DE SALADINO A SHEREZADE: ORIENTE EN EL CÓMIC El mundo occidental comenzó una expansión marítima y territorial a partir del siglo XV que terminó por abarcar todo el planeta. Su encuentro con otras sociedades fue guerrero y comercial, conflictivo y pocas veces pacífico. Los exploradores, viajeros, misioneros y conquistadores transmitieron una determinada visión de los otros entre exótica y misteriosa, entre atractiva y peligrosa, entre lejana y distante. Los otros representaban tanto la riqueza material como la pobreza moral, la tierra de misión y la impenetrable bestialidad. El mundo árabo-musulmán, situado en el límite inmediato de Europa, ha sido con mucho el que más ha atraído la atención de los occidentales y el más estudiado, escrutado y analizado para señalar o demonizar su extrañeidad. El orientalismo construyó un saber sobre el otro que superó el marco descriptivo o científico para entrar en la literatura, la producción musical y la pincelada pictórica, aportando a nuestro mundo un cúmulo de tópicos y referencias culturales de enorme impacto entre la atracción y el rechazo. El objetivo de esta exposición es mostrar un recorrido claro y explicativo, aunque no exhaustivo, por estas visiones y percepciones de oriente a través de una de las expresiones artísticas con más influencia mediática, tildada de “popular” por su accesibilidad y estrategias narrativas: el cómic. Este medio ha reflejado corrientes de pensamiento muy diferentes que han cristalizado en contenidos de gran atractivo y fuerte impacto. No pretendemos hacer un repaso exhaustivo de una cronología del cómic, sino plantear algunos elementos clave que han influido en la configuración de determinados caracteres y perfiles de personajes, es decir arquetipos y estereotipos. El cómic, como forma de comunicación gráfica, instrumento de ocio y expresión artística, ha tratado oriente en múltiples ocasiones y ha creado un Olimpo de héroes y heroínas cuyas aventuras se desarrollan en ese mundo ensoñado de princesas y guerreros, de tiranos y sabios. Ese oriente que también se encuentra en las calles de nuestras ciudades debido a la inmigración, enriqueciendo nuestra vida cotidiana o despertando temores atávicos frente al extranjero.
El cómic es una forma de creación cultural ágil y dinámica cuyo lenguaje combina texto e imagen señalando su mestizaje y bastardía con la literatura y la pintura. Hijo rechazado y rebelde, su fuerza y su debilidad son sus mensajes sintéticos (viñeta, bocadillo, poco texto, sobre todo en el cómic tradicional) lo que lo caracteriza y lo diferencia de otros lenguajes y formas de creación, lo que lo hace agresivo y explícito. Como en el cuento popular, del que procede en cierta forma, la caracterización de los personajes del cómic tiene que ser hecha de manera eficaz, pues en un par de viñetas con apenas texto el autor tiene que resumir y transmitir toda una historia. Por ello, el comic tiende al estereotipo (el bueno vs el malo / el feo vs el guapo) lo que le da su extraordinaria fuerza narrativa a la vez que su inquietante capacidad de simplificación. El cómic también es esperanza y reflejo de cambio cuando refleja con ojo crítico la transformación mundial que estamos viviendo, cuando defiende a víctimas de injusticias diversas y lo hace con la gran fuerza de su impactante mensaje gráfico.
Oriente son los otros
empezó a publicarse en 1956 y sus aventuras transcurrieron a lo largo de 618 cuadernos semanales apaisados hasta 1968, al margen de aparecer en otras publicaciones y reediciones. Nació de la imaginación del novelista Víctor Mora y de la maestría del dibujante Ambrós. Su creador lo define como “un caballero andante, contemporáneo de Ricardo Corazón de León y Gengis Khan, que se movía por una Edad Media hacia la que me habían atraído irresistiblemente los maravillosos relatos del Ciclo Artúrico”. Viajero infatigable, el Capitán Trueno, acompañado de sus inseparables Crispín, Goliath y su prometida Sigrid, reina de Thule, recorre los más diversos escenarios históricos en una amalgama de culturas, anacrónicamente contemporáneas. China, el Egipto de los faraones, la costa africana, las islas escandinavas y las arenas del Próximo Oriente son algunos de los múltiples escenarios de sus aventuras. el capitán trueno
El Capitán Trueno La terrible “Simla”, número 6 © Víctor Mora y Ambrós. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A. Original en blanco y negro Reproducción: reedición coloreada. Trueno Color.1969 Barcelona. Editorial Bruguera S.A.
Oriente son los otros
Arquetipos del nosotros occidental El mundo occidental dibuja una visión de los otros que termina siendo una reflexión sobre sí mismo, sobre su mundo, su sociedad y sus costumbres. A través de la investigación sobre lo exótico, se está definiendo lo familiar: un espacio equilibrado y civilizado que busca comprenderse. El occidental adoptará figuras y arquetipos también determinados comenzando por el guerrero conquistador y el misionero que, con la espada y la cruz, se adentran en territorios ignotos para descubrirlos junto con sus habitantes aparecidos como parte del paisaje. También, desde el principio, estas dos figuras van a entrar en contradicción por su diferente manera de tratar al otro.
El Cachorro Aleta
Los valores occidentales de humanidad y democracia, unidos perfectamente a la idea de superioridad natural de quien los encarna, se irán concretando en una imagen frecuentemente autocomplaciente llena de caridad y atención al prójimo, de hegemonía natural en la forma de ver el mundo y la ciencia. El mito de Prometeo también se unirá a este arquetipo occidental. Esta figura del salvador extranjero se perpetuará desde Robinsón hasta los héroes del siglo XX. Las complejas relaciones entre occidente y el lejano oriente, la colonización europea de Asia, la alianza entre Japón y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, la implantación del comunismo en China y su expansión por Asia, han creado en el imaginario popular el llamado “peligro amarillo”, que ha encontrado su mejor canal de difusión en el cómic.
Flash Gordon Alex Raymond Viñetas de 1934 y 1940. Reproducción: reedición coloreada, 1988. Barcelona. Tebeos S.A. Copyright © 1988 King Features Syndicate Inc & ©1998 Ediciones B, S.A.
El perverso emperador Ming es el eterno enemigo del héroe del espacio Flash Gordon, personaje creado por alex raymond en 1934 como cómic de prensa en Estados Unidos. El diabólico doctor Fu Manchú, imaginado por Sax Rohmer en 1912, es uno de los malvados más conocidos del mundo de la novela popular, el cómic y el cine. La serie en tres cuadernos Los Tambores de Fu Manchú fue publicada en 1943. Por su parte, los mongoles son los adversarios del protagonista de la serie Águila Negra, obra de Miquel Ripoll, publicada en España, en 1948.
Águila Negra Portada, 1948 Miquel Ripoll & Rafael González Barcelona. Editorial Bruguera S.A.
Los Tambores de Fu Manchú Portada, 1943. José Grau Valencia. Editorial Valenciana.
Este liderazgo lleva aparejado el sacrificio y la autoimposición de valores de disciplina y moral férrea que caracterizarán al líder necesario. Los héroes del cómic son estoicos, reservados, puros. Están entregados a una misión que los trasciende para salvar la humanidad.
Indiana Jones
Sigrid
Por otro lado, las sociedades exóticas han permitido una crítica interna de las sociedades occidentales. Desde las cartas persas hasta la película Avatar, los otros son utilizados para criticar los excesos internos de la política, el mercantilismo o la pérdida de valores de occidente: los pueblos no occidentales son vistos como puros y representativos de valores que han ido degenerando en nuestras sociedades. Los otros son los últimos habitantes del paraíso. El Hombre Enmascarado
El Capitan Trueno
Dos siglos de imagen compartida ¿Qué es oriente? ¿Por qué su nombre, al ser pronunciado evoca imágenes concretas de exotismo, sensualidad, extrañeza, prevención, atracción o rechazo? ¿Por qué este término ha provocado un despliegue tan fantástico de relatos e imágenes desde hace dos siglos? ¿Qué atrae al ilustrador, al dibujante, al artista en definitiva, a trabajar sobre este mundo imaginado por occidente? Oriente no es únicamente el mundo árabo-musulmán. Hay dos orientes. El oriente cercano o medio oriente cuya frontera religiosa clara es el islam. Y el oriente lejano, conocido desde los relatos de Marco Polo y mitificado por Europa a finales de la llamada Edad Media: el Catay y Cipango que Colón buscó desesperadamente en su viaje de exploración. Exóticos, lujuriosos, tiránicos y crueles son los personajes de ese oriente lejano que reflejan la literatura y el cómic. El exotismo del imperio chino y los maharajás indios, la sabiduría de los sabios confucianos o el budismo zen se alternan con la tiranía terrible de sus gobernantes o la maldad intrínseca de personajes emblemáticos como Fu Manchú. También hay un oriente más cercano en el que los árabes son en cierto modo herederos de una antigua y misteriosa civilización que atrae a occidente desde el mundo griego: el Egipto faraónico. Es el mundo de las tumbas, los tesoros, las maldiciones y las momias vengativas que llenarán la imaginación occidental desde la conquista napoleónica y los descubrimientos de Champollion. Aun hoy, este oriente cercano sigue produciendo una enorme ficción en el campo audiovisual. El mundo árabe será también objeto de estas visiones de la alteridad no europea, un lugar exótico que debe ser conocido pero también temido, un compendio de víctimas y verdugos, una mixtura de pueblo oprimido y tiranos descarnados, riquezas que conseguir y traiciones que evitar. Una gran aventura para el héroe occidental.
Entre el sabio, el guerrero y el tirano: La imagen del árabe en la prensa gráfica La imagen del mundo árabo-musulmán y de sus protagonistas tiene como fuente una enorme variedad de cuentos y relatos sobre oriente acumulados a lo largo de los siglos. Estas historias, a las que se suma la larga tradición de la cuentística árabe, fueron ampliadas a partir de las traducciones y traslaciones de relatos indios y persas aportados por el mundo árabe. Se trata fundamentalmente de los escenarios de Las mil y una noches, con la figura central de la seductora Sherezade como narradora. A partir de este conjunto de relatos surgieron figuras de guerreros y truhanes, de sabios y pícaros, de doncellas y amantes, de tiranos y rebeldes. El sabio oriental despliega sus artes con una sabiduría que es vieja como él mismo. Su conocimiento es mágico: adivinación del futuro a través de los astros o de los sueños, preparación de ungüentos maravillosos o posesión de talismanes que ayudarán al héroe en sus aventuras. Es un ser bueno que se encuentra fuera del tiempo y que, con frecuencia, contempla con amargura la destrucción de su mundo ante los avances implacables de la modernidad. En ocasiones acepta este destino con fatalismo indulgente aunque otras veces se rebele inútilmente contra él. En otras historias este sabio también se puede convertir en un malvado nigromante, un personaje dedicado a los conjuros y a las imprecaciones, a fabricar pócimas y bebedizos, a provocar maldiciones y desgracias. El guerrero oriental es un personaje que viene de inmediato a la memoria con su larga túnica, su turbante y su cimitarra al cinto; con su barba puntiaguda y su cara afilada enmarcada por una negra cabellera; de grandes ojos, gruesos labios y larga nariz, luce en ocasiones una sonrisa casi demoniaca o estalla en una alegre carcajada mostrando sus dientes afilados. Esta imagen contrasta con la del buen guerrero que encuentra su personificación en la figura de Saladino, personaje alabado tanto en el mundo árabo-musulmán como en el cristiano occidental. Saladino es una suma de perfecciones caballerescas combinadas con un verdadero talento político. Frente a él se sitúa la figura del guerrero cruel e instintivo que amenaza al héroe con su enorme corpulencia y su terrible cimitarra, pero al que es fácil vencer pues le ciegan sus pasiones y su ira. Nos encontramos también al mercader interesado y avaricioso, que explota a sus convecinos y hasta puede ser comerciante de inocentes esclavos. Y por encima de ambos, en la cúspide de la pirámide social, el tirano que adereza su reino de terror con asesinatos y torturas, e impone sus caprichos a un pueblo empobrecido y atemorizado gracias a la ayuda de sus terribles guardias, siempre enfundados en oscuras vestimentas.
Entre el sabio, el guerrero y el tirano
La imagen del árabe en la prensa gráfica
La imagen del árabe en la prensa gráfica
En 1912 edgar. r. burroughs publicó la primera aventura de Tarzán en un pulp, publicación popular americana de relatos. El personaje, heredero de los dilemas sobre la naturaleza humana de Rousseau, adquirió rápidamente gran popularidad y sus aventuras inspiraron más de una veintena de novelas. La versión en cómic de Tarzán empezó a publicarse en 1929. Durante casi todo un siglo, Tarzán ha sido objeto de multitud de adaptaciones en el cine y la televisión, y su cómic se ha publicado en numerosos periódicos. Un adversario recurrente de Tarzán es el tirano que tiene sometido a su pueblo. En una de las viñetas reproducidas, el rey de la selva viaja a las ardientes arenas del desierto para luchar contra unos mercaderes de esclavos. En otro episodio, el héroe protegerá a la princesa árabe de la crueldad del malvado gobernante, enemigo del padre de ésta.
anne goetzinger,
Tarzán Sobre las arenas del desierto. Viñetas de 1931 Reproducción: reedición. 2007 Barcelona. Planeta DeAgostini © 2007 by Edgar Rice Burroughs, Inc & ©2007 Planeta DeAgostini
Tarzán La cámara de ejecución. Viñetas de 1934. Hal Foster Reproducción: reedición. 2007 Barcelona. Planeta DeAgostini © 2007 by Edgar Rice Burroughs, Inc & ©2007 Planeta DeAgostini
dibujante francesa afincada en Barcelona, publicó en 1988, con guión de Víctor Mora, El Ogro de Djebel que narra las aventuras de Felina, una heroína de extraños orígenes casada con un millonario estadounidense que fue asesinado por la secta enigmática Kriss. Felina, obstinada en vengar la muerte de su marido, adoptará una doble identidad para conseguir su propósito. Una parte importante de la narración transcurre en el desierto donde nuestra heroína recibirá la ayuda inesperada de un valiente y seductor guerrero tuareg. es un personaje creado para el cine por George Lucas en 1973. Tras el éxito de la película En busca del arca perdida, Indiana fue adaptado al cómic aunque la versión en papel difirió bastante de la cinematográfica, pues se evitaron escenas de violencia explícita y se mejoró la imagen de los árabes que se daba en el cine. La serie Las nuevas aventuras de Indiana Jones empezó a publicarse en España en 1983 y constó de 26 números de periodicidad mensual. Actualmente el personaje continúa publicándose en castellano.
indiana jones
Las nuevas aventuras de Indiana Jones En busca del arca perdida, número 11 John Byrne. Barcelona. Ediciones Forum, S.A ©1981 Marvel Comics Group & ©1983 Ediciones Forum, S.A
El Ogro de Djebel. Una aventura de Felina. Víctor Mora & Anne Goetzinger Reproducción: edición Colección Cimoc-Extra Color número 45. Barcelona. Norma Editorial
Entre la odalisca y Sherezade: Personajes femeninos de oriente En 1814, Dominique Ingres pinta La gran odalisca, una obra que recogió la influencia de novelas, comedias y óperas con personajes otomanos, la “turquería” caracterizada por sus temáticas carnavalescas sobre las amantes del sultán. El cuadro tuvo un indudable éxito en la pintura occidental durante dos siglos. Las odaliscas serían las descendientes de las hetairas griegas, cortesanas de lujo del harén con grandes habilidades en el arte de la música, la recitación de poemas y la agradable conversación. Sin embargo, el personaje de la obra no tenía mucho que ver con la realidad de un harén otomano, pero sí con el imaginario occidental sobre la feminidad de oriente. Estas mujeres sensuales y entregadas al placer, el suyo y el de sus amos, refinadas especialistas de la ociosidad, eran la cara opuesta del arquetipo de lo que debía ser una mujer occidental o, quizás, reflejaban su espejo invertido y añorado. De Ingres a Fortuny, de Matisse a Picasso, podemos encontrar cientos de odaliscas en la pintura occidental de los siglos XIX y XX. Sin embargo, la mujer oriental se dibuja también con perfiles muy distintos a este y Sherezade constituye sin duda uno de los principales arquetipos de la figura femenina. Su historia es la de una mujer que se entrega a un tirano que asesina a sus esposas después de la noche de bodas. La astucia de Sherezade y su capacidad de contar bellas historias serán las armas de las que se servirá para salvarse a sí misma y al resto de mujeres amenazadas, dando lugar al ciclo narrativo de Las mil y una noches. Nos encontramos ante un personaje amable y astuto que utiliza para el bien las artimañas de la palabra, que se alza victoriosa sin batalla. Sin necesidad de cortar la cabeza del Holofernes terrible, tal y como hizo Judith, se apodera de su mente y libra a su pueblo de la amenaza. Por tanto, la imagen de la mujer oriental en los cuentos de Las mil y una noches, y así también reflejado en numerosas obras literarias y gráficas de autores occidentales posteriores, no es precisamente pasiva: las mujeres luchan e intrigan y, muchas veces, salvan al héroe de los peligros que lo acechan o le procuran los medios para triunfar. Encontramos en ello una apología de la astucia femenina y un relato de las dificultades del varón para librarse de sus añagazas. La representación de la figura femenina oriental, casi siempre en el marco del imaginario masculino, es, en suma, ambigua y caleidoscópica.
Entre la odalisca y Sherezade
Personajes femeninos de oriente Las mujeres del cómic en general, y en el que tiene como marco de referencia escenográfico a oriente en particular, han sido representadas con mucha frecuencia a través de papeles secundarios: odaliscas, concubinas, bailarinas, esclavas, princesas cautivas, etc. Todo un elenco de personajes sometidos a las arbitrariedades del tirano de turno o a las gentilezas del héroe habitual. A pesar de ello, encontramos también séries donde se representa a mujeres carismáticas, repletas de carácter, fuerza y gallardía, es decir, incorporando los atributos clásicos del héroe de condición masculina. Es el caso de la mujer pirata que aparece en más de una ocasión en la serie El Guerrero del Antifaz o de La princesa argelina Faiza que lidera, en un episodio de la serie El Corsario de Hierro, la revuelta contra el tirano. El Guerrero del Antifaz comenzó a publicarse en 1943 y la serie original constó de 668 cuadernos. La primera edición de El Corsario de Hierro se publico en 1977, aparecieron 58 cuadernos que posteriormente han sido objeto de diversas reediciones.
El Guerrero del Antifaz Yesmina la pirata, número 535.1954. Manuel Gago. Valencia. Editorial Valenciana S. A.
El Guerrero del Antifaz La mujer pirata, número 82.1944. Manuel Gago. Valencia. Editorial Valenciana S. A.
El Corsario de Hierro Golpe de audacia, número 3. Mercaderes de Ébano, número 51. Víctor Alcazar & Miguel Ambrosio “Ambrós”. Reproducción: Edición 1977 y 1978. Barcelona. Editorial Bruguera S.A. © Víctor Mora y Ambrós. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A.
El orientalismo y la época colonial Entre la odalisca y Sherezade
Personajes femeninos de oriente recoge con minuciosidad el estereotipo de la mujer que nos ha legado el orientalismo. El Príncipe Valiente, publicado por primera vez en 1937, recorre desde sus inicios diversos continentes y se enfrenta a contextos culturales desconocidos. En su viaje por tierras musulmanas pasa la noche en una taberna, donde unas alegres odaliscas bailan seductoramente ante la mirada lasciva de unos mercaderes. El mundo misterioso y prohibido del harén, en el que se ve sorprendido el protagonista de El Corsario de Hierro constituye otro de los clichés habituales con los que se refleja lo femenino oriental. hal foster
El Príncipe Valiente Hal Foster. Reproducción: reedición 2006 Barcelona. Planeta DeAgostini © King Features Syndicate, Inc. ™Herast Holdings, Inc ©2006 Editorial Planeta DeAgostini El Corsario de Hierro Golpe de audacia, número 3. Víctor Alcazar & Miguel Ambrosio “Ambrós” Barcelona. Editorial Bruguera S.A. © Víctor Mora y Ambrós. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A. Carpanta Josep Escobar Pulgarcito, 1949 Barcelona. Editorial Bruguera S.A. © Herederos de José Escobar. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A.
Estos estereotipos quedan reflejados en cómics de muy diversa factura y contenido. Carpanta, personaje nacido en la postguerra española, protagonista de historias donde la pobreza y el hambre son los temas habituales, también deja aflorar el imaginario popular más arraigado sobre oriente y la figura de la mujer, anónima y sumisa. En esta historieta se representa a un sultán de aspecto más que saludable que, acompañado de 382 esposas, invita a comer a Carpanta. El desconocimiento de las peculiaridades culinarias de los árabes, satirizadas por el autor, echarán al traste una vez más el banquete ansiado por nuestro protagonista, cuyas peripecias siempre giran en torno a la odisea de intentar comer.
Lo que se conoce como orientalismo es una disciplina académica que, durante dos siglos, acompañó a la expansión europea en oriente; una visión del mundo en la mente de funcionarios imperiales y académicos universitarios que se vio también reflejada en el arte y la literatura. El orientalismo, sobre el que el investigador palestino Edward W. Said realizó reflexiones fundamentales, desarrolló un saber pretendidamente científico que justificó la intervención colonial europea y marcó durante dos siglos la estructura del relato sobre oriente. Este oriente del orientalismo fue heredero de los esquemas creados durante la lucha de las polis griegas frente al imperio persa, renovados posteriormente durante la Edad Media a través de la confrontación entre el cristianismo y el islam y que culminó en las cruzadas. Transformado a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, el orientalismo se convirtió en la visión oficial de lo que significa y se puede esperar de oriente. En él convivirán muchos mundos enfrentados y contradictorios que la literatura occidental reflejará en sus imágenes: el mundo hospitalario, acogedor y de una cortesía refinada junto al mundo traidor, insidioso y desleal; el mundo que oculta misterios insondables y una arcana sabiduría junto al mundo ignorante y fanático; el mundo del lujo, la sensualidad y el refinamiento junto al mundo pobre, instintivo y cruel. Durante la época colonial, occidente impone una modernidad que pretende difundir valores relacionados con el progreso, la mejora y el crecimiento, pero olvida, sin preguntar a los supuestos beneficiados, que estos valores son los propios. Esta empresa civilizadora va con frecuencia acompañada de una moral religiosa: no sólo se trata de expandir la civilización, sino también de salvar sus almas. Dado que con frecuencia las sociedades receptoras se manifiestan contra esa imposición por parte de la sociedad que les es ajena, el héroe occidental siente incomprensión y lamenta este inexplicable rechazo a los avances del progreso necesario e inevitable. Así, el occidental es reflejado en la prensa gráfica como sumido en una profunda tristeza ante este desamor que no entiende. La resistencia de la sociedad tradicional es contemplada en el cómic como romántica pero, sobre todo, como algo caduco y fruto de una intransigencia fanática. Es el enfrentamiento del camello contra el ferrocarril donde sospechamos quién será el inexcusable triunfador. Una batalla inútil ante un proceso inevitable. Se acentúa el fatalismo de estas sociedades que se resisten al cambio en defensa de intereses perversos o por la inercia de sus costumbres milenarias.
La rica complejidad del mundo árabe: Oriente entre la reinvención y la compresión
El orientalismo y la época colonial
El colonialismo en sus diversas manifestaciones ha tenido con frecuencia representación en el cómic. El rostro amable del colonizador ya aparece en la figura del misionero en Tintín en el Congo, una de las primeras aventuras del personaje belga, publicado en el año 1946. Pero también el colonialismo militar tiene su representación en series como Audaces Legionarios, publicada a partir de 1958 y ambientada en el contexto de la guerra de España en Sidi Ifni, donde se da una imagen despectiva de los insurgentes al mando del sangriento Abdala. Por su parte, el colonialismo francés también aparece en obras como Tarzán o El Ogro de Djebel. Aunque con una imagen más amable, nos encontramos también la visión de dos mundos opuestos: las sociedades tradicionales de la colonia, prisioneras de la irracionalidad y la superstición, frente a los usos educados y avanzados del imperio colonial. El Ogro de Djebel. Una aventura de Felina Víctor Mora & Anne Goetzinger Reproducción: edición Colección Cimoc-Extra Color número 45. 1988. Barcelona. Norma Editorial
Audaces Legionarios 1958. Luís Ortiz & De Laiglesia Valencia. Editorial Maga
La curiosidad es uno de los grandes valores de la modernidad y anima muchos de los relatos de viajeros, geógrafos y literatos que han recorrido el mundo árabo-musulmán. Este oriente, aunque muchas veces mirado bajo el prisma de los tópicos habituales, es un mundo que se desea conocer y del que se anhela aprender, al que se ansía aportar nuevos conocimientos del que se pide colaboración. Muchos escritores, artistas y dibujantes occidentales han buscado este encuentro con oriente y han huído del orientalismo fácil y paternalista. La comprensión requiere humildad y respeto por el “otro” sin por ello renunciar a la crítica. Esta actitud también la encontramos en el mundo de la ficción y el recurso gráfico a través de cómics que plantean una relación de iguales y donde también tiene cabida la denuncia. El mundo árabo-musulmán es un mundo que cambia y que vive, no un paisaje inmóvil que permanece estático y cuya pureza es preciso preservar. El encuentro con oriente pasa por el descubrimiento de sus habitantes, de sus costumbres y de sus luchas. Se trata, en suma, del hallazgo de su rica complejidad. Aún con todo, siempre estaremos ante el peligro de una reinvención de oriente, que incluso puede ser asumida y favorecida por sus propios protagonistas. Algunas campañas de promoción turística o determinadas películas históricas realizadas en estudios del mundo árabo-musulmán han fomentado también, de manera aparentemente positiva, el arquetipo del árabe.
El espejismo de un enfrentamiento inventado
El espejismo de un enfrentamiento inventado
La hipótesis de Samuel Huntington evocaba la necesidad de encontrar un nuevo enemigo para renovar la potencia de occidente; una nueva frontera —en referencia a un viejo y peligroso término kennedyano– hacia la que canalizar los esfuerzos y energías de un occidente sin enemigo después de la caída del muro. Las teorías de esta escuela dejan traslucir la idea de que las civilizaciones son inmóviles contenedores donde las personas se encuentran encarceladas y presas de su destino fatal. Incluso los moderados, que defienden la existencia de estas civilizaciones y la necesidad de mantener su pureza, caen en una dulce xenofobia aparentemente aceptable. Los partidarios del relativismo cultural afirman que cada civilización es totalmente diferente, cada una con un “alma” propia y una forma distinta de pensar las situaciones y los acontecimientos. Razonamientos así han llevado al relativismo cultural a considerar inapropiada, por ejemplo, la imposición del respeto a los derechos humanos universales por considerar que son una construcción sociocultural propia de los países occidentales y, por tanto, ajenos a otras regiones culturalmente distintas: son obcecados, persistentes y apasionados porque son primitivos; y son íntegros, rectos y justicieros porque son puros.
jean tabary es el creador, junto con el malogrado René Goscinny (†1977),
de una serie de historietas con el telón de fondo del Bagdad de Las mil y una noches. Esta ciudad placentera, lujosa y deslumbrante, “Bagdad la magnífica”, se encuentra gobernada por el buen califa, Harun El Pussah, que tiene como primer ministro a un malvado visir, Iznogud, empeñado en conspirar a cualquier precio para ocupar su puesto aunque sus innumerables tentativas nunca surtan efecto y den paso a delirantes situaciones.
El occidental los convierte en un objeto de estudio e incluso de admiración, pero los deshumaniza. De esta forma, tras un aparente respeto por la diferencia, estos autores levantan un nuevo muro repleto de los peores tópicos que occidente ha inventado contra el mundo árabo-musulmán y su imposibilidad de asumir la modernidad. Se trata de la invención de un “alma oriental”, una forma inmóvil de contemplar el mundo que es intangible y que no debe cambiarse. Son la muestra de un espejismo en un desierto inventado.
Los autores nos muestran una sociedad oriental adormecida y paralizada con estereotipos bien definidos: el inamovible infantilismo del califa y un visir que encarna todos los vicios. A través de ellos, el autor realiza numerosos guiños a una anacrónica e imposible modernidad haciendo de ello uno de los principales recursos humorísticos.
Las aventuras del califa Harun el Pussah
Iznogud el Infame. Goscinny & Tabary Reproducción: reedición. 1991. Barcelona, Ediciones Junior Copyright© 1968 Dargaud Editeur & 1991 Grijalbo-Dargaud, S.A.
Las aventuras del califa Harun el Pussah se publicaron en castellano por primera vez en formato álbum en 1970. Actualmente se continúan reeditando.
La riqueza del encuentro de dos mundos Aunque en la historia del cómic occidental predominan los personajes opuestos y el “otro” no suele ser el héroe, se da una llamativa excepción en el caso de la figura de Saladino. Se trata sin duda de una figura emblemática de la historia real caracterizada por el respeto y la tolerancia. Este hombre de estado del mundo islámico, cuyo liderazgo supuso un período de renacimiento tras la época de invasiones mongolas y cruzadas, y que logró la reconquista de Jerusalén sin el baño de sangre que había provocado su conquista, es alabado por sus virtudes caballerescas en las crónicas y así recogido también en el cómic. La historieta gráfica también es el lugar donde viven personajes como Corto Maltés, creación de Hugo Pratt, que encarna el paradigma de un orientalismo diferente, curioso y apasionado, aventurero y revolucionario. El misterio envuelve en sus viñetas los diversos orientes de Corto: desde una Venecia orientalizada a los ambientes de la casa dorada de Samarcanda. Hijo de una gitana sevillana y un marino, educado en la Córdoba de la cábala judía y de la filosofía islámica, este héroe, siempre cínico y desmitificador, trata al resto de igual a igual, sin paternalismos pero con apasionamiento.
es uno de los grandes líderes de la historia del mundo islámico pues logró la unificación de Oriente Próximo. Es un personaje que aparece de manera recurrente en el cómic de aventuras español, ambientado en la época de las cruzadas y siempre lo hace como figura positiva. Saladino, que derrotó a los templarios en la batalla de los Cuernos de Hattin (1187) y puso fin al reino cruzado de Jerusalén, representa en el cómic al adalid, invencible en el campo de batalla pero también justo, culto y dialogante con el adversario. saladino
En una mezcla de ficción e historia el Capitán Trueno se cruza en su camino con Saladino, y éste le pide que sea portador de un mensaje conciliador para el jefe de los cruzados, Ricardo Corazón de León. Saladino autorizará la entrada de todos los peregrinos cristianos a los Santos Lugares, excepto la de uno, el propio rey Ricardo.
El Capitán Trueno Saladino, número 41. 1957. Víctor Mora & Miguel Ambrosio “Ambrós” Barcelona. Editorial Bruguera S.A. © Víctor Mora y Ambrós. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A.
La riqueza del encuentro de dos mundos
La riqueza del encuentro de dos mundos
Según hugo pratt, Corto Maltés nació en 1887, hijo de una gitana española y un marino. Aunque súbdito británico con residencia en las Antillas, vivió una temporada en Córdoba. Viajero incansable, como su autor, fue testigo de episodios bélicos como la guerra de los Boxers o la invasión de Manchuria. Conoció a personajes históricos como el novelista Jack London, el teólogo Teillard de Chardin, John Reed y el mismísimo Stalin, que le salvaría la vida en una ocasión. Corto Maltés también se alistó en las Brigadas Internacionales para luchar en la Guerra Civil española. La casa dorada de Samarkanda cuenta las andanzas del personaje, entre las tropas francesas y el ejército turco, en el periodo convulso del fin del imperio otomano, hacia el año 1922. La acción comprende un año natural de la vida del personaje. La primera aventura de Corto Maltés se publicó en 1967 en la revista italiana Sargento Kirk.
Corto Maltés La casa dorada de Samarkanda Hugo Pratt. Reproducción: edición 1999. Barcelona. Norma Editorial
Paisajes y temas centrales El mundo de la imagen gráfica ha producido múltiples sueños y bastantes pesadillas sobre oriente. Este mundo, entre la ficción y la realidad, idealizado por los occidentales, ha contado con héroes y malvados, sabios y bufones, caballeros y villanos. Sus temas han tratado la memoria del pasado, los reinos míticos y las ciudades imaginadas, la realidad cruda del presente y la esperanza del futuro. La ciudad árabe siempre ha atraído por su bullicio y su riqueza; por sus zocos y callejuelas tan distintas del urbanismo rectilíneo impuesto en Europa después del Renacimiento; por la escondida vida interior de sus patios y jardines tan contrarios a los balcones y miradores exteriores de las ciudades de occidente. En ella, la imaginación escenifica con facilidad los cuentos de Las mil y una noches, con sus genios que conceden ambiguos deseos y sus tesoros que esperan al que sabe buscarlos. La memoria histórica ha sido continuamente reconstruida sobre oriente, sobre las cruzadas o sobre la historia de al-Ándalus en la llamada propagandísticamente “reconquista”. Los personajes que han interpretado esta guerra secular, desde Almanzor al Cid, desde Jaime I a Alfonso X, han ido desde el enfrentamiento de civilizaciones a la comprensión del enemigo. A pesar de ello, la imagen gráfica ha reflejado poco, a no ser en productos educativo-culturales, a los protagonistas del proceso civilizador en la península, muchos de ellos mestizos entre la civilización
Paisaje de oriente: La ciudad laberinto y el desierto de los espejismos
árabo-musulmana y la cristiana como un Averroes o una Santa Teresa, un Ibn Hazm o un arcipreste de Hita. Por el contrario, la visión de dos mundos opuestos, bajo el prisma de dos religiones enfrentadas, cristianismo e islam, ha sido plasmada con gran frecuencia durante décadas, siendo las cruzadas uno de los escenarios más habituales para las aventuras de los héroes en las historias gráficas. El cómic que se realiza en la actualidad es también en ocasiones heredero de estos esquemas, reflejando la intransigencia que ve el conflicto de civilizaciones como algo inevitable. Pero también asistimos a la creación de historias que tratan de reflejar la realidad contemporánea, de manera cercana y cotidiana, dejando atrás el recurso a leyendas o pasajes más o menos épicos de la Historia. Son narraciones nacidas en el contexto contemporáneo, junto a la abrumadora cantidad de información vertida por los medios de comunicación, con una visión que tiende puentes y denuncia injusticias en nombre de una humanidad común y unos valores compartidos. Finalmente, en la Europa del siglo XXI, el cómic no podía dejar de reflejar la presencia de comunidades inmigrantes diversas, muchas de ellas originarias del arco árabo-musulmán. Nuevas visiones del mundo que pueden enriquecer el continente si se superan las incomprensiones, los guetos, la falta de diálogo. El cómic puede hacer mucho en este camino hacia el entendimiento.
Desde el Renacimiento, Europa desarrolla en su nuevo urbanismo dos elementos esenciales: la perspectiva y la vivienda con el balcón exterior. La ciudad debe estar orientada a la acción pública, a la actividad ciudadana. Calles ordenadas, trazados en cuadrículas y rectas: todo debe mostrarse, ser visible y poder contemplarse. La casa es un escaparate de la vida de sus habitantes, la ciudad un teatro del poder político. La ciudad medieval queda como un recuerdo del pasado o un anacronismo que debe corregirse. El reencuentro con la casa y la urbe tradicional va a ser un choque para el occidental al viajar a oriente en el siglo XIX. La casa recogida hacia el interior, el patio ajardinado y el rumor del agua en las fuentes, es un tópico constante en las descripciones de los viajeros. El dédalo de callejuelas de las ciudades musulmanas sorprende y asusta, atrae por su misterio e inquieta por las incógnitas que oculta. Muchos cuentos sobre oriente comienzan con algún personaje que se pierde en las travesías insospechadas de un barrio o en las proximidades del anárquico, alegre y ruidoso zoco. Este paisaje ciudadano arracimado y equívoco contrasta con la imagen del desierto. Fuera de la ciudad y sus murallas se extiende la inmensa llanura desolada que choca con el horizonte. Allí se pierden y se encuentran las caravanas que navegan conducidas por el instinto de sus guías, rumbo a otras urbes y teniendo como etapas los oasis del camino. La caravana es otro de los capítulos habituales del viaje a oriente, una sociedad únicamente constituida para el viaje, la protección común y el destino a alcanzar. El desierto también es el lugar de los asaltos por parte de los bandidos o de los espejismos que pueden llevar a la catástrofe a los viajeros. La pérdida del rumbo siempre dará un giro trágico a la historia.
La ciudad laberinto y el desierto de los espejismos
El fantasma, el duende que camina, el hombre enmascarado, son diferentes maneras de nombrar a este justiciero de la selva que nace cuando un barco inglés es abordado por los piratas Singh en el golfo de Bengala y un muchacho, único superviviente, jura, sobre la calavera de su padre asesinado, dedicar su vida a luchar contra el mal. La enigmática identidad pasa de padres a hijos, y alrededor de su personaje nace una leyenda. La marca de la calavera es el símbolo que los identifica. Creado por Lee Falk, su trayectoria comenzó en 1936, año en que inició su publicación en la prensa americana. A lo largo de casi ocho décadas, nunca ha faltado a la cita con el lector. En sus aventuras, lo oriental es siempre una escenografía sin nombre donde elementos como la arquitectura, el paisaje urbano o el vestuario de los personajes bastan para sugerir una ciudad lejana en algún país árabe… Una clara alusión a la ciudad de los ladrones que visita El fantasma. La imagen del zoco árabe se recoge en múltiples episodios que transcurren en el cómic. Roberto el Carca también tiene su encuentro con esa amalgama de callejuelas laberínticas, repletas de comerciantes y artesanos que ilustran el tipismo de estas ciudades. Con las historias de Roberto el Carca, publicadas inicialmente en la revista El Víbora, Pàmies satiriza al perfecto héroe de la España franquista, haciendo de los estereotipos peyorativos sobre “los otros” el eje de su narración.
El Hombre Enmascarado Primera edición 1936 Lee Falk & Sy Barry. Estados Unidos Reproducción: reedición 1988. Ediciones B. Barcelona
Perfidia Moruna Una aventura de Roberto el Carca Primera edición en álbum 1982 Barcelona. Laertes S.A de Ediciones
Los paisajes de oriente siempre han despertado el interés occidental en una mezcla de temor y seducción. El cómic, a través de sus páginas, ha mostrado siempre una enorme diversidad de paisajes, pero siempre fieles al imaginario orientalista: desde los inhóspitos e infinitos desiertos salpicados de oasis al perfil de la ciudad abigarrada con sus palacios y mezquitas recortándose contra el horizonte. Son ejemplos entre otros muchos, el desierto al que viaja Taxi, la heroína de Alfons Font, en busca de un reportaje periodístico y donde gozará de la tradicional hospitalidad de los hombres azules; o las numerosas imágenes de la ciudad en la obra de Vehlmann & Duchazea, Los cinco narradores de Bagdad. Taxi Un crucero al inffifiierno,1990 Alfons Font Colección Cimoc Extra Color, núm 53 Barcelona. Norma Editorial
Los cinco narradores de Bagdad Vehlmann & Duchazea 1989 Vigo.Faktoria de Libros
La ciudad laberinto y el desierto de los espejismos
Saud, el leopardo Editorial Panini Bocetos cedidos por gentileza de la Editorial Panini sobre el cómic, aún sin publicar y en fase de realización, inspirado en la novela de Alberto Vázquez Figueroa, Saud, el leopardo.
La novela, Saud, el leopardo, narra la increíble pero verídica hazaña del héroe árabe Abdullah-Aziz Ibn Saud, fundador del estado moderno saudí, que al frente de treinta hombres se lanzó en 1901 a la reconquista del reino que estaba bajo el dominio del imperio otomano. En 1932 se autoproclamó rey de Arabia con el apoyo del impero británico. El cómic, ilustrado a partir de los dibujos que un pintor inglés regaló al rey saudí, reproduce con minuciosidad y realismo la vida y los paisajes del desierto arábigo en el contexto del peregrinaje de los hombres de Saud contra los turcos. Los 4 Fantásticos fueron creados en 1961 por Stan Lee y Jack Kirby y su aparición revolucionó el mundo de los superhéroes. Por primera vez, con el cuarteto fantástico los superhéroes vivirán en un mundo de fantasía que comparten con una existencia mundana no ajena a los más elementales y cotidianos problemas de la gente corriente. Cincuenta años después, sus aventuras mantienen vivo el interés de los lectores. En este álbum los autores recorren las rutas de los viajes de Simbad para recuperar el sabor por la aventura más clásica y tradicional, sumergiéndonos en las fuentes del orientalismo para narrar y describir una anacrónica pero sugestiva mezcla entre los más idílicos paisajes orientales con todos sus estereotipos y la modernidad contemporánea, junto a imaginativas viñetas como la que nos describe la llegada de la nave de Simbad a la cosmopolita Nueva York de los rascacielos.
Los 4 Fantásticos: El viaje de Simbad Chris Claremont & Pasqual Ferry & Scott Hanna Torroella de Montgri. Panini. 2008 Copyright © Marvel Characters, Inc & © Panini España S.A.
A partir de la narración de Sherezade, el dibujante Richard Corben, con guión de Jan Strnad, nos plantea un fascinante cómic de gran fuerza y belleza en torno a los maravillosos viajes de Simbad. Criaturas fantásticas, genios malvados, tesoros de leyenda y princesas enamoradas, en el marco de unos parajes esplendorosos e insólitos, configuran una narración que refleja con maestría el espíritu místico y mítico de la leyenda oriental. Procedente del ámbito underground, Richard Corben alcanzó gran notoriedad por su grafismo innovador en la década de los setenta. En el cómic Las Mil y Una Noches, destaca por un magistral uso del color, un meticuloso dibujo realista y un gran dominio del pincel y el aerógrafo, siendo considerada una obra gráfica de gran verosimilitud tridimensional con un marcado sentido de la profundidad y el espacio real. Las Mil y Una Noches Richard Corben & Jan Strnad 1981. Madrid. Editorial Nueva Frontera
Las cruzadas: El escenario del héroe tradicional
Las cruzadas
Las cruzadas fueron un movimiento guerrero con pretensiones religiosas que conmovió a la cristiandad durante varios siglos. Su objetivo era la conquista de las tierras donde Jesús había predicado el evangelio, los Santos Lugares. Esta campaña religioso-militar dio comienzo en el año 1095, con la llamada del papa Urbano II en el concilio de Clermont al grito de “¡Dios lo quiere!”. La cruzada popular, dirigida por Pedro el ermitaño, fracasó después de incontables reveses y masacres. Por el contrario, la cruzada aristocrática encabezada entre otros por Godofredo de Bouillon, logró la conquista de Jerusalén el 15 de julio de 1099. La ciudad fue sometida a un durísimo saqueo que acabó con la vida de muchos de sus habitantes musulmanes y judíos. A partir de ese momento, el periodo de las cruzadas se extendería durante 200 años creándose varios estados en oriente: el propio reino de Jerusalén, con la familia Bouillon, y los condados de Emesa, Trípoli y Antioquía. Este capítulo de la Historia ha sido objeto de una extensísima literatura e historiografía, también desde el mundo árabe. Las cruzadas vistas por los árabes, conocida obra del escritor libanés Amin Maalouf, ha sido traducida a numerosos idiomas.
El escenario del héroe tradicional El Guerrero del Antifaz es uno de los personajes más populares del cómic español de la posguerra, representante de los valores de la España franquista. Hijo de una cristiana raptada por el caudillo árabe Alí Khan, el Guerrero del Antifaz, ignorante de su verdadero origen, crece educado en el odio contra los cristianos a los que combate con ferocidad. A la edad de veinte años, su madre es asesinada por Alí Khan cuando le estaba revelando su verdadera historia. El joven, aturdido por el remordimiento, cubre su rostro con una máscara, convirtiéndose en el Guerrero del Antifaz, y jura dedicar su vida a luchar contra sus antiguos correligionarios.
Caballeros templarios, hospitalarios y de otras órdenes trasladaron a Europa un espíritu de ideal sacro que se concretaría en las leyendas artúricas y la búsqueda del Grial. Las cruzadas reafirmaron la ideología de una nobleza que cambió sus disputas feudales por un ideal más amplio y la Iglesia pudo, gracias a este movimiento, pacificar la geografía europea desviando la aventura militar hacia oriente. Los jóvenes guerreros europeos, respondieron así al papado embarcándose voluntarios en aras de la defensa de la fe. En 1187, el líder militar Saladino recuperó Jerusalén, de forma casi incruenta, en un hecho que conmocionó a las elites de la cristiandad. La cruzada organizada por Ricardo Corazón de León fracasó estrepitosamente. Las siguientes cruzadas acabaron por desviarse hacia la conquista del imperio bizantino y territorios del norte de África.
El Príncipe Valiente Hal Foster Reproducción: reedición 2006, Planeta DeAgostini, Barcelona. © King Features Syndicate, Inc. ™Herast Holdings, Inc ©2006 Editorial Planeta DeAgostini
El Guerrero del Antifaz Primera edición 1944 Manuel Gago Valencia. Editorial Valenciana.
El Príncipe Valiente, después de un breve y accidentado paso por una Roma en declive, embarca en la ciudad portuaria de Ostia, para surcar el Mediterráneo y visitar las islas de Córcega y Sicilia. En su viaje pasa frente al Etna en erupción y acaba siendo presa de los piratas. En esta aventura, y después de numerosas vicisitudes, el Príncipe Valiente llega a Palestina desembarcando en el puerto Yafa (Jaffa). Junto con un grupo de peregrinos cristianos se encaminará hacia la ciudad más importante de Tierra Santa, Jerusalén. Allí, recorrerá la Vía Dolorosa y visitará la iglesia del Santo Sepulcro donde, entre la animadversión de los musulmanes, consagrará su espada. Aunque no forma parte de ninguna cruzada, la trayectoria que realiza desde su llegada es idéntica a la de los caballeros en época cruzada. Afortunadamente, Valiente siempre lleva un mensaje de tolerancia y conciliación.
El escenario del héroe tradicional
Las cruzadas
El personaje de El Cid fue sólo el pretexto con el que Hernández Palacios narró con una perspectiva personal y acentuado espíritu crítico, la crónica histórica de una época a menudo mitificada. El auténtico protagonista de esta saga medieval, con claras influencias del Príncipe Valiente de Foster, es la sociedad de la época y no el personaje de El Cid, quien, además, pierde en esta obra los atributos de mito y héroe nacional.
El escenario del héroe tradicional En la tercera cruzada en Tierra Santa y mientras espera al asedio de la fortaleza enemiga, el Capitán Trueno, al grito de “¡Santiago y cierra España!”, se enfrenta en un duelo al mismísimo Ricardo Corazón de León que combate bajo la consigna de San Jorge de Inglaterra. El combate servirá para dilucidar qué ejército formará la avanzadilla en el ataque contra las posiciones musulmanas…
El Cid empezó a publicarse bajo el régimen franquista. Su aparición significó la ruptura con el discurso oficial sobre la historia de España y la mitificación de la “gesta nacional” de la Reconquista. El tratamiento que daba Hernández Palacios a este controvertido periodo histórico, incuestionable en aquellos años, se apartaba totalmente de la interpretación vigente y suponía una atrevida revisión. Escenas donde los árabes pagan protección a los cristianos; donde los mozárabes se alían con los reinos cristianos (como es el caso de La toma de Coimbra) para después ser saqueados por estos; donde El Cid ponía sus armas al servicio del mejor postor en cada momento, significaron presentar por primera vez una nueva perspectiva del medievo peninsular. Ni los cristianos eran tan buenos, ni los árabes tan malos.
El Cruzado Negro es héroe de aventuras, romances y traiciones ambientadas en la Edad Media. El noble Carlos es objeto de traición por parte de su hermanastro que facilita, mediante el engaño, la entrada a su fortaleza a las tropas del sanguinario emir Abdul-Hassan. El caudillo árabe secuestra a su mujer y mata al resto de la familia. El superviviente de toda ésta tragedia, Bernardo, es acogido por el rey Almerico de Palestina, en cuyo castillo crecerá y se educará, para convertirse en el futuro Cruzado Negro… El Guerrero del Antifaz, escondido tras la máscara, dedicará su vida a vengar la muerte de su madre a manos de Alí Khan. Este héroe belicoso defenderá con las armas sus valores cristianos contra el islam… Tres héroes clásicos del cómic español para los que las cruzadas constituyen el escenario ideal de sus batallas y donde podrán exponerse valerosamente ante el peligro para luchar por conseguir la victoria. Sin importar los anacronismos de la historia, nuestros héroes vestirán como caballeros cruzados allá donde luchen y su enemigo siempre estará en tierras del islam.
El Cid Cubiertas de El Guerrero del Antifaz
Cubiertas de El Capitán Trueno
Cubiertas de El Cruzado Negro
Manuel Gago. Valencia. Editorial Valenciana.
© Víctor Mora y Ambrós. Autorizado por cortesía de Ediciones B, S.A.
Primera edición 1961. Manuel Gago. Valencia. Editorial Maga.
Antonio Hernández Palacios La toma de Coimbra. 3 vol. 1982. Bilbao. Editorial Ikusager
La serie constó de cuatro volúmenes. El Cid apareció inicialmente en las páginas de la revista Trinca (1971–1972) aunque a causa del cierre de la publicación sólo se publicó el material correspondiente a las dos primeras entregas. Posteriormente la obra fue editada en formato álbum (1971–1973–1982–1984). Hernández Palacios creó con El Cid una obra de gran belleza plastica y descriptiva, en la que utiliza el color como un elemento narrativo esencial.
El cómic contemporáneo: una nueva perspectiva A finales de la década de los noventa se renuevan las temáticas tratadas en los cómics y se deja a un lado el prototipo de historia de aventuras caballerescas, que había dominado hasta el momento. Aparece un nuevo cómic con líneas argumentales diferentes en el que se reflejan las realidades cotidianas, adoptando un discurso realista y crítico sobre la situación actual, y que coexiste con el cómic de aventuras caballerescas. Frente al estilo tradicionalista de décadas anteriores, basado en el uso predominante de los colores primarios, se tiende a utilizar un cromatismo más sobrio y matizado, con colores más realistas. En general, el contenido cobra igual relevancia que la forma, pues ya no sólo se trata de publicaciones con fines de entretenimiento sino que también tienen un claro mensaje social. Los creadores de cómic se posicionan ante los conflictos internacionales, crean nuevas historias con personajes cotidianos para denunciar las injusticias derivadas de estos conflictos. Éste es por ejemplo el caso del cómic Palestina. En la Franja de Gaza, que nos relata el conflicto de oriente medio a través de la experiencia personal de su autor Joe Sacco en Palestina. La imagen que nos ofrece de esta parte del mundo árabe, se distancia de los estereotipos y surge con vocación de realismo y objetividad. Incluso algunos superhéroes tradicionales, como Capitán América, tan admirados por hacer el bien y en los que encontramos un afán conciliador, nos remiten en sus historias a acontecimientos y sucesos reales, logrando así una estrecha complicidad con el lector. Es también la época de relatos que versan sobre nuestra realidad cotidiana más inmediata, en los que se reflejan asuntos de nuestro día a día y donde lógicamente la inmigración tiene un lugar significativo. En muchas de estas historias se ofrece una nueva visión del tema, reflejando así el cambio habido en nuestra sociedad con respecto de décadas anteriores. Por último, no se puede hablar de cómic contemporáneo sin hacer aunque sea una pequeña mención a los numerosos trabajos que se publican hoy en distintos países árabes, algunos de ellos con tiradas muy significativas. Aunque muchos autores del mundo árabe encuentran aún dificultades para difundir sus ideas a través del lenguaje del cómic, podemos encontrar ya réplicas a través de personajes locales que surgen inspirados en los héroes tradicionales y que incorporan características propias del contexto socio-cultural del que son oriundos. En El Cairo y Túnez han visto la luz Jalila, inmune a la radiación atómica; Aya, la princesa de la oscuridad; Zein, el último faraón; o Rakan, el guerrero solitario. Creados por el egipcio Ayman Kandeel, su objetivo es liberar la Ciudad de Todas las religiones (City of All Faiths) en una clara alusión a Jerusalén. O los superhéroes del cómic titulado The 99, editado en Kuwait, cuyas cualidades están relacionadas con los 99 epítetos de Dios. En una línea argumental y estética radicalmente diferente, la iraní Marjane Satrapi o la libanesa Zeina Abirached han escrito novelas gráficas, algunas autobiográficas, que en este caso también están publicadas en España.
El cómic contemporáneo
Una nueva perspectiva Esta novela gráfica es un testimonio de su autor, el periodista de origen maltés Joe Sacco, tras el viaje realizado a Palestina durante la primera intifada en el invierno de 1992. Elaborada con obsesión realista, esta obra de 300 páginas ofrece una visión detallada, cotidiana y rigurosa de la situación en la zona en aquel momento. Las vivencias personales del periodista y las experiencias relatadas por la gente que encuentra durante su periplo, son para el autor, el mejor exponente de una cruda realidad. Según Sacco, la idea de realizar Palestina. En la Franja de Gaza, surgió con una única finalidad: “mostrar a los palestinos como personas, con casas, familias, estructuras sociales, etc”. Palestina. En la Franja de Gaza. Primera edición 1993 y 1996 Joe Sacco. Reproducción: Tomo compilatorio. 2001 Barcelona. Planeta DeAgostini. Copyright © Planeta DeAgostini
El cómic contemporáneo Una nueva perspectiva Maki Navaja, personaje de orígenes brechtianos, es un delincuente de poca monta que sobrevive en el barrio chino de Barcelona. Maki Navaja es a veces un filósofo, a veces un artista y un poeta, y se expresa con un argot personal, que su creador, Ivá, utiliza para acentuar el carácter humorístico y simpático del personaje y lo potencia con una transcripción fonética literal y gramaticalmente poco ortodoxa. Junto a Popeye, otro de los compañeros de fechorías de Maki Navaja, es el “moro” Mustafa (Mojamé, Moromierda), sobre quien recaen todos los estereotipos racistas del imaginario popular, muy frecuentes a inicios del movimiento migratorio de los años 80. La serie evidencia la evolución en el tratamiento de la imagen de los inmigrantes en los últimos veinte años.
Una nueva perspectiva Jack Kirby y Joe Simon crearon en 1941 El Capitán América. La serie tuvo un gran éxito durante los años de la Segunda Guerra Mundial, para decaer luego hasta su desaparición con la muerte del personaje. En 1961, Marvel resucita al Capitán América y lo convierte en un icono de la cultura americana. El nuevo personaje se implica en los acontecimientos sociales y políticos de su país como la guerra de Vietnam, la lucha contra el apartheid, el atentado de las torres gemelas, e incluso, la denuncia de las condiciones de los presos de Guantánamo. En marzo de 2007 el Capitán América es asesinado tras rechazar la ley Patriot del gobierno Bush. Después del 11-S el héroe americano abandera un discurso patriótico, de unidad nacional, pero proclamando la necesidad de moderación y tolerancia. A pesar de ello, nos siguen faltando héroes actuales que se unan a los super héroes de Marvel, con su emblemático Capitán América, y que también son admirados en el mundo árabe.
El Nord es una novela gráfica que nos habla del viaje desde el sur, en este caso Marruecos, al norte, la ciudad de Lérida, y nos describe la vida del emigrante que ha tenido que abandonar su tierra. Su autor, Bergés, refleja el problema de la incomunicación y la incomprensión entre dos mundos diferentes: el estupor y la curiosidad que despierta el islam en occidente. La obra gira en torno a la relación, marcada por el recelo y la desconfianza, entre los dos personajes principales: Nawal, la emigrante marroquí y Ludovic, un leridano de toda la vida. El Nord, publicada sólo en catalán, fue ganadora del 6º Premio de Narrativa, Premios Lérida, 2007. El Nord Capitán América Primera edición 1941. Jack Kirby & Joe Simon. Reproducción: Panini Comics, núm11. John Ney Rieber & John Cassaday. Torroella de Montgri. Panini. Copyright © Marvel Characters, Inc & © Panini España S.A.
2008 Miquel Àngel Bergés & Cazares Lleida. Pagès editors Edición original en catalán. Los fragmentos reproducidos han sido traducidos al castellano con el consentimiento del editor.
Maki Navaja 1986. Ivà. Barcelona. Editorial El Jueves.
El cómic en oriente
El cómic contemporáneo
El origen de la trama de The 99 se remonta al siglo XIII cuando el caudillo mongol Hulagu Khan conquistó Bagdad, masacro a sus habitantes y destruyó su ciudad. Para salvar los conocimientos de la civilización árabe, fueron creadas 99 piedras preciosas que contenían todo el saber y se escondieron en el lugar más lejano del imperio árabe, en al-Ándalus, en el reino de Granada. Cuando la ciudad fue reconquistada por los cristianos, las piedras se esparcieron por todo el mundo, permaneciendo en paradero desconocido hasta la actualidad. Quien encuentra una de ellas adquiere superpoderes. Con un estilo narrativo y gráfico en la línea de los superhéroes más genuinos de Marvel, The 99 está inspirado en los noventa y nueve nombres de Dios (Allah), sus noventa y nueve cualidades. El cómic se publica actualmente en árabe e inglés y se distribuye en 15 países, con una edición media de 250.000 ejemplares. Zeina Abirached, de nacionalidad libanesa, pero afincada en París, nos presenta una obra autobiográfica en torno a sus vivencias infantiles durante la guerra civil del Líbano en los años 80. La ilustradora nos describe de manera rigurosa la dificultad para vivir en una ciudad bajo el constante asedio de los francotiradores, la angustia de los bombardeos, la pérdida inesperada de los seres queridos, hechos a los que sólo se contraponen la fuerza y la voluntad de las personas para intentar convivir, a pesar de la guerra, en una cotidiana normalidad. El juego de las golondrinas nos recuerda al aclamado Persépolis, de la iraní Marjane Satrapi, tanto por sus semejanzas estéticas como por el estilo narrativo autobiográfico de ambas autoras.
El juego de las golondrinas
The 99 ninety-nine
2009. Zeina Abirached Madrid. Ediciones Sins Entido
Naif Al-Mutawa & Fabian Nicieza, John McCrea & Jason Dennis, James Hodgkins Kuwait. Editorial Teshkeel Comics
Exposición
Catálogo
Organiza: Casa Árabe
Edita: Casa Árabe
Comisario: Carles Figuerola Casas
Diseño gráfico: Jesús Moreno & Asociados
Asesor científico: José María Perceval
Digitalización de imágenes: Dinasa
Diseño expositivo y gráfico: Jesús Moreno & Asociados
Impresión: Brizzolis Arte en gráficas
Digitalización e impresión digital: Dinasa
ISBN xxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxx
Montaje: Exmoarte
Casa Árabe agradece la colaboración de las editoriales: Ediciones B, Editorial El Jueves, Ediciones Sins Entido, Kalandraka, Laertes S.A, Norma Editorial, Pagès editors, Panini y Planeta DeAgostini Casa Árabe ha realizado los esfuerzos necesarios a fin de obtener los permisos por parte de los titulares de los derechos de autor de las obras, para la utilización en paneles y demás soportes realizados con motivo de la presente exposición. Se hace reserva de los derechos de autor sobre aquellas obras utilizadas y reproducidas en la presente exposición, y de las cuales no se ha podido obtener de forma expresa la autorización correspondiente.
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