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Generando riquezas, con un negocio saludable / José Aybar - Pag
GENERANDO RIQUEZAS, CON UN NEGOCIO SALUDABLE
Por: José Aybar
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Dice un refrán que “con salud y dinero hago cuanto quiero” lo que significa que predicar estos dos factores es de suma importancia en la generación de riquezas a través del emprendimiento.
La salud de un negocio debe mantenerse con las rutinas diarias, que lo hacen estar en forma para enfrentar los desafíos que se han propuestos sus dueños al iniciarlos, los que se presentan sin aviso y aquellos que imponen las autoridades que los regulan o la misma competencia a la que está sometido y que atenta contra su propia existencia.
Hablando de salud en los negocios, nos planteamos las siguientes interrogantes: ¿Podría estar un negocio con sobrepeso? ¿Puede una empresa perder masa muscular? ¿Verse atléticamente bien aplica para un emprendimiento? ¿La disciplina, constancia y perseverancia son factores necesarios en el mantenimiento de un crecimiento sostenido en una empresa?
Hay una variedad de activos que pueden hacer de un negocio aumentar de peso, como es el caso de tener activos en exceso, como puede ser tener efectivo ocioso en su haber sin darle más utilidad que reflejarse en los balances del banco, la antigüedad de las cuentas por cobrar haciéndose más añejas día a día, un inventario obsoleto o de una rotación tan lenta que indigesta la agilidad de la operación, gran cantidad de activos fijos que no aportan directamente a la producción pero que son grandes productores de gastos que drenan el efectivo de la empresa o un talento humano que no se desarrolla ni sigue creciendo en su preparación, hacen que la entidad cargue con un sobrepeso que disminuye su capacidad de movimiento y por consiguiente se vuelve lenta en producir las utilidades esperadas.
La masa muscular se pierde cuando la empresa va olvidando lo que dio origen a su existencia, como dar un buen servicio o brindar un producto de calidad y al mismo tiempo dar rendimiento a sus propietarios o esa diferencia que la hace ser única dentro del mercado; pero por estar enfocados en las metas alcanzadas descuida el presente al que se enfrenta y no trata de darle por lo menos mantenimiento a esa musculatura para que los clientes , proveedores o socios encuentren la fuerza y energía que le dio inicio a la empresa.
Un error de los emprendimientos que se ve a diario, es tratar de verse bien para los financiadores de sus operaciones y no detenerse a verse sobre el espejo de su satisfacción de manera prioritaria. Claro que es necesario tener una apariencia respaldada por una estructura sólida, pero debe ser primeramente para la satisfacción de sus creadores y no para los terceros.
Disciplina, constancia y perseverancia son como los nutrientes de un emprendedor. Levantarse día a día, haga frío o calor, con deseo o sin ánimo a salir a enfrentar la fuerza de atracción gravitacional que todo lo quiere volver polvo hasta hacerlo desaparecer; es lo que mantiene a la empresa operando y que cuando se vuelven parte integral de su cuerpo corporativo dan resultado mínimo esperando en lo inmediato y a futuro crear los rendimientos esperados de lo que se produce.
Así como el ejercicio hace que el cuerpo se mantenga en condiciones óptimas, los negocios deben ejercitarse para poder mantener su salud y generar las riquezas esperadas.