PRONACIÓN Y SUPINACIÓN Es muy frecuente que un corredor esté familiarizado con las palabras “pronación” y “supinación”, así como es frecuente que se definan a sí mismos como “pronadores”, “supinadores” o corredores “neutros”. Sin embargo, no son muchos los que saben exactamente qué significado tienen esas palabras propias de la biomecánica. Lo normal es que un corredor novato, descubra que es pronador o supinador al ir a comprarse las zapatillas a una tienda especializada, pero otras veces el corredor novato no descubre nunca sus características biomecánicas y tiene problemas en forma de lesiones o molestias… por otro lado hay corredores novatos que antes de empezar acuden a nosotros, los profesionales del deporte, para hacerse un estudio mínimo e informarse para conocer, entre otras muchas cosas, qué tipo de pisada tienen y qué tipo de zapatilla/plantillas debe usar… En vista de esta situación, es hora de arrojar un poco de luz, en forma de datos científicos, sobre el tema. Os propongo conocer un poco más sobre vuestra principal herramienta para correr: EL PIE.
El pie es una maravilla de ingeniería mecánica con 28 huesos, 55 articulaciones e innumerables ligamentos y músculos. Sin este complejo sistema no seriamos capaces de movernos, es más, ni siquiera podríamos mantenernos quietos de pie.
Las 3 funciones básicas de nuestros pies son:
Permitir el movimiento: impulso para andar, correr, saltar… Permitir mantener el equilibrio: Prueba a quedarte de pie sin moverte, parado por completo, y verás cómo trabajan, en cada ligera oscilación de tu cuerpo, los músculos, ligamentos y articulaciones del pie. Permitir amortiguar y soportar los impactos contra el suelo: esto es muy importante en nuestro caso ya que, por ejemplo, corriendo a 12 km/h el pie de una persona de 70 kg soporta una media de 110 toneladas de peso cada 1500 metros. o Haz las cuentas de tu entrenamiento en una semana a ver cuántas toneladas de peso debe soportar tu pie.
Conclusiones: los pies son el punto de contacto con el suelo, nos relacionan con él (permitiendo movernos), y al mismo tiempo soportan las compresiones que reciben desde abajo (el asfalto) y desde arriba (el peso de la gravedad, la columna, la cadera y la rodilla). No es difícil deducir lo importante que es tener un pie “saludable” junto con una técnica correcta de carrera y un equilibrio biomecánico (pie-rodilla-cadera-columna), sobre todo para prevenir posibles lesiones.
Pero, ¿qué es un pie “saludable” o normal? Un pie normal, es el que realiza sus apoyos dentro de los parámetros o rangos normofuncionales, a medida que uno se aleje de estos, aumenta la posibilidad de padecer lesiones. Esto no quiere decir que siempre sea negativo encontrar un pie pronado o supinado, al contrario, son acciones biomecánicas necesarias, sólo nos debemos preocupar cuando los niveles de pronación o supinación no se mantengan dentro de unos valores lógicos. Como referencia tomad esta sencilla explicación. El pie normal es el que: 1. Comienza su apoyo por la parte externa del tobillo… 2. Seguida de una pronación o movimiento hacia dentro de la parte media del pie… 3. Y por último despega del suelo sobre el 1er y 2º metatarsiano (Dedo gordo).
Y la gran pregunta… ¿Qué es ser pronador y supinador? La pronación es un efecto fisiológico, que sucede de forma natural y que es necesario. Con este movimiento, el pie disipa parte la carga (fuerza de impacto) que recibe cada en cada paso que damos, si no fuera por él nuestros pies sufrirían constantes fracturas. “Recuerda: El problema no es que el pie prone (debe hacerlo), sino que hiper-prone (prone demasiado)” La supinación es justo lo contrario. Es cuando no existe la pronación o esta es muy reducida, por lo que todo el apoyo del pie se hace con la parte externa. NOTA: Una forma de solucionar una pronación o supinación excesiva es mediante las plantillas, pero ojo al dato, las plantillas son una pieza delicada que tiene que confeccionarse a medida, con un propósito específico y por un especialista. Además depende de nuestra edad y fase de desarrollo. Por tanto, hay tantos tipos de plantillas, cuñas y otros elementos ortopédicos, que dependen de tantos pequeños factores, que es imposible explicarlos aquí, a parte del hecho de que no tengo los conocimientos suficientes para ello. En resumen: acude al podólogo si quieres hacerte una plantilla!
“Unos pies sanos te llevarán al fin del mundo, por el contra, unos enfermos pueden hacer que tus rodillas, tu cadera e incluso tu columna se vean afectadas”
TIPO DE PIE
PATOLOGÍA RELACIONADA
PRONADOR
PIE PLANO-VALGO
PIE PLANO SIN BÓVEDA PLANTAR
ASOCIADO A FASCITIS PLANTAR DESPLAZAMIENTO DEL TOBILLO HACIA DENTRO (VISTA DESDE ATRÁS)
SUPINADOR
PIE CAVO-VARO PIE CON MUCHA BÓVEDA PLANTAR (PUENTE)
DESPLAZAMIENTO DEL TOBILLO HACIA FUERA (VISTA DESDE ATRÁS)
POCA MOVILIDAD PIE MUY RÍGIDO Y ESTRUCTURADO MUCHA BÓVEDA PLANTAR (PUENTE)
IMÁGENES
TIPO DE ZAPATILLA