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Obispo Jugis agradeció a mujeres y hombres consagrados en Misa especial
SUEANN HOWELL sahowell@charlottediocese.org
CHARLOTTE – Las personas que sirven en la Diócesis de Charlotte como sacerdotes, hermanos y hermanas de órdenes religiosas fueron honradas durante una Misa especial el sábado pasado.
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El Obispo Peter Jugis celebró una Misa por la Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada en la iglesia San Vicente de Paúl. La Misa anual honró a las y los religiosos que sirven a la Iglesia en la mitad occidental de Carolina del Norte.
Más de 50 religiosas representaron a nueve órdenes religiosas presentes en la diócesis. Entre ellas se encontraban dos jubilarias de 2023: la hermana trapense Genevieve Durcan (Orden de Cistercienses de la Estricta Observancia) y la hermana franciscana Jane Russell (Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco), que celebran 60 años de vida religiosa en 2023. Ellas actualmente viven con las Hermanas de la Misericordia en Belmont.
Monseñor Jugis les agradeció por el don de su vocación religiosa y servicio a la Iglesia en la diócesis.
“Me demuestra a mí, y a todos los que encuentran, que el Espíritu Santo está vivo en la Diócesis de Charlotte”, les dijo. “El Espíritu Santo está inspirando a hombres y mujeres a un don total de sí mismos a Dios, siguiendo los pasos de Jesucristo”.
Todo el cuerpo de la Iglesia da testimonio de Cristo, dijo el obispo, pero “nada puede sustituir el testimonio especial que ustedes religiosos dan tanto a los que están dentro y fuera de la Iglesia: un testimonio de la santidad del reino de Cristo, un testimonio de la santidad de la Iglesia”.
Refiriéndose al pasaje del Evangelio del día de Mateo 16:24-27, el obispo reflexionó sobre las palabras de Cristo a sus seguidores: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga”.
“Este es un dicho de Jesús que está destinado a todos los cristianos, independientemente de sus vocaciones”, explicó. “Niéguese a sí mismo, ponga a Cristo primero, y luego sígalo. Es cierto para el matrimonio cristiano, es cierto para la vida cristiana soltera”.
Sin embargo, agregó, aquellos que consagran sus vidas a través de votos y promesas religiosas brindan un testimonio especial y poderoso.
“Es la forma en que ganan el mundo entero y encuentran su vida en el proceso”, dijo. “El Señor les ha dado esa gracia muy especial de una vocación de dejar todo y seguir a Cristo, dando testimonio de un reino que ‘está en el mundo pero no es del mundo’”.
La Jornada Mundial de la Vida