Manual de Técnicas Analíticas en el Laboratorio de Toxicología
Capítulo 3 Toxicología Analítica Autores: Dra. Leda Giannuzzi. Profesora Adjunta de la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la UNLP. Bioq. Angeles de Cristófano. Profesional del Laboratorio de Control Antidoping dependiente de Lotería de la Provincia de Buenos Aires. Bioq. Cristian Oliver. Perito de la Sección de Toxicología del Laboratorio Químico Pericial de la Dirección General de Policía Científica de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Docente de la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la UNLP.
Introducción En el contexto de las Ciencias Forenses la Toxicología Analítica se halla directamente involucrada en diversos aspectos de la toxicología experimental y aplicada. En el presente manual se describirán las técnicas usadas en la determinación de tóxicos gaseosos y volátiles (monóxido de carbono, ácido cianhídrico y cianuros, alcoholes, etc.) y tóxicos orgánicos no volátiles (drogas, tanto prescriptas como ilegales, pesticidas, toxinas, etc) y metales. Los últimos capítulos están dedicados a la Química Legal (explosivos, semen, sangre, tinta). Esta clasificación se relaciona estrechamente con los métodos para separar los agentes tóxicos de la matriz en la que se encuentran. El agente de interés puede existir en una solución simple o puede estar unido a proteínas u otros constituyentes celulares. El objetivo es separar el agente tóxico en cantidad y pureza suficientes para permitir su caracterización y cuantificación. A su vez el compuesto madre no siempre está presente en cantidades importantes como para ser separado y los metabolitos conocidos pueden proveer indirectamente la información de la sustancia madre. Sólo recientemente han surgido métodos disponibles que permiten la medida directa de algunos analitos sin la separación previa de su matriz. El procedimiento analítico toxicológico incluye usualmente dos pasos. El primero consiste en realizar un análisis preliminar que permite identificar las muestras negativas, que no contienen el analito o alguno de sus metabolitos de las drogas u otros tóxicos que pudieran estar presentes en la muestra (pruebas de screening o tamizado). El segundo paso involucra la confirmación de la identidad de las sustancias presentes en las muestras positivas. Las pruebas de screening proveen sólo resultados preliminares y tienen poder de decisión. Indican claramente la ausencia de una droga, es decir, no informan falsos negativos. Sin embargo, un resultado positivo debe ser confirmado por otro método específico. Siempre debe realizarse al mismo tiempo que se analiza la muestra un control positivo y uno negativo. Un control negativo (blanco) ayuda a evitar los falsos positivos (por ejemplo contaminación con reactivos o material de vidrio con el analito en cuestión o la presencia de componentes de la muestra). Igualmente, la inclusión de un control positivo sirve para asegurar que los reactivos han sido preparados en forma correcta y han mantenido su estabilidad. Un resultado sospechoso falso positivo debe ser repetido usando material de vidrio correctamente lavado y enjuagado finalmente con agua bidestilada. En toda circunstancia los ensayos de comprobación deben realizarse sobre una nueva alícuota de la muestra, lo cual implica que en el momento de decidir que ensayos van a realizarse debe considerarse reservar un volumen adecuado para confirmar el resultado. El material de vidrio debe estar escrupulosamente lavado a efectos de evitar contaminaciones inesperadas. Así, el material de vidrio debe ser tratado por inmersión en solución sulfocrómica (ácido sulfúrico concentrado densidad 1,83 conteniendo 100 g/litro de dicromato de potasio (ácido/dicromato, ácido crómico) uno o dos días y luego sometido a un profundo enjuague. Los ensayos de tamizado o preliminares emplean generalmente técnicas inmunoquímicas debido a la rapidez y su aplicación a un amplio rango de analitos. 23