Administración Central de la UJED C. C. P. y M. I. Oscar Erasmo Návar García RECTOR DE LA UJED M. E. Dr. José Antonio Herrera Díaz SECRETARIO GENERAL DE LA UJED C. P. Manuel Gutiérrez Corral ADMINISTRADOR GENERAL DE LA UJED L. A. Jesús Job Reza Luna TESORERO GENERAL Dr. Alfonso Gutiérrez Rocha DIRECTOR DE SERVICIOS ESCOLARES Lic. Jacinto Toca Ramírez DIRECTOR DE PLANEACIÓN Y DESARROLLO ACADÉMICO Lic. Pedro De La Cruz Álvarez DIRECTOR DE VINCULACIÓN Y DESARROLLO EMPRESARIAL C. P. Manuel De Jesús Martínez Aguilar DIRECTOR DE DESARROLLO Y GESTIÓN DE RECURSOS HUMANOS Lic. Alma Patricia Piña Grissman DIRECTORA DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Ing. Corín Martínez DIRECTORA DE DIFUSIÓN CULTURAL C. P. y Lic. Eleazar Ramos Varela CONTRALOR GENERAL M. D. Martha Ofelia Nuñez Álvarez ABOGADA GENERAL DE LA UJED M. C. Ana María Álvarez Del Castillo COORDINADOR INSTITUCIONAL DE POSGRADO DE LA UJED L. C. Rolando Ramírez Mclean COMUNICACIÓN SOCIAL Y TV UJED
Estudios Estratégicos en Competitividad e Innovación José Gerardo Ignacio Gómez Romero Julieta Evangelina Sánchez Cano COORDINADORES
Autores: Ana Lilia Valderrama Santibáñez Ángel Homero Mora Brito Antonio Rafael Peña Sánchez Delia Ávila Barrios Eliseo Díaz González Francisco Martín Villarreal Solís José Alfredo Villagómez Cortés José Gerardo Ignacio Gómez Romero José Ruiz Chico Julieta Evangelina Sánchez Cano Karla Elizabeth Segura Millán Rivas Marcela Gómez Osorio María Cruz Lozano Ramírez Mercedes Jiménez García Miguel Ángel Meléndez Guerrero Nayeli Liliana Calzadilla Gutiérrez
Editorial Martínez Zarco 529 sur. Zona Centro C.P. 34000 Durango, Dgo., México
Título: Estudios estratégicos en Competitividad e innovación. Primera Edición: 2016. Diseño de Libro Digital: Carlos Mtz. Torres. Diseño de portada: Carlos Martínez Torres. Diseño de interiores: Carlos Martínez Torres.
Tél: (01) 618-8-14-63-80 Cel: (618)2-06-54-55 © D.R.: Los Autores. © D.R.: José Gerardo Ignacio Gómez Romero. © D.R.: Julieta Evangelina Sánchez Cano. © D.R.: De esta edición, Editorial Martínez. El editor y los comités editorial y científico no se hacen responsables por lo que digan u omitan los capítulos aquí presentados en relación con enfoques ideológicos, políticos o de otro tipo. Los autores son los directos responsables del contenido de sus Capítulos. Agosto del 2016
ISBN: 978-607-503-184-2
El Comité Científico de la obra Estudios Estratégicos en Competitividad e Innovación, está integrado por profesores investigadores de Instituciones de Educación Superior de España, Dinamarca y México quienes dictaminaron un total de 10 sesiones — 3 preliminares y 7 plenarias — entre agosto del 2015 y julio del 2016. Basándose en un plan de trabajo que integró etapas de: convocatoria, recepción, evaluación pares académicos y dictaminación, aceptación o rechazo, asentado en una bitácora de control. Finalmente después de un intenso proceso de selección, la integración de la obra Estudios Estratégicos en Competitividad e Innovación, quedó compuesta por 14 capítulos. El Comité Científico de la obra Estudios Estratégicos en Competitividad e Innovación, se integra por: Carlos Berzosa Alonso-Martínez, Universidad Complutense de Madrid (España). Daniel Díaz Fuentes, Universidad de Cantabria (España). Miguel Ángel Díaz Mier, Universidad Alcalá de Henares (España). Birgitte Gregersen, Aalborg University (Dinamarca). Alfredo Islas Colín, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (México). Humberto Ríos Bolívar, Instituto Politécnico Nacional (México). Clemente Ruiz Durán, Universidad Nacional Autónoma de México (México). Julio Sequeiros Tizón, Universidad de Coruña (España). Erasmo Adolfo Sáenz Carrete, Universidad Autónoma Metropolitana (México). Xavier Vence Deza, Universidad de Santiago de Compostela (España). Francisco Venegas-Martínez, Instituto Politécnico Nacional (México).
CONSEJO ARBITRAL DE PUBLICACIONES NOMBRE 1. M.C. Berenice Juárez López 2. Dra. María De Los Dolores González Saucedo 3. Dra. Florina Guadalupe Arredondo Trapero 4. Mtro. José R. Morales Calderón 5. Dr. Juan Manuel Alberto Perusquía Velasco 6. L.C. Deyanira Villarreal Solís 7. Mtro. Ricardo Verján Quiñones 8. Dra. Martha Cecilia Jaramillo Cardona 9. Dra. Elsa Mireya Rosales Estrada 10. Dr. Oswaldo Ortega 11. Mtro. José Silvestre Méndez Morales 12. Dr. Ramón Gerardo Recio Reyes 13. M.I. Esther E. Corral Quintero 14. Dra. Berenice Ynzunza 15. Dra. Liliana De Jesús Gordillo Benavente 16. Dra. Berta Ermila Madrigal Torres 17. Mtra. Graciela López Méndez 18. Dra. María Del Rosario Demuner Flores 19. Mtra. Nora Edith González Navarro 20. Mtro. Francisco Javier López Cerpa 21. Octavio Reyes L. 22. Mtra. Rosario Higuera Torres 23. Dra. Mónica Lorena Sánchez Limón 24. Dr. Pablo Manuel Chauca Malásquez 25. Dr. Arturo Ordaz Álvarez 26. Mtra. Claudia Ferino Valle 27. Dr. Robert Efraín Zárate Cornejo 28. Jorge Eduardo Macías Luévano 29. Óscar Rodil Marzábal 30. Juan Carlos Dueñas Ricaurte 31. Dr. Roberto González Acolt 32. Dr. Jorge Carlos Morgan Medina 33. Dr. Luis Iván Sánchez Rodríguez 34. Dr. Eliseo Díaz González 35. Dr. Armando Medina Jiménez 36. Mtra. Abigail Hernández Rodríguez 37. Dr. Ma. Rosa López Mejía 38. Dra. Ma. Cruz Lozano Ramírez 39. Jaime Jiménez 40. Dra. Lourdes Apodaca Rangel 41. Juan Manuel Izar Landeta 42. Dr. Ladislao Adrián Reyes Barragán 43. Dra. Teresa García López 44. Juan Gilberto Silva Treviño 45. Dra. María Elvira López Parra 46. Dr. Daniel Hernández 47. M. A. Georgina Tejeda Vega
UNIVERSIDAD Universidad Autónoma de Coahuila. Tecnológico de Monterrey. Tecnológico de Monterrey. UAM – Iztapalapa. Universidad Autónoma de Baja California. UJED UABC Tijuana. Universidad Autónoma de Baja California. Universidad Autónoma del Estado de México. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Universidad Nacional Autónoma de México. UASLP UABC Universidad tecnológica de Querétaro. Universidad Politécnica de Tulancingo. Universidad de Guadalajara. UDG, Cucea. Universidad Autónoma del Estado De México. Instituto Tecnológico de Sonora. UDG, Cucea. UNAM Universidad Autónoma de Tamaulipas. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Universidad de Sonora. UAM – Iztapalapa. Universidad Autónoma de Baja California. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Ministerio del Ambiente del Ecuador. Universidad Autónoma de Aguascalientes. Universidad Autónoma de Baja California. Universidad Autónoma de Tamaulipas. El Colegio de La Frontera Norte, A. C UASLP, México. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Universidad Autónoma de Puebla. Universidad Autónoma de Baja California. UNAM UNAM UASLP Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Universidad Veracruzana. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Instituto Tecnológico de Sonora. Universidad Pedagógica Nacional Tijuana, B.C. UABC Campus Tijuana.
48. Dra. María Concepción Ramírez Barón 49. Dr. Rubén Araujo 50. Dra. Juana Astorga Ceja 51. Rubén Chávez Chaires 52. Dra. Karla María Nava Aguirre 53. Dr. José M. Maraboto Q. 54. Dra. Bertha Elizabeth Cárdenas Hinojosa 55. Salvador Ceja Oseguera 56. Dr. Eduardo Ahumada Tello 57. Nilda Yamileth Mejias 58. Elba Miriam Navarro Arvizu 59. Dr. Rafael Espinosa Mosqueda 60. Dr. Flavio Alonso Rosales Díaz 61. Dra. Caterina Clemenza 62. Emigdio Larios 63. Eduardo Barrera Arias 64. Dr. Víctor Manuel Rubalcaba Domínguez 65. Jerónimo Ricardez Jiménez 66. Paola Vera 67. José Luis 68. Dr. Rafael Regalado Hernández 69. Mary A. Vera-Colina 70. Dra. Adriana Eugenia Ramos Ávila 71. Roberto Rodríguez Venegas 72. Dr. Eliseo Díaz González 73. Alicia Cruz Martínez 74. Sergio Domínguez Reyna 75. Dr. Germán Oyosa Roldán 76. Celina Lértora 77. Clara García 78. Deyanira Villarreal Solís 79- Juan Carlos Dueñas R. 80. Óscar Rodil Marzábal 81. Dr. Felipe Miguel Carrasco Fernández 82. Carmela Sánchez Carreira 83. Camelia Tigau 84. José Luis García Ruiz 85. Dr. Armando Sánchez Albarrán 86. María del Rocío Pérez Rosas 87. Dra. Silvia G. Novelo y Urdanivia 88. Dr. Amado Olivares Leal. 89. Dra. Ma. Teresa Camberos Sánchez 90. Dr. José Alberto Ramírez de León 91. Dr. José Luis Barrera Canto 92. Sergio Domínguez Reyna 93. Alicia Cruz Martínez 94. Fátima de la Fuente del Moral 95. Arturo Morales Castro 96. María Elvira López Parra 97. Roberta Curiazi
Universidad Autónoma de Baja California. Universidad del Zulia-Venezuela. Universidad Autónoma de Baja California. Universidad Autónoma de Zacatecas. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Tecnológico de Monterrey. Tecnológico de Monterrey. UPAEP Universidad Autónoma de Baja California. Universidad Politécnica de Sinaloa. ITSON Universidad de Guanajuato. Universidad de Sonora. Universidad del Zulia-Venezuela.
Universidad de Guanajuato. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Universidad Veracruzana. Universidad Nacional Autónoma de México. Universidad de Guanajuato. Universidad Nacional de Colombia. Universidad Autónoma de San Luis El Colegio de la Frontera Norte, A. C. UNAM SAGARPA Universidad Complutense de Madrid. UJED Universidad de Santiago de Compostela. UPAEP Universidad de Santiago de Compostela. UNAM Universidad Complutense de Madrid. UAM-Azcapotzalco. UAM – Iztapalapa. Universidad de Guadalajara. Universidad de Sonora. Docente e investigador. Universidad Autónoma de Tamaulipas. Desarrollo de Sistemas Estratégicos de Información. UNAM Universidad Complutense de Madrid. UNAM Instituto tecnológico de Sonora. FLACSO Ecuador, Quito.
Contenido Prólogo.
(15)
Introducción.
(19)
CAPÍTULO
I
Las Estrategias Competitivas y la competitividad en la Micro Pequeña y Mediana Empresa de Durango Capital, México.
(21)
José Gerardo Ignacio Gómez Romero.
CAPÍTULO
II
Capital relacional como determinante de la esperanza de vida de las micro y pequeñas empresas de la Ciudad de México.
(47)
Ana Lilia Valderrama Santibáñez. Nayeli Liliana Calzadilla Gutiérrez.
CAPÍTULO
III
Panorámica de la competitividad en el sector agrícola en México: 1993-2015. Julieta Evangelina Sánchez Cano. Karla Elizabeth Segura Millán Rivas.
(71)
CAPÍTULO
IV
La Tipología Estratégica de Miles & Snow y las Incapacidades de Aprendizaje Organizacional en las MIPYME de Durango Capital.
(119)
Francisco Martín Villarreal Solís.
CAPÍTULO
V
La Cultura Organizacional y las Estrategias Competitivas en la MIPyME de Bogotá Colombia.
(159)
José Gerardo Ignacio Gómez Romero / Marcela Gómez Osorio.
CAPÍTULO
VI
“Conocimiento, aprendizaje e innovación organizacionales”
(193)
Miguel Ángel Meléndez Guerrero.
CAPÍTULO
VII
Competitividad fiscal regional: Diferenciación del IVA en entidades y localidades fronterizas. Impacto de la homologación de las tasas impositivas. Eliseo Díaz González.
(219)
CAPÍTULO
VIII
Las Estrategias de Promoción como proceso de aprendizaje para el posicionamiento de las organizaciones en la región.
(263)
María Cruz Lozano Ramírez.
CAPÍTULO
IX
Competitividad e Innovación en la Enseñanza de los Agronegocios Internacionales.
(285)
Ángel Homero Mora Brito / José Alfredo Villagómez Cortés.
CAPÍTULO
Teoría de los Procesos de Innovación.
(329)
X Delia Ávila Barrios.
CAPÍTULO
XI
Competitividad de las Exportaciones en los Países de La Unión Europea: Un estudio de elasticidades con especial énfasis en el sector agroalimentario. José Ruiz Chico / Antonio Rafael Peña Sánchez / Mercedes Jiménez García.
(381)
Directorio de Autores.
(425)
Prólogo. El propósito de los coordinadores editoriales de este libro, es el de ofrecer un compendio de estudios estratégicos en competitividad e innovación en las organizaciones. Sin embargo, es más que solo un compendio de investigaciones; pues el lector encontrará once estudios que responden a la profunda necesidad de los países en vías de desarrollo y de sus organizaciones, además de responder a las crecientes exigencias en competitividad en el contexto regional y mundial. Michael Porter en su libro "La Ventaja Competitiva" resalta tres vías para alcanzar la ventaja competitiva: diferenciación, reducción de costos y posicionarse en un nicho de mercado. Cada una de esas vías requiere de innovación para ser realmente efectivos. Evidentemente en un mundo globalizado caracterizado por el cambio continuo y una alta volatilidad, la innovación se convierte en un elemento clave para la supervivencia de las organizaciones, además que es un elemento clave para la promoción de la competitividad. Es así como la competitividad y la competitividad, se constituyen en dos conceptos íntimamente relacionados. La competitividad en las organizaciones incluye la existencia de un proceso dinámico de aprendizajes pasados, acciones presentes y planes de futuros, donde se interrelacionan el desempeño de la empresa, los recursos con los que cuenta para competir en el presente, así como sus habilidades para generar y desarrollar recursos en el futuro que sean fuente de ventajas competitivas como lo afirma Horta. La innovación, por su lado, es un proceso complejo por medio del cual las organizaciones transforman conocimientos en valor agregado y en nuevo conocimiento. La generación de conocimiento, por sí misma, no es innovación, pues si el conocimiento se crea pero la organización no lo aprovecha, no se logra que ese conocimiento genere ventajas competitivas que ayude a posicionar de mejor forma a la empresa en el mercado. El lector de este gran esfuerzo académico y de investigación encontrará; cuatro estudios que se enfocan en la competitividad de las pequeñas y 15
medianas empresas, y tres, abordan la competitividad de los negocios agro-industriales que concentran la mayor parte del empleo y variedad de productos y servicios que se ofrecen en los mercados de países en desarrollo. Por tal razón profundizar en las estrategias de estas empresas, aprender sobre su forma de generar conocimiento e innovación se constituye en un aporte significativo para las pequeñas y medianas empresas, para las universidades y centros de conocimiento, y para los gobiernos y organismos de fomento que buscan generar políticas que fomenten la competitividad de las regiones y la innovación. Así mismo estos estudios entregan conclusiones generales de estudios locales que enriquecen la visión global de los retos que enfrentan las medianas y pequeñas empresas en las economías en vías de desarrollo. Como soporte teórico, el lector cuenta en este libro con dos estudios donde se realiza un compendio sobre la teoría de la innovación y sobre los procesos de conocimiento, aprendizaje e innovación en las organizaciones. Su conclusión es que en la economía global del conocimiento la capacidad de innovación es la base de la competitividad. Los otros dos estudios que comprende este libro profundizan en dos problemáticas que afectan la competitividad de regiones específicas. Una de ellas es la competitividad fiscal y la otra, las estrategias de promoción. En ambos casos se abordan necesidades regionales ilustrando casos relevantes para discusión y análisis en otras regiones. El lector puede escoger abordar la lectura de este libro como un todo, o alternativamente, si está interesado en contextos y aspectos específicos en cuanto a la competitividad e innovación, probablemente encontrará más productivo enfocarse en los estudios que resulten más relevantes según su interés. Sin embargo se espera que lo segundo no sea lo más frecuente. La experiencia de aproximarse al libro como un todo enriquece sustancialmente el conocimiento sobre estos temas y profundiza la visión sobre los aspectos y retos relacionados. Se aspira a que estos temas sean compartidos con otros. Para concluir es importante dejar en claro que los logros en competitividad e innovación por sí solos no conducen automáticamente al progreso de la sociedad, como supone implícitamente la libre competencia y los desarrollos en ciencia y tecnología. Este supuesto es una herencia de la 16
Ilustración; es decir, la creencia en que la mano invisible de la economía y la ciencia y la tecnología, darán lugar automáticamente a una mejor calidad de vida. El esfuerzo por el desarrollo sostenible orientado hacia el bien común es el reto ineludible de la competitividad e innovación. La esperanza de un mejor futuro nos anima a seguir generando y compartiendo conocimiento que contribuya a mejorar nuestro entendimiento y orientar nuestras acciones a este fin. Bogotá Colombia, 20 de Agosto 2016. DR. ÁLVARO CARRIZOSA DE LA TORRE Rector de Uniempresarial Fundación Universitaria Empresarial de la Cámara Nacional de Comercio de Bogotá
17
Introducción. Hoy en día el entorno que enfrentan las organizaciones públicas y privadas, se caracteriza por una alta complejidad y volatilidad, donde lo único constante es el cambio, pues en realidad lo que estamos presenciando es un cambio de época, de la era industrial a la del conocimiento y de la información, donde los modelos de producción de antaño, hoy son obsoletos y cuestionados, y donde cobra una importancia relevante el aprender a aprender, de manera tal que la innovación y la competitividad, se presentan como características necesarias que las organizaciones posmodernas deben de cultivar y favorecer, sí es que desean permanecer en los mercados de trabajo. Consecuentes con lo anterior, el cuerpo académico Estudios Empresariales desde la Perspectiva Económico –Administrativa de la Facultad de Economía Contaduría y Administración de la Universidad Juárez Del Estado de Durango, participando en red de investigación académica con Columbia University, la Unidad de Investigación de la facultad de Ingeniería eléctrica de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, y el cuerpo Académico Innovación Energética Sustentable y Sistemas Inteligentes de la Unidad Académica de Ingeniería en Energía de la Universidad Politécnica de Sinaloa, convocaron a académicos de diversas Universidades a participar en la estructuración de un libro, que congregara diferentes perspectivas y visiones administrativas en el tema de la innovación y la competitividad de las organizaciones. La convocatoria realizada, se traduce hoy en la presentación de la presente obra que se titula; Estudios Estratégicos en Competitividad e Innovación, que muestra 11 artículos de investigación empírica, arbitrados a doble ciego, estos estudios fueron realizados en diferentes organizaciones, y que estudian desde diferentes perspectivas las estrategias de innovación y competitividad, que las organizaciones públicas y privadas ponen en operación, para poder mantenerse y desarrollarse en un mundo altamente competitivo. 19
Esperamos que el esfuerzo sea de provecho para el mundo académico y de la investigación, pero además que sirva para la reflexión y corrección del rumbo de las organizaciones cuyos líderes atinen a leer la presente obra.
Atentamente INTEGRANTES DEL CUERPO ACADÉMICO ESTUDIOS EMPRESARIALES DESDE LA PERSPECTIVA ECONÓMICO –ADMINISTRATIVA DE LA FACULTAD DE ECONOMÍA CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN DE LA UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO.
20
Capítulo I
Introducción. Según el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI, 2014), en México están registradas un poco más de 3 millones de empresas, de las cuales el 99.7% son MIPyMES, y que aportan el 42% del Producto Interno Bruto (PIB), generando a su vez el 64% de los empleos del país, de todo esto se desprende la importancia de estudiar este tipo de empresas. La realidad mexicana no es diferente a la que se vive en el resto del globo terráqueo, pues en Estados Unidos de Norteamérica las MIPyMES representan el 95% de las empresas existentes, y que dan trabajo al 75% de la mano de obra disponible, en Japón están registradas más de 9 millones de pequeñas empresas que generan 67.2 millones empleos, pues en promedio cada empresa emplea a 7.4 personas (Sánchez, Valdés y Villegas 2012). La Organización de Naciones Unidas (ONU), sostiene que la micro, pequeña y mediana empresa en los países en desarrollo genera más del 90% de los empleos, más del 50% en los países desarrollados (Prater y Ghosh, 2005). Por otro lado Del Cid (2008), sostiene que en Costa Rica la MIPyME representa el 98.19% de total de las empresas, en el Salvador son el 99.81%, y en Guatemala alcanzan el 98.61% del total de las empresas, mientras que en Panamá suman el 97.06%. Guapatín (2003), afirma que en Perú las MIPyMES son el 97.9% de las empresas, mientras que en Uruguay alcanzan el 99.49% del total de empresas y generan el 30% del PIB y, el 55% del empleo (Gutfraind, 2007). 23
Capítulo I
Internacionalmente la importancia de las MIPyMES no está a discusión (Dallago, 2003), pues generan una cantidad importante de empleos y ayudan a la adaptación e innovación del sistema económico. Por su parte Gooderham (2007), sostiene que este tipo de empresas generan una cultura de información y de mutua colaboración entre ellas para poder sobrevivir, y que es importante que aprendan a ser innovadoras y competitivas enfrentar de mejor manera los retos que un entorno dinámico y cambiante les impone. A todo lo anterior hay que adicionarle que en México la esperanza de vida de una empresa del sector comercio desde que nace, es de 6.6 años. Y el INEGI (2015) registra que a los cinco años, de cada 100 MIPyMES que iniciaron operaciones, solo sobrevivieron 25. La mortandad empresarial de las MIPyMES, es un fenómeno que perturba a la economía de quienes invierten en ellas y de los países donde se desarrollan, por las pérdidas de quien invirtió, además de la riqueza que dejan de generar y de las fuentes de empleo que se cancelan, al verse obligados al cierre obligados por la quiebra financiera. De todo esto se deriva la importancia de estudiar este tipo de empresas y de encontrar algunas de las causales de la mortandad tan alta existente hoy en día. El INEGI (2006), sostiene una parte importante de estas empresa no cuentan con una estructura administrativa adecuada, pues sus dueños no tienen una educación empresarial adecuada, además que un número importare de este tipo de empresas son ilegales, pues funcionan al margen legal y tributario obligatorio. Es indudable la importancia de este tipo de empresas, pero no se puede ignorar todos los problemas y retos que tienen que 24
Capítulo I
solventar si es que quieren subsistir en un mercado tan competido como el actual. De lo anterior se desprende la pertinencia y el propósito del presente estudio.
1. Planteamiento del Problema. El propósito del presente trabajo; consiste en analizar la influencia de la estrategia competitiva adoptada con mayor frecuencia en la competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPyME) de Durango capital, México, de acuerdo al modelo de Porter (1982). La globalización es el fenómeno más significativo a la que la humanidad se haya enfrentado en las últimas décadas, y para bien o para mal, cambió la manera en la que los seres humanos se intercomunican, la forma de hacer negocios y hasta el modo en la que nos interrelacionamos, y quizás es uno de los factores más significativos que acarreó consigo la globalización es la competitividad. La economía global impuesta por la globalización, presenta un horizonte de claroscuros para los individuos, las organizaciones, las instituciones, las empresas y las naciones, que deben aprender a manejar si desean permanecer vigentes en sus ámbitos de competencia, de lo contrario caerán en un vacío sin fondo, donde la expulsión de los mercados es el final no deseado (Puerto 2010). A la mezcla de todos estos factores en una realidad cotidiana según Gómez (2008), se tiene que enfrentar las empresas en la actualidad, y que cuando las empresas no se adaptan a los requerimientos del entorno muchas de ellas terminan desapare25
Capítulo I
ciendo del mercado, al no poder cumplir con los requerimientos que el entorno volátil y cambiante les impone. Sin lugar a duda que la nueva época que nos toca vivir hoy, están marcados por el tránsito del paradigma de la sociedad industrial al paradigma de la sociedad del conocimiento, dinamizados por la globalización de las economías y de la política, como comenta Huntington (2001). Esta nueva era es conocida como del conocimiento, que se caracteriza por la aparición continua de saberes nuevos y por el desarrollo permanente de las facultades intelectuales, todo ello concretado en una acelerada caducidad de paradigmas y de las técnicas para observar la realidad, como lo afirma Vázquez, Martínez y Monrroy (2007). Todos estos cambios registrados hoy en día, para Toffler (1999), son acompañados de una alta competitividad, donde sólo sobrevivirán las organizaciones que den respuesta a un entorno incierto, cambiante y volátil, aquellas que logren y puedan ser competitivas. Pero cuando las organizaciones no son capaces de reaccionar ante los cambios y exigencias de un entorno volátil y cambiante hipotecan su futuro, esto se produce frecuentemente cuando las organizaciones no aprovechan el potencial que tienen, pues no son conscientes de cómo enfrentar cotidianamente a la competencia.
2. Objetivos, Pregunta de investigación e Hipótesis. Objetivo General: analizar y explicar la influencia de la estrategia competitiva adoptada con mayor frecuencia en la competiti26
Capítulo I
vidad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPyME) de Durango capital, México, de acuerdo al modelo de Porter (1982). Objetivo Particular: Determinar cuál es la Estrategia competitiva que con mayor frecuencia se utiliza en las MIPyMES de Durango Capital. Preguntas de Investigación: P.I.1: ¿Cuál es la estrategia competitiva que utilizan con mayor frecuencia en las empresas estudiadas? P.I.2: ¿influye la estrategia competitiva adoptada por las MIPyMES en su competitividad?
Hipótesis de trabajo: H1: La estrategia competitiva de costos es la predomínate en las empresas estudiadas. H2: Las estrategias competitivas adoptadas por las MIPyMES influyen en su competitividad.
3. Justificación. La importancia de la MIPyME en el globo terráqueo es indudable, y en lo que respecta a México, de acuerdo a datos proporcionados por el SIEM (2015), existen un total de 690,207 empresas registradas, de las cuales 686,561 son micro, pequeñas y medianas empresas, como se puede apreciar en la Tabla 1, que solo considera a las empresas que están registradas, pues debemos anotar que un gran número de empresas viven en la in27
Capítulo I
formalidad y no están registradas y en su mayoría son MIPyMES, de acuerdo a datos del INEGI (2014). Tabla 1. MIPYME registradas en la República Mexicana según SIEM. Tamaño
Industria
Comercio
Servicio
Total
Micro
38,044
444,798
162,367
645,309
Pequeña
7,941
11,310
14,501
33,752
Mediana
2,902
2,846
1,752
7,500
Grande
1,252
941
1,553
3,746
Total
50,139
459,895
180,173
690,207
Fuente: Elaborada a partir de datos obtenidos del SIEM (2015).
La distribución de las empresas estudiadas en el Estado de Durango es muy similar a la que se presenta en México, en cuanto a proporción se refiere como se puede observar en la Tabla 2, que muestra el total de las empresa registradas por el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM 2015). Tabla 2. MIPYME registradas en el Estado de Durango según SIEM. Tamaño
Industria
Comercio
Servicio
Total
Micro
431
5,671
2,147
8,249
Pequeña
61
284
127
472
Mediana
34
60
25
119
Grande
21
22
22
65
Total
547
6037
2321
8905
Fuente: Elaboración a partir de datos del SIEM (2015).
28
Capítulo I
Como complemento de la importancia de la MIPyME en la capital de Durango, se construyó la Tabla 3 que muestra la distribución de empresas en Durango, que son las que estudiaremos en esta investigación. Tabla 3. MIPYME registradas en el Municipio de Durango según SIEM. Tamaño
Industria
Comercio
Servicio
Total
Micro
373
3858
1490
5721
Pequeña
32
163
78
273
Mediana
12
28
20
60
Grande
11
6
10
27
Total
428
4055
1598
6081
Fuente: Elaboración a partir de datos del SIEM (2015).
4. Revisión de Literatura: Los retos que toda empresa tiene que sortear en la actualidad son impredecibles, pues se enmarcan en el fenómeno conocido como globalización, que transformó el entorno empresarial de una realidad relativamente pasiva, a un medio altamente volátil y cambiante, recordemos que una parte importante de la vida de toda empresa y de su supervivencia está cimentada en la manera en la que ésta, da respuesta a las presiones que el entorno ejerce sobre ellas y a la forma en la que atiende las demandas de sus clientes. De manera tal, que la forma en la que cada organización reacciona ante las presiones del entorno, y de cómo enfrenta los retos que el mercado le impone es diferente de una empresa a otra, pues cada organización abordará esos retos de manera di29
Capítulo I
ferente, dependiendo de su propia naturaleza y de la forma en la que concibe al entorno y a además como quiere tratar y ser recordada por sus clientes. Para Gómez, Villarreal y Villarreal (2014) indudablemente que el contexto que enfrentan las organizaciones en la actualidad es complejo, pues esta salpimentado por la competitividad, que ha impuesto el fenómeno de la globalización. Unos de los primeros en abordar el tema de la competitividad fue Porter (1980), que la definió como la capacidad de producir el mayor número de artículos al menor costo posible, y llega a esta conclusión porque descubre a la empresa inserta en un entorno donde enfrentará competidores, que buscan desaparecerlo de los mercados de trabajo, no debemos de perder de vista que la parte toral de este concepto está en los costos, y en buscar caminos que los abatan y como consecuencia coadyuven en aumentar las utilidades, manteniendo la fidelidad del cliente. El mismo Porter (1990), desarrolla el concepto de ventaja competitiva, para referirse a la preeminencia de una empresa sobre otra, en principio el tema solo descansaba en los costos, pero luego se fue complementando, hasta llegara a identificar a la ventaja competitiva con la capacidad de innovar. De lo anterior se puede entender que, la empresa mejorará su ventaja, no solo diferenciándose de los demás por tener un mejor producto, sino además en la manera en la que se presta el servicio o, en la suma de ambos factores, porque en último lugar es el cliente el epicentro de todos los esfuerzos, y cuando el cliente lo distingue así, será una forma complementaria de ser competitivo. 30
Capítulo I
Para Porter (1999) la competitividad se convierte en la necesidad de crear o vender factores productivos, que permitan no solo igualar a la competencia, sino superarla. Hoy en día este concepto es el nuevo paradigma que promete a las empresas triunfar en el mercado global, y es inimaginable que una empresa pretenda subsistir sin ser competitivo. Para Yeung et al., (2000) la competitividad, es la capacidad de un negocio de competir en su nicho de mercado, y para su estudio, identifican 15 componentes, entre los que destacan, los procedimientos de recursos humanos, la capacidad de producción, y los resultados financieros de los tres últimos años entre otros factores, que es el estudio en el que nos basaremos. Por lo que respecta a las estrategias competitivas, indudablemente que toda empresa, debe de plantear de manera inteligente y creativa como logrará los objetivos que se ha planteado, es decir como atrapará las preferencias de sus clientes, para ello, debe establecer las acciones que le permitan conseguir el logro de esos objetivos, y esto solo será posible a través del uso de estrategias. Para Benavides (2007) la estrategia es un enfoque general de las acciones que se ejecutarán para alcanzar los objetivos, es decir consiste en establecer un plan de acción, por medio del cual, los recursos son asignados de una forma optima, de manera tal que quien la emplea consiga una ventaja sobre los competidores y le redunde en la obtención de los objetivos de una forma segura. Para Vilarino y Rodrigo (2007), la estrategia es la capacidad de responder al mercado de la mejor forma, para con esto ganar el consenso del nicho de mercado donde se está inserto. La estrategia vista de manera simple, es un enfoque que ayuda a las empresas a dar respuestas asertivas a las demandas del medio ambiente, y una manera de plantear de forma inte31
Capítulo I
gral la estrategia, es la visión que ofrece la administración o dirección estratégica. Para Robbins y Coulter (2000 p. 236) “La Administración estratégica es un enfoque que actualmente está presente en numerosas decisiones que se toman en todo tipo de organizaciones”. Mitzberg y Quinn, (1993) sostienen que no existe una definición de estrategia universalmente aceptada, y el término es usado por diferentes autores con diversas acepciones; para Koontz y Weihrich, (2002) la estrategia es la determinación de objetivos fundamentales a largo plazo y la adopción de cursos de acción necesarios para alcanzar los objetivos planteados. Un concepto más acabo es el que ofrece David (2000) cuando refiere que la administración estratégica es, el arte y la ciencia de formular, implementar, y evaluar las decisiones ínter funcionales que permiten a la organización alcanzar sus objetivos. De la misma forma que en el ámbito militar, en el organizacional, no sólo existen las estrategias, sino también las tácticas ¿en que difieren unas de otras? las estrategias que las organizaciones emplean para alcanzar sus objetivos ha sido tema de numerosos estudios y planteamientos por parte de igual número de autores, como Chandler(1990), Ansoff (1970), Miles y Snow (2007), Porter (1999), Mitzberg, Quinn (1993), David(2000), Hill, Jones, Pérez y Soto (2009) entre otros, quienes han analizado el proceso de la estrategia así como planteado diversos tipos de estrategias que las organizaciones adoptan para alcanzar sus objetivos. Porter (1982, p. 21) por su lado sostiene que, “la esencia de la formulación de una estrategia competitiva consiste en relacionar a una empresa con su medio ambiente”. Aunque el entorno relevante es muy amplio y abarca tanto fuerzas sociales 32
Capítulo I
como económicas, el aspecto clave del medio ambiente de la empresa es el sector o sectores industriales en las cuales compite. Recordemos que un sector industrial es un grupo de empresas que producen productos que son sustitutos cercanos entre sí, y como afirma Porter (1993) la estructura de un sector industrial tiene una fuerte influencia al determinar las reglas del juego competitivas, así como las posibilidades estratégicas potencialmente disponibles para la empresa. La intensidad de la competencia en un sector industrial no es ni coincidencia ni mala suerte, más bien, la competencia de un sector industrial tiene sus raíces en su estructura económica fundamental y va más allá del comportamiento de los competidores actuales y de manera estratégica como se les enfrente. Minztberg (1994) sostienen que una estrategia es un patrón o modelo de decisión que determina y revela los objetivos, propósitos o metas de la empresa, este patrón produce las principales políticas y planes para lograr tales metas. Una estrategia competitiva consiste en desarrollar una amplia formula de cómo la empresa va a competir, cuales deben de ser sus objetivos y que políticas serán necesarias para alcanzar los objetivos trazados. González, Espilco y Aragón (2003) relatan que Porter, estableció tres estrategias básicas o genéricas que una empresa puede emplear para lograr ser competitiva en su entorno, a las que llamo; 1. Liderazgo en costos (se basa en producir grandes volúmenes en forma eficiente, de rígidos controles de costos y de gastos indirectos, abatiendo costos). 2. Diferenciación (busca diferenciar el producto o servicio que se ofrece, creando algo que sea percibido en el mercado como único, la di33
Capítulo I
ferenciación proporciona una protección contra la rivalidad competitiva). 3. Enfoque o alta segmentación (consiste en enfocarse sobre un grupo de compradores en particular, en un segmento de la línea del producto, o en un mercado geográfico. Las empresas que logran una alta segmentación también están en condiciones de alcanzar mayores rendimientos).
Las empresas deben de plantear sus estrategias y ponerlas en operación, cuando se enfrenten a las cinco fuerzas competitivas que se presentan en el entorno, estos factores determinaran la intensidad de la rivalidad competitiva y pueden cambiar y cambian, si son lidiadas adecuadamente, pues de esto dependerá su permeancia en los mercados: 1. Nuevos ingresos de competidores; 2. Amenaza de sustitución; 3. Poder negociador de los compradores; 4. Poder negociador de los proveedores; 5. Poder de Negociación de las competidores actuales.
Tener conocimiento de la dirección estratégica o de cómo poder elaborar una estrategia empresarial, es sin duda algo muy importante para las empresas en la actualidad, pues de la manera como se posicionen en su segmento y de cómo enfrente a la competencia, dependerá del lugar que guarde en el mercado y la preferencia de sus clientes reales y o potenciales. El gran reto para los directivos esta en dar respuesta a algunas de las siguientes preguntas: ¿Cómo dar solución al planteamiento estratégico que le garantizará a la empresa una perspectiva de larga vida? ¿Qué respuesta dará la competencia ante el planteamien34
Capítulo I
to de nuestra estrategia? ¿Cómo afectaran, para bien o mal, las decisiones que se tomen? De la literatura revisada hasta aquí, podemos concluir que determinar una estrategia es vital para sobrevivir en un entorno volátil e incierto y que estas estrategias se verán afectadas en mayor o menor medida por una serie de factores endógenos y exógenos de la organización, pero que cualquier decisión que tome por medio de una estrategia, el empresario siempre buscará ser competitivo.
5. Metodología. Este estudio es correlacional, porque trata de establecer la relación entre variables, de acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2006), también es transversal, porque la toma de información se limitó a una sola ocasión, y es no experimental, porque se obtiene y analiza la información sin modificar ninguna de las condiciones existentes. El instrumento utilizado en la presente investigación lo utilizó Yeung et al., (2000), aplicado y validado a un entorno mexicano por Gómez (2008). Consta de 30 reactivos, 15 para medir las estrategias competitivas de Porter y 15 para medir la competitividad, con una escala Likert de seis opciones, gradualmente ascendiendo de la siguiente forma: “no sé/no aplica, muy poco, poco, algo, mucho”. El objeto del presente estudio es la MIPyME de Durango capital, para determinar la muestra poblacional, se tomó en cuenta el número de unidades de negocios reportados en el SIEM (2015), y al total de 6054 MIPyME se le aplicó el programa Statis 2.0, para determinar la muestra poblacional con un nivel de con35
Capítulo I
fianza del 95% y se obtuvo una muestra de 362 empresas. Se trabajó con una prueba piloto de 20 encuestas, a las que se les aplicó el cuestionario, se obtuvo realimentación para ver si no había algún tipo de dificultad para entender los conceptos del cuestionario, esto nos permitió hacer algunos ajustes en la redacción de las preguntas, luego procedimos a la recolección de la información. Una vez obtenido todos los datos, se trabajaron en el programa estadístico SPSS versión 20.0, y se calculó la confiabilidad del instrumento por medio de la prueba Alfa de Cronbach, cuyo resultado se pueden apreciar en la Tabla 4. El valor del Alfa de Cronbach se clasifica de acuerdo a lo siguiente: por debajo de 0.60 es mediocre, de 0.60 a 0.65 es indeseable, de 0.65 a 0.70 es aceptable, de 0.70 a 0.80 es respetable y de 0.80 a 0.90 es muy buena para explicar las variables utilizadas en el cuestionario, de acuerdo con Barraza-Macías (2008). Es necesario destacar que esta prueba se corrió para cada dimensión, (Estrategias Competitivas y competitividad). Tabla 4. Validación del Instrumento de medición. Prueba utilizada
Valor obtenido
Alfa de Cronbach
Estrategias Competitivas
.990
Alfa de Cronbach
Competitividad
.881
Fuente: elaboración propia.
Para tener una idea más completa del tamaño de la empresa y su antigüedad, así como la formación de quienes respondieron la encuesta, caracterizamos la muestra; La Tabla 5 muestra el número de empresas bajo estudio, así como su tamaño y el car36
Capítulo I
go de quien respondió la encuesta, donde se observa que de las 362 empresas encuestadas, el grueso de los entrevistados fueron los dueños de los negocios, quienes son los interesados directos de lo que sucede en su empresa, así mismo se observa como el 71.80% de los cuestionarios recopilados fueron realizadas a microempresas, el 10.90% corresponden a pequeñas empresas y, solo el 8.30% se realizaron en las medianas. Tabla 5. Naturaleza de las Empresas estudias y personas que respondieron la encuesta.
Num. Entrev
%
Dueño
Encargado o Gerente
Promedio Antigüedad empresa
Micro
260 71.80%
98%
2%
6 años
Pequeña
72 19.90%
85%
15%
10 años
Mediana
30
8.30%
38%
62%
15 años
Total
362
100%
Fuente: elaboración propia.
También se construyó la Tabla 6, que muestra el nivel educativo de las personas que nos proporcionaron la información, el 80% de las personas encuestadas estudiaron solo hasta preparatoria, y solo el 20% cuenta con estudios universitarios. Por lo que toca a la pequeña empresa, el 75% de los encuestados cuentan con educación básica y preparatoria; en contraste, el 62% de los encargados o gerentes de la pequeña empresa y quienes nos proporcionaron la información, cuentan con educación universitaria.
37
Capítulo I
Tabla 6. Estatus de las personas entrevistas y su formación académica. Tamaño
Educación Básica
Educación Preparatoria
Educación Universitaria
Micro
32%
48%
20%
Pequeña
20%
55%
25%
Mediana
15%
23%
62%
Fuente: elaboración propia.
Para obtener el diagnóstico de la estrategia competitiva que se utiliza con mayor frecuencia en la empresa estudiada, se obtuvieron los promedios para cada indicador, en cada uno de los tipos de estrategia considerados, que se muestra en la Tabla 7, donde se observa que es la estrategia de enfoque la que se utiliza con mayor frecuencia en las MIPyMES estudiadas. Tabla 7. Estrategia Competitiva que más se utiliza. Estrategia
Frecuencia
Media
Enfoque
261
4
Costos
72
3.6
Diferenciación
29
3.2
Total
362
Fuente: Elaboración Propia.
Sin embargo es importante saber si existen diferencias estadísticamente significativas entre los grupos correspondientes a cada tipo de estrategias competitivas (enfoque, costos y diferenciación), y para tal efecto, se aplicó un análisis de la varianza con una prueba F, misma que de acuerdo con Lind, Marchal y Wat38
Capítulo I
hen (2005), se utiliza con el fin de probar si la hipótesis nula; las muestras provienen de poblaciones que tienen varianzas iguales, que de acuerdo a los resultados de la Tabla 8, los datos provienen de muestras diferentes, y como consecuencia se rechaza lo hipótesis nula. Para someter a prueba la H2: Las estrategias competitivas adoptadas por las MIPyMES influyen en su competitividad, se trabajó con una regresión lineal cuyos resultados del modelo general se presentan en la Tabla 9, donde la variable dependiente es la competitividad y la independiente es las estrategias competitivas en conjunto, donde se puede observar el coeficiente beta, que es la proporción de variabilidad de la variable dependiente que queda explicada por el modelo genérico. Tabla 8. ANOVA Estrategias Competitivas.
Estrategia Enfoque
Estrategia Costos
Estrategia Diferencia
Sum of Squares
Df
Mean Square
Between Groups
129.276
71
1.821
Within Groups
1.130
290
.004
Total
130.406
361
Between Groups
114.603
71
1.614
.286
290
.001
Total
114.889
361
Between Groups
111.385
71
1.569
.415
290
.001
111.800
361
Within Groups
Within Groups Total
Fuente. Elaboración propia.
39
F
Sig.
467.215
.000
1636.322
.000
1095.780
.000
Capítulo I
Tabla 9. Resultados Regresión lineal. Model
Unstandardized Coefficients B
1
Std. Error
(Constant)
2.617
.172
Total Estrategia
.347
.053
Standardized Coefficients
t
Sig.
15.248
.000
6.520
.000
Beta .325
a. Dependent Variable: Competitividad
Fuente: Elaboración Propia.
De igual forma se construyó el modelo de regresión lineal, que muestra cuál de las tres estrategias competitivas (costos, diferenciación y enfoque), tiene influencia en competitividad en las empresas estudiadas y que se muestra en el Tabla 10. Tabla 10. Resultado modelo regresión estrategias competitivas vs competitividad. Model
Unstandardized Coefficients B
Std. Error
(Constant)
2.844
.179
Estrateg Enfoque
-.169
.210
Estrategia Costos
-.804
Estrat Diferenciac
1.356
Standardized Coefficients
t
Sig.
Beta 15.902
.000
-.167
-.805
.421
.328
-.745
-2.449
.015
.311
1.241
4.361
.000
a. Dependent Variable: COMPETITIVIDAD
Fuente: Elaboración propia.
40
Capítulo I
6. Conclusiones. Para dar respuesta al objetivo particular; determinar cuál es la Estrategia competitiva que con mayor frecuencia se utiliza en las MIPyMES de Durango Capital, y a su correspondiente Hipótesis de trabajo H1; La estrategia competitiva de costos es la predomínate en las empresas estudiadas. Al respecto la hipótesis de trabajo planteada se rechaza, pues de acuerdo a los resultados obtenidos es la estrategia de enfoque la que se utiliza con mayor frecuencia en las empresas estudiadas. La hipótesis de trabajo originalmente se planteó de acuerdo a la literatura consultada, pues son los costos la estrategia primaria que un empresario plantearía en principio para que su empresa pueda sobrevivir en un entorno competido como el actual, sin embargo los resultados obtenidos arrojaron que es la estrategia de enfoque o de alta segmentación como también se le conoce, la que con mayor frecuencia se presenta, en las empresas de Durango capital. Un mercado donde la mayoría de sus empresas utilizan la estrategia de enfoque, habla de empresas que se orientan a un grupo de compradores en particular, que alinean sus esfuerzos comerciales dirigidos a un segmento del mercado o que buscan posicionar un determinado producto que situé en la mente del consumidor como la diferencia que los distinga del resto de los competidores. Los resultados obtenidos son entendibles cuando se consulta la edad promedio de las empresas estudiadas, recordemos que en promedio las microempresas de la muestra estudiada resultaron con una edad de 6 años de antigüedad que es signifi41
Capítulo I
cativo, pues en promedio superaron los cinco años fatales para poder afirmar que una empresa está establecida y permanecerá en el mercado, mientras que la edad de la pequeña en promedio es de 10 años y la de la mediana data de 15 años. La respuesta a que las empresas estudiadas utilizan la más sofisticada estrategia planteada por Porter (1982), quizás este en un acto reflejo de supervivencia de parte de los encargados y dueños de los negocios estudiados, y lo aprendieron sin darse cuenta de lo que hacían, pues en charla informal con algunos de los dueños o encargados que fueron encuestados, en su generalidad no cuentan con formación administrativa básica, de manera tal que se han especializado en su negocio, y han aprendido a mejorar lo que saben hacer como una especie de mejora continua, solo para no ser desplazados por sus competidores, todo esto los ha llevado a una especie de especialización, no solo para permanecer en los mercados, sino además para ganarse la preferencia de sus clientes, pues las empresas que logran una alta segmentación también están en condiciones de alcanzar mayores rendimientos económicos. Por otro lado y para dar respuesta al objetivo general; analizar la influencia de la estrategia competitiva adoptada con mayor frecuencia, en la competitividad de la MIPyME de Durango Capital México, de acuerdo al modelo de Porter (1982), y a su hipótesis de trabajo correspondiente, H2; Las estrategias competitivas adoptadas por las MIPyMES influyen en su competitividad. De acuerdo a los resultados obtenidos, la hipótesis de trabajo se acepta, pues se encontró evidencia estadísticamente significativa que las estrategias competitivas y particularmente la estrategia de enfoque es la que influye en la competitividad de las empresas estudiadas. 42
Capítulo I
La estrategia es un enfoque general de las acciones que se ejecutaran para alcanzar los objetivos, consiste en establecer un plan de acción, por medio del cual, los recursos son asignados de la mejor manera, con el único objetivo de conseguir una ventaja sobre los competidores que le redunde en la obtención de los objetivos de una manera segura. Sin duda que si las empresas buscan sobrevivir en los mercados en los que están insertas, pero para lograrlo requieren construir una ventaja competitiva sobre sus oponentes, y la innovación como fuente primaria de la competitividad les ayuda a diseñar nuevos métodos de producción de los bienes y servicios que ofertan, pues recordemos lo que señala Porter (1990), cuando se refiriere a que el proceso de innovación no se puede separarse del contexto estratégico y competitivo de una empresa, es más, este se convierte en su esencia para permanecer y crecer, sobre todo en un mercado donde la mayoría de los competidores han aprendido competir con una estrategia de enfoque, de donde podemos inferir que la estrategia competitiva que adoptan las organizaciones, repercute en la competitividad que la empresa. Recordemos que para que una estrategia tenga éxito, la empresa que la pone en práctica, debe crear una propuesta de valor diferencial que satisfaga las necesidades de un conjunto de clientes, que puede ir solo de una diferencia significativa de su producto, que le proporcione una ventaja competitiva, o solo lo diferencie delos demás con un simple servicio de posventa.
43
Capítulo I
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Capítulo I
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Capítulo I
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46
Capítulo II
Introducción. Las micro y pequeñas empresas (MIPES) son un motor de crecimiento económico y de distribución de la riqueza. No obstante, presentan alta vulnerabilidad debido a la falta de objetivos claros, baja disponibilidad de recursos económicos, y escaza competitividad. A inicios del 2015, el INEGI presentó resultados del estudio “Esperanza de vida de los negocios en México”. Destacó que el tiempo de vida promedio de una empresa manufacturera del país es de 9.5 años, en comercio 6.6 y en el sector servicios privados ocho años. El sector comercial en 2014 representó el 45% del total de micro y pequeñas empresas en el país, siendo las que presentan mayor riesgo de cierre. El estudio concluye que una razón de alto riesgo para salir del mercado es el limitado desarrollo de habilidades empresariales. El contexto actual donde surgen las empresas y buscan mantenerse en el mercado es la llamada nueva economía. Ésta deriva del impacto de la revolución de las computadoras y las telecomunicaciones, con el crecimiento y desarrollo de productos y actividades vinculadas en el sector, así como de la inclusión y difusión del uso de éstas en todos los sectores de la economía.1 Castells (1999), reconoce las características de la llamada nueva economía y pone en primer lugar al fenómeno de la globalización que implica mercados más amplios, interrelacionados y cambiantes, la libertad de movimiento de mercancías y capita-
1
Machlup (1962), reconoció la característica principal de esta nueva economía en el surgimiento de la que llamó “industria basada en el conocimiento”. Posteriormente, Porat (1977), describió este sector emergente como “economía de la información” al identificar que más de la mitad de la fuerza de trabajo realizaba trabajo con la información.
49
Capítulo II
les, y la expansión de empresas multinacionales. Como segunda característica, menciona el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), que llevan a mejoras de la productividad, disminución de costos, mayor relevancia de la innovación y del conocimiento respecto al capital, lo que lleva al surgimiento de nuevas profesiones. Nordhaus (2001) define a la nueva economía como la adquisición, procesamiento y transformación y distribución de información. Desde este punto de vista, el uso generalizado del software y gran velocidad del desarrollo tecnológico transforma no sólo el área productiva sino también las relaciones de la sociedad. Desde el enfoque microeconómico, específicamente de las empresas, la inversión en conocimiento se traduce en la creación de nuevos productos y nuevas oportunidades de negocio. De esta forma se espera un incremento de beneficios para aquellos que han decidido tomar el riesgo de invertir. En otras palabras, identificar y gestionar el conocimiento y la información propicia más y mejores oportunidades para que la innovación genere beneficios. Tradicionalmente en economía se consideran como factores de producción a la tierra, el trabajo, el capital y el conocimiento, dichos elementos siguen estando en la base de las funciones de producción, ya sea en la industria, comercio o servicios; lo que se va diferenciando, de acuerdo a la actividad y al paradigma tecnológico imperante, es la proporción del uso de cada uno de estos recursos. De acuerdo con Prusak (1996), la fuente principal de creación de ventajas competitivas de una empresa se encuentra principalmente en sus conocimientos (en lo que sabe de su proceso productivo, de sí misma, de sus competidores y clientes etc.), en la manera en que gestiona o utiliza ese conocimiento y 50
Capítulo II
en su capacidad de agregar conocimiento, es decir, aprender cosas nuevas referentes a la organización mediante la experimentación y práctica. Desde este punto de vista, en medio de la llamada economía del conocimiento, es vital que las empresas cuenten con sistemas capaces de capitalizar el conocimiento y transformarlo en bienes de capital y de innovación lo que les llevará a la mejora productividad y más competitividad. En un contexto económico de constante cambio es común que empresas grandes y medianas hayan invertido ya en estos sistemas de gestión del conocimiento; sin embargo, las empresas más pequeñas y que son más del 95% del total de empresas en México, no cuenten con recursos para implementar este tipo de gestión. En México los estudios sobre PyMES dan un acercamiento teórico a la problemática. Algunos teóricos concuerdan en que el principal reto que enfrenta este grupo de empresas es la sobrevivencia y consolidación (Soto y Dolan, 2003). Morales (2011) señala que solo una de cada diez empresas nuevas logra consolidarse en el mercado una década después de iniciar operaciones. Además, identifica algunas causas de estos cierres, entre ellas, el desconocimiento del mercado, del producto o servicio, de los insumos empleados, de los clientes, proveedores y competidores, de habilidades para relacionarse con otros agentes para la compra-venta. Todos estos elementos considerados capital intelectual y específicamente capital relacional. De esta manera, el documento busca explicar la forma en que el uso de capital relacional influye en los resultados económicos, como incremento de clientes o de ventas, de micro y pequeñas empresas de la Ciudad de México, tal que representen oportunidades para establecer estrategias que les permitan permanecer y crecer en los mercados locales”. Para ello, se di51
Capítulo II
señó e implementó un formato de entrevista para identificar el uso de capital tangible e intangible; también se diseñó, probó e implementó un cuestionario para evaluar la importancia que las empresas le confieren al capital intelectual: estructural, humano y relacional. Asimismo, se planteó, junto con las empresas involucradas, un conjunto de estrategias posibles para innovar y mantenerse en el mercado. En este sentido, se realizó una breve intervención al momento en que los dueños terminaban de contestar el cuestionario. El documento se estructura en seis secciones. En la siguiente se realiza una breve reseña respecto a los tipos de capital y la gestión del conocimiento. En el apartado tres se describe la metodología de investigación. En la sección cuatro se muestran los resultados del trabajo de campo, mientras que en la quinta se resumen las principales estrategias propuestas por las empresas para innovar y mantenerse en el mercado. Finalmente se muestran las conclusiones.
1. Tipos de capital y la gestión del conocimiento. Desde el punto de vista económico y administrativo es muy importante diferenciar entre los recursos de acuerdo con su naturaleza. Así, por un lado, existen recursos o activos tangibles que tienen una representación física como el capital físico y el dinero y, por el otro, aparecen los recursos intangibles que básicamente están compuestos por información y conocimiento. Debido a las características propias de su tamaño y al escaso conocimiento administrativo y contable, es común que las empresas micro y pequeñas identifiquen los recursos tangibles y dejen de lado los intangibles. 52
Capítulo II
Para hablar de capital intangible es necesario considerar los dos conceptos que en una empresa son más fáciles de identificar; la información y el conocimiento. La información requiere definirse a partir de los datos que son la mínima unidad semántica, y se identifican en elementos primarios de información que se obtienen en la empresa y que por sí solos son simplemente unidades que no permiten tomar decisiones. Así, la información se puede definir como un conjunto de datos, que, al estar en un contexto, tener un propósito en su creación y ser procesados, tienen un significado y por lo tanto son de utilidad para identificar situaciones facilitando a quién debe tomar decisiones definir los pasos a seguir. En lo que respecta al conocimiento como intangible Nonaka y Takeuchi (1995) y Bueno et al., (1999) trabajando con el concepto lo clasifican en dos categorías principales: Conocimiento explícito, que representa un conocimiento codificado, sistemático y que es transferible a través del lenguaje formal es un conocimiento que permite identificar datos y sistematizarlos (es lineal y permite identificar claramente la información con datos; es un conocimiento consciente en la organización). Conocimiento tácito, que se refiere a un conocimiento personal, no articulado, implícito y difícil de formalizar y comunicar (surge de experiencias personales y de la interpretación que se hace de ellas, es decir, incluye acciones, ideas, valores, emociones, motivaciones, etc. Se refiere a es un conocimiento inconsciente en la organización y a veces para las personas).
A partir de estas ideas, que ayudan a definir el capital intangible, es posible buscar una definición y alternativas de clasificación y medición. En este sentido, autores como Edvinson y Malone (1999) definen el capital intelectual como el conjunto de activos intangibles de la empresa; se refieren a aquella parte de recur53
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sos no visibles que lleva a la empresa a buenos resultados. Para Bueno et al., (2008) es un capital basado en el conocimiento o en el intelecto humano y desarrollado en la organización, se incluyen sistemas organizativos, marcas, bases de datos, patentes, relaciones con los clientes. De acuerdo con Simó y Sallán (2008), el capital intelectual es el conocimiento propiedad de la organización (conocimiento explícito) o de sus miembros (conocimiento tácito) que crea o produce valor presente para la organización. La interacción de este capital intangible junto con el capital físico y financiero es lo que permite a las empresas crear valor y mantenerse en el mercado. Una vez comprendido de manera general el concepto de conocimiento, se debe considerar el aspecto práctico de éste, es decir, la gestión del conocimiento. Nonaka y Takeuchi (1999), explican la importancia de llevar el conocimiento tácito al conocimiento explícito; resaltan que es necesario transformar el conocimiento individual en un conocimiento colectivo a través de la sistematización de los conocimientos personales para convertirlo en conocimiento general y que permita el aprendizaje e innovación en las organizaciones. Este proceso provoca el proceso denominado conocimiento organizativo y se puede definir a la gestión del conocimiento como el conjunto de procesos y sistemas que permiten que el capital intelectual se incremente. Esto es, son las prácticas de valor que se van convirtiendo en ventajas competitivas que conducen a la empresa a tener un impacto real en el mercado a través de su oferta de productos y servicios. En este sentido las habilidades humanas y las capacidades para la solución de problemas se van convirtiendo en ventajas competitivas mediante la creación de datos o indicadores con un propósito específico a partir de la evaluación de las habilidades, motivaciones, expe54
Capítulo II
riencias, emociones, etc. De esta forma, se considera al capital humano como fuente primordial de valor en una organización, ya que son precisamente las personas en quienes se deposita todo el conocimiento implícito o tácito. Al establecerse la importancia del capital intangible, identificado como información y conocimiento han surgido variedad de intentos por medir o evaluar el capital intangible en las organizaciones. Teóricos, directivos de empresas y consultorías han planteado desde mediados de la época de los noventa modelos que involucran diferentes tipos de capitales. Tras la revisión de los modelos para la medición del capital intelectual y sus componentes, y reconociendo las características de las MIPES, se considera que el que más se adapta a para implementar la gestión del capital intelectual es conocido en la literatura del capital intelectual como el Modelo Intellect sugerido por el Instituto Universitario Euroforum Escorial (1998). Este modelo relaciona tres activos intangibles: capital humano, capital estructural y capital relacional como componentes clave para gestionar los activos intangibles de las empresas, los cuales están compuestos por elementos, que son activos intangibles que integran cada componente. La figura 1 muestra la propuesta de medición. Figura 1. Relaciones entre componentes para el modelo Intellect.
Fuente: Tomado de Medina et al., (2010). 55
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Un aspecto interesante de dicho modelo es que permite identificar entre capital intelectual interno que condensa la creatividad de personas y sistemas de gestión de la información, así como los intangibles externos que se refieren a la imagen, alianzas y lealtad. Cada uno de los capitales debe ser gestionado para generar valor en la organización. Para esto se requiere identificar los elementos que conforman a cada componente: i)
ii)
capital humano, entendido como el valor del conocimiento que se encuentra y se va creando por las personas que conforman la organización o negocio. Incluye conocimientos, experiencia, destrezas, educación, habilidades, aprendizaje, valores, actitudes, y capacidad de los miembros de una organización para realizar la tarea que manejan. Comprende las competencias y potencialidades de los trabajadores. Incluso son valores de la organización, su cultura y su filosofía que permean en los trabajadores y en su forma de hacer las cosas o el compromiso que muestran. Para poder gestionar e incrementar el capital humano es necesario identificar a la persona e identificar la manera en que aquello que posee se puede poner en función de la organización. En otras palabras, el capital humano muestra el stock de conocimiento individual que posee una organización y está representado por sus empleados. Este recurso incluye el valor acumulado en las inversiones en formación de empleados y sus capacidades y habilidades; de esta forma residen conocimientos tácitos y explícitos de la organización. capital estructural, asociado con el valor del conocimiento creado dentro de la organización. Está formado por la cultura, normas, procesos y formado por los programas, las bases de datos, las patentes, las marcas, los métodos y procedimientos de trabajo, modelos, manuales, sistemas de dirección y gestión. Se considera que está todo el capital organizacional de la empresa, capital que permanece aun cuando los trabajadores cambien; por lo tanto, es propiedad de la organización. Es el resultado de las actividades administrativas, contables, intelectuales, lo que al ir incrementando lleva a mejorar el funcionamiento y resultados de la organización. Sostienen que el 56
Capítulo II
capital estructural incluye todos los almacenes de conocimiento que no dependen de las personas. En este caso nos referimos más al conocimiento explícito de la organización. iii) capital relacional, que surge de la interacción e intercambio de información con agentes externos a la empresa u organización. Se puede evaluar por las relaciones que ha entablado y fortalecido la organización con clientes, proveedores, bancos, socios, incluye los acuerdos de cooperación y alianzas estratégicas, coinversiones, alianzas tecnológicas, de producción, distribución y ventas. Dependiendo del tamaño de la organización se incluyen las marcas comerciales y a la imagen de la empresa, medios de comunicación y alianzas. Este tipo de capital también es propiedad de la empresa y sólo algunos elementos pueden protegerse legalmente, aunque todos son capaces de generar valor. En el caso de las empresas micro y pequeñas el capital relacional está formado básicamente por el conjunto de relaciones que la empresa mantiene con los clientes, competidores, proveedores y contactos de negocio con otras empresas e incluso el sector público. Cabe señalar que el capital relacional requiere de esfuerzos constantes para su fortalecimiento y crecimiento debido a que depende de una relación con terceros.
De acuerdo con el Euroforum (1998), es importante evaluar estos capitales como stock y como un proceso en una visión de futuro; existen elementos de cada componente que permiten identificar o evaluar el cambio en el tiempo. Esta posibilidad de cambio se plantea a partir de la interacción que se da entre los componentes. Un ejemplo es cómo al gestionar a las personas (capital humano) a través de los equipos de trabajo en las organizaciones, es posible generar más conocimiento y aprendizaje organizacional, lo que contribuiría al capital estructural. El cuadro 1 muestra un resumen de las variables que podrían adaptarse a la situación de micro y pequeñas empresas únicamente para medir el stock de capital intelectual. 57
Capítulo II
Cuadro 1. Elementos del capital intelectual. CAPITAL ESTRUCTURAL
CAPITAL RELACIONAL
CAPITAL HUMANO
Estructura de la organización
Base de datos de clientes
Satisfacción del personal
Tecnología de proceso
Lealtad de los clientes
Tipos de personal (por género, niveles de educación formal)
Tecnología de producto
Satisfacción de los clientes
Competencias del personal
Mecanismos de transmisión y comunicación
Reputación local de la empresa
Liderazgo
Tecnologías de la Información y comunicaciones (página web, redes sociales)
Alianzas estratégicas (con otras empresas)
Trabajo en equipo
Interrelación con proveedores Interrelación con sector público (programas de apoyo y capacitación)
Fuente: Adaptado de Nava et al., (2011) y Medina et al., (2010).
2. Metodología. A partir de los elementos descritos en el cuadro1 se diseñó un breve cuestionario para identificar la intensidad en el uso de cada uno de estos capitales en una muestra de micro y pequeñas empresas de la Ciudad de México. Se utilizó una metodología de investigación mixta, con componente cuantitativo y cualitativo. En el caso del aspecto cuantitativo el primer método utilizado es el trabajo de gabinete que llevó a obtener la información documental para construir el marco teórico. En este mismo sentido se revisaron los datos referentes al número y estructura de las 58
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empresas registradas en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) para el caso de la Ciudad de México, lo que permitió reconocer estadísticas principales del universo de estudio. Para profundizar en el componente empírico de la investigación se utilizó una encuesta como método de recolección de datos de las MIPES de la región estudiada, este procedimiento se realizó asistiendo directamente a las instalaciones de cada negocio para recolectar la información. En lo que respecta al levantamiento de encuesta, el equipo de trabajo visitó alrededor de 660 empresas para finalmente obtener 400 cuestionarios válidos y, analizar así la importancia que cada empresa le otorga a cada tipo de capital. Al respecto, se determinó el tamaño de la muestra empleando datos del DENUE y con apoyo del software Decision Analyst STATS 2.0. El número final de encuestas alcanzadas significa una muestra representativa. En el caso más específico del aspecto cualitativo (intervención directa) se utilizó el método de investigación acción, donde el investigador participa con el sujeto para generar un cambio (mejora en los resultados económicos de la empresa); las principales técnicas utilizadas fueron un diario de notas de campo, observación participante y entrevistas semiestructuradas. Para realizar esta actividad se utilizó material didáctico (entre otros un modelo para ejemplificar el alcance del capital relacional elaborado con palos de madera) que permitió explicar en las visitas cómo al incrementar el capital intangible era posible mejorar resultados económicos.2 2
Cabe señalar que sólo en algunos casos fue autorizado el uso de fotografías de las actividades, así como de grabaciones de audio.
59
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3. Resultados de trabajo de campo. Las características generales de la muestra son las siguientes: i) Se cuenta con 64 MIPES que corresponden al sector industrial, 160 que representan al sector comercio, y 176 del sector servicios, lo que representa 16%, 40% y 44% respectivamente; ii) En lo que concierne al tamaño de las empresas se identificó que 256 corresponden a micro empresas y 144 a pequeñas empresas. Es decir, el 64% son micro y el 36% son pequeñas empresas; iii) En cuanto al tiempo de funcionamiento, se tiene que el 20% de las empresas de la muestra son de nuevo inicio y tienen desde los tres meses y hasta un año de estar funcionando; el 32% están entre uno y tres años de funcionamiento, finalmente el 48% cuentan con más de tres años de funcionamiento; iv) En lo que respecta al género se tiene que 52% de los dueños de las empresas son mujeres y 48% hombres, aunque en más de la mitad de las empresas se reconoció la participación de ambos géneros en la administración del negocio; y, v) Considerando el grado máximo de escolaridad dentro del negocio, el 12% tienen grado máximo de estudios de secundaria, el 4% cuentan con carrera comercial, el 24% cuentan con la preparatoria, el 44% tienen estudios de licenciatura y 16% cuenta con posgrado.
Por otro lado, para contestar la pregunta respecto a si las MIPES de la Ciudad de México consideran al capital intelectual en la búsqueda de mejores resultados se diseñó una entrevista donde se puede identificar el porcentaje de uso de capitales que utilizan en sus actividades las empresas. Específicamente este formato permite hacer una diferenciación entre uso de los capita60
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les tangible e intangible. Los resultados se presentan a continuación. Una vez señalado el alcance de la investigación a las personas que respondieron el cuestionario, se procedió a dar una breve explicación de las cuestiones teóricas de los tipos de capitales, lo que permitió que, mediante una entrevista y un formato de porcentajes, indicaran la intensidad del uso de capital tangible e intangible. La figura 3 muestra que, en promedio, las empresas encuestadas reconocen utilizar en un 52.4% el capital intangible. Lo que es evidencia dela alta utilización de dicho recurso por las MIPES de la Ciudad de México. Figura 2. Usos de los capitales, total muestral. 100% 90% 80%
47,6
70% 60% 50%
Capital Tangible
40% 30%
Capital Intangible
52,4
20%
10% 0% Fuente: elaboración propia.
Cuando se analiza la información referente a los tipos de capital que se utilizan en las empresas de la muestra, se identifica que dentro del capital tangible el capital físico se utiliza ligeramente en mayor proporción (25.1%) que el capital económico o finan61
Capítulo II
ciero (22.5). En cuanto al capital intangible, es precisamente el capital relacional el que muestra mayor porcentaje con un 22.4% seguido por el capital humano con un 19.2% y dejando al último al capital estructural (10.8%). Figura 3. Usos del capital, por tipo, total muestral.
Capital Físico 19,2 Capital Estructural
25,2
Capital Relacional 10,8
22,4
Capital Económico o Financiero Capital Humano
22,4
Fuente: elaboración propia.
Estos resultados muestran la alta dependencia que tienen las MIPES del capital intangible. Esto implica que el papel que juegan las capacidades y aptitudes de sus colaboradores. Es fundamental por el tipo de vínculo que tienen con sus clientes. En otras palabras, se requiere de una amplia base de habilidades de los colaboradores para mantener relaciones benéficas tanto para la empresa como para los clientes. No obstante, en cuanto al capital estructural, el resultado muestra cómo la falta de habilidades empresariales que podrían incrementar este capital, es una de las razones para la fragilidad de las MIPES de la Ciudad de México ante un mercado cambiante. 62
Capítulo II
Considerando el análisis diferenciando por características de las empresas encuestadas se tiene que, en cuanto al tiempo de funcionamiento, a mayor edad de la empresa se le confiere más importancia al capital intangible (figura 4). Esto puede explicarse principalmente porque aquellas empresas con más de tres años de vida han logrado adquirir cierta reputación en el mercado local; lo que se refleja en vínculos más estrechos con clientes y proveedores. Figura 4. Usos de los capitales, por tipo, por años de operación. 30 25 20 15 10 5 0 Edad≤1
1<Edad≤3
Capital Físico Capital Estructural
Edad >3
Capital Económico Financiero Capital Humano
Fuente: elaboración propia.
Por otro lado, las empresas que están naciendo y que tienen menos de un año reportan haber utilizado más capital tangible, lo que resulta natural al venir de una fuerte inversión para iniciar actividades. Sin embargo, cabe señalar que el uso de capital relacional en este grupo también es de gran importancia para el funcionamiento de las empresas, donde la atención al cliente, la creación de las bases de datos y vinculación con proveedores se está gestando. 63
Capítulo II
4. Estrategias propuestas por las empresas para innovar y mantenerse en el mercado. Para verificar si la gestión del capital intangible, específicamente el relacional, puede influir en los resultados de innovación o en los resultados de ventas de las micro y pequeñas empresas de la Ciudad de México, durante el levantamiento de encuestas se realizó una breve intervención para generar propuestas de gestión de capital intelectual, específicamente relacional debido a que se detectó que es el tipo de capital en el que la inversión económica es menor. La intervención buscó que los dueños y colaboradores de las empresas realizaran un ejercicio de lluvia de ideas para preparar propuestas de fácil implementación que permitieran generar innovación y/o mejorar los resultados económicos con más clientes o incremento de ventas. Estas intervenciones tuvieron una duración de entre veinte minutos y hasta hora y media para aquellas empresas en las que se tuvo la disposición de tiempo. Lo anterior derivó en al menos una propuesta de cada negocio que mejoraría su gestión de recursos intangibles y por lo tanto su competitividad. Se lograron 96 intervenciones en MIPES a quienes se les realizó una visita de seguimiento. De éstas, solo 68 mostraron disponibilidad para implementar estrategias propuestas por ellos mismos o se apropiaron de alguna de las ideas generadas por el resto de empresas en las visitas. A estas empresas se les realizó un seguimiento telefónico durante el periodo de implementación de la propuesta, para finalmente visitarlas personalmente con el fin de recolectar los indicadores de mejora que ellos mismos plantearon en términos 64
Capítulo II
de mayor número de clientes o crecimiento en ventas. Las propuestas generadas por las empresas se agrupan en el cuadro 2. Cuadro 2. Propuestas generadas por las MIPES de la Ciudad de México. Propuestas de capital estructural
Acción concreta establecida para capital estructural
Propuestas de capital relacional
Acción concreta establecida para capital relacional
Registrar nombre, Estructura de la organi- Construir el organi- Base de datos de clienteléfono y/o correo zación grama del negocio tes electrónico del cliente. Estandarización de pro- Registro sistemático de Lealtad de los clientes cesos administrativos costos y ventas Tecnologías de la infor- Abrir cuenta de Face- Satisfacción mación y comunicaciones book del negocio. clientes Ofrecer contacto por Interrelación Whats up para pedidos. proveedores
de
Utilizar lealtad
tarjetas
de
los Buzón de quejas y sugerencias. con
Acercamiento directo con el cliente para detectar necesidades
Interrelación con Establecer acuerdos sector público (procon proveedores para gramas de apoyo y pagos a plazos. capacitación) Acercarse a entes gubernamentales Acuerdos con competidores para realizar compras a volumen. Red de apoyo para satisfacer demandas de alto volumen.
Fuente: elaboración propia.
Las propuestas se clasifican en las ligadas al capital estructural y las vinculadas con el capital relacional. Asimismo, se consideraron las acciones concretas de cada propuesta. De este modo, 65
Capítulo II
considerando el primero tipo de capital, las propuestas se concentran en aquellas asociadas con la estructura de la organización, estandarización de proceso administrativos y tecnologías de la información y comunicaciones. Así, entre las acciones establecidas aparecen la construcción de organigrama del negocio, registro sistemático de costos y ventas, apertura de cuenta del negocio en redes sociales (Facebook) y otorgar el contacto de Whats up a los consumidores para pedidos en línea. En general, los participantes consensaron que implementar estas estrategias contribuiría a aumentar su competitividad individual en sus respectivos mercados. En cuanto a las propuestas del capital relacional, se tienen elaboración de base de datos de clientes, seguir estrategias de lealtad y satisfacción de los clientes, interrelacionarse de manera más cercana con los proveedores y con organismos del sector público para aprovechar los programas de apoyo y capacitación, principalmente. Las acciones concretas de estas propuestas son el registro de los datos del cliente, diseñar y utilizar tarjetas de lealtad, establecimiento de un buzón de quejas y sugerencias, acercamiento directo con el cliente para realimentación y detección de necesidades, establecimiento de acuerdos con proveedores para el otorgamiento de créditos (pagos a plazos), contactar a distintos entes gubernamentales de los diferentes niveles de gobierno, pactar con competidores para realizar compras de insumos similares a gran volumen (generación de economías de escala), y establecimiento y desarrollo de una red de apoyo entre empresas similares para satisfacer demandas de altos volúmenes. En este sentido, el consenso fue de nuevo el efecto en términos de competitividad. Cabe señalar que en el caso de propuestas de gestión de capital humano fue más complicado para los participantes definir 66
Capítulo II
acciones concretas ya que consideran que este recurso no les pertenece. Por el mismo motivo establecer acciones orientadas a la capacitación del personal los llevó en general a un discurso de costos no programados, así como en pérdida de tiempo. Por otro lado, más de la mitad de las empresas que accedieron a la intervención son micro y esto las llevó a concluir que ellos no requieren necesariamente de fomento al liderazgo o mejoras en las habilidades de trabajo de equipo. En lo que respecta al resultado económico evaluado como incremento de clientes o incremento en ventas se identificó que el 35% de las empresas que completaron todo el proceso obtuvieron resultados favorables al establecer una estrategia de gestión de capital intelectual ya sea de capital estructural o relacional.
5. Conclusiones. Dos resultados centrales de este documento son, por un lado, que las MIPES emplean sustancialmente el capital tangible; por el otro, que utilizan prácticamente en la misma medida el capital económico-financiero y el capital relacional. Esto implica que las estrategias implementadas, formales e informales, por las MIPES mexicanas se basan principalmente en la gestión y uso de activos intangibles. Este resultado es similar al señalado por Estrada y Dutrénit (2007). De este modo, las prácticas y rutinas de este grupo de empresas ligadas al capital relacional, como orientación a los consumidores, satisfacción al cliente, calidad en el servicio, entre otras, representan una fuente de ventaja competitiva que les permite mantenerse en el mercado, lo que está en línea con lo señalado por Daou et al., (2013). 67
Capítulo II
En este sentido, se observa que a mayor edad de la empresa se le confiere más importancia al capital intangible; por lo que, al pasar determinado umbral de años de operación en el mercado, la creación y aplicación de conocimiento, a través del capital relacional, lleva a establecer fuertes vínculos con clientes y proveedores, representando un elemento diferenciador frente a competidores con beneficios en términos de lealtad y confianza, que se traducen en ventas, retención de clientes o atracción de nuevos consumidores. Por último, se encuentra que las micro y pequeñas empresas necesitan actualizar sus estrategias a partir de una base de capital intelectual y, principalmente, de capital relacional para crear y mantener una ventaja competitiva sostenible para enfrentar cambios en el mercado y, adaptarse así, a las nuevas condiciones para sobrevivir. Al respecto, es posible aumentar la ventaja competitiva de este grupo de empresas en la medida que el concepto de capital relacional se difunda e implemente al interior de las MIPES. Así, la política industrial para este tipo de empresas, puede procurar la explotación de los beneficios del capital relacional. Asimismo, se identifica que la falta de habilidades empresariales, que podrían incrementar el capital relacional y su impacto en la sobrevivencia de las MIPES, es una de las razones de la fragilidad de las mismas ante un mercado cambiante. En consecuencia, los hacedores de política deben procurar mecanismos que promuevan estas habilidades tal que se explote el capital relacional eficientemente y se incremente la esperanza de vida de este grupo vulnerable de empresas.
68
Capítulo II
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70
Capítulo III
Introducción. Desde hace varias décadas el campo mexicano enfrenta una seria crisis tanto a nivel económico como a nivel social y ambiental. Las dificultades que se presentan en estos tres ámbitos generan bajos niveles de competitividad en el sector agrícola. A pesar de ello, nuestro país tiene un lugar relevante en el comercio internacional de productos agrícolas y una nueva conciencia se desarrolla tanto en las políticas públicas como en los productores para abordar esta crisis. Una nación es competitiva cuando sus habitantes tienen un nivel de vida creciente, el cual depende de la capacidad de las empresas de esa nación para conseguir altos niveles de productividad a lo largo del tiempo. Siendo la productividad de los recursos humanos el factor que determina los salarios y la productividad del capital físico el factor que determina el retorno que reciben los inversionistas, es entonces la productividad total la que determina el nivel de vida creciente (Porter, 1990, citado por Huggins y Izushi, 2015). Sin embargo, no puede existir un alto nivel de vida de los habitantes de una nación si esta misma no cuenta con la capacidad para abastecer de recursos necesarios a su población, incluyendo los alimentos que se consumen en ese país y si las condiciones de trabajo no son favorables. Además, para que una nación pueda ser competitiva debe contar con la capacidad para invertir en tecnologías que incrementen la productividad. La competitividad en el sector agrícola está determinada por la capacidad para aplicar tecnologías superiores, la dotación de re73
Capítulo III
cursos locales, infraestructura e instituciones que brindan apoyo al sector, los cuales incrementan la rentabilidad. (OECD, 2011). Es difícil para México enfrentar la competencia con otros países que producen en gran volumen y con ciertos estándares de calidad, cuando localmente para muchos productores, los medios para producir son insuficientes o inapropiados, los ingresos son bajos y no compensan los costos, además de cargar con la sombra de la inseguridad y la violencia en el ámbito rural. En materia de soberanía alimentaria no se ha logrado un avance, no solamente para reducir la dependencia de importaciones agrícolas sino para favorecer en gran medida a los medianos y pequeños productores. Así mismo, ante la falta de abastecimiento de alimentos para el consumo interno, nos enfrentamos a un problema de seguridad alimentaria, lo cual contribuye en gran medida a la pérdida de la soberanía alimentaria. Las tecnologías utilizadas en este sector no siempre son las más adecuadas, ya que muchas de ellas perjudican seriamente al medio ambiente, trayendo consecuencias de largo plazo a la producción y creando problemas adicionales de baja competitividad. Muchos de estos factores han generado un círculo de problemas que están estrechamente ligados entre sí en el entorno agrícola. Dos conceptos relacionados dentro del contexto de la competitividad son la eficiencia y la productividad. En el primer concepto, existen tres componentes: eficiencia de escala, eficiencia técnica y eficiencia alocativa. Los dos primeros componentes de la productividad son nociones físicas, mientras que el tercero es también conocido como eficiencia de precio, reflejando la habilidad de las empresas para utilizar sus insumos en proporciones óptimas dados sus respectivos precios y logrando maximizar utilidades (OECD, 2011). Dentro del contexto del comercio interna74
Capítulo III
cional, las fluctuaciones en los precios de insumos básicos y de alimentos perjudican la actividad agrícola en países en desarrollo como México, especialmente cuando se presentan crisis como la de los años 2007 y 2008 y que continuó en el año 2011. Cuando los productores no cuentan con la capacidad para invertir en tecnologías y sus recursos se encuentran en condiciones de deterioro, el gobierno, mediante sus diversas dependencias, puede fomentar la competitividad mediante los subsidios o poderes regulatorios que aumentan los precios del producto, reducir costos de insumos o mediante políticas macroeconómicas (OECD, 2011). México es un importante exportador de productos agrícolas, especialmente a países como Estados Unidos, Canadá y diversos países europeos. Muy recientemente se observa un punto de inflexión en la balanza comercial del sector agrícola en México que anteriormente mostraba cifras desfavorables. Sin embargo, debemos cuestionarnos si este logro se está dando a costa de un daño aún mayor cuando se utilizan medidas que perjudican al medio ambiente y que genera en un plazo más amplio consecuencias que reducen aún más la competitividad y que ponen en riesgo al sector primario y a la seguridad alimentaria. Y si otras medidas que comienzan a implementarse sirven para contrarrestar tales efectos. Uno de los mayores problemas es el impacto que tiene la inseguridad en el campo mexicano, generando flujos migratorios desde el sector rural hacia las ciudades, desincentivando la actividad económica. Familias en condiciones de pobreza, carencia alimentaria, desnutrición, bajos ingresos y falta de oportunidades para desempeñar actividades agrícolas son causas que motivan estos flujos migratorios. 75
Capítulo III
Es deseable que se continúen fomentando las prácticas sustentables en nuestro país, tanto en instituciones educativas como en programas dirigidos a la población en general, especialmente para los productores de todos los sectores incluyendo los agropecuarios. Es necesario un cambio de consciencia hacia una sociedad que demanda alimentos de mayor calidad, procurando evitar el desperdicio durante los procesos de abastecimiento desde el campo hacia los puntos de venta y en los hogares, lo que contribuye a disminuir los costos y evitar tanto incrementos innecesarios en la oferta como en la demanda de alimentos. Además, es importante impulsar el fomento a la actividad económica en el sector rural, desenvuelta en un ambiente de mayor seguridad, lo que podría restaurar el interés de un sector de la población que decidió abandonar el campo en busca de mejores oportunidades.
1. Características del sector agrícola en México. En las siguientes secciones de este trabajo se analiza el sector agropecuario desde un enfoque que engloba distintas áreas empezando con las características principales a nivel general y en segundo lugar las características económicas del sector agrícola, posteriormente se presenta un panorama medio ambiental en este sector, y finalmente se desarrollan las ventajas y desventajas de las prácticas en la actividad económica en el contexto del cuidado del medio ambiente, las cuales afectan a la competitividad, así como las políticas públicas encaminadas al desarrollo sustentable del sector agrícola y sus fallas a lo largo del tiempo. 76
Capítulo III
Características generales y los principales problemas a los que se enfrenta el sector agrícola en México son: La alta dependencia alimentaria, importando productos de otros países, en muchas ocasiones de menor calidad en comparación con la producción de esta misma línea de productos a nivel nacional. La dificultad de los productores mexicanos que exportan a diversos países para competir en el mercado internacional con otros países que exportan a los mismos destinos, los cuales tienen ventajas por sus bajos costos, tecnologías y acceso a recursos naturales. Distorsiones en los precios de materias primas a nivel mundial, lo cual genera impactos negativos para productores y consumidores en México. Serios problemas medio ambientales que afectan fuertemente al sector agropecuario, generando un ciclo de retroalimentación negativa cuando fuertes cambios en factores ambientales generan pérdidas en la producción y en la productividad y a su vez, cambios en las prácticas agrícolas generan problemas de degradación ambiental. Prácticas inapropiadas en los procesos de abastecimiento desde el campo hasta los centros de distribución, ocasionando pérdidas económicas y distorsiones en la oferta. Problemas en los hábitos de consumo de los mexicanos y a nivel global, generando grandes desperdicios de alimentos y distorsiones en la demanda de productos agrícolas. Ambiente de inseguridad y violencia en el sector rural, lo cual obliga a muchos campesinos a emigrar a otras regiones y ciudades, además de crear pérdidas económicas para los productores que continúan ejerciendo sus actividades en el sector rural. Atomización de la tierra en pequeñas parcelas de producción de subsistencia. Políticas públicas que no han logrado contrarrestar eficientemente las grandes diferencias entre los métodos de producción de grandes compañías transnacionales y de medianos y pequeños productores. 77
Capítulo III
A pesar de estos problemas que impactan negativamente la competitividad agrícola, existe una serie de ventajas que fomentan un crecimiento más positivo y que prometen mejorar las condiciones del sector, por lo que sería óptimo seguir trabajando para alcanzar o mejorar esas metas: La ventaja comparativa de algunos de los productos que se exportan a otros países, incluyendo su calidad. Evolución positiva en algunos métodos de producción, los cuales incluyen el uso de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente a menores costos y que son accesibles para pequeños y medianos productores. Reciente punto de inflexión en la balanza de pagos del sector agropecuario, favoreciendo a las exportaciones sobre las importaciones. Programas de las dependencias gubernamentales encaminadas a mejorar la competitividad del sector agrícola y las condiciones de vida de los pequeños y medianos productores.
2. Características económicas del sector agrícola mexicano. Para una mejor exposición de las características económicas del sector se muestra en la siguiente gráfica la evolución histórica del PIB para el sector agropecuario en México, desde 1993 hasta el 2015. La producción sigue una tendencia ascendente con caídas notables en períodos en los cuales surgen importantes factores que impactan al sector. En el año de 1994 México firma el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y en el año 2008 ocurre la apertura total, generando expectativas positivas y un aumento en la producción agrícola. Posteriormente, entre los años 2007 y 2009, y entre el 2010 y 2011, ocurre la crisis ali78
Capítulo III
mentaria a nivel mundial. Todos estos eventos se ven reflejados en las caídas y aumentos más pronunciados en la Figura 1. Figura 1. Evolución histórica del Producto Interno Bruto del sector alimentario en México (a precios de 2008). 60.000.000
Millones de pesos
55.000.000
50.000.000 45.000.000 40.000.000 35.000.000
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
30.000.000
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de información económica del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Consultado el 17 de Abril de 2016 de: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
La agricultura mexicana en el marco del comercio internacional. Después de la Gran Depresión, los países Latinoamericanos pasaron de ser exportadores a proteccionistas industriales restringiendo el comercio exterior; a esta política se le conoce como la industrialización a través de la sustitución de importaciones (Cruz y Herrera, 2011). A partir de estas políticas establecidas como medida para proteger las economías nacionales de esos países, en la economía mexicana se crean rezagos que impactan negativamente al sector rural, debido a la alta protección se ais79
Capítulo III
laron los mercados eliminando la competencia. Además los autores Cruz y Herrera (2011) mencionan que la industrialización fue ampliamente financiada en gran parte a expensas del sector primario de exportación, ya que los agricultores y mineros pagaron mucho más por los productos manufactureros que consumieron, vendiendo sus propios productos a los precios del mercado mundial y sus impuestos subsidiaron a las industrias favorecidas. Desde la firma del Tratado de libre Comercio de Norteamérica en 1994, así como la total apertura de dicho tratado en el 2008, México como productor de diversos cultivos juega un papel muy importante en la exportación de una variedad de productos agrícolas a Estados Unidos, Canadá y más recientemente hacia otros países europeos y asiáticos. Se redujeron los aranceles hasta en un 10% y se eliminaron las licencias de importación para la mayoría de los productos agrícolas (Málaga y Williams, 2010). A pesar del esfuerzo para liberalizar al sector agrícola, el campo mexicano no estaba preparado para enfrentar los retos del comercio internacional debido a sus características estructurales, por lo que el TLCAN debilitó aún más al sector, de por sí ya debilitado por las causas previamente mencionadas. Entre las grandes dificultades de la agricultura mexicana desde su apertura comercial destacan la baja capacidad de oferta para satisfacer la demanda interna, el pobre desarrollo de mercados, bajos ingresos de los productores, estancamiento del crecimiento en el campo y aumento de la pobreza en zonas rurales (Sánchez, 2014). En el año 2009, ante la crisis alimentaria, en México y otros países Latinoamericanos hubo un rezago en el consumo de productos agropecuarios y una pérdida de ingresos agrícolas al 80
Capítulo III
no diversificar sus actividades económicas, por lo que tienden a ser más pobres y vulnerables (Basurto y Escalante, 2012). Una de las grandes fallas en el sistema económico mexicano ante las exigencias de su participación en el comercio internacional es el sometimiento del crecimiento económico a la centralidad urbana y no la rural, dados los intereses de las áreas metropolitanas o políticas territoriales enfocadas a un desarrollo basado en la industrialización en grandes plantas y en grandes ciudades (Díaz, 2003). Un crecimiento económico debe englobar tanto a los sectores de actividad económica que se llevan a cabo en las grandes y pequeñas ciudades, así como el sector rural, de forma tal que exista un balance entre ambos. De no encontrar este balance, continuaremos alimentando una tendencia que se ha perpetuado durante varias décadas. Exportaciones. Entre los principales socios comerciales a los cuales México exporta sus productos se encuentran Estados Unidos (80.2% de las exportaciones totales), la Unión Europea (5.1% a 28 países), Canadá (2.7%), China (1.5%) y Brasil (1.2%). De estos productos exportados, sólo el 6.6% son productos agrícolas.3 Como se observa en los números, las exportaciones están principalmente concentradas hacia Estados Unidos, por lo que sería deseable que México diversificara aún más su comercio hacia otros países en proporciones menos desiguales. Algunos de los productores, con apoyos del gobierno, han logrado invertir en tecnologías que les permiten ser competitivos y exportar sus productos. El análisis de la ventaja comparati3
Para mayor información se puede consultar Trade profile: México. 2014. Organización Mundial del Comercio (WTO). Septiembre de 2015. Consultado en: http://stat.wto.org/CountryProfile/WSDBCountryPFView.aspx?Language=E&Country=MX
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Capítulo III
va para grupos de productos del sector agropecuario de Málaga y Williams (2010) muestra que en vegetales frescos, México tiene una fuerte ventaja comparativa, mientras que las frutas frescas tienen una débil ventaja comparativa y en alimentos procesados el índice se acerca a una ventaja neutral. Sin embargo, los autores mencionan que, aun cuando México exporta sus productos principalmente a Estados Unidos, la participación de estos productos ha disminuido continuamente, probablemente por la competencia con otros países que exportan a ese mismo país. En la Figura 2 se muestra la evolución histórica de las exportaciones en México, observándose que en el año 2015 y recientemente en el 2016 éstas superan a las importaciones. Es importante dar seguimiento a esta evolución, ya que de continuar esta tendencia, el año 2015 sería un año en que se revierta la tendencia anterior en la cual durante muchos años las importaciones superaban a las exportaciones. Se requiere profundizar sobre las causas por las cuales ocurre este punto de inflexión, lo que haremos en otro trabajo de investigación posterior, ya que aún no se cuenta con información suficiente para analizar las causas de este superávit por ser la información muy reciente.
82
Capítulo III
Figura 2. Evolución histórica de la balanza comercial en México de productos del sector agropecuario.
14000000
Miles de dólares
12000000 10000000
8000000 6000000
Exportaciones Importaciones
4000000
2000000 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
0
Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de información económica del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Consultado el 17 de Abril de 2016 de: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
Importaciones. México importa una gran variedad de productos de diversos países como Estados Unidos (49% de las importaciones totales), China (16.6%), Unión Europea (11.1% de 28 países), Japón (4.4%) y República de Corea (3.4%), y del total de las importaciones el 7.5% son productos agrícolas4. Muchos de los productos agrícolas que importa nuestro país se encuentran dentro de la categoría de organismos genéticamente modificados en tanto que otros son costosos por los incrementos de los precios inter4
Trade profile: México. 2014. Organización Mundial del Comercio (WTO). Septiembre de 2015. Consultado en: http://stat.wto.org/CountryProfile/WSDBCountryPFView.aspx?Language=E&Country=MX
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Capítulo III
nacionales y superan en volumen a las exportaciones de estos mismos productos hacia otros países, convirtiéndonos en un país dependiente, y sin soberanía alimentaria. México es un importante productor de maíz, cultivo que tiene una alta participación en la dieta de los mexicanos. Por otro lado, desde la década de los 90’s ha aumentado considerablemente la importación de este grano de los Estados Unidos pasando de un 7% a un 34% al 2008 con costos crecientes por el aumento del precio internacional de este grano (Turrent et al., 2012). Así mismo, México ocupa el primer lugar en la importación de maíz, sorgo y leche en polvo (Sánchez, 2014). Se exportan productos mexicanos de alta calidad a otros países; y muchos otros que se destinan al consumo interno no se caracterizan por tener la misma calidad. Sumado a este problema, se importan productos de mala calidad de otros países. Como ejemplo, México exporta arroz palay de muy buena calidad, en tanto que importa arroz de mala calidad para satisfacer al consumo interno requiriendo más del 76.6% de toneladas, proveniente de países asiáticos y de Estados Unidos debido a sus bajos costos (Tolentino, 2013). Otro ejemplo importante es la producción de café de alta calidad en México, en contraste con el café que se importa de otros países, lo cual obliga a los productores nacionales a bajar sus precios (Camacho, 2016). Además, existe aún una falta de inversión adecuada en muchas zonas donde se cultivan productos importantes para la economía mexicana, sobre todo para el consumo interno y para la producción de subsistencia, por lo que muchos de los productores nacionales no pueden competir con las importaciones cuyos costos son menores. 84
Capítulo III
La falta de competitividad en el campo mexicano genera una problemática por desabasto de alimentos, en especial para los sectores más vulnerables de la población mexicana. Por tanto, a lo largo del tiempo, se ha incrementado la dependencia de las importaciones. Torres (2014) señala que, a nivel mundial, ante los impactos negativos derivados de la crisis alimentaria y la especulación en los mercados de granos, ocasiona que alrededor de mil millones de personas padezcan hambre crónica, aun cuando existen excedentes. Para paliar la problemática anterior, se requiere incrementar la productividad del sector agrícola, para ello es necesario el traslado del empleo de las actividades menos productivas a las más productivas y el escalamiento de la inversión por trabajador, así como el crecimiento del quantum del producto (Puyana y Romero, 2010). Un sector más productivo y más competitivo en términos generales puede fortalecer la producción destinada al consumo interno. La Figura 2 muestra la evolución histórica de las importaciones de productos agrícolas en México. A diferencia de las exportaciones, la línea punteada que representa las importaciones muestra dos fuertes incrementos entre los años 2006 y 2008, posiblemente debido a las expectativas generadas con la apertura total del TLCAN en el 2008. El aumento de las importaciones entre los años 2011 y 2012 uno de los factores que perjudicó al sector fue la sequía que se presentó en el 2011. A pesar de ello, a nivel nacional, la oferta de productos del sector agrícola destinada a abastecer el consumo interno no se vio fuertemente afectado ya que entidades con altos volúmenes de producción abastecen los mercados nacionales; no obstante, hubo un incremento en las importaciones de ganado (Rodríguez y Juárez, 85
Capítulo III
2011). Más adelante se mencionan otros efectos de esta sequía sobre el sector agrícola. La Tabla 1 muestra el monto de las importaciones y las exportaciones mensuales del sector agropecuario en México. En general, durante los años 2014 y 2015 y los primeros dos meses del año 2016, las exportaciones lograron superar a las importaciones. Tabla 1. Montos de las exportaciones e importaciones del sector agropecuario en México*. Año
Exportaciones
Importaciones
2016/02
1,506,598
932,709
2016/01
1,097,413
819,474
2015/12
1,034,221
905,706
2015/11
1,119,835
845,579
2015/10
957,209
1,021,679
2015/09
831,499
963,776
2015/08
769,110
887,294
2015/07
859,816
963,556
2015/06
1,086,609
955,414
2015/05
1,202,191
944,158
2015/04
1,263,655
942,066
2015/03
1,383,599
1,010,508
2015/02
1,190,114
893,119
2015/01
1,160,496
908,122
2014/12
1,110,595
1,034,082
2014/11
1,103,605
905,103
2014/10
1,005,372
1,051,852
2014/09
735,429
955,524
2014/08
615,309
1,072,645
2014/07
840,503
1,077,996
86
Capítulo III
Año
Exportaciones
Importaciones
2014/06
981,332
1,081,939
2014/05
1,145,568
1,186,860
2014/04
1,265,171
1,065,457
2014/03
1,204,295
1,045,937
2014/02
1,102,114
896,208
2014/01
1,072,004
932,709
*Datos obtenidos del Banco de Información Económica del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, consultado el 27 de Abril de 2016 de: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
Características medio ambientales del sector agrícola mexicano. La actividad económica del sector agrícola está fuertemente ligada a los fenómenos ambientales que siguen patrones estacionales y a los fenómenos que son alterados por la actividad humana. Es fundamental entender la relación entre la actividad económica del sector agrícola y el impacto que ejercen los factores ambientales y el entorno natural sobre ésta, y viceversa. La disponibilidad del agua es uno de los determinantes más importantes de la producción y la productividad agrícola. A su vez, la disponibilidad del agua está determinada por factores como la precipitación, temperatura, tasas de evaporación, calidad del suelo, tipo de vegetación y escurrimientos (Pimentel et al., 2004). En México, la agricultura se ve afectada por la escasez del agua, erosión del suelo, cambio climático, variedades de semillas, entre otros factores. El 15.9% de la superficie del suelo en México es destinada a la agricultura, mientras que el pastizal inducido o cultivado abarca el 3.3% (SAGARPA 2013). 87
Capítulo III
En la Figura 3 se detallan las hectáreas en porcentaje de superficie agrícola en el país en cada región ecológica. Se observa que los tres tipos de selvas son las regiones con mayor área de superficie agrícola. Figura 3. Superficie agrícola por región ecológica.
California Mediterránea 0,09% 23,75%
Desiertos de América del Norte
12,33%
Elevaciones Semiáridas Meridionales
15,31% 21,32%
Grandes Planicies 22,88%
4,32%
Selvas Cálido-Húmedas Selvas Cálido-Secas Sierras Templadas
Fuente: Elaboración propia con datos del Censo Agropecuario 2007, Censo Agrícola, Ganadero y Forestal, Instituto de Estadística, Geografía e Informática, consultado el 28 de Abril del 2016 de: http://www3.inegi.org.mx/sistemas/temas/default.aspx?s=est&c=21385
En la Tabla 2 se resumen los tipos de insumos utilizados en cada una de las regiones ecológicas en el sector agrícola mexicano.
88
Capítulo III
Tabla 2. Superficie agrícola según tipo de tecnología aplicada para el manejo de los cultivos o plantaciones por región ecológica. Fert. Químicos
Semilla mejorada
Abonos naturales
Herbicidas Químicos
Total
7870744
4156802
1316618
5160328
CM
4850.937
5136.235
7978.698
2442.891
DAM
930392.8
717881.7
153028.3
594821
ESM
1955395
1044985
341372
1354957
GP
271555.8
482335.6
65650.24
253018.1
SCH
802826.6
324361.8
78930.66
649716.1
SCS
1645736
1047339
203429.1
1054459
ST
2259987
534762.5
466228.6
1250914
Herbicidas Orgánicos
Insect. Químicos
Insect. Orgánicos
Quema controlada
Total
376413.9
3611602
123328
506245.6
CM
74.1265
1648.596
592.8042
141.295
DAM
75700.19
559427.8
42980.58
46085.87
ESM
87000.32
913485.6
22235.52
45403.93
GP
14651.28
116227.6
2041.955
3558.673
SCH
39718.97
429445.3
9185.054
140891.3
SCS
84918.84
904393.8
32113.94
163170.7
ST
74350.2
686973.4
14178.18
106993.8
CM = California Mediterránea, DAM = Desiertos de América del Norte, ESM = Elevaciones Semiáridas Meridionales, GP = Grandes Planicies, SCH = Selvas CálidoHúmedas, SCS = Selvas Cálido-Secas, ST = Sierras Templadas. Datos obtenidos del Censo Agropecuario 2007, Censo Agrícola, Ganadero y Forestal, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, consultado el 28 de Abril de 2016 de: http://www3.inegi.org.mx/sistemas/temas/default.aspx?s=est&c=21385 89
Capítulo III
Se observa que los fertilizantes químicos son el insumo más utilizado en la totalidad de la superficie destinada a la producción agrícola, mientras que los herbicidas y los insecticidas orgánicos son los insumos menos utilizados. En la región de California Mediterránea se emplea la menor cantidad de insumos en general, dado que es la región con la menor proporción de superficie agrícola (Figura 3).
3. El desarrollo sustentable en el campo mexicano. Una agricultura sustentable está conformada por dos bases principales: la primera es el conocimiento científico que participa por medio de la agroecología, la cual se refiere a la actitud agronómica en la que se adoptan preocupaciones por la conservación de los recursos; la segunda se basa en los conocimientos tradicionales como es el caso de la etnoecología en la cual se descubre el éxito de productivo de la asociación de diversos cultivos (Trujillo, 1990). En México, una serie de condiciones y rezagos han impedido que el sector agrícola se adecúe a un modelo de desarrollo sustentable. Muchos productores en condiciones de pobreza no cuentan con ingresos suficientes para obtener insumos de calidad que no perjudiquen en el largo plazo sus tierras de cultivo. En mucho, han dependido de insumos que se les otorga mediante apoyos, algunos de los cuales al ser utilizados generan daños medio ambientales que repercuten en la productividad de los cultivos. Así mismo, fenómenos climáticos atípicos perjudican seriamente a la actividad agrícola, generando pérdidas en la producción y en la productividad, afectando en mayor medida a 90
Capítulo III
los campesinos de escasos recursos cuyos cultivos son, por lo general, de la modalidad de temporal. Por otra parte, como se señala en las siguientes secciones, los productores que tienen mayor acceso al crédito y que invierten en tecnologías para extensiones mayores de cultivos sembrados, emplean recursos tales como los sistemas de riego que pueden incrementar la degradación de los suelos, además de agotar los recursos hídricos en áreas en las cuales este recurso no es abundante. Ineficiencias en los métodos de abastecimiento y los hábitos de consumo a nivel mundial y a nivel nacional generan distorsiones en la oferta y la demanda de productos agrícolas, aumentando los costos y contribuyendo a la baja competitividad del sector agroalimentario. La agricultura mexicana ante el cambio climático. El sector agrícola a nivel global sufre serias repercusiones a consecuencia del cambio climático. Los fenómenos climáticos atípicos afectan de diversas formas los procesos naturales de crecimiento y desarrollo de los cultivos, así como el medio en el que se siembran y se cosechan. Tales efectos pueden ser tan devastadores que generan grandes pérdidas en la producción y por lo tanto grandes pérdidas económicas. Nuestro país se ha visto afectado por algunos de estos fenómenos. Los cultivos de temporal son por lo general los más afectados por el cambio climático. En particular las prácticas agrícolas de temporal son sensibles a cualquier alteración de la precipitación estacional, mientras que las sequías en el verano y los huracanes producen cuantiosas pérdidas de cultivos y hectáreas no cosechadas (SAGARPA, 2012). 91
Capítulo III
Los desbalances en los factores ambientales como la temperatura, la precipitación, las heladas, entre otros, alteran el uso de insumos en la producción, intensificando el uso de algunos de ellos, o generando pérdidas en otros, como es el caso de los suelos degradados. De continuar con la creciente incidencia de fenómenos atípicos será aún más evidente el daño al sector agrícola tanto en México como en el resto del mundo. Se espera un efecto radical en la demanda de riego y sistemas de riego debido a los cambios en los componentes del ciclo hidrológico, como la evaporación y la precipitación y los rendimientos de los cultivos también serán modificados por la alteración en la floración (SAGARPA, 2012). La sequía que sacudió a México en el año 2011 tuvo fuertes repercusiones en el sector rural. Rodríguez y Juárez (2011) señalan que la superficie sembrada durante el ciclo primaveraverano fue la que presentó mayor incidencia de siniestros, disminución de ingresos por incrementos de costos, incrementos de precios de alimentos e insumos, tipo de cambio del peso frente al dólar y aumentos en los créditos de los productores de frijol. Ese mismo año, las fuertes heladas afectaron la producción de maíz blanco en Sinaloa, por lo que hubo la necesidad de importar maíz blanco de Sudáfrica, agudizando el problema de la dependencia alimentaria (Rubio, 2015). Un ejemplo más reciente de los estragos ocasionados por fenómenos climatológicos adversos es la baja producción de café, no sólo por pérdidas causadas por el hongo de la roya, también por cuestiones climatológicas que afectaron las floraciones en distintos estados productores (Celis, 2016), lo cual contribuye a la importación para abastecer la demanda interna. 92
Capítulo III
Los cambios bruscos en las condiciones climáticas son otro factor que obliga a los campesinos a desplazarse a otras regiones del país, incluyendo áreas urbanas. Sin embargo, muchos de ellos no pueden emigrar. En lugares menos desarrollados, para personas con bajos ingresos son forzados a vivir en áreas expuestas y marginales poniéndolos en riesgo a los impactos del cambio climático, sobretodo en el caso de los agricultores de subsistencia (Altieri et al., 2008). No solamente es importante adaptar instrumentos de política pública enfocados a favorecer el crecimiento y la competitividad del sector agrícola en el contexto nacional para enfrentar las consecuencias del cambio climático y generar respuesta, sino que también dentro del marco del comercio internacional se requiere reformar las medidas bajo las cuales México participa en el intercambio de productos, para atender las necesidades de inversión, adaptación y resolución de problemas generados por el cambio climático. En el TLCAN se requiere reformar las clausulas sobre el medio ambiente para una mejora gradual en los estándares y su cumplimiento, atender problemas crónicos, reglas de inversión, promover la transferencia de tecnologías verdes, distribución adecuada de ganancias, entre otras medidas (Gallagher et al., 2011). Métodos de producción inadecuados. Uso de tecnologías agrícolas que destruyen al ecosistema y afectan la competitividad. Por el lado de la oferta, no solamente existe una gran asimetría en los métodos utilizados por los campesinos que viven en condiciones precarias, cuya producción se destina principalmente a la subsistencia, en contraste con los métodos utilizados por 93
Capítulo III
grandes productores que utilizan tecnologías más avanzadas. También existen grandes rezagos en materia de sustentabilidad, a pesar de los recientes esfuerzos tanto de autoridades como de algunos productores y asesores para implementar técnicas más sustentables a la producción agrícola. La erosión del suelo es uno de los factores que perjudican a la producción agrícola, imposibilitando el uso de las hectáreas utilizadas para cultivar a falta de nutrientes, recursos hídricos, exceso de sales minerales y suelos compactados. La sobreexplotación de mantos acuíferos, ineficiencia en los sistemas de riego y uso inapropiado de agroquímicos contribuyen a la falta de competitividad. Dentro de la actividad agropecuaria, la erosión del suelo en México es causada por deterioro de pastizales y capacidad de carga excedida en el pastoreo, remoción de cubierta vegetal, pérdida de materia orgánica, malas prácticas, rompimiento estructural, salinidad y malas prácticas de riego (SAGARPA 2013). Existe degradación de suelos en 67.64% del territorio nacional, siendo la erosión eólica el principal factor con 34.94%, erosión hídrica con 20%, degradación química con 8.1% y degradación física con 4.7% (CONAFOR-UA. Chapingo, 2013). El manejo de los sistemas de riego no solamente representa otro factor importante en las prácticas no sustentables en la producción agrícola ya que, además de agravar el problema de la escasez de agua en diversas zonas del país, también está estrechamente relacionado a la degradación de los suelos. Tanto la intensificación de la desertificación, como la aplicación indiscriminada de agua de riego en zonas cercanas al mar y la introducción masiva de sistemas de riego son las principales causas 94
Capítulo III
de la los procesos de salinización y sodificación de los suelos agrícolas (Mata et al., 2014). En las zonas áridas y semiáridas de nuestro país, los sistemas de riego son ampliamente utilizados. Como ejemplo, Troyo et al., (2010) mencionan que hay sobreexplotación intensiva de aguas subterráneas en el estado de Baja California Sur y el desperdicio del agua para riego en hectáreas no tecnificadas persiste hasta en un 60%. A pesar de los esfuerzos del gobierno mediante distintas dependencias en conjunto con los productores para tecnificar y modernizar las áreas de cultivo en este estado con resultados positivos, aún persiste el problema de la sobreexplotación, además de incrementos en la salinidad del agua subterránea. En el estudio de Santamaría et al. (2004) se encontró que la aplicación de agua de riego de pozo de uso agrícola en la región Laguna en el noroeste de México contiene altos valores de sales solubles generando salinidad en el suelo, lo que limita la productividad de los cultivos. En contraste con los grandes sistemas de riego que abarcan amplias extensiones de tierra, en México también se cuenta con sistemas de pequeño regadío, lo cual es una ventaja para los pequeños productores que viven en comunidades. Mazabel y Davison (2007) destaca la importancia de los pequeños sistemas de riego en la Región Centro de México, donde estos se caracterizan por su heterogeneidad tanto en tipos de obra como en organización social. Muchos de estos sistemas están incorporados en tenencias de estructura minifundista de carácter ejidal. Desde el comienzo del desarrollo del maíz híbrido y variedades de alto rendimiento durante la Revolución Verde cuyas prácticas que satisfacen sus demandas de nutrientes y pesticidas, los agricultores dependen de dichas prácticas ante un mer95
Capítulo III
cado global cuya demanda de alimentos se incrementa conforme se incrementa la población (Robertson y Swinton, 2005). El uso de estas tecnologías tiene fuertes repercusiones en el medio ambiente en el largo plazo y como consecuencia debilita el entorno natural que nutre a los cultivos, disminuyendo el rendimiento y la competitividad del sector. Una de las prácticas que más han perjudicado al entorno agrícola es el monocultivo, el cual es frecuentemente practicado en nuestro país en grandes extensiones de tierra. Debido a que el trato para el cultivo es generalizado, se tratan plagas de gran extensión con un solo cultivo, mientras que otros organismos que dependen de los árboles desaparecen, otras plantas dejan de existir, el suelo se desgasta a falta de nutrientes bajando su rendimiento y se utilizan fertilizantes de forma desmedida (Badii et al., 2015). Los fertilizantes y plaguicidas químicos son ampliamente utilizados en nuestro país, lo cual tiene impactos negativos no sólo en el entorno ecológico en el cual se desarrolla la actividad agrícola, sino también en la economía mexicana. Al año 2012, se importaron más de 4 mil 300 millones de dólares en agroquímicos (Escalona et al., 2015) lo cual indica que en tema de producción de estos insumos, México no es autosuficiente. Durante la crisis del año 2008, el precio de fertilizantes como el superfosfato triple y el cloruro de potasio subieron en más del 160% (Torres, 2010) lo cual contribuyó a que se incrementaran los costos de producción en nuestro país. En la agricultura mexicana el 80% de la superficie se fertiliza en diversas dosificaciones, dependiendo de la capacidad económica del productor, muchas veces en cantidades desmesuradas, por lo que una alternativa sería utilizar tecnologías compa96
Capítulo III
tibles con la actividad microbiológica para favorecer la nutrición de las plantas (Grageda et al., 2012). Tecnologías basadas en una nutrición natural de los cultivos, empleando menos productos químicos, especialmente productos importados, contribuirían a reducir costos, aumentaría la productividad de la tierra y de cada cultivo, y se evitaría el deterioro medio ambiental. Los métodos de fertilización y de combate de plagas de formas naturales, poco costosas y sustentables se han visto desfavorecidos por la marcada tendencia de los mercados internacionales a utilizar productos químicos. En el mercado mundial de semillas, un número limitado de grandes compañías (Monsanto, Pioneer, Syngenta, Dupont y Dow) que desde hace varios años se han encontrado en proceso de centralización y concentración, acaparan el mercado mundial de semillas patentadas y de agroquímicos y las estanterías en los establecimientos de distribución promueven principalmente este tipo de semillas (Delgado, 2010). Este mercado está también fuertemente ligado al mercado mundial de los fertilizantes químicos debido a que estas mismas compañías controlan una gran parte de este mercado, las cuales se encuentran envueltas en debates controversiales por las implicaciones medio ambientales al generar gases de efecto invernadero, que también colaboran con las empresas que a su vez controlan el mercado de maquinaria agrícola (Deere &Co, CNH industrial y AGCO) (AGETC, 2015). Estas grandes corporaciones ejercen un fuerte control sobre la producción en el campo mexicano, las importaciones y sobre las cadenas de distribución. Como medida para contrarrestar la dependencia del maíz proveniente de los Estados Unidos, el gobierno mexicano impulsó una serie de medidas en las cuales se promueve la producción de maíz de variedades mejoradas a través de su programa MasAgro y la producción experimental y pi97
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loto de especies de maíz híbridas genéticamente mejoradas, a pesar de los riesgos y la oposición social (Turrent et al., 2012). El programa MasAgro no otorga apoyos directos a los productores sino que solamente fortalecen a las empresas transnacionales que distribuyen las semillas (Rubio, 2015). Uno de los grandes problemas que perjudica gravemente la biodiversidad a nivel global es el uso de la biotecnología cuyo costo es reducir la diversidad genética del cultivo y hacerlo muy vulnerable al efecto de otros factores ambientales y pérdida de genotipos con consecuencias irreparables (Trujillo, 1990). Por lo tanto, se debe de enfatizar en el uso de variedades de especies endémicas, para protegerlas del devastador efecto de las especies modificadas con el uso de biotecnología. En México, a pesar de que los cultivos transgénicos de maíz se llevan a cabo a nivel experimental, la posibilidad de que se libere a nivel comercial es riesgoso a mediano y largo plazo por atentar contra la diversidad de las variedades nativas y por generar resistencias en plagas y malezas (González y Ávila, 2014). Desperdicio de alimentos durante los procesos de abastecimiento. Dentro de los procesos de logística en las cadenas de abastecimiento y el almacenamiento de los productos agrícolas en México, existen diversos problemas que elevan los precios y el desperdicio. En México, los canales tradicionales de suministro presentan pérdidas y mermas de entre 15 y 35% de sus ventas, en tanto que para los canales modernos los porcentajes son de entre 7 y 15%, y en los casos extremos en los que hay hasta un 50% de merma de los productos pueden provocar aumentos significativos en los precios al consumidor (SAGARPA, 2010). 98
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Entre algunos de los problemas a los que se enfrentan los transportistas y otros agentes de logística que abastecen a los puntos de venta como las centrales de abastos se encuentran las mermas importantes de productos por falta de adecuada protección a los productos, problemas de congestionamientos, malos manejos de temperaturas, incompleta transferencia de tecnologías para el manejo del producto al adoptar nuevas variedades de semillas, problemas de envases y empaques inadecuados, falta de inversión en transportes y caminos, entre otros (Antún et al., 2005). Problemas en la demanda de alimentos. Desperdicio de alimentos durante los procesos de consumo. Por el lado de la demanda, vivimos en una sociedad global con una tendencia a la alza a demandar mayores cantidades de alimentos. Esto asociado a la producción de organismos genéticamente modificados e importación de productos de mala calidad. Muchos de estos alimentos están contaminados o se consideran inseguros desde el punto de vista nutricional o por su calidad debido a los agroquímicos utilizados y por ser alimentos transgénicos (Martínez, 2009). Este patrón social genera mayores presiones en el sector agrícola a nivel mundial, a pesar de las demandas de la sociedad en diversos países para exigir una mayor regulación en este tipo de productos. Nuestra propia falta de consciencia en cuanto al desperdicio de alimentos y patrones de consumo debilita al sector agrícola. De acuerdo al Índice de Desperdicio de Alimentos en México se desperdician en promedio 37.26% de los alimentos, siendo el arroz uno de los más desperdiciados en 46.87% y leche de vaca en 57.14%, además de otros productos como frutas y verduras, 99
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con lo cual se podrían alimentar 7.4 millones de personas en pobreza extrema (FAO, 2015). Muchos mexicanos carecen de recursos para satisfacer sus necesidades básicas, especialmente en el sector rural. En el año 2010 el porcentaje de carencia por acceso a la alimentación en México fue de 24.8%, mientras que en los años 2012 y 2014 este porcentaje fue de 23.3% y 23.4% (CONEVAL, 2014). Estas cifras son aún alarmantes y muy contrastantes con las cifras del desperdicio de alimentos en nuestro país, reflejando los desbalances en políticas públicas, hábitos de consumo de la población y problemas de producción y de distribución. El desperdicio de alimentos en México y el mundo en general es un problema que puede tener fuertes repercusiones contribuyendo a disminuir la competitividad del sector agropecuario considerando que si una proporción muy grande de alimentos no son aprovechados, entonces esto afecta a una parte de la producción, así como a las exportaciones e importaciones de productos. Al reducir las mermas, se generaría una menor presión tanto en la oferta como en la demanda de alimentos y en el medio ambiente. Imposición de los patrones de consumo y desabasto de alimentos. En grandes cadenas comerciales se observa que en los estantes de alimentos, es amplia la oferta de productos importados, tales como los granos y algunas verduras. Esto estimula a los consumidores a adquirir dichos productos, desfavoreciendo la oferta y consumo de productos locales, en particular en el caso de los pequeños productores. Los autores Serrano y Cussó (2012) mencionan que la evolución del consumo aparente de en Méxi100
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co muestra una progresiva aproximación al patrón de consumo en Estados Unidos, a excepción de alimentos como la carne y la leche, impulsados por factores que determinan la pérdida de soberanía alimentaria. Uno de los problemas cada vez más evidentes en la demanda de alimentos del sector agropecuario es la imposición de mercancías por parte de las compañías transnacionales que ejercen el control sobre la producción, obteniendo el apoyo del Estado y agravando la pérdida de la soberanía alimentaria (Sánchez y Palacio, 2014). Países con poder hegemónico como Estados Unidos se apropian y privatizan conocimientos que se liberan bajo condiciones de mercado, como es el caso de productos transgénicos, así como si influencia sobre la calidad de la alimentación, lo cual incluye los productos chatarra (Torres, 2014). Algunos productos no provienen de estos países, pero su impacto es igualmente perjudicial para la economía mexicana. Retomando nuevamente el caso del café, previamente mencionado, Barragán (2016) en el diario Economía Hoy menciona que en México, muchos productores practican el minifundismo en áreas que abarcan menos de una hectárea y el 85% de estos productores son indígenas. Los principales países de los cuales se importa café son Honduras y Colombia. De esta forma, los productos ofrecidos por medianos y pequeños productores quedan desplazados y se ven afectados de forma negativa por los precios impuestos por estas compañías y los precios internacionales. Es importante fomentar el consumo interno de productos locales que no solamente pueden resultar ser de mejor calidad, sino que además contribuyen a mejorar las condiciones de muchos productores en condiciones de pobreza. 101
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Producción de productos orgánicos y policultivos en México. A diferencia de estos sistemas de monocultivo que emplean tecnologías más avanzadas, podemos aprender lecciones relevantes sobre sistemas de policultivos de los campesinos. Es importante resaltar que muchas de las milpas5 que se cultivan en México por los campesinos son productivas, eficientes y resilientes (Altieri y Nicholls, 2010). En un estudio realizado en Chiapas por Cruz et al., (2013) se encontró que los sistemas de policultivo de hule-cacao son tanto económicamente viables como viables a nivel ambiental. Además de las ventajas que representan los sistemas de policultivos, es deseable fomentar en mayor medida la cultura de la producción y el consumo de productos orgánicos para contrarrestar los efectos del daño medio ambiental, además de constituir una medida de apoyo para los pequeños y medianos productores que no pueden invertir en tecnologías costosas. En la agricultura orgánica mexicana los pequeños productores, campesinos organizados, trabajan con tecnologías que son intensivas en mano de obra y utilizan insumos de bajo costo producidos por ellos mismos; un reducido grupo de productores de tipo empresarial consideran a este sector un nicho comercial atractivo con mínima motivación por el aspecto ambiental (Márquez et al., 2011). En materia de producción orgánica de alimentos, México presenta una serie de fortalezas y rezagos. Entre las fortalezas, Gómez et al., (2010) señalan que en el ámbito mundial, nuestro país ocupa el lugar 16 respecto a la superficie orgánica, el terce5
Milpas: En México la palabra milpa bien del Náhuatl “milli”, parcela sembrada. De manera general se le llama milpa al sistema agrícola donde el principal cultivo es el maíz, al que se asocian otra especies como frijol, calabazas, chiles, tomates etcétera.
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ro con respecto a productores y es el país con la mayor diversidad de cultivos orgánicos, además de tener el potencial para contribuir a la reducción de la dependencia alimentaria, generación de empleo, reducción de la migración y mejor nivel de vida para los productores. Entre los rezagos, los mismos autores mencionan la baja investigación, generación de información técnica e insumos y formación de profesionales, así como falta de recursos económicos y financiamiento, pocos avances en materia de un marco normativo y regulatorio, y finalmente dependencia del mercado internacional y bajo desarrollo del mercado interno, generando una desvinculación entre la oferta y la demanda. Se detectó mediante una encuesta a productores mexicanos más de 160 productos orgánicos, entre ellos el café, frutas tropicales, hortalizas, maíz azul, mermeladas, el neem y tequila orgánico, de los cuales la mayoría son producidos para su exportación a otros países (Martínez et al., 2011). México tiene una gran ventaja sobre otros países por la diversidad de estos productos y las regiones más húmedas que favorecen a la producción. Una de las desventajas de los productos orgánicos es el precio de venta, lo cual puede representar un factor que desmotive a los consumidores a adquirirlos, sobre los productos convencionales, incluso si son de menor calidad. En la misma encuesta aplicada por Martínez et al., (2011) se encontró que el sobreprecio de los productos orgánicos con respecto al precio de productos convencionales llega a alcanzar hasta un 300%, siendo la miel, el café y el mango, siguiéndoles el plátano, la zarzamora, el nopal y la mermelada. Se concluyó en el estudio de Martínez et al., (2011) que entre las debilidades del sector de productos orgánicos en México, 103
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existe una carencia de un Sello Orgánico Mexicano, así como mayor apoyo por parte del gobierno para fomentar el consumo interno y crear el marco de legislación necesaria para un mayor control, los costos de producción y la competencia por parte de otros países como España. Por lo tanto podemos concluir que es necesario que diversos agentes como el gobierno, agentes de la iniciativa privada y los mismos consumidores inviertan en este sector. Se podría aplicar una serie de lineamientos que, además de crear la serie de normativas faltantes, pueda incluir un apoyo en forma de subsidios, para fortalecer tanto la oferta como la demanda de estos productos.
4. La inseguridad en el campo mexicano. Son muchos los problemas de corte social que afectan al sector agropecuario en México. Ante la falta de seguridad alimentaria, la seguridad nacional se ve afectada asociándose a los desórdenes sociales, muchos de los cuales tienen su origen en el subconsumo de alimentos, alimentación deficiente o de mala calidad y el hambre (Torres, 2014). Ante este clima de inseguridad que se vive en nuestro país, muchos campesinos se han visto forzados a emigrar a las ciudades o a Estados Unidos, abandonando sus propiedades y las actividades en las que anteriormente se desempeñaban, incluyendo la actividad agrícola. Este, y los anteriores problemas de competitividad, son factores por los cuales nuevas generaciones prefieren dedicarse a otras actividades económicas en el ámbito urbano y no en el rural. La población que ya no puede sostenerse mediante actividades económicas que no son competentes 104
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ante los grandes capitales, no tienen acomodo laboral y buscan alternativas de subsistencia en la economía informal, la migración o la criminalidad (Márquez et al., 2012). La pobreza está fuertemente ligada a la violencia, ya que conlleva a la adopción del delito para obtener riqueza, siendo la economía informal un medio para obtenerla, y está asociada a la corrupción, contrabando, mafias, productos “pirata” y crimen organizado (Sanders, 2012). Otra de las opciones para la población rural en condiciones de pobreza es emigrar hacia Estados Unidos. En el sector rural mexicano existe una diferencia salarial con el mercado de trabajo de Estados Unidos, por lo que hay mayores incentivos para migrar hacia el norte (Arrazola y López, 2012). La migración interna en el sector rural tiene causas similares a la migración hacia Estados Unidos. Una de ellas es la escasez de mano de obra a la que se enfrenta la empresa agrícola de producción intensiva, y otra causa es la demanda de trabajo por parte de los campesinos e indígenas (Rojas, 2009). Por lo tanto, los jornaleros de escasos recursos se desplazan hacia estas grandes empresas agrícolas en busca de mejores oportunidades en el sector agrícola. Los problemas de inseguridad que traen como consecuencia movimientos migratorios en el sector agrícola nos muestran la falta de competitividad en algunos sistemas de producción, especialmente en el caso de la mano de obra conformada por campesinos pobres, sumado a los problemas de carácter social existentes.
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5. Políticas públicas del sector agropecuario y alimentación. Posiblemente una de las deficiencias en la política pública a lo largo del tiempo es una falta de coordinación en los proyectos que han sido propuestos y ejecutados por diversas dependencias en el sector rural y en el sector de actividad primaria de la economía. La combinación de los insumos, factores socioculturales y factores medio ambientales determinan la producción y la productividad agrícola. Conforme progresamos hacia una sociedad global más consciente de la necesidad de integrar estos factores en la política pública, a nivel nacional se evalúan dichas necesidades y se crean nuevos programas. Subsidios, inversión en capital humano y capital físico y control de precios en México. Los subsidios agrícolas en México son altamente regresivos, incluso más regresivos que la distribución de ingreso privado en el sector rural. Esto se debe en parte a que se diseñan estas herramientas en base a teoremas del bienestar social que conllevan a que las consideraciones de eficiencia y la equidad no pueden distinguirse tan fácilmente al momento de diseñar y evaluar subsidios agrícolas y políticas más generales de desarrollo agrícola y rural (Scott, 2010). En el estudio de Puyana y Romero (2010) se obtuvieron resultados que demuestran que los aumentos en el nivel educativo tienen que ir acompañados de crecimiento en la inversión por trabajador para elevar la productividad por trabajador, además de incrementos en el volumen de la producción para incrementar la demanda de trabajo. De otra forma, tal como ha 106
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ocurrido en México, se genera una sustitución de trabajo por capital, incrementando la intensidad de capital del producto desplazando al trabajo. En el tiempo en que el gobierno otorgó apoyos a los productores bajo sus programas Procampo y Progresa-Oportunidades, en pequeña proporción, muchos de estos productores pudieron realizar inversiones en sus actividades agrícolas. En el estudio realizado por Mora et al., (2011), utilizando modelos econométricos, inicialmente se plantearon tres grupos de variables como determinantes de la inversión en el sector agrícola por parte de los productores. Estos tres conjuntos incluyeron las características de las parcelas, rentabilidad de la producción y acceso a mercados y disponibilidad de recursos monetarios. En un principio, los resultados del estudio muestran que la extensión de las parcelas favorece la decisión de invertir, aprovechando economías de escala y mayores retornos esperados al capital. Los productores que invirtieron más cuentan con algún sistema de riego. Otros puntos importantes mencionados por Mora et al., (2011) es que los productores de bajos ingresos que no invierten cultivan principalmente maíz y frijol, siendo cultivos que minimizan sus erogaciones monetarias. Sus resultados también muestran que con el programa Procampo más de la mitad de los beneficiarios invirtieron mientras que con el programa ProgresaOportunidades, destinado a los más pobres, es muy pequeña la proporción de personas que invirtieron. Así mismo, es más alta la probabilidad de invertir cuando el acceso al crédito es informal y el ahorro formal no es determinante de la inversión. A pesar de que se encontró una relación significativa entre los apoyos del gobierno a través del programa Procampo, los montos no son de suficiente magnitud para que la población que recibe 107
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este apoyo invierta, lo que convierte a los programas en meramente asistenciales. En el periodo de 1994-1999 aumentó en México la producción de frutas y vegetales, pero esta tendencia se revierte a partir del año 2000 presentándose una desaceleración en la producción de vegetales y un decrecimiento en la producción de frutas, en contraste con un aumento en la producción de granos (7.4% promedio anual) basada en aumentos de la productividad de la tierra. Este patrón es consistente con las políticas de apoyo de esquemas de precios de garantía, como por ejemplo el programa ASERCA, los cuales fomentan la producción de granos como el maíz y productos como el azúcar (Scott, 2010). Los autores Valentín et al., (2016) realizaron una evaluación del programa ProAgro en Puebla, con el cual se ha buscado aumentar la productividad agrícola de los productores. Sus resultados muestran que en ocasiones, estos apoyos llegan de forma tardía, por lo cual no se presenta un impacto positivo en lograr incrementos en los rendimientos agrícolas. Las actividades agrícolas tienen fechas clave para la aplicación de insumos, por lo que los apoyos no tienen el efecto esperado. Valentín et al., (2016) también señalan que el monto que reciben los beneficiarios es insuficiente para cubrir los costos de producción agrícola. Rubio (2015) menciona que a partir de la crisis alimentaria mundial las empresas transnacionales agroalimentarias son favorecidas por el gobierno por encima de los pequeños productores, principalmente los que producen maíz, arroz y trigo. Como ejemplo, la autora señala que son Maseca, Cargill, Minsa y Archier Danield’s Midland las que ejercen el mayor control sobre la oferta de maíz, imponiendo precios por debajo de los precios internacionales, lo cual ha desfavorecido a los pequeños productores. 108
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En cuanto al control de los precios internacionales de productos agrícolas, se han empleado medidas como la moderación de la transmisión de estos precios en nuestro país. La elasticidad de transmisión entre los distintos productos agrícolas difiere dependiendo del grado de intervención gubernamental en los mercados correspondientes. Como ejemplo, los precios para los consumidores de productos como la tortilla, el pan y la leche se mantuvieron aislados durante los años crisis 2007 y 2008 cuando se presentó la crisis alimentaria, ya que el gobierno implementó una serie de medidas que incluyó subsidios, en tanto que en el caso de productos como aceites, huevo, pollo, arroz y cereales preparados se permitió que la evolución de sus precios fluctuaran conforme aumentaban los precios internacionales (Gómez, 2008).
6. Conclusión. 1.- Las condiciones del sector agrícola en México son muy heterogéneas, por lo que la producción de productos agrícolas se ve fortalecida por algunas estrategias competitivas mientras que otras limitantes y debilidades generan baja competitividad. 2.- Por un lado se encuentran los grupos de grandes productores que emplean tecnologías avanzadas, con posibilidades de invertir y obtener créditos con mayor facilidad que los medianos y pequeños productores. Dentro de estos últimos se encuentran grupos de campesinos que viven en condiciones precarias, quienes dependen de apoyos económicos del gobierno mediante diversos programas, forzados a emigrar a otras regiones dentro del ámbito rural en busca de oportunidades de trabajo en el mejor de los casos, mientras que en el peor de los casos son incor109
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porados a la economía informal, a actividades delictivas o son desplazados hacia las grandes ciudades y a Estados Unidos. 3.- En este sentido, es recomendable vincular los programas de apoyo a los productores pequeños y medianos, principalmente los que se basan en apoyos mediante subsidios con otros programas de capacitación y de inversión en insumos. De ser posible, fomentar en mayor grado el uso de insumos que sean compatibles con un modelo de desarrollo sustentable y que no generen altos costos. Las dependencias deben procurar que los apoyos sean recibidos por los destinatarios sin retrasos para que estos puedan ser utilizados de forma eficiente, en conjunto con otros programas. 4.- México cuenta con grandes ventajas en la producción de orgánicos, pero no se ha llegado a un acuerdo para establecer una normativa que beneficie a los productores y que estimule el consumo interno, favoreciéndolos por encima de los productos orgánicos de importación. 5.- Es importante romper con la tendencia que desde hace muchos años se presenta en la exportación de productos principalmente hacia Estados Unidos y en muy pequeña proporción hacia otros países en comparación con el primero, por lo que falta diversificar la comercialización de los productos agrícolas mexicanos y hacer énfasis en la importación de productos de mejor calidad y promover el consumo interno de los productos mexicanos de calidad, que de otro modo son principalmente destinados a la exportación. 6.- De nada nos sirve el fomento al crecimiento económico cuando los medios para lograrlo perjudican áreas importantes en las que se lleva a cabo este crecimiento, generando ciclos que perpetúan fuertes caídas en la competitividad del sector agrícola. Un 110
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crecimiento económico en el cual se generan números positivos en el corto plazo en la balanza de pagos del sector agrícola no es un verdadero crecimiento encaminado a una dirección positiva en la senda del desarrollo sustentable si no existe una verdadera consciencia del balance que debe de existir entre la producción, la productividad, el equilibrio del ecosistema, el desarrollo social y los patrones de consumo. Son igualmente importantes las decisiones que toma un gobierno, como las que toman los productores y las que toman los consumidores. 7.- Debemos replantear como sociedad nuestra relación con los ecosistemas y comprender desde una perspectiva integral y sustentable, que sea respetuosa de los ciclos naturales, las relaciones entre cultivos y otros agentes, así como su entorno natural. Para ello son necesarias políticas públicas que fomenten la importancia de modificar nuestros patrones de consumo y nuevos y mejores métodos de abastecimiento de alimentos para disminuir el desperdicio, lo cual es un factor que afecta a la competitividad del sector, ya que podrían disminuirse los costos de los productos y generar una reducción en la demanda, así como una redistribución de los recursos hacia las personas que se encuentran en condiciones de carencia alimentaria.
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Capítulo IV
Introducción. El objetivo del presente estudio es diagnosticar cual es la estrategia que con mayor frecuencia se utiliza en la Micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) de Durango capital, así como determinar cuál de las incapacidades o barreras del aprendizaje organizacional que se más afecta a este tipo de empresas. En la actualidad las empresas se encuentran trabajando en ambientes cada vez más competitivos. A fin de permanecer en los mercados, se tiene que estar trabajando en buscar nuevas formas de competir y la única forma de lograrlo es por medio de estrategias. La globalización impulsada de forma acelerada gracias a las nuevas tecnologías y al internet, han creado ambientes aún más complejos para las empresas, en el cual se tiene que estar adaptado ante los cambios constantes que se generan. Llevar a cabo una planeación estratégica o por lo menos establecer estrategias dentro de los objetivos y planes de las empresas, en la actualidad es vital si es que se quiere mantener en los mercados y ser competitivos. Así pues las estrategias son diferentes acciones que se estarán ejecutando en la empresa y las cuales les permitan lograr los objetivos propuestos. Las estrategias se pueden presentar de diferentes formas ya sea realizando cambios en la organización o en la forma en la que se están haciendo las cosas, establecer en que nuevo mercado será viable competir o que nuevo producto modificar o adicionar que permita ser competitivo frente a otras empresas del mismo ámbito. El presente trabajo forma parte de una investigación más amplia cuyo objetivo es saber cómo los propietarios de las 121
Capítulo IV
Mipymes en Durango capital utilizan las estrategias en un entorno competitivo, además de conocer como la cultura organizacional y las incapacidades del aprendizaje tienen influencia en las mismas. El objetivo de este estudio es pues, analizar y explicar cuál es la incapacidad de aprendizaje organizacional que se está presentando en las Mipymes de Durango capital, así como cuál es la estrategia, dentro de los postulados de Miles & Snow, que están empleando dichas empresas. Tal objetivo nos lleva a plantear las siguientes preguntas de investigación y las hipótesis correspondientes. Preguntas de investigación. 1. ¿Cuál es la estrategia de Miles & Snow predominante en las Mipyme de Durango Capital? 2. ¿Cuál es la incapacidad organizacional predominante en las Mipyme de Durango Capital?
Hipótesis. 1.- La estrategia Reactiva es la predominante en las Mipyme de Durango Capital. 2.- La incapacidad organizacional de ceguera es predominante en las Mipyme de Durango Capital.
1. Justificación. En la actualidad las empresas en México están clasificadas como se muestra en la siguiente tabla, según el diario oficial de la federación de la siguiente manera. 122
Capítulo IV
Tabla 1. Clasificación de las empresas en México.
Estratificación de Empresas publicada en el Diario Oficial de la Federación 30 de junio de 2009.
Fuente: INEGI, “Micro, pequeña, mediana y gran empresa. Estratificación de las empresas, Censos Económicos 2009, p. 12.
Según los datos presentados en el Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM), en 2015 la población de las Mipyme que se encuentran operando en la República aparece en la siguiente tabla, clasificada por sectores comercial, industrial y de servicios. Tabla 2. Mipyme operando en la República Mexicana según SIEM. INDUSTRIA
COMERCIO
SERVICIOS
TOTAL
MICRO
38,044
444,798
162,367
645,209
PEQUEÑA
7,941
11,310
14,501
33,752
MEDIANA
2,902
2,846
1,752
7,500
GRANDE
1,252
941
1,553
3,746
TOTAL
50,139
459,895
180,173
690,207
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Sistema de Información Empresarial Mexicano, SIEM. 123
Capítulo IV
Según los resultados mostrados por el INEGI, en los Censos Económicos de 2009, del total de empresas que se encuentran operando en México en 95.2% son microempresas, las cuales utilizan el 45.6% del personal con la capacidad de trabajar, aproximadamente más micro, pequeña y medianas empresas producen ingresos equivalentes al 52% del Producto Interno Bruto, dejando claro que son fundamentales para la economía del país. Las actividades económicas en el país están divididas en empresas de servicios con el 47.1%, empresas comerciales con el 26% y 18 % por parte de las empresas del sector industrial. Las micro empresas industriales representan el 92.5% de las industrial a nivel nacional, general el 23.2% de los empleos y el 4.3% de las remuneraciones totales del sector. Las pequeñas empresas industriales representan el 5.1% del total, empleando el 10% del personal ocupado y el 6.6% de las remuneraciones, mientras que las medianas empresas industriales equivalen al 1.6 % de las industrias en el sector. En cuanto al sector de los micro negocios comerciales estos ocupan el 97.1% del sector, con un 65.1% del personal ocupado, mientras que las pequeños establecimientos comerciales son cubiertos en un 2.1% de las unidades del sector y pagan un 20.4% de las remuneraciones por parte del sector comercial, ocupando un 10.6% del personal requerido por el comercio. Las unidades comerciales medianas representan el 0.6% de las empresas, un 9.9% del personal ocupado y un 22.4% de las remuneraciones aportadas. Por otra parte en cuanto a las empresas de servicios, los establecimientos micro representan el 94.4% de las unidades económicas, ocupando un 43.7% del personal y sus remuneraciones abarcan el 12.3%. Las pequeñas empresas de servicio ocupan el 124
Capítulo IV
17.5 % del personal ocupado y el 4.7% de las unidades en el sector. Las empresas medianas que operan en el sector de servicios representan el 0.5% del total, con el 6.2% del total del personal ocupado y un 7.1% de las remuneraciones. Las Mipymes en México son de vital importancia, ya que generan la mayor parte de los empleos en el país, ayudan al desarrollo de las regiones en las cuales se establecen, producen y vende gran parte de los productos consumidos en el país a precios competitivos. Las Mipymes debido a sus características son vitales para el desarrollo económico del país. Problemas de las MIPYMES. Las MIPYMES son afectadas seriamente por los cambios en el entorno económico del país, les es imposible sobrevivir periodos largos en una crisis. Al carecer de un sustento económico estable se ven limitadas. Se ven constantemente presionadas por empresas de mayor tamaño que buscan eliminarlas además de estar bajo un control más riguroso por parte de las entidades de gobierno. Internamente son incapaces de llevar una administración adecuada, donde la inexperiencia solo provoca que exista un bajo rendimiento. Entre algunos de los problemas más comunes se encuentra la falta de organización, son incapaces de seguir el paso a los avances tecnológicos, no cuentan con personal especializado y además son incapaces de llevar a cabo capacitación. Las problemáticas de las MIPYMES pueden ser agrupadas en ocho diferentes grupos según establecen Jurado, Vivar y Pérez (1997), citados por González, (2005). 1. Problemas organizacionales. No existe una estructura y sistematización de las operaciones. 125
Capítulo IV
2. Recursos humanos. No se lleva a cabo la capacitación adecuada, se presente una sobre rotación del personal. 3. Mercadotecnia. Las empresas desconocen a la competencia, no se tiene conocimiento en cuanto a dar a conocer el producto o servicio y conocer las necesidades de los clientes. 4. Producción. No se cuenta con técnicas adecuadas para producción, carencia en cuanto a la calidad y los procedimientos para producción son deficientes. 5. Innovación tecnológica. Se cuenta con tecnología obsoleta o se carece de la misma. 6. Contabilidad. No existen registros contable adecuados, los costos al ser mal determinados provocan que no se cubran los costos. 7. Finanzas. Se es incapaz de analizar la situación financiera de la empresa y el acceso a los créditos es difícil. 8. Fiscal. Se presenta una rigurosa regulación fiscal, donde las personas desconocen sus obligaciones e incumplimiento de las mismas.
La mortandad empresarial es un fenómeno que afecta la economía de quien invierte en ella, además de afectar la generación de empleos debido al cierre de las empresas. La Secretaria de Economía, en un estudio de permanencia empresarial en 2005, afirma que de cada 10 nuevas empresas que inician operaciones solo 3 sobreviven el primer año después de que abren y de estas solo el 40% supera la barrera de los 5 años, que es el límite para decir que una empresa permanecerá (Gómez, Villarreal y Villareal, 2013, p. 2). La situación de las Mipymes en el estado de Durango es similar a la del resto del país en cuanto a su importancia y problemáticas, en la tabla 3, mostrada a continuación se muestra la estructura a nivel estatal de la micro, pequeña y mediana empresa en los sectores industrial comerciales y de servicios. En la tabla 4 126
Capítulo IV
se muestra la estructura a nivel municipal, que es donde se encuentra la mayor concentración de Mipymes en el estado. Tabla 3. Mipymes operando en el Estado de Durango según SIEM. INDUSTRIA
COMERCIO
SERVICIOS
TOTAL
MICRO
431
5,671
2,147
8,249
PEQUEÑA
61
284
127
472
MEDIANA
34
60
25
119
GRANDE
21
22
22
65
TOTAL
547
6,037
2,321
8,905
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Empresarial Mexicano, SIEM.
Tabla 4. Mipymes operando en el Municipio de Durango según SIEM. INDUSTRIA
COMERCIO
SERVICIOS
TOTAL
MICRO
373
3,858
1,490
5,721
PEQUEÑA
32
163
78
273
MEDIANA
12
28
20
60
GRANDE TOTAL
11
6
10
428
4,055
1,598
27 6,081
Fuente: Elaboración propia a partir del Sistema de Información Empresarial Mexicano, SIEM.
Con estas cifras se resalta la importancia de estas empresas y desde luego, de cara a su problemática, la necesidad de estudiarlas.
127
Capítulo IV
2. Revisión de Literatura. Según Guzmán Valdivia, citado por Fernández (1997) nos dice que es “la unidad económico-social en la que el capital, el trabajo y la dirección se coordinan para lograr una producción que responda a los requerimientos del medio humano en el que la propia empresa actúa (Fernández, 1997, p. 125). Una empresa es una entidad en la cual los individuos trabajan de manera coordinada, para obtener un provecho de los recursos con los que se cuenta, donde a través de un proceso administrativo, es posible el logro de metas que se plantea, otra definición sobre empresa es la siguiente: Unidad productiva o de servicios, derivada de un anhelo de solucionar una necesidad existente. Constituida según aspectos prácticos o legales en; a) agrupación informal, b) sociedad legal, c) asociación legal. Integrada por recursos humanos, materiales y técnicos. Apoyada en la administración para lograr sus objetivos ya sea de servicio, social o económico (Fernández, 1997 p. 127).
Las empresas son “una unidad económico-social en la que el capital, el trabajo y la dirección se coordinan para realizar una producción socialmente útil de acuerdo con las exigencias del bien común” (Benavides, 2007, p. 6). Este concepto si bien tiene relación con el propuesto por Fernández (1997) al final se enfoca en el hecho de que una empresa existe con el fin de ofrecer un producto o servicio el cual beneficie y satisfaga a las personas. En sus inicios las empresas eran vistas como maquinas “cuya función seria servir a sus creadores, o dueños, dándoles un rendimiento adecuado y en el que las personas que las integran se128
Capítulo IV
rian reemplazables” (Robles y Arcérreca, 2000, p. 26). En la actualidad muchas empresas aún son administradas desde esta perspectiva donde el dueño tiene control total, y los integrantes carecen de la habilidad, conocimiento y capacitación para actuar de manera efectiva, más sin embargo el desempeño de estas empresas llega a ser efectivo, pero con la correcta dirección puede mejorar de manera considerable. Si bien una empresa es una organización, esta posee una serie de características muy particulares que la diferencian de otras organizaciones sociales, al respecto Chiavenato (2001) menciona las siguientes ideas: 1. Están orientadas a obtener ganancias. 2. Asumen riesgos. 3. Son dirigidas por una filosofía de negocios. 4. Se evalúan generalmente desde un punto de vista contable. 5. Deben ser reconocidas como negocios por las demás organizaciones y por las agencias gubernamentales. 6. Constituyen propiedad privada, que debe ser controlada y administrada por sus propietarios, accionistas o administradores profesionales.
Chiavenato (2001), hace mención sobre los objetivos naturales de una empresa, partiendo de lo establecido por Marvin Kohn, estos objetivos con: 1. La satisfacción en cuanto a bienes y servicios que requiere la sociedad. 2. Que los factores que intervienen en el proceso productivo se les proporcione empleo. 3. Generar el bienestar de la sociedad a través del uso de los factores de producción. 129
Capítulo IV
4. Proporcionar el retorno debido a los factores que intervienen a la entrada. 5. Establecer un ambiente donde las personas puedan satisfacer las necesidades humanas básicas.
Las empresas como se ha presentado, es una unidad en la cual las personas trabajan de manera coordinada para lograr operar de una manera eficaz y eficiente a través de los recursos con los que se cuenta. Pero esta labor es bastante compleja, y jamás podría ser lograda con éxito sin el apoyo de una vital herramienta con lo es la administración. Las empresas, una vez que han planteado la forma en la cual estarán trabajando para lograr sus objetivos, deberán establecer las acciones a través de las cuales será posible conseguir el logro de cada uno de ellos a través del uso de estrategias. De manera muy simple la estrategia es un “enfoque general de las acciones que se ejecutaran para alcanzar los objetivos” (Benavides, 2007, p. 64). Una estrategia consiste en establecer un plan de acción, a través del cual los recursos son asignados de una forma óptima, de manera tal que quien la emplea consiga una ventaja sobre los competidores y además sea posible obtener el logro de objetivos de una forma segura. Desde el punto de vista de las empresas, la estrategia “consiste en la medidas competitivas y los planteamientos comerciales con que los administradores compiten de manera fructífera, mejoran el desempeño y hacen crecer el negocio” (Thompson y Gamble, 2012, p. 4). Es a través de la estrategia, que las empresas son capaces de lograr una ventaja competitiva, sobre las demás empresas presenten en los mercados, pues en la actualidad uno de los efectos de la globalización ha sido que el mundo 130
Capítulo IV
en el cual compiten las empresas cambie de una forma acelerada, aunado al hecho de que las nuevas tecnologías de la información si bien han sido un gran beneficio, también provocaron que las empresas estén bajo un constante proceso de evolución, en el cual la innovación es básica y todo esto es posible con el adecuado establecimiento de estrategias empresariales. “La estrategia tiene que ver con competir de manera diferente: hacer lo que los competidores no hacen o, mejor, hacer lo que no pueden hacer. Toda estrategia necesita un elemento distintivo que atraiga a los clientes y genere una ventaja competitiva” (Thompson y Gamble, 2012, p. 5). Diferentes empresas han ideado y utilizado diferentes estrategias a fin de conseguir una ventaja sobre los competidores. Benavides (2007) considera que en base a la actuación de los administradores existen dos tipos de estrategias: 1. Las estrategias políticas: son estrategias basadas en el ganar-perder, la cual ocasiona un desgaste general en toda la organización además de que resulta ser ineficiente. 2. Las estrategias proactivas: consiste básicamente en ganar-ganar, donde las empresas tienen un amplio sentido de negociación, busca la optimización de los recursos de la organización.
Por otra parte Wheelen y Hunger (2013) mencionan que de manera general las empresas utilizan tres tipos de estrategias: 1. Estrategia corporativa. Parte de la gerencia general, en cuanto a la gestión del negocio y los productos. 2. Estrategia de negocios. Está enfocada en el mejoramiento de la posición competitiva de productos o servicios. Esta a su vez pueden ser competitivas y cooperativas. 131
Capítulo IV
3. Estrategia funcional. Este enfoque es utilizado para lograr los objetivos de la empresa por medio de la mejora en la productividad de los recursos.
Diferentes autores han establecido diferentes tipologías estratégicas, que permiten explicar cómo es que las empresas actúan a fin de competir en los mercados, han buscado exponer como las empresas utilizan y enfocan sus recursos para lograr sus objetivos. Una de las tipologías que ha tomado gran relevancia desde que fue expuesta, es la tipología de Miles y Snow, ya que logran establecer una relación entre el tipo de estrategia que sigue una empresa y como es que dirigen la estrategia tanto internamente como externamente. En 1978, Miles y Snow propusieron un modelo muy completo a través del cual se describe como las empresas se adaptan al entorno cambiante siguiendo diferentes orientaciones estratégicas, clasificadas en exploradora, analizadora, defensiva y reactiva.“ Considera la estrategia como un marco de decisiones y acciones, que se dirigirían a mantener, por un lado, el coalineamiento de la organización con el entorno, y por el otro lado, sus principales interdependencias internas” (Zornoza, Simón & Marqués, 2007, p. 166). Miles y Snow parten de las siguientes premisas para su estudio: 1) Las empresas de éxito desarrollan un enfoque sistemático e identificable de adaptación a su medio ambiente, es decir, dan respuesta al ciclo adaptativo adoptando un medio de comportamiento determinado; 2) En cada sector se pueden identificar cuatro orientaciones estratégicas, de modo que las empresas se clasifiquen en defensivas, exploradoras, analizadoras y reactivas; 132
Capítulo IV
3) Cualquier orientación –defensiva, exploradora o analizadora- puede conducir a un buen resultado empresarial. La reactiva, dada su falta de consistencia, tendrá menores desempeños que las otras tres. (Anderson, 2008, pp. 23-24).
El modelo plantea que a fin de lograr que toda organización se acople con el entorno externo organizacional y manejar las interdependencias del entorno interno, debe existir una correcta administración de las estrategias. El objetivo es “lograr la compaginación de la visión y misión de la corporación de negocios, con las oportunidades y amenazas que le presenta el entorno” (Sicard, 2010, p. 170). Según Miles, Snow, Meyer, y Coleman (1978), el éxito de la organización dependerá de forma inicial de los directivos y las decisiones que tomen por los problemas que se presentan en el entorno y que influyen en la estrategia de la organización, para lo cual idearon un modelo que considera estos problemas, llamado el ciclo adaptativo, en el cual se menciona que la conducta de las empresas esta solo parcialmente condicionada por el medio ambiente, y que finalmente las decisiones de los altos directivos son las que determinan la estructura organizacional y los procesos. Estos problemas son: “1) problema empresarial (elección de productos o mercados y métodos para competir); 2) problema de ingeniería (tecnologías usadas); 3) problema administrativo (elección de estructuras organizacionales y procesos para alinear la organización con su entorno)” (Miles, et al., 1978). Estos autores buscan explicar que las organizaciones, son influenciadas por diferentes factores que se encuentran a su alrededor, y dichos factores influyen en como las organizaciones responderán de forma sistemática ante las amenazas del ambiente. 133
Capítulo IV
También se puede mencionar que añadieron esta dimensión dinámica describiendo como las organizaciones se mueven en el ciclo enfrentando y resolviendo estos problemas empresarial, de tecnología y administrativo (Fjelstad, Miles, Snow y Lettl, 2012). Los cuatro tipos de empresas que Miles & Snow identifican en base a las estrategias que adoptan las empresas para competir en el entorno se describen a continuación. Defensiva: “Corresponde a una empresa con un estrecho campo de producto-mercado; la alta dirección, experta en un área determinada, no busca nuevas oportunidades fuera de su negocio; apenas requiere ajustes en tecnología o métodos de operación, dedicada la mayor parte de su tiempo a mejorar la eficiencia” (Aragón, 1996, p. 48). Este tipo de empresas, compiten en un mercado específico en el cual son expertas, se encuentran es un estado de confort, donde aparentemente todo es estable, les permite ser eficientes y llevar a cabo una reducción de los costos. Son corporaciones cuyos directivos buscan crear o mantener un entorno en el cual ser una empresa estable es una forma óptima de organización. Los directivos de las empresas defensivas “solucionan problemas de la iniciativa emprendedora intentado labrar en piedra un estrecho nicho de mercado para la organización de negocios, dedicándose a un limitado grupo de productos servicios exclusivos de ese nicho” (Sicard, 2010, p. 172). En cuanto a los problemas de ingeniería se enfocan en aquellas técnicas de producción y distribución tradicionales pero eficientes. Los tipos defensivos tienden a actuar de manera burocrática y rígida permitiendo un control estricto y eficiente del sistema. 134
Capítulo IV
“Ofrecen un conjunto relativamente estable de productos para un mercado relativamente estable. No están interesadas en las modificaciones sino que se concentra en la mejora continua del trabajo dentro de su campo de actuación” (García, 2008, p. 22). Las características de las empresas defensivas son las siguientes: A. Son organizaciones conservadoras que se inclinan por los riesgos moderados y actúan en un limitado dominio de producto y de mercado. No tienden a buscar nuevas oportunidades fuera de su dominio. Eligiendo estrategias de concentración o enfoque que les permitan destacar en el segmento de mercado seleccionado. B. Los altos directivos son personas con gran experiencia dentro de un área limitada en la que la empresa decide operar. C. La mayor parte de los recursos financieros y esfuerzos de los directivos, se destinan a la búsqueda de eficiencia a nivel de producción y distribución de bienes y servicios. La eficiencia tecnológica es la fuente de éxito de la empresa. D. No requieren grandes ajustes en su tecnología, estructura y procesos, ya que se orientan internamente y enfatizan la reducción de costos. E. Planifican de manera intensiva, centrándose en la solución de problemas actuales que en la detección de problemas futuros. F. Su estructura destaca por el control de operaciones de manera centralizada y por tipo de funciones. (López, 2001, p. 68).
Prospectivas: También llamadas exploradoras, son aquellas empresas que “buscan continuamente nuevas oportunidades y experimentan con tendencias emergentes; creadoras de cambio e incertidumbre en la industria; su obsesión por la innovación las hace no del todo eficientes” (Aragón, 1996, p. 48). Este tipo de 135
Capítulo IV
empresas están en continuo movimiento buscando nuevas oportunidades para crear productos o competir en mercados diferentes, como se menciona, están bajo un proceso de innovación constante buscando oportunidades de crecimiento. Este tipo de empresas son las que generan cambios significativos y responden rápidamente ante los cambios del entorno, pues disponen de tecnologías y un estilo de dirección flexible. Los directivos de empresas prospectivas se preocupan por la creación y mantenimiento para la corporación de negocios, de un entorno dinámico y cambios constantes. El problema de ingeniería requiere un alto compromiso con los cambios en quipo tecnológico implicando altos costos. El problema administrativo de este tipo de empresa es “la búsqueda, selección, contratación y mantenimiento del talento humano” (Sicard, 2010, 173). Estas empresas “suelen realizar cambios y mejoras en los productos y mercados con relativa frecuencia, tratando de ser las primeras en desarrollar nuevos productos o servicios, con el riego de que la innovación no tenga éxito” (García, 2008, p. 21). Las empresas prospectivas o exploradoras se caracterizan por los siguientes aspectos: A. Se caracterizan por ser innovadoras. Experimentan responder a las tendencias emergentes en el entorno, les distingue su predilección por las estrategias que conllevan un riego elevado, dado que se mantienen en una continua búsqueda de oportunidades de nuevos productos y mercados. B. Son generadoras de cambios e incertidumbres a los que sus competidores deben responder. Se esfuerzan por manipular el terreno competitivo a su favor. Para estas empresas es más importante el hecho de mantener su reputación de innovadores en producto y descubrir nuevos mercados, que una alta rentabilidad. 136
Capítulo IV
C. Tienen una naturaleza dinámica que exige que sus procesos tecnológicos sean flexibles provocando una ineficiencia en la reducción de costes. D. La planeación suele ser amplia, orientada a encontrar problemas y contingencias provenientes del proceso que desencadena su acción experimental. G. La tecnología es desarrollada de la agudeza del recurso humano. Su estructura destaca por ser descentralizada, tendiendo a trabajar en unidades o por proyecto. (López, 2001, p. 69).
Analizadoras: Son aquellas que “operan en dos tipos de domino, el estable y el cambiante; en los entornos estables, las organizaciones operan rutinaria y eficazmente a través de estructuras y procesos formalizados; en entornos turbulentos la dirección vigila estrechamente a los competidores para adoptar rápidamente las ideas que parezcan más prometedoras” (Aragón, 1996, pp. 48-49). Esta estrategia es un tipo hibrido, al abarcar características de las empresas defensoras y prospectivas ya que tienden a adaptarse al entorno en el cual se desarrollan. Estas empresas actúan en base a procesos formalizados y estructurados. Una empresa analizadora sigue a aquellas organizaciones más innovadoras, buscando tomar sus mejores ideas y adaptarlas a sus necesidades. Las empresas analizadoras “mantienen una base relativamente estable de productos y mercados, mientras que al mismo tiempo desarrolla de forma selectiva nuevos productos y mercados, tratando de imitar a las empresas que ya los desarrollaron” (García, 2008, p. 22). El problema en cuanto a la iniciativa emprendedora lo resuelve “tratando de buscar y tomar ventaja de los nuevos productos, servicios y mercados, al mismo tiempo que sigue man137
Capítulo IV
teniendo una importante parte de sus productos, servicios y mercados tradicionales” (Sicard, 2010, p. 173). En cuanto al problema de ingeniería, resulta complicado abordarlo, pues la tecnología tradicional exige una estabilidad, pero la tecnología se mantiene constante, por lo que es necesario ser flexible en cuanto a la inversión de capital. Los problemas administrativos son solucionados “equilibrando la estabilidad para el personal del producto y/o servicio tradicional, con las características opuestas del personal necesario para la dinámica de nuevos procesos, tecnologías de producción y ventas” (Sicard, 2010, p. 173). Las características que presentan las empresas analizadores se describen a continuación: A. Son organizaciones que analizan el riesgo de asumir en la búsqueda de la maximización de sus beneficios. Procuran desarrollar nuevos productos y responder a las oportunidades de mercado a la vez que se ocupan de mantener su base estable de productos y clientes. B. En entornos estables operan de forma rutinaria y eficiente, mientras que en entornos turbulentos son seguidores de los competidores más innovadores buscando nuevas ideas y adoptando aquellas que les parecen prometedoras. C. La planificación es intensiva y exhaustiva. Orientada a mantener la estabilidad y a afrontar nuevas condiciones del mercado. D. Su estructura es de tipo matricial, combina divisiones por áreas funcionales y por grupos de productos. (López, 2001, p. 70).
Reactivas: En éstas “la alta dirección percibe frecuentemente el cambio y la incertidumbre en su entorno, pero son incapaces de responder eficazmente; carecen de una relación consistente de estrategia-estructura; únicamente hace algún tipo de ajuste, forzada por las presiones del entorno” (Aragón, 1996, p. 49). Las 138
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empresas reactivas carecen de una orientación estratégica consistente y clara, no reaccionan ante los cambios del entorno. “No cuentan con un área de producto-mercado duradera y estable. Normalmente actúa de manera forzada por las presiones del entorno y la competencia” (García, 2008, p. 22). Las empresas reactivas presentan las siguientes características. A. Actúan de manera inconsciente e inestable. A pesar de que sus directivos perciben frecuentemente los cambios y la incertidumbre que ocurren en el entorno que les rodea, estas son incapaces de responder efectivamente. Carecen de una relación consistente entre su estrategia y estructura. Dicha inconsistencia se origina al menos por tres causas a sabes, a) la alta dirección falla en el intento de establecer una estrategia viable para la organización: b) la estrategia es bien formulada pero no se establece un enlace apropiado entre la tecnología, la estructura y los procesos de la organización; y c) la dirección se apega a un acoplamiento determinado entre la estructura y la estrategia aunque este no sea el apropiado para afrontar las condiciones del entorno. B. Rara vez este tipo de empresa realiza ajustes requeridos entre su estrategia y su estructura a menos que se vea realmente forzada por la presión del entorno. (López, 2001, pp. 70-71)
Miles & Snow afirman que la tipología reactiva ocurre por las siguientes causas: 1. Los directivos pueden haber fallado en articular claramente la estrategia de la Organización. 2. Puede que no hayan formado una estructura orgánica, ni establecido los procesos para llevar a cabo una estrategia definida. 3. Puede que tengan una tendencia a mantener las relaciones rutinarias entre la estrategia y la estructura, sin tener en cuenta los cambios en las condiciones del entorno (Sicard, 2010, p. 174). 139
Capítulo IV
Las empresas que caen dentro de las tipologías defensivas, analizadoras y prospectivas tienen estrategias viables, pero las reactivas no, como lo señalan Hickson y Pugh (2007), son inestables y fallan en la generación y mantenimiento de estas estrategias. Como resultado de esto, cambian y reaccionan de manera tardía e ineficiente, y su desempeño es mediocre. La tipología de Miles y Snow, se adapta a los negocios debido a que más allá de describir las orientaciones estratégicas, también describe sus estructuras, los procesos y las prácticas en cuanto a recursos humanos. La tipología ve a las organizaciones como un sistema complejo el cual tiene una interacción dinámica con el entorno. Se presentan variaciones en cuanto a la forma en que influyen los tipos de estrategias, la primera se origina por el grado de innovaciones que se implementan y la segunda es debida a la influencia de la tecnología respecto a los demás competidores. Las estrategias de Miles y Snow tienden a identificar a las empresas localizadas en cualquier tipo de sector, las empresas que siguen las estrategias exploradora, analizadora o defensiva tienen iguales probabilidades de obtener un alto rendimiento. Las organizaciones aprenden, adquieren y crean conocimiento que ayuda al proceso de adaptación y supervivencia, pero este conocimiento se ve afectado por las barreras del aprendizaje organizacional, mismas que afectan a su vez la manera en la cual las empresas elijen y aplican sus estrategias. Las incapacidades o barreras del aprendizaje tienen su origen a partir de un objeto de estudio muy amplio, al cual se le ha prestado atención los últimos años dentro de la administración, el aprendizaje organizacional. 140
Capítulo IV
Antes de mostrar el fundamento teórico relativo a las barreras del aprendizaje, se explica primeramente el origen del mismo. El aprendizaje organizacional “es un proceso basado en el aprendizaje individual, a través del cual una entidad, ya sea pública o privada, grande o pequeña, adquiere o crea conocimiento, con el propósito de adaptarse a las condiciones cambiantes de su entorno o transformándolo, según sea su nivel de desarrollo” (Castañeda y Fernández, 2007, citado por Castañeda, 2015, p. 63). También se dice que “el aprendizaje organizacional es un proceso para mejorar las acciones organizacionales a través de la adquisición y desarrollo de nuevos conceptos y capacidades” (Fiol y Lyles, 1985, citado por Arbaiza, 2002, p. 38). El aprendizaje organizacional es un proceso del cual las organizaciones hacen uso para ser más competitivas, adaptarse al medio ambiente que cambia de forma acelerada debido al proceso de globalización y a las tecnologías de la información que además de ayudar a la globalización han sido de gran ayuda para el aprendizaje organizacional y la gestión de este conocimiento. Ahora bien, el proceso del aprendizaje organizacional no se desarrolla de manera eficiente ya que existen deficiencias en toda organización en cuanto al conocimiento administrativo, por parte de los niveles gerenciales quienes son incapaces de llevar a cabo una adecuada gestión, y la ventaja competitiva del aprendizaje organizacional es desaprovechada. Diferentes autores quienes han estudiado el aprendizaje organizacional, han encontrado defectos en el proceso, a los cuales se le ha denominado barreas del aprendizaje organizacional, que son “condiciones que dificultan u obstaculizan el aprendizaje en el ámbito de la organización” (Pérez y Cortés, 2007, p. 268). 141
Capítulo IV
La siguiente clasificación, respecto a las incapacidades del aprendizaje organizacional, es la que establece Arthur K. Yeung, la cual será la base para llevar a cabo el estudio. Yeung, menciona que existen siete incapacidades para aprender, presentes en las organizaciones, las cuales se derivan en dos grupos, cuatro incapacidades que afectan la generación de ideas y tres que afectan la generalización de las mismas. La ceguera es la primer incapacidad que afecta la generación, es la “incapacidad para percibir, en forma exacta, el ambiente de la organización, por ejemplo a causa de procesos incorrecto para la búsqueda” (Yeung, Ulrich, Nason & Von Glinow, 2000, p. 60). La situación que se presenta en el entorno cambiante, a través de la ceguera impide que las organizaciones detecten las amenazas o nuevas oportunidades para competir. Las empresas a su vez es incapaz de diseñar o competir en nuevos mercados. La segunda incapacidad es las candidez, la cual “se presenta cuando, ante situaciones complejas, se aplica la simple heurística o las reglas de cajón, sin un análisis cuidadoso” (Yeung et al., 2000, p. 60). Se presenta cuando hay deficiencias en el análisis de las situaciones y la generación de soluciones posibles, las organizaciones optan por utilizar soluciones fáciles ante problemas difíciles. Se es incapaz para medir fallas los niveles de desempeño y por tanto es imposible establecer un plan para su solución. La homogeneidad tiene una relación con la candidez, la diferencia radica en que la homogeneidad “se refiere a las perspectivas y a la información existente en la empresa, pero no indica si la información se analiza debidamente, se refiere a la cantidad y variedad de la información” (Yeung et al., 2000, p. 60). En esta incapacidad solo se considera el punto de vista del dueño o gerente de la empresa, no se toma en cuenta a los demás indivi142
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duos, entre más puntos de vista y soluciones sean presentadas, mayor será el aprendizaje. No existe una variedad en las habilidades, además de que las personas no tienen acceso a toda la información con que cuenta la organización. El acoplamiento estrecho, las empresas en las que se presenta esta incapacidad, sus “departamentos y subunidades están controladas de forma estrecha y no existen grandes diferencias entre las políticas y procedimientos de las diversas unidades” (Yeung et al., 2000, p. 61). Esta situación se debe a la presencia de estructuras rígidas y toma de decisiones muy limitada. El exceso de coordinación y control por parte de la administración, provocan ineficiencia en las perspectivas que le importan a la organización. Las siguientes incapacidades son aquellas que frenan la generalización, la primera de ellas es la parálisis, es “la incapacidad para poner en práctica medidas procedimientos nuevos” (Yeung et al., 2000, p. 127). Las empresas se aferran al método y forma de hacer las cosas que siempre de la misma manera, aun después de que deja se ser funcional. La organización invierte mucho tiempo para analizad los problemas y cuando están listos para aplicar ideas ya es demasiado tarde. El aprendizaje de las supersticiones consiste en “la incapacidad para interpretar correctamente el significado de la experiencia” (Yeung et al., 2000, p. 127). Las empresas no guardan relación entre la situación real del desempeño y los resultados realmente obtenidos, y las medidas que se toman no tienen una influencia significativa sobre el desempeño. En el aprendizaje de supersticiones las empresas “además de culpar a terceras personas de lo malo que ocurre en el negocio, difundiendo ideas equivocadas de la situación. 143
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La séptima incapacidad es la difusión deficiente, “se presenta cuando una persona o unidad de la organización aprenden, pero jamás lo contagian a otras partes de las empresa (Yeung et al., 2000, p. 63). En esta incapacidad las personas aprenden cosas nuevas, pero no las difunden a los demás individuos y/o áreas de la empresa y como consecuencia no se da el aprendizaje en grupo.
3. Metodología. El presente estudio tiene un enfoque cuantitativo, el cual, “utiliza la recolección de datos para probar hipótesis con base en la medición numérica y el análisis estadístico, con el fin de establecer pautas de comportamiento y probar teorías” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 4). Es descriptivo, es decir “busca especificar propiedades y características importantes de cualquier fenómeno que se analiza. Describe tendencias de un grupo o población” (Hernández et al., 2014, p. 92). También es transversal, porque la información obtenida está limitada a un momento único en el tiempo, y es del tipo no experimental, ya que “se realiza si la manipulación deliberada de variables y en los que sólo se observan los fenómenos en su ambiente natural para analizarlos” (Hernández et al., 2014, p. 152). Por lo que el estudio fue ex post facto, término latino que indica después de lo ocurrido, posterior a los hechos, “se encuentra con los efectos de algo que está sucediendo (variable dependiente) y a partir de estos efectos, se investiga las posibles causas que ya sucedieron” (Labarca, 2001, p. 51). El instrumento que se aplicó en la presente investigación consta de treinta y ocho reactivos, de los cuales cuatro analizan 144
Capítulo IV
el tipo de estrategia utilizada por las empresas y los restantes 34 reactivos se enfocan en estudiar las incapacidades del aprendizaje, con una escala tipo Likert de cinco opciones, gradualmente ascendiendo de la siguiente forma: “nada importante, muy poco, poco, algo, muy importante”. Para determinar la muestra de estudio, se tomó en cuenta el número de unidades de negocios reportados en el SIEM 2015 y, al total se aplicó el programa Stats2.0, para determinar la muestra poblacional, con un nivel de confianza del 95%, de una población de 6,054 Mipyme se obtuvo una muestra de 362. Se trabajó con una prueba piloto de 20 encuestas y se les aplicó el cuestionario, se obtuvo realimentación para ver si no había algún tipo de dificultad para entender los conceptos del cuestionario, esto nos permitió hacer algunos ajustes en la redacción de las preguntas, luego procedimos a la recolección de la información. Una vez obtenido todos los datos, se trabajaron en el programa estadístico SPSS versión 20.0, y se calculó la confiabilidad del instrumento por medio de la prueba Alfa de Cronbach, cuyo resultado se pueden apreciar en la tabla 5. El valor del Alfa se clasifica de acuerdo a lo siguiente: por debajo de 0.60 es mediocre, de 0.60 a 0.65 es indeseable, de 0.65 a 0.70 es aceptable, de 0.70 a 0.80 es respetable y de 0.80 a 0.90 es muy buena para explicar las variables utilizadas en el cuestionario, de acuerdo con BarrazaMacías (2008), citado por Gómez (2008).Es necesario destacar que esta prueba se corrió para cada dimensión, (incapacidades y estilos) siendo cada una de éstas integrada por varias variables.
145
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Tabla 5: Confiabilidad del Instrumento de medición. Alfa de Cronbach
Valor obtenido
Prueba piloto Miles & Snow
0.849
Prueba piloto Incapacidades de Aprendizaje
8.857
Fuente: elaboración propia.
4. Resultados. Para dar respuesta, a la pregunta de investigación sobre cuál de las estrategias propuestas por Miles & Snow es la que se utiliza con mayor frecuencia en las empresa bajo estudio, la tabla 6 muestra que la estrategia analizadora es la que con preponderancia se utiliza, seguida por la prospectiva y luego por la defensiva, presentando la calificación más baja con mucho la estrategia reactiva. Tabla 6. Resultados de frecuencia de la Tipología estratégica de Miles & Snow. Estrategia Utilizada
Frecuencia
Intensidad
Prospectiva
112
31%
Analizadora
130
36%
Defensiva
105
29%
Reactiva
15
4%
362
Fuente: Elaboración propia.
En la tabla se observa que es la estrategia de una empresa analizadora es se presenta en 130 de las 362 empresas encuestadas, lo cual representa un 36% del total de datos de la muestra, y 146
Capítulo IV
también es muy notorio la frecuencia tan baja que se presenta en una empresa que sigue una estrategia reactiva, con apenas un 4% de los datos de la muestra. Para dar respuesta a la pregunta de investigación e hipótesis propuesta, referente a la incapacidad de aprendizaje organizacional que se presenta con mayor frecuencia en la Mipyme de Durango, al respecto la tabla 7 muestra los resultados obtenidos referentes. Tabla 7. Frecuencias y promedios de los indicadores evaluados para las incapacidades de aprendizaje. Tipo
Frecuencia
Intensidad
Ceguera Candidez Homogeneidad Acoplamiento estrecho Parálisis Aprendizaje de supersticiones Difusión deficiente
183
51%
41
11%
25
7%
17
5%
32
9%
25
7%
39
11%
362
Fuente: elaboración propia.
Los resultados nos permiten observar que de los siete tipos de incapacidades de aprendizaje los que se presentan en la Mipyme de Durango son la ceguera y la candidez aunque en menor cantidad. La ceguera es la que aparece con mayor frecuencia, con 183 del total de datos, lo que representa un 51% de los datos de la muestra, seguido por la incapacidad de candidez con 41 del total de las empresas lo que representa un 11%, a pesar de aparecer como segunda incapacidad con mayor presencia su 147
Capítulo IV
porcentaje es muy bajo en comparación con la ceguera. De los datos obtenidos es la ceguera, en el caso de las incapacidades de aprendizaje, y la estrategia analizadora, en el caso de las estrategias, a los que corresponde el mayor promedio y la mayor frecuencia de las empresas estudiadas, sin embargo, es importante verificar si existen diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Por tal cuestión se aplicó un análisis de la varianza con una prueba F, misma que de acuerdo con Lind, Marchal y Wathen (2005) como citado Gómez (2008), se utiliza con el fin de probar si dos muestras provienen de poblaciones que tienen varianzas iguales (la cual se considera hipótesis nula). El análisis consideró un nivel de confianza de 95%, mostrándose los resultados en la Tabla 13 para las incapacidades del aprendizaje y la tabla 14 para las estrategias de Miles & Snow. Se muestra el análisis de la varianza –ANOVA de un factor– que permite confirmar que en los grupos tanto de incapacidades como de estrategias competitivas, se observa una diferenciación estadísticamente significativa. Se aplicó el análisis a los dos grupos de variables por separado, (a las estrategias de aprendizaje (cuatro) o a las incapacidades de aprendizaje (siete)). La agrupación de estas variables se basa en la literatura, especialmente en los trabajos de Yeung et al., (2000).
148
Capítulo IV
Tabla 8. ANOVA de Incapacidades del aprendizaje. Suma de cuadrados Ceguera
Candidez
Homogeneidad
Acoplamiento estrecho Parálisis
Aprendizaje de supersticiones Difusión deficiente
Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total
gl
148.120 71.863 219.983 148.746 42.269 191.014 216.637 35.747 252.384 211.498 32.554 244.052 162.466 31.035 193.501 364.875 63.796 428.671 154.152 31.160 185.312
Media cuadrática 174 187 361 174 187 361 174 187 361 174 187 361 174 187 361 174 187 361 174 187 361
F
Sig.
.851 .384
2.215
.000
.855 .226
3.782
.000
1.245 .191
6.513
.000
1.216 .174
6.982
.000
.934 .166
5.626
.000
2.097 .341
6.147
.000
.886 .167
5.317
.000
Fuente: elaboración propia.
Tabla 9. ANOVA de Estrategias de Miles & Snow. Suma de cuadrados
Prospectiva
Analizadora
Defensiva
Reactiva
Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total Inter-grupos Intra-grupos Total
149.100 71.863 220.000 148.746 42.269 191.020 216.640 35.750 252.384 211.500 32.604 244.102
Fuente: elaboración propia. 149
gl
164 187 361 174 187 361 174 190 362 174 187 361
Media cuadrática
F
Sig.
.860 .384
2.220
.000
.860 .230
3.812
.000
1.251 .191
6.520
.000
1.231 .174
7.210
.000
Capítulo IV
5. Conclusiones. Una vez obtenidos los resultados, así como el análisis de los mismos, para dar respuesta a la pregunta de investigación ¿Cuál es la estrategia de Miles & Snow predominante en las Mipyme de Durango Capital?, nuestra hipótesis plantea que es la estrategia Reactiva la predominante en las Mipyme de Durango Capital. Esta hipótesis es planteada en base a lo que la teoría nos establece, pues en su ciclo operativo las empresas van evolucionando en cuanto al tipo de estrategia que utilizan comenzando por una estrategia reactiva, más sin embargo los resultados nos arrojan que las empresas analizadas están siguiendo una estrategia analizadora, con el 36%, muy por debajo se encuentra con un 31% la estrategia prospectiva, pero es la estrategia reactiva que se plantea en la hipótesis se presenta en un nivel muy bajo con apenas un 4% del total de la muestra, con tan solo 15 empresas de las 362. Lo cual es de sorprender, porque conforme a la teoría existente se planteó la hipótesis de trabajo del presente estudio, que definía a la estrategia reactiva como la mayor uso en este tipo de empresas, sin embargo los resultados son contrastantes y encontramos a la empresa analizadora, esto habla de una generación de empresarios, que no se dejan llevar en principio por lo primero que encuentran, sino que se detienen a pensar que es lo que mejor conviene para la operación del negocio, el resultado es significativo pues con una frecuencia de 130 empresas de 362 analizadas, esto representa el 36% de la muestra. 150
Capítulo IV
Adicionalmente se encontró que en las empresas estudiadas, la edad mínima va de menos de un año hasta 73 años. Sin embargo la edad promedio de las empresas nos arroja 13 años de operación, por lo que varias de las empresas ya han superado la barrera de los 5 años, de la cual, según el estudio de permanecía empresarial de 2005, de 3 empresas que sobreviven después de un año solo 40% superan esta barrera. Un porcentaje considerable de las Mipymes que se localizan en Durango capital, ya ha superado la barrera de los cinco años, las edad promedio que se encuentran en los resultados nos dice que las empresas se encuentran en un nivel de madurez significativo, han dejado atrás esa idea de seguir una corazonada y tratar de sobrevivir a los cambios drásticos del mercado tan competitivo en el cual se desarrollan hoy en día. Las Mipymes que compiten en Durango capital en su mayoría ya son capaces de analizar a la competencia, el mercado en el cual se desarrollan, así como elegir y dominar los productos y servicios que ofrecen a sus clientes y actuar con cautela para seguir siendo competitivas sin dejar de lado los logros que ya han alcanzado. Para dar respuesta a la pregunta de investigación sobre ¿Cuál es la incapacidad organizacional predominante en las Mipyme de Durango Capital? y a la hipótesis que establece que la incapacidad organizacional de ceguera es predominante en las Mipyme de Durango Capital, en base a los resultados obtuvimos podemos establecer lo siguiente. En cuanto a las incapacidades del aprendizaje, podemos afirmar que es la ceguera la incapacidad que dentro del ciclo de evolución de las empresas es aquella que se presenta en primer instancia en las mismas y la hipótesis se estructuro en base a lo 151
Capítulo IV
que la teoría nos plantea, los resultados nos muestran que esto se cumple, pues es la incapacidad de ceguera la que con mayor frecuencia se presenta en las Mipymes de Durango capital. Los resultados son contundentes pues de las 362 empresas que conforman la muestra, 183 de ellas (el 51%) muestran que la incapacidad de aprendizaje a la que se enfrentan con frecuencia las empresas es la ceguera y justo por debajo esta la incapacidad de candidez con 41 de las empresas encuestadas. Al respecto podemos afirmar que es la ceguera, la incapacidad que se estableció para la hipótesis, estructurada en base a la teoría, y se cumple de manera rotunda, esta incapacidad de aprendizaje se presenta con mayor frecuencia en las Mipymes de Durango capital, mostrando como se mencionaba, un 51% del total. Ahora bien, ¿en qué consiste el que una empresa sufra de ceguera? La ceguera es la primera incapacidad que llega a presentarse y también forma parte de las cuatro incapacidades que entorpecen la generación de ideas. La ceguera provoca en las empresas incapacidad de percibir las amenazas que el entorno les presenta así como las oportunidades que se llegan a presentar en el mismo, y por tanto dejar atrás situaciones que pudieron llegar a favorecer a la empresa. Con la presencia de esta incapacidad, a una empresa le es imposible diseñar nuevos productos o servicios y por tanto competir en mercados diferentes. La candidez es otra de las incapacidades con una frecuencia a considerar, pues afecta la generación de las ideas. La candidez dentro de una empresa, se ve reflejada cuando existen problemas al analizar las diferentes situaciones que se presentan en el entorno y son incapaces de generar soluciones adecuadas ante los problemas que se llegan a presentar. 152
Capítulo IV
En la candidez, una vez que se presenta un problema se utilizan reglas simples para su solución, por tanto la organización implementa soluciones simples para resolver problemas complejos que solo entorpecen más la situación en la empresa. Es importante considerar la incapacidad de difusión deficiente, que aparece apenas muy por debajo de la candidez con un 11% de los datos. Esta incapacidad afecta a la generalización de las ideas, la difusión deficiente nos dice que en las empresas se generan soluciones o ideas que pueden beneficiar a las organizaciones pero no se trasmiten a las otras áreas de la empresa. Las personas aprenden pero los demás individuos no adquieren este conocimiento y el aprendizaje grupal no se lleva a cabo. La ceguera, así como también la candidez y la difusión deficiente en menor frecuencia son las incapacidades que con mayor frecuencia afectan a las Mipymes de Durango capital, están provocando que las empresas no puedan realizar una análisis adecuado del entorno en el cual se encuentran por tanto, grandes oportunidades competitivas se les escapan de las manos. Así también, en sus labores continuas enfrentan diferentes problemáticas ya sean externas e internas, pero la incapacidad de ceguera provoca que no puedan realizar una evaluación adecuada de los problemas que el entorno está generando por lo que las nuevas oportunidades que pudieran generan una gran diferencia para ser más competitivos se les escapan de las manos, aun y cuando estas oportunidades sean intermitentes y fáciles de percibir. La presencia de incapacidades afecta diferentes aspectos que conforman a una empresa, ente ellas las incapacidades la estrategia analizadora es la que tiene una mayor presencia en las Mipymes de Durango capital. Los resultados son interesantes 153
Capítulo IV
pues el 36% de la empresas basa sus estrategias llevando a cabo un análisis del entorno que les permita ser competitivas y generar cambios que las beneficien, sin embargo un porcentaje elevado está sufriendo de ceguera, estas empresas están en una lucha por ser competitivas siguiendo una estrategia analizadora, pero al mismo tiempo la ceguera les impide llevar a cabo un análisis adecuado del entorno y generar nuevas oportunidades competitivas que generen beneficios, más aun otro gran porcentaje sufre de candidez lo que impide que estas analicen de forma adecuada el entorno y generen soluciones adecuadas a los problemas que se presentan. La presencia de la difusión deficiente en menor cantidad nos dice que, algunas empresas encuentran soluciones o generan ideas que beneficien a la organización pero no cuentas con la capacidad de transmitir estas ideas a los demás empleados en la empresa, en cierta forma es como si esta idea jamás se generara, pues no ayuda a la empresa si se queda en unos cuantos empleados. En este momento se presenta una situación muy peculiar, la gran mayoría de las empresas ya paso la barrera de los 5 años y están buscando competir en los mercado llevando a cabo una análisis minucioso de los mismos, pero la gran mayoría tiene serios problemas internos, la ceguera las está afectando seriamente y la gran mayoría no ha notado la presencia de esta problemática dentro de sus empresas. De las empresas que conformaron la muestra, una gran parte está en una lucha constante por ser competitivas, pero los problemas que se presentan lo único que están provocando es que las empresas viven al día, no son capaces de enfrentar los problemas y analizar el entorno de tal manera que puedan sobresalir de entre los competidores. Con el tiempo esto provoca154
Capítulo IV
ra que inevitablemente cierren operaciones por no percatar que se tienen problemas internos, los cuales deben ser resueltos de manera inmediata, pues no están llevando a cabo un plan estratégico adecuado o siguiendo estrategias efectivas que les permitan sobrevivir ante los cambios acelerados que el entorno está generando. Así pues si las organizaciones no resuelven de manera adecuada e inmediata la problemática que se presenta entre las estrategias que se están empleado y la incapacidad de la empresa en el aprendizaje, no es muy rentable para las mismas e inevitablemente terminarán fuera del mercado. Cabe mencionar que existen varios pendientes por estudiar, como analizar si las incapacidades de aprendizaje influyen sobre el uso de un tipo de estrategia en particular, de cómo las propias incapacidades de aprendizaje influyen en el desempeño del negocio, entre otros estudios posibles.
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Capítulo V
Introducción. El presente estudio, se propone explicar la influencia de la Cultura Empresarial en el uso de las Estrategias Competitivas en la MIPyMEs de la ciudad de Bogotá - Colombia. En Colombia, así como en otros países, la clasificación de las empresas de acuerdo con su tamaño, se realiza sobre tres criterios básicos: i) número de empleados, ii) nivel de activos y iii) el monto de ventas. Esta clasificación resulta fundamental porque orienta las políticas, el accionar y la inversión de recursos tanto del gobierno como del sector financiero. La importancia de este tipo de empresas radica en la riqueza que aportan a la economía. Dallago (2003), afirma que la presencia de las MIPyMEs es relevante, por los empleos que generan, porque además son fuente de transformación de la economía por la aportación que hacen al PIB de cada nación, y por la innovación que aportan al sistema económico y productivo. Esto evidencia la trascendencia que tiene estudiar y aportar elementos para el conocimiento y mejoramiento este tipo de empresas. Adicionalmente, las MIPyMEs son generadoras de una cultura de información y de mutua colaboración que tejen entre ellas para buscar su supervivencia, la cual les permite generar una corriente de conocimiento organizacional, como una forma de entender su entorno y adelantarse a las necesidades de sus mercados. Las MIPyMEs constituyen una parte fundamental en el desarrollo de la economía de todos los países, según Furtado (2003), Dallago (2003), Gooderham (2007), Audretsch y Mahmood 161
Capítulo V
(1995). Esto se puede evidenciar en la conformación empresarial en donde las MIPyMEs se presentan en una posición dominante; es el caso de Centro América en países como Costa Rica con un 98,19%, el Salvador con el 99,81%, y Guatemala con el 98,61% del total de las empresas (Del Cid, 2008). En México constituyen el 99.7% (INEGI, 2014), en Argentina el 99.74% (INDEC, 2009). Guapatín (2003) sostiene que en Panamá representan el 97,06%. Para Gutfraind (2007), las MIPyMEs en Perú son el 97,9%, y en Uruguay alcanzan el 99.49%. En Colombia, según la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) (2015), las MIPyMEs constituyen el 99% de la composición empresarial. La Organización de Naciones Unidas (ONU), asevera que la micro, pequeña y mediana empresa en los países en desarrollo, genera más del 90% de los empleos y en los países desarrollados más del 50% (Prater y Ghosh, 2005). En Colombia, la ley 905 de 2004, establece la clasificación de las empresas en micro, pequeña y mediana, como aparece en la Tabla 1. Tabla 1. Clasificación de la Empresa en Colombia. Tamaño empresa
Trabajadores
Activos totales (smmlv)*
Mediana
51-200
5.001-30.000
Pequeña
11-50
501-5000
Micro
No superior a 10
Menos de 500
* (smlv) Salario Mínimo Legal Mensual Vigente.
Fuente: Elaboración propia a partir de la Ley 905 de 2004.
De acuerdo con la CCB (2015), Bogotá genera el 24% del PIB con un alto nivel de diversificación y orientación hacia la producción 162
Capítulo V
de servicios, que representan el 77% del valor agregado, y el 34% de los que se producen en el país. En Bogotá se localiza el 84% de las empresas de la región (324 mil), que representan el 29% de las empresas de Colombia y es la ciudad más dinámica en creación de empresas, donde cada año se crean en promedio 73 mil más. Es decir, una de cada cuatro empresas que se crean en Colombia, tiene su origen en Bogotá (CCB, 2015). La distribución porcentual por tamaño de empresas en Bogotá se puede observar en la siguiente gráfica: Gráfica. Tamaño empresas Bogotá 2014. Medianas 3%
Grandes 1%
Pequeñas 11%
Microempresas 85%
Fuente: Cámara de Comercio de Bogotá (CCB, 2015).
Mendivil, Torres & Pacheco (2014), Mena (2014) y Cruz (2012), coinciden al dar cuenta de las dificultades más comunes por las cuales atraviesan las MIPyMEs, en donde un elemento común puede darse en el grado de conocimiento que manejan las per163
Capítulo V
sonas encargadas de la toma de decisiones sobre cada uno de los diversos temas. Las MIPyMEs presentan una alta tasa de mortandad, como mencionan Gómez, Villarreal y Villarreal (2014), de cada 10 nuevas empresas que se abren solo 3 sobreviven el primer año de vida, y de estas sobrevivientes, solo el 40% superará la barrera de los cinco años que es el límite para prever que una empresa permanecerá y se desarrollará. Al respecto Puerta & Rivera (2010), sostienen que uno de los problemas que enfrentan este tipo de empresas en todo el mundo es la alta tasa de mortandad que presentan, y que ese problema es un factor que no solo afecta la situación económica de quien invierte en el negocio, sino que además reduce la cantidad de empleos que se generan por el cierre de empresas y por la riqueza que dejan de generar. Como menciona la CCB (2015, pág. 23), “si bien el tamaño y dinámica del mercado en la ciudad de Bogotá es una oportunidad de éxito para las empresas, los costos relacionados con el pago de impuestos y el desconocimiento de buenas prácticas administrativas y gerenciales incentivan la informalidad y con frecuencia el pronto cierre de empresas nuevas. En 2014, la dinámica en la liquidación de empresas en la ciudad se caracterizó por un aumento de 17% en el total de empresas que se liquidaron, con respecto al mismo período del año 2013, que pasó de 14 mil a 17 mil empresas liquidadas, lo cual se reflejó también en el incremento en el valor de los activos de las empresas liquidadas que pasó de $8 billones en 2013 a $21 billones en 2014. Visto de otra manera, 23 empresas de cada 100 nuevas siguen operando cuatro años después de creadas”.
Londoño (2016), estableció el perfil empresarial y gerencial a nivel nacional resultando que en general que; las PYMES tienen una antigüedad que supera los 22 años, aunque también existe 164
Capítulo V
una proporción significativa con una edad entre 6 y 10 años, especialmente en el sector servicios. Las PYMES evidenciaron ser predominantemente familiares en un 62% sin protocolos de sucesión la mayoría, aunque un porcentaje importante de ellas maneja una gerencia independiente. Adicionalmente, que la gerencia de este tipo de empresas está siendo fuertemente influenciada por los programas gubernamentales que buscan capacitar y facilitar el camino a los empresarios para enfrentar las restricciones de mercado a las que se enfrenta. De todo lo anteriormente expuesto se desprende el interés por estudiar este tipo de empresas, y buscar posibles soluciones que permitan combatir la alta tasa de mortandad de las MIPyMEs, y se convierte en el fin de esta investigación.
1. Objetivos, Pregunta de investigación e Hipótesis. Objetivo General: Analizar la influencia de la Cultura Empresarial en el uso de las Estrategias Competitivas en la MIPyMEs de Bogotá Colombia. Preguntas de Investigación: ¿Cuál es el tipo de Cultura Empresarial dominante de la MIPyMEs de Bogotá, Colombia? ¿Cuál es la Estrategia Competitiva que se utiliza con mayor frecuencia las MIPyMEs de Bogotá, Colombia? ¿Cuál es la influencia de la Cultura Empresarial en el uso de las Estrategias Competitivas en la MIPyMEs de Bogotá Colombia? 165
Capítulo V
Hipótesis: H1: La Cultura de Clan es la Cultura Empresarial dominante en las empresas estudiadas. H2: La Estrategia de Costos es la empleada por las empresas objeto de estudio. H3: La Cultura Empresarial influye en la utilización de las Estrategias Competitivas en las MIPyMEs de Bogotá, Colombia.
2. Justificación. Para Valdés Díaz & Sánchez Soto (2012), la empresa es la célula básica para la producción de bienes y servicios, pues constituye una unidad económico-social con fines de lucro. En esta unidad los factores de producción se coordinan y conjugan para generar bienes de interés social e individual. En Colombia y México como en muchos otros países de América Latina, así como en Asia y Estados Unidos, las MIPyMEs conforman la inmensa mayoría del universo empresarial. Su importancia radica en que representan alrededor del 90% de las empresas existentes a nivel global, que emplean al 50% de la mano de obra y participan en la creación del 50% de la riqueza del PIB mundial. (Valdés Díaz & Sánchez Soto, 2012). Según Padilla (2008) en Europa se estima que el 97% de las empresas son MIPyMEs y en Corea del Sur la cifra alcanza el 99.7%. Con estas cifras, queda asentada la importancia y la aportación a la actividad económica que tienen este tipo de empresas de ese continente. 166
Capítulo V
Las MIPyMEs representan una de las principales fuerzas en el desarrollo económico, especialmente en los países en vías de desarrollo. El enorme crecimiento de la influencia actual de estas empresas se debe a la masificación de la sociedad, a la necesidad de concentrar grandes capitales y enormes recursos técnicos, para el adecuado funcionamiento de la producción y de los servicios (Rodríguez 2002). La globalización como proceso continuo incremental representa oportunidades, riesgos y desafíos para las empresas; puntualmente las MIPyMEs se ven afectadas generalmente por no responder a la velocidad que impone este fenómeno de mundialización de la economía, especialmente en el cambio hacia la internacionalización de los mercados. Otro de los problemas que afecta a las MIPyMEs en los países en vías de desarrollo es la informalidad, pues según Gómez, Villarreal y Villarreal (2014), un número importante de ellas funcionan en esta modalidad, es decir no están registradas ante ninguna autoridad regulatoria, y no pagan ningún tipo de contribución de carácter fiscal, lo cual dificulta las acciones de apoyo de las autoridades. Este fenómeno también se presenta en la ciudad de Bogotá: “otro problema estructural del mercado local es la alta informalidad. Como lo reveló la CCB (2015), en la ciudad es alta la informalidad empresarial (47%) y laboral (42%) que limita la productividad, el crecimiento de la economía y la calidad del empleo y la competitividad de Bogotá”. En contraposición al planteamiento anterior y como complemento, Valdés Díaz & Sánchez Soto (2012), sostienen que, no obstante pueda considerarse contraproducente su informalidad, siguen siendo un factor importante que genera ingresos y juegan su papel al ser fuentes de autoempleo y de subsistencia de 167
Capítulo V
sus creadores, además de tener gran incidencia en la demanda de consumo de la comunidad.
3. Literatura revisada. Para Gómez (2008), la globalización como fenómeno económico, político y social, es el acontecimiento que más ha afectado la forma de convivir, de hacer negocios y de interrelacionarse de los seres humanos en las últimas décadas. Toffler (1999), sostiene que los cambios impuestos por la globalización, son tan profundos que modificaron la forma de concebir toda la vida en la sociedad. La globalización es el umbral hacia una economía mundial con mayor grado de integración e interdependencia entre las naciones, cuyos componentes principales son la mundialización de los mercados, de las finanzas y de la producción (Hill, 2009). Esta transformación que se vive hoy en día acarrea entre otras cosas, una alta competitividad donde sólo sobrevivirán las organizaciones que den respuestas apropiadas y atingentes al entorno incierto, cambiante y volátil, provocado por la mundialización como también se le conoce. La globalización en sí no es buena ni mala, depende de las circunstancias en las que se enfrente a ella, de cómo se le pueda sacar provecho o no a los claroscuros que presenta. Pero una cosa es indudable, este fenómeno es descarnado, impersonal y altamente competitivo, pues puede dar en abundancia a los que más tienen, a los que estén preparados o a los más competitivos, y por el otro lado, puede eliminar a los menos preparados. Esto impone una premisa sobre la cual las empresas deben de 168
Capítulo V
operar en la actualidad, y se traduce en ser competitivos, pues deben conocer a sus competidores y enfrentarlos de manera estratégica. Las estrategias competitivas, no son una panacea, no resuelven de facto todo lo que la empresa necesita, pero lo cierto es que con mayor información y análisis de la competencia, el entorno y el mercado, existe mayor probabilidad de éxito: una acción viable y factible para enfrentar de manera adecuada el entorno volátil y cambiante. Para Yuen (2014), fue Sun Tzu el afamado guerrero chino, quien de manera inicial utilizó, operó y desarrolló el concepto de estrategia. Actualmente, este concepto es valorado en el contexto organizacional. De manera simplificada para plantear una estrategia, se requiere identificar algunos factores claves para un mejor desarrollo de la operación de la empresa, como plantear de forma clara los objetivos, cuidar el elemento sorpresa en la operación, así como hacer un balance adecuado de las fortalezas con las que se cuenta para conseguir los objetivos planteados (Mintzberg y Quinn, 1993). En consonancia con lo anterior, Drucker (1999), establece que el punto clave de la estrategia consiste en la manera correcta de plantear los objetivos, que se convertirá es un elemento primordial al momento de la formulación de una estrategia. Pero no hay ninguna definición de estrategia universalmente aceptada, pues el término es utilizado por diferentes autores con diversas acepciones (Mitzberg y Quinn, 1993). El vocablo proviene del ámbito militar y diplomático, sin embargo por analogía al igual que otros términos similares, ya se han asimilado al pensamiento estratégico formal de la era moderna, y su origen proporciona el conocimiento de dimensio169
Capítulo V
nes, naturaleza y diseño de las estrategias formales, con las que operan organizaciones públicas y privadas, pero indiscutiblemente que para plantear una estrategia adecuada, es importante contar con un buen proceso de planeación, en esto coinciden Abell (1980) y Cornelius, Van de Putte, & Romani (2005). La estrategia es la determinación de objetivos fundamentales a largo plazo, y la adopción de cursos de acción y distribución de los recursos necesarios para alcanzar estos objetivos (Koontz y Weihrich, 2002). De manera complementaria David (2003), desarrolló el concepto de administración estratégica definiéndolo como el arte y la ciencia de formular, implementar, y evaluar las decisiones ínter funcionales que permiten a la organización alcanzar sus objetivos, de donde se puede inferir que se alcanzan mediante la estrategia. Robbins y Coulter (2005), la definen como el conjunto de acciones y decisiones administrativas que determinan el desempeño a largo plazo, partiendo de una planeación en la cual se identifica la misión, visión y metas. Se debe tener en cuenta la similitud que existe del ambiente castrense con el organizacional, donde no sólo existen estrategias sino además tácticas, ¿en qué se diferencian? Para Mitzberg y Quinn (1993), la diferencia esencial está en que la estrategia se enfoca hacia propósitos más amplios que las tácticas, las cuales son de corta duración y se emplean para lograr objetivos específicos. Chandler (1990), Ansoff (1970), Miles y Snow (2007), Porter (1991), Mintzberg, Quinn, & Voyer (1997), David (2003), Hill, Jones, Pérez, Soto & Martínez (2009), entre otros, han estudiado el tema de las estrategias en al ámbito organizacional, coincidiendo que éstas son clave para alcanzar los objetivos y concuerdan con Minztberg y Brian (1993), al definir que son un pa170
Capítulo V
trón o modelo de decisión que determina y revela los objetivos, propósitos o metas de la empresa, este patrón produce las principales políticas y planes para lograr tales metas. Para Porter (1991), la esencia de la formulación de una estrategia competitiva consiste en relacionar a una empresa con su medio ambiente y conocer a profundidad el medio donde trabajará. Reconoce que el sector donde competirá tiene una fuerte influencia al determinar las reglas del juego competitivas y las posibilidades estratégicas potencialmente disponibles para la empresa; plantea que una estrategia competitiva consiste en la forma cómo la empresa va a competir para alcanzar los objetivos trazados. Porter (2010), define la estrategia competitiva como la búsqueda de una posición favorable dentro de una industria o del mercado, cuya finalidad es establecer una posición rentable y sostenible frente a las fuerzas que rigen la competencia en determinado sector. Establece que tiene dos factores fundamentales: 1) la estructura de la industria, de donde se derivará el tipo de estrategia a utilizar, dado que el sector y el mercado son determinantes en la manera en la que operan las empresas por las reglas que imponen para operar y competir. 2) las estrategias genéricas o competitivas, de donde dependerá si la rentabilidad estará por encima o por debajo del promedio. Porter (2010), en González, Espilco y Aragón (2003), menciona las tres estrategias básicas o genéricas que una empresa puede emplear para lograr ser competitiva en su entorno, a las que llamó;
171
Capítulo V
1. Liderazgo en costos (se basa en producir grandes volúmenes en forma eficiente, de rígidos controles de costos y de gastos indirectos, abatiendo costos); 2. Diferenciación (busca diferenciar el producto o servicio que se ofrece, creando algo que sea percibido en el mercado como único, lo cual proporciona una protección contra la rivalidad competitiva); 3. Enfoque o alta segmentación (consiste en enfocarse sobre un grupo de compradores en particular, en un segmento de la línea del producto, o en un mercado geográfico. Las empresas que logran una alta segmentación también están en condiciones de alcanzar mayores rendimientos).
En su planteamiento Porter (2010), sostiene que cada estrategia genérica requiere capacidades y exigencias especiales para alcanzar el éxito, las cuales se traducen casi siempre en diferencias de la estructura y de la cultura organizacional. A estas alturas resalta ahora un elemento nuevo en el planteamiento de las estrategias y es el tema de la cultura, pues según Porter (2010), si la cultura organizacional es adecuada, reforzará la ventaja competitiva que la estrategia genérica trata de conseguir. En este punto se puede determinar que las estrategias son vitales para que la empresas sobrevivan en un entorno volátil e incierto, y que éstas se verán afectadas en mayor o menor medida por una serie de factores endógenos y exógenos de la organización, que se constituyen en una parte importante de la vida de las empresas y a los que los estudiosos le han dado el nombre de cultura organizacional. La cultura organizacional no es otra cosa más que la acumulación de significados socialmente entendidos y que diferentes actores como los empresarios emplean para configurar signifi172
Capítulo V
cados en la actividad diaria movilizando estos códigos, recreando significados y legitimando valores colectivos, dando así, sentido al mundo de la empresa, la economía, la familia y la sociedad, en pocas palabras es la comprensión del significado subjetivo de la conducta de las personas (Hernández-Romo 2004). Para Zimmermann (2000), la cultura organizacional ocupa un lugar esencial dentro de una organización, ya que involucra múltiples factores que permiten su funcionamiento y crecimiento, pues son un apoyo que se fundamenta en la comunicación formal e informal entre sus miembros y que a partir de ella genera diversos vínculos sociales. En complemento Deal y Kennedy (2000), sustentan que la cultura empresarial o corporativa está compuesta por el medio ambiente empresarial, el conjunto de valores y creencias, héroes, personajes que encarnan dichos valores, ritos y rituales así como la red cultural integrada por las comunicaciones informales a través de las cuales se integran los mencionados elementos. Para Thevenet (1992), la cultura empresarial es un tópico de gran envergadura, y afirma que ningún estudio que aborde la problemática empresarial estará completo sino considera la cultura empresarial como una parte fundamental. Chiavenato (2006), vislumbra que el mundo actual se caracteriza por un ambiente dinámico en constante cambio y exige de las organizaciones una elevada capacidad de adaptación, como condición básica de sobrevivencia, por eso es vital la adaptación, la renovación y la revitalización de la propia organización, que se traduce en cambio, que solo se dará si la cultura empresarial de la organización es tomada en cuenta. Con respecto al proceso de transformación cultural existen varios estudios que muestran experiencias del proceso; por 173
Capítulo V
ejemplo Christensen (2015), muestra los alcances de un proceso de cambio cultural en una empresa con más de 115 años de trayectoria; Ramírez & Arellano (2014), estudian las tensiones que son generadas por los cambios en las unidades alejadas de la oficina central; Recardo (2011), trata la importancia de alinear la cultura organizacional al plan de negocios, Neville & Murray (2008) muestran las experiencias de una organización innovadora sin ánimo de lucro que cursa por un proceso de sucesión, estrategia, cultura y cambio organizacional, Immaneni, Mccombs, Cheatham, & Andrews (2007), muestran el impacto de desarrollar estrategias Six Sigma para la transformación cultural de una empresa, entre otros estudios que abordan como tema fundamental a la cultura empresarial. Por otro lado, aunque la cultura es intangible se puede percibir por medio de las expresiones de las personas que forman parte de determinada organización, de su manera de comportarse y de asumir los retos que la empresa y el entorno les impone, como afirma Daft (1998). Estas manifestaciones se cristalizan en su manera de comunicarse, también a través de sus ritos, de sus creencias de los valores que desechan o que defienden (Deal y Kennedy, 2000). Bower (1995, citado en Pirela y Sánchez 2009), relata que quizás uno de los problemas que enfrenta la cultura es que esta es imperceptible para las personas que pertenecen a la organización en cuestión, por lo que resulta comprensible que no siempre son conscientes de su presencia y de su importancia. Por otro lado Rodríguez y Ramírez (2004), afirman que la cultura influye en las conductas laborales, en la forma como se producen y construyen las relaciones interpersonales e institucionales de los trabajadores en la empresa, entre otros factores. 174
Capítulo V
Recordemos que de la misma forma en la que los seres humanos cuentan con un temperamento, que marca su forma de comportarse y de reaccionar ante las circunstancias que la vida les presenta, y que los diferencia del resto de los individuos, las organizaciones también tienen carácter (Bridges, 2000, Fernández y Hogan, 2003, citados en Calderón y Naranjo 2007), pero en el caso particular de las empresas se le llama cultura empresarial. Para Guzzeta (2008); Quinn (1988); Quinn y McGrath (1985); y De Ameron y Freeman (1991), citados en Cameron y Quinn (2006), la cultura se define por los valores, suposiciones, interpretaciones y de la forma de actuar de los miembros de una empresa y que se convierten en uno de los factores más importantes para que la empresa pueda alcanzar o no los objetivos trazados por la gerencia. Cameron y Quinn (2006), desarrollaron un modelo de valores rivales, que ha sido de gran importancia en el avance del estudio de los aspectos culturales, y plantean una tipología en la que identificaron cuatro tipos de culturas diferentes, proclives de aplicarse en las organizaciones y en las empresas, a las que nombran; clan, jerarquía, mercado y adhocracia, cada una de los cuales, se diferencia claramente de los demás e influyen de una forma particular en la organización. Así por ejemplo, al predominar un tipo de cultura, esta da cabida a una forma particular de liderazgo la cual genera cambios en sus estrategias y las personas involucradas adquieren competencias acordes a dicha cultura. 1. La cultura de jerarquía, se centra en los aspectos internos de la empresa, aprecia el control y la estabilidad, sobre la flexibilidad; 175
Capítulo V
2. La cultura de mercado, se orienta al exterior y los resultados, por lo que sus participantes son competitivos y buscadores de objetivos, antes que hacia los asuntos internos, sin embargo, valoran la estabilidad y el control; 3. La cultura de clan, en ella sus participantes se enfocan en sus asuntos internos, valorando la flexibilidad, y sus líderes son considerados como mentores y aún como figuras paternas; 4. La cultura de adhocracia, se centra en aspectos externos, pero valora en un alto grado la flexibilidad, la innovación y la experimentación, antes que la estabilidad y el control.
Las descripciones anteriores corresponden a los tipos ideales de cultura, sin embargo existe evidencia empírica que muestra la dificultad de encontrar tipos de cultura únicos o puros en las organizaciones, existiendo la posibilidad de una cultura dominante coexistiendo con otros tipos de cultura. A partir de estos conceptos, se han podido construir instrumentos para medir estos arquetipos culturales, lo que a su vez ha abierto el camino a estudios empíricos que puedan profundizar en aspectos tales como en cuál o cuáles son los tipos de cultura predominantes, que caracterizan a las empresas de éxito.
4. Metodología. De acuerdo a Hernández, Fernández y Baptista (2006), el presente estudio se clasifica como correlacional, porque trata de establecer la relación entre variables, también es transversal, porque la toma de información se limitó a una sola ocasión, y es no experimental, porque no modificó ninguna de las condiciones existentes, solo se limita a analizar la información recopilada. 176
Capítulo V
El instrumento de medición aplicado fue el planteado por Yeung et al., (2000), y se escogió por ser un cuestionario probado y validado en estudios internacionales que relatan los autores. Dicho instrumento fue validado y adaptado al contexto mexicano y latinoamericano por Gómez (2008). Consta de 49 reactivos (15 para medir las estrategias competitivas y 34 preguntas para medir los tipos de cultura), en una escala Likert de siete opciones, gradualmente ascendiendo de la siguiente forma: “no sé/no aplica, muy poco, poco, algo, mucho y muchísimo”. La presente investigación forma parte de un proyecto de investigación que se desarrolla en el marco del convenio de cooperación entre la Universidad Juárez del Estado de Durango (México) y la Fundación Universitaria Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá - Uniempresarial (Colombia), titulado “La Gestión del Conocimiento Organizacional en la Micro Pequeña y Mediana Empresa de Bogotá, Colombia”. El objeto de estudio de la presente investigación son las MIPyMEs de la ciudad de Bogotá, que de acuerdo con las cifras reportadas por la Alcaldía Mayor de la Ciudad (2013), ascienden a 199,524. La muestra para el estudio se calculó aplicando el programa Statistis 2.0, dando como resultante 380 empresas a estudiar, la cuales fueron escogidas aleatoriamente. Vale la pena señalar la dificultad que se presentó al aplicar los cuestionarios, pues los sujetos en mención “no están acostumbrados a contestar encuestas ni entrevistas y no tienen tiempo para esto”. En total se recopilaron 384 encuestas, y su información se trabajó en el programa estadístico SPSS versión 23.0, creando una base de datos y calculando la confiabilidad del instrumento por medio de la prueba de Alfa de Cronbach, Las Tablas 1 y 2, 177
Capítulo V
muestran respectivamente los resultados de confiabilidad para la variable cultura empresarial y la para la inclinación hacia la flexibilidad o la rigidez de la cultura. De otra parte, la Tabla 3 muestra la confiabilidad del instrumento de medición en su variable estrategias competitivas. Se debe de tomar en cuenta que el valor del α de Cronbach por debajo de .60 es mediocre, de .60 a .65 es indeseable, de .65 a .70 es aceptable, de .70 a .80 es respetable y de .80 a .90 es muy buena, de acuerdo con BarrazaMacías (2008). Tabla 1. Confiabilidad del Instrumento de medición para Cultura Empresarial. α Cronbach
Dimensión Total Cultura
0.912
Cultura Jerárquica
0.774
Cultura Adhocrática
0.764
Cultura Clan
0.844
Cultura Mercado
0.898
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 2. Confiabilidad de la Cultura por dimensiones de rigidez y flexibilidad. Dimensión Cultura
α Cronbach
Flexibles (Clan y Adhocrática)
.867
Rígidas (jerarquía y Mercado)
.870
Fuente: Elaboración propia.
178
Capítulo V
Tabla 3. Confiabilidad de las Estrategias competitivas. Dimensión Estrategia Competitiva
α Cronbach
Estrategias Competitivas total
0,852
Costo
0,703
Diferenciación
0,791
Especialización
0,724
Fuente: Elaboración propia.
5. Resultados. Para dar respuesta a la pregunta de investigación ¿Cuál es la Cultura Empresarial dominante en la MIPyMEs de Bogotá Colombia? y a su respectiva hipótesis de trabajo H1: La Cultura de Clan es la Cultura dominante en las empresas estudiadas, se presenta la Tabla 4 con los resultados de frecuencia e intensidad. Los resultados muestran que la cultura de Mercado, es la que se presenta con mayor frecuencia en las MIPyMEs de Bogotá, seguida por la cultura de Clan. Tabla 4. Frecuencias e Intensidad de Cultura Organizacional. Frecuencia
Intensidad
Mercado
162
4.83
Clan
150
4.53
Jerárquica
70
4.48
Adhocrática
2
4.38
Total
384
Fuente. Elaboración Propia. 179
Capítulo V
Por otro lado, la Tabla 5 muestra la inclinación de la cultura empresarial hacia la rigidez o la flexibilidad de acuerdo a la tipología de Cameron y Quinn (2006), indicando que predomina la orientación a la rigidez. Tabla 5. Frecuencia e intensidad por tipo de Cultura. Cultura
Frecuencia
Intensidad
Rígidas
232
4.45
Flexibles
152
4.68
Total
384
Fuente: Elaboración propia.
Además, es importante saber si existen diferencias estadísticamente significativas entre los grupos correspondientes a cada tipo de cultura, y también entre los tipos de estrategias. Para el efecto se aplicó un análisis de la varianza con una prueba F de acuerdo con Lind, Marchal y Wathen (2005). Los resultados se muestran en la Tabla 6 y evidencian una relación significativa en los dos casos. Tabla 6. ANOVA Cultura Organizacional y Estrategia Competitiva.
Fuente de variación
gl
Suma de Media cuadrados cuadrática
Entre grupos de estrategia
2
23,596061
11,79803
46,43 **
Entre grupos de cultura
3
44,349731
14,783244
61,07 **
F
** p<0,001
Fuente: Elaboración propia con datos de SPSS 23.00.
180
Capítulo V
Como complemento se incluyen las Figuras 1 y 2 que muestran los resultados de las pruebas de comparación entre las medias resultando que; entre los grupos de Cultura Organizacional existe una mayor diferencia de la cultura de Mercado seguido por la Clan, Jerárquica con diferencias iguales y con menor diferencia se presenta la cultura la Adhocrática. Figura 1. Pruebas de comparación para Cultura Organizacional. 4,9
A
Calificación (escala likert)
4,8 4,7 4,6
B
4,5 4,4
B
C
4,3 4,2 4,1 Calificación
Adhocrática
Clan
Jerárquica
Mercado
4,38
4,53
4,48
4,83
Promedios con la misma letra son estadísticamente iguales, bajo prueba de DMS con p<0.05. En el caso de los tipos de estrategias se observa que la mayor diferencia se presenta de mayor a menor en el siguiente orden: Diferenciación, Costos y Especialización.
181
Capítulo V
Figura 2. Pruebas de comparación para la Estrategia Competitiva. 4,75
A
Calificación (escala likert)
4,7 4,65 4,6 4,55
B
4,5 4,45
C
4,4 4,35 4,3 4,25 Calificación
Diferenciación
Costos
Especialización
4,7
4,5
4,4
Promedios con la misma letra son estadísticamente iguales, bajo prueba de DMS con p<0.05 De Igual forma y para dar respuesta a la hipótesis de trabajo, H2; La estrategia de costos es la que con mayor frecuencia utilizan las empresas bajo estudio, y a su respectiva pregunta de investigación ¿Cuál es la estrategia competitiva con que mayor frecuencia utiliza las MIPyMEs de Bogotá, Colombia? Se construyó la Tabla 7, que muestra que es la estrategia de diferenciación la que se presenta con mayor frecuencia en las empresas estudiadas.
182
Capítulo V
Tabla 7. Frecuencias e Intensidad de Estrategia Competitiva. Frecuencia
Intensidad
Costo
139
4,53
Diferenciación
186
4,70
Especialización
59
4,35
Total
384
Fuente: Elaboración Propia.
Por otro lado, para dar respuesta a la H3: La Cultura Empresarial influye en la utilización de las Estrategias Competitivas en la MIPyMEs de Bogotá, Colombia, y a su pregunta de investigación correspondiente ¿Cuál es la influencia de la Cultura Empresarial en el uso de las Estrategias Competitivas en la MIPyMEs de Bogotá Colombia?, se construyó un modelo de regresión lineal, donde la variable independiente fue la cultura empresarial y las estrategias competitivas la variable dependiente; los cálculos correspondientes se realizaron utilizando el programa estadístico SAS 94.0. Se estimaron los componentes multivariados asociados a los diferentes tipos de Cultura Empresarial (clan, adhocrática, mercado y jerárquica). De este análisis se encontró que el componente principal uno (Cultura), retuvo el 79% de la variación con un valor propio de 3.16 unidades de variación. Este componente fue utilizado para evaluar su relación con la calificación promedio de las tres estrategias de negocio: costos, diferenciación y especialización a través, de un modelo de regresión lineal el cual se muestra en la tabla 8, donde se observa que para estas tres estrategias, la Cultura Empresarial se relaciona de manera posi183
Capítulo V
tiva y significativa con el componente asociado (Estrategias Competitivas), con un valor p<0.001. Tabla 8. Regresión Lineal Cultura-Estrategias Competitivas. Cultura
Estrategia Costos Diferenciación
Cultura
Especialización
Parámetro
Estimación
Valor t
R2
Intercepto
4,53
119,40
32%
Pendiente
0,28
13,27
Intercepto
4,70
124,90
Pendiente
0,27
12,84
Intercepto
4,35
128,64
Pendiente
0,26
13,37
30% 32%
Fuente: Elaboración propia.
En el mismo sentido, se trabajó el constructo Cultura Empresarial agrupado por su orientación su en la dimensión flexibilidadrigidez. El primer componente principal -cultura flexible- retuvo el 88% de la variación y para el componente relacionado con la cultura rígida- la varianza retenida fue del 90%. Estos componentes fueron utilizados para una evaluación de la relación entre los puntajes obtenidos de cada uno y los valores de obtenidos para cada una de las tres estrategias Tabla 9. Para este caso también se observa una relación positiva y significativa entre las variables evaluadas (p<0.001).
184
Capítulo V
Tabla 9. Regresión Lineal por Orientación de Cultura Rígida-Flexible. Cultura
Estrategia Costos
Rígida
Diferenciación
Especialización
Costos
Flexible
Diferenciación
Especialización
Valor t
R2
4,53
115,94
27%
Pendiente
0,35
12,00
Intercepto
4,70
21,85
Pendiente
0,34
1,75
Intercepto
4,35
28,00
Pendiente
0,34
3,20
Intercepto
4,53
17,40
Pendiente
0,36
2,40
Intercepto
4,70
22,17
Pendiente
0,34
11,87
Intercepto
4,35
23,10
Pendiente
0,30
1,50
Parámetro
Estimación
Intercepto
27%
31%
29%
27%
26%
Fuente: Elaboración Propia.
6. Conclusiones. La hipótesis de trabajo planteada en el presente proyecto se comprueba: existe una relación directa y significativa entre la Cultura Empresarial y el uso de las Estrategias Competitivas por las MIPyMEs de la ciudad de Bogotá, Colombia, y también una relación directa entre la orientación a la Rigidez o Flexibilidad con el uso de las Estrategias Competitivas utilizadas. Teniendo presente la importancia que tiene la Cultura Empresarial en la adopción de la Estrategia, es importante resaltar lo señalado por las implicaciones que esto tiene en la adaptación 185
Capítulo V
y sobrevivencia de las empresas en el entorno competitivo y cambiante. El tipo de cultura que con más frecuencia se presenta en las MIPyMEs encuestadas, es la de Mercado, y la estrategia que adoptan con mayor frecuencia es la de Diferenciación, al respecto se puede comentar que; a) La Cultura de Mercado es altamente competitiva, busca proyectarse en el mercado y plantea claramente su estrategia para la consecución de los objetivos fijados, además que su funcionamiento descansa en reglas rígidas, que le permiten un orden. b) La Estrategia de Diferenciación, descansa en lograr que el consumidor diferencie el producto o servicio que se ofrece, creando algo que sea percibido en el mercado como único.
Al conjugarse la presencia de las características de la Cultura de Mercado junto con las de la Estrategia de Diferenciación, pueden constituir un elemento que adiciona elementos positivos para mejorar la competencia de las MIPyMEs. Adicionalmente, los resultados muestran una orientación de las empresas hacia la rigidez lo que indica que estas empresas trabajan con reglas y normas. Para dar respuesta a la hipótesis de trabajo 2, esta se rechaza, pues la estrategia que se presenta con mayor dominancia es la de Diferenciación, seguida por la de Costos y finalmente por la de Especialización. Esto puede responder al hecho de que el 67% de las empresas encuestadas tienen un tiempo de creación menor a 15 años, hecho que permite sugerir que la globalización y las nuevas tendencias en administración se reflejan de manera significativa en la cultura organizacional, y por ende en las estrategias utilizadas. Las empresas van siendo presionadas por los 186
Capítulo V
fenómenos de globalización a competir en mercados más amplios, a competir con productos de talla mundial. La facilidad de acceso a la información a través de internet que facilitan el flujo de información, también son factores que ayudan a explicar el resultado de la cultura de mercado como dominante. Lo anterior sumado al hecho de que el gobierno están impulsando cada vez con más ahínco políticas para el fortalecimiento empresarial que están orientadas a la internacionalización y competitividad mundial, con lo que éstas reciben herramientas y elementos que promueven estrategias más acercadas a la diferenciación que a los costos. Finalmente, cabe destacar que lo importante como menciona en su planteamiento Porter (2010), es que cada estrategia genérica requiere capacidades y exigencias especiales para alcanzar el éxito, las cuales se traducen casi siempre en diferencias de la estructura y de la cultura organizativa. A estas alturas resalta ahora un elemento nuevo en el planteamiento de las estrategias y es el tema de la cultura, pues según Porter (2010), si la cultura organizacional es adecuada, ésta reforzará, de manera firme la ventaja competitiva que la estrategia genérica trata de conseguir. La ventaja de los resultados encontrados en el presente estudio es que al saber las tendencias de la cultura de las MIPyMEs, y de sus estrategias, y entendiendo que estas están significativamente relacionadas, es posible identificar acciones más acertadas tendientes a su fortalecimiento y apoyo para mejorar su productividad, competitividad, y en general para aumentar su éxito.
187
Capítulo V
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Capítulo V
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192
Capítulo VI
Introducción. Al tiempo que se consolidaba la noción de sociedad del aprendizaje, Peter Drucker (1969), diagnostico la aparición de una sociedad del conocimiento en la que lo más importante es aprender a aprender. Hasta qué punto las tecnologías de la información pueden contribuir a una actualización permanente de las competencias personales y profesionales. En un momento en que los cambios cada vez más rápidos cuestionan los modelos anteriores y cobra mayor importancia el aprender a aprender y la capacidad para innovar, la dinámica cognitiva de nuestras sociedades se ha convertido en una cuestión decisiva. El modelo del aprendizaje se ha difundido mucho más allá del universo de la educación y ha penetrado en todos los resquicios de la vida económica y social. Hoy en día, se admite la necesidad de reforzar la dimensión de aprendizaje de las organizaciones, sean o no de carácter lucrativo. Por tal motivo, es importante señalar que el progreso del modelo de aprendizaje coincide con el de la innovación en todos los ámbitos de la actividad humana. Si la transmisión o difusión de los conocimientos cobran tanta relevancia en las sociedades del conocimiento, se debe a que, no sólo se está acelerando la producción de nuevos conocimientos, sino que además el conjunto de la sociedad se interesa cada vez más por ellos. Esto habla también, de una cultura de la innovación que va mucho más allá de la innovación tecnológica en la economía global del conocimiento y que ha adquirido la categoría de valor, tal como lo demuestra su difusión en prácticamente todos los campos de la actividad política, mediática, cultural, etc. 195
Capítulo VI
El interés sobre la creación de conocimiento y el aprendizaje organizacional en las empresas, se derivó de manera relevante de las investigaciones sobre los procesos de gestión administrativa, los sistemas inteligentes basados en la informática, en las plataformas de sistemas computacionales y en la investigación para el desarrollo de inteligencia artificial, esto se evidencia en la obra de Krogh, Ichijo y Nonaka (2000). El término aprendizaje organizacional aparece por primera vez en una publicación de Miller y Cangelloti (1965). Los autores basados en la Teoría de la Contingencia1, propusieron el modelo conceptual adaptación-aprendizaje para explicar por qué sólo algunas instituciones sobreviven a las exigencias de sus entornos a través del tiempo. Para ubicar las implicaciones administrativas del aprendizaje organizacional, es necesario caracterizar el contexto con el que se inicia. Según la revista Strategic Management Journal (1995), cuatro factores pueden distinguir el nuevo milenio: el incremento en la tasa de difusión y cambio tecnológico, la era de la información, el incremento en la intensidad del conocimiento y la emergencia de una retroalimentación positiva de la industria. Por tanto, el aprendizaje organizacional es un fenómeno compuesto y complejo con múltiples investigaciones desarrolladas sobre este campo y sus resultados poco acumulativos. A pesar de la complejidad, la cantidad de investigaciones que toman el aprendizaje organizacional como eje central o que hacen referencia al concepto han ido en aumento. De la literatura existente se desprende que a partir del desarrollo empresarial, durante el siglo XX, y especialmente a partir 1
Joan Woodward.
196
Capítulo VI
de los ochenta, las empresas norteamericanas, en su proceso de competir con las japonesas, que les provocaron serios problemas en su disputa por el mercado, se dedicaron a estudiar las actividades que llevaban a cabo las empresas orientales para ser más efectivas en el desarrollo de sus productos, en la solución de sus problemas de calidad y en satisfacer las demandas de sus consumidores. Las investigaciones les permitieron conocer el mejoramiento continuo de los procesos empresariales, como una de las grandes fortalezas de las empresas niponas y a descubrir que en buena parte el éxito partía de la experiencia, conocimiento y relaciones dentro de las personas que trabajan en las organizaciones, cuyo valor es incalculable. La incorporación del conocimiento de la empresa a la gestión de estrategias que la hicieran más competitiva, creó un nuevo concepto en las ciencias administrativas conocido como Gestión del Conocimiento o Knowledge Management. Este concepto se define como un proceso sistemático de buscar y encontrar; tamizar y seleccionar; organizar, disponer y almacenar; recuperar y compartir la información que se genera por la dinámica de la empresa, para transformarla a través de la cooperación de las personas involucradas en el proceso de conocimiento. Si se comprenden mejor los procesos claves y las situaciones específicas, se aprovecha la experiencia y el conocimiento acumulado por la comunidad para beneficio de los miembros de la organización y de los objetivos que ella persigue.
197
Capítulo VI
1. Propósito y Metodología. El objetivo del presente trabajo, es encontrar argumentos para explicar los procesos mediante los cuales el conocimiento y el aprendizaje organizacionales se relacionan, para convertirse en factores determinantes en el desarrollo de innovaciones tecnológicas en las organizaciones y, para proponer aplicaciones de la información obtenida en la gestión organizacional. Se utiliza el análisis teórico (revisión de bibliografía), para llevar a cabo el estudio, con la finalidad de encontrar el adecuado fundamento que nos permita realizar un estudio empírico. El estudio, se desarrolla atendiendo básicamente a la segunda de las fundamentaciones teóricas relacionada con la cognición y el aprendizaje, y tangencialmente toca la tercera, enfocada a analizar la capacidad de adaptación al entorno.
2. Conocimiento y Aprendizaje. Algunos investigadores del ámbito organizacional consideran la innovación como un proceso en el que se ponen en práctica nuevas ideas que permiten solucionar problemas (Amabile, 1988; Kanter, 1983). Mezias y Gleen, (1993, p. 78), definen la innovación como “un cambio organizacional discontinuo, importante y no rutinario en el que toma cuerpo una nueva idea que no se corresponde con el concepto actual del negocio de la organización”. Según este planteamiento, una organización innovadora es inteligente y creativa capaz de aprender con eficacia y de crear nuevos conocimientos (Glynn, 1996; Argote, 1999; Senge, 1990; Argyris y Schön,1978; Nonaka y Takeuchi, 1995). 198
Capítulo VI
Un aspecto fundamental de las teorías sobre el aprendizaje y la generación de conocimiento en las organizaciones, es el modo en que estas transforman sus visiones y conocimientos individuales en capacidad organizacional y conocimientos colectivos. Algunos autores sostienen que el aprendizaje es en esencia una actividad individual (Simon, 1991 y Grant, 1996). La mayoría de las teorías sobre el aprendizaje de las organizaciones enfatizan la importancia del conocimiento colectivo como fuente de capacidad organizacional. El conocimiento colectivo es el conocimiento acumulado que la organización almacena en sus reglas, procedimientos, rutinas y normas comunes, que guían las actividades dirigidas a solucionar problemas y los patrones de interacción entre sus miembros. El conocimiento colectivo se asemeja a la memoria colectiva de la organización (Walsh y Ungson, 1991). El conocimiento colectivo existe entre los individuos y no dentro de ellos. Puede ser la suma del conocimiento de los individuos y depende de los mecanismos que transforman el conocimiento individual en colectivo (Glynn, 1996). Los individuos y las organizaciones son entidades con capacidad de aprendizaje. Todas las actividades de aprendizaje tienen lugar en un contexto social, y son la naturaleza y los límites del contexto los que determinan la diferencia en los resultados del aprendizaje. Según Bartel y Garud (2009), el conocimiento humano es subjetivo y tácito y, por ende, difícil de codificar, y transmitir desvinculado del sujeto al que pertenece. Por este motivo, su transferencia requiere interacción social, además del desarrollo de una visión compartida y de esquemas interpretativos comunes. La teoría de Nonaka y Takeuchi (1995), se sustenta en la idea de que la cognición compartida y el aprendizaje colectivo 199
Capítulo VI
son la base de la creación del conocimiento organizacional. En el centro de esta teoría, se encuentra el supuesto de que el conocimiento tácito es el origen de todo conocimiento humano y de que la creación de conocimiento organizacional, es un proceso en el que se mueve el conocimiento tácito individual y se fomenta la interacción con la base de conocimiento explícito de la empresa, Nonaka, también defiende que el conocimiento para su creación, necesita un contexto. La noción de comunidad de práctica, sugiere que los miembros de la organización construyen sus identidades y perspectivas comunes a través de la práctica, definida como las experiencias de trabajo compartidas, esta proporciona una actividad social en la que se desarrollan perspectivas y repertorios cognitivos comunes gracias a los cuales compartir y trasferir el conocimiento resultas más sencillo (Lave y Wenger, 1991; Wenger, 1998). De este modo, el grupo de trabajo ofrece el contexto en el que pueden darse unos niveles intensos de aprendizaje y creación de conocimiento. Nonaka y Takeuchi (1995), hablan de la empresa creadora de conocimiento, Argyris y Schön (1978), sugieren que una organización es, en su raíz, una empresa cognitiva que aprende y desarrolla conocimiento. El conocimiento organizacional se refiere esencialmente a los esquemas cognitivos compartidos y a la visión común distribuida de la empresa que permiten compartir y transferir el conocimiento con facilidad. Es similar al concepto de rutinas organizacionales, introducido por Nelson y Winter (1982), un conocimiento colectivo que surge de las normas y creencias compartidas y permite solucionar conjuntamente los problemas y genera patrones de acción complejos en ausencia de normas escritas. 200
Capítulo VI
El concepto de competencia central, (Prahalad y Hamel, 1990) implica que las actividades de aprendizaje y creación de conocimiento son acumulativas y dependientes de la trayectoria. Otros autores, han analizado el modo en que, en el ámbito tecnológico, el aprendizaje colectivo depende de las competencias acumulativas de las empresas y evoluciona siguiendo unas trayectorias concretas (Dosi, 1999; Pavitt, 1991). March (1991), apunta, que una tensión Importante del aprendizaje organizacional es la que se deriva de la necesidad de mantener el equilibrio entre dos objetivos opuestos: la explotación de las viejas certezas y la exploración de las nuevas posibilidades. La creación de conocimiento es un producto de la capacidad de una organización para recombinar el conocimiento disponible y generar nuevas aplicaciones a través de la base del conocimiento existente, el aprendizaje nuevo suele surgir del contacto con personas ajenas a la organización, que tienen una posición más propicia para desafiar las perspectivas y los paradigmas establecidos. La investigación empírica, sugiere que las fuentes de la innovación están fuera de las organizaciones. Las alianzas empresariales externas y las redes de relaciones, así como la incorporación de personal para implantar nuevos conocimientos en los sistemas de aprendizaje vigentes, son mecanismos básicos para el aprendizaje organizacional y la renovación del conocimiento en un entorno caracterizado por el rápido desarrollo tecnológico y por cambios disruptivos (Lam, 2007). La perspectiva de la capacidad dinámica, sostiene que el rendimiento competitivo de una empresa a largo plazo reside en su habilidad para desarrollar capacidades propias y, a la vez, renovar y reconfigurar sus competencias en respuesta a un entorno 201
Capítulo VI
marcado por la destrucción creativa (Teece, 2007). De este modo, un reto organizacional básico de la innovación es el de mantener un equilibrio estático entre la explotación y la exploración o entre la estabilidad y el cambio y, además, equilibrar y coordinar los dos aspectos de un modo dinámico en la organización.
3. Innovación. La innovación es el uso de nuevo conocimiento tecnológico y de mercado (Drucker, 1991). El producto es nuevo en el sentido de que su costo es inferior, sus atributos han mejorado, o ahora tiene atributos que antes no tuvo, o nunca existió en ese mercado. Con frecuencia, el nuevo producto en sí se denomina una innovación, lo que refleja el hecho, que es la creación de nuevo conocimiento tecnológico o de mercado, o es nuevo para los clientes. Una empresa ofrece ganancias al ofrecer productos o servicios a un costo menor que sus competidores o al ofrecer productos diferenciados a precios superiores a los normales que compensen más por el costo extra de la diferenciación (Porter, 1991). Dos cosas determinan la capacidad de una empresa para ofrecer bajo costo o productos diferenciados: sus competencias y sus cualidades. Las competencias de una organización, o sus destrezas, son su capacidad para realizar las actividades que sirven de base al ofrecimiento de bajo costo o productos o servicios diferenciados a los clientes. La capacidad de una empresa para ofrecer productos o servicios diferenciados o de bajo costo es una función de su capacidad para realizar actividades de la cadena de valor, como diseño, verificación, fabricación, comercialización, promoción de 202
Capítulo VI
ventas, adquisición y obtención de nuevos clientes, y el grado en que posee cualidades como patentes, derechos de autor, reputación, relaciones con clientes y marcas registradas (Afuah, 1999). Una innovación se puede originar no sólo de las funciones de la cadena de valor de una empresa, sino también de su medio ambiente local de competidores, proveedores, clientes, innovadores complementarios, industrias afines, universidades e investigadores. La innovación es la utilización de conocimiento nuevo para ofrecer un nuevo producto o servicio que desean los clientes. Es invención + comercialización (Freeman, 1982). Según Porter, es una nueva forma de hacer cosas que se comercializan. El proceso de innovación no se puede separar del contexto estratégico y competitivo de una empresa. El nuevo conocimiento puede ser tecnológico o relacionado con el mercado. El conocimiento tecnológico es conocimiento de componentes, vinculaciones entre componentes, métodos, procesos y técnicas que son parte de un producto o servicio. El conocimiento de mercado es conocimiento de canales de distribución, aplicaciones del producto y expectativas, preferencias, necesidades y deseos del cliente. El producto o servicio es nuevo en que su costo es inferior, sus atributos son mejorados, ahora tiene nuevos atributos que antes no tuvo, o nunca existió en ese mercado. El propio producto o servicio nuevo se conoce como una innovación, reflejando el hecho de que eso es la creación de nuevo conocimiento tecnológico o de mercado. 203
Capítulo VI
También se ha definido la innovación como “la adopción de ideas que son nuevas para la organización que la adopta” (Rogers 1983, p. 14). Generar buenas ideas o adoptar una nueva, en sí misma o por sí misma, es sólo el inicio. Para ser una innovación, se tiene que convertir una idea en un producto o servicio que deseen los clientes. Presentarse con la idea o el prototipo — invención— es una cosa, protegerla, pastorearla, fomentarla hasta convertirla en un producto o servicio que deseen los clientes es otra. La innovación implica invención y comercialización. La innovación tiene otras dos caras: la innovación técnica y la administrativa, la técnica es sobre productos, servicios o procesos mejorados o completamente nuevos. Esto contrasta con la innovación administrativa, que pertenece a la estructura organizacional y a los procesos administrativos y puede afectar o no la innovación técnica. La innovación técnica puede requerir o no innovación administrativa. Una innovación técnica puede ser un producto o un proceso. Según Damanpour (1991, p. 355), las innovaciones de productos “son productos nuevos o servicios introducidos para satisfacer una necesidad externa y de mercado” mientras que las innovaciones de procesos son “nuevos elementos que se introducen en las operaciones de producción o servicio de una organización: materiales, insumos, especificaciones de tareas, mecanismos de trabajo y flujos de información, y equipo utilizado para producir un bien o prestar un servicio”. ¿Cómo se convierten el conocimiento y el aprendizaje en innovaciones? La creación y asimilación de conocimientos, se han constituido en la base de la competencia, como afirma Porter (1990), las 204
Capítulo VI
empresas logran ventajas competitivas, mediante la utilización de innovaciones tecnológicas aunadas a nuevos métodos de producción. La innovación tecnológica ha cambiado radicalmente. Los modelos llamados "interactivos" reemplazaron el “modelo lineal". Los modelos actuales subrayan el papel central que desempeña la concepción industrial sobre las relaciones entre las fases "hacia adelante" (ligadas al mercado) y las fases "hacia atrás" (ligadas a la tecnología) de la innovación, como también sobre las numerosas interacciones entre la ciencia, la tecnología y las actividades vinculadas a la innovación, tanto si se realiza en el interior de la empresa como si se hace en el marco de diversas cooperaciones. La innovación es una importante fuente de crecimiento y un factor determinante para la ventaja competitiva de numerosas organizaciones. Generar innovación exige los esfuerzos coordinados de múltiples participantes y la integración de distintas actividades vinculadas a diversas funciones especializadas, dominios de conocimiento y ámbitos de aplicación. Por ello, la creación organizacional es básica en el proceso de innovación (Van de Ven et al. 1999). La capacidad de una organización para innovar es una condición sin la que no puede darse un uso eficaz de los recursos inventivos y las nuevas tecnologías. La introducción de una nueva tecnología instala casi siempre a las organizaciones ante una compleja trama de oportunidades y retos que generan cambios en las prácticas de gestión y favorecen la aparición de nuevas formas organizacionales. Las innovaciones organizacionales y las tecnológicas se entrelazan. 205
Capítulo VI
En la literatura existente sobre la innovación organizacional, se encontraron tres grandes corrientes. Las teorías sobre el diseño organizacional centradas esencialmente en el nexo entre las formas estructurales y la tendencia de una organización a innovar (Burns y Stalker, 1961; Lawrwnce y Lorch, 1967; Mintzberg, 1979). Las teorías sobre cognición y aprendizaje que subrayan las bases cognitivas de la innovación organizacional, que según estos estudios tiene relación con el proceso de aprendizaje y creación de conocimiento de una organización (Argyris y Schön, 1978; Nonaka y Takeuchi, 1995; Nonaka y Von Krogh, 2009). Esta corriente de trabajo proporciona una visión que ayuda a entender la capacidad de las organizaciones para crear y explotar el nuevo conocimiento necesario para las actividades innovadoras. Una tercera corriente de investigación está dedicada al cambio y adaptación de las organizaciones y a los procesos que subyacen tras la creación de las nuevas formas organizacionales (Lewin y Volverda, 1999). Su objetivo principal es entender si las organizaciones pueden adaptarse cuando se enfrentan a grandes cambios tecnológicos y, a transformaciones radícales del contexto, aquí la innovación se entiende como la capacidad de responder a los cambios del entorno externo, de influir en él y moldearlo (Teece, 2007). Como ya se mencionó, se hizo el análisis enfocando las teorías sobre aprendizaje y conocimiento, así como, la influencia del contexto en estos procesos y en la innovación. El objetivo del desarrollo de innovaciones, es lograr que un invento pueda ser viable en el mercado, dando lugar a productos específicos y/o técnicas de producción concretas. En esta 206
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etapa, el aprendizaje está orientado hacia las dimensiones comerciales del proceso de innovación: descubrir la naturaleza y características del producto que desea el mercado e incorporarlos al producto final de manera que se tenga en cuenta el conocimiento científico y tecnológico. El acortamiento del período que separa los avances científicos de su primera aplicación comercial, al igual que la interpenetración entre la ciencia fundamental y las tecnologías ligadas a la producción se han convertido en características permanentes del sistema de innovación. Sin embargo, las fases de desarrollo del proceso de innovación siguen siendo muy largas, al tiempo que los costos de investigación y desarrollo (l+D) y otros gastos para la puesta en marcha se elevan rápidamente. Pero, qué papel juegan en estos procesos el conocimiento y el aprendizaje organizacionales cómo generadores de las innovaciones, independientemente de los de innovación. Como se vio, el aprendizaje organizacional es uno de los conceptos más amplios y de múltiples dimensiones dentro de la literatura de la administración. Algunos autores hacen referencia al él, otros afirman que no existe una definición única del aprendizaje ni de cómo se desarrolla dentro de las organizaciones (Vera y Crossan, 2000). Muchos estudios lo analizan por sus efectos y reconocen que se trata de una condición para el cambio fundamentado en el estado de conocimiento de las organizaciones. Se trata de una visión que engloba los componentes cognitivos y de comportamiento vinculados al conocimiento (Argyris y Schön, 1978 y Senge, 1990), según lo cual, el aprendizaje organizacional representa la transformación del modo de pensar de las cosas, y del modo de hacerlas, el resultado será un conocimien207
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to nuevo o mejorado, siendo el punto central del aprendizaje establecer una experimentación basada en la prueba y el error, y al mismo tiempo, resolver problemas preventivamente. De ello, se deduce que las organizaciones deben comprometer una parte de sus recursos en el aprendizaje como parte de su desarrollo, pues las organizaciones que sean incapaces de hacer del aprendizaje una cualidad esencial tienden a desaparecer (Nevis et al., 1995), por tanto, el aprendizaje en la organización constituye un comportamiento sistemático e inherente a la misma. No es una elección, sino que, es algo que forma parte de la definición de las organizaciones como sistemas complejos (Nicolini y Meznar, 1995). Para Barton (1995), las organizaciones se comportan como sistemas de aprendizaje desarrollados espontáneamente en un determinado contexto. Por tanto, cuanto mayor sea la capacidad de aprendizaje del sistema mayor será la probabilidad de alcanzar y mantener un alto grado de innovación y el éxito en un entorno dinámico. Dicho lo anterior, se entiende el aprendizaje organizacional como un proceso sistémico dotado de un caudal o configuración de conocimientos que evoluciona constantemente como respuesta a los cambios del ambiente que se producen en cada situación específica (Acosta, 2005). Por lo tanto, es posible atribuir al conocimiento las propiedades de un objeto estático que se puede almacenar, manipular, organizar, recuperar e incluso medir en cierto grado, y al mismo tiempo, el conocimiento es un concepto dinámico que debe ser perfectamente descrito como el proceso de conocer (Alle, 1997; Polyani, 1962) y, por ende, de actuar dentro de la organización (Nonaka, 1999). Precisando, el conocimiento es el objeto inicial 208
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y resultante del aprendizaje, y a su vez, de la innovación, por lo que el vínculo existente entre el conocimiento y la acción es el aprendizaje. El aprendizaje organizacional se relaciona con distintos aspectos como: las rutinas, el conocimiento, la capacidad y las competencias de la organización para realizar acciones productivas, interpretar y dar sentido al comportamiento organizacional, así como detectar y corregir errores, entre otros. Estas observaciones sobre el aprendizaje permiten acometer el estudio de los procesos mediante los cuales la organización desarrolla las rutinas y capacidades esenciales, que favorecen la innovación como un fenómeno organizacional complejo construido mediante procesos de aprendizaje internos y externos, cuya importancia no es tanto el conjunto de recursos y capacidades existentes, sino los mecanismos que utilizan las empresas para aprender y acumular nuevas competencias y habilidades capaces de reconocer la dinámica del entorno y que se materializan en mejoras y nuevos desarrollo de procesos y de productos (Teece, Pisano y Shuen, 1997). Una pauta que sirve para diferenciar los distintos enfoques y las distintas interpretaciones del concepto de aprendizaje y su influencia en el desarrollo de innovaciones, se centra en dos perspectivas principales: la primera en el enfoque adaptativo, los autores asocian el concepto de aprendizaje organizacional al desarrollo de comportamientos adaptativos de la organización, es decir, se le considera como un proceso de adaptación al entorno (March y Olsen, 1976; Cyerth y March, 1963). En este proceso la organización aprende, siendo el conocimiento y experiencia generados en la interacción con el ambiente, la base de actuación y adaptación al mismo. 209
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También, se aborda el estudio del aprendizaje organizacional y la innovación desde una perspectiva que considera un enfoque proactivo, estos se relacionan con la capacidad de la organización para transformarse y cambiar. Kim, (1993) considera que la organización que aprende es aquella capaz de provocar su propia transformación o realidad. Senge (1990), y Garrat (1992), no sólo consideran a la organización que aprende con capacidad de adaptarse a su entorno, sino también, capaz de promover su propio cambio afectando su entorno. Un estudio realizado por Argyris y Schön (1978), consideran los dos enfoques, el adaptativo y el proactivo, que suponen la adaptación por influencia del entorno y la acción transformadora de la organización en sí misma, de acuerdo a su circunstancia. Las contribuciones de Senge (1990), desde su perspectiva sistémica, sostienen que la clave para que una organización aprenda, radica en la comprensión global de la misma y de sus interrelaciones. Define el concepto de aprendizaje organizacional como organización inteligente. Además, revela que son los miembros de una organización quienes expanden continuamente su aptitud para crear los resultados que desean, cultivando nuevos y expansivos patrones de pensamiento, donde las aspiraciones colectivas quedan en libertad, y la gente continuamente aprende a aprender en conjunto. Otro criterio, vincula al aprendizaje organizacional con la innovación desde el enfoque de conocimiento. Este agrupa diversas perspectivas. Entre ellas, se encuentran los estudios basados en la problemática de la creación de conocimiento en las organizaciones (Nonaka e Ichijo, 1997), mismos que analizan y describen la conversión del conocimiento por niveles de aprendizaje, es decir, la integración del conocimiento individual en organiza210
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cional. Nonaka y Takeuchi (1995), también se enfocan en adquisición de conocimiento por parte de la organización y, relacionan el aprendizaje organizacional al proceso de creación de nuevas competencias o capacidades organizativas que favorecen la innovación. A los anteriores trabajos, se suman investigaciones que afirman que el aprendizaje organizacional es consecuencia de la ampliación de conocimientos de la organización, debido a la adquisición de conocimiento fertilizado en los procesos de solución de problemas de la misma.
4. Conclusiones. Se puede decir, que el aprendizaje organizacional ha seguido una marcada distinción relacionada con el momento y las condiciones en que fue desarrollado, desde un enfoque adaptativo, lo que confirma la condición de adecuación al entorno; desde un enfoque proactivo, entendido el aprendizaje como la piedra angular del desarrollo y transformación organizacional impulsado por la organización; o bien, desde el enfoque de conocimiento, que concibe a las organizaciones como un sistema abierto de conocimiento y el aprendizaje como un proceso institucionalizado donde el conocimiento individual se transforma en organizacional cuando modifica, crea o remplaza las rutinas, normas, procedimientos, en base a este conocimiento las organizaciones se edifican y trabajan con capacidad para responder a la incertidumbre del entorno. Entonces, cómo se relaciona el aprendizaje organizacional con el desarrollo de innovaciones. Se considera que la innovación es un proceso de acumulación y combinación de nuevos 211
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conocimientos, que tienen como producto la creación de un círculo virtuoso del cual se obtendrán nuevos productos y procesos que reforzaran la obtención de metas más ambiciosas, por lo tanto, la innovación es un proceso relacionado a la introducción de cambios en las organizaciones en términos de aprendizaje y conocimiento. El hecho de analizar el proceso de aprendizaje organizacional con el proceso de innovación, incorpora un amplio conjunto de actividades dentro de las empresas que contribuyen a crear nuevo conocimiento o a mejorar el existente. Como diría Schumpeter (1950), estos conocimiento son aplicados en la obtención de nuevos bienes y servicios y nuevas formas de producción. Todo lo anterior se explica, por la relación entre las características organizacionales y sus resultados y por la armonización y factibilidad del cambio organizacional, así como el ajuste a las condiciones imperantes, al contexto o a las competencias que hagan más eficiente y rápida la generación de innovaciones. A partir del concepto de innovación del conocimiento, se entiende que la innovación es un proceso informacional en el cual el conocimiento es adquirido, procesado y transferido. Para ello, la organización debe reconocer y aprovechar nuevas oportunidades, por medio de la creación y uso de los conocimientos necesarios para desarrollar capacidades y fortalecer las existentes. Por lo consiguiente, la innovación es un proceso a través del cual la empresa puede realizar cambios más profundos y producir avances científicos y tecnológicos incorporándolos a aquellos nuevos artículos o procesos productivos que lleva a cabo, con el objetivo de adaptarse al entorno y mejorar su posición competitiva. 212
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Según West y Farr (1990), toda innovación en términos organizacionales es cambio, aunque no todo cambo es innovación. De este modo, la innovación constituye una dimensión del cambio organizacional que recoge la intencionalidad del beneficio a obtener, basado en el desarrollo y explotación de conocimiento y aprendizaje determinantes en el resultado innovador. Los conocimientos, las técnicas y las instituciones se hacen rápidamente obsoletos, la propia cultura se construye fundamentada más en el modelo de la creatividad y la renovación que en el paradigma de la permanencia y la reproducción. La generalización del aprendizaje en todos los niveles de la sociedad tendría que ser la recompensa lógica de la inestabilidad permanente creada por la cultura de la innovación. Resulta esencial determinar en qué medida la búsqueda constante de la novedad puede sentar bases duraderas y tener en cuenta las perspectivas de largo plazo, sin abandonarlas en beneficio de la rentabilidad y el corto plazo, se hace necesario armonizar la cultura de la innovación con una visión de largo plazo. Lo que diferencia la innovación de la invención, definida en el campo de la investigación como producción de nuevo conocimiento, es la valoración de los conocimientos producidos. Las organizaciones y los empresarios transforman las invenciones en innovaciones económicas. En una economía global del conocimiento, donde la capacidad de innovación es la piedra angular de la competitividad, el fomento de una cultura de la innovación equivale a propiciar la difusión rápida de invenciones e ideas nuevas a una determinada sociedad en su conjunto. Justamente la innovación no se obtiene por decreto. Por haberse tornado imprevisible, es necesa213
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rio hacer hincapié en las condiciones que propician el surgimiento de un proceso innovador, pues es la única dimensión en la que se puede intervenir, también es necesario vigilar el costo humano de los cambios, como decía Schumpeter, (1950) que la innovación es un proceso de destrucción creadora. Como todas las revoluciones tecnológicas, la que ha provocado el desarrollo de las sociedades del conocimiento entraña altos riesgos de precariedad social. Aquí estriba la problemática de sociedades que serán a la vez sociedades del conocimiento y la innovación, y por lo tanto sociedades del aprendizaje. En administración el aprendizaje tiene un papel importante en la innovación, la estrategia, la productividad, la toma de decisiones y el cambio organizacional.
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Introducción. El objetivo del estudio es determinar el impacto en la demanda de los consumidores de la aplicación del impuesto al valor agregado (IVA) en forma regionalmente diferenciada en México. El estudio se realiza a nivel de familias o unidades familiares consumidoras, la metodología utiliza los resultados de Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares 2012 (ENGASTO) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La investigación tiene tres propósitos particulares. Primero. Determinar el efecto de aplicar un IVA diferenciado sobre el ingreso disponible en las familias. En segundo lugar, estudiar el impacto del incremento relativo en el ingreso disponible sobre la macroeconomía a través de su impacto en la distribución del ingreso para establecer qué grupos de ingresos que son más afectados por la pérdida del beneficio relativo en el ingreso disponible. En tercer término, hace una reflexión acerca del efecto en la competitividad regional resultante de la homologación del impuesto al valor agregado. La investigación analiza el impacto del pago del impuesto al valor agregado, primero al interior de la estructura de distribución del ingreso en cada estado, y en segundo término haciendo una comparación entre las entidades federativas y los grupos de ingreso. Determinar cómo impacta en la distribución la decisión de los consumidores de comprar bienes exentos y bienes gravados con el IVA para determinar la incidencia absoluta del impuesto, es decir, qué grupos de ingreso en los estados causan este impuesto; después, comparar a los grupos de ingreso entre los estados para establecer los cambios que introduce en la es221
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tructura de distribución la utilización de una tasa regionalmente diferenciada como la que estuvo vigente hasta el 2013. La relevancia de esta investigación radica en que conocer la relación entre el cobro del IVA y las decisiones de los consumidores permitirá evaluar los efectos económicos de la homologación de la tasa del impuesto tal como se implementó en el 2014, además de que, profundizar en el conocimiento de las distorsiones que el impuesto provoca en el consumo de las familias y en la demanda agregada, puede contribuir al debate de la política fiscal ya no desde los beneficios esperados del presupuesto público sino desde el ángulo de los costos económicos diferenciados que generan las distorsiones de este impuesto. Asimismo, es útil para introducir al debate nacional la importancia de la diferenciación regional impositiva, en particular de un impuesto que grava las transacciones de bienes y servicios que, como ocurre en países desarrollados, es utilizada por las regiones para decidir políticas de desarrollo de sus comunidades poniendo en juego o a cargo, de los presupuestos de los gobiernos subnacionales. El documento está dividido en cuatro apartados. El primero una revisión aspectos teóricos sobre impuesto y consumo, tratando de enmarcar conceptualmente elementos relevantes para analizar esta relación en el caso de México. El 2013 fue un año de crecimiento moderado, se afianzó el proceso de recuperación económica de la recesión de 2009, sin embargo al mismo tiempo marcó el inició de un proceso de desaceleración que se extendió hasta el año siguiente. El crecimiento económico de los estados sin embargo marcó contrastes importantes, si bien casi todos tuvieron crecimiento positivo, a excepción de Campeche, la divergencia entre las tasas de crecimiento variaron dentro de un intervalo que va desde el más alto en Quintana Roo y Puebla (5.8%) hasta el más bajo en Guerrero (1.2%). 222
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En la sección tres se hace un análisis de las cifras agregadas que se pueden obtener de la base de datos de ENGASTO. Se hizo una agregación del consumo de productos y servicios entre bienes gravados y bienes exentos para el conjunto de datos y después se hace la distinción entre los consumidores por entidad federativa. Las grandes cifras que presenta la base de datos expandida muestra que el consumo total de los hogares asciende a 4.5 billones de pesos, que es equivalente al 42% del valor del consumo privado total estimado por el Sistema de Cuentas Nacionales de México (INEGI, 2014), aunque ambas estimaciones tienen una base diferente, la más notable es que la primera está estimada a precios de mercado y la segunda a precios comprador. Tomados en forma unitaria, por hogares, los estados que reportan los mayores gastos por unidades económicas son, por orden descendente, el Distrito Federal, Baja California, Nuevo León, Coahuila y el estado de México. Mientras que las últimas cinco posiciones, en igual orden, son ocupadas por Oaxaca, Hidalgo, Zacatecas, Guerrero y Chiapas. Para conocer el grado de determinación que ejerce el tamaño de las economías estatales o la dinámica económica en 2012 sobre el consumo de los hogares, se realizó un análisis de correlación entre el consumo y el par de variables señaladas. El coeficiente de correlación de Spearman para el par consumocrecimiento del PIB fue igual a 0.231, mientras que para el par consumo-nivel de actividad económica fue igual a 0.828. Esto sugiere que el tamaño de las economías tiene más influencia en el nivel de consumo privado que el crecimiento del PIB respecto al año anterior. En efecto, un sencillo análisis de los valores obtenidos indica que el estado de México representa la mayor parte del consumo nacional, con el 14.7% del total nacional, pero 223
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en nivel de producción ocupa la segunda posición y representa el 9.1% del producto nacional. El Distrito Federal, en contraste, que ocupa la segunda posición en el consumo privado con el 11.8%, representa la principal economía estatal con el 17.1% del producto del país. En la sección cuarta se presentan los resultados de la integración de la estructura de distribución del ingreso y la estimación de los coeficientes de Gini para los estados para las cifras de gasto en consumo privado antes y después del impuesto. El propósito de esta estimación es determinar el impacto redistributivo del pago del IVA en la estructura de distribución del ingreso, primero al interior de la estructura de cada estado, y después entre las estructuras de distribución estatales. Los resultados sugieren que los coeficientes de concentración del gasto tienden a moderarse en los estados que tienen menores tasas impositivas, comparados a los estados donde rige la tasa general, y que la aplicación del impuesto introduce un modesto grado de corrección en la estructura de distribución del gasto de cada entidad. Este grado de corrección del grado de concentración del gasto fue menor en el caso de los estados con tasas del IVA más bajas que en los estados sujetos a la tasa general. El trabajo concluye que la existencia de una tasa regionalmente diferenciada del impuesto tenía un carácter regresivo, favorecía a los niveles más altos de la estructura de la distribución, aunque toda la estructura de la distribución eran también favorecidos con menores tasas relativas.
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1. Aplicación y evolución del impuesto al valor agregado. El impuesto al valor agregado es junto con el impuesto sobre la renta (ISR) son las dos contribuciones más importantes de los ingresos fiscales del gobierno federal. De acuerdo a cifras estimadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Públicos (SHCP, 2013), en el 2012 los ingreso del gobierno federal ascendieron a 3.3 billones de pesos, el 44.3% de ingresos tributarios, es decir 1.5 billones. Del total de ingresos tributarios, 51% correspondió a ISR, con una recaudación de 748 mil millones, y el 37.9% al IVA, a través del cual se recaudaron 556 mil millones de pesos. Ambos impuestos aportaron cerca de 90% de los ingresos tributarios, es decir, casi 40% del total de ingresos del gobierno federal. El impuesto al valor agregado se aplica en México desde 1979, de acuerdo al decreto de la Ley publicado el 29 de diciembre de 1978. El rasgo más importante de este impuesto fue que vino a derogar 15 impuestos diferentes que gravaban las actividades mercantiles y por ello en su momento significó una importante simplificación del régimen fiscal aplicable al comercio. Desde su instauración, el impuesto consideró dar un trato diferenciado a las regiones, dando un trato de excepción relativa a los municipios limítrofes a la frontera norte En el decreto original, en el artículo 1 se obligaba al pago del impuesto, a una tasa del 10%, a las personas físicas, personas morales o las unidades económicas que en territorio nacional realizaran actos para la enajenación de bienes, presten servicios independientes, otor225
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guen el uso o goce temporal de bienes o importen bienes y servicios. Exceptuando la importación de bienes y servicios, el artículo 2 establecía que para las operaciones relativas a la enajenación y el uso o goce temporal de bienes y servicios que realicen los residentes de la franja fronteriza de 20 kilómetros paralela a la línea divisoria internacional del norte del país o en las Zonas Libres de Baja California y Norte de Sonora y de Baja California Sur, siempre que la entrega de bienes o la prestación de servicios se lleve a cabo en dicha franja, se aplicaría una tasa del 6%. Este artículo recibió posteriores modificaciones en 1982, 1991, 1995 y 2009.1 Después ese trato de extendió a la frontera sur. Un decreto publicado el 31 de diciembre de 1979 reformó el artículo 2 para aplicar la tasa del 6% a la zona colindante con “Belice, Centroamérica o en la zona libre de Baja California, parcial de Sonora y Baja California Sur”. En 1983 la tasa general aumentó al 15% y la franja fronteriza mantuvo la tasa de 6% a alimentos procesados, pero se aplicó una de 15% para bienes o servicios específicos, como vehículos con matrícula mexicana, el transporte aéreo, bienes inmuebles, y 20% para artículos de lujo, como televisores a color, motocicletas, o alimentos importados. Continuaron exentos o con tasa cero alimentos no procesados y medicinas en todo el país. Como consecuencia, entre 1984 y 1991, las franjas fronterizas estuvieron en desventaja en cuanto al tratamiento del impuesto al valor agregado respecto al conjunto del territorio nacional.
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Las reformas al artículo 1 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1982, el 21 de noviembre de 1991, el 27 de marzo de 1995 y el 7 de diciembre de 2009.
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En 1992 la tasa del impuesto baja al 10% para todo el país, incluyendo las zonas libres y franjas fronterizas, y se deroga el artículo 2 que establecía el trato de excepción a las zonas libres y franjas fronterizas. A partir de 1985 se toma otra importante determinación en la operación del impuesto, ahora es incluido en el precio en los productos y servicios que se ofrezcan cuando se trata de operaciones que se realicen con el público en general y en la documentación que se expida, excepto cuando el comprador solicite documentación que reúne requisitos fiscales. En 1995 la reforma del 27 de marzo restablece la tasa del 15% decretada en 1982 y de nuevo se adiciona el artículo 2º que establece la tasa del 10% para las regiones fronterizas. Por primera vez se esclarece que se considera zona fronteriza el territorio de los estados de Baja California, Baja California Sur y Quintana Roo. Además, se precisan los límites de la franja fronteriza de Sonora para incluir los municipios de San Luis Río Colorado, Puerto Peñasco, Plutarco Elías Calles y el municipio de Cananea. En 2010 la tasa del impuesto se incrementa, ahora a 16%, y se fija en 11% la tasa aplicable a la región fronteriza, con excepción de la venta de bienes inmuebles no residencial que es gravada a la tasa del 16% que rige para todo el país. Aunque no se precisa en esta ley, a excepción de la reforma de diciembre de 1979, por región fronteriza también queda comprendida la parte sur, la fronteriza con Belice y Centroamérica y en esta parte se incluye los municipios de Tapachula y Comitán de Domínguez, Chiapas, y Salina Cruz, Oaxaca. 2 2
Los cambios en el tratamiento fiscal de la región fronteriza fueron puesto en práctica a partir de las reformas del artículo 2 de la Ley: fue derogado en la reforma publicada en el Diario Oficial de la
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En resumen, desde la aparición de este impuesto en México no siempre existió un tratamiento diferenciado para la región fronteriza, y cuando hubo diferenciación respecto a conjunto del país, no siempre fue de la misma magnitud. La implantación del impuesto en 1979 instauró también la brecha más amplia de diferenciación de tasas, del 40%, pero ésta sobrevivió hasta 1982. Entre ese año y 1991 el régimen del IVA en la frontera representó una carga más fuerte que en el resto del país, especialmente por la variedad de tasas utilizadas que complicaban la aplicación y administración del impuesto y la carga del 20% sobre los llamados bienes de lujo. A partir de 1992 hay una primera homologación del impuesto pero a la baja, con lo cual termina el tratamiento preferencial a la frontera. A partir de 1996 empieza a operar el impuesto con nuevas tasas y reinstaura el tratamiento especial a las fronteras, ahora con un brecha de 33% respecto a la tasa general. El aumento de la tasa en 2010 disminuye esa brecha, en lugar de las tasas del 15 y 10% que existió desde 1996 hasta 2009, ahora fueron del 16 al 11%, es decir con una diferencia de 31.3 respecto de la tasa general. Para resumir, el repaso de la historia económica del país sugiere que la implantación del impuesto en 1979, y los incrementos de tasas en 1982 y 1995 respondieron a la necesidad de enfrentar el problema del déficit fiscal en un contexto de crisis económica. El ajuste de 2010 se basa en una previsión anticíclica, se preveía una baja en la recaudación por efectos de la recesión de 2009 y el gobierno se preparaba para impulsar acciones contracíclicas para impulsar la actividad económica. El recorte Federación: el 21 de noviembre de 1991, adicionado a la Ley el 27 de marzo de 1995, reformado el 30 de diciembre de 2002 y el 7 de diciembre de 2009. El artículo 2 es finalmente derogado en la reforma de 2013 publicado en el D.O.F. el 11 de diciembre de 2013.
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del impuesto en 1992, por el contrario, fue una respuesta a la reforma del Estado que abrió paso a una mayor participación del mercado en la economía y la retracción del Estado de las actividades económicas. Las tasas del impuesto sobre la renta también bajan en ese momento. Esto fue posible por la eliminación virtual del déficit público que supuso la privatización y venta de las empresas estatales que eran causantes del déficit público, entre otros ajustes macroeconómicos como la reprogramación de pagos de la deuda externa y la contratación de nuevos préstamos bajo mejores condiciones de pago. Por el contrario, la reforma de 2013 se da en un contexto de reajuste completo de las finanzas públicas, no responde a presiones macroeconómicas, sino que se buscaba aumentar la recaudación de este impuesto para compensar la eliminación de otros dos gravámenes, el impuestos sobre depósitos en efectivo IDE y el impuesto empresarial a tasa única, conocido como IETU; hacer un reforma financiera de PEMEX disminuyendo su contribución a las finanzas públicas y aumentar los ingresos públicos para sustentar acciones de desarrollo social más amplias. Tanto en 2010 como en 2013 aumentan también las tasas del impuesto sobre la renta. Debe tomarse en cuenta que el tratamiento fiscal actual en el país en cuanto al IVA, en donde sólo los servicios educativos cuentan con exención y los alimentos no procesados y medicinas con tasa cero, respectivamente (Palacios, 2006). La diferenciación del IVA en las franjas fronterizas significó un importante factor de competitividad regional porque daba ventajas fiscales a las transacciones realizadas en sus núcleos de población. No se puede establecer si el auge de las ventas y la atracción de consumidores de regiones no beneficiadas con la exención parcial hayan contribuido a incrementare la recauda229
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ción por este impuesto en los estados beneficiados, pero el crecimiento económico acelerado y la atracción migratorio que estos estados presentaron desde la década de los ochenta, puede en parte relacionarse al ambiente de negocios creado por esta baja en el impuesto.
2. Elementos de teoría. Tanto con enfoques microeconómicos como con modelos macroeconómicos, la economía ha estudiado la respuesta del consumo a los cambios en la política fiscal, en especial el recorte o disminución de impuestos o formas afines todas ellas orientadas a estimular el consumo. De acuerdo a Carman, et al., (2003) muchos de esos estudios, en particular para el caso de Estados Unidos, reportan que un recorte a los impuestos implica un estímulo inmediato al consumo, aunque la magnitud del estímulo no ha logrado ser medido con precisión. Esto puede también observarse e escala regional, el aumento en el poder de compra que implica una desgravación al consumo atraerá a consumidores de regiones excluidas por esa desgravación o recorte de tasas impositivas. Para distintos momentos y diferentes políticas fiscales, trabajos como los elaborados por Modigliani y Steindel (1977), Blinder (1981), Blinder y Deaton (1985), Poterba (1988), en los años setentas y ochentas, consideraron los efectos sobre el consumo de los cambios en los impuestos. Wilcox (1989), para quien el aumento en las transferencias de la Seguridad Social entre los años 1960 y 1980 afectó en forma positiva el gasto de consumo personal; por otra parte, Shapiro y Slemrod (2003) analizaron las devoluciones de impuestos aplicadas en 2001 sin 230
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encontrar un repunte significativo en el consumo, pero no tomaron en cuenta otros cambios legislativos que incluyeron importantes créditos no reembolsables contra contribuciones a planes de ahorro con impuestos diferidos de los hogares de moderados y bajos ingresos. En su conjunto, la literatura pareciera proponer una indicación de que las políticas fiscales son importantes para el consumo, pero que la respuesta del consumo en el corto plazo es impulsada, en gran parte, por lo que ocurra con la restricción del crédito. La importancia de la restricción del crédito para el consumo fue destacada por Browning y Lusardi (1996) y Mankiw (2000), pero el respaldo empírico fue aportado por McCarthy (1995) y Parker (1999a). La restricción del crédito es importante para una fracción significativa de hogares y son un elemento clave para entender la reacción de corto plazo del consumo ante cambios en la política fiscal. Otras dificultades para aislar los efectos de cambios impositivos en el consumo provienen de diferentes circunstancias. Normalmente los cambios de política fiscal suelen afectar diferentes ordenamientos, modificando diferentes gravámenes y no siempre en el mismo sentido. Puede subir un impuesto y bajar otro al mismo tiempo. O eliminar una exención al tiempo que se añaden nuevas exenciones. En segundo término, la respuesta del consumo presente y el ahorro a la política fiscal, de acuerdo con la teoría, dependen muy sensiblemente del tipo y la duración de la política. Tercero, se requiere desarrollar un modelo intertemporal de consumo en el hogar para poder evaluar adecuadamente un cambio de política. Y en cuarto lugar, la comprensión de cómo el consumo de cualquier hogar en particular debe responder a algún cambio de política en particular requie231
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re de información detallada sobre los recursos esperados actuales y futuros de ese hogar, su vivienda y otros gastos de tipo “esporádico”, y la actual y futura composición demográfica probable de la familia. En resumen, de las decisiones de consumo de las familias, que responden a muchas situaciones coyunturales y estructurales, como las decisiones de consumo futuro, la existencia de activos en el hogar, etcétera, aparte de la aplicación de gravámenes a la demanda de bienes. Desde un enfoque macroeconómico y en estudios que desagregan los componentes del PIB, otras investigaciones han analizado el impacto en el consumo derivado del incremento en los impuestos. El trabajo de Romer y Romer (2007), destaca los estudios realizados por Kormendi (1983), Cardia (1997), y las investigaciones reportadas en el trabajo de Gale y Orszag (2004), que analizan el impacto de cambios en los impuestos sobre el consumo. El impacto estimado del aumento de impuestos sobre el consumo en estos estudios, de acuerdo con este mismo trabajo, oscila entre ningún efecto a un sustancial efecto negativo. Los resultados obtenidos por Romer y Romer (2007), utilizando una nueva medida de los shocks fiscales, apoyan la opinión de que los efectos son grandes y negativos. Estos autores estudiaron los efectos macroeconómicos del cambio de los impuestos a propósitos de los recortes impositivos aplicados por el gobierno de Estados Unidos en los primeros años de la década del 2000. Para el gobierno, los recortes de impuestos de 2001 y 2003 en Estados Unidos estimularían la economía en el corto plazo e incrementarían la producción en el largo plazo. Otros argumentaban que aumentarían las tasas de interés y disminuirían la confianza, por tanto reducirían el producto tanto en el corto como en el largo plazo. 232
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En su análisis, estas controversias eran originadas por la dificultad para medir los efectos del cambio en los impuestos, que provienen de diferentes razones. Algunos cambios impositivos legislados son aprobados para reducir el déficit presupuestal, otros porque se avecina una guerra o porque la economía está debilitada y se predice que se debilitará más. Pero muchos de los cambios no son legislados en modo alguno ya que ocurren automáticamente: porque la base impositiva varía con el nivel general de ingresos, o resulta de cambios en el precio de las acciones, la inflación, y otras fuerzas no políticas. Porque los factores que estimulan el cambio de los impuestos están con frecuencia correlacionados con otros desarrollos en la economía, distinguir los efectos del cambio en los impuestos de los efectos de estos factores subyacentes es inherentemente complicado. La razón central que explica la dificultad para analizar los efectos en los cambios en los impuestos es la posibilidad en incurrir en sesgos por variables omitidas. En el caso de los cambios impositivos contra cíclicos legislados, algún factor que causa la senda futura del crecimiento es causa también que los hacedores de política cambien los impuestos. En el caso de la respuesta automática de los impuestos al producto, algún factor omitido que afecta al producto afecta también a los impuestos. Y muchas fuerzas no-políticas, diferentes a la producción, que afectan los ingresos, como el movimiento en el precio de las acciones, pueden tener efecto directo sobre la producción. No tomar en cuenta las variables omitidas resultará en estimaciones inadecuadas del efecto macroeconómico de los cambios impositivos. En conclusión, consideran las motivaciones políticas sirven para medir los efectos macroeconómicos del cambio en los im233
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puestos, y distinguirlos de otros efectos macroeconómicos que pueden resultar de una contaminación derivada del desarrollo de otros fenómenos. Los cambios impositivos legislados pueden dividirse en dos categorías, los adoptados para regresar el crecimiento de la producción al nivel normal (o para mantener el crecimiento normal de la producción en anticipación de otros cambios), y los decididos por otras razones. Los cambios hechos para alcanzar o mantener el crecimiento normal, que denominan como endógenos, tienden a llevar a una estimación sesgada de los efectos de la política fiscal. Los cambios no motivados por las condiciones económicas actuales o proyectadas, que denominan como exógenos, son apropiados para medir los efectos de los cambios impositivos sobre la producción. A mayor profundidad, los cambios impositivos legislados pueden dividirse en cambios contra- cíclicos verdaderos y los cambios adoptados porque el gasto del gobierno fue cambiando. Los cambios impositivos legislados exógenos pueden dividirse en dos categorías, cambios adoptados para disminuir un déficit presupuestal heredado y los decididos para estimular el crecimiento económico de largo plazo. Romer y Romer (2007), encuentran que Estados Unidos tuvo 49 cambios fiscales en el periodo comprendido entre 1947 y 2006. Estiman que un incremento impositivo exógeno de 1% del PIB baja el producto real en cerca de 3%, además, tiene efectos persistentes en la producción ya que la inversión cae marcadamente en respuesta a incrementos impositivos exógenos. Por su parte, los efectos en la producción de incrementos impositivos contra cíclico tienen impacto menor que los resultantes de un cambio exógeno, lo que significa que un cambio fiscal contra cíclico tiene en realidad poco éxito. 234
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Estos argumentos sirven para sostener que ningún aumento de impuestos tiene efectos positivos sobre la inversión ni sobre el consumo de acuerdo con la literatura económica. Los efectos sobre el crecimiento económico de la reforma hacendaria 2013 dependerán del saldo que arroje la mezcla de factores de impulso y de retroceso contenidos en ella. Pero, visto en forma aislada del resto de los contenidos de la reforma, los incrementos impositivos tendrán como efecto una contracción de la producción. En particular el consumo, tanto desde los enfoques micro y los efectos macroeconómicos, el alza de impuestos puede tener efectos negativos y muy negativos. Sólo desde un punto de vista keynesiano limitado, en donde el consumo alienta la demanda agregada y el ahorro desaliente el consumo, puede pensarse que un aumento de impuestos en el contexto de profunda desigualdad en la distribución del ingreso, pueda tener efectos positivos sobre la demanda agregada y por esta vía en la producción. En esta economía, un aumento de los impuestos quita dinero a los que ahorran para dirigirlo a quienes sólo consumen, por tanto aumentaría el consumo agregado. En una economía moderna, sin embargo, y como concluyen el estudio de Carman, Gokhale y Kotlikoff (2003), el consumo es sensible al crédito, y éste es dependiente de los ingresos altos y medios en la estructura de distribución del ingreso. De forma que, al reducir el ahorro de los sectores de mayores ingresos, se tienen impactos multiplicativos sobre la demanda de crédito, y esto hace disminuir más el consumo agregado, de forma que el aumento en el consumo de los estratos de bajos ingresos no alcanza a compensar el ajuste en el consumo agregado. Por tanto, se contrae la demanda agregada y se tienen impactos negativos en la producción. 235
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En los años recientes ha sido producida mucha investigación sobre finanzas públicas, en particular en el caso de los impuestos. En especial estudios sobre evasión fiscal en impuesto sobre la renta e impuesto al valor agregado. Muchos de esos estudios han estado basados en la utilización de microdatos. Respecto a los impactos económicos el establecimiento del IVA y los cambios o ajustes que ha sufrido a lo largo del tiempo, especialmente en el consumo privado, ha generado escasa literatura especializada. En cambio, los temas de evasión en el impuesto han sido más recurrentes (Hernández Trillo, et al., (2004), Samaniego Breach (2006), Centro de Investigaciones Económicas Administrativas y Sociales (2011), Martín del Campo, (1998), entre otros), así como el problema de la generalización del impuesto y la eliminación de la tasa cero o exención en alimentos y medicinas (García-Alba, 2006; Ramírez, 2013, entre otros). Sugieren que la generalización sectorial sería indeseable porque incrementaría la regresividad del impuesto. También se ha estudiado las repercusiones en la distribución del ingreso del IVA, comparando la situación vigente en contra de las diferentes propuestas de reforma fiscal que se han presentado en el debate público, como el trabajo de Huesca y Serrano (2005), que destaca como la aplicación del IVA contribuye a una redistribución del ingreso ex post Asimismo, estimando la progresividad mediante índices de concentración y de Kakwani, además del impacto redistributivo de cada tipo de impuesto a través del Índice de Reynolds-Smolensky, como hace Vargas (2010), para los impuestos directos e indirectos para el periodo 1984-2002, la conclusión más importante es que los impuestos indirectos, en particular el IVA, pierden progresividad y tienden hacia la neutralidad con cierto sesgo hacia la regresividad. En este estudio, para el periodo los tipos impositivos medios del 236
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primer decil se incrementaron de 4,8 a 8.5%, mientras que en el decil más alto se observó un incremento marginal, de 7.3 a 7.5%. Pero, comparando el coeficiente de Gini con el índice de concentración se encontró que el total de impuestos contribuyen a la redistribución del ingreso, pero es por efecto de los impuestos directos porque los indirectos no contribuyen a la redistribución. El estudio de Pagan, et al., (2001) sobre los efectos del aumento del IVA en 1995 concluyó que los efectos sobre la actividad económica eran difíciles de apreciar, especialmente debido a la recesión económica que siguió en los años posteriores a la crisis de 1995 y a que, como señalan estos autores, el impacto inflacionario del impuesto hizo disminuir en lugar de incrementar la recaudación. Lo que si puede sostenerse es que, comparativamente, el beneficio marginal en la recaudación por el aumento del IVA en 1995 fue mucho menor al aumento del 50% en la tasa, tanto en las consecuencias sobre los ingresos gubernamentales como sobre la equidad social que la medida pretendía favorecer. En cuanto a los efectos macroeconómicos se han generado muchos más estudios, particularmente hay una corriente internacional que promueve el establecimiento de regímenes fiscales basados en impuestos indirectos, especialmente el IVA, que es promovida por organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); estudios de evasión del impuesto que se han hecho en México y la importancia del impuesto para la recaudación fiscal que ha sido creciente. Si tomamos la recomendación para evaluar la incidencia de los impuestos que hacen Fullerton y Metcalf (2002), debe reco237
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nocerse que la decisión de establecer el impuesto y los sucesivos ajustes obedecieron a la presión que sobre las finanzas públicas ejercía el déficit fiscal. Eso hace que evaluar el efecto del impuesto sea complicado, porque de haber persistido el déficit fiscal los costos en términos de desequilibrio macroeconómico y crecimiento de la economía hubieran sido mayores. En 1979 la inflación empezaba a cobrar fuerza y la decisión del implantarlo coincide con un repunte inflacionario posterior que, junto con el incremente que ésta sufrió en 1982, llevaron a la tasa de inflación por arriba del 100% en 1983. Había sin embargo otras fuerzas que generaban estos desequilibrios, especialmente el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos que presionaba el mercado cambiario e impulsaba el ciclo de devaluacióninflación. Esto remitía a la debilidad de las exportaciones mexicanas y la excesiva dependencia de las importaciones. Pero estos trabajos se han hecho desde el ángulo público, y no de los efectos en la sociedad. En particular, el estudio en México de la relación entre impuestos y consumo pareciera no haber generado literatura rescatable, en gran medida explicado por la ausencia de bases de datos adecuadas. Con excepción del impacto redistributivo del IVA estudiado por Huesca y Serrano (2005), y Vargas (2010), que analizaron también la distribución de la carga impositiva por nivel del nivel de ingreso y categoría de gasto para 2002, utilizando la ENIGH.
3. El modelo. El problema de la investigación se orienta a determinar el impacto sobre la distribución del ingreso derivado de la utilización del impuesto al valor agregado. El ejercicio consiste en estimar 238
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el coeficiente de Gini, para los gastos de los hogares antes y después de aplicado el impuesto. Para esto se utiliza la variable gasto total como equiparable al ingreso, bajo el supuesto de que todos el ingreso se gasta, y el ingreso disponible, que es una variable construida utilizando el gasto total menos el monto pagado del impuesto en la compra de bienes sujetos a gravamen. Este ejercicio supone que, del dinero que el consumidor gasta en la compra de bienes, en realidad la parte del ingreso del que realmente dispuso es el destinado a pagar el bien adquirido a su precio neto, es decir, el precio del producto antes de la aplicación del impuesto al valor agregado. Una vez efectuada la estimación, se hará la comparación para determinar el efecto del impacto sobre la distribución del ingreso derivada de la aplicación de un impuesto diferenciado. En realidad el resultado, que parece obvio dado que una tasa impositiva mayor debería provocar mayor impacto en la distribución del ingreso, expresa un conjunto de complejas relaciones entre las decisiones de consumo y la tasa del impuesto. En primer término, los diferentes deciles de ingreso reaccionan de manera diferente al nivel del impuesto y por tanto reaccionarán de distinto modo a los efectos renta y distribución. Como el índice de Gini pondera las reacciones de los diferentes grupos de ingreso, los resultados son inciertos. En segundo término, las decisiones de consumo se ven afectadas por las tasas impositivas, por el efecto sustitución y el efecto renta. El efecto sustitución hace que el consumidor desplace su demanda de bienes hacia los bienes no gravados, pero la aplicación de una tasa menor provoca un efecto ingreso que hace que el consumidor aumente su demanda de bienes gravados. Ambos efectos pueden provocar que aumente el nivel de 239
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demanda de los consumidores, es decir, el gasto total, comparado a la situación que se tiene con la aplicación de un impuesto más elevado. Dependiendo de la proporción de la desgravación, es posible que pueda presentarse un efecto como el definido por la curva de Laffer, que menores tasas impositivas terminen generando una mayor causación del impuesto, que no recaudación, porque por el propio diseño de impuesto, no todo el impuesto pagado por el contribuyente y retenido por el retenedor se convierte en recaudación impositiva para el gobierno. El aumento en el impuesto retenido puede resultar del aumento en las compras de los consumidores por el incremento en el ingreso disponible y en particular el impacto del efecto ingreso y sustitución sobre la demanda de bienes gravados. Los datos. La información se obtiene de la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares de 2012 preparada por el INEGI. Organizar la base de datos para hacer la estimación que busca comprobar las hipótesis de trabajo implicó utilizar algunos supuestos que se precisa tomar en consideración. Se hizo una clasificación entre consumo de bienes exentos y consumo de bienes gravados con el IVA para cada registro muestral de la encuesta. Son tres entidades que tenían una tasa menor del IVA hasta 2013, Baja California, Baja California Sur, y Quintana Roo, en otras entidades con municipios fronterizos el tasa diferenciada aplicaba sólo a esos municipios, pero no al resto del estado. Como la muestra está integrada solo con las 46 ciudades integradas al índice nacional de precios al consumidor (INPC), pero es representativa del estado, para solventar el problema de los estados en donde los municipios estaban gravados con tasas diferentes, se 240
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ponderó la tasa del IVA considerando la distribución municipal de la población para determinar una tasa del IVA para todo el estado. Este procedimiento se siguió en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Chiapas, que tienen municipios fronterizos que eran gravados con una tasa menor. En la base de datos integrada aparece que 74% de los registros tienen una tasa del IVA de 16%, y el restante 26% con una tasa inferior a este valor. Del monto de gastos en bienes gravados se obtiene el gasto neto, desagregando la parte que corresponde al monto del gravamen en el total de gasto en esta clase de bienes y utilizando las tasas del impuesto explicadas en el párrafo anterior. Este ingreso neto se suma al gasto en consumo de bienes exentos y se obtiene el ingreso disponible. La demanda de bienes de consumo. Distinguir las erogaciones monetarias de las unidades familiares entre gasto en bienes exentos del pago del impuesto y bienes gravados permitió observar algunas regularidades en el comportamiento de los consumidores, que resultaron de utilidad para formular las premisas de la investigación que se trata de demostrar empíricamente. La primera aproximación fue evaluar el gasto total por unidad familiar en el país para cada entidad federativa. Los resultados en general no reflejaron demasiada sorpresa pues muestran a grandes rasgos la estructura de ingresos por estados con sus niveles de polarización del ingreso ya conocidas, aunque destacan algunas entidades donde el nivel de gasto observado supera la capacidad económica tradicional medida en términos de la producción agregada, como los casos de Baja California, Coahui241
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la, Colima, incluso Sinaloa y Baja California Sur, que en términos de gasto por familia alcanzan posiciones más altas que las que obtienen en la estructuración económica en términos de producto por habitante. Para efectos de los postulados de la teoría que guían la investigación, la tendencia hacia el mayor gasto en bienes exentos es una consecuencia de las preferencias de consumo, la sustitución del consumo de bienes gravados por bienes no gravados; la tendencia hacia una mayor demanda de bienes exentos es un relejo del efecto ingreso que produce la desgravación parcial que existe para los estados que tienen menor tasa del impuesto. Gráfica 1.
Esta desigualdad se acentúa más cuando se organiza la información por gasto en bienes exentos y gravados. 242
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La comparación entre consumo de bienes gravados y exentos para los grupos de ingresos definidos en la estructura de la distribución sirvió de sustento a la hipótesis que queremos desarrollar: los estados con menores tasas impositivas tienden a gastar proporcionalmente más en bienes gravados. No parece haber influencia del nivel de ingresos en esta conclusión porque estados que no tienen un nivel alto de ingresos tienen un margen estrecho de consumo entre uno y otro bien. La siguiente gráfica muestra el consumo promedio por hogar y entidad federativa, dividido entre gasto en bienes de consumo exentos y gasto en bienes de consumo gravado con el impuesto al valor agregado. El arreglo además estructura a las entidades en orden descendente del consumo en bienes gravados con el impuesto. Gráfica 2.
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Los estados con mayor ingreso por unidad familiar tienden a tener un bajo margen o una baja relación entre consumo exento y gravado, incluso en algunos de ellos el consumo en bienes gravados llega a superar el otro tipo de consumo, mientras que los estados con menor ingreso por familia tienden a consumir en mayor margen bienes exentos. Incidencia del impuesto. Se analiza la incidencia absoluta del IVA para determinar la tasa efectiva que pagan los consumidores en las diferentes entidades federativas de México. La tasa efectiva del impuesto depende de la proporción en que distribuyan su gasto los consumidores y las tasas nominales utilizadas para gravar los productos. También, por los niveles de ingreso o gasto y el nivel de precios. Como solo podemos controlar el nivel de gastos de los hogares, la información es organizada de acuerdo a deciles de hogares, a fin de aproximar la incidencia impositiva a la estructura de distribución de ingresos. Es posible que las decisiones de gasto estén influidas también por el nivel de las tasas impositivas nominales, lo que dota de mayor complejidad el análisis de las tasas efectivas ya que no puede determinarse si su resultado es consecuencia del nivel impositivo, las prácticas de consumo de las familias, el poder adquisitivo o la capacidad de alcanzar la canasta básica. El cuadro siguiente concentra la información sobre la tasa de impuestos obtenida de dividir el impuesto causado en los bienes sujetas a gravamen entre el gasto total unitario de los hogares. Se incluyen tres tipos o categorías de hogares: los que están en el 20% más pobre, los que pertenecen al 20% más rico y los ubicados en los ingresos medios que corresponden a los deciles del 3 a 8 de la estructura de la distribución. 244
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Sumando las tasas de impuestos que pagan cada una de las tres categorías mencionadas, se aprecia que 16 entidades tienen una tasa agregada de 20% o superior, mientras que los estados con la tasa de impuestos menor y vigente en todo su territorio está por debajo del 15%, son los casos de Baja California, Baja California Sur y Quintana Roo. Esto significa que las tres categorías pagan una tasa impositiva menor al del resto de los estados con la tasa alta del IVA. No sólo los más pobres tienen un tasa de impuestos más baja, también el 20% más rico tiene una tasa del IVA menor a los del mismo grupo en otras entidades y los hogares de ingresos medios. Gráfica 3.
Si se compara a los estados desgravados con las tasas impositivas efectivas más altas reportadas en cualquiera de los otros estados se obtiene un contraste interesante que permite inferir 245
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que el grupo más favorecido por la desgravación es el 20% de los hogares más rico. Por ejemplo, para el 20% más pobre la referencia es Yucatán donde la tasa efectiva es de 5.47%: en Baja California ese grupo presenta una tasa impositiva 35.6% menor, Baja California Sur es 38% más baja y Quintana Roo 31.6% inferior. Para el 20% más rico la referencia es Colima donde la tasa es 9.9%. En comparación con esto, Baja California tiene una tasa 36.9% más baja, Baja California Sur es 38.8% menor y Quintana Roo es 38.6% más baja. Para el grupo de ingresos medios, la referencia es Jalisco que presenta la tasa más alta con 6.9%. Comparado a este indicador, Baja California tiene una tasa que es 28.8% más baja, Baja California Sur es 32.5% inferior y Quintana Roo con una tasa reducida en 30.9%. En todos los casos, el porcentaje de disminución más elevado corresponde al grupo 20% más rico de los hogares. Esto sugiere que la existencia de una tasa diferenciada del impuesto estaba favoreciendo a los niveles más altos de la estructura de la distribución lo que reafirma su carácter regresivo. Aunque todos los grupos se veían también favorecido con menores tasas relativas. Otros estados que tienen parte de sus localidades con la tasa recortada del impuesto también tienen tasas efectivas más bajas que sus similares en los otros estados, aunque están por arriba de las que se reportan en los estados con desgravación completa. El impacto redistributivo del impuesto. Musgrave y Thin (1948), compararon la inequidad de la distribución del ingreso antes y después de impuestos. Un sistema impositivo progresivo está asociado con la disminución en la inequidad del ingreso, mientras que tasas impositivas progresivas se verán reflejadas en el incremento de la inequidad del in246
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greso. Cuando la inequidad del ingreso antes y después de impuestos sea idéntica, entonces el sistema impositivo será proporcional. Entonces, si el índice de Gini es utilizado como medida de inequidad, la diferencia, o la ratio, del índice de Gini de los ingresos antes y después de ingresos aporta una medida simple de progresividad del impuesto (Kakwani, 1976). Para analizar esta relación agrupamos los datos por deciles de ingreso para cada estado. En el rubro de gastos en bienes gravados se hizo la deducción del impuesto correspondiente de acuerdo a la tasa aplicable en cada estado y se obtuvo el gasto disponible, que es el gasto erogado en bienes gravados menos la parte que corresponde al pago del impuesto, sumado al gasto en bienes exentos. Por razones de armonizar los términos al lenguaje común en la economía, a este gasto neto se le equipara con el concepto de ingreso disponible. El cociente entre gasto disponible y gasto total representa el porcentaje de ajuste en el ingreso por el pago del impuesto. Se espera que este cociente deba crecer a medida que disminuya la proporción entre gasto exento y gasto gravado, es decir en la medida en que el consumidor destina una mayor parte de sus ingresos al consumo de bienes gravados. Esto significa que, considerando diez grupos de hogares organizados de acuerdo al nivel de gastos, el valor del cociente disminuya conforme se avanza en los niveles. Los resultados estadísticos que se pueden obtener de la ENGASTO 2012 muestran la mayor complejidad que suele revestir la conducta de los consumidores.
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Cuadro 1. Porcentaje de ajuste del ingreso total por el pago del IVA en productos gravados. Por deciles de hogares Deciles de Estados IVA Estados IVA Estados IVA Estados IVA Estados IVA recortado recortado Hogares completo recortado total recortado total ( 1) ( 2) ( 3) ( 2/1 ) ( 3/1 ) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
-0.0400 -0.0451 -0.0487 -0.0513 -0.0526 -0.0564 -0.0596 -0.0628 -0.0677 -0.0782
-0.0326 -0.0387 -0.0422 -0.0442 -0.0468 -0.0491 -0.0530 -0.0556 -0.0608 -0.0674
-0.0298 -0.0351 -0.0368 -0.0387 -0.0413 -0.0427 -0.0463 -0.0492 -0.0530 -0.0570
-18.4% -14.2% -13.4% -13.8% -11.0% -12.8% -11.1% -11.4% -10.3% -13.9%
-25.3% -22.1% -24.4% -24.6% -21.4% -24.3% -22.3% -21.7% -21.8% -27.1%
Promedio
-0.0562
-0.0490
-0.0430
-0.1304
-0.2350
Fuente: Elaborado con cifras de ENGASTO 2012, INEGI.
Formamos dos grupos de estados, los que pagan la tasa baja y los que pagan la tasa alta, y se estimó el ajuste en el ingreso total derivado del pago del impuesto en la compra de bienes gravados. Para mayor claridad de exposición de los resultados, de este segundo grupo distinguimos los tres estados en donde el recorte del impuesto operaba para toda la población: Baja California, Baja California Sur y Quintana Roo. Expresado para los habituales diez niveles de gasto, donde 1 corresponde al 10% de la población con más bajos gastos y 10 al de gastos más altos. Finalmente, se estimó el porcentaje de la diferencia para cada grupo de ingreso según tipo de entidad. Este arreglo muestra entonces la magnitud del sacrificio fiscal en términos de poder de compra de los consumidores por niveles de ingreso, y la diferencia porcentual entre ambos grupos de estados. 248
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En el nivel 1 de ingresos el consumidor que pagó una tasa de IVA menor, sacrifica el 3.6% de su gasto frente a otro consumidor de un estado que paga la tasa estándar del IVA que resiente una disminución del 4.0% en sus ingresos. El sacrificio de quien pertenece a un estado con una tasa diferenciada del IVA es 18.4% menor al consumidor similar que paga la tasa estándar. Pero si consideramos los estados completamente desgravados, el sacrificio fiscal era 25.3% menor al de un estado que cobraba la tasa completa. El ajuste entre gasto total e ingreso disponible es creciente y cuasilineal en ambos grupos de estados, pero la diferencia relativa del sacrificio fiscal, si bien es también creciente, no sigue una tendencia lineal. En términos del sacrificio relativo, el beneficio de la desgravación no se distribuía de manera uniforme y los grupos de mayor y menor nivel de ingreso reducían su nivel de sacrificio fiscal en proporción mayor al resto de los grupos sociales. Estas relaciones expresan diferentes conductas de los consumidores hacia la aplicación del impuesto, que tiene que ver con los bienes que consumen y la actitud ante el pago de la contribución a las compras. Los grupos de menores ingresos demandan bienes de consumo básico que causan el IVA, por ejemplo el consumo energético del hogar, y que representa una parte importante de su presupuesto. Por eso, el beneficio de pagar una tasa menor llega a ser importante. En los grupos intermedios de la distribución del ingreso, el consumo básico esencial gravado con el impuesto no llega a ser tan importante para su presupuesto, y en el caso del resto del presupuesto dedicado a la compra de bienes complementarios, 249
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sustituyen el consumo de bienes gravados por los bienes exentos. Eso explicaría las variaciones entre el beneficio relativo entre los grupos intermedios. En el caso de los grupos de mayor ingreso, hay menor discriminación entre el consumo de bienes exentos y bienes gravados, diríase que tienden a ser indiferentes al consumo de bienes gravados, por eso una mayor parte del presupuesto se destina a estos bienes. En consecuencia, es menor el beneficio relativo de gozar de una tasa menor del impuesto comparado con los estados en lo que rige la tasa estándar. En resumen, los consumidores que más se benefician de la existencia de tasas diferenciadas del IVA no son los grupos de menor ingreso sino los grupos de más altos ingresos. Si bien el beneficio relativo de los niveles 8 y 7 de la distribución analizada es más grande, lo que demuestra la anterior afirmación, los grupos de más altos ingresos pueden destinar una mayor proporción de su gasto a bienes gravados y la diferencia del impuesto pueden destinarlo a una mayor demanda de esos bienes, en comparación a los grupos de menor ingreso. Es decir, son los grupos de mayor ingreso los que destinan los recursos derivados del efecto renta a la demanda de más bienes gravados.
4. IVA diferenciado y distribución del ingreso. Otro tema relevante en el análisis de la aplicación del impuesto al valor agregado es conocer su impacto en la distribución del ingreso después de ejercido el gasto privado, para ir más allá de la estructura de la distribución que prevalece al momento de que generar las remuneraciones a los agentes privados o luego que esas percepciones son gravadas con los impuestos al ingre250
Capítulo VII
so, como se acostumbra en la literatura aplicada (véase, por ejemplo, SHCP (trabajo de López Calva, también yo). Además, esta medición permitirá hacer un análisis comparativo entre los estados que aplicaban tasas diferenciadas del IVA y establecer que resultados arrojaron esa diferencia en el trato fiscal al consumo privado en términos de distribución del ingreso. La gráfica siguiente presenta el índice de Gini3 estimado sobre los gastos privados ejercidos en las entidades federativas de México, para el rubro denominado gasto total y el designado como gasto disponible, que es el que resulta de restar el impuesto al valor agregado de las compras de bienes gravados con este impuesto. Los valores estimados del coeficiente de Gini medido a partir de los gastos arrojaron una estructura ligeramente menos equitativa que la obtenida de manera común con la misma estimación pero a partir de los ingresos.4 Para cada uno de los estados, los coeficientes de Gini están en el orden de 0.40 para 22 entidades, seis estados se ubican por debajo de 0.4 y cinco por encima de 0.4. Estos resultados son indicativos de un ligero desequilibro distributivo, comparado a los niveles de concentración que se observan para el 2012 y los años anteriores en las estimaciones basadas en el ingreso.
3
Como es conocido, el coeficiente de Gini es un índice de concentración que se aplica en el ingreso, el gasto o los salarios, para conocer la estructura de distribución. El índice da valores entre 0 y 1, donde 0 significa perfecta distribución y 1 significa perfecta concentración. 4 Por ejemplo, el coeficiente de Gini estimado por INEGI en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) para 2008, 2010 y 2012, para el ingreso total de los hogares incluyendo transferencias gubernamentales, fue de 0.467, 0.445 y 0453 respectivamente (INEGI, 2012). En el caso de esta investigación, el promedio del coeficiente de Gini del total de estados federados se sitúa en 0.46 y se ajusta a 0.454 descontando el pago del IVA en las compras.
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Gráfica 4.
Este perfil de mayor desconcentración del ingreso cuando se mide observando los gastos es en cierta forma lógica porque hay varias consideraciones que influyen en su resultado. Primero no hay ahorro, por tanto no hay acumulación, es decir todo el ingreso se gasta y se gasta también parte del ingreso futuro, puesto que hay también la utilización del crédito que es una forma de consumo de los ingresos futuros. Los hechos estilizados que puede derivarse de esta estimación son, primero, que la distribución del ingreso tiende a ser ligeramente más concentrada que si la evaluamos con base en los ingresos. La segunda aseveración que la Gráfica confirma es que la aplicación del IVA produce una mejoría en la distribución, aunque pequeña, en este sentido sería un impuesto que tiene un impacto redistributivo, como aseguran Huesca y Serrano 252
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(2005), porque disminuye la concentración de la estructura de distribución del ingreso. En tercer término, la Gráfica incluida no permite una conclusión definitiva acerca de que la desgravación influya en la distribución del ingreso al interior de los propios estados, aunque estados que tienen la tasa reducida en todo el territorio, tienen un indicador más cerca de cero que otros estados. Sin embargo, estados que tienen bajas tasas en parte del territorio igual tienen más o menos concentración del ingreso que los estados con tasas altas. Sonora que tiene municipios fronterizos con la tasa reducida del gravamen aparece con una mayor concentración, pero no parece esto explicarse por razón asociada al nivel impositivo. En contraste, Hidalgo y Zacatecas aparecen con una distribución más concentrada del ingreso gastado. Destaca que Baja California y Baja California Sur estén en la parte baja de la tabla, dos estados donde la tasa diferenciada rige en el total de su territorio, pero es distinto en el caso de Quintana Roo, donde ocurre la misma situación fiscal y aparece con la distribución menos concentrada del gasto. No parece entonces existir algún tipo de correlación entre los estados que pueda explicarse a partir de la tasa diferenciada del IVA, sea que concentre más la distribución del ingreso, que amplíe la brecha entre la estructura de distribución ex post, o peor aún, que llegara a revertir la estructura ex ante como consecuencia del pago de un impuesto menor a la mayoría de las entidades. Tener un IVA menor hace que aumente el gasto de las familias y este beneficio es visible a lo largo de toda la estructura de distribución del ingreso, en particular en las familias más pobres. 253
Capítulo VII
El coeficiente de Gini es útil para valorar la distribución del ingreso o el gasto en la sociedad, aunque no se reveló diferencias significativas entre los estados analizados en función de las tasa del impuesto al valor agregado que cobraron en 2012. Sin embargo, analizando el valor absoluto de los gastos de consumo de las familias agrupadas en 10 grupos de acuerdo a su nivel de gastos, en el ejercicio realizado para este trabajo se reveló que: El gasto de las familias tiende a ser mayor en los estados que cobran menor tasa de impuesto, pero es aún mayor en las entidades que aplicaban la menor tasa en todo su territorio. Este efecto puede interpretarse como consecuencia del recorte en la tasa del impuesto, que sería un estímulo al consumo como sostiene la teoría. Cuadro 2. Gasto total promedio para grupos de hogares Grupos de hogares
Estados IVA
Estados IVA Estados IVA recortado completo parcial recortado total 1 28,739 30,997 38,934 2 49,360 51,938 63,215 3 64,948 68,013 83,102 4 79,776 82,722 100,635 5 95,584 100,351 120,507 6 115,966 118,930 140,355 7 138,347 143,988 170,545 8 174,510 180,025 207,047 9 235,275 235,299 265,965 10 462,586 460,690 476,716 Total 1,445,091 1,472,954 1,667,021 Fuente: Elaborado con base en ENGASTO 2012
En los primeros, esto es, en los estados en que aplican menor tasa solo en algunos de sus municipios, el gasto es en promedio 1.9% superior al conjunto amplio de estados con tasa uniforme 254
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mayor; las entidades donde la tasa menor aplica en todo el estado, el gasto es 15.4% mayor que el conjunto amplio de estados con tasa más alta. Este mayor gasto relativo de los hogares en estados que cobran menor tasa del IVA se observa en toda la estructura de distribución del ingreso, en particular entre los grupos sociales menos favorecidos. Como puede concluirse de los cuadros 2 y 3, en el decil 1 por ejemplo, los estados que aplicaban una tasa menor el gasto de este grupo era 7.9% mayor al del conjunto de estados con tasa elevada, mientras que los estados en donde la desgravación era uniforme a la región el gasto superaba en 35.5% al gasto en los estados de referencia. Cuadro 3. La distribución porcentual de este arreglo se presenta en el siguiente cuadro: Gasto total promedio para grupos de hogares Grupos de
Estados Estados IVA Estados IVA IVA recortado recortado hogares completo parcial total 1 1.000 1.079 1.355 2 1.000 1.052 1.281 3 1.000 1.047 1.280 4 1.000 1.037 1.261 5 1.000 1.050 1.261 6 1.000 1.026 1.210 7 1.000 1.041 1.233 8 1.000 1.032 1.186 9 1.000 1.000 1.130 10 1.000 0.996 1.031 Total 1.000 1.019 1.154 Fuente: Elaborado con base en ENGASTO 2012
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Algo similar ocurre con la polarización del ingreso. Analizados en forma agrupada, la polarización del ingreso, medida como el múltiplo que existe entre el gasto en consumo del 20% más pobre y el 20% más rico de la sociedad, pareciera favorecer a los estados que tienen una menor tasa impositiva. A causa de que el gasto de los hogares más pobres es mayor en los estados con menor contribución, sino también a que el gasto de los hogares más ricos es menor comparado a los niveles de los estados con la tasa estándar del impuesto. Cuadro 4. Porcentaje del gasto total promedio de hogares pobres y ricos según condición tributaria Grupos de hogares Estados IVA Estados IVA Estados IVA recortado completo parcial recortado total 20% más pobre 0.054 0.056 0.061 20% más rico 0.483 0.473 0.446 Relación 8.936 8.392 7.271 Fuente: Elaborado con base en ENGASTO 2012
Total 0.0547 0.4795 8.7661
Estas cifras muestran una asociación positiva entre estados con menor tasa impositiva y menor polarización de los gastos entre grupos favorecidos y desfavorecidos de la estructura de la distribución del ingreso. Los estados que en 2012 pagaban una tasa menor, Baja California, Baja California Sur y Quintana Roo, tienen un índice de polarización cerca de 20% menor al observado en el resto de los estados que pagaban la tasa estándar del impuesto.
256
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5. Conclusiones. Este análisis permite concluir acerca del impacto redistributivo del IVA cuando analizamos los gastos de los hogares en México. Si bien 2012 fue un año de contrastes en la actividad económica, empieza el año con un nivel de actividad que disminuye en el segundo semestre, con inflación bajo control y aumento del crédito bancario al consumo por bajas tasas de interés, no se presentaron eventos perturbadores de consideración en el ejercicio del gasto de los hogares y en consecuencia los hechos estilizados pueden generalizase a cualquier periodo temporal. La expansión del crédito bancario al consumo en el 2012 sugiere que el gasto de los hogares pudo verse influido por un mayor acceso al crédito de las familias, lo que habría repercutido en un incremento en la demanda de consumo en aquellas entidades con mayor bancarización o acceso al crédito. Es posible que las entidades que tenían menor tasa del IVA tengan mayor exposición al financiamiento al consumo, y eso explique los mayores niveles de gasto reportados por la encuesta. La expansión del crédito sostuvo los niveles de gasto observados en los hogares, lo que no puede observarse es que haya influido el acceso relativo al financiamiento bancario en los estados. Los hechos estilizados que pueden derivarse de esta estimación son, primero, que la distribución del ingreso tiende a ser ligeramente más concentrada que si la evaluamos con base en los ingresos. La segunda aseveración que la Gráfica confirma es que la aplicación del IVA produce una mejoría en la distribución, aunque pequeña, en este sentido sería un impuesto justo que corrige así 257
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sea en una baja medida, la concentración de la estructura de distribución del ingreso. En tercer término, la Gráfica incluida no permite una conclusión definitiva acerca de que la desgravación influya en la distribución del ingreso, aunque estados que tienen la tasa reducida en todo el territorio, tienen un indicador más cerca de cero que otros estados. Sin embargo, estados que tienen bajas tasas en parte del territorio igual tienen más o menos concentración del ingreso que los estados con tasas altas. Sonora que tiene municipios fronterizos con la tasa reducida del gravamen aparece con una mayor concentración, pero no parece esto explicarse por razón asociada al nivel impositivo. Tanto el aumento en el consumo en las regiones con menor tasa impositiva como la menor concentración del ingreso y mejoría en la distribución del ingreso que se aprecia en las regiones de menor impuesto, pueden atribuirse, en general, a efectos de competitividad regional derivada de una política fiscal diferenciada. La homologación de las tasas del impuesto, si bien puede contribuir a una mejor equidad tributaria nacional tal como se afirmó en la iniciativa de reforma fiscal, es un paso en sentido contrario a la fortaleza fiscal de las entidades federativas y la utilización regional de la capacidad inductiva del desarrollo de esa política fiscal. Una conclusión de lo anterior es que los estados deben contar con elementos que les permitan competir entre sí en mejores términos por lograr la localización de empresas y la atracción de consumidores que fortalezcan sus procesos económicos. La homologación de los impuestos va en sentido opuesto a esta tendencia que se observa entre muchos estados de la Unión Americana, de los condados en la frontera de ese país con Canadá, y entre los países de la Unión Europea. 258
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Introducción. Las organizaciones están inmersas en contextos de mercado que demandan la identificación de sus principales segmentos, estructuras de ventas, innovaciones a productos o servicios y principales ventajas competitivas para continuar en el sector, Munuera y Rodríguez, (2012). A su vez, las estrategias de mercado, como medio para llegar al consumidor, Lozano y Verján (2014), apoyan el cumplimiento de sus metas y objetivos, agregan valor, Mintzber, Vrian y Voyer (1997), y favorecen las operaciones, Gamble et al., 2011. En esta situación, la implementación de estrategias de mercado depende de la segmentación que la organización realice ya que se pueden tomar decisiones para ampliar su nicho o desarrollarlo a través de la diversificación de productos y servicios, incrementar ventas vía las promociones o introducir nuevos productos. Con ello, la gestión de las organizaciones puede ser exitosa, aumentar sus utilidades y ventas por segmento. Para ello, es necesario analizar las necesidades de los consumidores y diseñar perfiles más consistentes a su actividad económica, David (2003). Estas actividades son originadas por la dinámica del sector y por la necesidad de lograr sus parámetros de ventas. En este caso, las estrategias de mercado, en específico las estrategias de promoción, no siempre reportan los resultados que las organizaciones esperan y que los consumidores necesitan ya que se identifica un bajo nivel de satisfacción derivado de productos defectuosos, garantías no válidas o trámites excesivos. Por consiguiente, se plantea que la implementación de estrategias de 265
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promoción, además de la reducción de precios, conlleva la incorporación de procesos de aprendizaje (entrenamiento o capacitación), para el desarrollo de estructuras administrativas alineadas a todas las áreas de la organización (ventas, inventarios, finanzas, servicio a clientes, proveedores, etc.), además del diseño de acciones que contribuyan a la eficiencia de sus estrategias de mercado.
1. Objetivo de Investigación. Identificar la eficacia de las estrategias de promoción implementadas por las organizaciones y explicar los procesos de aprendizaje necesarios para un mejor posicionamiento en la región.
2. Pregunta de investigación. ¿La implementación de estrategias de promoción favorece el posicionamiento de las organizaciones en la región?
3. Justificación de la investigación. El estudio servirá a los Directivos de las organizaciones para determinar la eficiencia de su gestión en el mercado y optimizar las áreas de comercialización, redefiniendo estratégicamente sus actividades comerciales.
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4. Revisión de la Literatura. Las estrategias de promoción. Las estrategias de promoción son actividades comerciales desarrolladas por las organizaciones para incentivar la demanda de productos y servicios en determinados ciclos de tiempo, Ferré y Ferré, (1996); Rodríguez, (2011); Hax, (2004). Este tipo de estrategias, integran acciones para motivar las ventas rápidamente, Iniesta (2003), porque agregan valor para los consumidores. Por tanto, especificar las formas y mecanismos para su operación, es primordial para que el intercambio comercial sea satisfactorio y se perciba por quienes efectuarán las compras, Lamb, et al., (2011). Como características, las estrategias de promoción, incentivan y benefician a los consumidores, son temporales y basadas en resultados de corto plazo. Su objetivo es lograr ventas en porcentajes superiores a los que alcanzarían los productos a precios normales, comunicar la imagen del sector y posicionar exitosamente los productos, Rodríguez, (2011). Así también, para el desarrollo de la mezcla de estrategias de promoción, se tiene la estrategia de empuje, que consiste en llevar el producto a través de los canales de distribución, dirigido a la venta personal o promociones comerciales de tal manera que los consumidores de ese canal, utilicen el producto y lo promuevan hacia el consumidor final. Así como las estrategias de atracción, basadas en la publicidad y promociones a los consumidores, donde la demanda de productos definirá la eficiencia de las mismas, Kotler y Armstrong (2003). Operativamente, las organizaciones emplean más la 2ª estrategia invirtiendo en pu267
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blicidad para compensar el margen de utilidad por los volúmenes de producto, Iniesta, (2003). Como herramientas de promoción, se tienen los cupones, reembolsos, bonificaciones, recompensas (cliente habitual), exhibiciones y demostraciones en puntos de venta, concursos, sorteos y juegos, Kotler y Armstrong, (2003). Además de vales de descuento, campañas de satisfacción (satisfecho o le devolvemos el dinero), regalos, concursos, juegos, loterías, por aniversario, por apertura o informativas, Rodríguez, (2011). Por ejemplo, en productos como el vino, es necesario comprender el comportamiento de los consumidores en relación a la variedad, enfocándose en lo que se espera de la oferta, donde los productores pueden beneficiarse de los elevados niveles de diferenciación de productos y a la vez, observar su comportamiento en las promociones de precios, principalmente en aquellos donde se requiere un elevado nivel de información que podría servirles como proceso de aprendizaje para aplicar sus descuentos, lo que también sirve para conocer más el mercado. Aquí, los descuentos influyen en lo relacionado a cuándo, qué y cuánto comprar. Por otro lado, la modalidad de ventas, vía los descuentos, influye en la compra. Ante la ausencia del mismo, sólo se estimula el almacenamiento e implica que los consumidores se vuelven desleales ante los descuentos y en la medida en que varíen, es poco probable que compren regularmente en el mismo segmento. Para los fabricantes o productores, esto es crítico porque las promociones están fuera de su control y son difíciles de incorporar en función de las decisiones de la empresa, Luca y Tiffin, (2012). Asimismo, la decisión de los consumidores, depende del motivo comercial, por lo que es importante comprender que sus decisiones son variadas, que las características de su personali268
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dad resultan decisivas al momento de efectuar compras bajo la modalidad de promociones. Ya sea el estilo, persistencia, emotividad, excitación, estilos de vida, género, espontaneidad, energía, poder adquisitivo, nivel informativo y beneficios que rodean al producto, Shu-Ling, et al., (2009). En cuanto a resultados, este tipo de promociones debe ser rentable, generar resultados inmediatos, responder a las necesidades de los consumidores, ser ágiles de cara a la competencia y retirarse sin afectar la cuota de mercado de las organizaciones, Rodríguez, (2011). Las estrategias de promoción y los procesos de aprendizaje en el posicionamieto de las organizaciones. Las actividades de comercialización son sumamente dinámicas debido a que operan en escenarios donde la geografía empresarial es vulnerable y la demografía de los consumidores, heterogénea. Las organizaciones operan con una gran diversidad de perfiles en los cuales, los grupos de edad, el género, la formación profesional, el estado civil o la actividad laboral, definen y redefinen sus necesidades de productos y servicios e impulsan el análisis, diseño y desarrollo de esquemas donde el intercambio comercial opere con elevados niveles de satisfacción para ambos: (Empresa/Consumidor- Consumidor / Empresa). Por ende, las organizaciones deben generar su propia capacidad de aprendizaje en contextos individuales, grupales o interdepartamentales, Garzón y Fisher (2008), en otras palabras… gestionar el conocimiento. Esto implica la búsqueda de metas y objetivos fundamentados en la dinámica de la organización y de sus miembros, quiénes tienen el conocimiento, la experiencia, las técnicas, la información y el control de los procesos para interactuar en entornos internos y externos. Asumimos que todas las orga269
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nizaciones cuentan con un capital intelectual emanado de sus integrantes, qué este puede ser tácito o explícito, que de una u otra manera existe un proceso de combinación e internalización, pero que la escasa orientación en metas y objetivos no las fortalece porque no están alineados. Por ello, las estrategias de promoción, que de origen, son temporales, transitan permanentemente en los esquemas de comercialización. Pareciera que se pierde la noción del tiempo, del espacio y de la evolución de los grupos de consumidores. Llega el momento en que los esfuerzos de las áreas de ventas no son percibidos por parte del consumidor porque se han incorporado a su estructura comercial. En estas situaciones, la implementación de procesos de aprendizaje (entrenamiento), sobre estrategias de mercado deben ser periódicos y sus evaluaciones inmediatas para poder corregir las debilidades que se presenten en la ejecución de las mismas. Esta reflexión, permite la consideración de que en la compra de productos, clientes y consumidores desean elevada calidad y asesoría especializada, eficiencia, rapidez y precios competitivos, pero además, la organización espera el incremento de las ventas. Por consiguiente, si el cliente es el objetivo principal, es necesario mantener actualizados sus perfiles demográficos para identificar qué tipo de productos demanda y cuáles se les puede ofrecer bajos esquemas competitivos y que además inhiban las quejas. Por ejemplo en productos como la Joyería, clientes y consumidores poseen una comprensión limitada de las características del producto. Por lo tanto, se requiere establecer relaciones basadas en la confianza para ayudarles en todo lo que necesiten. Aquí, la pertinencia de los procesos de aprendizaje que las organizaciones implementen, apoya la inserción de los 270
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clientes en el conocimiento de productos y servicios, previo a su compra. No obstante, en éste tipo de empresas los procesos de aprendizaje que se incorporan podrían no favorecer el tipo de talento que las organizaciones necesitan para su actividad económica, debido a que la formación y el contenido de los procesos de aprendizaje resultan poco prácticos, Chiao-Ping, et al., (2015). Estructura de comercialización. El Estado de Baja California, cuenta con 5 Municipios y una población de 3,315, 766 habitantes, destacando Mexicali, como su Capital y Tijuana con mayor número de habitantes, ver tabla 1, (INEGI, 2016). Tabla 1. Demografía del Estado de Baja California por Municipio. Municipio
Habitantes
Ensenada Mexicali Tecate Tijuana Playas de Rosarito
486,639 988,417 102,406 1,641,570 96,734
Fuente. Tomado de (INEGI, 2016).
La distribución de la población es 92% urbana y 8% rural y la proporción a nivel nacional es de 78 y 22%. Su extensión territorial representa el 3.65% del territorio nacional y el sector económico que más aporta Producto Interno bruto (PIB) Estatal, es el comercio, (INEGI, 2016). En este contexto, se identifica que los Municipios Tijuana, Mexicali y Tecate, reportan una estructura comercial muy amplia, donde sus estrategias de promoción descansan en abarrotes, juguetes y productos de temporada, (Tiendeo, 2016). Obsérvese por ejemplo que es el Mpio. de Ti271
Capítulo VIII
juana quien reporta mayor posicionamiento en puntos de venta, lo que a su vez, le permite competir por estrategias de precios, ver tabla 2. Tabla 2. Puntos de venta por tienda de autoservicio. Tienda de auto-servicio Bodega Aurrera Comercial Mexicana Calimax Casa Ley El Florido 7 Eleven Oxxo Soriana Hyper Soriana Super Tiendas Extra Waldos Walmart México superISSSTE Super Gutiérrez Total
Tijuana
Mexicali
5 6 45 12 10 33 40 4 40 17 6 6 4 2
9 2 17 13 / 19 30 2 6 19 2 4 4 /
230
127
Tecate
Ensenada
4 2
4 8 16 10 10 10 4 11 10 7 10 8 3 /
60
111
5 5 10 11 4 10 5 4
Fuente: Elaboración propia, basado en (Tiendeo, 2016).
Basados en lo anterior, se tiene una gran oferta de productos muy amplia, como proceso de aprendizaje interno, es necesario identificar la eficiencia de las estrategias de promoción, porque incide la parte humana en la gestión del servicio. Dado que las organizaciones presentes en el mercado, cuentan con posicionamiento regional, nacional e internacional, se cuenta con una competencia muy fuerte porque todas ofrecen promociones. Dependiendo del tamaño de la empresa, algunas podrían estar operando con estrategias de promoción de reducción de precios en la región algunas y otras a nivel nacional. Por tanto, para un consumidor, la elección 272
Capítulo VIII
de un consumidor podría estar en aquella que le ofrezca mejores precios, mejores marcas mejor servicio. Una encuesta realizada en tiendas departamentales en 2012, reportó que el 56% de los consumidores se siente regularmente satisfecho con los precios, 87.2% indicó que la información recibida de ofertas o promociones, es confusa e incompleta, no se corresponde con los anuncios y los precios no son visibles. El 75% señaló que los precios son mayores a lo anunciado, que los productos estaban caducados y el peso o cantidad no eran exactos. No obstante, el 99.2% no presentó quejas ante las instancias oficiales porque existe conciliación con el proveedor, (PROFECO, 2013).
5. Método. El diseño de investigación fue no experimental y el estudio explicativo correlacional, aplicado a una muestra de 78 sujetos con funciones de Dirección en empresas de los sectores Comercio y Servicios. Como hipótesis se planteó Hi: mayor eficacia de las estrategias de promoción, mayor posicionamiento en la región. Como operacionalización de variables se define la variable Estrategias de Promoción, definida como las actividades comerciales desarrolladas por las organizaciones para incentivar las demandas de productos y servicios en determinados ciclos de tiempo, Ferré y Ferré, (1996). Es evaluada por medio de un instrumento de medición de 17 ítems con escala Likert de 6 puntos y alternativas de respuesta (1) Desconozco del tema, (2) No, (3) La mayoría de las veces No, (4) Casi siempre, (5) La mayoría de las veces sí, (6) Sí y Alpha de Cronbach de .681. La tabla 1, muestra la operacionalización para las variables: edad, género, escolaridad, es273
Capítulo VIII
tado civil, posición laboral y antigüedad de los sujetos y de la organización en el mercado. Tabla 1. Variable. Demografía de la muestra. Variable Número de empleados de la Empresa. Antigüedad en la organización. Edad de los sujetos.
Tipo
Categoría
Descripción
Cuantitativa
Tamaño de la organización
%
Cuantitativodiscontinuo
Rangos de edades
Años de antigüedad en la organización
%
Cuantitativodiscontinuo
Rangos de edades
Años cumplidos
%
Cualitativo
Masculino/Femenino
Género biológico
%
Estado civil
Cualitativo
Status legal.
%
Escolaridad
Cualitativoordinal
Estudios básicos
% por nivel de escolaridad
Posición laboral
Cualitativoordinal
Posición en la estructura organizacional
Antigüedad en la posición laboral.
Cuantitativodiscontinuo
Rangos de edades
Último grado de estudios. Funciones desempeñadas en la laboral. Años de antigüedad en el desempeño de la posición laboral.
Género.
Casado. Soltero. Divorciado Otro.
Indicador Micro, Pequeña, Mediana, Grande.
Nivel de responsabilidad
%
Fuente: Elaboración propia.
6. Resultados. El 24% de la muestra corresponde a Empresas de tamaño Grande, 22% a Medianas, 14% a Pequeñas y 40% a Micro, ver figura A1 en el apartado de anexos. De lo anterior, 67% clasifica en el sector económico de Servicios, 23% a Comercio y 10% a Industria. En cuanto a los sujetos, 54% es género Masculino y 46% 274
Capítulo VIII
Femenino con estado civil de 56% casado y 41% soltero. Los rangos de edad se ubican entre los 35 a 37 años principalmente, ver tabla A1, en el apartado de anexos. Con formación profesional en las disciplinas de Administración de Empresas, Mercadotecnia, Ingeniería Industrial, Comunicación, Derecho, Turismo, Diseño gráfico con puestos de Director y Gerente y Sub-Gerente, principalmente. Con antigüedad en el puesto y en la organización, de 0 a 3 años y de 4 a 6 años, ver tabla 2. Tabla 2. Antigüedad en la Organización. Rangos de Antigüedad
Antigüedad en el puesto
Antigüedad en la empresa
De 0 a 3 años De 4 a 6 años De 7 a 9 años De 10 a 12 años De 13 a 15 años De 16 a 18 años De 19 a 21 años Más de 22 años
40* 14* 10* 7 2 2 1 2 78
35* 11* 9 7 6 5 3 2 78
Fuente: Elaboración propia.
Prueba de asociación. Para identificar relaciones entre las variables, se aplicó la prueba X2. Aquí, las frecuencias esperadas (fe) se comparan con las frecuencias observadas (fo) en la tabulación cruzada para calcular el estadístico, Tevni (2000), Levin & Rubin (2004), Malhotra (2004), Moore (2005), Hernández, et al., (2010), por medio de la siguiente fórmula: Fórmula 1: 𝐹𝑒 =
nr = Número total en la fila. nc = Número total en la co275
𝑛1 − 𝑛𝑐 𝑛
Capítulo VIII
lumna. n = Tamaño de la muestra. 𝑥2 = Σ
Fórmula 2:
(𝑜 − 𝑒)2 𝑒
o = Observadas. e = Esperadas.
Los resultados reportaron asociación de 7 variables. El valor p <.005 rechaza Ho y explica que existe relación entre el (P15) Diseño de estrategias de precios y el diseño de estrategias de costos (P21), diseño de estrategias de reducción de precios (P21), diseño de estrategias de ampliación del mercado (P24), diseño de estrategias para atender segmentos no atendidos por la competencia (P41) y el diseño de estrategias para posicionar la marca corporativa (P48), ver tabla 3. Tabla 3. Comportamiento de la variable Estrategias de Promoción.
P15. Diseño de estrategias de precios.
Valor
gl
P16. Diseño de estrategias de costos. P21. Diseño de estrategias de reducción de precios. P24. Diseño de estrategias de ampliación del mercado. P41. Diseño de estrategias para segmentos no atendidos por la competencia. P48. Diseño de estrategias para posicionar la marca corporativa.
100.780a 72.984a 60.978a
24 36 30
Sig. asintótica (bilateral) .000 .000 .001
97.759a
36
.000
66.153a
36
.002
Fuente: Elaboración propia.
Correlaciones Bivariadas. Para conocer el grado de relación existente entre las variables, se ejecutaron correlaciones. Las correlaciones son referidas al grado de relación entre dos variables. Aquí, cada celda con tiene los valores correspondientes al 276
Capítulo VIII
coeficiente de correlación Rho Spearman, el nivel crítico bilateral (sig. Bilateral), la suma de cuadrados, covarianza y número de casos válidos (N) de los cálculos realizados. Por tanto, una relación lineal positiva entre dos variables X e Y significa que los valores varían de forma parecida. Una relación lineal negativa implica que los valores varían a la inversa. En este caso, se ejecutaron correlaciones para las 7 variables que resultaron asociadas. Los resultados indican que:
Existe correlación significativa entre el diseño de estrategias de precios con el diseño de estrategias de reducción de precios y el diseño de estrategias para ampliar el mercado ya que la significación bilateral es de .000 y .001 < 0,05. La correlación de Spearman (r=0.556**) y (r=0.360**), indica que se trata de una relación moderada débil y que la ampliación del mercado se basará en estrategias de reducción de precios.
Existe correlación significativa entre el diseño de estrategias de costos y el diseño de estrategias de ampliación del mercado. La significación bilateral es de .000 <0,05. La correlación de Spearman (r=392**), señala que se trata de una correlación débil al estar próxima a 0 y que la ampliación de su mercado, estará fundamentada en los costos.
Asimismo, no existe correlación significativa entre el diseño de estrategias de precios y el diseño de estrategias de costos y el diseño de estrategias para posicionar la marca corporativa. La significación es de >0,05 (Sig. = .239*) y (Sig.=.237*). En este caso, cuanto más se diseñan estrategias de precios, el diseño de estrategias de precios y de posicionamiento no aumenta.
No existe correlación significativa entre el diseño de estrategias de costos y el diseño de estrategias de reducción de precios y de posicionamiento de la marca. La significación >0,05 (Sig=.346), y de (0.007), el diseño de estrategias de costos no posiciona la marca.
No existe correlación significativa entre el diseño de estrategias de reducción de precios con el diseño de estrategias de costos, diseño 277
Capítulo VIII
de estrategias para ampliar el mercado. La significación >0,05 (Sig=.346) y de (0.007).
No existe correlación significativa entre el Diseño de estrategias para segmentos no atendidos por la competencia y el diseño de estrategias de costos, de reducción de precios de ampliación del mercado y de posicionamiento de marca. La significación es de >0,05 (Sig. = .521), (Sig.=.124), (Sig.=.011) y (Sig.=.114).
Contrastación de la Hipótesis. El estudio planteó que Hi: A mayor eficacia de las estrategias de promoción, mayor posicionamiento en la región. Los resultados plantean que las estrategias de promoción operadas por las organizaciones están definidas por las Estrategias de precios, Estrategias de reducción de precios, Estrategias de ampliación del mercado y Estrategias de costos, ver figura 1. Sin embargo, sólo 44% de las organizaciones diseña estrategias de costos, 23% estrategias de reducción de precios y 47% estrategias de ampliación del mercado. Por lo tanto, no podemos asumir que el posicionamiento de las organizaciones esté definido por la eficiencia de las estrategias ya que podría originarse en estrategias de crecimiento o ampliación del mercado basadas en promociones pero no derivado de ellas.
278
Capítulo VIII
Figura 1. Modelo de Estrategias deoperado Promoción Figura 1. Modelo de Estrategias de Promoción por lasoperado organizaciones. por las organizaciones.
(r=.556**)
P15. Diseño de Estrategias de Precios.
(r=. 360**)
Estrategias de Promoción.
P21. Diseño de Estrategias de Reducción de Precios. P24. Diseño de Estrategias de ampliación del mercado.
(r=.392**)
P16. Diseño de estrategias de costos.
Fuente: Elaboración propia.
Fuente. Elaboración propia.
7. Conclusiones. Basados en los resultados, la eficacia de las estrategias de promoción operadas por las organizaciones, se fundamentan en el diseño de estrategias de precios, de costos y de ampliación del mercado. Discusión. La estructura comercial del Estado de Baja California, da cuenta del amplio soporte para gestionar en el mercado y de cuyos puntos de venta se operan estrategias de promoción. Con ello, el consumidor cuenta con vastas alternativas para realizar las compras que mejor convengan a sus necesidades y situación económica. Por otro, las organizaciones compiten en entornos donde el objetivo principal es propiciar una oferta de productos 279
Capítulo VIII
y servicios que les permitan ser percibidos como los mejores por un periodo. Para llegar a esto, es necesario un profundo estudio de los perfiles de consumidores para asegurar que las estrategias de promoción, sean las más idóneas. Por ello, identificar que sus estrategias consideran costos y precios para ampliar su mercado, es consistente con un entorno, donde la competencia opera las mismas estrategias y los consumidores están habituados a la búsqueda de las mejores alternativas. No obstante, también es un esquema que deberá evaluarse porque esta dinámica implica márgenes de utilidad que podrían orientarse al incremento de puntos de venta, más no de su posicionamiento. Lo cual involucra establecer el costo-beneficio de sus estrategias de promoción y determinar qué tan rentable resulta evaluar los segmentos y la mezcla de mercado para una selección de aquellos productos y marcas que generen mayor lealtad por parte de sus consumidores. Lo anterior, tiene una lectura empresarial crítica respecto al desempeño de las organizaciones porque las organizaciones participantes en el estudio, reportan una estructura comercial donde menos del 50% diseña estrategias de costos y precios, pero al margen de la infraestructura comercial del entorno, se presta poca atención al diseño de estrategias que podrían favorecer su desempeño y posición. Por ejemplo, sólo 23% opera estrategias de reducción de precios, únicamente 28% diseña estrategias de políticas de precios y relativamente pocos, el 26% estudia cómo ofrecer mejores precios, ver figura 2.
280
Capítulo VIII
Figura 2. Comportamiento de las Estrategias de Mercado. Figura 2. Comportamiento de las Estrategias de Mercado.
%
P15. Diseño de Estrategias de precios
P16. Diseño de Estrategias de costos
P21. Diseño de Estrategias para reducir precios.
P25. Diseño de Estrategias de precios bajos
44%
44%
23%
24%
P40. Diseño de Estrategias sobre políticas de promociones 28%
P53. Diseño de Estrategias sobre programas de promoción. 35%
Fuente. Elaboración propia.
Fuente: Elaboración propia.
Como proceso de aprendizaje para las organizaciones, es necesario asimilar los perfiles de los consumidores, entender las modificaciones en su comportamiento y diseñar la estrategia de promoción más idónea al entorno y momento del mercado. Como limitaciones, al presente se identifica el tamaño de la muestra, además de la necesidad por aplicar métodos cualitativos. En éste caso estudios etnográficos que documenten la cultura, costumbres y valores de los consumidores de la región.
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Capítulo VIII
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Disponible
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Capítulo VIII
Anexos. Figura A1.A1. Sujetos grupos de edad. Figura Sujetos por por grupos de edad.
De 23 a 25 años
De 26 a 28 años
De 29 a 31 años
De 32 a 34 años
De 35 a 37 años
De 38 a 40 años
De 41 a 43 años
De 44 a 46 años
Fuente. Elaboración propia.
Fuente: Elaboración propia.
Tabla A1 Sujetos por rangos de edad. Rangos de edad
Sujetos por grupos de edad
De 23 a 25 años
8
De 26 a 28 años De 29 a 31 años De 32 a 34 años De 35 a 37 años De 38 a 40 años De 41 a 43 años De 44 a 46 años Más de 47 años Total
10 8 8 16* 8 7 6 7 78
Fuente: Elaboración propia. 284
Más de 47 años
Capítulo IX
Introducción. La historia se acelera cada vez más. La existencia de diferentes y profundos cambios que ocurren en muy distintos órdenes y que determinan modificaciones continuas y a veces severas en el entorno. Esto incluye: una globalización en diversos ordenes; la emergencia de la sociedad del conocimiento; mayor urbanización, movilidad y flujo de personas; cambios y nuevas tendencias generacionales; innovaciones en el mercado laboral y en la forma de hacer negocios; variaciones climáticas frecuentes, el desarrollo de la tecnología y la difusión de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), entre muchas otras. La educación superior se encuentra inmersa en todas estas tendencias. Ante este ambiente de profundo cambio, para que los programas educativos sigan siendo relevantes, las IES deben preparar a los futuros profesionales de modo tal, que demuestren su relevancia en conexión con las nuevas tendencias sociales, políticas, económicas y culturales. De hecho, las directrices de diversos organismos internacionales y las políticas educativas nacionales marcan un claro rumbo hacia el que las Instituciones de Educación Superior (IES) deben dirigirse (Banco Interamericano de Desarrollo, 1997). A fines del siglo pasado, la UNESCO invito a sus constituyentes a repensar el papel y la misión de la educación superior, para identificar nuevos enfoques y establecer nuevas prioridades para su desarrollo futuro. Esto como resultado de identificar que la educación superior se encontraba en un estado de crisis en gran parte del mundo, que un aumento significativo en la matrícula se acompañaba de una tendencia a la reducción en el financia287
Capítulo IX
miento público, y la consecuencia lógica de un incremento en la brecha en el aprendizaje de nivel superior y la investigación entre los países en desarrollo y los altamente industrializados (UNESCO, 1998). La UNESCO, en su informe sobre la educación mundial (conocido como Informe Delors), propone los “cuatro pilares” que dan sentido a la educación: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, y aprender a ser, como la parte central de todo esfuerzo de reorganización educativo contemporáneo (UNESCO, 1996). La UNESCO también recomienda que las respuestas de la educación superior a los continuos cambios actuales se guíen por tres principios rectores: relevancia, calidad e internacionalización. Otra institución, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) propone lograr la eficiencia y calidad mediante reformas en la estructura académica y administrativa de las IES, y el establecimiento de mecanismos de financiamiento mixto (público y privado) para la educación superior (Banco Interamericano de Desarrollo, 1997). En línea con estas directrices, el gobierno mexicano en turno oficializa sus políticas conexas mediante el Plan Nacional de Desarrollo (PND) (Gobierno de la República, 2013) y el Programa Sectorial de Educación (Secretaría de Educación Pública, 2013). Al igual que en otros países, las IES de carácter público en México tienen una importancia social innegable y han tenido un papel central en diversas actividades, ya que sus contribuciones no se limitan solo al orden económico, sino también a cuestiones científicas, sociales y culturales. Es evidente que la misión, razón de ser de las universidades es la formación de cuadros profesionales competentes para solucionar los múltiples problemas y necesidades de la población, pero en el caso de las 288
Capítulo IX
universidades públicas, la educación se concibe como una actividad de interés público que debe formar a quienes pondrán su conocimiento al servicio de toda la nación, que los compromete en tareas de análisis y reflexión sobre los sucesos sociales de la sociedad en que se insertan (Rangel Guerra, 1983). En México, el reclamo social es por una educación de calidad y por un programa educativo de buena calidad; el Plan Nacional de Educación 2001-2006 considera que un programa educativo es de buena calidad cuando: “es pertinente, es decir guarda estrecha relación con las necesidades del desarrollo social; es eficiente, al mostrar altas tasas de titulación o graduación; cuenta con cuerpos académicos sólidamente conformados; está vigente y se actualiza constantemente; cuenta con procesos e instrumentos apropiados y confiables para la evaluación del aprendizaje (exámenes departamentales); con sistemas eficientes de atención individual y en grupo de estudiantes; con infraestructura suficiente para apoyar el trabajo de estudiantes y docentes; con sistemas eficientes de administración y gestión y tiene un servicio social articulado; todo ello, favorece la innovación y el cambio institucional; tiene cobertura suficiente; es equitativo en el sentido de que brinda oportunidades a los estudiantes de los distintos estratos sociales, pero a la vez, esas oportunidades son de calidad; y es eficiente en la organización y gestión, pero también en el uso de los recursos (Secretaría de Educación Pública, 2001). El continuar haciendo lo que se hacía en el pasado no es garantía de que también funcionará en el futuro. Por el contrario, las políticas públicas y las restricciones en el financiamiento a la educación superior presionan a las IES públicas a adaptarse, de modo que tienen que modificar y transformar su estructura e 289
Capítulo IX
incluir en su propuesta educativa aspectos como: formación con base en competencias, flexibilidad en los planes de estudio, uso de TICs en el proceso de enseñanza-aprendizaje, movilidad estudiantil, acreditación externa de la calidad de sus programas educativos, vinculación con el sector productivo, transparencia y rendición de cuentas, todo ello sin modificar su misión e identidad históricos (Barber y Mourshed, 2007; Mourshed et al., 2010). Cada IES realiza las modificaciones pertinentes en términos de sus particulares circunstancias, tiempos y entorno, y a su vez, cada departamento, instituto, escuela o facultad configura sus propios enfoques. En síntesis, dadas las tendencias educativas nacionales e internacionales, las universidades públicas deben transformar sus modelos de organización educativa ya que en la actualidad, un modelo educativo inflexible incumple los estándares de calidad establecidos para las IES. El objetivo de este documento es describir como el cambio de paradigma educativo ha influido en el programa educativo de agronegocios internacionales bajo el modelo integral y flexible que ofrece la Universidad Veracruzana, y potencializa el uso de tecnologías de información y comunicación (TICs) como estrategia para la transversalidad y la competitividad profesional.
1. El Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) de La Universidad Veracruzana. La Universidad Veracruzana se creó en 1944 con el propósito de integrar y coordinar las actividades de un grupo de escuelas dispersas en educación media superior, así como de otros estable290
Capítulo IX
cimientos profesionales, especiales y de estudios superiores de la entidad, algunos de los cuales existían desde el siglo XIX (Universidad Veracruzana, 2016a). En 1993 se expide la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana, en cuyo artículo 2 de la Ley Orgánica se establecen como fines de la misma: “conservar, crear y transmitir la cultura, en beneficio de la sociedad con el más alto nivel de calidad académica” (Universidad Veracruzana, 1993). El Gobierno del Estado de Veracruz reconoce el justo derecho de la institución para alcanzar un nuevo estatus social y jurídico y le otorga la autonomía en 1996 (Universidad Veracruzana, 1996). En este contexto, a finales de esa década la institución entra a un proceso de innovación y redirige su desarrollo educativo con base en el Plan General de Desarrollo 1997-2005 (Universidad Veracruzana, 1997), y en el Programa de Consolidación y Proyección hacia el Siglo XXI, 1997-2001 (Universidad Veracruzana, 1998). En años recientes, las directrices institucionales se marcan a través del Programa de Trabajo Estratégico 2013-2017 de la Rectoría (Universidad Veracruzana, 2013) y el Plan General de Desarrollo 2025 (Universidad Veracruzana, 2008). En más de 70 años de existencia, la Universidad Veracruzana ha expandido sus servicios y tiene cerca de 80,000 estudiantes inscritos en sus más de 300 programas educativos. En 2006 se concretó su reconversión académica y administrativa a un Sistema Universitario Estatal con cinco campus integrados en cada una de las regiones económicas más importantes de la entidad y con planteles en 14 localidades (Universidad Veracruzana, 2016b). Desde fines del siglo pasado ocurrió un perfeccionamiento profundo y multilateral del contenido de la educación y la ense291
Capítulo IX
ñanza en la Universidad Veracruzana a través de la implementación del llamado Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). Este modelo persigue la formación integral y armónica del estudiante a través de un aprendizaje permanente en los diversos ámbitos del quehacer profesional y personal, mediante la promoción de diferentes competencias que, de manera ideal, lo conducirán a un mejor desempeño en sus diversas actividades escolares, en su quehacer profesional y en su vida personal (Beltrán et al., 1999). Los planes de estudios bajo los lineamientos del Modelo Educativo Integral y Flexible tienen por objeto propiciar en los estudiantes de las diversas carreras de la Universidad una formación integral y armónica: intelectual, humana, social y profesional, subrayando el hecho que el aprendizaje del estudiante debe ser integral, significativo y de por vida. El MEIF incluye dos características fundamentales: la flexibilidad y la transversalidad. La transversalidad es una estrategia metodológica del Modelo que se refiere a la integración de los tres ejes de formación: teórico, heurístico y axiológico, los cuales acompañan toda la trayectoria escolar de los estudiantes. El Eje Teórico se refiere a las formas de aproximarse al conocimiento e incluye una dimensión epistemológica de la disciplina que se enseña como estrategia didáctica. El Eje Heurístico: comprende el desarrollo de habilidades, procedimientos y procesos que sirven para solucionar un problema; se orienta a la generación de conocimientos, técnicas, recursos y acciones creativas e innovadoras sistematizadas, pero proyectadas hacia la aportación de los avances científicos, tecnológicos y artísticos para hacer frente a las cambiantes demandas del entorno laboral, social y cultural. Se considera que el aprendizaje se construye cuando 292
Capítulo IX
el estudiante se enfrenta a la realidad y maneja información a través del análisis, el debate y la investigación. El Eje Axiológico busca que la educación del estudiante se centre en los valores humanos y sociales y se constituye por el conjunto de actitudes y valores que promueve la universidad. Cada uno de los ejes es un elemento de una triada equilibrada que atraviesa de principio a fin la currícula de todo programa educativo; así, los tres ejes, concretados en saberes, se trabajan en todas las asignaturas a través de diferentes estrategias de aprendizaje y se entrelazan para lograr una formación integral basado en competencias (Barradas, 2007). En concordancia con la propuesta Delors, Corzo y Echazarreta (2008) afirman que, desde la perspectiva del MEIF, los conocimientos son equivalentes a los saberes teóricos (aprender a conocer), las habilidades a los saberes heurísticos (aprender a hacer) y las actitudes a los saberes axiológicos (aprender a convivir), y que todos juntos determinan el desarrollo integral del individuo (aprender a ser). De este modo, la competencia es una acción viable e identificable integradora de saberes, desarrollada en un contexto específico y que evidencia la formación integral del individuo y su capacidad para atender determinadas necesidades sociales. La flexibilidad surge al reconocer que existen diferentes espacios para que el estudiante aprenda, pues no sólo se aprende dentro del salón de clases, sino también en entornos alternos como una biblioteca, un laboratorio, un taller, una empresa, una organización social, con un tutor, o al concurrir a otros diversos espacios que ofrece la universidad, de ahí la modificación de los términos “clase”, “curso” y “asignatura” por “experiencia educativa”. 293
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Debido a este enfoque centrado en el estudiante, el MEIF considera a las asignaturas, cursos o materias como “experiencias educativas” y las agrupa en cuatro áreas de formación dentro del plan de estudios de cada uno de los distintos programas educativos que se ofrecen: básica, disciplinaria, terminal y de elección libre. A su vez, el área básica se subdivide en un área de formación básica general y un área de formación básica de iniciación a la disciplina. Además de las características de flexibilidad y transversalidad, la propuesta persigue la formación integral del MEIF, se orienta a los procesos desarrollados al interior de los Programas de Estudios y asume que los actores son informantes experimentados de tales procesos, más que sujetos de evaluación (Beltrán Casanova, 2005). Para acompañar a los estudiantes en su trayectoria académica, la Universidad Veracruzana estableció, en el marco del MEIF, un Sistema Institucional de Tutorías (SIT) cuyo propósito principal es ofrecer al estudiante apoyo en diversos aspectos relacionados con la formación integral. Cada una de las escuelas y facultades incorporadas al MEIF cuenta con un sistema de atención a los estudiantes, el cual está conformado por profesores que realizan funciones de tutoría (Beltrán Casanova y Suárez Domínguez, 2003; Universidad Veracruzana, 2002). El MEIF fue aprobado en 1999, y para el año 2008 más de 98% de los programas educativos de la UV funcionaban ya bajo este modelo (Echazarreta, 2008). Sin embargo, en su origen, el diseño curricular del MEIF se sustentó en el enfoque por objetivos, pero con posterioridad se decidió orientarlo hacia el enfoque por competencias profesionales integrales (Huerta et al., 2000; Estévez et al., 2010). 294
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La metodología para construir los planes de estudio en el esquema MEIF con este enfoque fue descrita en un documento que se puso a disposición de la comunidad universitaria (Medina, 2005). En el enfoque de competencias profesionales integrales se concibe a la competencia como un “complejo estructurado de atributos requeridos para el desempeño inteligente en situaciones específicas” (Gonczi, 2001); dichos atributos implican conocimientos, habilidades y actitudes que se reflejan en, y apuntalan, el desempeño exitoso de un conjunto de tareas. La implementación del MEIF en los procesos educativos de la Universidad Veracruzana (UV) busca dotar al profesorado de una metodología más amplia para la enseñanza y abandonar un modelo rígido centrado en el aprendizaje. Los modelos tradicionales, de corte positivista, reducen la experiencia educativa a la repetición memorística y a las falacias de autoridad, con una limitada expresión teórica en su metodología educativa. El modelo rígido está en línea con los enfoques de la Revolución Industrial, donde se produce en serie, con procesos bien definidos, estructurados y modelados. Por tanto, el profesor daba cátedras o conferencias magistrales y el estudiante era un mero receptor pasivo que estructuraba su pensamiento solo a partir de lo que el profesor le proporcionaba y su aprendizaje se evaluaba por su desempeño memorístico. El paradigma educativo de la UV parte de la necesidad de configurar verdaderos procesos significativos y conscientes del aprendizaje para el educando, integrando las tres clases de saberes (teórico, heurístico y axiológico), con diferentes niveles de complejidad, como base de las unidades de competencia. Esto busca que el estudiante se convierte en el eje del proceso y 295
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permitirle que aprenda por sí mismo, no confinando dicho aprendizaje solo al aula. El perseguir competencias delimitadas dispone y ordena las estrategias tanto del docente como del estudiante, genera ciertos productos o evidencias que ayudarán a integrar los porcentajes de la evaluación, con base en criterios previamente aclarados o consensados. No obstante, las consecuencias de este cambio de paradigma necesitan evaluarse con apertura intelectual y en un ejercicio de crítica constructiva. Existen algunos intentos por evaluar el MEIF, aunque la mayoría son de alcance limitado (Chávez Domínguez, 2006; Méndez et al., 2006; Morales, 2011; Maza López, 2012; Vázquez Gómez, 2012). A partir de 2015, existe un esfuerzo institucional por realizar una evaluación integral el MEIF y se espera conocer los resultados en el transcurso de 2016. Las características que resalta el MEIF (educación basada en competencias, flexibilidad, énfasis en el aprendizaje, internacionalización, innovación y responsabilidad social) son compartidas por diversas IES mexicanas (Universidad de Guadalajara, 2007; Universidad Autónoma de Nuevo León, 2011; Universidad Autónoma de Yucatán, 2016), pues forman parte de una tendencia general en la transformación del enfoque educacional.
2. Las Competencias y su Desarrollo. Woodruffe (1993), concibe una competencia como una dimensión de conductas abiertas y manifiestas que le permiten a una persona rendir eficientemente. A su vez, De Ansorena Cao (1996, p. 76, citado por González y González 2008) puntualiza 296
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que es una habilidad o atributo personal de la conducta de un sujeto que puede definirse como característica de su comportamiento y bajo la cual el comportamiento orientado a la tarea puede clasificarse de forma lógica y fiable. Los estudios acerca de las competencias profesionales han permitido acercar la formación profesional al mundo del trabajo en la medida que evidencian la necesidad de formar dichas competencias ya desde la universidad (González y González, 2008). De hecho algunos autores han señalado la importancia del desempeño innovador como un antecedente clave de la competitividad (Camisón y Puig, 2014). Sin embargo, como de Paiva y Melo (2008), advierten los conceptos de competencia profesional y profesión implican una diversidad compleja y difícil de gestionar en múltiples esferas. El enfoque de las competencias es tan diverso como el enfoque complejo de las mismas competencias, tales como el énfasis en estudiar con rigurosidad el contexto, la planeación de la conformación modular, así como la consideración de las competencias como el eje orquestador en la construcción clave de los perfiles y las mallas curriculares (Tobón, 2008). Tobón (2005), hace también una interpretación de las competencias bajo los siguientes elementos: a) Las competencias pretenden fortalecer y aportar acciones para que las personas sean emprendedoras, como seres humanos en la sociedad, y en lo laboral para mejorar y recomponer la realidad. b) Las competencias se sustentan en los procesos formativos que van desde unos fines claros, socializados, compartidos y asumidos en la institución educativa, la cual se encauza en un para que direccionado y orientado a las actividades de aprendizaje, enseñanza y evaluación. 297
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c) La construcción de competencias se origina en el desarrollo y fortalecimiento de habilidades de pensamiento como la clave para formar personas emprendedoras y competentes. d) La acción de educar no se minimiza únicamente a diseñar y transmitir competencias, más bien se direcciona para formar personas integrales, con sentido de la realidad integral, cuya visión holística comprenda la ciencia y las artes.
Sin embargo, González y González (2008), argumentan que en décadas anteriores se manejaba una concepción de competencias profesionales simple, factorialista, en virtud de la cual las competencias se concebían como cualidades personales, aisladas y eminentemente cognitivas, predeterminantes del desempeño profesional eficiente. Sobre este punto cabe resaltar que a partir de allí las competencias han evolucionado para devenir en una conceptualización que defiende las competencias como configuraciones funcionales de la personalidad que integran conocimientos, habilidades, motivos y valores, que se construyen en el proceso de interacción social y que expresan la autodeterminación de la persona. Por su parte, Cano García (2008), afirma que el hecho de que la competencia sea contextual, implica que se promuevan resoluciones en diversos contextos. Las empresas simuladas, las simulaciones con la ayuda de la tecnología (e incluso, en algunos casos, con la ayuda de otros actores), la resolución de casos, el aprendizaje por resolución de problemas, pueden ubicar en escenarios diferentes y ayudar a proyectar el conocimiento y a mostrar, en consecuencia, el grado de competencia. De igual forma, Cano García (2008), plantea que la competencia está en evolución permanente, pues se actualiza de manera constantemente. Lo que importa es, entonces, la progre298
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sión en su desarrollo. De este modo, existirán personas que, por su capacidad innata o por su experiencia laboral o personal posean ya ciertas competencias en mayor grado. En consecuencia, quizá un reto que las universidades deben encarar ahora sea el de acreditar las competencias adquiridas por vías no académicas, como ya sucede en otros países. Se ha señalado que la gestión por competencias es una alternativa a los modelos gerenciales tradicionalmente utilizados por las organizaciones. Brandão y Bahry (2005), proponen algunos métodos, técnicas y herramientas utilizados para el inventario de competencias en organizaciones públicas y privadas, lo que permite orientar los esfuerzos para planear, captar, desarrollar y evaluar las competencias necesarias para la consecución de metas en distintos niveles de la organización. Pero más allá de la información, aprender a aprender es la capacidad para proseguir y persistir en el aprendizaje, organizar el propio aprendizaje, lo que conlleva realizar un control eficaz del tiempo y la información, tanto en forma individual como grupal. Esta competencia incluye la conciencia acerca de las necesidades y procesos del propio aprendizaje, la identificación de las oportunidades disponibles, la habilidad para superar los obstáculos con el fin de aprender con éxito. Esto incluye también el obtener, procesar y asimilar nuevos conocimientos y habilidades, así como la búsqueda y utilización de una guía (Cano García, 2008).
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3. Las Tecnologías de la comunicación y la información. La acción cambiante de las telecomunicaciones, las redes sociales, la propia informática y las tecnologías, juegan un papel preponderante en la educación de nuestro tiempo, sobre todo para los académicos e investigadores en la materia, así como para la construcción de nuevas estrategias de enseñanza-aprendizajeevaluación. La recomposición de estas estructuras académicas de la educación es un claro reflejo de los momentos de cambio que se viven en México, América Latina y en el Mundo (EdelNavarro, 2010). Ramírez Jiménez (2016), argumenta que las TIC han surgido de forma incluyente y progresiva en el ámbito educativo, generando un cambio significativo en la manera de aprender de los nuevos estudiantes, quienes están ahora acostumbrados a ser partícipes directos en su propio proceso de aprendizaje. Aprovechando las bondades y la aplicación que los jóvenes hacen de ellas se debe conceptualizar su utilización de tal manera que se obtenga información y esta a su vez se transforme en conocimiento con el apoyo y participación del docente. Tan es así que la llegada de la Web 2.0 generó incontables beneficios, ya que la participación dentro de ella fue significativa al permitir el uso total de la información proporcionada. Se comenzaron a crear servicios como comunidades virtuales, foros y redes sociales, por mencionar solo algunos espacios de intercambio de información, dentro de los cuales se pueden crear preferencias, perfiles, grupos y estructuras de intereses compartidos por los 300
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usuarios, lo que contribuye a la adquisición y aprovechamiento de información de manera más automática. Finalmente, Ramírez Jiménez (2016), sostiene que las TIC juegan un papel muy importante y determinante en la vida actual, así como en mucha mayor escala en las vidas de los actuales estudiantes. Además de ayudar en lo escolar, los grupos de Facebook pueden brindar a los jóvenes la oportunidad de intercambiar información sobre sus clases, mantener contacto continuo, además de resolver dudas, expresar pensamientos y sentimientos acerca de la clase y de ellos mismos, así como de colaborar y hacerse participes de su propio aprendizaje, como mencionan Driscoll y Vergara (1997), pues al resolver dudas, preguntas o hacer comentarios se refuerza el aprendizaje de una manera más sencilla para ellos. Para la UNESCO (2012), el aprendizaje móvil se está convirtiendo en una de las soluciones a los problemas que confronta el sector educativo. Por eso, el programa de actividades que tienen, se basa en un número cada vez mayor de iniciativas conjuntas encaminadas a estudiar de qué manera las tecnologías móviles pueden propiciar la consecución de la Educación para Todos (EPT). Entre sus asociados figuran la empresa Nokia y el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América. Ellos sostienen que la enseñanza y el aprendizaje son dos aspectos fundamentales de su mandato. Uno de los requisitos básicos de la educación del siglo XXI es preparar a la población para que pueda participar en una economía fundada en el conocimiento, lo que comprende las perspectivas sociales y culturales. En este sentido, la UNESCO sostiene que el aprendizaje electrónico es la piedra angular para construir sociedades integradoras del conocimiento. Promoviendo de esa manera la movilidad 301
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de ideas y la consecuente generación de conocimiento, y contribuyendo al aprovechamiento de las oportunidades que ofrecen las TIC al situar al ser humano en el centro del enfoque (www.unesco.org), Meza (2014), presenta un análisis desarrollado por el Banco de Desarrollo de América Latina entre 14 países de la región, en el cual se midió el desarrollo integral de las TICs, Brasil obtuvo un puntaje de 4.53, seguido de Uruguay, Chile, Costa Rica y Argentina. Con más de 3 puntos se perfilan Colombia y México, por encima de la media regional, mientras que Panamá, Ecuador, Venezuela, Perú y República Dominicana, aparecen debajo de ella. Finalmente, con 2.56 puntos figuran Paraguay y Bolivia. Esto apunta a que México se ha logrado posicionar como uno de los más importantes exportadores en el mundo y en telecomunicaciones el volumen de servicios continúa en un constante crecimiento, pero el recabar y distribuir información ya no es una tarea que corresponde solamente a países con tecnología de punta. Prueba de ello es que actualmente, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en exportación del sector de TICs. El avance tecnológico, la evolución del proceso de enseñanza – aprendizaje y la creciente demanda de educación apoyada en tecnología, han llevado a las instituciones y organizaciones a desarrollar y/o adquirir diferentes plataformas educativas que les permitan organizar, aplicar e integrar diferentes ambientes flexibles de aprendizaje. Con base en lo anterior, la institución pública de educación superior más grande del estado de Veracruz en México, la Universidad Veracruzana, ha desarrollado el Sistema de Educación Distribuida Eminus con el fin de crear un entorno completo para el aprendizaje apoyado en la utilización de herramientas de colaboración y comunicación multimedia 302
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síncrona y asíncrona, redefiniendo con esto la forma de educación hoy en día (Colunga y Jiménez 2007). En este sentido, la Universidad Veracruzana ha trabajado activamente para que las TIC´s se incorporen en sus programas académicos como un eje transversal que permite que cada experiencia educativa permeé en la formación de los universitarios y futuros profesionales en sus más diversas disciplinas, por ello, se ha incorporado en toda la institución la plataforma denominada Eminus, la cual facilita la interacción del trinomio: estudiante - TIC´s – Docente. Eminus se considera un sistema informático confiable y viable para el proceso enseñanza - aprendizaje en la Universidad Veracruzana (Parra Loera, 2005). En la actualidad, es de vital importancia adaptarse, pero sobre todo, explotar las grandes ventajas que ofrece la interconectividad tanto de dispositivos como de otros sistemas y ambientes basados en web; de no hacerlo, se pone en riesgo la eficiencia y funcionalidad de cualquier sistema y de manera concreta, los servicios de calidad en la red. Por lo anterior, el Sistema de Educación Distribuida Eminus) evolucionó, pero no sólo para adaptarse, sino para ser referencia en este rubro tan competido. La versión Eminus 3 es el resultado de la correcta implementación de novedosas formas de interactividad, gran capacidad de intercomunicación, mejores prácticas y diseño intuitivo, así como de la capacidad de adaptarse a los diferentes tipos de dispositivos que existen e incluso a aquello que están por venir, pues está pensado para brindar a los usuarios una gran experiencia en el proceso enseñanza – aprendizaje poniendo al alcance herramientas poderosas bajo una interfaz que sobresale por ser sencilla, intuitiva y flexible, la cual requiere toda persona sin importar el papel que desempeñe en dicho proceso. 303
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En otras palabras, el programa de EMINUS se conceptualiza como un sistema de Administración de Ambientes Flexibles de Aprendizaje, el cual sirve para presentar cursos en línea para distribuirse en Internet o redes internas. Este sistema permite además la comunicación en forma sincrónica y asincrónica utilizando la tecnologías de la información y la comunicación para aprovechar la facilidad de distribución de materiales formativos y de herramientas de comunicación, lo que ayuda a generar un entorno completo para el aprendizaje apoyando a su vez al mejoramiento de los niveles educativos sin límites de tiempo y de distancia, lo que permite a cada estudiante tomar el control de su aprendizaje y formación de una forma independiente y colaborativa (Vera Pedroza et al., 2015). Con este modelo se re-conceptualiza la docencia de manera más amigable, útil y eficiente, puntualizando la comunicación, la colaboración y la distribución de materiales de enseñanza y aprendizaje. Para incrementar entre el personal académico el empleo de la plataforma, la Universidad Veracruzana ha promovido, por conducto de la Dirección General de Desarrollo Académico e Innovación Educativa y a través del programa de formación educativa (PROFA), la impartición de cursos introductorios para el uso y aplicación del Eminus. De esta manera, un mayor número de docentes estarán capacitados para incorporar esta herramienta en su quehacer académico en cada una de los cursos que imparten. Finalmente, se debe reconocer que el estudiante es una pieza clave en este proceso, porque es el quién debe modificar su actitud y el papel que ha tenido en este proceso, adoptando una participación activa, convirtiéndose en protagonista del aprendizaje, en tanto que el docente transita por la transformación del facilitador y dinamizador de la enseñanza. En este binomio, la 304
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comprensión del estudiante es importante, pero también lo es por parte del docente, pues le resulta vital conducir al estudiante a un siguiente nivel formativo, más amplio, con mayor libertad y sobre todo, ser menos protector e impositivo (Sangrá y González, 2004).
4. El Caso de la Licenciatura en Agronegocios Internacionales. Las profesiones del sector agropecuario tradicionalmente han puesto énfasis en las cuestiones técnico-productivas de las mismas, relegando otros aspectos importantes como la planeación, el desarrollo y la comercialización de las distintas actividades productivas propias del sector (Sarandon, 2002; Casanueva, 2005). La globalización y la integración de los agrosistemas determina que la clásica distinción que se hacía entre agricultura y agroindustria se pierda cada vez más, pero existen otras macrotendencias que también impactan a los Agronegocios tales como la formación de bloques de libre comercio, las alianzas estrategias a diversos niveles, los cambios en los patrones de consumo y de dieta, la demanda por el cumplimiento de estándares y de normas de calidad e inocuidad, el incremento en las demandas por transparencia, responsabilidad social y ambiental, entre otros (Cameron, 2006). Los gobiernos buscan responder a los retos anteriores mediante el desarrollo de políticas públicas, de marcos institucionales y de capacidades para crear ambientes propicios para los negocios agropecuarios, a través de instituciones para el fomento y desarrollo de mercados locales más transparentes y eficientes, así como para la operación de mecanismos e instrumentos que 305
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reduzcan los riesgos y que permitan una mayor vinculación de los pequeños productores con los mercados (Jansen y Vellema, 2004; Glenna y Cahoy, 2009). Esto ofrece una oportunidad para el profesional de los negocios que se especializa en el sector agropecuario, ya que su desempeño requiere el concurso de una serie de conocimientos, habilidades y destrezas que no poseen el común de los profesionales del sector primario que privilegian un conocimiento técnico. Aún más, la especialización hacia los negocios internacionales centrados en productos agropecuarios y/o agroindustriales se encuentra en una etapa incipiente, pese al enorme potencial que se percibe que tiene (King et al., 2010). El profesional en agronegocios internacionales tiene un amplio campo laboral: detección de oportunidades de negocios, instrumentación de estrategias de comercialización en mercados y formulación y evaluación de proyectos productivos, entre otras actividades diversas relacionadas. A partir de la caída del muro de Berlín han ocurrido cambios sin precedentes en la agricultura mundial como consecuencia de la globalización, de modificaciones en la demanda del consumidor y de los patrones de consumo, de la aparición de nuevas tecnologías, así como de la necesidad de hacer un mejor trabajo en la conservación de los recursos y de la biodiversidad (IICA, 2010). En consecuencia, la agricultura en los albores del nuevo milenio es percibida como un sistema completo y completo, que sustituye el concepto tradicional basado solo en la producción. En este nuevo escenario, los agronegocios son vistos como orientados al consumidor, integrados en sistemas de negocios de una cadena de valor que abarcan la producción primaria, el procesamiento, el almacenamiento, la distribución y la comer306
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cialización, así como los servicios públicos y privados requeridos para operar de manera competitiva (García-Winder et al., 2011). La nueva visión de la agricultura es que se trata de un sistema de cadenas de valor enfocado en el cumplimiento de las demandas y preferencias de los consumidores, a través de la introducción de prácticas y procedimientos que incluyen todas las actividades dentro y fuera de la unidad de producción (Gereffi et al., 2005). En otras palabras, todas las facetas de la agricultura están incluidas y se entiende que el resultado final va más allá de la mera producción de alimentos. El valor agregado de los agronegocios es mucho más importante que el simple valor de la producción primaria. Para poder hacer una valoración correcta, es importante tener en cuenta que hay cinco mercados involucrados en las cadenas de agronegocios: la producción primaria, la transformación, los insumos y la distribución, tanto al por mayor como para el minorista (Victoria, 2011). Evolución del perfil profesional del especialista en agronegocios internacionales. Si bien las profesiones relacionadas con el sector agropecuario incluían en algunos de sus cursos elementos de administración, es hasta principios de la década de 1970 que IES como la Universidad Nacional Autónoma de México a través de su Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, la Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey insertan de manera formal la enseñanza de la administración aplicada al medio rural en sus planes de estudio. En los años siguientes, el ejemplo es imitado por otras instituciones como la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la Uni307
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versidad Autónoma Chapingo, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Veracruzana, la Universidad Autónoma de Sinaloa, y la Universidad Autónoma de Chihuahua, entre otras (Aguilar Valdés, 2008). El ingreso de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) a mediados de los años 1980, y la firma de múltiples tratados internacionales de comercio con diversos países en los años posteriores, entre los cuales resalta de manera notable el Acuerdo de Libre Comercio para América del Norte (NAFTA) que inició en 1994, fue el detonante para que algunas instituciones de educación superior visionarias, localizadas en el norte del país, consideraran oportuna la creación de programas universitarios especializados en agronegocios internacionales (Aguilar Valdés, 2008). Durante el último cuarto de siglo, el sector agropecuario ha dejado de considerarse centrado meramente en la producción primaria (i.e., el proceso de cultivar o extraer los recursos naturales). Mientras que en el pasado dominaba la orientación desde la oferta, las cadenas productivas se impulsan en la actualidad principalmente por la demanda. En ese sentido, las cadenas se estructuran de manera más descentralizada y el control sobre los sistemas de producción y comercialización lo realizan empresas especializadas en el diseño y mercadeo de productos específicos. De esta manera, los sistemas agro-productivos integrados son piedra angular de la agricultura globalizada. En éstos, cada componente de los agronegocios, desde la finca hasta el puesto de venta, representa un sistema de producción tecnoeconómico de carácter multiregional que se apoya en la adición o sustitución de productos y procesos agroindustriales. Rn la ac308
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tualidad se reconoce la existencia de las cadenas de valor, engranadas con las demandas y preferencias del consumidor, e incorporando las prácticas y principios de todas las actividades que se llevan a cabo, desde la producción primaria hasta la comercialización, pasando por la transformación de las materias primas (García Pérez et al., 2004). Esta nueva percepción se ha moldeado a partir de cuatro grandes vertientes que afectan al desarrollo de los agronegocios, y que pueden resumirse en: a) cambios en la producción y en la cadena logística, que involucran el desarrollo de redes de bienes y servicios que trascienden los niveles locales y aún los nacionales; b) una mayor integración vertical y horizontal de todos los segmentos y participantes de la cadena. Un ejemplo claro de esto, en los años recientes, es la hegemonía creciente de los supermercados en el comercio de productos perecederos; c) la existencia de consumidores mejor informados y más exigentes, lo cual hace necesaria la oferta de productos no sólo nutritivos, sino que también tengan una garantía de inocuidad y algún otro valor agregado (preservación de los recursos naturales, comercio justo o productos orgánicos), y d) la necesidad de operar cambios en las prioridades de las políticas públicas y en los estándares dentro del sector privado (Santacoloma et al., 2005). El mundo actual de los agronegocios es dinámico. Cambia y continúa cambiando cada día. Esto obliga a realizar ajustes en los modelos de negocios, siempre y cuando se entiendan bien las tendencias e implicaciones de los mismos. Los agronegocios tienen ya que operar en un entorno global con el enfoque del mercado para satisfacer a plenitud las demandas y necesidades del consumidor (Detre et al., 2011). 309
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En este momento, los agronegocios se ven obligados a ajustar y adaptarse a la crisis económica global, la cual a finales de la primera década del siglo XXI provocó una contracción mundial en el crecimiento económico y los ingresos, redujo la demanda, limitó el financiamiento, y provocó una caída en el comercio internacional (Lin y Martin, 2010). La creciente liberalización del comercio conduce a cambios en los patrones de consumo y a incrementos en la diversificación de la oferta y la demanda de productos diferenciados, lo cual a su vez intensifica la dependencia tecnológica y amplía la brecha existente entre las naciones o sectores productores (Rae, 1997; Melesse y Beyene, 2009). Ante esta perspectiva de integración económica y especialización productiva, los productores que aspiren a mantenerse competitivos se encuentran obligados a integrarse tecnológicamente. La demanda por productos sanos e inocuos tiende también a incrementarse, al igual que la eficiencia global de la producción agropecuaria, la industrialización (generación de valor agregado), y la operación de las redes globales de distribución. A medida que se hacen esfuerzos nacionales para disminuir la dependencia económica de la producción de commodities y se transita hacia la generación de valor agregado y la integración de las cadenas, el cumplimiento de estándares y normas de inocuidad toma una posición cada día más preponderante (Guerra et al., 2011). En lo relativo al financiamiento a la producción primaria, se anticipan también novedades, en la forma de nuevos instrumentos crediticios, ajenos a las políticas paternalistas y diseñados para fortalecer a los agro emprendedores, pequeños y medianos productores, y permitirles así el acceso a las cadenas de valor y a los mercados de exportación (Retes López y Cuevas González, 2006; IICA, 2010). 310
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Los resultados de evaluación de calidad de la educación ubican a México desde hace años en el lugar 60 en el mundo (World Economic Forum, 2009). Esto se asocia con altos niveles de desempleo entre los egresados de diversas profesiones, y con una infraestructura deficiente y obsoleta que resulta de que el presupuesto asignado a la educación ha disminuido considerablemente en relación con las necesidades reales (Ascolani, 2008; Labra, 2006). En otras palabras, hablar de la calidad académica sin asociarla con la dotación de suficientes recursos financieros no tiene sentido. De todo lo antes expuesto, puede deducirse que la problemática nacional y regional que afecta directamente al sector agropecuario, en lo que se refiere al desarrollo regional, la creación de empleos, la productividad y la rentabilidad, entre otros aspectos relevantes, obliga a proyectar empresas e industrias derivadas del mismo, capaces de consolidarse como agronegocios viables. Éstos agronegocios deben mostrar dominio y eficiencia en la venta y comercialización de los productos agropecuarios, así como en la innovación e implementación de las nuevas tecnologías, derivadas de la investigación y el desarrollo (Espinoza Arellano et al., 2009). Todo esto conlleva la necesidad de contar con un recurso humano técnicamente preparado y capaz en esta área multidisciplinaria, además de poseer la sensibilidad para adecuarse al cambiante mundo actual. La carrera de Licenciado en Agronegocios Internacionales (LAI) tiene un enfoque formativo hacia habilidades administrativas, con visión internacional y cualidades de liderazgo y negociación. Los LAI deben ser estrategas capaces de agregar valor a través de la innovación, de la administración adecuada de los 311
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recursos, y de la aplicación de tecnologías, con objeto de incrementar la eficiencia y competitividad en el área agroalimentaria, en un ambiente de negocios global, multicultural, y caracterizado por una elevada dosis de incertidumbre y complejidad. El LAI es un profesional con visión estratégica, especializado en crear y agregar valor a las empresas del sector agroalimentario, a través de la innovación en los procesos de negocios con un enfoque sistémico, sostenible, ético y humanista. Este profesional está preparado para desarrollarse en el sector público o privado, para gestionar políticas públicas en el área de negocios internacionales, para generar modelos para el sector agroalimentario, así como para realizar el diseño, ejecución y evaluación de proyectos de negocios de exportación e importación (Vázquez- Selem et al., 2013). El Mercado Ocupacional del Licenciado en Agronegocios Internacionales. La relación entre la educación superior y la sociedad se manifiesta en el grado de adecuación o desfase entre el producto del sistema educativo y la realidad del mundo del trabajo. Esta situación se reconoce por las relaciones entre el perfil profesional de los egresados y la naturaleza de las funciones que desempeñan en los espacios ocupacionales (Córdova y Barbosa, 2004). A medida que se modernizan las condiciones del agro mexicano, se incrementa la demanda por profesionales preparados para la conducción de empresas exitosas. Las posibilidades del LAI para integrarse en este mercado emergente, dependen en buena medida de su habilidad personal para adaptarse a los rápidos cambios de la sociedad y de la economía actual. Debe mostrar capacidad para diversificar sus ámbitos de práctica profesional, para desarrollar competencias 312
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para mantenerse actualizado en el ramo y valerse de las tecnologías de comunicación e informática, participar en actividades de educación continua, orientadas hacia el análisis de las tendencias en los mercados y en el desarrollo de nuevas tecnologías, en la protección al medio ambiente; en el área empresarial debe ser capaz de conducir eficazmente su práctica privada, manteniendo vigentes como valores su competencia, credibilidad, confiabilidad, competitividad y ética profesional. El LAI debe fomentar una nueva mentalidad y el desarrollo de potencialidades latentes en los productores agropecuarios, mediante el fortalecimiento de sus capacidades individuales y colectivas para abastecer a los mercados y para competir exitosamente en ellos (Vázquez- Selem et al., 2013). Análisis de la oferta académica en licenciatura de agronegocios en México. Para responder a este panorama novedoso y cambiante, en lo que concierne a la educación superior, y particularmente la pública, no es sino hasta años recientes que se empezaron a generar planes académicos y de desarrollo que contemplaran estas realidades, generando profesionales con un nuevo perfil adecuado para actuar en estas circunstancias (ANUIES, 2002). Tal vez debido a lo relativamente nuevo de esta especialidad en los centros de educación superior y al hecho de que se trata de una carrera multidisciplinaria, su clasificación como disciplina dentro de un área académica permanece ambigua, pues en tanto en algunas instituciones la ubican dentro del área biológicoagropecuaria, otras la colocan dentro de las disciplinas económico-administrativas. Otro aspecto en el que se aprecia la diversidad de enfoques es las distintas denominaciones que se hacen de la profesión, 313
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siendo las más comunes: Licenciatura en Agronegocios y Licenciatura en Administración en Agronegocios, pero también existen: Licenciatura en Comercio Internacional en Agronegocios, Licenciatura en Agronegocios Internacionales, Licenciatura en Economía Agrícola y Agronegocios, Ingeniero en Agronegocios, Licenciatura en Ingeniería Agronómica con Acentuación en Agronegocios, Ingeniero Empresarial Agropecuario, y Licenciatura en Comercio Internacional de Productos Agropecuarios. Resalta el hecho de que la gran mayoría de las instituciones que ofrecen la Licenciatura en Agronegocios están ubicadas en el centro y norte del país, lo cual no es de extrañar, puesto que es en estas zonas donde la producción agropecuaria se encuentra más tecnificada y la cultura de agronegocios está más desarrollada. La mayoría de las instituciones son de carácter público, pero es el ITESM, a través de su sede central en Monterrey, NL, y en 26 de sus campus ubicados en el resto del país, el que más presencia y número de estudiantes atiende. De los campus del ITESM, solo dos están ubicados en las regiones sur y sureste de México. También hay que destacar que el ITESM ofrece la licenciatura completa, de nueve semestres, únicamente en su sede de Monterrey, NL, y que en cada uno de los otros campus solo se ofrece un tronco común de cuatro semestres, al cabo de los cuales los estudiantes deben trasladarse a Monterrey para concluir el programa (ANUIES, 2007). En lo que respecta a la matrícula y al número de egresados de estos distintos programas educativos e instituciones, no se dispone de cifras actuales, pero en general se aprecia un aumento en la cantidad de instituciones. Adicionalmente a las instituciones antes listadas, hay que considerar el sistema de Institutos Tecnológicos Agropecuarios de la Secretaría de Educación 314
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Pública, en donde se ofrece la Licenciatura en Administración de Empresas Agropecuarias, la cual guarda algunas similitudes con los programas de agronegocios. El análisis de los planes de estudio muestra que, con respecto al tipo de modelo educativo que ejercen, el 50 % maneja un modelo rígido, un 40 % un modelo semiflexible, y solo el 10 % un flexible. Este predominio del modelo rígido es consecuencia de que la mayoría de las IES ha basado su diseño curricular en la metodología tradicional de enseñanza. Cabe hacer notar que los modelos semiflexibles se han ido incrementando en la mayoría de las universidades, sobre todo en aquellas con influencia extranjera. Los objetivos curriculares de las diferentes IES que imparten las licenciaturas o ingenierías afines a los agronegocios, tienen una orientación predominante hacia la administración tanto de productos como de empresas (50%). La comercialización de productos agropecuarios también tiene un peso fuerte (40 %) y en menor proporción, se mencionan los problemas de producción agropecuaria (20 %). Es notorio el interés en la comercialización de productos, el cual ha aumentado en los últimos años, como resultado del aumento de la población y de la necesidad de satisfacer las necesidades básicas (Vázquez- Selem et al., 2013). La Licenciatura en Agronegocios Internacionales en la Universidad Veracruzana. El estudio de los agronegocios como disciplina académica es algo relativamente reciente, de modo que nace a partir de un paradigma distinto al que comúnmente presentan las carreras tradicionales. La impartición de una disciplina como ésta, requiere del concurso de especialistas provenientes de distintas áreas 315
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académicas, y es así que esta licenciatura nace necesariamente desde una concepción multidisciplinaria. En el caso de la Universidad Veracruzana, las áreas académicas Biológico-Agropecuaria y Económico-Administrativa sumaron fuerzas y capacidades para trazar un camino común, en una forma de asociación novedosa e inexplorada en el ámbito de la propia institución, con la cual se busca dar respuesta a fuertes problemas severa que la sociedad plantea a la Universidad (Vázquez- Selem et al., 2013). El programa de LAI en la UV se diseñó para ofrecerse en dos sedes: la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, en la ciudad de Tuxpan, en el norte del estado de Veracruz; y la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en colaboración con la Facultad de Administración-Veracruz, en la zona central del estado. Ambas ciudades tienen puertos de altura y se encuentran en regiones en las que la producción agropecuaria es una actividad económica relevante y las agroempresas y las agroindustrias abundan en las inmediaciones. El programa inició actividades en Tuxpan en 2008 y en Veracruz en 2009. Uno de los aspectos más importantes que hay que destacar de la Licenciatura en Agronegocios Internacionales es que no es una profesión 100% teórica, sino que también se incentiva el aprendizaje práctico, pues es importante conocer la realidad y el desarrollo del mercado de alimentos nacional e internacional. Por ejemplo, en el caso de la sede Veracruz, los estudiantes de esta carrera tienen la oportunidad de realizar estancias y prácticas profesionales en lugares como: Corporación Integral de Comercio Exterior, Administración Portuaria Integral de Veracruz, Internacional de Contenedores Asociados de Veracruz, Operadora Marítima TMM, Asociación de Agentes Aduanales del Puer316
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to de Veracruz, diversas agencias aduanales, despachos, consultorías y empresas relacionadas con el comercio exterior. Algunas otras organizaciones e instituciones, incluyen: Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), Unión Ganadera Regional de la Zona Centro de Veracruz, Consejo Estatal de Apicultores de Veracruz, A.C., Rastro de Manlio Fabio Altamirano y varias sociedades cooperativas de producción pesquera (MoraBrito y Villagómez-Cortés, 2016). La estructura del MEIF dentro del programa educativo agronegocios internacionales comprende la obtención de un mínimo de 334 créditos y agrupa cuatro áreas de formación: 1) básica, con 13 experiencias educativas (EE) divididas en área básica general y área de iniciación a la disciplina; 2) disciplinaria, con 23 EE; 3) terminal, que incluye ética de los negocios, comercialización de productos agropecuarios, servicio social y experiencia recepcional; y 4) de elección libre, la cual incluye EE que pueden cursarse en otras facultades o a través de la Universidad Veracruzana Virtual. Además, se introduce la figura de las estancias académicas supervisadas (EAS) a modo de complemento práctico para ciertas EE y se le asigna valor crediticio al servicio social (SS) y a la experiencia recepcional. El Área de formación básica comprende dos subcategorías: Área de formación básica general (AFBG), con cinco cursos que se imparten en cualquiera de los programas educativos de pregrado que ofrece la universidad: computación básica, inglés I y II, lectura y redacción a través del análisis del mundo contemporáneo y habilidades de pensamiento crítico y creativo; y Área de formación básica de iniciación a la disciplina (AFBID). Con el MEIF se ofrece a la sociedad un producto terminado y los egresados reciben unos cuantos meses después de concluir el programa educativo su título y cédula profesional. No obstan317
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te, el hecho de contar con altas tasas de titulación no garantiza que determinado programa académico sea eficiente, y en consecuencia, de buena calidad. Es claro que tanto los académicos como los estudiantes necesitan reeducarse en la dinámica de trabajo; si existe una conciencia colectiva clara de lo que el modelo propone, su operación será más exitosa. El MEIF todavía tiene tareas pendientes porque hay resistencias internas que no asumen que el cambio no sólo se debe dar en la parte académica, sino también en el esquema laboral; es decir, los esquemas de la administración laboral son rígidos y ello complica la flexibilidad de horarios y oferta educativa, y este es uno de los mayores retos que tiene el modelo por delante. SE requiere también una mayor flexibilidad de los académicos para ajustarse a otros horarios y para reajustar su perfil profesional a los nuevos requerimientos del MEIF (Díaz-Barriga Arceo, 2010). En la Universidad Veracruzana, el dotar de competencias internacionales se considera un elemento importante en la formación de un Licenciado en Agronegocios Internacionales (LAI), por lo que el objetivo de la presente investigación fue conocer la contribución que a tal efecto tienen diversas actividades académicas: estancias académicas supervisadas (EAS), servicio social (SS) y experiencia recepcional (ER). En el periodo 2009-2015, 50 estudiantes han realizado EAS en 21 organismos, principalmente en empresas con impacto internacional, tanto del sector agropecuario (31%) como de servicios (43%), 39 estudiantes han efectuado el SS en 20 organismos, principalmente del sector agropecuario (62%) y de servicios (28%); de 30 trabajos recepcionales presentados, 33% se enfocaron a un ámbito internacional. Se concluye que la internacionalización representa una parte importante en la formación de competencias del futuro LAI, 318
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aunque también se atienden otras áreas (Mora- Brito y Villagómez-Cortés, 2016).
5. Conclusiones. El programa de LAI en la Universidad Veracruzana ofrece una opción educativa en agronegocios en la región sur-sureste de México, y se suma a otros programas relacionados que ya existen en el país, pero con una vocación de servicio regional, centrándose en los problemas particulares que afectan a las empresas agropecuarias en el trópico húmedo de México. Como cualquier modelo organizativo educacional, el Modelo Educativo Integral y Flexible bajo el que opera el programa de LAI promueve competencias que amalgaman el conocimiento disciplinar con saberes heurísticos y axiológicos encaminados a la formación de la persona y del ser. El MEIF tiene fortalezas y debilidades cuando se compara con el modelo educacional rígido previo. Una de las características que se enfatizan es la flexibilidad, pero esto ocurre solo a nivel académico, no en el administrativo. Los esquemas operativos son rígidos y muchas veces incompatibles, por lo que se necesita crear una sinergia entre la academia, la administración y la representación laboral. La universidad no debe perder de vista su misión y enfocarse hacia un quehacer social que consolide con acciones su compromiso con la sociedad y continúe proveyendo una reflexión crítica del sistema social. El programa educativo de LAI en la Universidad Veracruzana potencializa el uso de tecnologías de información y comunicación (TICs) como estrategia para la transversalidad y la competitividad profesional, con lo que se promueve en el estudiante la 319
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formación de diversas competencias personales y profesionales, que se espera le permitan concluir en menor tiempo su formación académica, al tiempo que logra una formación integral y equilibrada tanto en su autonomía personal como en su inserción a la sociedad.
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Introducción. El uso y aprovechamiento de nuevos procesos no siempre y no forzosamente se traduce en un mejor funcionamiento, con mayor calidad, eficiencia y mucho menos un incremento de la productividad, puesto que cuando se trata de utilizar determinada tecnología de vanguardia no todos los colaboradores implicados en su uso tienen los conocimientos, experiencia, aptitud o voluntad para acceder a dicho cambio, lo cual termina por multiplicar y repetir funciones en las que se desaprovechan tiempo, recursos económicos, materiales así como humanos, y se inutiliza por completo el intento de modernización u optimización propuesto. Como complemento de la situación descrita, también puede presentarse cierto desperdicio o desmotivación a generar ideas innovadoras que resulten en una utilidad personal, grupal o nacional, por no existir el adecuado sistema de estímulos, principalmente económicos, para desarrollarlas. Si suponemos que la innovación, vista como tecnologías, como nuevos descubrimientos (patentes), como nuevo conocimiento (capacitación) o como reingeniería de procesos que puede evaluarse y medirse con mayor claridad en las actividades públicas y privadas, entonces el aprovechamiento de dicha innovación en diversos ámbitos, tales como la salud, la educación, el desarrollo social, la actividad industrial o la eficiencia gubernamental, sería la clave para la solución de los principales problemas en dichas áreas y, por ende, se supondría que impacta también en el desarrollo económico y en la solución de problemas graves y urgentes como el cambio climático, el analfabetis331
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mo, el hambre y la pobreza extrema, las medidas a tomar ante desastres naturales, el tratamiento de enfermedades incurables o la aparición de epidemias y hasta pandemias. Al hablar de innovación, prácticamente de forma automática nos trasladamos al futuro y pensamos en los diferentes descubrimientos que se harán a lo largo del tiempo y que, consideramos, invariablemente beneficiarán nuestras labores y actividades cotidianas. Por otra parte, tratando de establecer la relación o el efecto que dicha innovación puede tener en el desarrollo económico de una nación, nos encontramos, en primera instancia, con la importancia de definir lo más acertadamente ambos conceptos para que, una vez obtenida esa acotación, estar en posibilidad de definir las variables o los parámetros en los que se encuentran relacionados y, con ello, establecer ese vínculo de causalidad (Jasso Villazul, 1999). En nuestro país, es el propio CONACYT quien reconoce que existen tres grandes obstáculos que impiden que dicha innovación genere todo el beneficio que se espera de ella: 1) la falta de confianza en la propia innovación o en el generador de la misma; 2) la inexistencia de planes o programas que utilicen la innovación y, 3) los problemas de comunicación entre los creadores de la innovación y la industria en donde sería aplicable tal descubrimiento y que redundan en complicaciones para la vinculación entre ambos. Por lo anterior, el CONACYT recientemente está impulsando la figura del bróker tecnológico, cuya función sería la de cubrir esa ausencia de vinculación a través del desarrollo de revisiones técnicas, la traducción de las auténticas necesidades en la industria y, con ello, lograr una auténtica comunicación (OCDE-CONACYT, 2009). 332
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Cabe mencionar, que a pesar de esta postura e interés del Consejo por fomentar la innovación en nuestro país, la realidad es que sus trabajos y esfuerzos se ven limitados y mermados por ciertos problemas de definición y estructura respecto a la calidad de la innovación desarrollada, lo cual ha originado la proliferación de científicos e investigadores que, como estableció Landes (1998), sólo buscan la fama o el reconocimiento y que es el tipo de innovación que no tiene mayor impacto en nuestro desarrollo económico. A nivel internacional, se destaca la propuesta que el Massachusetts Institute of Technology (MIT) está desarrollando a nivel mundial, The next billion network, cuya premisa es que dentro de los próximos tres años, otros mil millones de personas comenzarán a hacer uso regular de teléfonos celulares, continuando con la más rápida adopción de una nueva tecnología en la historia. Pronto, estos próximos mil millones se conectarán a la red de información global y a la red mundial de información. Esto desencadenará una ola de la capacidad empresarial, la colaboración y la creación de riqueza, convirtiendo al recién conectado en una fuerza fuerte en la economía mundial. Esa clase de mundo que sale de esta transformación dependerá de nuestra habilidad de reconocerlo como una oportunidad. La caracterización de la innovación como un proceso de aprendizaje identifica dos características del conocimiento: la complementariedad y la dimensionalidad. El proceso experimentado durante la Primera Revolución Industrial se caracterizó por ser un proceso de ‘aprendizaje individual’. La innovación típica en esa época se debió a la destreza y habilidad mecánica de un inventor aislado, es decir, un proceso de baja dimensionalidad. Igualmente, los inventos no hacían parte de estructuras tecnológicas complejas y no obedecían a los desarrollos de los 333
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otros inventores, es decir, que existía baja complementariedad. No obstante, dichas innovaciones proporcionaron la base esencial para desarrollos posteriores. En contraste, el proceso de innovación tecnológica desarrollado durante la Segunda Revolución Industrial, pero principalmente, durante el siglo XX, presentó características diferentes, que se asemejan más a un proceso de ‘aprendizaje social’: un proceso de alta dimensionalidad y alta complementariedad del conocimiento (Benavides, 2004). Este enfoque proporciona los elementos conceptuales que permiten mostrar la estrecha relación que existe entre los procesos de innovación tecnológica y los procesos de aprendizaje en una perspectiva evolutiva. En el mundo subdesarrollado es pobre la aplicación de las nuevas tecnologías y las modernas técnicas de administración. Existen deficiencias culturales, como la reticencia al cambio y la escasa cultura innovadora. También hay deficiencias organizacionales, como estructuras poco integradas y escasa infraestructura de soporte a las actividades de información. Existen además deficiencias de gestión, como la escasa orientación hacia la aplicación de métodos profesionales de detección de oportunidades y amenazas en el entorno y existe, sobre todo, una base económica débil que contribuye a acentuar la brecha tecnológica con el primer mundo (Simeón, 2002). Por lo hasta aquí descrito, el objetivo de esta investigación es identificar y medir el efecto de la innovación (pública y privada) que impacta en el desarrollo económico, con lo cual se pueda conseguir y difundir un beneficio social, generalizado para México, el mencionado objetivo parte de la hipótesis que la innovación pública y privada tiene un impacto en el desarrollo económico si se ve reflejado como reducción de las brechas relacionadas que se generan entre los estados de la República Mexicana. 334
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La evaluación que requiere ésta hipótesis estará orientada a medir los impactos en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) estatal como resultado de lo que la innovación en el ámbito público y privado de los estados mexicanos genere al ponerse en marcha y modificar determinado proceso, sistema productivo, orden de gobierno o estructura económica. La implementación de tecnologías de información y comunicación (TIC) desde finales del siglo pasado, produjo, a escala mundial, importantes cambios en todo ámbito, sea público o privado, desde la forma de organización personal e institucional, hasta el proceso de comunicación, de convivencia y aprendizaje y, evidentemente, en el ámbito laboral. Las máquinas son capaces de realizar tareas que antes llevaban a cabo personas (automatización del trabajo), lo cual, sabiéndolo aprovechar, permite pasar de una era de información a una era del conocimiento. Derivado de estos cambios se vuelve necesario contar con un parámetro para la innovación que, de manera significativa, demuestre su impacto en el desarrollo económico y con ello obtener propuestas que ayuden a corregir el rezago económico, las desigualdades y las brechas tecnológicas, y con ello contribuir al mejoramiento del desarrollo económico de una nación, en el caso concreto del presente trabajo de México, a través de la modernización del quehacer público y los aspectos de carácter privado relacionados con dicha medición en nuestro país, partiendo de cualquier tipo de proceso innovador que le concierna. La presente investigación tiene como objetivo recuperar el concepto de desarrollo económico en relación a las variables de la innovación, pública y privada, que tienen un impacto en el mismo y, por tanto, pueden afectar el desarrollo de una nación, con lo cual se presenta el marco teórico que abarca las líneas de 335
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la literatura existente acerca del estudio sobre la relación entre desarrollo económico e innovación.
1. Definición de innovación y de desarrollo económico. Haciendo una revisión en la literatura económica de cómo ha sido analizado el concepto de desarrollo económico, nos encontramos con que su significado per se presenta cierto nivel de complejidad, desde su análisis histórico, los diferentes puntos de vista para definirlo, para abordarlo y las diferentes opciones que se supone existen para impulsarlo. Tenemos autores como Landes (1998), Lewis (1998) y Kuznets (1955) que nos presentan los problemas de desarrollo desde el punto de vista geográfico, dividiendo las regiones en dos polos, norte y sur, y precisamente de esa división derivan las diferencias en cuanto a desarrollo económico; otros de los motivos de diferenciación que consideran son la productividad y el pago justo de la misma, la asignación original y la redistribución de los insumos de producción en los diferentes países y regiones del mundo, el entorno religioso, el nivel cultural y el grado educativo, entre otros; sin embargo, es precisamente en este tipo de factores que el presente trabajo pretende incidir, puesto que la mayoría de éstos autores e investigadores clásicos del desarrollo económico enfatizan los limitantes que la innovación y el avance tecnológico han tenido para efectivamente impactar en el desarrollo económico. En este punto, es pertinente señalar que para efectos de la presente investigación la productividad del trabajo es definida como la diferencia entre la tasa compuesta de incremento de la 336
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producción y la tasa de aumento del insumo de trabajo, la cual ofrece considerables ventajas en una economía con un crecimiento estable de la productividad del trabajo en el largo plazo y en la que el nivel del empleo sea una preocupación social importante, y, en el largo plazo, mide mejor el “progreso” técnico. Por lo anterior, se utiliza el concepto de desarrollo económico que resumen las visiones mencionadas y lo considera como la transición de un nivel económico concreto a otro más avanzado, el cual se logra a través de un proceso de transformación estructural del sistema económico a largo plazo, con el consiguiente aumento de los factores productivos disponibles y orientados a su mejor utilización; teniendo como resultado un crecimiento equitativo entre los sectores de la producción. Este desarrollo implica mejores niveles de vida para la población y no sólo un crecimiento del producto, por lo que representa cambios cuantitativos y cualitativos. Dicha conceptualización tiene como expresiones fundamentales del desarrollo económico al aumento de la producción y productividad per cápita en las diferentes ramas económicas y el aumento del ingreso real per cápita. Por otra parte, comenzando con la búsqueda de una definición de innovación que nos pueda ayudar en los propósitos de este análisis tenemos que, de entrada, no es una tarea menos complicada que la realizada en la definición de desarrollo económico, y menos aún si tenemos la intención de relacionar ambos conceptos, ya que, por una parte, se pretende definir un concepto nuevo (innovador per se) que hasta la fecha ha recibido un trato conceptual obsoleto y que al no ser tangible ni fácil de percibir es evaluado de forma indirecta. Así, la definición de innovación que nos pueda ayudar en los propósitos de este análisis tenemos que, de entrada, no es una 337
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tarea menos complicada que la realizada en la definición de desarrollo económico, y menos aún si tenemos la intención de relacionar ambos conceptos; sin embargo, se puede emplear la definición que hoy en día maneja el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) en nuestro país, en el cual se define la innovación como la generación de una idea aplicable, que surge en un centro de investigación y de la cual, al implementarse de manera exitosa, se puede obtener un beneficio (principalmente económico). En términos conceptuales, las actividades de innovación tienen que ver con las acciones que los agentes económicos desarrollan de manera sistemática para la generación, diseminación y aplicación de los conocimientos derivados de las actividades científicas y tecnológicas (OECD, 2005). De aquí que el uso de indicadores sobre las actividades en Ciencia y Tecnología (CyT) se esté convirtiendo en una práctica cada vez más útil en el diseño de políticas e instrumentos gubernamentales para promover el cambio tecnológico a través de la implementación de actividades de Investigación y Desarrollo (I+D), lo que a su vez provoca que la actividad innovadora de las empresas y del sector público se incremente (National Science Foundation, 2006). Otra postura teórica que puede apoyar en la definición de innovación en su relación con el desarrollo económico es la economía de la información a través de su propuesta del análisis del efecto que tiene la información sobre el comportamiento agregado y los modelos microeconómicos convencionales, cuando la información es considerada un bien en términos económicos. El Manual de Oslo, preparado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (1997; 2005), es el patrón más reconocido a nivel internacional en este terreno. 338
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El Manual Oslo define la innovación como "la implementación de un producto (bien o servicio) nuevo o significativamente mejorado, o un nuevo proceso, o un nuevo método organizacional en las prácticas del negocio, la organización de trabajo o en las relaciones externas" (OECD, 2005). En el Manual de Oslo se utilizó un enfoque propuesto por los adherentes del análisis de la innovación basada en los llamados Sistemas Nacionales de Innovación (SNI). En este contexto, Lundvall (1992) observa lo siguiente: Con objeto de determinar lo que los gobiernos deben hacer para promover la innovación se requiere cumplir con tres condiciones: (i) conocer el contexto sistémico específico en el cual un gobierno nacional interviene; (ii) entender cómo trabajan los diferentes y diversos sistemas nacionales; y (iii) conocer la habilidad de los sistemas nacionales para enfrentarse al cambio y para explotar las nuevas oportunidad tecnológicas aparentemente divergentes.
Para satisfacer las condiciones propuestas por Lundvall es evidente que se necesita un mecanismo efectivo de evaluación de la innovación; es claro, sin embargo, que una de las mayores dificultades que enfrentan los organismos interesados en este tema es con relación a la propia definición del término "innovación." La solución a este dilema ha sido, hasta el momento, similar a la que se dio en relación a los indicadores de CyT, es decir, a la innovación, especialmente la innovación tecnológica, se le ha tendido a medir de manera indirecta a través de los insumas utilizados (i.e., los recursos humanos y materiales que participan 339
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en dichas actividades), así como a través de los productos obtenidos del proceso (por ejemplo patentes y artefactos). La OCDE reconoce, sin embargo, que ésta es una definición muy amplia de innovación por lo que propone estrecharla a la definición de innovaciones Tecnológicas de Productos y de Procesos (TPP), tal y como se menciona a continuación: Definiciones de Innovación (OECD, 1997):
Las innovaciones TPP comprenden nuevos productos y procesos tecnológicamente implementados con mejoramientos tecnológicos significativos en productos y procesos. Una innovación TPP ha sido implementada si ha sido introducida en el mercado (innovación de producto) o usada dentro de un proceso de producción (innovación de procesos).
Las innovaciones TPP abarcan una serie de actividades científicas, tecnológicas, organizacionales, financieras y comerciales. La empresa innovadora TPP es aquella que, durante el período que se está revisando, ha implementado productos o procesos tecnológicamente nuevos o significativamente mejorados desde el punto de vista tecnológico.
Sin embargo, el principal conflicto con esta definición radica en el propio ámbito en el que se desarrolla la innovación. El mínimo requerimiento que solicita la OCDE para que una TPP sea considerada una innovación es que el producto, proceso, método de mercadotecnia o método organizacional debe ser nuevo (o significativamente mejorado) para la empresa; esto incluye productos, procesos y métodos que han sido desarrollados de primera mano en las empresas y aquellas que han sido adoptadas de otras empresas u organizaciones también (OECD, 2005). Cabe hacer notar que en la tercera edición del Manual de Oslo (2005), ésta definición fue ligeramente modificada con relación a la que 340
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existía en la segunda edición, pues en la versión anterior se decía que la innovación intentada por la empresa "no tiene que ser nueva para el mundo" (OECD, 1997). Siendo la propia definición de la innovación uno de los problemas más serios que enfrentan los intentos por establecer una medición de la innovación, no es de extrañar que la OCDE haya preferido privilegiar la medición de la innovación en el mismo lugar (locus) en el que teóricamente se lleva a cabo: la empresa. Este es el enfoque metodológico conocido como "enfoque de sujeto." En términos conceptuales, el enfoque de sujeto parte del comportamiento innovador de la empresa y sus actividades como un todo. La idea es explorar qué factores influyen en su comportamiento innovador (por ejemplo estrategias, incentivos y barreras a la innovación), así como fijar la perspectiva de las distintas actividades de innovación para (sobre todo) examinar los productos y efectos de la innovación. Según la OCDE (2005), en las encuestas diseñadas bajo el enfoque de sujeto los resultados puedan ser agregados con el objeto de hacer comparaciones entre industrias. Como contraparte del enfoque de sujeto está el llamado "enfoque de objeto", el cual involucra la recolección de datos sobre innovaciones específicas (generalmente una "innovación significativa" de alguna clase o la principal innovación de una empresa). Este enfoque requiere la recolección de algunos datos descriptivos, tanto cualitativos como cuantitativos, sobre la innovación de marcas al mismo tiempo que se hace una recolección de datos relativos a la misma empresa. En México tenemos la definición que hoy en día maneja el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), en el cual 341
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se define la innovación como la generación de una idea aplicable, que surge en un centro de investigación y de la cual, al implementarse de manera exitosa, se puede obtener un beneficio (principalmente económico) (OCDE-CONACYT, 2009). No obstante la propuesta anterior, el propio CONACYT reconoce que existen tres grandes obstáculos que impiden que dicha innovación genere todo el beneficio que se espera de ella: 1) la falta de confianza en la propia innovación o en el generador de la misma; 2) la inexistencia de planes o programas que utilicen la innovación y, 3) los problemas de comunicación entre los creadores de la innovación y la industria en donde sería aplicable tal descubrimiento y que redundan en complicaciones para la vinculación entre ambos. Por lo anterior, el CONACYT recientemente está impulsando la figura del bróker tecnológico, cuya función sería la de cubrir esa ausencia de vinculación a través del desarrollo de revisiones técnicas, la traducción de las auténticas necesidades en la industria y, con ello, lograr una auténtica comunicación (OCDE-CONACYT, 2009). Cabe mencionar, que a pesar de esta postura e interés del Consejo por fomentar la innovación en nuestro país, la realidad es que sus trabajos y esfuerzos se ven limitados y mermados por ciertos problemas de definición y estructura respecto a la calidad de la innovación desarrollada, lo cual ha originado la proliferación de científicos e investigadores que, como estableció Landes (1998), sólo buscan la fama o el reconocimiento y que es el tipo de innovación que no tiene mayor impacto en nuestro desarrollo económico. Otro término que resulta pertinente definir es el de Tecnologías de la Información (TI) entendiéndolas como "aquellas herramientas y métodos empleados para recabar, retener, manipular o distribuir información. La tecnología de la información se encuentra generalmente asociada con las computadoras y las 342
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tecnologías afines aplicadas a la toma de decisiones” (Bologna & Walsh, 1997). Al hablar de innovación, prácticamente de forma automática nos trasladamos al futuro y pensamos en los diferentes descubrimientos que se harán a lo largo del tiempo y que, consideramos, invariablemente beneficiarán nuestras labores y actividades cotidianas. El término “creatividad” fue introducido por Jacob Levy Moreno en los años 50 sobre el modelo de productividad (Levy Moreno, 1959). El sentido de este neologismo es evidente. Significa aptitud por crear, acción de crear, de producir algo nuevo. Pero la innovación presenta formas diversas, como son la creación, el descubrimiento y la invención. Podemos pensar en una creación a partir de la nada, un descubrimiento de algo que ya existía pero era ignorado, una invención, algo que antes no existía. La innovación posee varios rostros. Este concepto ha ganado relevancia en el contexto económico si es visto como el fenómeno que obedece a la fuerte competencia que viven las empresas en los mercados mundiales, en donde la innovación (industrial) es vista como la mejor estrategia para ganar participación de mercado. Sin embargo, la innovación, como elemento conceptual, presenta varias debilidades, siendo la principal la dificultad que se tiene para medirla y siguiendo a William Thomson (Lord Kelvin), que indicó que cuando se puede medir y expresar en números de lo que está hablando, se sabe algo del tema; pero cuando no se puede medir ni expresar en números entonces el conocimiento es pobre y poco satisfactorio. La creatividad es otra cosa. Está ligada a la productividad in343
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dustrial. Es una creatividad acelerada, que Levy Moreno observó con sus estudios sociométricos cuando medía la cantidad de las relaciones entre la gente en los grupos de trabajo, y la fuerza de los líderes y los efectos de liderazgo. Así, tratando de establecer la relación o el efecto que la innovación puede tener en el desarrollo económico de una nación, nos encontramos, en primera instancia, con la importancia de definir lo más acertadamente ambos conceptos para que, una vez obtenida esa acotación, estar en posibilidad de definir las variables o los parámetros en los que se encuentran relacionados y, con ello, establecer ese vínculo de causalidad (Jasso Villazul, 1999). Tradicionalmente, la ventaja competitiva de una empresa se deriva de su eficiencia que se puede observar a partir de indicadores organizacionales tales como el índice de rechazos internos y externos, el bajo costo de los bienes, servicios ofrecidos y su grado de aceptación en el mercado. Las empresas logran su ventaja competitiva y beneficios económicos en gran medida como resultado de la innovación (Martín Granados & Valdés Hernández, 2003). Por otra parte, para que los proyectos de investigación y desarrollo lleguen a ser innovaciones y tengan consecuencia económico-sociales es conveniente que estén vinculados a necesidades de mercado-tecnológicas específicas de organizaciones existentes en el sector productivo. De esta manera la medición de la innovación surge del interés general en averiguar las fuentes del bienestar social que se deriva de la introducción de productos y servicios nuevos y/o mejorados. Este interés se ha ido afianzando gracias a la notable producción de estudios sobre los efectos sociales y económicos del cambio tecnológico. El origen de esta atracción se remonta a 344
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los influyentes artículos de Mases Abramovitz (1956) y Robert Solow (1957) que sirvieron para disparar el interés por el análisis de la innovación industrial. En la actualidad, varios países se han enfrascado en el diseño y la construcción de indicadores de actividades científicas y tecnológicas, dando como resultado la publicación periódica de estos datos estadísticos (Godin B., 2006). En la misma medida que la ejecución de actividades de investigación está en general relacionada con el nivel de desarrollo alcanzado, la importancia de la medición de las actividades de innovación crece pues no basta saber cuánto alcanza el monto de los recursos destinados a financiar la I+D, sino cómo se usan esos recursos y, en última instancia, de qué manera influyen en el propio proceso de la innovación (Merritt, 2010). Por último, respeto al tema de la innovación, tenemos a Ríos Figueroa (2009) quién señala que el potencial de la realidad virtual radica en su capacidad de permitirnos experimentar y en cierta medida sentir, el resultado de nuestra actividad dentro de un ambiente tridimensional creado artificialmente. Las aplicaciones son numerosas y entre las principales tenemos hoy en día: a) el diseño y recorrido de modelos arquitectónicos, b) la visualización científica, c) la educación y capacitación de personal, d) medicina, e) la diversión y juegos electrónicos y f) la ayuda a minusválidos; con lo cual concluye que dado el gran potencial que ofrece la realidad virtual y el abaratamiento que se espera de sus accesorios, es cada día más factible la aplicación de esta tecnología en México. En este punto conviene introducir el concepto de competencia dinámica entre las nuevas y las viejas rutinas, confrontación que genera modificaciones en el conjunto de eventos disponibles introduciendo nuevas opciones que previamente eran inal345
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canzables y que no podían ser pronosticadas de manera precisa. Por lo tanto, la innovación tecnológica representa cambios en el conocimiento tecnológico generado por una competencia dinámica entre rutinas, es decir, por un proceso de aprendizaje.
2. Incentivos de la medición de la innovación. Algunos autores argumentan que desde la misma Revolución Industrial en el siglo XVIII, o en cualquier avance innovador previo, el objetivo para dicho fenómeno fue el interés por la supremacía, el dominio, el control y la apropiación del poder de una región, de un país o de un grupo o persona sobre sus similares. Landes, en el capítulo 14 de su libro, La riqueza y la pobreza de las naciones. Porque algunas son tan ricas y algunas tan pobres, menciona que el estímulo para desarrollar innovación en esa época, en general, era la fama, razón por la cual la ciencia era vista como un concurso en el que lo más importante redundaba en conseguir seguidores; sin embargo para que dicha innovación incidiera de manera efectiva en el desarrollo económico sus motivos tuvieron que cambiar hacia una visión de mercado, a través de la cual se modificó la distribución de recursos y con ello se estableció la base tecnológica necesaria para el progreso. Proposición que al paso del tiempo ha perdurado y en nuestros días se puede verificar en trabajos que Sen (1998), Ranis (2004), Maddison (1994), en el ámbito internacional, y Carreón (1998; 2001), en el entorno nacional, han desarrollado, ya sea retomando y actualizando los argumentos de Lewis y Kuznets, o tratando de modelar la competencia económica, la innovación y sus costos a través de los preceptos que Cournot estableció en 1838 en su modelo y en el que el comportamiento de los actores 346
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económicos se supone funciona de manera sencilla, por lo que el equilibrio se deja sea establecido por el mercado. Existe cierto costo social, menor que en un modelo monopólico pero mayor que en competencia perfecta, y en el que el principal interés de un agente que pretende innovar, desde esta perspectiva, es obtener una ganancia perpetua por haber introducido ese nuevo proceso al sistema económico; interés que en nuestros días puede ser verificado a través del registro de una patente y que confirma tales argumentos y que, lo más preocupante, son las que probablemente impiden la difusión de las externalidades y los efectos positivos que la innovación realmente podría alcanzar. A pesar de los autores mencionados, en la literatura actual no existe un desarrollo en el que a partir de la evidencia histórica y de la conceptualización se identifiquen y formalicen los cambios que se han presentado en el proceso de innovación tecnológica. De hecho, en los trabajos existentes no se considera que la innovación tecnológica ha cambiado de naturaleza en los últimos 250 años, sino que sólo ha cambiado de ritmo (Benavides, 2004). Utilizando eficientemente las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) se pueden obtener ventajas competitivas, pero es preciso encontrar procedimientos acertados para mantener tales ventajas como una constante, así como disponer de cursos y recursos alternativos de acción para adaptarlos a las necesidades del momento, pues las ventajas no siempre son permanentes. El sistema de información tiene que modificarse y actualizarse con regularidad si se desean obtener ventajas continuas y óptimas. El uso creativo de la tecnología de la información puede 347
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proporcionar a los administradores una nueva herramienta para diferenciar sus recursos humanos, productos y/o servicios (Alter, 1999). Este tipo de preeminencia puede traer consigo otro grupo de estrategias, como es el caso de un sistema flexible, normas justo a tiempo (just in time) y certificaciones de procesos, que permiten administrar una variedad más amplia de elementos en menor tiempo que el que se utilizaría sin estas herramientas tecnológicas. Las TI representan una herramienta cada vez más importante en el gobierno, sin embargo el implementar un sistema de información no garantiza que obtenga resultados de manera inmediata o a largo plazo. En la implementación de un sistema de información intervienen muchos factores siendo uno de los principales el factor humano. Es previsible que ante una situación de cambio el personal se muestre renuente a adoptar los nuevos procedimientos o que los desarrolle plenamente y de acuerdo a los lineamientos que se establecieron. Por lo anterior es necesario hacer una planeación estratégica tomando en cuenta las necesidades presentes y futuras, así como una investigación preliminar y un estudio de factibilidad del proyecto que se desea. La implementación de procesos de mejores prácticas es factible en cualquier tipo y tamaño de organización, ya sea pública o privada, aunque el principal reto para ambos tipos de organización es el de la inversión, ya que los resultados de adopción de las mismas se comienzan a observar hasta el mediano plazo. Es necesario un cambio en el rol de las TIC para extraer el máximo rendimiento a una inversión en las mismas y usar la tecnología como un arma de progreso. De esta forma se consigue que la actitud de las TIC frente al gobierno pase de ser me348
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ramente reactiva a ser proactiva, anticipándose a las necesidades de la organización y al mismo tiempo ofrecer un progreso a la par de las nuevas herramientas tecnológicas. La investigación de las prácticas de gestión de TIC en cientos de compañías y de gobiernos en todo el mundo ha revelado que la mayoría de las organizaciones no están optimizando su inversión en dicho rubro, ya que se puede observar que el factor diferenciador entre los que consiguen optimizar la inversión y los que no, radica en la participación conjunta de las Direcciones Administrativas y de TI en las decisiones clave de TIC. La correcta participación de los gerentes en dichas decisiones, aporta un valor real a la inversión en TIC al tiempo que sirven para evitar desastres relacionados. En estos tiempos se dan numerosos cambios en TIC y en la construcción de redes informáticas que están enfocados en la necesidad de manejar mejor los riesgos relacionados con las actividades regidas y administradas por dichas tecnologías. La dependencia de la información electrónica y de los sistemas de TIC es esencial para respaldar procesos críticos dentro del gobierno y los negocios exitosos necesitan manejar mejor la compleja tecnología que predomina en todas sus organizaciones para responder rápida y eficazmente a las necesidades del negocio. Además, el entorno regulador está exigiendo un control mucho más estricto sobre la información, lo cual, a su vez, está condicionado por el incremento de la importancia de desastres en los sistemas de información y el incremento de los fraudes electrónicos. Por lo que la gestión de los riesgos relacionados con TIC está siendo entendida ahora como una parte clave tanto de los gobiernos como de las empresas. Las TI están cambiando la forma tradicional de hacer las cosas, las personas que trabajan en gobierno, en empresas privadas, que dirigen personal o que trabajan como profesional en 349
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cualquier campo, utilizan las TIC cotidianamente mediante el uso de Internet, las tarjetas de crédito, el pago electrónico de la nómina, entre otras funciones; es por eso que su función en los procesos de Gobierno para el acceso a información electrónica y los procesos de las empresas como manufactura y ventas, se han expandido enormemente. La primera generación de computadoras estaba destinada a guardar los registros y monitorear el desempeño operativo de las empresas, pero la información no era oportuna, ya que el análisis obtenido en un día determinado en realidad describía lo que había pasado una semana antes. Los avances actuales hacen posible capturar y utilizar la información en el momento que se genera, es decir, tener procesos en línea. Este hecho no sólo ha cambiado la forma de hacer el trabajo y el lugar de trabajo, sino que también ha tenido un gran impacto en la forma en la que el gobierno administra todos sus recursos disponibles (Alter, 1999). Dado que la administración de TIC es crítica para el éxito de la estrategia empresarial y en estos tiempos también del ámbito gubernamental, se requiere de una estructura de administración conocida para que cada uno sepa qué hacer (políticas, controles internos y prácticas definidas). En este sentido, las mejores prácticas proveen muchos beneficios, incluyendo aumento en la efectividad, menor dependencia de los expertos, menos errores e incremento de la confianza en los socios de negocios y organismos fiscalizadores. La OCDE y la Comunidad Europea de Naciones fueron de las primeras organizaciones en aprovechar estas tendencias, fomentando la discusión sobre la necesidad de preparar el diseño y construcción de indicadores explícitos de la innovación (Smith, Measuring Innovation, 2005). 350
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Las primeras iniciativas partieron del Directorado General XIII de la entonces Comunidad Europea, quien junto con el organismo europeo de estadística (Eurostat), llevaron a cabo la primera fase de la encuesta comunitaria de innovación (CIS) en 1991 (Archibugi, Cohendet, Kristensen, & Schaffer, 1994). Unos pocos meses después la OCDE se unió a esta iniciativa preparando los lineamientos para la recolección e interpretación de datos relativos a la innovación tecnológica, conocidos comúnmente como Manual Oslo (OECD, 1997). De acuerdo con la OCDE (2005), la primera versión de este manual se derivó de las recomendaciones del Grupo de Expertos Nacionales en Ciencia y Tecnología (NESTI, por sus siglas en inglés), buscando que el Manual Oslo se convirtiera en la referencia estándar para la medición de las actividades de innovación en los países de la OCDE. Actualmente las encuestas sobre innovación basadas en las pautas del Manual de Oslo de la OCDE, tales como la encuesta de innovación de la Comunidad Europea (CIS, por sus siglas en inglés), proporcionan la información típica sobre los insumos y los productos de las actividades innovadoras de una empresa, así como en las modalidades de estas actividades.
3. Factores de la Innovación privada que pueden desencadenar el desarrollo económico. Existen cuatro marcos de referencia que lideran, en términos de mejores prácticas, las alternativas más utilizadas para mejorar el desempeño, el valor y control sobre las inversiones en TIC (Carvajal & Toculescu, 2006). Ellos son: 351
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COBIT (Control Objectives for Information and related Technology), provee un alto nivel de gobernabilidad y control en TI.
ITIL (IT Infraestructure Library), entrega las mejores prácticas para la administración del Servicio de Informática.
CMMI (Capability Maturity Model Integration), es un modelo de evaluación de los procesos de una organización.
ISO 17799, provee una estructura estándar para la administración de Seguridad en Información.
Partiendo de este esquema de mejores prácticas, se puede determinar de una manera más eficaz el estado que guardan en estos días las TIC dentro del gobierno mexicano y el lugar hacia donde se deben dirigir para que se conviertan en una herramienta que permita la explotación de la información electrónica que se maneja dentro del gobierno, como lo son procesamiento de nómina, portales ciudadanos, cumplimiento de normativas de Función Pública, entre muchas otras. Cuando se analiza el proceso de innovación en la economía se tiende a hacer uso del término insumos (inputs). Mientras que el término producto (output) se reserva para los resultados de la innovación, es decir para medir su impacto en la empresa, la economía y la sociedad (Merritt, 2010). En general el término "insumo" se refiere a los recursos comprometidos en el proceso de la innovación, incluyendo la inversión en investigación y desarrollo (I+D) y el capital intelectual, mientras que el término "producto" se refiere a los nuevos productos y procesos obtenidos de la innovación. La relación entre los insumos y los productos provee la información necesaria para la construcción de indicadores de productividad o de efectividad de la I+D, así como de otras inversiones relaciona352
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das. En la práctica no todos los insumos ni los productos se pueden medir de manera directa, por lo que es necesario recurrir a unidades relacionadas (o proxies), las cuales funcionan como aproximaciones de las verdaderas mediciones. La inversión en TIC en México ha sido mínima; ya que en los últimos años se ha gastado únicamente el 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Si se compara esta inversión con la realizada en el resto del mundo, se puede ubicar a nuestro país en el lugar 50, incluso debajo de otros países latinoamericanos como Argentina (que ocupa el lugar 29) (Vázquez Aguilar, 2009). Es necesario que el gobierno mexicano invierta cada vez más en TIC sin dejar de controlar cada inversión que se realice, ya que estas inversiones tienen que dejar dividendos dentro de las áreas en que se vaya a trabajar en el mediano plazo. Anteriormente un obstáculo que se presentaba para implementar TIC en México era el elevado costo que éstas significaban, el cual se conjuntaba con la homogeneidad que existe en las diferentes áreas de nuestro gobierno, además del desconocimiento de las ventajas que presentan. Muchas de las TIC que existen en la actualidad están adaptándose de forma paulatina a las medianas empresas, a las pequeñas empresas y a las microempresas, por lo que se están convirtiendo en herramientas al alcance de prácticamente cualquier negocio o empresa, obligando con esto que el gobierno mexicano no se rezague en este tenor, porque si deja que crezcan sólo en el ámbito privado, puede perder el control y conocimiento de las TIC que surjan con el tiempo. Esto implicaría un descenso aún mayor en la compra de tecnología por parte del gobierno mexicano, dejando a las empresas privadas desprotegidas en cuanto a éstos avances de última generación y, como 353
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ya se ha comentado, dejaría el control total en este ámbito a la iniciativa privada. Actualmente un mayor número de personas y empresas se ha dado cuenta de la importancia de las TIC como estrategia para aumentar la competitividad del país, ya que son aplicables a cualquier tipo de empresa y son un factor fundamental que impacta la competitividad en cualquier sector del país. El gobierno mexicano ha estado promoviendo el uso de tecnologías de información mediante diversos programas. El Plan Nacional de Desarrollo 2001- 2006 planteaba el fomento a la industria y el mercado de TIC como estrategia para aumentar la competitividad del país, ya que tienen un efecto transversal en toda la economía, razón por la cual impactan positivamente la competitividad de todos los sectores. Dado el gran potencial con que cuenta México para desarrollar esta industria, la Secretaría de Economía, en coordinación con organismos empresariales y empresas del sector, diseñó el Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (PROSOFT), el cual tiene como objetivo impulsar a la industria de software y extender el mercado de tecnologías de información en nuestro país. Las metas de PROSOFT hacia el año 2013 son poder lograr una producción anual de software de 5,000 millones de dólares, alcanzar el promedio mundial de gasto en tecnologías de información y convertir a México en el líder latinoamericano de desarrollo de programas y contenidos digitales en español. Para lograr los objetivos, la Secretaría de Economía, en consenso con la industria y con los organismos gubernamentales relacionados con el sector, acordaron desarrollar siete estrategias, las cuales fueron: 354
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1. Promover las exportaciones y la atracción de inversiones. 2. Educación y formación de personal competente en el desarrollo de software, en cantidad y calidad convenientes. 3. Contar con un marco legal promotor de la industria. 4. Desarrollar el mercado interno. 5. Fortalecer a la industria local. 6. Alcanzar niveles internacionales en capacidad de procesos. 7. Promover la construcción de infraestructura básica y de telecomunicaciones.
En la actualidad el PROSOFT, como programa del gobierno federal perteneciente a la Secretaría de Economía, tiene como objetivo que nuestro país transite hacia una economía de servicios con alto valor agregado y con una dinámica orientada a la innovación, lo cual requiere de una industria de tecnologías de información y comunicaciones (TIC) competitiva y estrechamente integrada con los demás sectores económicos del país. Adicionalmente, en nuestro país, los programas que buscan el fomento del uso de TIC son los desarrollados por la Fundación México Digital. El propósito que tiene dicha instancia es incrementar el uso de tecnología en el país por medio del desarrollo de proyectos en beneficio de las empresas mexicanas. En esta fundación intervienen varias empresas que se comprometen a aportar recursos junto con el gobierno, como son: IBM, Microsoft, TELMEX y Dell. Otra de las opciones que tienen las empresas mexicanas (especialmente las pequeñas y medianas), es la de solicitar financiamiento a Nacional Financiera, ya que se han destinado más de 100 millones de pesos para impulsar la compra y la implementación de TIC en este tipo de empresas. 355
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Estos programas, como fomento del uso de TIC pueden ser un factor importante para que en México se empiecen a desarrollar a través de su implementación. Cabe destacar que el costo de las tecnologías ya no es un factor que impida la implementación de las mismas, ya que muchas empresas productoras y comercializadoras de tecnologías de información han diseñado opciones más sencillas y accesibles para las pequeñas, medianas y micro empresas. A través de la Secretaría de Economía se han generado formas para promover las tecnologías de información. Una de ellas es apoyar a las empresas para que usen hardware y software tanto en sus operaciones diarias, como en su relación con proveedores y clientes. Otra de las formas es el otorgar créditos “blandos” para que la iniciativa privada se meta de lleno en el área de las TIC.
4. Vinculación entre los conceptos de innovación y desarrollo económico. La innovación es un proceso complicado; es difícil de medir y de gestionar. La mayoría de las personas la valora sólo cuando impulsa el crecimiento y, por ende, el desarrollo. No obstante, la posición contraria sostiene que la innovación es tanto una vacuna contra los frenazos del mercado como un elixir que rejuvenece el crecimiento y desarrollo de las naciones (Rigby, Gruver, & Allen, 2009). Los indicadores estadísticos son importantes para concebir y evaluar las políticas destinadas a garantizar el progreso de las sociedades, así como para evaluar el funcionamiento de los 356
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mercados e influir en los mismos. Su papel ha aumentado de forma significativa en los últimos veinte años con la mejora del nivel de educación de la población, la mayor complejidad de las economías modernas y la amplia propagación de las tecnologías de la información. En la “sociedad de la información”, el acceso a los datos, en particular estadísticos, es mucho más fácil. Cada vez más personas consultan estadísticas para estar mejor informadas o tomar decisiones. Para responder a esta creciente demanda de información, la oferta de estadísticas también ha aumentado de forma considerable y hoy abarca ámbitos y fenómenos nuevos (Stiglitz, Sen, & Fitoussi, 2008). Parece haber una diferencia pronunciada entre, por una parte, las mediciones habituales de las grandes variables socioeconómicas como el crecimiento, la inflación, el desempleo, etc., y, por otra parte, las percepciones ampliamente generalizadas de dichas realidades. La adecuación de los instrumentos actuales de medición del desarrollo económico, en particular los que se basan únicamente en el PIB, resulta problemática desde hace mucho tiempo. Estas preocupaciones son aún más pronunciadas en lo que respecta a la pertinencia de dichos datos como herramientas de medición del bienestar social. Conviene preguntarse por qué la medición actual de los resultados económicos necesita perfeccionarse. Medir la producción, variable que determina, entre otros, el nivel de empleo, es esencial para la gestión de la actividad económica; sin embargo, ha llegado la hora de adaptar nuestro sistema de medición de la actividad económica para reflejar mejor los cambios estructurales que caracterizan la evolución de las economías modernas. El aumento de los servicios y la producción de bienes cada vez más complejos dificultan más la medición de los volúmenes producidos y los resultados económicos. Hoy, como consecuencia de la 357
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innovación, existen numerosos productos con una calidad compleja y pluridimensional, sometida a rápidos cambios. En algunos países y sectores, el crecimiento de la “producción” se debe más a la mejora cualitativa de los bienes producidos y consumidos que a su cantidad. Rendir cuenta del cambio cualitativo supone un inmenso desafío, pero es esencial para medir los ingresos y el consumo reales, factores determinantes del bienestar material de las personas. Subestimar las mejoras cualitativas equivale a sobrevalorar la tasa de inflación y, por tanto, a subestimar los ingresos reales. Ocurriría lo contrario si las mejoras cualitativas se sobrevalorasen. El concepto de “desarrollo” surgido después de la Segunda Guerra mundial, se le relaciona no con la modernidad ni con el humanismo, sino con el progreso económico. La evolución que tuvo Estado Unidos de Norteamérica y el haber salido victorioso de las dos conflagraciones mundiales lo hicieron erigirse en líder mundial. En este sentido, el camino seguido por este país, adquirió rango de modelo o referencia. Las acciones de otros países deben encaminarse para llegar a parecerse y dirigirse al mismo fin de quienes en algún momento caminaron por las mismas sendas (Zapata, Mercado, & López, 1994). El énfasis del modelo se sitúa en el individuo, no en la comunidad; el progreso se mide por el avance tecnológico y los logros económicos; se excluyen las necesidades humanas como las culturales, políticas, sociales y espirituales. Otras formas de crecimiento que surgen de los límites de lo económico serán vistas como amenaza de destrucción. Para los teóricos de la modernización, el desarrollo es un proceso lineal y ascendente; en un polo se encuentra el sector tradicional atrasado, en otro, el moderno y racional. Los países ahora desarrollados, en algún momento histórico pasaron por la etapa de atraso en la que ahora viven los países subdesa358
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rrollados; por lo tanto los primeros aparecen como los modelos, cuyas huellas habría que seguir para alcanzar el crecimiento económico del que actualmente disfrutan. La presente investigación asume un enfoque amplio del desarrollo humano, se propone construir un Índice Multidimensional del Desarrollo Humano (IMDH), se considera a la naturaleza humana como una expresión de sus necesidades humanas fundamentales y sus capacidades para atenderlas (Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 1989). Este planteamiento supera la visión, aún reducida del Índice de Desarrollo Humano (IDH) utilizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Sin embargo, reconoce su importancia y toma de éste dos de las tres variables como las siguientes: ingreso y educación, los cuales se expresan por medio del Índice de Ingreso (II) y el Índice de Logro Educativo (ILE). La educación es un satisfactor de la necesidad de conocimiento Neef, M., Elizalde, A., y Hopenhayen (1989) y además mejora las capacidades humanas (Esquivel, López-Calva, & Velez Grajales, 2006). En resumen, el Desarrollo Humano es un fin y un medio del desarrollo social. El ingreso, puede permitir la adquisición de satisfactores, particularmente bienes y servicios (López-Calva, Rodríguez y Székelly, 2006:15). Se omite la variable longevidad que está relacionada con la esperanza de vida al nacer por razones metodológicas y por considerar que la innovación no ha tenido incidencia en esta variable. Adicionalmente a la medición de las variables mencionadas, se tomaron las seis dimensiones siguientes: nutrición, vivienda, seguridad, participación, autoestima e identidad étnica. La nutrición y la vivienda son satisfactores de la necesidad de sobrevivencia o fisiológicas (Maslow, 1991). La seguridad es una necesidad relacionada con la certidumbre de satisfacción de las necesidades de orden primario. La 359
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participación, autoestima e identidad étnica, se refieren a las necesidades humanas de pertenencia y autovaloración positiva de los individuos (Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 1989). A lo largo de los últimos cincuenta años, el concepto “desarrollo” ha sido objeto de innumerables reflexiones, estudios, reformulaciones y críticas. Para algunos, el concepto conserva la marca de sus orígenes en las ideas de la ilustración, de emancipación y progreso universal, su creencia subyacente en la razón humana y los ideales del progreso, libertad y justicia social. Para otros, el desarrollo ha sido planteado como una empresa abortada tanto en la teoría como en la práctica, por lo tanto se requiere que cada pueblo con referencia a sus propios valores y sobre la base de la acción autónoma y las organizaciones de base, sus propios tejidos culturales construya su propio destino, en una especie de “desarrollo alternativo” (Veltmeyer & O’meller, 2002). Lo que define a las diferentes concepciones de desarrollo alternativo, es el reconocimiento y valorización de la diferencia radical: la noción de que el desarrollo en sus diversas dimensiones es heterogéneo y que puede y debería tomar múltiples formas; que los pueblos deberían construir su propio desarrollo sobre el cimiento de la acción autónoma de organizaciones, sustentadas en la comunidad, local o de base, que el desarrollo debe ser participativo en forma humana, en escala y centrado en el pueblo. Es dentro de esta perspectiva de “desarrollo alternativo’’ que se inscriben las propuestas de Desarrollo a Escala Humana (DEH). Uno de los precursores de la teoría de desarrollo humano es Maslow (1991), con la teoría de las necesidades básicas. Plantea que los seres humanos tenemos un conjunto de necesidades, 360
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que se manifiestan de forma ascendente o piramidal. Las necesidades humanas propuestas por este autor son: las fisiológicas, de seguridad, sociales o de participación, conocimiento, autoestima y la necesidad de trascendencia. La teoría de Maslow tiene relación con el enfoque de Desarrollo a Escala Humana (DEH) propuesto por Neef, M., Elizalde, A., y Hopenhayn (1989) en el sentido de que establecen un conjunto de necesidades humanas fundamentales, que si no se satisfacen se convierten en una motivación para la acción. Sin embargo Neef, et. al., la propone como una teoría alternativa a los modelos de desarrollo predominantes en los países del tercer mundo, particularmente para América Latina, donde se propone a a autodependencia como un elemento decisivo en la articulación de los seres humanos con la naturaleza y con la tecnología, de lo personal con lo social, de lo micro con lo macro, de la autonomía con la planificación y de la Sociedad Civil con el Estado. En síntesis, estas dos visiones plantean que si las dos concepciones de desarrollo que han predominado en nuestros países: el desarrollismo y el monetarismo neoliberal no han logrado resolver los altos índices de pobreza, se requiere un replanteamiento de la concepción del desarrollo. Necesidades humanas, autodependencia y articulaciones orgánicas, son los pilares fundamentales que sustentan el DEH. Pero para servir a su propósito sustentador, deben a su vez apoyarse sobre una base sólida. Esa base se construye a partir del protagonismo real de las personas, como consecuencia de privilegiar tanto la diversidad como la autonomía de espacios en que el protagonismo sea realmente posible. Complementario a esta visión, Sen (1998) introduce la propuesta de capacidades como el elemento fundamental del desa361
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rrollo de las personas. La idea central de Sen, expresa que la satisfacción de las necesidades de los humanos está relacionada con las capacidades que posee. Así, el conjunto de capacidades de una persona refleja combinaciones alternativas de los funcionamientos que esta puede lograr. El enfoque se basa en una visión en torno a la combinación de varios quehaceres y haceres, en los que el desarrollo humano y su calidad de vida, deben evaluarse en términos de la capacidad para lograr funcionamientos valiosos. Desde esta perspectiva, los bienes materiales son medios que proporcionan ciertas capacidades a las personas, para que estas obtengan una utilidad. El proceso comienza con el bien, que tiene determinadas características, estas le dan al ser humano determinada capacidad de innovación, que es utilizada y convertida en su provecho. Estos dos enfoques son complementarios, porque aportan a la construcción de una perspectiva de desarrollo considerando la satisfacción de las necesidades con dimensiones definidas y por otra parte se toma en cuenta la creación – innovación– de las capacidades humanas, de forma tal, que los humanos logren la satisfacción de sus necesidades de manera indefinida. Ambos enfoques han servido de base para la construcción de reinterpretaciones y combinaciones, de forma tal que, a partir de la década de los noventas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) elaboró una aproximación del desarrollo humano y lo considera como un proceso orientado a incrementar las opciones de la gente. En este sentido, abarca la formación de capacidades, mediante la mejora en la salud, el conocimiento y la forma en que las personas usan las capacidades en los ámbitos en que se desenvuelven (Marcero, 2001). Así el PNUD, Construyó el Índice de Desarrollo Humano (IDH) como alternativa al PIB per cápita para medir el avance en las condi362
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ciones de la humanidad (Despotis, 2004). El IDH, abarca tres dimensiones fundamentales de la vida humana: longevidad, conocimiento y el ingreso per cápita. Lo antes expuesto, nos sugiere que el Desarrollo Humano es un fenómeno de carácter multidimensional, que se logra por medio de la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales y la innovación entendida como la generación continua de capacidades para su satisfacción, que privilegia los espacios locales donde es posible la articulación orgánica de las personas entre sí, con el ambiente natural, las instituciones y donde es posible crear procesos de autodependencia. Así, las dimensiones o variables consideradas en este estudio se derivan de los modelos de necesidades humanas fundamentales propuestas por Maslow y Neef, et al. Estas son: alimentación, vivienda, seguridad, educación, participación, autoestima e identidad étnica; se agrega la variable ingreso, por su valor instrumental en la adquisición de determinados bienes y servicios. Si bien, ésta no forma parte del modelo de necesidades de Maslow y Neef, es utilizada por el PNUD en la medición del Índice de Desarrollo Humano (Marcero, 2001). En este punto, se hace necesario, discutir y reafirmar los planteamientos teóricos acerca de cada una de las necesidades humanas consideradas en el modelo, de tal forma que permita determinar la naturaleza de cada necesidad, sus relaciones, sinergias y los mecanismos concretos para su satisfacción. a. Educación. Se considera como la necesidad de los seres humanos de interpretar el mundo social, biológico y natural en el cual se desen363
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vuelve. Neef, et al. (Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 1989) agregan, que el entendimiento provee la conciencia crítica a los seres humanos. Para Maslow esta variable se relaciona como la búsqueda de significados; por tanto dice, debemos suponer la existencia de ese deseo de comprender, sistematizar, organizar, buscar relaciones significativas, construir un sistema de valores. Uno de los grandes desafíos en las TICS (Tecnologías de Información y Comunicación) es el promover el uso efectivo de estas herramientas para la selección de información relevante y útil, y no simplemente contemplar el todo de datos que circulan en red. En la actualidad, los países más prósperos son aquellos cuyos habitantes tienen acceso a niveles más altos de formación. Lo mismo con la información: aquellos que tienen mayor acceso a contenidos de calidad, tienen mayores oportunidades de potencializar sus habilidades y obtener mayores conocimientos. En ese contexto, se intenta promover que las nuevas TIC’s sirvan de herramienta para superar esas barreras y brinden oportunidades a aquéllos que carecen de medios para allegarse de información, logrando así la gestión del aprendizaje valioso para todos. En países como Argentina, se lanzan programas anuales de actualización tecnológica en escuelas donde se provee de equipos de cómputo. Se han capacitado a más de 25.000 docentes tan sólo en Buenos Aires en el uso de estos equipos. El estímulo a la investigación tecnológica se fomenta entre las escuelas, por lo que el número de becas para estudios de carreras y posgrados con base tecnológica han aumentado. Estas son algunas estrategias para una alfabetización digital, que se resume en el capacitar continuamente en el correcto uso 364
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de las TICS, de manera que se logre aprovecharlas y utilizarlas para generar progreso y, en consecuencia, una mejor calidad de vida. b. Salud (longevidad). Según Maslow son las necesidades fundamentales, inaplazables y poderosas de todo hombre, son las que se refieren a la supervivencia física, entre ellos alimento y vivienda. No hay duda según este autor, que estas, son las más potentes de todas las necesidades. Esto significa concretamente que el ser humano que carece de todo en la vida, en una situación extrema, es muy probable que su mayor motivación sean las necesidades fisiológicas como el hambre, de tal forma que todas las capacidades se ponen al servicio de satisfacer esta necesidad. Si las necesidades fisiológicas están relativamente bien satisfecha, surgirá la necesidad de seguridad (Maslow, 1991). Este concepto destaca que las personas tengan una vida segura, en términos de lograr la satisfacción de sus necesidades básicas. En consecuencia si los individuos están satisfaciendo de forma adecuada sus necesidades básicas, entre ellas (alimento y vivienda), y tienen asegurado hacia el futuro ciertas condiciones que les posibiliten seguir satisfaciendo estas necesidades, lograran un mayor nivel de seguridad. c. Distribución del ingreso. Esta variable se ha tomado considerándola como un medio que permite la obtención de ciertos satisfactores primarios. Para Chayanov (1974), el trabajo persigue como fin la satisfacción de sus necesidades, de este modo, como indica el autor, la lógica 365
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del análisis marginalista es inaplicable, ya que la noción de utilidad marginal decreciente del trabajo se enfrenta con la noción de satisfacción de necesidades. La satisfacción de las necesidades hace posible el desarrollo de capacidades de las personas Boltvinik (2005). Como ser activo, el ser humano solo puede satisfacer sus necesidades mediante el desarrollo de ciertas capacidades. En 1990, el PNUD, mencionado con anterioridad, publicó el primer Informe sobre Desarrollo Humano, que incluía la presentación del Índice de Desarrollo Humano (IDH). La premisa básica del IDH, considerada radical en su época, era simple y atractiva: el desarrollo de un país debía medirse no sólo a través del ingreso nacional —la medición más utilizada desde hacía mucho tiempo— sino también según la esperanza de vida y la alfabetización. Para ambos factores se disponía de datos comparables de la mayoría de los países. Años después, la trascendencia conceptual y la importancia del paradigma original del desarrollo humano siguen siendo indiscutibles. Existe un consenso casi universal sobre la imposibilidad de medir el éxito de un país o el bienestar de un individuo únicamente a partir de su ingreso. Si bien el ingreso es fundamental, ya que sin recursos cualquier avance es difícil de lograr, también debemos tomar en cuenta si la gente puede llevar una vida saludable y prolongada, si tiene oportunidad de recibir educación y si es libre de aplicar sus conocimientos y talentos para configurar su propio destino. El índice de competitividad entre Corea y México era el mismo a principios de los años 90’s; una década después, el de Corea era casi diez puntos mayor. Este resultado se explica porque México sigue utilizando el modelo de competitividad de 366
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“costos”, con el que se mantuvo un crecimiento más o menos constante desde los 80’s, pero que desde el 2000, quedó estancado. El modelo que otras economías ocupan para crecer y ser más competitivas está basado en la inversión en innovación. Las estadísticas de otros países, como Suecia, Estados Unidos, Canadá y Brasil, muestran que mientras más invierten en ciencias y tecnologías, mayor es su competitividad. Para ser un país competitivo hay que impulsar primero el potencial a nivel regional (en cada uno de los Estados). Veracruz, en 2003, tuvo el mismo PIB que Túnez y aun así se considera como una economía intermedia a nivel Nacional. El nivel de desarrollo de un país afecta su sistema de innovación. Lagunas en infraestructura, regulaciones poco flexibles y bajo nivel de capital humano capacitado son algunas de las características de nuestro país que no permiten un desarrollo innovador. La inversión en investigación y desarrollo de tecnología en México se encuentra 50% por debajo del promedio de los países pertenecientes a la OCDE; además, nuestro país ocupa el lugar 30 en investigación y desarrollo, quedando rezagado incluso en comparación con otros países en vías de desarrollo, como Brasil y China. CONACYT brinda apoyos financieros a empresas (sobre todo PyMES) que incorporen a un maestro o doctor para llevar a cabo proyectos de investigación; apoya en la búsqueda del personal que se ajuste más al proyecto de la empresa. Esta iniciativa brinda la posibilidad de vinculación de la academia y el sector productivo, e incluso podría llegar a la introducción de un área o puesto de investigación a la estructura empresarial. 367
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5. Factores de la innovación gubernamental. Es un error tratar el tema del Gobierno Electrónico (GE) sólo desde una óptica tecnocrática, puesto que se trata de disponer, a través del uso de las tecnologías, de una plataforma que permita implantar de manera exitosa procesos participativos y procedimientos eficientes y transparentes que brinden servicios eficaces al ciudadano. Para ello, debemos comenzar por entender que para ofrecer servicios exitosos al ciudadano y que estos permanezcan en el tiempo, se deben ajustar las organizaciones públicas que los van a ofrecer. Ello implica un proceso de transformación que pasa por varias etapas. Todo proceso de transformación exitoso pasa por reconocer la importancia y trabajar sobre los cuatros elementos que constituyen la base de dicho proceso: La gente, los procesos, el marco regulatorio y la plataforma tecnológica. La gente es tal vez el elemento más importante del proceso de transformación, puesto que el GE, como parte de un proceso más general de desarrollo de la sociedad, requiere de ir aceptando un cambio de la cultura de las organizaciones públicas. La transformación que requieren los procesos, recogen las revisiones de los años ochenta y noventa, cuando se introdujeron conceptos como la reingeniería, gestión del cambio, gerencia del conocimiento, llegando a desarrollar teorías sobre la reinvención del gobierno. Es imposible implantar nuevos mecanismos exitosos de Gobierno participativo si seguimos trabajando con procesos y procedimientos complejos, excluyentes, obsoletos e ineficientemente burocráticos. GE no es la tecnificación de la burocracia existente, tiene que ver con la inserción de la 368
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creatividad y la innovación en la administración pública para crear procedimientos asociados a viejos y nuevos servicios, que resuelvan y simplifiquen la vida del ciudadano haciéndola a su vez más eficiente y con mayor calidad. Un marco regulatorio anticuado ha constituido un impedimento para implementar la innovación requerida y que puede ser ofrecida por la tecnología. Sin embargo, más importante son las líneas de liderazgo que, con paciencia y constancia, deben acompañar a esta transformación. “La utilización de las TIC está contribuyendo al cambio de cultura corporativa e institucional y está dando lugar a una nueva vía para construir el fortalecimiento económico” (Patio de Ideas, 2009), surgiendo con ello el concepto de e-business o enegocio que se podría definir como “cualquier tipo de actividad empresarial realizada a través de las tecnologías de la información y las comunicaciones, habitualmente con el soporte de plataformas y protocolos tecnológicos” (Patio de Ideas, 2009). Este cambio de cultura lleva a conformar un ciclo en donde el conocimiento es parte fundamental del proceso de atención a clientes o usuarios, por lo que se surge la necesidad de la Administración del Conocimiento. El uso de TIC, en la administración pública por ejemplo, da la impresión de que puede fomentar la transparencia en la función pública y que se diversificarán los medios de comunicación y de contacto entre la ciudadanía y los diferentes niveles de servidores públicos. Estas expectativas pueden exigir cierto esfuerzo adicional para cubrirlas satisfactoriamente, desde elaboración de diversos informes hasta la búsqueda constante por elevar la calidad en el servicio prestado, factores por los cuales se generan ciertas resistencias al cambio y al uso de estas tecnologías. 369
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El que las TIC den paso al desarrollo de las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TICs), según diversos informes de la Organización de Comercio y Desarrollo Económicos (OCDE), la Unión Europea y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, está posibilitando un fuerte aumento de la productividad en los últimos años, derivado de los propios esfuerzos en dicho sector como en la derrama que su aplicación tiene en otras áreas, lo cual motiva a que los esfuerzos tecnológicos no deban orientarse exclusivamente a la creación de grandes canales de información, sino a incrementar la calidad y la productividad de los trabajadores involucrados. En esta nueva era los trabajadores deben generar ideas y productos nuevos, mismos que al sumarse con las aportaciones conjuntas crean un conocimiento colectivo para las organizaciones en las que laboran, razón por la cual quizá resulte conveniente ponderar este tipo de conocimiento como la mayor riqueza de las actuales empresas privadas e instituciones públicas. En este sentido, la plataforma tecnológica constituye la pieza más fácil de colocar para acompañar la construcción del modelo deseado de transformación. El único riesgo o dificultad se encuentra en el propio desarrollo tecnológico, acelerado, inestable y mágico, cuyo ritmo de vida es muy disímil del que llevan las administraciones públicas, haciendo difícil las toma de decisiones correctas. Las decisiones de tecnología son basadas en premisas que tienen que ver con el tiempo de vida y el rendimiento que debe obtenerse de estas herramientas durante ese tiempo. Las administraciones públicas son más lentas, prefieren manejar conceptos relacionados con la usabilidad y la durabilidad de las herramientas. Es por ello, que a pesar de ser las tecnologías una parte simple de implementar en los modelos de GE no han sido exitosas en su mayoría, y sus implementaciones han llegado a 370
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ser perjudiciales, contribuyendo a crear imágenes mágicas que no son posibles de soportar en el tiempo pues se carecen de un trabajo articulado con el resto de los elementos del proceso de transformación.
6. Conclusiones. Pensando en el desarrollo de estos cuatros elementos y su articulación en el tiempo, es posible ir logrando la incorporación de soluciones que aceleren el proceso de transformación requerido por el Gobierno. Estas iniciativas pueden ser organizadas de acuerdo a la manera como impactan en la ciudadanía y la propia organización del Gobierno. El uso de TICs en la administración pública da la impresión de que en automático puede fomentar la transparencia en la función pública y que se diversificarán los medios de comunicación y de contacto entre la ciudadanía y los diferentes niveles de servidores públicos. Estas expectativas pueden exigir cierto esfuerzo adicional para cubrirlas satisfactoriamente, desde elaboración de diversos informes hasta la búsqueda constante por elevar la calidad en el servicio prestado, factores por los cuales se generan ciertas resistencias al cambio y al uso de estas tecnologías. Obtener propuestas que corrijan el rezago y contribuyan al mejoramiento de la calidad de la gestión pública en México, a través de la modernización del quehacer público en nuestro país, partiendo de cualquier tipo de avance tecnológico que le concierna, basado en la revisión de prácticas mundiales exitosas, y contrastándolo con las evidentes deficiencias que nuestra administración pública posee a la fecha. 371
Capítulo X
Un conflicto adicional con el que se han enfrentado las diferentes naciones que han emprendido el cambio de modelo de gobierno a uno que emplee con particular intensidad el uso de TICs, es precisamente el momento en el que se encuentra México y es aquél en donde falta legislación y normatividad para el empleo de tal fuente de información y comunicación. De ahí el interés por realizar un análisis de la aplicación de las TICs en el contexto de la nueva gerencia pública. Después de la revisión teórica del concepto de innovación mencionado al inicio de este trabajo, tenemos que la relación entre innovación y desarrollo económico se torna ambigua desde su propuesta conceptual y llegando a la parte mesurable se transforma en una conexión confusa debido a que no hay precisión ni estandarización de las definiciones ni de sus indicadores, y, por ende, de su impacto y resultados; sin embargo, vista como tecnologías, como nuevos descubrimientos (patentes), como nuevo conocimiento (capacitación) o como reingeniería de procesos, puede evaluarse y medirse con mayor claridad en las actividades públicas y privadas, esta deficiencia se agrava en los países subdesarrollados que no son generadores de innovación y, como en México, no se ha prestado la atención y el seguimiento adecuados.
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379
Capítulo XI
Introducción. El trabajo que se presenta a continuación tiene como objetivo principal el análisis de la competitividad de las exportaciones agroalimentarias de la Unión Europea a nivel de sus Estados miembros, en el contexto de sus exportaciones totales. Con tal fin se calcularán y estudiarán sus distintas elasticidades, en lo que constituye un enfoque novedoso en la literatura económica más allá del tradicional análisis Shift-Share. Este estudio se desarrolla entre los años 2004 y 2013, por ser la última década en la que se dispone de datos referentes a exportaciones y deflactores. En este apartado introductorio se describirá brevemente el sector agroalimentario europeo. Este sector está incluido en el sector primario, que agrupa la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca, y la industria agroalimentaria, donde se incluirían las actividades transformadoras (Caldente y Albert, 1985). FoodDrinkEurope (2015) -Antes denominada Confederación de Industrias Agroalimentarias de la Unión Europea – considera que la industria agroalimentaria europea es un sector estable, robusto y resistente. Este sector se configura como básico en su economía, ya que tiene un peso relevante en todos los países. Por eso su problemática es tratada como un tema relevante en los últimos tiempos. Además, como su demanda es más estable ante las oscilaciones económicas, podría ser una fortaleza importante para los países en vías de desarrollo. Desde España, MERCASA (2012), apoya la idea de que se trata de un sector dinámico y sólido, que ha resistido bastante bien la crisis actual. Estas ideas son defendidas en distinta medida en los trabajos de Román del Río y Delgado Cabeza (1995), Cadenas Marín y Cantero Talavera (1997), Malvenda García (1999), Gra383
Capítulo XI
cia Royo y Albisu Aguado (2002), De Espinosa y De Champourcin (2009), Acuña Rodarte y Meza Castillo (2010), Serrano y Pinilla Navarro (2010, 2011), Urutyan y Zohrabyan (2011), Langreo Navarro (2012), Csáki y Buchenrieder (2013), Climent López (2014) y González Turmo (2014). Para delimitar un marco de referencia sobre su importancia, la tabla 1 muestra los datos por países en el mundo. En comparación con otros productores, el sector agroalimentario europeo sería líder en volumen de negocio, aunque su contribución al sector industrial es menor que en otros países como Brasil (22 %), Australia (23 %), Canadá (16 %) y Nueva Zelanda (47 %). En número de empresas y de trabajadores, sólo es superado por China, que presenta un total de 400.000 empresas y 6,7 millones de trabajadores. Tabla 1. Principales variables macroeconómicas del sector agroalimentario por países del mundo (2012/2013).
Unión Europea China Estados Unidos Japón Brasil México Rusia India Canadá Australia Corea del Sur Nueva Zelanda
Número de empleados (Miles)
Volumen de negocio (Mil. Millones €)
4.220
1.244
15
289.000
6.740 1.414
767 578
11 13
400.000 25.789
1.427 1.626 793 1300* 1700 288 220 179
466 169 102 99 95 72 62 32
12 22 12 15 9 16 23 6
59.458 32.000 170.000 43.016 36.881 6.526 2.507 23.929
81
27
47
3.302
% de la cifra de negocio sobre el sector industrial
Notas: * Datos de 2009.
Fuente: Eurostat y FoodDrinkEurope (2015). 384
Número de empresas
Capítulo XI
Según datos de FoodDrinkEurope (2015), este sector se configura como el sector manufacturero más grande de la Unión Europea en términos de volumen de negocio (1,244 billones € en 2013, un 17,1 % más que en el año anterior y el valor más alto desde 2008) y de valor añadido (206 mil millones € en 2012). Estos datos suponen un 15 % y un 12,8% con respecto al total industrial. De hecho, contribuye a la economía europea en mayor medida que otros sectores como el sector automovilístico, maquinaria o metal. Este organismo añade que es el sector líder en empleo en Europa, con 4,22 millones de trabajadores, en lo que supondría un 15% del total del sector manufacturero, un peso mayor que por ejemplo el sector de productos metálicos (11,6 %) o maquinaria y equipos (10,1 %). Este organismo considera que crea empleo relativamente estable, aunque en contra tiene una productividad inferior a la mayoría de los subsectores manufactureros (46000 € /trabajador, por debajo de los 92000 €/trabajador del sector químico o los 66000 €/trabajador del sector automovilístico). Desglosando los resultados a nivel de países, las principales variables macroeconómicas aparecen recogidas en la tabla 2. En esta tabla se comprueba que el 66 % del volumen de negocio agroalimentario está controlado por los 5 grandes países de la Unión Europea (Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España). Además, se puede deducir que es un sector altamente diversificado según el número de empresas, ya que más de un 50 % del volumen de negocio es generado por pequeñas y medianas empresas. FoodDrinkEurope (2015) explica también que la industria de alimentos y bebidas de la Unión Europea es muy diversa, con una amplia variedad de sectores que abarcan desde las frutas y 385
Capítulo XI
hortalizas hasta el procesamiento de lácteos y bebidas. El peso de cada uno dentro del sector agroalimentario europeo aparece recogido en la tabla 3. Como se puede comprobar en la misma, los 5 subsectores alimentarios más importantes (Productos cárnicos, varios, bebidas, productos lácteos y panadería y productos farináceos) representan las tres cuartas partes de la facturación global y más del 80% del total de empleados y empresas. Tabla 2. Principales variables macroeconómicas del sector agroalimentario por países de la Unión Europea (2013).
Número de empleados (Miles) Alemania(1) Austria (2) Bélgica Bulgaria Croacia Dinamarca Eslovaquia (3) Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia (3) Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido
555,3 64,0 88,8 94,3 62,9 53,0 28,0 15,9 447,8 14,3 33,5 492,2 78,0 94,0 39,2 385,0 26,2 42,8 133,0 419,8 107,0 402,0
Volumen de Valor añadido negocio (Mil. Millones (Mil. Millones €) €) 175,2 20,3 48,2 4,9 5,2 24,6 4,5 2,1 91,5 1,8 11,3 158,9 14,5 11,4 26,4 132,0 1,3 4,0 62,4 55,2 14,9 113,6
386
34,2 5,1 7,4 0,8 (4) 1,2 (4) 3,0 0,7 0,4 (4) 28,4 2,5 2,5 10,8 1,5 2,4 7,6 22,1 (4) 0,3 (4) 0,6 (4) 13,3 10,0 2,6 31
Número de empresas 5.920 3.818 4.638 5.833 3.240 630 2.766 1.938 27.199 490 1769 15.788 (4) 1.320 6.574 607 6,850 (4) 959 1.468 5.035 14.218 10.421 6.020
Capítulo XI Rep. Checa (3) Rumanía Suecia
100,4 183,1 50,5
13,8 11,2 19,5
2,3 1,9 (4) 4,6
8.415 8.566 3.784
Notas: * Chipre, Luxemburgo y Malta no aparecen por presentar valores no relevantes. (1) Sólo incluye empresas con más de 20 trabajadores. (2) Sólo incluye empresas con más de 10 trabajadores. (3) Eslovaquia, Grecia y República Checa no incluye pequeños productores. (4) Datos de 2012.
Fuente: Eurostat y FoodDrinkEurope (2015).
En este contexto, el trabajo se estructura en los siguientes epígrafes. Tras la presentación del tema objeto de estudio en esta introducción, se expone la metodología en el siguiente punto, donde se explicarán las distintas elasticidades y variables que se van a utilizar. En el tercer epígrafe, se estudian las exportaciones europeas centrándose concretamente en el sector agroalimentario. En él también se exponen los coeficientes de especialización y las elasticidades de desarrollo regional y sectorial. El cuarto apartado estudia las elasticidades de atracción y localización en la Unión Europea, así como las elasticidades Shift y Share en las que se puede descomponer la elasticidad de desarrollo regional. En el quinto apartado, se plantea también un modelo econométrico para estimar relaciones de las distintas variables calculadas con la elasticidad de desarrollo regional con el objetivo de descubrir posibles vínculos entre ellas. Por último, el trabajo termina con las principales conclusiones obtenidas y la bibliografía utilizada.
387
Capítulo XI
Tabla 3. Peso de cada subsector agroalimentario dentro del total de la Unión Europea (%) (2012). Número de empleados Productos cárnicos Varios Bebidas Productos lácteos Panadería y productos farináceos Alimentación animal Frutas y verduras procesadas Aceites y grasas productos de molinería y amiláceos Pescados y productos marinos
Volumen de negocio
Valor añadido
Número de empresas
32 21 14 9
20 16 14 13
21 19 18 15
54 14 9 8
8
11
10
4
6
7
6
4
3
6
5
3
3
5
3
2
2
4
2
2
1
2
2
1
Fuente: Eurostat y FoodDrinkEurope (2015).
1. Metodología. Como ya ha sido presentado en la introducción, el objetivo general de este trabajo es el análisis de la competitividad de las exportaciones agroalimentarias de la Unión Europea desglosadas por países, en el contexto de sus exportaciones totales, a través del cálculo de sus distintas elasticidades. Se pretende identificar por lo tanto los países comparativamente más competitivos, que podrían encontrar una posible ventaja en el sector agroalimentario desde una perspectiva de comercio exterior. Esto puede ser especialmente interesante para identificar fortalezas en ciertas economías regionales que pueden encontrar en el sector exterior agroalimentario una vía de mejora para sus 388
Capítulo XI
estructuras productivas así como un foco de atracción para posibles inversores extranjeros. Las exportaciones serían una variable muy adecuada para medir la competitividad de un sector como defienden autores como Porter (1990), Kitson et al., (2004), Minondo UribeEtxeberría y Requena Silvente (2012), Myro Sánchez (2013) y Ruiz Chico et al (2014). Este trabajo supone un enfoque relativamente novedoso porque aunque a nivel global hay bastantes estudios de competitividad, a nivel agroalimentario no hay tantos y menos aún que se basen en el estudio de elasticidades. El análisis Shift-Share, planteado por Dunn (1960) y revisado posteriormente por autores como Esteban - Marquillas (1972), es muy útil para explicar los componentes y las causas del crecimiento de una variable económica, descomponiéndolo para explicar las diferencias regionales. No obstante, ha sido criticado por autores como Houston (1967), Dinc et al., (1998) y Mayor y López (2003), autores estos últimos que se centraron en su incapacidad de abordar las interrelaciones entre las diversas magnitudes estudiadas. Además, esta metodología se limita a veces a comparar una magnitud regional con un agregado nacional pero no entre las distintas regiones, olvidando de esta manera aspectos como la cercanía o la similitud entre estructuras económicas. Otra crítica destaca la inestabilidad en el tiempo del componente de participación regional y de su variación entre las industrias (Esteban-Marquillas, 1972; Arcelus, 1984; Haynes y Dinc, 1997). Garrido (2002) y Wadley y Smith (2003) añaden que tampoco considera los cambios estructurales. Estas metodologías han sido ampliamente utilizadas en estudios de economía regional (Ezcurra y Rapún, 2006; Reig Martínez, 2007; Mayor Fernández et al, 2005 y 2008; Maudos et al., 389
Capítulo XI
2008). Se ha estudiado también en trabajos sobre crecimiento del empleo (Ezcurra et al, 2005; Suedekum et al., 2006; Mayor Fernández y López Menéndez, 2008; Cörvers y Meriküll, 2007), así como en análisis de sectores tan variados como el turismo (Sirakaya et al., 2002; Shi et al., 2007), la industria de manufacturas (Dinc y Haynes, 1999; Zhao et al., 2006; Castaldi, 2009) o el transporte (Haezendonck et al., 2006). En el ámbito del comercio exterior, ha sido utilizada en trabajos de Hellman (1974), Markusen et al (1991), Gazel y Schwer (1998), Williamson (2006) y Minondo Uribe-Echevarría y Requena (2012). A nivel agroalimentario se puede destacar los trabajos de Serrano y Pinilla Navarro (2010) y (2011) y Ruiz Chico et al (2016). En este caso, realizan un estudio similar pero en un ámbito temporal menor y basándose principalmente en la metodología Shift-Share. Los indicadores de crecimiento derivados de la metodología Shift-Share clásica pueden ser reinterpretados como elasticidades, para describir interesantes dinámicas regionales (Esteban Marquillas, 1986; Girardi, 1993). Este análisis mejoraría el planteamiento tradicional ya que sus resultados admiten un tratamiento visual bastante explicativo, relacionando los mecanismos de crecimiento con respecto al espacio en el que se generan de una forma más directa. A continuación se presentarán los principales indicadores que se van a calcular. El primero de ellos es la elasticidad de desarrollo regional, una variable que mide cómo reaccionan las exportaciones totales de un país ( yr ) ante aumentos en el global de la Unión Europea ( y ). Se calcula de la siguiente manera:
390
Capítulo XI
yr yr yr y Er y y yr y
(1)
Otro indicador interesante es el coeficiente de especialización, que puede ser muy útil para explicar la distinta evolución de una variable por países. Esta variable compara el peso de las exportaciones agroalimentarias ( yir ) con respecto a las totales ( yr ) en y i un país, con lo que sucedería a nivel de la Unión Europea. ( ). y
Se plantearía como:
yir r y CEir yi y
(2)
Se calculará también la elasticidad de desarrollo sectorial, un indicador que mide cómo reaccionan las exportaciones agroalimentarias ( yi ) ante posibles incrementos en las exportaciones totales ( y ), en el ámbito de la Unión Europea. Se calcularía según esta fórmula: yi yi yi y Ei y y yi y
(3)
391
Capítulo XI
Se determinará a continuación la elasticidad de atracción sectorial, que calcula la reacción de las exportaciones del sector i en el país r ( yir ), ante aumentos experimentados por las exportaciones totales de ese mismo país ( yr ). Su expresión sería: yir r y y r y r Erir i r ir r y y yi yr
(4)
También se debe analizar la elasticidad de localización sectorial, que refleja cómo reaccionan las exportaciones para el sector i en el país r ( yir ) ante un aumento de la correspondiente variable en dicho sector con respecto al agregado total de la Unión Europea ( yi ). Este índice es importante para estudiar la competitividad del sector ya que mide sus posibles cualidades de localización. De esta manera, la variable objeto de estudio se ha beneficiado de las condiciones que ofrece el país, por lo que si presenta valores por encima de la unidad en esta elasticidad, significa que ha crecido por encima del agregado total. Se calcula como: yir yr y r y Erii i i ir yi yi yi y i
(5)
Girardi (1993) presenta una propuesta interesante al despejar el crecimiento de las exportaciones de un sector determinado en un país ( yir Eri i (CEir ar )yi ) de la expresión de la elasticidad de localización sectorial. A continuación, introduce esta expresión en la elasticidad de desarrollo regional, generando: 392
Capítulo XI
I r r yr y i 1 Eri i (CEi a )yi 1 I r s 1 Ei Eri i aiCEir (6) Er r y a y y
Sumando y restando 1 se alcanza la siguiente expresión: Er i 1 Ei aiCEir i 1 aiCEir Ei ( Eri i 1) Ari Bri I
I
(7)
Los términos abreviados Ari y Bri se conocen también como elasticidad Share (que mostraría qué habría pasado en un país determinado si cada uno de sus sectores hubiera crecido al mismo ritmo que el agregado de la Unión Europea) y elasticidad Shift (que por el contrario recoge el crecimiento concreto de cada país). Girardi (1993) simplifica estas expresiones como: Ari i 1 Ei aiCEir i 1 air Ei I
I
(8)
Bri i 1 aiCEir Ei ( Eri i 1) i 1 air E rii I
I
(9)
yr y
siendo E Ei ( Eri i 1) y air ir . De esta forma, esta exprerii
sión se puede simplificar como: Er Ari Bri i 1 air Ei i 1 air E rii I
I
(10)
Por último se han llevado a cabo también diversos estudios econométricos para intentar explicitar las posibles relaciones existentes entre las variables principales con la elasticidad de desa393
Capítulo XI
rrollo regional. Los modelos se han planteado según las variantes de sin y con normalización. Las variables utilizadas en este trabajo son las exportaciones totales y agroalimentarias de los Estados miembros de la Unión Europea, para el período 2004-2013, por ser la última década para la que se tienen datos disponibles tanto para exportaciones como para deflactores. Los datos, que han sido facilitados por EUROSTAT, han sido deflactados a precios de 2004 con el Índice de Precios al Consumo armonizado. El desarrollo realizado se expone a continuación.
2. Análisis de las exportaciones en la Unión Europea. (2004-2013). Especial énfasis en las exportaciones agroalimentarias. En este apartado se describirá la evolución de las exportaciones totales y agroalimentarias en el período 2004-2013 para los Estados miembros de la Unión Europea. Con el objetivo principal de identificar un perfil general de cada país, se analizará la tasa de crecimiento de sus exportaciones, conjuntamente con su elasticidad de desarrollo regional y su coeficiente de especialización, así como la elasticidad de desarrollo sectorial para los sectores agroalimentarios y no agroalimentarios. De entrada, para analizar la importancia de las exportaciones agroalimentarias europeas se deben centrar en el contexto de las exportaciones totales por países. En primer lugar esta variable es mostrada en la tabla 4, donde se comprueba que éstas han aumentado un 24,12 % en términos constantes en el período 2004-2013. 394
Capítulo XI
Tabla 4. Exportaciones totales en los países miembros de la Unión Europea. (2004-2013) (Mil Mill. €). % Crec. 2004* 2005* 2006* 2007* 2008* 2009* 2010* 2011* 2012* 2013* 04-13** Alemania
731,5
780,4
882,5
964,0
983,3
803,0
949,6 1058,9 1093,6 1093,1
27,12%
Austria Bélgica
95,2
100,6
108,9
119,4
123,3
98,2
115,1
127,5
129,7
131,9
14,25%
246, 7
268,8
292,1
314,4
320,8
266,0
307,5
341,7
347,1
352,9
16,64%
Bulgaria
8,0
9,2
11,7
13,5
15,2
11,7
15,6
20,3
20,8
22,3
81,22%
Chipre
0,8
1,2
1,1
1,0
1,1
0,9
1,1
1,3
1,4
1,5
62,96%
Croacia
6,4
7,1
8,3
9,0
9,6
7,5
8,9
9,6
9,6
9,5
14,42%
Dinamarca
62,0
68,4
73,7
75,3
79,5
67,4
72,7
80,4
82,1
82,9
12,38%
Eslovaquia
22,3
25,6
33,3
42,7
48,4
40,2
48,8
57,3
62,7
64,6
129,06%
Eslovenia
13,2
15,5
18,5
22,0
23,2
18,8
22,0
25,0
25,0
25,6
53,65%
España
146,8
154,8
170,2
184,8
191,4
163,0
191,9
220,2
229,8
238,4
29,80%
Estonia
4,8
6,2
7,7
8,0
8,5
6,5
8,7
12,0
12,5
12,3
72,49%
Finlandia
49,5
52,6
61,5
65,7
65,6
45,1
52,4
56,9
56,9
56,0
-6,58%
Francia
363,5
372,5
394,9
408,3
419,0
348,0
395,1
428,5
442,6
437,4
2,83%
Grecia
13,2
14,9
17,3
19,4
21,3
17,7
21,1
24,4
27,6
27,6
66,13%
Hungría
44,7
50,6
59,9
69,6
73,8
59,5
72,0
80,7
80,6
80,9
20,88%
Irlanda
84,2
88,1
86,6
88,7
85,5
83,1
87,9
90,3
90,9
86,1
-8,46%
Italia
284,4
299,9
332,0
364,7
369,0
291,7
337,4
375,9
390,2
390,2
12,71%
Letonia
3,2
4,1
4,9
6,1
6,9
5,5
7,2
9,4
11,0
10,9
115,04%
Lituania
7,5
9,4
11,3
12,5
16,1
11,8
15,7
20,2
23,0
24,5
128,75%
Luxemburgo
13,0
15,4
18,3
16,7
17,5
15,3
14,9
15,0
14,7
13,9
-16,53%
Malta
2,0
1,9
2,2
2,5
2,4
2,0
2,7
3,2
3,3
2,7
9,95%
Países Bajos
287,3
326,6
369,2
401,9
433,7
357,0
433,2
479,4
510,1
505,6
49,16%
Polonia
60,3
71,9
88,2
102,3
115,9
97,9
120,5
135,6
144,3
154,3
99,62%
Portugal
28,8
31,1
35,6
38,3
38,8
31,7
37,3
42,8
45,3
47,3
38,33%
Reino Unido
279,4
314,2
359,1
322,4
321,0
254,7
313,8
363,9
368,0
407,3
13,24%
Rep. Checa
55,5
62,8
75,6
89,4
99,9
81,0
100,3
117,1
122,2
122,2
77,93%
Rumanía Suecia
18,9
22,3
25,8
29,5
33,7
29,1
37,4
45,3
45,0
49,6
57,30%
99,1
105,3
117,7
123,2
124,6
93,8
119,6
134,3
134,4
126,1
10,88%
Nota: * Valores corrientes
** Valores constantes (Base 2004).
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
395
Capítulo XI
En este caso se comprueba que son los países del Este, las últimas incorporaciones a la Unión Europea, los que más han crecido, destacando especialmente Eslovaquia (129,06 %), Lituania (128,75 %), Letonia (115,04 %), Polonia (99,62 %) y Bulgaria (81,22 %). Los países occidentales presentan un crecimiento bastante inferior, sobre todo Francia (2,83 %), Finlandia (-6,58 %), Irlanda (-8,46 %) y Luxemburgo (-16,53 %), siendo estos tres últimos países los únicos en los que se ha producido una disminución de las exportaciones. En este colectivo de países veteranos destaca Grecia por su alto crecimiento (66,13 %) mientras que Hungría es el país del Este con un menor aumento (20,88 %). Con estos datos se puede calcular la elasticidad de desarrollo regional, que fue presentada en la metodología como expresión nº 1. Esta variable tiene especial relevancia porque será la variable que se utilizará como dependiente en el último punto de este capítulo. Sus resultados aparecen recogidos en la tabla 5. En ella se puede comprobar que son los países del Este europeo, las últimas incorporaciones, los que han visto aumentar más sus exportaciones, exceptuando Hungría (0,8657) y Croacia (0,5978). Destacan especialmente Eslovaquia (5,3510), Lituania (5,3381), Letonia (4,7696), Polonia (4,1303), Bulgaria (3,3672) y Rep. Checa (3,2311). Los países occidentales muestran peores indicadores, mostrando una mayor debilidad, llegando incluso a ser negativos en los casos de Finlandia (-0,2729), Irlanda (-0,3506) y Luxemburgo (-0,6851). Sólo Grecia (2,7415), Portugal (1,5891), España (1,2356) y Alemania (1,1245) tendrían un valor positivo en este colectivo.
396
Capítulo XI
Tabla 5. Elasticidad de desarrollo regional por países. Alemania Austria Bélgica Bulgaria Chipre Croacia Dinamarca Eslovaquia Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido Rep. Checa Rumanía Suecia
1,1245 0,5906 0,6898 3,3672 2,6105 0,5978 0,5135 5,3510 2,2245 1,2356 3,0054 -0,2729 0,1173 2,7415 0,8657 -0,3506 0,5267 4,7696 5,3381 -0,6851 0,4126 2,0383 4,1303 1,5891 0,5490 3,2311 2,3757 0,4511
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
Según FoodDrinkEurope (2015) la Unión Europea es el mayor exportador de alimentos del mundo, controlando un 18 % del total, por encima de Estados Unidos (12 %). Esta cuota ha dismi397
Capítulo XI
nuido 2 puntos en la última década ante el auge de las exportaciones de China y Brasil (Que suben cada uno de un 6 a un 7 % de cuota). No obstante, las exportaciones agroalimentarias europeas doblaron su importe en la última década, dando muestras por tanto de la relevancia del sector. Este porcentaje es muy superior al aumento de las importaciones, que sólo creció un 50% en este periodo. Más de la cuarta parte de estas exportaciones se producen con países de fuera de Europa, con una evolución creciente y positiva, exceptuando el caso del mercado ruso. En términos de importaciones, la Unión Europea supone un 14% del total mundial, siendo el segundo mayor importador del mundo por detrás de Estados Unidos y por encima de potencias como Japón, China y Rusia. El comercio exterior agroalimentario aparece caracterizado en la tabla 6 según datos de 2014. Se puede comprobar que presenta un saldo comercial positivo en el comercio con todas las regiones exceptuando ASEAN, Mercosur y Países Andinos. Entrando en detalles, la NAFTA sería el principal mercado exterior para la Unión Europea, donde concretamente Estados Unidos supone 14.566 millones de euros en exportaciones agroalimentarias y 4.853 millones en importaciones. China también tendría un peso muy destacable ascendiendo estas variables a 5.583 y 3.655 respectivamente. La proximidad de Suiza supone para la Unión Europea un mercado muy relevante con 5.304 y 4.137 respectivamente en estas variables dentro del grupo de países de la EFTA. Por último conviene destacar la importancia de Rusia para las exportaciones agroalimentarias europeas (6.335 millones de euros), así como Brasil y Argentina como origen de este tipo de importaciones (6.706 y 4.341 millones de euros respectivamente). 398
Capítulo XI
Tabla 6. Comercio exterior agroalimentario de la Unión Europea por zonas mundiales (2014) (Mill. €). Exportaciones
Importaciones
NAFTA
18.068
6.139
EFTA
8.668
7.003
África, Caribe y Pacífico
8.520
5.363
Comunidad de Estados independientes
7.653
1.752
ASEAN
5.769
9.757
Países Mediterráneos
5.433
2.019
Países del Golfo Pérsico
5.313
42
Balcanes
1.985
947
Mercosur
1.961
11.957
547
1.992
Países Andinos
Fuente: Eurostat y FoodDrinkEurope (2015).
El desglose por tipo de productos alimentarios aparece en la tabla 7, en la que se comprueba la gran diversidad de este mercado. El saldo comercial sería positivo en todos los casos salvo en frutas y verduras procesadas así como aceites y grasas. Destaca especialmente el sector bebidas, con una cuota de mercado exportador del 28 %, que conjuntamente con lácteos y cárnicos alcanzarían una cuota del 52% dominando el sector agroalimentario. En el período 2013-2014 se debe resaltar el crecimiento de los lácteos (10 %), productos de molinería y amiláceos (9 %) y chocolate y confitería (9 % también, aunque son sus importaciones las que más crecen en el último año). A continuación se analizarán específicamente las exportaciones agroalimentarias de la Unión Europea por países, cuyos valores aparecen en la tabla 8. Este sector ha aumentado su peso en las exportaciones totales de la Unión Europea al pasar de 399
Capítulo XI
suponer un 7,43 % del total en 2004, a un 8,76 % en 2013. Por países, las exportaciones agroalimentarias poseen un peso muy importante en las exportaciones totales en Letonia, Dinamarca, Chipre, Lituania, Grecia y España (19,41 %, 18,53 %, 18,49 %, 17,55 %, 15,41 % y 14,06 %, respectivamente, en 2013). En cambio, el peso de las mismas sería mínimo en países como Reino Unido (5,44 %), Eslovenia (5,37 %), Rep. Checa (4,37 %), Eslovaquia (3,85 %) y Finlandia (2,6 %). En comparación con el año 2004, estos pesos son mayores salvo en los casos de Chipre (-5,66 %), Grecia (-3,84 %), Países Bajos (-0,82 %), Reino Unido (0,08 %) y Dinamarca (-0,01 %). Tabla 7. Comercio exterior agroalimentario de la Unión Europea por subsector (2014) (Mill. €). Exportaciones 25.882
Var. s/2013 --
Espirituosas
9.630
Vino Aguas minerales y bebidas sin alcohol
Importaciones Var. s/2013 5.076
+1 %
-4 %
1.362
--
9.016
--
2.442
-1 %
2.934
+2 %
872
+4 %
21.339
+9 %
10.389
-2 %
Chocolate y confitería
5.699
+9 %
2.689
+17 %
Té y café procesados
2.017
-2 %
2.007
-1 %
Productos lácteos
11.047
+10 %
871
+10 %
Productos cárnicos
10.857
-2 %
6.949
+3 %
Frutas y verduras procesadas
5.478
+7 %
8.254
+5 %
Aceites y grasas Panadería y productos farináceos
4.800
-6 %
16.708
-1 %
3.887
+5 %
667
+6 %
Pescados y productos marinos
3.511
+3 %
16.591
+6 %
Alimentación animal Productos de molinería y amiláceos
3.164
+7 %
869
+10 %
3.073
+9 %
1.747
+6 %
Bebidas
Varios
400
Capítulo XI
Fuente: Eurostat y FoodDrinkEurope (2015).
En promedio, las exportaciones agroalimentarias han crecido un 46,4 % en esta década, un porcentaje que prácticamente duplica al de exportaciones globales (24,12 %). El dato es más interesante aún si, como se comprueba en dicha tabla 8, estas exportaciones han aumentado en todos los países. Se puede destacar sin duda la evolución de estas exportaciones en los países del Este europeo, en especial Rumanía (481,21 %), Letonia (380,38 %), Lituania (271,50 %), Eslovenia (205,61 %) y Polonia (198,55 %), donde estas exportaciones se muestran como auténticas fortalezas. Por el contrario los países occidentales presentan un crecimiento más moderado sobre todo en Bélgica (25,45 %), Irlanda (24,93 %), Luxemburgo (21,11 %), Dinamarca (12,33 %), Reino Unido (11,60 %), con los menores valores de toda la Unión Europea. Se debe destacar el caso de Chipre por el relativamente bajo crecimiento en sus exportaciones agroalimentarias (24,77%). El gráfico 1 compara la evolución de estos dos tipos de exportaciones por países en este período estudiado. Se puede comprobar que en la mayoría de los países el crecimiento de las exportaciones agroalimentarias siempre es superior al de las exportaciones totales, salvo Chipre, Dinamarca, Grecia, Países Bajos y Reino Unido. Esta diferencia es especialmente interesante en los casos de Rumanía, Letonia, Eslovenia, Lituania y Polonia. La especialización productiva sería una de las posibles causas que explican la distinta evolución experimentada por cada país. En la tabla 9 se calculan los distintos coeficientes de especialización, que fueron explicados en la metodología como expresión nº 2. Estas variables serán muy importantes en el análisis econométrico porque la media entre los dos años será una de las variables independientes finales del modelo planteado. 401
Capítulo XI
Tabla 8. Exportaciones agroalimentarias en los países miembros de la Unión Europea (2004-2013) (Mil. Mill. €). 2004* 2005* 2006* 2007* 2008* 2009* 2010* 2011* 2012* 2013*
% Crec. 20042013**
Alemania
30,8
34,8
38,3
43,4
48,0
46,1
49,5
54,7
58,0
61,2
69,2%
Austria
5,4
6,1
6,9
7,5
8,1
7,4
8,0
8,8
9,2
9,5
43,9%
Bélgica
20,1
21,3
22,3
24,5
26,5
25,0
26,0
28,5
30,2
31,0
25,4%
Bulgaria
0,7
0,8
0,9
1,0
1,5
1,6
2,0
2,3
2,5
3,1
172,8%
Chipre
0,2
0,2
0,2
0,2
0,2
0,2
0,2
0,2
0,2
0,3
24,8%
Croacia
0,6
0,7
0,9
0,9
0,9
0,9
0,9
1,0
1,1
1,1
49,0%
Dinamarca
11,5
12,0
12,8
13,0
13,5
12,7
13,8
14,4
14,9
15,4
12,3%
Eslovaquia
0,7
1,1
1,4
1,6
1,6
1,6
1,8
2,3
2,7
2,5
175,4%
Eslovenia
0,4
0,5
0,7
0,9
1,0
1,0
1,1
1,1
1,4
1,4
205,6%
España
19,4
20,0
21,1
22,7
24,7
23,9
26,6
29,3
32,0
33,5
38,3%
Estonia
0,3
0,4
0,5
0,7
0,7
0,6
0,8
0,9
1,1
1,2
130,4%
Finlandia
0,9
0,9
1,0
1,2
1,2
1,0
1,2
1,4
1,4
1,5
37,3%
Francia
36,3
37,0
39,3
42,5
45,5
40,8
44,8
51,8
53,1
55,3
30,3%
Grecia
2,5
2,9
3,1
3,3
3,7
3,6
3,9
4,1
4,3
4,2
33,0%
Hungría
2,7
2,8
3,2
4,2
4,8
4,2
5,0
6,1
6,6
6,6
63,7%
Irlanda
7,1
7,5
8,4
8,7
8,0
7,1
8,0
8,8
9,3
9,9
24,9%
Italia
17,6
18,5
19,9
21,9
23,9
22,5
25,0
27,0
28,5
29,9
39,9%
Letonia
0,3
0,5
0,6
0,8
1,0
0,9
1,2
1,4
2,0
2,1
380,4%
Lituania
0,8
1,1
1,5
2,0
2,4
2,1
2,6
3,1
3,8
4,3
271,5%
Luxemb.
0,6
0,7
0,7
0,7
0,8
0,8
0,9
0,9
1,0
1,0
21,1%
Malta
0,1
0,1
0,1
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
0,2
0,2
57,9%
P. Bajos
38,5
40,2
42,6
46,8
50,6
48,3
53,4
57,4
59,6
63,7
40,1%
Polonia
5,0
6,7
8,1
9,5
10,9
10,8
12,7
14,3
17,0
19,0
198,6%
Portugal
2,1
2,4
2,8
3,3
3,8
3,6
3,9
4,3
4,6
4,9
100,3%
R. Unido
15,4
15,4
16,0
17,0
17,1
16,3
18,7
20,9
22,1
22,2
11,6%
R. Checa
1,8
2,4
2,6
3,1
3,8
3,4
3,7
4,4
5,1
5,3
141,7%
Rumanía
0,4
0,5
0,6
0,9
1,6
1,8
2,4
2,9
3,3
4,2
481,2%
Suecia
3,1
3,6
4,0
4,3
4,7
4,5
5,5
5,8
6,4
7,1
97,6%
Nota: * Valores corrientes. ** Calculado sobre valores constantes (Año base 2004). Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat. 402
Capítulo XI
Gráfico 1. Evolución exportaciones totales y agroalimentarias por países (2004-2013).
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
Tabla 9. Coeficientes de especialización para las exportaciones de los países de la Unión Europea. 2004 País Alemania Austria Bélgica Bulgaria Chipre Croacia Dinamarca
Especialización agroalimentaria
0,5664 0,7668 1,0983 1,2255 3,2504 1,1638 2,4953
2013
Especialización no agroalimentaria
1,0348 1,0187 0,9921 0,9819 0,8194 0,9869 0,8800
403
Especialización agroalimentaria
Especialización no agroalimentaria
0,6390 0,8186 1,0015 1,5645 2,1098 1,2848 2,1145
1,0347 1,0174 0,9999 0,9458 0,8934 0,9726 0,8930
Capítulo XI Eslovaquia Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido Rep. Checa Rumanía Suecia
0,4315 0,3633 1,7768 0,9484 0,2381 1,3440 2,5907 0,8061 1,1308 0,8312 1,1694 1,4544 0,6626 0,7120 1,8054 1,1066 0,9601 0,7434 0,4325 0,3085 0,4250
1,0456 1,0511 0,9377 1,0041 1,0611 0,9724 0,8723 1,0156 0,9895 1,0135 0,9864 0,9635 1,0271 1,0231 0,9354 0,9914 1,0032 1,0206 1,0455 1,0555 1,0461
0,4398 0,6126 1,6048 1,0740 0,2967 1,4436 1,7587 0,9255 1,3084 0,8748 2,2148 2,0026 0,8150 0,8670 1,4373 1,4032 1,1787 0,6212 0,4982 0,9665 0,6423
1,0538 1,0372 0,9419 0,9929 1,0675 0,9574 0,9271 1,0072 0,9704 1,0120 0,8833 0,9037 1,0178 1,0128 0,9580 0,9613 0,9828 1,0364 1,0482 1,0032 1,0344
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
En la tabla 9 se observa que los países especializados en sectores agroalimentarios en los dos años serían, por este orden, Chipre, Grecia, Dinamarca, Países Bajos, España, Lituania, Francia, Bulgaria, Letonia, Croacia, Irlanda, Polonia y Bélgica. Estonia y Portugal mejorarían su especialización en el periodo estudiado, de manera que en 2004 no estaban especializados pero sí en 2013. El resto de países estarían más especializados en sectores no agroalimentarios. La mayoría de los países ha mejorado su especialización agroalimentaria en el período 2004-2013, exceptuando Bélgica, Reino Unido, España, Países Bajos, Dinamarca, Grecia y Chipre. Los países del Este son los que más destacan en esta mejora, sobre todo Letonia, Rumanía y Lituania. 404
Capítulo XI
Para concluir con este apartado, se analiza la elasticidad de desarrollo sectorial, que fue presentado en la metodología como expresión número 3 y cuyos resultados aparecen en la tabla 10. Según este indicador el sector agroalimentario se mostraría como un sector más fuerte que los no agroalimentarios, al presentar un valor superior en su respuesta ante la variación de las exportaciones totales. Tabla 10. Elasticidad de desarrollo sectorial. Sector Agroalimentario
Sectores no Agroalimentarios
1,9236
0,9259
Elasticidad de desarrollo sectorial
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
Se puede concluir este apartado afirmando que, desde el punto de vista de las exportaciones, el sector agroalimentario europeo es bastante fuerte estando por encima de la media del sector exterior. Destacan en este aspecto los países del Este, las nuevas incorporaciones a la Unión Europea, especialmente Bulgaria, Croacia, Letonia, Lituania y Polonia, por presentar valores positivos en todos los indicadores utilizados en esta década. Sólo Francia podría unirse a este grupo dentro de los países Occidentales. De hecho, son estos países más veteranos los que tienen valores más bajos, sobre todo Reino Unido, país que sólo destaca por el crecimiento positivo de sus exportaciones totales y agroalimentarias, pero que no deja de ser bajo en términos comparativos con el resto.
405
Capítulo XI
3. Estudio de las exportaciones agroalimentarias europeas a través de otras elasticidades. En este epígrafe del trabajo se describirán distintas dinámicas regionales a través de las elasticidades de atracción y de localización sectorial así como las elasticidades Shift y Share. Como estas elasticidades relacionan el crecimiento regional con las condiciones en las que se ha producido, se podrá establecer un perfil característico para cada país. En primer lugar, se estudiará la elasticidad de atracción sectorial, calculada según la expresión número 4 presentada en la metodología y cuyos resultados aparecen en la tabla 11. Luxemburgo (-1,2771), Irlanda (-2,9483) y Finlandia (-5,6627) serían los países que presentan condiciones agroalimentarias más negativas, destacando sobre todo en las exportaciones no agroalimentarias. Dinamarca (0,9954), Reino Unido (0,8762), Países Bajos (0,8149), Grecia (0,4993) y Chipre (0,3933) se unirían a esta lista de países más débiles por presentar elasticidades inferiores a la unidad. Obsérvese entonces que un total de veinte países de la Unión Europea, la mayoría en definitiva, presentarían condiciones favorables para atraer la actividad exterior de este sector, por presentar elasticidades superiores a 1, lo que implicaría que reciben importantes impulsos positivos para crecer. Destacan a este respecto Francia (10,7001), Suecia (8,9747) y Rumanía (8,3978). En dicha tabla 11 se observa también que la elasticidad de atracción del sector agroalimentario es superior a la de los sectores no agroalimentarios en una gran parte de los países de la Unión Europea, salvo en Dinamarca, Reino Unido, Países Bajos, 406
Capítulo XI
Grecia, Chipre, Luxemburgo, Irlanda y Finlandia. En casos como Francia, Suecia, Rumanía y Malta la diferencia es muy notable especialmente por el excelente valor presentado por el sector agroalimentario. Tabla 11. Elasticidad de atracción sectorial.
Alemania Austria Bélgica Bulgaria Chipre Croacia Dinamarca Eslovaquia Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido Rep. Checa Rumanía Suecia
Sector Agroalimentario 2,5500 3,0790 1,5294 2,1283 0,3933 3,3977 0,9954 1,3587 3,8321 1,2845 1,7989 -5,6627 10,7001 0,4993 3,0509 -2,9483 3,1413 3,3064 2,1086 -1,2771 5,8199 0,8149 1,9930 2,6173 0,8762 1,8189 8,3978 8,9747
Sectores no Agroalimentarios 0,9319 0,8744 0,9530 0,8870 1,1931 0,7731 1,0011 0,9881 0,9214 0,9567 0,9394 1,1200 -0,0759 1,1193 0,8694 1,3621 0,8591 0,7806 0,8657 1,1179 0,7308 1,0287 0,9110 0,8758 1,0072 0,9728 0,8265 0,7400
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat. 407
Capítulo XI
El siguiente indicador calculado sería la elasticidad de localización agroalimentaria, que se ha obtenido según la expresión número 5 presentada en la metodología y cuyos resultados se muestran en la tabla 12. Se puede comprobar que la elasticidad de localización del sector agroalimentario es siempre positiva, a diferencia de lo que sucede en los sectores no agroalimentarios, donde cuatro países presentan un valor negativo. En especial destacan los países del Este, sobre todo Rumanía (10,3714), Letonia (8,1982), Lituania (5,8515), Eslovenia (4,4314) y Polonia (4,2793). En cambio, Luxemburgo (0,4549), Dinamarca (0,2657) y Reino Unido (0,2501) ofrecen los valores más críticos. Diez países de la Unión Europea tienen una elasticidad no agroalimentaria superior a la alimentaria, pudiendo enfatizar los ejemplos de Países Bajos, Eslovaquia, Grecia y Chipre. Esta variable será muy relevante en el análisis econométrico planteado al final del documento, pues será una de las variables independientes del modelo. Tabla 12. Elasticidad de localización sectorial.
Alemania Austria Bélgica Bulgaria Chipre Croacia Dinamarca Eslovaquia Eslovenia España Estonia Finlandia Francia Grecia
Sector Agroalimentario 1,4906 0,9453 0,5485 3,7254 0,5338 1,0558 0,2657 3,7796 4,4314 0,8250 2,8106 0,8033 0,6525 0,7116
408
Sectores no Agroalimentarios 1,1318 0,5578 0,7100 3,2257 3,3640 0,4991 0,5551 5,7107 2,2138 1,2768 3,0495 -0,3301 -0,0096 3,3143
Capítulo XI Hungría Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Países Bajos Polonia Portugal Reino Unido Rep. Checa Rumanía Suecia
1,3730 0,5373 0,8602 8,1982 5,8515 0,4549 1,2484 0,8635 4,2793 2,1621 0,2501 3,0551 10,3714 2,1046
0,8129 -0,5158 0,4887 4,0210 4,9912 -0,8272 0,3257 2,2646 4,0641 1,5031 0,5972 3,3949 2,1206 0,3605
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
Se puede apreciar que, en global, en el sector agroalimentario destacan los países del Este, especialmente Rumanía (10,3714), Letonia (8,1982), Lituania (5,8515), Eslovenia (4,4314), Polonia (4,2793) y Eslovaquia (3,7796). De entre los países occidentales, sólo Portugal (2,1621), Suecia (2,1046) y Alemania (5,8515) presentan valores superiores a la unidad. En el extremo de los países más débiles, únicamente Chipre (0,5338) presenta una elasticidad inferior a 1 entre las nuevas incorporaciones a la Unión Europea. Es notorio que el resto de países en este intervalo son todos occidentales, presentando Luxemburgo (0,4549), Dinamarca (0,2657) y Reino Unido (0,2501) las elasticidades de localización más bajas de todas. Por último, las elasticidades Shift y Share que dedujo Girardi (1993) aparecen recogidas en la tabla 13. La elasticidad Share presentará un valor superior a la unidad cuando su estructura sectorial esté bien diseñada, asentándose en sectores emergentes o con grandes posibilidades de crecimiento, por lo que crecerán por encima de la Unión Europea. Esto se produciría espe409
Capítulo XI
cialmente en España (1,0576), Países Bajos (1,0597), Dinamarca (1,1108), Grecia (1,1179) y Chipre (1,1668). En cambio, habría ciertas deficiencias en el diseño en los casos de Finlandia (0,9435), Rumanía (0,9487), Eslovenia (0,9528), Suecia (0,9574), Eslovaquia (0,9579) y Rep. Checa (0,9579). Tabla 13. Determinación de las elasticidades Shift y Share. Elasticidad Share
Elasticidad Shift
Alemania
0,9679
0,1566
Austria
0,9827
-0,3921
Bélgica
1,0073
-0,3175
Bulgaria
1,0167
2,3505
Chipre
1,1668
1,4437
Croacia
1,0121
-0,4144
Dinamarca
1,1108
-0,5974
Eslovaquia
0,9579
4,3931
Eslovenia
0,9528
1,2716
España
1,0576
0,1780
Estonia
0,9962
2,0093
Finlandia
0,9435
-1,2164
Francia
1,0255
-0,9082
Grecia
1,1179
1,6236
Hungría
0,9856
-0,1199
Irlanda
1,0097
-1,3603
Italia
0,9875
-0,4607
Letonia
1,0126
3,7571
Lituania
1,0337
4,3044
Luxemburgo
0,9750
-1,6601
Malta
0,9786
-0,5660
Países Bajos
1,0597
0,9786
410
Capítulo XI Polonia
1,0079
3,1224
Portugal
0,9970
0,5920
Reino Unido
0,9810
-0,4320
Rep. Checa
0,9579
2,2732
Rumanía
0,9487
1,4270
Suecia
0,9574
-0,5063
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
La elasticidad Shift tendrá valores próximos a cero. Su valor será positivo cuando las características de la región se adapten adecuadamente a las necesidades derivadas de su estructura económica. Países como Eslovaquia (4,3931), Lituania (4,3044), Letonia (3,7571), Polonia (3,1224) y Bulgaria (2,3505) destacarían en esta situación. La situación contraria se produciría en Dinamarca (-0,5974), Francia (-0,9082), Finlandia (-1,2164), Irlanda (1,3603) y Luxemburgo (-1,6601). Finalmente, basándose en estas elasticidades se puede construir esta tipología por países de forma gráfica, tal y como se muestra en el gráfico 2. Gráfico 2. Representación de las elasticidades Shift y Share.
411
Capítulo XI
Gráfico 2. Representación de las elasticidades Shift y Share.
5,0
Eslovaquia
Lituania
4,0 Letonia
Polonia
3,0
Rep. Checa
Bulgaria
Estonia
2,0
Grecia Chipre
Rumanía Eslovenia
1,0
Países Bajos Portugal Alemania
0,0
España
Hungría 1,0 Austria Bélgica Reino Unido Croacia Italia Suecia Malta
0,0
Francia
-1,0 Finlandia Shift
Irlanda Luxemburgo
-2,0 Share
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Eurostat.
412
Dinamarca
Capítulo XI
I.
Países Tipo I (Elasticidad Shift > 0 y Elasticidad Share > 1): Lituania, Letonia, Polonia, Bulgaria, Grecia, Chipre, Países Bajos y España. La estructura sectorial de la economía afecta positivamente al crecimiento, con una dotación de factores adecuada.
II.
Países Tipo II (Elasticidad Shift < 0 y Elasticidad Share > 1): Bélgica, Croacia, Dinamarca, Francia e Irlanda. El modelo de desarrollo de estos países se apoya en sectores muy dinámicos, pero hay ciertos condicionantes negativos que pueden limitar su crecimiento según su estructura sectorial.
III.
Países Tipo III (Elasticidad Shift > 0 y Elasticidad Share < 1): Eslovaquia, Rep. Checa, Estonia, Rumanía, Eslovenia, Portugal y Alemania. La estructura sectorial funciona bien, sin llegar a ser óptima, por apoyarse en sectores calificables de maduros.
IV.
Países Tipo IV (Elasticidad Shift < 0 y Elasticidad Share < 1): Hungría, Austria, Reino Unido, Italia, Suecia, Malta, Finlandia y Luxemburgo. En estos países se han producido problemas de crecimiento, ya que la estructura no estaría bien diseñada entre sectores agroalimentarios y no agroalimentarios, con algunos sectores en recesión.
En conclusión, vuelven a destacar los países del Este, en especial Bulgaria, Letonia, Lituania y Polonia, por presentar todos los valores positivos. De entre los occidentales, sólo Alemania, Portugal y España ofrecen un perfil más positivo, aunque con alguna debilidad en la elasticidad Share en los dos primeros casos, y en la elasticidad de localización en el caso español. En general, los países occidentales son los que menos valores positivos presentan, sobre todo Reino Unido, Finlandia y Luxemburgo, que no destacan en ningún indicador en concreto.
413
Capítulo XI
4. Análisis econométrico de las distintas variables obtenidas en el estudio. En este último apartado, se va a plantear un modelo econométrico entre la elasticidad de desarrollo regional como variable dependiente (Vista en la tabla 5) y el resto de variables utilizadas en este trabajo a través del método de Mínimos Cuadrados Ordinarios, en un procedimiento independiente a lo que sería el Shift-Share en sí mismo. El objetivo principal de esta etapa será, en definitiva, identificar posibles variables del estudio que tengan un efecto determinante en el desarrollo regional, de manera que se pueda concluir que un mayor valor de esta variable suponga una mejora en el desarrollo de los países de la muestra. Tras estudiar distintas posibilidades, los resultados se presentan en la tabla 14, en dos variantes: Con las variables sin normalizar y normalizadas, ya que se podrían observar casos en los que se utilizan distintas escalas de medida. Las variables independientes que optimizan los resultados del estudio y que han sido calculadas previamente en este trabajo, serían la elasticidad de localización agroalimentaria y el coeficiente medio de especialización agroalimentaria, que se ha obtenido por la media aritmética del valor de esta variable entre los años 2004 y 2013.
414
Capítulo XI
Tabla 14. Análisis econométrico de las variables según modelos de regresión MCO. Estimaciones
Constante Elasticidad de localización agroalimentaria Coeficiente(1) medio de especialización agroalimentaria R2 R2 ajustado Test Durbin-Watson Test F Nº observaciones
Regresión planteada
Regresión planteada normalizada Coef. t-estad.
Coef. -0,319520
t-estad. -0,620509
0,482853
3,118281
1,010984
3,180035
0,855597
2,304826
0,107167
2,350471
0,529940 0,492335 2,410588 14,09233 28
0,529940 0,511860 2,410588 29,31205 28
Nota: Variable dependiente: Elasticidad de desarrollo regional. (1) Calculado como la media aritmética de los coeficientes de especialización para los años 2004 y 2013. Fuente: Elaboración propia.
Las diferentes estimaciones obtenidas han superado los test de multicolinealidad y autocorrelación, corrigiéndose la heterocedasticidad mediante el método de White. Contrastadas el resto de hipótesis, los coeficientes obtenidos son significativos, presentando los signos esperados. Los modelos serían explicativos, según los distintos coeficientes de determinación (R2 y R2 ajustado) y el test F de Snedecor. En los resultados obtenidos se comprueba entonces que las variables independientes (la elasticidad de localización agroalimentaria y el coeficiente medio de especialización agroalimentaria) influyen positiva y significativamente en la elasticidad de desarrollo regional de los países de la Unión Europea. En este sentido, al desarrollo regional le afectará positivamente una me415
Capítulo XI
jora en la especialización agroalimentaria así como de las cualidades de localización que tenga cada país concreto, por encima de otros sectores no agroalimentarios.
5. Conclusiones. Vistos los resultados de los distintos análisis llevados a cabo en los puntos anteriores para el período 2004-2013, la industria agroalimentaria europea se puede configurar como un sector robusto y estable desde el punto de vista exportador. De esta manera, se puede afirmar que se trata de un sector económico altamente competitivo en el comercio exterior atendiendo principalmente a los siguientes indicadores:
El primer dato que confirmaría este planteamiento es el hecho de que las exportaciones agroalimentarias aumentaron un 46,4 % en el período 2004-2013 en la Unión Europea, prácticamente el doble de lo que han crecido las exportaciones totales (24,12 %).
La elasticidad de desarrollo sectorial del sector agroalimentario (1,9236) duplicaría también el importe de esta magnitud que correspondería a los sectores no agroalimentarios (0,9259), presentando valores muy positivos.
El análisis econométrico elaborado por Mínimos Cuadrados Ordinarios confirma también la fortaleza de este sector, demostrando la influencia positiva de la localización sectorial y el coeficiente de especialización en el desarrollo de estos países.
Todas estas técnicas deben ser vistas en su globalidad, para obtener un perfil genérico, sin prevalecer unas sobre otras. Si se desglosa el estudio a nivel de países, se vuelve a destacar las importantes diferencias existentes entre los países del Este y los occidentales, más veteranos en la Unión Europea. Estas diferen416
Capítulo XI
cias son bastante acentuadas en los indicadores agroalimentarios, siguiendo la opinión de autores como Gil Roig y Ben-Kaabia (1994), Cadenas Marín y Cantero Talavera (1997), Malvenda García (1999) y Csáki y Buchenrieder (2013). De entrada, los países del Este serían mucho más frágiles económicamente, con una gran relevancia del sector primario en sus economías, presentando más insuficiencias en lo que respecta a los sectores secundarios y servicios. Estos países han resultado generalmente más beneficiados tras su incorporación a la Unión Europea por las grandes posibilidades que esta institución les ha ofrecido, habiendo recibido también fondos europeos para su desarrollo regional. Entre los países del Este destacan principalmente Bulgaria, Letonia, Lituania y Polonia por mostrar todos los indicadores positivos. Estonia y Croacia presentarían también un perfil interesante aunque el primer país presenta deficiencias en la especialización agroalimentaria de 2004 (No en 2013, lo que es indicativo de mejora) y su elasticidad Share. Croacia, en cambio tendría un bajo desarrollo regional en las exportaciones y una elasticidad Shift negativa. Hungría y Malta serían los países más débiles en este grupo, aunque estarían por encima de la media europea. Los países occidentales son los más veteranos en la Unión Europea y los que poseen también una estructura más madura, ofreciendo un perfil bastante diferente a los de la Europa del Este. Sus indicadores agroalimentarios son bastante aceptables pero no tan rotundos ni positivos como los suyos. El motivo de esto se puede deber a que tienen sus fortalezas competitivas en otros sectores más complejos e intensivos en capital, ubicados dentro de los sectores secundarios y terciarios. 417
Capítulo XI
España y Portugal destacan especialmente en este colectivo, siendo países de gran tradición agroalimentaria pero que presentan algunas sombras. Por ejemplo, España pierde posición en su especialización agroalimentaria y presenta una elasticidad de localización inferior a la unidad. Portugal, en cambio, tendría una elasticidad Share mejorable y una especialización agroalimentaria débil en 2004, aunque mejoró en 2013. Alemania y Francia también sobresaldrían aunque sus datos no son tan fuertes. Obviamente tienen otras fuentes de especialización en el contexto del comercio exterior. En el otro extremo, los países más críticos de la Unión Europea en estas variables serían Reino Unido, Finlandia, Luxemburgo y Dinamarca. Reino Unido sólo tiene como punto fuerte el crecimiento tanto de sus exportaciones agroalimentarias como las globales, pero lo hacen por debajo de la media. Una situación parecida se da en el caso de Dinamarca, aunque en este país sí se podría hablar de especialización alimentaria. Finlandia y Luxemburgo ven cómo sus exportaciones agroalimentarias suben mientras que las globales disminuyen. Se da una mejora en la especialización agroalimentaria de ambos países pero a todas luces es insuficiente. Estas conclusiones pueden ser útiles para plantear diversas políticas de desarrollo más concretas para aquellos países que pueden encontrar en el sector agroalimentario un aliado para su crecimiento, dada su fortaleza en el mercado exterior. Por último se debe concluir este trabajo resaltando que se trata de un estudio bastante profundo para un ámbito geográfico tan amplio, pero se tiene como principal restricción la limitación de espacio para una obra de esta categoría. Como posibles nuevas vías de investigación, se pueden plantear futuras revisiones del mismo, así como ampliaciones según se disponga de nuevos da418
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tos. En este sentido sería interesante trabajar año a año y no a nivel de década para ofrecer una evolución más detallada. Del mismo modo, se puede profundizar e análisis a nivel de regiones, más allá de los países en sí.
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Directorio de Autores.
ANA LILIA VALDERRAMA SANTIBÁÑEZ Escuela Superior de Economía. Plan de Agua Prieta No. 66 Col. Plutarco Elías Calles, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Casco de Santo Tomás, Delegación Miguel Hidalgo, C.P. 11340, Ciudad de México. Correo electrónico: avalderrama@ipn.mx
ÁNGEL HOMERO MORA BRITO Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Circunvalación y Yáñez S/N Col. Unidad Veracruzana C.P. 91710 Veracruz, Ver., México. Tel: +52 9342075, Fax: +52(229)934.4053 Correo electrónico: angemora@uv.mx
ANTONIO RAFAEL PEÑA SÁNCHEZ Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. Campus de Jerez. Avda. de la Universidad s/n, 11402, Jerez de la Frontera, Cádiz. Tel: +34 956 037 129 Correo electrónico: rafael.pena@uca.es
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DELIA ÁVILA BARRIOS Consultoría para el Desarrollo Económico, Cultural y Social Sustentable S.C. Tel/Fax: (0155) 57-33- 02-29 Correo electrónico: delavba@codecss.mx
ELISEO DÍAZ GONZÁLEZ El Colegio de la frontera Norte, A. C. Carretera Escénica Tijuana - Ensenada, Km 18.5, San Antonio del Mar, 22560 Tijuana, Baja California, México. Correo electrónico: ediaz@colef.mx
FRANCISCO MARTÍN VILLARREAL SOLÍS Facultad de Economía Contaduría y Administración. Fanny Anitúa y Privada de la Loza S/N, Los Ángeles, 34000 Durango, Dgo. Tel: (618) 812 56 52 y (618) 8 12 21 33 (ext. 110). Correo electrónico: fmvillasol@yahoo.com.mx
JOSÉ ALFREDO VILLAGÓMEZ CORTÉS Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Circunvalación y Yáñez S/N Col. Unidad Veracruzana C.P. 91710 Veracruz, Ver., México. Tel: +52 9342075, Fax: +52(229)934.4053 Correo electrónico: fmvillasol@yahoo.com.mx
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JOSÉ GERARDO IGNACIO GÓMEZ ROMERO Facultad de Economía Contaduría y Administración. Fanny Anitúa y Privada de la Loza S/N, Los Ángeles, 34000 Durango, Dgo. Tel: (618) 812 56 52 y (618) 8 12 21 33 (ext. 110). Correo electrónico: gerardoignaciog@yahoo.com.mx
JOSÉ RUIZ CHICO Departamento de Economía General. Enrique Villegas Vélez, 2, 11002 – Cádiz. Teléfono: 956 01 5398, Fax: 956 01 5386 Correo electrónico: jose.ruizchico@uca.es
Julieta Evangelina Sánchez Cano Facultad de Economía Contaduría y Administración. Fanny Anitúa y Privada de la Loza S/N, Los Ángeles, 34000 Durango, Dgo. Tel: (618) 812 56 52 y (618) 8 12 21 33 (ext. 110). Correo electrónico: julieta.san2009@hotmail.com
KARLA ELIZABETH SEGURA MILLÁN RIVAS Facultad de Economía Contaduría y Administración. Fanny Anitúa y Privada de la Loza S/N, Los Ángeles, 34000 Durango, Dgo. Correo electrónico: kseguramillan@gmail.com
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MARCELA GÓMEZ OSORIO Fundación de la Cámara de Comercio Uniempresarial de Bogotá Colombia. Cra 33a # 30- 20 Bogotá D.C. Correo: dirinvestigaciones@uniempresarial.edu.col
MARÍA CRUZ LOZANO RAMÍREZ Facultad de Turismo y Mercadotecnia. Calzada Universidad 14418 Edificio 9, Mesa De Otay, 22390 Tijuana, BC. Teléfono: 01 664 682 1697 Correo electrónico: ma.cruz.lozano.ramirez@uabc.edu.mx
MERCEDES JIMÉNEZ GARCÍA Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación. Campus de Jerez. Avda. de la Universidad s/n, 11402, Jerez de la Frontera, Cádiz. Correo electrónico: jimenezgarcia@uca.es
MIGUEL ÁNGEL MELÉNDEZ GUERRERO Facultad de Economía Contaduría y Administración. Fanny Anitúa y Privada de la Loza S/N, Los Ángeles, 34000 Durango, Dgo. Tel: (618) 812 56 52 y (618) 8 12 21 33 (ext. 110). Correo electrónico: huarache2007@gmail.com
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NAYELI LILIANA CALZADILLA GUTIÉRREZ Escuela Superior de Economía. Plan de Agua Prieta No. 66 Col. Plutarco Elías Calles, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Casco de Santo Tomás, Delegación Miguel Hidalgo, C.P. 11340, Ciudad de México. Correo electrónico:
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