Tercer diario

Page 1

25 de mayo del 2015 El 25 de mayo del presente año, me enfrenté a mi tercera jornada de observación y en esta jornada se incluiría mis dos primeras prácticas, al principio me sentía nerviosa, no quería que ese tiempo llegara puesto que no sabía o no me sentía preparada al 100%, sin embargo todas las fechas se cumplen y no se puede evitar lo inevitable. Llegué 15 para las 9 al jardín de niños, nuevamente nos pusimos a disposición con la directora y le explicamos de nuestra intervención docente que haríamos en esta jornada, lo mismo hice con mi docente a cargo de grupo. Mi grupo de trabajo se componía de 24 niños; 13 niños y 11 niñas, era un grupo de segundo año grupo “C”, por lo general los niños tenían alrededor de 4 años, todos los niños eran tranquilos con excepción de uno; pues el maestro me comento que era muy hiperactivo y entre clases se lo llevaba la maestra de USAER a atenderlo, dicha maestra, brindaba apoyo

y brindaba consejos para que desde casa lo

apoyaran y su desempeño escolar mejore, pero la madre no le pone atención e incluso se molesta por las “quejas” que le dan de su hijo. En mi estancia en el aula, observé que el docente estaba trabajando el campo formativo de lenguaje y comunicación, la organización del grupo el docente siempre varía, en ocasiones los pone en media luna, en círculo, en quipos de mesa etc. Esto ayuda para que los niños cambien de compañeros y no estén platicando, con estos movimientos considero que el docente logra captar la atención de los niños, el interés en ellos siempre está presente, se muestran muy atentos a lo que el docente les propone, pues su manera de hablarles (con asombro) atrae su atención, también por la manera en las que plantea las preguntas, pues estas provocan en ellos una reflexión, una curiosidad o quizá una motivación para realizar las actividades que se les propondrá. Es importante siempre tener en cuenta los conocimientos previos que poseen los niños para saber desde donde tenemos q partir, así como también el docente se disponía a escuchar a los niños durante la intervención pues algunos de los niños


hacían preguntas con respecto al tema o sacaban sus propias conclusiones o explicaciones y estas cuestiones el docente las consideraba mucho ya que por medio de ello se daba cuenta del aprendizaje que el niño va generando. El docente tiene una libreta en la cual va realizando sus planeaciones, me comentó que el planea diariamente pues siempre debe estar observando el aprendizaje que van teniendo los alumnos para poder continuar o retomar algo que no hubo un comprendimiento total. Los niños prefieren aprender por medio de materiales didácticos que ellos puedan manipular, observar y experimentar pues al estar en contacto directo con el objeto de estudio y lo puedan relacionar con su vida cotidiana; se llevarán un aprendizaje más significativo. “El material didáctico tiene que tender a estimular ideas, sugerir tareas, desarrollar juegos, pero en ningún momento debe suplir la actividad del niño, sino fomentarla” (Martín, 1995). Una actitud que identificaba al educador era que hacia participar a todos los niños, se organizaba en tiempo para pedir opinión y explicación a cada uno de los niños, y si se quedaban callados los motivaba para que hablaban, nunca se quedaban sin opinar. El tono de voz del educador era adecuado, había tonalidades altas y bajas, dependiendo de la inquietud de los niños, también las expresividades faciales demostraban mucho al igual que su mirada, incluso usaba títeres para comenzar sus clases. Las actividades que los niños prefieren obviamente es el juego, y lo que les disgusta (a la mayoría de ellos) es escribir por lo que se le dificultaba un poco al docente realizar esta acción, pues el docente en este día se dispuso a elaborar un calendario y los niños tenían que escribir en pequeños pedazos de cartulina (previamente cortados por el docente) los días de la semana y los meses, esto lo hacían a la par con el maestro, noté que la atención de los niños se distraían mucho, y otros no podían, no sabían o no querían ni siquiera copiar las letras del pizarrón, por lo que su trabajo resultaron ser puras rayas sin sentido.


A la hora de salida, el docente salió a darles un comunicado a los padres de familia, pues está a punto de finalizar el año y los niños aun no tienen el pans, pero al respecto hubo un problema pues la tonalidad de la chamarra y el pans no eran del mismo por lo que se les estaba pidiendo más dinero para poder remediar la situación, hecho que causo molestia entre los padres, pues ellos argumentaron que ya habían pagado lo solicitado y que se les hacía injusto pagar más dinero por un error que no fue de ello sino de la institución misma. Tuve que esperar afuera del salón ya que el conflicto que se suscitó hizo que me sintiera un poco incomoda, y yo necesitaba hablar con el docente para que me diera el campo formativo, el aspecto y la competencia a la que me enfrentaría trabajar el 27de mayo. Cuando por fin terminó la discusión el docente me pidió disculpas por presenciar ese tipo de actitudes, y me explico que en ocasiones la relación con los padres no era tan sana, y que en ocasiones (como esta situación) él no tenía la solución y los reclamos se los llevaba el. Finalmente, me dio que trabajara pensamiento matemático pues el maestro me comentó que los niños no sabían identificar el número escrito por lo que me dispuse a trabajarlo en mi día de práctica. “El ser docente no es una tarea fácil pues día a día nos enfrentamos a situaciones impredecibles, sin embargo el amor y la entrega a la docencia hará de esas situaciones más llevaderas” (Martín 1995)


26 de mayo del 2015 El día 26 de mayo tuve un pequeño percance en el camino, al ir en el autobús hizo demasiadas paradas por lo que sentí que no llegaría a tiempo y bajé a tomar un taxi llegué faltando 5 para las 9. Al entrar al aula, el docente estaba acomodando las sillas en media luna y quitando las mesas, por lo que me ofrecí a hacerlo y a acomodar a los niños como el docente me lo indicó, por su parte él fue a la dirección a preguntar si estaría ocupada la biblioteca. Este día, la maestra de USAER no se llevó al niño hiperactivo por lo que estuvo en clase todo el día, y el docente batalló mucho para iniciar la clase, el docente les mostró una serie de libros y a simple vista tenían que deducir de que se trataban, enseguida los dividió en equipo de 4 a 5 niños y les repartió 3 libros a cada equipo, ellos lo tenían que compartir, algunos equipos si se logró un trabajo colaborativo mientras que otros se peleaban por ver un libro cada uno, al niño hiperactivo el docente lo puso a trabajar solo pero sus actitudes fueron negativas comenzó a aventar los libros que el docente le proporcionaba, él muy paciente fue a explicarle el valor del respeto y la paciencia pero el niño se volteaba y no le tomaba atención ni mucho menos importancia a las palabras del maestro. El docente hacia las explicaciones propias de la clase aunque un niño no lo atendiera, pero el problema estaba en que distraía a los demás niños aunque todos estuvieran poniendo atención, el docente como una medida de evidencia grabó al niño que solo estaba arrastrándose en el piso y no atendía las indicaciones y este procedimiento lo realizó la mayor parte de la clase. Enseguida hicimos una visita a la biblioteca y el docente dio la consigna de tomar un libro y hojearlo para que dedujeran de que se trataba, y después paso a cada niño para que explicara de qué trataba su cuento, me agradó que el docente


aproveche cada recurso material y el entorno para favorecer el aprendizaje de los pequeños. Considero que la explicación de las instrucciones por parte del docente en cada situación didáctica eran claras y entendibles para los niños, de manera que ellos se disponían con buena actitud de trabajar, no perdiendo de vista que el docente siempre trataba de desarrollar en los niños la autonomía, pues los motivaba a participar en todas las actividades que expresaran sus ideas, inquietudes y temores, no les dejaba nunca que se quedaran callados siempre tenían que decir algo lo primeo que se les viniera a la mente. Al finalizar el día, el docente pasó a los padres de familia al salón de clase y les explico que el día de mañana y pasado, seria yo la que trabajaría con sus hijos, al principio sentí miedo de que los padres de familia se opusieran a que fuera yo la que intervendría en el proceso educativo de sus hijos, pero no fue así ellos aceptaron de una buena manera, el docente dio otras informaciones y finalmente pidió que se quedara la mama del niño hiperactivo. La señora se enoja cuando le dan alguna queja de su hijo, y lo peor de todo es que no cree lo que se le dice,

y esto ya lo había observado en jornadas

anteriores, el docente esta vez solo le mostró el video a la señora, explicándole que su hijo el día de hoy estuvo incontrolable, la reacción de la señora fue poco positiva pues se enojó por ver esos videos en el celular del maestro, el mismo le explico que solo era para demostrar la inquietud de su hijo y que necesitaban de su ayuda para que el niño pueda tener un mejor comportamiento y desempeño escolar, el video solo quedaría entre ellos dos e incluso se ofreció a borrarlo frente a sus ojos. La señora salió muy molesta por lo sucedido no sin antes decir que su hijo estaba bien y no necesitaba recibir ningún tipo de ayuda. Al concluir el día, guarde las sillas y acomode las mesas para que la señora del aseo le fuera más rápido y sencillo limpiar, me despedí del maestro no sin antes enseñarle mi planeación realizada, me comentó que las actividades estaban acorde a la competencia y a los aprendizajes esperados, me comento que tenía


muchas actividades en equipo y que así era más difícil controlar al grupo pero que al igual el estaría observándome e interferir en caso de que fuera muy necesario. Agradecí su comentario y rápidamente me dirigí a la Normal a la revisión nuevamente de mi planeación por el maestro Margil, encargado de la materia “observación y análisis de la práctica educativa”. 27 de mayo del 2015 El 27 de mayo me enfrenté a lo que fue mi primera práctica como docente, entre al salón en donde ejercería por primera vez mi labor educativa, los niños entraban a su aula de clase, pues para ellos era un día como cualquier otro, se mostraban atentos y un poco confundidos por ser yo la que ahora comenzó la clase, el inicio fue fácil: tenía todo previsto y contemplado en mi planeación, los niños asombrados preguntaban por su maestro, yo les expliqué que trabajaría con ellos dos días, su respuesta fue favorable y colaboraron en todo. Comencé con una actividad relacionado con las lunetas, llevé lunetas de color dependiendo de cada número (una roja, 2 verdes 3 azules etc) y elaboré vasos de los cuales cada uno traía el número escrito la actividad consistió en que 10 niños pasarían a sacar las lunetas del montón del color que yo les dijera, las contaran y las colocaran en el vaso correspondiente. En mis días de observación pude notar que los niños eran muy tardados realizar las actividades puestas por el docente por lo que confie en mis actividades y sentí por un momento que mis actividades serían insuficientes, pues me sobraría tiempo y tenía que improvisar, afortunadamente todo salió acorde a mi planeación, con la excepción de que tuve que realizar un intercambio de dos actividades en los días planeados. Enseguida, me resultó difícil en un juego que realicé con los niños, puesto que sentí que se me salieron un poco de control, pues tenía un niño que el maestro me comento que era hiperactivo y justo él comenzó a estrujar, aventar y lanzarles objetos a sus compañeros y los demás niños comenzaron a seguirle el juego a él por lo que tuve que llamarle la atención. Cuando observé al maestro titular, los


dos primeros días de la semana, me pude dar cuenta que lo excluía de las actividades y lo dejaba hacer lo que quisiera, solo pretendía que no distrajera al resto del grupo, yo no intenté hacer lo mismo, al contrario, yo quería que al niño le agradaran mis actividades, quería despertar en él un interés y motivación. Después proseguí con una actividad de colorear un dibujo acorde al número, en ese momento llegó el maestro encargado de impartirme clases en la BENMAC el curso de “observación y análisis de la práctica educativa”, me sentí más nerviosa de lo normal ya que estaba un tanto preocupada por mis actividades, por suerte llegó una maestra por los niños ya que los estaban esperando en el salón de música para ponerles un video acerca de cómo cuidar sus dientes. Posteriormente llegó la hora de desayunar, el recreo y al entrar seguí continuando con mi actividad, el docente me pidió 15 min antes de la hora de salida ya que tenía algunos anuncios que darles a los niños, además de repartirles sus libretas y algunos otros materiales didácticos. El docente titular estaba situado en el escritorio, muy atento observando mi desempeño en el aula, al finalizar la clase, pedí sugerencias acerca de mi intervención, me felicitó puesto que para ser mi primera práctica no estuvo tan mal, me mostré segura al pararme frente a los niños, me involucraba con ellos, les daba la cara cuando hablaba, pedía sus opiniones etc. Pues con anterioridad él había tenido practicantes que se paraban en una esquina del salón o bien tenían muchos “tiempos muertos”, y me comentó del descontrol que tuve al realizar el juego, también me dijo que no me desanimara por aquel niño que no atendía, que había ocasiones en que era incontrolable y que el punto clave estaba en no dejar que involucrara al desorden a los demás niños. Desde que inicié la semana con mi planeación tuve que realizar mucho material didáctico “El material didáctico tiene que tender a estimular ideas, sugerir tareas, desarrollar juegos, pero en ningún momento debe suplir la actividad del niño, sino fomentarla” (Martin, 1995) esto con el fin de despertar en todos los niños la motivación y el interés, fueron noches de desvelo y cansancio


pues en esos momentos ya tenía presente lo que era ser una buena maestra, empezaba a comprender que no era una tarea fácil. Al llegar a mi casa tuve que hacer algunas modificaciones a mi planeación para que no me volviera a sentir insegura por falta de actividades, y así al día siguiente, me sentiría más preparada en cuanto a contenidos y con más seguridad para llevar a cabo mi práctica.

28 de mayo del 2015


El segundo día de práctica, puse diversas actividades en equipo con el material didáctico que había estado realizando toda la semana, el maestro titular se mostró siempre muy atento a cada actividad, me sentí orgullosa de mi misma por dos cosas: la primera, observaba que los niños aprendían con cada una de las actividades, y en segunda, pude llamar la atención del niño hiperactivo del grupo, estaba muy atento a lo que realizábamos y aunque en ocasiones no me era posible controlarlo, la mayor parte del tiempo trabajaba en conjunto con sus demás compañeros. Entre mi material didáctico incluí juegos que me permitieran abordar correctamente el tema y desarrollar en los niños la competencia propuesta, ya que el juego es la herramienta más usual, puesto que el niño aprende a través del juego, y con el ayudas a que los niños desarrollen la imaginación, exploren, muestren interés, etc. “El juego tiene múltiples manifestaciones y funciones, ya que es una forma de actividad que permite a los niños la expresión de su energía y de su necesidad de movimiento, al adquirir formas complejas que propician el desarrollo de competencias” (PEP, 2011). Comencé mi día contando a los niños y niñas que habían asistido a la escuela cuantos niños y cuantas niñas, esto con ayuda de los pequeños, después tenían que escribir el numero el pizarrón para que lo fueran identificando, y me dijeran quienes habían ganado en asistencia los niños o las niñas. Enseguida repartí un memorama realizado por mí, el cual contenía el número y en otra tarjetita objetos, los niños tenían que contar el número de objetos y relacionarlo con el número escrito. Posteriormente realicé otro juego cuidado que los niños no se me salieran de control tal como me sucedió el día de ayer, dividí al grupo en dos, y les repartí un juego de números grandes del 1 al 10, el juego se llamaba “El rey pide” por lo que cuando yo les decía “el rey pide el número 5 con brincos” el niño y el equipo que identificó primero el 5 deberá llevármelo realizando la acción dicha por mí los resultados fueron registrándose en el pizarrón para saber qué equipo tuvo un mayor desempeño.


Después repartí a cada niño una hoja de máquina y junto con ellos fuimos escribiendo los números en fila del 1 al 10, enseguida pusieron bolitas de papel china dependiendo del número escrito. También realicé una dinámica de armar un gusano con los números pues cada pancita traía un número y después poner taparroscas en su panza de acuerdo al número escrito en ellas, esta dinámica al maestro le interesó mucho, incluso se involucró a ayudarme a verificar que todo estuviera en orden. En este segundo día de práctica me sucedió lo contrario que el día anterior pues en esta ocasión me faltó tiempo para realizar mis actividades escritas en mi planeación. Finalmente repartí a cada niño una hoja que contiene por un lado los números del 1-10 y por el otro, conjuntos de objetos que representan los números, el trabajo del niño fue unir el número con sus respectivos objetos para así evaluar de una manera el proceso de cada uno de los niños.

Al concluir el día, volví a pedirle sugerencias al maestro, me dijo que de nuevo se me había salido un poco de control el grupo ya que al realizar actividades en equipo siempre sucedía, incluso a el mismo, pero en esta ocasión no sentí mucho el descontrol, al contrario, sentí que los niños estaban muy interesados y atentos por el material que les proporcionaba, también me mencionó que pude atraer la atención de aquel niño inquieto y que para hacer dicha acción era muy difícil, me comentó que la actividad del gusano le había llamado mucho la atención pues no se le hubiera ocurrido realizar esa actividad, me despedí del maestro no sin antes agradecerle por las observaciones realizadas a mis prácticas. En general, pienso que me fue bien en mi práctica, pero sé que me falta mucho por aprender para poder mejorarla. De cualquier forma, creo que he avanzado, pues fui capaz de pararme frente a un grupo y conducir las actividades, con lo que di mi primer paso hacia la docencia. Tal vez mi práctica no fue tan buena, como hubiese querido, sin embargo habrá que pensar que fue la primera y me mostraré dispuesta y comprometida para mejorar cada día más.


Este acercamiento a la realidad de la práctica docente, con una planeación hecha con anterioridad me sirvió para darme cuenta de lo importante que es tener estructurada la clase, así mismo considero que el éxito de las clases está en la planeación, por lo tanto, habría que mejorar en esta cuestión, pues resulta de vital importancia prever tiempos, basándonos en las observaciones que previamente les realizamos a los niños, de esta forma podremos sentirnos más seguros y evitar todas aquellas improvisaciones, falta de interés por parte de los alumnos así como el descontrol del grupo en general. Finalmente, puedo concluir que esta fue de las mejores experiencias que pude tener en mi inicio a la docencia, estoy segura que la primera práctica jamás podrá olvidarse y de ella se sacarán muchos frutos pues me quedo con las observaciones y opiniones del maestro titular del grupo, e incluso mis propias observaciones hacia sí misma, y siempre dispuesta a mejorar día con día pues recordemos aquella frase célebre: La práctica hace al maestro .

Bibliografía  Martín, Marisa del Carmen. “Ambiente escolar” en Programa de educación

en valores para la etapa infantil, Málaga, Ed. Aljibe, 1995  Secretaria de Educación Pública “Programa de estudio 2011, guía para la

educadora; Educación básica preescolar”. México, Gobierno federal, 1ª edición.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.