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Proyecto Diseño arquitectónico Diseño estructural Construcción Propietarios Fotografía Ubicación Area

Casa GG Estudio AO - Jazz Singh Kalirai & Ana María Durán Calisto Ing. Gustavo Hidalgo Ing. Gustavo Riascos Ing. Gilberto Mantilla & Gabriela Aguirre Jean-Claude Constant Rancho San Francisco, Quito, Ecuador 900 m2


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l llamativo diseño de la Casa GG se destaca entre sus vecinos neo-tradicionales. A los visitantes los saluda una fachada masiva que se pliega y está perforada por un patrón abstracto de pequeñas ventanas. Esta imponente fachada asemeja una fortaleza contemporánea: además de demarcar un recinto privado, constituye un poderoso recordatorio de los problemas de seguridad en el Quito moderno. El interior contrasta de manera aguda con el prohibitivo exterior: paredes flotantes de vidrio enmarcan las vistas del paisaje circundante. La selección de una rica paleta de materiales orgánicos y sintéticos contrastantes demuestra la intención de los arquitectos de fusionar la cultura global con la localî.

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Joel Sanders Febrero, 2005 Las especificaciones de nuestros clientes, Gabriela Aguirre y Gilberto Mantilla, fueron terminantes: queremos una casa que hacia afuera parezca un búnker o una fortaleza, y por dentro sea ligera, transparente, iluminada y completamente abierta al paisaje. El lote rectangular de 1.000 m2 que la pareja había adquirido en el Rancho San Francisco, una urbanización cerrada ubicada entre la ciudad de Quito y el Valle de Cumbayá, ocupaba una posición privilegiada: si se extiende el eje que lo divide longitudinalmente en dos partes iguales, la mirada choca contra la perfección cónica del Volcán Cotopaxi, luego de cruzar un parque privado y el pliegue de una quebrada. En planta, la respuesta a las peticiones de nuestros clientes fue establecer una suerte de banda en forma de V: una mano que se dobla en un intento por recoger, a la distancia, la redondez de la planta del Cotopaxi. Esta forma base, al duplicarse en dos pieles -una exterior impenetrable, sólida, opaca, y otra interior transparente, abierta y cargada de reflejos- establece un clara dicotomía entre la cara pública y la privada, la fachada exterior y la interior, el anverso y el reverso. La casa se consolida, de esta manera, en una suerte de esquizofrenia arquitectónica: antisocial cuando vista desde la calle, cálida y acogedora desde el patio interior; una coraza de piedra y cemento que desvía el peligro a la vez que se repliega para proteger la intimidad de la vida familiar y albergar el paisaje.


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Si bien la coraza de las fachadas anteriores establece una separación tajante entre el interior y el exterior, las fachadas posteriores facilitan el flujo de uno hacia otro lado. La superficie opaca del gran muro de travertino dentado de la fachada posterior, por ejemplo, penetra en el vestíbulo desde el paisaje a la vez que se ancla en él para proyectarse hacia el volcán. La banda de vidrio posterior, por otro lado, se abre completamente al entorno para permitir que el verdor del paisaje andino acceda al interior de la casa, a la vez que su superficie lo refleja y celebra. La casa se desarma para establecer una continuidad entre el espacio de adentro y el de afuera, en un intento por diluir el borde entre naturaleza y arquitectura. El carácter defensivo del anverso y la fragilidad del reverso encuentran eco en el juego de luces, vacíos y superficies de las fachadas. La luz perpendicular de la línea ecuatorial choca contra las superficies prohibitivas del frente, y rebota, homogeneizándolas, diluyendo sus aristas, enmarcando las sólidas sombras de sus vacíos. A este efecto se contrapone el patrón lineal del hueco relieve que excava y suaviza las fachadas con sus líneas de sombra. La luz logra hender los pequeños orificios excavados en la coraza para dibujar líneas oblicuas o figuras en el interior. El efecto se invierte en el reverso, donde la luz atraviesa libre y ubicua, salvo en el muro dentado de travertino, por donde se riega en una cascada de luz y sombra. Durante el día, el interior se ilumina. Se instalaron persianas para protegerlo y refrescarlo, sin que se anulara la vista del exterior. Por la noche, la luz artificial estalla hacia el exterior, como si buscara retornar a los elementos, y fundir al hombre con la naturaleza en la coyuntura de la materia.

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FACHADA FRONTAL


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PLANTA BAJA

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PLANTA


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