieron sentido común; Dije, desanimado por sus burlas. Se estaba riendo tan fuerte que estaba llorando. En las cuatro décadas de mi primera vida, mi mal sentido para dar nombres fue la única debilidad de la que no había tenido la oportunidad de deshacerme. Debería haber hecho que el Perro Guardian lo arreglara, pero era demasiado tarde para recordar eso ahora. —Incluso si no te gusta tu nombre, tu familia te lo dio; Le dije después de que Samya se recuperó de su ataque de risa. —Además, creo que te queda bien. —Oh, um, gracias; Respondió ella. En Japón, había un dicho: "el cuervo que llora ya se está riendo". En este caso, sin embargo, "el tigre que ríe ya está tímido" sería más exacto. Básicamente, significaba que el estado de ánimo de una persona cambia rápidamente. —Muy bien, voy a rellenar nuestro suministro de agua. Está lejos de la cabaña. ¿Estarás bien sola?; Pregunté. —Antes de que te vayas...; Ella interrumpió. —¿Mmm? ¿Qué sucede? —Aún no me has dicho tu nombre. —Oh. Cierto. Soy Eizo Tanya; Sin embargo, en mi vida anterior, me había presentado al revés. Eizo era mi primer nombre. —Suena nórdico. Tienes un apellido y todo. —Si tú lo dices. Según los datos geográficos, en este mundo, la región similar a Asia estaba en el norte, no en el este. Las personas que vivían allí se llamaban los nórdicos. —Culpa mía, no quise entrometerme. Los apellidos son raros aquí. —Está bien. No te preocupes por eso; Dije. —Supongo que ya habrás adivinado por qué estoy instalando mi taller en un lugar tan apartado como este. En este mundo, era raro que un hombre con apellido---en otras palabras, un hombre de una línea familiar establecida---se mudara a otra región del mundo y trabajara como herrero en un bosque remoto nada menos. Era impensable que alguien de tal estatus eligiera la vida de un recluso por sí mismo. Samya había conectado los puntos y había sacado sus propias conclusiones sobre mis antecedentes. —Parece que tú también lo tienes difícil; Dijo Samya en tono de camaradería. —Estoy bien por mí mismo; Por ahora al menos. —¿Puedes ayudarme y usar solo mi primer nombre? —No hay problema, Eizo. —Gracias, Samya.

Dejé que Samya descansara en la cama para así poder ir a buscar agua. Era un bien vital ya que era la base de toda vida. Planeaba volver al lago con dos jarras de agua vacías de tamaño mediano que había encontrado en la cabaña. Colgaban de los dos extremos de una pértiga para el hombro y tenían cuerdas ensartadas en la boca para facilitar su transporte.


—Se ven bastante pesados; Murmuré, pero esta era una tarea necesaria para allanar el camino para una vida lenta. Podría haber pedido a Samya que me ayudara, pero se molestaría si no pudiera levantarlos. Entonces, me armé de valor y levanté el palo sobre mis hombros. Contrariamente a mis expectativas, las jarras eran ligeras. No tan ligeros como una pluma en si, pero con el mismo peso que un gran cubo de plástico de mi viejo mundo. ¿De qué tipo de cerámica estaban hechos? —Espera, eso no es todo... Las jarras no eran ligeras, yo era fuerte. ¿El Perro Guardián había juzgado que esta era la cantidad mínima de fuerza que necesitaría para sobrevivir en este mundo, o tal vez...? Dejé esa pregunta para otro momento. Justo ahora tenía que traer agua, así que me dirigí al lago. El viaje tomó alrededor de treinta minutos de principio a fin entre el tiempo de viaje y el llenado de las jarras. Volvería todos los días a partir de ahora. Los contenedores nunca llegaron a ser demasiado pesados para mí, a pesar de su volumen. No había duda de que podía levantar más que antes. Cuando regresé a la cabaña, desayuné tofu y sopa de carne curada con Samya. Después, la acompañé de regreso al dormitorio para que descansara y se recuperara, antes de volver al taller. Allí, encontré la respuesta de por qué ahora era tan fuerte. Pensé en lo que debería tratar de forjar primero y me decidí por un cuchillo pequeño. Un proyecto más grande habría tomado más tiempo, y mi memoria muscular necesitaba la oportunidad de sincronizarse con los datos y experiencias de la herrería ya instalados. Pensé que debería comenzar con una serie de artículos pequeños. —Pero antes de eso, necesito un poco de magia; Dije. Conjuré fuego para encender el hogar y la fragua respondió rápidamente a la magia. El lecho de carbón comenzó a arder sin llama y una luz roja intensa brilló entre las piezas de carbón. Sabía que la fragua haría circular automáticamente las llamas que había producido para mantener una temperatura estable en todo el hogar, pero no sabía exactamente cómo funcionaba. Como era de esperar de un objeto mágico, supongo. Gracias a Dios no tuve que hacer el fuego desde cero. Con la fragua en marcha, dirigí mi magia hacia los fuelles. Me imaginé bombeando energía a través de mi cuerpo e invoqué un viento que sopló de mis palmas. Fue solo una brisa momentánea, nada tan poderoso como para volar a una persona. Al igual que la fragua, el fuelle tomó el hilo de mi magia y comenzó a funcionar---este usó mi viento como combustible sin necesitar más intervención manual de mi parte. Manipulé mi magia y operé la fragua y los fuelles para elevar lentamente la temperatura del fuego, más y más caliente. Planeaba usar las bandas de hierro de 4 cm de ancho por 1 cm de espesor del almacenamiento de materia prima. Supuse que los habían proporcionado como obsequios. Cogí uno con las tenazas y lo metí en el brasero. —Pensé que estaba preparado, pero hace mucho calor aquí; Me dije a mí mismo. A 800°C, el hierro comenzó a cambiar de color. Sin embargo, necesitaba estar aún más caliente antes de volverse maleable, por lo que era natural que el aire cerca de la fragua estuviera abrasador. Estaba empapado en sudor, así que me quité el chaleco de cuero. Sin embargo, me quedé con la camisa de cáñamo para protegerme de las chispas dispersas. Usando los fuelles, avivé el fuego para elevar la temperatura aún más, lo suficientemente caliente como para calentar el hierro. Cuando el metal alcanzó la temperatura perfecta, lo


saqué y comencé a golpearlo con el martillo. En ese momento, me di cuenta de cuánto músculo necesitabas como herrero. —Ahora lo entiendo; Dije con una sonrisa en mi rostro. Las chicas saltaron en el aire por la fuerza de mis golpes mientras moldeaba el hierro. Era exactamente como se representaba en los videos que solía ver en mi vida anterior. ¡Qué emoción experimentarlo por mí mismo! Apuntaba a la forma de una espada japonesa, pero no trataría de hacerla tan delicada. Cuando el hierro tenía aproximadamente la forma correcta, lo dejé enfriar mientras almorzaba. Mientras Samya y yo comíamos, le pregunté si había alguna ciudad cerca. Ella me dijo que había uno, a un cuarto de día de camino, aunque rara vez ella salía del bosque. Un viaje de ida y vuelta era técnicamente factible en un día, pero no sería un paseo por el parque.

Después del almuerzo, obligué a Samya a volver a la cama para descansar más y yo volví al trabajo. Cuando regresé, el fuego se había extinguido y enfriado significativamente. Lo alimenté con más carbón para elevar la temperatura nuevamente, que era algo que todavía tenía que hacer manualmente. A estas alturas, estaba al final del proceso de forjado. Los herreros japoneses tradicionalmente trabajaban de noche para poder determinar la temperatura exacta del fuego por su color. Sin embargo, dado que mis habilidades de herrería estaban rotas, podía discernir la temperatura incluso cuando todavía había mucho brillo afuera. Una vez que la hoja se había calentado a la temperatura adecuada, la fui a templar en agua fría para endurecer el metal. Por primera vez, quería que el borde y el dorso de la hoja se endurecieran uniformemente, así que no cubrí ninguna parte con arcilla como lo habría hecho para un enfriamiento selectivo. Cuando hundí el cuchillo en el agua, un fuerte silbido llenó la habitación. Era similar al sonido producido por una sartén caliente sumergida en agua, pero varias veces más fuerte. Podía sentir el cuchillo enfriándose en mi mano, y después de un rato, lo saqué de nuevo. Un ligero vapor se enrolló alrededor del metal. Para el toque final, afilé la hoja en una piedra de afilar. El artículo inaugural de mi taller ya estaba completo. No había planeado usarlo para nada específico, así que no hice una empuñadura con un protector y dejé la empuñadura sin templar. Tendría que envolverlo con cordón antes de usarlo, pero lo importante era que lo había terminado. A continuación, quería probar el filo de la hoja. A pesar de que no tenía un uso específico para él, todavía quería asegurarme de que cortara las cosas---después de todo, ese era el objetivo de un cuchillo. Tomé un tronco como un tablero improvisado y puse un montón de paja encima. Llevé el cuchillo cortando hacia la paja. El montón de paja se partió... junto con el tronco. ¡¿Eh?! ¿Qué demonios acaba de pasar? ¡¿El cuchillo que hice como prueba cortó un tronco por completo?! Eso fue un poco... no, muy difícil de aceptar. ¡Fue mi primer cuchillo! Claro, mis habilidades provinieron de una habilidad rota, y es cierto que puse un esfuerzo adicional para mi primer proyecto, pero aun así, este resultado fue difícil de digerir. El cuchillo parecía casi como un objeto mágico. De hecho, probablemente fue demasiado filudo, realmente podría lastimar a alguien.


¿Qué pasaría si no fueran mis habilidades para hacer cuchillos sino mis habilidades para manejar cuchillos las que fueran de primera categoría? Tuve que experimentar para averiguarlo. Tomé el cuchillo que había usado para cortar la ropa de Samya ayer y lo probé en igualmente con un montón de paja y encima de un tronco. Esa hoja hizo un corte limpio a través de la paja, pero el tronco no sufrió daños. Mi nuevo cuerpo parecía poseer cierto grado de habilidad con la espada---¿o debería decir habilidad con el cuchillo?---pero esto era una prueba de que el cuchillo que había fabricado realmente era de un calibre diferente. En la Tierra, llamaríamos a esta situación "usar un mazo para romper una nuez". Nadie en su sano juicio iba a comprar un cuchillo que cortaría la tabla de cortar junto con su carne. Sin embargo, el cuchillo tenía potencial como arma. Los cuchillos normales solo eran efectivos contra un oponente sin armadura, la mayoría ni siquiera podía cortar el cuero. Mi cuchillo no tendría ningún problema contra el cuero, aunque el metal podría ser suficiente para detenerlo. De todos modos, no había estado planeando vender este cuchillo. Resultó mejor de lo que había anticipado, pero lo hice como un producto de prueba y era más pequeño. Decidí quedármelo para defensa propia. Hice una funda para el cuchillo con el tronco que rompí accidentalmente. Corté dos tablones del tronco, que tenían aproximadamente el grosor del cuchillo y una forma un poco más grande. Tallé los centros, pegué los dos lados y coloqué una pieza de cuero sobre la boca. Era una funda simple, pero ahora podía llevar el cuchillo conmigo. En el próximo experimento---mi objetivo era probar y ver si todo lo que hice sería de esta alta calidad. Por favor, que la respuesta sea no. Decidí hacer tres cuchillos, un poco más grandes que el que acababa de terminar, del tamaño de un cuchillo de supervivencia. Sin embargo, en cada una pondría diferentes cantidades de esfuerzo. El primero lo haría con el mismo esfuerzo que mi otro cuchillo, en el segundo no lo haría con tanto esfuerzo, y para el tercero me relajaría por completo. Agarré tres láminas de metal, encendí el horno y me puse a trabajar.

Los tres cuchillos me tomaron el resto del día para darles forma. Opté por terminarlos y probarlos por la mañana. Ahora era el momento de despertar a Samya de su siesta médicamente prescrita. —Hey, es hora de cenar; Le dije. —¡Levántate! Ella gimió y se dio la vuelta en la cama, moviendo las sábanas. Su voz sonaba algo erótica. —¡El sueño es importante, pero también lo es la comida! No sanarás si no comes. Vamos, despierta. Le arranqué las sábanas y fui obsequiado con la vista de Samya completamente desnuda. Así que ella era del tipo que dormía sin ropa... Ups, debo tener más cuidado la próxima vez. Ella se sentó aturdida. —¿Cuándo se hizo tan tarde? ¿Y por qué todavía me siento tan cansada? Literalmente he estado dormida todo el día. —Eso es natural después de una lesión grave. Es el mecanismo de supervivencia de tu cuerpo para conservar energía y prevenir el exceso de movimiento mientras el cuerpo se cura y repone la sangre perdida; Respondí.


—Vaya, eres una enciclopedia andante. —No es nada así; Era solo el conocimiento combinado que tenía de dos mundos separados. La habitación se había oscurecido, así que cogí una linterna. Era la primera vez que lo usaba porque ayer me había quedado dormido demasiado temprano para necesitarlo. Por suerte, también era un objeto mágico, por lo que podía encenderlo con mis habilidades básicas---todo lo que tenía que hacer era concentrar mi energía. Después de un momento, la magia salió de mí y entró en la linterna. Junto con la magia de fuego y viento, esta fue la última de mis principales habilidades mágicas. —¡¿Tú también puedes hacer magia?!; Exclamó Samya. —Solo cosas simples; Dije. —Las viejas familias son otra cosa…; Dijo con asombro. Incluso tener el mínimo de habilidad mágica era raro. No estaba seguro de cuán prolífica era la magia, pero sabía que la gran mayoría de la gente no podía usarla. Nos trasladamos a la sala de estar para cenar. Agregué algunos tubérculos a la sopa sobrante del desayuno y la calenté. Alimentar una boca extra cortó el suministro de alimentos, pero aún quedaba bastante. Por supuesto, no duraría más de un mes o dos. Tendría que averiguar cómo ganar dinero antes de que se acabara la comida, ya sea vendiendo mis productos en la ciudad más cercana u ofreciendo servicios de reparación. Sin embargo, no quería viajar antes de que Samya se curara. No sería capaz de dormir si algo le sucediera mientras yo no estaba, especialmente porque ya le había salvado la vida una vez. Charlamos mientras comíamos. Ambos evitamos instintivamente hablar de nuestro pasado. Me contó sobre su vida cotidiana y yo recordé el paisaje de la Tierra. Me emocionaba tanto cuando veía las montañas imponentes con sus picos nevados eternos. Ese tipo de información no iba a revelar nada importante. Después de la cena, nos separamos para ir a la cama. Yo terminé durmiendo en el escritorio del estudio, pero de todos modos estaba acostumbrado a eso por mi trabajo como programador. Samya había insistido en que debería ser ella la que durmiera en el estudio, pero yo me opuse. Ella todavía estaba sanando. Fin de la discusión. Ella se había retirado a regañadientes al dormitorio, y así mi segundo día llegó a su fin. ◇◇◇ La mañana siguiente transcurrió de la misma manera. Me desperté, preparé el desayuno y desperté a Samya para que comiera. Calenté una porción de agua para que Samya se limpiara y luego me dirigí al lago por más. Cuando llegué a la orilla, pensé que debería darme un chapuzón. Salté al lago, el agua salpicó a mi alrededor. —¡Eyahhh!; Grité en estado de shock tras salir a la superficie. El agua estaba mucho más fría de lo que esperaba, ¡estaba prácticamente helada! Pero en cierto modo, fue refrescante, especialmente después de un día entero de sudar en el taller. Una vez que me sentí lo suficientemente limpio, volví a la cabaña con las jarras llenas de agua. La primera orden del día era terminar mi experimento con los tres cuchillos. Continué donde lo había dejado y calenté los cuchillos a la temperatura adecuada. Los apagué rápidamente para fijar su forma, afilé sus bordes mínimamente y envolví sus mangos con cordón de cuero. Me aseguré de variar mi esfuerzo para cada cuchillo, igual que cuando les di forma el día anterior.


Cuando terminé, ya era mediodía. Justo a tiempo. Le pediría a Samya que me ayudara con el resto del experimento durante el almuerzo. —Samya, ¿puedes ayudarme después de comer?; Pregunté. —Claro; Ella estuvo de acuerdo fácilmente, —Pero no sé nada sobre herrería. —Está bien. Solo necesito otro par de manos; Dije. —Está bien. Ayer pasé todo el día en la cama, así que tengo mucha energía. —Te lo agradezco. Después de que terminamos de comer, fuimos juntos al taller y le expliqué la configuración de los cuchillos. —He preparado tres cuchillos. ¿Puedes cortar este montón de paja con ellos, empezando por el de la derecha? Estoy tratando de probar qué tan afilados son. Quería aislar las variables de la capacidad de corte de los cuchillos, y no quería que interfiriera ninguna habilidad con la espada con la que me habían dotado. Si la hoja en la que había trabajado más duro cortó la madera con Samya empuñándola, entonces podría estar seguro de que se debió a la calidad del cuchillo. —Está bien. Será fácil; Dijo. Samya se sentó en el taburete de trabajo (léase: tocón de árbol) y colocó el primer montón de paja sobre el tablero de troncos. Ella cogió el cuchillo que estaba más a la derecha, en el que yo había puesto el menor esfuerzo, y lo balanceó hacia abajo con gusto. El bulto se desmoronó, acompañado por el suave crujido de la paja al caer. Sin embargo, ese cuchillo apenas raspó el tronco y solo había cortado la paja. —¡Increíble!; Ella exclamo. —¡Eres muy hábil, Eizo! —Gracias; Respondí. —Ahora prueba con el del medio. —Bien; Dijo ella, emocionada ahora. Eligió el siguiente cuchillo, el más o menos hecho, muy animada. Cuando cortó un nuevo monto de paja, este volvió a desmoronarse con un suave crujido. Este cuchillo también se hundió profundamente en el tronco, pero no lo partió por completo. —Mmm, no está mal; Comenté. —¿No está mal? ¿De qué estás hablando? ¡¡¡Es increíble!!! Me sentí aliviado por el entusiasmo de Samya. A juzgar por su reacción, no necesitaba esforzarme al máximo para forjar. Una cantidad mediana de esfuerzo fue perfectamente suficiente. También estaba genuinamente feliz de escuchar sus cumplidos, pero puse una cara de póquer porque no quería despertar sus agudos sentidos. —Prueba con el último; Le dije. —Ah, está bien. Seguro; Su entusiasmo vaciló contra mi fría fachada. Ella levantó el cuchillo en el que había trabajado seriamente y cortó el último montón de paja. El cuchillo se había hundido hasta la mitad del tronco, pero esta vez no se escuchó el crujido de la paja. Fue completamente en silencio —¿Eh?; Dijo Samya, desconcertada. —Saca el cuchillo; Le ordené.


—C-Cierto; Cuando levantó el cuchillo, las mitades del fardo y del tronco se deslizaron lentamente. Era como una escena sacada directamente de un manga o anime. —¿Q-Qué acaba de pasar? —Cálmate; Le dije. —Es peligroso que entres en pánico en este momento. Ella salió de si emoción y me miró. —Ah, c-cierto. T-Tienes razón; Tartamudeó. —Culpa mía... —No te preocupes por eso. Siento no haberme explicado de antemano; Respondí. Por supuesto, cualquiera se sorprendería al ver un cuchillo partir un tronco en dos. Yo también me habría quedado estupefacto si no hubiera sospechado de antemano lo que sucedería. Estos resultados confirmaron mi hipótesis: De las habilidades rotas, tenia la habilidad de herrería de primer nivel y la capacidad de hacer artículos de primera clase. —Bueno, supongo que no podré vender el tercer cuchillo; Dije. —¿Qué? ¿Por qué?; Samya dijo, sorprendida. —Tal vez lo vendería si fuera para un espadachín, pero de lo contrario, este cuchillo es demasiado peligroso para venderlo a una persona normal; Dije. —Piénsalo---¿qué pasa si se lo vendo a una familia perfectamente normal y un día, la mano de la madre se resbala mientras prepara la cena? Podría perder un dedo. La gente de por aquí tampoco usaba tablas de cortar. En cambio, cortaron verduras y carne en rodajas rectas en sus manos. Aparentemente, las tablas de cortar eran más comunes en el norte. —Oh, eso es cierto; Dijo. Ella parecía decepcionada. —No estaría de más vendérselo a alguien que supiera manejar una espada; Dije. —Entonces dámelo. —¿En serio?; Pregunté. —¿Lo quieres? —S-Sí. Cuando vaya a cazar, sería mucho más fácil desollar y limpiar a los animales. —De acuerdo, entonces. Es tuyo; Ya tenía el primer cuchillo que había hecho. Además, sería una pena que este cuchillo se desperdiciara, y prefiero que lo tenga Samya a un extraño. —¡¿Está seguro?! —Sí, no me importa, pero tendrás que esperar un poco; Le dije. —Haré una funda para él cuando tenga algo de tiempo entre hacer los artículos para vender. —¡Genial! No me quejo…. ¡Reconozco una buena oferta cuando la veo! —Está bien, te lo devolveré pronto. —¡Wohoooo! Era casi como tratar de domesticar a un animal salvaje con comida. No casi... ella ya vivía aquí, así que ya estaba en ese proceso. En cualquier caso, después de ver los resultados de mi experimento, ahora sabía en qué dirección debía llevar mi herrería, en lugar de hacer algo extraordinario, me concentraría en crear artículos cotidianos. Podría tomarme mi tiempo, hacer las cosas en dos o tres días y aceptar reparaciones aquí y allá también. Cantidad sobre calidad. Por supuesto, no iba a ignorar la calidad por completo. Quería que los clientes salieran satisfechos, así que me


aseguraba de que todas las espadas y herramientas que forjaba estuvieran más afiladas de lo normal. Durante los siguientes cuatro días, produje una serie de cuchillos y espadas cortas, junto con azadones, hoces y hachas. No tuve que pasar mucho tiempo con ellos en absoluto, la velocidad podría haber sido parte de mis habilidades rotas, o tal vez fue un efecto secundario de no tener que esforzarse mucho. Forjé algunos artículos de alto calibre para mi propio uso, pero en su mayor parte, solo buscaba una calidad superior a la media. Mientras trabajaba, Samya descansaba obedientemente. Evitaba moverse demasiado, e incluso cuando me ayudaba con mis experimentos para ver lo afilado que estaban, se lo tomaba con calma y no usaba mucha energía. ¿Se había debilitado por la falta de ejercicio? Por curiosidad, le pregunté al respecto y ella respondió, —Cuanto más rápido mejoro, más rápido podré probar tus cuchillos. Tendría que hacer algo bueno la próxima vez, para no decepcionarla. Además, me encantaban los cumplidos, incluso los indirectos.

A la mañana siguiente, Samya y yo estábamos comiendo juntos como de costumbre. Hoy, sin embargo, tenía un gran anuncio que hacer. —¡He decidido tomarme un descanso hoy!; Declaré. —Uh, está bien; Dijo Samya, sintiéndose rara por mi entusiasmo. ¡Fueron mis primeras vacaciones aquí en este mundo! Ni siquiera había sido una semana completa, pero la idea de unas vacaciones en sí era nueva para mí. Apenas me había tomado un tiempo libre en mi trabajo anterior. Una vez, incluso trabajé cuarenta y cinco días seguidos sin fines de semana ni vacaciones. Un poco antes de que yo viniera a este mundo, mi compañía finalmente había dejado de obligarnos a hacer horas extras peligrosas, pero eso no había sido por preocupación por el bienestar de los empleados, simplemente había sido para evitar responsabilidades legales. En este mundo, ya no estaba sujeto a un horario de trabajo de cinco días hábiles a la semana. ¡Podría tomar descansos cuando quisiera! Como beneficio adicional, no tuve que preocuparme por agotar mis días de vacaciones pagadas. Entonces, ¿a quién le importa si Samya pensó que era raro? Con estas ventajas, hubiera estado loco por no emocionarme. Tenía un plan en mente para el día de hoy, pero no quería presionar demasiado a Samya ya que todavía tenían que cerrar los puntos. Le pedí su opinión. —Quería hacer un poco de exploración cerca. ¿Crees poder hacerlo? —Claro, creo que puedo manejar eso, pero... —¿Pero...? ¿Hay algo que te preocupé?; Pregunté. —Todavía estamos en su territorio. Mis heridas se están curando, pero siempre existe la posibilidad de que nos ataque de nuevo; Ella dijo esto más tranquila que de costumbre. ¿Ese oso todavía vagaba por la zona? Eso sí que sería peligroso. —Damos la vuelta a la primera señal de peligro; Prometí. —Solo quiero conocer mejor nuestro entorno. No tengo ni idea de donde estoy en este momento. —Está bien; Dijo ella. —Me convenciste.


—Está arreglado entonces. —Entendido.

Después del desayuno, preparé unos sándwiches para que llevarlo con nosotros. Había horneado un poco de pan plano antes, usando una mezcla de masa simple de solo harina, sal y agua. Para el relleno usé chuletas de cerdo ahumadas que ya había guisado. Eso puede sonar elegante, pero en realidad era solo la carne sobrante de la sopa que habíamos comido en el desayuno. El cerdo estaba ligeramente aromatizado con el caldo de tubérculos en el que había sido guisado. Como cualquier otra carne que habíamos probado, este estaba principalmente sazonada con sal. En este punto, la sal se estaba volviendo bastante poco apetecible. Cuando viajé a la ciudad, definitivamente quería comprar otros tipos de condimentos. Probablemente había pimienta al menos. Dado que la región nórdica era similar a Asia, tal vez incluso podría encontrar miso, salsa de soja y salsa de pescado. ¿Estarían disponibles estos ingredientes en los mercados aquí abajo? Bueno, no debería hacerme ilusiones. Coloqué los sándwiches en una mochila, pero pensé que, si volvíamos temprano, siempre podríamos comerlos aquí también. Antes de irnos, ambos atamos unos cuchillos alrededor de nuestras cinturas. Consideré traer la espada corta, pero al final decidí no hacerlo, no parecía que fuera útil si nos encontrábamos con el oso. En lugar de mantenerme firme y sacar mi espada contra esa bestia, sería mejor correr. Cuando nos fuimos, cerré y bloqueé la puerta detrás de nosotros. Era poco probable que un ladrón estuviera merodeando por una cabaña al azar en medio del bosque, pero era mejor prevenir que lamentar. No había dejado la casa vacía desde el primer día, así que quería tener cuidado. Nos dirigimos al bosque, en la dirección opuesta a donde había encontrado a Samya por primera vez, atravesando la densa y exuberante vegetación. Este bosque fue el hogar de una variedad de animales. Aparte del animal parecido a una ardilla que había visto y el oso que había atacado a Samya, también había ciervos, jabalíes y lobos. Los ciervos eran dóciles, pero había que tener cuidado con los otros dos. También le advertí a Samya, pero parecía confundida. Ella finalmente, dijo, —¿Por qué tendríamos que preocuparnos por los lobos? —Um, ¿por qué no deberíamos preocuparnos?; Pregunté lo obvio. Ella todavía parecía perpleja. —Eres fuerte, ¿verdad, Eizo? —Lo suficientemente fuerte como para sobrevivir en este bosque... creo; Dije. Para ser honesto, no estaba exactamente seguro de si era un buen peleador o no. El perro guardián me habría hecho lo suficientemente fuerte como para que no me mataran de inmediato, pero más allá de eso, no tenía ni idea. —Ya que decidiste mudarte aquí, debes ser fuerte; Declaró. —Los lobos de por aquí son despiadados y atacarán a la primera señal de fragilidad. Los débiles han sido devorados por mucho tiempo; Dijo esto descuidadamente como si estuviéramos discutiendo el clima. Así que si hubiera sido débil, ya me habrían matado cuando anduve deambulando por el bosque el primer día, o cuando fui al lago a buscar agua.


¡Gracias, Perro Guardián, por asegurarte de que la muerte por lobos no estuviera en mis formas de morir! Seguimos charlando mientras nos adentrábamos más en el bosque. Hoy estaba soleado, y la luz que se filtraba a través del dosel de los árboles en lo alto destacaba la maleza cubierta de musgo. De vez en cuando, oíamos ruidos de crujidos, pero se detenían poco después. Según Samya, eran los sonidos de pequeños animales correteando a nuestro alrededor. No nos encontraríamos con ningún animal más grande a menos que fuéramos a buscarlos nosotros mismos. —Los animales grandes son generalmente astutos e inteligentes; Había dicho. Aparentemente, el proverbio "cabeza grande, ingenio pequeño" no se aplicaba en esta situación. Ella despertó mi interés, y ahora quería ver a un lobo o algo así, pero por supuesto, no quería ponernos en peligro. No había traído la espada y no estaba preparado para una pelea, así que frené mi curiosidad. Cuando le pregunté cómo podía saber que eran animales pequeños, dijo que podía detectarlos por sus olores. Su sentido del olfato al ser mitad tigre era mucho mejor que el de los humanos y otras razas parecidas a los humanos. Ella había dicho anteriormente que las bestias caninas y lupinas tenían incluso mejores narices, pero desde mi perspectiva, su nariz era bastante poderosa, dado que podía identificar los cambios de humor solo por el aroma de una persona.

Después de dar vueltas por un rato, mi estómago comenzó a quejarse de lo desesperadamente vacío que estaba. Tengo que amar ese reloj interno. —¿Quieres comer?; Pregunté. —Claro; Dijo Samya. Ella rápidamente encontró un pequeño resguardo para nosotros. Era del tamaño de dos mantas de picnic, pero no tan grande como el resguardo donde se encontraba la cabaña. Nos sentamos en el suelo y saqué los bocadillos de la bolsa. Le pasé uno a Samya y luego comenzamos a comer. No sabía exactamente como lo había imaginado, pero estaba delicioso. —Está bastante sabroso; Dijo Samya. —Probablemente sea solo porque no hemos comido desde la mañana; El hambre es el mejor condimento después de todo, o eso dice el refrán. Entonces, aproveché la oportunidad para preguntarle a Samya algo que había estado en mi mente desde hace un tiempo. —¿Qué solías comer cuando estabas sola? —Mayormente cecina; Dijo. —Ah, eso tiene sentido; La cecina era sencillo y una buena fuente de sodio. También era fácil comer sobre mientras cazabas. —¿Entonces no estás acostumbrada a las comidas cocinadas? —No estoy acostumbrado a ellas, pero este tipo de comida también es agradable. —Bien; Me preocupaba que la comida que había preparado no fuera de su agrado, o tal vez que el cambio de cocina fuera difícil para su digestión. Su respuesta me quitó un peso de encima. De hecho, me di cuenta de que debería haberle preguntado antes. Después de deambular un poco más, llegamos a la conclusión de que el área que rodeaba la cabaña era segura, casi inusualmente. Samya dijo que no había visto ninguna huella u otra evidencia de que las bestias salvajes estuvieran cerca. Era una cazadora nata, así que confié en sus instintos. Supuse que el Perro Guardian debía haberme proporcionado un hogar seguro---


habría sido una pérdida de tiempo y esfuerzo reencarnarme, solo para que muriera de inmediato. Como Samya aún se estaba recuperando, no intentamos cazar a ninguna de las criaturas que deambulaban por el bosque. En cambio, recolectamos algunas hierbas antisépticas y para reducir la fiebre, y luego nos dirigimos a casa para pasar el día. ◇◇◇ El sexto día, poco menos de una semana completa desde que llegué, decidí que era hora de quitar los puntos de la herida de Samya. —Voy a empezar. Dolerá; Le advertí. —Está bien, lo entiendo; Dijo. Cuando quité el hilo, su expresión se hizo más dolorosa, pero lo soportó en silencio. —YYYYY hemos terminado. —Ouuuch; Dijo ella. —Pero gracias. Envolví la herida con vendas frescas y Samya la acarició suavemente, sintiendo las marcas que habían dejado las suturas. —Una cosa más, Samya; Dije. —¿Qué sucede? —¿La gente bestia es bienvenida en las ciudades? —¿Sí? Rara vez tengo asuntos allí, así que no voy muy a menudo, pero no es un delito. Los soldados no vienen a capturarme, y los comerciantes no aumentan los precios solo porque soy en parte tigre, ¿sabes? —Eso es bueno. —¿Por qué? —Estaba pensando en visitar la ciudad mañana; Le expliqué. —No conozco el camino, así que me vendría bien una escolta. Pensé que sería una buena oportunidad para que tú también te movieras un poco más. Dos pájaros de un tiro y todo eso. Sería de gran ayuda si fueras conmigo. —Seguro, ¿por qué no?; Ella estuvo de acuerdo. —Eso fue fácil. —Me has estado cuidando todo este tiempo, así que es mi turno de devolverte el favor. —Gracias. —No te preocupes; Dijo ella. —Pasaré por mi última guarida hoy y tomaré mis cosas. ¿Podría interpretar eso como que planeaba quedarse en la cabaña de ahora en adelante? Probablemente objetaría si le preguntara directamente. —Está bien. Ten cuidado; Respondí tan calmadamente como pude. No quería que ella olfateara mis emociones. Samya regresó al anochecer con un puñado de pertenencias.


—¿Eso es todo lo que tienes?; Yo pregunté. —Sí. Me muevo un montón, así que empaco poco. —Ohhh, está bien. Sus hábitos eran similares a los de las tribus migratorias de cazadores y recolectores. Ahora que lo pienso, cuando habíamos estado intercambiando historias sobre nuestras vidas antes, muchas de las de ella estaban relacionadas con la caza. Aun así, el hecho de que ella hubiera accedido a vivir aquí (creo) significaba que no se oponía a establecerse en un solo lugar. Le preguntaría al respecto---es decir, si alguna vez me dice que se va a mudar para siempre. Al día siguiente, rellené nuestro suministro de agua y luego nos preparamos para partir. Solo sería un viaje de un día, así que no necesitábamos mucho. Samya tenía el cuchillo que le había hecho atado a la cadera y vestía su propia ropa. Como mi guardia, ella no llevaría ninguno de los artículos que vendería. Mi atuendo era el mismo de siempre---parecía como un aldeano. Traje las herramientas de agricultor y los cuchillos que había hecho con la esperanza de poder venderlos en la ciudad. Como las hachas y las azadas eran voluminosas y difíciles de manejar, solo tomé una de cada una, pero llevé varias hoces conmigo. Las herramientas estaban atadas a mí y sobresalían de mi silueta en todos los sentidos. ¿Parecía sospechoso? Claro, pero la gente asumiría que yo era un comerciante... o eso esperaba. Justo antes de que nos fuéramos, entré en el dormitorio y tomé algunas monedas de plata del alijo en la mesita de noche. Bueno, probablemente era mi dinero de todos modos. —¿Estás lista?; Le pregunté a Samya. —Mmhmm; Respondió ella. ¡Y entonces partimos! Era mi primera salida en este mundo, y estaba lleno de emoción y ansiedad. Esta parte del bosque estaba llena de árboles, por lo que el sol de la mañana apenas se filtraba a través del follaje. A medida que nos adentrábamos en el bosque, la atmósfera se oscurecía más y más. Menos mal que no estaba lloviendo, de lo contrario hubiera sido imposible navegar por este lugar. Según los datos instalados, nuestra caminata por el corazón del bosque tomaría dos horas, y luego caminaríamos una hora más por la carretera antes de llegar a nuestro destino. El viaje de ida y vuelta tomaría seis horas en total. Esta ruta no era exactamente lo que llamarías segura, y llevábamos mercancías valiosas. Dadas esas condiciones, no había tal cosa como ser demasiado cuidadoso. Por suerte, con Samya como compañía, no estaría viajando solo. De nuestras conversaciones mientras comíamos juntos, deduje que la gente bestia era más fuerte que un humano promedio. La presencia combinada de Samya y yo debería disuadir a cualquier ladrón o sinvergüenza---era poco probable que alguien intentara meterse con nosotros. Sin embargo, como Samya había dicho antes, le tomaría alrededor de una semana más sanar por completo. Mientras tanto, sería mejor si ella pudiera evitar alguna actividad extenuante mientras recupera gradualmente su fuerza. Samya se detuvo de repente, interrumpiendo mis pensamientos. —¿Viste algo?; Pregunté.


—Puedo sentir una gran presencia, pero no creo que sea el oso negro. También hay un ligero olor en el aire. Ella se adelantó de puntillas. Fiel a su lado de tigre, sus pasos eran silenciosos mientras se abría paso a través de la abundante maleza. Ella se detuvo detrás de un árbol y miró a su alrededor. —Aaah, es solo un ciervo arbóreo. No tienen mucho olor; Dijo Samya. —Vamos a rodearlo. Son feroces cuando están agitados. Como no vamos a cazar hoy, no vale la pena molestarse. No había animales parecidos a ciervos alrededor de la cabaña, pero dado que ahora estábamos más lejos, era natural que nos encontráramos con algunas criaturas diferentes. —De acuerdo; Dije. —Nuestro objetivo es la ciudad de todos modos. Bordeamos la zona. Mientras nos alejábamos, me di la vuelta para echar un vistazo a la criatura y vi un enorme ciervo pastando tranquilamente en la hierba. Inmediatamente fue obvio de dónde había venido el nombre "ciervo arbóreo"---sus cuernos se veían exactamente como las ramas que crecían a nuestro alrededor. —¿Cómo evitan que sus cuernos se atasquen en los árboles cuando son tan altos? —Las astas más grandes quedan atrapadas y se rompen de vez en cuando; Respondió Samya. —Oh, ¿así es como funciona?; Supongo que los ciervos arbóreos son más torpes de lo que parecen. —Cuando empiece a cazar de nuevo, atraparé uno y te lo mostraré; Dijo. —Los cuernos más grandes tendrán marcas de donde ya se han roto una o dos veces. A diferencia del ciervo cornudo, las astas del ciervo arbóreo son solo para camuflarse, por lo que no importa si se rompen o no. —La naturaleza es increíble; Dije, asombrado. Sabía muy poco sobre biología en mi viejo mundo, y la instalación de este nuevo mundo no había incluido ningún conocimiento científico. Ya había sido fascinante ver al ciervo arbóreo con mis propios ojos, y la narración de Samya lo había hecho aún mejor. Me sentí como si estuviera viendo un documental sobre la naturaleza. —Los ciervos arbóreos suelen atacar pateando o dando cabezazos a sus enemigos. Es un oponente feroz en espacios cerrados; Ella me advirtió. —Eh, me preocuparé por eso cuando me acerqué a uno; Me encogí de hombros exageradamente. Ella me miró con una sonrisa irónica.

Samya y yo progresamos bien después de nuestro encuentro con el ciervo arbóreo. Después de un tiempo, decidimos tomar un breve descanso para almorzar. Mientras hablábamos, cada uno de nosotros confirmó que aún podíamos dirigirnos de regreso a la cabaña en caso de una emergencia, aunque ahora estaba muy lejos de nosotros. En el caso de Samya, la gente bestia pudo identificar su ubicación utilizando marcadores sutiles en su entorno, como diferentes olores. Después de todo, eran habitantes del bosque. Por otro lado, confié en el conocimiento y la memoria muscular que venían con el paquete de instalación. Por supuesto, no le contaría a Samya ni a nadie más ese pequeño secreto. Yo era un invitado en este mundo, después de todo. El Perro Guardián había dicho que mi presencia no afectaría nada, pero no quería arriesgarme filtrando información innecesaria.


Seguimos adelante. El plan era avanzar sin descanso. Mientras caminábamos, nos encontramos con varios otros animales, pero todos eran inofensivos. No nos topamos con ningún carnívoro. Samya explicó que se mantendrían alejados porque sabían que yo era fuerte, pero mi teoría era que tenía que ver con Samya y su olor. Por supuesto, no era tan ignorante como para mirar a una mujer y decirle, "Tu olor mantiene alejada a las bestias". Si quisiera vivir para ver mi vejez, mantendría la boca cerrada. Los árboles comenzaron a escasear, y en poco tiempo, llegamos a la carretera principal. Estaríamos en la ciudad en poco tiempo. A pesar de que esta era una vía importante, todavía no vi a nadie ni siquiera a los campos de cultivo a nuestro alrededor. Le pregunté a Samya al respecto y me dijo, —El bosque es un territorio vasto, desconocido y peligroso para una persona promedio. —¿Hay bandidos por aquí?; Pregunté. —No muchos. Los soldados patrullan este camino, ya que conduce a la ciudad. —¿Cómo lo sabes? —¡Oye, también tengo derecho a ir a comprar cosas a la ciudad!; Ella chasqueó. —Por supuesto, por supuesto; Retrocedí rápidamente. Samya había dicho que rara vez salía del bosque, y yo había confundido "rara vez" con "nunca". Ahora que lo pienso, incluso la gente bestia que vivía principalmente en el bosque todavía necesitaría varias cosas como sal, así como telas, agujas y cosas por el estilo para hacer la ropa que usaban. Según Samya, la gente bestia intercambiaba los animales que cazaban por suministros. —Es una apuesta arriesgada para los bandidos atacar a alguien en este camino; Continuó Samya, volviendo a nuestra conversación anterior. —Los soldados no son idiotas. Patrullan el área al azar en lugar de en un horario fijo. Estos soldados parecían apasionados por sus deberes. Respeté eso. —Además de eso; Ella continuó, —Hay bestias y criaturas del bosque de las que preocuparse, al menos si eres un humano normal; Si una tropa de bandidos estuviera saqueando una caravana y un lobo saliera corriendo del bosque, la marea cambiaría en un santiamén. Los bandidos se transformarían rápidamente de cazadores a presas. Los ataques de animales salvajes eran raros, pero las probabilidades aún eran lo suficientemente altas como para disuadir a cualquier persona. Mientras hablábamos, la distancia restante desapareció bajo nuestros pies. Antes de darme cuenta, pude ver los muros exteriores de la ciudad a lo lejos. Tanto Samya como yo nos sentimos revigorizados por la vista y continuamos adelante con una energía renovada. No quedaba mucha distancia que cubrir---solo un último esfuerzo. En realidad, las paredes solo se llamaron "exteriores" por razones históricas. Cuando se construyó la ciudad por primera vez, los muros formaban la frontera y las defensas del asentamiento, pero con el tiempo, se construyó otra valla alrededor de todo. Nuestro objetivo, el Mercado Abierto de la ciudad, estaba más allá de esa valla. El mercado no era nada lujoso. Lo había iniciado un grupo de comerciantes ambulantes que decidieron establecerse y ganarse la vida en la ciudad---todos ellos solían viajar regularmente para vender sus productos, pero algunos decidieron quedarse en la ciudad y abrir tiendas a lo largo de la carretera, así dando a luz a un nuevo distrito comercial. Este distrito no fue


reconocido oficialmente por la ciudad ya que los comerciantes se habían mudado allí por su propia voluntad, sin embargo, los comerciantes aún pagaban impuestos ya que vivían y hacían negocios en el terreno. En nuestro caso, siempre que viniéramos como viajeros y no pasáramos los muros de la ciudad, podríamos mantener el costo de nuestra visita bajo y evitar pagar peajes. Una desventaja de no pagar impuestos era que técnicamente estábamos fuera de la protección del Lord de la ciudad. Por supuesto, lo mejor para el Lord era mantener la ley y el orden, independientemente de si la desafortunada víctima de un ladrón era, por ejemplo, un contribuyente o no. Los contribuyentes sufrirían más por un vecindario inseguro, y el Lord recaudaría menos impuestos si la gente no estuviera satisfecha, por lo que los guardias de la ciudad tomarían medidas enérgicas contra todos los delitos que vieran. Dicho esto, si tuviéramos una disputa con un ciudadano, sin duda los soldados se desharían de nosotros primero. Mientras nos acercábamos a la valla, vi que varios guardias estaban parados en posición de firmes a lo largo del camino. Ellos solo estaban allí para detener a los alborotadores, por lo que siempre que los viajeros llegaran con buenas intenciones, la ciudad los recibiría con los brazos abiertos. Nosotros estábamos a punto de entrar en el distrito del mercado cuando un joven soldado nos llamó. —¿Tienen un minuto? Él llevaba una armadura de acero, pero el metal se había desgastado y estaba lleno de abolladuras y rasguños acumulados por los años de uso prolongado. A pesar de su edad y apariencia desaliñada, parecía competente. La forma en que llevaba su lanza sugería que me ensartaría sin piedad si intentaba saltar sobre él. Puse una cara alegre y respondí alegremente, —¡Por supuesto! ¿Qué puedo hacer por ti?; En mi periferia, pude ver a Samya conteniendo la risa. Me las pagará más tarde. —No los he visto a ustedes dos antes; Dijo. —¿Cuál es el propósito de su visita? —Para vender mis productos en el Mercado Abierto; le expliqué. —Tengo algunas hoces y cuchillos conmigo, así como un hacha y una azada. —¿Eso es todo? —Solo por hoy. ¿Necesitas comprobarlo? —Sí, gracias; Dijo. —Lo captas rápido. En la Tierra, yo había sido detenido más de una o dos veces solo por mi apariencia. Y según mi experiencia, lo mejor para mí era cooperar con las autoridades. Después de todo, no quería correr el riesgo de ser sospechoso de llevar mercancías ilegales. —Muy bien. Puedes seguir; Dijo el guardia después de hurgar en nuestras bolsas. Él parecía satisfecho, aunque se había quedado desconcertado momentáneamente cuando encontró el cuchillo de Samya. Él dejó pasar eso sin mencionarlo, así que probablemente pensó que era lo mismo que los cuchillos que había traído para vender. Tampoco había dicho nada sobre la propia Samya, por lo que aparentemente era cierto que la gente bestia y los humanos recibían el mismo trato en la ciudad. Supuse que la discriminación prevalecería en un mundo feudal como este... pero ya sabes lo que dicen sobre las suposiciones. —Asegúrense de no causar ningún problema; Dijo el guardia antes de dejarnos ir.


—No lo haremos. Finalmente, salimos a las calles iluminadas por el sol de la ciudad y me emocioné de nuevo. Tenía la esperanza de establecer una tienda en un área llamada Mercado Abierto. Como su nombre lo indica, estaba abierto a todos los proveedores por una pequeña tarifa y era el único lugar donde la gente como yo podía hacer negocios. Me había asegurado de conocer todas las reglas aquí. Para vivir una vida lenta, sería vital que vendiera mis productos en este mercado. El Mercado Abierto estaba cerca de la entrada. Cuando llegamos, pagamos la tarifa, y a cambio, recibimos una etiqueta de madera que daba a entender que tenías permiso para vender. También obtuvimos una mesa para usar como mostrador para poder exhibir nuestros productos. Luego, tuvimos que encontrar un lugar para establecer una tienda. Los comerciantes que habían llegado temprano, o que ya tenían talleres en la ciudad, ya habían elegido los mejores lugares, así que nos conformamos con los que quedaba. Montamos la mesa y dispusimos los cuchillos y las hoces. Coloqué la azada y el hacha en posición vertical en el suelo y luego los apoyé contra el costado del mostrador. Ahora, nuestros preparativos estaban completos. Me volteé hacia Samya, mi oh-tan-importante guardaespaldas del día. —Gracias por venir y ayudar hoy. —No hay problema; Dijo ella, encogiéndose de hombros. —Solo estaré parada; Lo sabía, pero cualquier cosa podía pasar.

Pasaron dos horas---no hubo problemas, pero tampoco momentos de triunfo. Aun no había vendido ni una cosa. Intenté llamar a los transeúntes, pero nadie se interesó. Para mostrar el filo de mis cuchillos, incluso tomé prestados un par de paquetes de paja de vendedores cercanos, la paja se usaba normalmente para proteger los artículos, pero yo la había cortado con mis cuchillos en su lugar. Mi demostración, sin embargo, había sido en vano. El número de clientes se quedó en cero. Mi teoría actual era que los cuchillos generalmente duraban mucho tiempo, por lo que no había muchas personas que necesitaran comprar un reemplazo. Las personas que necesitaban cuchillos nuevos tampoco se esforzaban por comprar en un lugar con el que no estaban familiarizados, incluso si la calidad era mejor. ¿Qué más podría hacer sin embargo? No tuve más remedio que perseverar. Alguien compraría mis cuchillos eventualmente, pero mientras tanto, el dinero que tenía a mano disminuiría lentamente. Me aparté del tráfico peatonal, esperando a que viniera un cliente, pero me estaba impacientando. Me di cuenta de que mi expresión sombría también estaba desconcertando a Samya. Pero entonces, una cara familiar apareció frente a nosotros---era el guardia que nos había registrado en la entrada. —Hey; Dijo a modo de saludo. —¿Llegaste a vender algo? —No, ni una sola cosa; Admití.



Él pareció sorprendido. —¿Qué? ¿En serio? —Sí. Lo estoy haciendo tan mal que no sé si llorar o reír. —Entonces estoy de suerte; Dijo. —¿Puedo comprar uno de esos cuchillos? —¿E-Eh? —Verás, cuando inspeccioné tus productos antes, pensé, ¡esos son unos buenos cuchillos! No puedo lograr que mi cuchillo actual mantenga su filo sin importar cuánto lo afile, así que pensé que es hora de un cambio; Explicó. —¡Estaba seguro de que ya los habrías vendido! Incluso me había preparado para quedar decepcionado. —Bueno, gracias por tus amables palabras; Dije, entregándole uno de los cuchillos. —Adelante. Pruébelo si lo deseas. —No te preocupas si lo hago; Él sacó el cuchillo de su funda con entusiasmo. —Como pensé, está bien hecho. ¿Cuánto es? Le di el precio que había decidido de antemano con Samya. —Cinco monedas de plata; Era alrededor de la cantidad que la gente aquí estaba dispuesta a desembolsar por un cuchillo de un herrero desconocido... también conocido como, yo. —¿Tan barato?; Él preguntó con incredulidad. —Sí; Confirmé. Apenas me había esforzado en estos cuchillos, a diferencia de los que Samya y yo llevábamos. —Lo compraré, entonces; Él contó su dinero y me lo entregó. Tomando sus monedas, dije, —¡Gracias por tu compra! Estaba sonrojado de orgullo. Esta fue la primera vez que gané dinero vendiendo algo que había hecho con mis propias manos. —Te recomendaré a los otros guardias si el cuchillo corta bien. —¿Hablas en serio?; Dije, dando una amplia sonrisa ante su generosa oferta. —¡Realmente lo apreciaría! ¡Puedo dar fe del filo de estos cuchillos! Él se despidió con la mano mientras se alejaba, y mientras lo veía irse, me aseguré de no olvidar cómo era. ¡Él fue mi preciado primer cliente! Al final, la ganancia de vender ese cuchillo compuso la totalidad de mis ganancias del día. Sin embargo, si el guardia realmente cumplió con su oferta, podría vender algunos más la próxima vez. Mientras nos dirigíamos a casa, Samya y yo charlábamos distraídamente sobre el futuro. ◇◇◇ Al día siguiente, a primera hora de la mañana, empecé a hacer más cuchillos. No estaba poniendo ningún esfuerzo en ellos, solo produciéndolos en masa a gran velocidad. Mientras me movía en piloto automático, analicé los eventos de ayer. Para empezar, no había demanda de herramientas agrícolas en el Mercado Abierto. En retrospectiva, debería haber sido obvio: la mayoría de los compradores en el nuevo distrito del mercado eran ciudadanos, comerciantes y empleados de tiendas, personas que no necesitaban azadas ni hoces. Había granjas fuera de la ciudad, pero los granjeros eran arrendatarios la mayoría de las veces. Esto significaba que las pequeñas parcelas de tierra que


cultivaban y las herramientas que usaban se alquilaban al Lord de la ciudad, y las herramientas eran fabricadas y reparadas por herreros de la ciudad que eran leales al Lord. Había un pequeño número de granjeros independientes dentro de los muros de la ciudad, pero compraban en los viejos mercados y compraban herramientas de los mismos herreros que fabricaban las herramientas de los arrendatarios. En conclusión, la cantidad de agricultores que harían el viaje al Mercado Abierto para comprar mis herramientas era cero. Ahora que lo pienso, mientras que había otras tiendas que vendían cuchillos de defensa personal, espadas cortas e incluso bastones, ninguna además de la mía había vendido equipo agrícola. Mi mayor conclusión de ayer fue que no debería haber exhibido esos artículos con el resto de los productos. ¿Qué se suponía que debía hacer con las hoces y la azada entonces? Supongo que podría usarlos yo mismo, para cortar el césped alrededor de la cabaña y arar una huerta. El Perro Guardián dijo que tendría algunas habilidades relacionadas con la producción, así que seguramente podría hacerlo funcionar. Las hachas, sin embargo, eran una historia diferente. Podrían funcionar como armas, por lo que alguien aún podría comprarlos. O por supuesto, podría usarlos yo mismo. No había escasez de árboles para cortar por aquí. La cabaña estaba razonablemente cerca de la ciudad. Según los datos instalados, la mayor parte del bosque estaba en la dirección opuesta. Los cuchillos fueron la elección clara como mi producto estrella. Podría hacer otras armas para los guardias también, pero los que trabajaban en la ciudad eran parte del séquito del Lord, debido a esto, había pocas posibilidades de que me compraran espadas largas y lanzas, ya que el Lord proporcionaba las armas que usaban en el trabajo. El guardia de ayer probablemente había comprado el cuchillo para uso personal, no para usarlo como arma. Sin embargo, los comerciantes y sus guardias privados también comprarían armas. Se podía ganar dinero si los atrapaba en el momento adecuado, así que decidí forjar algunas espadas y lanzas entre cuchillos. Pero por hoy, me concentraría en los cuchillos. Ayer habían sido el producto más solicitado en los puestos que me rodeaban. Si quería vivir una vida lenta, primero tenía que asegurarme un ingreso estable.

Durante la cena, Samya preguntó, —Eizo, ¿no vas a hacer ninguna punta de flecha? —Ah, no, no estaba planeando hacerlo. ¿Por qué? —Podré volver a cazar pronto, y quiero equiparme con flechas... con suerte, pensaba cazar con las puntas de flecha que hagas. —Bueno, si ese es el caso, ¿cómo podría negarme?; Dije. —¡Grandioso! ¡Cuento contigo!; Ella respondió con entusiasmo. Verla tan feliz era una recompensa en sí misma y hacía que valiera la pena hacer el trabajo. —Seguro. Por cierto, estaba pensando en volver mañana a la ciudad. ¿Puedes venir a protegerme de nuevo? —¡Por supuesto, déjamelo a mí! ◇◇◇


Tomamos el mismo camino de regreso al pueblo al día siguiente y llegamos sin ningún problema. La ruta era más segura de lo que había anticipado originalmente, pero aun así era molesto que el viaje tomara un día entero. Pensé que debería conseguirme un caballo o algo similar para reducir el tiempo de viaje. Había una franquicia de juegos popular en la Tierra donde el jugador podía montar un pájaro gigante. Si aquí existiera un animal así, me encantaría verlo con mis propios ojos... y si pudiera comprármelo, mejor aún. Ya no estaba en mi mundo anterior, ¡así que pensé que debería aprovechar cualquier oportunidad única que se me presentara! Entramos al Mercado Abierto por la misma puerta que habíamos tomado dos días antes. Hoy, un guardia diferente inspeccionó nuestros artículos. Solo había traído cuchillos conmigo, y como tenía menos inventario para mostrar, también coloqué algunos paquetes de paja que ya había cortado como prueba del filo para los cuchillos. Ni siquiera había sudado---en sentido figurado---haciendo los cuchillos, pero aun así eran de mejor calidad que los que se vendían en los otros puestos. También preparé un poco de paja para que cualquier posible comprador pudiera probar los cuchillos por sí mismo. Estaba decidido a obtener ganancias hoy.

A primera hora de la tarde, le había vendido dos cuchillos a un hombre que parecía un vendedor ambulante. Los paquetes precortados fueron una buena idea---ya había superado mis ventas del primer día. En mi mente, estaba haciendo una pose de victoria. —Eizo, estás prácticamente resplandeciente; Señaló Samya con una sonrisa. Básicamente estaba flotando de alegría, así que no me importó que se burlara un poco de mí. —¡Por supuesto!; Exclamé. —Esto es el doble de lo que vendí la última vez, y podría vender algunos más antes del final del día. Ella pareció desconcertada por mi honestidad, pero se recuperó rápidamente. —Sí, eso espero; Dijo con una genuina sonrisa. Pero eso no estaba destinado a suceder. No vinieron más clientes. Mientras atendía el mostrador, hice que Samya saliera corriendo y comprara carne curada, trigo y frijoles con las ganancias del día. Para cuando ella regresó, yo ya estaba completamente aburrido. —Hoy acabaré el día sin vender más; Le gruñí a Samya cuando regresó. —Vendiste más que hace dos días; Señaló. —¿No es eso una victoria? —Supongo que puedes llamarlo así; Mi boca se torció con insatisfacción y no pude aceptar la realidad. Samya solo puso los ojos en blanco, sacudiendo la cabeza. Pasó un corto tiempo. Acababa de decidir cerrar la tienda temprano cuando la situación se puso patas arriba. Un grupo de cinco hombres apareció en el mercado, vestidos con armaduras completas que resonaban al caminar. No portaban armas, pero cada uno vestía una sobreveste adornada con el escudo de armas de la ciudad que los identificaba como guardias. No podía recordar haber hecho nada para atraer la atención de los guardias, pero no había ningún error--- ellos se dirigían directamente hacia nosotros. Samya estaba de pie justo detrás de mí, pero yo sabía que ella había sacado su cuchillo. Si me amenazaran, ella estaría lista para pelear, sin importar sus heridas. Yo solo esperaba que pudiéramos salir de esta confrontación sin que nadie saliera herido.


El escuadrón llegó a nuestro mostrador y el líder dijo, —¿Está aquí? ¿Eres tú quien le vendió el cuchillo a Marius? Ese nombre no me resultaba familiar, pero pensé que conocía a la persona en cuestión. —¿Estás hablando del joven guardia? No sé su nombre, pero era bondadoso y amistoso. —¡Sí! ¡Ese mismo!; Dijo él. —Sabía que este era el lugar. ¿Te quedan cuchillos en stock? —Sí. Hice más ayer, pero no he vendido demasiados hoy; Era deprimente pero cierto. Samya podría haber sentido lo mismo porque la escuché suspirar detrás de mí. —¡Estupendo! Los compraremos todos; Dijo el líder de la guardia con una voz retumbante. Él estaba sonriendo de oreja a oreja. No podía creer lo que estaba escuchando. —¿Disculpe? ¿Todos? —Sí, hasta el último; Dijo, todavía sonriendo. —Marius ha estado haciendo alarde de su nuevo cuchillo durante los últimos dos días, y no estaba exagerando sobre su filo. Todos queríamos uno para nosotros, así que aquí estamos. —Bueno, están a la venta, por supuesto...; Dije vacilantemente. —¿Hay algún problema? —No, no, no exactamente; Incluso si los cuchillos eran para uso personal, me preocupaba invadir el territorio de los herreros de la ciudad que el Lord contrató. Sin embargo, al final, decidí vender al menos lo que tenía conmigo. Había casi diez herreros que se instalaron en el mercado hoy, así que seguramente no molestaría a nadie vendiendo algunos cuchillos a los guardias. —Veamos. Me quedan ocho hoy, así que en total serán cuarenta monedas de plata; Dije. —Aquí tienes, cuarenta monedas. Compruébelo por ti mismo. —Bien. Uno, dos, tres... treinta y nueve, cuarenta. Gracias, y aquí están los cuchillos. —¿Podemos probarlos?; Preguntó el guardia. —Por favor, pruébenlo. Él desenfundo el cuchillo con una gracia que superó a la de Marius. Este hombre debe haber sido de alto rango. —Vamos, adelante; Les dije a los otros guardias del equipo. Cada uno tomó un cuchillo y comenzó a examinarlos. Fue solo entonces que me di cuenta de lo sospechoso que parecía que un grupo tan grande de soldados estuvieran agitando cuchillos. Después de un rato, el líder volvió a hablar. —Estos son de primera categoría. —Se lo agradezco; Dije cortésmente, respondiendo al cumplido. Los guardias se fueron con una sonrisa de satisfacción en sus rostros. Cuando se fueron, me volteé hacia mis vecinos, que habían estado observando el alboroto. —Lamento mucho la conmoción; Dije. Una manada de soldados con armadura que entraba en escena ya distraía bastante, pero además habían probado los cuchillos en masa. —No es la gran cosa. Me sobresalté un poco, pero una venta siempre es motivo de celebración; Dijo el tendero a mi lado, un hombre de complexión fuerte que vendía textiles.


Me sentí aliviado al escuchar sus amables palabras. Finalmente, pude cerrar la tienda por el día. ◇◇◇ ¡Había vendido los diez cuchillos! Más específicamente, los vendí a pesar de que eran de baja calidad en relación con lo que podía hacer cuando realmente lo intenté. A los ojos de los clientes---nada menos que los profesionales de las armas---los cuchillos todavía se consideraban de alta calidad. Sabía que mis habilidades estaban rotas y no eran innatos, pero me alegró que mi trabajo haya sido bien recibido. Mis perspectivas como herrero estaban mejorando. Si lo de hoy no hubiera funcionado, habría estado muy nervioso acerca de mi nueva vida aquí. Ya había considerado unirme a Samya en el bosque y vivir de la comida que cazábamos. Ese sería un tipo de vida lenta, pero no era la que había imaginado para mí. En cualquier caso, no podía ser complaciente, sin importar lo emocionado que estaba con el resultado de hoy. No tendría más inventario para vender a menos que los hiciera yo mismo, por lo que los viajes a la ciudad tendrían que suspenderse por un tiempo. Tendría que reponer mi stock, pero también tenía otras tareas pendientes en mente. Primero, quería agregar algunos productos nuevos a mi repertorio. Nada lujoso, pero las espadas largas serían útiles para los comerciantes y los mercenarios que contrataron como escoltas. Las espadas largas también generarían mayores ganancias. Tampoco podía olvidar las puntas de flecha, o Samya me cortaría la cabeza. La cabaña en sí también necesitaba algo de trabajo. Podría hacer arreglos para reunirme con clientes normales para un intercambio de artículos, pero ¿qué pasa si quisiera hospedar a amigos o socios comerciales importantes? Estábamos bastante cerca del borde del Bosque Negro, pero todavía estaba a una distancia considerable de la ciudad. Además de eso, la cabaña solo había sido construida para una persona y no contenía habitaciones para invitados, por lo que los visitantes no tendrían dónde quedarse. En el caso de que el tiempo se nos escapara mientras conversábamos, difícilmente podría sacar a mis invitados al bosque en la oscuridad. Samya y yo éramos dos personas en un hogar, por lo que necesitaríamos al menos dos habitaciones más por el momento. Para construir las habitaciones, necesitaría madera. Había muchos árboles para talar, pero las tablas de madera tendrían que secarse antes de poder usarlas. Solo el proceso de secado tomaría alrededor de dos semanas, por lo que todo el proyecto tardaría bastante en completarse. Si la ciudad estuviera más cerca, podría comprar madera seca allí y llevarla de regreso. Pero tal como estaba, no tuve más remedio que hacerlo yo mismo. También necesitaría al menos un hacha y una sierra grande para cortar los árboles en tablones. Las hachas que había hecho antes estaban bienes producidas y no estaban destinados a ser un equipo de uso personal, así que decidí hacer estas herramientas a medida. La lista de cosas que necesitaba crear se había hecho más y más larga. Oh bueno. Disfruté haciendo herrería de todos modos. Empecé con el hacha y la sierra. Para el hacha, en vez de empezar de cero, modifiqué una de las anteriores que había hecho. Recalenté la cabeza en la fragua, le di la forma adecuada y la templé. Como lo iba a usar para cortar árboles, no afilé la hoja al final.


La sierra la hice de una delgada lámina de metal martillada. Usé un cincel para cortar los dientes, refiné el borde con una lima, ¡y listo! El proceso parecía simple en papel, pero me tomó todo el día ya que nunca antes había hecho uno. En mi tiempo libre, moldeé las puntas de flecha que le prometí a Samya. Ella me había ayudado mucho, así que esto era lo menos que podía hacer. Primero, esculpí un modelo de la punta de flecha de un bloque de madera y lo cubrí con arcilla para hacer el molde. Luego enterré la mitad inferior del molde en arena para estabilizarlo y vertí el hierro fundido que había calentado en la fragua. Después de que el metal se endureció, saqué la punta de flecha del molde, recalenté el hierro extra que se había solidificado en la boca del molde y usé una clavija para abrir un agujero en el extremo. Finalmente, afilé y pulí la punta de flecha. Todo lo que me quedaba por hacer era colocar en uno de las astas que Samya había traído con ella, pero eso podría esperar hasta el día antes de que ella realmente quisiera ir a cazar.

Estuve ocupado haciendo las herramientas, así que le pedí a Samya que rellenara nuestro suministro de agua (pero solo media jarra) durante los últimos días. También ayudaba con otras tareas además de cocinar. Era bueno para ella hacer algo de ejercicio. Estuve a cargo de la comida todo el tiempo porque, según Samya, "¡Tu cocina es mucho mejor que cualquier cosa que yo pueda hacer, Eizo!" Después de escuchar ese cumplido, ¿cómo podría negarme a cocinar? En cualquier caso, ¡ahora era el momento de cortar un poco de leña! Le pedí a Samya que me ayudara con el aserrado. La cabaña estaba en medio de un descampado, pero los bosques circundantes eran densos. Seguramente, a nadie le importaría si hiciera nuestro jardín un poco más grande... Levanté el hacha sobre mi hombro y caminé hacia el primer árbol. Me puse en posición, luciendo como si estuviera preparado para batear, y abalancé el hacha hacia el tronco. ¡Twunk! El sonido fuerte y satisfactorio sacudió el cielo y reverberó a nuestro alrededor, pero el árbol no sufrió ningún daño... o eso pensé. En el segundo siguiente, el árbol se deslizó del tocón y se estrelló contra el otro lado. El suelo tembló por el impacto. La sección transversal del tronco se veía perfecta como si hubiera sido cortada con un aserradero de mi viejo mundo. Estaba orgulloso de haber hecho un hacha tan buena, era realmente una fuerza a tener en cuenta. Aunque, necesitaba tener cuidado de no cortar accidentalmente en el ángulo equivocado. Si un árbol cayera sobre mi cabeza, sería el final de mi segunda vida. Corté un árbol más después de verificar dos y tres veces que había obtenido el ángulo correcto. Los árboles cayeron sin amenazar mi vida y lejos de mí con un fuerte ruido que sacudió todo mi cuerpo. Corté las ramas de ambos árboles con el hacha. Normalmente, una podadera hubiera sido más adecuado para limpiar las ramas más pequeñas, pero tal era la destreza de mi hacha que se encargó de todo con facilidad. Entonces, corté el tronco en longitudes utilizables. El agradable golpe del hacha resonó en el aire. Este tronco aún se veía intacto después de mi golpe, pero sabía que lo cortaría correctamente. Cuando lo empujé en la madera, la pieza rodó y se separó del resto del tronco, exactamente del largo que quería que fuera. Luego corté el resto en troncos similares. Ahora, las piezas estaban listas para ser cortadas en tablones.


—¡Samya!; Llamé hacia la cabaña. En poco tiempo, ella salió cargando la sierra, tal como le había pedido de antemano. —¡Por fin! Llegó mi momento de brillar; Dijo. —No te excedas, ¿de acuerdo? No deberías hacer demasiada fuerza de todos modos. —Lo sé. Pusiste todo tu esfuerzo en esta sierra, ¿verdad, Eizo? —Por supuesto. Es para que me lo quede. —Entonces no hay necesidad de preocuparse; Me aseguró. —Tendremos las tablas cortadas en poco tiempo. —Está bien. Nos posicionamos, con la sierra entre nosotros, en lados opuestos de un tronco. Cortaríamos las tablas aserrando de un lado a otro al ritmo. Por lo general, este proceso hubiera sido agotador y largo, pero con la sierra que había hecho, era como si estuviéramos cortando tofu. —¡Ja, ja, ja, increíble!; Samya dijo. —Qué sentimiento tan extraño; La madera se sentía como terciopelo bajo la sierra. —Oye, la sierra se tambalea. ¡Deja de reírte tanto! —¡Lo sé! ¡Estoy tratando de tener cuidado! En total, pasaron solo diez minutos desde el primer corte de la sierra hasta que obtuvimos nuestra pila inicial de tablones. Daba miedo lo rápido que trabajábamos, a pesar de que no teníamos un aserradero. —A este ritmo, podremos cortar el resto del tronco antes de que acabe el día; Dije. —Sí. Normalmente tomaría mucho más tiempo. Eizo, tus herramientas son realmente de primer nivel; Respondió Samya. Almorzamos y tomamos algunos descansos aquí y allá. Tomó casi todo el día, pero terminamos de cortar las tablas y las apilamos para que se sequen. Todo en un buen día de trabajo. ◇◇◇ ¡Tengo en mis manos la legendaria espada larga! Debo tenerlo, incluso si tengo que matarte por ello. ¡D-Demonio! ¡¿Q-Qué estás haciendo?!

Reproduje algunas escenas icónicas de mi infancia mientras usaba la espada larga. Una vez, Samya me atrapó en medio de mi recreación. —Eizo, ¿qué demonios estás haciendo?; Preguntó con exasperación. No iba a decirle que estaba interpretando fragmentos de Romancing SaGa1, eso era seguro. Aparte de que Samya me juzgó por mis pasatiempos, la herrería procedió sin problemas. El proceso para hacer una espada era muy similar al de las puntas de flecha: tallé un modelo de madera de la espada y lo cubrí con arcilla. Una vez que la arcilla se secó alrededor del modelo, lo partí por la mitad y quité la madera, dejando una cavidad en forma de espada. Ahora tenía 1

Un juego de rol que salió en la super-nintendo.


los dos lados de mi molde. El modelo de madera podría reutilizarse, al menos hasta que empezara a perder su forma, después de lo cual tendría que hacer uno nuevo. Enterré la base del molde en arena con la abertura hacia arriba. Luego, calenté el hierro en la fragua y vertí el metal fundido en el molde. Cuando estuvo frío, usé el martillo para suavizar cualquier variación en la superficie de la hoja. Finalmente, apagué la espada y afilé la hoja. Ahora el cuerpo de la espada estaba completo. Solo tendría que envolver la empuñadura con cuero y hacer una funda. Hice varias de estas espadas básicas, pero también creé un modelo de élite. Esculpí la figura de un gato sentado en la empuñadura de la espada larga de élite. Basé la insignia en una publicación de un lindo y regordete gato que había visto en la Tierra. La decoración y la funda normalmente las haría un especialista, pero mis habilidades rotas me permitieron hacerlo todo yo mismo. Por supuesto, saber y hacer eran dos cosas diferentes. Había fallas menores en la espada ya que era la primera y mi memoria muscular no se había sincronizado completamente con los datos. De cualquier manera, todavía estaba satisfecho con el resultado. También había reabastecido mi stock de cuchillos e hice algunas puntas de flecha durante mi tiempo libre. En total, me llevó cinco días fabricar las espadas y los cuchillos. Ese era el límite de lo rápido que podía hacer trabajando solo. Cuando terminé la espada larga, Samya se me acercó para conversar. Había algo importante de lo que todavía teníamos que hablar, y pensé que ya era hora. —Eizo; Comenzó a hablar Samya. —¿Qué sucede? —Estoy casi curada, así que ya es hora de que vuelva a cazar. —Oh sí. Terminaré las flechas entonces. ¿Puedes ir a buscar tus astas? Pregunté. —Sí. Primero me dirigí al taller y preparé las puntas de flecha y el martillo. Samya llegó con varias astas delgadas. Si montaba la cabeza torcida, la flecha no volaría de la manera prevista, así que me concentré y puse todo mi empeño en ello. Para empuñar la flecha, inserté una clavija en el hueco de una punta de flecha y la fijé en su lugar. Usé un alfiler de metal porque ella lo iba a usar para cazar. Sin embargo, había oído que las flechas que se usaban en la batalla se fijaban con cera, por lo que la asta se podía separar fácilmente de la cabeza. Cuando un enemigo intentaba quitarse una flecha de su cuerpo, la asta se salía del encaje y dejaba la punta de la flecha aún incrustada en su carne. Las tácticas que se le ocurrieron a la gente cuando se trataba de la guerra eran realmente aterradoras. Terminé e inspeccioné mi trabajo. Como se esperaba de una habilidad rota, la flecha era casi perfecta. Puede haber estado mal por un grado o dos, pero definitivamente fue mejor que el trabajo de la mayoría de los herreros. Bueno, tal vez "definitivamente" era una palabra demasiado fuerte. Cuando terminé de encajar diez flechas, Samya volvió a llamarme. —Oye, Eizo. —¿Mmm?; Respondí mientras continuaba con mi trabajo. —¿Recuerdas haber dicho que podría vivir aquí si quisiera?; Ella preguntó eso. —Sí, lo recuerdo. —¿Esa oferta aún sigue?


—Por supuesto. Nunca lo revoqué por lo que puedo recordar. —Estoy muy feliz de que me hayas salvado y me hayas traído aquí; Dijo. —Aunque he pasado la mayor parte del tiempo descansando, ha sido divertido ayudar en la casa. Disfruto caminar contigo, comer contigo y escuchar todas tus historias interesantes. Y sobre todo eso, lo que más me gusta es verte trabajar, así que... Samya hizo una pausa. Estaba seguro de que ella necesitó mucho coraje para pedirme que viviera aquí. No sabía cuántos años tenía, ya que la gente bestia y los humanos envejecían de manera diferente. A juzgar por su voz y comportamiento, debe haber sido considerablemente más joven que yo. Incluso si estaba cien por ciento segura de que no tenía motivos ocultos, todavía era una niña que pedía vivir con un tipo como yo. Trabajé en las flechas y esperé pacientemente a que ella reuniera su fortaleza. —Entonces...; Finalmente dijo, —¿Puedo quedarme contigo? —Yo ya te lo pedí, así que por supuesto, eres bienvenida aquí todo el tiempo que quieras; Lo dije con indiferencia, pero no hace falta decir que fue un poco difícil decirlo. —¡Grandioso! ¡Gracias, Eizo!; Dijo Samya, dándome una palmada en la espalda. —¡Oye! Eso duele, ¿sabes? —No puedo evitarlo. ¡Estoy feliz!; Ella me dio la sonrisa más brillante que jamás había visto en su rostro. —Por cierto, Samya. —¿Qué sucede? —¿Cuantos años tienes? —Veamos... oh, lo tengo; Dijo. —Es difícil para ti saberlo como humano, ¿verdad? —Sé que eres joven, pero eso es todo. —Tengo cinco años. —¡¿Qué dijiste?! ¿Cinco? ¡¿Cinco?!; Dije, levantando mi voz con incredulidad. Nunca lo hubiera adivinado. Ella era tan madura y organizada. ¿Toda la gente bestia era así cuando eran niños? Cuando tenía cinco años, era nada más que un mocoso. —Estas exagerando. La gente bestia envejece de manera diferente a los humanos. Eso es todo. Supuse que era como si los gatos y los perros en la Tierra envejecieran mucho más rápido que las personas. —¿Cómo se compararía en años humanos? —Hmm, ¿alrededor de veinticinco? Mi apariencia no cambiará mucho de ahora en adelante. Me han dicho que viviré hasta los cincuenta años. Los humanos viven hasta los ochenta, ¿verdad? —Sí; Nuestras expectativas de vida eran similares. Viviría al menos el doble que cualquier gato o perro. —¿Qué hay de ti, Eizo? —¿Qué? —¿Cuantos años tienes?


—¿Yo? Tengo treinta; Por dentro, tenía cuarenta años, pero como había visto mi reflejo en el lago, sabía que aparentaba treinta. —Treinta, ¿eh? —Sí, ¿qué hay de eso? —No, yo solo... bueno, no he conocido a muchas personas en mis cinco años, pero basándome en las que he conocido, pensé que eras mucho mayor. Ella era perspicaz. ¿Ese también era un rasgo de la gente bestia? —Treinta años es mucho, incluso para un ser humano. Ya tengo un pie en la tierra de la vejez; Dije para apaciguar sus sospechas. Ella no preguntó nada más, así que supuse que funcionó. —Mira, terminé justo cuando estábamos hablando. —¿¡Qué...!? ¡Oh Dios mío! ¡Mira estas bellezas!; Exclamó sobre las flechas completadas. —¡Eres el mejor, Eizo!; Era extraño ver a una niña emocionarse tanto con las flechas, pero su elogio me llenó de alegría. —Gracias; Dije simplemente y lo dejé así. Lento pero seguro, mi nueva normalidad estaba tomando forma. No sabía cómo evolucionaría a partir de ahora, pero los eventos de hoy seguramente serían parte de ello.

—Mi Lady Samya, ¿puedo preguntarte algo?; Le dije al día siguiente. —Eso sonó asqueroso, ¿por qué me llamas así? Se me pone la piel de gallina; Ella no estaba ocultando nada. —¡Eres tan cruel!; Respondí. —Pero de todos modos, terminé los cuchillos y las nuevas espadas largas, así que me gustaría volver a la ciudad. Ha pasado una semana. Un poco más y las personas que conocimos se olvidarán de nosotros. —Tiene sentido. Está bien, iré contigo. —Lamento retrasar tus planes para que vayas a cazar. —No hay problema. No tengo prisa. Y así, acordamos prepararnos para otro viaje a la ciudad. Samya trajo consigo su cuchillo y arco, junto con las flechas que había hecho. En una emergencia, un arma de largo alcance sería útil, y sabía que mis flechas atravesarían cualquier armadura a medias. En cuanto a mí, empaqué todos los cuchillos a la venta en una mochila y me colgué otra bolsa alrededor de la cintura con comida para el camino. Las espadas largas fueron las más complicadas de llevar, pero terminé atando todas menos una a la parte superior de la mochila. Até el último al otro lado de mi cintura. Mi cuchillo de autodefensa se metió en el bolsillo del pecho. ¡Me veía exactamente como un comerciante de arte de fantasía que solía ver en mi mundo anterior! Aunque traté de contener mi emoción, Samya vio a través de mí. —¿Por qué estás tan feliz?; Preguntó. —Nada. Solo pensando que espero que las espadas largas se vendan.


—Uhuuuh; Dijo ella, claramente de forma sospechosa, pero no insistió más. Ya estaba acostumbrada a que me emocionara por cosas al azar, o pensaba que todos los comerciantes eran excéntricos. Tal vez ambos. Nos dirigimos al bosque. La espada larga era más pesada que mi equipaje habitual, pero pude caminar a buen ritmo gracias a mi físico mejorado. Podría manejar el inventario de hoy solo, pero hipotéticamente, si quisiera traer veinte espadas largas y veinte lanzas cortas, sería físicamente imposible llevarlo todo. Tendría que conseguir una carreta algún día, eso sería mejor que tratar de cargar todo yo mismo y tener que tomar descansos frecuentes para descansar. Puede que tenga que talar algunos árboles más para los materiales de la carreta. Avanzamos rápidamente hacia la ciudad con solo un breve descanso en el medio. Cuando todavía estábamos en el bosque, a unos treinta minutos de la carretera principal, Samya se detuvo de repente. Algo estaba pasando. —¿Porque te detuviste? Pregunté. —Huele a sangre; Explicó con un susurro. —Creo que hay un carnívoro por ahí. Puede ser un lobo del bosque, pero es difícil saberlo porque la sangre domina el olor del depredador. Ya nos ha notado. —¿Qué hacemos?; Inconscientemente, levanté la espada larga para estar listo para atacar en cualquier momento. —Vamos a esperar y ver; Propuso ella. —La sangre significa que ya ha cogido algo con lo que darse un festín. Puede estar satisfecho con eso y marcharse. —Está bien. —Si viene por nosotros... —¿Si viene por nosotros? —... Esa espada larga que has preparado verá algo de acción. Samya había vivido en este bosque más tiempo que yo, así que iba a seguir su ejemplo. Después de un rato, susurró, —Se ha ido. —Bien; Dije aliviado. Puse una mano en mi pecho. La espada larga habría funcionado en un apuro, pero después de todo estaba destinada a venderse. Quería evitar usarla o dañarla, así que me alegré de que el lobo se hubiera ido sin atacar. Seguimos caminando hacia la carretera. —¿Qué cazan los lobos del bosque?; Le pregunté a Samya. —Un poco de todo; Respondió ella. —Principalmente ciervos arbóreos, pero también cazan conejos hoja de hierba y ratones de tierra. La demás gente bestia y yo también cazamos ciervos arbóreos, pero aparte del corazón, dejamos atrás los órganos internos. No enterramos las vísceras, así que a veces los lobos también comen nuestras sobras. Me explicó cuáles eran los otros animales cuando le pregunté. Los conejos hoja de hierba recibieron su nombre por sus orejas verdes y delgadas, mientras que los ratones de tierra eran marrones y vivían en agujeros que cavaban en el suelo. Muchos animales Del Bosque Negro sobrevivieron usando camuflaje, era un rasgo necesario para poder sobrevivir aquí, aunque era difícil para los depredadores voladores ver a través del dosel. Los animales de presa evitaban


convertirse en alimento escondiéndose a simple vista. Debido a esto, los depredadores del ápice necesitaban tener una excelente visión. Mmm. Un depredador con ojos agudos. Algo así como... ¿un dragón? ¿Existían bestias mágicas en este mundo? —Samya, ¿hay dragones aquí? —Nunca he visto uno, pero he oído hablar de ellos antes. Así que existieron. Quería ver uno por mí mismo, pero no estaba seguro de vivir para contarlo. Eso sería un regalo que guardaría para el final de mi segunda vida.

Gracias al arduo trabajo que los soldados estaban haciendo entre bastidores, llegamos a la ciudad a salvo sin que sucediera nada inusual o emocionante. Marius era uno de los guardias de turno en la entrada. —¡Nos encontremos de nuevo!; Lo llamé a modo de saludo. —¡Oh oye! Estás de vuelta. No te había visto por un tiempo, así que me estaba preocupando, ¿sabes? —Me quedé sin stock, por lo que tomó algún tiempo hacer más; Expliqué. —Te debo una muy grande, Marius. —Ni lo menciones. Honestamente, incluso yo estaba un poco sorprendido. Lo siento si los otros guardias te causaron algún problema; Dijo. —No hicieron tanto alboroto. —Eso está bien entonces. ¿Eso es lo que vas a vender hoy? —Sí. Comenzaré a ofrecer espadas largas a partir de hoy. Junto con los cuchillos habituales, por supuesto. —Puedo pasarme de visita entonces. —Por favor, hazlo. Después de separarnos de Marius, Samya y yo nos dirigimos al Mercado Abierto. Pagamos la entrada, preparamos el mostrador y expusimos la mercancía. El comerciante textil de la última vez también se había instalado cerca, así que lo saludé con la mano. Con eso, estaba una vez más abierto para los negocios.

Como todo estaba tranquilo al principio, envié a Samya a comprar comida para nosotros con algunas de las ganancias de nuestra última venta. Nuestro suministro había disminuido bastante en la última semana. Mientras ella no estaba, vendí cuatro cuchillos. Aparentemente se habían ganado una reputación entre los guardias, y vi a un buen número de soldados llevándolos. También vendí dos espadas largas. El comprador era un comerciante ambulante y compró uno para uso personal junto con otro para revenderlo en algún lugar lejano. Me dijo con una sonrisa que incluso si no podía vender la espada, no le importaría quedarse con ambas. Aun así, pensé que probablemente estaba seguro de poder venderlo, ya que de lo contrario probablemente no querría viajar con él.


Viajar, ¿eh? Que hermosa palabra. No estoy seguro de cuándo, pero algún día, me invitaría a mí y a Samya a un retiro del trabajo si tuviéramos tiempo libre. Cuando estaba a punto de cerrar la tienda, Marius pasó arrastrando a un compañero guardia con él. Cada uno compró una espada larga. —Me encantaría vendértelos, pero ¿te meterás en algún problema con el Lord de la ciudad?; Pregunté. —¿No te presta todas tus armas? —Solo las que usamos en el trabajo, pero no existe una regla estricta para las espadas que usamos para el entrenamiento personal. Y si accidentalmente llevamos nuestras armas de entrenamiento al trabajo, bueno, solo sucede, ¿verdad?; Marius dijo esto con un guiño exagerado. A mis ojos, parecía el doble de genial de lo que solía ser. Al final del día, habíamos vendido la mayoría de los cuchillos y todas las espadas largas excepto un modelo de élite. También habíamos tenido tiempo de comprar comida. En definitiva, la jornada fue un éxito rotundo. Nuestra vida lenta estaba en marcha durante al menos otra semana.

Cuando regresamos a casa, tomé un poco del trigo que Samya había comprado y lo molí hasta convertirlo en harina. Luego amasé una porción de la harina con agua y sal en un tazón de madera. Mientras la masa reposaba, guardé la otra comida. Una vez que reposó lo suficiente, dividí la masa en trozos y extendí cada porción. Terminé de cocinarlos en la sartén. El resultado fue una pila de pan plano de trigo, o roti como los llamaban en mi mundo anterior. Para la cena, acompañé el roti con una sopa de carne seca y tubérculos. Mientras yo cocinaba, Samya había sacado el arco para una prueba de funcionamiento y prepararse para su cacería de mañana. Ella regresó a tiempo para comer juntos. —¿Cómo se sintió el arco?; Le pregunté a Samya durante la cena. —Oh, um, bastante bien. Usé dos de las flechas que hiciste y quedaron absolutamente perfectas. —Bien, bien, justo lo que me gusta escuchar. ¿Qué vas a cazar mañana? —Algún ciervo o jabalí tal vez; Dijo ella. —Si hay tiempo, quiero derribar un pájaro o dos. —Esa sería una buena adición a nuestro menú. —¡Sí, estoy deseando que llegue!; Exclamó, visiblemente emocionada ante la perspectiva. Después de todo, como gente bestia tigre, la sangre de un depredador fluía por sus venas. Ambos estábamos agotados por nuestro viaje a la ciudad. Mañana iba a ser un día ajetreado, así que dimos por terminada la noche y nos acostamos temprano. ◇◇◇ Samya se preparó para salir a cazar a la mañana siguiente. Ella se puso la armadura de cuero, se colgó el arco del hombro y le preparé un almuerzo con roti y carne seca. Habría usado carne guisada, pero ella había pedido comida que pudiera comer mientras avanzaba. —Hasta luego; Le dije, acompañándola a la salida. —¡Si te encuentras con algo peligroso, date la vuelta de inmediato! —Lo tengo, lo tengo. Nos vemos; Dijo, antes de salir a paso ligero.


Era hora de que yo también me pusiera a trabajar. Mi trabajo, por supuesto, consistía en forjar artículos para rellenar mi stock. Decidí hacer cuatro cuchillos más hoy y guardar las espadas largas para mañana. Como solo estaba haciendo cuchillos básicos, forjé en piloto automático. Incluso si no me esforcé mucho, mis cuchillos eran de mejor calidad que cualquier otro herrero que pudieran hacer. Mis habilidades estaban rotas después de todo. Me molestaba en principio, pero tenía que enfrentar la realidad---como artesano, las reseñas de los clientes podían hacer o deshacer mi negocio. Por lo tanto, solo podía estar agradecido por las habilidades que me habían dado para mantener mi segunda vida. Mientras mi cuerpo ejecutaba los pasos del proceso de forjar, sintonicé mi mente con otros problemas. Todavía me quedaba algo de hierro en bruto, pero tarde o temprano, se me acabaría. Necesitaría asegurar un proveedor, preferiblemente uno con el que pudiera asociarme a largo plazo. Al ritmo que estaba haciendo nuevos artículos, necesitaría reabastecer mis materias primas con frecuencia. Ese hilo de pensamiento me llevó a otro problema: no podía hacer que el proveedor me visitara aquí en la cabaña, ¿o sí? Yo podía vivir en este bosque sin miedo, en gran parte gracias a Samya y su instinto para el peligro. Ella también era la razón por la que los viajes hacia y desde la ciudad habían ido tan bien. ¿Qué habría hecho ayer si hubiera estado solo y sin darme cuenta me hubiera tropezado con la zona de alimentación del lobo? Incluso si hubiera sido capaz de luchar, podría haber resultado herido en medio de la batalla. Pelear también habría consumido tiempo, así que en el peor de los casos, podría haberme quedado atrapado en el bosque por la noche. ¿Habría estado realmente a salvo mientras estaba herido en el Bosque Negro como el carbón? Necesitaba conseguirme una carreta. Sería útil tanto para buscar materias primas como para transportar mi propio stock. Hasta ahora, todavía podía llevar todos los artículos por mi cuenta, pero llegaría a mis límites tarde o temprano. Debería encontrarme una carreta antes de eso. ¿Debo comprar uno o hacerlo yo mismo? Si tuviera que hacer uno, necesitaría talar más árboles para hacer tablones de madera. La madera tardaría dos semanas en secarse. En ese tiempo, solo necesitaría hacer dos, tal vez tres viajes a la ciudad, y podría arreglármelas solo mientras tanto. ¿Entonces por qué no? Yo haría uno. Si resultaba horrible, siempre podía comprar uno después. Me dediqué a hacer cuchillos mientras me dejaba llevar por mis pensamientos. Cuando terminé, ya estaba anocheciendo y Samya había regresado de su cacería. —¡Ya regresé!; Ella llamó. —Bienvenida de vuelta; Dije, pero Samya solo miró hacia otro lado, retorciéndose. —¿Eh? ¿Qué ocurre? —Nada… Y-Yo solo estaba un poco feliz. Ya sabes, porque...; Ella paró de hablar. En un instante pude notarlo. —Ohhh, lo entiendo. Es agradable tener a alguien al volver a casa, ¿verdad? —S-Sí. Nunca había sido capaz de adquirir ese tipo particular de felicidad por mí, al menos, hasta ahora. ¿Había sido lo mismo para Samya? Pero, ¿y si nunca hubiera sido atacada por ese oso? Estaba feliz de haberla rescatado, o eso había dicho... Pero, ¿y si simplemente le impedía


vivir una vida normal y feliz? Ella podría haber vivido en el bosque, comiendo los animales que cazaba, tal vez conociendo a otra gente bestia y formando una familia juntos. Aunque ahora que lo pienso, el Perro Guardián había dicho que no podría afectar este mundo de ninguna manera importante, por lo que el evento del ataque y rescate de Samya aún habría ocurrido. Para decirlo de otra manera, mientras Samya no muriera en ese momento, no importaba quién la salvara, en lo que respecta al equilibrio del mundo. Su salvador no necesitaba ser yo... Así que la pregunta seguía siendo: ¿Samya estaba feliz de haber sido salvada? O más específicamente, ¿de haber sido salvada por mí? Haría todo lo posible para asegurarme de que fuera lo último. Un día, si se enteraba de toda la historia, esperaba que me lo dijera. —Eizo, me alegro de que hayas sido tú. Liberándome de mis pensamientos, le pregunté a Samya, —¿Qué terminaste cazando? —Un ciervo arbóreo. Limpié las tripas y las dejé remojando en el lago. Voy a traerlo de vuelta a primera hora de la mañana. —Iré contigo para ayudarte; Le ofrecí mi ayuda. —Ven y come después de lavarte las manos. —Mmm, está bien. Comimos juntos en la mesa del comedor como de costumbre. Durante la cena, pregunté, —¿Cómo estuvieron las flechas y el cuchillo? —¡Absolutamente mortales! ¡Las flechas perforaron profundamente el cuerpo del ciervo, y el cuchillo hizo que prepararlo fuera muy fácil! —Estupendo. Me alegro de que hayan sido útiles. Me contó todo sobre su cacería, gesticulando salvajemente para enfatizar. Observé su relato animado con una sonrisa en mi rostro. ◇◇◇ Fuimos al lago temprano a la mañana siguiente, trayendo un hacha y una cuerda de mi taller. —Hmmm, ¿dónde lo dejé?; Samya murmuró mientras trataba de encontrar el cadáver. —¡Ah! ¡Por ahí! ¿Ves dónde está saliendo esa flecha? —Lo veo. —Está un poco más lejos de donde lo marqué; Señaló. —Está bien. Vayamos y veamos. Cuando nos acercamos al área que ella me había mostrado, vi el cuerpo del ciervo sumergido en el agua. —Primero, tenemos que llevarlo a la orilla; Dijo ella. —Eizo, dame una mano. —Está bien. Lo sacamos por las patas. Dado que el agua lo impulsaba ligeramente, era más fácil de mover de lo que pensaba. Después de que lo arrastramos a la orilla, corté dos árboles pequeños y los corté en varios pedazos. Los até todos juntos con la cuerda para formar un transporte con rejilla, luego até más cuerda a un extremo de la rejilla para que pudiéramos tirar del cadáver. Finalmente, cargué el venado en el transporte.


Con los dos moviéndonos juntos, hicimos un buen tiempo. Tal vez éramos fuertes, o el venado era solo liviano. Llegamos a casa después de cuarenta minutos. Ahora, a la matanza. Llevamos el venado a un árbol que estaba cerca de la cabaña y lo colgamos boca abajo en una de las ramas. Primero, lo desollamos. Samya obviamente era experta, ya que terminó el trabajo en un abrir y cerrar de ojos. Ella había usado mi cuchillo, y me gustaba pensar que eso también marcaba la diferencia. Antes de cortarle la cabeza, ella señaló los cuernos. —¿Ves estas marcas? Es de cuando se rompió este cuerno. —Tienes razón. ¡Lo veo!; Miré más de cerca y vi el mismo tipo de marcas esparcidas arriba y abajo de las astas. —Un ciervo de este tamaño definitivamente se engancharía los cuernos cuando intentara huir de un depredador como un lobo del bosque. —Ahora que lo estoy viendo con mis propios ojos, entiendo lo que estabas tratando de decir. —¿Tenía razón o tenía razón?; Dijo ella con merecido orgullo. La profundidad de su conocimiento nunca dejaba de asombrarme. —Dijiste que le quitaste las entrañas anoche. ¿Qué hiciste con ellos?; Pregunté. No había visto nada cuando sacamos al ciervo del lago. ¿Había hecho algo para protegerlos contra los parásitos? Estoy seguro de que también existían en este mundo. —Dejé los despojos en el lugar donde maté al venado. O los lobos se los comerán o se descompondrán y se reciclarán de nuevo en el ecosistema. —Oh está bien, lo entiendo. Ella los había dejado a los caprichos de la naturaleza, por así decirlo. Si este hubiera sido mi viejo mundo, sus acciones habrían causado una serie de problemas. Sin embargo, no parecía que ese fuera el caso en este mundo, la gente aquí no sabía o no se preocupaba por los parásitos. Dudaba que hubiera una administración de seguridad alimentaria que supervisara la higiene. Los trozos de ciervo descuartizados se parecían a la carne que estaba acostumbrado a ver en mi último mundo. Sabía, por supuesto, que la carne de venado era ciervo, pero nunca lo había sentido tan intensamente como ahora, después de haber visto la matanza en tiempo real. —¿Qué hacemos con los huesos?; Pregunté. —Los tiraré más lejos de la cabaña. Los lobos también se los comerán; Explicó. —Si hacemos esto un hábito, ¿no nos acechará un lobo de vuelta aquí? —Bueno, sucede de vez en cuando. —¿Sucede? —Sí. Incluso si no nos siguen, es menos probable que ataquen cualquier cosa que parezca fuerte y desprenda a gente bestia o humanos; Dijo, continuando con su explicación. —Saben que obtendrán comida de nosotros incluso si no cazan por sí mismos. —Son inteligentes.


—Tienen que serlo, de lo contrario no sobrevivirían en este bosque. —Cierto. La mayoría de los animales salvajes sabían que si atacaban a un cazador de manera imprudente, ellos mismos podrían terminar como presa. Claro, puede haber algunas bestias tontas que intentarían atacar, pero no muchas. Comimos la carne de venado de árbol tanto para el almuerzo como para la cena. El resto lo colgué en el taller para que se secara en cecina. Esta habitación era un ambiente cálido y árido ya que tenía el fuego encendido casi todos los días. El proceso de secado de la carne no fue particularmente interesante. Decidí que uno de estos días me gustaría una habitación para ahumar carne o incluso un ahumadero bien hecho. La carne preparada de esa manera expandiría considerablemente nuestras posibilidades. ¡La deliciosa cocina también fue una parte importante de vivir una vida lenta! ◇◇◇ Samya no fue a cazar al día siguiente. Parecía habitual que la gente bestia tomara descansos entre cacerías para no matar más de lo que podían consumir y agotar los recursos naturales innecesariamente. Le pedí que me ayudara con mi trabajo. Volví a hacer espadas largas. La primera tarea que le asigné fue cubrir el modelo de madera que había hecho la última vez con arcilla para hacer el molde. —Esto es increíble; Dijo. —¿No es así?; La escultura se sintió más como un juego que como un trabajo. Una vez seco, me encargué de partir el molde por la mitad y enterrarlo en arena. La forma de la espada había sido impresa limpiamente en el molde. Samya se emocionó de nuevo cuando vio los resultados de su obra. A continuación, demostré la técnica de martilleo para aplanar e igualar la hoja. Le pedí que lo intentara. —¡Vaya, genial!; Ella exclamo. —¿Cierto?; Dije. —Está bien, entonces te dejaré el resto a ti. —¡Seguro! Mientras tanto, yo terminé la hoja. Antes de que terminara el día, habíamos hecho dos espadas. Trabajamos juntos el día después de eso también, así que en total, habíamos reabastecido cuatro espadas largas. ◇◇◇ —Me voy de cacería hoy; Me dijo Samya a la mañana siguiente. —Está bien, ten cuidado; Le advertí. —¡Tómalo con calma! Regresaremos a la ciudad mañana. —Entendido. Hasta luego; Dijo ella, despidiéndose mientras se alejaba. Ella bailó a través de toda la maleza y desapareció en las profundidades del bosque. Veamos. ¿Qué debo hacer ahora?


Quería crear algo diferente, era mejor ampliar mi amplitud de artículos. Ya tenía cuchillos y espadas largas, ¿qué hay de una lanza? Todavía tenía reservadas algunas de las ramas más grandes de cuando corté los árboles. Elegí una rama de 140 cm de largo---aproximadamente a la altura de los hombros--- y la tallé para darle forma de cilindro al bastón. A continuación, tuve que hacer la punta de lanza y un protector el extremo mas grueso. La punta de lanza la formé a partir de un trozo de hierro. Para empezar, lo martillé en un bloque rectangular. Alargué la parte inferior y le di forma de cilindro, asegurándome de incluir un espacio para que encaje el bastón. También martillé la punta en un cilindro, pero con una pirámide en el extremo. Algunas lanzas tenían hojas o púas que sobresalían de ellas, pero quería diseñar esta principalmente como un arma de empuje. Para el protector utilicé un trozo de hierro que pesaba lo mismo que la cabeza y le di forma de cilindro. Ahuequé un extremo para el bastón e hice el otro extremo ligeramente puntiagudo. Para ponerlo todo junto, templé la punta de la lanza y coloqué el bastón en su lugar. Como era mi primera lanza, no era ni de un nivel básico ni de élite. Consideré que era un modelo personalizado. No lo pondría a la venta, pero si alguna vez contratara a otro guardia, podría dárselo. Asumí una postura básica y la probé. No era tan larga como las picas que los ejércitos llevaban a la batalla, y no sería muy útil en una formación de falange (para usar un ejemplo de mi vida anterior). Sin embargo, funcionaría bien para los guardias de la ciudad. De hecho, mientras giraba la lanza, me sentí como un guardia y me emocioné un poco. Sin embargo, si quisiera vendérselo a los guardias, tendría que hacerlo parecer más oficial. En este momento, tenía más bien la sensación de ser áspera y tosca, como un arma que podría usar una tropa de vigilantes. Solo tomó un día producir la lanza. Si no hubiera sido por las herramientas mágicas y mis habilidades de trampa, habría tomado más tiempo. Reflexioné sobre esto mientras atestaba el fuego en el taller. Antes de regresar a la sala de estar, verifiqué cómo se estaba secando la carne. Y con eso, el trabajo de hoy había terminado oficialmente. Estaba pensando en qué hacer para la cena cuando Samya volvió a la cabaña. —Bienvenida de vuelta; Le dije. —Y-Ya... regresé; Dijo Samya tímidamente. Por favor, acostúmbrate pronto. ¡Si reaccionas así cada vez, también es vergonzoso para mí! —¿Qué pescaste hoy?; Pregunté. Ella levantó dos pájaros y dijo, —Pájaros de follaje. Cada uno era del tamaño de un cuervo de Japón. Sus alas se parecían a las hojas de los árboles alrededor de la cabaña, por lo que el camuflaje era obviamente su principal mecanismo de defensa, como muchos de los otros animales del bosque. No los había visto cuando había estado solo, podría ser que se mezclaran perfectamente con su entorno, o tal vez simplemente los había pasado por alto. Los pájaros de follaje deben haber sido difíciles de encontrar y derribar si incluso un arquero habilidoso como Samya solo podía atrapar dos en un día. —Prepararé esto para la cena entonces; Dije.


—¡No puedo esperar! Para preparar a los pájaros, primero tuve que arrancarles las plumas. Las plumas de vuelo de sus alas y cola eran de un hermoso verde jade, así que reservé algunas para luego usarlas como decoración. Pensé que las plumas de sus cuerpos podrían usarse para rellenar edredones o almohadas, pero cuando le pregunté a Samya sobre mi idea, ella dijo, —La gente no suele usar pájaros de follaje para ese tipo de cosas; Así que desistí. eso. Cada pájaro no tenía muchas plumas de todos modos. Escuché anteriormente que las mejores aves para usar como relleno para las sábanas tenían una gran cantidad de plumas pequeñas. Los pájaros de follaje no entraban en esa categoría. Una vez que los desplumé por completo, chamusqué las plumas restantes de sus cuerpos sobre la estufa mágica. Luego, abrí sus estómagos y extraje los órganos. Las mollejas y los hígados eran comestibles, pero esta vez los tiré porque Samya dijo, —Aquí no los comemos; Finalmente, corté la carne de la pechuga, junto con las alas y los muslos en las articulaciones, los sazoné con sal y los asé a la parrilla. La cena de esta noche fue un lujoso festín de sopa de venado arbóreo, pájaro de follaje a la parrilla y pan plano. Solo sazoné el pájaro de follaje con sal, pero el sabor no estaba nada mal. De hecho, dado que el sabor de la carne en sí era ligero y delicado, el simple condimento le sentó mejor al ave que una rica salsa. —Nos dirigimos a la ciudad mañana; Le dije. —Y no tendremos que comprar más carne curada esta vez gracias a tus esfuerzos. —Está bien. ¡Atraparé más para nosotros la próxima vez también! —Sí, por favor; Dije sonriendo. Samya asintió y me devolvió la sonrisa.


Capítulo 2 Primero fueron dos Al día siguiente, Samya y yo nos preparamos para otro viaje a la ciudad. Pensé en llevar la lanza que había hecho para defenderme, pero decidí no hacerlo ya que aún no la había probado. Debería hacer una prueba de corte (empuje) mañana. Todo estaba en silencio en el camino hacia la ciudad, incluida la caminata por el bosque. Marius estaba una vez más de servicio en la entrada. La lanza que sostenía fue provista por el Lord, pero atada a su cintura estaba la espada larga personal que él había llevado al trabajo "por error". —¡Hey!; Marius nos llamó. —No esperaba verlos de regreso aún. —Pude hacer más artículos, es por eso que venimos; Respondí. —Cierto, cierto; Él asintió. —¿Qué vas a vender hoy? —Lo mismo que la última vez. —Eso significa que vas a vender más espadas largas, ¿verdad? Me aseguraré de decírselo a los otros guardias. —Sí, los tengo abastecidos; Confirmé. —Te lo agradecería mucho. Él dudó un momento. —Oh... una cosa más. —¿Qué sucede?; Le pregunté. —... No importa. Ya lo verás cuando llegues al Mercado Abierto. Me quedé confundido, pero finalmente dije, —Bueno, supongo que seguiremos avanzando. —Nos vemos. ¿Qué pasó con el franco y abierto Marius que había llegado a conocer? Nunca lo había visto tan evasivo antes. Traté de no dejar que eso me distrajera mientras nos dirigíamos a la ciudad. El plan para hoy era simple: vender los artículos, comprar sal y volver a casa. Decidimos separarnos temprano hoy. Yo llevaba todos los productos de todos modos, así que me instalaría primero, mientras Samya iba a comprar los suministros. El anciano que atendía la entrada al Mercado Abierto recordó mi rostro esta vez y me saludó con calidez, a diferencia de las veces anteriores en las que había venido. Como de costumbre, pagué la tarifa a cambio de un mostrador y busqué un espacio libre. El que tuve la última vez ya estaba ocupado, así que elegí un lugar cercano. Hoy no vi al comerciante textil. Habíamos llegado a la ciudad unos días antes de lo planeado, así que tal vez este era su día libre, o tal vez no vendría por un tiempo. De cualquier manera, me sentí un poco solo al no ver su rostro.


Los preparativos para poner en marcha la tienda fueron rápidos. Tenía los mismos productos que la última vez, así que podía moverme en piloto automático. Estuve abierto para las negociaciones tan pronto como terminé de armar el puesto. Por suerte, el Mercado Abierto no tenía horarios fijos. Un poco antes del mediodía, el comerciante que me había comprado dos espadas largas la última vez se dio la vuelta para visitarme. —Hey; Dijo a modo de saludo. —¿Cómo va el negocio? Él hablaba casualmente, así que respondí de la misma manera, sin la fachada educada de comerciante que suelo poner. —Está muerto el día de hoy. —¿No has vendido nada? —Ni una sola cosa. —Está bien. Entonces véndeme todas tus espadas largas; Dijo. —¡¿Eh?! ¿En serio? —Sip. Mi comprador se quedó encantado con los dos últimos y me pidió varios más. —¿En serio? ¡Si lo hubiera sabido, habría hecho diez más incluso si eso hubiera significado quedarme despierto toda la noche! —Wow, alguien se está volviendo codicioso; Dijo él con una sonrisa. —He estado trabajando como un esclavo en la fragua toda la semana, así que estoy harto del hierro. Es hora de ver algo de plata; Bromeé. Él se rió. —Sí, conozco ese sentimiento. Él terminó comprando las cuatro espadas largas y llenó mi cuota del día de una sola vez. Yo también había traído la espada larga de modelo élite, pero nadie había preguntado por él todavía. A este ritmo, nadie iba a comprarlo, y no tendría más remedio que aceptarlo. Tal vez se lo daría al comerciante ambulante la próxima vez que lo viera, solo para ver si podía venderlo en otra parte. Mientras me preguntaba qué hacer, Samya regresó con la sal para curar la carne de venado y con un almuerzo que compró en un puesto de comida. La comida que había comprado era carne de jabalí en rodajas sobre pan crujiente, bañado por completo con una salsa dulce y picante. No era nada como una pizza o una hamburguesa, pero me enganchó. Lo comíamos cada vez que veníamos aquí. Dentro de las murallas de la ciudad, la regla era que las tiendas tenían que especializarse en una cosa, las panaderías vendían pan, los carniceros vendían carne, etc. Este era un plato que solo podías encontrar en el Mercado Abierto. Después de comer hasta llenarnos, vendí varios cuchillos más a clientes que vinieron por primera vez. Fue entonces cuando me di cuenta, y ella vino paseando. A primera vista, pensé que era una niña. Pero cuando miré más de cerca, en realidad era una mujer de constitución sólida, aunque algo bajita. Ella giraba la cabeza de izquierda a derecha como si estuviera buscando algo.


Samya también la había visto. Ella se volteó hacia mí y murmuró en voz baja, —Un enano. Qué raro. —¿No hay muchos de ellos?; Susurré de vuelta. —No por aquí, al menos; Dijo. —Solo me he encontrado a uno una vez. Estaba deambulando por el bosque y lo ayudé a encontrar el camino hacia la carretera. —Ya veo. Un avistamiento raro, ¿eh? Me hizo feliz que tuve la suerte de ver una raza que rara vez mostraba su rostro. Y era nada menos que un enano, una raza de la que había oído hablar antes. Si hay enanos aquí, la existencia de los elfos no seria descabellado, ¿verdad? Más tarde le preguntaría a Samya si alguna vez se había encontrado a un elfo. La mujer enana vio mi puesto desde el otro lado del camino y se apresuró en venir hacia mí. Cuando se acercó, vi que su nariz era redonda, pero por lo demás, se veía perfectamente humana. Sus brazos y piernas estaban llenos de músculos. De vuelta en la Tierra, ella no habría llegado a ser toda una fisicoculturista, pero definitivamente la habrían llamado rata de gimnasio. Cuando llegó a nuestra mesa, ella dijo en voz alta y seria, —¡D-Disculpe! Me quedé un poco boquiabierto por su exuberancia. —¿Sí? ¿Puedo ayudarte en algo? —¡¿Eres tú quien hizo los cuchillos de los guardias de la ciudad?!; Ella preguntó. Sus palabras salieron tan rápidos que no le dieron tiempo a respirar. —Sí...; Confirmé con cierta vacilación, —Fui yo. Samya cambió de postura a mi lado. No pensé que iba a haber ningún problema, pero me hizo gracia verla tomando su papel como mi escolta tan en serio. La mujer no pareció notar nada y continuó diciendo, —¿Estos cuchillos son los mismos que has estado vendiendo? —Si, son lo mismo. —¿Puedo echar un vistazo?; Dijo ella, alcanzando un cuchillo. —Con gusto. Ella sacó uno de los cuchillos de su funda e inspeccionó la hoja y el mango. Después de un rato, ella lo devolvió. —¿Puedo ver el producto de la más alta calidad que has hecho? —Bueno, sí; Dije. —Supongo que sí. El producto de la más alta calidad... Estaba seguro de que la construcción del cuchillo que acababa de ver superaba cualquier cosa que los herreros de por aquí pudieran hacer. Para ella, inspeccionarlo y decir sin dudarlo "Muéstrame algo mejor" significaba que estaba segura de que había algo más. Por pura coincidencia, tenía un artículo que cumplía con esos requisitos: la espada larga de élite. Había planeado venderlo tarde o temprano, así que no había ninguna razón por la que no pudiera mostrárselo. Me lo desabroché de la cintura y se lo pasé.


Ella lo tomó de mí con reverencia y deslizó la espada suavemente fuera de su funda. No importa que haya puesto una cantidad considerable de trabajo para hacerla, la hoja se veía excelente, incluso para mis ojos. Ni el herrero más habilidoso de estos lugares podría hacer nada que igualara el calibre de esta espada larga, así que podría venderla fácilmente por diez veces el precio de los modelos básicos. La mujer se tomó su tiempo para examinar la espada, revisándola meticulosamente. De hecho, tardó tanto que un hombre se acercó para ver cuál era el alboroto. Al hombre le vendí un cuchillo (gracias por su compra). Todo el tiempo, ella inspeccionó la espada larga sin levantar la vista, ni siquiera una vez. Justo cuando estaba a punto de pedirle que me lo devolviera, me dijo, —Muchas gracias. Ya terminé de verlo; Ella envainó la espada y me la devolvió. —Gracias; Dije, pero la mujer ya se estaba moviendo de nuevo. Samya reaccionó a la vez y me empujó detrás de ella para protegerme. Sin embargo, la mujer no tenía intenciones violentas. Ella se arrodilló, golpeó el suelo con ambas manos e inclinó la cabeza en una perfecta... ¿postura de dogeza? ¡¿Eh?! ¡¿El dogeza también era una costumbre en este mundo?! Mientras estaba ocupado siendo sacudido por esta revelación, la mujer continuó sin dudarlo. Aún sobre sus manos y rodillas, frente a todos en el Mercado Abierto, ella gritó, —¡Por favor, hazme tu aprendiz! Me quedé impactado. Finalmente yo logré decir, —P-Por favor, levántate; Pero ella no movió ni un músculo. —¡Te lo ruego! ¡Hazme tu aprendiz!; Repitió con su voz resonando por todo el mercado. De ninguna manera... ella no podría estar planeando quedarse en el suelo hasta que yo accediera, ¿verdad? Una multitud había comenzado a formarse a nuestro alrededor con los espectadores estirando la cabeza para ver qué estaba pasando. Quería alejar a esta mujer y, lo que es más importante, a Samya, de las miradas curiosas, así que dije, —Primero déjame cerrar la tienda y luego podemos hablar. Afortunadamente, eso pareció aplacar a la mujer. Ella se puso de pie. Sin otro segundo de retraso, empecé a cerrar la tienda. Quería salir de aquí antes de que los guardias empezaran a aparecer también, ellos eran mis valiosos clientes y no quería hacerlos trabajar más de lo que hacían. Guardé todo en un tiempo récord y cogí el mostrador para poder devolverlo. Justo cuando los tres nos dimos la vuelta para irnos, Marius asomó la cabeza entre la multitud, como si acabara de dar un paseo tranquilo. —¡Hey!; Me llamó. —Veo que tuvieron la oportunidad de encontrarse. ¡Bien por ti, señorita enana! —¡Sí, todo te lo debo a ti!; Ella sonrió radiantemente. Así que esto es lo que Marius había insinuado antes. —Marius, ¿no podrías habérmelo dicho esta mañana?; Dije con reproche.


—No es como si nada hubiera cambiado incluso si te lo hubiera dicho, ¿verdad?; Respondió. No podía negar eso... pero al menos podría haber estado mentalmente preparado, ¿sabes? —Además, fue un placer para mí ver tu mirada de sorpresa; Continuó Marius. —Por lo general, te ves tan sombrío. Ahora que lo pensaba, él había hecho su aparición en un momento sospechosamente oportuno. Debe haber estado espiándonos y esperando el momento perfecto. —Eres una persona horrible...; Gruñí. —Ya, ya, perdóname por esta vez. Si no lo hubiera hecho, no habría visto diversión en estos lugares. —Me debes una. —¡Entendido, jefe!; Dijo él, y hasta me hizo un saludo exagerado. Marius era una buena persona, pero me gustaría que no se dejara llevar tanto. Al menos conseguí que me prometiera algo a cambio.

Después de despedirnos de Marius, devolvimos la mesa y nos dirigimos a una posada en el nuevo distrito del mercado. La posada en sí no era nada especial: el primer piso era una taberna y el segundo era donde estaban las habitaciones de huéspedes. La mujer enana se había estado quedando aquí durante los últimos tres días. Todos pedimos unas bebidas y nos sentamos. La mujer sostenía una gran jarra de cerveza que parecía un pequeño barril de madera en lugar de los vasos de vidrio a los que yo estaba acostumbrado. Espera un segundo... ¿no pidió un brandy de uva? Ella se presentó primero. —Mi nombre es Lieke Moritz. —¿Tienes apellido?; Samya preguntó en voz baja. —Oh, no, es el nombre de nuestro taller; Explicó Lieke. —¿Nombre de un taller?; Esta vez yo hice la pregunta, mientras Samya sorbía su cerveza a mi lado. —Sí. Es común que varias familias de enanos se unan para formar un taller. Todos los que viven y trabajan allí llevan el nombre del taller junto con su nombre personal; Explicó. —Sería más exacto que me presentara como Lieke del taller de Moritz. Parecía una costumbre similar a tomar el nombre de una tribu o pueblo. —Mi nombre es Eizo, y ella es Samya; Dije. Samya me miró de reojo, probablemente porque no me había presentado como Eizo Tanya. Particularmente no me importaba decirle a Lieke el apellido de mi familia, pero no sabía si alguien estaba escuchando a escondidas. Sería un dolor si alguien más escuchara. Dar un apellido en este mundo solo era buscar problemas. —Un placer; Dijo Samya bruscamente sin sinceridad alguna.


—El placer es todo mío; Respondió Lieke. —Eizo... no, Maestro Eizo, ¿eres del norte? —¿El lugar donde nací? Esa es una larga historia; Dije, —Pero en este momento vivo y trabajo en la Bosque Negro. —Oh, ya veo...; Ella hizo una pausa, absorta en sus pensamientos. —¿Pasa algo?; Pregunté. —Oh, no, solo me preguntaba por qué nunca antes había visto a un herrero con tu habilidad por aquí. Hice un ruido evasivo y tomé un pequeño sorbo de mi vino. Este estaba mezclado con agua, por lo que el sabor era regular. Al contrario de mi apariencia, en realidad era débil al alcohol. En cualquier caso, no me sorprendió su línea de pensamiento. Los herreros normales no se habrían instalado en medio del bosque. Los talleres de Riverside aparentemente eran populares porque se podía configurar una rueda hidráulica para accionar un martillo automático, una herramienta similar a una prensa hidráulica utilizada para forjar en la Tierra. Bueno, mi taller había sido preparado para mí, así que no tenía derecho a quejarme. —Te agradecería que no hicieras demasiadas preguntas sobre mis antecedentes; Dije. —Lo entiendo; Ella estuvo de acuerdo fácilmente. —Eso no es para lo que estoy aquí de todos modos. —¿Puedes contarme un poco más sobre este asunto de ser mi aprendiz?; Pedí volver a encarrilar la conversación. —Cierto, sí. Es una larga historia…; Dijo y tomó un gran trago de su jarra. —Recientemente dejé el taller de mi familia junto con mis hermanos menores. Verás, cuando los enanos alcanzamos la mayoría de edad, se espera que dejemos el nido para entrenar y pulir nuestras habilidades. Visitamos otras herrerías para encontrar un lugar donde queremos ser aprendices. Después del aprendizaje, estamos destinados a traer el conocimiento y las habilidades de regreso a nuestro taller familiar para desarrollar nuevos productos, y luego el ciclo comienza de nuevo. Huh, eso ciertamente no se mencionó en ninguna parte de los datos instalados. Supongo que los estilos de vida de las diferentes razas no estaban contenidos en los datos, al igual que los detalles sobre la vida de varios animales no se encontraban en ninguna parte. Sin embargo, fue más divertido descubrirlo por mí mismo. —¿Los talleres que reciben aprendices no están preocupados por revelar sus secretos comerciales? ¿No te rechazan?; Pregunté. —No, generalmente no. Se considera un honor que un enano te pida ser tu aprendiz en tu taller. Mientras el aprendizaje transcurra sin problemas, es una relación mutuamente beneficiosa; Explicó. Este tipo de práctica probablemente no era familiar para nadie fuera del oficio, por lo que probablemente la gente había sentido tanta curiosidad cuando Lieke me pidió ser mi aprendiz en el mercado. Dicho esto, cualquier herrero definitivamente entendería el significado, por lo que los herreros dentro de las murallas de la ciudad habrían sentido envidia si lo hubieran sabido. Tomé la decisión correcta en sacarnos de allí.


Al final de ese hilo de pensamiento había una pregunta: ¿Marius realmente me había estado cuidando antes? Bueno, saldaría mi deuda con él en otro momento. —Mis hermanos y yo llegamos aquí hace tres días; Continuó. —Simplemente vi al soldado de antes cuando estaba usando su cuchillo, y le pregunté dónde podía encontrar su fabricante. Supuse que era un herrero dentro de la ciudad, y le dije que quería intentar ser su aprendiz. —Hmmm, ya veo. Entonces, yo era el herrero en cuestión. —Sí. Sin embargo, él no sabía ni tu nombre ni dónde vivías, solo que venías al Mercado Abierto una vez a la semana. Dijo que volverías en tres días más o menos, ya que te había visto cuatro días antes. —Cierto, así es mi horario por ahora. —Les pedi a mis hermanos que continuaran su viaje sin mi. Ver la espada larga de hoy con mis propios ojos solo ha reforzado mi convicción de convertirme en tu aprendiz y aprender el oficio de ti. —Está bien, entiendo; Dije, después de procesar sus palabras por completo. —¿Eh? Espera un segundo... ¿Tus hermanos ya no están aquí? —No, cada uno está buscando los talleres en donde quieren aprender; Dijo con una sonrisa abierta y algo traviesa. —Entonces, si tuviera que rechazarte... —Bueno, entonces tendría que continuar mi búsqueda sola. Una mujer en la carretera, totalmente sola. Eso era demasiado arriesgado. Sabía que le estaba en la palma de su mano, pero ¿qué opción tenía? Supongo que fui demasiado blando de corazón. —Está bien; Dije, suspirando suavemente. —Te tomaré como mi aprendiz. A mi lado, Samya resopló ruidosamente. Lo siento, pero probablemente ya sabías que esto iba a suceder, ¿verdad? —¡¿Estas realmente seguro?! —Sí, pero tengo cuatro condiciones. —E-Está bien. ¿Cuáles son?; Lieke se enderezó y escuchó atentamente. —Número uno. No me gusta el comportamiento abnegado. Por favor, no vuelvas a actuar como lo hiciste hoy. —Entiendo; Dijo ella, asintiendo. —Dos. No hay suficiente espacio para nosotros tres en la cabaña. Lo primero que harás será ayudarnos a construir más habitaciones. —Está bien. No hay problema; Dijo. —Cuando cualquier familia que forma parte del taller Moritz tiene un hijo, todos colaboran para construir otra habitación. —Tres. Este se superpone con el segundo, pero tendrás que ayudar con las tareas de la cabaña, no solo con las tareas relacionadas con la herrería.


—Por supuesto. Eso es lo que significa ser un aprendiz. —Y finalmente, cuatro. —¿Sí? —Deja de hablar tan formalmente; Dije. —Planeo llamarte Lieke, así que también deberías llamarme Eizo. —¡No, no puedo permitirme hacer eso, jefe!; Ella inmediatamente protestó. Samya se quedó estupefacta a mi lado y compartí sus sentimientos. Aturdido, solo pude responder como un loro, —¿J-Jefe...? —Sí; Ella confirmó con seriedad. —¡Ya que seré tu aprendiz, es natural que te llame "Jefe" por respeto! Esa fue la gota que rebalsó el vaso para Samya, y se echó a reír. ¡Voy a recordar esto! Así fue como gané un aprendiz mucho antes de pensar que tendría uno.

Lieke quería volver con nosotros de inmediato. Le había ofrecido regresar a la ciudad y recogerla mañana, pero ella insistió en venir hoy. Estuve de acuerdo, y Lieke fue a empacar sus cosas de inmediato. El sol se pondría si camináramos lento y nos quedáramos en la ciudad por mucho más tiempo. Afortunadamente---si esa era la palabra correcta---Lieke se había preparado para irse de aquí en cualquier momento, por lo que sus pertenencias ya estaban más o menos ordenadas. Ella pronto bajó del segundo piso con todo lo que tenía. Pero... La miré de reojo y luego pregunté, —¿Esa bolsa va a durar? —Sí; Dijo ella con confianza. —Llegó hasta aquí, al menos. En su espalda, Lieke llevaba una mochila de la mitad de su tamaño. Era obvio que había sido parchado en numerosos lugares, tal vez mientras ella estaba en la carretera. No importa cómo me sintiera al respecto, Lieke tenía razón cuando dijo que la había llevado tan lejos, por lo que ahora también era lo suficientemente bueno para llevarlo con ella. —Supongamos que no puedo discutir con eso; Dije. —Muy bien entonces, vamos. No queremos estar caminando aún después de que anochezca, ya sea que Samya nos esté protegiendo o no. —¡Entendido, jefe!; Dijo ella, llena de energía. Tendré que hacer que deje de llamarme así un día de estos... Los tres nos apresuramos a salir de la ciudad, haciendo un buen tiempo a pesar de haber perdido el tiempo para tomar una copa. Lieke había bebido más y llevaba una mochila enorme, pero se mantenía perfectamente firme. ¿Era ese un rasgo de los enanos? Llegamos al borde del bosque veinte minutos más rápido de lo habitual. Me volteé hacia Lieke. —Nos dirigiremos al bosque ahora. Asegúrate de permanecer cerca de nosotros. —Sí, jefe; Respondió ella.


Entonces Samya interrumpió y dijo, —Si te pierdes, iré a buscarte. No trates de gritar, porque quién sabe lo que atraerás. —E-Está bien. Entiendo. —Tomaremos un descanso después de una hora; Dije. —Aguanta hasta entonces. —¡Sí!; Dijo Lieke, y nos dirigimos al bosque. Lieke no mostró signos de tensión o miedo, pero tropezó con la raíz de un árbol a veces o en la maleza ya que no estaba acostumbrada a caminar en el bosque. Aun así, ella nunca se quedó atrás. La hora pasó rápidamente y pronto llegó el momento del prometido descanso. Me aseguré de comprobar el estado de Lieke mientras descansábamos. —¿Te duelen los pies o algo así, Lieke? Avísame si es así. —No, mis pies están bien; Respondió ella. —No te esfuerces demasiado, puede ser peligroso; Le advertí. —Si sientes que algo va mal, infórmanos de inmediato. —Está bien, jefe, entiendo. Partimos de nuevo y llegamos a la cabaña después de otra hora. Lieke no estaba cansada por el agotamiento ni se quejaba de dolor en los pies. ¿Todos los enanos eran tan duros, o era solo Lieke? Ella había dicho que había estado viajando con sus hermanos todo este tiempo, por lo que podría ser que estaba acostumbrada a caminar. Estaba anocheciendo. La cabaña estaba en la luz menguante, y la señalé. —Esta es mi casa y mi taller. —Wooow; Dijo Lieke, con los ojos brillando. —Es grande. —Supongo que sí; Dije. Era lo suficientemente grande como para asustarme cuando apareció de la nada, al menos. —¿Tus pies todavía están bien?; Pregunté. —¡Sí! La caminata no fue tan dura como esperaba. —Bien. Entremos; Desbloqueé la puerta y la abrí. Lieke entró corriendo con un entusiasmo, —¡Con permiso! Samya entro después, pero la detuve. —Samya; Dije. —¿Hmm? ¿Qué sucede? —Gracias. A mitad de nuestro viaje a casa, noté que Samya había elegido una ruta que era fácil de caminar para nosotros, una en la que no sería probable que nos encontráramos con ningún animal salvaje. —Oh, sí...; Dijo ella, mirando hacia abajo tímidamente. Todavía nerviosa, ella entró en la casa. Fue lindo cuando Lieke me llamó Jefe con una gran sonrisa en su rostro, pero este lado de Samya también me conmovió.


Hice que Lieke y Samya se refrescasen del viaje en el dormitorio mientras yo hacía lo mismo en el estudio. Luego preparé una cena rápida y todos nos sentamos a comer. Hicimos una pequeña charla por un tiempo antes de que yo interrumpiera con un tema que estaba en mi mente. —Lieke, estamos felices de tenerte, pero no hay habitaciones adicionales. Por el momento, Samya y tú tendrán que compartir el dormitorio. —¿Qué? No, no quiero entrometerme en su espacio compartido; Protestó. —Tengo todo lo que necesito para acampar al aire libre. Apúntame a un área donde pueda instalarme, y eso será suficiente. —Samya y yo ya dormimos por separado; Le dije. —Este arreglo no sería muy diferente. Samya usó el dormitorio y yo todavía dormía en el estudio. Samya ya se había ofrecido a cambiar varias veces, pero la rechacé todas las veces. Te estarás preguntando cómo duermo en el estudio. La respuesta es, envuelto en una manta en el escritorio. Sorprendentemente, siempre pude quedarme profundamente dormido. Es triste decirlo, pero mi experiencia trabajando para una corporación negra explotadora estaba siendo útil. En respuesta a mi explicación, Lieke dijo, —¿Ustedes dos duermen separados a pesar de que están casados? —Pwht---; Samya escupió su sopa de venado antes de que pudiera reaccionar. Yo estaba sentado directamente frente a ella, y rápidamente esquivé el ataque de salpicaduras que escupió. —¡I-I-I-I-Idiota! ¿¡Qué estás hablando!? ¡Eizo y yo no estamos casado!; Samya protestó con el rostro enrojecido.



—¿En serio? Estaba segura de que eran pareja; Dijo Lieke, desconcertada por la negación vehemente de Samya. —Cuando me acerqué a ustedes dos por primera vez, Señorita Samya, tú te moviste para cubrir al Jefe sin dudarlo, e incluso mientras hablábamos, los dos se mantuvieron comunicándose a través de miradas. Puedo decir que el Jefe también te tiene mucho en consideración cuando habla. No había pasado ni un mes desde que Samya y yo nos conocimos, pero pasábamos todos los días juntos. En algún momento, empezamos a entendernos sin necesidad de pronunciar las palabras en voz alta. Samya fue particularmente rápida en darse cuenta de mis emociones. Aun así, a pesar de que fue una evolución natural de la cantidad de tiempo que habíamos pasado juntos, fue un poco vergonzoso que Lieke se hubiera dado cuenta. Ella no parecía particularmente preocupada, así que deduje que los matrimonios interraciales no eran raros en este mundo. Eso fue definitivamente una bendición. —De todos modos; Dije, —No está pasando nada entre Samya y yo en este momento. —¡¿En este momento?!; Samya exclamó antes de que Lieke tuviera la oportunidad de hablar. Un rubor feroz floreció en sus mejillas. —¡Ese no es el punto!; Me retracte, explicando que solo agregué ese último fragmento porque ningún mortal podría saber lo que sucedería en el futuro. Samya asintió y se acurrucó en su silla. ¿Eso significaba que había aceptado mi explicación? —En cualquier caso; Continué, —los dos somos como una familia---nada más, nada menos. —Son compañeros de taller; Declaró Lieke. —Correcto, esa es la idea; Dije. Supongo que los compañeros de taller eran lo mismo que una familia para los enanos. Miré a Samya. Ella se había recompuesto y ahora estaba sorbiendo su sopa en silencio, acurrucada sobre sí misma. ¿Estaba molesta? Quería concluir la conversación original sobre el espacio para dormir, así que dije, —En conclusión, el dormitorio será el de las mujeres y el estudio será el de los hombres. Como dueño de la cabaña y jefe del taller, lo que digo se hace. No se permitirán cambios. —Está bien; Dijo Lieke. Al mismo tiempo, Samya dijo, —Bien. Ellas probablemente estaban insatisfechas, pero había tomado mi decisión. Suspiré para aliviar mi propia tensión. —Solo tienen que aguantar hasta que terminemos de construir sus habitaciones. —Oh, quería preguntar algo; Dijo Lieke, —¿Ya tienen la madera? —Sí, tenemos todo lo que necesitamos... creo. Los tablones deberían estar secos pronto, para que podamos comenzar tan pronto como mañana. —¡Entiendo!; Dijo Lieke. —Genial; Agregó Samya. Y así, ahora éramos oficialmente un hogar de tres.


◇◇◇ Después del desayuno del día siguiente, Samya salió a cazar y se llevó un refrigerio con ella. Mientras se dirigía a la salida, le hice una petición sutil, —Sería bueno si atraparas otro ciervo arbóreo hoy...; Tenía muchas ganas de ver lo que trajo. Pero, a lo que íbamos. Lieke y yo revisamos primero las tablas de madera que había preparado dos semanas antes. —Hoy vamos a empezar a construir las nuevas habitaciones con estos tablones. Espero que la construcción tarde poco en completarse; Le dije a Lieke. —Trabajaremos en las habitaciones por la mañana y pasaremos la tarde haciendo herrería en el taller. —Entendido; Dijo Lieke. —¿Comenzamos entonces? —¡Sí, jefe!; Lieke sonaba enérgica, y comenzamos nuestro trabajo del día. Según Samya, los terremotos eran raros en esta región y la atmósfera era seca. De hecho, no había llovido ni una vez en el tiempo que había estado aquí. Este clima era similar al de Alemania en la Tierra. Alemania incluso tenía su propio Bosque Negro, aunque localmente se la llamaba Schwarzwald. De todos modos, suficiente de desviarnos del tema. El punto era que no necesitaríamos cimientos de piedra para las columnas estructurales debido a la baja humedad---simplemente podríamos plantar las columnas directamente en el suelo. Dato curioso: en Japón era tan húmedo que el Gran Santuario de Ise tenía que ser reconstruido una vez cada veinte años. Sin embargo, los cimientos de nuestra cabaña no deberían tener problemas para durar más que eso, especialmente considerando que solo estábamos construyendo una casa para nuestro uso personal. Tenía bastante confianza en nuestro plan de ejecución. El primer paso fue cavar los agujeros para los pilares. Modifiqué una de las azadas que había forjado previamente reorientando la cabeza afilada. La punta de la azada estaba montada en la posición clásica, perpendicular al mango, así que la cambié a una posición paralela. De esta manera, la herramienta se parecía más a una pala. El suelo alrededor de la casa era compacto y duro. Quería preguntarle a Samya si era igual en todo el bosque, pero se me había olvidado. Si no fuera por mi habilidad física mejorada y la pala improvisada pero sorprendentemente decente, la tierra habría sido bastante difícil de sacar. Estaba lleno de gratitud por mis herramientas y la fuerza con la que había sido bendecido, así como por el ser mágico que había hecho posible todo esto. Después de un rato, me las arreglé para cavar un hoyo bastante profundo. Ahora, estaba listo para las tablas. Lieke y yo combinamos nuestras fuerzas, pusimos nuestras espaldas en él y tiramos de una de las piezas de madera con una cuerda, hasta el borde del agujero. Una vez que la movimos lo suficiente, la madera se inclinó sobre el borde por sí sola y cayó verticalmente en el agujero con un thwump/golpe. Luego, rodeé la madera de pie con ambos brazos, la levanté ligeramente del suelo y la usé para golpear el fondo del pozo, lo que compactó aún más el suelo. Una vez hecho esto, sostuve la madera mientras Lieke volvía a llenar el agujero para sostener la columna.


Repetimos el proceso una y otra vez durante toda la mañana. Para el mediodía, habíamos levantado suficientes columnas para dos habitaciones, pero todavía estaban un poco flojas en los agujeros. Tendríamos que reforzarlos, pero eso podría esperar hasta mañana.

Por la tarde, pasamos a la muy esperada lección de herrería. Había planeado que Lieke me ayudara a hacer espadas largas de nivel básico ya que aún no había tenido la oportunidad de forjar ninguna. Antes de la pausa para el almuerzo, hicimos dos moldes y, después de comer, comenzamos el proceso de fundición. Accioné el fuego y los fuelles manualmente (los cuales normalmente funcionaban con magia cuando estaba solo), y Lieke fundió el hierro y forjó las espadas. Como era de esperar de alguien que había dejado su hogar para perseguir su pasión por el aprendizaje, no había dudas en sus movimientos. Pronto, ella tenía ambos moldes llenos hasta el borde. Mientras esperábamos a que el hierro se enfriara, decidí que también deberíamos forjar algunos cuchillos. Primero demostraría mi proceso y luego haría que Lieke repitiera lo que había hecho. Dado que mis habilidades de herrería estaban en realidad rotos, esta era la única forma en que sabía cómo "enseñarle". Solo estábamos haciendo el modelo de nivel básico hoy, por lo que ni siquiera tuve que esforzarme mucho. Me sentí mal por no poder ayudar en su educación más allá de dejarla verme trabajar para que pudiera robar mis técnicas. Cogí un trozo de metal y lo calenté en el lecho de fuego. Cuando estuvo a la temperatura adecuada, le di forma con el martillo. Este era un trabajo que podía hacer mientras dormía. Lieke me miró atentamente todo el tiempo, sin apartar la mirada ni por un momento. Cuando terminé, me volteé hacia ella. —¿Entonces? ¿Aprendiste algo valioso? —Sí. ¡Eres realmente increíble, jefe! Es como si pudieras escuchar la voz del hierro; Exclamó. — Pero todavía te estás conteniendo, ¿no? —¿Puedes saberlo? —Por supuesto que puedo. Parece que apenas lo intentas. Además, este cuchillo está muy lejos de la espada larga que me mostraste ayer. Oh, Cieeerto. Olvidé que ella había visto el modelo élite ayer. —Bueno, esto es todo lo que tengo para mostrarte hoy; Dije, —Pero mañana demostraré cómo forjar una espada de mayor calidad. —¡¿En serio?! —Sí. Eres mi aprendiz después de todo. No hay motivo para que te oculte nada. Pero hoy, tenemos que trabajar en reponer el stock de la mercadería. Parecía que iba a flotar de pura felicidad en cualquier momento. —¡Muchas gracias, jefe! —Ahora es tu turno, Lieke. —¡Está bien!; Dijo antes de empezar a trabajar. Ella calentó el hierro en el lecho de fuego y le dio forma como yo lo había hecho. Mientras trabajaba, tenía una figura imponente. Quizás fue porque ella era una enana.


Eventualmente, un cuchillo tomó la forma de una barra de metal caliente. Lo sostuvo frente a mí con las tenazas y preguntó, —¿Cómo se ve? Era casi indistinguible del cuchillo de nivel básico que yo había forjado. Por poco. Cuando aplanó el metal por primera vez después de calentarlo, había algunos puntos que habían quedado irregulares. Cómo decirlo... La composición del hierro en sí era muy sutil... rara, en algunos lugares. Cuando yo trabajé con el metal, me aseguré de que la textura fuera uniforme por todas partes y que las irregularidades estuvieran uniformemente dispersas. Ese minuto de diferencia fue lo que delineó mis habilidades rotas de las habilidades innatas de Lieke. Cuando todo estuvo dicho y hecho, estaba seguro de que, con su habilidad, Lieke podría aprender a forjar artículos de alto calibre que eran tan buenos como los modelos de élite que hice. Yo le dije eso. —Muy bien hecho, pero todavía hay cosas que debes mejorar. Siento no ser muy buen profesor. Tendrás que robar mis técnicas por ti misma, pero con el tiempo, definitivamente podrás hacer la espada larga que viste ayer. —¡Gracias!; Ella respondió, optimista y con una gran sonrisa en su rostro. —¡No te decepcionaré! También le mostré la espada larga que había hecho, pero era solo de nivel básico. Lieke dijo, — Es hermoso a su manera, pero no se puede comparar con el que me dejaste ver ayer. Como mañana íbamos a forjar un modelo de élite, hicimos el molde con anticipación como nuestra última tarea del día. Samya regresó justo cuando estábamos apagando el fuego. Habíamos terminado de hacer el molde y lo habíamos dejado secar afuera. —Ya regresé; Anunció ella. —Bienvenida de vuelta; Respondí. —¿Cómo estuvo tu cacería? Ella sonrió como un gato que ha recibido un poco de crema. —Derribé un enorme ciervo arbóreo; Se jactó. —No te sorprendas demasiado cuando lo veas. —¡Bien por ti! ¿Lo dejaste en el lago otra vez? —Sí. No sabrá bien si no dreno la sangre correctamente y la enfrío; Dijo ella con una mueca. Parecía como si estuviera hablando por experiencia. Antes, cuando éramos solo nosotros dos, si Samya hubiera atrapado y conservado un enorme ciervo arbóreo, habría sido carne más que suficiente. De hecho, podríamos haber tenido problemas para terminarlo antes de que se venciera. Sin embargo, con una boca extra que alimentar, necesitaríamos abastecernos de comida, por lo que no deberíamos tener problemas para acabar con el ciervo que atrapó hoy. —Prepararé la cena. Las dos pueden unirse a mí después de lavarse; Dije. —Está bien; Respondió Samya. Al mismo tiempo, Lieke dijo, —Entendido.


Casi nos habíamos quedado sin tubérculos, así que para la cena comimos papilla de cebada con carne y frijoles. Consistía en más proteína que nada, pero era el sustento perfecto para los estilos de vida activos que todos llevábamos. —Lieke, ¿por qué no te unes a nosotros cuando traigamos el ciervo mañana?; Sugerí mientras comíamos. —¿Estás seguro de que quiere que los acompañe?; Ella preguntó. —Por supuesto. Un par de manos extra sería de gran ayuda. —¡Estoy feliz de ayudar, por supuesto! —Contamos contigo entonces. Uno de estos días, podría hacer que las dos vayan solas. Razoné que sería bueno que Lieke conociera el trabajo ahora. Lieke pronto cambió de tema. —Jefe, tengo una pregunta para usted. —¿Oh? ¿Cuál es? —¿No deberíamos reabastecernos de hierro, carbón y otros suministros?; Preguntó. —¿Hay algún proveedor con el que ya trabajes? —Tienes razón…; Le respondí. Ahora que lo había mencionado, me di cuenta de que las reservas de carbón de hierro, acero y madera estaban bajando bastante. Los suministros no eran tan limitados como para agotarse hoy o mañana, pero teníamos menos de lo que me gustaría. Había estado usando las materias primas que ya habían sido almacenadas cuando llegué, y debido a esto, hasta ahora había podido obtener un cien por ciento de ganancias en mis ventas. Sin embargo, pronto tendría que empezar a considerar los precios de los suministros para la herrería. Podría ser más rentable comenzar a vender modelos de élite, ya que generarían un mayor dividendo con el mismo costo de producción. Independientemente, lo primero a hacer día era asegurar las materias primas. En cuanto a la otra pregunta de Lieke, respondí, —Acabo de comenzar mi negocio recientemente, por lo que aún no tengo un proveedor. Los materiales que tenemos durarán otro mes si realmente cuidamos bien los materiales. —Tendremos que encontrar un proveedor antes de que se nos acabe, ¿verdad?; Preguntó Lieke. —Sí. La próxima vez que vayamos a la ciudad, le preguntaré a Marius si conoce a alguien. —Preguntaré por ahí también; Ella se ofreció voluntariamente. —Eso sería de gran ayuda. Supongo que tendremos que esperar y ver qué cartas nos reparten. Oh cierto, había algo que quería preguntarle a Samya. —Samya; Dije, captando su atención.


—¿Hm? —¿Cómo estuvieron las flechas? —¡Absolutamente estelar!; Ella dijo con entusiasmo. —Las flechas normales ni siquiera pueden perforar la piel de un ciervo arbóreo maduro. Cuando uno crece hasta ese tamaño, la piel de su espalda se vuelve muy gruesa y dura. ¡Sin embargo, con tus flechas, derribar uno no fue ningún problema! —Bien; Dije. —Por cierto, la última vez mencionaste que dejaste fuera todos los órganos además del corazón, ¿verdad? ¿Entierras el corazón? —Sí, en la tierra del bosque; Confirmó ella. —¿Hay una razón especial del por qué? —Así su alma regresará al bosque y renacerá de nuevo; Explicó ella. —Wow, ya veo. Era similar a las creencias de las personas de tiempos prehistóricos en la Tierra. Lieke también asintió en agradecimiento por el nuevo descubrimiento. Por su reacción, deduje que se trataba de una costumbre exclusiva de los hombres bestias que vivían en el bosque. No sabía si los dioses realmente existían en este mundo, pero definitivamente había personas que creían en ellos. Dicho esto, aún no me he encontrado con ningún practicante entusiasta aquí. La cultura religiosa parecía relajada y abierta. Crecí con las prácticas religiosas de Japón, y Samya participó en las creencias espirituales de la gente bestia. Sin embargo, ninguno de nosotros estaba profundamente interesado en la religión. También había una iglesia en la ciudad, pero nunca habíamos estado allí. De todos modos, estaba más allá de los muros de la ciudad, por lo que sería difícil visitarlo, incluso si quisiéramos. Pero yo divagué. Es hora de concentrarse en el asunto en cuestión. —Samya, estás libre después de matar al ciervo, ¿verdad? ¿Quieres ayudar con la forja? —Sí... ¿si no te importa? —Por supuesto que no. A lo largo de la conversación, había establecido que Samya podría ayudar a Lieke con su trabajo y viceversa. Una vez que se sintieran cómodas ayudándose el uno al otro, podría concentrarme en mis propias tareas. Además, si algo me sucediera---Dios no lo quiera---quería que pudieran continuar por su cuenta. Ese era mi deseo personal, pero tendríamos que ver qué pasaba de aquí en adelante.

A la mañana siguiente, nuestro primer curso de acción fue un viaje al lago. Traje las jarras de agua y el hacha, ya que tendríamos que hacer otro estante para transportar y necesitaríamos madera para construirlo. Cuando Lieke vio el hacha, exclamó, —¡J-J-Jefe! ¡No me mostraste esto antes!


—Oh, ¿qué? ¿Esta hacha?; Respondí despreocupadamente. Simplemente no lo había mostrado hasta ahora. —¡Es hermoso!; Dijo Lieke, rebosante de emoción. Si hubiera sabido lo feliz que estaría, se lo habría mostrado ayer. —¿Quieres probarlo? —¡¿Puedo?! —Sí, pero está muy afilado, así que ten cuidado; Le advertí. —¡La tendré! Le entregué el hacha y ella ocupó su lugar frente al árbol. Con el hacha en la mano, ella se veía exactamente como una representación estereotipada de un enano de mi mundo anterior. —¡Aquí voy!; Dijo, antes de dar un gran golpe al árbol. ¡Thwack/Golpe! El sonido satisfactorio resonó a nuestro alrededor, pero el árbol no parecía haber sido afectado en absoluto. Lieke estaba estupefacta. —¿Eh? —¡Aléjate de ahí! Es peligroso; Grité. —¿Qué? ¡E-Está bien!; Rápidamente ella dio un paso atrás. Luego, se volteó hacia mí y dijo, — El golpe hizo un sonido, pero no sentí ningún impacto en mis manos. Sí. Es desconcertante, ¿no? Entendí exactamente lo que estaba pensando. —Así es como es; Respondí. —De todos modos, ya es momento... —¿Hm?; Dijo ella, volteándose hacia el árbol. En ese momento, este comenzó a deslizarse fuera de su tronco en el punto exacto donde ella lo había cortado con el hacha. Este se inclinó lejos de nosotros y se estrelló contra el suelo. —¡¿Quééééé?!; Gritó Lieke, sorprendida. —Sí, es grandioso, ¿no?; Dijo Samya, expresando su simpatía. —Yo estaba un poco asqueada cuando lo vi por primera vez con mis propios ojos... pero Eizo se quedó allí, con la misma expresión que siempre tiene. Ya veo. Así que eso es lo que ella había estado pensando... —De todos modos; Interrumpí, —Así es como corta el hacha, así que ten cuidado cuando la uses. —E-Entendido; Dijo Lieke. Parecía nerviosa, pero rápidamente cortó tres árboles más y los dividió en troncos. Parecía que le había agarrado el truco. —Trabajas rápido; Le dije. —He hecho un trabajo similar en el pasado. Anteriormente ella había mencionado que ayudó con la expansión de la construcción del taller de su familia, por lo que debe haber tenido que talar árboles para eso.


Juntos, usamos unas cuantas cuerdas para atar la madera a una plataforma de transporte. —Y con esto casi terminamos. ¡Es hora de cargar el venado!; Llamé a Samya. Ella se abrió paso chapoteando en el lago y se alejó más, hasta donde el agua era bastante profunda. Como Samya y yo éramos más altos, podíamos pararnos en esas profundidades, pero podría ser demasiado profundo para Lieke. —¿Puedes esperar aquí, Lieke? —Sí; Respondió ella. Me dirigí hacia donde Samya estaba esperando junto a un ciervo verdaderamente gigantesco. Según mi estimación, tenía más de dos metros de altura. —¡Es enorme!; Exclamé. —¿Cierto? Cuando lo lastimé por primera vez, aun así logró escapar. Me tomó un tiempo antes de que finalmente pudiera derribarlo. —Me lo puedo imaginar. Un ciervo de este tamaño... Habría sido difícil cargarlo aquí y hundirlo en el lago, y mucho más cazarlo. Estaba realmente impresionado y se lo dije a Samya. —Debe haber sido toda una hazaña. ¡Impresionante! Ella sonrió y se rió de mi cumplido. Samya y yo tiramos del ciervo hasta las aguas poco profundas donde esperaba Lieke. A partir de ahí, Lieke también nos ayudó a tirar, por lo que lo tuvimos en la orilla en poco tiempo. Empujamos el venado sobre la plataforma y lo atamos en su lugar. Rellené las jarras de agua y también las até al estante. Ahora estábamos listos para transportarlo todo de regreso a la cabaña. Con los tres tirando de la plataforma, regresamos en media hora. Luego vino la matanza. Como antes, tuvimos que atarlo, pero debido al gran tamaño del venado, era difícil de izar. De algún modo lo conseguimos, y Samya y yo usamos nuestros cuchillos para despellejar al ciervo. El trabajo en sí era exactamente el mismo que antes, pero la reacción de Lieke al ver los modelos de cuchillos de élite hizo que el tiempo pasara volando. Como Samya y yo teníamos experiencia en el uso de estos cuchillos en nuestras tareas diarias, no cortaríamos la carne accidentalmente mientras la desollamos. Sin embargo, hemos estado a punto de cortar la piel, o casi hemos cortado órganos como la vejiga, la vesícula biliar y el intestino grueso al extraer las vísceras. Si dañáramos esos órganos, la carne se arruinaría. A pesar del tamaño del ciervo, pudimos desmenuzarlo rápidamente. En veinte minutos, habíamos convertido el cuerpo en un gran montón de carne. —¡Esto es suficiente para alimentarnos a los tres durante al menos dos semanas, incluso si realmente nos atiborremos!; Dije. —Gracias, Samya. —¡E-Eso estuvo genial! ¡Cogeré otro para nosotros cuando se nos acabe!; Dijo Samya encantada.


Aparté una porción de la carne para nuestras comidas de hoy, y el resto lo dividí en dos montones. Una mitad la secaríamos, la otra la curaríamos. Le pedí a Lieke que me ayudara a preparar la carne para secarla en el taller, tal como lo había hecho la última vez. —Cuando entré por primera vez al taller, me preguntaba por qué había carne seca aquí; Dijo Lieke. —Así que esta es la razón... —Me gustaría construir un ahumadero algún día y secar la carne allí; También me encantaría una choza donde podría esconderme si hubiera una emergencia. Ya sabes, como lo hizo Kira Yoshinaka de los cuarenta y siete ronin. Pronto llegó la hora del almuerzo. Nos cociné papilla de cebada con bistec de venado como regalo especial. Solo sazoné el bistec con sal, pero aun así resultó delicioso. Mientras comíamos, tuvimos una animada discusión sobre la carne de venado vs la carne de jabalí. Los enanos comen cinco comidas al día... es una mentira que se ha perpetuado. De hecho, sus hábitos alimenticios eran bastante similares a los de la gente del pueblo. Podrían comer bastante teniendo en cuenta su pequeña estatura, pero la cantidad real de comida no era nada escandalosa. En general, sus comidas diarias eran del mismo tamaño o un poco más grandes que las mías, por lo que solo se consideró "mucha" comida en relación con su tamaño. Llegué a entender eso bien durante la primera comida que Lieke comió con nosotros después de llegar a la cabaña.

Esto es lo que sucedió ese día, un poco antes de nuestra discusión sobre los dormitorios. Hice una porción extra para Lieke. Sin pensarlo, le preparé la misma cantidad que Samya y yo solíamos comer. —Lo siento, no tienes que comerlo todo; Le dije cuando serví la comida. Lieke solo respondió con un casual —Está bien. Esperaba su habitual respuesta alegre de "¡Entendido!" así que me sentí un poco sorprendido. Sin embargo, supongo que habría sido una respuesta extraña para la situación. Esa debe haber sido la razón por la que respondió de la forma en que lo hizo... o eso pensé. En realidad, se tragó fácilmente su porción, junto con las sobras de Samya y las mías. —No te estás forzando, ¿verdad?; Pregunté, solo para estar seguro, aunque ese no parecía ser el caso en absoluto. Como esperaba, con una completa mirada de perplejidad en su rostro, respondió, — ¿Obligarme a hacer qué? Samya y yo solo pudimos intercambiar una mirada entre nosotros. No había nada más que decir.

De vuelta al presente. Después de que los tres terminamos de comer---uno de nosotros, con mucho entusiasmo, y los otros dos normalmente---llegó el momento para la herrería. El molde de ayer estaba listo, y todo lo que teníamos que hacer hoy era llenarlo con hierro fundido.


Encendí un fuego en la fragua usando mi magia. Lieke me miró y luego habló. —Jefe, ¿tú también puedes hacer magia? Me di cuenta de que usaste magia cuando cocinaste el almuerzo de antes también. —Sí; Dije, —Pero solo puedo hacer cosas simples. Samya, que estaba de pie junto a Lieke, irrumpió en la conversación. —¿No es increíble? ¡Herrería y magia!; Ella se jactó. —Eizo también tiene un apellido, ¿sabes? Espera un segundo. ¿Por qué era ella la que tenía que presumir? Lieke se volteó hacia mí. —Oh, ¿es eso cierto? —S-Sí. Es complicado; Le respondí. —Lamento no haberte dicho antes. Cuando hablamos por primera vez en la ciudad, me preocupaba que alguien escuchara y lo difundiera. —No te preocupes. No tienes nada por qué disculparte. Lo entiendo. Samya lucía una sonrisa de satisfacción. Bien, bien, estás orgullosa. Ya lo entendí —¿Cuál es tu apellido?; preguntó Lieke. —Es Tanya. —Tanya. Ya veo. Entonces, eso me convierte en Lieke Tanya. —Eso---; comencé a decir. —¡Eso no tiene ningún sentido!; Samya farfulló antes de que pudiera terminar mi oración. Estábamos sincronizados. —Si el apellido del Jefe es Tanya, eso significa que esta es la Forja Tanya. Los enanos toman el nombre de su taller, así que como tu aprendiz, naturalmente mi nombre pasa a ser Lieke Tanya. Tenía sentido cuando lo expuso así, pero tuve que retroceder. —Es complicado; Repetí. —Si es realmente importante para ti, podemos nombrar el taller con mi primer nombre. La Forja Eizo. —Entiendo. Entonces, me llamaré Lieke Eizo. Independientemente de si era una costumbre de los enanos o no, era incómodo para mí que una mujer tomara mi nombre de manera tan casual. Eso era lo que estaba pensando cuando Samya estalló con un, —¡Eso no es justo! ¡Quiero tener tu nombre también! —Ummm...; Fue todo lo que logré decir. ¿Qué está diciendo esta mujer? —¡Voy a presentarme como Samya Tanya o Samya Eizo de ahora en adelante!; Declaró ella. — No te importa, ¿verdad? —Uhhh; Ronroneé, tan elocuente como siempre.


Lieke estaba siguiendo una tradición enana. Si los enanos estaban acostumbrados a usar nombres de taller como si fueran apellidos, ¿qué se suponía que debía hacer? Sin embargo, en el caso de Samya, estaba bastante seguro de que la gente bestia no tenía esa costumbre... Pero, por supuesto, no tenía ninguna razón para negarla. Ella ya es como parte de la familia para mí, y fui yo quien le pidió que viviera conmigo. —Seguro. ¿Por qué no?; Dije. —¡Anotado!; Samya exclamó antes de comenzar a bailar felizmente. No había planeado dejar nada atrás en este mundo después de que muriera, aparte de los artículos y baratijas. Yo era un invitado aquí después de todo. Tenía que admitirlo---La ilusión de escuchar la Forja de Eizo sonaba bien. Mientras hablábamos, la fragua había alcanzado una buena temperatura. Puse un poco de hierro y también avivé el lecho de fuego, ya que tomaría tiempo para que el mineral se derritiera por completo. Con la fragua y el lecho de fuego encendidos, el taller ahora estaba sofocante. Había comenzado a sudar profusamente. La herrería era la razón por la que tenía que ser diligente para rellenar nuestro suministro de agua todos los días. Tenía que mantenerme hidratado. Una vez disuelto el mineral, volcamos los moldes. Samya llenó el molde que había hecho y Lieke llenó el que ella misma había hecho. Después, apagué el fuego en la fragua. Cogí una placa de metal y la arrojé al lecho de fuego, que había seguido ardiendo. Originalmente había planeado hacer un modelo de cuchillo de élite hoy, pero decidí hacerlo un modelo personalizado en su lugar. Esta sería una buena oportunidad para que Lieke observe y aprenda. También me gustaría probar técnicas más sofisticadas, como el plegado de acero, pero lo dejaría para cuando un cliente ordene un cuchillo personalizado. El proceso para hacer un modelo personalizado fue idéntico al de hacer un modelo de élite, pero me aseguré de centrar toda mi atención en el cuchillo. Martillé cuidadosamente el metal para darle forma y luego lo calenté a la temperatura adecuada antes de apagarlo. Al final, cuando lo afilé, presté mucha atención a cada diferencia en la sensación que pasaba por las yemas de mis dedos. —¡Brillante! ¡Absolutamente asombroso! No puedo creer que esto haya sido hecho por un humano. ¡Incluso los enanos no podrían hacer algo tan perfecto!; Exclamó Lieke, incapaz de contener su emoción. No tenía ojos para otra cosa que no fuera la herrería. —Este cuchillo es tuyo, Lieke; Dije. En poco tiempo, hice una funda simple, deslicé el cuchillo en ella y se lo entregué. —¡¿Está seguro?!; Preguntó ella. —Sí, tiene demasiado filo para vender. Además, ahora que eres mi aprendiz, somos más o menos una familia; Expliqué. —Sin embargo, ten cuidado con eso. —Entiendo. ¡Haré lo mejor que pueda para poder hacer cuchillos tan buenos como este en el futuro! —Sí, sé que puedes hacerlo.


Vaya, los modelos personalizados si que tomaban un tiempo para hacerlo. Es como una vez y media o dos veces más largo que un modelo básico. Incluso los modelos de élite tardaron más o menos el mismo tiempo que uno básico. En el futuro, también tendríamos que tener en cuenta el costo de las materias primas. Desde esa perspectiva, podría tener más sentido para mí seguir haciendo modelos de élite, mientras que Lieke practicaba haciendo modelos básicos. Después de eso, Lieke lo intentó. En términos de habilidad, éramos casi iguales, pero ciertamente hubo algunos defectos menores en su producto final.



El cuchillo era débil en lugares donde el metal se había distribuido de manera desigual. Esos puntos serían los primeros en fallar con el tiempo y el cuchillo se quebraría. Las partes débiles también tendrían menos capacidad de corte. A través de mis habilidades rotas y mi sabiduría instalada, podía decir de manera innata dónde tenía que golpear el metal para que quedara perfectamente uniforme y en la forma exacta que quería. Además, incluso si no lo intentaba, aún podía martillar el metal hasta convertirlo en un producto impecable. Las habilidades rotas eran habilidades rotas. De hecho, antes de darle el cuchillo personalizado a Lieke, le eché un vistazo de cerca. Realmente puse mucho esfuerzo en él, y el metal parecía estar casi brillando. Este innegablemente estaba en una clase diferente de su cuchillo promedio, normalmente un cuchillo de acero no podría cortar un tronco. Esa hazaña debería haber sido imposible, incluso para un cuchillo hecho con acero de la más alta calidad en mi mundo anterior. Algo no se alineaba del todo con el sentido común que había conservado al vivir en la Tierra. Sin embargo, no podía decir qué era exactamente ese “algo”. Esos detalles no se incluyeron en los datos. ¡Otra vez frustrado! Si los datos fuesen más completos en lo que se refiere a los detalles. En cualquier caso, basándome en lo que sabía de mis habilidades rotas, le expliqué a Lieke cómo ajustar su técnica para arreglar el cuchillo en el que había estado trabajando. Ella escuchó atentamente. Yo estaba en conflicto al ver lo duro que estaba trabajando, teniendo en cuenta que en realidad tenía mucha más experiencia que yo. Luego vino la espada larga. Hice que Samya me ayudara a fundirla. —Ayudarte con la herrería es divertido; Dijo Samya mientras trabajaba. —Súper divertido. —¿En serio? Eres libre de unirte y ayudar cuando tengas tiempo; Le ofrecí. —¡Estupendo! Una vez que la espada larga se enfrió, me encargué de martillar las imperfecciones de la hoja. A diferencia del cuchillo, usamos hierro fundido para la espada larga, pero el proceso en sí no cambió mucho. Le di forma a la hoja con cuidado para producir un producto de alto calibre, martillando la superficie hasta que el metal estuviera uniforme. Tenía que concentrarme ya que esta iba a ser una espada de modelo de élite, no uno básico. Cuando le mostré la espada larga a Lieke, ella dijo, —Aaah, esta es de la misma calidad que la que me mostraste el día que nos conocimos. —Así es. Los hice con el mismo estándar. —Sin embargo, no parece que hayas puesto tanto esfuerzo al hacerlo; Comentó Lieke. —¡Oh! Sí, ahora que has visto mi hacha y mi cuchillo, probablemente te des cuenta. Como señalaste, no tuve que usar toda mi habilidad para hacer esta espada. Al escuchar mi respuesta, ella desvió su mirada hacia mis manos y las miró sin responder. El taller se sumió en el silencio, excepto por el crepitar del fuego.


—Jefe, qué demonios...; Murmuró finalmente. —No importa. Sabía que tendría que escalar montañas en mi aprendizaje, pero ahora entiendo cuán alto debo llegar. A juzgar por su expresión, me di cuenta de que había tomado una decisión. Iba a preguntarle al respecto, pero si ella estaba apuntando al nivel que obtuve a través de mis habilidades rotas, la montaña era realmente alta. Infinitamente alta. Independientemente, yo haría todo lo que pudiera para ayudarla a llegar a donde quería ir. Al final del día, habíamos fabricado cuatro espadas---un modelo personalizado y tres modelos básicos---y dos espadas largas. Si seguimos así, tendríamos suficiente stock para la próxima vez que vayamos a la ciudad. ◇◇◇ Pasamos las siguientes cuatro mañanas construyendo las nuevas habitaciones, con Samya también ayudando cuando no estaba cazando. Después de reforzar las columnas con diagonales, dispusimos las vigas estructurales. Colocamos vigas en lugares que necesitarían pisos e instalamos tablas de piso en la parte superior. Al mismo tiempo, construimos un pasillo entre las nuevas habitaciones y la estructura de cabaña existente. Las paredes exteriores de las habitaciones se convertirían en las nuevas paredes exteriores de la cabaña. De esta manera, cualquier habitación que construyéramos continuaría recibiendo luz natural. En el futuro, si lo necesitáramos, podríamos distribuir las nuevas habitaciones en un cuadrado con un patio central y ampliar el pasillo para que lo envuelva. Un día, si necesitáramos aún más habitaciones, podríamos tener que contratar trabajadores para construir un segundo piso o quizás reconstruir la cabaña nosotros mismos. Pero sólo si se trataba de eso. No tenía planes de expandir la casa hasta ese punto, pero por supuesto, tampoco había planeado que Samya o Lieke se unieran a mí. Mejor preparado que arrepentido y todo eso. En estos cuatro días, Samya había traído cuatro pájaros de su cacería, así que comimos como la realeza todos los días. Dijo que no atrapó nada más grande porque se estaba divirtiendo demasiado con la construcción y la herrería. Los pájaros fueron fáciles de cocinar para mí de todos modos. Pasábamos las tardes en el taller. En total, habíamos fabricado catorce cuchillos y seis espadas largas, por lo que ahora teníamos suficiente stock. Una vez que los vendiéramos, tendríamos que comprar más verduras, carbón y minerales con las ganancias. ◇◇◇ Al día siguiente, los tres partimos hacia la ciudad. Este era la primera salida a la ciudad de Lieke desde que se unió a nosotros. Progresamos rápidamente, tomamos un breve descanso en el camino y pronto llegamos sanos y salvos. Marius estaba una vez más estacionado en la entrada. —Bueno, bueno, miren quién son; Nos saludó. —Hola; Respondí. —Entonces, ahora están viniendo una vez a la semana, ¿verdad?; Preguntó.


—Así es. —Mmm... —¿Qué sucede?; Le pregunté —No es nada; Dijo. —Solo hay unas pocas personas que quieren comprar las espadas largas y los cuchillos. Ellos me han preguntado como contactarte. —Oh, ya veo. Habíamos estado viniendo a vender en el Mercado Abierto una vez por semana, pero no habíamos mantenido un horario estricto. No estaba garantizado que estuviéramos aquí todos los lunes, por ejemplo, si utilizo el ejemplo de los horarios comerciales de mi antiguo mundo. Sin embargo, no quería perder ningún cliente debido a nuestro horario inusual. —Tendré que pensar en eso. No tenemos una tienda donde los clientes puedan ir directamente. Tal vez podamos trabajar con un distribuidor o un intermediario. —Por favor, hazlo. Sería beneficioso para ti también; Respondió Marius. —Cierto. Gracias por decírmelo; Le dije, inclinando la cabeza en muestra de gratitud. Y con eso Marius se despidió. Esta era una encrucijada a la que seguramente habría llegado tarde o temprano. Todavía tenía que averiguar dónde vender los productos de modelo élite, y ahora que Lieke me estaba ayudando con la herrería, estaríamos haciendo más artículos de los que podríamos vender en un día. También tuve que pensar en dónde reabastecer el carbón y el mineral. Sería mejor reabastecer las materias primas en un horario fijo, pero es posible que tengamos que asegurar un lugar para almacenarlas hasta que podamos ir a recogerlas en persona. Teníamos una especie de tienda, pero como también servía como nuestro espacio vital, carecía de un aire de legitimidad. Desde esa perspectiva, una asociación con los comerciantes de aquí en la ciudad comenzaba a tener mucho sentido. Además, no tendríamos que seguir haciendo estos viajes de ida y vuelta. Estos viajes te consumían todo un día, después de todo. Los beneficios de ese modelo de ventas fueron infinitos. Tal vez este era el futuro de nuestro taller. Seguí elaborando estrategias mientras pasábamos la entrada y entramos al Mercado Abierto. Estaba en el proceso de arreglar el mostrador cuando alguien se acercó---era el comerciante ambulante que me había comprado varias espadas largas. —Hey, has vuelto; lo llamé. —Aún no hemos abierto. —Puedo saberlo con solo mirar; Él parecía avergonzado y se rascaba la cabeza. —En realidad, tenía algo que discutir contigo. —¿Conmigo? —Sí. Estaré instalando una tienda aquí pronto; Dijo. —Y no me refiero a un puesto en el Mercado Abierto. Una verdadera tienda. —¡Wow, felicidades!; Le dije, lleno de verdadero deleite por sus noticias.


—Gracias; Respondió el comerciante ambulante. Bueno, supongo que él era solo un comerciante común y corriente. Todavía parecía tímido. —De todos modos, planeo vender una mezcolanza de artículos que he recolectado de diferentes lugares. Como estamos fuera de los muros de la ciudad, no hay restricciones sobre los artículos que las tiendas pueden almacenar. Voy a vender un poco de todo. —Suena emocionante. —Sí. Asi que, tengo una solicitud para ti. ¿Me dejarías vender tus espadas y armas en mi tienda? —¿Hablas en serio?; Pregunté. ¡Esto era exactamente lo que había estado pensando hace un momento! No podría haber pedido una oportunidad más perfecta, pero ¿se suponía que los deseos se concedían tan rápido? Hmmm, pensándolo bien, tal vez Marius había sacado el tema porque ya sabía que esto iba a suceder. Los guardias escuchaban todo tipo de cosas en su trabajo diario. Mis deudas con él realmente se estaban acumulando. Si Marius alguna vez me necesita, haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar. —Por supuesto que hablo en serio; Dijo el comerciante en respuesta a mi pregunta. —Estoy íntimamente familiarizado con la calidad de tus espadas largas. Su uso de "íntimamente" me hizo pensar que él mismo había usado la espada. En ese momento no tuve el coraje de preguntarle los detalles. —Justo estaba pensando en conseguirme un distribuidor; Dije. —Si estás de acuerdo conmigo, estaría encantado de trabajar contigo; De verdad, qué bendición. —¡Estupendo! Gracias; Dijo. —Ah, por cierto, me llamo Camilo. Es un placer conocerte. Él extendió una mano y yo la agarré con firmeza. —Soy Eizo. Vivo en el Bosque Negro. No me preguntes por qué; Bromeé. —Puedo dejar la mercancía una vez por semana. Si mi viaje se retrasa, te avisaré. ¿Qué te parece? —¿Haces todo un recorrido para venir hasta aquí? Con tus habilidades, podrías elegir entre…; Camilo hizo una pausa y reconsideró sus palabras. —No importa. Eres un nórdico con un pasado, ¿eh? No me entrometeré. Incluso tienes a una persona gente bestia y una enana como guardias. Un trío bastante raro. Tus términos funcionan muy bien para mí. —Me alegra escuchar eso; Dije. —Ahora que nuestras negociaciones están completas, también tengo un favor que pedirte. —¿Cuál sería? —Me estoy quedando sin mineral de hierro y carbón, así que estoy buscando un proveedor. ¿Conoces a alguien? —Ya veo. Preguntaré por ahí y aseguraré una línea de suministro para ti; Él prometió. —¿No es mucha molestia? —Para nada. Deduciré los costos del precio de los artículos que reciba de ti. ¿Eso te ayudaría?



—Me ayudarías mucho con eso. —No es para tanto. Nos dimos la mano con entusiasmo una vez más, y así, llegamos a un acuerdo. Le di diez cuchillos y cuatro espadas largas del stock que había traído conmigo hoy, así como un modelo de élite de cada uno, y él me pagó a cambio. Guardé cuatro cuchillos y dos espadas largas para vender en mi propio puesto. No podía dejar que el espacio que ya había asegurado se desperdiciara. Al final del día, había vendido dos cuchillos y una espada larga. Este último fue comprado por uno de los compañeros guardia de Marius. El negocio fue más lento de lo habitual. Mi teoría era que la mayoría de las personas que estaban interesadas en mis cuchillas ya habían comprado una. Me preocupaba qué tan bien se venderían los artículos que le había dado a Camilo, pero solo podía contar con que él haría lo mejor que pudiera. Mientras yo atendía en el mostrador, Samya y Lieke hacían recados. Trajeron tubérculos secos, sal y productos de trigo. Al salir, tenía la intención de dar las gracias a Marius, pero no nos volvimos a encontrar con él. Tendría que atraparlo cuando volviéramos, en algún momento de la próxima semana. El viaje de vuelta fue rápido ya que apenas llevábamos equipaje. Incluso recortamos media hora de vuelta a casa. Todos estábamos cansados de un día de trabajo, así que después de guardar la comida y refrescarnos del viaje---aunque fue un viaje de un día---nos acostamos temprano. ◇◇◇ El día después de nuestro viaje a la ciudad, les pedí a Samya y Lieke que rellenaran el agua y trabajaran en las extensiones de la cabaña. Quería que se construyeran las nuevas habitaciones ya que me sentía mal porque Samya y Lieke habían estado compartiendo una habitación todo este tiempo. Sin embargo, a ninguna de ellas pareció importarle. Lieke en particular procedía de una gran familia, por así decirlo, ya que todos los enanos que componen un taller suelen vivir como una unidad familiar. Mis dos compañeras de hogar en realidad parecían más preocupadas por mí y por el hecho de que había estado durmiendo en el escritorio del estudio. Fue por eso estaban de acuerdo con mi propuesta. Por supuesto, realmente no me importaba de una manera u otra tener una cama, pero en cualquier caso, al menos nuestras metas estaban alineadas. Hoy, no estaría trabajando con Lieke y Samya. En cambio, me escondí en el taller tan pronto como me desperté. El objetivo del día era probar qué tan rápido podía trabajar. Planeé hacer tres cuchillos, tres espadas cortas y tres espadas largas--- todos modelos de élite---para un total de nueve artículos. El proceso para hacer cuchillos y espadas fue diferente, pero incluí esta variación intencionalmente como parte para la prueba de velocidad. Era trabajo, claro, pero también se sentía como un juego. Después de todo, no hay nada de malo en divertirse un poco de vez en cuando. Primero, hice los moldes para los dos tipos de espadas y los rellené con hierro fundido. Mientras esperaba que se enfriaran, trabajé en los cuchillos. Al final del proceso, templé todo y


pulí las cuchillas. En general, me llevó todo el día forjarlo todo. Dudo que hubiera podido hacer tantas cosas en un día, si mis habilidades no hubieran estado rotas. Después del trabajo, me reuní con Samya y Lieke. —No estaba segura de si ir a buscarte para que vinieras a almorzar o no; Me dijo Samya. — Parecías tan concentrado. Hubiera preferido que no lo hubiera pensado tanto... Debería haberme llamado. —No puedo creer que hayas hecho tantos artículos de alta calidad en tan poco tiempo; Dijo Lieke. —Los herreros de todo el mundo están llorando, sabes. No estaba tratando de competir con nadie. Todo lo que quería era tener una vida pacífica. Al día siguiente, también hice algunos artículos básicos. Descubrí que podía aumentar mucho mi ritmo de herrería cuando me lo propongo. Entonces, por el momento, mis prioridades eran 1) Hacer productos lo más rápido posible y... 2) ¡Terminar de construir ambas habitaciones! ◇◇◇ Avanzamos rápido en dos días. Acababa de terminar mi trabajo. Mientras limpiaba y encendía el fuego, Samya se me acercó. —¿Terminaste por hoy? —Sí; Respondí. —Hice todo lo que quería. —Bien. Ven conmigo entonces. —Seguro. Ella estaba animada y alegre mientras me conducía a través de la cabaña, caminé detrás de ella. Cuando llegamos a la sala de estar, me detuve. Algo no cuadraba. No había nada nuevo en la habitación, pero parecía que faltaba algo. —Oooh; Dije cuando finalmente me di cuenta. En la esquina de la habitación junto al dormitorio, había una nueva salida. Ese cambio fue el culpable de mi malestar inicial. —¿Lo terminaron?; Me había concentrado en mi trabajo de herrero todo este tiempo, así que no había prestado atención a la parte nueva de la casa. —Sí; Confirmó ella. —Las dos habitaciones y la pasarela al menos. —¡Increíble!; Sabía que la construcción había ido bien, pero no me había dado cuenta de que estaría terminado hoy. —Hemos estado trabajando duro las 24 horas del día, solo tomando descansos para comer; Explicó Samya. —¡Hoy también! Ella me condujo por el pasillo y vi a Lieke de pie en el otro extremo del pasillo. —¡Buen trabajo, Lieke! —No, no, todo fue de Samya; Respondió ella, humilde como siempre.


El pasillo se abría a las dos habitaciones, e incluso habían terminado el techo. Sin embargo, a las habitaciones todavía les faltaban puertas, muebles y sabanas, por lo que solo la estructura desnuda estaba completa. Por otro lado, significaba que las habitaciones estarían listas para usar tan pronto como instalamos las puertas y las amueblamos. Calculé que no tomaría más de otras dos o tres semanas si fuéramos eficientes. —Todavía tenemos que construir las puertas y los muebles, ¿eh?; Reflexioné en voz alta. Para mi sorpresa, Lieke preguntó, —¿Vamos a instalar puertas?; Su expresión parecía confundida como si hubiera dicho algo completamente extraño. Emití un sonido de interrogación. —Por supuesto que lo haremos... Son el cuarto de las mujeres. —Bueno, en mi casa, solo dos tipos de habitaciones tenían puertas: las habitaciones de invitados y la habitación para el jefe de la casa y su esposa. Ya veo, ya veo. Entonces así fue. Había estado empleando el sentido común de mi mundo anterior y había hablado sin pensar. Menos mal que Lieke asumió que había sido parte de una familia prestigiosa. —Ese puede ser el caso normalmente, pero esta cabaña nunca ha sido normal. Ya es extraño que la cabaña de un simple herrero tenga un dormitorio y un estudio separados, ¿verdad?; Razoné. —En cualquier caso, puede que solo sea mi capricho egoísta, pero quiero que las habitaciones de mi familia y mi aprendiz tengan puertas adecuadas. —No tengo ningún problema con eso, por supuesto; Dijo Lieke. —¿Qué hay de ti, Samya? —No me importa. De todos modos, no es como si hubiera vivido en una casa adecuada antes. —Bien, bien...; respondió Lieke. —Entonces está decidido. Serán puertas simples, pero al menos haré algo con bisagras; Con eso, terminé la discusión. Usando mis habilidades rotas, haría un trabajo rápido con las puertas, pero supuse que el trabajo iba a requerir un poco más de delicadeza que fabricar armas o equipos agrícolas. Esta era la oportunidad perfecta para ver hasta dónde podían llevarme mis habilidades... Ese era mi motivo oculto para construir las puertas. Después de la cena, era hora de ir a la cama. Dormí en el estudio como de costumbre, y las mujeres ocuparon el dormitorio. Desafortunadamente, las habitaciones recién construidas aún no se podían usar. Mañana regresaríamos a la ciudad, pero sería un viaje diferente al habitual. Iba a pasar mis productos a Camilo, y si ya me había asegurado un proveedor, entonces podría usar el dinero de mis productos para pagar el mineral y carbón extra. Con la emoción inundando mi pecho, lentamente me quedé dormido, sintiéndome casi como un estudiante de primaria la noche anterior a una excursión. ◇◇◇ A la mañana siguiente, después de volver a llenar nuestro suministro de agua, Samya, Lieke y yo nos preparamos para el viaje de un día a la ciudad.


—Hoy, dejaremos las mercancías con Camilo y luego repondremos nuestro mineral y carbón. También necesitamos comprar un poco de sal, pero de lo contrario, podemos regresar a casa después de eso. A menos que… ¿hay algo más que ustedes dos quieran hacer?; Pregunté. —No tengo nada en mente; Respondió Lieke. —Yo tampoco; Dijo Samya. —Prefiero estar en el bosque, es más fácil para mí relajarme aquí que en la ciudad. —Si ustedes dos lo dicen... Está bien, entonces regresaremos tan pronto como terminemos con los recados, y podemos hacer un poco de trabajo extra en la casa y el taller en vez. —Sí, eso sería preferible. Será una buena oportunidad para que aprenda, jefe. —Mmhmm; Samya tarareó en acuerdo. Estas jóvenes preferían quedarse en casa a pasar el día en la ciudad... Casi quería llorar. Desde mi perspectiva---la perspectiva de un viejo fracasado, por así decirlo---parecía un poco preocupante. Pero ellas lo habían dicho, no yo, así que volveríamos a casa. Lieke y yo dividimos la mercancía entre nosotros. Como enana, Lieke era muy fuerte a pesar de su apariencia infantil. La mitad de tigre de Samya también la hizo fuerte, pero no la hicimos llevar nada, como nuestra guardia, necesitaba tener las manos libres. Los tres nos dirigimos al Bosque Negro. Esperaba que nuestro viaje fuera tan tranquilo como antes, pero Samya tuvo que detenernos dos veces después de sentir a los lobos cerca. Durante un tiempo, la situación no fue muy buena, pero finalmente nos detuvimos para tomar un descanso. —Nos hemos topado con una sorprendente cantidad de lobos hoy; Le dije a Samya. —Sí, nos estamos acercando a la temporada en que nacerán sus cachorros; Explicó. —¿Así que están buscando comida para las madres? —Sip. El próximo mes, comenzarás a ver lobos con sus cachorros. Son muy lindos. No puedes acercarte a ellos, pero puedes mirar mientras no intentes nada. —Los lobos de por aquí parecen bastante dóciles; Dijo Lieke. Yo había tenido el mismo pensamiento antes. Al principio, supuse que los lobos perseguirían a cualquier humano en el bosque, pero en realidad, no atacarían a menos que fueran provocados. —Mmhmm; Confirmó Samya. —Entre los ciervos arbóreos, los conejos y otros animales, hay muchas presas para que los lobos las cacen. Y es fácil acorralar a la presa debido a lo densos que son los árboles. Con todo eso, la caza es un paseo por el parque para los lobos en este bosque. Además... —¿Además? —Eizo y yo somos bastante fuertes. ¿Quizás tú también, Lieke? Sin embargo, un humano promedio, como los de la ciudad, sería el objetivo perfecto porque, francamente, es la presa más débil. He dicho antes que los lobos no suelen atacar nada que tenga un olor humano, pero eso solo se aplica a las personas que viven alrededor de este bosque.


—Ya veo. Así que sería mejor para mí no aventurarme solo; Concluyó Lieke. —Así es. Siempre llévame a mí o a Eizo contigo si sales. Aunque Lieke era dura y valiente, eso no significaba necesariamente que fuera una buena luchadora. Tenía sentido que Samya o yo la acompañáramos en caso de que tuviera un encuentro con un lobo. —En cualquier caso… ¿se están tomando la molestia de asegurar comida para las madres embarazadas? Los lobos del bosque son bastante nobles, ¿no?; Comenté. —Son inteligentes; Dijo Samya. —Algunos eruditos de la capital afirman que una facción de la gente bestia lupina que vivía en el bosque se separó y volvió a sus vidas como lobos. Esos lobos son los ancestros de los lobos del bosque que conocemos hoy, o eso dicen. —¿Esa historia es cierta?; Pregunté. —Por supuesto que no; Respondió ella encogiéndose de hombros. —Pero el hecho de que la gente lo crea es una prueba de lo inteligentes que son los lobos del bosque. Los lobos que viven en las llanuras no se comparan. Al menos, eso es lo que he escuchado de otros viajeros. —Interesante. Era increíble que estos lobos fueran tan inteligentes, a pesar de que su presa era fácil de capturar... ¿o era todo lo contrario? No tenían que dedicar mucho tiempo a la caza, por lo que tenían tiempo para tener más conocimientos. Las consecuencias del fracaso fueron moderadas. De lo contrario, no podrían darse el lujo de experimentar. Encontré este aspecto de vivir en un mundo nuevo infinitamente fascinante. Seguimos charlando mientras avanzábamos por el bosque. Una vez que estuvimos en la carretera principal, todo fue sin problemas. No hacíamos el viaje muy a menudo, sólo una vez a la semana, pero aun así, fue un milagro para mí que nunca nos hubiéramos encontrado con ningún bandido. Además de eso, no había visto a ningún gente bestia o demi-humano siendo tratado mal, incluidas Samya y Lieke. Este mundo era más desarrollado y progresivo de lo que había imaginado inicialmente. Podría ser diferente dentro de las murallas de la ciudad propiamente dicha, pero no tenía intención de averiguarlo. ◇◇◇ Marius no estaba en la entrada hoy, pero ya me había encontrado con el guardia que estaba de servicio. Él era el que Marius había arrastrado para comprar mi espada larga, por lo que parecía que ya había tenido la oportunidad de probar la calidad de mi trabajo. Le dije que estaba vendiendo espadas largas modelo élite a través de Camilo, y dijo que traería a Marius más tarde para que lo viera. Llegamos en breve a la tienda de Camilo. Era espacioso y grandioso, mucho más de lo que me había dado cuenta, incluso tenía un segundo piso. Lieke se quedó mirando el escaparate. —Qué gran tienda. —Sí, estoy sorprendido por el tamaño también; Le dije. ¿El inventario de alguien como yo era realmente apropiado para una tienda como esta? En el interior, una variedad de artículos se alineaba en las paredes, tal como Camilo había dicho que estarían. Le dije a alguien que parecía un miembro del personal que estábamos aquí


para ver a Camilo y que queríamos entregarle una mercancía. El empleado salió corriendo a buscarlo, y nos quedamos para mirar alrededor. La tienda tenía las necesidades diarias---vajilla y cestas, condimentos como sal (por supuesto), azúcar y varias especias---así como artículos de lujo. También vendía vino, licor fuerte y cerveza. Mis armas se mostraban más atrás. Dos cuchillos y dos espadas largas estaban colocados en los estantes, representando ambos tipos de modelos: nivel básico y élite. —Estas hojas en realidad parecen artículos legítimos a la venta cuando están alineadas de esta manera; Dijo Samya con aprecio. —Sí, conozco ese sentimiento; Tuve que estar de acuerdo. —Arrojarlos en un mostrador en el Mercado Abierto simplemente no se compara. Personalmente, yo no tengo ningún sentido estético para la exposición. Sin embargo, incluso yo podría decir que este arreglo se hizo con buen gusto. Deambulamos un rato antes de que Camilo saliera a saludarnos. —¡Hola, bienvenidos! Vengan conmigo. Hablemos arriba. —Está bien; Dije, y nosotros tres lo seguimos. Nos llevaron a una habitación cerca del rellano del segundo piso. Era espacioso y estaba amueblado con una mesa grande junto con varias sillas, que parecían preparadas específicamente para otros asuntos y negociaciones. Camilo nos instó a sentarnos, y luego tomó la silla frente a nosotros. Una vez que todos estuvimos cómodos, abrí la conversación. —Trajimos más cuchillos y espadas largas hoy, junto con un par de espadas cortas también. ¿Cuántos quieres? —¿Eh? Oh, estaría contento si me pudieras dar todo; Dijo Camilo. —Son productos muy populares. —¿Ah, de verdad? Genial; Le respondí. —Por cierto, ¡esta tienda es enorme! No me dijiste que eras tan importante. —Ah, bueno, asi es el negocio. Atendemos a todos aquí, sin importar si son viajeros, ciudadanos o comerciantes, por lo que tenemos que transportar una gran variedad de productos. El tamaño de la tienda fue simplemente un producto natural de esa filosofía. —Creo que puedo captar la idea. La tienda de Camilo era como uno de los grandes almacenes de mi antiguo mundo. Tenían un poco de algo para todos, ya sea que el cliente fuera un profesional o un ciudadano promedio. Camilo puede estar al frente de una revolución minorista aquí, y quería que tuviera éxito. Sería un honor que mis productos lo ayuden a lograr sus objetivos. —Olvida eso. Tengo algo más para ti; Dijo Camilo con una expresión austera. ¿Quizás no había podido encontrar un proveedor de minerales? —¿Qué sucede?; Pregunté. —Está bien si aún no has encontrado los minerales. Podemos volver en cualquier momento, así que no hay nada de qué preocuparse. —Nah, no es eso. En realidad, tuve una solicitud de un cliente---quiere que forjes una espada personalizada, y me he estado preguntando qué hacer; Confesó.


—Personalizado, ¿eh? ¡Dado el rendimiento de mis espadas personalizadas, no había forma de que pudiera forjarlas para otras personas! Pero... con esa mentalidad, solo podría hacer modelos personalizados para que los usen las personas que me rodean. De alguna manera, necesitaba hacerlos más accesibles. Al verme sumido en mis pensamientos, Camilo dijo, —Eres libre de negarte. Puedo informar al cliente. —Bueno... no me importa hacer una espada para alguien con las habilidades adecuadas. —No te preocupes por eso. Puedo confirmar personalmente si están calificados, tanto en habilidad como en carácter. —Mmm... Aunque quería una forma de verificar por mí mismo, no tenía sentido que viajara a la ciudad cada vez que examinaba a un cliente. ¡Oh! Lo tengo. —Haré una espada para cualquiera que pueda venir a visitarme a mi taller, en persona y solo. ¿Cómo lo ves? —¿Seguro? —Sí, te daré la ubicación; Cualquiera que pudiera cruzar el Bosque Negro hasta mi taller (y mi hogar) ileso de los lobos del bosque que vagaban por ahí, seguramente sería lo suficientemente hábil como para confiarle uno de mis modelos de espadas personalizados. —Está bien, le pasaré el dato al cliente; Camilo estuvo de acuerdo. —Si tienes alguna otra solicitud de los clientes de la que pueda responder, siéntete libre de darles la misma condición. —Está bien. Me volteé hacia mis compañeras. —Samya, Lieke, perdón por decidir esto de manera unilateral. —No tengo objeciones, jefe; Dijo Lieke. —Es lo mismo para mí; Respondió Samya. —Gracias; Le di a Camilo la ubicación del taller y luego pasamos a un nuevo tema: los detalles del comercio de hoy. —¿Pudiste obtener mineral y carbón? —Por supuesto, por supuesto. Pude conseguir bastante; Dijo Camilo despreocupadamente. Por lo que yo sabía, no había grandes cadenas montañosas por aquí, por lo que debió haber traído el mineral desde muy lejos. El carbón era otra historia, pero el mineral no debía ser barato. —Está bien; Reconocí. —Esto es lo que hemos traído de nuestra parte.


Alineé los artículos en la mesa y Camilo los inspeccionó uno por uno. —Estos de aquí tienen una calidad excepcional; Dijo, señalando hacia los modelos de élite. —Y estos son sus productos de calidad normal, ¿verdad? —Sí, hago los modelos básicos con la cantidad en mente, por lo que la calidad es… tal como la ves; Dije. —Entendido. Como dije antes, me llevaré todo lo que has traído hoy. En cuanto al mineral y al carbón, puedo dejar que lo comprueben por ustedes mismos primero. Síganme. Antes de salir de la habitación, Camilo primero llamó a un empleado. La persona que apareció no era el mismo empleado con el que habíamos hablado abajo. Camilo dio instrucciones para poner a la vista la espada corta que trajimos hoy. Luego, nos condujo escaleras abajo usando una escalera que era diferente a la que habíamos tomado originalmente. Estas escaleras conducían a un espacioso almacén, uno que probablemente ocupaba una gran parte del espacio ocupado por la tienda. Incluso con su tamaño, la habitación estaba repleta de productos y suministros. Teniendo en cuenta las conexiones y la inversión financiera que debe haber requerido para construir una tienda con una variedad tan rica de productos, Camilo podría haber elegido un lugar mejor. Debe tener sus propias razones para elegir una ciudad más pequeña como esta. Dada mi propia experiencia, pensé que era prudente no entrometerme. —Y aquí está el mineral y el carbón; Declaró Camilo. —No estabas bromeando... Hay bastante. Era tal como nos había dicho Camilo, pero aun así, la cantidad era más de lo que imaginaba. Si tuviera que usar un barril de vino para comparar, habría conseguido unos dos barriles de cada uno. Lieke y yo podríamos esforzarnos al máximo para fabricar modelos básicos lo más rápido que pudiéramos, y esta cantidad de mineral y carbón aún nos duraría de dos a tres semanas. Incluso con artículos que usaban más materias primas, como grandes espadas o lanzas, podía forjarlos uno al lado del otro y los materiales fácilmente duraban una semana. Si Camilo pudiera suministrarnos esta cantidad de mineral y carbón todas las semanas, nuestro taller no tendría la menor dificultad para funcionar. Además, si solo fuéramos a mantener la misma calidad y cantidad de productos que estamos produciendo en este momento, tomaría aún más tiempo agotar los materiales, él podría disminuir el suministro sin problemas de nuestra parte. Justo cuando estaba pensando eso, Camilo dijo, —No puedo prometerte la misma cantidad todas las semanas, pero será más o menos lo mismo. —No es un problema. Estaríamos bien con un poco menos, en realidad. No podremos usar todo este mineral y carbón en una semana, pero podemos almacenar el excedente. No te preocupes. —Bien, bien. Entonces, hablemos del precio; Dijo. Él expuso los detalles para nosotros. Según él, las materias primas costaron la cuarta parte de lo que valían los artículos que trajimos hoy. Mirándolo de otra manera, solo teníamos que producir una cuarta parte de los productos que trajimos hoy para asegurar un suministro saludable de hierro cada semana.


—¿No es esto bastante barato para ser materias primas? ¿Serás capaz de obtener alguna ganancia?; Pregunté. —Por supuesto. Todavía sigue siendo bastante rentable; Respondió Camilo. —Está bien. Me parece bien entonces. —¿Están de acuerdo con estos precios para sus productos? —Sí; Confirmé. —Podemos discutirlo nuevamente si sucede algo importante. —Suena bien. Los dos nos dimos la mano para cerrar el trato, y con eso, nuestras negociaciones estaban completas. Ahora que la charla había terminado, volví mis pensamientos a los asuntos prácticos. —Hmmm, estas materias primas van a ser difíciles de llevar. —Cierto; Dijo él. —¿Por casualidad no tienes una carreta? Él había preguntado sin esperar mucho, pero milagrosamente, Camilo tenía una solución. — Normalmente, no, pero en realidad tenemos una carreta que no estamos usando en este momento. Sin embargo, todavía está funcional. Con algunas reparaciones, funcionará durante bastante tiempo. Iba a cortarlo para hacer leña, pero recordé que ustedes siempre vienen sin carreta, así que lo dejé así por si lo quieren. —Eso funcionaría perfectamente para nosotros para transportar todo esto a casa; Dije. —Entonces es tuyo. —¿Cuánto sería?; Pregunté. —Es gratis. —¿Gratis? ¿En serio? —No lo estamos usando, así que solo piense en ello como un favor para un cliente valioso. Con cierta vacilación, respondí, —¿Es así? Camilo no parecía estar mintiendo. Tampoco había ninguna razón para que se esforzara por engañar a un herrero que vivía en medio de la nada, así que no pensé que tuviera motivos ocultos. Pero… Tenía que estar seguro. —¿Por qué vas tan lejos por nosotros?; No pedí atraparlo en una mentira---la pregunta era demasiado simple para eso, sino más bien, solo para ver si tenía una razón que pudiera aceptar fácilmente. —Es justo como dije. Me gusta pensar que nuestra asociación continuará en el futuro y que los productos que me suministran son de alta calidad; Explicó Camilo. —Clientes como tú son uno en un millón, así que solo estoy mostrando mi gratitud.


Ya veo. Entonces, no fue solo por la bondad de su corazón después de todo. Decidí tomarlo al pie de la letra por ahora. —Está bien. Gracias, Camilo. Entonces te lo quitaré de las manos. —Sí, todo tuyo. —Oh, ¿puedo comprarte también un poco de sal y vino? Puedes sacar el costo de mis ganancias; Dije. —Seguro. Tendré tu carreta preparada con los productos mientras calculo el total final, entonces, ¿qué tal si matas el tiempo y regresas en aproximadamente media hora? —Está bien, te lo dejo a ti entonces. —No hay problema. Y así, nos separamos temporalmente de Camilo. Cuando salimos de su tienda para pasear, me quejé con Samya y Lieke. —Dijo que matara el tiempo, pero no tengo idea de adónde ir. Solo he estado en el Mercado Abierto. —¿Ah, en serio?; Dijo Lieke, sorprendida. —Yo soy la que sale a comprar la sal, la carne de cerdo y otras necesidades; Explicó Samya antes de que pudiera decir una palabra. —Eizo siempre estuvo a cargo de la tienda. —La única tienda en la que he estado, si puedes llamarlo así, es la taberna a la que nos llevaste... En la que charlamos por primera vez, Lieke. —Bueno, ¡está decidido entonces! Exploremos hoy y veamos qué tipo de tiendas ofrece el nuevo distrito del mercado; Por sugerencia de Lieke, nos dirigimos hacia la bulliciosa y ruidosa multitud. El distrito constaba de una variedad de secciones diferentes, había lugares con escaparates impresionantes alineados cuidadosamente uno al lado del otro, y también lugares con carretas y puestos en su mayoría. Sin embargo, no hubo secciones tan ásperas y caóticas como el Mercado Abierto. Naturalmente, también había una plétora de artículos a la venta. La mayoría de las tiendas se especializaron en un tipo de producto, pero hubo algunas excepciones a la regla. Sospeché que una de las razones por las que a las tiendas les iba tan bien era en realidad por la cantidad de tráfico que pasaba por el Mercado Abierto. Tenía curiosidad por saber por qué había tantas tiendas aquí, así que hice mi pregunta en voz alta y Lieke respondió. —Esta ciudad es el punto medio para los viajeros que circunnavegan el Bosque Negro. La gente del sur, por ejemplo, pasa por esta ciudad sin importar si su destino final es el norte o el oeste. Siempre has venido directamente del Bosque Negro, jefe, así que probablemente no te hayas dado cuenta. Eso es cierto. Para la gente normal, un viaje por el bosque era demasiado arriesgado, por lo que no tenían más remedio que tomar un desvío para rodearlo. El punto medio de esa ruta era una posición estratégica para una ciudad, tanto desde el punto de vista militar como cultural. Eso era lo mismo que en la Tierra. El razonamiento estaba claro para mí, pero Samya parecía completamente perdida ante la explicación de Lieke. Parecía que no podía relacionarse en absoluto ya que había estado


viviendo en diferentes áreas del bosque durante toda su vida. Bueno, como señaló Lieke, yo estaba parcialmente en el mismo barco que Samya. Deambulamos, deteniéndonos en tiendas aquí y allá. Una vez que pasó suficiente tiempo, regresamos a la tienda de Camilo y nos encontramos con una carreta cargada con mineral de hierro, carbón, bolsas de sal y toneles de vino. A pesar de la carga, la carreta también tenía espacio para más. Tampoco se trataba de una simple plataforma con ruedas, como las que se usaban en Japón durante el periodo Edo. Más bien, se parecía más a la parte trasera de una camioneta, donde el frente y los lados estaban encerrados con una cerca baja. La parte de atrás no estaba cercada porque era el lugar donde se cargaba y descargaba las cosas. La comparación más precisa que se me ocurrió fue una carreta tirada por caballos sin caballos. Camilo salió a recibirnos en persona esta vez. —Hey, han vuelto; Él se acercó a mí y me tendió un sobre. —Aquí está el dinero que te debo por hoy. Revisé por si acaso, pero parecía la cantidad correcta. —Entendido. Nos vemos la próxima semana. —¡Estaré esperando!

Nos pusimos en marcha para regresar a casa con nuestro nuevo modo de transporte asegurado. Dicho esto, la carreta era principalmente para transportar equipaje, así que Lieke y yo tuvimos que tirar de él. Samya estaba exenta ya que era nuestra guardia. Aunque podría haber viajado con la carga, optó por caminar junto a nosotros. La carreta era pesada, cargado con todo lo que íbamos a traer, pero las ruedas fueron de gran ayuda. Todavía podíamos avanzar a un ritmo rápido. Me preocupaba que las ruedas se atascaran en el bosque. Sin embargo, la tierra estaba compactada en lugar de arcillosa, como lo habíamos experimentado de primera mano al cavar los orificios de las vigas de soporte para las nuevas habitaciones. Esperaba que lo lográramos sin demasiado alboroto. Y en el peor de los casos, Samya podría ayudar a empujar la carreta desde atrás. Pero tenía una preocupación más en mente: la seguridad. Obviamente, estábamos remolcando mercancías, por lo que seríamos un blanco tentador para los bandidos, mucho más de lo que habíamos sido como solo tres viajeros a pie. No creía que hubiera ninguno por los alrededores, sobre todo porque Samya nunca había detectado ninguno. Sin embargo, no cambió el hecho de que, si nos encontrábamos con alguien, ahora éramos una presa más jugosa. Por supuesto, no caeríamos fácilmente. Samya estaba blindada y armada con un arco personalizado, y ella era nada menos que una gente bestia de tipo tigre. Yo también estaba aquí para ayudar si estábamos en peligro. Aun así, sería mejor si nadie nos atacara en absoluto. Hablé de mis preocupaciones con Samya y le pedí que estuviera más atenta de camino a casa. Al final, sin embargo, llegamos al bosque sin que pasara nada. Aun así, de ahora en adelante, debemos planear estar en guardia mientras nos dirigimos a casa. De repente me acordé de


una línea de una canción infantil que escuché en Japón que decía algo así como: "Ir es fácil, pero regresar es difícil". Una vez que estuvimos en el bosque, las ruedas rodaron suavemente por la tierra sin hundirse, tal como esperaba. También me preocupaba si la carreta era lo suficientemente angosto para caber entre los árboles, pero los del Bosque Negro eran lo suficientemente escasos como para que pasara. La carreta en sí no era muy ancha de todos modos. Por supuesto, costó más esfuerzo arrastrarlo por la tierra que por la carretera bien mantenida de la ciudad. —¿No sería bueno arreglar un pequeño camino a través del bosque?; Reflexioné. Pero entonces Lieke me recordó: —Si construyéramos una carretera, la prueba que le propusimos a Camilo sería inútil. Sería pan comido que los clientes vinieran al taller, jefe. —Estás en lo cierto. Acabábamos de discutir esto con Camilo---haría armas personalizadas solo para aquellos que realmente tenían la habilidad suficiente para manejarlas. Si despejáramos un camino, el desafío se convertiría simplemente en una prueba de seguir el camino. Y con eso, perdería todo mérito y se convertiría en nada que un viaje rutinario para comprar tofu. Eso no sería bueno. Los tres llegamos a casa sanos y salvos sin tener ningún problema importante. Sería una bendición si todos nuestros viajes fueran tan tranquilos como este, pero tarde o temprano, los problemas nos encontrarían. Con suerte, podremos resolverlo con el mínimo esfuerzo cuando llegue el momento... Descargamos la carreta y trajimos todo dentro de la cabaña. La sal y el vino no eran difíciles de mover, pero llevar todo el mineral y el carbón consumía mucho tiempo, incluso con tres de nosotros. En definitiva, fue un día completo de trabajo. Tal vez podría pensar en una forma de traer mercancías con una carreta inclinada. Para cerrar el día, tuvimos una cena extravagante que consistía en papilla de trigo acompañadas de cecina y tubérculos cocidos en el vino que habíamos comprado (y un poco de agua). La carne no tenía ningún sabor a caucho y era bastante sabrosa. Tanto Samya como Lieke también le dieron buenas críticas, así que me aseguraré de agregar este plato a mi repertorio en el futuro. ◇◇◇ Al día siguiente, volvimos a nuestras rutinas de construcción de las nuevas habitaciones y herrería. Para este último, cambiaría mi enfoque a los modelos de élite de ahora en adelante, y Lieke estaría trabajando en los modelos básicos. También tuve que pensar en desarrollar nuevas armas para el futuro. Por el momento, estaríamos agregando espadas cortas a nuestra alineación regular. Estas fueron forjados de la misma manera que las espadas largas, la única diferencia entre los dos era la longitud de la hoja. La longitud reducida de la espada corta la convirtió en un arma versátil que era fácil de manejar, y esa fue exactamente la razón por la que elegí hacerlas. La alineación de la Forja de Eizo ahora constaba de tres tipos de armas blancas, cada una con una longitud diferente: cuchillos, espadas cortas y espadas largas. Cada producto tenía un modelo básico y un modelo élite también.


Lieke y yo nos dirigimos al taller para comenzar nuestro trabajo de herrería del día. Samya, por otro lado, salió de la casa, declarando que atraparía un par de pájaros o conejos. Supuse que ella no quería cazar ciervos hoy porque preferiría estar libre para ayudarnos mañana. Además, ya teníamos mucha carne almacenada. Primero, Lieke y yo tuvimos que fundir el mineral para producir las placas de metal que se usarían para las armas. Antes de comenzar, comparamos la calidad del mineral que recibimos ayer con las piezas que ya teníamos en stock desde que llegué por primera vez a este mundo. Inspeccioné cada tipo con cuidado, teniendo en cuenta mis datos instalados. La calidad del stock original era ligeramente mejor, pero no había mucha diferencia. —A mí me parecen iguales. ¿Qué opinas, Lieke?; Le entregué las dos piezas que había estado comparando. —Veamos...; Después de un momento de análisis, ella dijo, —Es como dice, jefe, la calidad es casi idéntica. Quien evaluó el nuevo mineral que recibimos debe tener muy buenos ojos. —Muy bien, usemos los nuevos entonces; Dije. —Entendido, jefe. Encendí un fuego en la bloomería mágica usando mi propia magia y luego agregué carbón junto con el mineral, que ya se había roto en pequeños pedazos. Alterné entre avivar las llamas con magia de viento y dejar descansar el fuego y el metal. Después de repetir los dos pasos varias veces, tenía un lote de hierro---o acero, para ser más precisos---listo para usar. Si este hubiera sido un horno no mágico, como los que se usaban en el antiguo Japón, habría habido muchos más pasos: después de calentar el mineral mediante usos alternativos de los fuelles, el cuerpo de la fragua se habría roto. para extraer el acero tamahagane puro---la amalgama metálica de hierro y acero con calidad variable---de la bloomería. Sin embargo, este horno mágico no producía ningún desecho, que era, para decirlo sin rodeos, la basura producida durante el proceso de fundición. Con este horno, solo quedaba el acero utilizable, eliminando así la necesidad de romper el recipiente del horno. El paso final en nuestro proceso de fundición fue verter el acero fuera del horno. La nuestra era grande, por lo que produjo una buena cantidad de acero cuando se llenó por completo. Pensar que las habilidades rotas que me concedieron se extendieron hasta aquí, ¡increíble! Sentí un poco de pena a los otros habitantes de este mundo, pero no podía dejar que estos regalos se desperdiciaran. —Lucen bien. ¿Continuamos? —Sí, jefe. Después de remover el acero, tomamos una porción considerable del metal enfriado y lo recalentamos en la fragua. Cuando estuvo completamente caliente, lo retiramos del fuego nuevamente, y juntos, Lieke y yo lo martillamos. Darle forma tomó tiempo y esfuerzo. Una vez que se completó, retrocedimos para evaluar nuestro trabajo. —No está mal, debo decir. —Sí estoy de acuerdo. De hecho, está mejor hecho que la placa de metal que tenemos almacenada actualmente; Dijo Lieke.


—Confío en tu juicio de todo corazón. Avancemos. —¡Bien! Pasamos el resto del día fundiendo minerales en placas de metal. Justo cuando estábamos terminando, al anochecer, Samya regresó de su cacería. —¡Ya regresé!; Ella nos llamó. —¡Bienvenida de vuelta!; Respondí. —Lieke, este es un buen momento para detenerse. Dejemos las cosas por hoy. —Entendido, jefe. Limpiamos el taller rápidamente y regresamos a la sala de estar donde Samya estaba esperando. —¿Qué acabaste capturando hoy?; Pregunté. —Conejos; Como me había explicado anteriormente, estos conejos tenían orejas que parecían hojas de hierba. Ella se las había arreglado para atrapar a tres. No eran muy grandes, por lo que no nos llevó mucho tiempo despellejarlos y trozarlos. Tampoco tenían mucha carne en los huesos, pero era suficiente para nosotros tres. Como ayer, disfrutamos de otro festín de lujo. Serví el conejo como bistec acompañado con salsa de vino y, junto con la carne, comimos pan sin levadura y una sopa de tubérculos y venado curado (que sobró de la comida de Lieke y de mi). Me metí un bocado de conejo en la boca y quedé maravillosamente impresionado. —¡Está delicioso! —Lo sé; Dijo Samya. —Son difíciles de atrapar, pero la suerte estuvo de mi lado hoy. —Está bastante sabroso; Lieke hizo un cumplido. El día llegó a su fin, marcado por la banda sonora de un delicioso conejo. Si bien todos disfrutamos de nuestra comida, tenía otra sugerencia para compartir con todos. —Hemos ahorrado una buena cantidad de dinero, así que propongo que hagamos una pausa en la herrería la próxima semana y nos concentremos en la cabaña. Todavía tenemos que hacer las puertas y las camas. —Es cierto; Lieke estuvo de acuerdo. —También hemos hecho muchas cuchillas, por lo que deberíamos poder parar por una semana. —¡Genial, yo también ayudaré! Tampoco nos falta carne, ¿verdad? Parecía que tanto Lieke como Samya estaban a bordo. —Entonces está decidido. Además, la próxima vez que estemos en la ciudad, podemos pedirle a Camilo que nos ayude a encontrar sabanas. Nos fuimos a dormir, entusiasmados por nuestras próximas vacaciones de una semana.


Capítulo 3 Las delicias de las vacaciones

Al día siguiente, nos preparamos para otro viaje a la ciudad y cargamos nuestras mercancías en la carreta que nos había dado Camilo. Trajimos las armas habituales, pero con un extra: la mitad de las hoces que tenía en el inventario. En general, los productos no eran demasiado pesados, por lo que pudimos movernos a nuestro ritmo habitual. El viaje transcurrió sin incidentes. Aparte de un par de conejitos bastante adorables, no encontramos nada en el bosque ni en la carretera principal. Después de llegar a la ciudad, nos dirigimos directamente a la tienda de Camilo y le pedimos a los empleados que lo llamaran por nosotros. Camilo salió a saludarnos con su habitual aire relajado. —Hey. —Hey; Respondí de vuelta. —¿Cómo va el negocio? —Lento pero seguro. No tenemos problemas con el movimiento de stock ni con la escasez de suministros. —Entonces, lento pero seguro; Estuve de acuerdo. —¿Cierto? —Mmmhmm. Compartimos unas cuantas carcajadas antes de pasar al informe de inventario del día. —Dejamos la carreta al lado del almacén; Dije. —Hoy tenemos los artículos habituales, pero también trajimos algunas hoces. Intenté venderlos antes, pero sin suerte, ¿los quieres? Siéntete libre de decir que no. —Cuanto más inventario, mejor. Te los quitaré de las manos y agregaré su precio al total; Dijo. Él llamó a un trabajador con un breve "¡Ven aquí!" y le pidió que llevara la mercancía a la tienda. Una vez que terminó de dirigirse a su empleado, continué. —Otra cosa... No podremos venir la próxima semana. ¿Será eso un problema para ti? —No, no hay problema, pero... ¿Pasó algo?; Preguntó esto tentativamente, y su expresión parecía ansiosa. Probablemente estaba recordando mis "circunstancias especiales"---tal vez un error inoportuno que cometí, o algo por el estilo---que me llevó a vivir en un lugar como el Bosque Negro. Seguro que le preocupaba que en cualquier momento me pudiera pasar algo y él no se enterara, algo que me impidiera volver aquí en el futuro. —Nada en particular; Le aseguré. —Nos centraremos en las mejoras para mi hogar la próxima


semana, por lo que nos tomaremos un breve descanso de la herrería. —Entendido. Entonces, ¿la próxima vez que nos veamos será dentro de dos semanas? —Sip. Oh, si es posible, ¿puedes conseguirnos dos juegos de sabanas para ese momento? Él accedió fácilmente. —¿Dos juegos? De acuerdo, veré qué puedo hacer. Concluida la charla de la tienda, compramos un poco de sal, vino y verduras, él restó el costo de nuestras ganancias. Cuando emprendimos el regreso a casa, reflexioné sobre el presente y el futuro. Este intercambio con Camilo se estaba convirtiendo en parte de mi nueva normalidad. No era como si hubiéramos estado de acuerdo con este guión de antemano, pero de alguna manera, se convirtió en una rutina cómoda. Esperaba que continuara por mucho tiempo. Cuando dejamos el mercado y la cerca que lo rodeaba, miré a los guardias apostados allí, pero Marius no estaba de servicio. Tampoco lo habíamos visto esa mañana. Decidí que si no lo atrapábamos en el próximo viaje, preguntaría por ahí. Había pasado tiempo desde que compró el cuchillo y la espada larga en mi puesto en el Marcado Abierto. Supuse que, si tenía algún problema con las cuchillas, probablemente las llevaría a la tienda de Camilo. Pero, si es posible, prefiero preguntarle cara a cara. Pronto dejamos atrás la ciudad y antes de que me diera cuenta, habíamos llegado a casa. Después de traer los suministros y almacenarlos en sus respectivos lugares, nuestro trabajo del día estaba terminado. Durante la cena, discutimos nuestros planes de construcción para la próxima semana. —Mañana, empecemos con las puertas; Sugerí. —Yo me encargaré de las bisagras. ¿Pueden ustedes dos hacer la puerta de madera? —Entendido; Dijo Lieke. Samya también estuvo de acuerdo con un simple, —Está bien. Así que el plan era que termináramos las puertas y luego pasáramos a las camas. Después de haber construido ambos, las habitaciones estarían listas para usar, ¡y los tres finalmente tendríamos nuestras propias habitaciones! Todos los detalles estaban resueltos cuando de repente recordé algo crucial. —¡Oh no!; No pude evitar mi exclamación de sorpresa. Sorprendida por mi arrebato, Samya preguntó, —¿Q-Qué pasa, Eizo?;Junto a ella, Lieke parecía igualmente atónita. —No, no te preocupes, es solo que… Yo también quería construir una habitación de invitados, pero lo olvidé por completo; Literalmente no lo había recordado hasta hace un segundo. La cabaña, tal como estaba, no tenía espacio adicional para invitados.


Estaba empezando a hundirme de nuevo en mis pensamientos cuando Lieke ofreció su propia sugerencia, —¿Y si renovamos el estudio? El dormitorio del jefe... bueno, Samya y yo lo estamos usando en este momento, pero tu dormitorio es amplio y espacioso. Si cambia el escritorio y la silla actuales por los del estudio y luego agrega una estantería, creo que su dormitorio podría funcionar como un espacio de trabajo. Y quitando esos muebles, el estudio tendría suficiente espacio libre para agregar una cama. —Entiendo lo que estás diciendo; Parecía que eso funcionaría. No tendríamos suficientes sabanas para una tercera cama, pero no es como si estuviéramos esperando visitas en el corto plazo. Siempre podría quitar la sabana de mi cama y ofrecerla a los invitados en caso de emergencia. Después de un momento de consideración, fui con eso. —Está bien, sigamos con ese plan. Pero tendremos que agregar una cama más a la lista de cosas por hacer. —Podemos hacer nuestras camas primero como práctica y dejar la cama de invitados para el final. Para entonces, todos seremos expertos en esto; Dijo Lieke. —Suena como un plan. Y así quedó fijado nuestro itinerario para los próximos días. No estaríamos ganando dinero por el trabajo, ¡pero también era importante reservar tiempo para nosotros mismos!

Empecé a la mañana siguiente en el taller con un objetivo: hacer las bisagras de la puerta. Para empezar, calenté un poco de la placa de metal que Lieke y yo habíamos hecho. Golpeé el metal con mi martillo para aplanarlo en una pieza más delgada con un área de superficie más grande. Luego, corté la lámina de metal en pequeñas secciones. Para cada pieza, recorté un pequeño cuadrado de dos de las esquinas y luego otro cuadrado en el borde entre las dos esquinas. La forma resultante parecía un rectángulo del que sobresalían dos pestañas. Doblé las dos pestañas en cilindros huecos y esperé a que las piezas se enfriaran. Luego, deslicé dos de las piezas juntas, de modo que sus lengüetas cilíndricas se entrelazaran como piezas de un rompecabezas. Pasé un alfiler por todos los cilindros alineados, lo que creó un punto de giro sólido para cada bisagra. Ya había calentado el pasador lo suficiente como para que fuera ligeramente maleable, así que todo lo que tenía que hacer era martillar los extremos del pasador para crear una tapa plana en cada lado. Esto conectó permanentemente las dos piezas y se aseguró de que todo el metal permaneciera unido. Con eso, la bisagra estaba completa. Me mantuve ocupado mientras esperaba que el producto terminado se enfriara. Todavía no había tenido ningún contratiempo en el proceso, así que decidí que no sería una mala idea hacer más bisagras. Los extras serían útiles si los originales se rompieran o cuando tuviéramos que construir más habitaciones. En poco tiempo, yo mismo tenía un montón considerable de bisagras de puertas.


Cuando salí del taller para ver cómo estaban Lieke y Samya, las encontré todavía forcejeando con la puerta. Sin embargo, habían hecho un buen progreso y estaban a más de la mitad de terminar. —¡Terminé las bisagras y vengo a ayudar!; Declaré. —¡Jefe! Bienvenido; Dijo Lieke. Les dije a las dos que continuaran trabajando en la puerta que ya habían comenzado y yo comencé a trabajar en una nueva puerta. Para empezar, tomé cuatro de los tablones que habíamos cortado y los dispuse en un rectángulo, que formó el marco exterior de la puerta. Para la puerta en sí, junté tablones en forma horizontal que coincidían con el tamaño del marco de la puerta, la reforcé y luego coloqué una manija en el centro. La manija solo estaba destinada a abrir la puerta ya que no incluí una cerradura. Sin embargo, agregué un pestillo simple por seguridad. Mientras trabajaba, Samya y Lieke terminaron de hacer su puerta. —Pueden agarrar algunas bisagras del taller; Les dije. —Adelante, instalen la puerta en el umbral. —Entendido; Dijo Samya con una brillante sonrisa. Últimamente ella se había dedicado mucho a la herrería y la carpintería. Algún día, incluso podría ser capaz de trabajar sola y se convertiría en un activo importante como herrero y carpintero. Samya solo necesitaba derribar un animal grande durante sus cacerías para que tuviéramos suficiente para comer, siempre terminamos con muchas sobras almacenadas también. De ahora en adelante, podría tener su ayuda más a menudo con la herrería. Sería útil si pudiera ayudar a Lieke cuando estoy ocupado o si, por alguna razón, no puedo seguir con mi rutina normal de herrería. Esa puerta me tomó el resto del día para hacer. Una vez que terminé, me acerqué al lado recién ampliado de la casa para poder adjuntarlo. Lieke y Samya habían terminado con su trabajo y ahora estaban probando la puerta, abriéndola y cerrándola repetidamente. —¿Cómo se siente?; Pregunté. —¡Bien! Funciona perfectamente; Respondió Lieke. —Se abre y se cierra con apenas un toque. —¡Bueno, las bisagras fueron hechas por nada menos que su servidor!; Me alabé. —Dices eso como si fuera una broma, pero creo seriamente que esa es la razón; Comentó Lieke sin una pizca de sarcasmo. Charlamos mientras colocaba mi puerta en la abertura. Ahora que lo pienso, tendría que hacer más clavos para reponer nuestro suministro pronto. Al final del día, teníamos ambas puertas unidas, ¡y el esqueleto de la casa finalmente estaba completo! ◇◇◇


Al día siguiente, pasamos a construir las camas, de acuerdo con nuestro plan. Si hubiéramos estado fabricando productos pulidos destinados a venderse como productos, habría sido imposible terminar todo en los seis días que nos quedaban. Sin embargo, solo estábamos haciendo camas para nuestro propio uso, por lo que no necesitaban ser nada lujoso. Tuve un breve conflicto sobre qué hacer con la cama de invitados, pero al final, decidí que estaría bien si la cama estaba diseñado toscamente; De todos modos, no anticipé ningún visitante a largo plazo. No estaba fuera del alcance de la posibilidad que un noble de la capital nos hiciera una visita, y por supuesto, cualquier aristócrata miraría con malestar el tipo de cama simple que estaba imaginando. Después de todo, los nobles tenían que tener estándares para mantener su honor. Pero este taller no era más que una humilde herrería, entonces, ¿qué podían esperar realmente? Además, la condición que puse para quien quisiera un modelo personalizado era que tenía que visitar personalmente la herreria y venir solo. Cualquiera capaz de eso probablemente podría soportar un poco de trato rudo. En cualquier caso, nadie iba a venir aquí desde el principio. Ahora bien, es hora de poner en marcha el trabajo del día. —¡Está bien! Hoy vamos a hacer las camas. Las dejaré a ustedes dos para cortar las tablas a medida. Avísenme cuando hayan terminado y tallaré las ranuras para las uniones. Lieke respondió con su tradicional —Entendido. —Mmbien; Fue la respuesta de Samya. Íbamos a trabajar en los mismos grupos que ayer. Lieke y Samya harían una cama, y yo haría el otro. Todos decidimos trabajar afuera ya que el cielo estaba despejado y la luz del sol era agradablemente cálida. Ayudó que no hubiera escasez de espacio alrededor de la cabaña. No había forma de que pudiéramos terminar todo hoy. Pero estaría contento si termináramos de cortar toda la madera al tamaño correcto, luego estaríamos listos para ensamblar las camas al día siguiente. Con suerte, para el final de mañana, tendríamos las camas construidas e instaladas en los lugares que les corresponden en los nuevos dormitorios. El plan después de eso era trabajar en la cama de invitados, y terminaríamos la semana remodelando mi dormitorio y el estudio. ¡Ese fue nuestro itinerario completo de seis días! De vuelta al presente. Para empezar, tuvimos que cortar las tablas a medida. Afortunadamente, todavía teníamos mucha madera seca; Las plataformas de transporte que habíamos construido para transportar el ciervo de Samya se habían hecho con árboles frescos, así que cosechamos y secamos esa madera para convertirla en madera aserrada. Como no teníamos reglas, cortamos algunas piezas de madera aproximadamente del largo y ancho de una cama y luego las usamos como nuestras medidas base. Así fue también como estimamos cuál debería ser la altura de la cama. Una vez que descubrimos los tamaños, el proceso se volvió mucho más rápido y pronto estábamos produciendo tablas de madera una tras otra. El tiempo pasó rápidamente cuando entramos en una especie de trance de carpintería.


—Jefe, esta pieza está lista para que la talles. —No hay problema. Este tipo de intercambio simple también sucedió esporádicamente. Recorté orificios para las uniones entrelazadas, de modo que estuvieran listas para encajar en su lugar cuando ensamblamos todas las piezas. Al final del día, pudimos terminar todas las piezas individuales. Día dos: Hora del montaje. Cuando me detuve a pensar en ello, me di cuenta de algo---en mi viejo mundo, incluso construir muebles a partir de piezas preensambladas vendidas en tiendas de muebles requería mucho tiempo y esfuerzo. Con esa experiencia en mente, establecí mis expectativas para el día en consecuencia. No fue tan difícil trabajar con un martillo, pero construir la cama con precisión fue más difícil de lo que parecía. Conseguimos juntar las piezas, una a una, y por fin, ¡teníamos dos camas listas para usar! Cuando los movimos a las dos habitaciones, Lieke dijo, —Todo lo que hicimos fue agregar una cama, pero la habitación ya se siente mucho más hogareña, como un lugar donde alguien realmente vive. —Sí; Samya estuvo de acuerdo. —Nunca había dormido en una cama antes de venir aquí, pero me he acostumbrado. La cama definitivamente lo hace sentir como, ya sabes, una habitación. —Los enanos tienen habitaciones, pero estamos más acostumbrados a dormir todos juntos. De hecho, nos sentimos un poco inquietos cuando estamos en habitaciones separadas; Admitió Lieke. —Espera. ¿No dijiste que habías ayudado a construir habitaciones antes, Lieke? Pregunté. —Sí, pero cada habitación suele albergar a una familia entera. No ponemos camas, solo estanterías y muebles de uso común. Por supuesto, los enanos de diferentes géneros que no son familia no duermen en la misma habitación. —Ya veo. Una persona, una cama. Eso me pareció de sentido común, pero podría necesitar reevaluar mi forma de pensar en este mundo. Parecía que yo era en realidad el hombre extraño aquí. Me preguntaba cómo vivía la gente de la ciudad, tanto dentro como fuera de los muros. —Bueno, en cualquier caso, nuestra casa realmente está tomando forma. —Sí; Dijo Samya. Lieke estuvo de acuerdo. —Sí. Como era un día monumental para todos, saqué un poco de vino con la cena. —¡Salud! —¡Salud! ¡Wohoo!


—¡Salud! Todos brindamos con nuestras copas de madera. Estas chocaron juntos en el medio de la mesa con un fuerte golpe satisfactorio. Servir vino con la cena hizo que se sintiera un poco más como una verdadera celebración. Eran pequeños momentos como este los que eran realmente preciosos en la vida. —Samya, ¿tú y tu familia nunca vivieron juntos?; Pregunté. —Solo cuando era niña; Respondió ella mientras tomaba grandes tragos de su copa. —Viví con mi mamá y mis hermanos hasta que tuve un año. Había mucho que aprender en ese entonces. Después de eso, me independicé y me mudé. Incluso cuando vivíamos juntos, todos compartíamos una habitación, así que no era como esta cabaña donde todos teníamos nuestro propio espacio. Lieke bebió su bebida buena gana. —Es lo mismo para los enanos; Dijo después de escuchar la historia de Samya. —Toda la familia, tanto hombres como mujeres, vivimos en la misma habitación, pasamos el tiempo juntos y aprendemos técnicas de herrería. Una vez que llegamos a cierta edad, dejamos el taller de nuestra casa para viajar y aprender más. Aprendemos lo que podemos y luego volvemos a casa. —Sus estilos de vida son realmente similares; Comenté, —Al menos hasta el punto en que regresan a casa después de su aprendizaje. —Correcto, como dije antes, el objetivo es traer nuevas técnicas al taller de nuestra familia; Respondió Lieke. Ella había terminado su primera copa y ahora se estaba sirviendo una segunda, pero apenas estaba sonrojada. —A veces, sin embargo, los aprendizajes no conducen a ninguna técnica nueva, solo mejoramos nuestras habilidades existentes. Incluso hay ocasiones en las que el enano elige quedarse en su taller de aprendizaje en lugar de irse a casa. —¿No regresan?; Pregunté con sorpresa. ¿No anularía eso el propósito de viajar en primer lugar? Lieke asintió y dijo, —Sí. No es inaudito que un enano macho... se haga amigo de la hija del jefe del taller, y lo mismo con una enana hembra y un muchacho o jefe del taller. Es bastante común cuando el aprendizaje es en un taller dirigido por otro enano, pero también sucede con los talleres dirigidos por humanos. Después de todo, los géneros entre ambas razas funcionan igual. —Ah, así es como es; Bueno, no puedes detener a dos jóvenes enamorados. —En mi caso, claramente tengo mucho que aprender de usted, jefe, ¡así que he decidido traer todo de vuelta al taller de mi familia! Tomé un pequeño sorbo de mi propio vino. —Ya veo. Eso es bueno. ◇◇◇ —Hoy vamos a hacer la cama para la habitación de invitados, así que iremos con un diseño un poco más elaborado; Declaré a la mañana siguiente.


—¿Qué tipo de diseño?; Preguntó Lieke. —Cómo lo describo...; Murmuré. Las otras dos camas eran para nuestro uso personal, así que nos quedamos con un modelo simple. Para la cama de invitados quería que instaláramos un cabecero con estanterías básicamente. Consideré agregar tallados decorativas, pero finalmente decidí no hacerlo, tenía miedo de que terminara pareciendo llamativo. Le expliqué todo a Samya y Lieke, y lo aceptaron fácilmente con sus afirmaciones habituales. —Entendido. —Entiendo. Para empezar, hoy tuvimos que cortar los tablones del cabecero y los estantes, junto con el resto del marco. Entonces, podríamos comenzar con el montaje. Solo teníamos que hacer una cama, así que si trabajábamos rápido, podríamos comenzar a armar la cama hoy... o eso esperaba. Acabamos terminando en un momento incómodo debido a la madera adicional necesaria para la cabecera. Quedaba algo de tiempo en el día, pero no lo suficiente como para que tuviera sentido seguir trabajando. —Está bien, detengámonos aquí por hoy. Podemos terminar el resto mañana; Anuncié a todos. —Está bien. —De acuerdo. Con las horas que quedaban en el día, hice clavos en el taller. Terminaron siendo mas unos clavos de estilo japonés con tallos cuadrados, en lugar de las occidentales cilíndricas. Amasé una buena cantidad antes de que terminara el día. Los clavos japoneses eran muy duraderos. Tal vez algún día esta cabaña se convertiría en una especie de propiedad cultural rara... tal vez. Aunque, ¿no sería eso interesante? ◇◇◇ Temprano a la mañana siguiente, comenzamos a trabajar de nuevo. Antes de armar la cama de invitados, primero reorganizamos las habitaciones. Sacamos todo del dormitorio principal que Lieke y Samya habían estado usando, excepto los estantes, y trasladamos los muebles a la sala de estar. Cogimos el escritorio, la silla y una estantería del estudio y los colocamos en el dormitorio principal. Finalmente, trasladamos los viejos muebles del dormitorio al espacio recién despejado del estudio. El trabajo tomó una gran cantidad de tiempo, y me arrepentí de no haberlo hecho ayer, pero no tenía sentido llorar por eso ahora. Debido al tiempo perdido, nos apresuramos a armar la cama. Hubo algunos baches en el camino, pero como ya habíamos ensamblado dos camas, teníamos el proceso más o menos


resuelto. Aun así, cuando terminamos, el sol se había puesto casi por completo, por lo que nos apresuramos a mover la cama adentro. —Cuidado por aquí; Señalé esporádicamente, mientras Samya y yo llevábamos la cama de invitados al estudio. Bueno, yo sería el que lo usaría por ahora de todos modos. —Mmbien. Estaba completamente oscuro cuando movimos la cama a su lugar apropiado. —No puedo creer cuánto tiempo tomó; Comenté, reflexionando sobre el trabajo del día. —Así es como es. Después de todo, no estamos acostumbrados a construir muebles; Dijo Samya con un tono reconfortante. —De ahora en adelante, probablemente no tendremos la oportunidad de hacer este tipo de trabajo muy a menudo, por lo que está bien dedicarle más tiempo; Las palabras de Lieke también fueron amables. Había sido un viaje salvaje, pero en general, habíamos logrado lo que nos habíamos propuesto hacer. De debajo de la incertidumbre, la confusión y el caos de la construcción surgió un juego completo de camas. La cabaña empezaba a sentirse cada vez más como en casa. Ahora, todo lo que quedaba era conseguir el juego de sabanas de Camilo la próxima vez que fuéramos a la ciudad, ¡y podríamos terminar con las camas! En cuanto a otros muebles, ni Samya ni Lieke realmente usaban ninguno. Sus pertenencias habían sido esparcidas por todas las habitaciones. Aunque guardaron su ropa, solo fue en paquetes improvisados. Sus hábitos tenían sentido, teniendo en cuenta que Samya solía cambiar su lugar de alojamiento todo el tiempo y que Lieke había compartido su habitación con su familia. En el caso de Lieke, aparentemente solo las posesiones compartidas se guardaron en gabinetes. De todos modos, yo todavía tenía un fuerte sentido de la privacidad de acuerdo con las costumbres de mi último mundo, razón por la cual había insistido en habitaciones separadas para las dos mujeres en primer lugar. Tendré que buscar más excusas para construir muebles. Como mínimo, un armario es imprescindible... ◇◇◇ La mañana siguiente marcó el sexto día desde el comienzo de nuestras vacaciones de renovación de la casa. De hecho, había planeado que este día fuera un amortiguador, en caso de que algo saliera mal y termináramos necesitando más tiempo. Sin embargo, todo había progresado sin problemas de acuerdo con el plan, por lo que no nos quedaba nada por construir. Mañana también íbamos a estar libres. Si esta fuera una semana normal, nos dirigiríamos a la ciudad mañana, pero esta vez nos saltábamos el viaje. Había considerado en avanzar la herrería para hoy, tal vez hacer algunas espadas de última hora para venderlas mañana, pero ya le habíamos dicho a Camilo que no iríamos. Además, hacía mucho tiempo que no podía tomarme unas vacaciones en condiciones. Ahora que me


han dado el ambiente perfecto para disfrutar de una vida lenta y tranquila, debería aprovecharlo al máximo y tomar descansos siempre que pueda. Me decidí: ¡Nos tomaríamos los próximos dos días libres! Tomar esa decisión fue bueno y todo, pero el bosque no estaba exactamente lleno de actividades recreativas. Nuestras opciones eran bastante limitadas. Había muchos juegos y entretenimiento exclusivos de este mundo---incluso habíamos visto algunos vendidos en la tienda de Camilo. Sin embargo, eran sorprendentemente caros, por lo que no habíamos comprado ninguno. Por otro lado, podría presentarles a Samya y Lieke juegos de mi mundo anterior, como Othello o Shogi, pero lo dejaría como último recurso. Después de todo, había recorrido todo el camino hacia un mundo nuevo, así que quería disfrutar de lo que me rodeaba. Entonces... Finalmente había llegado el momento de hacer algo que había estado deseando hacer desde que llegué aquí. Hice mis preparativos e invité a Samya y Lieke conmigo también. Un poco menos de una hora después, los tres llegamos a un río puro cerca del lago. Así es. ¡Estábamos aquí para pescar! Este arroyo era la fuente de las aguas de manantial que había visto la primera vez que fui al lago. Estaba a una distancia considerable de nuestra cabaña, y el río se alejaba de la casa, por lo que nunca tuvimos una razón para venir por aquí. Pero hoy y mañana eran diferentes. Estábamos de vacaciones y un día relajante en el lago no sonaba nada mal. No está mal. Si todo iba bien, podríamos incluso conseguir la cena nosotros mismos... pero, por supuesto, ahora que había dicho eso, estábamos seguros de que nos atormentarían. Lo que sea, yo mismo había creado todas las herramientas de pesca que estábamos usando para el día. Reutilicé algunos de los clavos que había hecho anteriormente y les di forma de anzuelos de pesca, luego los colgué con el hilo más delgado que teníamos en la cabaña. Para la vara, encontré algunas ramas que parecían prometedoras (o tal vez astas de ciervos) en el bosque y usé mi cuchillo para cortarlas. El cebo eran insectos largos parecido a larvas que había encontrado debajo de las rocas alrededor del río. Puse el cebo en un anzuelo y mostré la larva empalada a Samya y Lieke, pero ninguna de los dos gritó ni montó un escándalo. De hecho, apenas reaccionaron. De Samya pude entenderlo. Siempre había vivido en el bosque, por lo que debe haber visto insectos y larvas todo el tiempo. Sin embargo, si soy honesto, la indiferencia de Lieke fue un poco decepcionante. Cuando le pregunté al respecto, ella dijo, —También hay muchos insectos en las montañas. Solía jugar con ellos cuando era pequeña. Bueno, como sea... Nos dimos un poco de espacio entre los tres y cada tiro de su cuerda. El agua estaba casi


perfectamente clara, por lo que pudimos ver algunos peces nadando. Por otro lado, eso significaba que los peces también podían ver nuestras sombras, por lo que es posible que no muerdan nuestros anzuelos tan rápido. No había ningún método de pesca que estuviera prohibido aquí. Podríamos haber aturdido a los peces usando ondas de sonido golpeando rocas bajo el agua con otra piedra o martillo, una práctica prohibida en gran medida en Japón. Ciertamente habría facilitado la captura del pez, pero no es como si estuviéramos compitiendo, no era como si necesitáramos atrapar algún objetivo. El punto de hoy era simplemente divertirse. O eso tenía que pensar si no quería irme a casa con las manos vacías. Alrededor del mediodía, degustamos sándwiches---o tacos, según se mire---hechos con pan plano y carne curada guisada. La comparación más cercana fue probablemente el gua pao, los panecillos de panceta de cerdo taiwaneses que se vendían en Chinatown. De todos modos, dejando de lado el aspecto que tenían, estaban más deliciosos de lo que podría haber imaginado. Me encontré bastante disfrutando del pequeño picnic que habíamos preparado para nosotros. Hasta ahora, no habíamos capturado nada. Bueno... eso es lo que me hubiera gustado informar, pero en realidad, Samya ya había pescado un pez y Lieke dos. Todos los peces eran de la misma especie y se parecían al salvelino de la Tierra. Ahora estaban nadando en una pequeña cuenca de agua que habíamos traído con nosotros. El único que aún no había pescado nada era yo... —Tienes que ocultar mejor tu sed de sangre, Eizo; Me dijo Samya. Me aseguraría de hacer eso por la tarde.

Durante un rato después del mediodía, ninguno de nosotros vio acción alguna. Probablemente había pasado la ventana de alimentación de los peces, así que nos tomamos un descanso de lanzar nuestras cuerdas para ir a recoger algunas frutas parecidas a arándanos que crecían cerca. Sin embargo, no comimos nada hasta que Samya los miró y nos dio el visto bueno. —Hay frutas que parecen casi idénticas a estas, pero en realidad son venenosas. Si ustedes dos alguna vez están solos, no recojan ni coman nada en el acto; Nos advirtió Samya. Por curiosidad, pregunté, —¿Qué pasaría si nos lo comiéramos? —El veneno tardaría unas dos horas en circular por tu cuerpo. En el peor de los casos, morirías. Incluso si tuvieras suerte y sobrevivieras, el veneno te paralizaría durante todo un día y una noche. Estoy segura de que puedes adivinar lo que sucedería si terminaras paralizado durante tanto tiempo en medio del bosque después de deambular durante dos horas. —De acuerdo entonces. Tendré cuidado; Dije. —Por favor, tenlo.


El hecho de que hubiera personas que murieran en estado de parálisis probablemente significaba que los órganos respiratorios también estaban paralizados. Incluso mis trucos no podrían salvarme de una muerte como esa. Es mejor que tenga cuidado. Después de matar algo de tiempo, volvimos al río y volvimos a lanzar nuestras cuerdas. Lieke ya había pescado dos peces, así que, en promedio, habíamos pescado un pescado por persona. En promedio... ¡Mi dignidad como cabeza de familia y jefe del taller estaba tras las cuerdas(literal) aquí! Al menos déjenme pescar un pez---¡solo uno antes de irnos a casa! Justo cuando estaba pensando eso, Samya de repente se echó a reír. —¡No puedo creer que tengas tantas ganas de pescar un pez! Ah, cierto... Había olvidado por completo que Samya podía leer las emociones fuertes. Respira. Tienes que respirar. Solo relájate, Eizo. Actúa natural. Mientras trataba de reprimir mis emociones, Lieke se rió levemente y dijo, —Incluso yo puedo decirle cuánto lo deseas, jefe. —S-Seguramente no fui tan transparente. —Sí, no hay duda al respecto; Dijo Samya, asintiendo profundamente. Y Lieke lo confirmó, con el mismo asentimiento significativo. —Sin duda. Abatido por nuestro intercambio, lancé mi cuerda de nuevo. Pero... no hubo más anzuelos por el resto del día. Justo cuando estábamos listos para comenzar a dirigirnos a casa, mi caña saltó hacia adelante por la tensión.



—¡Sí! ¡Mordió! Tranquilamente y con compostura, comencé a jalar. El tirón que sentí en el otro extremo de la cuerda fue fuerte y persistente, pero creo que logré engancharlo. Puse la caña en posición vertical y comencé a enrollar la cuerda, mientras el pez seguía nadando en la dirección opuesta para escapar. Tuve que tomarlo con calma. Si no tenía cuidado, se escaparía y no podía permitir que eso sucediera. Arrastré el pescado hacia mí, con cuidado de no dejar ninguna abertura para que se soltara. Una vez que lo acerqué, le di a la cuerda un último tirón firme y saqué el pez del agua. ¡Uf! Me las arreglé para quedar bien hoy. —¡Por fin! ¡Atrapé uno! No importa que fuera un poco más pequeño en comparación con el pez que Samya y Lieke habían pescado. Un pez es un pez. Samya me miraba, ligeramente exasperada, pero no le presté atención cuando finalmente regresamos a casa. Esa noche encendimos una fogata y asamos a la parrilla nuestro botín del día sobre las llamas. Por supuesto, la comida resultó absolutamente deliciosa. Saboreé el sabor del primer pescado que comí en mucho tiempo, junto con la cálida atmósfera de un campamento. Un día, yo esperaba que este tipo de ocio se convirtiera en otra parte de mi nueva normalidad, pero sospechaba que ese día aún estaba muy lejos. Y así, terminamos el primer día de nuestras vacaciones con total satisfacción. ◇◇◇ Ayer habíamos disfrutado al máximo de la pesca. De alguna manera, había atrapado un pez y apenas había logrado proteger mi reputación. Hoy era el segundo día de nuestras vacaciones y no sería divertido si hiciéramos lo mismo dos días seguidos. Eso y... bueno, si no atrapaba nada hoy, no tendría otra oportunidad de vengarme. Quería evitar esa posibilidad a toda costa. Pero trabajar en un precioso día libre era el modus operandi de un adicto al trabajo. Había una cosa en la que podía pensar que no estaba relacionada con el trabajo, aunque en realidad tampoco contaba como ocio. —¡Vamos a comenzar un huerto hoy!; Anuncié a Samya y Lieke. Ya había revertido la azada modificada a su forma original. Lo llevé conmigo al descampado fuera del pasillo de las nuevas habitaciones. Era técnicamente un espacio de patio, por así decirlo, si tuviéramos que seguir ampliando nuestra casa. —Está bien; Respondió Lieke con una azada en mano. —Claro, funciona para mí; Estuvo de acuerdo Samya. Ella también sostenía una azada. —¿Pero por qué?


—En este momento, tenemos que ir a comprar todas nuestras verduras, pero quiero que seamos autosuficientes. Tus cacerías nos proveen de carne, fruta que podemos cosechar alrededor del lago, pero no hay lugar para encontrar vegetales. En realidad, puede que haya vegetales silvestres creciendo en el área, pero pensé que los vegetales que la gente comía en este mundo probablemente eran diferentes de los silvestres. Había visto facsímiles de zanahorias en este mundo, y no parecían salvajes, se parecían a las zanahorias que había comido regularmente en mi mundo anterior. Por lo tanto, también podríamos intentar cultivar algunos para nosotros. Si tan solo pudiera poner mis manos en algunas papas... Me gustaría un lugar para cultivarlas también. La diferencia entre las papas de aquí y mi mundo anterior era que aquí ya se habían propagado por todo el mundo. Sin embargo, en lugar de depender solo de las papas como cultivo principal, los agricultores también cultivaron trigo y otros productos. Dicho esto, las papas no se vendían a menudo en los mercados de aquí, ya sea porque, para empezar, eran raras en esta área o por el consumo excesivo. Posiblemente, había una ley que restringía el cultivo a solo la cantidad necesaria para las necesidades personales. Le expliqué todo esto a Lieke y Samya. —He pensado esto antes debido a nuestras conversaciones durante la cena, pero tienes una enorme amplitud de conocimientos, jefe; Dijo Lieke con aprecio. —Sí, Eizo está extrañamente bien informado; Respondió Lieke. ¿Y a qué te refieres exactamente con "extrañamente"? Aunque... realmente no podía negarlo. Entre todo lo que sabía de mi mundo anterior y el conocimiento instalado, "extrañamente" probablemente era una descripción adecuada. Podia decir que tenía una expresión peculiar. De todos modos, es hora de empezar... El campo iba a ser para nuestro uso personal, por lo que remover la tierra no violaba la regla de "no trabajar hoy" que había establecido para todos. En mi mundo anterior, la gente solía alquilar parcelas y cuidarlas por diversión. Lo que estábamos haciendo no era diferente. Al principio, lo único que hacíamos era cortar la hierba del patio con las hoces. Las herramientas eran modelos básicos, pero cortaban lo suficientemente bien. Era mediodía cuando limpiamos una parte del campo lo suficientemente grande, así que nos tomamos un breve descanso del trabajo. Creo que este tamaño servirá para nuestros propósitos. —Después de que terminemos de comer, ¿podríamos hacer azadas para ustedes dos también?; Sugerí. —¿Seguro?; Preguntó Samya. —No serán nada grandioso, solo algo para ayudarnos a terminar el trabajo de hoy.


—Eso suena como mucho para mí; Dijo Lieke. Ups, aparentemente estamos haciendo herrería hoy después de todo. Pero es para la casa, así que aceptemos que no cuenta, ¿de acuerdo? Después de terminar el almuerzo, nos trasladamos al taller. Hice que Samya y Lieke calentaran unas placas de metal y les dieran forma. Yo estaría a cargo de los toques finales. Después de encender el fuego en le lecho de fuego, Lieke calentó el metal hasta que estuvo al rojo vivo, luego retiró las placas y las colocó sobre el yunque. Samya se hizo cargo después de eso y martilló el metal en un gran rectángulo. Arreglé los lugares que estaban ligeramente deformados. Una vez que tuvo el tamaño correcto, Lieke recalentó la hoja de metal y luego la transfirió a un yunque diferente. Aquí, me hice cargo e hice los ajustes finales a la forma general. Puse el mismo esfuerzo que haría con un modelo de élite. Mientras terminaba la hoja de la primera azada, Lieke y Samya ya estaban trabajando en calentar y dar forma a la segunda. Cuando Samya estaba martillando, yo estaba a cargo de la fragua y yo estaba calentado los materiales. Cuando estaba martillando, Lieke estaba calentando los materiales en mi lugar. Encontramos un buen ritmo y el trabajo avanzó sin problemas. Finalmente, terminé la segunda de las dos azadas, cerrando nuestro trabajo de herrería del día. Para los mangos, escogí dos buenos trozos de madera del montón que nos había sobrado de la construcción. Ahora, teníamos tres azadas en total. Tardamos unas tres horas en forjar las azadas, así que nos quedaban dos o tres horas para trabajar en el campo. Sin embargo, dado que todavía estaba lleno de la satisfacción de haber completado una parte del trabajo, obviamente era difícil conseguir la motivación para continuar. Pero las dos damas querían probar las azadas que acababan de ayudar a hacer con sus propias manos, así que me reuní para continuar. Juntos volvimos al campo y aramos la tierra. La tierra en este bosque era dura, como mencioné antes, pero no era rival para la fuerza que había obtenido de mis habilidades rotas y las azadas modelo de élite que Lieke y Samya estaban manejando. El arado pasó rápidamente. El trabajo me recordó a un programa de televisión que había visto en mi viejo mundo: tres personas en el programa se habían fijado en revitalizar una parcela de tierra abandonada. Cultivaron vegetales y los cosecharon para hacer una variedad de platos. La diferencia entre nosotros y ellos era la velocidad. Gracias a nuestras herramientas y otros talentos, hicimos un trabajo rápido con la tierra y terminamos de arar toda la proción de tierra en tres horas. Todavía no se sentía como un campo legítimo, solo una parcela de tierra labrada. Sin embargo, el sol comenzaba a ponerse. Sentí un poco de náuseas ante la idea de dejar el trabajo incompleto, pero si le doy un giro positivo, esto era algo que esperaría con ansias en nuestras próximas vacaciones. ...Pero, ¿y si las malas hierbas empezaran a crecer mientras tanto? Supongo que tendríamos


que tomar nuestro próximo descanso antes de que eso suceda. Fue un buen motivador para nosotros ser más proactivos a la hora de tomar vacaciones, así que lo dejamos aquí. Así, nuestras vacaciones llegaron a su fin. Mañana regresaríamos al trabajo, pero no sentí nada del temor que solía sentir antes de los lunes en mi viejo mundo. La vida aquí me convenía. Estaba seguro de ello.


Capítulo 4 ¡Una orden de dos espadas cortas, por favor! Al día siguiente, volvimos a nuestro horario habitual de trabajo. Primero haríamos las placas de metal, antes de pasar a cuchillos, espadas cortas y luego espadas largas en los días siguientes. Esta vez, le pedí a Samya que nos ayudara a hacer las placas de chapa, y los tres trabajamos juntos para derretir, endurecer y aplanar las piezas. Por supuesto, mientras el metal se enfriaba, no tuvimos que hacer nada más que dejarlo reposar. Distribuimos el resto del trabajo entre nosotros, lo que le dio a todo el proceso un impulso de eficiencia. Al trabajar juntos de esta manera, pudimos hacer un veinte por ciento más de placas que la última vez. Todavía quedaba mucho mineral. Claramente, estaríamos recibiendo mineral a una tasa más alta de lo que podríamos usar, lo que significaba que nuestro suministro total de mineral en realidad nunca disminuiría. Un día de estos, terminaríamos con más materiales que no sabría que hacer con ellos, y tendría que hacerle saber a Camilo que no necesitaba conseguir más para nosotros. Hablando de Camilo, también quería preguntarle si podía agregar lanzas a nuestra línea de productos. Eran armas prácticas y ya había probado una personalizada. Y así, el día después de que terminamos de hacer las placas, nos pusimos a trabajar en las armas. Empezamos con los dos tipos de espadas. El proceso no fue diferente de lo habitual, pero sin duda fuimos más rápidos de lo que solíamos ser. Sabía que ahora podía contar con Samya para que se encargara de la primera mitad del proceso---fundir y moldear el metal--para poder relajarme hasta que llegara el momento de desbarbar la hoja. De esta manera, podía almacenar y concentrar mi energía donde se necesitaba: forjar los modelos de élite. Durante tres días seguidos, nos dedicamos a la forja de espadas y aumentamos rápidamente nuestro stock de artículos. Cuando terminamos todo, definitivamente habíamos hecho espadas para dos semanas. El plan para los siguientes dos días era forjar cuchillos, pero tendríamos que arreglárnoslas sin la ayuda de Samya . Nuestras reservas de carne empezaban a escasear, así que ella salió a cazar en lugar de ayudarnos en el taller. Eso me recordó que también tendría que reabastecer sus puntas de flecha en algún momento. En cuanto al trabajo de herrería, yo estaba a cargo de hacer los modelos de élite y Lieke los modelos básicos. A estas alturas, el proceso era tan cómodo como una conversación con un viejo amigo, así que avanzamos el trabajo rápidamente. Por la noche, ya habíamos hecho una buena cantidad. Tal vez debería cambiar a hacer modelos básicos mañana. Mientras estábamos terminando y ordenando el taller, Samya regresó. —¡Ya regresé! —Bienvenido a casa; Respondí. —¿Entonces? ¿Como estuvo?


—Atrapé un jabalí gigante esta vez. —Buen trabajo. —Lo sé; Dijo ella con un aire de satisfacción, y su pecho se hinchó de orgullo. No había duda al respecto, ella era una excelente cazadora. Pero tenía curiosidad por una cosa más. —¿Cómo estuvieron las puntas de flecha? —¡Fuertes! Estos mordieron profundamente al jabalí sin problemas; Dijo. —Sería bueno tener algunos más como respaldo, pero todavía me queda una buena cantidad. —Me alegra oir eso. —¡Las cabezas de los jabalíes son extremadamente duras, pero tu punta de flecha atravesó el cráneo de un solo golpe! Creo que ni un casco de hierro podría detener una de tus flechas. —¿Ah, de verdad?; Hmmm, ¿Eran tan poderosos? Bueno, las flechas eran muy buenos, pero al final del día, la habilidad de un arquero con su arco era el factor verdaderamente importante. Mis puntas de flecha no desequilibraron este mundo al mismo nivel que, digamos, traer un arma o algo así. Aunque tendríamos que averiguar cómo colgar y despedazar a ese gran jabalí mañana, ¡ya habíamos terminado con el trabajo por hoy! ◇◇◇ A la mañana siguiente, todos nos dirigimos al lago juntos. Samya nos dijo que había tenido que sumergir el jabalí más adentro del lago, donde el agua era más profunda. Ella y yo trabajábamos juntos para llevar el cadáver a la orilla mientras Lieke permanecía en tierra y cortaba los árboles cercanos para la plataforma de transporte. Cuando nos acercamos al lugar que Samya había marcado, la piel verdosa del jabalí era visible a través del agua. En este bosque, a los jabalíes les crecía vegetación, como musgos o líquenes, sobre su pelaje, lo que les daba su coloración distintiva y también les servía de camuflaje. No tenía muy claros los detalles, pero sabía que cuando estaban agazapados, incluso estas grandes criaturas podían confundirse fácilmente con un arbusto a primera vista. Samya había dicho que el jabalí que había matado era enorme, pero aun así me tomó por sorpresa su gran tamaño. ¡Era realmente un monstruo! En mi mundo anterior, había oído que los jabalíes podían crecer hasta dos metros de altura, incluso más que un macho adulto promedio. Este también parecía ser de ese tamaño. —¡Heeeave ho!; Grité mientras Samya lo arrastraba hacia las aguas poco profundas. Pronto llegamos a la orilla donde Lieke estaba esperando con algunos árboles talados. Los tres trabajamos juntos para amarrar los troncos para hacer la plataforma de carga, luego todos nos pusimos de rodillas para levantar el jabalí sobre ella. Ahora sólo teníamos que traerlo de vuelta a casa. Afortunadamente, mis habilidades rotas me ayudaron. Samya era una gente bestia y Lieke una enana, por lo que ambas tenían muchos músculos también. Con todos nosotros trabajando juntos, no fue un viaje difícil en sí, pero el regreso nos llevó una hora más que el viaje de ida.


Cuando regresamos a la cabaña, rápidamente atamos y levantamos el jabalí hasta que quedó suspendido en el aire, sostenido por la rama de un árbol cercano. Tenía que ser desollado y descuartizado, pero yo no estaría ayudando con eso hoy---las dos mujeres podrían manejarlo solas. En cambio, desmantelé la plataforma de madera para poder darle uso a la madera después. Como trabajaba solo, me tomó un tiempo cortar los troncos en los tamaños y grosores correctos. Una vez que terminé, almacené la madera con el resto de nuestro suministro. Cuando regresé para ver cómo estaban Samya y Lieke, vi que ellas también habían terminado su tarea. Al igual que con el venado, reservé una porción de la carne fresca para las comidas de hoy, y el resto lo incurriría en sal. Para el almuerzo, preparé algunos filetes de carne de jabalí. El sabor me recordó un poco a la carne de cerdo, pero con un sabor más fuerte. Supongo que normalmente diría que está "fuertemente" condimentado, pero me gustó bastante. Aparentemente, Samya estuvo de acuerdo conmigo porque dijo, —El jabalí está sabroso. —Yo también lo creo; Agregó Lieke. —Es un poco diferente al cerdo, pero delicioso a su manera. —Sí, los jabalíes que viven en este bosque tienen una buena dieta, por lo que su carne es más sabrosa en comparación con la carne de jabalíes de otras partes del mundo; Explicó Samya. — Al menos, eso es lo que he escuchado de los viajeros. —¿En serio?; Pregunté. —Sip. Pero tienen temperamentos salvajes y cráneos duros que los convierten en un objetivo difícil de derribar. La mayoría de las flechas no atravesarán el hueso. —Supongo que tienes que agradecer a mis flechas por tu exitosa cacería; Bromeé. Como si fuera la cosa más natural del mundo, Samya asintió y dijo, —Sí, son una bendición. ¡No digas eso con una cara tan seria! Me sonrojas...

Por la tarde, continuamos haciendo cuchillos. Quería tener muchos abastecidos para el final del día, así que dejé que Samya probara suerte en la primera mitad del proceso de herrería. Como solo estábamos haciendo modelos básicos, estaba seguro de que ella podría manejarlo. Tal vez era porque había estado trabajando con nosotros muy a menudo, pero ella tenía un don para la herrería. Aunque, por supuesto, todavía era una aficionada, por lo que los resultados estaban lejos de ser perfectos. Yo todavía me haría cargo al final para poder ajustar la forma final y el acabado. —Sabemos que el Jefe es increíble, ¡pero tú también tienes habilidades, Samya!; Dijo Lieke. Recientemente me di cuenta de que Lieke había comenzado a hablar de manera más casual con Samya, fue alrededor del momento en que terminaron de construir las dos habitaciones juntas. Me sentí aliviado de que ahora son cercanas. Era una buena señal de armonía en nuestro hogar. A pesar del cumplido, Samya no parecía satisfecha con su cuchillo. —Hmmm, ¿en serio? Los cuchillos que hago no se comparan con el trabajo de Eizo.


—No puedes compararte con el Jefe. —Lo que dices es cierto...; Samya estuvo de acuerdo, y ambas comenzaron a reír. Esto es bueno, reconfortante incluso. Estaba sumamente orgulloso por este giro de los acontecimientos, pero traté de no dejar que me distrajera. Es mejor no dejarse llevar y que haga un cuchillo de modelo de élite por accidente. ◇◇◇ Finalmente, era hora de que volviéramos a la ciudad. El plan para el día era dejar nuestros artículos donde Camilo y recoger los juegos de sabanas, y luego regresar a casa. Sin embargo, todavía tenía curiosidad acerca de cómo estaba la espada de Marius, así que también quería comprobar eso hoy. Juntamos todos los artículos que habíamos forjado durante los últimos días y los cargamos en la carreta. Aunque nos habíamos tomando una semana de descanso de la herrería, teníamos suficientes artículos para compensarlo, al menos parcialmente. Definitivamente teníamos más espadas y cuchillos de lo habitual, por lo que la carreta fue bastante pesada, pero Lieke y yo logramos llevarlo juntos. El viaje transcurrió sin incidentes y pronto llegamos a la valla de la ciudad. Miré a mi alrededor en busca de Marius, pero de nuevo, no estaba a la vista. Sin embargo, el guardia de turno era el mismo que había venido con Marius a comprar la espada larga originalmente. —Hola; Lo llamé. —Oh, son ustedes chicos. Buenos días; Respondió el guardia. No vi ningún sentido en ser indirecto con mis preguntas, así que decidí un enfoque contundente. —Últimamente no he visto a Marius por aquí. ¿Pasó algo? —Oh, um... él tenía unos asuntos que atender en la capital; Respondió el guardia de forma evasiva. —Se fue de aquí hace un tiempo; Fue una respuesta terriblemente incómoda, así que pensé que tendría que preguntar por todos los detalles. —¿Así es? Bueno, solo me preguntaba sobre la condición de su espada; Expliqué. —Por cierto, si tienes alguna inquietud con tu espada, siéntete libre de venir a buscarme donde Camilo y házmelo saber. —Lo haré, pero hasta ahora, he luchado con él varias veces. No tuve problema alguno. —Es bueno escuchar eso; Dije con una sonrisa, pero sinceramente, sus palabras enviaron un escalofrío por mi espalda. Había luchado con la espada que yo había hecho. El guardia frente a mí se veía completo y saludable, pero supuse que no se podía decir lo mismo de la persona contra el que ha desenvainado su espada... Por supuesto, ese era el objetivo de un arma. No podía simplemente hacerme la vista gorda ante el hecho de que las cosas que hacía a menudo se usaban para lastimar a la gente. Si tuviera que continuar, tendría que enfrentarme a esta realidad y aceptarla, no debería negarlo ni volverme insensible hacia eso.


Con una nueva resolución en mi corazón, reanudé mi conversación con el guardia y mantuve la misma sonrisa cortés aún pegada en mi rostro. —Dale a Marius mis saludos; Los guardias de esta ciudad parecían más trabajadores de lo que había supuesto. ¿Eran las condiciones de trabajo inusualmente buenas o algo así? Nos despedimos del guardia con una ligera reverencia y luego entramos en la ciudad, que rebosaba de energía. Como siempre, la calle principal estaba bulliciosa, llena de carretas tiradas por caballos y carruajes de equipaje. La tienda de Camilo estaba ubicada un poco lejos de la carretera principal, y una vez que giramos hacia una calle lateral, el tráfico de peatones disminuyó notablemente. No era una calle particularmente oscura o estrecha, pero tampoco era el tipo de lugar donde la gente se quedaría si no tuviera asuntos en esta área. Seguimos avanzando, las ruedas de la carreta retumbaron detrás de nosotros, y en poco tiempo, llegamos a la tienda de Camilo. Llevamos la carreta hasta el almacén y llamamos a un trabajador para que abriera la puerta para que pudiéramos llevar nuestra carga adentro. El empleado salió a buscar a Camilo por nosotros y nos dirigimos a la sala de reuniones del segundo piso. Al menos, así lo había llamado yo, Camilo y sus trabajadores podrían llamarlo algo completamente diferente. Poco tiempo después, Camilo y el recepcionista general---otro título que yo había designado arbitrariamente---entraron a la sala. —¿Estuvieron esperando mucho?; Preguntó Camilo. —Para nada; Respondí. —¿Trajiste lo de siempre? —Sí. Tenemos los cuchillos y los dos tipos de espadas con nosotros; Confirmé. —No tenemos productos para abastecer dos semanas completas, pero definitivamente más de una semana habitual. Si no puedes venderlo todo, solo cómpranos los que puedas. —No creo que eso sea un problema. En las últimas dos semanas, he vendido completamente todos sus productos. Incluso tuve que comenzar una especie de lista de espera. —Esa es una gran noticia; Dije. —Por cierto, ¿qué hay del juego de sabanas? —Oh, lo tengo todo preparado. Querías dos juegos, ¿verdad? —Bueno, idealmente me gustaría tres... si tienes suficiente en stock, claro; Me había olvidado por completo de arreglar una habitación de invitados hasta que comenzamos a hacer las camas, y ahora había una más de lo que habíamos planeado originalmente. Sin embargo, el juego de sabana adicional no era una necesidad inmediata, siempre podíamos elegir otro juego la próxima vez que pasáramos, o incluso podíamos pasar por el Mercado Abierto para buscar por nosotros mismos. —Hm, en realidad, creo que deberíamos tener suficiente; Dijo Camilo. —Así que quieres tres juegos de sabanas, además de tu mineral habitual, carbón, sal y vino, ¿verdad? —Sí, nos sería de gran ayuda todo eso. —No digas eso. Somos socios.


Al final de nuestra conversación, Camilo le hizo una seña al recepcionista principal con la mirada. Él asintió, reconociendo las instrucciones sin escuchar ni una palabra, y salió de la habitación. Con las negociaciones completadas por el día, nos dirigimos a casa. Como siempre, estuvimos en guardia durante el viaje de regreso, pero terminó siendo un viaje tranquilo y sin ningún problema. Pronto tuvimos la cabaña en la mira. Después de transportar el mineral, el carbón y los alimentos, hicimos todas las camas con nuestras sábanas nuevas. —A partir de esta noche, todos podemos dormir en nuestras propias habitaciones; Declaré. —Es la primera vez que tengo mi propio espacio; Admitió Lieke, —Así que estoy un poco nerviosa. —Es posible que tengas algunas noches inquietas hasta que te acostumbres; Era como si algunas personas no pudieran dormir si usaban una almohada diferente a la que estaban acostumbrados. Lieke y Samya llevaron sus pertenencias a sus nuevas habitaciones y yo devolví mis cosas al dormitorio principal que ambas habían estado usando. Aunque para empezar este había sido mi habitación, encontré el espacio adicional inquietante, en realidad no había dormido aquí en mucho tiempo. Sin embargo, después de la cena, cuando me arropé, la cama era bastante cómoda. Estaba acostumbrado a dormir en el escritorio, pero por supuesto, no era rival con dormir correctamente en horizontal. Mi cuerpo podría parecer de treinta años por fuera, pero todavía tenía el alma de una persona de cuarenta años. No está de más tomarme las cosas con calma de vez en cuando. ◇◇◇ A partir de la mañana siguiente, nos pusimos a trabajar forjando más espadas cortas y largas (después de nuestra rutina habitual de ir a buscar agua y desayunar, por supuesto). Samya también estaba echando una mano hoy. Acabábamos de instalarnos en el taller y habíamos comenzado el proceso de herrería cuando Samya se congeló en medio de su tarea. —¿Qué ocurre?; Le pregunte a ella. Samya parecía tensa mientras respondía. —Alguien viene. Ella se volteó para mirar la puerta que conducía al exterior. En ese segundo exacto, hubo un golpe contundente contra la madera. ¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! —¡Camilo me dijo que viniera aquí!; Una voz ligeramente apagada proclamó desde el otro lado de la puerta. —¡Quiero encargar una espada! Inmediatamente, yo me sobresalté y me abalancé hacia la puerta. —¡Está bien, está bien, ya voy!; Grité, y los golpes cesaron. Tomé una gran bocanada de aire y suspiré, luego liberé el pestillo. Samya me apoyó, con la mirada atenta, ella tenía la espada corta que había hecho ayer ya en su mano. Lentamente, abrí la puerta.


Al otro lado del umbral había una mujer vestida con una ropa de viajero. Tenía el cabello rojo, corto y desordenado, que estaba trenzado a un lado. Sobre su ropa, llevaba una armadura de cuero para proteger sus órganos vitales, la armadura estaba reforzada con metal--probablemente acero---aunque las piezas estaban claramente desgastadas y habían visto días mejores. Una espada corta colgaba de su cintura junto a un pequeño saco, y otra estaba atada a su espalda. Supuse que la segunda era una de respaldo. Completando su conjunto había una capa y una mochila grande, también en su espalda, llena de lo que supuse eran herramientas. Era alta, de unos 180 centímetros más o menos. Sus ojos eran grandes y brillantes con una coloración roja, y una cicatriz de una herida de cuchillo estaba grabada en su rostro. Algunos podrían decir que la cicatriz estropeaba su belleza, pero en cuanto a mí, no me importaba particularmente. —Bienvenida; Dije, incapaz de reprimir por completo el shock que estaba sintiendo. La mujer me dirigió una amplia sonrisa y se presentó. —Tú eres el herrero responsable de las armas en la tienda de Camilo, ¿verdad? Mi nombre es Helen. —Ese soy yo. Hago espadas y cosas por el estilo aquí en el bosque. Soy Eizo, el excéntrico, el bicho raro, el herrero. De todos modos, entra. —Gracias. La conduje dentro del taller a una mesa donde podíamos sentarnos y hablar. —Primero quisiera confirmar algo, ¿viniste aquí sola? —Sí; Dijo Helen, asintiendo. No sentí a nadie más en el área, pero miré a Samya para estar seguro. Ella me dio un breve asentimiento de confirmación. —¿Fuiste atacada por algún lobo en el camino aquí? —Uh, ¿no? Sin embargo, vi algunos conejos adorables. Los conejos aquí eran innegablemente lindos y también deliciosos. Ayer cenamos un poco. En cualquier caso, los lobos parecían haber juzgado que Helen era fuerte. —Fue difícil encontrar este lugar, pero vi el humo de la chimenea y lo seguí hasta aquí; Continuó Helen. Ya veo. Ese fue el humo producido al avivar las llamas para calentar el hierro. Incluso si hubiera seguido el humo, no fue una hazaña fácil venir hasta aquí. Entonces, decidí. Había pasado nuestra prueba. Le transmití mi respuesta a ella. —Está bien, te forjaré un arma como te prometí. ¿Qué tienes en mente? Helen se quitó las espadas enfundadas de la espalda y la cintura y las dejó sobre la mesa. — Trabajo como mercenario, y estas son mis herramientas de trabajo por el momento; Explicó. —Quiero un arma más robusta y resistente. Una espada que pueda funcionar o no en las condiciones brutales del campo de batalla es la diferencia entre la vida y la muerte en mi línea de trabajo. A menudo no tengo el lujo de ni siquiera mantener adecuadamente mis espadas. —Entiendo.


Una mujer mercenaria, ¿eh? Ella no debe tenerlo fácil. Aunque la cicatriz en su rostro era la más llamativa, tenía otras más pequeñas esparcidas por toda su piel. —¿Puedo echar un vistazo a tus espadas?; Pregunté. —Por supuesto. Saqué ambos de sus fundas y los inspeccioné. Eran de buena calidad y aún tenían más vida, pero uno de ellos tenía algunos rasguños y abolladuras en la hoja. —Están bien hechos. Tu herrero era hábil. ¿Te importa si hago que mi aprendiz también eche un vistazo? —Seguro. Miré a Lieke y ella se acercó a la mesa para examinar una de las dos espadas. —Están bien hechos; Confirmó. —Jefe, tu eres el único herrero que puede hacer un arma mejor que esta... o al menos el único en quien puedo pensar. Helen escuchó la evaluación de Lieke y luego dijo una con voz retumbante, —¡Parece que he venido al lugar correcto si tienes la aprobación de un enano! ¡Ella es ruidosa! Tiene una voz suficientemente fuerte como para hacer que me zumben los oídos. Bueno, no tenemos vecinos, así que nadie se va a quejar. Probablemente era un hábito de batalla. Tú tenías que hacerte oír en medio de una pelea, de lo contrario, podrías perder la vida. Sin embargo, desearía que ella fuera un poco más consciente de su entorno... —Entonces, ¿cómo planeas usar la espada? —¿Cómo?; Preguntó ella, perpleja. —Por ejemplo, ¿qué tipo de postura de combate usas? ¿Cómo manejas tus espadas? La información será útil mientras estoy forjando. —Hmmm, veamos... es difícil de explicar con palabras. ¿Qué tal si te lo muestro?; Ella se ofreció a mostramos como combate. —Seguro. Helen salió primero de la cabaña. Samya, Lieke y yo la seguimos. Justo afuera del taller había un amplio espacio con relativamente poca maleza. Helen se puso en posición de combate, preparó sus espadas y pronto se convirtió en un torbellino de movimiento. Ella empuñaba dos espadas a la vez, pero no usaba ambas espadas de la misma manera. Una espada la usó para controlar y protegerse de los ataques de su oponente y la otra para montar su propia ofensiva. Ella también era sorprendentemente rápida. Por sus movimientos, juzgué que la espada que usaba principalmente para la defensa era más probable que se desgastara primero. Sin embargo, ninguna de sus espadas estaba muy dañadas, así que apuesto a que rotaba su funcionalidad. Después de un rato, Helen detuvo su vigorosa rutina y dejó escapar un profundo suspiro. —¿Ocurre algo?; Pregunté. —Simplemente no puedo estar de humor sin un oponente real; Dijo, seguido de, —¡Espera, lo tengo! Ven a pelear conmigo. —¿Yo?


—Sí. —¿Qué tal si peleas con Samy---quiero decir, la chica mitad tigre?; Propuse. —Tú te ves más fuerte; Esa fue la simple respuesta de Helen. —Mmm... ¿Qué hago, qué hago? Con mis habilidades rotas, probablemente podría seguirle el ritmo, pero... Bueno, por qué no. Ella solo está demostrando sus movimientos, así que no es como si me estuviera atacando seriamente. Sería capaz de aprender más sobre su estilo de lucha al experimentarlo por mí mismo de todos modos. —Muy bien. Hagámoslo; Estuve de acuerdo. —Samya, préstame tu espada. Samya parecía tener sus dudas. —Pero, no será... —Todo estará bien; Le aseguré. Claramente ella todavía estaba reacia, pero independientemente de eso, me entregó la espada corta que llevaba. —Está bien, estoy listo, pero ve fácil conmigo, por favor; Dije, desenfundado la espada. —¿Estás bromeando, verdad? Helen saltó hacia mí con la velocidad del rayo. Grité de sorpresa y logré apenas bloquear su ataque. Pero ella en realidad había saltado con su espada defensiva. Mientras mi espada estaba ocupada, ella me apuñaló con su espada ofensiva, los movimientos fueron borrosos. Giré mi muñeca y esquivé, como si fuera a interceptar, pero en el último momento, cambié mi agarre y me dispuse a matar. —¡Wow!; Helen gritó, desviando mi golpe con su espada ofensiva. Simultáneamente, se lanzó a por mí flanco abierto. Retrocedí justo a tiempo para que su espada cortara el aire donde había estado parado. —No eres tan malo; Dijo ella. —Para nada. No seas tan dura conmigo; Le supliqué. Ella sonrió y vino hacia mí, aún más rápido esta vez. Una vez más, me apresuré a recibir su ataque, tratando de dar lo mejor que pude. Seguimos entrenando durante otros quince minutos. —¡Eres fuerte!; Gritó Helen, una vez más sin pensar en lo fuerte que estaba hablando. Finalmente, detuvimos el enfrentamiento. —Pensé que solo me ibas a mostrar algunos de tus movimientos, pero me atacaste de verdad; Dije. —Solo había planeado intercambiar dos o tres golpes contigo, pero es raro que encuentre a alguien que pueda seguirme el ritmo. La gente me llama Sable de Luz, ¿sabes? Me hierves la sangre---¡lo siento! Hablando como un verdadero adicto a la batalla... ¿En qué me he metido?


—De todos modos, al menos entiendo mejor tus necesidades ahora. Tomará, veamos... dos días forjar tu espada, así que deberías volver aquí dentro de tres días. —Hmm, ¿tengo que volver hoy?; Helen preguntó. —¿Qué harías de otra manera? Su respuesta fue práctica. —Bueno, me tomaría un breve descanso primero. Entonces, podemos ir por otra ronda. —¿Cuándo exactamente se supone que debo hacer tu espada entonces?; Protesté. —Oh, bien, tienes un punto ahí. —Me alegro de que estés de acuerdo. Sheesh, ella es problemática. Pensé que ahora se daría por vencida y se iría a casa, pero para mi sorpresa, ella sonrió alegremente. —¡Entonces déjame ver mientras trabajas! —¿No me escuchaste decir que tomará dos días?; Pregunté con incredulidad. —Solo déjame quedarme aquí. ¡Ella es prexistente! Pero no tenía ninguna razón para negarme. Ya habíamos amueblado la habitación de invitados e incluso habíamos comprado sabanas. También acabábamos de regresar de la ciudad ayer, por lo que nuestros suministros de alimentos habían sido reabastecidos. Supuse que ella podría querer ver algo específico, pero no estaba planeando preguntarle por sus motivos. Volví a mirar a Samya y Lieke, ambas me dieron un asentimiento discreto. Suspiré en silencio. —Tú ganas. Puedes quedarte. —¡Sí! ¡Justo lo que quería escuchar!; Helen exclamó y me dio una palmada en el hombro. Me dolió un poco pero me recordó que estaba tratando con un conocido mercenario. Sin más demora, acompañé a Helen a la habitación de invitados. —¡¿Vives hasta aquí, pero tienes una habitación de invitados?!; Había algo más por lo que estaba aún más sorprendida. —No puedo creer que tengas una cama tan elegante... Parecía que rara vez había visto camas para invitados con cabeceros adecuados y estantes incorporados, ni siquiera en posadas bastante acomodadas. Una cama adornada puede estar fuera de lugar en una cabaña aislada como la nuestra, ¡pero esta era mi forma de mostrar hospitalidad! Esperaba que lo aceptara sin hacer preguntas. Estuve de acuerdo con su encargo de dos espadas personalizadas, pero la tarea no era algo en lo que pudiera simplemente lanzarme. Sería mejor usar mi tiempo para cumplir con el pedido permanente de Camilo hoy. Por supuesto, quería que Samya nos ayudara. Sospechaba que no seríamos capaces de hacer tantos artículos como solíamos hacer. Sin embargo, vendimos a Camilo una buena cantidad la última vez, por lo que no debería haber problemas... probablemente. Además, no conocía a nadie más que a él que nos hubiera enviado a Helen, y si ese fuera el caso, no debería tener ninguna queja. Si nos concentramos


durante el resto del día, deberíamos poder hacer la cantidad mínima de productos necesarios para nuestra próxima visita. Nos pusimos a trabajar. Samya hizo el molde y fundió las cuchillas. Lieke y yo nos hicimos cargo de desbarbar la superficie de las espadas, fijar su forma y afilar las hojas. Éramos una máquina eficiente y bien engrasada, concentrándonos en nuestras tareas individuales en perfecto silencio. Samya ya estaba completamente acostumbrada al trabajo. A este ritmo, podría enseñarle cómo usar mejor el martillo y aplanar el metal. Mientras tanto, Helen se sentó en el taller y observó nuestra rutina. No tenía nada que hacer, pero parecía disfrutar viendo cómo las espadas se materializaban a partir del metal en bruto, una tras otra. Ella miró todo el tiempo sin pronunciar una sola queja. Antes de que el sol se pusiera, pudimos producir una cantidad decente de espadas cortas y espadas largas. Mañana empezaría a trabajar en las espadas personalizadas de Helen. Para la cena, decidí cocinar una comida más extravagante de lo habitual. Después de todo, íbamos a recibir a nuestro primer invitado, y quería dar la mejor impresión. Mientras comíamos, Helen nos contó la historia de su viaje por el bosque. —¡En mi camino hacia aquí, pasé por este enorme ciervo! No podía creer lo que veía. —Aaah, viste un ciervo arbóreo. Son seriamente grandes; Estuve de acuerdo. Eran más grandes que la mayoría de los otros animales salvajes en el bosque y representaban una amenaza sólida, solo por su tamaño. No querías terminar en el lado equivocado de sus cuernos. —Una cosa más; Continuó Helen. —También vi un oso a lo lejos. Al escuchar las palabras de Helen, Samya inmediatamente se puso rígida. Helen probablemente se dio cuenta de la incomodidad de Samya---como se esperaba de un mercenario entrenado---porque hizo una mueca perturbada y preguntó, —¿Q-Qué pasa? —Ella una vez fue atacada por un oso y casi pierde la vida en la pelea; Expliqué, resumiendo los eventos de ese fatídico día. Ahora que lo pienso, nunca le había contado la historia a Lieke tampoco, pero ella no pareció sorprendida. Quizás ella y Samya lo habían discutido antes. —Entonces eso es lo que sucedió... Si hubiera estado completamente equipado, podría haberlo derribado; La respuesta de Helen fue inexpresiva y perfectamente seria. Le agité mi mano y le dije con reproche, —No deberías hacer algo tan imprudente. Todos somos amigos aquí ahora. ¿Qué pasa si vas a enfrentarte al oso y sucede lo impensable? Seríamos nosotros los que encontraríamos tu cuerpo... Ni siquiera me atrevo a pensar en eso. Helen me miró con un vago aire de perplejidad, pero asintió. —Entiendo. ◇◇◇ Empezamos al día siguiente con nuestra rutina matutina habitual: desayunamos todos juntos y luego nos separamos. Lieke y yo íbamos a pasar otro día en el taller, y le pedí a Samya que


saliera y recolectara hierbas y frutas medicinales ya que no tenía ninguna tarea para que ayudara hoy. En cuanto a Helen, quería observar el proceso de la forja, pero de todos modos necesitaríamos dos días para terminar las espadas, así que le sugerí que fuera con Samya a explorar el área hoy y luego viniera a vernos al taller mañana. Helen accedió fácilmente, contrariamente a mis expectativas. Tal vez fue porque el bosque había despertado su interés en su viaje aquí, o tal vez ella era del tipo que preferiría estar siempre en movimiento. Mientras las dos salían, Samya le dio una explicación a Helen sobre los peligros de caminar por el bosque. No pude evitar sonreír cuando las vi juntas porque ya se veían bastante amigables. Casi podrían haber sido confundidas como hermanas, aunque eran de diferentes razas. En mi imaginación, Samya era la hermana mayor y Helen la menor. ¡Qué interesante familia harían! Lieke y yo nos movimos al taller. Mientras me arremangaba para prepararme para el día de hoy, declaré, —Sin más preámbulos, ¡es hora de hacer el primer producto modelo personalizado de este taller! Voy a verter mi corazón y mi alma en este; Me sentía más apasionado que de costumbre. Primero, seleccionamos suficientes placas de metal de nuestras reservas para una espada corta, y luego calentamos ese metal en el lecho de fuego abrasador. Una vez que estuvo completamente caliente, Lieke lo sacó y golpeó la placa hasta que quedó más delgado y más largo. Cuando pareció ser lo suficientemente largo, ella marcó una línea en el centro de la placa con un cincel y luego dobló el metal por la costura que acababa de crear. Después de eso, volvió a calentar y martillar de nuevo, lo que sacó aún más longitud del metal. Una vez que ella le dio la forma a la longitud correcta, fue mi turno. Haciendo pleno uso de mis habilidades rotas y conocimientos instalados, me aseguré de que el metal fuera perfectamente uniforme en todas partes. Cuando templé la hoja al final del proceso, quería que la espada resultara sólida pero no quebradiza. Mientras trabajaba, también mantuve el estilo de lucha de Helen al frente de mi mente. Ahora que había terminado de darle forma a la hoja, esperé a que se enfriara antes de martillarla de nuevo, lo que aumentó la robustez de la espada. Luego usé una herramienta--que parecía una lima o un cepillo---para pulir la superficie hasta que brilló. Para la empuñadura, iba a unir una varilla de metal a la hoja. Esto requirió cierto cuidado de mi parte, cuando conecté las dos piezas, tuve que asegurarme de que la espada no se rompiera más tarde en esa unión. Calenté la varilla y la conecté con la hoja usando el martillo, asegurándome de poner toda mi concentración en la tarea. La espada recibió un calentamiento final en el lecho de fuego, con un enfoque específico en la unión entre la hoja y la empuñadura. El metal ahora había tomado una forma definitiva de espada, y una vez que estuvo a la temperatura perfecta, lo retiré del fuego e inmediatamente lo sumergí en agua para enfriar y apagar el metal. Ahora que había terminado de forjar la espada, quería probar su durabilidad. Aseguré la hoja nueva en su lugar y traje una de las espadas cortas de modelo básico que había hecho el día anterior. Agarré la espada corte de modelo básico y lancé un gran golpe a la espada corta de modelo personalizada de Helen.


¡Clang! El sonido agudo resonó alrededor del taller. La espada que yo empuñaba había hecho un contacto perfecto con la espada personalizada, pero esta última no tenía ni un solo rasguño. Lo corté unas cuantas veces más, pero aun así, su superficie permaneció perfectamente intacta. Parece que pasó la prueba. Pero por otro lado ... —Supongo que ya no podré vender esta espada corta; Me lamenté, mirando el modelo básico que tenía en la mano. Cuando lo inspeccioné cuidadosamente, noté que la hoja ahora estaba dañada en varios lugares. Era solo un modelo básico, por lo que no me sorprendió que la hoja se hubiera desgastado rápidamente. En este punto, Lieke se volteó hacia mí, haciendo una pausa en su propio trabajo con un cuchillo. —¿No puedes afilar el borde o remartillar la hoja de nuevo? Estaría como nuevo. —Eso puede ser cierto desde una perspectiva de calidad, pero violaría mis principios estéticos poner a la venta una espada que ya se ha usado; Expliqué, antes de agregar, —por supuesto, eso no cuenta cuando pruebo la espada. justo después de que lo haga. Volveré a machacar este y lo usaré yo mismo como arma personal. Tuve el lujo de no tener que comprometer mis ideales porque, por suerte, teníamos suficiente dinero en este momento. No éramos ricos de ninguna manera, pero era suficiente para nuestra vida cotidiana. Habría sido una historia diferente si estuviéramos cortos de dinero, pero esperaba poder apegarme a mis creencias de aquí en adelante también. Le dije lo mismo a Lieke, y ella se rió entre dientes. —No me sorprende oírte decir eso. Eres uno de esos tipos de artesanos testarudos, ¿no es así, jefe? —Tal vez; Respondí, devolviéndole la broma con una sonrisa astuta. Estaba un paso más cerca de mi estilo de vida ideal. El progreso provocó una pequeña pero muy real sensación de placer en mí. En cualquier caso, la espada personalizada había pasado la prueba de durabilidad, por lo que ahora estaba en los toques finales. Solo necesitaba hacer un pulido final en la parte plana de la hoja y luego afilar el borde. En cuanto a la empuñadura, calenté y le di forma a una protección para la empuñadura, y luego la coloqué en el cuerpo de la espada. Toda la empuñadura estaba envuelta en cuero que había recogido de uno de los ciervos arbóreos que Samya había cazado. Para rematar mi primera hoja hecha a la medida, cincelé mi insignia, un gato gordo sentado, en el pomo de la hoja. Levanté la espada por encima de mi cabeza. El metal reflejó las llamas parpadeantes en el lecho de fuego y toda la espada pareció brillar. —¡Y uno ya está listo!; Grité. Mientras recordaba los golpes que había intercambiado con Helen y cómo ella había manejado sus espadas, le di a esta nueva espada algunos golpes experimentales. La espada corta era más liviana de lo que parecía y encajaba perfectamente en mi mano. Lieke me miró fijamente todo el tiempo que estuve probando la espada, moviéndose inquietamente, y parecía que iba a explotar en cualquier segundo. —¿Puedo verlo? —Por supuesto; Dije y le entregué la espada.


Lieke lo examinó muy de cerca que parecía como si no quisiera pasar por alto ni un solo átomo de su composición. Ella le dio la vuelta en todas direcciones e incluso lo balanceó ligeramente un par de veces, absorbiendo cada pequeño detalle. —¿Cómo ves la calidad?; Pregunté. —Ningún herrero promedio podría hacer algo de este calibre. Incluso un herrero bastante hábil no podría acercarse a tu nivel; Respondió ella. —Perdóname por mencionar tu pasado, pero solo quiero decir que la gente nórdica sufrió una gran pérdida el día que te fuiste, independientemente de las circunstancias que rodearon tu partida. —Esa es una evaluación muy alta. Ella me miró con una cara perfectamente seria. —Eso es lo que se merece. Ni siquiera hay una sombra de duda en mi mente. Bueno, por supuesto, no era una espada común y corriente. Aproveché cada gramo de mi habilidad mientras lo hacía, tal como lo hice cuando hice el cuchillo que partió el tronco en dos. No había forma de que esta espada pudiera estar cerca de lo normal. A diferencia del cuchillo, le di prioridad a la durabilidad al hacer esta espada. Si tuviera que golpear una roca con él, el borde cortaría la superficie, pero no partiría la piedra en dos. Por supuesto, incluso ese nivel de filo ya desafiaba el sentido común. Estaba dentro de mi habilidad hacer una espada que pudiera cortar limpiamente una roca si realmente quisiera. Me di cuenta de eso hoy mientras usaba todas mis habilidades rotas y datos instalados para forjar la espada corta de Helen. Sin embargo, había una limitación: podía forjar una espada que fuera extremadamente duradera o perversamente afilada, pero no ambas a la vez. Tal era la limitación inherente del acero, y mis habilidades rotas no podían cambiar esa realidad. Pero en cierto modo, la limitación fue un alivio y no un obstáculo. Por eso, tuve la libertad de hacer modelos personalizados con acero. ¿Cómo pongo esto? Si tuviera que poner mis manos en un material del que pudiera sacar tanto durabilidad como afilada---digamos, por ejemplo, mithril u oricalco---tendría que escudriñar mi alma antes de sentirme cómodo fabricando armas verdaderamente poderosas. Es poco probable que una sola espada haga grandes estragos en la escala del universo, pero definitivamente podría considerarse un peligro desde la perspectiva de una pequeña región. No estaba preparado para soportar la carga mental y emocional de que todo lo que fabrique se convierta en un arma estratégica de guerra. —¿Qué ocurre?; Lieke me preguntó, con una expresión de preocupación en su rostro. — Pareciera que algo te molesta. —No, no es nada. No estoy molesto, solo estaba pensando; La tranquilicé con una sonrisa y alargué la mano para alborotarle el cabello bruscamente. Casi me perdí en esos pensamientos angustiosos, pero gracias a Lieke, pude volver en mí. Ahora satisfecho con haber terminado una espada del par, decidí dejarlo por hoy. La segunda espada del par que podríamos dejarlo para mañana. Lieke también había completado el cuchillo en el que había estado trabajando.


Habíamos extinguido el fuego y habíamos comenzado a limpiar el taller cuando Samya y Helen regresaron de su cacería. —¡Ya regresamos!; Gritó Samya. —Bienvenidas de vuelta. ¿Como les fue? —Hmmm; Reflexionó y se detuvo a considerar. —Estuvo bien. Helen dejó una cesta llena de hierbas antisépticas y antifebriles, así como algunas frutas parecidas a la manzana y la frambuesa. —A mí me parece una cosecha abundante; Dije. Samya solo se quejó de eso. —Esto no es nada comparado con lo que puedo juntar cuando la temporada es la adecuada. —Bueno, las hierbas son una cosa, pero la fruta se echa a perder rápidamente, por lo que traer más que esto se desperdiciaría. Creo que esta es la cantidad perfecta para nosotros. Gracias; Dije, tratando de consolarla. —De todos modos, Eizo, eso no es lo importante en este momento; Ella dijo eso con una expresión inusualmente seria. Me senté derecho y le di toda mi atención. Ella me miró a los ojos. —Los lobos estaban más agitados que de costumbre hoy. Ahora estoy bastante segura de que Helen vio un oso negro. Genial. Una preocupación más para agregar a mi plato. —Entiendo; Reconocí, —Pero por hoy, comamos. Tuvimos la mezcla habitual de platos, pero las manzanas---o sus primos de todos modos--también estaban en el menú de hoy. La fruta fresca agregó una capa de lujo a nuestra comida. Las frutas en realidad no se parecían a las manzanas en apariencia, pero su sabor estaba en el punto. Sin embargo, no eran tan deliciosas ni dulces como las manzanas criadas selectivamente en la Tierra. De todos modos, me sentí reconfortado por el sabor nostálgico, aunque no era como si hubiera comido manzanas todos los días en ese entonces. Las mujeres charlaban sobre las manzanas mientras comíamos. —A veces muerdes uno de estos, y termina siendo amargo, ¡realmente amargo!; Dijo Samya. —Es cierto; Comentó Lieke. —Cuando era niña, solía tratar de adivinar cuáles eran las amargas. Helen también expresó su acuerdo. —Yo también. No soy fanática de las comidas ácidas. Y pensé que el que había tenido ya estaba bastante amargo... Tal vez debería intentar cocinarlos en su lugar. El calor probablemente suavizaría algo de la acidez. Terminamos de cenar con la banda sonora de la animada conversación de Samya, Lieke y Helen sobre las frutas. Aparentemente, este mundo también tenía frutas que eran similares a las naranjas y sandías mikan. Un día de estos vería si le puedo encargar a Camilo.


◇◇◇ Al día siguiente, Lieke y yo íbamos a pasar otro turno forjando en el taller, y Samya saldría a cazar. Ella podría tomar un descanso de vez en cuando si quisiera. Su horario semanal podría verse así: cazar, hacer herrería, recolectar, cazar, hacer herrería, visitar la ciudad, descansar. Yo originalmente también había planeado tomar días de descanso---¡supongo que tenía que recordar eso de ahora en adelante! Helen estaría observándonos en el taller hoy. Ya habíamos hecho una espada ayer, así que podíamos ahorrarle nuestras pruebas y errores. Confiaba en que podríamos realizar una espada fluida y pulida. Y así, empezamos. Dicho esto, el proceso fue más o menos el mismo que ayer, menos algunos experimentos, por lo que no volveré a analizar todos los detalles. Usando todo lo que habíamos aprendido al hacer la primera espada, pudimos terminar la segunda tres horas antes. Helen nos observó atentamente de principio a fin. —Hiciste que pareciera tan fácil; Murmuró ella con aprecio cuando terminó. Lieke se abalanzó para interceptar el cumplido, acicalándose. —Nadie más puede forjar un espada tan rápido como el Jefe. —¿Ni siquiera tú, Lieke ?; Helen preguntó con curiosidad. A estas alturas, ella ya había aprendido los nombres de Samya y Lieke. —No estoy segura de poder alcanzar su nivel en esta vida. —¿Así de bueno es él? Lieke asintió con firmeza y enderezó los hombros con orgullo. Pero sabes... mis habilidades están rotas, así que escuchar tus elogios solo me hace sentir culpable... Dado que este era mi primer pedido personalizado, decidí hacer todo lo posible y agregar algunos adornos a ambas espadas cortas. Tomé la herramienta que usualmente usaba para alisar la hoja y comencé a trabajarla en el medio de la espada. Si el metal no estaba perfectamente nivelado, podría cambiar fácilmente la distribución del peso de las espadas, así que me mantuve concentrado en la tarea que tenía entre manos. Me detuve una vez que las superficies se veían impecables y luego probé algunos movimientos con las espadas, ambos cortaron limpiamente el aire. Luego, usé un cincel para tallar un diseño en la superficie de la hoja. Este era otro lugar donde podía arruinar el equilibrio de la espada si no tenía cuidado, pero tomé prestado el poder de mis habilidades trampas para asegurarme de que eso no sucediera. Tenía un diseño en mente, y una vez que terminé de trazarlo en ambas espadas, repasé todo de nuevo para suavizar y eliminar las rebabas restantes que había dejado el cincelado. Todo este proceso tomó las tres horas que habíamos ahorrado más temprano en el día. Aaah, ¡esto me recuerda a los modelos a escala que solía hacer en mi viejo mundo! Como pensé, realmente disfruto este tipo de trabajo detallado. —¡Y están listos!; Exclamé.


—¡Genial!; Gritó Helen, radiante de alegría. Ella inmediatamente alcanzó las espadas, pero la detuve. —Se está haciendo tarde. Te los daré mañana. —Pero por qué...; Ella se quejó. Su comportamiento había dado un giro completo de ciento ochenta y ahora tenía una expresión petulante. Entendí cómo se sentía, yo también era del tipo que prueba un juguete nuevo y brillante tan pronto como lo tengo, pero decidí mantenerme firme en mi decisión. Con una sincronización impecable, como siempre, Samya llegó a casa justo cuando terminábamos. Había cazado algunas aves y las había traído con ella. Aderecé las aves e hice un plato de pechuga de "pollo" en rodajas. Por supuesto, en realidad eran pájaros de follaje, no gallinas. Para compensar mi falta de creatividad en el frente de la carne, combiné el plato con una salsa de frambuesa que cociné con las bayas que Samya había recogido ayer. También añadí un poco del vino que teníamos en la casa. —¡Eizo! Esto. Está. ¡Impresionante!; Samya estaba gritando, parecía que estaba a punto de comenzar a saltar de alegría en cualquier momento. A veces, tenía un entusiasmo casi infantil. Aunque aparentaba unos veinticinco años, por dentro parecía todo lo contrario. No iría tan lejos como para decir que actuó como si tuviera cinco años, pero... —¡Oye! ¿Dónde están tus modales?; La regañé. —¡Pero casi nunca antes había probado algo tan delicioso! —Tengo que estar de acuerdo---rara vez comíamos tan bien en el taller de mi familia; Dijo Lieke. —Eso va para mí también; Estuvo de acuerdo Helen. —Este tipo de comida es un placer raro. Aparentemente, ambas también habían sido sorprendidas por el menú de esta noche. Nunca antes le había preguntado a Lieke su edad, pero supuse que no era joven en años humanos, no la había visto perder la compostura ni una sola vez, al menos en el tiempo que la conocía. ¿Y qué hay de Helen? Su cicatriz, junto con su porte natural que seguramente fue adoptado de su experiencia como mercenario, la hacían parecer bastante madura. Sin embargo, no me sorprendería que fuera más joven de lo que sugería su apariencia. —Bueno, hoy es un día especial. Terminé de forjar mis primeras espadas encargadas hoy. —¡Cierto! Felicidades; Dijo Samya. —Gracias; Respondí. —Déjame felicitarte también; Intervino Lieke. —Bueno, tengo que agradecerte, ya que me ayudaste. Así que gracias. —¡Yo también, bravo!; Helen vitoreó. —Tú... tú fuiste quien lo ordenó...; Balbuceé. —N-No importa. Gracias.


Brindamos con vino y celebramos hasta bien entrada la noche con mucha comida y bebida para todos.



◇◇◇ Regresé de mi viaje de rutina al lago a la mañana siguiente y encontré a Helen esperándome frente a la casa. —¡Alguien se ha levantado temprano otra vez!; La llamé mientras me acercaba a la cabaña. Ella me sonrió, mostrando sus dientes blancos como la perla y sus ojos brillantes, y luego dijo, —Terminaste las espadas ayer, ¿verdad? Cuando pensé en el hecho de que los probaría hoy, simplemente no podía quedarme quieta. ¡Apenas pude cerrar los ojos anoche! Si que estaba animada para ser alguien que no había dormido nada. ¿Cuánta energía tenía? ¿O es este el efecto secundario maníaco de la privación del sueño? —Vamos adentro; Sugerí. —Seguro. Ella entró a la cabaña y se arrojó sobre una de las sillas del comedor. Entré detrás de ella, guardé las jarras de agua en la cocina y comencé a preparar el desayuno. En cuanto a la comida en sí, todo lo que puedo decir es que fue una de las más animadas que hemos tenido en un par de días. En el momento en que terminamos de comer, Helen se levantó de un salto y se dirigió directamente al taller. Los tres nos unimos a ella. —Como prometí, aquí están las dos espadas cortas que encargaste; Dije, entregándole las dos espadas envueltas en tela a Helen. Dada su habitual impaciencia, esperaba que inmediatamente arrancara los envoltorios, pero deshizo la tela con ternura, acunando las espadas como si fueran de cristal. Ella se fue emocionando cada vez más y más cuando las dos espadas fueron reveladas lentamente. Finalmente, ambas espadas quedaron desnudas ante sus ojos. El acero brillaba a la luz, y un rayo cincelado atravesaba el centro de cada hoja. Aparte del grabado, las hojas no tenían adornos y eran sumamente prácticas. Al fin y al cabo, las había diseñado para que fueran funcionales. En las empuñaduras, había cincelado el emblema de mi taller: el gato gordo sentado. —Pruébalos y dime cómo se sienten; Dije. —Creo que los encontrará bien equilibrados. Helen envolvió sus dedos con cautela alrededor de las empuñaduras de las espadas y luego les dio algunos movimientos rápidos, y las hojas cantaron mientras azotaban el aire. Curiosamente, no sentí ningún miedo al ver su actuación, aunque sabía que me cortaría en pedazos al instante si entraba accidentalmente en la refriega. Ella continuó su secuencia de ataques por un rato más, moviéndose con gracia como si estuviera bailando, antes de detenerse por completo. Sus hombros se agitaron mientras recuperaba el aliento. —¿Y qué te parece?; Pregunté. Helen hizo un movimiento como si fuera a arrojar las espadas, pero en cambio, las colocó con cuidado en el suelo del taller. Inmediatamente después, se arrojó sobre mí y me dio un fuerte


abrazo. —¡Increíble! ¡Simplemente asombroso! ¡Son absolutamente perfectas!; Ella gritó. — Tomé la decisión correcta en venir hacia ti. —Ya veo. Me alegro de que te guste... Ouch... ow ow ow ow ¡Ow! ¡Eso duele! Helen me estaba abrazando con tanta fuerza que apenas podía respirar. Fue doloroso, pero como herrero, también me sentí agradecido y bendecido al ver su entusiasmo por las hojas que había hecho. Sin embargo, No me quejaría si me dejara ir ahora... Al final, Lieke y Samya tuvieron que apartarla de mí antes de que soltara el abrazo. —Ya probé su durabilidad, pero si tienes algún problema, házmelo saber y lo arreglaré. Puedes visitar a Camilo o venir directamente aquí, pero de cualquier manera, prefiero que me lo digas antes de usarlos en una batalla real; Le dije una vez que me liberé de su abrazo de oso. Yo estaba obligado como herrero a reparar cualquier cosa que estuviera rota, pero si las espadas fallaban en el campo de batalla, no era probable que ella tuviera la oportunidad de venir a decírmelo. A diferencia de las espadas que hice para la producción en masa, conocí a Helen y había hecho estas espadas a la medida de sus gustos, por lo que era muy consciente de la responsabilidad que tenía. —Entendido. Entreno regularmente, así que si noto algo mientras practico, te llamaré de nuevo. —Oh, también está el asunto del pago; Mencioné. —¿Cuánto será? —Lo que quieras pagar está bien. —¿Está seguro?; Preguntó Helen. —Sin embargo, no sé nada sobre las tasas de mercado. —No importa. Decidí que usaría un sistema de "paga con lo que quieras" para las comisiones, así que págame lo que valgan las espadas para ti. En los dos días que me tomó hacer el encargo de Helen, podría haber forjado bastantes espadas de modelo básico. Si tuviera que establecer precios desde un punto de vista estrictamente lógico, entonces debería recibir no menos de la ganancia total que podría haber obtenido de los modelos básicos. Por otro lado, estoy seguro de que algunas personas se contentarían con aprovechar mi generosidad y pagarme una sola moneda de plata, pero esperaba que ese tipo de tacaños fueran pocos y esporádicos. Especialmente considerando el hecho de que tendrían que estar dispuestos a caminar hasta aquí en primer lugar. Además de mi tiempo, también estaba el precio del mineral y el carbón que había usado. Si me compensaran al menos por las materias primas, podría continuar con mi oficio como herrero, aunque estaría trabajando con pérdidas. —Hmmm...; Tal vez era porque no estaba familiarizada con el mercado, como había dicho, pero Helen se tomó su tiempo pensando en qué hacer. Estaría feliz si me diera al menos una moneda de oro. —Me he decidido; Declaró Helen, abriendo su bolso y sacando su monedero. —Aquí tienes; Ella dejó caer dos monedas de oro y varias de plata en mi mano. —Perfecto.


—Supongo que debería haber preguntado antes de entregar el dinero, pero ¿estás seguro de que es suficiente? Es un poco más que el precio de mis espadas originales. Esas dos espadas habían sido bastante caras entonces. Eran de alto calibre, por lo que el precio se comprobó. —Sí, esto es lo suficientemente bueno. Tus otras espadas eran de alta calidad, así que estoy satisfecho con esta cantidad; Dije. —De hecho, puede que incluso sea un poco mejor. —E-Está bien; Ella todavía parecía estar un poco insegura sobre el precio, pero me estrechó la mano vigorosamente y dijo, en voz alta como siempre, —¡Gracias! Vimos como se dio la vuelta y saltó hacia el bosque. Con su energía y entusiasmo, incluso si tropezaba con el oso negro, parecía probable que lo enfrentara sin pensarlo dos veces. Probablemente incluso lo usaría como una oportunidad para probar su nuevo hardware. Una vez que ya no pudimos ver a Helen, los tres nos dimos la vuelta y volvimos adentro en total sincronización. —Vaya, sus habilidades no eran una broma; Murmuré. Estaba seguro de que su fuerza estaba a la par con la de los osos negros. —Se necesitó la combinación de nuestras fuerzas para apartarla de ti, e incluso entonces no fue tarea fácil; Comentó Samya. —Una persona altanera y ruidosa; Agregó Lieke. Helen también había dejado una profunda impresión en ambas. Era raro encontrar a alguien con una personalidad así. Por supuesto, sería un problema si se pudiera encontrar gente como Helen en cualquier lugar y en todas partes---es decir, el tipo de persona que podría sacar toda la fuerza tanto de un miembro de la gente bestia como de un enano. —De todos modos, por hoy, volvamos a forjar espadas cortas y largas. Mañana iremos a entregarlos a la ciudad. —Está bien. —Entendido, jefe. Con ambas mujeres estando de acuerdo, comenzamos el trabajo del día. Solo habíamos recibido a un invitado y nos desviamos de nuestra rutina durante dos cortos días, pero no obstante me llenaba la tranquilidad de finalmente poder volver a la normalidad. Preparé las materias primas como de costumbre, forjé con la ayuda de Samya y Lieke como de costumbre, y pulí las espadas, de nuevo, como de costumbre. Para ser honesto, no había pasado mucho tiempo desde que comencé mi vida en este mundo, pero antes de darme cuenta, había llegado a esperar este tipo particular de normalidad. El calor y la alegría se agitaron en mi corazón, pero esta vez logré ocultar mis sentimientos a Samya y sus sentidos perceptivos. ◇◇◇ Disfrutamos de dos días de paz antes de que ocurriera el incidente. Samya había estado cazando como de costumbre cuando tuvo un encuentro inesperado con un oso negro. Probablemente había sido el mismo que había visto Helen, y el que estaba


detrás de la reciente agitación de los lobos. Mientras escuchaba el tenso informe de Samya, las escenas del día en que nos conocimos se desplazaron una por una por mi cabeza. Finalmente, no pude controlar mis emociones por más tiempo. —¡¿Estás bien?! ¡¿No estás herida, verdad?!; Estallé. —S-Sí, estoy bien; Samya tartamudeó, —Corrí de regreso aquí tan pronto como sentí su presencia. Sin embargo, se acercó más a la cabaña de lo que pensé. Creo que lo pude perder, pero tiene buen olfato. ¿Qué pasaría si me siguiera de vuelta? —Gracias a Dios que estás bien. Me sentí aliviado de que Samya estuviera ilesa, pero ¿ahora qué? ¿Qué deberíamos hacer si realmente logra rastrear a Samya a casa? Si se quedara en la zona, podríamos toparnos con él en cualquier momento, y eso causaría todo tipo de problemas. Era más probable que yo lo encontrara, ya que salía todas las mañanas a buscar agua, pero Samya y Lieke también hacían excursiones al aire libre periódicamente. ¿Qué pasa si se topan con él durante uno de sus viajes? Negué con la cabeza para liberarme de pensamientos aprensivos. Mi enfoque tenía que estar en la acción. No había forma de que mi cuchillo fuera suficiente en una pelea contra un oso, pero tampoco podía perder el tiempo para forjar una espada larga personalizada. Sin embargo, esta podría ser la oportunidad perfecta para probar finalmente la lanza personalizada que hice. Eso lo resolvió. —Voy a salir; Declaré. —E-Espera, T-tú no puedes estar...; Samya vaciló, incapaz de terminar su pensamiento. —Si lo encuentro, me encargaré de él. Cierra ambas puertas y no las abras hasta que yo regrese. —¡Entonces iré contigo! —No. Para ser honesto, si sucede algo y me veo obligado a retirarme, no estoy seguro de poder cubrirte. No es que no confíe en tus habilidades con el tiro con arco, Samya, pero déjame esto a mí. —Maldita sea; Maldijo. —Será mejor que vuelvas con nosotras. —Prométemelo también; Agregó Lieke. —Por favor, vuelve a casa sano y salvo, jefe. —Por supuesto. No abandonaría a mi preciosa familia, no cuando todos nos hemos reunido así. Agarrando la lanza del taller, salí de la cabaña. Escuché el fuerte ruido del pestillo cayendo en su lugar, lo que significa que Samya y Lieke habían asegurado las puertas detrás de mí como les había dicho. En cuanto a mí, me adentré en el bosque.


Aquí está más sombrío que de costumbre, pensé, justo cuando las gotas de lluvia comenzaban a caer. Esta fue la primera lluvia desde que vine a este mundo. Me dirigí en la dirección que me dio la más profunda sensación de aprensión. Fue una sensación que prácticamente gritó, "Si vienes por aquí, te llevarás una desagradable sorpresa". No estaba acostumbrado a prestar tanta atención a mi entorno. En nuestros viajes por el bosque a la ciudad, Samya siempre estaba de guardia. En este momento, sería fácil para mí pasar por alto las pistas sutiles de peligro. A pesar de mi fuerza mejorada y mis habilidades para hacer trampas, no podía ser arrogante, la muerte esperaba al otro lado de cualquier descuido. Afortunadamente, en el sentido de la palabra, las señales de advertencia que dejó el oso negro gigante fueron todo menos sutiles, y pude percibirlas sin ninguna dificultad. Rodeado por el repiqueteo de la lluvia cayendo, agucé obstinadamente mis oídos para escuchar cualquier sonido que emitiera el oso negro, al tiempo que me aseguraba de que el ruido de mis propios movimientos se mezclara con el coro de la naturaleza. Según la información de Samya, los osos solían volver a sus guaridas antes de que pasara mucho tiempo, incluso cuando el tiempo estaba soleado y despejado. Pero si ese fuera el caso aquí, entonces debería haber dejado de ser capaz de sentir la presencia del oso con mis sentidos agudizados. En otras palabras, todavía debe estar dando vueltas por esta área. Quizás el olor de los humanos había sido grabado previamente en su memoria, esa había sido a menudo la razón detrás de los ataques de los osos en la Tierra. Había una buena posibilidad de que guardara rencor a los humanos, incluidas las bestias que vivían en el bosque. Con la lluvia borrando mi olor, hoy era el momento perfecto para sacarlo. No podía dejar pasar esta oportunidad. —Prepárate, Eizo; Murmuré. En mi último mundo, me había costado nada menos que mi vida salvar a un solo gato, pero aquí estaba, armándome de valor para matar a un oso. No pude evitar reírme de la ironía de todo. Sin embargo, no tuve más remedio que enfrentarme al oso. No me detendría ante nada para proteger a Samya y Lieke, quienes se habían convertido en mi familia, y la nueva normalidad que había establecido aquí en este mundo. Era todo lo que yo apreciaba. Me tomé mi tiempo, avanzando más y más hacia la dirección donde sentía más peligro. No podía decir cuánto tiempo había pasado ya. Esta cacería se sentía simultáneamente demasiado larga y demasiado corta. De repente, mi sentido del peligro, mis instintos de supervivencia y mis habilidades convergieron en un punto, y todas las alarmas en mi mente sonaron a la vez. Era como si una sirena Klaxon estuviera sonando en mi cabeza. Lo encontré. Sabía que esperaba a un gran oso negro, pero esta cosa no era solo grande... era un monstruo. Era tan grande como los osos pardos ussuri nativos de Japón que había visto en la televisión. —Tú no puedes ser el que atacó a Samya; Murmuré. Las garras de este oso habrían cortado fácilmente la armadura de cuero, un golpe de esas patas hubiera acabado con la vida de Samya. En comparación, el oso de entonces se había asustado por mi acercamiento, así que estaba casi seguro de que este era diferente. Aunque no podía descartar por completo la


posibilidad de que el oso de antes hubiera experimentado un crecimiento acelerado en las últimas semanas. —Lo siento, no es que te guarde rencor...; Con cuidado cambié de posición, apuntando la punta de la lanza hacia el oso, y recé para que no hubiera cachorros hambrientos esperando en su guarida. Las campanas de alarma seguían sonando en mi cabeza, pero extrañamente, no pensé que este oso pudiera detenerme con un solo golpe. No estaba cien por ciento seguro de que ganaría, pero sin duda estaba inmensamente agradecido por las habilidades rotas que había recibido. El oso movió lentamente su enorme cuerpo y se puso de pie sobre sus patas traseras. Era gigantesco, casi el doble de mi altura, pero no podía retroceder. Me mantuve firme y me apoyé sobre mi lanza, la punta del arma mirando hacia adelante. Él oso se puso a cuatro patas y embistió contra mí. No había forma de que pudiera retirarme a tiempo, incluso si hubiera querido. Uno de nosotros, yo o el oso, no saldría vivo de este enfrentamiento. Las garras del oso volaron hacia mí y logré esquivarlas justo a tiempo. Me habría herido gravemente si sus garras me hubieran rozado. Tenía la intención de contraatacar cuando pasó junto a mí, pero eso parecía imposible. Fue rápido, más de lo que había anticipado. Mis habilidades rotas me habían dado la fuerza para sobrevivir hasta el momento, pero si hubiera sido un humano normal, ya habría muerto. Consideré tratar de paralizar sus movimientos con un barrido bajo dirigido a sus piernas, pero pensándolo bien, no parecía que fuera a ser muy efectivo. El oso rápidamente se dio la vuelta para mirarme de nuevo, pero yo fui más rápido y rápidamente clavé la lanza en el oso, enterrando la punta en su flanco. La hoja era tan afilada que atravesó al oso como si su carne estuviera hecha de mantequilla. Sin embargo, debido a mis habilidades rotas, pude percibir que la herida fue simplemente superficial. En verdad, no había sido capaz de ganar suficiente tracción en el suelo fangoso para poner fuerza en mi empuje. Saqué la lanza y retrocedí rápidamente, pero no fui lo suficientemente rápido como para evitar por completo el ataque en represalia del oso. Él aterrizó un golpe en mi pecho con sus patas delanteras, sacando todo el aire de mis pulmones. Afortunadamente, como ya había estado retrocediendo, el daño fue mínimo. Absorbí el golpe y rodé para amortiguar mi caída, recuperando el equilibrio en poco tiempo. Gracias a Dios que tenía treinta de nuevo, no había forma de que hubiera reaccionado ni la mitad de bien si hubiera tenido cuarenta. Me lancé hacia adelante, agachándome justo a tiempo para que las garras del oso silbaran en el aire a un cabello de distancia de la parte superior de mi cabeza. Me detuve justo en frente de él. Su enorme forma se cernía sobre mí con los brazos aún extendidos. —¡La victoria es mía!; Grité mientras clavaba la lanza en el oso con todas mis fuerzas. La punta atravesó el cuerpo del oso con poca resistencia. Samya había dicho una vez que la forma en que mis hojas cortaban a los objetivos con tanta facilidad daba miedo, o algo por el estilo. Tenía que admitir que era un gusto adquirido... por decir lo menos.


Pero esta vez sentí las reverberaciones del golpe a través de mi brazo, lo que significa que la lanza había atravesado profundamente la piel del oso. El oso me tiró lejos y caí al suelo por la fuerza del ataque. En el proceso, la lanza se me escapó de las manos.



El oso golpeó la lanza alojada dentro de su pecho, una y otra vez, en una desesperación inútil, antes de que su enorme cuerpo finalmente se estrellara contra el suelo. El oso se derrumbó de lado, por lo que no aplastó la lanza. De hecho, a pesar de mi brusco manejo, la lanza todavía parecía nueva. Como era un modelo personalizado, probablemente era más duradero que uno normal. Tendría que probar esa teoría más tarde. Una vez que la conmoción por la caída del oso se calmó, todo quedó en silencio excepto por el susurro de la lluvia cayendo. Con mi cuchillo desenfundado, me acerqué al oso lenta y cuidadosamente de puntillas. El cuchillo era la última de mis armas, pero era mejor que no tener nada más. No parecía estar respirando. Para comprobarlo, empujé al oso con la punta de mi pie. No hubo reacción. Sin bajar la guardia, envolví mis dedos alrededor de la asta de la lanza y la saqué. La sangre brotó de la herida, empapando la piel del oso y el barro de abajo. La sangre carmesí vívida se mezcló con la lluvia, fluyó por el suelo y se hundió en la tierra. El oso ni siquiera se movió. Lo hice. lo maté. Toda la fuerza abandonó mis piernas en el momento en que finalmente confirmé que el oso estaba muerto. No hace falta decir que, en mi vida anterior, nunca había tenido un roce tan cercano con la muerte. Estuvo cerca, por decir lo menos. Debía mi supervivencia enteramente a mis habilidades rotas y conocimientos instalados. Dejé escapar un profundo suspiro, volviendo lentamente a mis sentidos. Ahora que ya no tenía mucha adrenalina, varios dolores y molestias se hacían notar en todo mi cuerpo. Independientemente de mis trucos, fue difícil permanecer ileso después de que un oso gigante te arrojara al suelo. Tenía raspaduras y moretones por todas partes. Probé para ver si podía moverme y, afortunadamente, todo parecía funcionar. Estaba agradecido de no haberme roto ningún hueso, eso habría detenido cualquier trabajo de carpintería o herrería por un tiempo. Tal como estaban las cosas, todavía necesitaría uno o dos días para recuperarme. Miré solemnemente el cadáver caído del oso y luego llevé mis manos para hacer una oración. Lo siento. No nos has hecho ningún daño, pero no podíamos esperar como patos sentados a que vinieras. Viviré el resto de tus años en tu lugar. Su vida puede haber terminado, pero pude seguir viviendo gracias a eso. Ahora, ¿qué se supone que debo hacer con el cuerpo? Si lo dejaba tirado, los carroñeros sacarían la carne de sus huesos. Era la solución fácil y natural, pero como quien le había quitado la vida, quería que yo y mi familia fuéramos los que lo honráramos y lo comiéramos. En este mundo, yo era sustancialmente más fuerte de lo que había sido en mi vida anterior. Si pongo mi espalda en ello, podría ser capaz de...


Me eché al hombro mi lanza. —Hagámoslo; Gruñí mientras subía al oso a mi hombro por los antebrazos. Era increíblemente pesado, si no recuerdo mal, incluso un pequeño oso pardo ussuri pesaba unos 250 kilogramos. Sin embargo, a pesar de su peso, aún podía arrastrarlo. Esperaba que la lluvia lavara la sangre que dejaba detrás de nosotros. La lluvia hizo que el suelo se volviera resbaladizo. Entre eso y mis heridas, el progreso fue más lento de lo que había imaginado. Sería un gran dolor de cabeza si me atacara otro oso o lobo, así que quería darme prisa. Por otro lado, correr puede hacer que pase por alto cualquier señal de advertencia de otros depredadores. No tuve más remedio que dar un paso a la vez. Después de un largo tiempo, varias veces más largo que mi viaje desde la cabaña, había llegado a la mitad del camino a casa. La lluvia se había convertido en una llovizna, por lo que debía aclararse pronto. Una vez que dejara de llover, sería capaz de moverme un poco más rápido. Era hora de un descanso. Yo estaba agotado. Estaba a punto de tirar mi lanza y el brazo del oso de mi hombro cuando algo vino volando hacia mí desde un matorral cercano. —¡Aaagh! Fui derribado al suelo sin siquiera un segundo libre para sacar mi cuchillo. Lo que sea que me había inmovilizado ahora se estaba levantando y girando para enfrentar al oso en cuclillas, con el cuchillo desenfundado en la mano y preparado. Era Samya. Se veía tan linda y amistosa como el día en que me desperté y la vi con su mano en mi garganta, y se paró frente al oso con la rabia ardiendo en sus ojos. Me puse de pie y la llamé. —¡Samya! ¡Estoy bien! ¡Ya está muerto! Ella se estremeció y se volteó hacia mí. —¿Está seguro? ¿Estás absolutamente seguro de que estás bien? —Sí. Tengo algunos rasguños y moretones, y me duele todo, pero no tengo lesiones importantes. Al escuchar eso, Samya se lanzó hacia mí una vez más. Me tomó por sorpresa otra vez, pero a diferencia de la primera vez, logré mantenerme de pie. —Gracias a Dios... Estoy tan contenta. N-No puedo...; Gritó, sollozando. Le acaricié la cabeza mientras lloraba. Hubo otro sonido susurrante proveniente de los arbustos. Esta vez yo estaba preparado. Samya era habitante nativa de este bosque y mitad tigre, por lo que era experta en moverse en silencio y borrar su presencia. Sin embargo, este era diferente. —Lieke; Dije. —¿He venido en un mal momento, jefe?; Lieke dijo a modo de saludo. —Por supuesto que no.


Por supuesto... que no... ¿verdad? Samya todavía sollozaba con la cara enterrada en mi pecho y se aferraba a mí con todas sus fuerzas, que eran considerables ya que ella era una gente bestia. Mi cuerpo herido y maltratado me dolía por todas partes por su fuerte abrazo, pero pensé que era un secreto que mejor debía guardármelo. —Samya estaba preocupada por cuánto tiempo estuviste fuera; Explicó Lieke. —Ella dijo que si hubieras podido derribar al oso, deberías haber regresado hace mucho tiempo, así que salimos a buscarte. —Pero se estaban poniendo en peligro al dejar la seguridad de la cabaña; Me quejé. —Intenta explicárselo a una mujer joven enamorada. De todos modos, Samya olió tu olor mezclado con el del oso, ambos viniendo hacia nosotros, y nos escondimos para tender una emboscada en caso de que hubiera sucedido lo peor. —Ya veo. No debe haber sido capaz de obtener una buena vista desde su ángulo. Con el brazo del oso sobre mi hombro, a primera vista debió parecer que el oso me estaba mordiendo, en lugar de que yo lo cargara. El primer movimiento que hizo Samya fue apartarme del oso. Por eso se había lanzado hacia mí de esa manera. Fingiría que no escuché la parte de que ella está enamorada. Ambas vinieron porque estaban preocupadas por mí, así que ante todo, tenía que dar las gracias. —Gracias, Lieke. —No, no me des las gracias. Samya es quien se lo merece; Dijo Lieke. —Tú también, Samya. Gracias; Dije con genuina emoción. —No es nada; Ella murmuró. Se había calmado un poco, pero no parecía que tuviera ninguna intención de dejarme ir. Oh, ¿qué se supone que debo hacer contigo? —Andando. Vámonos a casa; Sugerí suavemente, acariciando su cabeza. —E-Está bien; Dijo, y de mala gana me soltó. —Jefe; intervino Lieke, —¿el oso está realmente muerto de una vez por todas? —Sí. Todavía no he tenido la oportunidad de despellejarlo, pero esperaba descuartizarlo. —No hay muchas personas, y mucho menos los herreros de todas las cosas, que se han enfrentado a un oso y salen de una sola pieza; Dijo Lieke. —Hay pocos enanos que puedan jactarse de eso. Le dediqué una rápida sonrisa. —Solo tuve suerte. —Claro, podemos pretender que eso es todo lo que fue; Dijo y suspiró, dejándome libre por el día de hoy. —Está bien, es hora de que este chico malo vuelva a mi hombro. Samya frunció el ceño, mirándome con preocupación. —¿Estás seguro? ¿Qué hay de tus heridas?


—Ya estamos a mitad de camino, así que prácticamente ya estamos en casa. Puedo hacerlo. No te preocupes; Fanfarroneé. No es que no lo creyera hasta cierto punto. —Si estás seguro, Eizo...; Dijo Samya, dudando. Le di mi lanza a Lieke para que la llevara, mientras que Samya y yo cogimos un brazo cada uno y nos los subimos a los hombros. Con la altura de Lieke, la lanza parecía una pica. Mientras caminábamos de regreso a casa, Lieke estaba fascinada por la lanza. Después de todo, era un modelo personalizado. —Tropezarás si no miras por dónde vas; Le advertí. Ella me recordó a los jóvenes en la Tierra que siempre estaban absortos en las pantallas de sus teléfonos, incluso mientras caminaban. Pero cuando se trataba de eso, una lanza seguía siendo un arma blanca. Era peligroso, así que quería que fuera más cautelosa. Finalmente habíamos llegado al lago y estábamos casi en casa. Después de una breve discusión con Samya, decidimos hundir al oso en el agua hasta mañana. Tardamos poco menos de otra media hora en volver a la cabaña. Cuando finalmente estuvimos adentro, Lieke dijo, —Prepararé agua caliente y una comida. Samya, ¿puedes llevar al Jefe a su habitación? —Sí, entendido. —No, espera, ¡puedo llegar allí yo mismo!; Protesté. —Ya, ya, sé un buen chico y escucha a los adultos; Dijo Samya. Por su tono me di cuenta de que no pensaba aceptar un no por respuesta. —Está bien. —Te prestaré mi hombro. Vamos; Con el apoyo de Samya, me tambaleé hasta mi habitación. Me senté en el taburete ya que todavía estaba cubierto de barro y no quería ensuciar la cama. —Ouch; Los rasguños no me dolieron demasiado, pero los lugares donde me habían golpeado eran una historia diferente---mi cuerpo se sentía como un hematoma gigante. —¡T-Tómatelo con calma!; Dijo Samya, nerviosa. —Está bien, está bien. No te preocupes; Dije en un tono tranquilizador. —Me golpearon un poco, así que no puedo decir que no me duela. Viendo el lado positivo, no tengo cortes profundos ni huesos rotos. Sus ojos vieron mi rostro con ansiedad. —¿Estás diciendo la verdad? —Sí; Dije tranquilizadoramente. Al escuchar mi respuesta, Samya pareció aliviada. Era más preocupada de lo que parecía, pero no lo dije en voz alta. Tuve el presentimiento de que ella se ofendería. —Tengo que limpiarme. ¿Puedes avisarme cuando el agua esté caliente, Samya? —S-Sí. Iré a comprobarlo; Dijo. Un silencio pacífico cayó sobre la habitación cuando Samya se fue, mi primer momento de tranquilidad en mucho tiempo. Ahora que estaba a salvo en mi propia casa, mi cuerpo clamaba por descansar.


No puedo... mantener los ojos... abiertos. Yo... tengo que quedarme... despierto...

Me desperté lánguidamente, sintiendo que mi cabeza todavía estaba en las nubes... lo que significaba que había estado durmiendo. ¡Maldita sea! No me había limpiado. Agitado, me senté, mirando a los ojos a una Samya sorprendida. Estoy seguro de que su mirada de sorpresa también se reflejó en mi rostro. A falta de algo mejor que decir, tartamudeé, —B-Buenos días. —S-Sí. Buenos días; Respondió Samya, con su expresión aún nerviosa. —¿Estaba durmiendo? —Uh-Huh. Como un perro. Lieke dijo que no era bueno dejarte cubierto de tierra, así que las dos te limpiamos con agua caliente y te acostamos en la cama; Explicó. —Oh, pero te dejamos la ropa interior puesta. —O-Oh, está bien. Gracias; Dije torpemente. —No te preocupes por eso. Me volví a acostar en la cama justo cuando Lieke entró en la habitación. —Jefe, estás despierto; Dijo. —Sí. Parece que yo también te debo una, Lieke. —No fue nada; respondió ella. —Oh, es cierto. Ayer, Samya salió gritando "Eizo está..." —¡¡¡GAAAH!!!; Gritó Samya. Su chillido sonó casi exactamente como el rugido de un tigre. —¡¿E-E-E-Estás loca?! ¡No le digas eso! —Hmmm, ¿y por qué no? ¿Te sientes tímida?; Bromeó Lieke, acostumbrado a manejar a una nerviosa Samya. ¿Cuándo se volvió tan buena en eso? Aprovechando la conmoción, traté de deslizar un punto de mi agenda. —Sabes que puedes dejar de llamarme "Jefe" también, ¿verdad Lieke? —No, eso es imposible, jefe; Dijo ella, derribándome sin pensarlo dos veces.


Epílogo El nombre de la leyenda —Buenos días, Sire. Estaba ocupado sentado junto a la ventana, mirando a nada en particular, y me di la vuelta para mirar a la persona que me había interrumpido. —Oh, solo eres tú. Buenos días; Suspiré. —Hay una multitud afuera de las puertas como de costumbre. Todos están aquí para tener la oportunidad de saludar al héroe; Dijo Catalina. Ella hoy iba vestida de manera informal, con ropa poco sofisticada. —Sí, sin duda; Murmuré. La gente se agolpaba frente a mi residencia desde que regresé de aquella fatídica expedición, y hoy no ofrecía ningún respiro. La fila de suplicantes se extendía desde lejos. Le había pedido ayuda al Maestro Camilo con la abrumadora cantidad de gente que había venido a verme y él me había prometido enviar refuerzos desde la hacienda del conde Eimoor. Había sido una oferta generosa y acepté con gratitud. Los guardias ahora estaban ayudando con el control de multitudes. —Él rechazó la misión porque quería evitar este escenario exacto, ¿no?; Pregunté amargamente. —No puedo estar segura, pero creo que la probabilidad es alta; Respondió Catalina. —No hay duda de que siente reticencia a la hora de celebrar audiencias, aunque yo misma he tenido el placer de reunirme con él en varias ocasiones. Su reticencia solo se ha profundizado desde ese incidente. Esta vez, hubiera sido más conveniente para él haber forjado el arma y haberla llevado a la batalla---sus habilidades estaban realmente a la altura---pero yo había sido designado porque se había negado rotundamente a luchar. Aparentemente, él había dicho, —Forjaré la espada, pero no la empuñaré. Encuentra a alguien más para emprender la misión en sí, de lo contrario no haré la espada en absoluto. Cuando me presentaron la misión, por supuesto la acepté. Después de todo, mis órdenes procedían de la realeza y hubiera sido difícil rechazarlas. Además, tenía mi orgullo como uno de los mejores---si no el mejor---caballeros de mi orden. Sin embargo, ciertamente lo habría pensado dos veces antes de aceptar si hubiera sabido que las multitudes interminables y rebeldes eran parte del trato. Si no se hubiera opuesto firmemente, no cabe duda de que se habría ocupado de la situación más rápidamente por su cuenta. Para ser franco, sus habilidades superaron las mías. La batalla habría sido pan comido para un hombre del que se rumoreaba que había luchado contra Sable de Luz hasta detenerla. Me recosté en mi asiento, cerré los ojos y pensé en los eventos de ese día. Después de una caminata agotadora y peligrosa a través de las montañas, mi compañía y yo llegamos por fin a la colina donde se decía que residía el monstruo que cazábamos. Sólo quedaba una corta pero empinada subida.


La bestia había estado aterrorizando al pueblo cercano. Últimamente se alimentaba de las vacas y las ovejas de los aldeanos, haciendo imposible que la gente viviera en paz. La corona había decidido que se requería a la fuerza militar para someter a la bestia, y yo había sido elegido para liderar la expedición. Así fue como me encontré en esta colina, en medio de las montañas, con una gran espada en la mano. No había sido tarea fácil conseguir esta espada en particular. Déjame preguntarte---¿qué tipo de herrero elegiría vivir en el Bosque Negro? Le protesté la condición al Maestro Camilo, pero él insistió. Al parecer, cualquiera que quisiera encargar un arma a este herrero tenía que visitar el taller solo y en persona. No tuve más remedio que hacer mi camino a través del bosque, que era un lugar que no era conocido por su seguridad. No hace falta decir que había entrado con una buena dosis de escepticismo, pero el herrero había estado allí en medio del bosque, justo donde el Maestro Camilo había prometido que estaría. Incluso entonces, no estaba del todo convencido de que no me estuvieran engañando, pero a pesar de su apariencia hosca y los estereotipos de los herreros que ya estaban en mi mente, él había superado mis expectativas. En realidad, era un tipo bastante genial. Lo que me sorprendió más que nada fue que tenía varias esposas. ¿La herrería siempre había sido una profesión tan glamorosa? También le pregunté por qué había elegido vivir en un lugar tan inconveniente. ¿Su negocio no crecería más si ubicara su taller en algún lugar más central? Sin embargo, él simplemente sonrió ante mi pregunta y dijo que era una larga historia. Había mencionado que venía del norte, y su nombre también sonaba nórdico. En ese momento, pensé que era de mala educación cuestionar más sus circunstancias, así que al final, me fui sin escuchar ninguno de los detalles. En cualquier caso, esa era la búsqueda enigmática que había emprendido para conseguir la espada que ahora sostenía. Ya había probado la hoja y no había razón para dudar de las habilidades del herrero. Entonces, en otras palabras, no podría usar la espada como excusa si fallara. El éxito de esta misión recaía solo sobre mis hombros, y esa carga era más pesada que la gran espada en mi mano. Después de una fuerte subida, finalmente llegamos a nuestro destino. Asegurándonos de permanecer encubiertos, nos asomamos al valle debajo de la colina y vimos a nuestro objetivo respirando profundamente en un sueño. Me volteé hacia mis subordinados. —Ahí está; Murmuré. —Si que está durmiendo tranquilo. ¿Comenzamos?; Preguntó uno de ellos. —Sí, comiencen los preparativos; Ordené a los hombres mientras mantenía mi voz baja. El mejor curso de acción con diferencia era atacar mientras dormía. Empezamos a descargar nuestro equipaje, manteniendo nuestros movimientos lentos y silenciosos. Habíamos traído cuatro balistas, cada una cargada con bolas gigantes, que eran proyectiles no letales formados por dos pesas pesadas unidas por una enorme cuerda. Una vez que dieran en el blanco, las bolas garantizaban atrapar a su objetivo. La mayor parte de la preparación antes de nuestro ataque implicó mover las ballestas a su posición y ajustar su dirección.


—Recuerda. Láncenlos si ven el más mínimo indicio de movimiento; Le susurré al oficial al mando de la unidad de tiro con arco---esta fuerza de arqueros a menudo se desplegaba durante los asedios al castillo. El oficial había estado en expediciones similares para someter a criaturas mágicas, por lo que sabía que debía mantener la voz baja. —Sí, señor. Los arqueros lanzarían las bolas y luego seguirían rápidamente con una ola de flechas largas. La velocidad fue esencial en la batalla de hoy, teníamos que matar a la bestia rápidamente porque si le dábamos alguna oportunidad para tomar represalias, nos demolería en un santiamén. Y así, nos acercamos más y más a nuestro objetivo trepidantemente, asegurándonos de que cada balista tuviera una línea de visión clara. Con un poco de suerte, podría acercarme sigilosamente y cortarle la cabeza mientras todavía dormía. Pero claro, esa esperanza fue en vano. Cuando estaba a solo veinte metros de distancia, el monstruo parpadeó y abrió sus enormes ojos. Sin perder un segundo, eché a correr, con la espada en alto y lista delante de mí. Mientras corría hacia adelante, grité, —¡¡¡Fuego!!! Inmediatamente se lanzaron cuatro bolas desde las balistas, y se precipitaron por el aire hacia su objetivo. El monstruo miró los proyectiles, sobresaltado, pero no pudo esquivarlos a tiempo. La unidad de tiro endurecida por la batalla tenía una puntería impecable, y las bolas dieron en el blanco, enredando las piernas y las alas del monstruo. Nuestro objetivo era una bestia mágica cuyo gigantesco cuerpo estaba cubierto de escamas tan duras como el diamante. Tenía alas con las que dominaba los cielos, y era largo y delgado como una serpiente. Cuando estaba en el suelo, este se arrastraba a cuatro patas. Lo adivinaste. Estábamos batallando contra un dragón. Este luchó ferozmente contra sus ataduras. Sin embargo, a pesar de que los dragones eran famosos por su fuerza y podían dominar fácilmente la mayor parte del reino animal, las cuerdas de las bolas se mantuvieron firmes. Estos también eran artículos personalizados forjados por ese herrero, de nada más y nada menos que mithril. Recordé vívidamente el momento en que me los dio: —Si te enfrentas a un dragón, no puedes conformarte con menos; Dijo con una sonrisa soleada. —Ya que me pagaste tan generosamente por la gran espada, te daré esto como un bono; Él estaba agradecido, pero después de nuestra conversación, sus esposas le habían torcido las orejas por su imprudencia. Su mueca de dolor y vergüenza fue un detalle que estoy seguro que preferiría que yo olvidara. —Tu predicción fue acertada; Murmuré para mí mismo. Con una sonrisa idéntica a la que él había usado, me lancé directamente a la garganta del dragón.


La bestia movió su enorme cabeza para mirarme, con sus fauces abiertas de par en par. En lo profundo de su boca, pude ver el ardor de un fuego ardiente. Me preparé, con la espada delante de mí, con la parte plana de la hoja mirando al dragón. Actué justo a tiempo---con un estruendo atronador, el aire a mi alrededor se incendió. Yo solo estaba de pie en medio de la tormenta de fuego. Hacía un calor abrasador. El aliento del dragón podría haber derretido el hierro. Si hubiera sido golpeado directamente por la explosión de fuego, yo habría sido completamente incinerado sin que quedara una sola parte de mi. Sin embargo, la gran espada me protegió de las llamas, y el metal brillaba con un azul glacial como si estuviera congelado. Esperé a que el fuego comenzara a extinguirse antes de reanudar mi embestida precipitada. La cabeza del dragón estaba ahora directamente frente a mí. No podía decir si todavía tenía sus ojos sobre mí o no, pero se detuvo confundido. Supuse que probablemente nunca había conocido a una persona o criatura que pudiera sobrevivir a su ardiente aliento. Sabía que tenía un corazón blando, casi como el herrero o tal vez más. Era una debilidad por la que a los otros caballeros de la orden les gustaba burlarse de mí, pero esta era una oportunidad que no podía dejar pasar. Mientras el dragón aún estaba perplejo, endurecí mi corazón, apunté mi gran espada hacia su cuello y le corté la cabeza de un solo golpe. Por mi valentía, Su Majestad el Rey mismo me había otorgado el nombre Asesino de Dragones, junto con el título de barón. Ya no era solo Bernhardt Ulrich... yo, y mis sucesores, llevaríamos para siempre el nombre de Drachentöter. Mi padre, el vizconde Ulrich, no estaba contento con las circunstancias. Como el segundo hijo, no era elegible para heredar su patrimonio de todos modos, pero mi ascenso en el rango, junto con el cambio de nombre, debe haber sido como una bofetada en la cara. No hace falta decir que matar a un dragón no era algo de todos los días. No nos habríamos enfrentado al dragón si no hubiera comenzado a aterrorizar a las aldeas. Los rumores sobre el nacimiento de un héroe se habían extendido como la pólvora por el reino, y esa etiqueta de "héroe" era ahora la fuente de todos mis problemas. La mitad de las personas que se apiñaban ante mis puertas estaban aquí para ofrecer la mano de su hija en matrimonio, ansiaban el honor de convertirse en familia extendida de la nueva nobleza. Hasta ahora, los había rechazado a todos. A. Cada. Uno. La otra mitad de la multitud estaba aquí para solicitar una reunión con el herrero que había forjado mi espada. Rechacé la mayoría de estos también porque tanto el Maestro Camilo como el Maestro Eizo me habían pedido que mantuviera en secreto los orígenes de mi espada. Tampoco le dije a nadie sobre el Maestro Camilo. La mayoría de la gente se dio por vencida después de que los rechacé una vez. Sólo hubo una excepción: un joven que volvía una y otra vez a pedir información. Él dijo que no se detendría hasta que accediera a decírselo. Hoy, finalmente caí ante su insistencia. Después de hacerle prometer que no se lo contaría a ninguna otra alma, le informé del Maestro Camilo.


Más tarde, a menudo me preguntaba si había tomado la decisión correcta, pero finalmente, la pregunta se resolvió a mi favor. Armado con una espada forjada por el escurridizo herrero, el joven pasó a desafiar a la Reina Demonio, ya no como un simple niño, sino como un héroe.


La historia de cómo nos conocimos I El fatídico día —Ese fue el momento más maravilloso de mi vida. Incluso si pudiera, no cambiaría nada. Esas fueron las palabras de la enana que me acompañaba. Ella tenía más de 120 años, pero gracias a sus genes enanos, parecía tener la mitad de su edad. El Portador de los Héroes. Las Manos de Dios. El Martillo de la Tolerancia. Sus apodos eran muchos y sus leyendas se habían extendido mucho, pero gran parte del hombre seguía siendo un misterio hasta el día de hoy. Antes de darme cuenta, su historia me había cautivado y ahora he dedicado mi vida a investigar su carrera. Su nombre era Eizo Tanya. Sus obras más destacadas como herrero eran la Espada Sagrada de Lotzwalden, que se había pasado de héroe a héroe durante generaciones, y el Estoque Infernal de Stjestvedt, el arma venerada de la Reina Demonio. Sin embargo, sus logros se extendieron mucho más allá de esas dos espadas. La renombrada familia Drachentöter, cuya historia comenzó con el hombre conocido como el Asesino de Dragones, debe su reputación en parte a este herrero, ese fue Eizo quien forjó la gran espada que el Asesino de Dragones había llevado a la batalla. Eizo también fue responsable de fabricar la reliquia de la familia, la Seda de Araña, que eran las cuerdas de mithril que se habían utilizado para someter al dragón. Sus obras estaban dispersas por todo el mundo, todas con su sello: el relieve del gato gordo sentado. El hombre mismo fue una figura central en la historia de familias individuales, países e incluso del mundo en su totalidad. Desafortunadamente, su vida era una naturaleza privada y aislada, por lo que apenas había registros públicos del hombre, y su pasado era un gran signo de interrogación. Incluso los detalles de su apellido, Tanya, no se pudieron rastrear con satisfacción, solo se sabe que es un nombre del norte. La información sobre él era increíblemente escasa, así que supuse que los registros de su pasado fueron borrados intencionalmente. Sin embargo, tras una mayor investigación, parece que ese no es el caso. La información simplemente no existe. Entre los de su confianza estaba su única aprendiz, una herrera enana llamada Lieke Tanya. Tradicionalmente, los enanos toman el nombre de su taller como su propio apellido. Para no ofender a mi entrevistada, no podía preguntarle si había tomado el apellido Tanya en matrimonio, o simplemente había estado rindiendo homenaje a su maestro. El tribunal de la opinión pública está firmemente del lado del primero. Se dice que Eizo también había tomado la mano de muchas otras en matrimonio. Sin embargo, no quedaron documentos, legales o no, que pudieran verificar la veracidad de estos rumores. En los últimos años no se han tenido noticias del hombre en cuestión. Con toda probabilidad, ya no vive ni respira en este mundo, pero independientemente de eso, ninguno de sus


conocidos estaba dispuesto a revelar su paradero. Mi invitada de hoy no fue la excepción. Lo único que puedo decir con certeza es que desapareció. Después de largos años de búsqueda y aún más años de súplicas, mi entrevistada finalmente accedió a hablar conmigo. Lo siguiente es sólo una parte de su historia. ◇◇◇ Nací en una casa de enanos y allí me crie, una futura herrera en una larga línea de herreros. No había nadie en mi familia que eligiera otra profesión. Yo era la mayor de cuatro hermanos y tenía tres hermanos menores. Cuando los enanos alcanzan la mayoría de edad, dejan sus hogares para poder aprender más. No hay una edad estándar para cuando nos embarcamos en nuestros viajes, así que mis hermanos y yo nos aventuramos juntos en el mundo una vez que tuvimos la edad adecuada. A lo largo de nuestros viajes, experimentamos y aprendimos una gran variedad de cosas nuevas. De vez en cuando, nos habíamos encontrado con el peligro, pero los enanos son un pueblo fuerte y no nos retiramos fácilmente. El único problema era que, después de visitar numerosos talleres en pequeños pueblos, todavía no habíamos podido encontrar ninguno adecuado para nuestra formación. Las conversaciones con mis hermanos acerca de nuestros posibles candidatos eran invariablemente mediocres. —¿Como les fue?; Preguntaría. Las respuestas siempre fueron tibias. —Bueeeeeeeeeno... nada menos que normal. He conocido a niños que podrían hacer un mejor trabajo. Simplemente teníamos que encontrar un taller que nos sorprendiera con su artesanía o ingenio. La razón por la que los enanos salimos al mundo fue para traer nuevas técnicas a nuestros talleres familiares---el taller Moritz, en mi caso---para que pudiéramos pulir continuamente nuestro oficio. No tenía sentido ser aprendices en el taller de un herrero promedio. En general, los enanos eran más fuertes y diestros que los humanos, pero los humanos tenían el ingenio de su lado. Los productos nuevos y mejorados se encontraban en la intersección de estas habilidades, y los aprendizajes eran la clave detrás de las creaciones de alto calibre de los enanos. Mis hermanos y yo fuimos de pueblo en pueblo, oscilando entre la esperanza y la desesperación, hasta que finalmente decidimos aventurarnos en la ciudad capital. No era lo ideal, pero al menos pensamos que allí habría un herrero hábil. Fue entonces cuando me golpeó una revelación, un relámpago del cielo. Al menos, esa era la comparación más común, pero... ¿cómo pongo esto? Para mí, no era tan trivial como eso. El golpe me llegó con una fuerza inmensa, como si el Jefe me hubiera golpeado en la cabeza con un martillo usando todo su poder. Por supuesto, eso es solo un ejemplo--- El jefe nunca haría eso. Aunque... debería haberle pedido que lo intentara al menos una vez. Oh, cierto. Sí. Volvamos a la historia.


Mis hermanos y yo pasamos primero por una ciudad cerca de la capital donde nos encontramos con un guardia en particular. En verdad, no fue el guardia quien me atrajo, sino su cuchillo. Era la hora del almuerzo, así que estaba usando el cuchillo para cortar tiras de cecina. Con solo una mirada, quedé fascinado por la nitidez y el brillo de la hoja. Me acerqué al soldado, y después de intercambiar saludos, le pregunté, —¿De dónde sacaste tu cuchillo? —¿Esta?; Preguntó. —Aaah, ya veo. Eres un enano, ¿verdad, señorita? Asentí con firmeza. —Sí. —Entonces, ¿estás buscando ser el aprendiz del herrero que forjó este cuchillo? Me complació que estuviera familiarizado con nuestras costumbres, eso aceleraría considerablemente la conversación. Con el corazón lleno de anticipación, hice la pregunta. —¿Puedo ver tu cuchillo por mí misma? Al escuchar mi pedido, mis hermanos irrumpieron en la conversación, cada uno con sus propias preocupaciones. —H-Hermana, no puedes estar considerando lo que creo que estas... —¿Vas a ser aprendiz de un herrero solo por este cuchillo? ¡Ni siquiera has visto como trabaja! —No es justo. Todos queremos unirnos a un taller de élite también. Sin embargo, como el hermano mayor, digamos que tuve la primera elección. En cualquier caso, el guardia me dio su cuchillo felizmente. —No me importa. Él limpió la hoja con un trozo de tela y me la pasó. Lo inspeccioné como si---perdón por mi expresión vulgar---lo estuviera lamiendo con los ojos. El cuchillo era exquisito. Era lo suficientemente resistente como para usarse como una herramienta cotidiana, pero también era bastante refinada. Si había un herrero que podía producir un cuchillo de esta calidad, ¿por qué era la primera vez que veía algo así? Mis hermanos se apiñaron desde un lado. También exclamaron ooh y aah, así que supe que mis ojos no me habían fallado. —¿Dónde vive tu herrero?; Le pregunté al guardia con una expresión seria. —Me gustaría solicitar un aprendizaje en ese taller; Escuché suspiros y un "aw diablos" detrás de mí---De mis hermanos, sin duda---pero los ignoré. —Hmmm, desafortunadamente, no lo sé. Ni siquiera sé su nombre; Respondió el guardia. —Entonces, ¿cómo conseguiste este cuchillo? —Lo compré en el Mercado Abierto. Se instala allí una vez a la semana; Explicó el guardia. —La última vez que vino fue hace cuatro días, por lo que debería estar de regreso en tres días más o menos. Dudo que llegue hoy ya que aún no lo he visto. —Entiendo. En ese caso, esperaré hasta que él venga; Declaré. Mis hermanos no estaban contentos con mi decisión. —¿Hablas en serio?


—Hermana.... Teníamos suficiente de nuestro presupuesto de viaje para quedarme en esta ciudad por un tiempo. Aparte de la desaprobación de mis hermanos, no había ninguna razón para que no me quedara. —Esperaré aquí durante tres días. Sigan ustedes; Les dije a mis hermanos. Todos habían tenido expresión permanente de consternación desde que llegamos a esta ciudad, pero ahora, sus ceños fruncidos se profundizaron aún más. En este punto, ellos estaban profundamente preocupados. —¿Qué vas a hacer si él te rechaza? —Será peligroso para ti viajar sin nosotros. Cierto. No tenía ninguna razón para pensar que el herrero me permitiría convertirme en su aprendiz, pero de alguna manera no estaba preocupada. Tenía fe en que todo saldría bien. — No se preocupen por mí. Estoy segura de que estará de acuerdo. Habiendo crecido juntos, mis hermanos sabían cuándo había tomado una decisión. —No otra vez. —Ella no nos va a escuchar. —No sirve de nada seguir discutiendo. Había convencido a mis hermanos, así que me acomodé para esperar al herrero, tan deseosa como ansiosa. Pasé los siguientes tres días yendo y viniendo entre la entrada de la ciudad y el Mercado Abierto. Cuando me detuve en la puerta los primeros dos días, el guardia solo negó con la cabeza. Aun así, no me rendí. Ambos días, deambulé por el Mercado Abierto y me detuve en diferentes puestos para preguntarles a los comerciantes si habían escuchado algo. Al final, sin embargo, no llegué a obtener nada. Amaneció el tercer y último día. Por lo que había dicho el guardia, hoy marcaría exactamente una semana desde que el herrero había visitado la ciudad por última vez. Si no venía hoy, no se sabía cuándo regresaría. ¿Mi dinero podrá aguantar hasta que llegue? El sol estaba alto en su apogeo cuando me registré en la entrada de la ciudad, y una oración se mantuvo firme en mi mente. Por suerte, hoy, el guardia no me sacudió la cabeza, sino que asintió firmemente. Le hice una reverencia en señal de gratitud, di media vuelta y corrí hacia el Mercado Abierto. Como de costumbre, el mercado estaba lleno de gente. Me volteé de un lado a otro, los ojos revoloteando inquietos alrededor de las diferentes mercancías que los comerciantes vendían. Entonces, finalmente, vi un destello de metal a lo lejos. ¡Había encontrado lo que estaba buscando! Cuchillos de la misma marca que los del guardia estaban esparcidos en un mostrador sin vida. Me dirigí al puesto lo más rápido que pude. Cuando llegué allí, mis palabras se derramaron fuera de mí en un revoltijo. —¡D-Disculpe!


El hombre a cargo del puesto se sobresaltó pero respondió, —¿Sí? ¿Puedo ayudarte con algo? Una mujer mitad tigre estaba de pie detrás de él mirándome amenazadoramente, pero no podía darme el lujo de tener miedo. Me llene de valor para seguir. —¡¿Eres tú quien hizo los cuchillos de los guardias de la ciudad?! —Sí, soy yo. Ese fue el día que me encontré cara a cara con el destino.


La historia de Cómo nos conocimos II La melancolía de Sable de Luz Una ráfaga de viento azotó el campo de batalla, carmesí y feroz. Pensándolo bien, "viento" puede no describir adecuadamente este fenómeno. ¿Por qué no, preguntas? La respuesta es que cualquier ráfaga de viento es una mera tortuga comparada con su velocidad. La metáfora más apropiada sería un relámpago cayendo desde los cielos para abrasar la tierra debajo. Pero en lugar de unir el cielo y la tierra, este relámpago atravesó la superficie de la tierra, con un tono carmesí indicando la muerte de los enemigos en su camino. Su nombre proviene de la terrible velocidad con la que corrió por el campo de batalla: Sable de Luz. Había una razón más detrás de este apodo, y eran las espadas cortas dobles que manejaba. Estas cortaron a los enemigos con gracia mientras bailaban por el aire. Después de todo, era su deber reducir los números del otro lado, soldado por soldado. Esta región había estado enredada en un conflicto menor durante muchos años. Ninguna de las partes tenía intención de resolver el conflicto ni, ni tampoco de ganar en primer lugar. En consecuencia, una vez que se redujo el número de soldados enemigos a un número aceptable, Sable de Luz se retiró del frente. Después de todo, el lado con el que estaba aliada estaba cerca del precipicio de la victoria. Era mejor apartar su destreza de la lucha y eliminar cualquier posibilidad de asestar accidentalmente un golpe decisivo y definitivo. En el momento en que ella, junto con varios de sus aliados, estaba a punto de salir de la batalla, se encontró con un compañero soldado que se le acercó. No, espera. Aunque parecía amigable a primera vista, en realidad era un enemigo que había venido a poner fin a la leyenda de Sable de Luz. Si pudiera derribarla, instantáneamente podría cambiar el rumbo de la batalla. El hombre sacó una espada corta escondida en su abrigo y se la lanzó. Sin embargo, ese movimiento había sido un esfuerzo inútil. Ella desvió el ataque con su propia espada, usando tal fuerza que el hombre temió que su mano fuera arrancada de su muñeca. Tal como estaba, su espada fue arrancada de sus dedos y lanzada al aire más allá de su alcance. Su propia espada no había salido ilesa del enfrentamiento. Tal vez fue por el poder que había puesto detrás de su bloqueo, pero la hoja salió abollada. Sin embargo, ella no se inmutó, y sin perder el ritmo, mató a su enemigo con su otra espada. Y así bajaron las cortinas sobre nuestra heroína cuando ella salió triunfante de su misión. Sin duda, la llamarían al servicio otro día, porque esa era su suerte como mercenaria, pero hasta entonces, ella podía descansar. ◇◇◇


Había completado mi misión con éxito, pero no podía evitar hacer tsk cada vez que recordaba lo que me había costado: una espada más en una larga lista de espadas rotas. La hoja estaba abollada en toda su longitud, y los accesorios que mantenían unida la espada también se habían torcido y aflojado. Estaba colgando de un hilo. Sabía por experiencia previa que la hoja solo podía soportar unos pocos golpes más antes de romperse por completo. La mayoría de las espadas no duraban mucho dada la velocidad y la fuerza con la que las empuñaba, pero había gastado bastante dinero en esta. El dinero no era un problema, siempre recibí una buena compensación, acorde con mi reputación como Sable de Luz. Sin embargo, esperaba recibir la calidad por la que pagué, y una espada quebradiza solo era un obstáculo para mi trabajo. Cuando una espada no cumplía con mis expectativas, siempre me ponía de mal humor. Necesitaba algo mejor, una espada duradera y fuerte que superara a cualquiera que hubiera manejado hasta ahora. Mi plan era viajar a la capital en busca de un herrero que tuviera las habilidades para forjar el tipo de espada que yo quería. Pero antes de eso, pensé en consultar a un comerciante conocido mío. Escuché a través de los rumores que recientemente había establecido una tienda en la ciudad gobernada por el Conde Eimoor. Él había viajado por todas partes anteriormente para vender sus productos, por lo que probablemente ya conocía a un herrero experto en la capital al que podría llamar. Recibí mi pago de mercenario y recogí mis escasas pertenencias. Junto con un grupo de personas que iban en la misma dirección, me puse en camino para encontrar un herrero. ◇◇◇ El viaje desde el campo de batalla en la frontera del país hasta la ciudad tomó de una a dos semanas a pie. Como mis compañeras y yo no éramos miembros de ningún gremio de mercenarios, no teníamos acceso a los vagones ni carruajes. Mis acompañantes eran todas mujeres. Había viajado con hombres una vez y solo una vez antes. Había sido un dolor de cabeza, así que ahora viajaba exclusivamente con mujeres. Dado que todas éramos mercenarias, ninguna de nosotras podía llamarse correctamente como una dama, pero no habíamos eliminado por completo nuestro lado de doncella. Mientras caminábamos, chismorreábamos sobre los hombres guapos que habíamos encontrado en el campo de batalla, cuál de nosotros empezaba a oler mal y quién lo había estado haciendo con quién durante la misión. En cuanto a mí, más o menos renunciaría a cualquier cosa tan complicada y pesada como los hombres. Bueno... no le diría que no a un príncipe montado en un corcel blanco, pero sabía que no debía hacerme ilusiones, no había muchos hombres por ahí que pudiera aceptar como soy. Bulliciosas y animadas, nos abrimos paso a lo largo de un camino salvaje y cubierto de maleza que era poco más que un sendero de caza. Todavía estábamos lejos de nuestro destino, pero nuestra primera etapa del viaje nos llevaría a un pueblo intermedio. Después de cuatro días de camino, caminando cuando salía el sol y acampando por la noche, finalmente llegamos al pueblo. Dicho esto, no pusimos un pie dentro de los límites de la


misma. No había un solo aldeano que tuviera fe en los mercenarios, ni nos mostrarían amabilidad. Estábamos acostumbradas a los prejuicios. Este estilo de vida fue constante mientras ganábamos nuestras batallas, pero había mercenarios que no actuaban mejor que los bandidos después de sufrir una derrota. Ninguna de mis compañeras ni yo teníamos ninguna intención de tal crueldad desenfrenada incluso si hubiéramos sido derrotadas, pero los aldeanos no hicieron tal distinción. Nosotras rodearíamos el pueblo. Agregaría un par de días a nuestro viaje, pero valió la pena evitar un escrutinio adicional. Solo habíamos apuntado a este pueblo porque era un punto de referencia fácil, pero evitarlo era normal para un mercenario. De vez en cuando, un mercenario entraba ingenuamente en el pueblo solo para ser expulsado de inmediato. Sus defensas eran famosas por ser rigurosas, incluso exageradas, y un mercenario solitario no era rival para eso. Le dimos un gran rodeo a ese pueblo y finalmente salimos a una vía ancha---la carretera hacia la ciudad. Habiendo llegado tan lejos, todo lo que quedaba era seguirlo directamente a mi destino. Nuestro grupo se dividió por la mitad en este cruce, y nos separamos de nuestras compañeras que continuarían en la dirección opuesta. A algunas de ellas nunca las volvería a encontrar. Las despedidas, tanto temporales como permanentes, eran ineludibles en esta línea de trabajo. Me dirigí a la ciudad con las pocas personas que iban en la misma dirección. Nuestro viaje fue alegre y ruidoso. En el camino, nos cruzamos con varios comerciantes en sus carretas tirados por caballos, pero ninguno se detuvo para darnos un aventón. Las probabilidades estaban en nuestra contra en ese sentido, había pocos comerciantes que serían tan amables. Incluso hubo algunos que accedieron a llevarnos, pero con motivos ocultos. Después de todo, éramos un grupo de mujeres, y era poco probable que las miradas que atraíamos fueran puras. Había experimentado ese tipo de atención no deseada de primera mano cuando era una novata y no tenía ningún deseo de revivirlo de nuevo. En el camino, alternábamos nuestra guardia por turnos. Reabastecimos nuestras provisiones en pueblos amigos a lo largo del camino y nos despedimos de nuestras compañeras cuando llegó el momento. En algunos casos, derrotamos a algunos bandidos y ganamos monedas por nuestros esfuerzos. En un abrir y cerrar de ojos, habían pasado diez días desde que habíamos estado en el camino. Durante parte del viaje, un gran bosque se pegaba a un lado de la carretera junto a nosotros, con interminables hileras de árboles que desaparecían a lo lejos. Era el Bosque Negro, un lugar peligroso que albergaba lobos, osos y jabalíes. Incluso el ejército imperial evitó sus profundidades. Desde tiempos inmemoriales, los bosques habían sido un lugar popular para que los delincuentes emboscaran. De hecho, incluso me habían contratado para suprimir esas pequeñas resistencias en el pasado. Sin embargo, nadie se atrevería a entrar en el Bosque Negro, así de temible era su reputación. Sin embargo, había personas que vivían en el bosque sin sufrir daños: la gente bestia. Si tuviera la oportunidad y alguna vez me lo permitieran, me gustaría preguntarles cómo evitaron los muchos peligros del bosque, la información sin duda seria útil en mi línea de trabajo.


Pero por el momento, pronto estaría llegando a mi destino. Los muros exteriores de la ciudad estaban a la vista. Yo fui la única que se detuvo aquí, ya que las otras mujeres se dirigían directamente a la capital, que estaba a solo un corto viaje de esta ciudad. La mayor población de la capital significaba que habría más puestos de trabajo disponibles, lo que la convirtió en una opción popular como destino final. Un guardia con armadura de metal se paró en la puerta. Parecía un poco canalla. Antes de pasar por la entrada, me despedí de la última de mis compañeras. —Está bien, entiendo lo que estás buscando; Dijo el comerciante, mirando detenidamente la espada corta arruinada que le acababa de entregar. Este comerciante se llamaba Camilo. Una vez que llegué a su tienda, recapitulé rápidamente por qué había venido a verlo. Después de tomarse su tiempo para pensar, me hizo una pregunta. “Por lo que puedo decir, esta espada ya es un espécimen bastante impresionante. ¿No puedes encargar uno nuevo al mismo forjador de espadas? —No. Necesito una espada que supere a esta. —Te va a costar; Me advirtió. —No hay problema; Insistí, inclinándome hacia adelante en mi entusiasmo. —Este es un asunto de vida o muerte para mí. El precio no es un problema. Mis espadas eran lo único en lo que me negaba a ceder. Incluso si Camilo dijera que el único que podía cumplir con mis expectativas era el mejor herrero del país, e incluso si cobraban una moneda de oro por espada, felizmente pagaría el precio. Camilo se había retirado a sus pensamientos, retorciéndose el bigote con el dedo. Había llegado a aprender sus hábitos en el tiempo que lo conocía. El gesto significaba que ya tenía a alguien en mente, solo estaba debatiendo si decírmelo o no. Estaba empezando a preguntarme si tendría que sacarle la identidad de su herrero a la fuerza cuando él juntó las manos y declaró, —Muy bien. Supongo que te lo diré. —¿Así que tienes una persona en mente?; Le presioné. —Sí. Es el mejor herrero que he conocido. Me atrevo a decir que es el mejor de nuestra era. Dejará su huella en la historia. —Es raro que cantes las alabanzas de otro. Camilo sacó un cuchillo de su bolso. Este era más pequeño y tenía el diseño de un gato---uno bastante lindo---tallado en su empuñadura. —El hombre que tengo en mente forjó este cuchillo. Lo miré. él captó mi mirada y asintió ante mi pedido tácito, sacando el cuchillo de su funda. Era de una calidad hermosa, y se acercó al calibre que estaba imaginando, aunque todavía se quedó un poco por debajo de lo que buscaba realmente. Dada la habilidad que debe haber requerido para forjar este cuchillo, el herrero debe ser de una de las familias nobles prominentes de la capital. ¿Cuánto tuvo que toser Camilo para tenerlo en sus manos?


—Hizo este cuchillo sin siquiera usar todas sus habilidades, según sus palabras; Dijo Camilo. — También fue barato, aunque obtuve un ligero descuento por comprar al por mayor. Él me dijo el precio. No pude contener mi sorpresa. —¿En serio? Un aldeano promedio podría permitirse comprar ese cuchillo si ahorrara su dinero. Era impensable que un herrero de la capital vendiera un cuchillo de este calibre por el precio que Camilo había mencionado. ¿Y este cuchillo ni siquiera era lo mejor que podía hacer el herrero? Entonces, ¿qué podría hacer si se lo propusiera? —Él me dijo que podía presentar a cualquiera que yo aprobara; Continuó Camilo. —¿Y bueno? ¡No me lo dirás!; Dije, inclinándome aún más cerca. —Ya, ya, cálmate. Te lo diré bajo dos condiciones. —¿Qué? —La primera condición es suya. Tienes que ir a verlo sola; Dijo. —Está bien; Acepté fácilmente. —La segunda condición es mía. Debes mantener la ubicación en secreto. No debes decírselo a nadie más. —¿Tengo que verlo en persona?; Verifiqué. —Sí. Él es bueno para los negocios, por supuesto, pero... hmmm, ¿cómo pongo esto? reflexionó. —Tiene un buen corazón, pero puede ser un poco zopenco. ¿Puedes adivinar dónde vendió estas cuchillos y espadas por primera vez? —¿Donde...? —En el Mercado Abierto. —¿Qu...?; Me quedé sin palabras. ¿Él vendió productos de tan alta calidad en el Mercado Abierto? ¡¿De todos los lugares ahí?! ¡No había forma de que las personas que frecuentaban ese mercado pudieran entender o apreciar su mano de obra! La palabra zopenco encajaba con él. Además, si los herreros de la ciudad se hubieran dado cuenta de su negocio, y mucho menos el propio Lord, habría causado una gran conmoción. —¿Qué puedo decir? Así es él; Dijo Camilo encogiéndose de hombros. —No quiero que se meta en lios. —No digas más. Te entiendo perfectamente; Le respondí. Camilo sonrió irónicamente, luciendo un poco abrumado y fuera de sí, pero murmuró una palabra de gratitud en voz baja en respuesta. Fue una bendición que el herrero ahora estuviera asociado con Camilo. Si hubiera continuado haciendo negocios de forma descuidada, tarde o temprano habría provocado problemas.


—Está bien, elijo confiar en ti; Dijo Camilo. —Gracias. —El nombre del herrero es Eizo…; Él comenzó a contarme todo. Interrumpí. —Él es del norte entonces. —Aparentemente. Eso es lo que me dijo al menos. En mi trabajo como mercenaria, tuve que luchar junto a la gente nórdica en el pasado. El nombre Eizo tenía un sonido que me recordaba a otros nombres de la región. —Hay una cosa más; Dijo Camilo. —¿Qué más puede haber?; Espeté, empezando a perder la paciencia. —Suéltalo ya. Él me sonrió. —Bueno, es que... él vive en el Bosque Negro. Mi mano se movió por sí sola y le di una palmada en la cabeza a Camilo sin pensar. Estaba segura de que estaba jugando conmigo, pero él insistió en que estaba diciendo la verdad. No tuve más remedio que creerle y viajar al Bosque Negro. En el momento en que puse un pie en el bosque propiamente dicho, un escalofrío me recorrió la espalda. Los árboles negros como la tinta se elevaban por encima de mí, bloqueando la luz. El sol todavía estaba alto en el cielo, pero debajo del dosel, estaba oscuro. —Al menos elige un lugar donde viva la gente normal; Gruñí para distraerme de mi inquietud. Camilo me había dicho la ubicación del taller y los puntos de referencia a tener en cuenta. Sin embargo, si me distrajera por un momento, me perdería. No tenía ninguna duda---cualquiera que se perdiera aquí, se quedaría atrapado aquí para siempre. Después de inspeccionar cuidadosamente mi entorno, encontré lo que parecían ser huellas de personas y las ruedas de una carreta. Si solo sigo estas pistas, no debería tener problemas. Esta fue la primera y única vez que estuve agradecida por mi experiencia como mercenaria. El chillido de pájaros e insectos. La ominosa presencia de bestias salvajes. la penumbra. Juntó todo y el resultado fue una atmósfera opresiva y aterradora. Pero en realidad, no fue tan aterrador. En el camino, solo me sobresaltó una vez el susurro en un matorral mientras pasaba, pero resultó ser un lindo conejo. Finalmente, llegué a un lugar abierto. En medio había una cabaña. El humo se elevaba hacia el cielo desde la chimenea, y ese humo era el faro que había estado siguiendo todo este tiempo. El herrero ya estaba trabajando duro. Podía escuchar el metal golpeando otro metal. Me desconcertó brevemente en cuanto a cuál de las dos puertas tocar. Supuse que era más probable que encontrara personas donde el ruido era más fuerte, así que seguí el sonido y elegí la puerta más cercana. Me acerqué y golpeé con fuerza mis nudillos contra la madera.


—¡Camilo me dijo que viniera aquí! ¡Quiero encargar una espada! Desde adentro, un hombre gritó, —Está bien, está bien, ya voy; Tenía una voz cálida y lánguida. Escuché el ruido metálico de un pestillo siendo quitado. La tensión y la emoción lucharon por el dominio dentro de mi cuerpo. Mi corazón incluso estaba acelerado, lo cual era bastante habitual en mí. Esperé conteniendo la respiración para ver qué tipo de hombre sería mi forjador de espadas.


Palabras de autor

Abriría con un clásico “encantado de conocerte”, pero tal vez ya nos hayamos conocido antes. Me llamo Tamamaru cuando trabajo como escritor. Kakuyomu es un sitio de novelas web donde los usuarios cargan sus propias obras. Envié un trabajo al cuarto concurso de novelas web de Kakuyomu y gané el gran premio en la categoría Isekai de Fantasía. Gracias al concurso, mi trabajo fue novelizado y entregado en sus manos. Entre las personas que han leído este libro y están leyendo estos agradecimientos, hay quienes han estado siguiendo la serie en la web mientras se subía a Kakuyomu y Shosetsuka ni Naro. Estoy profundamente agradecido por su apoyo. También debo agradecer a todos en el departamento de edición de Kakuyomu por organizar el concurso anual de novelas web. Gracias, S-san y A-san del departamento de edición de Kadokawa Books por quedarse conmigo a pesar de mi absoluta falta de idea sobre cómo funciona una novelización. Gracias, Kinta-san por encargarse de las ilustraciones y por la rápida entrega. Esta novela no se habría completado sin el aliento de mis amigos, que estuvieron a mi lado las muchas veces que pensé en dejarlo. Gracias también a mi madre y mi hermana pequeña, además de nuestros dos gatos, Chama y Konbu, que nunca dejan de calmar mi alma. Sobre todo, mi más sincero y sentido agradecimiento a mis queridos lectores. Y a aquellos de ustedes que están parados leyendo estas palabras en una librería, les estaría muy agradecido si llevaran este libro con ustedes a la caja registradora. ¡Espero que nos volvamos a encontrar al final del segundo volumen!


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