¿Mi amor?
Unos destellos de luz me ciegan. Me hallo en un pasillo tan pálido y resplandeciente que semeja ser la entrada a los cielos. La calma me invade. Un espejo. Me miro coquetamente. Me encuentro más guapa de lo habitual. De la pared cuelgan alineadas imágenes coloridas. Contrastan con el apacible ambiente. Es mi vida. Recorro serenamente el lugar y observo mi existencia fotografiada. Oigo voces a lo lejos. Sigo caminando. El pasillo empieza a ennegrecerse y mis fotos a perder viveza y calidad. Voy llegando al final y van aumentando los gritos. Es él. Lo acompañan sus repetitivas humillaciones con las que siempre se dirige hacia mí. Todo se entorna muy oscuro y apenas veo nada. Una puerta y de nuevo un espejo. Aparento 10 años más y la frescura que acariciaba mi rostro ha desaparecido. Siento ansiedad, miedo. El temblor vuelve a mis piernas. Sigo escuchando los insultos de Diego tras la puerta. Me echa de menos. Me quiere. Respiro hondo. Me giro. Empiezo a correr y grito “¡Me quiere muerta!”
Mireya Trimiño Álvarez