EPQ #7

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INDICE Mano a mano con Anwar Shaikh (5) Economisatas para qué? (12)

COLABORARON CON NOSOTROS: Federico Galkin Martin Gonilski Joel Rabinovich Cecilia Salinas Paula Cesana

COORDINACIÓN

Anwar Shaikh Julio Olivera Pablo Levin Juan Iñigo Carrera Taller Partida Doble Agustin Arakaki Cecilia Rikap Ariel Slipak Patricia Laterra Jenny Moreno Q. Brian Montenegro Federico Dulcich Luciana Rolon Martin Kalos Martina Latasa Tomás Canosa Paula Lo Cane Rocio Stefanazzi Ramiro Cardenas Ezequiel Monteforte Florencia Jaccoud Entre otros...

REDACCIÓN

Gerardo Gon Aguirre

DISEÑO Y EDICIÓN

La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discu sión (18) Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argen tina (23) La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? (30) ¿Qué esconde la igualación del salario a la ganancia? (36) La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no (42) Un análisis de las consecuencias socio económicas para la Argentina de sus relaciones con China. Las contradicciones del modelo y la reprima rización de la economía (47) Estrategias de industrialización de Asia y América Latina en perspecti vas comparadas (52) Revisando la teoría del capital humano (57) El trabajo asalariado en la teoría económica (61) La evolución del empleo en Argentina desde la Convertibilidad hasta la actualidad: ¿cantidad vs. calidad? (67) Coproducción de conocimiento (71) La coproducción como filosofía de la praxis (74) Marx y la producción teórica (78) Todos los artículos presentados en EPQ? son resúmenes o secciones de proyectos de investigación más extensos. Si te interesa profundizar en alguno de ellos comunicate con nosotros y te lo facilitaremos en versión digital. Además te invitamos a mandarnos por mail un resumen de un trabajo tuyo para publicarlo en los proximos números de EPQ?

Editor responsable: Agrupación Universitaria BASE. Avenida Córdoba 2122, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. CP 1120 AAQ. Teléfono: (54 11) 4374-4448 Int 6490. Correo electrónico: baseecon@hotmail.com. Página de internet: www.baseuba.com.ar


editorial

Editorial “.Lo que una generación avanza en conocimiento y creación espiritual, la siguiente generación lo hereda. Esta herencia se convierte en su alma, en su sustancia espiritual, algo con lo que uno se ha familiarizado, sus principios, sus prejuicios, sus riquezas... Y como cada generación tiene su propia actividad vital y espiritual, trabaja sobre lo que ha recibido y el material trabajado se hace más rico. Nuestra posición es la misma: tomar en nuestras manos el conocimiento, apropiárnoslo y moldearlo.” Hegel, Introducción a Lecturas sobre la Historia de la Filosofía.

surgen como una necesidad histórica en la época del capital. En ambos procesos la ideología desempeña una función central en el adoctrinamiento de la clase trabajadora. Es decir, que somos parte de una institución que tiene como misión la producción de saber universal o totalizador, que debe estar conceptualmente integrado y en permanente reelaboración. Esta tarea no sólo involucra a los centros de investigación y laboratorios, sino que debería incluir ineludiblemente al quehacer diario en los cursos. Al mismo tiempo, es menester que reproduzca ese saber, que lo comunique en las aulas y lo transmita a toda la sociedad, al tiempo que apuntale nuevas generaciones de docentes, investigadores y profesionales capaces de continuar esa tarea. Pero he aquí su contradicción inmanente. La Universidad debería abrir camino al desarrollo de la ciencia, sin embargo hoy se somete a la ideología del capital. Esta última le impone a la universidad sus determinaciones mercantiles, las cuales, a lo largo del tiempo, han ido tomado formas específicas. Desde la permanente reforma de los planes de estudios a favor de las necesidades o demandas del mercado –personificadas en el capitalista en su rol de comprador de fuerza de trabajo calificada-, hasta el direccionamiento de los proyectos de investigación en función de las necesidades del sector productivo. La Universidad queda entonces en la cuerda floja entre la

El presente año no es uno más en la vida de nuestra agrupación. Hace 10 años la Argentina ardía post-2001, con los mayores índices de pobreza y desocupación de su historia. Florecían las asambleas barriales, los piquetes y la búsqueda de formas de organización alternativas. Mientras tanto, en la FCE-UBA, se combatía a la Franja Morada, quien había perdido elecciones frente a TNT el año anterior, pero se había quedado a la fuerza. TNT se desmembraba, al tiempo que no se daba con la estrategia adecuada para sacar a los morados de nuestro órgano gremial, fracasando en su intento por resolver la disputa institucionalmente. Pequeño caldo de cultivo para armar una agrupación... Y así, en medio de la participación popular en los barrios, ruedas incendiadas, piñas contra matones y la conciencia clara de que la única forma de acabar con la explotación y todas las injusticias de este sistema es transformándolo de raíz, nace el BASE. Ahora bien, ¿qué potencialidad encierra el ámbito universitario en el proyecto de construcción de una nueva sociedad? Por una parte, como ya hemos mencionado en ediciones anteriores, identificamos que la Universidad cobra relevancia histórica como una institución capitalista en tanto produce un tipo de mercancía fundamental –fuerza de trabajo calificada- y desarrolla conocimiento científico. Ambos productos, en tanto parte de la producción social,

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editorial lucha del proceso de reproducción del capital y precaria situación docente. A su vez, desde el la indispensable producción científica liberadora. 2010 fundamos la corriente universitaria Cauce Por lo tanto, una de nuestras tareas funda- UBA y desde el 2011 confluimos con otras orgamentales en la facultad es hacer ciencia, es decir, nizaciones territoriales y culturales en la Coconstruir “conocimiento crítico”. Pero ¿qué es rriente de Organizaciones de Base La Brecha. Asimismo, participamos activamente de la ese conocimiento crítico? No todo conocimiento que diste del reinante, es crítico. Entendemos que Escuela de Economía Política (EsEP). Desde allí es aquel que avanza en la comprensión del organizamos junto con estudiantes, investigadomundo a partir del trabajo sobre las contradic- res y docentes de otras facultades y agrupaciociones de los conceptos legados, sobre lo que nes de ciencias económicas de Argentina y estos no pueden explicar. Es una necesidad del Uruguay las Jornadas de Economía Crítica; las pensamiento moderno hacer coherente su repre- cuales apuntan, justamente, al objetivo emancisentación del mundo. En este camino –que es el pador del desarrollo científico. En el presente del desarrollo del concepto- pierde sentido la año, se estará llevando a cabo su quinta edición falsa dicotomía entre heterodoxia y ortodoxia. Lo en nuestra Facultad. Qué mejor oportunidad que que buscamos no es alejarnos de la teoría neo- esta para seguir construyendo y disputando coclásica, sino comprender su lugar en la ciencia nocimiento. Al mismo tiempo, en lo que atañe a nueseconómica: explicar el ámbito donde se desarrolla, o sea el mercado. Sólo a partir de mostrar los tra propia formación como científicos y profelímites de la teoría neoclásica, brota la necesidad sionales, una de las tareas claves a tomar como estudiantes, graduade ir más allá de ella. (...) nuestra tarea es, justamente, apro- dos, docentes e inEs por esto que, como parte de nues- piarnos del conocimiento existente, de sus vestigadores críticos, tras actividades im- avances pero principalmente de sus fraca- es la reforma de los pulsamos un sos, de sus desvíos ideológicos y metafí- planes de estudio de nuestras carreras. En Proyecto de Investilo que respecta al gación de Cátedra sicos, para trascenderlos. plan de estudios de (PROINC) que estudia la actual crisis, fomentamos mesas de debate la Licenciatura en Economía, que su estructura se oriente exclusivamente a partir de la síntesis y ámbitos de discusión. Otra de las formas en las que construimos neoclásica-keynesiana, no se debe a que esta teconocimiento crítico es lo que llamamos copro- oría económica sea la que corra con la verdad, ducción. Mediante la articulación con organiza- sino que es la máxima expresión de la reproducciones sociales, utilizamos las herramientas que ción de una ideología que naturaliza las relacionos da nuestra formación universitaria en em- nes sociales actuales y no cuestiona la prendimientos autogestionados, en ámbitos que explotación. De manera que concebimos como buscan otras formas de organización y trabajo vital la reforma del plan de estudios vigente por que se diferencian de las que imperan en el uno que nos permita desarrollar las herramientas mundo capitalista. Así salimos de la concepción necesarias para complejizar el análisis del sisde “extensión universitaria” y tomamos este pro- tema actual. Esperamos que esta EPQ? sirva para disceso como un ida y vuelta donde aprendemos de esa experiencia sin pretender llevar verdades re- parar preguntas y cuestionamientos sobre lo que estudiamos en la carrera, cómo estudiamos y veladas. También creemos que organizarnos es fun- también que pueda servir como un puntapié damental para dar una disputa por una sociedad para tomar el conocimiento en nuestras manos. sin explotadores ni explotados. En ese sentido, Animarnos a investigar por nuestra cuenta con no perdemos de vista la necesidad de luchar por el objetivo de un conocimiento crítico superador. mejores condiciones de cursada y acabar con la Por que el conocimiento será crítico o cómplice.

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mano a mano con anwar shaikh

La siguiente nota es parte de la entrevista que tuvimos la posibilidad de hacer al economista paquistaní Anwar Shaikh, en su última visita a Argentina. Charlamos con este profundo estudioso de las escuelas del pensamiento económico sobre distintos temas de teoría económica y su relevancia para entender los tiempos presentes. Shaikh, que se define a sí mismo como un “economista político clásico”, destaca que no se trata de repetir de memoria cada pasaje de los grandes autores, sino usar aquellas ideas potentes que se encuentren en los mismos para entender el sistema capitalista moderno.


mano a mano con anwar shaikh los clásicos (Smith, Ricardo y Marx). No creo que el capitalismo moderno esté dirigido por monopolios, sostengo que la competencia juega un rol central en el capitalismo actual. Esto es justamente lo que dicen los neoclasicos, pero también Adam Smith, Ricardo, Keynes y hasta Marx. La pregunta entonces es, ¿Cómo entendemos un sistema que es motorizado por la presión de la competencia y produce como resultado la crisis que vemos hoy en día? Esto creo que es algo a lo que podemos dar respuesta de manera sistemática. En mi libro, lo que presento en cada capítulo lo comparo teóricamente con lo que dicen los neoclásicos y los keynesianos. Y además lo comparo con la evidencia empírica, ya que el juez último es cómo podés entender el mundo a tu alrededor. El objetivo último no es poder recitar qué dijo Marx, qué Ricardo. Esto es útil porque fueron unos genios, pero el objetivo es entender el sistema.

EPQ?: Empecemos con una pregunta bien general… ¿Que entendés por economía?

A.S: Bueno, es una buena pregunta, y si me disculpan, déjenme “limitarla” a la pregunta de qué entiendo yo por economía en el capitalismo, porque la pregunta cambia según el modo de producción del que hablemos, y la mayoría de la gente cuando lo pregunta se refiere a este sistema particular. Entonces, en primer lugar, la economía es una ciencia social, lo que significa que trata sobre una forma particular de sociedad con ciertas reglas y pautas de reproducción, y estas pautas son resultado de comportamientos individuales, lo que no significa que la intención de los mismos es producir este resultado. Es por esto que gente como Adam Smith lo llama “la mano invisible”, porque no es verdad que haya un agente sentado ahí minimizando u optimizando. La gente hace muchas cosas en forma complicada, muchas veces de manera estúpida e inconsistente, y sin embargo, el sistema aun mantiene un orden y es aquí donde está la pregunta interesante: ¿Cómo un sistema en el que las personas actúan impulsadas por una variedad de motivos puede tener un orden? Es de esto de lo que trata la economía, de entender la lógica de funcionamiento del sistema capitalista y no confundirla con algo que debamos minimizar o con problemas de eficiencia.

EPQ: Con esto querés decir que estudias todo, no por ser marxista pensás que la teoría neoclásica no vale la pena y la dejás de lado…

A.S: Efectivamente estudio todo. Sí creo que la economía clásica, y especialmente Marx, tienen un poder de comprensión del sistema enorme. Pero no existe, por ejemplo, un principio de la demande efectiva en Smith en Ricardo ni Marx, entonces, si EPQ?: Recién El objetivo último no es poder reci- querés responder esa nombraste a Adam tar qué dijo Marx, qué Ricardo. Esto pregunta, no podés simplemente repetir lo Smith y con respecto a es útil porque fueron unos genios, pero que ellos dijeron, sino eso, queríamos saber si que debés sacar el conte parece necesario re- el objetivo es entender el sistema. tenido científico de tomar las obras de autores de la historia del pensamiento económico ellos, la innovación lógica que existe ahí, siempre intentando construir una estructura cohepara entender el presente. rente, cosa que creo posible de lograr. Hace A.S: Justamente estoy escribiendo un libro tiempo que escribo el libro y espero poder deal respecto y lo que busco argumentar es que mostrar que es posible lograr una historia teóriexisten tres maneras básicas de analizar el sis- camente coherente que no sea ni keynesiana ni tema moderno. Una de ellas es la visión neoclá- neoclásica, pero a la vez sea coherente empíricasica, que ya es bien conocida. La otra es el camino mente. keynesiano o poskeynesiano, que trae consigo el EPQ?: ¿Crees que la teoría económica ya tema del oligopolio, el monopolio y la teoría del mark-up. Por último está la opción de retornar a está hecha? ¿Y que nuestra tarea es simplemente

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mano a mano con anwar shaikh riamente deben seguir una estructura coherente. Tal vez lo que querés es explorar y nosotros permitimos a nuestros estudiantes y doctorandos A.S.: Al contrario, creo que en estos mo- tener tres evaluaciones que sean de tres escuelas distintas si lo desean. mentos estamos atravesando una etapa de El hecho es que el capitalismo le dio No obstante, si se recuperación de treinta un golpe en el rostro a todos y algu- quiere lograr una argumentación coherente, años de una especie de nas personas están despertando. La no es posible saltar de desorden y alejamiento de la realidad. Posible- mayoría niega la crisis, niega el pro- una estructura teórica a mente más de treinta blema y continúa escondiéndose de- otra porque son contraaños. Pero entonces, la trás de lugares ideológicos comunes. dictorias entre sí. La mayoría de los estupregunta es ¿Por qué paso esto? No fue por- Pero los más jóvenes, más que nada diantes prefieren tener que los otros argumen- los que deberán sufrir las consecuen- un poquito de cada una tos ahora estén cias de todo esto, serán la audiencia y está bien, pero yo no volviéndose mejores, yo expectante por el debate sobre la com- soy así, no soy capaz de pensar así. Necesito creo que ya eran lo sufisentir que un argucientemente buenos. El presión del mundo. mento es coherente hecho es que el capitalismo le dio un golpe en el rostro a todos y algu- adelante y hacia atrás. A veces significa que no nas personas están despertando. La mayoría tenés la respuesta y es acá donde intento trabajar niega la crisis, niega el problema y continúa es- con mis estudiantes, tratando de responder alcondiéndose detrás de lugares ideológicos co- gunas preguntas teórica y empíricamente. Está munes. Pero los más jóvenes, más que nada los lleno de cosas por hacer, y una de ellas es libeque deberán sufrir las consecuencias de todo rarse de la trampa del encuadre neoclásico. Enesto, serán la audiencia expectante por el debate tonces, tal vez, hasta algunas de las herramientas sobre la compresión del mundo. Por mi parte, que inventaron pueden resultar útiles para hacer quiero que estén las tres partes presentes en un algo más general, y en mí opinión, más interedebate justo y abierto, lo que significa que los ne- sante. oclásicos deberán estar ahí. Soy profesor del proEPQ?: Ya que estamos hablando de la unigrama de Doctorado y siempre enseñamos teoría neoclásica, también Keynesiana y por supuesto versidad, nosotros estamos ahora debatiendo clásica. Les decimos a nuestros estudiantes: sobre nuestro plan de estudios en la UBA. Actualmente este está es“aquí tienen, ustedes tructurado en torno a la eligen”. Está lleno de cosas por hacer, y una síntesis neoclásico-keyEPQ?: Entonces, de ellas es liberarse de la trampa del nesiana, aunque hay ¿se trata de elegir una encuadre neoclásico. Entonces, tal profesores que en algude ellas? vez, hasta algunas de las herramien- nos cursos adoptan entas que inventaron pueden resultar foques diferentes, pero que no son obligatorios A.S.: Mi postura útiles para hacer algo más general, y de la currícula. ¿Cómo es distinta a la de mis enseñas vos en la New colegas. Creo que si lo en mí opinión, más interesante. School? que buscas es una argumentación coherente no es posible usar los tres enfoques a la vez. Esto no significa que no pueA.S.: En un curso di estructuras por mucho das trabajar en los tres, los intereses no necesa- tiempo, comparaba las respuestas a las principa-

adoptar una de las tres doctrinas económicas de las que hablábamos antes?

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mano a mano con anwar shaikh les preguntas de la de la No hay que tenerle miedo al debate. EPQ: ¿Crees que economía desde tres esTener la opción de estudiar es un prila enseñanza de todas cuelas del pensamiento diferentes. Entonces, di- vilegio para cualquier persona, tener las escuelas del pensagamos, ¿Qué causa el la oportunidad para hacer preguntas, miento económico debe desempleo? La teoría argumentar y discutir. Así que, pri- ser un punto esencial en neoclásica tiene una mero, hay que disfrutar esta chance. un plan de estudios progresivo? respuesta, la Keynesiana también, además Después, recién después, hay que deciA.S: Absolutatenemos a Marx, así que dir que camino seguir, tal vez no quetambién tenemos una rés alejarte de la teoría neoclásica, mente, si estamos en un momento donde existe respuesta. Lo que inpero por lo menos no tenés que decir un conflicto de paradigtento mostrar es que cada una es consistente que es por que sos ignorante de todo mas, la única manera científica de trabajarlo con su marco teórico, la lo que abunda. es teniendo todos los respuesta neoclásica no es una respuesta en el aire, es una respuesta paradigmas sobre la mesa. De otra forma se consobre la perfección de los mercados. Lo mismo vertiría en una solución religiosa. Sería como en sucede si hablamos de inflación, comercio inter- la religión islámica donde no te dejan decir “no, nacional o crecimiento, las explicaciones son con- esta religión o esta versión del Islam no es cosistentes con los fundamentos básicos. Lo mismo rrecta”, si no seguís sus versiones te meten preso para Keynes y la economía clásica en toda su ex- o te reprimen. Eso no es científico. La ciencia protensión. Este método es bastante útil, de otra ma- cede generando conflictos y críticas entre visionera los alumnos están, desde un inicio, nes y mientras más conflictos haya, más dominados únicamente por economía neoclá- posiciones habrá. Esto no significa que uno tenga sica. Esto desde el principio nos dice que hay tres que estar de acuerdo con todos, cada uno tiene respuestas diferentes, puede que haya coinci- su propia opinión personal, pero es necesario dencias, pero son sumamente diferentes. Esta es tener la posibilidad de que se presenten todas las la manera en que prefiero hacerlo. Algunos do- visiones. centes tienen otro método, dan primero únicaEPQ?: Mencionaste la palabra criticar, que mente economía neoclásica y en la segunda parte del curso una crítica, pero el problema ahí es que pensás que significa esto? la gente tiende a acostumbrarse a creer que aqueA.S.: Para mí significa que debés tener otro lla es la respuesta y después tienen que intentar alejarse de ella. Por mi parte, prefiero dejar las lugar donde pararte, que no es lo mismo que cosas claras desde el principio. No hay que te- quejarse. No es suficiente decir que su marco nerle miedo al debate. Tener la opción de estu- conceptual es malo, debemos responder el diar es un privilegio para cualquier persona, mismo problema que ellos plantean. Y no es simtener la oportunidad para hacer preguntas, ar- ple, pero es acá donde está lleno de lugar para gumentar y discutir. Así que, primero, hay que trabajar e investigar, porque cuando una predisfrutar esta chance. Después, recién después, gunta queda sin responder es necesario tener hay que decidir que camino seguir, tal vez no gente trabajando en el tema para encontrar la resquerés alejarte de la teoría neoclásica, pero por puesta. Tenés que explicar por qué si el ingreso lo menos no tenés que decir que es por que sos sube, sube la demanda; por qué la demanda de ignorante de todo lo que abunda. Hagan sus los bienes de lujo crece más rápido cuando el inelecciones. Yo estoy en un lugar privilegiado al greso es mayor. Todas esas preguntas deben ser tener la posibilidad de seguir este método, a mu- explicadas, pero yo no utilizo para ello funciones chas universidades no les interesa. de utilidad u optimización de comportamientos,

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mano a mano con anwar shaikh posibilita hacer un argumento matemático, donde la proporción entre ambas queda dominada por el trabajo, porque la ganancia es relativamente pequeña. Entonces me pregunto: en la economía estadounidense, si miro el precio de las computadoras portátiles, ¿cuanto de los precios relativos de los distintos bienes se explican a través del tiempo de trabajo directo e indirecto? 93% por año, y entonces la pregunta es ¿por qué? Al encontrar la respuesta a esta pregunta surge otras nuevas, ¿cómo es esto posible? ¿Qué determina esta variación? Algunas de estas preguntas no han sido respondidas y estoy buscando matemáticos para que me ayuden a contestarlas. Creo estar cerca ya que, empíricamente, puedo mostrar una y otra vez los mismos fenómenos. Esto nos dice que el elemento estructural del precio son elementos dominantes (costos de producción) y el más grande de estos es el trabajo directo e indirecto, Ricardo señalo esto y Marx no, el dice algo diferente. ¿Cuál es la diferencia? ¿Qué señala Marx? El problema de la transformación. ¿Y cuánto agrega esto al poder explicativo de la teoría económica? Alrededor del 5 por ciento. Entonces, el primer 93% es gracias a Ricardo, el 5% es a Marx y el resto corresponde a todo lo demás, monopolio, impuestos, desequilibrio y demás, estamos hablando de un 2 o 3 por ciento.

ni nada de eso.

EPQ?: Le hacés una fuerte crítica a los neoclásicos, ¿qué hay de Marx? ¿Tenés alguna crítica sobre sus escritos?

A.S.: Si, en cierta forma, porque mi objetivo no es desarrollar Marx ni Smith ni Ricardo, sino tomar de ellos lo que considero que es lo más poderoso dentro de su producción, siempre con el objetivo de comprender el presente. Busco cuáles son los puntos coherentes en cada autor con los que concuerdo, pero hay muchas preguntas que Marx ni siquiera tiene en cuenta o menciona al pasar. Quiero demostrar que ahí existe un marco teórico coherente, no sólo en Marx, sino también en Smith y en Ricardo. Ellos nos brindan los fundamentos necesarios para realizarnos preguntas y tener la esperanza de encontrar respuestas. La inflación es una, los precios relativos otra, qué es lo que determina el precio del acero frente al del plástico, por ejemplo. Las diferentes escuelas del pensamiento tienen distintos fundamentos teóricos, pero lo que quiero finalmente es demostrar, por ejemplo, los precios de manera empírica. Es posible y es hermoso cuando aparece… EPQ?: Qué querés decir con “empíricamente”?

A.S.: El precio de las materias primas en el argumento clásico está dado por sus componentes estructurales: por los costos de producción. Según Ricardo, esto en su mayoría es trabajo, no por ser mayormente costo laboral, sino por algo que Smith explica literalmente que también puede explicarse con facilidad de manera matemática, pero es mucho más bello por escrito. Si tomamos, por ejemplo, el precio de una birome vemos que este se compone por el costo de las materias primas, del trabajo y la ganancia. Pero las materias primas tienen su precio determinado por otro set de estas, que son materias primas, trabajo y ganancia. Si continuamos de esta manera siempre dividiremos el costo en materias primas, trabajo y ganancia. Es un proceso lógico que al final deviene en trabajo y ganancia y nos

EPQ?: Esto es interesante. Pensás que Ricardo estableció las bases de la Economía Política y que Marx hizo apenas una pequeña mejora?

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A.S.: Es un buen punto. Marx logra una pequeña mejora empíricamente, pero además logra algo importante que es mostrar de dónde surgen las diferencias teóricamente. Lo que Marx hace es preguntarse algo diferente: de dónde surge la ganancia. Ricardo no desarrolla este tema en profundidad y Marx, en cambio, pasa mucho tiempo en esto, tiende a concentrarse en la explotación. Marx tiene una respuesta mucho más poderosa a la raíz de la ganancia, en la cual incluye lo que él llama intercambio desigual o ganancia por alineación. Ahora bien, Marx no inventó eso, lo tomó de Stuart ya que él es el primero en decir


mano a mano con anwar shaikh que la ganancia tiene dos fuentes. Marx está convencido de eso. Si abrís “Teorías del plusvalor” en la primera página él dice: “consideren el siguiente argumento por Stuart, la ganancia tiene dos fuentes”. Sin embargo Stuart no presenta el problema claramente, no responde la pregunta de la ganancia por producción y por eso Marx se ocupa de explicar, aunque advierte que planea volver sobre el asunto de la otra fuente de ganancia. El problema es que nunca vuelve porque muere antes de siquiera intentarlo. La ganancia por alineación no esta explicada en Marx, pero Stuart nos da la historia. Todos comprenden la idea del plusvalor, el tiempo de trabajo debe durar una cierta cantidad de horas, más allá de esto tenemos un plusproducto y por lo tanto podemos explicar la ganancia. Pero entonces caemos en el problema de que la ganancia puede variar independientemente de esto, lo cual es el problema de la transformación y del de muchos otros de la misma índole. Este es el ejemplo que doy yo: llegás a tu casa esta noche y descubrís que tu hermoso set de televisión no está, por lo que, como persona privada que lleva la contabilidad de su riqueza personal, anotás el hecho como una perdida por 2000 pesos. Aquí lo que tenemos es una pérdida, no en sentido de ganancia, sino en sentido personal. Más tarde, recorriendo las calles de la ciudad, descubrís que tu televisión está siendo vendida por alguien a 2000 pesos. Este va a contar el ingreso como ganancia. Esta ganancia es completamente misteriosa, ya que nadie creo una nueva televisión. La original ya fue comprada por vos y ahora será revendida. Vos la compraste, el plusvalor se realizó, pero alguien esta realizando una segunda ganancia por la misma televisión como si surgiera del aire. Pero no es así, ya que es exactamente igual a tu perdida personal. Esto es lo que Marx llama ganancia por intercambio y es un intercambio desde el circuito del ingreso personal al circuito del capital. Lo mismo sucede si vas al depósito de un negocio y robas una televisión; ellos deberán anotar lo sucedido como una pérdida de 2000 pesos mientras que vos ganas esos 2000, no como ganancia, sino como riqueza. La ganancia agregada cae por 2000 y tu riqueza aumenta. Si dijera

que el local de electrónica es Estados Unidos y el sector personal Argentina o viceversa, todos entenderían y dirían: “por supuesto, es balanza de pagos”. Pero no se trata de la balanza de pagos, se trata de que un país es el “Capital” y el otro “Hogares”. El ejemplo del robo es brillante por que nos habla de una de las formas de ganancia capitalista más viejas. ¿Cómo llegó el capital a Latino América? No fue sólo intercambio, fue robo, y así lograron grandes ganancias en Inglaterra. Lo que resulta interesante es que Marx habla de esto en otros escritos y señala que, precisamente, el capital mercantil consiste en comprar algo barato y vender caro. Y nada es más barato que lo que es robado. La respuesta era bien conocida desde antes de Marx, y si observás la literatura marxista la gente ni siquiera lo menciona a pesar de ser fundamental y la respuesta aun nos sirve en estos días. Pero el secreto no es el robo sino el intercambio desigual. Se trata de cuestiones teóricas fundamentales, ya que únicamente aparecen en Marx y no en Ricardo, este último ni siquiera se pregunta sobre estos temas. EPQ?: ¿Cuál es, en tu opinión, la parte más importante de “El Capital” de Marx?

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A.S.: No creo que sea posible elegir “el capítulo más importante”, creo que la parte más importante es su idea de que se puede entender al capital en sus más concretos detalles empezando por una fundamentación sistemática, metodología también utilizada por Ricardo, que no es solo la de entender lo qué es la explotación o la acumulación originaria o desarrollo desigual o imperialismo o cualquiera de esas cosas. Se trata de una fundamentación científica, rigurosa pero que dejó incompleta, por lo que no se puede decir: “bueno, esta parte no sabemos la respuesta”. No quiero estar limitándome a lo que nadie dijo pero una de las cosas más importantes es la idea de la mano invisible de Smith o la ley del valor de Marx. Pero lo más importante es que tenés un sistema en el que la gente se cree aparentemente libre y donde los mismos patrones se repiten una y otra vez, con algo conduciéndolos. Si hay algo que tengo que resaltar de todo esto


mano a mano con anwar shaikh logía que uso es la de comparar el capitalismo con una central nuclear, tiene un gran poder que conlleva una gran cantidad de efectos secundarios. Pero no es que mejoramos un reactor nuclear simplemente apretando botones y viendo EPQ?: ¿Vos te consideras marxista? qué pasa, porque entonces produciríamos un deA.S: Me considero a mí mismo como un sastre. Es necesario entender que tienen que estar economista político clásico, y existe una razón regulados, tener límites, luego uno se puede preque explica eso y es que no hay una única Biblia. guntar si esos límites son razonables y después Leí con mucha atención a Kalecki y a Keynes uno se puede preguntar, ¿qué hacer? Y déjenme para hacerme las mismas preguntas que ellos se terminar con esta problemática, ¿es cierto que el hicieron y tratar de encontrar nuevas respuestas, capitalismo produce situaciones de pleno empero por supuesto que sus respuestas fueron cru- pleo y será capaz de continuar haciéndolo? Yo ciales para seguir adelante. Entonces, cuando uso no creo que eso sea cierto. Yo creo que produce a Harrod en mis estudios, no puedo ser marxista, desempleo sistemático, a escala mundial uno ve tampoco cuando uso a Ricardo. Y cuando uso a dos mil millones y medio de personas que no tieMarx no puedo ser Harrodiano. Entonces consi- nen acceso al trabajo. No creo que eso sea falta de demanda efectiva, dero a la economía considero que es una como una ciencia social (...) creo fundamentalmente que po- consecuencia natural abstracta de determinaciones. Estos son los demos mejorar el mundo, no tenemos de la lógica del sistema. problemas que los clá- que aceptar el mundo que vemos ni el Entonces si no quiero sicos inventaron como sistema social en el que vivimos, pero tener a dos mil millones y medio de personas conceptos y tuvieron algunas herramientas también creo que tenemos que enten- muriendo de hambre para analizarlos que der lo que estamos haciendo para porque no tienen acceso al trabajo o porque Marx las expandió de poder lograrlo. viven en la miseria o en manera grandiosa. En la pobreza entonces no mi opinión, si Marx no es el mejor economista, sin dudas es uno de los creo que dar una respuesta neoliberal, creando mejores. Y si hubiese terminado su maldito libro nuevos mercados hará que baje el desempleo, y seguramente hubiese sido el mejor, pero no lo debo preguntarme que deberíamos estar hahizo. Otra de las dificultades de definirse como ciendo en el corto plazo y en el mediano y por marxista es que la gente tiene millones de con- último qué haremos en el largo plazo. No trabajo cepciones sobre eso y no quiero quedar encasi- en eso, pero sin dudas eso me motiva muchísimo, es necesario entender este sistema para llado en esas concepciones. crear uno alternativo El capitalismo tiene muEPQ?: Para terminar, el nombre de nuestra chas ventajas muy poderosas, de eso no hay dudas, pero tiene más desventajas y tenemos que revista: ¿Economistas Para Qué? entender que son parte del capitalismo y que no A.S: Bueno, esa es una muy buena pre- podemos quedarnos con las ventajas y quitarle gunta y mmm… provengo de un país del tercer las desventajas porque provienen del mismo orimundo, de Pakistán, donde he nacido y creo fun- gen, que es la burbuja del beneficio. damentalmente que podemos mejorar el mundo, EPQ?: Muchas Gracias no tenemos que aceptar el mundo que vemos ni el sistema social en el que vivimos, pero también creo que tenemos que entender lo que estamos A.S: Fue un placer. haciendo para poder lograrlo. Entonces, la anaes que la motivación por las ganancias es la principal creadora de estos patrones. Estos no son intencionales sino que son externos.

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entonces.. economistas para qué? En el marco de la celebración de los 10 años del BASE|, el miércoles 23 de Mayo realizamos una charla-debate para problematizar acerca de cómo concebimos el rol de un economista en la sociedad, cómo abordamos la ciencia económica en nuestra facultad y cuál es el estado actual de esa ciencia en nuestros días. Los panelistas fueron el Dr. Julio Olivera (Profesor Titular Emérito de Teoría Económica, Presidente Honorario de la Asociación Argentina de Economía Política, consultado en varias oportunidades por el comité de Premio Nobel de Economía de la Academia de Suecia), el Dr. Pablo Levin (Director del CEPLAD FCE – UBA, profesor consulto) y el Lic. Juan Iñigo Carrera (Director de CICP, profesor de la FCE y la FSOC – UBA y UNGS). En una sala repleta de gente, los expositores plantearon sus posturas tomando algunos elementos de sus colegas y criticando otros, y luego se abrió un espacio para que todxs acercaramos nuestras inquietudes y consultas a los panelistas. Si querés escuchar el audio completo, podés hacerlo en nuestra página de internet: http://baseuba.com.ar


entonces.. economistas para qué? Juan Iñigo Carrera

marlo en un medio para la vida. Cada generación humana es producto del trabajo y, por A partir de cómo se presenta el estudiante lo tanto, de la acción consciente y voluntaria de economía, el docente aborda la pregunta ¿Eco- de la generación anterior. Por eso, el ser hunomistas Para Qué? enfatizando la importancia y mano es el sujeto de su propia historia. necesidad del reconociAl venir a desmiento de que se es un El estudiante viene entonces a arrollar su capacisujeto político, y argu- avanzar en el conocimiento de su con- dad de actuar, el mentando cuál es la dición de sujeto, y a expandir su ca- estudiante está busespecificidad del tracando afirmarse en bajo concreto del eco- pacidad para actuar. Viene a su condición de sunomista en el proceso afirmarse en su libertad. jeto histórico. Pero, de transformación sosi el estudiante se cial. presenta haya aquí como un individuo libre El estudiante de economía (utilizado el que está desarrollando sus atributos genéritérmino sin distinción de género), se presenta camente humanos, ¿por qué como docente para el docente como una persona libre que uno se lo enfrenta como alguien sobre el cual viene a desarrollar su conocimiento en la fa- debe ejercer coacción? El único que puede cultad. Es libre porque no está sujeto al do- producir su propia conciencia es el sujeto, por minio personal de nadie, tiene control pleno lo que forzarlo es la negación del desarrollo sobre su acción individual. Y el conocimiento de sus atributos. Por el lado del estudiante, es la forma en que un sujeto se apropia de la también se ve que en ocasiones niega este potencialidad que tiene su acción respecto de desarrollo estudiando poco o faltando a clase, la potencialidad que le ofrece el medio a fin etc. de apropiarse de éste. Es, por lo tanto, la acLo que encuentro es que esta contradicción misma en su organización. Y es, por lo ción se desprende de la forma concreta que mismo, conocimiento de la propia subjetivi- tiene el ser social de este estudiante, de la dad. forma en que va a La relación social general de este fuEl estudiante participar en la orviene entonces a turo economista no es una relación di- ganización y la realiavanzar en el conorecta en la cual afirma su condición zación del trabajo cimiento de su consocial. La relación dición de sujeto, y a genérica de persona humana sino que social general de expandir su capaci- es indirecta, se establece a partir del este futuro econodad para actuar. cambio de los productos del trabajo mista no es una relaViene a afirmarse en ción directa en la social. su libertad. cual afirma su conLa acción que dición genérica de distingue genéricamente al ser humano es el persona humana sino que es indirecta, se estrabajo. El estudiante se está enfrentando a la tablece a partir del cambio de los productos organización de su trabajo. del trabajo social. En su determinación más simple, el traEntonces, la generalidad de los estubajo es un gasto de cuerpo humano regido de diantes no está simplemente desarrollando manera consciente y voluntaria que se aplica su conciencia científica como individuos lisobre el medio con la finalidad de transfor-

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entonces.. economistas para qué? bres, sino como individuos doblemente li- en este sentido no es simplemente un probres: no están sujetos al dominio personal de blema de organización de la acción en genenadie pero sólo tienen su fuerza de trabajo ral, no es un problema abstractamente como mercancía para vender. La generalidad teórico. Con un fundamento que se detiene está produciendo la mercancía a través de en las apariencias no se pueden tener buenas cuya venta va a establecer su relación social herramientas en lo que comunmente se conoce como la mera práctica profesional. general. Pero, más aún, el objeto concreto del Como cualquier productor de mercancías, el producto de su trabajo es un no valor trabajo del economista es la organización dide uso para el estudiante, porque no lo puede recta del carácter social del trabajo, porque poner a funcionar por su cuenta. Es un valor esta organización es la que tiene lugar en el de uso para el que compra esta mercancía: el ámbito del capital total de la sociedad. Lo que capital. El estudiante se enfrenta permanen- el proceso de formación del economista y la temente a la contradicción de que el proceso forma concreta del trabajo de éste nos ponen en el cual se está afirmando como persona inmediatamente delante es la contradicción libre es al mismo tiempo el proceso en el cual absoluta que encierra el modo de producción está negando esos atributos personales y se capitalista. Éste es un modo del desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo social está afirmando como atributo del capital. Lo específico en la formación del eco- cuya especificidad histórica se basa en la sonomista reside en que el objeto de su trabajo cialización del trabajo privado, es decir, en el desarrollo de la caes el movimiento La única posibilidad para el estupacidad para orgadel capital total de la i z a r sociedad. Y si habla- diante de economía de desarrollar ple- n mos de este movi- namente un conocimiento científico y conscientemente el miento y su objetivo, arranca con este reconoci- trabajo social como forma de una orgapersonificación, de miento: lo que uno está haciendo es nización inconslo que estamos hablando es del ám- produciéndose a sí mismo como sujeto ciente del trabajo social. bito de las político. El economista relaciones políticas. es portador del desEl proceso de producción de la conciencia del estudiante de arrollo de esta contradicción en la forma economía es, entonces, el proceso de produc- misma de su trabajo concreto. Por lo tanto, ción de un sujeto político; porque es un su- como miembro de la clase obrera, enfrenta de manera específica en su trabajo concreto jeto que tiene que actuar en este ámbito. La única posibilidad para el estudiante a la determinación histórica general de su de economía de desarrollar plenamente un clase, en tanto ella es el sujeto capaz de suconocimiento científico y objetivo, arranca perar el modo de producción capitalista a con este reconocimiento: lo que uno está ha- través de la socialización plena del trabajo. ciendo es produciéndose a sí mismo como su- De ahí la razón ideológica de una formación jeto político. Si uno niega esta determinación académica que pretende renegar de su case detiene ante una apariencia y no puede rácter político y la necesidad de superarla avanzar en una acción plenamente cons- tomando al reconocimiento de la subjetiviciente. Más aún, la limitación de la formación dad social concreta del economista como punto de partida.

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entonces.. economistas para qué? Pablo Levín

contemporáneos de Smith parecen haber descubierto esa pista y parecen haber intentado seguirla. El joven Marx es uno de ellos. Cree ver en aquella pista la posible solución al atasco, al callejón sin salida en el que se había quedado la filosofía alemana y para nosotros en general la filosofía. Este joven a lo largo de todo el resto de su carrera seguirá esa pista, que así como dio lugar en 1776 a la publicación del libro que ustedes conocen, dio lugar también a la publicación de varias obras en la época de madurez de Marx en las cuales plasma los resultados de toda una vida consagrada a seguir esa pista. ¿Lo logró? Bueno quizás algunos creen que sí, quizás mi compañero de mesa (Juan Iñigo) piensa que sí, que lo logró. Yo realmente creo que no lo logró. Pero dejó también una pista que debemos recoger en nuestra búsqueda de luces acerca de la historia y acerca de nuestro papel en la construcción histórica. Eso es más o menos lo que pensaba decir, pensaba decir mucho más pero escuchando la conferencia de mi colega se me encendió una luz de alerta. De repente me di cuenta que no me gusta la pregunta ¿EPQ? Y como no me gusta la pregunta, no me gusta tampoco lo que yo pensaba responder a esa pregunta. Mi primer impulso, les recuerdo, era responder “para ser libres”. Y ahora me doy cuenta porqué no me gustaba. No me gustaba por ese tonillo teleológico que tiene la pregunta, el “para qué”. Si yo respondo “para ser libre” caigo en un profundo error porque implica que la manera de abordar nuestra formación científica y nuestro cultivo de la ciencia, que es a la vez el cultivo de nosotros mismos, tiene un propósito, es decir que abordamos nuestro trabajo intelectual de la misma manera que aborda su trabajo reproductivo el productor de valor. Produce valor porque considera que su trabajo es nada más que un medio para conseguir un resultado. Solamente produce valor el trabajo que tiene esa negación subjetiva del trabajo mismo. No produce valor el trabajador que trabaja creativamente, que trabaja porque no ve en el trabajo un medio para lograr un producto que le sirva (aunque sea que le sirva como medio de

Caramba. Primero les voy a contar lo que tenía pensado decir, pero cambié de idea. No me puedo sustraer al planteo de Juan Iñigo que parte de preguntarse de qué manera se le aparece el estudiante frente a él. Así que sólo haré un bosquejo rapidísimo de lo que pensaba decir y luego diré lo que me surge ahora. Quería empezar recordando esa frase que viene de dos milenios atrás, que Kant toma de Virgilio y yo quiero tomar de Kant. Casi todos ustedes saben cuál es: “Sapere aude”, tener el coraje de saber. Y en esa época que se reconoció a sí misma como el siglo de la filosofía, con el cual culminaban las revoluciones burguesas de los siglos XVII y XVIII, existió la ilusión y existió el proyecto de realizar una síntesis de la ciencia y la filosofía. Ese proyecto quedó olvidado durante dos siglos. Cuando se me presenta la pregunta “¿economistas para qué?” lo primero que se me ocurre es que esa pregunta gatilla nuevamente el viejo lema de la Ilustración: saber para ser libres. Y entonces me adelanto a responder una de las preguntas que apareció en el cuestionario de Martín (moderador) y es si la Ciencia Económica ofrece algún ángulo de abordaje privilegiado para este proyecto de una nueva síntesis. Yo pienso que sí. De manera que EPQ? ¡Bien, para eso! Para eso vale la pena ser economistas, para entender los tiempos presentes y en consecuencia para actuar. En el siglo XVIII, esa expectativa, el potencial de la economía para aclarar la condición histórica del presente, dio lugar en primer lugar a la Riqueza de las Naciones. Adam Smith tiene esa ilusión y en realidad él aborda el estudio de la Ciencia Económica creyendo que la economía política lo va a conducir al descubrimiento de las bases de la jurisprudencia. De la jurisprudencia capaz de guiar a los gobernantes y a los legisladores hacia la creación de una sociedad bien gobernada. Y en una sociedad bien gobernada, prosperarían, florecerían los beneficios de esa nueva forma de relación social que estaba emergiendo en ese momento, que se trataba de entender en qué consistía. Smith no lo logra, lo sabemos bien, pero la pista queda viva y varios

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entonces.. economistas para qué? cambio) sino que trabaja porque tiene que traba- ducción de la ideología y por consiguiente del jar, porque lo tiene que hacer, porque es una ne- control directo o indirecto, porque ese control lo cesidad interior, es una necesidad de realización ejerce el economista no realizado tanto si interde la persona. Y este tipo de trabajo es propio de viene activamente en el control social como si la condición humana. Es propio, específico, y ex- simplemente repite sin superarlo críticamente el clusivo de los sujetos humanos tener la necesidad discurso recibido, el discurso ya cargado de idede crear. Esta necesidad da cuenta de una parte ología. Y justamente la potencia liberadora de la cada vez más importante del proceso de produc- ciencia, que fue descubierto por la ilustración burguesa, tiene ese efecto porque rompe los límición social. La Economía política abstracta -déjenme tes, las estructuras ideológicas del pensamiento llamarla así- hace abstracción del trabajo creativo común. Entonces quisiera decirles que el concepto porque solamente pone en el centro de su atención el trabajo que crea valor; el trabajo creativo fundamental de la Ciencia Económica es el conno crea valor. El trabajo científico es un trabajo cepto de integración de la representación de la experiencia social, el creativo en el cual el concepto fundamenproceso de socializa¿Epq? Para retomar esa consigna de tal es el de unidad, el ción del trabajador y de su producto sigue la ilustración en una época en la cual de armonía, el de artiun curso muy distinto nuevamente como entonces, existe la culación coherente de un todo. Es decir, es el en la sociedad capitasensación compartida por muchísima de economicidad. La lista que el curso que sigue la producción gente de que el mundo así como es no experiencia humana de bienes reproduci- puede ser, que el mundo así como es no requiere coherencia, unidad y rebles que poseen valor. es consistente, no es coherente, no es ar- requiere quiere armonía. A la El valor de uso del producto creativo monioso, pero por favor no piensen en palabra armonía hay tiene que impactar en la armonía en el sentido de un sistema que sacarle absolutauna estructura pree- de equilibrio, sino que piensen en la ar- mente toda connotación de armonía xistente en la cual, si se realiza como pro- monía en un sentido de experiencia que social: estamos haducto social, va a pro- se pueda representar de una manera co- blando de armonía conceptual. La armoducir una herente. nía conceptual es una modificación irrevercondición práctica de sible, es decir, va a cambiar el estado de esa estructura de conoci- economicidad. Si nosotros no tenemos una representación orgánica, coherente, no podemos miento que llamamos ciencia o filosofía. Protesto contra la idea que se cuela dentro tampoco desarrollar una actividad, ni tener una de la pregunta y que en cierto modo da lugar a la conducta, coherente. ¿Epq? Para retomar esa consigna de la ilusrespuesta de que venimos a la universidad para convertirnos en eslabones de la fábrica o en agen- tración en una época en la cual nuevamente como tes del proceso de control social. Justamente libe- entonces, existe la sensación compartida por murarnos significa liberarnos de ese destino, de ese chísima gente de que el mundo así como es no triste destino que tiene el economista no reali- puede ser, que el mundo así como es no es conzado. Hay que distinguir, porque el economista sistente, no es coherente, no es armonioso, pero que no logra la libertad por medio de su forma- por favor no piensen en la armonía en el sentido ción científica va a seguir el triste destino que de un sistema de equilibrio, sino que piensen en decía Juán, ese es nuestro abismo, ese es nuestro la armonía en un sentido de experiencia que se infierno. Convertirnos en agentes de la repro- pueda representar de una manera coherente.

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entonces.. economistas para qué? Julio H. G. Olivera

¿Qué entiende usted que es hacer un aporte científico? La humanidad atraviesa una etapa de vastas ¿Cuál es el papel del economista? transformaciones. Los cambios son incesantes. Las El economista trata de hacer avanzar la cieninnovaciones no sólo alteran la técnica de la procia económica y busca contribuir mediante el producción, a la manera greso de los schumpeteriana, sino conocimientos en el El economista trata de hacer avanzar el sistema económico y ámbito de la ciencia a la ciencia económica y busca contri- la organización social. económica y la ciencia en general a liberar a la buir mediante el progreso de los cono- En este proceso las sociedad de los males cimientos en el ámbito de la ciencia ciencias naturales desempeñan un papel de derivados de la desprimer plano, pues de económica y la ciencia en general a liocupación, el subdesasu avance depende la rrollo y la berar a la sociedad de los males derivacontinuidad del prodesigualdad. dos de la desocupación, el ceso técnico. Pero el adelanto de las cien¿Cuáles cree subdesarrollo y la desigualdad. cias sociales no es que son los conceptos menos valioso. Sin una económicos fundaadecuada comprensión de los fenómenos sociales, mentales? En lugar de conceptos fundamentales pre- resulta imposible discernir los senderos de transfiero hablar de capítulos fundamentales de la cien- formación conducentes al bienestar para todos.

cia económica, que a mi juicio son la teoría del valor y la teoría del capital.

¿Qué piensa del hecho de que se lean tantos autores internacionales? No tengo ninguna objeción siempre que sea con espíritu crítico.

¿Cuál es el papel de la Universidad? El progreso en la ciencia se genera esencialmente en la Universidad. Esto es así puesto que la Universidad, por su propia naturaleza, es donde se efectúa la denominada investigación básica o investigación fundamental.

tica?

¿Piensa que existe un exceso de matemá-

Más que un exceso, existe una mala elección de instrumentos matemáticos. Habitualmente se utiliza el Análisis Matemático tradicional con sus ¿Qué peso, considera, tiene la investigación funciones diferenciables. El cálculo diferencial en la actividad universirve para describir sitaria hoy en día? Es importante la educación filosófica ajustes marginales Se realiza actualpero no cambios esmente en todas las del economista, así como su preparaáreas del conocimiento ción en Sociología, Ciencia Política, tructurales. Deben considey contribuye al avance Derecho y Antropología, que forman rarse además otros asde la ciencia econópectos, aparte del mica. Tengo a mi lado con la Economía Política un conjunto matemático. Es imporen esta reunión al pro- de disciplinas científicas conexas e intante la educación filofesor Pablo Levín, sófica del economista, terdependientes. cuyo libro “El Capital así como su preparaTecnológico” es un brición en Sociología, Ciencia Política, Derecho y Anllante ejemplo de lo que acabo de afirmar. Estimo, sin embargo, que la actividad de investigación tropología, que forman con la Economía Política un científica debería intensificarse, tanto en los domi- conjunto de disciplinas científicas conexas e interdependientes. nios de la ciencia pura como en las aplicaciones.

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La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discusión Agustín Arakaki

Becario UBACyT – Categoría Maestría del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo - Instituto de Investigaciones Económicas – Universidad de Buenos Aires (CEPED-IIEUBA). arakaki@econ.uba.ar

Cecilia A. Rikap

Becaria doctoral del CONICET – Tipo I del Centro de Estudios para la Planificación del Desarrollo - Instituto de Investigaciones Económicas – Universidad de Buenos Aires (CEPLAD-IIEUBA). ceciliarikap@gmail.com En este trabajo planteamos que la división de la ciencia económica en ortodoxia versus heterodoxia es errónea, en tanto se concentra la discusión en una dicotomía que divide externamente a esta ciencia. A su vez, consideramos que esta dicotomía omite la verdadera discusión, en tanto no permite contraponer las distintas teorías entre sí.


La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discusión conjunto de economistas más destacados de las universidades más importantes) es relativamente abierta cuando se trata de nuevas ideas, pero relativamente cerrada cuando se trata de metodologías alternativas. Es por ello que el mainstream, a diferencia de la heterodoxia, tendría más posibilidades de imponer sus ideas. En este marco, en un trabajo posterior (ver Colander et al, 2007), argumentan que los autores heterodoxos deberían salir de la incubadora de ideas que representa la heterodoxia y discutir acerca de los temas que discute el mainstream sin preocuparse por aspectos metodológicos ni por las divisiones al interior de la economía.

1. Las distintas formas de clasificación Recurrentemente, los debates en el marco de nuestra disciplina se estructuran en base a la distinción entre ortodoxia y heterodoxia. Esto sucede a la hora de discutir la política económica, o los contenidos y la estructura de las carreras de economía. Sin embargo, antes de proceder con la discusión, cabría preguntarse: ¿qué es la ortodoxia? y ¿qué es la heterodoxia? Aquí aparece un primer inconveniente: este interrogante no posee una respuesta única. En términos generales, es posible identificar dos formas de enfrentar esta cuestión: la negativa y la positiva (Vernengo, 2011). La primera de ellas consiste en definir sólo a la ortodoxia, razón por la cual el resto de las teorías se encontrarían comprendidas dentro de la denominada heterodoxia –la no ortodoxia–, mientras que la segunda busca identificar los rasgos propios de la heterodoxia, dejando en un segundo plano su relación con lo que se entiende por ortodoxia, que en algunos casos ni siquiera se define con precisión.

1.2. Visión positiva. Para Guerrero (2008) quienes plantean la eternidad del sistema de producción capitalista se clasificarían como ortodoxos, mientras que aquellos que sostienen el advenimiento de alguna forma de socialismo, serían heterodoxos. Sin embargo, el autor se encarga de demostrar que este criterio de demarcación resulta incompleto y sostiene que el mismo “debe complementarse con ideas más específicas, sobre el funcionamiento interno del sistema capitalista” (Guerrero, 2008: 21), en particular a lo que se refiere a la teoría del valor. Es a partir de aquí que para Guerrero la heterodoxia comparte la existencia de la teoría del valor basada en el trabajo. Es decir, que para ser heterodoxo un autor debe al menos coincidir en una de las dos cuestiones hasta aquí explicadas . En cambio, la ortodoxia coincidiría en que no hay explotación de un factor productivo y, por ende, que en el proceso productivo cada factor es retribuido en función de lo que aportó al mismo. Estos autores se caracterizarían, también, por considerar al capitalismo como el sistema “menos malo” (incluye aquí a Keynes y los keynesianos) o bien como “el mejor” posible (se refiere a la teoría neoclásica). Otro autor, Vernengo (2011) afirma que: “La diferencia fundamental entre el mainstream, tanto la ortodoxia como su vanguardia, y la heterodoxia debe ser encontrada en los supuestos” (Vernengo, 2009: 8, traducción propia). Puntualmente, dos cuestiones que considera fundamen-

1.1. Visión negativa. Colander, Holt y Rosser (2003) distinguen tres conceptos: mainstream, ortodoxos y heterodoxos. El mainstream “consiste en las ideas que son sostenidas por aquellos individuos que son dominantes en las principales instituciones académicas, organizaciones, y publicaciones en un determinado momento del tiempo, especialmente, en los institutos de investigaciones más importantes” (Colander et al, 2003: 5). En segundo lugar, el término ortodoxia “generalmente refiere a lo que los historiadores del pensamiento económico han clasificado como la escuela del pensamiento dominante más reciente, que hoy en día es la ‘escuela neoclásica’” (Colander et al, 2003: 5). Finalmente, la heterodoxia “usualmente se define en referencia a la ortodoxia, se define a sí misma en términos de lo que no es, en lugar de lo que sí es” (Colander et al, 2003: 6). En consecuencia, dentro de la heterodoxia conviven diferentes escuelas, con sus propias redes, organizaciones y publicaciones. Según estos autores, la “elite” (es decir, el

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La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discusión que, frente a estos cuatro supuestos, los posclásicos optarían por el realismo, el organicismo, la racionalidad del procedimiento y la producción.

tales para definir la heterodoxia: 1) “la determinación del excedente implica que la distribución se determina de forma exógena por las condiciones sociales e institucionales” y, además, “proporciona una explicación de los precios relativos (valor)”; y 2) la producción está determinada por la demanda. Por lo tanto, para Vernengo, la clave que divide aguas entre ortodoxia y heterodoxia está en los supuestos o axiomas. Luego debería considerarse la relevancia de esos supuestos para explicar la realidad. Aunque esto también genera inconvenientes, en tanto habría que definir cuál es la forma correcta de evaluar la capacidad explicativa de teorías basadas en supuestos diferentes. Por ello concluye que es esencial analizar la proposición fundamental de cada teoría para comprender sus supuestos implícitos. Por su parte, Yeyati define la ortodoxia como “la doctrina o ideología sostenida por la mayoría” (Levy Yeyati, 2011), remarcando que etimológicamente ortodoxia significa la opinión correcta . A partir de esta definición dirá que la heterodoxia no es sencilla de demarcar dado que la ortodoxia varía constantemente. Pese a estos inconvenientes, señala que heterodoxo es aquel que “piensa fuera de la caja”, es decir, que contradice el saber generalmente aceptado en los aspectos que considera poco convincentes o bien ya no se aplican a la realidad. Dentro de los heterodoxos distingue dos grupos (que no constituyen su totalidad): los hipoxos –que prefieren las exégesis- y los fiaca –que no leen a los ortodoxos . Finalmente, para Lavoie (2007) la heterodoxia está formada por diferentes corrientes de la economía no ortodoxa . Entre ellas destaca a los postkeynesianos, los neoricardianos, los (marxistas) radicales y los institucionalistas. El autor llama a los elementos comunes de estos cuatro enfoques “el programa de investigación posclásico”. Lavoie afirma que la diferencia radica en cuatro supuestos esenciales. Así, la economía neoclásica se caracterizaría por el instrumentalismo y el individualismo, por una parte, y la racionalidad sustantiva y el intercambio (versus producción), por el otro; mientras

2. ¿Clasificar o no clasificar? Repasemos brevemente el desarrollo previo. Existe un conjunto de autores que sostienen que lo que debe definirse es el concepto de ortodoxia y, a partir de allí, por oposición, el de heterodoxia. Esta forma de enfrentar el problema presenta un inconveniente fundamental: la heterodoxia no sería un cuerpo unificado, sino más bien un conjunto de teorías dispersas (en algunos casos contradictorias), lo cual le resta potencia frente a la ortodoxia. Dicho en otros términos, cuando se discuten distintos aspectos de la teoría o diferentes categorías, ¿quién representa a la heterodoxia? Frente a esta situación otros buscan criterios para diferenciar a la heterodoxia de la ortodoxia, pero intentado dotar de unidad a la primera. Sin embargo, las soluciones propuestas también enfrentan distintas dificultades. En primer lugar, si se define heterodoxia y en contraposición a ella la ortodoxia, entonces se repetiría el problema recién señalado sólo que invirtiendo el lugar que ocupan en él ambas categorías. En segundo lugar, si las mismas se definen por separado, existen problemas a la hora de establecer qué incluye cada una de ellas. Así, por un lado, utilizar criterios muy laxos que podría llevar a la misma situación de quienes definen a la heterodoxia (u ortodoxia) por la negativa, incorporando dentro de un mismo conjunto una serie de teorías disímiles entre sí (y hasta contradictorias) . Por otro lado, si se definen pautas tan restrictivas que no logran incorporar a todos los autores o teorías económicas, se estaría dejando a estos/as últimos/as fuera de la discusión. Es así como no logra ser una clasificación exhaustiva, con lo cual no cumple su propósito que es organizar u ordenar a partir de ciertos criterios a la ciencia económica. Queda de manifiesto que no hay acuerdo en las definiciones de ortodoxia y heterodoxia. Por ende, también hay diferencias respecto a la conformación de uno y otro grupo . Asimismo,

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La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discusión existan. Esta realidad nos lleva a preguntarnos acerca de la necesidad o no de establecer algún tipo de clasificación a la hora de estudiar economía. Respecto a esta cuestión, consideramos que es útil en tanto permite ordenar el objeto de estudio. Sin embargo, la clasificación u orden es resultado y no punto de partida del conocimiento. Se trata entonces de reconocer que esta tarea debe necesariamente retomar el estudio de la ciencia y, a partir de allí, desarrollar el esquema que muestre la necesidad de cada teoría en el desarrollo de la ciencia económica. Ello sin perder de vista que cada una corresponde a un contexto histórico y a un momento del concepto.

los criterios son tan arbitrarios que los distintos autores ni siquiera coinciden en qué es lo que se clasifica, es decir si son las teorías, las personas o autores y/o las instituciones (facultades, congresos, etc.). Ahora bien, ¿se trata simplemente de una falta de acuerdo entre los autores que proponen las distintas clasificaciones? Para poder responder esta pregunta primero debemos dejar en claro que entendemos a la construcción de conocimiento como un proceso productivo y, por tanto, que deviene necesariamente social. El producto de la actividad o acción de concebir es el concepto, cuyos distintos momentos de desarrollo se materializan en teorías. Es decir que estas son producto del trabajo de los científicos y de las instituciones en las cuales se organiza la vida científica. En ese sentido, consideramos que si hay algo por clasificar, estas deben ser las teorías. En este marco, el problema que se enfrentan a la hora de organizar el estudio de la ciencia económica en base a la distinción de ortodoxia y heterodoxia radica en el intento de aplicar una clasificación artificial y forzada, definida externamente. Es externa en tanto son categorías que se pueden aplicar a cualquier ciencia e, incluso, a disciplinas tales como el arte, la música, etc.; en este sentido, precede al análisis mismo de la economía. En consecuencia, todo estudio encarado a partir de esta óptica consiste en un análisis que supone la necesidad de un instrumento –en este caso, la división o clasificación de las teorías o escuelas– como paso previo para estudiar y hacer economía. La clasificación previa al proceso de conocimiento actúa entonces como una barrera entre el sujeto –que intenta conocer– y su objeto que al mismo tiempo actúa como una regla acerca de cómo se hace economía . Pero también es externa debido a que no hay una necesidad de los conceptos propios de la teoría económica de segmentarlos en esas dos categorías. En este sentido, no hay nada que permita definir unívocamente qué es la ortodoxia o qué es la heterodoxia. En consecuencia, esta clasificación es susceptible de tener tantas acepciones como economistas o teorías

3. Cómo se plasma el problema en la Licenciatura en Economía de la FCE-UBA En la actualidad, tal es el grado de aceptación de esta forma de organizar la ciencia que para algunos sectores la Licenciatura pareciera contener en su interior dos carreras. Por un lado, “la carrera oficial” que responde a los contenidos mínimos del plan de estudios y a cargo de los docentes “ortodoxos” y, por el otro, “la carrera crítica” dictada por profesores “heterodoxos” . Ahora bien, ¿cuáles serían los cursos en los que se vería la heterodoxia? La existencia de múltiples definiciones no permitiría dar una respuesta precisa a esta pregunta. Aún así, si existiera un criterio objetivo para diferenciar a los ortodoxos y heterodoxos (en el apartado anterior vimos que no existe), ¿es cierto que existe una carrera “ortodoxa” y otra “heterodoxa”? La respuesta es negativa. Aún si fuera posible hacer una carrera ortodoxa o una heterodoxa, la división entre ambas sería tan tajante que en ningún momento sería posible comparar ambas visiones –o sea, se pierde toda posibilidad de diálogo entre las teorías que se ocultan detrás de esta arbitraria segmentación-. Resultaría, evidentemente, en una formación dividida de los economistas, en dos carreras bajo un mismo nombre . En definitiva, aunque la clasificación debería surgir del estudio mismo de la ciencia, a

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La ortodoxia y la heterodoxia en la Ciencia Económica, una falsa discusión los fines de estructurar una carrera es necesario ordenar el objeto de estudio. Podríamos pensar que ese orden debería responder al propio desarrollo de la ciencia, por ejemplo la división en

teorías. De esta forma, se evitaría que se enseñe o se estudie sólo una parte de los fundamentos de la ciencia económica.

Notas

(3) Hay aquí una contradicción con respecto al planteo anterior del autor en tanto no sería ya necesario cumplir con las dos condiciones para ser heterodoxo. (4) En cierto punto esta definición se acerca bastante a la noción de paradigma planteada por Kuhn (2004) donde la verdad se construye a partir del consenso de los científicos. En este caso el consenso de la mayoría acerca de las explicaciones de los fenómenos económicos volvería automáticamente esas explicaciones en las correctas. (5) Nótese que esta clasificación responde a particularidades de los sujetos y no al proceso de conocimiento en su conjunto ni a sus conclusiones. (6) Para este autor la ortodoxia es sinónimo de teoría neoclásica. (7) Así, por ejemplo, Vernengo (2011) sostiene que “varias escuelas de pensamiento son heterodoxas en la aceptación de la necesidad de comprender cómo el excedente es generado y distribuido, incluso si tienen teorías diferentes (y que no siempre son compatibles entre ellas)”. (8) A modo de ejemplo se puede mencionar que Busqueta et al (2004) incluyen a Smith y Ricardo dentro de la ortodoxia –o corrientes tradicionales–, mientras que otros, como Diego Guerrero, los consideran heterodoxos. (9) Para profundizar en este punto recomendamos leer a Hegel (2007) (10) En función de lo dicho anteriormente respecto al objeto de la clasificación, hablar de “docentes/carreras ortodoxas” y de “docentes/carreras heterodoxas” es un abuso del lenguaje, en tanto el objeto de la clasificación deberían ser las teorías. (11) Es menester remarcar que, aunque esto fuera posible, persistiría el problema central del actual plan de estudios que es su estructura. A eso nos referimos, por ejemplo, cuando comentamos las limitaciones de tener que aceptar ciertos contenidos mínimos en cada materia. Los problemas que presenta la estructura actual de la carrera fueron desarrollados en un trabajo anterior (Rikap y Arakaki, 2011).

Bibliografía

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina Martina Latasa

Lic.en Economía, FCE-UBA. martina.latasa@gmail.com

Tomás Canosa

Estudiante de Economía, FCE-UBA tomascanosa@gmail.com

Martín Kalos

Drando.en Economía, FCE-UBA docente FCE-UBA miembro de la Escuela de Economía Política, EsEP-UBA. martinkalos@gmail.com

La multicausalidad de la inflación da lugar a muchas explicaciones que a veces se despegan de la realidad con cierta intencionalidad política. En el siguiente trabajo analizamos cuáles fueron las causas que explican el aumento generalizado de los precios en la Argentina de la post convertibilidad, con el objetivo de poder entender el proceso y su impacto en la clase trabajadora, así como también posibles soluciones.


Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina pacidad de la industria de satisfacer la creciente demanda resulta una explicación de peso para entender el proceso de aumento generalizado de los precios. En el período post crisis las industrias operaban a niveles bajísimos de utilización de los recursos: el promedio de utilización de la capacidad instalada en esos 4 años (2002 - 2005) fue del 58,7% y la desocupación fue en promedio del 15,5%. Pero a la vez no hubo presiones de demanda. La economía se encontraba en recesión desde 1998, y aún en 2002 mostró un derrumbe significativo: el consumo cayó un 13% interanual, la inversión un 36,4% y las exportaciones retrocedieron un 16,8% respecto del año anterior. Esto configuraba un escenario donde la producción podía ser aumentada (en principio, por lo menos hasta los niveles máximos alcanzados en 1998) sin que se verificaran aumentos significativos de costos. Ante una demanda en recuperación, los empresarios no podían elevar sus precios sin arriesgar su posición de mercado frente a la competencia, que podía elevar su producción fácilmente. La demanda tampoco tenía la capacidad para absorber un aumento de precios. En los años 2003 y 2004 la inversión repuntó y creció a un ritmo de entre el 20% y el 50% interanual. En esos dos años la inversión acumuló incrementos por un 84,1%. Suponiendo que esas inversiones ampliaron la capacidad productiva de las empresas en un mediano plazo (uno o dos años, en general) tenemos que los frutos de esas inversiones fueron los que pudieron atender la mayor demanda que sobrevino en los años subsiguientes de la mano de la mejora en el empleo, los salarios y el poder adquisitivo. Esto se observa en que el enorme aumento de la inversión no alcanzó para evitar que las empresas elevaran el uso de su capacidad instalada. El consumo, el gasto público y las exportaciones en conjunto crecieron en esos dos años un 20%. En 2005 y 2006 su crecimiento conjunto acumulado fue de 16,5%. La inversión realizada en los años previos, en el mencionado contexto de bajo uso de la capacidad instalada y alta desocupación laboral, sin dudas alcanzaba para sostener (aunque sea en buena parte) esa mayor demanda.

La inflación actual en Argentina obedece a una pluralidad de causas. Cada una de las razones posibles de la inflación (exceso de demanda, puja distributiva, devaluación, inflación importada, emisión monetaria, expectativas) juega un rol relativamente pequeño, pero entre todas configuran el escenario de rápido aumento de precios que se vive actualmente en el país. La salida de la convertibilidad fue el puntapié inicial: la moneda se devaluó un 261% entre noviembre de 2001 y junio del 2002. La inflación por devaluación y la importada dieron inicio a un proceso de inflación que llega hasta nuestros días. La recuperación económica trajo otras causas que explican la constante inflación: a partir de 2003 la mayor actividad económica de la mano de la recuperación de la demanda pusieron al descubierto la insuficiencia de oferta, que dio lugar a cuellos de botella en varios sectores de la economía. Luego de haber caído un 10,9% interanual en 2002, el PBI inició en 2003 una senda de crecimiento con tasas interanuales de entre el 7,5% y el 8,6%. Esta tendencia de crecer a “tasas chinas” continúo hasta 2009 pero la inversión tardó más que la demanda en recuperarse y se empezaron a notar las tensiones de crecimiento, que sumadas a las devaluaciones constantes, el mayor poder de negociación de los trabajadores, la incertidumbre acerca de la cifra oficial de inflación (que alimentó aún más las expectativas inflacionarias), derivó en una tasa de inflación alta y evidentemente difícil de controlar. Exceso de demanda Parte de la inflación puede ser explicada por excesos de demanda en casos en los que un aumento en la demanda agregada no pueda ser correspondido en el corto plazo por la oferta. Esto sucede en momentos en los que la economía opera a niveles de pleno empleo de los recursos. Al analizar el caso de la industria argentina de los últimos 10 años - en los que la inflación estuvo presente - observamos que se pueden distinguir claramente dos períodos: el de la post-crisis (2002-2005) y el de consolidación del crecimiento (2006-2011). En el primero claramente la inflación no se explica por exceso de demanda mientras que en el segundo los datos indican que la inca-

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina Durante el segundo período, que hemos dado a llamar de consolidación del crecimiento, se observa también una predominancia en el ritmo de crecimiento de la inversión respecto del resto de los componentes de la demanda agregada. El consumo privado creció a un ritmo promedio del 7% interanual entre 2006 y 2011; el

consumo público por su parte lo hizo a un ritmo promedio del 8%; las exportaciones avanzaron al 5% mientras que la inversión promedió un ritmo de crecimiento del 12% año a año. Ya en 2005 se moderó la tasa de crecimiento de la inversión y se estabilizó en torno a un crecimiento interanual del 20%; en 2006 esa tasa cae-

ría a un promedio del 18% y así seguiría en descenso hasta fines de 2008 cuando se registraron las primeras tasas negativas. Pero a la vez que la tasa de crecimiento de la inversión se reducía, el resto de los componentes de la demanda continuaban en ascenso. Así, las industrias se acercaban a un tope de utilización de la capacidad (que, como hemos señalado previamente, no es el 100% de uso). Como consecuencia de esta dinámica se generaron los llamados “cuellos de botella”. Ante una demanda creciente sostenida y un porcentaje de utilización casi plena de la capacidad instalada en las industrias, la falta de una mayor inversión que acompañe ese crecimiento generó excesos de demanda que explican buena parte del aumento de precios en la economía argentina en el segundo período analizado (2006 - 2011).

las empresas y se pone en juego una parte de la ganancia. Pese a que generalmente la baja del desempleo se da en situaciones de crecimiento económico en las que también suele crecer la masa de ganancia empresaria, buena parte del aumento de costos es trasladado a precios. Por lo tanto el resultado de esta “puja distributiva”, que comenzó por un avance de los trabajadores ocupados, puede terminar resolviéndose en contra de ella ya que el aumento de precios al generalizarse afecta los salarios reales. Por este motivo en períodos inflacionarios pero con crecimiento los trabajadores buscan aumentos salariales que al menos cubran la inflación y recompongan sus ingresos. Esta dinámica puede generar una persistencia de la inflación; e incluso una aceleración del proceso de aumento de precios, cuando alguno de los actores involucrados (por ejemplo, los empresarios) pretenden elevar sus ingresos (en este caso, la ganancia) en términos reales. A tal fin, los empresarios aumentarán el precio de venta por encima del alza en el salario; cuando el trabajador quiera recomponer sus ingresos, deberá elevar su reclamo de aumento salarial. En Argentina durante la última década se

Puja distributiva La inflación por puja distributiva está asociada a períodos de bajo desempleo. Cuando “el ejército de reserva” se achica, los trabajadores tienen mayor poder de negociación para mejorar sus salarios y sus condiciones laborales en general. Esto representa un aumento de costos para

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina este último período estuvo más asociada al crecimiento de los salarios reales es decir el mayor poder adquisitivo de los asalariados que se traduce en incrementos de demanda. Analizando el caso argentino comprobamos que la “puja distributiva”, es decir ese tire y afloje entre ganancias y salarios, contribuyó a mantener el proceso inflacionario. Sin embargo, no resultó en un aumento espiralado de los precios. Desde 2006 en adelante los salarios nominales crecieron por encima del 20%, acelerándose a partir de 2010 y llegando a incrementarse el 28% promedio en el último trimestre de 2011; sin embargo durante estos últimos dos años la inflación se mantuvo estable en torno al 20%. Por lo tanto, el aumento de salarios no generó una aceleración de la inflación; si hubiera sido así, en 2011 debería haberse registrado una escalada en la tasa de inflación. No fue eso lo que sucedió sino más bien todo lo contrario: en 2011 se estabilizó y hasta se redujo la tasa de crecimiento de los precios respecto del año anterior. En definitiva, durante un período de bonanza económica los trabajadores pueden mejorar sus condiciones laborales; pero si este crecimiento trae aparejado un proceso inflacionario esas mejoras logradas por los trabajadores registrados se irán licuando de la mano del aumento de precios.

registró una reducción del nivel de desocupación. Partiendo de una situación escandalosa, consecuencia de la crisis que comenzó en 1998, en 2002 la tasa de desempleo era del 21,5% y se mantuvo en niveles críticamente altos durante ese año y el siguiente. Ya en 2004 comenzó a sentirse el repunte de la economía en la generación de empleo: la tasa de desocupación comenzó a descender paulatinamente hasta alcanzar 6,1% en el último trimestre de 2011. El descenso de la tasa de desempleo, la apertura de negociaciones paritarias y la organización gremial de los trabajadores permitieron mejoras para los asalariados. El crecimiento en el salario real de los últimos años es uno de esos logros, aunque no se puede desconocer la heterogeneidad del total de asalariados ni la situación precaria de los trabajadores no registrados. Entre 2002 y 2011, el salario real creció un 11% y el período de mayores incrementos se dio en 2004 con un crecimiento del 17,5% de los salarios y una suba del 4,9% del nivel general de precios, por lo tanto los salarios reales avanzaron un 12,6%. En el trienio entre 2004 y 2006 los salarios nominales registraron un avance promedio anual del 17,7% mientras que la inflación (medida por INDEC) promedió el 8% anual; por lo tanto los salario reales crecieron a un ritmo promedio del 9,7% anual. Entre 2007 y 2011 en cambio, los avances en términos nominales del nivel de salarios fueron fuertemente erosionados por el amento de los precios: los primeros crecieron en promedio 22,5% anual pero la inflación promedio de esos tres años fue del 21,2% (mediciones provinciales), ergo los salarios reales apenas avanzaron un 2%. En este último período se comprueba la dinámica descripta más arriba de la puja distributiva: las conquistas de los trabajadores se ven opacadas por la inflación, poniendo en jaque constante la recomposición del poder adquisitivo del salario. Además queda claro que no es el aumento de salarios nominales la única ni la más relevante causa de la inflación ya que en los dos períodos analizados los aumentos rondaron el 20% pero en el primero ese crecimiento convivió con una inflación del 8% mientras que en el segundo tramo ésta fue del 21%. Este análisis también nos permite inferir que la inflación de

Concentración económica La explicación de la inflación a partir del poder de oligopolios formadores de precios en la economía argentina se escuchó bastante en los últimos años, y conformó la principal explicación oficial de parte de los funcionarios que reconocieron la existencia de un aumento generalizado de los precios. Pero al ahondar sobre esta hipótesis y al tratar de analizar su determinismo en el proceso inflacionario no encontramos con la dificultad de la inexistencia de datos públicos actualizados sobre la concentración de mercado. Además observamos que la estructura de una economía no es variable en el corto ni el mediano plazo sino que suele ser estática durante largos períodos. Notamos que, en general la estructura oligopólica en ciertos sectores de la economía argentina viene de muchos años o sea que no nos

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina sirve para explicar los procesos inflacionarios intermitentes porque la concentración de mercado viene desde hace décadas. Sí es cierto que la concentración de mercado le otorga a los oligopolios o monopoilios el poder de fijar el precio a niveles más altos que en mercados competitivos y que Argentina hay sectores clave muy concentrados como el aluminio, combustibles, lácteos, supermercados, entre otros. Sin embargo es imposible determinar si el incremento de los precios tuvo que ver con un aprovechamiento de su posición de mercado o con un aumento de costos post convertibilidad. Por los tanto encontramos que el argumento de concentración del mercado resulta insuficiente para determinar el proceso inflacionario de la última década.

veles bajos (tomamos como referencia la tasa nominal anual de un plazo fijo a 30 días, que durante ese período se mantuvo por debajo del 5%). Un bajo nivel de tasa de interés incentiva el consumo ya que significa un fácil acceso al crédito y a la vez no resulta atractivo depositarla en los bancos por la baja rentabilidad. Esta política de tasas bajas fue el canal de transmisión de esa emisión alta, que incentivó a que derive en aumentos de demanda (como veíamos más arriba principalmente de inversión). En este período hubo un fuerte exceso de emisión pero que no se reflejó en un aumento generalizado de precios dado que la economía contaba con capacidad ociosa para aumentar la producción ni bien comenzó la recuperación luego de la crisis de la convertibilidad. Como vemos en los gráficos, a partir de mediados de 2005 y hasta el último trimestre de 2008 el producto creció a mayor tasa que la emisión y sin embargo fue durante 2007 y 2008 cuando se registraron las tasas de inflación sostenidamente más altas desde que se recuperó la economía. En 2009, el coletazo de la crisis internacional impactó sobre el nivel de actividad doméstico mientras que el ritmo de emisión del Banco Central se mantuvo a niveles similares a los de 2008; así pues la emisión volvió a crecer por más que el PBI, pero una vez más eso no tuvo correlato en los precios, que afectados por la contracción de la demanda cambiaron la tendencia de la tasa de inflación. En 2010 la economía volvió al sendero de crecimiento, el producto volvió a crecer más que la inflación pero durante ese año y el siguiente se mantuvieron a ritmos similares

Emisión Monetaria En relación a lo estrictamente financiero se observa que, en la última década, en Argentina la emisión monetaria creció a ritmos similares al crecimiento nominal del PBI, es decir, se emitió para convalidar el crecimiento. Durante 2002 y hasta mediados de 2003 el producto creció más que la emisión pero a partir del tercer trimestre de 2003 y hasta el segundo de 2005 el crecimiento interanual de emisión monetaria creció a tasas superiores a las del crecimiento de la economía. En esos dos años la M2 creció a un ritmo promedio del 50% interanual mientras que el producto (a precios corrientes) lo hizo a un ritmo promedio del 17%. A su vez, desde finales de 2003 y hasta el 2006 las tasas de interés se mantuvieron en ni-

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina

les es otra causa que podría explicar el incremento de precios. Podría ser tanto un alza de los productos que Argentina exporta o de los que importa. El índice de precios de las exportaciones (importaciones) que calcula el INDEC pondera los precios de los productos que argentina vende (compra) al exterior en función del peso que tiene cada una de las categorías en el total de las exportaciones. Y la comparación de este indicador con la evolución de precios permite ver si efectivamente existe una relación positiva entre estas dos variables o no. El gráfico 1 contiene la evolución anual que registraron los productos que Argentina exporta y los incrementos de precios anuales que se ex-

de crecimiento, con apenas una ventaja del crecimiento de M2 respecto del PBI. Este último período sí coincide un exceso de emisión- aunque leve- con un aumento de la inflación. Sin embargo, consideramos que no es concluyente para afirmar que aquella es la causa principal de esta dado que en los años anteriores tuvieron comportamientos divergentes y nada hace suponer que a partir de 2010 haya cambiado estructuralmente algo en la economía argentina para correlacionar estas dos variables analizadas. Inflación importada Variación de los precios de los transables El incremento de los precios internaciona-

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Las causas de la inflación: un análisis para la última década en Argentina se deba a la situación en la que se encontraba la economía, más cercana al pleno empleo. Por lo tanto vemos que la influencia de los bienes transables sobre el nivel general de precios depende del contexto general de la economía.

perimentaron durante el periodo 1991-2011. El índice de precios de las exportaciones se mantuvo relativamente estable durante la década del ´90, pero atravesó una etapa de alza durante la década pasada. Según los datos del organismo oficial, el valor de las exportaciones creció 97% entre 2002 y 2011 registrándose las mayores variaciones positivas en 2008 y 2010. La evolución de los precios de las exportaciones y de los precios domésticos no registró durante el periodo en estudio la misma tendencia. Por ejemplo, a mediados de la década del ´90 se incrementaron el precio de las exportaciones, mientras que la inflación se mantenía constante, o a finales de la década los precios internacionales caían sin impactar en el índice de precios. Después de 2005 el precio de las exportaciones y la inflación experimentaron la misma tendencia. Por ejemplo, ambas variables crecieron en 2008, después cayeron en 2009 y volvieron a incrementarse en 2010. Al igual que con los precios de bienes exportables, la variación de los precios de los productos que Argentina importaba no determina siempre el rumbo de la inflación. Por ejemplo, en 2005 los precios internos crecieron, mientras que los bienes y servicios que Argentina adquiere del exterior se abarataron en comparación con el año anterior. Durante los siguientes años estas dos variables sí experimentaron la misma tendencia: 2009 caída de ambas variables, mientras que volvieron a repuntar en el año siguiente. Si bien el peso que tuvieron las exportaciones y las importaciones sobre el total del PBI no ha variado demasiado en los últimos años, observamos que en la segundo mitad de la década analizada los precios internos tuvieron correlación con los internacionales y eso probablemente

Variación del tipo de cambio La variación del tipo de cambio también es otro factor incluido dentro de la función de “Philips híbrida” y que establece que las alteraciones del precio relativo entre las divisas genera impactos en la inflación. Argentina experimentó durante la década del ´90 la convertibilidad que tuvo como uno de sus objetivos centrales terminar con la inflación. La salida de la convertibilidad implicó el regreso a que volviera a hablarse de incremento de precios e inflación. Apenas abandonada la convertibilidad, la profunda recesión que atravesaba la economía, el poco poder de negociación que tenían los trabajadores y los subsidios a los servicios públicos permitieron amortiguar el incremento de los precios domésticos producto de la devaluación. Estos factores permiten explicar por qué la salida de la convertibilidad no implicó un incremento en los precios en una magnitud similar. La situación fue diferente durante los años sucesivos. El tipo de cambio experimentó una tendencia al alza, aunque bastante menor, y la inflación permaneció independiente de lo que sucedía con el tipo de cambio. Cuando el país salió de la convertibilidad se encarecieron los productos importados en términos relativos y eso implicó una caída de las importaciones como se ve en el gráfico 3, pero cuando la relación importaciones/PBI alcanzó los niveles previos a la salida de la convertibilidad, la relación entre la variación del tipo de cambio y la inflación no se altero.

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La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? Patricia Laterra

Licenciada en Economía.

Jenny Moreno Quimbayo

Estudiante de Economía.

Cecilia Rikap

Doctorando en Economía, Investigadora del CEPLAD, docente FCE y CBC UBA.

Brian Montenegro

Estudiante de Economía.

Cuando el estallido de la llamada crisis sub-prime en Estados Unidos parecía contenido, los ojos del mundo giraron hacia el otro lado del océano Atlántico. La explosión de esta crisis mundial en el viejo continente puso nuevamente al descubierto las limitaciones explicativas de la teoría económica predominante. Sin ánimos de retomar aquí una discusión completa acerca del capitalismo y sus crisis como mecanismo autoregulatorio y, al mismo tiempo, como una evidencia de su aparentemente inevitable destrucción, la necesidad de entender por qué la crisis se concentra en determinados países lleva a la pregunta de qué diferencia un territorio de otro y de qué rol cumple la clase obrera de cada país en la era del capital tecnológico . No es novedad que el grupo de países más afectados por la crisis está integrado por: Italia, Portugal, España y Grecia. Fundamentalmente, el mayor recrudecimiento de la economía se vive en los últimos tres países de este grupo. Este trabajo tiene por objetivo aportar a un análisis crítico del impacto de la crisis en Europa, que pueda dar cuenta de la interrelación entre el sector financiero y los sectores productivos. Para estos fines se estudiarán las diferencias que existen entre las economías de los países compañeros de bloque, puesto que allí reside la clave para explicar el estado de coma económico de los llamados PIGS y el impacto general de la crisis mundial en toda Europa.


La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? obrera posibilitarán que el salario se pose por encima o por debajo del precio que se corresponde con dicho valor. En este mismo sentido, las derrotas y triunfos de la clase obrera a lo largo del tiempo influyen en las determinaciones del salario. No es casual tampoco que sean los países centrales de Europa los espacios en los cuales la clase obrera ha desarrollado altos niveles de organización y conquistado derechos laborales y aumentos salariales. Estos aumentos, aunque en un primer momento pudieron haber sido una retracción de la plusvalía hacia su productor, tarde o temprano se incorporan al valor de la fuerza de trabajo dado que al mantenerse en el tiempo esos aumentos permiten que la clase obrera acceda a una mayor y más diversificada cantidad de mercancías. El sostenimiento temporal de esas conquistas redunda en que esas mercancías adicionales pasen a formar parte del valor necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo . Este proceso nos lleva entonces a reconocer diferencias en la clase obrera europea. En los países centrales y en los PIGS el salario es mayor en términos monetarios o absolutos (y también en términos relativos). La tradición de lucha sindical de estos países -asociada a hechos históricos determinantes, como el Mayo Francés en Francia- han colocado a los trabajadores en mejores condiciones no sólo en términos de salario, sino también en relación a las condiciones laborales en general y al nivel de gasto en políticas públicas relacionadas . En cambio, los países de Europa del Este presentan estructuralmente un menor salario. Esto último podría estar relacionado con una tradición de mayor desempleo y peores condiciones de vida de estos países. Esas circunstancias permiten que, en la actualidad, el valor de la fuerza de trabajo sea menor en esos países al tiempo de que es posible –dada la historia de marginación y mi-

El capital tecnológico y la diferenciación de la clase obrera para entender la crisis europea El desarrollo del capital tecnológicamente diferenciado no es un proceso que se dé de forma homogénea y simultánea en todo el mundo. Por el contrario, los capitales potenciados están localizados en aquellos territorios donde la fuerza de trabajo presenta mayores niveles de formación y, consecuentemente, mayores posibilidades de desarrollar innovaciones. Al mismo tiempo que los laboratorios de investigación y desarrollo, ya sean estos empresas tercerizadas o departamentos de grandes multinacionales, se ubican en los llamados países centrales –no es casual que los países de la OCDE sean los que presentan el mayor porcentaje de investigación y desarrollo con respecto a su PBI,la producción en masa se concentra en los territorios donde el valor de la fuerza de trabajo es menor e incluso donde los salarios son más bajos que aquel que se correspondería con su valor . No sólo los distintos niveles de formación de la fuerza de trabajo determinan diferencias en el valor de esta mercancía. El menor salario en algunos países se debe, por un lado, a un pago por debajo del valor de la fuerza de trabajo. Sin embargo, también se explica por diferencias en el mencionado valor de la fuerza de trabajo en países como China o India, y mismo en países del Este de Europa, a partir de una historia diferenciada de la clase obrera según espacio y tiempo. La historia propia de cada país y sus patrones socioculturales de consumo -que redundan en mayores o menores costos de vida, incluso de porciones específicas dentro de cada país- determinará cambios en el valor de la fuerza de trabajo. Con respecto al pago de salarios por debajo de su valor, el nivel del ejército de reserva en cada territorio así como los distintos niveles de organización de la clase

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La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? seria- pagar salarios por debajo de dicho se concentraron en los países centrales con nivel. Esta situación abona a la localización tradición innovadora, mano de obra altamente calificada en del capital bajo la particular con una proforma señalada en páporción de científicos rrafos anteriores. relativamente elevada Como puede obseren relación al total de la varse el salario promepoblación de cada país. dio de los PIGS se Básicamente se trata de ubica en un nivel un proceso en el cual menor que el de los palas empresas se localiíses centrales de la rezan cerca de sus insugión (Dinamarca, mos claves. En este Noruega, Alemania, caso, la innovación Holanda, entre otros). para las empresas de A su vez, este nivel de capital tecnológico- y la salario promedio anual fuerza de trabajo altasupera ampliamente el mente formada -para salario promedio de las empresas productolos países del este de ras de innovación- o Europa. Entre estos úlmismo las empresas de timos, Bulgaria, Rumacapital potenciado que nia y Lituania se contienen un departaubican como los países mento de I&D. con menor salario El nivel de conbruto anual promedio centración de la fuerza en el trienio analizado. La localización de trabajo en ciencia y del capital en Europa tecnología en relación ¿Cómo se desal nivel de población arrolla entonces el propara cada país de Euceso de diferenciación ropa evidencia esta intrínseca del capital cuestión. Portugal, Itaen Europa? En primer lia y, sobre todo, Grecia lugar, los capitales que con un 12%, 16% y 15% utilizan y desarrollan respectivamente premayores tecnologías, sentan un nivel muy es decir, que utilizan bajo de profesionales como insumo clave a la de ciencia y tecnología innovación, así como empleados en relación también las empresas – al total de la población o departamentos denen su respectivo país, tro de empresas o bien con respecto por Elaboración propia en base a Eurostat la Universidad- dedicadas ejemplo a Finlandia, a producir innovaciones los Países Bajos o

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La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? nente), sino que también disminuye el ingreso de nuevos capitales (Myro Sanchez y Fernandez Otheo, 2004). La Unión Europea sufrió un primer proceso de deslocalización en la primera parte de la década de 1990. En una encuesta realizada por Fernández-Otheo y Myro (1995) se observó que la creación del, por entonces, Mercado Único Europeo había sido un factor central para explicar este proceso. La nueva ola de deslocalización, que comienza a principios del nuevo siglo, se relaciona –entre otras cosas- con la incorporación a la Unión Europea de los países más pobres de Europa (se trata del proceso que constituye lo que hoy es la Unión Europea 25). Las ramas de alta y media tecnología lideran este proceso en el cual se acentúa la importancia de los países menos desarrollados de la región -que cuentan con abundante fuerza de trabajo- como receptores de las empresas o departamentos de empresas desplazados (Myro Sanchez y Fernandez Otheo, 2004). Este proceso no fue unidireccional. En ese sentido, algunas empresas deslocalizaron parte de sus unidades productivas hacia los PIGS. Sin embargo, a nivel general, el proceso fue ciertamente negativo para estos países. Evidentemente, esta situación redundó en un freno al crecimiento de estas últimas economías, un aumento del desempleo, cuentas corrientes deficitarias (al menos en cuanto a la balanza industrial), crédito al consumo para poder realizar una cantidad creciente de mercancías en un contexto de aumento del desempleo y necesidad de endeudamiento externo para paliar el déficit comercial y de cuenta corriente y llevar a cabo diversas políticas sociales que reincorporen a las filas de desocupados al sistema , lo que redundó en un aumento del déficit fiscal y de la deuda pública. Los PIGS y la crisis de sobreproducción mundial

Suiza con un nivel aproximado al 30%. De hecho, los niveles observados son similares a los que presentan los países del Este de Europa. Por su parte, los procesos productivos intensivos en mano de obra o que no requieren de una porción significativa de trabajo complejo más allá de las necesidades mínimas de gestión y control de la producción, no encuentran motivo para permanecer en sus países de origen. Por el contrario, dado que su insumo fundamental es la fuerza de trabajo poco calificada, la cual está disponible potencialmente en todo el mundo procurarán trasladarse a aquellos países en los cuales sus costos sean menores. De allí que a nivel mundial se haya dado un proceso de deslocalización de procesos productivos que en Europa significó la salida de empresas de los países centrales y de los PIGS hacia Asia y hacia los países tercermundistas de Europa . Estos últimos, aunque presentan costos laborales mayores que los de gran parte de Asia, tienen la ventaja de pertenecer a la Unión Europea, lo cual disminuye significativamente los costos del comercio internacional al tiempo que la menor distancia reduce los costos de transporte. El resultado es una concentración de empresas de capital tecnológico y empresas proveedoras de innovación en los países centrales, concentración en los países tercermundistas del bloque de empresas de capital simple o bien de procesos productivos que requieren poca capacitación de su fuerza de trabajo para ser puestos en funcionamiento y una deslocalización y externalización o tercerización de capitales tanto de un tipo como de otro en los PIGS. En el caso español a este proceso se suma la desinversión de capitales extranjeros. Es decir, que no sólo se deslocalizan las empresas de España principalmente a Europa Central y Oriental (donde se ubican los países menos desarrollados del conti-

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La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? cido para las economías latinoamericanas. ¿Será que en Europa no aprendieron la lección o será que se trató de la única salida posible en el marco de este modo de producción para que el estallido no sucediera años antes? A modo de conclusión En contra de las versiones ortodoxas que responsabilizan a los gobiernos de los PIGS de la crisis europea, las líneas de investigación propuestas a lo largo de este trabajo evidencian que, si se tratara de buscar un responsable para la crisis europea actual, no habría más que buscarlo en el propio sistema capitalista. A partir de allí, el trabajo estudia en profundidad qué causas explican que esta crisis mundial haya tomado una forma particular en los llamados PIGS. El trabajo presentado da un paso en el camino de explicar en qué medida los PIGS no son países donde se concentren los procesos de innovación, desarrollo tecnológico, etc. Al mismo tiempo, las exigencias impositivas y del mercado de trabajo sí están en línea con las de los países centrales. Por ello, las empresas intensivas en mano de obra, que requieren fuerza de trabajo escasamente formada, no se posicionan en estos países por los mayores costos frente a los países poco desarrollados de la región y del mundo. Al mismo tiempo, tampoco las empresas de capital tecnológico eligen como centro de operaciones para desarrollar tecnología a estos países. En un proceso de diferenciación tecnológica del capital esta doble conjugación de factores determinó un estancamiento de la producción y una retirada de empresas de esos países tanto hacia el grupo de predominio del capital tecnológico (los países centrales de la región) como hacia los países menos desarrollados de la región (principalmente, ubicados en el este de Europa). El vacío productivo (y consecuentemente a nivel de empleo) del sector privado intentó ser paliado

Dado lo analizado hasta aquí, y como ya referenciamos en los distintos trabajos de este proyecto de cátedra, es evidente que la crisis económica de los PIGS no es más que la manifestación inmediata de una crisis de todo el sistema capitalista. La deslocalización de empresas en los PIGS no vino acompañada de una “deslocalización” de la población. Por el contrario, los diversos planes sociales y el crédito al consumo permitieron sostener, al menos durante cierto período, los niveles de consumo. Sin embargo, para poder llevar a cabo las diversas políticas sociales, los gobiernos de los PIGS acudieron al endeudamiento externo. Con un sector productivo debilitado y cifras crecientes de desocupación, la recaudación tributaria de estos gobiernos evidentemente no iba a ser suficiente para afrontar tales gastos sociales. La coyuntura se hizo tendencia y la reestructuración de estas economías –dado el mencionado proceso de deslocalización- ancladas a las políticas sociales financiadas con deuda, no constituyeron un camino viable al largo plazo. Como cabría esperar, la crisis en estas economías iba a estallar por el aceite del engranaje: el endeudamiento externo. Al mismo tiempo, lo hizo en el eslabón más débil de la Unión Europea (los PIGS). Sin embargo, los lazos comerciales y la moneda común –entre otros factores- funcionaron como correa de transmisión del sismo hacia el resto de la eurozona. La no recuperación de la economía – sumada a la imposibilidad de acudir a la devaluación para ganar ficticiamente competitividad y así reactivar la economía por medio de mayores exportaciones- exigía que el pago de la deuda actual se financie con nueva deuda al tiempo que el continuado aumento de la desocupación conducía a mayores necesidades presupuestarias para mantener las medidas sociales. El cuento de la bicicleta financiera es bien cono-

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La crisis reciente en Europa: ¿la culpa es de los PIGS? mediante la intervención del Estado. Sin embargo, los límites de esta política -vinculados principalmente a los altos niveles de endeudamiento que requirieron esos niveles de gasto- evidenciaron la crisis productiva en estos países. Finalmente, llegado a este punto podríamos preguntarnos cuál es el sentido de estudiar, en tanto organización política, la crisis capitalista. Esta pregunta nos remite necesariamente a una pregunta más general, porqué hacer ciencia. Sin ánimos de saldar esta cuestión y sólo a modo de plantear el problema entendemos que la relevancia de la ciencia para la revolución es indisociable, ne-

cesitamos estudiar al capitalismo hasta sus últimas consecuencias como arma transformadora de la sociedad. En ese sentido, nuestro conocimiento del mundo será en sí mismo su transformación. Es allí donde se encuentra el fundamento de nuestra acción y nuestra acción misma. Sólo así se supera la frase metafísica “conocer para transformar” en tanto conocer es, en sí mismo, transformar. Sólo así se supera la creencia de que “la ciencia será crítica o cómplice” en tanto la ciencia es ella misma crítica, revolucionaria. Si fuera cómplice, no sería ciencia sino que aquella habría cedido terreno a la ideología.

Notas

(1) Para profundizar en las causas de la crisis y en el alcance de las distintas teorías económicas sobre la crisis se recomienda Akabani et al (2011), del mismo proyecto de investigación de cátedra. Así mismo, este artículo es un fragmento de un trabajo más extenso realizado por el grupo de trabajo, que honda sobre las causas de la crisis dentro de otros aspectos. Si tiene interés puede escribirnos a basecon@hotmail.com (2) Por era del capital tecnológico nos referimos al período actual del capitalismo el cual se caracteriza por la diferenciación intrínseca del capital. En esta etapa, predominan las empresas que incorporan innovación de forma sistemática y permanente por sobre empresas que reproducen su capital sin incorporar cambios tecnológicos relevantes (Levín, 1997) (3) Ver Tabla 1: “Salario bruto promedio anual de empleados a tiempo completo”. (4) Este proceso es más complejo de lo que aquí se ha desarrollado. El mismo capital necesita realizar las mercancías por lo cual necesita de incrementos salariales, o mejor dicho, necesita que la clase obrera disponga de mayor equivalente general (o representante del equivalente general) para poder comprar esas mercancías. En esa línea, es evidente que el crédito al consumo pone un freno a las conquistas obreras en términos salariales, y posterga las crisis al permitir el aumento del consumo. (5) A modo de ejemplo, la jornada laboral en Francia es de 35 horas semanales aunque en los hechos esto no sea respetado por todas las empresas y reaparezcan permanentemente proyectos desde el partido de Sarkozy para expandirla. Asimismo, el gasto público en políticas para el mercado de trabajo en relación al PBI replica la tendencia observada para las demás variables del mercado de trabajo. El porcentaje de gasto de los países centrales (3,7% en Bélgica, 2,6% en Francia y 2,3% en Alemania para 2010) y de los PIGS (3,9% en España, 2,08% en Portugal y 1,8% en Italia, para 2010) -a excepción de Grecia- está muy por encima del correspondiente a los países de Europa del Este (En Rumania y Bulgaria en 2010 fue del 0,6%, respectivamente y 0,8% en Lituania). (6) Aún cuando se trate de un hipotético –e inexistente- país cuya clase trabajadora sea enteramente profesional la necesidad de reproducir su materialidad llevará al obrero a aceptar trabajos para los cuales esté sobrecalificado y por tanto su salario no permita la reproducción de su mercancía particular sino de la mercancía fuerza de trabajo poco calificado necesaria para ese proceso productivo. Es decir que, el obrero calificado puede ser igualmente útil para venderse como fuerza de trabajo no calificada. En definitiva, el insumo fuerza de trabajo poco calificado o fuerza de trabajo no profesional no es exclusivo de ningún territorio. (7) Esta explicación ya había sido desarrollada por Arthuis (1993) para el proceso que se vivió a comienzos de la década de 1990 en Europa. (8) En ese marco, no resulta extraño que uno de los niveles más altos de gasto en políticas de empleo sobre PBI de la región correspondan a España.

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¿Qué esconde la igualación del salario a la ganancia? Camila Barón Livio

Estudiante avanzada de la Lic en Economía

Alejandro Gómez

Estudiante avanzado de la Lic en Economía

Luciana Rolón

Lic en economía (UBA) Luego de la crisis de 2001-2002, en Argentina el salario real promedio entró en un proceso de recuperación, pero al mismo tiempo, la inflación creció por encima. A su vez, una mayor cantidad de trabajadores formales fue afectada por el Impuesto a las Ganancias, ya que la suba de salario no fue acompañada por una actualización del mínimo no imponible, no se modificaron las escalas de ingreso, ni se aumentaron otras deducciones. Este trabajo es un aporte a la discusión sobre el rol que juega el Impuesto a las Ganancias en el mercado de trabajo argentino.


¿que esconde la igualación del salario a la ganancia? I) Caracterización del estado y su financiamiento. Salario y ganancia. El impuesto a las ganancias en su cuarta categoría grava el ingreso que deviene del trabajo personal que realizan las personas físicas. Es justamente ésta la definición del salario. Es decir, el trabajador vende su fuerza de trabajo y el precio de esa mercancía es el salario. La ganancia, por su parte, está asociada al valor del capital invertido. La compra de mercancías para luego venderlas y obtener más dinero (D-M-D’) muestra que de este proceso surge un plusvalor. Esta transformación, el aumento del valor adelantado originariamente, es lo que lo convierte en capital. La ganancia, queda entonces ligada al adelanto del capital inicial. El salario, en cambio, es el ingreso de quien sólo posee los atributos de poner en movimiento ese capital: producir. Si se entiende que la fuerza de trabajo es una mercancía cuyo precio es el salario y que la ganancia es posible a partir de la compra y el uso de esta mercancía única capaz de producir valor, es claro que salario y ganancia no pueden ser una y la misma cosa. La ganancia corresponde a la clase capitalista y asociarla a los trabajadores significa una falsa división entre estos últimos según la cuantía de sus ingresos, borrando la verdadera fuente de ganancia. Dadas las capacidades de la fuerza de trabajo de crear más valor que el que requiere para su reproducción (el valor de los medios de vida necesarios para la reproducción de la clase trabajadora) la plusvalía es la parte de la jornada laboral en la que el trabajador produce valor, por el cual no recibe remuneración. La pugna por la compra-venta de fuerza de trabajo por su valor se da a través del enfrentamiento entre vendedores y compradores en una relación social directa, la lucha de clases. El estado, en su forma histórica, viene a ser el agente directo, la personificación del capital social. La representación de esa relación social directa general que establecen las clases en su lucha por la realización del valor de la fuerza de trabajo aparece como ajena a ambas clases. Por su carácter de relación directa general, la lucha de clases presenta la forma concreta general de lucha política (Iñigo Carrera, 2008). El rol del es-

tado, entonces, como agente directo de la reproducción de la extracción de plusvalía, será administrar esa plusvalía según las necesidades del capital social. Definido este papel del estado, interesa ver su función como ente recaudador, como administrador y garante de dicha reproducción. Mientras en ciertos momentos la recaudación puede destinarse al abaratamiento de la clase trabajadora, en otros puede reservarse al mantenimiento de la porción de la clase obrera que no es necesaria para la acumulación del capital. Vía sistema impositivo, el estado puede optar por garantizar buena parte de la producción general de la fuerza de trabajo. Esto implica una reducción del costo de vida del trabajador ya que los servicios brindados por el estado (salud, educación, transporte, entre otros) no se venden a su precio íntegro sino al precio de costo. Mientras los trabajadores reciben la masa íntegra de valores de uso los capitalistas sólo pagan por ella su costo. La diferencia equivale a la plusvalía que hubiera correspondido a los capitalistas de haber producido ellos mismos los medios de vida para el trabajador, vendiéndolos a su precio de producción. Los capitalistas que compran la fuerza de trabajo abaratada, venden sus mercancías al precio íntegro de éstas. Paralelamente a la universalización del trabajador, el propio desarrollo del trabajo universalizado exige la formación de una porción de trabajadores diferenciados, que tienen a cargo el avance de la técnica. Como contrapartida, serán necesarias para la reproducción de estos trabajadores condiciones de vida diferenciadas: una mayor formación, mayor consumo individual de valores de uso y por ende, mayores salarios. Por otra parte, mientras el mismo proceso expulsa trabajo vivo y lo reemplaza por trabajo muerto, la parte expulsada queda relegada a actividades que brotan justamente de la posibilidad del capital de emplear a esta masa de trabajadores cuyas capacidades se encuentran atrofiadas. Así, buena parte de la clase trabajadora, en la forma en la cual se reproducía hasta el momento, ya no es requerida por el capital. Esta diferenciación pone de manifiesto que el abaratamiento de la clase trabajadora de ma-

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¿que esconde la igualación del salario a la ganancia? nera generalizada ya no resulta tan rentable, o al menos esta universalización debería responder ahora a la lógica de diferenciación mencionada. Las privatizaciones de las décadas neoliberales son un resultado concreto de ella, acompañadas además por el retroceso en la fuerza sindical. La población obrera expulsada del proceso general de acumulación, precisa que se garantice su reproducción que ya no se deriva de la venta de su fuerza de trabajo degradada. La recuperación del empleo y el salario del sector formal en la última década, tiene como contracara la persistencia de un sector informal que supera el 36% según datos del 20101. En este sentido, el creciente impuesto a las ganancias explicaría la necesidad actual del gobierno de financiarse a través de la porción de la clase trabajadora ocupada. El modo en que se cobra el impuesto, de manera diferenciada al interior de la clase trabajadora, implica también la forma en que se administra dicha recaudación. Su utilización no se destina al abaratamiento de la fuerza de trabajo universal, sino que es una de las fuentes que se consigna a la necesidad de sostener y garantizar la supervivencia de una gran masa de desocupados y trabajadores precarizados. La supuesta progresividad de un impuesto a los altos ingresos salariales en pos de una redistribución al interior de la clase trabajadora se desdibuja ante la exención de la renta financiera2. La matriz impositiva es expresión de la caracterización del estado como garante de la explotación, a partir de la conciliación con estos sectores y el deterioro de los salarios.

II) El debate sobre la progresividad del impuesto En los últimos meses se ha puesto en debate la necesidad de una reforma al Impuesto a las Ganancias. Una de las causas de la apertura de esta discusión es que aumentó el pago del impuesto por parte de los contribuyentes de la “Cuarta categoría”, clasificación que comprende a personas que perciben ingresos provenientes del trabajo personal, ya sea de forma dependiente o independiente. La presión hacia los contribuyentes asalariados creció, porque el mínimo

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de ingreso por el cual un empleado comienza a pagar el impuesto no se actualizó acorde a los aumentos de salarios incentivados por la inflación. Tanto los montos de las deducciones, como los porcentajes y las amplitudes de las escalas son fijados por ley. Con el paso del tiempo, la estructura del pago del impuesto quedó desactualizada y su pago fue extendiéndose a cada vez más sectores de la población asalariada. El mínimo no imponible fue actualizado en abril del 2011, luego de varios años de estancamiento. En esta misma línea, los porcentajes y amplitudes de las escalas de la tabla, no se modifican desde el 2000. Esto genera un efecto “rémora fiscal”, provocado por las desactualizaciones de la estructura del Impuesto a las Ganancias, que implica un incremento de la presión tributaria en asalariados que no perciben grandes ingresos. Por ejemplo, el salario para un trabajador soltero comienza a gravarse a partir de los $5.782 mensuales y en un trabajador casado con dos hijos a partir de $7.998 mensuales3. A partir de esta situación, se torna interesante pensar sobre la progresividad-regresividad de este gravamen. Por definición, el Impuesto a las Ganancias se presenta como progresivo en dos sentidos: uno porque recae en las personas que mayores ingresos perciben y otro porque, dadas las escalas, a medida que aumenta el ingreso también aumenta la alícuota que se le aplica a la ganancia imponible. Luego de una comparación internacional del impuesto argentino se concluye que el tributo de este país es menos progresivo en términos relativos. Por un lado, la tasa máxima que se le aplica actualmente a la categoría más alta de la escala es del 35%, mientras que en la mayoría de los países suelen ubicarse en un 48%. Si bien el nivel de las tasas es importante para la progresividad, no es lo que la determina. Por otro lado, debe tenerse en cuenta la combinación de la mencionada alícuota con los tramos a los cuales se refiere. En este sentido, se puede realizar una comparación con la estructura del impuesto en EEUU, quien tiene una tasa máxima igual a la de Argentina, del 35%. Como se observa en el siguiente cuadro, dada ambas es-


¿que esconde la igualación del salario a la ganancia? tructuras del impuesto, el de argentina es menos también en el siguiente cuadro, donde en el peprogresivo, ya que grava con mayores tasas a los ríodo 2008-2010, se verifica una tasa de creciasalariados que tienen menores ingresos relati- miento de los salarios mínimos no imponibles menor a la inflación. Las variaciones fueron de vos. A primera vista, destacamos que en todos un 20% tanto para los solteros como para los casados con dos los puntos del hijos, mientras gráfico, excepto que la inflación se en los extremos, la vio aumentada en curva de la tasa un 40,6%. del impuesto en Dado este Argentina es atraso en los salamayor a la de rios mínimos no EEUU. Es decir, imponibles por la en todos los trainflación creciente mos de ingresos y también en los Argentina aplica salarios nominauna tasa mayor a les de los registralos montos impodos (su nibles en términos crecimiento, aunrelativos. Sobre que, muy similar todo, en los traal del nivel genemos de menores ral de precios, ingresos es donde pero siempre fue se imponen maFuente: Elaboración propia en base a García (2007). liderado por el yores tasas, en relación a EEUU. Lo que se traduce en una mayor IPC), se puede dar cuenta de la presión tributapendiente en las ganancias imponibles de 0 a ria que ejerció este impuesto durante la última década. Entonces, en el último período 2008 100.000 en moneda en miles del país. hasta la actualidad los salarios nominales han III) Caracterización del contribuyente e im- crecido en un 38%, los salarios mínimos no impacto del impuesto en el salario real. ponibles incrementaron un 20% y el IPC un En el siguiente gráfico se pueden apreciar 40,6%. De manera que los aumentos que se dielas evoluciones de los salarios mínimos no im- ron en los salarios nominales fueron erosionados ponibles, del salario promedio nominal para un por la inflación y también fueron socavados por trabajador registrado y del IPC, para el período una mayor presión tributaria, dado el retrazo de 2000-2011. Se puede dar cuenta del crecimiento los salarios mínimos no imponibles. notable que tuvieron los salarios mínimos no imHasta aquí está claro que el aumento en el ponibles a lo largo del período, pero al mismo nivel general de precios y las actualizaciones retiempo, se puede ver que la mayor parte del trazadas, a partir del 2008, generaron una mayor tramo, en promedio, la inflación creció por en- presión tributaria y dieron lugar al efecto rémora cima de aquellos. A partir del 2008, la evolución fiscal. A su vez, la desactualización del salario de los salarios mínimos no imponibles, quedó mínimo no imponible provoca aumentos en la desfasada del aumento general de precios. Por cantidad de trabajadores, que con un menor otro lado, el crecimiento de los salarios nomina- poder de compra, ahora deben pagar el imles de los trabajadores registrados durante la dé- puesto. Así, los trabajadores imputados por el cada, si bien fue significativo, se mantuvo casi en gravamen crecieron en un 30% del 2008 al 20094. todo momento por debajo de la inflación. En este marco, dada las características que toma Esta desactualización se puede apreciar la recaudación de este impuesto en los últimos

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¿que esconde la igualación del salario a la ganancia?

Fuente: Elaboración propia en base a los datos de la AFIP y del CEPED. *Serie IPC construida por el CEPED. Hasta el 2005 con datos del INDEC, más tarde empalmada con el IPC del CENDA (Centro de Estudios para el Desarrollo de la Argentina). *Serie del salario nominal promedio de asalariados registrados, datos del CEPED (Construcción en base a la EPH) *Serie de salarios mínimos no imponibles, elaboración propia en base a la AFIP.

años, ya ha dejado de afectar sólo a los trabajadores que perciben más altos ingresos y comenzó a gravar trabajadores que presentan un ingreso correspondiente a un menor poder de compra que los imputados usuales.

IV) Entonces ¿el salario es ganancia? Conclusiones El gravamen al cual nos referimos implica una serie de aristas en torno a su discusión que, como integrantes de la clase trabajadora, nos pone en una situación incómoda. En primer lugar, desde la perspectiva contable, se verifica un problema en la estructura misma del impuesto por

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tener deducciones en montos fijos. Así, la inexistencia de una actualización automática de las deducciones genera una mayor presión tributaria sobre trabajadores que no aumentaron su “capacidad contributiva”. Como se ha mencionado anteriormente el salario, como retribución a la utilización de la fuerza de trabajo, no puede ser considerado ganancia y cualquier tipo de discurso tendiente a igualarlo está ocultando la oposición entre la clase trabajadora y la capitalista. Pero, en estrecha relación con esta discusión, se nos plantea el problema de que solamente el 10% de los trabajadores formales5 sea imputado por el gravamen.


¿que esconde la igualación del salario a la ganancia? no solo en eso el impuesto a las ganancias sobre los salarios es inconsistente. Si se verifica que un sector del sistema productivo se sostiene a partir de que la fuerza de trabajo se venda por debajo de su valor, entonces surge un nuevo conflicto. Puede suceder que hasta quienes estén alcanzados por el impuesto, que pertenecen al 10% de los trabajadores formales de mayores ingresos relativos, no logren satisfacer las necesidades que socialmente se determinan para la reproducción de la fuerza de trabajo. Desde la crisis del 2001, se han dado diferentes iniciativas estatales6 tendientes a sostener el fragmento de la clase trabajadora que no presenta las capacidades productivas que demanda la acumulación del capital en la Argentina. A partir de la crisis internacional, la necesidad de financiamiento del estado para mantener las políticas llevadas a cabo significó, entre otras cuestiones, la negativa a aumentar el monto del mínimo no imponible con el objetivo de lograr una redistribución al interior de la propia clase trabajadora. De esta manera, la única forma de superar la contradicción aparente entre el fragmento de la clase trabajadora de bajos ingresos, subocupación y trabajos precarizados, con el fragmento correspondiente a los trabajadores formales y de mayores ingresos relativos, es mediante la unidad de las luchas propias de cada sector. Así, es necesario unificar la lucha por el salario y la creación de puestos de trabajo genuinos con la lucha por la eliminación del impuesto a los salarios y la imputación de las rentas financieras.

El discurso oficial ha buscado en reiteradas oportunidades, a través de la contraposición entre trabajadores de mayores y de menores ingresos relativos, dividir al movimiento obrero. Este análisis parte de una determinada explicación del momento actual de acumulación mundial del capital: a partir de la década de 1970 comenzó una nueva forma de acumulación que implicó una creciente diferenciación de la mano de obra. Simplificando el análisis en polos excluyentes, se verifica a partir de ese momento, una creciente subdivisión de la fuerza de trabajo entre quienes logran ser funcionales a la lógica de acumulación y quienes se ven imposibilitados de conservar las capacidades de su fuerza de trabajo (y la de sus sucesores). Este es el eje que nos lleva a sacar conclusiones con respecto a la estructura del impuesto a las ganancias. Desde nuestro punto de vista, que ante un salario de $5.782 para solteros de $7.998 para trabajadores con dos hijos, se comience a pagar el gravamen analizado y que dichos salarios caigan en el decil correspondiente al 10% de mayores ingresos relativos de los trabajadores formales se debe a este proceso de diferenciación de la clase trabajadora. Así, mientras una parte de la población logra vender su fuerza de trabajo por su valor, otra parte lo realiza por debajo del mismo. Si se entiende que lo que caracteriza a la clase trabajadora es que necesita vender su fuerza de trabajo para poder reproducirse como tal, la cuantía del salario que percibe por esa venta no cambia su papel en la producción. Pero,

Notas

(1) Información relevada de la base de datos del CEPED (Centro de Estudios de Población, Empleo y Desarrollo) (2) Artículo 20 de la ley de Impuestos a las Ganancias. Además de la exención mencionada, existen otras que permiten un margen de acción al capital para sortear el pago del impuesto. Así, por ejemplo, se crean cooperativas de socios capitalistas con el fin de no tributar este gravamen. (3) Todos los datos para la fecha de redacción de este artículo, en junio del 2012. (4) Este dato se relevo de informes de la AFIP de los que no hay acceso a partir del año fiscal 2010. Refiere a la cantidad de trabajadores que han presentado declaraciones juradas y dado el monto de su ganancia imponible les correspondió pagar el impuesto. (5) El salario mínimo a partir del cual se comienza a pagar ganancias está dentro del rango de ingresos perteneciente al decil de mayores ingresos relativos de los trabajadores que aportan al sistema jubilatorio. (6) Plan Jefes y jefas, Plan Argentina Trabaja, Asignación Universal por Hijo, etc.

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La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no Joel Rabinovich

Licenciado en Economía. Becario del Instituto de Investigaciones Económicas de la FCE-UBA, Ayudante de Segunda de Macroeconomía I e Historia del Pensamiento Económico I

Lo que presenta a continuación es un resumen de un trabajo más extenso en dónde se analiza el proceso inversor en los últimos años comparándolo con la década anterior; a la vez que se intentan aportar ciertas hipótesis sobre las causas de este fenómeno.


La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no participación de los equipos durables y la construcción dentro de la misma. Comparando ambos períodos, se observa que la participación del equipo ha permanecido en una cifra cercana al 40% de la inversión total. En valores constantes, su participación crece durante todo el período y pasa de un 31% en 2002 a un 46% en 2010. En términos corrientes, por su parte, se mantiene en cifras cercanas al 40%, cayendo incluso en 2006 al 37% debido al fuerte aumento de precios verificado en la construcción. Acudiendo a Coremberg et al (2007) vemos que estos valores también son similares a los que presenta el Equipo Durable en otros períodos históricamente: un 38% para la década del ´50, del ´70 y de los ´90. Supera a la década del ´80 (33%), pero se encuentra lejos de la del ´60 (52%).

La Inversión y las cuentas nacionales La inversión Bruta Interna Fija (IBIF) incluida en las Cuentas Nacionales mide el valor de los bienes y servicios de producción nacional e internacional destinados a la incorporación de activos fijos por parte de empresas y familias. A su vez, se divide en 2 rubros según sea su destino. En primer lugar aparece el segmento “Construcciones” que abarca el valor de las construcciones ejecutadas en viviendas y multiviviendas de uso familiar, locales comerciales, obras civiles de infraestructura, infraestructura del FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda), construcciones de empresa públicas privatizadas, construcciones ejecutadas por el gobierno nacional, provincial y municipal, rutas concesionadas por peaje, preparación de terrenos y gastos en mejoras y reparaciones. En segundo lugar aparece el rubro “Equipo Durable de Producción” que a su vez se subdivide en “Maquinaria y Equipo” que abarca la compra de maquinaria y equipo durable de producción, las cuales, a diferencia de los bienes intermedios, no se agotan en el primer uso y poseen una visa superior al año. Por último, aparece el “Material de Transporte” incorporado por empresas de transporte tanto de carga como de pasajeros. Evolución de los componentes de la inversión A la hora de ver cómo evoluciona la Inversión, una de las variables a tener en cuenta es la

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Análisis de la Construcción Para abordar este apartado se utilizará el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) el cual muestra la evolución de este sector a partir del comportamiento de un conjunto de insumos representativos. Los detalles metodológicos se encuentran en el Anexo. De la evolución de la construcción en general, se detalla a su vez la de edificios para viviendas, para otros destinos, construcciones petroleras, obras viales y otras obras de infraestructura en particular. En primer lugar, observamos que, tomando como base el año 2004, el crecimiento de los distintos componentes es similar (a excepción de las construcciones petroleras). No obstante, al tener mucho mayor peso los edificios para viviendas (como lo muestra su ponderación en el ISAC, ver Anexo), pese a que la variación haya sido similar, en términos absolutos su crecimiento fue mucho


La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no

modernización productiva vía inversiones fue un imperativo para poder mantenerse en el mercado (o su transformación eventual en importadores) Por otro lado, el sector no transable, favorecido por la apreciación cambiaria y las altas tasas de rentabilidad fue el motor de la inversión durante esta época. Los autores señalan 2 períodos divididos por la crisis mexicana. En primer lugar, entre 1991 y 1994 las inversiones productivas se dirigieron principalmente al área de servicios. Luego, el sector industrial es quien gana mayor participación. El agente más dinámico en ambos casos es la inversión extranjera ya sea comprando expresas en funcionamiento o instalando nuevas filiales. Por ejemplo, el 61% de la inversión en el sector industrial fue realizado por empresas extranjeras y, a su vez, de ese total aproximadamente un 65% fue realizada luego de la crisis mexicana. Por su parte, del total de la IED manufacturera, el 45,1% se concentró en el rubro Alimentos y Bebidas; el 33,2% en industrias químicas y petroquímicas y el 14,5% en el complejo automotor. Vale la pena aclarar igualmente, que del total de la IED realizada entre 1990 y 1996, aproximadamente un 30% fue des-

mayor al del resto de los bloques. Por su parte, durante la Convertibilidad, la dinámica fue similar a la de los último años con un crecimiento parejo de los distintos sectores, sin quedar rezagado esta vez las construcciones petroleras. Distribución Sectorial de la Inversión La distribución sectorial en los ´90 Siguiendo a Bisang y Gómez (1999), el proceso inversor desplegado durante la Convertibilidad debe ser situado en el marco de las reformas estructurales implementadas a comienzos de esa década, las cuales implicaron una ruptura con la situación anterior. Durante la década del ´80, como se mencionó en apartados anteriores, el sector público ocupó un rol fundamental a la hora de explicar las inversiones, principalmente en las áreas de infraestructura y emprendimientos industriales de insumos intermedios. A partir de las políticas de desregulación, apertura comercial y apreciación cambiaria se configura un esquema que determina el rumbo seguido por el proceso inversor durante la Convertibilidad. Por un lado, el sector industrial se vio amenazado por el aumento de la competencia vía productos importados, en este contexto la

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La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no tinada a la compra de empresas existentes. En estos rubros, se verificó una importante modernización tecnológica con una fuerte preeminencia de equipos importados. Por su parte, son estas empresas que adquieren, también, una nueva dinámica exportadora. Ya sea por regímenes especiales (como el caso de la industria automotriz) o por una competitividad asociada a la abundancia de recursos naturales (alimentos, algunos químicos, petróleo), son estos sectores quienes aumentan significativamente sus exportaciones, desplazando a los sectores más dinámicos de los ´80: los productores de bienes de utilización intermedia. El cambio de precios relativos producto de la apreciación cambiaria, fue incorporado en las empresas mediante la sustitución de la fuerza de trabajo (no transable) por equipos importados comparativamente más baratos (de hecho, un 70% corresponde a bienes de capital y el 30% restante se dirige a mejoras edilicias e infraestructura), generando a su vez, un salto en la productividad. A la hora de ver las principales inversiones Greenfield, se repite lo observado en términos generales. Se trata de proyectos concentrados en alimentos (lácteos, pastas, golosinas), aceites, papel, medicamentos (productos terminados). En otros sectores, como los automotores y autopartes, los nuevos establecimientos coexisten con otros previos. Se destacan también (por su escasa participación) sectores de vanguardia a nivel mundial como la electrónica por ejemplo. En Bugna y Porta (2008) se menciona que el patrón de inversiones de los noventa giró en torno a la explotación de ventajes naturales tanto “históricas” (vinculadas al sector agropecuario) como relativamente novedosas: petróleo, gas y derivados y la minería metalífera como así también el abastecimiento de mercados monopólicos (servicios públicos). Por su parte, el proceso distó de ser homogéneo no sólo intersectorialmente sino mismo intrasectorialmente. En algunos casos se dieron lo que podría decirse “estrategias defensivas”: intensificación de jornadas, la precarización del trabajo y achicamientos del personal aun en detrimento de posibilidades estratégicas. En estos

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primeros segmentos, encontramos principalmente a pequeñas y medianas empresas. Fue sólo un pequeño número de empresas quienes pudieron adoptar estrategias del tipo ofensivas, a saber, incorporación de nuevos modelos organizacionales y cambio tecnológico de importancia lo que les permitió acercarse a la frontera tecnológica internacional. No obstante, esta incorporación de tecnología no fue mediante el desarrollo de capacidades tecnológicas locales, es decir, con el desarrollo de proveedores locales, capacitación, y generación de encadenamientos. De esta forma, se verificó un importante achicamiento del entramado industrial, como así también una profundización de la concentración y centralización del capital. En Kosacoff y Ramos (2006) vemos que las denominadas estrategias “ofensivas” fueron encaradas por empresas vinculadas a actividades agroalimentarias como así también ciertas industrias de insumos básicos como plantas de acero, aluminio o mismo algunas plantas del complejo automotor. Estas firmas, representan aproximadamente un 40% del producto industrial. En su caso, la competencia internacional les dio el estímulo necesario para encarar el aumento de productividad. Distinto es el caso del resto del tejido productivo, con comportamientos del tipo “defensivos”, es decir, sin una estrategia orientada a lograr aumentos de productividad, manteniéndose con pequeñas escalas y poca especialización. La productividad que se incorpora en los ´90 siguió siendo generado en el exterior. Así las actividades innovativas de las empresas giraron en torno a la adquisición de tecnología incorporada en los bienes de producción y no desarrollando inversión en IyD, ingeniería industrial. Incluso se verifica un retroceso de sectores intensivos en tecnología como la farmoquímica o del complejo electrónico. Donde se verifica una importante modernización en los ´90 es en la producción agroalimentaria mediante un proceso de capitalización y aplicación de innovaciones generadas en el exterior tales como las semillas transgénicas, mayor utilización de fertilizantes y agroquímicos, siembra directa, entre otros.


La Inversión en la Posconvertibilidad. Qué cambio y qué no anual del 51%, explicando por primera vez desde el 2003 un mayor porcentaje del aumento de la inversión productiva en relación al año anterior. Es interesante destacar este punto dado que el primer tipo de operaciones involucran un riesgo mayor que la ampliación de las unidades.

Posconvertbilidad A partir del cambio de precios relativos que implicó la devaluación, el sector servicios queda relegado, pasando a primer plano las inversiones en sectores transables, como lo son las actividades extractivas de exportación, la industria y la infraestructura, esta última concentrada principalmente en construcciones hoteleras. Dentro de la infraestructura, cobra relevancia durante este período actividades no ligadas a la exportación como lo son los proyectos de comunicaciones obras anunciadas por empresas de telefonía para mejorar el servicio y la cobertura. Dentro de la industria, los sectores más dinámicos son el químico, el automotriz (con inversiones destinadas a la producción de nuevos modelos y el abastecimiento de autopartes), y el de alimentos y bebidas. Entre los principales impulsores encontramos la láctea, los cereales y oleaginosas, pastas secas y la vitivinicultura, entre otros. Hasta el año 2006, de los desembolsos totales, la mayor parte se dirige a la ampliación y mejoramiento de las unidades existentes mientras que lo restante se destinó a la formación de nuevas unidades. En este año la formación de nuevas unidades, presenta un crecimiento inter-

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Conclusiones A partir del somero desarrollo llevado a cabo en este resumen vemos que, cuantitativamente, la Inversión se aparte del promedio de la década pasada asemejándose más a los mostrados en plena ISI. No obstante, en términos cualitativos, los resultados brindan un panorama diferente:  El porcentaje de maquinaria y equipo es similar al de la década pasada, como así también otras pasadas (salvo la del ´60).  Dentro del rubro construcciones, la destinada a vivienda es la de mayor crecimiento.  El porcentaje de la inversión pública es similar al de la década pasada y se ubica lejos de otros momentos históricos. Analizando su composición, la destinada a fines económicos se dirige principalmente a transportes y energía, sin variar en gran medida la estructura existente. En décadas anteriores, por el contrario, la mayor parte de los fondos se destinaba a la producción de insumos intermedios e infraestructura.  A nivel sectorial, en la industria, los principales destinos a los que se dirige la Inversión son los mismos a los cuales se orienta en la década de los ´90: alimentos y bebidas, automotriz y autopartes, químicos, industrias básicas de metales. Por otra parte, el rubro de infraestructura (en el que encontramos servicios tales como telefonía) sigue concentrando un porcentaje importante de los fondos.


Un análisis de las conse cuencias socio-económicas para la Argentina de sus relaciones con China. Las contradicciones del modelo y la reprimarización de la economía1 Ariel M. Slipak

Licenciado en Economía UBA. Docente CBCUBA y FCE-UBA. Becario de Investigación Agencia con sede en UNGS. Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales UNGS-IDES. Miembro de la Escuela de Economía Política de la UBA. Correo electrónico: aslipak@ungs.edu.ar

Tras las reformas económicas y políticas iniciadas en la República Popular de China en 1978, este país ha experimentado espectaculares tasas de crecimiento económico y se ha consolidado hacía mediados de la primera década del Siglo XXI como una de las principales potencias económicas, políticas y militares del globo. En este trabajo describimos brevemente los elementos que explican su actual rol geopolítico y económico, por qué se incrementan tanto sus relaciones comerciales con América Latina como así también los flujos de inversión dirigidos a la región. Todo ello se realiza para ocuparnos de estudiar desde la retórica sobre el desarrollo del gobierno nacional cuáles son las consecuencias para la Argentina del aumento de su vínculo con China.


Un análisis de las consecuencias socio-económicas para la Argentina de sus relacio nes con China. Las contradicciones del modelo y la reprimarización de la economía El discurso sobre el desarrollo en la Argentina contemporánea. El uso del concepto desarrollo comienza a popularizarse entre los/as economistas durante la segunda post-guerra mundial con el nacimiento de la denominada “economía del desarrollo”. Estos/as académicos/as en realidad definían las características que hacen al desarrollo a partir de las diferencias -o carencias- de un grupo de países denominados subdesarrollados en relación a los desarrollados. Desde entonces, la noción de desarrollo fue un concepto en disputa entre la ortodoxia neoclásica -que estilaba conmensurarla exclusivamente mediante las tasas de crecimiento del PBI- y diferentes corrientes progresistas de la heterodoxia que bregaban por incorporar dimensiones vinculadas a las condiciones de salud, educación, vivienda, distribución del ingreso e índices de equidad de género y cuidado ambiental. El pensamiento económico dominante ha incorporado estos cuestionamientos y hecho propios. Al interior de la economía como disciplina se ha consensuado sobre la importancia de distinguir el crecimiento económico del desarrollo económico, pero siempre considerando el primer aspecto condición necesaria para lo segundo . De esta manera, se asume en el mainstream que el modelo de desarrollo de un país tiene que ver con una conjunción de factores, tales como: el patrón de crecimiento económico; el perfil de inserción en el comercio internacional; la tasa de incremento de la productividad; cuáles son los sectores económicos dinámicos de un país; entre otros. Por último, se acepta que todo ello redunde en crecientes capacidades materiales para la población y en una sociedad más justa y equitativa. En cuanto a la conjunción de las dimensiones mencionadas en el párrafo anterior, el gobierno nacional se atribuye ser el impulsor de un denominado modelo de crecimiento con inclusión social, apuntando a obtener elevadas tasas de crecimiento económico y –aparentemente- a una distribución del ingreso más equitativa. La clave para ello sería, en términos de Raúl Prebisch (1981) , ir transformando gradualmente la estructura económica reemplazando actividades de baja productividad por otras en las cuales resulte mayor; en otras palabras, la superación de la heterogeneidad estructural y una mayor diversidad productiva. Si bien la apropiación de las rentas extraordinarias de actividades extractivas juega el papel de ser el elemento que

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brinda estabilidad macroeconómica, el gobierno se manifiesta en repetidas ocasiones preocupado por participar en etapas de Cadenas Globales de Valor (CGV) cuyo contenido tecnológico resulte cada vez mayor . Por otra parte, otro de los componentes retóricos del modelo consiste en la afirmación de una soberanía respecto a las potencias hegemónicas en lo político, económico y militar, apuntando a una mayor integración con el resto de los países latinoamericanos. Por último, uno de los elementos que se consideran claves del modelo de crecimiento con inclusión social es la apropiación de gran parte de las rentas extraordinarias de las actividades primarias y su direccionamiento hacia otras de mayor contenido de valor agregado. En las secciones subsiguientes nos dedicaremos a evaluar si las relaciones que entabla la Argentina con China son consistentes o no con el modelo de crecimiento con inclusión social. La caracterización del crecimiento económico de La República Popular de China. Con el fallecimiento de Mao Tse-Tung en 1976, el nuevo líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Deng Xiaoping, impulsa a partir de 1978 una serie de transformaciones económicas y políticas que entre otras cosas derivaron en un cambio drástico en el perfil productivo de este país . Desde entonces, China ha experimentado tasas de crecimiento económico comprendidas entre un 9% y un 12%. Esto último ha redundado en que este país se consolide como el primer exportador de bienes del mundo, la segunda economía del globo, el principal acreedor de EE.UU. y el cuarto país más relevante como emisor de Inversión Extranjera Directa (IED). Luego de unos años iniciales de industrialización basada en la conformación de joint-ventures entre el estado y empresas transnacionales (ET) que sacaban provecho de un salario real sumamente deprimido-, hacia inicios de la primera década del Siglo XXI China logra reorientar su sector manufacturero y convertirse en un exportador de bienes alto contenido tecnológico. Esta transformación de la estructura productiva en combinación con crecientes demandas sociales por mejoras en la alimentación de la población, han llevado a que este país incremente exponencialmente sus niveles de demanda de varios productos básicos provenientes de actividades primario-extractivas entre los cuales encontramos minerales, hidrocarburos, oleaginosas y otros alimentos.


Un análisis de las consecuencias socio-económicas para la Argentina de sus relacio nes con China. Las contradicciones del modelo y la reprimarización de la economía La imposibilidad del abastecimiento en el mercado interno de recursos naturales y energéticos que le permitan a China sostener estas tasas de crecimiento económico, han traído como consecuencia que este país pase a considerar su aseguramiento como una política de estado. Desde el comienzo del Siglo XXI en adelante, China incrementa notablemente sus flujos comerciales con la gran mayoría de los países de América Lantina, convirtiéndose en el primer o segundo socio comercial de varios de ellos. Hacia el año 2008, su gobierno publica un documento denominado “Documento sobre la política de China hacia América Latina y Caribe” . En este texto se hace explícita la intención del país de oriente de incrementar sus intercambios económicos, políticos y culturales con la región en su conjunto. Allí se expresa que China tiene el propósito de potenciar sus relaciones con este continente sobre la base de las complementariedades de sus economías y se expone al mismo como un potencial proveedor de recursos naturales y energéticos. Desde el año 2009 en adelante, comienza un abrupto desembarco de IED proveniente de China en toda la región . La misma se orienta fundamentalmente a actividades primario-extractivas como

observan incorporación maquinarias modernas o transferencia de conocimientos. Las relaciones bilaterales entre China y Argentina . Al igual que para la gran mayoría de los países de América Latina, los intercambios comerciales entre la Argentina y la República popular de China se han incrementado notablemente, destacándose un aumento explosivo durante la última década. Mientras China se consolida como el segundo destino de las exportaciones argentinas, nuestro país concentra exclusivamente un 0,4% de las exportaciones chinas. Esto último otorga un gran poder de negociación al país oriental. Por otra parte, mientras que las importaciones argentinas provenientes de China son altamente diversificadas y predominan bienes industriales basados en alto y medio contenido tecnológico, las exportaciones argentinas a su socio se encuentran altamente concentradas en tres productos y están constituidas por productos primarios y manufacturas basadas en recursos naturales. Si miramos con atención los datos del cuadro continuo vamos a poder observar que durante el período 2002-2004, las exportaciones de porotos y aceite de soja representaban más del 68% de los

la extracción de petróleo, gas, minerales y el sector alimenticio . En un segundo lugar recién aparecen actividades terciarias que sirven de apoyo a las primeras (destacándose el sector financiero, logística y obras de infraestructura). En cuanto a las escasas inversiones en el rubro de las manufacturas se verifican casi exclusivamente “pases de manos” de compañías con un importante posicionamiento de marca como estrategia de ingreso de las importaciones chinas a escala continental. En general no se

productos destinados a China. Para el período 2009-2011 los mismos pasan a ocupar más de un 75%. Cabe destacar que para cada una de las etapas estos productos totalizaron un 5,3% y un 9,12% sobre las exportaciones totales del país, exponiendo entonces que el creciente vínculo con China reorienta las mismas a estos productos. Otro de los aspectos que verificamos en el trabajo es que el creciente vínculo comercial con China orienta profundiza una inserción comercial

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Un análisis de las consecuencias socio-económicas para la Argentina de sus relacio nes con China. Las contradicciones del modelo y la reprimarización de la economía a la IED como estrategia del aseguramiento del control de los recursos naturales. Recientemente una nueva legislación sobre la tenencia de tierras por parte de extranjeros constituye un limitante para la explotación de tierras con el propósito de sembrar y cosechar soja por parte de China. Hasta antes de ella, el principal intento de desembolso había sido un convenio entre la Provincia de Río Negro y la de Heilonggjiang para que se le otorgue a la Heilonggjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group, la concesión de 320 mil hectáreas para actividad sojera en el bajo, medio y alto valle de Río Negro. El acuerdo incluía la realización de obras de infraestructura en el Puerto de San Antonio que costearía esta firma, pero contrataría a operadores de China y le garantizaría el uso exclusivo de a mayor parte del área portuaria. Acorde a las firmas pertenecientes al clúster frutihortícola de la región, dicha explotación sería altamente degradante de los suelos. Con la nueva Ley que limita la adquisición de tierras por parte de extranjeros, la empresas de origen Chino han cambiando la estrategia para el aseguramiento de la provisión de soja. Diferentes provincias y empresas de ese país han realizado acuerdos para hacerse cargo de inversiones de riego o financiamiento de proyectos a cam-

del país como exportador de productos primarios o con reducida transformación y como importador de aquellos que poseen medio y alto contenido tecnológico, como se observa en los gráficos continuos. En cuanto al desembarco de inversiones chinas en la Argentina, sobresalen las adquisiciones de firmas abocadas a la actividad hidrocarburífera. En el año 2010 el Grupo Bridas (cuyas acciones son en un 50% de la China National Offshore Oil Company) adquirió el 40% de Pan American Energy (PAE). Esta última es la concesionaria de Cerro Dragón, el yacimiento de petróleo y gas más importante del país. Ese mismo año la firma SINOPEC también se hizo del 100% de las acciones de la filial estadounidense de Occidental Petrolum Corp., pa-

sando así a controlar 23 concesiones para la explotación de petróleo y gas en las provincias de Mendoza Santa Cruz y Chubut, totalizando más de 1500 pozos. Si observamos nuevamente el cuadro con el detalle de las exportaciones de crudo de petróleo, podemos verificar que estas compras reorientan el destino del mismo hacia China. En nuestra investigación también discutimos sobre la existencia de otros mecanismos alterativos

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Un análisis de las consecuencias socio-económicas para la Argentina de sus relacio nes con China. Las contradicciones del modelo y la reprimarización de la economía bio de pagos en estos commodities . En la investigación también detallamos algunas adquisiciones en el sector financiero o el desembarco de firmas que se dedican meramente al ensamblaje de partes en áreas estratégicas de América del Sur dónde se puede sacar provecho de elementos de competitividad espuria. Se destaca el desembolso de préstamos para infraestructura que ponen como condicionamiento que las obras deben ser realizadas por firmas provenientes de ese país. Todas las obras se vinculan con el desarrollo de redes que abaraten los costos de traslado de commodities. Concusiones: Si bien en estas breves líneas no podemos desarrollar todos los argumentos del artículo completo, hemos podido exponer que tanto desde la faceta comercial, como desde los convenios de ingreso de IED china en Argentina, el vínculo creciente con este país estaría re-orientando el uso de la tierra, el trabajo y el capital hacia actividades primario extractivas entrando en contradicción con una política de promover sectores que incorporen mayor valor agregado y utilización de conocimien-

tos. Por otra parte el control por parte de empresas foráneas de recursos estratégicos resulta inconsistente con una retórica que enfatiza su uso soberano y hasta limita la apropiación –y direccionamientode la renta extraordinaria. Acorde a diferentes declaraciones de funcionarios gubernamentales , se considera estratégica la relación con China en base a las complementariedades de esta economía con la de Argentina. Un vínculo comercial basado en ventajas comparativas tradicionales, resulta entonces sumamente contradictorio con los postulados nacionales y populares. En el artículo concluimos, entonces, que quienes se identifican con los postulados del modelo, dirán que la relación con China implica el desafío de promover una relación más equitativa intentando que los intercambios comerciales sean intra-industriales en lugar de interindustriales, o la realización de convenios mediante los cuales el ingreso de IED implique transferencia de tecnología. Desde nuestra óptica, esta es una de as tantas contradicciones que exponen que no hay un interés estatal por promover mayor inclusión social, sino que se trata de un mecanismo discursivo para validar la opresión del trabajo por el capital.

Notas

(1) Este trabajo es una síntesis la presentación del autor en las V Jornadas de Economía Crítica. El mismo se realiza como contribución parcial a su tesis doctoral y el Proyecto de Investigación Agencia PICT 1216-2008 Modelos de desarrollo: actores, disputas y nuevos escenarios en la Argentina contemporánea. (3) En otros trabajos sobre los vínculos entre China y Argentina adoptamos una postura crítica sobre asumir que las mejoras en la calidad de vida de la población dependan del crecimiento económico a partir de nociones de la sociología y el ambientalismo. No entraremos en detalle sobre esta cuestión, ya que no es el objetivo de este artículo. (4) Prebisch, R. (1981): Capitalismo Periférico. Crisis y transformación. Fondo de Cultura Económica, México D.F. (5) Si bien le atribuimos al gobierno nacional un programa símil a algunos viejos enunciados estructuralistas, no debemos dejar de mencionar que ellos privilegiaban una industrialización orientada a ganar porciones de mercados de exportación en lugar de la orientación mercado-internista que caracterizó la ISI de Argentina y que prevalece en el discurso gubernamental actual. (6) Se destaca la creación en 1980 de distritos denominados Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en los cuales se permitía la relación laboral asalariada y se estimulaba la apertura a la IED. Durante ese mismo año, China se reincorpora al Fondo Monetario Internacional. Hacia 1997, se recupera el territorio de Hong Kong, que hasta ese momento se encontraba bajo administración británica. Hacia 2001, en tanto, el país se incorpora a la OMC. (7) Conocido como “el libro blanco de las políticas de China hacia América Latina”. (8) Hasta el año 2008 se limitaban prácticamente a unas pocas inversiones financieras en Islas Caimán. (9) Es importante agregar que las elevadas tasas de ahorro que posee China (gracias a sus sostenidos superávits comerciales), le permite a los bancos estatales chinos otorgar tasas de interés diferenciales y direccionar la Inversión hacia al aseguramiento de los recursos naturales. También queremos remarcar que en el caso de no poder hacerse de concesiones para la explotación de recursos naturales, China viene otorgando a varios países de la región o firmas préstamos cuya devolución debe realizarse en commodities (destacándose el cao de Venezuela). (10) En esta sección se analizan los aspectos comerciales y el ingreso de IED china a nuestro país. Por razones de espacio lo segundo será muy breve. (11) Mecanismos similares se han empleado con el estado venezolano y PDVSA con el otorgamiento de préstamos cuya contraprestación es el pago con barriles de petróleo. (12) En el artículo citamos al canciller Timerman y las políticas que sigue el PEA 2020.

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ESTRATEGIAS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE ASIA Y AMÉRICA LATINA EN PERSPECTIVAS COMPARADAS* Cecilia Lorena Salinas

Lic en Economía (UBA). Miembro de la Escuela de Economía Política (EsEP).

En este trabajo se propone analizar las experiencias de América Latina y Asia en relación a las estrategias de industrialización adoptadas especialmente desde los años setenta. El objetivo último es examinar las características de estos procesos y sus consecuencias sobre la estructura productiva y social de las economías, de manera de determinar qué lugar ocupan hoy estas regiones en el marco del análisis del estado actual de la lógica de acumulación del capital.


ESTRATEGIAS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE ASIA Y AMÉRICA LATINA EN PERSPECTIVAS COMPARADAS saria la extensión de mercados para lograr una acumulación viable, ya que hay una internalización de la demanda con base en el consumo en masas. Por lo tanto, los países periféricos pasan a desempeñar un papel más pasivo internacionalmente, lo cual genera un proceso de relativa exclusión de estas regiones de la economía mundial , frente a un aumento del comercio y de las inversiones entre países centrales que acentúa la preponderancia de sus mercados internos. Esta tendencia a la exclusión relativa de los países de la periferia característica de los años cincuenta y sesenta, sin embargo, se revertirá en la siguiente década. Los años setenta están marcados por una crisis de valorización del capital, en la cual se registra una tasa de ganancia demasiado baja que impide la acumulación y trae como consecuencia una disminución de la inversión productiva. Se genera así una situación de estanflación en la mayoría de los países centrales, producto de la competencia oligopólica en un marco de especialización para responder a la demanda . Esta crisis de valorización refleja una inconsistencia entre el régimen de acumulación y el modo de regulación vigentes. En los países de la periferia, en cambio, la crisis adquiere un sentido distinto. En la periferia, la exclusión relativa de la economía mundial producto de la hegemonía norteamericana permite mantener cierta distancia de las consecuencias de la crisis en los países centrales, de manera que no se registran mecanismos de propagación automática de la recesión. Ante este nuevo contexto internacional, la industrialización de la periferia -en los casos donde se desarrollatoma en primer lugar la clásica forma de sustitución de importaciones. Por otra parte, se observa una nueva División Internacional del Trabajo, que supone la deslocalización masiva hacia la periferia de actividades industriales poco rentables en las economías centrales, buscando afrontar la caída de la rentabilidad producto de la crisis. Además, la fuerte liquidez registrada en el mercado financiero internacional junto a una baja tasa de interés, permiten flujos de inversión hacia los países periféricos. Se inicia entonces una etapa de economía de endeudamiento internacional como modo de financiamiento que permite mantener el crecimiento de los países periféricos y la expansión

Introducción En el moderno sistema mundial se plantea una interesante discusión sobre el Desarrollo Económico para los países de la periferia capitalista. Este debate toma especial relevancia a partir de los años setenta, cuando varios países periféricos despliegan distintas estrategias de industrialización tendientes a transformar sus estructuras productivas, en un contexto de crisis de valorización del capital y agotamiento progresivo del modelo fordista en los países centrales. En un intento por explicar el progreso de los países periféricos a partir de los distintos modelos de desarrollo que presentaron, nuestro análisis se centrará específicamente en el desenvolvimiento de Asia y América Latina luego de la Segunda Guerra Mundial. Nuestro propósito es estudiar las regiones de América Latina y Asia en términos de los alcances y límites de las estrategias de industrialización adoptadas. La relevancia de esta investigación se enmarca en el análisis del estado actual de la lógica de acumulación del capital, de manera de establecer el lugar que ocupan hoy América Latina y Asia en el sistema capitalista, en un período que se caracteriza por la decadencia de la hegemonía mundial norteamericana y la evolución hacia perspectivas de consolidación de un nuevo polo hegemónico de poder.

Estrategias de industrialización en la periferia a partir de los años setenta El fin de la Segunda Guerra Mundial instaura un período de crecimiento acelerado de la economía mundial, con la emergencia del fordismo en las economías centrales y la consolidación del poder hegemónico norteamericano, desplazando el predominio británico. En esta etapa, Estados Unidos alcanza la supremacía sin estar enfocado hacia el exterior, mediante una regulación monopolística que privilegia la búsqueda del equilibrio interno y subordina al equilibrio externo a las posibles necesidades de ajustes. Se presenta así una transformación en la naturaleza de los vínculos tradicionales de los países centrales con el exterior: mientras que durante el predominio británico la periferia desempeñaba un papel activo como proveedor de materias primas y como mercado para los productos industriales ingleses, en la hegemonía norteamericana no resulta nece-

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ESTRATEGIAS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE ASIA Y AMÉRICA LATINA EN PERSPECTIVAS COMPARADAS nar la dependencia tecnológica y poder desencadenar así una industrialización en profundidad. De esta forma, se optó por dirigir recursos hacia ramas industriales intensivas en capital en detrimento de otras actividades que podrían haber resultado más necesarias. Sin embargo, la complejidad tecnológica requerida por estos sectores llevó a estas economías a resultados opuestos a los buscados, ya que no lograron una competitividad internacional suficiente y, en cambio, acentuaron aún más su dependencia técnica y financiera, agravando su situación de endeudamiento externo. En el segundo grupo -los NPIs-, la industrialización se inició por sectores ligeros con un proceso de integración industrial de abajo a arriba, logrando reconquistar su mercado interior a fines de los años cincuenta y principios de los sesenta. Para dicho proceso se necesitaba importar bienes de producción e intermedios, para lo cual era imprescindible la disponibilidad de divisas junto al dinamismo del mercado interno. Esta situación comenzó a mostrar sus límites, por lo que fue necesario un cambio en la estrategia de crecimiento durante los años setenta, que implicaba una mayor orientación a los mercados exteriores. A partir de este punto, sin embargo, se comienza a registrar una senda divergente entre los casos latinoamericanos y los asiáticos.

del comercio mundial, moderando así los efectos de la recesión. Estos rasgos muestran una tendencia a la integración creciente (aunque selectiva) de países periféricos durante los años setenta. Siguiendo a Ominami (1986), en el análisis de la industrialización de la periferia se pueden distinguir cinco regímenes de acumulación (preindustrial, rentista, de industrialización intravertida, taylorista y mixto), los cuales se asocian a distintas estrategias de industrialización (sustitución de importaciones, promoción de exportaciones y sustitución de exportaciones), entendidas como modalidades de inserción de los países periféricos en la economía mundial. De esta forma, si bien el conjunto de la periferia comenzó su vinculación con el mercado mundial a través de la exportación de bienes primarios durante la hegemonía británica, para luego pasar a otro proceso caracterizado por la sustitución de importaciones durante el predominio norteamericano, una vez obtenido el producto social mundial correspondiente, cada régimen de acumulación se asocia a una combinación de estrategias que le es propia y que le permite seguir un desenvolvimiento determinado. El régimen de acumulación determinará entonces su estructura productiva y su desenvolvimiento en el mercado mundial, y lo diferenciará de otros. Complementando este estudio, Bustelo Gómez (1990) reconoce que el proceso de industrialización llevado a cabo por los países de la periferia tiene características generales que le son propias y que lo distinguen del proceso de industrialización en los países centrales . Empero, su aporte más interesante radica en la distinción que realiza dentro del proceso de industrialización de los países periféricos. De esta forma, si bien la vinculación con el mercado mundial se inició mediante la exportación de bienes primarios para luego dar paso a una primera industrialización sustitutiva de importaciones (ISI) de bienes de consumo, un grupo de países dio prioridad a la industria pesada, mientras que otras economías (conocidas como Nuevos Países Industriales, NPIs) se basaron en sectores ligeros. En el primer grupo, luego de la fase de sustitución de productos de consumo, los países iniciaron su crecimiento industrial mediante procesos de sustitución de importaciones de productos de base, con el objetivo de reducir o elimi-

Procesos de industrialización en América Latina y Asia Los países latinoamericanos, después de la ISI de bienes de consumo (ISI1), no exportaron manufacturas de origen industrial en un primer momento por su falta de competitividad (ya que se basaron principalmente en barreras arancelarias, sin aproximarse a la frontera tecnológica). En cambio, optaron por profundizar su industrialización mediante la sustitución de importaciones de productos intermedios y de capital (ISI2), sosteniendo la producción industrial iniciada con la ISI1. Esta producción estaba destinada en su mayoría al mercado interno, ya que la mano de obra era considerada como demanda efectiva de los bienes producidos. Algunos países de América Latina (como Brasil), en tanto, lograron una incipiente sustitución de exportaciones (ISE1) junto a la ISI2, para acercarse a la frontera tecnológica de bienes

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ESTRATEGIAS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE ASIA Y AMÉRICA LATINA EN PERSPECTIVAS COMPARADAS bienes de equipo (obsoletos en los países centrales), de lo que resulta que el papel del Estado en la industrialización sea adecuar la demanda interna a la estructura de oferta externa. Esta diferenciación entre las estrategias de industrialización desarrolladas en Asia y América Latina coincide con dos regímenes de acumulación identificados por Ominami. El régimen taylorista se reconoce principalmente en los países del Sudeste Asiático y alcanza una fuerte sustitución de exportaciones frente a una débil sustitución de importaciones y promoción de exportaciones, presentando una industrialización poco intensiva en capital y orientada hacia el mercado externo. El régimen mixto, por su parte, es característico de algunos países de América Latina y asume una preponderancia de la sustitución de importaciones frente a las demás estrategias de industrialización, otorgando un lugar central al mercado interno.

exportables mediante una ISE2. Los países asiáticos, por su parte, después de la ISI de bienes de consumo (ISI1) optaron por empezar a exportar aquellas manufacturas producidas previamente. Esta política se explica en parte porque esta región no cuenta con un mercado interno importante para la nueva producción debido a que sus pautas de consumo no se “occidentalizan” con el proceso de industrialización. Asimismo, esta situación se ve ampliamente favorecida por la política estatal adoptada, que obligaba a las empresas (mediante un programa de incentivos) a aproximarse continuamente a la frontera tecnológica y, por ende, a ser competitivos en el mercado mundial. De esta forma, en vez de pasar de la ISI1 a la ISI2 como en el caso anterior, estos países eligieron inclinarse por una primera sustitución de exportaciones de materias primas por productos manufacturados (ISE1), y recién en este punto avanzaron hacia una segunda sustitución de importaciones (ISI2), con las divisas obtenidas en el paso anterior y junto a un desarrollo tecnológico propio. Este camino les permitió a su vez iniciar antes la segunda sustitución de exportaciones (ISE2) que los acercaba cada vez más a su frontera tecnológica para ser más competitivos a nivel internacional. Frente a esta diferenciación, los países asiáticos lograron obtener mejores resultados en términos de integración industrial. Esto es consecuencia de una orientación de los países asiáticos hacia los mercados externos en una etapa temprana del desarrollo industrial que permite obtener economías de escala y aumentos de productividad, así como de una desvinculación del crecimiento de la producción del de la demanda interna, y una política de estímulo al desarrollo tecnológico propio. Asimismo, resulta imprescindible especificar el rol que asume el Estado en estos procesos. De acuerdo a Bustelo Gómez, en los países asiáticos se produce una deslocalización y segmentación de los procesos de producción, de manera que el Estado asume el rol de modificar la estructura de producción en el espacio nacional para adecuarla a la pauta de demanda internacional, incentivando el acercamiento a la frontera tecnológica. En los países latinoamericanos, en cambio, hay un predominio de exportación de

Conclusiones A lo largo de este trabajo hemos analizado las experiencias de América Latina y Asia en relación a las estrategias de desarrollo adoptadas, principalmente desde los años setenta. El análisis general desarrollado permitió comprender el origen de la industrialización en cada región en un momento histórico y social determinado, el cual si bien comparte rasgos característicos que son propios de la periferia y que lo distinguen del proceso de industrialización en las economías centrales, resulta también singular en muchos aspectos. Para comprender esta cuestión, se pueden mencionar una serie de elementos que caracterizan a cada región y que explican sus diferencias. En primer lugar, si bien la industrialización en la periferia adquiere en un primer momento la clásica forma de sustitución de importaciones, cada región luego toma rumbos distintos. Así, los países de América Latina optaron por profundizar el proceso iniciado anteriormente mediante una segunda etapa de sustitución de importaciones orientada al abastecimiento del mercado interno, en tanto la mano de obra era considerada como demanda efectiva de los bienes producidos. Las economías de Asia, por su parte, se orientaron hacia la promoción de exportaciones, con una mano de obra barata, abundante y disciplinada que regis-

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ESTRATEGIAS DE INDUSTRIALIZACIÓN DE ASIA Y AMÉRICA LATINA EN PERSPECTIVAS COMPARADAS lo que la IED no implica ninguna transferencia tecnológica. De esta forma, al comienzo del proceso de industrialización el capital extranjero se instala en la región a través de la localización de filiales que replican los procesos productivos de sus casas matrices y cuya producción está destinada al abastecimiento del mercado interno. Ahora bien, la IED luego cambia su forma de inserción hacia el de empresas transnacionales, las cuales realizan una producción que resulta las partes de producto final en operaciones intra-firma. Asia, por su parte, recurrió al empleo de tecnología extranjera ante su falta de capacidad al inicio de la estrategia exportadora, pero asumiendo políticas de IED muy restrictivas, de modo de evitar que las empresas extranjeras lideraran el desarrollo tecnológico en el largo plazo. De esta manera, comenzó el proceso “importando” tecnologías ya desarrolladas afuera y desarrollando, a partir de un punto, innovaciones propias que la aproximaran permanentemente a la frontera tecnológica. Para finalizar, es importante remarcar que si bien las experiencias estudiadas tuvieron resultados disímiles, las mismas son una muestra de que la industrialización en el Tercer Mundo es posible bajo determinadas condiciones. Ahora bien, más allá de que las economías asiáticas hayan alcanzado un desempeño distinguido en los últimos años, las especificidades que presentan estas experiencias plantean la imposibilidad de considerarlas como modelos de desarrollo para la periferia en su conjunto, sino que su estudio puede ayudar a reflexionar sobre la situación de las economías latinoamericanas, de manera de avanzar hacia una idea más acabada de las estrategias de desarrollo de los países periféricos dentro del sistema capitalista actual.

tra pautas de consumo distintas a las occidentales, y con una política estatal que incentiva a aproximarse a la frontera tecnológica para ser competitivo en el mercado mundial. De esta manera, las estrategias adoptadas y las políticas económicas desplegadas para tal fin definieron una estructura productiva determinada en cada región. En segundo lugar, se distingue el papel del Estado en la economía durante el proceso de industrialización y su relación con los grupos económicos dominantes. Uno de los rasgos sobresalientes de los países asiáticos -al cual muchos autores asignan gran parte del poder explicativo del éxito de estas economías- es el rol que asume el Estado frente a las empresas, ejerciendo un fuerte poder disciplinario sobre el sector privado mediante la fijación de normas y de metas (de exportación, de precios, etc.) que debían ser estrictamente cumplidas. Así, el Estado alcanza un alto grado de autonomía relativa respecto de los intereses sectoriales, por lo que el éxito de las políticas comerciales e industriales está estrechamente ligado al grado de fortaleza institucional y de autonomía relativa alcanzados. En los países latinoamericanos, en cambio, el Estado tendió a respaldar a las empresas con subsidios, pero sin obtener a cambio un cumplimiento de normas concretas de desempeño. Por lo tanto, resultaron Estados débiles y en general subordinados a los intereses de las elites. Por otra parte, es importante distinguir el rol que asume el capital extranjero en cada región, a través de la inversión extranjera directa (IED) y su relación con el desarrollo tecnológico. En el caso de América Latina, la internacionalización del capital productivo se da a través de bienes de equipo que resultan obsoletos en los países centrales, por

Notas

(*) Este artículo constituye una versión resumida de la tesis de grado “Estrategias de industrialización en Asia y América Latina. Corea del Sur y Argentina en perspectivas comparadas” presentada en marzo 2012. (1) La exclusión relativa hace referencia a que en este período aparecen empresas multinacionales como formas de inserción del capital extranjero, trasladando hacia algunos países de la periferia una producción con acervo tecnológico que resulta obsoleto en la metrópolis. (2) La conjunción entre el estancamiento y la inflación surge como resultado de una producción menor pero de productos diferenciados y para nichos que podían ser demanda efectiva a mayores precios. (3) Según Bustelo Gómez, la industrialización de la periferia se distingue de la registrada históricamente en los países centrales no sólo por su carácter tardío sino también por sus rasgos estructuralmente distintos. En líneas generales, puede sugerirse que mientras en el Primer Mundo las causas desencadenantes de la industrialización se encuentran mayormente en las transformaciones internas, en el Tercer Mundo la industrialización está marcada por acontecimientos externos.

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Revisando la teoría del capital humano Agustín Arakaki

Becario UBACyT – Categoría Maestría del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo - Instituto de Investigaciones Económicas – Universidad de Buenos Aires (CEPED-IIEUBA). arakaki@econ.uba.ar

Hasta mediados de la década de los setenta, el salario real en Argentina registraba una tendencia creciente. A su vez, el mercado de trabajo de nuestro país se caracterizaba por un nivel de homogeneidad superior al registrado en la región. Sin embargo, como consecuencia del cambio en el modo de acumulación vigente hasta ese momento, se observa una reversión en la tendencia de esta variable, el cual fue acompañado por la aparición de grandes diferencias al interior de la clase trabajadora. Posteriormente, luego del abandono del denominado régimen de Convertibilidad, se observa una recuperación del mercado de trabajo en general, y salario real en particular. No obstante, la heterogeneidad que caracterizó al mercado de trabajo en el pasado reciente parece persistir. En consecuencia, el crecimiento de los salarios reales no ha beneficiado a todos los asalariados por igual, sino que se verifican algunas diferencias según la rama productiva en la cual se insertan, el tamaño del establecimiento en el que realizan sus tareas, la calidad del vínculo con su empleador, entre otras variables. En este sentido, algunos autores sostienen que estas discrepancias llegan a ser de tal magnitud que una porción de la clase trabajadora no logra reproducirse correctamente o, dicho en otras palabras, perciben en calidad de ingresos laborales una remuneración que no alcanza la línea de pobreza (Espro y Zorattini, 2011).


Revisando la teoría del capital humano Frente a esta situación, el proyecto en el que se enmarca el presente trabajo tiene por objetivo general analizar las causas de las desigualdades en las remuneraciones y sus consecuencias sobre el crecimiento económico, hipotetizando que dentro de las primeras juega un papel importante la existencia de distintos segmentos al interior del mercado laboral y que entre las segundas se destacan las trabas que los niveles de desigualdad observados imponen al desempeño económico futuro. Como paso fundamental para comenzar esta investigación consideramos necesario realizar una revisión de las explicaciones que las distintas escuelas del pensamiento económico han propuesto sobre el origen de la disparidad salarial y su rol en el funcionamiento del sistema económico. Sin embargo, por cuestiones de tiempo y espacio, en esta oportunidad nos limitaremos realizar una primera revisión exploratoria de los desarrollos de la Economía Neoclásica y, en particular, la Teoría del Capital Humano (TCH). Para ello recurriremos, principalmente, a los textos de los autores que dieron origen a esta teoría (Schultz, 1961; Mincer, 1974; Becker, 1993[1964]). Teoría del Capital Humano.

La TCH parte de considerar a los conocimientos y las habilidades de las personas como una forma particular de capital. Sin embargo, a diferencia del capital físico (o el financiero), el capital humano resulta inescindible de su propietario. En otras palabras, es imposible separar a una persona de su conocimiento, sus habilidades, etc. (Schultz, 1961; Becker, 1993[1964]). Como se verá más adelante, esta particularidad jugará un rol fundamental a la hora de determinar quién financia la acumulación de capital humano y que percibe el beneficio por la misma. A pesar de esta diferencia, al igual que como ocurre con el capital físico (o el financiero), el capital humano de una sociedad puede incrementarse a partir de la inversión. Las formas más importantes de lograrlo son la

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educación y el entrenamiento, pero éstas no constituyen las únicas posibles. Además deben incluirse otras cuestiones, tales como la alimentación, los servicios médicos, etc., que también contribuyen a aumentar la productividad del trabajador. Ahora bien, si estos gastos forman parte de la inversión, ¿qué debería ser considerado consumo? O ¿cómo distinguir entre ambos? Schultz (1961) afirma que debería tenerse en cuenta los efectos de esos gastos sobre la utilidad de los agentes y sobre las habilidades de las personas. Así, aquellos gastos que aumenten la satisfacción de las personas y no modifiquen sus habilidades deberán ser consideradas puro consumo; las que incrementen estas últimas, pero sin generar ningún tipo de satisfacción, pura inversión; y las que produzcan ambos efectos, deberá identificarse qué porción corresponde al consumo y cuál a la inversión. En este sentido, sostiene que la alimentación, los servicios médicos, etc. resultan particularmente importantes en tanto inversión para los países pobres, no así para los más desarrollados , ya que en estos últimos habrían alcanzado el umbral a partir del cual su importancia para incrementar la productividad resultaría insignificante. Más allá de las distintas formas que pueda adoptar la inversión en capital humano, Becker (1993[1964]) sostiene que el entrenamiento en el trabajo es el caso que establece las bases para el análisis de las demás. Veamos, entonces, cómo explica este autor esta situación. En el análisis del mercado de trabajo neoclásico, la condición de equilibrio requiere que, suponiendo competencia perfecta, el salario se iguale a la productividad marginal del “factor trabajo” en cada período. Sin embargo, cuando se considera la posibilidad de que haya entrenamiento en el trabajo, esta condición debe generalizarse, ya que esta decisión vincula la situación actual con la futura. Así, el valor presente del flujo de producto marginal deberá igualarse al valor presente del flujo de salarios, lo cual no requiere que el salario sea igual al producto marginal en cada período. En este marco, la firma que entrena al trabajador sólo


Revisando la teoría del capital humano podrá obtener algún beneficio siempre que el salario aumente menos que su productividad, y que, a su vez, esta diferencia resulte mayor que el costo del entrenamiento. Al analizar las consecuencias del entrenamiento, Becker (1993[1964]) identifica dos casos distintos: general y específico. El primero de ellos es aquel que resulta útil para todas las empresas, no sólo para la que lo provee. En otras palabras, incrementa la productividad marginal del trabajador no sólo en la propia firma, sino también en todas las demás. En consecuencia, éstas últimas podrán ofrecer un salario mayor al de la firma original pero menor a la productividad marginal, con el objetivo de obtener ese diferencial como beneficio. Sin embargo, la empresa que provee el entrenamiento puede reaccionar de forma similar. Esta puja igualará el salario a la productividad marginal y no habrá ningún tipo de beneficio. Por lo tanto, la firma entrenará a sus trabajadores sólo si no incurre en ningún costo por ello. Entonces, Becker (1993[1964]) concluye que, en este caso, quien se hará cargo de financiar el entrenamiento es el propio trabajador, ya que es él quien obtiene los beneficios de la misma, cobrando un salario mayor . Así, durante el período de entrenamiento percibirán un salario menor (igual a la productividad marginal inicial menos los costos), pero una vez concluida esa etapa este último aumentará (no sólo por la ausencia de los costos, sino también por la existencia del beneficio). Por otra parte, el entrenamiento específico incrementa la productividad marginal en la empresa que lo provee en una cuantía mayor que en el resto de ellas (en el extremo sólo afecta a la de la primera). En este caso, el salario del trabajador será independiente del entrenamiento. Por lo tanto, la firma obtendrá un beneficio por contratar un trabajador con un nivel de productividad más elevado que el salario que le paga, pero también se hará cargo de sus costos. Sin embargo, corre el riesgo de que aún así el trabajador decida cambiar de trabajo luego del proceso, perdiendo así su inversión (ya que deberá entrenar a otro trabajador para que ocupe

su lugar). Frente a esta situación, si la firma sólo compartiera parte de las ganancias con el trabajador, esto incrementaría la demanda de entrenamiento. Por lo cual, también optará también por delegar parte de los costos de entrenamiento. Entonces, Becker (1993[1964]) concluye que, en este caso, ninguno de los dos (la firma y el trabajador) se hará cargo de la totalidad de los costos ni obtendrá la totalidad de los beneficios del entrenamiento, los proporciones en las que se repartan dependerán de diversos factores entre los cuales incluye la relación entre la tasa de renunciar y los salarios, la tasa de despidos y los beneficios, etc. Del análisis previo se deriva que el nivel de ingresos depende directamente del nivel de productividad de los trabajadores y que ésta última está relacionada positivamente con su capital humano . Ahora bien, la decisión de inversión en capital humano es el resultado de un ejercicio de maximización intertemporal de los individuos. Por lo tanto, las diferencias salariales se explican por discrepancias en las preferencias de los individuos o en las dotaciones iniciales. Algunas Notas Críticas.

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Habiendo hecho una breve exposición de los puntos más importantes de la TCH vinculados con la disparidad salarial, a continuación nos detendremos en algunos aspectos del desarrollo previo que resultan cuestionables. En este sentido, vale aclarar que, a diferencia de otros autores (Huguet Roig, 1999), no nos detendremos en críticas vinculadas con a la escasez de evidencia empírica -o, cuando la hubiera, su falta de robustez- que sustente los postulados de la TCH. Lógicamente, esto no les resta validez, sino que fueron dejadas de lado por el simple motivo de que escapan a los objetivos planteados en este trabajo. Por un lado, el desarrollo presentado anteriormente pone de manifiesto que la determinación de los salarios depende sólo de las condiciones de oferta. Concretamente, supone que un aumento del nivel de calificación re-


Revisando la teoría del capital humano dundará en un incremento del nivel de ingre- tal” se acumule? Del trabajo de Schultz (1961) sos, es decir que todo aumento de la oferta en- se deriva que todo lo que permite incrementar contrará demanda. En consecuencia, las la productividad de los trabajadores por sobre características de las firmas (como ser su ta- el nivel vigente en el momento actual. Sin emmaño, la rama productiva en la que opera, etc.) bargo, si se quiere sostener la analogía con el cano juegan ningún rol, y las diferencias salariales pital, también resulta importante considerar se explican únicamente de las elecciones de los aquella porción destinada a la reposición del caindividuos involucrados y de la familia a la que pital desgastado. Por lo tanto, cualquier forma pertenecen (en tanto las decisiones de forma- de consumo por parte de la clase trabajadora ción cuando son menores no dependen ellos), debería ser inversión, eliminando el consumo. sujetas a los recursos de los cuales estas perso- En segundo lugar, los autores de esta teoría suelen afirmar que nas disponen o a los ¿qué es el capital humano? De lo dicho los trabajadores se cuales pueden acceder (por ejemplo: a anteriormente se deduce que este está han vuelto capitalistravés del mercado constituido por las destrezas y conoci- tas. Sin embargo, de crédito). mientos de las personas. Por lo tanto, dado los asalariados se ven obligados a Por otro lado, la concepción de “ca- esta concepción resulta ahistórica, en vender su fuerza de pital” que presenta la tanto el hombre siempre contó con des- trabajo para garantiTCH tiene algunas trezas y conocimientos, los cuales se fue- zar su subsistencia particularidades que ron “acumulando” con el tiempo, (por más “inversión” que se haya realinos interesa remarindependientemente del modo de organizado), nada ha camcar. En primer lugar, biado. Finalmente, lo que uno podría zación de la producción. dicho lo anterior (y, preguntarse es ¿qué es el capital humano? De lo dicho anterior- probablemente, no muy novedoso), el aumento mente se deduce que este está constituido por en el ingreso de los trabajadores en el marco de las destrezas y conocimientos de las personas. la TCH es ganancia empresaria en el sentido nePor lo tanto, esta concepción resulta ahistórica, oclásico del término, en tanto constituye la reen tanto el hombre siempre contó con destrezas muneración que percibe un “capitalista” por el y conocimientos, los cuales se fueron “acumu- sacrificio de la espera (es quien pagan los costos lando” con el tiempo, independientemente del de entrenamiento en el período inicial y luego modo de organización de la producción. A su percibe el aumento correspondiente). vez, ¿qué es lo que contribuye a que ese “capiNotas

(2) Nótese que su relevancia sería menor como mecanismo para incrementar la productividad de los trabajadores, pero no así para sostener el nivel vigente. En este sentido, un (3) La misma lógica opera para el caso de la educación escolar. (4) Posteriormente, en la literatura especializada, la formalización de esta relación pasaría a conocerse con el nombre de “ecuación de ingresos minceriana”, a partir del trabajo de Mincer (1974).

Bibliografía

Becker, G. (1993[1964]), “Human capital. A theoretical and empirical análisis, with special referente to education”, The University of Chicago Press, Third edition, Chicago. Espro, M. y D, Zorattini (2011), “¿Trabajo vs. Pobreza? El fenómeno del trabajador pobre”, presentado en las IV Jornadas de Economía Crítica, realizadas del 25 al 27 de agosto, Córdoba. Huguet Roig, A. (1999), “Segmentación en el mercado de trabajo español”, Colección Estudio Nº 76, Consejo Económico y Social, Madrid. Mincer, J. (1974), “Schooling, experience, and earnings”, NBER, Nueva York. Schultz, T. (1961), “Investment in human capital”, The American Economic Review, Vol. LI, Nº 1.

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El trabajo asalariado en la teoría económica Martín Gonilski

Instituto de Investigaciones Económicas – UBA. Mail: martingonilski@gmail.com

El trabajo asalariado es una de las formas históricas que tiene el capital de hacerse de la capacidad laboral de los trabajadores; es una de las modalidades en que se pone en movimiento la valorización del valor, la expansión de la acumulación capitalista. Pero es evidente que no es la única, ni probablemente la de mayor peso en la actualidad. La forma que asuma la relación social mediante la cual el capital apropia plusvalor, dependerá de las transformaciones en la propia estructura del capital; hacerlas comprensibles es la tarea relevante de la economía política.


El trabajo asalariado en la teoría económica Este “sueño del pibe” de cualquier capitaEs indiscutible que en el momento histórico en que Marx escribe “El Capital”, la com- lista, se generaliza y toma dimensiones de espra de la mercancía fuerza de trabajo –o la cala planetaria en la mayor parte de las ramas forma de contratación asalariada-, constituía la de la producción a lo largo de la segunda mitad forma más extendida de explotación de la capa- del siglo XX hasta nuestros días; el fenómeno es cidad laboral de los trabajadores. La sociedad ilustrado por la literatura económica como el del capital parecía suponer inmediatamente la proceso de “subcontratación” o “tercerización del trabajo asalariado en aquel contexto histó- productiva”. Sin embargo, pocos autores se han rico. Su predominancia absoluta se presentaba detenido a entender de dónde brota aquel poder entonces como el modo más potente y último que permite a un capital planificar y explotar la del capital de explotar la capacidad laboral de capacidad laboral de otros formalmente independientes. la clase trabajadora. En este trabajo buscamos dar un primer Sin embargo, la contratación asalariada representa para cualquier capitalista un gasto en paso en estos problemas. Lo haremos expocapital variable que nada más quisiera que niendo el modo en que Marx presenta la aparipoder evitar. En primer lugar porque cuanto ción de la mercancía fuerza de trabajo en su más capital -variable o constante- compromete obra cumbre. Por la forma en que la hace apauna firma, mayores riesgos asume. Dado que recer pareciera que el desembolso en la compra nada asegura que su mercancía vaya a reali- de esta mercancía peculiar fuera condición nezarse en el mercado y forme parte de la pro- cesaria para un incremento de su masa de diducción, un mayor adelanto de capital supone nero adelantada. Desarrollamos a continuación siempre un mayor riesgo de futuras pérdidas. la estrategia expositiva que Marx emplea en este En el mismo sentido, una mayor inversión pro- capítulo para alcanzar este resultado. Para ello pia limita los márgenes de flexibilidad con los reconstruimos el camino por él trazado desde que podría contar la firma para hacerse de ga- el descubrimiento del dinero, figura embrionanancias coyunturales del mercado, limitando su ria del capital. Del dinero al capital velocidad de reacción o sus “reflejos” ante oporEn el apartado “La forma del valor”, Marx tunidades únicas que se le presenten. Por ello, nada preferiría más el dueño de desarrolla por primera vez el origen del dinero, un capital que ese adelanto lo hiciera otro -in- la forma en que este brota de las entrañas de la cluso el propio trabajador-, aunque más no propia mercancía. La mercancía se escinde en fuera en parte, de manera de comprometer la mercancía común y mercancía dineraria, una esmenor cantidad de capital propio pero mante- tructura polar en la cual cada polo sólo se comniendo el poder de decidir en qué sector ponerlo prende en su relación con el otro. El dinero como dinero sólo es a a producir, qué forma El dinero adelantado debe retornar condición de ser redarle al producto final y, sobre todo, con un incremento. A este, Marx lo deno- presentante del valor de las mercancías. hacerse de sus frutos. mina plusvalor. Las mercancías, proDel mismo modo, la ductos de individuos desafección de capital variable, eximiría a cualquier capital del gasto que no controlan el carácter social de su trabajo, de garantizar la estabilidad laboral de los traba- sólo pueden realizarse como tales expresando jadores, a través del pago de cargas sociales. su valor en el cuerpo material del equivalente Además, como si todo esto fuera poco, le per- general. La mercancía dineraria aparece en mitiría desentenderse de las condiciones en que Marx como aquella que tiene la capacidad de rese reproduce el trabajador, deslindando su ima- presentar (en proporciones cuantitativamente determinadas) el valor de cualquier otra mergen pública de las aquellas.

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El trabajo asalariado en la teoría económica cancía que se le ponga en relación. El dinero que la primera termina con cada finalización del surge entonces como la mercancía que ha per- ciclo, mientras que para la segunda cada finalidido la característica distintiva de toda mercan- zación del ciclo es el preludio de uno nuevo que cía, la de tener que demostrar en el mercado su comienza a gestarse inmediatamente. La pricondición de ser parte del trabajo social. Una mera forma se presenta en verdad como M1 – D cuantía dada de dinero es representación di- – M2, en donde se vende una mercancía distinta recta del trabajo abstracto socialmente necesa- a la que se compra. La primera parte del ciclo rio para reproducir determinada cantidad de (M1 – D) es el paso cuya concreción resulta clave para el productor, ya que se pone de maotra mercancía; el dinero es la antimercancía . nifiesto si su proEl gran descuEs por esto que la compra de esta mer- ducto forma parte de brimiento de Marx, es que el dinero como cancía tan especial, o lo que es igual, la la producción social. dinero es, al mismo forma de contratación asalariada, re- Si nadie quiere comprar el producto de tiempo, la aparición intrínseca del poder sulta condición indispensable para la su trabajo, este resultará haber sido inneen una esfera de la valorización del capital. cesario para la sociedad en la que, por definición, estaba excluido: la sociedad civil, reproducción de la sociedad y, como conseel ámbito de los iguales. Aquellos que tienen di- cuencia, el productor no podrá disfrutar de nero en sus bolsillos tienen el poder de coman- parte del producto social. El segundo tramo (D dar trabajo social sin la necesidad de pasar por – M2) es simplemente un trámite, ya que la merla difícil prueba que toda mercancía común cancía dineraria, al representar trabajo social es debe sortear antes de ser reconocida como tal, directamente intercambiable por cualquier otra. la consumación de su venta. Sin embargo este Si el proceso se reinicia es porque el productor poder del dinero se desvanece en cuanto su po- quiere volver a obtener un nuevo valor de uso seedor lo ejerce. El que vende para comprar es para él. Los extremos del proceso son cualitatiun poseedor efímero del poder universal, que vamente distintos (son distintos valores de uso) va cambiando de manos con cada nueva trans- y, de acuerdo al análisis desarrollado por Marx, cuantitativamente iguales (iguales magnitudes acción en el mercado. El capitalista es, en cambio, la figura ra- de valor). Para introducir el capital, Marx dice que cional del atesorador. Este último, en búsqueda de conservar el poder social que emana de su este reconoce en el dinero su primera forma de dinero atesorado, no logra ejercerlo a riesgo de manifestación. “El dinero en cuanto dinero y el perderlo. El capitalista, por el contrario, renueva dinero en cuanto capital sólo se distinguen, en acrecentadamente, con cada rotación de capital, un principio, por su distinta forma de circulasu capacidad de comandar directamente trabajo ción” . El ciclo del capital aparece bajo la forma de circulación D-Msocial. Pero para esto De modo que la superioridad de esta D. La misma se disdebe pasar, al igual que quien vende forma de explotación aparece directa- tingue de M1-D-M2 para comprar, por el mente como resultado de la ley que rige en que sus extremos son cualitativamente “salto mortal” que el intercambio mercantil y por la cual las iguales, se adelanta implica el reconocimiento de su mercan- mercancías se venden como norma a su dinero para obtener dinero. La igualdad cía como parte del valor. cualitativa de sus exproducto social. La diferencia crucial entre la forma de cir- tremos implica que el proceso no tiene un fin esculación M-D-M y D-M-D, dice Marx, radica en tablecido, sino que su ímpetu de valorización se

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El trabajo asalariado en la teoría económica renueva por definición con cada nuevo reflujo proceso más valor que el que arrojó al mismo. del dinero. El objetivo del proceso se encuentra Su metamorfosis en mariposa debe efectuarse arraigado en el proceso mismo como valor que en la esfera de la circulación y no debe efecse autovaloriza; el fin de cada ciclo deviene en el tuarse en ella. Tales son las condiciones del procomienzo de otro (a diferencia de la circulación blema.” Planteadas de este modo las condiciones M1-D-M2, que alcanza su objetivo con la extracción de la mercancía comprada de la esfera del problema, este ya está prácticamente resuelto. Dado que todo aquel que vende en el de la circulación a la del consumo). Ahora bien, este proceso carecería de sen- mercado realiza el valor íntegro de la mercantido si la cuantía del dinero obtenido no fuera cía que posee, es condición necesaria para todo mayor a la lanzada originariamente, ya que los poseedor de dinero que añore valorizar su extremos de la metamorfosis D-M-D son cuali- valor, encontrar en el mercado una mercancía tativamente idénticos. El dinero adelantado cuyo valor de uso sea el de producir valor. Y debe retornar con un incremento. A este, Marx esta mercancía, nos dice Marx, aparece en un lo denomina plusvalor. Se pregunta ahora de momento histórico en el mercado: la fuerza de dónde puede surgir este. No puede crearse en trabajo. De esta manera, el trabajo asalariado, la la esfera de la circulación ya que siempre que compra del capitalista del derecho a dirigir duun productor logra obtener en el intercambio rante un período de tiempo determinado la camayor valor del que da a cambio, es porque el pacidad laboral del trabajador desposeído, comprador de esa mercancía está otorgando en aparece como la única forma que tiene un capidinero más valor del que recibe a cambio. Lo tal de valorizarse normalmente. Si el trabajador que ganan unos vendiendo más caro, lo pierden vendiera directamente al capitalista la mercancía producto de su otros comprando más caro, y por tanto Estas transformaciones no pueden ser trabajo, no existiría no es posible que en explicadas simplemente como una in- producción de plusvalor ni capital alel mercado se cree fracción a la norma, sino que deben ser guno, asegura Marx. plusvalor. Pero entonces, comprendidas dentro de una teoría que Sobre las conse pregunta Marx, de pueda dar cuenta del sistema capitalista dónde puede prove- como un sistema en constante transfor- diciones del problema nir el plusvalor si no mación. La mercancía es de la circulación de fuerza de trabajo apamercancías. Y llega a la paradójica conclusión de que “no puede sur- rece en Marx de la diferencia entre D y D`, razón gir de la circulación, y es igualmente imposible de ser del capitalista. Si nos detenemos a ver qué que no surja de la circulación”. Esto es así ya es aquella diferencia, veremos que, como señala que fuera del mercado los productores sólo pue- Marx, es un delta multiplicando la inversión den acrecentar el valor de su producto traba- adelantada por el capitalista al inicio del ciclo, jando. En su ámbito privado pueden agregar un plus con respecto al monto de capital adevalor, pero no plusvalor, dice Marx. Es imposi- lantado. Ahora bien, Marx agrega -buscando coble que en su ámbito privado el productor de nectar este análisis que surge de la circulación mercancías genere un valor extra del valor que mercantil con su teoría del valor- que la diferencia entre los extremos del ciclo del capital (Dagrega al trabajar. “Nuestro poseedor de dinero, que existe D`) implica la aparición de un plusvalor. tan sólo como oruga de capitalista, tiene que Partiendo de la ganancia mercantil de cualquier comprar las mercancías a su valor, venderlas a capital, indica que en ella se aloja un plusvalor. su valor y, sin embargo, obtener al término del Y esto es necesariamente así porque Marx plan-

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El trabajo asalariado en la teoría económica tea la génesis del dinero de modo tal que las cambio de mercancías” . La posibilidad de que mercancías expresan su valor (el tiempo de tra- un capital establezca una relación comercial con bajo socialmente necesario para reproducirlas), otro y, a través de la compra de las mercancías en el cuerpo de la mercancía dineraria. Por lo por debajo de su valor, se haga del plusvalor tanto, una cantidad determinada D`, cualitati- producido por trabajadores ajenos, estructuránvamente igual pero cuantitativamente mayor a dose una forma de explotación no asalariada, aparece como una siD, debe necesaria. La forma del valor no sería realmente tuación contingente, mente estar expresando el valor de otra forma o expresión del valor, ya que prác- como infracción a la mercancía de mayor ticamente en ningún momento lo estaría norma. ¿Cómo podemos explicar entonvalor que M, a la cual siendo. ces la conformación llamamos M`. de extendidos subsisLa verdadera secuencia de la metamorfosis no es entonces, si- temas de producción en los que un capital pringuiendo a Marx, D-M-D`, sino D-M-M`-D`. De cipal planifica y explota la capacidad laboral de este modo, entre las mercancías que el capita- trabajadores que poseen capital propio o delista compra (M) debe existir, necesariamente, penden de otro capital? ¿Cómo entendemos el una cuyo valor de uso sea la capacidad de pro- crecimiento constante, desde fines de la seducir valor. Es por esto que la compra de esta gunda guerra mundial, de los llamados trabajamercancía tan especial, o lo que es igual, la dores “autónomos” o “cuentapropistas”? Estas forma de contratación asalariada, resulta condi- transformaciones no pueden ser explicadas simción indispensable para la valorización del ca- plemente como una infracción a la norma, sino que deben ser comprendidas dentro de una tepital. “Para la transformación del dinero en ca- oría que pueda dar cuenta del sistema capitapital el poseedor de dinero, pues, tiene que en- lista como un sistema en constante contrar en el mercado de mercancías al obrero transformación. En este sentido, creemos que un problema libre; libre en el doble sentido de que por una parte dispone, en cuanto hombre libre, de su teórico importante en Marx se encuentra precifuerza de trabajo en cuanto mercancía suya, y samente de donde partimos, de la formulación de que, por otra parte, carece de otras mercan- de la génesis del dinero. Aquí Marx asegura que cías para vender, está excento y desprovisto, en la relación de cambio entre dos mercancías desembarazado de todas las cosas necesarias hallamos la expresión de valor de la mercancía para la puesta en actividad de su fuerza de tra- relativa, expresada en el cuerpo material de la equivalencial, que encierra tanto valor como bajo.” De modo que la superioridad de esta aquella. Nuevamente, Marx no desconoce que las mercancías no se forma de explotación El valor de cambio de una mercancía intercambian generalaparece directamente como resultado de la no es la expresión de su valor, sino más mente por sus valoley que rige el inter- bien la expresión del valor de las mer- res. La ley del valor opera a partir de múlcambio mercantil y por la cual las mer- cancías que comanda, que puede ser tiples desequilibrios, precios que se alejan cancías se venden mayor o menor a aquél. de sus valores para como norma a su valor. Marx tiene muy en claro que una mer- volver tendencialmente a ellos. Pero entonces, cancía puede venderse por encima o por debajo cómo podemos afirmar que 20 varas de lienzo de su valor. Sin embargo, esta situación “se re- expresan su valor -cuantitativamente determivela como infracción de la ley que rige el inter- nado por el tiempo de trabajo socialmente ne-

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El trabajo asalariado en la teoría económica cesario para su reproducción- en 1 chaqueta, valor que el propio. El valor de cambio de una cuando sabemos que sucede que 20 varas de mercancía no es la expresión de su valor, sino lienzo se intercambian unas veces por 1 cha- más bien la expresión del valor de las mercanqueta, otras por 2, otras por 3. La forma del cías que comanda, que puede ser mayor o valor no sería realmente forma o expresión del menor a aquél. La teoría del valor debe poder valor, ya que prácticamente en ningún mo- dar cuenta de manera coherente de cómo el mento lo estaría siendo. Si decimos que 1 cha- valor mercantil de una mercancía gravita a su queta cumple la función de equivalente y valor a través de sucesivas rondas de mercado. expresa la cuantía de valor de 20 varas de Pero además debe estar preparada conceptuallienzo, porque ambas representan la misma can- mente para hacer comprensible el modo en que las transformaciones tidad de trabajo absPara dar cuenta de estas mutaciones históricas en la estracto, no podemos luego decir, supo- del capital, que reconfiguran a cada paso tructura del capital niendo que no varíe la sociología de la clase trabajadora, es generan cambios en el valor de ninguna imprescindible trabajar sobre los con- la ley que explica cómo se genera y disde las dos mercancías, que de acuerdo ceptos fundamentales de la economía po- tribuye la riqueza en a contingencias de lítica; no extrínsecamente, sino como la sociedad actual. mercado puede suce- hizo Marx con sus antecesores, a partir Para dar cuenta de der que sean 3 cha- de una exposición que recapitule y estas mutaciones del capital, que reconfiquetas las que guran a cada paso la expresan el valor de avance sobre aquellos. sociología de la clase 20 varas de lienzo. Y este problema conceptual deja irresuelto el co- trabajadora, es imprescindible trabajar sobre los metido que se planteaba Marx al iniciar su ex- conceptos fundamentales de la economía políposición de la génesis del dinero: “Es menester, tica; no extrínsecamente, sino como hizo Marx ahora, que volvamos a esa forma en que se ma- con sus antecesores, a partir de una exposición que recapitule y avance sobre aquellos. nifiesta el valor”. En una relación de intercambio una mercancía puede comandar o “atraer” más o menos

Notas

(2) Término que tomamos prestado de Pablo Levín. (3) Karl Marx, “El Capital”, Pág 180. (4) Karl Marx, “El Capital”, Pág 202. (6) Karl Marx, “El Capital”, Pág. 205. (7) “Ciertamente, las mercancías pueden venderse a precios que difieran de sus valores, pero esa divergencia se revela como infracción de la ley que rige el intercambio de mercancías” (El Capital, Pág. 193). (8) “La forma de valor, pues, no sólo tiene que expresar valor en general, sino valor, o magnitud de valor, cuantitativamente determinado. Por consiguiente, en la relación de valor de la mercancía A con la mercancía B, del lienzo con la chaqueta, no sólo se equipara cualitativamente la clase de mercancía chaqueta, como corporización del valor en general, con el lienzo, sino que a una cantidad determinada de lienzo, por ejemplo 20 varas de lienzo, se le iguala una cantidad determinada del cuerpo que es valor o del equivalente, por ejemplo 1 chaqueta. La igualdad: 20 varas de lienzo = 1 chaqueta, o 20 varas de lienzo valen 1 chaqueta, presupone que en 1 chaqueta se encierra exactamente tanta sustancia de valor como en 20 varas de lienzo; por ende, que ambas cantidades de mercancías insumen el mismo trabajo o un tiempo de trabajo igual.” (9) Usamos de Pablo Levín la expresión “valor mercantil” para designar al trabajo que comanda una mercancía en su intercambio con otra.

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La evolución del empleo en Argentina desde la Convertibilidad hasta la actualidad: 1 ¿cantidad vs. calidad? Florencia Jaccoud

Lic. en Economía (UBA)

Laura Pacífico

Lic. en Economía (UBA)

Ezequiel Monteforte

Estudiante avanzado de Economía (UBA) En una sociedad que se reproduce mediante el modo de producción capitalista, el trabajo es realizado por los asalariados, quienes obtienen los valores de uso necesarios para su reproducción mediante la venta de su fuerza de trabajo. A su vez, en este sistema, la reproducción de este grupo y las condiciones bajo las cuales desempeñan su tarea en el proceso productivo, son condición necesaria y potencia, respectivamente, del proceso de acumulación del capital. Asimismo, desde un punto de vista individual y teniendo en cuenta las condiciones en las que se realiza, el trabajo ejerce un rol fundamental en tanto contribuye al desarrollo y bienestar personal. En función de la relevancia que reviste este fenómeno, en el presente artículo proponemos caracterizar brevemente el desempeño de los principales rasgos que hacen a las condiciones laborales en la economía argentina desde principios de la década del noventa hasta la actualidad.


La evolución del empleo en Argentina desde la Convertibilidad hasta la actualidad: ¿cantidad vs. calidad? Desde mediados de los setenta, en nuestro país, se verifica un proceso de desestructuración del mercado laboral que encuentra su punto culmine en la crisis de 2001. A lo largo de todo este período se profundizó el desmantelamiento del sector industrial, mientras que los sectores de servicios y aquellas actividades orientadas al procesamiento de recursos naturales tomaron mayor preponderancia. Ambas situaciones tuvieron su correlato en altos niveles de desempleo, la institucionalización de la flexibilización laboral, una importante caída del salario real y el empeoramiento de las condiciones laborales. Si bien a partir de 2003 se experimenta una marcada recuperación en los principales indicadores del mercado de trabajo, con respecto a los deprimidos valores de la crisis, aún resta determinar si dichas mejoras constituyen un verdadero cambio en los patrones de la calidad del empleo, en relación a la década del noventa.

evolución del empleo en la economía argentina luego de la abrupta caída de la crisis de 2001, ha sido marcadamente superior que en la década del noventa, mostrando un crecimiento del 40% en el año 2010 en relación al primer año de la serie. Es importante destacar que el desempeño del empleo precario durante gran parte de la post-convertibilidad ha estado por encima del empleo protegido, al igual que lo acontecido en la década anterior. Es a partir del año 2008 donde la evolución de los empleos no protegidos comienza a descender, y es levemente superada a la de los precarios a partir del 2010, a la par que se verifica una desaceleración en la creación de empleos.

Con esta tarea como objetivo principal, nos centraremos particularmente en los asalariados, ya que representan al 70% del total de los ocupados. En la tabla 1 podemos notar cómo, en promedio, la incidencia de empleo precario se iguala

Ahora bien, esto no se presenta de la misma manera ni con igual intensidad en cada sector económico. Es por esto que a continuación se mostrará cómo fue la evolución de los asalariados al interior de las principales actividades económicas: industria manufacturera, construcción y comercio, restaurantes y hoteles. Éstas se eligieron en función de que absorben más del 42% de los asalariados totales, y de que además tienen aproximadamente la misma participación en el PBI.

entre puntas, teniendo su pico máximo en el año 2004 donde los asalariados precarios llegaron a ser el 43,8% de los asalariados totales. A las condiciones de precarización heredadas de los quince años anteriores, durante la década de convertibilidad se agudizó este problema -por ejemplo a través de la institucionalización de la flexibilidad laboral y de la caída del salario realy se configuró el mercado laboral con el que recibimos el siglo XXI.

A continuación, pasaremos a estudiar cómo fue la evolución del total de asalariados empleados y su distribución con respecto a su forma de contratación. Se desprende del gráfico anterior que la

En el siguiente gráfico observaremos la evolución de los asalariados en la rama de la industria manufacturera, desagregando en asalariados en condiciones de precariedad y protegidos. De aquí se desprende cómo hasta 2001 el empleo industrial mantiene su tendencia a la baja reduciéndose en 45% desde 1992 a 2002. Si bien

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La evolución del empleo en Argentina desde la Convertibilidad hasta la actualidad: ¿cantidad vs. calidad? ción aproximada en el PBI de más del 6%, es también el que más trabajo precario emplea, siendo también motor de otros sectores industriales. En el gráfico anterior podemos ver una evolución diferente a la de los demás sectores analizados, ya que el nivel de asalariados ha crecido

se ha experimentado un importante incremento durante el período de la post-convertibilidad, en 2011 el empleo industrial es todavía un 17% menor que lo que era en 1992, con una participación de empleo precario del 29%, un 3% más de lo que era en 1992. En virtud de lo anterior, se puede identificar que si bien ha habido una importante recuperación en el empleo, no se verifican patrones de comportamiento sustancialmente diferentes a los de la década pasada en este sector. Para el caso de la construcción, la evolución del empleo total ha mostrado un mejor desempeño en tanto entre puntas ha crecido más de un 40%. Ahora bien, también en esta rama se explica gran parte de la evolución gracias a la precariza-

casi un 50%. Por otro lado, ya a partir del año 2007, la evolución de los trabajadores protegidos supera a la de los precarios, teniendo en consideración el período de la post-convertibilidad. Sin embargo, sin desmerecer el crecimiento, es importante tener en cuenta que la mencionada rama posee más de un 40% de precariedad. Por otro lado, en la próxima tabla observaremos brevemente como incide el empleo público en el total del empleo generado por la economía. Podemos ver claramente como se mantiene el empleo estatal por encima del 20%, siendo uno de los grandes pilares del empleo en Argentina al igual que en la convertibilidad. Además también se puede ver la gran incidencia del empleo precario en el total, lo cual, como ya pareciera estar li-

ción de los trabajadores, la cual a 2011 asciende al 64,6% del sector, siendo un 4,5% más alta que en 1992 y la más elevada de la economía Argentina. Hay que tener en cuenta que siendo este uno de los sectores más dinámicos, con una participa-

gado a un síntoma estructural de la economía argentina, el cual lamentablemente no ha sido saldado.

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No obstante, debemos agregar que este


La evolución del empleo en Argentina desde la Convertibilidad hasta la actualidad: ¿cantidad vs. calidad? estas condiciones. Pero como ya destacamos más arriba, el bajo salario y las condiciones precarias de trabajo ya no son un resultado de malas o insuficientes políticas públicas, sino más bien una necesidad del modo de acumulación vigente, desde la década del setenta. La necesidad de compensar la baja productividad relativa de nuestro país, o en otros términos pagar la fuerza de trabajo por debajo de su valor para con esto recomponer la tasa de ganancia es el contenido de las formas precarias en que se desenvuelve el mercado de trabajo y los bajos salarios verificados desde mediados de la década del 70, o mejor dicho a partir de la dictadura. Todo esto no es un simple problema moral, con el correr del tiempo la fuerza de trabajo se va adaptando, negativamente, al atrasado desarrollo productivo vigente en nuestro país, por esta razón es que podemos ver mano de obra futura abiertamente sobrante en cada esquina de las ciudades argentinas, siendo el ejemplo más crudo los niños pidiendo limosnas en las calles, o las condiciones de vida y reproducción en las crecientes villas de emergencia. El desarrollo de los trabajos individuales que sumados forman en el desarrollo de las fuerzas productivas de una nación, se determinan por el desarrollo de la productividad del trabajo que ellas logran, y al mismo tiempo, no como un juego de ida y vuelta sino como una unidad, todo esto hace al desarrollo de nuestra conciencia y voluntad. Por todo esto el trabajo que realizamos, o no, todos los días nos forma como personas y sociedad y la gran cantidad de problemas sociales que encontramos hoy en nuestro país encuentran su causa en la degradación de las características productivas de nuestros trabajadores. Entender esto además de llevarnos a conocer las causas, nos llevara indefectiblemente a pensar las soluciones, pero en el camino correcto.

“síntoma” no es casual, por lo cual analizaremos en el próximo grafico la evolución del salario real en el largo plazo, desde 1935 hasta la actualidad. Del gráfico 5 se puede apreciar cómo el nivel salarial no llega a superar al nivel medio de la etapa de convertibilidad. Adicionalmente, el nivel salarial actual está muy por debajo del nivel

de la primera mitad de la década del setenta, donde en su pico máximo el salario real era más de un 50% superior al actual. Podemos notar que pese a la recuperación de los últimos años, la tendencia salarial, en el largo plazo, es marcadamente decreciente. Como conclusión de lo expuesto anteriormente se puede identificar inmediatamente que a pesar del importante crecimiento de los últimos años, nuestra economía no ha atravesado mejoras sustanciales en las condiciones bajo las cuales los trabajadores venden su fuerza de trabajo. Ahora bien, este fenómeno no necesariamente se debe a políticas públicas ineficientes o mala predisposición gubernamental, sino más bien un rasgo característicos de nuestro país de acuerdo a su inserción en el sistema social de producción vigente a nivel mundial y a la necesidad de que argentina reproduzca su fuerza de trabajo en

Notas

(1) El presente artículo está basado en un trabajo presentado en el 10° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo “Pensar un mejor trabajo. Acuerdos, controversias y propuestas”, Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo (ASET), realizado en Buenos Aires del 3 al 5 de Agosto de 2011. (2) La precariedad aquí está asociada con el aporte a la seguridad social, los trabajadores que no realizan dicho aporte son considerados precarios.

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COPRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO Taller Partida Doble

Desde el Taller Partida Doble les presentamos una breve reseña de nuestro trabajo que será presentado en las JEC 2012 en FCE: “Coproducción de conocimientos: Distribución de excedentes dentro de cooperativas y emprendimientos autogestionados”. Los invitamos a sumarse a la coproducción. Dentro del Taller Partida Doble (PD), conformado por militantes del BASE e independientes de las carreras de Administración de Empresas, Economía, Contabilidad y Actuario, nos propusimos el desafío de presentar un trabajo en las JEC a realizarse este año en la sede de la Facultad de Ciencias económicas de la U.B.A.


COPRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO La coproducción parte del reconocimiento de los saberes propios y ajenos y de sus desigualdades. Sabiendo que desde la interacción entre diferentes actores sociales podemos construir un conocimiento contra hegemónico verdadero.Las ideas del trabajo son las que venimos desarrollando y discutiendo entre nosotros y junto con los emprendimientos productivos con los que colaboramos desde el comienzo de PD, allá por el año 2008: cómo coproducir conocimiento crítico que nos ayude a entender mejor nuestro propósito en las distintas disciplinas y dentro de la sociedad, dónde encontrar otras lógicas de funcionamiento distintas a las que se nos presentan en las currículas universitarias y, sobre todo, cómo transformar la realidad de la mano de algunos de sus actores como los trabajadores de las distintas cooperativas agrupadas en el F.O.L. (Frente de Organizaciones en Lucha), con quienes trabajamos construyendo herramientas de conocimiento crítico.Los productivos están insertos en movimientos sociales surgidos de la crisis del año 2001. Con particularidades definidas por sus raíces y su territorialidad, pero unidos por estrategias políticas comunes, deciden en el año 2006 confluir formando el F.O.L.. Dentro de las muchísimas problemáticas que se nos presentaron elegimos como eje para este trabajo una que nos pareció central y de vital importancia en muchos planos, tanto hacia adentro como hacia afuera de las organizaciones autogestionadas que integran el F.O.L.: la distribución de lo que llamamos “fruto del trabajo”, comúnmente conocido como “excedente”. Entendemos que ésta es una cuestión delicada, que debe ser debatida en conjunto por todos los miembros de la cooperativa, en asamblea, y nos interesó la idea de intentar exponer los diversos y heterogéneos métodos de reparto de este “excedente” para luego intentar aunar criterios y comparar la realidad de la práctica con la teoría en materia legislativa y contable. Con respecto a la denominación “fruto del trabajo” este un concepto utilizado por el F.O.L., tomado del texto de Karl Marx “Crítica al Programa de Gotha”. Nos pareció necesario resignificar los conceptos para no utilizar términos típicamente capitalistas a un modo de producción cooperativo, ya que refleja más claramente que la masa a distribuir no es en estos casos un “excedente”.La definición de“excedente” implica la existencia de un capitalista que se apropia de dicho excedente, mientras que en este tipo de emprendimientos, donde no hay patrones que calculen que consideren la mano de obra netamente como “costos”, ni retengan plusvalía, esa definición resulta escueta. Podemos visibilizar también otras di-

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ferencias a considerar: muchos de los ingresos se utilizan para otro tipo de proyectos comunitarios como fondos comunes dedicados a la salud o a la educación, centros culturales, comedores, otros emprendimientos, etc. De este modo, muchas veces en términos monetarios no puede reflejarse lo que realmente se distribuye tanto a los productivos como hacia las comunidades. Nos preguntamos leyendo a Marx entonces “¿qué es el fruto del trabajo?” y encontramos que la definición más exacta era “el valor de producto que surge de la producción”. Sin embargo, a ese valor, no se le extraen sólo los costos de los insumos consumidos durante la producción y el valor de la mano de obra. Como mencionamos anteriormente, en este tipo de experiencias existen también deducciones destinadas a la comunidad. Luego que ambas deducciones han sido hechas, obtenemos el “fruto parcial del trabajo” que es, en términos monetarios, lo que se distribuye entre los miembros de la cooperativa de trabajo. En nuestro trabajo decidimos utilizar, como decíamos más arriba, la dicotomía realidad-ficción en todos los ejes, y el del fruto del trabajo no fue una excepción:investigamos legislaciones representativas de Latinoamérica buscando diferencias en el tratamiento del reparto de los excedentes, así como también ahondando en otras diferencias muy peculiares entre los textos. Esto generó discusiones muy fructíferas. Ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos con la legislación argentina: la Ley de Cooperativas 20.337 y las resoluciones técnicas no son demasiado esclarecedoras respecto a los métodos a utilizar a la hora de tratar el reparto del fruto del trabajo y sólo se limitan a exponer que el reparto debe ser proporcional al trabajo efectivamente prestado, como así también definen explícitamente el servicio prestado por un asociado como una contraprestación que compone el costo de bien o servicio ofrecido por la cooperativa. Sin embargo, encontramos que en legislaciones como la chilena no existe ni siquiera la disposición general de repartir excedentes dentro de la cooperativa de forma mensual, reemplazándose esta discusión por un salario mínimo en algunos casos y en otros por los mismos salarios del convenio colectivo al que se ataña la actividad del emprendimiento en cuestión, como es el caso de la Ley de Cooperativas de la república Oriental del Uruguay. De todos modos, textos como el chileno y el uruguayo sí comparten con el nuestro el establecimiento del reparto de excedentes hacia el final de ejercicio contable anual, asimilando así a la cooperativa con la distribución de dividendos en una sociedad comercial.


COPRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO Otras diferencias que encontramos se establecían en torno a los aportes de capital, variando estos muchísimo de legislación a legislación: en nuestro país los aportes de capital de los socios sólo pueden ser en dinero o bienes de capital susceptibles de ser valuados monetariamente; mientras que otras legislaciones, más comprensivas como la venezolana, admiten aportes en trabajo; incluso en el caso de Uruguay admiten la creación de instrumentos de deuda que pueden ser vendidos a no-socios y generar intereses para financiar a la cooperativa, entendemos esto como un paralelismo con una acción o un bono que puede ser, en términos prácticos, beneficiosa a la hora de conseguir financiamiento. Es dudoso, sin embargo, cuáles de estas normativas se aplican realmente en cada uno de los países. En la sección siguiente de nuestro trabajo, logramos distinguir 8 tipos de métodos de reparto del fruto del trabajo en las cooperativas autogestionadas, entre otros tantos, que se aplican según distintos criterios : el número de personas que componen el emprendimiento, el contenido teórico del grupo, la actividad que realizan, el territorio donde se encuentran, etc. Las distintas modalidades, que encontrarán más detalladas en el trabajo, son: 1. Pagar según la necesidad. Este método tienen una gran impronta marxista. 2. Valorización de las actitudes y conductas cooperativas, añadiendo un extra al valor hora según consideraciones de conducta que se discuten en asamblea. 3. Retribuir la tarea según el tiempo “socialmente adecuado” es un sistema un poco más complejo y suele utilizarse para servicios o tareas presupuestadas en base a valores estándar conocidos por los miembros de la asamblea. En este sistema no tienen importancia las horas realmente trabajadas 4. Pagar por horas trabajadas pero con valores hora que fluctúan según antigüedad, responsabilidad, experiencia, etc., con limitaciones. 5. Igualitarismo: todos los ingresos se distribuyen por igual, sin importar las horas de trabajo aportadas 6. Igualitarismo equitativo: en este sistema se paga un valor hora igual a todos, pero la retribución será proporcional a las horas de trabajo efectivamente prestadas. 7. Pagar valores hora distintos dependiendo del rolsin establecer límites entre los más altos y los más bajos. 8. En algunos emprendimientos se intenta evitar la “fuga de capital humano” pagando a los traba-

jadores lo mismo que obtendrían en el mercado laboral, tomando como referencia los convenios colectivos de trabajo. Como verán, en la práctica encontramos que la correspondencia con la legislación en cuanto a las formas en que cada asamblea elige distribuir sus ingresos es prácticamente nula. En el transcurso de nuestra investigación comprendimos, sin embargo, que existen tantas formas de llevar el reparto a la práctica como experiencias cooperativas. Sería imposible enumerar cada una con sus especificidades, pero intentamos agruparlas en categorías generales para facilitar el entendimiento de la teoría que subyace detrás de cada elección, eso era lo que realmente buscábamos. El trabajo continúa con un análisis de la utilización de fruto del trabajo como parte del desarrollo comunitario, otro de los puntos de diferencia que ya remarcamos anteriormente. La importancia de las contribuciones a sus comunidades que realizan estos emprendimientos, además de su trabajo cotidiano como herrerxs, costurerxs, panaderxs, etc. es de fundamental importancia para establecer lazos de solidaridad entre los vecinos, dar a conocer las actividades de las agrupaciones políticas, educar (bachilleratos populares), y hasta incluso a veces cubrir necesidades básicas como el alimento. Estas prestaciones no se visibilizan contablemente en los balances que las cooperativas deben presentar al organismo regulador trimestral y anualmente, pero ciertamente comportan un beneficio enorme, son una inversión. Queda pendiente el desafío futuro de encontrar la forma de contabilizar estos aportes comunitarios tan importantes y tan diferenciales. Esto aportes no sólo son económicos, claro, también están compuestos por la militancia política, el apoyo ante situaciones de emergencia o catástrofes naturales, etc. Encontramos que esta función es muy común también en las cooperativas zapatistas. En el tipo de valores que intentan mostrar las empresas con su “responsabilidad social empresaria”, vemos que en estas experiencias, este término va mucho más allá. Nos gustaría cerrar el resumen de nuestro trabajo con un párrafo que incluimos en el mismo y sirve para sintetizar nuestros hallazgos: “Las decisiones sobre cómo distribuir el fruto del trabajo, se configuran a lo largo de la historia y realidades concretas de cada productivo. Es por esto que consideramos que no hay una forma ideal. Lo importante es que se den procesos donde se privilegie la participación democrática y asamblearia para el empoderamiento de los trabajadores.”

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La coproducción como filosofía de la praxis Notas introductorias a una filosofía de la corpoducción

Rocío Stefanazzi Kondolf

estudiante avanzada de Filosofía, FFyL-UBA

Paula Lo Cane

estudiante avanzada de Filosofía, FFyL-UBA, docente de Filosofía

“[…] si ayer era irresponsable porque era <<resistente>> a una voluntad ajena, hoy siente que es responsable porque ya no es resistente sino agente […]” Gramsci, Filosofía de la praxis.


La coproducción como filosofía de la praxis En las últimas décadas del s. XX una serie de autores se han abocado a pensar –entre otras cuestiones ligadas a ella- la problemática de la producción de conocimiento desde diferentes perspectivas. En el marco de una reflexión situada históricamente comenzaron a emerger interrogantes acerca de los modos en los que el conocimiento se produce y las relaciones a establecerse entre el saber socialmente producido y su apropiación para la lógica sistémica del capital. En este trabajo nos interesa plantear ciertos problemas con los que nos encontramos a la hora de pensar algunas cuestiones en torno a lo que denominamos coproducción de conocimiento. Primero, ante todo, debemos dar cuenta de la idea de coproducción como arista eminentemente práctica de la constitución de saberes. Sin embargo, esta sola afirmación nos obliga a desandar algunos supuestos acerca de la racionalidad con la que producimos lo que sabemos en el marco del sistema capitalista. En efecto, conocer y producir saber implican una lógica específica, una racionalidad desde la que adquiere sentido como práctica social que se orienta hacia un fin estratégico. ¿Por qué surge la necesidad de pensar en los modos de conocimiento hoy en día? ¿Por qué imaginamos que es necesario pensar nuevas formas de producción? En efecto, cuando las reflexiones acerca de los modos de producción del saber empiezan a aflorar y multiplicarse lo hacen sobre el piso común de cierto diagnóstico por cuál se asume la alianza entre economía y conocimiento y –en algunos casos más específicos- entre capital y conocimiento. Retomamos de Enzo Rullani la idea de que toda la historia del capitalismo industrial es la historia de la extensión progresiva de las capacidades de previsión y cálculo económico y social a través de la utilización del conocimiento. En efecto, el conocimiento institucionalmente producido orientado al dominio de la naturaleza para su mayor aprovechamiento y recogido cabalmente en el positivismo científico, ha sido el motor de la acumulación del capital. El conocimiento se pone al servicio de la producción en tanto conocimiento determinista, con este movimiento la razón se liberaba de antiguas servidumbres para ser nuevamente recapturada en los angostos límites del utilitarismo.

Los resultados de este proceso son la pérdida y la reducción de la fuerza liberadora de la razón constreñida por las exigencias de la productividad. En efecto, se reprime la variabilidad, multiplicidad e indeterminación del mundo a costa de perder la potencia de pensar, imaginar, sentir y comunicar más allá de los límites del capital.

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¿Por qué coproducción? Pensar y vivir de otra manera. La coproducción es un hacer teórico-práctico que ancla sus raíces históricas en la llamada IAP (investigación-acción participativa). La experiencia IAP surge en los años sesenta en América Latina teniendo como perspectiva teórica la filosofía de la liberación, la educación popular de Freire, la concepción de ciencia y el rol de los intelectuales de Marx, Gramsci, etc. Teñida así de diferentes perspectivas, la coproducción surge como el esfuerzo organizado por conjugar saberes producidos en diferentes contextos sociales con el objetivo estratégico de validar, socializar y legitimar esos saberes con arreglo a un proyecto político emancipatorio. Dentro de la recategorización teórica que impone el proyecto de la coproducción se entiende como necesario concebir la producción de conocimiento como herramienta de la lucha de clases, una herramienta prefigurativa de la ciencia y de la sociedad que queremos. En este sentido, la coproducción no es sólo la ciencia de la sociedad sin clases sino que es aquí y ahora la práctica que avizora el porvenir preñado de socialismo. Es un medio de acumulación privilegiado y al mismo tiempo, un fin en sí mismo en tanto que disuelve las formas preconcebidas de saber y prefigura el futuro. En efecto, enmarcada en un proyecto político, la coproducción no es, según Fais Borda, una práctica con meras intenciones desarrollistas, sino que su objetivo es la construcción de poder popular. En función de estas categorías, cabe aquí la pregunta de si es posible una ciencia de los trabajadores (o clases subalternas) mientras vivamos en una sociedad capitalista. Para la “izquierda tradicional”, atrapada en mayor o menor medida en los estrechos marcos del positivismo, la respuesta a esta pregunta será posiblemente un no. Se considera, en efecto que la ciencia en la sociedad ca-


La coproducción como filosofía de la praxis considerando diversos niveles de análisis: social, político, ontológico, lógico, económico, ético, antropológico, gnoseológico y epistemológico. En este sentido, es necesario plantearse una serie de interrogantes que sean insumo de una reflexión teórica. Es necesario dar respuesta al tipo de preguntas como: ¿Es posible una ciencia popular, una ciencia de los trabajadores? ¿Cuál es el rol de los estudiantes universitarios y los intelectuales? ¿Es posible establecer un “método científico” en esta práctica? ¿Se pueden extrapolar, universalizar los métodos que se aplican en cada experiencia particular? ¿Cuál es el rol que cumple la sistematización de experiencias? ¿Cómo debe hacerse esta sistematización, se puede establecer un método único? ¿Cómo aplicamos el conocimiento adquirido en la universidad? ¿Qué hacer cuando las categorías preestablecidas no nos funcionan? Estos son algunos de los interrogantes que nos surgen a la hora de pensar la coproducción.

pitalista no puede ser más que una mera técnica al servicio del capital. A diferencia de esta concepción, y como militantes universitarios y populares, creemos que es posible dar esta disputa, es posible hoy hacer una ciencia de los trabajadores porque la clase obrera es el sujeto de la transformación social tanto como el sujeto de la creación de nuevos sentidos para la nueva vida. Retomando la herencia del IAP y resignificando desde nuestra perspectiva, en Cauce entendemos la Coproducción en los siguientes términos: “Consideramos esta práctica como la producción conjunta de conocimiento entre el sector universitario y los sectores populares que no están en la Universidad. Es una manera diferente de pensar el cómo, para qué, y para quién investigamos y nos formamos. Mediante un enfoque dialógico, cooperativo y crítico de un problema significativo, apuntamos a conjugar los saberes previos y la producción conjunta de otros nuevos. Sin imposiciones ni relaciones autoritarias o verticalistas. Consideramos a la co-producción una forma alternativa a la extensión universitaria a la hora de pensar la relación de la universidad con los sectores populares. Aunque consideremos que la extensión fue un elemento progresivo en la reforma del ´18, la vemos hoy como una herramienta limitada, sus límites se pueden apreciar ya en la propia expresión. La expresión “extensión universitaria” establece de alguna manera un conocimiento que nace de la universidad (alejada de la sociedad) y luego es “extendido” en un solo sentido (intelectuales que poseen este conocimiento y que brindan un “servicio”) hacia un afuera, un otro respecto de la universidad: transferencias a empresas, servicios a terceros, divulgación de la ciencia en barrios o escuelas, voluntariado, asistencialismo… las diferentes interpretaciones que se dan sobre la “extensión universitaria”.

Coproducción, es entonces un concepto surgido de la práctica misma. Es necesario, debido a la falta de estudios teóricos al respecto, y a la herramienta que significa, comenzar a pensar una filosofía de la coproducción, en sentido amplio,

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¿Para qué hacer coproducción? ¿Cuál es el rol de la sistematización de experiencias? Siguiendo a Gramsci, todos somos filósofos (del mismo modo, todos somos científicos) ya que en cualquier manifestación del lenguaje está contenida una concepción del mundo. Sin embargo es necesario que esta concepción del mundo pueda ser pensada conciente y críticamente. De no ser así los hombres viven hundidos en un sentido común que no les pertenece formando parte de una multiplicidad de hombres-masa. El hombre-masa carece de concepción propia de su relación con el mundo y por ende carece de una concepción orgánica del mismo cuando no puede imprimirle la fuerza de su acción porque no lo reconoce como suyo. Para que el hombre sea capaz de darle acciones a su concepción del mundo es necesario un proceso de sistematización de experiencias, la cual debe hacerse en el marco de la historia del pensamiento. Y en este mismo sentido no se puede separar la filosofía “científica” de la filosofía “vulgar” y popular (conjunto disgregado de ideas y opiniones). Nos interesa resaltar la necesidad de sistematizar las experiencias en las prácticas de coproducción de conocimiento como puntapiés


La coproducción como filosofía de la praxis fundamentales para La unidad entre los sectores universi- tinguimos a causa de nuestros intereses superar la concepción tario y el pueblo trabajador que pro- prácticos y científicos. de sentido común, y aportar en una con- pugna Gramsci es una forma posible de En efecto, conocemos cepción del mundo asumir el trabajo de la coproducción te- nuestras necesidades que sea coherente con niendo siempre en cuenta que el saber es y nuestros conocimientos son superesel accionar, para de esa construcción social que no distingue tructuras. esta forma encauzar el progreso intelectual entre educandos y educadores y que, en Conclusión de las masas. Este pro- su dimensión eminentemente colectiva, Por la potencia greso se da con la parcoloca a los sujetos frente a los actos de configurativa de la ticipación conjunta de los intelectuales orgá- los que son capaces. La coproducción es práctica consideramos nicos y las masas. Es nuestra herramienta en la medida que a la coproducción necesario que este pro- desarma los cercos puestos sobre la como un hacer que, no perdiendo de vista ceso de unificación se razón en su camino instrumental y reo- la historicidad inhedé en términos de complementación or- rienta nuestras prácticas hacia el hori- rente a la construcción de conocimiento, tiene gánica de manera de zonte revolucionario. como norte estraténo dar lugar a una separación entre ambos grupos y que no se consi- gico el desarrollo de las herramientas de las clases dere la construcción teórica como mero subalternas para la construcción de poder popucomplemento de la práctica, ni tampoco la teori- lar. Sabemos que cada etapa del capitalismo imzación cobre una mayor relevancia epistémica de prime sus condiciones específicas para la la que corresponde en el marco de una experien- elaboración de la coproducción y que éstas se reconfiguran de acuerdo a las modificaciones dinácia de conjugación de saberes. micas de nuestra sociedad. De allí que sea ¿Qué es la filosofía desde la óptica de la fi- necesario dimensionar –a través del trabajo- las losfía de la praxis? posibilidades de la coproducción como acercaSiguiendo a Gramsci, la Filosofía es estric- miento de experiencias diversas reunidas bajo el tamente una actividad creadora. Hay que enten- objetivo común de la superación. La unidad entre der al concepto “creador” como “pensamiento los sectores universitario y el pueblo trabajador que modifica el modo de sentir de la mayoría y, que propugna Gramsci es una forma posible de por consiguiente, modifica la realidad misma”. asumir el trabajo de la coproducción teniendo En este sentido las categorías, en toda filo- siempre en cuenta que el saber es esa construcsofía de la praxis, son una construcción. Es fun- ción social que no distingue entre educandos y damental que esta construcción sea entendida de educadores y que, en su dimensión eminenteforma historicista y situada. Para la filosofía de la mente colectiva, coloca a los sujetos frente a los praxis, no hay una realidad en sí y para sí, si no actos de los que son capaces. La coproducción es que ésta se construye históricamente. No se trata nuestra herramienta en la medida que desarma ya del noúmeno kantiano como sustrato de lo los cercos puestos sobre la razón en su camino real, por el contrario, la realidad se agota en sus instrumental y reorienta nuestras prácticas hacia fenómenos entendidos como cualidades que dis- el horizonte revolucionario. Bibliografía -Fais Borda, O. (1985) Conocimiento y poder popular, Bogotá, Siglo XXI. -Gramsci, A. (1970) Introducción a la filosofía de la praxis, Selección y traducción J. Solé-Tura, Barcelona, Ediciones Península. -Rullani, E (2000), El capitalismo cognitivo: un déja vu? Multitudes, Roma. -Materiales de la corriente universitaria CAUCE UBA, http://cauceuba.blogspot.com.ar/

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Marx y la producción teórica Ramiro Ernesto Cárdenes

Estudiante avanzado de Filosofía en la UBA, militante de CAUCE en COB La Brecha. Contacto: ramirocardenes@gmail.com

Las diferencias en torno a la concepción del conocimiento entre Marx y la economía política, nos llevan a reconstruir la concepción del conocimiento como “producción teórica” que, según nuestra hipótesis, se encuentra fundamentando sus elaboraciones, posibilitando así una teoría marxista del conocimiento que tomando distancia del empirismo, del positivismo y del idealismo, alumbra las potenciales vinculaciones entre el campo de la economía y el mundo de la política.


Marx y la producción teórica toria

e infranqueables límites.” Marx señala así los límites para el desarrollo científico de la economía política burguesa, instalando este límite en la arena política y social, en la lucha de clases y la aparición de una clase antagónica al capital. La irrupción histórica de la clase obrera en la escena política impide a la burguesía desarrollar “ciencia” omitiendo este factor. La eternización de las categorías Al mismo tiempo, en el pasaje arriba citado se señala en qué consiste el carácter “burgués” de la economía política clásica: en que considera la organización capitalista de la producción social como “figura absoluta y definitiva”, y no como histórica y transitoria. A esta operación intelectual la denominamos la “eternización” de las categorías. El resultado de este procedimiento consiste en que los conceptos que explican las relaciones sociales del capitalismo se presentan como la “esencia” de las relaciones humanas mismas. De esta manera, las ideas y los valores dominantes de la sociedad burguesa ocultan el carácter particular, situado e histórico que los caracteriza en tanto ideas y valores de una sociedad determinada, pretendiendo constituirse como ideas y valores de la humanidad misma. De esta manera, las formaciones económicas precapitalistas no aparecen sino como formas embrionarias de capitalismo. Esta dimensión de la economía política clásica constituye uno de los flancos atacados por la crítica de Marx. Las interpretaciones tradicionales dentro del marxismo plantean que el camino para evitar la eternización de las categorías y someterla a crítica es la adopción de la dialéctica hegeliana. Pero no tal y como se la hallaba en Hegel -ya que se encontraba “invertida” o en su forma “mistificada”- sino que Marx la utilizaría “puesta sobre sus pies”: “La dialéctica […] en su figura racional, es escándalo y abominación para la burguesía y sus portavoces doctrinarios, porque en la intelección positiva de lo existente incluye también, al propio tiempo, la inteligencia de su negación, de su necesaria ruina; porque concibe toda forma desarrollada en el fluir de su movimiento, y por tanto sin perder de vista su lado perecedero; porque nada la hace retroceder y es, por esencia, crítica y revolucionaria” En las interpretaciones tradicionales es la

Marx y la economía política precedente La economía política y el concepto de his-

En primer lugar, lo que hay que señalar es la importancia de la economía política burguesa para el desarrollo de la obra de Marx. Gran parte de los conceptos que utiliza para desarrollar los aspectos novedosos de su teoría hallan su origen en la economía política que lo precede, por lo que es necesario precisar el reconocimiento y la delimitación de Marx respecto de esta. Para esto, hay que centrarse en la economía política “clásica”, que es la que mayor respeto inspira en Marx. En un primer acercamiento, la vinculación de Marx con este campo teórico presenta una tensión entre dos consideraciones que aparecen, en principio, contrapuestas. Por un lado, la economía política “clásica” es inevitablemente burguesa. Por otro lado, la economía política “clásica” es científica. Si bien esto es sin dudas una tensión, no por ello implica una contradicción que impida dar cuenta de la valoración que Marx hace la economía política clásica. Un concepto que permite contener e iluminar esta tensión es la noción de “historia” y de desarrollo histórico: Así, se comprende que es a partir de cierto momento del desarrollo histórico del capitalismo que la economía política pudo desarrollarse como ciencia, del mismo modo que el propio desarrollo del capitalismo y de las fuerzas sociales inmanentes a él imponen un límite al desarrollo científico de la economía política. “En la medida en que es burguesa, esto es, en la medida en que se considera el orden capitalista no como fase de desarrollo históricamente transitoria, sino, a la inversa, como figura absoluta y definitiva de la producción social, la economía política sólo puede seguir siendo una ciencia mientras la lucha de clases se mantenga latente o se manifieste episódicamente. Veamos el caso de Inglaterra. Su economía política coincide con el período en que la lucha de clases no se había desarrollado. Su último gran representante, Ricardo, convierte por fin, conscientemente, la antítesis entre los intereses de clase […] en punto de partida de sus investigaciones, concibiendo ingenuamente esa antítesis como ley natural de la sociedad. Pero con ello la ciencia burguesa de la economía había alcanzado sus propios

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Marx y la producción teórica La economía política “clásica”, partiendo perspectiva “dinámica” y “procesual” que imprime la dialéctica lo que permitiría a Marx tener del repertorio teórico acumulado por la economía una representación histórica de los fenómenos, y política del siglo XVII, realizó un tránsito “inno caer en las “universalizaciones” y “eterniza- verso”: partiendo de nociones simples, de conceptos teóricos, ciones” en las que cayó la economía política clásica. En las interpretaciones tradicionales arriba a lo concreto, Es decir, una diferencia es la perspectiva “dinámica” y “proce- como resultado y síntesis de múltien el método de abordaje sual” que imprime la dialéctica lo que ples determinaciode los fenómenos econópermitiría a Marx tener una representa- nes. En otras micos. palabras, la econoSin embargo, si ción histórica de los fenómenos. mía política parte bien consideramos que hay diferencias en el método científico entre la de conceptos para arribar a conocimiento concreeconomía política clásica y la teoría elaborada por tos sobre el mundo económico, y de esta manera Marx, sostenemos que el análisis no debe dete- se logran explicar las causas de los fenómenos que nerse allí: la diferencia fundamental radica en la se observan. Este camino, que parte de lo abstracto diferencia en la concepción del conocimiento que para arriba a lo concreto es, en palabras de Marx, “el método científicamente correcto” . hay entre Marx y los teóricos burgueses. Sin embargo, más allá de este reconociEl método de la economía política Para dar cuenta de la diferencia en la con- miento por parte de Marx respecto del método uticepción del conocimiento de Marx respecto de los lizado por algunos autores, hay un abismo teórico economistas burgueses es necesario, en primer que separa las elaboraciones de los economistas lugar, precisar el método de la economía política burgueses respecto de Marx. Este abismo no está constituido por la adopción de la dialéctica de clásica. La economía política naciente tomaba como Hegel, sino por la concepción del conocimiento punto de partida para sus investigaciones a lo que podemos hallar en Marx. “concreto social” tal como se le presentaba. Acep¿Qué es conocer? taba los fenómenos vivientes del mundo social, La economía política burguesa: del empipartiendo de un conjunto de datos del mundo económico, y realizaba un progresivo camino de rismo a la eternización. Tanto en sus formas iniciales, como en sus “abstracción” hacia nociones más generales. En esta concepción, las categorías económicas no son elaboraciones más complejas, la economía política más que la expresión abstracta de los hechos con- arrastra consigo una dificultad intrínseca, que es la cretos efectivamente existentes. Ahora bien, las problemática del empirismo. El empirismo tiene como trasfondo la suideas simples, generaposición de que el coles, no nos explican (...) la economía política arrastra connocimiento se funda nada, sino que son una expresión “gene- sigo una dificultad intrínseca, que es la en aquello que se repasivamente ral” de lo que ya tenía- problemática del empirismo. El empi- cibe mos en un comienzo. rismo tiene como trasfondo la suposi- como la “imagen” de la realidad, y no en la En este proceso que va ción de que el conocimiento se funda en actividad del sujeto de lo concreto a lo simple no obtenemos aquello que se recibe pasivamente como que conoce. La econoconocimiento alguno, la “imagen” de la realidad, y no en la ac- mía política burguesa, independientemente ya que no permite tividad del sujeto que conoce. de sus formas particucomprender las posibilidades de transformación de lo efectivamente lares, tienen como supuesto de su práctica teórica existente, ni tampoco permite explicar por qué se una concepción empirista del conocimiento. En este sentido, aceptan los datos económicos como producen los fenómenos que observamos.

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Marx y la producción teórica hechos, como “datos”. Lo que supone esta con- evitar. Por un lado, el ocultamiento del carácter cepción empirista del conocimiento es que los con- histórico transitorio, dinámico, de las relaciones ceptos económicos expresan la realidad económicas que componen el proceso social de efectivamente existente tal como ella es y que, en producción. Por el otro, el empirismo oculta la acmayor o menor medida, los conceptos son una tividad subjetiva del proceso de conocimiento, ya “fotografía” de la realidad, y el conocimiento un que la potencia de la teoría se encuentra subordinada a la “adecuación” con la realidad, como si el “reflejo” de ella. Este supuesto es la causa profunda de la conocimiento fuera efectivamente un reflejo de la eternización de las categorías en la economía po- realidad. Para precisar la ruptura con la concepción lítica burguesa: al ser el conocimiento subordinado a la generalización de las impresiones que empirista del conocimiento, la tarea es circunscritiene del mundo tal como se presenta, los concep- bir cómo concibe Marx el conocimiento de lo contos de que dispone no son más que la expresión creto. “La totalidad concreta, como totalidad del abstracta, general y universalizada de las relaciones sociales dominantes. De este modo, la forma pensamiento, como un concreto del pensamiento, burguesa de las relaciones de producción aparece es in fact [en los hechos] un producto del pensamiento y de la concepcomo la forma definiEl conocimiento es el producto del tra- ción, […] es un tiva y acabada de la producción social, bajo de elaboración que transforma in- producto del trabajo como su única forma tuiciones y representaciones en de elaboración que transforma intuiciones posible. Ahora bien, aquí aparece el núcleo conceptos. La actividad de conocer no y representaciones en problemático que la encuentra su causa en la experiencia del conceptos. El todo, tal economía política no mundo efectivamente existente, sino que como aparece en la como todo de puede abordar de sí “utiliza” la experiencia como fuente de mente pensamiento, es un misma y de su objeto de estudio: ella busca materias primas para realizar su activi- producto de la mente estudiar el proceso de dad. Es la transformación de datos que que piensa y que se producción social, no dicen nada por sí mismos -su reelabo- apropia del mundo del único modo posipero no puede aborración en ideas y conceptosla actividad ble, modo que difiere dar ni concebir como de la apropiación de un campo teórico la que produce conocimiento. ese mundo en el arte, formación de las relaciones sociales que ella estudia, no puede pregun- la religión, el espíritu práctico.” Lo concreto que se conoce no es lo “concreto tarse por el proceso histórico por el que surgen las relaciones económicas que ella acepta como “la re- tal como se presenta” (como en el empirismo más radical), ni el resultado de las “ideas eternas” de la alidad social tal como es”. economía política burguesa, sino un producto del Marx y la cuestión del conocimiento Por el contrario, afirmamos que Marx tiene pensamiento, no es una imagen que encuentra su una concepción radicalmente distinta del conoci- causa en las intuiciones y representaciones del miento y de la producción científica. Más allá de la “mundo exterior” al pensamiento. Ahora bien, lifalta de un desarrollo sistemático por parte del berando a la práctica científica de la trampa del propio Marx de sus concepciones gnoseológicas y empirismo, hay que evitar caer en las tentaciones epistemológicas, disponemos de algunos elemen- del idealismo: el conocimiento no es el conocitos para poder establecer algunas aproximaciones miento de la pura especulación libre del pensapara una concepción marxista del conocimiento miento. El conocimiento es el producto del trabajo de elaboración que transforma intuiciones y reque evite caer en el empirismo. El empirismo subyacente a la economía po- presentaciones en conceptos. La actividad de colítica burguesa tiene dos efectos que buscamos nocer no encuentra su causa en la experiencia del

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Marx y la producción teórica mundo efectivamente existente, sino que “utiliza” la experiencia como fuente de materias primas para realizar su actividad. Es la transformación de datos que no dicen nada por sí mismos -su reelaboración en ideas y conceptos- la actividad que produce conocimiento.

La legitimidad de la ciencia y las relaciones entre teoría y práctica. Ahora bien, en este camino de ruptura con el empirismo, la pregunta que surge es acerca de la legitimidad del conocimiento y, en última instancia, de la ciencia. En este sentido, concebir a la teoría como una práctica, pensar la economía como una producción teórica, abre un campo para repensar la vinculación entre economía y política. La perspectiva de la transformación social nos lleva a evitar toda teoría del reflejo para dar cuenta del conocimiento: la noción del conocimiento como “repetición” o como una “adecuación” al mundo real inhibe la posibilidad de dar cuenta de su potencia de ser transformado, ya que lo cristaliza en las formas en las que existe efectivamente. En tanto el conocimiento no constituye un reflejo del mundo, sino que se funda en el proceso de producción intelectual del hombre, nos alejamos tanto del empirismo como del positivismo, al iluminar la dimensión activa del sujeto en el proceso de conocimiento. El conocimiento como producción teórica, no puede ser otra cosa que producción de un sujeto –individual o colectivo- situado, es decir, un sujeto en un tiempo, un lugar y en el marco de determinadas condiciones para producir. Concibiendo al conocimiento como producción, es imposible escindir la vinculación de toda teoría con las fuerzas históricas que operan en su contexto de producción. Hacer concientemente esta vinculación es condición para aumentar el poderío de una teoría.

Notas

Sin embargo, también hay que señalar que la pulsión del proceso de conocimiento no es la actividad conceptiva desinteresada, incondicionada, idealista, sino que tiene como fuerza motriz la búsqueda de apropiarse conceptivamente del mundo, es decir, apropiarse a través de conceptos. La actividad es el modo de vinculación fundamental del hombre con el mundo, por la cual busca apropiarse de él . El trabajo es un modo de esta, por el cual el hombre busca volver propio, transformar al mundo en algo en adecuado a sus necesidades. La actividad intelectual es, entonces, el modo por el cual el hombre busca, a través de conceptos, apropiarse teóricamente del mundo. Hay que preguntarse, ahora, cuál es el plano de la manifestación efectiva de esa apropiación teórica del mundo, y en este plano encontraremos el ámbito de legitimidad del conocimiento y, en última instancia, de la práctica científica. “Es en la práctica donde el hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poder, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa en torno a la realidad o irrealidad del pensamiento – aislado de la práctica- es un problema puramente escolástico.” La actividad teórica del conocimiento y de la producción científica son, fundamentalmente, creación del sujeto, pero no por ello se encuentran liberadas del encuentro violento que implica la relación con la práctica. La teoría no es otra cosa que un campo más para la lucha, de la teoría con otras teorías, de los sujetos que producen teoría con otros sujetos. Es en la terrenalidad de la teoría en donde se manifiesta el vigor y el poderío de la elaboración intelectual. Concluyendo, podemos afirmar que la potencia de una teoría se manifiesta en la capacidad de transformación social y material del mundo que la teoría habilita a los sujetos colectivos.

(2) Marx, K., El capital El capital, Tomo I vol 1, traducción de Pedro Scaron, Bs As, Siglo XXI, 2002, p. 13. (3) Ibid, p. 20. (4) Marx, K., Introducción a la crítica de la economía política, Bs. As, Siglo XXI, 2007, p. 51. (5) Marx K, op. cit, p.52. (6) Ver Marx, Karl, la primera tesis de las Tesis sobre Feuerbach, en Marx, Karl, La ideología Alemana, traducción de Wenceslao Roces, Mexico, Cid ediciones, p. 665, y Marx, Karl, Manuscritos económico-filosóficos, traducción de Fernanda Aren, Silvina Rotemberg y Miguel Vedda, Bs As, Colihue, 2006, pp 104-155. (7) Marx, Karl, Tesis Sobre Feuerbach, en Marx, Karl, La ideología Alemana, traducción de Wenceslao Roces, Mexico, Cid ediciones, p. 666.

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Seguimos con la segunda temporada de EL PALERMO DE LOS SIMIOS! Todos los sรกbados de 12 a 14 hs, por La Colectiva Radio - FM 102.5 - www.lacolectiva.org.ar O escuchanos cuando quieras en elpalermodelossimios.blogspot.com.ar



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