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Respiramos sangre negra
from Migrante #4
Respiramos sangre negra
A Francisco López
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La ciudad se cae, se fuga entre mis manos tras haber escalado dolorosamente por mis pies.
La ciudad se pierde amarga entre la bruma de cólera indigesta, va rodando hacia las llamas que un día encenderá la boca de la rabia.
Está inmóvil sobre un río de espasmos y el cráneo devanándose en una jaula, preso correrá bajo la lluvia como un niño espantado por una alarma roja o un grito demente. Se muere la ciudad de la infancia.
Nuestra casa flota sobre un mar de ilusiones, vanas imágenes del abismo oscuro y la lucha y el amor sometidos por el hombre.