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7. Dejando Atrás a los Idólatras
Sábado, 15 de agosto de 2020
Año Bíblico: Jeremías 4-6
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Dejando Atrás a los Idólatras
“Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías” (Génesis 31:42).
“El Señor se compadeció de Jacob, y cuando Labán ya estaba por alcanzarlo, le dio un sueño a éste en el cual le dijo que no le hiciera nada a Jacob, es decir, no debía obligarlo a volver ni instarlo a hacerlo mediante declaraciones lisonjeras.”—La Historia de la Redención, pág. 93.
Lectura adicional: Patriarcas y Profetas, págs. 191–196.
Domingo
1. TRATANDO DE DEJAR A LABÁN 9 de agosto
Año Bíblico: Isaías 43-46
a. ¿De qué manera se sintió Jacob forzado a salir de Padan-aram, y cuál fue la reacción de Labán? Génesis 31:20–23.
“Jacob reunió rápidamente sus rebaños y manadas, y los envió adelante. Luego atravesó el Éufrates con sus esposas y niños y siervos, a fin de apresurar su marcha hacia Galaad, en la frontera de Canaán. Tres días después, Labán se enteró de su huida, y se puso en camino para perseguir la caravana, a la cual dio alcance el séptimo día de su viaje. Estaba lleno de ira y decidido a obligarlos a volver, lo que no dudaba que podría hacer, puesto que su compañía era más fuerte.”—Patriarcas y Profetas, pág. 192.
b. ¿Qué le impidió a Labán hacerle daño a Jacob, aunque, como adorador de ídolos, cuál fue su prioridad cuando se encontraron? Génesis 31:24–30.
“Si Labán no realizó su intención hostil, fue porque Dios mismo se interpuso en favor de su siervo…
“Labán… siempre había tratado a Jacob astuta y duramente; pero con característico disimulo le reprochó ahora su partida secreta.”—Ídem.
10 de agosto
Año Bíblico: Isaías 47-51
2. APRENDIENDO A SALVAGUARDAR LA FAMILIA
a. ¿Por qué podemos sentirnos envalentonados por el odio de Jacob a la idolatría, y ser amonestados por el pecado oculto de Raquel, que seguramente afectaba a la familia? Génesis 31:31–35; Proverbios 15:3.
“El mismo espíritu de idolatría pagana abunda hoy, aunque, bajo la influencia de la ciencia y la educación, ha asumido una forma más refinada y atrayente. Cada día añade tristes evidencias de que la fe en la segura palabra de la profecía está disminuyendo rápidamente, y de que en su lugar la superstición y hechicería satánicas están cautivando las mentes humanas. Todos los que no escudriñan fervientemente las Escrituras, ni someten todo deseo y propósito de la vida a esa prueba infalible, todos los que no buscan a Dios en oración para obtener el conocimiento de su voluntad, se extraviarán seguramente de la buena senda, y caerán bajo la seducción de Satanás.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 179.
“No hagáis nada en presencia de personas extrañas que no haríais en presencia de vuestro padre y madre, o que os cause vergüenza ante Cristo y los santos ángeles…
“Que os cuidéis; porque no podéis hacer nada que no esté descubierto ante los ojos de los ángeles y de Dios. No podéis hacer una obra mala sin que otros se vean afectados por ella. Vuestra conducta, además de revelar de qué clase de material está hecho el edificio de vuestro propio carácter, ejerce también una poderosa influencia en los demás.”—Ibíd., págs. 375, 376.
b. ¿Cómo resumió Jacob su vida con el egoísta Labán, y cuál fue la única respuesta que Labán pudo dar? Génesis 31:36–42, 44, 48–50.
“Labán no pudo negar los hechos mencionados, y propuso un pacto de paz.”—Patriarcas y Profetas, pág. 192.
“Labán entendió el error de la poligamia, aunque había sido solo mediante su artificio que Jacob había tomado dos esposas. Sabía muy bien que fueron los celos de Lea y Raquel los que les llevaron a entregar sus siervas a Jacob, lo que confundió la relación familiar y aumentó la infelicidad de sus hijas. Y ahora que sus hijas estaban por viajar a una gran distancia de él, y su intención era estar completamente separadas de él, protegería en la medida de lo posible su felicidad. Labán no quería que Jacob traiga una infelicidad aún mayor sobre sí mismo y sobre Lea y Raquel, tomando otras esposas.”— Spiritual Gifts, tomo 3, pág. 126.
3. ENFRENTANDO EL SIGUIENTE PASO
11 de agosto
Año Bíblico: Isaías 52-57
a. ¿Cómo cerró Jacob su experiencia en Padan-aram? Génesis 31:51–55.
“Para confirmar el pacto, celebraron un festín. Pasaron la noche en comunión amistosa; y al amanecer, Labán y su acompañamiento se marcharon. Después de esta separación se pierde la huella de toda relación entre los hijos de Abrahán y los habitantes de Mesopotamia.”—Patriarcas y Profetas, pág. 193.
b. ¿Qué hay de animador en la bendición de bienvenida que le llegó a Jacob cuando comenzó el viaje hacia su tierra natal? Génesis 32:1, 2.
“Aunque Jacob había dejado a Padan-aram en obediencia a la instrucción divina, no volvió sin muchos temores por el mismo camino por donde había pasado como fugitivo veinte años antes. Recordaba siempre el pecado que había cometido al engañar a su padre. Sabía que su largo destierro era el resultado directo de aquel pecado, y día y noche, mientras cavilaba en estas cosas, los reproches de su conciencia acusadora entristecían el viaje…
“A medida que se acercaba al fin de su viaje, el recuerdo de Esaú le traía muchos presentimientos aflictivos. Después de la huida de Jacob, Esaú se había considerado como único heredero de la hacienda de su padre. La noticia del retorno de Jacob podía despertar en él temor de que venía a reclamar su herencia. Esaú podía ahora hacerle mucho daño a su hermano, si lo deseaba; y estaba tal vez dispuesto a usar de violencia contra él, no sólo por el deseo de vengarse, sino también para asegurarse la posesión absoluta de la riqueza que había considerado tanto tiempo como suya.
“Nuevamente el Señor dio a Jacob otra señal del amparo divino. Mientras viajaba hacia el sur del monte de Galaad, le pareció que dos ejércitos de ángeles celestiales le rodeaban por delante y por detrás, y que avanzaban con su caravana, como para protegerla. Jacob se acordó de la visión que había tenido en Betel tanto tiempo antes, y su oprimido corazón se alivió con esta prueba de que los mensajeros divinos, que al huir de Canaán le habían infundido esperanza y ánimo, le custodiarían ahora que regresaba. Y dijo: ‘El campo de Dios es éste; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim,’ o sea ‘los dos campos, o dos ejércitos.’”—Ibíd., pág. 194.
4. MOTIVO DE PREOCUPACIÓN
12 de agosto
Año Bíblico: Isaías 58-63
a. ¿Qué sabia precaución tomó Jacob para su seguridad? Génesis 32:3–5.
“Jacob creyó que debía hacer algo en favor de su propia seguridad. Mandó, pues, mensajeros a su hermano con un saludo conciliatorio. Los instruyó respecto a las palabras exactas con las cuales se habían de dirigir a Esaú. Se había predicho ya antes del nacimiento de los dos hermanos, que el mayor serviría al menor, y para que el recuerdo de esto no fuese motivo de amargura, dijo Jacob a los siervos, que los mandaba a ‘mi señor Esaú;’ y cuando fuesen llevados ante él, debían referirse a su amo como ‘tu siervo Jacob;’ y para quitar el temor de que volvía como indigente errante para reclamar la herencia de su padre, Jacob le mandó decir en su mensaje: ‘Tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, por hallar gracia en tus ojos.’ [Génesis 32:5].”—Patriarcas y Profetas, pág. 195
“[Jacob] no reclamó la preferencia para sí mismo, sino que se dirigió cortésmente a su hermano como a un superior, esperando así apaciguar la ira que su anterior conducta había provocado.”—The Signs of the Times, 20 de noviembre, 1879.
b. A pesar del tacto de Jacob, ¿cómo respondieron los mensajeros? Génesis 32:6.
“Los siervos volvieron con la noticia de que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, y que no había dado contestación al mensaje amistoso.”— Patriarcas y Profetas, pág. 195.
c. Describa la situación de Jacob en este momento. Génesis 32:7, 8.
“[Jacob] no podía volverse y temía avanzar. Sus acompañantes, desarmados y desamparados, no tenían la menor preparación para hacer frente a un encuentro hostil. Por eso los dividió en dos grupos, de modo que si uno fuese atacado, el otro tuviera ocasión de huir.”—Ídem.
Jueves
5. EL CULPABLE NECESITA ESPERANZA
13 de agosto
Año Bíblico: Isaías 64-66
a. Al igual que Job, ¿qué clase de experiencia tuvo Jacob entonces? Job 7:6, 20.
“Era una región solitaria y montañosa, madriguera de fieras y escondite de salteadores y asesinos. Jacob solo e indefenso, se inclinó a tierra profundamente acongojado. Era medianoche. Todo lo que le hacía apreciar la vida estaba lejos y expuesto al peligro y a la muerte. Lo que más le amargaba era el pensamiento de que su propio pecado había traído este peligro sobre los inocentes.”—Patriarcas y Profetas, pág. 196.
b. Describa la condición natural de cada uno de nosotros, y hable acerca de nuestra única esperanza. Isaías 1:5, 6, 18–20.
“Por naturaleza estamos enemistados con Dios. El Espíritu Santo describe nuestra condición en palabras como éstas: ‘Muertos en las transgresiones y los pecados,’ (Efesios 2:1) ‘la cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido,’ ‘no queda ya en él cosa sana.’ (Isaías 1:5, 6.) Nos sujetan firmemente los lazos de Satanás, ‘por el cual’ hemos ‘sido apresados, para hacer su voluntad.’ (2 Timoteo 2:26.) Dios quiere sanarnos y libertarnos. Pero como esto exige una transformación completa y la renovación de toda nuestra naturaleza, debemos entregarnos a él completamente.
“La guerra contra nosotros mismos es la batalla más grande que jamás se haya reñido. El rendirse a sí mismo, entregando todo a la voluntad de Dios, requiere una lucha; mas para que el alma sea renovada en santidad, debe someterse antes a Dios.”—El Camino a Cristo, pág. 43.
Viernes
14 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 1-3