omenzamos este taller pensando que los territorios son como los libros, de naturaleza diversa y con una multiplicidad casi in nita de interpretaciones. Nos preguntamos entonces ¿cómo leer un territorio? y bajo qué posibilidades podríamos abrirlos para escudriñar en los recovecos más escondidos de sus páginas. Como los libros, acordamos leer los territorios con nuestros sentidos. Verlos, olerlos, sentirlos, saborearlos y escucharlos, pero no como lo hacemos todos los días, sino con la curiosidad que puede suscitar una novela de aventuras. Así comenzamos esta suerte de expedición estética, que nos condujo a elaborar un mapa particular de percepciones y a capturar una colección de hallazgos. Al nal, decidimos elaborar este fanzine, para dejar un registro en el que vivan para siempre esas formas particulares de leer y entender a Boyacá y a Santander.
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No obstante, en conjunto, se presenta la posibilidad de encontrar semejanzas, de verse re ejado en la obra del otro y nalmente hallar un hilo conductor para establecer lo que nos convocó a este taller: Un diálogo con el Asíterritorio.pues,la colección sensorial de hallazgos comenzó en Sogamoso, donde Lorena volvió a caminar por las calles del barrio donde creció y en su búsqueda encontró en las fachadas de las casas elementos que de alguna manera extienden la idea de la sala, al andén y a la calle y propician la socialización entre vecinos. A estos asientos de tronco, materas de plástico y mesas improvisadas las llamó “salas de espera” cada una con un propósito social, desde la charla hasta el amor.
SensorialesTerritoriosLos Cada una de las creaciones presentadas en estas páginas es en sí misma un nuevo descubrimiento, cada experiencia devela una dimensión particular del territorio que solamente existe por la percepción individual de quien la capturó y la caracterizó.
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Otra persona que trabajó en Tunja fue Pilar, su recorrido se centró en el centro histórico de la ciudad donde estableció una analogía entre su apellido “Torres” y las torres que existen en las construcciones patrimoniales del centro. La colección de fotografías, podría bien ser el punto de partida de una investigación relacionada con la riqueza arquitectónica de los edi cios registrados.
También en Tunja, Alejandra visitó un parque que consideró como su lugar favorito, allí realizó un recorrido en el que volvió a mirar con ojos de niña y así logró hacer una colección de dibujos en los que comparó el parque con Cimitarra, su pueblo natal. Acciones como escuchar el eco debajo del puente o ver a las palomas que se bañan en la fuente, fueron motivos para pensar en lo que extraña y en lo que ha dejado de sentir del entorno, a medida que ha pasado el tiempo.
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En Tunja, Claudia también caminó por su barrio, su mirada se centró en el parque, como punto de encuentro, y en el hecho de que la mayoría de sus vecinos acuden a este espacio para llevar a sus perros y el perro es un ser sensorial por excelencia.
El interés de Claudia creció al punto que entendió que por medio del perro era posible socializar con las personas, incluso llegar al interior de sus casas, así comenzó a construir un mapa a partir de las fotos de los perros, que al nal se extendió mucho más allá de los límites del barrio.
Diana también caminó por las calles de Tunja, su mirada se centró en las paredes de la ciudad, en su búsqueda realizó una colección de paredes y fachadas que bien podrían ser una semejanza del collage urbano que re eja la imagen de muchas ciudades latinoamericanas. La lectura de Diana se terminó de conformar cuando descubrió un hilo narrativo en el color de las paredes y lo que este collage de fachadas podía evocar. En Duitama, Alejandro también caminó por las calles del centro de la ciudad, su recorrido fotográ co se convirtió en una serie de instantes capturados, básicamente momentos poco repetibles que rompían con la imagen regular del paisaje urbano. Los registros tuvieron un interés cromático por los altos contrastes que puede generar una nube de globos frente a un edi cio de vidrio, un carro de frutas en una esquina de asfalto o el overol rojo de una persona sentada en el Parque de los Libertadores. En Bucaramanga, Claudia Yaneth caminó por las zonas que nunca transita, pero que están muy cerca de su casa. Se encontró con lugares inesperados como una granja en plena ciudad, eso la hizo pensar en los rastros de la naturaleza que algún día existió en ese espacio, pero que hoy ha sido devorada por la masa urbana. La re exión la llevó a coleccionar las plantas “encerradas” en contextos urbanos, en jardines, macetas y separadores y pensó en la atmósfera que rodea a esas plantas urbanas, acostumbradas ya a la vida de ciudad.
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A pesar de estar en Tunja, la caminata de Vanessa la llevó a descubrir un bosque muy cerca de su casa, allí se dedicó a dibujar piñas de pino, copetones, ramitas y ores. En hojas translúcidas describió los aromas, los sonidos y los colores de lo que veía, un paisaje completamente rural en medio de la ciudad. En Tibasosa, Nidian optó por no caminar, sino ir en bicicleta para abarcar una distancia más amplia en su vereda, ella centró su atención en las casas del camino y su colección, terminó siendo justamente una colección de vecinos. Nidian grabó los usuales saludos gritados que se dan los vecinos en el campo y estableció un mapa que une las casas de Don Nelson, Doña Carmen y Don Jorge.
También en una vereda de Oicatá, Marcela realizó una caminata en la que participó su sobrina. Los caminos verdales las llevaron por pequeños hallazgos que con los ojos de la niña, parecieron enormes descubrimientos. Así, un hongo, un diente de león, el musgo y las hojas secas se volvieron personajes del paisaje, Marcela les dio voz, los dibujó y averiguó toda la información que pudo en lo que al nal se volvió una bitácora para que su sobrina siga haciendo descubrimientos.
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Finalmente en Cite, Mabel transitó por los senderos rurales que rodean a su municipio, su interés se centró por un lado en el color del entorno y por otro en los sonidos que podía registrar para acompañar sus fotografías, su colección presenta una selección de elementos propios de Cite, un paisaje del color de los sonidos.
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Colección momentosdenaturales: salas de espera Lorena Castillo Vargas
Objetos olvidados objetos que nos observan, que cuentan historias en espacios coleccionandohumanos,momentos particulares para lo que fueron creados, objetos reutilizados objetos que sobreviven historias paracomponentesformas,personajescompartidas,imaginariostexturas,coloresnecesariossentiryevocar.
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Los caminos son indescifrables, en ocasiones creemos que tenemos la ruta clara cuando salimos de casa, pero luego los fenómenos sociales, el clima, nuestras necesidades nos hacen repensar nuestro caminar. Mi Nombre es Claudia Guerrero y hoy les voy a compartir mi ruta, que en ocasiones deja de ser una ruta física y se convierte en el entrar a la casa de otros por sus redes sociales.
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Claudia Patricia Guerrero Arroyave
En el año 2017 inicié una nueva vida que me regresó a mi tierra, al inicio de este viaje éramos cuatro, mi madre, mi hija, mi perro y yo, pero con el trasegar del camino dos de ellos nos dejaron mi madre partió y a los 3 meses mi perrito se fue a acompañarla al cielo, entonces mi ruta se tornó confusa, mi casa se sentía sola y llegó la pandemia que nos llevó a un cambio de vida. Mi hija y yo empezamos a repensar nuestros días, estábamos llenas de miedo porque no sabíamos lo que nos esperaba. A pesar de la distancia, nuestros amigos estuvieron siempre presentes, entonces se abrió una nueva ventana de interrelaciones, si bien no podía salir a la calle, encontré un lugar para compartir con ellos, hablar, ver cómo estaban sus familias y que ellos supieran cómo estaba la mía.
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Pasaron los meses y llegó septiembre, el timbre sonó, lo que no era normal en estos días de soledad, era mi vecina Natalia, me contó que había recogido un perrito que se había accidentado, pero ya no lo podía tener en su casa y necesitaba saber si me molestaba que le colocaran una casita junto a mi casa, yo lo había conocido y sabía su historia, me gustaba mirarlo por mi ventana cuando ella lo sacaba a pasear y entonces decidimos que nos conociera y pudiéramos ver si él nos deseaba adoptar. Con su caminar cansado y su mirada triste se ganó nuestro corazón. Él me sacó de la casa y me llevó a caminar en la calle, a empezar a reconocer otros espacios, a otras personas, a crear nuevos amigos, a abrir las puertas de mi corazón y de mi alma. Con sus pequeños pasos, me llevó a encontrar que la vida tenía, otro color, otros sonidos, comprendí lo que me decían mis amigos que era mejor adoptar que comprar y aún más que era mejor tener un perro viejito.
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Cuando comencé esta deriva incluí a mis amigos de Facebook y entonces les pedí me compartieran sus historias y las de sus patas peludas, a ellos mi agradecimiento in nito por abrir sus puertas y sus ventanas para prender del amor perruno, de un día en sus casas con su preciosos y que ellos vieran lo que es mi vida desde que a mi caminar llegó mi Rocky.
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Rocky nos cambió la forma de ver el mundo, ya un perrito en la calle es un amigo, un compañero de viaje, ya no los veo de la misma forma como alguna vez los miré y lo mejor es que ellos lo saben y ya me tratan diferente.
Alguna vez te has preguntado por qué aquella persona siempre está sentada en aquel banquito ¿qué tendrá ese banquito de especial? ¿qué está mirando? ¿qué está escuchando?; parece ser que todos tenemos nuestros lugares favoritos, donde nos sentimos en paz, en armonía o quizás nos recuerda algo o alguien. colecciono momentos:
Lugares favoritos
Jeimy Alejandra López
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Yo
Por ejemplo; si le preguntas al vecino ¿cuál es su sitio favorito? Aquella persona podría responder el balcón de la casa a las 5:20 a. m. y ¿por qué? porque a esa hora ve el amanecer asomarse y traspasar los colores a través de la ventana.
Mi lugar favorito del parque Descubrí que el parque tiene una vista magnÍfica del cielo acompañada de naturaleza
Lacombinaciónperfectaentrelonaturalylomoderno,mientrasesperoobservoelfondo
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Mi voz sobresale ante el ruido de la ciudad Alimentando las palomas, estando en compañía Encontrando amigos, adoptamos un perroen la fuente, ahora está feliz en Cimitarra
Y entonces te habrías imaginado conocer la ciudad, el pueblo o el barrio a través de los lugares favoritos de otras personas; yo pienso que sí, descubrir momentos y experiencias de distintas personas que nos muestran la ciudad vista desde su perspectiva.
Recuerdos de mi infancia. Antología ancestral de Tunja María del Pilar Torres Rodríguez 16
El apellido Torres, procedente del sustantivo “torre”, es de origen toponímico, es decir que se adopta según los lugares geográ cos. Es un apellido muy común en España y América Latina y muy usado en los idiomas español, catalán, gallego y portugués.
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Las Torres son construcciones que se caracterizan por su altura. A diferencia de otros edi cios que se extienden a lo largo de la super cie, las torres se desarrollan a lo alto. Por eso se dice que aprovechan el espacio aéreo.
“Torres” en el Centro Histórico de Tunja
TunjaAbadíaColegioTunjaAbadíaColegioColegioAbadíaTunja Catedral de Tunja 18
BoyacádeColegio 19
Gobernación de Boyacá
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Cuando salí a caminar esa tarde, buscaba con ansiedad una forma diferente de ver la ciudad, de ver una calle, de ver una casa y un supermercado. La familiaridad de mi ciudad, de la carrera 10ª en particular, complicaba mucho el objetivo; esos andenes y lugares que transito casi diariamente, verlos de manera diferente, era un reto muy difícil para mí. Los ojos casi nunca se jan en las coincidencias y contradicciones del lugar que habitan, viven preocupados en el afán de ir, venir y llegar. Pero ese día nalmente pude notar algo, comprendí que la ciudad crece y se transforma y que lo hace frente a mis ojos, mediante contrastes cromáticos que la misma ciudad me va mostrando.
La historia de la ciudad, escrita en la pared Diana Marcela Bernal M.
Este conjunto de casas se caracteriza no solo por su tipo de construcción que data de otra época pasada de la ciudad de Tunja; de construcciones grandes, casas de balcones y puertas de madera. Estas casas tienen una relación de color, en particular el color a tierra y sus derivaciones, colores usados para representar ese pasado de construcciones que no eran pintadas en su parte exterior, sino que se componían de una arquitectura hecha de lodo, tierra y agua. El color tierra del pasado Para irnos a ese pasado, para que la memoria recuerde que esa fue otra época de la ciudad, las construcciones del pasado se pintan de color café y derivaciones que remontan a ese ayer de la vida tunjana.
La ciudad pasó de ser un proyecto político de dominación y colonización, bajo construcciones romanas e hispánicas, a una ciudad que se transforma en colores. Allí inicia el collage de la ciudad, una recon guración de la carrera 10ª de la ciudad de Tunja que se hace a partir de los contrastes y encuentros cromáticos de las casas, locales e instituciones estatales que se ubican allí.
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En contraste con los colores tierra que nos transportan al pasado de la ciudad, el porvenir se pinta de blanco y de colores. La ciudad moderna, la que crece, la que se aleja del pasado y empieza a modernizarse se construye de blanco, tal vez para mezclar con el color tierra del pasado. También se viste de llamativos colores que invitan al comercio, que sugieren bienes, colores que nos transportan a la ciudad moderna a la que habitamos, a la que hemos construido con ladrillo y cemento. El color es acá la ausencia de querer ser pasado es la manifestación del presente y de su construcción. El color de la voz puesta en la pared. Este último collage, tiene su esencia política a partir del uso de la ciudad y de sus edi caciones como una forma de materializar la palabra, en este caso una palabra de protesta. Los colores vivos decoran la ciudad, nos dejan ver ese llamado que hace el arte, a pensar y re exionar, también están allí las bolas de pintura que caen sobre las instituciones estatales. Las marchas y las palabras pasan y se van, pero los colores de las calles y de las paredes quedan como una hoja escrita, como un grito social contenido, dicen mucho porque son pensamientos, sienten y hacen vibrar al verlos porque están cargados de mensajes agitantes. Las paredes cobran voz con sus mensajes y sus colores, hacen de la ciudad y de sus construcciones hojas de papel en las que se va escribiendo la historia.
El colorido porvenir
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A mi collage completo lo he denominado la historia de la ciudad escrita en la pared, es una representación que me lleva a comprender los diferentes sincretismos de la ciudad, sus etapas, sus historias y sus momentos de coyuntura. La ciudad habla a través de sus paredes, nos lleva a su pasado colonial, a su presente de crecimiento, expansión y modernismo y a una expresión de un pueblo que habita y vive su ciudad.
Recorriendo algunas calles del centro de Duitama, me encuentro con varias cosas que llaman mi atención y me dejo llevar por ellas ya que cautivan mis sentidos de manera impresionante. Desde objetos coloridos, hasta sonidos increíbles y olores exquisitos van apareciendo en mi andar, creando así, una idea sensorial del territorio.
Puedo simplemente dar unos pasos y algo llamativo seguramente aparecerá, es la naturaleza social, nos encontramos en un mundo saturado de elementos, que alteran nuestros sentidos, quizá esta sea la razón por la que pasamos desapercibidos muchas veces frente a algunas
situaciones.JorgeAlejandro Suárez MedinaEfímeros24
Sigo mi camino, avanzo y cada vez me vuelvo más consciente de lo que sucede a mi alrededor, veo a las personas, “cada una es un universo” pienso. Me detengo en algunos puntos para dibujar o tomar apuntes y empiezo a ver algo que resalta y se queda en mi mente a pesar de su constante movimiento. Son los vendedores ambulantes. Estos personajes que llenan las calles con sus productos, colores, voces y servicios, que siempre están y no están, que son fugaces, a veces hasta invisibles.
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Todos estos personajes llaman mi atención. Desde la señora de los duraznos en la esquina del banco, el señor de los helados, el de los tintos en la plaza principal, hasta el vendedor de lotería, el lustrador y el cantante en el callejón. Todos ellos hacen parte del decorado urbano, muestran esas ganas de salir adelante a pesar de las adversidades, los veo sonriendo, orgullosos de su trabajo, saben que de alguna manera están aportando a la sociedad. No intento romantizar esa informalidad, soy consciente de las problemáticas de mi país, pero no puedo dejar de sentir algo de orgullo y admiración por todos ellos, protagonistas del comercio ambulante, efímero, pasajero, gente que no se cansa de servir a pesar del sol o la lluvia.
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Si tengo frío y quiero un tinto séa dónde ir, si quiero lustrar miszapatos antes de ir al trabajo, séa dónde ir, si en un día soleadoquiero un helado, sé a dónde ir...Todo porque estos actores dela calle ya hacen parte de miciudad imaginaria.
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Claudia Yaneth Martínez Escanea para escuchar: Caminata Sensorial Escanea Elescuchar:paraImponente Escanea Comoescuchar:paraJardín 28
Soy la naturaleza que sobrevive en la Ignoradaescuchar:Escaneaurbanidad.para Escanea Decoradoraescuchar:para Escanea
Unescuchar:EscaneaVigilanteescuchar:paraparaPocoTropicallas voces de la modernidad, el eco de las bocinas cada tiempo intermitente, los animales domesticados ladrar, y la música vallenata al nalizar la tarde. No estoy sola, me acompañan otras Todasespecies…tenemosun propósito impuesto.
Escucho
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Escanea Organizadaescuchar:para Escanea Asomadaescuchar:para
Escanea Complementoescuchar:para Escanea Disminuidaescuchar:para
Nuestra función imprescindible ya no es solo el oxígeno, es decir, la vida misma, sino otro más importante desde el punto de vista humano. Ese es nuestro destino, no podemos resistirnos, pues somos estáticas y nuestra mayor fuerza es invisible.
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Escanea Deescuchar:paraFachada
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Escanea Comoescuchar:paraAdorno
Escanea Intervenidaescuchar:para
Escanea Arraigadaescuchar:para Decorar una panadería, mejorar la estética de un conjunto cerrado, dar sombra a una vivienda, acompañar señales de prohibición, y transformar nuestra gura a merced del talentoso podador. Mientras sobrevivimos, somos ignoradas; pero nosotras no podemos hacer lo mismo con la gente. Escuchamos el bullicio de la civilización, el caos de la cotidianidad humana, el afán de quienes pasan por nuestro lado. A veces escucho que van a disfrutar de la naturaleza, y envidio su posición de decidir en dónde poder estar, qué escuchar y cómo sobrevivir.
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Paula Vanessa Rivera
18 de Mayo de 2021 Querida Tía Nancy: He pasado por mucho desde que partiste ese día, pero muero por contarte todo lo que he vivido. Me inscribí a un curso que me parecía interesante, si bien siempre me inculcaste que no hay nada comparado con viajar y conocer nuevos horizontes, paisajes y ciudades, esta vez me tocó adaptarme y aunque aún no puedo viajar sí puedo explorar cosas nuevas desde mi propio territorio. El curso consiste en explorar nuestro propio terreno con los sentidos que contamos y de ahí se pueden desprender un montón de grandes posibilidades y sí, como te imaginarás, quiero usar esto para ser una mejor artista. Todo es válido, todo es aprendizaje y más si es un proceso que te ayuda a liberar todo lo que llevas cargado. Aunque no lo creas hay muchas cosas que uno suele pasar desapercibidas ¿Sabías que tan solo a 3 cuadras de nuestra casa se pueden vivir cosas increíbles? Y no, no estoy exagerando. A este taller no le pude sacar tanto provecho como me hubiese gustado
Querida Tía Nancy
Lindas flores de armonía Entre tanto verde, fue asombroso descubrir el contraste de blanco y amarillo frente al abundante verde, creando una agradable gama de colores muertoFrutoárbolEspigas,pincelnatural deSonidoscalma
para ser sincera, tenía muchas cosas unidas y sentía que mi deber estaba en colaborar con el paro llevando arte y cultura a las calles y no en enfocarme solo en mí y meterme en un burbuja de “yo, yo y solo yo, mis cosas, mis trabajos, mis deberes”, sabes que suelo ser muy responsable con cada cosa en la que me meto, me gusta dar lo mejor sí es algo que disfruto hacer. Pero bueno, al nal no fue malo. Me explico, logré utilizar este taller como método de escape ante tanto caos que me invadía, y quizá por eso mismo cada resultado fue tan grati cante.
Sonidosárboldelcalma
Inicialmente me sentí insegura, cuando me dijeron que saliera de mi casa sin saber a dónde ir y sin estar de afán fue algo demasiado nuevo, no es normal que una chica de 19 años tenga una vida tan ajetreada pero ya sabes como soy, siempre intento seguir tus pasos y me encanta aprender de todo un poco. En n, en la primera salida estuve algo neutra, no percibía muchas cosas, solo tengo para resaltar que encontré un árbol que me gustó mucho y opté por dibujarlo. A continuación, las salidas número dos y tres fueron mucho más entretenidas, no sé si porque me sentía agotada de tantas malas noticias del país o por la falta de inspiración para crear en una profesión que te exige casi a diario tener ideas brillantes, o en general, por el hostigamiento de mi familia y lo molesta que estaba porque yo fuera a las marchas. Pero encontré en la montaña el paisaje más lindo en el que estuve hace mucho tiempo. Imagínate esto, sentarse sin preocupación en el pasto verde y rodeada de ores de diferentes colores, árboles, pajaritos cantando y un rico sándwich que decidí empacar, solo estábamos la naturaleza, mi perrita y yo. Algo así como un transporte VIP a otra dimensión, ya sé, suena demasiado bueno para ser verdad, pero prometo que lo fue. Para nalizar, solo queda decir que me hubiese gustado compartirlo contigo, así como cuando tenías la vitalidad de hacerme reír con tus chistes malos y hacerme creer que todo lo que yo deseara se podía lograr con esfuerzo y dedicación, te extraño y espero siempre me estés cuidando desde allí arribita y sigas teniendo esa personalidad llena de colores que tanto enamoraba a las personas.
Entre tantapaz buscoun poco suertede FuenteEucaliptode olores verdes A esta experiencia se vincula el asombroso olor a eucalipto que no conocía, pero que es agradable que me acompañe en esta aventura muertoFruto
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Salir de casa siempre fue algo cotidiano, natural, casi que adherido conductualmente por repetición. Sin embargo, ese escenario se desdibujó por la pandemia, una situación que nos tomó por sorpresa y cuyas consecuencias, incluso, muchos de nosotros hasta ahora estamos empezando a asimilar. Mi nombre es Nidian Giovanna, vivo actualmente en Tibasosa con mi compañero de vida Mauricio y nuestro hijo de seis años, Samuel Jesús, con ellos he aprendido a convivir, compartir y soportar los casi quince meses de lo que lleva corrido de pandemia. Alvarado Reyes
Nidian Giovanna
Últimamente adoptamos un hábito, Mauricio y yo salimos en bicicleta, hacemos recorridos relativamente cortos pero exigentes, nos encanta la montaña y de vez en cuando “planeamos” en ruta.
Iba observando y registrando los posibles hallazgos que luego sistematicé en una aplicación de Maps, la socializamos esa noche en la clase. Para ser mi primer ejercicio de ese tipo sentí que me fue muy bien, estaba feliz y complacida por la lectura que hicieron el tallerista y mis compañeros de mi trabajo.
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Por eso, salir de casa se volvió todo un ritual, pensado meticulosamente desde la noche anterior y entre lo infaltable están los tapabocas, el alcohol, el gel, las toallitas húmedas, el celular, las bicicletas con previo mantenimiento, y solo en ocasiones algo de dinero ya que ahora está casi que prohibido antojarse de algo en la calle. Solo fue que nos prohibieran salir de casa para que hacerlo fuera todo un acontecimiento y, con él, la conciencia de cada movimiento propio y del de los demás se volvió vigilante. Con el taller de sentidos esta observación se acentuó mucho más y mi primer ejercicio de hacer un recorrido fue todo un descubrimiento, recuerdo que ese día llovía, tenía mucho trabajo, pero decidí hacerlo (ya no quedaba más tiempo), lo anuncié a mi familia desde el día anterior, tomé mi bicicleta y me fui, “a la deriva”.
Pasaron las semanas y el taller continuó, una de las lecturas más acertadas del docente fue la de volver la vista a mis vecinos. No en vano, durante la elaboración del mapa, para referir algún punto en el recorrido ponía el nombre de algún vecino, de manera inconsciente y natural. Ahora que lo pienso, puede ser que desde la infancia viví en el campo y el territorio allí tiene otros imaginarios, sobre todo desde lo geográ co y de ubicación. En ese sentido, la única referencia para ubicar a alguien en el territorio, por señas, era la de mencionar el nombre del vecino que vivía cerca. En de nitiva y durante dos semanas, cada vez que salí a mis viajes en bicicleta observé a mis vecinos, traté de grabar sus voces, tomarles vídeos de manera cotidiana y les tomé fotos, Resultó interesante detenerse a hablar con ellos, darme cuenta que así fuera con la excusa del clima, ellos siempre querían charlar. Esta colección está en construcción y ahora de manera más sentida en mi cabeza, aún sabiendo que los observo pero ellos también saben de mis conductas y rutinas, a veces saben más de mí de lo que yo podría percatarme.
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Escanea para escuchar 37
Marcela Arango 38
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Escanea para escuchar: La Creación Bendecida
En mi pequeño recorrido de 3 a 4 horas aproximadamente me encuentro con caminos decorados, con ores silvestres en donde se refugian y alimentan de diminutos insectos. También plantas tan perfectamente creadas, que algunas son muy sensibles al tacto y se cierran lentamente, como “la dormilona” muy curiosa por cierto, con diminutas ores y espinas, tal vez, para defenderse mientras duerme.
Avanzando el recorrido al pie de la montaña encuentro un sonido llamativo como el agua y su desplazamiento golpeando pequeñas piedras, raíces y senderos. Es curiosa su transparencia refrescante y pura. Se ve que nace del fondo de la tierra al pie de la montaña cubierta de muchos árboles frondosos, cuyas hojas danzan al ritmo de la suave melodía del viento.
Escanea para escuchar: La Piel Envejecida Escanea para escuchar: Al Estilo Vintage Los pájaros se unen al concierto con sonidos que armonizan este sendero.
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Me encuentro con una labor que a cualquiera llama la atención y es el trabajo de las hormigas llamadas “arrieras” que por cierto muy madrugadoras están cumpliendo con el deber, cada una lleva a su lomo un pedacito de hoja, de raíz, or o una semilla. Según su capacidad, deben hacer este recorrido varias veces porque se ve que unas van y otras vuelven, seguramente no deben de llegar sin su pan al lomo, se ve que son muchas familias completas. Al pie de la montaña, sin ruidos del pueblo se aprecian y se siente una calidad de paz que me transporta a apreciar y valorar la creación de Dios. Poder respirar el aire puro libre sano que no solamente se siente, sino que se escucha como los murmullos de hojas jugando con el viento, la naturaleza emerge un sentido agradable y paci cador.
Escanea para escuchar: Los Sonidos del Viento
Escanea para escuchar: Festival del Jardín
Este recorrido me enorgullece porque me hace valorar la creación de Dios y lo importante que es vivir en mi localidad citeña.
Durante todo el recorrido, diferentes sonidos me llaman la atención, desde el cantar de los gallos, el ladrar de los perros que de un extremo a otro se responden y las guacharacas, que según mi abuela, cantaban “pascuas serán” y otros respondían “ría pal tabaco” “ría pal tabaco”.
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María de Pilar Torres - Recuerdos de mi infancia. Antología ancestral de Tunja (Tunja).
Marcela Natalia Arango - El bosque encantado (Oicatá).
Juliana Sofía Herrera Melo - Joven investigadora (Tunja).
Jeimy Alejandra López - Yo colecciono momentos: lugares favoritos (Tunja - Cimitarra).
Jorge Alejandro Suárez - Efímeros (Duitama).
Claudia Patricia Guerrero - La historia de mis amigos: mi facebook territorio de todos (Tunja).
Mabel Ayala - Los sonidos del campo en Cite (Cite).
Claudia Yaneth Martínez - Sobreviviendo (Bucaramanga).
Lorena Castillo Vargas - Colección de momentos naturales: Las salas de espera (Sogamoso).
Carlos Mario Rodríguez - Creador del Taller de Territorio y Sentidos (Paipa).
Nidian Giovanna Alvarado - La colección que te observa (Tibasosa).
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Paula Vanessa Rivera - Querida tía Nancy (Tunja).
Diana Marcela Bernal - La historia de la ciudad, escrita en la pared (Tunja).
Muchas gracias por leer y viajar con las páginas de este fanzine.
Podemos lanzar una moneda en cada esquina, si sale cara caminamos a la izquierda y si sale sello a la derecha. Se podría tomar un bus y bajarse donde otra persona detenga el recorrido.
realizas la caminata, trata de tener una observación consciente, fíjate en los detalles, en las cosas que pasamos por alto normalmente. Mira hacia arriba, hacia los lados y siente la libertad de detenerte y de demorarte. Está bien si deseas entrar a alguna parte, pasar por algún lado, probar algo, comprar algo, preguntar algo, hablar con alguien, todo está bien.
Usa este fanzine para dibujar un mapa de hallazgos, escribir notas del territorio descubierto o hacer un collage con el material recolectado. En las siguientes páginas aparecerá tu deriva ¡Y serás parte de este territorio sensorial! 47
Por último, quiero invitarte a ser paseante del territorio; a recorrerlo nuevamente y a dejarte llevar por los caminos que aparezcan.
Vamos a hacer una deriva: Para comenzar la deriva debes determinar un punto de partida y el tiempo que vas a tardar. Por ejemplo: Punto de partida: Parque Recreacional. Tiempo: 2 horas. El recorrido es completamente libre, puedes simplemente empezar a caminar, ir detrás de alguien o avanzar según lo que capture tu Poratención.ejemplo:
Durante el recorrido debes ir registrando aquello que capturó tu atención. Puedes tomar fotos, hacer apuntes, hacer vídeos cortos, grabar sonidos o tomar muestras (guardar elementos encontrados en el camino).
También podríamos pasear con otra persona y decirle que vaya a donde desee, o por qué no, ir con el perro y dejar que él guíe la Mientrasruta.
Epílogo
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Autónomo Fondo Nacional de Financiamiento para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, Francisco José de Caldas en la convocatoria Investigarte 2.0 de Minciencias con la participación de la Universidad de Boyacá, la Universidad de Santander, la Fundación Universitaria Juan de Castellanos y la Asociación Escuela de Artes y Desarrollo Humano Mario Andrés González Sandoval, en el marco del proyecto “Diálogos del Territorio entre Boyacá y Santander desde la Cocreación: Estéticas, saberes y patrimonio”.
Este fanzine fue elaborado como obra de creación colectiva para socializar los resultados del Taller de creación: Territorio y Sentidos, llevado a cabo en los meses de mayo y junio de 2021. Esta obra ha sido nanciada por el Patrimonio
Si quieres conocer más información sobre el taller visita: www.cartogra asimaginadas.wordpress.com
Editor, compilador y diseño de carátula: D.G. Carlos Mario Rodríguez Rodríguez Grupo de Investigación Xisqua - Universidad de Boyacá Diseño y diagramación: D.G. Luis Francisco Márquez Parra
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