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CAPÍTULO 1:

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BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

Problemática de conexión entre los parques.

El corredor de la carrera 76 en la ciudad de Medellín funda un vínculo a través de la vía vehicular, peatonal y de ciclorruta entre dos importantes parques de la ciudad; Parque Belén y Primer Parque de Laureles, por lo tanto en este capítulo se analizará discontinuidad e irregularidad en la movilidad, el paisaje y multiplicidad de usos del suelo con actividades urbanas que no inducen correctamente a establecer una conexión entre los parques descritos, a pesar de la infraestructura de base existente, por lo que la experiencia habitacional no induce a los usuarios a reconocer la relación entre los parques y perturba le experiencia en el espacio público por el corredor conector.

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PROBLEMÁTICA DE CONEXIÓN ENTRE LOS PARQUES BELÉN Y PARQUES DE LAURELES DE LA CARRERA 76 EN MEDELLÍN.

Sobre el corredor vial de la carrera 76 entre el Parque de Belén y Primer Parque de Laureles de Medellín, pasando incluso por el Segundo Parque de Laureles, se conectan tres importantes espacios públicos de la ciudad, los cuales cuentan con un fuerte potencial de movilidad y dinámica socio espaciales en gran parte influenciados por el comercio y sus condiciones urbanas, a pesar de ser una zona primordialmente residencial en su esencia.

Segundo parque Laureles

Primer parque Laureles

Av. 33 Av. 33

Si bien, el corredor de la carrera 76, fue trazado desde los inicios fundacionales en 1934, a lo largo del tiempo la conurbación de estos poblados, concentró predios privados que bajo la ordenanza territorial municipal, adaptaron el espacio público para garantizar unas calles bastante generosas como en el caso de Laureles; un barrio planeado por el maestro Pedro Nel Gómez con calles circulares alrededor de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Parque Belén

En medio del corredor, justo donde se separan las comunas, cruza de manera perpendicular la avenida 33 interrumpiendo aún más la experiencia de movilidad en una escala más específica como la peatonal, que trae como resultado una dificultad en el desplazamiento entre los extremos de las vías, puesto que “las calles locales de más de dos carriles tienden a desalentar a las personas a cruzarlas. [...]Las calles que dan prioridad a peatones y ciclistas, y que son seguras y amables, promueven un vecindario más unido.” (La Network, 2018).

Los parques de Laureles fueron diseñados por el mismo arquitecto y al primero se le denomina así por la cercanía con centro de la ciudad. Mientras que el segundo funcionaba como glorieta donde convergen ocho calles de las circulares del barrio Laureles. Posteriormente ambos parques fueron ganando dominio del espacio público y recreacional. Por su parte el parque de Belén cuenta con más antigüedad desde 1541 en épocas fundacionales de la ciudad, pero solo hasta 1814 se cambió el nombre al actual. Ahora bien, la administración pública por medio de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (EDU), ha realizado en la última década, la renovación de parques de la ciudad incluido el parque de Belén en 2017 y se trazaron como objetivo “traer a nuevos usuarios y darles mejores condiciones a los que ya vienen. Conservar la plazoleta de eventos que está hacia la carrera 76 e incluir unos módulos comerciales y mesas.” (Noreña, 2018).

Estos dos barrios, pero principalmente Laureles gozan de amplios trazados urbanos gracias a su planificación temprana, “conformó manzanas compactas de baja altura horadadas por patios interiores (…) donde han permanecido los atributos de su espacio urbano, por la claridad de los principios que orientaron su construcción,” (Hernández, Sarmiento, & Valencia, 2020, p.259) razón por la que el sector inmobiliario se ha visto atraído a re desarrollar el barrio.

Hacia los alrededores de la iglesia Nuestra Señora de Belén y el parque de Belén, la vocación de esta zona se prestaba para un intercambio comercial como epicentro de los barrios aledaños y en la actualidad esta misma vocación perdura en su actividad original. Por lo tanto, la presencia de la carrera 76 que se dirige hacia el barrio Laureles, un barrio inicialmente pensado para albergar la zona residencial de la clase obrera trabajadora de la otra banda de Medellín, se convirtió en una ruta comercial de abastecimiento y servicio que alrededor de su eje fue poblándose de asentamientos de uso residencial hasta alcanzar el trazado del diseño urbano del maestro Pedro Nel Gómez.

Este poblado cada vez más urbano de residencias amplias, unifamiliares, con grandes jardines y gozando de un amplio ancho de vía, fueron el atractivo de la era contemporánea de las últimas décadas que han re desarrollado el suelo tanto de la comuna 11 como la 16 sobre el eje de la carrera 76 con edificaciones de altura y mixtura de usos sobre el zócalo urbano.

Este último uso (comercial) se ha venido expandiendo cada vez más desde los parques de Laureles y Belén hacia el centro del corredor objeto de estudio de esta investigación.

Recientemente también se realizó una renovación al segundo parque de laureles, dotándolo de nuevas áreas de espacio público, la siembra de 170 árboles para el control de la sensación térmica, instalación de juegos y la fuente de la escultura “Las Américas Unidas” del maestro Pedro Nel Gómez.

Todo esto con el propósito de unir los dos parques de Laureles y fortalecer sus relaciones. (García, 2021) Aun así, las intervenciones que se han hecho ya sea sobre los parques o los andenes peatonales, no están orientados a un encuentro entre estos tres. Sin embargo, otras variables han alterado la conexión tales como el aumento de la ocupación del suelo con el redesarrollo del mismo con viviendas en altura que ha incrementado la densidad habitacional y con ello el corredor de la carrera 76 se ha dotado de más comercio de soporte para el sector.

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