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Teoría de los símbolos Urbanismo y poder La arquitectura como símbolo de poder
from Estructuras de apariencia.
by Cartillas Investigación arquitectura. Institución Universitaria Colegio Mayor de Antioquia.
Mediación entre lo visible y lo invisible
A continuación, se desarrolla el sistema de clasificación de símbolos según sus modos de referencia, la denotación y la ejemplificación, apoyados en dos autores y basados en la referencia como la base de la simbolización y dando como resultado la identificación y clasificación de las edificaciones simbólicas de la ciudad de Medellín.
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Versiones y Concepciones
Figura 60: Kevin Lynch. 1918 - 1984
Goodman y Lynch
El interés de enfocarnos en estos autores que son tan diferentes desde sus campos de experiencia, uno filósofo y el otro arquitecto es debido a la necesidad de explorar diferentes concepciones desde la construcción de ciudad, su identidad y que los hace símbolos reconocibles en el paisaje urbano.
En el caso de Kevin Lynch con su libro La imagen de la ciudad (1960) que se centra en el análisis urbano, en el cual se incluyen aspectos como la percepción del espacio en lo sensorial, planteando un análisis desde la experiencia de cada persona. La imagen de la ciudad se debe considerar como lo que realmente es, una forma de acercarse a las personas e indagar sobre su percepción. Esto lo vimos como algo indispensable en el trabajo investigativo para elaborar encuestas que tenían como objetivo conocer la percepción que tienen los habitantes de la ciudad de Medellín frente a cuáles entidades físicas o edificaciones adquieren condición simbólica, cuáles han sido los componentes que define el simbolismo en la arquitectura del centro de Medellín, y así poder identificar cual es el impacto de estos en las dinámicas del observador. Los
resultados de las encuestas y tomando como referente lo expresado por Lynch, se sintetizaron en categorías que se adaptan a nuestras intenciones y contexto:
CATEGORÍAS DESCRIPCIÓN
IMAGEN ICÓNICA Una imagen formal memorable, claridad entre figura-fondo. Contraste con el contorno visible inmediato o con la experiencia del observador.
SENCILLEZ DE LA FORMA Claridad y sencillez de la forma visible en el sentido geométrico. Características de la forma, color, textura, escala y proporción
CONTINUIDAD Continuidad de borde o superficie, la proximidad de las partes (como un grupo de edificios), la armonía de la superficie forma o uso.
PREDOMINIO EI predominio de una parte sobre las demás por medio del tamaño, la intensidad o el interés, lo cual lleva a la interpretación del conjunto como un rasgo. ALCANCE VISUAL Cualidades que aumentan el margen y la penetración de la visión, real o simbólicamente. las superposiciones (como ocurre cuando detrás de unas estructuras aparecen otras) las perspectivas y los panoramas que aumentan la profundidad de la visión.
NOMBRES Y SIGNIFICADOS Características no físicas que pueden realzar la imaginabilidad de un elemento. Los nombres, por ejemplo, son importantes para hacer cristalizar la identidad. Los significados sean de naturaleza social, histórica, funcional, económica o individual, constituyen un dominio que está más allá de las cualidades físicas y que refuerzan la identidad.
TABLA 2. Categorías de análisis. Figura 61: Diagramas de Kevin Lynch. La imagen de la ciudad Los signos de identidad de Boston. La imagen de Jersey City como consecuencia de los bocetos de mapas. La forma visual de Boston sobre el terreno.
Figura 62: Dibujo explicativo de las categorías de observación.
Al clasificar las edificaciones de esta forma, nos permite organizarlas con base a lo que percibe el usuario cuando se desplazan por estos espacios. Ahora bien, lo que expresa Goodman en su libro Maneras de hacer mundos (1978) una obra que consta de siete capítulos donde se construye una perspectiva epistemológica y ontológica que va desde preguntas tradicionalmente filosóficas a lingüísticas y psicológicas sobre la percepción y la función simbólica en general; el trabajo de Goodman lo consideramos como una importante herramienta para tener una comprensión de la simbología desde aspectos estéticos, lingüísticos y filosóficos ligados a problemas determinantes a cómo concebimos el mundo en que vivimos, siendo la finalidad del libro.
Asimismo, Goodman a lo largo de su obra, realiza un estudio analítico de los sistemas simbólicos, de las funciones y tipos de símbolos, al respecto dice “Podemos concebir palabras sin un mundo, pero no podemos concebir un mundo carente de palabras o de otros símbolos” (Goodman, 1978, p. 20) ya que el ser humano al ser social por naturaleza, es la comunicación la herramienta que alimenta las relaciones sociales y los símbolos hacen parte también de esos medios de comunicación. En resumen, sólo podemos pensar un mundo o materializar cualquier cosa en la medida en que la representemos, describamos, y en general, en la medida en que la simbolizamos. Por eso consideramos pertinente la aplicación de esta obra en la arquitectura ya que los edificios son entidades físicas que forman parte del mundo y lo construyen, pero esa construcción no hace referencia a sus elementos materiales o constructivos, sino a los múltiples significados que estos pueden ofrecer, de ahí que los podamos clasificar en sistemas de simbolización.
Figura 63: Nelson Goodman. 1906 - 1998
Sistemas de Simbolización
Los signos no lingüísticos son objetos o entidades que comunican algo, pero que no están mediados ni por el lenguaje hablado ni por el lenguaje escrito. Por ejemplo, en algunas culturas el color negro significa luto. Este concepto contrasta con el de signo lingüístico, definido como la unión de un concepto y una imagen acústica.
Así pues, los sonidos de la palabra “canción” y lo evocado por esta, constituyen un signo lingüístico. Ahora bien, cuando un receptor percibe e interpreta un signo se produce el fenómeno de la comunicación. Estos signos se agrupan en sistemas de comunicación dependiendo de sus posibilidades comunicativas. (Castillo, (s.f.) parr. 1-2)
La anterior definición nos orienta hacia la agrupación y clasificación de las edificaciones simbólicas en un sistema similar al de los signos no lingüísticos, esta intención se empieza gestar a partir de los años 60, en el momento en el que la historiografía arquitectónica es influenciada por conceptos científicos originarios de otras áreas tales como la semiótica, antropología, sociología, filosofía, psicología, teoría de sistemas y los planteamientos aquí tratados; la clasificación de la arquitectura en un sistema de simbolización según sus posibilidades comunicativas y gráficas.
Usualmente hacemos referencia a la comunicación gráfica como un medio habitual de trabajo, reflexión y divulgación; los croquis, planos, maquetas e imaginarios, son elementos de un lenguaje común a los estudiantes y profesionales de la arquitectura, de las ingenierías, y de otras disciplinas afines, pero el término comunicación gráfica adquiere otra significación al referirse a edificaciones que denotan y/o ejemplifican, las cuales, por medio de sus cualidades transfiere un mensaje que influye en nuestras actitudes ideas y acciones, convirtiéndose en un campo de posibilidades abiertas a múltiples lecturas que van más allá de una determinación formal cerrada de la misma, un aspecto que da a entender Umberto Eco en su publicación Obra abierta (1962). ¿Pueden entonces las funciones interpretarse también en un aspecto comunicativo? ”Roland Barthes afirma que desde el momento en que existe sociedad, cualquier uso se convierte en signo de ese uso y atestigua que, por ejemplo, una cuchara promueve cierta manera de comer y significa esta manera de comer” (Eco, citado por Roland Barthes, 1968, p. 254) como lo que algunos aún llaman buenas costumbres a la hora de sentarse a la mesa.
El mensaje gráfico es aquel mensaje en el que interactúan diversos subsistemas de textos e imágenes además de otros elementos auxiliares, que rebasan cada uno de estos sistemas y que proporcionan una imagen visual global que debe congeniar con el concepto a transmitir. (Balbuena Palacios citado por Tena, 2014, p. 141)
Estas posibilidades comunicativas, desde la semiótica, las utilizamos en el empeño por descubrir una codificación formal de la arquitectura y el urbanismo, desestimando los paradigmas que afirman que la arquitectura no comunica sino que simplemente “funciona” (o no funciona) como Figura 64: Fases de la Interpretación de la Representación Simbólica aplicada a la torre Eiffel, Paris.
afirma Umberto Eco, el cual en su libro La estructura ausente (1968) se pregunta: ¿Por qué la arquitectura desafía a la semiótica? según él, porque, en apariencia, los objetos arquitectónicos no comunican (o al menos no han sido concebidos para comunicar sino para funcionar) contrario a lo expresado por Nelson Goodman (1978), el cual considera que:
Los edificios son entidades físicas que forman parte del mundo y, en cuanto a tales, se limitan a ser elementos materiales del mismo, los edificios son también símbolos, entonces esta concepción simplificada se enriquece y la arquitectura adquiere una dimensión epistemológica con consecuencias ontológicas cruciales. Desde esta perspectiva, ya no es el material constructivo y la técnica el que ayuda a construir el mundo, sino los múltiples significados de los edificios: en cuanto a símbolos, los edificios contribuyen al proceso de construir mundos. (Capdevila, citado por Goodman, 2012, p. 108)
Figura 65: Diagrama del proceso cognitivo de los sistemas de simbolización. Elaboración propia en base a Balbuena Palacios, (2014), p. 74 Teniendo en cuenta las definiciones anteriores y el artículo de Capdevila Werning sobre Construir símbolos y hacer mundos. Las dimensiones epistemológica y ontológica de la arquitectura (2012) se consigue comprender lo que representa un edificio que denota simbolismo y sobre todo cuando este adquiere una condición ontológica, es decir, la
misma comunidad define qué edificios u objetos funcionan simbólicamente haciéndolo un referente.
Aprendemos entonces de lo expresado anteriormente, que un edificio y en general, cualquier objeto logra considerarse un símbolo en un momento y situaciones determinados, la intención es concebir la arquitectura como un suceso dentro del acontecer humano “explicarla como un objeto sometido a las leyes de la comunicación. Esta manera de interpretar la arquitectura ha conducido, por separado, a planteamientos divergentes, es decir, a considerarla bien como un símbolo o bien como una forma de lenguaje” (Vera Botí, & Sánchez-Rojas Fenoll, 1985, p. 24) Cuando la edificación, contrariamente, se limita a brindar cobijo, no adquiere condiciones simbólicas, simplemente es un objeto con una función práctica.
El edificio es o funciona como símbolo cuando se refiere a este por algo, según Capdevila (2012) “Un parlamento puede simbolizar un sistema político; un museo o una universidad reflejan las estructuras sociales y culturales de una comunidad; fábricas, almacenes y bancos se refieren a ciertos sistemas económicos; mansiones, apartamentos y cabañas reflejan distintos modos de vida.” (pp. 108-109) Siendo la referencia la base de la simbolización, asimismo Figura 66: Diagrama de La referenciación como base
de la simbolización.
dice “Los símbolos no funcionan de forma aislada, sino que pertenecen a sistemas simbólicos con características determinadas. Para comprender qué significan, hay que interpretar estos símbolos en relación con el sistema al cual pertenecen.” (p. 109). Es así como los símbolos, pueden conceder una gran cantidad de significados, dicho de otro modo, el significado de los símbolos no es único o no está sujeto a uno solo, sino que puede haber muchos, ya que la percepción de cada individuo es única y puede dar múltiples interpretaciones.
Basados en la clasificación de los símbolos en sistemas, desarrollada por Nelson Goodman, entendemos que a los símbolos se puede referir de diferentes maneras. Los principales modos de referencia son la denotación y la ejemplificación, sobre los cuales desarrollamos nuestra clasificación, La expresión y los modos de referencia indirectos, como la alusión, la variación o el estilo, se explican a partir de estos dos modos básicos.
Modos de Referencia
Denotación
Las obras de arquitectura las vemos como signos que representan aspectos de una cultura; ya que toda intervención en el espacio deja ver una visión del mundo, de una sociedad, su ideología y creencias. El significado que estas obras arquitectónicas tienen no muere en el momento de su construcción, por el contrario, con su puesta en función, adquiere nuevos significados y puede llegar a comunicar algo.
La comunicación puede variar dependiendo de cómo se transmite la información y cómo es percibida por el receptor, esta comunicación puede ser verbal y no verbal. La verbal es cuando se usan las palabras para poder transmitir la información, la no verbal es cuando no se hace necesario el uso de las palabras ósea que son signos no lingüísticos, la arquitectura pertenece a este último ya que tienen la capacidad de comunicar o transmitir sensaciones fácilmente sin la necesidad de que sean verbales.
La palabra denotación según la RAE se utiliza para indicar, anunciar o dar el significado directo y convencional de alguna palabra que hace referencia a una etiqueta y aquello
que se etiqueta, la cual puede ser verbal y no verbal así lo explica Capdevila (2012).
Tanto la inscripción «casa» como la elocución «casa», el dibujo de una casa o la descripción de una casa denotan una casa por otro lado un palacio puede denotar literalmente un palacio real y metafóricamente una casa lujosa, mientras que el «palacio de la madrastra de Blancanieves» no denota nada. (p.109)
Se puede deducir en el caso de la arquitectura que los edificios que denotan lo pueden hacer de una manera literal, metafórica o ficticia.
En la actualidad hay pocos edificios que denoten ya que La denotación es una información objetiva que se interpreta de manera literal y aquellos edificios que hacen alusión a objetos son pocos como la ópera de Sydney puede denotar varias cosas: las velas de un velero o en un sentido más ficticio el pelo de Goku.
Figura 67: Diagrama. Explicación de denotación
Otros ejemplos de edificios que denotan son:
Figura 68: Diagrama. Explicación de denotación
Estadio Olímpico, Pekín, China: El Estadio Olímpico construido para los Juegos de 2008. Denota un nido de pájaro, debido a la red de acero de su exterior.
Figura 69: Diagrama. Explicación de denotación
Torre BMW, Múnich, Alemania: El arquitecto austríaco Karl Schwanzer diseñó la Torre BMW para que se asemejara a cuatro cilindros del motor de un coche. La torre fue completada en 1972.
Figura 70: Diagrama. Explicación de denotación
El edificio Flor de Loto, Wujin, China: diseñado y construido por la firma de arquitectura australiana Studio 505. El edificio toma la forma de una flor de loto floreciendo, y muestra las tres etapas de esta flor, cuando es joven, madura y cuando se abre.
Orquideorama, Medellín, Colombia: Diseñado por las firmas Plan:b arquitectos + JPRCR Arquitectos donde se aprecia una clara semejanza entre el edificio y las flores o los árboles, produciendo un efecto de bosque o jardín en sombra. Esto nos recuerda el crecimiento que se presenta en la naturaleza, en la que un árbol crece al lado del otro.
Figura 71: Diagrama. Explicación de denotación
Las versiones ficticias y literales se pueden superponer, pero también hay edificios que tienen una referencia nula, como es el caso del castillo de Blancanieves o la casa de Julieta en Verona. Así lo expresa Capdevila (2012)
Hay que tener en cuenta que estos edificios no son el objeto que es simbolizado, sino un símbolo. El castillo de Blancanieves en los parques temáticos de Disney en California, París y Hong Kong no son el castillo de Blancanieves, sino «representaciones-del-castillo-deBlancanieves» construidas y denotan el castillo juntamente con las descripciones del castillo de los hermanos Grimm y otros relatos, las ilustraciones en cuentos y las múltiples representaciones en películas, escenarios y juguetes. La casa de Julieta en Verona funciona exactamente de la misma manera que el castillo de Blancanieves: es una representación con denotación nula. (p. 114)
Los edificios con referencia nula son difíciles de identificar porque, aunque son tridimensionales, tienen el mismo tamaño y los mismos materiales que un edificio normal y cumple con una función o uso especifico, la diferencia radiaca en que es una versión de algo imaginado.
Figura 72: Diagrama. Explicación denotación
Las copias y las reproducciones son otro tipo de edificios que denotan; una copia es un edificio que representa a otro edificio en su totalidad. Un ejemplo de esto es la Torre Eiffel en Las Vegas que representa a la Torre Eiffel en París. “Tanto la París como la de Las Vegas hacen referencia a Francia, pero solamente la de París simboliza el centenario de la Revolución Francesa (se inauguró en 1889) y el poder tecnológico de Francia a finales del siglo XIX.” (Capdevila, 2012, p. 115) Además, la copia es mucho más pequeña que la original, con lo cual la grandeza que simboliza la torre en París debido a su tamaño no es simbolizada por la copia, entonces se puede decir que la torre de Las Vegas solo representa o denota un lugar, ya que no logra simbolizar todo lo que la original representa.
Figura 73: Torre Eiffel, Paris, Francia. 1889 Diseñada por los ingenieros Maurice Koechlin y Émile Nouguier, con una altura de 324 metros. Figura 74: Torre Eiffel de las Vegas, EE. UU. 1997, Con una altura de 365 metros, la mitad de la original.
Ejemplificación
En la medida en que seamos proclives a la idea de que existe una pluralidad de versiones correctas, que son irreductibles a una sola y que entran en mutuo contraste, no debemos buscar su unidad tanto en un algo, ambivalente o neutral, que subyace a tales versiones cuanto en una organización global que las pueda abarcar a todas ellas. (Goodman, 1978, pp. 22-23)
Lo que Goodman explica en su libro Maneras de hacer mundos (1978) es que los símbolos están sujetos a múltiples interpretaciones que pueden conferir una variedad de significados y la arquitectura proporciona una comprensión única que ninguna otra disciplina puede ofrecer, esta puede moldear y dar forma a nuestra percepción; la creación de espacios, el manejo de la luz o los materiales constructivos, consiguen crear entornos que pueden hacernos notar características que antes habíamos pasado por alto.
El modo de simbolización más frecuente en la arquitectura es la ejemplificación ya que esta hace referencia a algunas de las propiedades del edificio, según Capdevila (2012) puede hacer alusión al autor, estilo, función, periodo, región, sistema constructivo o la materialidad. Por ejemplo, la Villa Savoye ejemplifica ser un edificio diseñado por Le Corbusier, es un ejemplar de arquitectura moderna, igualmente ejemplifica los materiales constructivos de ese periodo; otro ejemplo es el Palacio de Versalles que ejemplifica perfectamente el estilo barroco. También puede haber ejemplificación metafórica, como ocurre en una iglesia que consigue expresar serenidad y grandiosidad por la atmósfera que se crea en el interior de esta.
Figura 75: Diagrama. Explicación ejemplificación
Figura 76: Basílica de Santa María Novella, Italia. 1279 La fachada de mármol se encuentra entre las obras más importantes del Renacimiento florentino. Se finalizó en 1470.
Figura 77: Iglesia San Carlo alle Quattro Fontane, Italia. 1611 Diseñada por Francesco Borromini. Fachada curva con nichos, hornacinas y óculos. Planta irregular y su cúpula. Ya que la ejemplificación abarca todas las propiedades que un edificio puede poseer, su alcance es enorme, por esta razón, con los siguientes tres ejemplos se busca aclarar el rol que desempeña la ejemplificación en la arquitectura. Tenemos una iglesia del periodo renacentista y otra del barroco, la primera ejemplifica perfectamente las propiedades de la perspectiva, lo regular y la uniformidad, por el contrario, la barroca ejemplifica los espacios dinámicos y en movimiento; estas iglesias que ejemplifican dos espacios completamente distintos pueden llevarnos a percibir tanto el espacio interior como en exterior cosas completamente diferentes, a esto Goodman es lo que llama versiones del mundo.
Con el siguiente ejemplo queremos explicar como la ejemplificación en este caso de un material constructivo enriquece nuestra comprensión del edificio. La Casa Farnsworth diseñada por Mies van der Rohe ejemplifica las principales propiedades del vidrio, la casa al ser una simple estructura envuelta en vidrio translúcido hace que la luz penetre de distintas maneras a lo largo del día, lo cual ejemplifica transparencia y translucidez. La transparencia permite que se pueda observar y apreciar el paisaje circundante y tener una fuerte relación con el entorno, pero también actúa a la inversa dejando al descubierto todo lo que pasa en su interior y cero privacidad para sus habitantes.
Figura 78: Casa Farnsworth, Ilinois, EE.UU. 1946-1950 Diseñada por Mies Van Der Rohe. La vivienda consiste en una estructura metálica sólo cerrada con vidrio, con lo que se brinda homenaje a la belleza del espacio que circunda la casa.
Figura 79: Museo Judío de Berlín, Alemania. 1992 Diseñado por Daniel Libeskind
Figura 80: Museo Judío de Berlín, exposición Void Finalmente, están los modos de ejemplificación múltiple que se pueden lograr por medio de los sentimientos, emociones y vivencias. Como nos lo explica Capdevila (2012) con el ejemplo del Museo Judío en Berlín, diseñado por Daniel Libeskind el cual, por medio de la arquitectura y la utilización del simbolismo, expresa una serie de propiedades que contribuyen a la mejor comprensión del holocausto, además la construcción de este espacio contribuye a la preservación de la memoria de los supervivientes. Todos los espacios del museo fueron diseñados con un simbolismo particular que llega a contar la historia de los judíos en Europa y sobre todo en Alemania.
El anexo del museo tiene la forma de un zig-zag irregular que representa una estrella de David distorsionada que simboliza la historia desgarrada del pueblo judío. En el sótano del anexo, hay tres pasadizos o ejes: el Eje de la Continuidad, que está cortado por el Eje de la Emigración y por el Eje del Holocausto, con lo cual se simbolizan los dos acaecimientos históricos que interrumpieron el camino del pueblo judío y también la conexión entre las tres realidades de la vida de los judíos en Alemania. (Capdevila, 2012, p. 117)
A continuación, se presenta un mapa conceptual donde se sintetizan los principales autores y conceptos abordados en el desarrollo del presente capitulo.
Figura 81: Mapa conceptual síntesis.