Marzo-Abril 2012
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Sumario Análisis 1. Irán: el presidente contra el líder supremo. 2. Argelia: ¿primavera árabe o excepcionalidad argelina? 3. Afganistán: ¿hacia una recomposición interna? Perfiles 1. Abdallah Yaballah, presidente del Frente de Justicia y Desarrollo argelino. 2. Qalbuddin Hikmatyar, líder del Partido Islámico afgano. Opinión pública 1. La reconciliación en la opinión pública palestina. 2. Los tunecinos opinan sobre la situación en el país. 3. Las relaciones entre Irán y Estados Unidos. 4. Preferencias del electorado egipcio ante las presidenciales. 5. Valoración de los primeros cien días del gobierno tunecino. 6. Percepción de Turquía en Oriente Medio y el Golfo. Documenta 1. Proyecto del Pacto Nacional para la Siria del Futuro. 2. Comunicado final de la Conferencia de Amigos de Siria. 3. Documento final del segundo congreso del Grupo de Amigos del Pueblo Sirio. 4. Documento del Pacto Nacional de los Hermanos Musulmanes de Siria. 5. Declaración de Doha sobre el gobierno nacional palestino. 6. Conferencia internacional sobre Somalia. 7. Declaración de Nuakchot. 8. Cumbre de la Liga Árabe en Bagdad. Escaparate de libros y revistas Publicación del IEAM de Casa Árabe Dirección: Eduardo López Busquets Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo Investigadora: Rocío Vázquez Martí
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ISSN 1989-0400
Atalaya sociopolítica de Casa Árabe Análisis Las elecciones legislativas celebradas en Irán a principios del pasado mes de marzo no han supuesto ninguna sorpresa. No se esperaba que hubiera grandes cambios ni que la corriente reformista –con el Movimiento Verde a la cabeza- lograra avance alguno. Estos comicios han servido para reforzar la posición de Ali Jamenei, máxima autoridad del país, ante el cada vez más debilitado presidente, Mahmud Ahmadineyad, que, a lo largo de los últimos meses, se ha atrevido a desafiar al líder supremo cuestionando la verdadera utilidad del clero iraní. Los actores principales se han aglutinado, de una manera un tanto caótica, siguiendo un criterio personalista y protegiendo, en cada caso, sus intereses personales. En lo que afecta a las relaciones exteriores de Irán y al desarrollo de su programa nuclear, estos comicios tampoco van a suponer ninguna variación, ya que son cuestiones sobre las que el Parlamento no tiene competencia. La segunda vuelta de las elecciones, para decidir los 65 escaños que han quedado vacantes, se celebrará el 4 de mayo pero no se espera ningún cambio sustancial, excepto el aumento de los diputados ultraconservadores en el Parlamento unicameral. El camino está preparado para que, de las elecciones presidenciales de 2013, salga elegido un presidente más afin al líder supremo y al Consejo de Guardianes de la Revolución.
Irán: el presidente contra el líder supremo El pasado 2 de marzo se celebraron en Irán elecciones parlamentarias, los primeros comicios desde la reelección del presidente Ahmadineyad, en 2009, que provocó una ola de protestas duramente reprimidas durante ocho meses. Con el boicot de las principales fuerzas de oposición, estas elecciones han constituido más un pulso entre el presidente y el líder supremo que unas verdaderas elecciones que pudieran cambiar el signo del Parlamento. Más de 48 millones de electores iraníes se dirigieron el pasado viernes 2 de marzo a los 47 665 colegios electorales de las 31 provincias del país para ejercer su derecho a voto y elegir a los 290 miembros de la única cámara del Parlamento (Maylis). Si bien los resultados electorales son, hasta cierto punto, irrelevantes, el contexto político en el que se han celebrado las elecciones no lo es tanto. Con las revueltas de 2009 todavía en la memoria y el miedo a un posible contagio de las Primaveras árabes de 2011, estas elecciones han supuesto una consulta sobre la creciente rivalidad entre el presidente y el líder supremo y sobre la acción exterior iraní ante las presiones occidentales respecto a su programa nuclear.
De los 48,3 millones de iraníes con derecho a voto, participaron, según cifras oficiales, un 64,2%, todo un record que superó en diez puntos la participación en las últimas legislativas (2008) y presidenciales (2009), donde la afluencia alcanzó el 51%, siendo la participación más alta desde el sexto Parlamento salido de las elecciones de 2000. Lo cierto es que las voces de la oposición no ofrecen las mismas cifras y aseguran que el hecho de haber ampliado las horas de apertura de los colegios electorales responde, exactamente, al argumento contrario al esgrimido por las autoridades: no es que hubiera demasiados votantes haciendo cola, es que había pocos. Periodistas y fotógrafos, iraníes y extranjeros, han asegurado que las fuerzas de seguridad les
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