Catártica: Septiembre '24

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N U E S T R O S D E S A Y U N O S

L A E N F E R M E D A D D E L A M O R A L :

L O S C A P R I C H O S D E F R A N C I S C O D E G O Y A

M . I . F l o r e s N a c h ó n

R o s s a n n a H u e r t a

M O N O P O L I O S N A T U R A L E S

¿ M O M M Y I S S U E S ? 3 5 9 1 3

Y O T R O S D E S A F Í O S D E L C A P I T A L I S M O P a b l o L ó p e z

M i g u e l J í m e n e z

F a n t á s t i c o S r . Z o r r o

A B I 1 9 2 2

O D A A L E S T O R N U D O P R I M A V E R A L

M . I . F l o r e s N a c h ó n

Despertar y verte, comenzar a sentir lo que viene de la cocina y saber que estoy en casa, cada día contigo es un recordatorio de que la vida no para, no perdona, y de que de felicidad… también se llora.

¡Pirosofías para encendernos!

Café humeante, Tus ojos brillan al mirarme, Amor en sorbos.

Pan tostado crujiente, Compartimos la misma mesa, y sonrisas.

Huevos revueltos juntos, Mezclamos sueños y sabores, Amanece.

Café con leche,

Nuestra mezcla perfecta, Un abrazo en cada taza.

Un cereales cruje

Tu reflejo en la cuchara, Complicidad.

Frutos rojos

Pasión de cada bocado, Amor que nos renueva.

Omelette con queso, En tus manos, un sabor con futuro

Pablo López D E S A Y U N O S

Galletas con chispas, Sorpresas dulces en cada mordisco, Amor que nos emociona.

R O S

N U E S T

Té caliente, Confort en cada sorbo, Amor que nos abraza.

Té en su mirada, el pan tibio comparte, sol en la mesa.

Miel en tus labios, pan compartido, dulce silencio.

Café y risas, amanecer tranquilo, juntos, despacio.

Pan con mantequilla, murmullos entre sábanas, calor de hogar.

Mantequilla, desliza amor en panes, besa la luz.

Naranja fresca, el sol en la ventana, tus besos.

Entre sorbos, se deslizan caricias, cálido abrazo.

Avena tibia, en la boca un secreto, miradas lentas.

Fruta cortada, tus manos dibujando amor sin prisas.

La Enfermedad de la moral:

Los Caprichos de Francisco de Goya

M.I. Flores Nachón

“No permitan ustedes que en el templo del Señor su Dios se pague una promesa con el dinero ganado en ese tipo de prostitución, porque esa práctica le repugna al Señor”

Deuteronomio 23:18

Durante el último año he estado leyendo, investigando, entendiendo y escribiendo sobre la sociedad y el desnudo humano. Buscando comprender el origen de nuestro pudor, nuestra modestia y nuestra vergüenza, entendiendo que los tres son distintos sentimientos y comportamientos que corresponden a la concepción de nuestro propio cuerpo. Sin querer entrar en profundidad, brevemente compartiré lo que he entendido sobre los tres La modestia, por una parte puede definirse como la retención y equilibrio en la humildad del ser ante las normas y expectativas sociales, el pudor aunque similar es distinto en cambio al tratarse del comportamiento que busca cumplir con las normas, inclinándose a un extremo de adecuamiento, originario del latín pudere, purificar, limpiar los suelos. Y por último, la vergüenza, como lo define Scheler (2004/1957), es el desarrollo humano de un sentimiento de inseguridad ante el auto-reconocimiento de la otredad en el cuerpo propio y ajeno. Mientras la modestia y el pudor son constructos sociales, la vergüenza, es inherente al ser humano.

El entender lo anterior me ha permitido también comprender mi comportamiento y desarrollo en la sociedad, acompañándome ahora de preguntas que cuestionan lo que me ha parecido normal hasta el momento. ¿Por qué le tenemos miedo al desnudo?

No quiero adentrarme en la pregunta en cuestión pues tendría que desarrollar mi tesis en esta publicación, sin embargo, me ha inspirado para cuestionar el desnudo público y la práctica sexual que se ha considerado como la enfermedad de la modernidad, la carie en muela de la ciudad: La prostitución como sujeto de arte en la obra del siglo XIX, específicamente Los Caprichos de Francisco de Goya.

La prostitución se reconoce como el trabajo más antiguo, sin embargo desde el siglo XVII, con el desarrollo de un nuevo modelo económico más cercano al capitalismo actual, las crónicas de la sexualidad y sus efectos secundarios fueron traducidos mayormente a la productividad.

Por consecuencia todo lo relacionado al placer estaba prohibido, resultado en la privatización de cualquier acto, convirtiéndose en un acto que debería tomar lugar únicamente en la habitación marital entre marido y mujer, creando una regla silenciosa moral que perdurará para siempre. A este cambio, Michel Foucault le llamará La Hipótesis Represiva.

Así es como en el siglo XVIII la prostitución se convirtió en el símbolo de la enfermedad de la sociedad, pero también un fenómeno social, el escape de la represión, y a manera de antónimo la prostituta se martiriza y se convierte en heroína del cuerpo inmoral pero con alma pura, en búsqueda de una vida mejor. Francisco de Goya contribuyó a la construcción del arquetipo de la prostituta a finales del siglo XVIII. Los Caprichos de Goya es una serie de ochenta grabados realizados en 1799, en los cuales se representan los vicios de la sociedad española que se encontraba en una transformación. Al contrario de lo común, los grabados planteaban una crítica al fanatismo religioso, y por vez primera proponía la comprensión y verdadera misericordia hacia la prostituta, en lugar de su juicio moral que la catalogaba como carie en muela de la ciudad. La prostituta joven y atractiva, que labora, como cualquier otra pieza del ajedrez capital, siguiendo las instrucciones y consejos de la Celestina, que a su vez se lamenta por ellas. “Ruega por ellas”, el grabado número 31 es uno de los representativos sobre la prostitución, además de “Bien tirada está”.

Los Caprichos, como visión mordaz y protesta a los sistemas de poder y de castigo funcionan como abogados del diablo, de la contraria al pudor, modestia y vergüenza, develan que la verdadera enfermedad de la moral no es sino la mala educación y la ignorancia, que a forma de arma, castigan a las almas que viven la tierra en constante condena.

¿ M o m m y I s s u e s ?

¿No les ha pasado que, al analizar a fondo la obra de un artista, terminan pensando que a ese pobre señor le faltó cariño en su infancia? Bueno, esa fue mi impresión después de recorrer la exposición de Damien Hirst. Debo admitir que me tomó casi cuatro meses de guías, visitas y explicar sus obras al público en general para llegar a esta absurda conclusión. Al principio, no tenía una gran opinión sobre él ni sus piezas. Pero ahora, después de tantas interacciones (sobre todo recordando a los visitantes que esto no es una exposición de "mira-toca-y-aprende"), no puedo evitar pensar que el señor estaba un poco trastornado. Antes de continuar, quiero aclarar que no tomen esto como la Biblia, sino como una lectura divertida de lo que podría ser.

Vista de la exposición Damien Hirst: Vivir para siempre (por un momento) Museo Jumex, 2024 Fotografía: Prudence Cuming Associates Ltd © Damien Hirst and Science Ltd Todos los derechos reservados, DACS/Artimage 2024

¿Y por qué digo que a Hirst le faltó amor en su infancia? Bueno, se rumorea que Mary Brennan, su madre, nunca fue fan de las obras de su querido hijo. Y aquí es donde comienza nuestra visita, en lo que yo llamo "la sala de la infancia". Les cuento por qué: desde que salimos del elevador principal, nos encontramos con sus famosos puntos de colores (aunque un poco más primitivos de lo que veremos más adelante).

Lo primero que me viene a la mente son esas clases de arte en el jardín de niños, donde usamos colores primarios de supermercado, con dibujos que se salen de la línea y parecen hechos con los deditos. Y no es que sea algo malo, pero es curioso, porque parece que todas las piezas en esta sala están diseñadas para llamar la atención. Luego nos topamos con Tiburones en formaldehído, instrumentos médicos, gabinetes que podrías encontrar en tu casa, y miles de zirconias.

Cuando estoy en esta sala, me gusta hablar de lo oculto, pero no en el sentido literal, sino en cómo mucho del significado de las piezas está en un plano más profundo. Me encanta pensar que Damien podría haber sido un gran poeta en lugar de un artista famoso. Por ejemplo, hay una obra que me fascina, titulada "El verdadero artista es aquel que revela las verdades del mundo". En ella, vemos tres paneles tipo gabinete llenos de mini tanques con formaldehído y peces, y lo primero que notamos es que en solo un panel los peces nadan en sentido contrario. Es por eso que encuentro tanta gracia en las obras de Hirst: son ridículamente obvias y, al mismo tiempo, no lo son.

Me encanta poder explicar esta pieza a los visitantes; la obviedad es parte de la experiencia. Cuando pensamos en arte contemporáneo, solemos usar palabras demasiado complicadas, conceptos complejos e ideas que siempre están en movimiento. Pero Hirst quiere simplificar todo eso. Esta pieza habla de aquellos que van en contracorriente, que no se dejan llevar por los estándares de la sociedad y crean su propio camino. Un camino que las futuras generaciones podrían seguir.

Siguiendo al segundo piso, me gusta llamarlo "la maldita adolescencia". Aquí encontramos tres temas principales: drogas, religión y obscenidad. Creo que el razonamiento detrás de este título es bastante obvio. Aunque me resulta demasiado cómico “¿Quién le tiene miedo al rojo, amarillo y azul (Para Gianni)” (un mensaje oculto para decir: suck my cock), creo que todas las piezas expresan una especie de rebeldía. Vemos a un adolescente que quiere distanciarse de su infancia y de las creencias familiares, buscando su propia manera de explicar el mundo, ya sea a través de otras religiones o la ciencia.

También hay una cierta irreverencia, que se manifiesta tanto en (suck my cock) como en la pieza giratoria, porque Hirst sabe que ÉL es el mercado del arte. Y en cuanto a las drogas, lo vemos reflejado en las obras que abordan su adicción al tabaco y el desgaste que causó en su cuerpo (miren el autorretrato hecho con radiografías, y si pueden, llévense a un doctor para que les explique la congestión gástrica de Hirst).

Por último, llegamos a la sala de redención, o como me gusta llamarla: "ya tengo una relación cordial con mi madre". ¿Recuerdan el detalle que mencioné sobre la Sra. Mary Brennan, que no disfrutaba de las obras de su hijo? Bueno, esta sala la llamo así porque veo un tipo de acuerdo de paz. Es una sala muy luminosa, llena de pinturas de flores de cerezo al estilo puntillista, con su icónico cráneo de diamantes en el centro. Las flores de cerezo hacen referencia a sus primeras pinturas de puntos, pero al mismo tiempo representan algo que es muy querido para su madre. No se siente como un agradecimiento por el apoyo, sino más bien como un gesto de cordialidad, como el momento en que ofreces una rama de olivo para mantener una relación en paz.

A pesar de estos nuevos descubrimientos y la lectura más profunda que ahora doy a sus piezas, no diría que Hirst sea de mis artistas favoritos. Claro, me encanta el juego de palabras, la obviedad y las referencias que hace a la historia del arte. Pero siento que es un artista que se queda corto en sus explicaciones, considerando que su tema principal es la muerte. Incluso al ver en su Instagram las explicaciones de varias de sus piezas, el espectador se queda esperando algo más: “¿Eso es todo? ¿No hay más?”. Y sí, parece que el intento de darle una lectura intelectual supera la información que realmente nos proporciona el artista. Y es aquí donde me pregunto: ¿Hirst ha sido siempre así o se ha convertido en esto debido a su peso en el mercado del arte?

MONOPOLIOS

N A T U R A L E S

Y OTROS DESAFÍOS DEL

CAPITALISMO

En las discusiones políticas sobre las corrientes económicas más propicias para generar una mejor situación en el país tiende a salir siempre el tema de los monopolios, particularmente los llamados “monopolios naturales” que supuestamente son necesarios para facilitar que ciertos sectores de los medios de producción de un estado puedan realizarse de manera más eficiente. Se debate todo sobre estos, desde su existencia hasta su validez y posible aplicación o hasta su inevitabilidad. En este artículo explorare las implicaciones económicas, sociales y legales que tienen este tipo de sistemas. Argumentare que estos monopolios son inevitables en el sistema económico actual y que este debería ser reevaluado y reformado profundamente para poder abordar sus inherentes deficiencias y asegurar una mejor vida para la mayoría del país.

MONOPOLIOS NATURALES

Un monopolio natural se define como la situación en que una sola empresa proporciona (por necesidad) un bien o servicio a todo un mercado,

esto para que este servicio pueda ser ofrecido a un menor costo del que tendría si compitieran por proveerlo varias empresas. Se atribuye y utiliza usualmente a las economías de escala, ya que los costos promedio tienden a disminuir a medida que la producción va aumentando. El acceso al agua, la electricidad y el gas natural son ejemplos claros de los tipos de servicios que se prestan a ser provistos de esta manera y que se consideran atados a este sistema de producción.

Di Lorenzo (1996) comenta en "El Mito del Monopolio Natural", que la idea de que los monopolios naturales son siempre “naturales” es errónea y que existen situaciones que dirigen las cuestiones económicas a recaer en este tipo de arreglos en lugar de que sea porque en verdad terminen siendo más baratos o prácticos. De manera más directa, el autor argumenta que la intervención regulatoria y las barreras de entrada artificiales a menudo crean o perpetúan estos monopolios más que las características inherentes del mercado y que, si se fueran a remover estas barreras y este acceso a intervención se podrían atender estas necesidades de manera más efectiva o más barata tanto para el estado como para los ciudadanos y hasta para el medio ambiente.

REGULACIÓN DE LOS MONOPOLIOS NATURALES

La regulación de los monopolios “naturales” ha sido vista tradicionalmente como una herramienta esencial para proteger a los consumidores de precios abusivos y de servicios deficientes, estos surgen de la falta de competencia en sectores donde un único proveedor domina el mercado.

En su texto, Partial Regulation of Natural Monopoly, Baumol y Klevorick (1970) argumentan que la regulación parcial, en lugar de la desregulación completa o la regulación excesiva, puede lograr un equilibrio entre la eficiencia económica y la equidad social. Sin embargo, hay que reconocer que un enfoque de "dejar hacer" propio del libre mercado, en el contexto de monopolios naturales, termina en un descontrol del mercado que beneficia exclusivamente a las grandes corporaciones a expensas del consumidor y del medio ambiente.

La teoría clásica de la regulación de los monopolios naturales, como se expone en el texto de la Universidad Carlos III de Madrid (s.f.), resalta que la intervención gubernamental es fundamental no solo para controlar estos monopolios, sino también para asegurar que no exploten su posición dominante y terminen pasando la factura al consumidor. Un mercado sin supervisión permite que estas empresas eleven los precios a niveles insostenibles y que puedan disminuir la calidad de los servicios. La regulación adecuada, en cambio, busca garantizar que el monopolio opere en beneficio del interés público, evitando abusos de poder y promoviendo, cuando sea posible, la competencia.

El libre mercado, si bien es eficiente en muchos contextos, no proporciona soluciones a los problemas inherentes de los monopolios naturales. Si no hay intervención gubernamental, estos monopolios optan por operar con la única lógica que conocen: la maximización de beneficios.

Esto profundiza la desigualdad económica y daña a los consumidores (Sharkey, 1982). La regulación, por lo tanto, no es solo una herramienta para controlar los precios, sino un medio para garantizar el acceso universal a servicios básicos, como agua, electricidad y transporte, que por cierto son derechos fundamentales y no simples bienes de consumo.

PROBLEMAS DE LOS MONOPOLIOS NATURALES

La crítica a los monopolios naturales y a su regulación se centra en la idea de que estos arreglos terminan siendo ineficientes y más propensos a la captura regulatoria. En "Some Problems with Natural Monopoly", se exploran las dificultades prácticas de regular efectivamente estos monopolios, señalando que las agencias reguladoras a menudo se ven influenciadas directamente por los intereses de las empresas que deben supervisar

Gregory (1987), en "Natural Monopoly and its Regulation", argumenta que las soluciones tradicionales, como la regulación tarifaria y las concesiones exclusivas, a menudo fallan en promover la eficiencia y la innovación. Generan estagnación, por lo que argumenta positivamente por enfoques alternativos que incluyan la competencia potencial y la liberalización controlada del mercado.

MONOPOLIOS NATURALES Y EL CAPITALISMO

Desde una perspectiva crítica y material de la historia, los monopolios naturales pueden ser vistos como una manifestación inevitable del sistema capitalista. En este tipo de mercado, las empresas siempre van a buscan maximizar sus beneficios a costa de cualquier otra consideración y, cuando las economías de escala son significativas, la consolidación y el control del mercado se convierten en estrategias racionales para maximizar ganancias Esto se alinea con la crítica marxista de que el capitalismo tiende hacia la concentración de capital y poder en manos de unos pocos en detrimento de los muchos.

Según la crítica marxista, la concentración de poder en los monopolios naturales no es un accidente o un ejemplo de errores en el sistema, sino una característica fundamental del capitalismo y la razón por la que este termina con crisis financieras o con su propia implosión. Este sistema económico, basado en la acumulación de capital sin lugar por otras consideraciones, inevitablemente conduce a la creación de monopolios y oligopolios que dominan el mercado, limitan la competencia y explotan tanto a los consumidores como a los trabajadores y al mundo del que toma la materia prima para poder generar productos y seguir existiendo.

CONCLUSIÓN

La aparente inevitabilidad de los monopolios naturales en el capitalismo nos plantea preguntas y problemas profundos sobre la viabilidad a largo plazo de este sistema económico en el mundo. Aunque la regulación puede mitigar algunos de los efectos negativos, no aborda la raíz del problema: la estructura misma del capitalismo y el hecho de que su meta final no sea el beneficio de la población sino la acumulación del capital.

Para lograr un cambio positivo y asegurar la sobrevivencia digna de la especie es necesario considerar alternativas que desafíen y reemplacen el modelo económico actual, promoviendo un sistema más equitativo y sostenible cuya meta sea el bienestar general y la promoción de los derechos de las personas.

GUERNICA (1937), PABLO PICASSO

El arte de Picasso puede entenderse como un grito contra el abuso de poder, ya sea político o económico, y cómo afecta directamente a la vida de los más vulnerables.

EL GRAN DICTADOR (1940)

La idea de un dictador que monopoliza el poder sobre la vida de las personas se refleja como una analogía del monopolio natural donde una sola entidad domina un recurso esencial para la supervivencia, oprimiendo al resto de la población.

REFERENCIAS

Di Lorenzo, T J (1996) El Mito del Monopolio Natural Retrieved from: https://sociologiasespwordpresscom/wp-content/uploads/2019/03/el-mito-del-monopolionaturalpdf

Baumol, W J, & Klevorick, A K (1970) Partial Regulation of Natural Monopoly Retrieved from: https://linkspringercom/chapter/101007/978-1-4613-0871-3 4

Sharkey,W W (1982) NaturalMonopolyanditsRegulation CambridgeUniversityPress Retrieved from: https://booksgooglede/books? hl=en&lr=&id=NV6QAAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PR5&dq=related:fcF7AYTMSlYJ:scholargooglecom/&o ts=Sv7djIsMNn&sig=VKr-q64PBJsVbhDjAN1FVpHxAhM&redir esc=y#v=onepage&q&f=false

Universidad Carlos III de Madrid La Teoria Clasica de la Regulación de Monopolios Naturales Retrieved from: https://e-archivouc3mes/rest/api/core/bitstreams/bdc7136b-4526-415693e5-8c9682243212/content

Walter, J E (1979) Some Problems with Natural Monopoly Sage Publications Retrieved from: https://journalssagepubcom/doi/abs/101177/0003603X7902400104

Durante gran parte de tu vida, te dijeron que estabas enferma. El psiquiatra te dijo que no te subía la serotonina y que tenías trastorno bipolar depresivo, aunque se dice que eso empezó el día que mataron a tu suegro a tiros. Yo nunca sabré la verdad de cuando comenzó todo. Lo que sí recuerdo es que desde que tengo memoria tomabas pastillas, muchas, 3 veces al día.

Que a veces no te sentías con ganas, pero recuerdo bien que siempre tenías un abrazo o un beso para mi o mis primos cada que llegábamos a tu casa, siempre amorosa, siempre sensible a todo, siempre sana y sin embargo, te autoproclamabas enferma. Aunque para mi eras mi abuela, por quién me peleaba con mi primo a los seis, para poder dormir contigo y el abuelo en tu cama de resortes oxidados, porque los tres no cabíamos. Los dos que quedaban fuera les tocaría dormir en el piso en una colchoneta en el cuarto tuyo, que también era sala y en invierno se convertía en comedor. Temporadas en las cuales te veíamos quedarte dormida en la playa leyendo tus revistas, o te veíamos enojar por alguna travesura que hiciera y gritándome

“¡Niño! vas a ver que te agarre yo, ¡te voy a dar una pela!”

incluso si en verdad jamás me la hubieras dado.

No te gustaba la carne de monte como a nosotros, tampoco la gallina de rancho, y mucho menos querías vivir aquí. A ti te gustaba el pueblo, estar con tu mamá, tus hermanas. Eras comerciante, sacaste a mis tíos adelante junto con mi abuelo, pero tú vendiste ropa que ibas a comprar a México, incluso con mi mamá embarazada de mi. Tienda tenías, mercancía por catálogo encargabas, por ello tu lugar era otro. Sin embargo, aquí te pasó y viviste de todo.

Hace 25 años al llegar, sembraste una higuera en frente de la casa, hoy es uno de los árboles más bonitos y frondosos que hay. Hace apenas 6 recibiste a una bebé que nació a medio patio.

Hoy hace un mes que te fuiste aquí mismo…

Me queda el duelo por delante, llegué a tratar de entender tu ausencia, no puedo aún, y me dueles y me faltas y te extraño… Quiero pensar que hoy mismo estás en paz, liberada de toda enfermedad.

Te amo Abi.

Imposible borrar el recuerdo de cuando recibí la noticia, tampoco lo que sentí horas antes cuando todo estaba sucediendo, miraba la luna, tres veces mi cabeza dio vueltas y sentía que caía al suelo. Es imposible, y no acepto, ¿será que no quiero?, las cosas fueron así, en mi cabeza no tenían por qué ser así. Teníamos planes, estábamos arreglando tu casa del pueblo para que tuvieras tu sueño hecho realidad, un poco de paz en tu corazón por lo que estabas viviendo.

Oda al estornudo primaveral

Pensé que mi alma se había quedado enredada entre las sábanas, debajo de la cama, que arrastraba un espíritu ajeno, empujando sueños a medio vapor y con esfuerzos lejanos. Por el mayor tiempo pensé que no me encontraba, que el frío me des-ubicaba y la falta de sol me marchitaba. Ahora me encuentro perdida entre los recuerdos que se detienen entre las zanjas de las huellas dactilares de todas las manos que estreché.

Se estrecharon, mis dedos y los suyos, y mi cuerpo con los suyos. Se estrecharon los lazos que pensé que no nos unirían y ahora se estrecha el corazón ante el recuerdo del presente que se ha ido. Se estrecharon mis labios al decir adiós y se alargó mi sonrisa al volver a las sábanas donde pensé abandonada mi alma. Difuminose dejando un surco en su lugar, y un suspiro que se confundió con respiro. De vuelta, me di cuenta de que mi alma se expandió y se encontró a sí misma dentro de mí, pesada como una piedra y adolorida como una pierna. El peso de mi cuerpo se ató al suelo, y me mantuvo firme en la tierra, con aquellos pies que alguna vez caminaron esquivando los aleteos de los pequeños insectos, imaginando las esporas que me inspiraron no sólo un estornudo primaveral.

Mi alma tiene alas, porque se encuentra repartida entre otros, entre sonrisas y ojos, manos y dientes, rizos y abrazos, insultos y besos, curvas y caricias.

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