enero/febrero 2009
www.casaarabe-ieam.es
Sumario Análisis
La inalcanzable reconciliación palestina.
Iraq: la nueva ley electoral y el reparto de atribuciones.
04
ISSN 1989-0400
Atalaya sociopolítica de Casa Árabe Análisis
La inalcanzable reconciliación palestina
Sunna y shia. ¿Diferencias doctrinales o transformaciones geopolíticas?
Perfiles
Yusuf al-Qaradawi: de sheyj independiente a muftí global. Muqtada al-Sadr: a la búsqueda de la ciencia… y de la jefatura política.
Opinión pública
Elecciones en Iraq. El diálogo palestino. Pakistán y los “beneficios” de la alianza con Estados Unidos.
Documenta Acuerdos de seguridad entre Iraq y Estados Unidos. Documento de reforma política en Iraq. Encuentro Árabe Internacional sobre el Derecho al Retorno. Foro Sudanés para la Solución de la Crisis de Darfur.
Reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión por el Mediterráneo.
El Foro del Sur por un Nuevo Mediterráneo.
Comité Popular Contra el Cerco de Gaza. Estrategia de acción de la UE para la paz en Oriente Medio.
Escaparate de libros y revistas Publicación del IEAM de Casa Árabe Dirección: Gema Martín Muñoz Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo Investigadores: Rocío Vázquez Martí y Amira Kedier
El presidente de la ANP, Mahmud Abbas (Abu Mazen)
El primer ministro del gobierno destituido, Ismael Haniyya
La situación interna palestina se encuentra, según coinciden analistas y observadores, en “la más peligrosa de sus etapas”. Mientras continúe el enfrentamiento entre Fatah y Hamás, el proceso de paz palestino-israelí no podrá avanzar. El pasado mes de noviembre, desde El Cairo se decidió lanzar una nueva iniciativa de diálogo y mantener una reunión de reconciliación entre todos los grupos palestinos que, finalmente, no llegó a celebrarse. El gobierno egipcio decidió aplazarla, intentando evitar un previsible fracaso debido a las numerosas objeciones de varios grupos, al boicot de Hamás y de otras tres facciones y a la espera de “condiciones más propicias”. La gravedad de lo acontecido durante diciembre y enero en Gaza debería provocar una toma de conciencia sobre la gran importancia de lograr la unión y reconciliación palestina. Pero eso será objeto de otro análisis en una futura Atalaya de Casa Árabe. Desde que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ganara las elecciones legislativas celebradas en enero de 2006 con una amplia victoria (76 diputados frente a 43 de Fatah, de un total de 132), la situación interna en los territorios ocupados palestinos no ha dejado de tensarse y complicarse. La victoria de Hamás obtuvo como respuesta casi inmediata un boicot internacional, liderado por EEUU y respaldado por la UE, quienes decidieron bloquear las ayudas internacionales, lo que tuvo como consecuencia directa la imposibilidad de pagar el salario de unas 900 000 personas y el deterioro imparable de la economía palestina en su conjunto. A esto se sumaron una serie de medidas adoptadas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que reforzaban la posición del presidente Mahmud Abbas (Abu Mazen) y que tenían como objetivo limitar el margen de maniobra del gobierno del primer ministro, Ismael Haniyya. Así, se estableció que todas las fuerzas de seguridad, al
igual que los ministerios de Hacienda e Información, pasaban a ser responsabilidad del presidente de la ANP y no del jefe de gobierno; se concedió al presidente de la ANP la facultad de nombrar a los jueces del Tribunal Constitucional y el control del paso de Rafah; se diseñó un programa para aumentar el número de miembros de la Guardia Presidencial y se nombró a Rashid Abu Shbak (hasta ese momento jefe de los Servicios de Seguridad en la Franja de Gaza) director general de la Seguridad Interior (es decir, de la Seguridad Preventiva, la Policía y Defensa Civil). Una de las reacciones fue la creación, por parte de Hamás, de una Fuerza Ejecutiva que el presidente Abbas declaró ilegal y que dependía directamente del ministro de Interior, Said Siyyam. Ante esta situación, Hamás decidió tomar el control de la Franja de Gaza, acción a la que respondió el presidente Abbas con la disolución del gobierno de unidad nacional y la declaración del estado de emergencia.