Policrítica #1

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Somos un colecAvo editorial de estudiantes, graduados/as y docentes/invesAgadores de la carrera de Ciencias PolíAcas que nos encontramos con el objeAvo común de fortalecer una perspecAva críAca y transformadora de nuestra disciplina. Tenemos diversos intereses y diferentes formas de relación con la academia, algunos integramos las agrupaciones universitarias El Viejo Topo / CAUCE de la UBA y EPE (Encuentro Popular EstudianAl) de la Universidad de Lanús, otros somos estudiantes acAvistas no agrupados. Pero todos creemos que es posible recuperar lo mejor de la Ciencia PolíAca, viejos autores y pensadores marginados, pensarla en su contexto y hacerla úAl para analizar los hechos de la realidad con el afán de transformarla. Queremos una Ciencia que se movilice, que juegue, que se cuesAone sus propias bases y que no le tema a la PolíAca. Somos conscientes de que no es una tarea fácil pero también sabemos que no somos los únicos, que mucho se ha trabajado y que se conAnúa produciendo conocimiento con este mismo horizonte, dentro y fuera de la Facultad de Cs. Sociales de la UBA y de la UnLa. Nuestro humilde aporte en este

momento se escribe en las próximas líneas. En este número sumaremos voces de autores, sean politólogos o de otras disciplinas de la ciencias sociales que han indagado sobre problemas teórico-políAcos como así también sobre temas de coyuntura, permiAéndonos contar con herramientas indispensables para intervenir en nuestro contexto actual. También incluimos una mirada general de cómo se encuentran las carreras de Ciencia PolíAca tanto de la UBA como de la Universidad de Lanús. Por otra parte, hemos realizado entrevistas que pueden arrojar luz sobre problemáAcas politológicas, como así también a lo que hace al oficio. En este primer número queremos poder generar más preguntas y dudas que certezas y seguridades. Porque estamos convencidos que en el dialogo nos vamos haciendo y repensando nuestro andar. Esta publicación, con su variedad de temas y de posiciones políAcas, busca generar palabras que se conviertan en debate, que moAven a sus lectores a involucrarse, que alimenten experiencias nuevas para el quehacer politológico. Para eso escribimos y por eso mismo te invitamos a escribir.

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En las notas y secciones que componen esta publicación, tomamos la decisión de usar las palabras en forma “genérica”, invisibilizando conscientemente a lxs diversxs géneros no contempladxs en la forma masculina de algunas palabras. La razón de que no uAlicemos símbolos como “@”, “x” o “as/oas” es simplemente la de evitar confusiones en la lectura.

Número 1|Año 1|2013

Hacemos Policrítica Gastón Wahnish y Rodrigo Sastre por parte de El Viejo Topo CAUCE Erica Pereyra, Mariano Frontini y Daniela Frencia por parte de Encuentro Popular Estudiantil

Christian Arias Marco Herrera Andrés Jiménez Molina Juan Pablo S.Tapiro

Colaboraron Mariano Baladrón Ariana Ortega Sabrina Pierro Pablo Vitale Nadia Recalde Maria J Celemin Bonilla Diseño y edición Gerardo Gon Aguirre


4 | Y O , P O L I TÓ LO G O

ARIANA ORTEGA MARIANO BALADRÓN Ariana, 25 años, trabaja en una empresa de investigación de mercado online. Se relaciona con la carrera desde la Opinión Pública. La relación es más potencial que efectiva ya que la investigación cuantitativa y cualitativa bajo la metodología online, todavía no está muy desarrollada en la región Latinoamericana y por ahora se hacen muchos estudios de mercado, pero de política muy pocos. ¿Harías algún aporte o cri1ca a la composición académica de la carrera? ¿Que aportes o cri1cas serían? Hay poca disponibilidad de optaAvas y seminarios, disponibilidad temáAca y horaria. Por otra parte, estas materias cuatrimestrales no brindan herramientas prácAcas para que el estudiante pueda emprender invesAgaciones, proyectos de análisis, consultorías o ejecutar acAvidades laborales relacionadas con lo estudiado. A nivel teórico estoy muy conforme. ¿Que herramientas propias de la carrera u1lizas en tu actual trabajo? Algunas nociones técnicas que aprendí en TICS y Opinión pública,

pero no mucho más.

¿Se dio un cambio en cuanto a las expecta1vas con las que iniciaste la carrera en comparación con las actuales? Si, pase por varios momentos en cuanto a mis proyecciones sobre hacer algo fuera de la facultad: al principio bajaron mis expectaAvas, frente al pesimismo fueron apareciendo nuevas opciones y me di cuenta que hay que apelar a la creaAvidad para encontrar qué hacer con lo que uno estudió, ya sea para trabajar, militar u otras acAvidades. En cuanto a mis expectaAvas sobre la carrera, cambiaron mucho. Pensé que las temá,cas que trataban específicamente al

Estado me iban a interesar más (que son las mayoría, especialmente las obligatorias) pero finalmente me sorprendió encontrar otros temas interesantes en la polí,ca que no ,enen al Estado como sujeto central. Es una lás,ma que sean pocas.

Alguna opinión final: No espero que la carrera me de todas las herramientas que necesito, es un punto desde donde empezar y la facultad ahora me parece un espacio vivo que va cambiando. Las herramientas las podemos obtener también desde los aportes de los sujetos que vamos por los pasillos y formamos el espacio. Creo que hay que aprovechar eso y comparArlo.


Mariano es graduado de la UNLa. Actualmente trabaja en un Programa del Ministerio de Salud de la Nación; es instructor en la materia Metodología de la Investigación I para las carreras de Ciencia Política y Gobierno y Trabajo Social; además de ser parte del equipo de investigación “Peronismo, cultura y memoria”, proyecto que lleva ya más de 5 años de existencia y que nuclea a docentes y graduados de la UNLa y de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). ¿Cómo fue tu paso por la Universidad? ¿Se dio un cambio en cuanto a las expecta1vas con las que iniciaste la carrera en comparación con las actuales? Los hechos transcurridos en nuestro país durante la crisis del 2001 me planteaban varios interrogantes. No me cerraba el discurso que los medios dominantes transmiBan, aunque me faltaban herramientas para poder combaAr el senAdo común y empezar a construir mi propia visión. Entré a Ciencia PolíAca no pensando en una salida laboral, sino más para formarme/informarme. A medida que avanzaba en la carrera, me fui perfilando para el lado de la invesAgación. Me conecté con Juan Besse (docente de la UNLa) y de su mano tuve la posibilidad, junto a otros compañeros, de sumarme a un equipo de invesAgación en la Universidad a su cargo. Junto a él, También pude acercarme al rol docente. Esta acAvidad, que nunca se me había cruzado por la cabeza, hoy es algo que me gusta mucho, sobre todo por la forma en que se intenta llevar adelante en la UNLa. Aquí se trabaja la figura del docente-invesAgador, intentado combinar ambas prácAcas, permiAendo una retroalimentación entre la tarea invesAgaAva y la pedagógica.

¿Harías algún aporte o cri1ca a la composición académica de la carrera? ¿Qué aportes o crí1cas serían?

En nuestra carrera se hace especial hincapié en la formación de gestores sociales, desarrolladores de políAcas públicas, digamos, en el conocimiento aplicado a la prácAca. Creo que esta orientación está bien cubierta, aunque falta poner un mayor énfasis en la cuesAón de la inserción laboral, en la coordinación con municipios u organismos de la zona. Al poner el eje en esta orientación, se deja un poco de lado en el plan de estudios la profundización en temas como políAca internacional, integración o periodismo políAco (igualmente, existen varios seminarios que permiten reforzar un poco en estas cuesAones). En este senAdo y pensando en la necesidad de abarcar otras ramas, podríamos atrevernos a pensar en un tronco común de materias por departamento y luego orientaciones. En cuanto a los contenidos específicos de las materias, si bien creo que para poder tener una formación medianamente integral es necesario conocer la línea más liberal- hegemónica de la disciplina, veo posiAvamente que se incorporen autores más críAcos como Foucault o Gramsci, pensando desde un punto de vista más de teoría políAca. Por otro lado, existen materias cuyo contenido es tan contundente que debería pensarse en diagramarlas de manera disAnta (ya sea estableciendo materias anuales, o dividiéndolas en dos o más materias),

que permita profundizar sobre disAntos ejes y fortalecer el proceso de aprendizaje.

Alguna opinión final: Creo que vivimos hoy, tanto en nuestro país como en América LaAna, un momento bastante denso a nivel políAco. A pesar de ello, espacios de discusión que podrían darse en este contexto casi no existen en la Universidad. Fomentar esta parAcipación en los estudiantes es una tarea que la propia insAtución debería darse. Para la formación de nuevos profesionales, son tan importantes las disAntas cátedras como el debate frontal en espacios menos formales, la parAcipación en asambleas estudianAles, la existencia de propuestas de espacios extra curriculares, entre otras. Asimismo, como carrera nos encontramos muy encerrados en nosotros mismos. Faltan espacios de coordinación hacia afuera, que puedan tejer redes con los municipios y organizaciones de la zona. Esto nos permiAría, por un lado, reforzar nuestros conocimientos a través de la prácAca, brindando a la gesAón pública más y mejores herramientas técnicas y teóricas para el desarrollo de sus funciones, a la vez que favorecería la inserción laboral de los estudiantes, pudiendo desarrollarse en tareas que sirvan a la comunidad toda.


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DEMOCRATIZACIÓN DE LA JUSTICIA: ALGUNAS CUESTIONES ACERCA DE LA REFORMA DE LAS

MEDIDAS CAUTELARES

Durante los primeros días de abril, se generaron numerosos debates en torno a los seis proyectos para reformar la jusAcia presentados por el Kirchnerismo en el Congreso. Bajo el rotulo de “DemocraAzación de la JusAcia”, se encontraron las siguientes reformas: publicidad de las sentencias y causas judiciales; publicidad de las declaraciones juradas (de los funcionarios públicos de la Administración de JusAcia); creación de tres cámaras de casación en los fueros civil y comercial, laboral y de la seguridad social y contenciosos administraAvo; reforma de las medidas cautelares en las causas en las que es parte o interviene el Estado Nacional; ingreso democráAco al Poder Judicial y reforma del Consejo de la Magistratura de la Nación. Éstas dos úlAmas reformas se centran en las formas y criterios de ingreso y de selección de quienes conforman tanto el Poder Judicial como el Consejo de la Magistratura. Ahora bien, atendiendo a que la gran mayoría no tenemos un diploma de la Facultad de Derecho, al momento de abordar la discusión nos encontramos con un obstáculo di,cil de esquivar: el saber juridico. Sin él resulta muy di,cil

tener una opinión acabada del tema, justamente porque no se Aene la herramienta indispensable para parAcipar de la discusión. Por ésta razón, es que en este arBculo analizaremos uno de los proyectos: la reforma de las medidas cautelares en las causas en las que es parte o interviene el Estado Nacional. Aportando, en una primera instancia, algunos conceptos jurídicos en torno a la medida cautelar. Una vez que ya contemos con una definición clara de qué es una cautelar, cómo funciona y para qué sirve, estaremos en condiciones de analizar al menos dos arBculos de la ley 26.854 aprobada por el Congreso el 23 de abril y promulgada el 29 del mismo mes.

La medida cautelar Una cautelar es una acAvidad prevenAva que impide que un derecho que se pretende reconocer en un proceso judicial, pierda su eficacia. Es decir, es una herramienta jurídica con la que cuenta el juez para garanAzar que el derecho que supuestamente se puede perjudicar o afectar en el proceso judicial, no se vulnere hasta tanto no se resuelva la cuesAón principal. Los procesos judiciales se caracterizan por su larga duración

debido a que son varias las etapas procesales que comprende el proceso. Frente a este escenario, la medida cautelar es una vía a través de la cual se logra una resolución temprana en el mismo proceso que todavía no ha terminado. Su función es la de asegurar, de forma provisoria, que no se perjudique o agrave el menoscabo sufrido al derecho de una de las partes. Por ejemplo, una medida cautelar que se encuentra en el Código Procesal civil y comercial es el embargo prevenAvo, el cual es una resolución judicial por medio de la cual se individualizan bienes o derecho del deudor, afectándolos directamente al pago de una obligación cuya existencia está siendo discuAda en un proceso judicial (CALVO COSTA, C 2009). Un ejemplo puede aportar para comprender mejor el concepto: pensemos el caso donde un juez entabla un embargo prevenAvo sobre el auto de “A” para que éste no lo venda hasta tanto no se clarifique si Aene una deuda que pagar o no a “B” -la cuesAón principal-, dejando como garanBa de pago, en caso de que efecAvamente tenga que pagar la deuda, el auto embargado. En este ejemplo, la medida cautelar garanAza que el posterior


El proyecto de “Democratización de la Justicia” del kirchnerismo dio forma a un debate muy intenso durante varias semanas. Se escucharon muchas voces que se opusieron a los proyectos como así también aquellas que lo apoyaban por ser una medida progresiva. En esta nota analizaremos algunas cuestiones de uno de esos proyectos- que es ley vigente-: reforma de las medidas cauteles en las causas en las que es parte o interviene el Estado Nacional.

reconocimiento del derecho de “B” no pierda virtualidad, es decir, que la sentencia que dicte el juez no sea ineficaz como consecuencia del paso del Aempo que da lugar a que luego de la sentencia no pueda ejercerse el derecho reconocido en la resolución judicial. El fundamento de una medida cautelar está vinculado a una situación de urgencia que requiere una solución inmediata a los efectos de resguardar los derechos de los parAculares frente a la lenAtud del proceso judicial. (CASSAGNE, E 2011) Para poder tener más herramientas a la hora de analizar el proyecto es menester mencionar las caracterísAcas de la medida cautelar y los requisitos que deben concurrir para que el juez de lugar a la medida. Con respecto a las caracterísAcas, se encuentran que la medida cautelar es: accesoria, ya que no Aene un fin en sí mismo, se hallan ordenadas a asegurar la eficacia de una sentencia posterior; provisional en tanto que subsisArá mientras duren las circunstancias que fueron tenidas en cuenta en su momento para su dictado e inaudita pars, esto quiere decir que, en principio, el juez dicta las medidas cautelares valorando los hechos y

el derecho que presenta el peAcionante, sin intervención de la otra parte o terceros que puedan llegar a verse afectados por el otorgamiento de tal medida, difiriéndose la sustanciación con el afectado de las mismas para el momento en que la misma se encuentre producida. Se prescinde de dicha intervención previa pues de lo contrario podría frustrarse la finalidad del

cual peligre el derecho en cuesAón. En otras palabras, lo que se plantea con la verosimilitud del derecho es que se encuentre la probabilidad de que exista el derecho invocado por la parte no así su certera existencia, la cual se logra en la sentencia definiAva. Otro de los requisitos que debe cumplirse es el de peligro en la demora de la sentencia defini,va.

" ! " " $ "" ! # !( ! "$ ! $! $ " % ! " " # " ! " " $ ! ! " ! # "# " ! $# ! " $ % #! % " $ " ! $ ! " $ # ! " ! " $ # % # ! insAtuto cautelar, esto es, preservar en forma urgente el derecho de la parte. En cuanto a los requisitos, uno de ellos es la verosimilitud del derecho. El cual exige que los argumentos y pruebas que brinda el peAcionante de la medida sean consistentes y razonables dado que en función de ello el juez valorará si existe o no una situación en la

Consiste en la necesidad de que exista un peligro inminente, previo a que se llegue a un sentencia firme, que de concretarse generaría un daño irreparable en una de las partes que forman parte del proceso judicial. El tercer y úlAmo requisito consiste en la prestación de una contracautela. La persona que requiere la medida cautelar debe


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prestar una garanBa que Aene como objeAvo resguardar los daños que se pueden generar en caso de que el otorgamiento de la medida cautelar haya sido ilegiAmo.

Breve análisis de los ar2culos 4° y 5° de la ley 26.854 Ya teniendo algunas nociones de esta herramienta jurídica podemos analizar algunos aspectos de la actual ley 26.854. Los arBculos que decidimos analizar son dos dado que, entendidos en su conjunto, rompen la lógica de una medida cautelar. Comencemos con el arBculo 4° de la ley. En su inciso primero exige que una vez solicitada la medida cautelar, el juez debe requerir un informe previo a la autoridad pública demandada en el cual debe dar cuenta si se afecta el interés público en caso de proceder la cautelar solicitada. Pero esto no es todo, sino que además, la administración pública puede expedirse acerca de las condiciones de admisibilidad y procedencia de la medida cautelar. Entonces, lo planteado en arBculo 4° inciso primero ¿no va en en contra de la lógica de una medida cautelar? Creemos que sí. El juez decide únicamente atendiendo al pedido de la parte solicitante y analizando si existe un peligro en la demora y observando la verosimilitud del derecho invocado. Lo que plantea este arBculo es que además de lo mencionado, el juez debe requerir un informe, previo a sancionar la medida, a la autoridad pública demandada, es decir, se altera la

esencia de la medida cautelar -la cual es inaudita parte-, se exAende el proceso judicial, y además se pone en cuesAón una garanBa consAtucional: la tutela judicial efecAva. Las garanBas consAtucionales son sumamente importantes debido a que son el soporte de la seguridad jurídica. Existen para resguardar a los individuos frente al Estado en la medida que son los medios o procedimientos que aseguran sus derechos. La tutela judicial efecAva es una de estas garanBas que se desprende de otro más amplia que la conAene que es el del debido proceso, el cual se encuentra plasmado en el art 18 de la ConsAtución (BIDART CAMPOS 2008). El art 4° de la ley abre paso para que sucedan casos en donde la tutela judicial efecAva no se respete al producirse una extensión del proceso judicial (a parAr del pedido de informe a la autoridad pública demandada) que previo a la ley no exisBa. A parAr de esta norma es viable que la puesta en vigencia de la cautelar no se lleve a cabo en un Aempo oportuno lo que acarrea como consecuencia central, la desprotección del derecho que se pretende proteger con la medida. El arBculo 5° establece que la medida cautelar interpuesta por el juez sólo podrá tener un límite razonable para su vigencia, que no podrá ser mayor a los seis meses con la posibilidad de, a peAción de parte, prorrogar por un plazo no mayor a seis meses. Ahora bien, una medida cautelar 1ene como

Referencia bibliográfica Bidart Campos, G. Manucla de la ConsAtución reformada. Ediar, 2008 Cassagne, E. Las medidas cautelares contra la administración. 2011. Disponible en: hCp://www.cassagne.com.ar/publicaciones/E_Cassagne/Medidas%20cautelares.pdf Calvo Costa, C. Derecho de las obligaciones. Hammurabi.2009

obje1vo central evitar que se genera un daño, por eso, en tanto y en cuanto exista un peligro inminente, la medida debe seguir vigente. Para poder determinar el plazo razonable el juez analiza el caso parAcular, dado que cada pleito judicial Aene sus parAcularidades, por lo tanto es absurdo e improcedente determinar una regla general que contemple un plazo en abstracto de una medida cautelar en los casos en que el Estado sea parte. Lo que hicimos en este arBculo fue un breve análisis de dos arBculos de la ley tomando como criterio para su evaluación preceptos consAtucionales. Más allá del análisis jurídico, lo que nos parece importante destacar es la necesidad de que todos y todas parAcipemos de estos debates de gran relevancia. Para ello, es menester ir contra la corriente de los discursos que abordan la discusión desde meros tecnicismos que no abonan a la parAcipación de aquellos que no forman parte del círculo que “debe” debaAr estas cuesAones. Estamos hablando de la “gente de leyes” que, en el complejo ideario común, son los legiAmados para debaAr el tema. Creemos que son actores importantes de la discusión,que Aenen que tener una parAcipación central en estos debates, pero desde un lugar en donde tomen la tarea de informar, de brindar las herramientas necesarias para que cualquier persona que quiera abordar la discusión pueda hacerlo. Este fue el objeAvo del arBculo, brindar algunas nociones básicas de la medida cautelar para seguir la discusión entorno a las leyes que se dictaron bajo el rotulo de “DemocraAzación de la JusAcia”, porque más allá de que ya estén en vigencia y fuera de la agenda pública, el debate Aene que seguir.


A CT U A L I D A D D E L A C A R R E R A | 9

CIENCIA POLÍTICA EN LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DE LA UBA

Actualmente la carrera de Ciencia PolíAca de la UBA se encuentra iniciando un proceso de debate en torno a la reforma de su plan de estudios. Una coyuntura que presenta un escenario propicio para que la comunidad académica de la carrera parAcipe en una discusión que no puede dilatarse más Aempo. La licenciatura cuenta con veinAcuatro materias, de las cuales dieciocho son obligatorias, cuatro son materias optaAvas y las dos restantes seminarios también optaAvos. Además, se deben aprobar dos idiomas -cada uno cuenta con tres niveles-. Las optaAvas se insertan en lo que serían seis orientaciones: Relaciones Internacionales, Opinión Pública y Análisis PolíAco, Administración y PolíAcas Públicas, PolíAca Comparada y PolíAca LaAnoamericana. Esta es la estructura básica de Ciencia PolíAca; ahora bien, lo que nos interesa problemaAzar de cara a la reforma, son los

mecanismos o el método por el cual se canalizan los debates y se toman las decisiones. Hace Aempo que en la UBA el movimiento estudianAl ha instalando el debate por la democraAzación de los órganos de decisión. La estructura anAdemocraAca de los claustros se refleja en la preeminencia exorbitantes de los docentes, en la subrepresentación de los estudiantes y un claustro de graduados conformado, en gran medida, por docentes que no son reconocidos por la universidad como tales, dado que no han sido concursados sus cargos son docentes no regulares: jefes de trabajos prácAcos, ayudantes de primera y segunda-, más allá de que muchos de ellos son responsables de los cursos que se dictan coAdianamente. A este estado de situación, hay que sumarle que nuestra carrera está dirigida hace más de nueve años por una dirección que no ha hecho más que

ningunear los espacios de organización de los estudiantes, anulando su voz en las instancias insAtucionales, instancias en las cuales teóricamente se escuchan todas las voces de la comunidad académica y se discute. Entre nuestros objeAvos en torno a la reforma se encuentra dar la disputa por ampliar los mecanismos de decisión y abonar a la apertura del debate para que no quede reducido a los espacios insAtucionales. Estamos convencidos de que es necesario aportar para que se gesten más espacios de parAcipación, ya sean insAtucionales o no, porque la democraAzación de los órganos de decisión se logrará con un movimiento estudianAl movilizado a la par de los docentes y graduados que no se conforman con el estado de situación actual, tanto de nuestra carrera, como así tampoco de la facultad de Sociales y de las doce facultades que conforman la Universidad de Buenos Aires.


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RECUPERANDO UNA PERSPECTIVA DE TOTALIDAD PARA SUPERAR LA FRAGMENTACIÓN DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS

Vivimos un Aempo de crisis del modo de producción capitalista y la correspondiente sociabilidad burguesa, no se trata de enfrentarlo como un asunto moral, psicológico, o con algunas reformas y ajustes para reorganizar la economía, tampoco se trata simplemente de reconstruir discursos o de nuevos lenguajes, sino ante todo de superar la forma de organización para producir y reproducirnos como humanidad en un mundo que transciende lo humano, pero donde todos y todas podemos vivir mejor, cada quien dando en la producción social de acuerdo a sus posibilidades y recibiendo en la distribución de lo producido según sus necesidades. Entender lo anterior exige un esfuerzo para pensar la sociedad como un todo orgánico, donde cada elemento de análisis no puede ser entendido de manera aislada o autónoma, sino que es necesario develar los múlAples determinantes de cada fenómeno social que pretendamos analizar, para no limitarnos a sus formas aparentes, y ahí encontraremos que en el centro de todas nuestras búsquedas teóricas se encuentra el propio género humano construyendo su historia, nuestra historia,

y por lo tanto de lo que se trata el ejercicio de pensar la sociedad es de reconstruir idealmente esos procesos y movimientos de la sociedad que ya existen; pero que sin embargo, dada la forma fragmentada e inmediaAsta en que generalmente nos aproximamos a la realidad no logramos aprehender, y por lo tanto nuestra producción de conocimiento en los límites de la decadencia ideológica burguesa, termina sirviendo para su jusAficación o comprensión superficial, y en consecuencia no nos brinda los elementos necesarios para entender nuestra realidad social, sin lo cual no es posible una transformación radical de la misma. La decadencia del pensamiento burgués: Límite de las ciencias sociales Al decir de CouAnho (2010), retomando a Lukács, la burguesía abandona el proyecto de la emancipación humana cuando pasa a ser la clase dominante en la consolidación de la sociedad capitalista, y deja de ser una clase revolucionaria, haciéndose conservadora del nuevo orden social establecido que superaba el feudalismo; para lo cual fue fundamental abandonar la tradición filo-

sófica burguesa progresista (desde los renacenAstas a Hegel), presente hasta 1830-1848, cuando se presentaron las primeras revueltas de la clase obrera emergente, explicitándose la contradicción Burguesía – Proletariado, desechándose su herencia, que es precisamente la que retoma y supera Marx en la dialécAca materialista e histórica: humanismo (la teoría de que el hombre es un producto de su propia ac,vidad, de su historia colec,va), historicismo concreto (la afirmación del carácter ontológicamente histórico de la realidad), y razón dialécAca (en su doble aspecto – una racionalidad obje,va inmanente al desenvolvimiento de la realidad – categorías capaces de aprehender subje,vamente esa racionalidad obje,va). A su vez abandonando la economía políAca, como ciencia que permite la aprehensión de la totalidad de la sociedad estudiando la producción y reproducción de la vida (cuyos mayores exponentes fueron Adam Smith y David Ricardo), que sirvió para comprender el conjunto de relaciones sociales que estaban surgiendo en la crisis del feudalismo, según los intereses de la burguesía en el periodo en que esta clase era van-


“Desconfía de lo más trivial. en apariencia simple. Y examina, sobretodo, lo que parece habitual. Suplicamos expresamente: no aceptes lo que es hábito como cosa natural, pues en tiempo de desorden sangrienta, de confusión organizada, de arbitrariedad consciente, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible de cambiar”

Bertolt Brecht.

guardia de las luchas sociales. Marx retoma la teoría del valor de los economistas clásicos, manteniendo una perspec1va históricoconcreta y de totalidad para comprender la realidad social, realiza su crí1ca y llega a la teoría de la plusvalía, develando la centralidad de la explotación, es decir la contradicción capital-trabajo, como base medular del modo de producción capitalista. Retomando a Lukács (2010), en su estudio sobre Marx y el problema de la decadencia ideológica, es en este proceso de decadencia del pensamiento burgués, en la transición del siglo XIX al XX que surgen y se consolidan las denominadas ciencias sociales, donde cada vez se diferencia más el trabajo material del trabajo intelectual, creando a su vez especializaciones, fragmentando la realidad, donde no habría vinculación, arAculación, o determinación entre una parte y otra; esto conllevó a reflexiones y disputas formales del pensamiento, evitando aproximarse a la realidad concreta. De esta manera, el pensamiento burgués al hacerse dominante, necesitaba, ya no develar, si no, misAficar la realidad. Surgen así, como respuesta a la críAca

marxista de la economía políAca, la sociología, para estudiar las leyes y la historia del desarrollo social separándolas de la economía, pretendiendo ocultar la centralidad de la lucha de clases para dichos estudios; y también surge la llamada economía –ya no economía políAca-, que se limitará a estudiar la esfera de la circulación y la distri-

autonomizada de la misma, separando la teoría de la praxis, limitándose a una búsqueda de objetos y métodos propios de estudio. En este debate epistemológico la validez del conocimiento cienBfico de la realidad social depende de la “comunidad cienBfica”, y no de la evidencia demostrada en la

$# ! # $ " # $ "# #! !& " ' $! $ " " ! #% " " & " " ! # # $ # # ! # " " # "" $ # " # ! " bución; en fin se deja de pensar la unidad de las dimensiones de la sociedad y se coloca una barrera pseudocien-fica y pseudometológica. Este mismo proceso está presente en el surgimiento de las otras ciencias sociales (sin historia, sin economía políAca) que ante la supuesta imposibilidad de captar la realidad social como un todo, tendrán como objeto una parte

realidad en sí misma; cabe aquí destacar la disAnción entre perspecAvas que se proponen debates meramente epistemológicos y una perspecAva inspirada en Marx (histórico-concreta); ya que precisamente lo que se esconde en un debate limitado sólo a lo epistemológico es de dónde surge la fragmentación de la realidad social, su imposibilidad para ver el todo social, y por ende la bús-


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queda arAficial de objetos y métodos propios de las diversas ciencias sociales, así como desde dónde se valida el conocimiento cienBfico, en las primeras como verdades intersubjeAvas, por lo cual los supuestos paradigmas pueden cambiar según el criterio de verdad de la comunidad cien-fica, en la segunda como verdad material histórico-objeAva. Cou1nho (1994), retomando a Lukács, plantea que la dis1nción entre el marxismo y la ciencia burguesa no es el predominio de mo1vos económicos en la explicación de lo social sino el principio de totalidad, que como totalidad concreta es la síntesis de múl1ples

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marxista desde la razón dialécAca; ésta también es la base de la críAca marxista a la crí,ca posmoderna de la supuesta “crisis de paradigmas” y “crisis de la modernidad”.

Recuperando una perspec1va marxista de totalidad Proponer la recuperación de una perspecAva marxista de totalidad, para su necesaria ampliación, profundización y apropiación en las ciencias sociales, exige tres dimensiones que sólo pueden ser pensadas y asumidas como una sola unidad, es decir, sólo es posible cada una de éstas, junto con las otras dos, tales dimensiones son: * método críAco – dialécAco, * teo-

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determinaciones; en este senAdo la realidad social no es una sumatoria de partes autónomas y aisladas como se vería en las ciencias sociales, para entenderla es necesaria una perspecAva de totalidad histórico-concreta. El debate epistemológico de los “paradigmas sociales” en realidad esconde la disAnción entre la tradición del pensamiento burguésagnósAco sea, retomando a CouAnho (2010), desde el racionalismo formal o desde el irracionalismo (que según el autor son las formas que toma el pensamiento burgués según si el capitalismo está en Aempos estables o de crisis respecAvamente), y la tradición

ría críAca de la economía políAca, * proyecto revolucionario socialista/comunista; es decir la teoría social fundada en Marx para aprehender la sociedad burguesa y las condiciones para su superación. Cabe insisAr, estas tres dimensiones son precisamente la herencia retomada por Marx, en procesos de conservación y ruptura con el acumulado de pensamiento anterior a él, son producto del desarrollo críAco del pensamiento filosófico alemán, cuyo mayor exponente habría sido Hegel, la economía políAca inglesa, cuyos mayores exponentes serían A. Smith y D. Ricardo, y el socialismo románAco (utópico) francés,

cuya críAca de la sociedad capitalista era moral y no cienBfica, despoliAzando la posibilidad de una transformación radical, sin el reconocimiento del surgimiento de la clase trabajadora como protagónica para los procesos de revolución socialista, pero clave como base de críAca social al capitalismo. Estas tres dimensiones son parte de una misma unidad, porque apropiar dicho método, y entender la base teórica, implica asumir explícitamente una postura ideo-políAca de clase, pero el entendimiento teórico en el análisis del modo de producción capitalista se hace posible, de manera más adecuada, a parAr de este método críAco-dialécAco, así, es en dicho análisis teórico de la realidad social material que se puede evaluar una menor o mayor apropiación del mismo, lo que brinda las bases para aportar en las estrategias, tácAcas, y procesos en general, de las luchas de clases. Por eso asumir una perspecAva de totalidad histórico-concreta marxista posibilita, desde las denominadas ciencias sociales, aportar en una mejor comprensión de la realidad social, y en procesos de transformación de la misma. A conAnuación se hace una aproximación introductoria, no esperando agotar toda la riqueza de estas dimensiones, pero sí demostrando la plena vigencia de sus rasgos fundamentales. Este método se propone para lograr una reproducción ideal de la realidad, es decir, para producir teoría, entendida como el proceso en el cual el género humano consigue entender y explicar la realidad; al decir que se trata de una reproducción ideal de la realidad, implica asumir que la realidad existe en sí, independiente de que podamos entenderla y explicarla;


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es por medio de un proceso de abstracción de la realidad que logramos ver más allá de la inmediatez en que se presenta dicha realidad (como forma abstracta), reconocer que lo visible de la realidad es parte de la realidad, pero no es toda la realidad, y que dicha realidad sólo es aprehensible parAendo de lo visible. Esto es lo que se ha denominado apariencia y esencia, ambas como unidad indisoluble de la realidad, donde la apariencia conAene la esencia, aunque la oculta, y la esencia es el proceso histórico y sus múlAples determinaciones. La apariencia es principalmente la forma fenoménica en que se presenta la realidad, es como la aprendemos coAdianamente y la tomamos como dato objeAvo dado, pero no naturalizado o a-histórico, se hace necesario entender que dicha forma fenoménica es producto de relaciones que condicionan dicha apariencia. Estas relaciones son a su vez un producto histórico de la humanidad, de las relaciones que hombres y mujeres como género humano han consAtuido a lo largo de la historia en su relación con la naturaleza y entre sí. Esto implica asumir que es el género humano quien ha construido la realidad social en la que vive y consecuentemente puede transformarla. Desde este método inspirado en Marx se en1ende que la verdad existe como la mayor aproximación a lo real, como verdad histórica, y por lo tanto la validez del conocimiento de la realidad no depende de acuerdos intersubje1vos de una “comunidad cien2fica” (como se 1ende a colocar en los debates epistemológicos), el criterio de verdad es la realidad (inacabada, en procesos constantes de cambio, como construcción histórica del género hu-

mano, el cual Aene en la negaAvidad -movimiento de superación de una forma por otra- el motor de transformación); en este mismo senAdo la elaboración de categorías para comprender la realidad social no son producto de la mente de hombres y mujeres invesAgadores, sino que son formas de ser del ser, es decir son procesos reales en las relaciones del género humano con la naturaleza y entre sí. Asumir el método críAco-dialécAco y la críAca de la economía políAca exigiría un proyecto de sociedad que apunte a superar el capitalismo, y posteriormente la sociedad de clases, es decir un proyecto de la clase trabajadora, por ende la objeAvidad teórico-metodológica no es “neutralidad” ideopolíAca, por eso esta dimensión del proyecto debe hacerse explícita, no es posible construir un camino, sin una idea de hacia a dónde se va, con lo cual no se pretende que el camino se realiza en la mente, el camino se proyecta en ésta, y se va materializando en la realidad concreta, con cambios, de acuerdo a los nuevos elementos y contradicciones que van surgiendo; por esto es que el proyecto socialista /comunista de sociedad, es un proyecto que sigue en construcción, pero que ya Aene unos pilares que deben ser aprendidos, reflexionados, renovados, y ampliados, así como ya existen unas experiencias de las cuales se debe aprender los avances y los errores. Estas tres dimensiones (el método críAco-dialécAco, la críAca de la economía políAca y el proyecto revolucionario), como unidad que son, posibilitan un abordaje teórico-metodológico que en sí mismo Aene implicaciones para pensar y asumir proyectos profesionales orgánicos a las clases trabajadoras, lograrlo implica la ampliación, profundización y apro-

piación de los aportes de Marx, así como una actualización (a parAr de la revisión y análisis de los conAnuadores de su pensamiento), para hacer frente a las corrientes sean reaccionarias, conservadoras o “alternaAvas” que están dentro del campo teórico denominado pos-moderno; dichos proyectos no deben pensarse como una homogeneidad en las ciencias sociales, sino como una hegemonía que en cada país y cada área dependerá de las condiciones histórico-sociales así como de los debates ideopolíAcos y teóricos al interior de la profesión, es esta la principal apuesta de recuperación de una perspecAva marxista de totalidad para superar la fragmentación de las ciencias sociales. Referencia bibliográfica COUTINHO, Carlos N. -Posfácio de José Paulo NeCo- (2010). O estruturalismo e a Miséria da Razão. São Paulo. Expressão Popular ________________ (1994). Marxismo e PolíAca. Brasil. Cortez LUKÁCS, György (2009). O jovem marx e outros escritos de filosofia. Rio de Janeiro. UFRJ ______________ (2010). Marxismo e teoria da literatura. Rio de Janeiro. Expressão Popular MARX, Karl (2007). Contribuição à CríAca da Economia PolíAca. São Paulo. Expressão popular __________ (2009). Manuscritos econômico-filosóficos. São Paulo. Boitempo __________ e ENGELS, Friedrich (2010). A ideologia alemã. São Paulo. Expressão popular NETTO, José P. (2004). Marxismo impenitente. São Paulo. Cortez _____________ (2007). Crise do Socialismo e Ofensiva Neoliberal. São Paulo. Cortez


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POLITÓLOGOS FUERA DE LA UBA Muchas veces surge la pregunta acerca de si la formación que recibimos en la carrera está a la altura. Luego nos damos cuenta que, por haber pasado una estadía en la UBA, la pregunta pasa a ser a la altura... de qué. Y eso es bueno. El hecho de poder cuesAonar, enjuiciar los conocimientos adquiridos, nos comprueba una y otra vez que lo dado queda chico. No obstante este primer insAnto que nos tranquiliza al comienzo, no podemos obviar ese espíritu falsacionista propio de la epistemología, que muy bien Schuster supo inculcarnos a todos y todas; y es ahí cuando vamos por más, cuando decidimos poner a prueba el paradigma (si es que algo así existe para la disciplina) de FSOC y nos lanzamos al mercado educaAvo en busca de evidencias comprobadoras o superadoras. Sí, dijimos mercado, porque en esta primera entrega fuimos al choque sin airbag de aquello que las universidades privadas, sirven como opción para quienes alguna vez el vocablo Ciencia PolíAca les resultó atracAvo. Y empezamos por la fruAlla del postre, por la universidad mejor rankeada o mas taquillera en la materia. En este número la afamada Torcuato Di Tella (en adelante UTDT, o “la Torcuato” indisAntamente) . Sin poder escapar del espíritu cuesAonador de la UBA, tuvimos un debate entre las tres creadoras de esta nota, acerca de cómo abordar la invesAgación. ¿Método cuali, cuanA?

(de nuevo Schuster en nuestras cabezas) ¿Buscábamos estadísAcas de deserción? ¿De inserción laboral (en dónde)? ¿Hacíamos entrevistas semiestructuradas? ¿Secuestrábamos al rector para que nos cuente el negocio?...En fin, con tanto ruido y sin ninguna nuez aún, decidimos arrojarnos a las facultades, en busca de inspiración in situ. La primer visita a la Di Tella no fue nada exitosa. Debíamos coordinar previamente cita, cosa que ni imaginábamos, así que tuvimos que retornar otro día. Con la cita hecha, volvimos esa misma semana. La estrategia escogida fue hacernos pasar por ingresantes recién saliditas del secundario, en busca de orientación sobre la carrera para ver que nos podían ofrecer. Nos recibió una chica que nos comentó que estudiaba en la insAtución (en sus úlAmas materias, según nos dijo) y que había tenido la suerte de ser empleada en la administración de la UTDT, como anAcipo de devolución de la beca de estudios de la que era portadora. Ella nos iba a interiorizar del mundo Di Tella. Lo primero que mencionó fue que todas las carreras de dicha casa de estudios estaban diagramadas para no-trabajar (sic). “Se persigue con ello dedicación exclusiva por parte de los estudiantes, colocando materias en contra-turno, y que la asistencia se controle como condición para la regularidad”. Ciencia Polí1ca no es el plato

fuerte en la Di Tella, la sugerencia del cheff versaba sobre complementarla con la licenciatura en Estudios Internacionales. Al preguntar en qué radicaba la diferencia entre ambas carreras, lo único que nos supo responder era que “una está orientada hacia adentro y otra hacia fuera”. Se nos remarcó que existe la posibilidad de realizar una doble diplomatura, dado que la Universidad tenía contacto con Ins,tut d’ Études poli,ques de Francia, con lo cual sin equivalencias, se validaba el Btulo en el exterior reconocido como “Master’s degrees in Sciences Po”. Le preguntamos cuántos niveles de idioma eran necesarios para acceder a la doble diplomatura, nos dijo que no se pedía comprensión en idioma extranjero en ninguna instancia de la carrera. Hasta acá, no nos resultaba del todo llamaAvo la falta de exámenes de idioma, sin embargo la orientadora (como ella se definía) nos remarcó que la UTDT daba por sentado que el nivel de estudiantes que acude maneja idiomas, debido a la fracción socioeconómica de la que provienen (?). Con el fin de despegarse del prejuicio proseliAsta que rodea a la universidad en lupa (según ella misma mencionó), nos quiso remarcar que “la Torcuato” cuenta con un sistema de becas para quienes no pueden acceder a su cuota mensual de $3600 (más matrícula y derechos de examen), que a su vez demuestren contar con las apAtudes necesarias para


Muchas veces surge la pregunta acerca de si la formación que recibimos en la carrera está a la altura. Luego nos damos cuenta que, por haber pasado una estadía en la UBA, la pregunta pasa a ser a la altura... de qué. Y eso es bueno. El hecho de poder cuestionar, enjuiciar los conocimientos adquiridos, nos comprueba una y otra vez que lo dado queda chico. formar parte: se toma en consideración un promedio superior a ocho durante los dos úlAmos años del secundario, como condición. El sistema funciona del siguiente modo: se beca al aplicante durante su formación, debiendo cumplir el plan de estudios propuesto y compromeAéndose a devolver a la universidad, una vez graduado, cada peso correspondiente a la/s matrícula/s y cuota/s de su historia académica. A no alarmarse: la UTDT cuenta con convenios en grupos consultores de mercado afines dispuestos a recibir a los recién graduados. Ahora bien, de esto deducimos que el sistema no es otra cosa que asegurar a “la Torcuato” un cupo de profesionales que presten servicios sin remuneración durante los primeros años de recibido; recordemos que tal como está diagramado el plan de estudios, resulta imposible laburar durante el estudio… Hecha la introducción a la comunidad Di Tella, estamos en condiciones de saborear el plato fuerte: su plan de estudios. Debemos mencionar que las materias iniciales son comparAdas entre varias carreras de grado afines y no tanto, ofreciendo al alumnado la potestad de solicitar pase, si aún no está decidido en lo que quiere estudiar; AtenA con esto: al cambiar la carrera escogida, uno renegocia su plan de correlaAvidades, y por tanto ¡renegocia su cuota! En el primer año, nos topamos con materias tales como: Matemá-

Aca I y II / Taller de escritura I y II (sí, son dos materias obligatorias). Para el tercer año: Organizaciones y teoría de la Decisión o PolíAca Exterior de Estados Unidos. Hacia el úlAmo año de cursada: Finanzas Públicas y Curso de campo menor (cuatro en total durante el año). No sé ustedes. pero hay materias que suenan a descuelgue. Se terminó el horario de cita, y había otros potenciales alumnos que orientar (esperando en la sala común, en compañía de sus padres) por lo que amablemente nos solicitó reArarnos, ofreciéndonos una nueva entrevista, si así lo requeríamos. Nos paramos dispuestas a emprender la re1rada, pero caí en cuenta de que no contábamos con el material suficiente para ofrecerle a la comunidad de FSOC, así que improvisamos una estrategia complementaria. Saliendo de la oficina de orientación, pedimos que nos indicaran dónde quedaba el baño y hacia allí nos dirigimos, aún sin saber muy bien que hacer, pero la observación hace al invesAgador: notamos que pegado al baño se encontraba el comedor. Decidimos pedir una gaseosa e intentar una entrevista semi-estructurada con algún miembro de “la Torcuato”; pero ¿cómo abordarlos? Nos sentamos. De refilón escuchamos que una chica y un chico hablaban sobre la diferencia entre Rusia y no recordamos qué otro país “son de políAca”- pensamos. Los interrumpimos y un poco toscamente valida-

mos la pregunta ¿Son de ciencia políAca, perdón, de “gobierno” chicos?...dudaron en responder. “Algo así”-dijeron. Sin darles espacio, nos apresuramos en contarles que estábamos interesadas en ingresar a estudiar a la UTDT y les queríamos pedir algo de orientación. “Tenemos cinco minutos nada más, porque hay que entrar a clase…y son muy estrictos con el horario”- así que nos dieron sus mails. Después de intercambiar algunos comentarios, nos terminaron por convencer que nos anotemos en la UBA. Resultó ser que eran graduados de nuestra casa de estudios, y se encontraban haciendo un posgrado pago por la empresa en donde trabajaban (no mencionaron cual). Llegaron a decirnos a grandes rasgos que había mucha bajada en las clases, que los estudiantes por lo general no preguntan porque lo único que conocen de la disciplina es el enfoque New Public Management “que hace eje, para que en,endan, en la ges,ón administra,va” -agregaron. “En la UBA el recorrido es mas completo, pero le faltan los enlaces, los contactos, que es lo que en las privadas, podes conseguir mas fácil, bah con la cuota al día” -dijeron. Y, sin poder conseguir nuestra entrevista guionada, sin casi nada de material final, nos fuimos de algún modo, más completas; nos llevamos la certeza de que algo volvía a su lugar, habiendo someAdo la teoría a falsación, habiendo pasado el tamiz.


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OINK WALKER RED LABEL, EL CONTRATO Y LA GRANJA En la película Animal Farm (Animal Farm, 1999), basada en la obra homónima de George Orwell (1949), se puede inferir, en un primer momento y a grandes rasgos, una sociedad dividida en dos clases: humanos propietarios y animales trabajadores, explotados por los humanos. En este momento inicial se observan divisiones en el seno de los humanos representadas por Jones, el pequeño propietario rural y Pilkington, que, en términos relaAvos con Jones, se presenta como un acaudalado comerciante arrendatario. Respecto de las relaciones entre Jones y los animales son, en un primer momento, de un autoritarismo y una explotación total.Por el lado de los animales, a parAr de la reunión en el granero, el discurso del dirigente y márAr llamado El Comandante y la toma de conciencia por parte de los animales que deviene en la victoria animal; se produjo la expulsión de los humanos con la consecuente toma de los medios de producción de la granja. La estructura de la sociedad tomaba así un momentáneo Ante horizontal bajo la conducción de Bola de Nieve. La burocracia administraAva representada en los cerdos, grupo del cual éste formaba parte, comenzaba a escindirse del resto de los

animales en un proceso que tendría como corolario el desAerro de Bola de Nieve y la toma del poder por parte de Napoleón. Este es el momento en que una pequeña elite dirigente se separaba definiAvamente y traicionaba los ideales de la revolución animal, proceso que finalizaría con los cerdos visAéndose y actuando como humanos, erigiéndose como una clase social alejada de los trabajadores. A esta altura el paralelo con las primeras décadas de la URSS se hace inevitable. Se puede trazar una correspondencia entre El Comandante y Lenin, el desterrado Bola de Nieve y Trotsky, Napoleón y Stalin, y por úlAmo, entre el caballo Boxer y Stajánov (Wikipedia, Alekséi_Stajánov), el obrero ejemplar que en el film llega a autoexplotarse hasta la muerte en pos de una mayor producAvidad. Por otro lado, la situación social planteada en la película, es también pensable a través de la tenue pero siempre encendida luz de los contractualistas, en parAcular, desde el ideal rousseauniano, se puede percibir que la organización de la granja previa a la rebelión estaba asentada sobre un pacto inicuo basado en la voluntad de unos pocos, los hombres. Los animales se encontraban en un estado de esclavitud. No eran

dueños del fruto de su trabajo. Por el contrario, trabajaban sin cesar para que el hombre, “el único animal que consume sin producir” (Orwell, 2004: 51), los someAera como su amo. Rousseau (1988) afirma que “Cuando un solo individuo subyuga sucesivamente a hombres aislados, independientemente de su número, no es posible hablar de un pueblo y su jefe, sino de un amo y sus esclavos. Se trata, si se quiere, de una agresión, pero no de una asociación “(Rousseau, 1988: 13). Al respecto de esta situación, el discurso de El Comandante fue puntual al afirmar que “Todos los males de nuestras vidas provienen de la Aranía de los seres humanos” (Animal Farm, 1999: 08.06). Esta desigualdad, previa a la consAtución de la sociedad civil, se aprecia en el ideal lockeano a parAr de la introducción del dinero. El uso de la moneda permite superar los límites naturales a la acumulación dando origen a la desigualdad en la posesión de bienes privados, que “...ha sido posible al margen de las reglas de la sociedad y sin contrato alguno; y ello se ha logrado, simplemente, asignando un valor al oro y a la plata, y acordando tácitamente la puesta en uso del dinero.” (Locke, 1990: 74). En la película, la granja


UN ANÁLISIS DE ANIMAL FARM A TRAVÉS DE LAS CATEGORÍAS CONTRACTUALISTAS

del señor Jones representaba una sociedad civil conformada en base al pacto lockeano, caracterizado por Rousseau (1988) como pacto inicuo: “... se hace pasar falsamente por leyes decretos inicuos, que no Aenen por fin más que el interés parAcular (Rousseau, 1988: 104). Según Macpherson (1979) “...Locke (...) establece un derecho natural de acumular canAdades ilimitadas de propiedad privada (...) Es, pues, para proteger este derecho natural ilimitado, por lo que los hombres acuerdan establecer la sociedad civil y el gobierno” (Macpherson, 1979: 188). Mientras los hombres se preocupaban por el dinero, la vida de los animales de la granja, era sólo “...miseria y esclavitud...” (Orwell, 2004: 51). Con la muerte de El Comandante, la necesidad de superar el calamitoso estado en que se encontraban los animales fue inminente. Es así que los animales se propusieron rebelarse contra el hombre, y establecer un nuevo orden en el que “...todos los animales deben formar una unidad y una hermandad...” (Animal Farm, 1949: 11.18). El “Animalismo” o la “Razón animal”, fue caracterizada como la doctrina que propugnó la igualdad de los animales, y se uAlizó como

base ideológica de la revolución. La consigna del Animalismo era análoga a la planteada en el Contrato Social de Rousseau (1988) “Si se invesAga el mayor bien de todos (...) se verá que se reduce a estos dos objetos principales: la libertad y la igualdad. La libertad, porque toda dependencia parAcular es fuerza quitada al cuerpo del Estado; la igualdad, porque la libertad no puede subsisAr sin ella “ (Rousseau, 1988: 51). El Comandante había muerto por la causa animal pero antes había imparAdo sus principios según los cuales, la única salida para lograr mejoras en la vida animal era la “¡Revolución!” (Animal Farm, 1949: 17.09). Adaptando el contrato social rousseaunianio a la comunidad animal, se puede decir que en la nueva asociación, sobre la cooperación de muchos, cada animal, en unión a todos los demás, solamente se obedecería a sí mismo y quedaría tan libre como antes (Rousseau, 1988: 14). Conforme transcurría el Aempo, la organización de la granja basada en el pacto pos rebelión derivaba hacia una nueva configuración. Se puede idenAficar la conformación de un nuevo pacto inicuo impuesto por el grupo de los cerdos, encubierto bajo la retórica revolucionaria. Este grupo, que se

legiAmó en el poder e impuso sus intereses, jusAficó su posición mediante la posesión de un saber disAnAvo que los colocaba en una posición de privilegio sobre el resto de los animales: sabían leer y escribir. Estas capacidades resultaban sumamente necesarias para enfrentarse a la nueva realidad de la granja. En etapas tempranas de la implantación del nuevo orden, pareció exisAr una intención de inculcar estos saberes al resto de los animales, pero la idea se desvaneció cuando rápidamente los cerdos tomaron provecho de su situación al arrogarse para sí posiciones de poder. El saber especializado funcionó como una forma de conseguir poder legíAmamente, al menos en los momentos inmediatamente posteriores a la revuelta. Los cerdos argumentaron que la posesión de la capacidad para leer y escribir los colocaba como los más idóneos para tomar decisiones y regir el desAno de la granja jusAficando de ese modo su mando verAcal y autoritario. SomeAeron al resto de sus compañeros a los trabajos más duros a la vez que implementaron un sistema de vigilancia opresivo (adiestrando a las nuevas crías, como fue el caso de los cachorros de Jessie, la perra que relata la historia) afian-


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zando la tajante nueva división de clases. Esta situación remite a la dicotomía propuesta por Foucault (1987) representada por el par saber-poder, dos conceptos que se retroalimentan: la “armazón del saber”, el discurso legiAmado, jusAfica la obtención de poder, mientras que el poder restringe el acceso al saber; poder y saber se refuerzan mutuamente consAtuyendo un discurso que prescribe normalidad y condena opciones alternaAvas allí donde existe un conflicto latente. Este par, poder y saber, se puede visualizar como un círculo que excluye de los puestos de dirección a aquellos cuyos intereses se opongan a los grupos que detentan el poder (Foucault, 1987: 12-18). Rousseau (2005) explicó el desarrollo de las ciencias y las artes como un producto de la capacidad de perfecAbilidad inherente a los hombres. Este desarrollo, que solía apreciarse como un símbolo del progreso conAnuo de la humanidad (sobre todo en el iluminista siglo XVIII), fue visualizado por él como parte de un proceso de degradación, que alejó cada vez más al hombre de su verdadera esencia, provocando su desnaturalización y corrupción a la vez que lo sujetaba al yugo de la dependencia mutua (económica, cultural, social, etc.). Este encadenamiento que se dió el hombre a sí mismo, limitó su liber-

tad, agravó la desigualdad social, y en úlAma instancia engendró el odio y la guerra. En el caso de los cerdos, se puede equiparar su alfabeAzación con el desarrollo técnico-arBsAco de la humanidad. La posesión de estas competencias por parte del grupo porcino, al igual que en los hombres la posesión de saber, los llevó a violar los preceptos del Animalismo, a contemplar su propio interés en lugar de velar por el bien común; como antes se mencionó, el cerdo y el hombre se tornaron indisAnguibles, generando tensiones crecientes al interior de la comunidad animal. Así como el relato que adorna el progreso de la ciencias y las artes esconde las verdaderas consecuencias del avance de éstas disciplinas, el discurso que los cerdos generaron pregonó libertad e igualdad, pero en realidad, no se hizo más que socavarlas, sojuzgando a sus anAguos pares y minando las bases y los principios de la comunidad formada luego de la rebelión. De la misma manera que para Rousseau el hombre descubrió el fuego, el lenguaje, el hierro etc., hitos conAngentes que determinaron el proceso de su desnaturalización alienante, aprehendidos gracias a la perfecAbilidad humana (Rousseau, 2005, 125-129); también los cerdos descubrieron la televisión, uAlizada en un principio como mecanismo de distracción y luego,

como mecanismo de difusión y propaganda. El nuevo feAche permiAó adoctrinar y uniformizar a los animales subordinados; mediante él, se generó una mitología de veneración al nuevo líder: Napoleón. Con el grupo de los cerdos erigido en los puestos de dirección de la comunidad, se producen al interior del grupo varias divisiones, proceso que culmina con el establecimiento del Comité de Cerdos, donde primaron las voluntades parAculares sobre la voluntad general. La conformación de este nuevo organismo produjo una violación flagrante sobre la voluntad general, entendida como resultante del pacto social, donde cada hombre “pone en común su persona y todo su poder” (Rousseau, 2005: 57) a su servicio, y es en ella que cada uno de los hombres cumple con la doble responsabilidad que Aene consigo mismo y con los demás. Por otra parte, existe en el pensamiento de Rousseau la concepción de un ciudadano con dos roles: acAvo y pasivo. El rol acAvo corresponde al hombre como miembro del soberano deliberando en asamblea, generando sus propias leyes; en el rol pasivo, el hombre se toma como miembro o súbdito del Estado, asumiendo las decisiones adoptadas dentro del cuerpo moral y colecAvo ─llámese ciudad, república o cuerpo políAco─ el cual está compuesto por

“Todos ignoramos algo, todos sabemos algo, por eso siempre aprendemos” Paulo Freire

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todos y cada uno de los miembros de la asamblea (en la película conformada por cerdos, perros, caballos, vacas, gallinas, entre otros.). Se puede citar como un ejemplo de manifestación de la voluntad general en el film la escena del debate convocado por Bola de Nieve en la cual se discuAó y se decidió colecAvamente acerca de la construcción de un molino (Animal Farm, 1999: 49.16). Allí el pueblo, ─entendido como el conjunto de los animales─ reunido en asamblea, determinaría el rumbo a seguir con la producción de la granja. La voluntad parAcular nunca deja de exisAr, es inherente al individuo, lo que recae sobre ella y sobre cada uno de los que la posee es la obligación para con el cuerpo políAco y el bien común, “pues la voluntad parAcular, Aende por su naturaleza al privilegio, y la voluntad general a la igualdad” (Rousseau, 2005:67-68). Según lo expresado en la película, la voluntad parAcular, actuaba a través de facciones, primero el grupo de los cerdos y luego el Comité liderado por Napoleón. No había reparo en debaAr cuesAones públicas en espacios privados, no se buscaba el bien común, sino el privilegio de unos pocos por encima del bienestar general de los habitantes de la granja. Es por ello que a través de la fuerza (representada en la guardia animal) se intentó eliminar todo vesAgio o señal de divergencia; como evidencia puede tomarse el desAerro de Bola de Nieve, quien trataba de seguir el camino trazado por El Comandante, socializando el conocimiento como forma de empoderar al resto de los animales, lo que consAtuía un peligro para la supremacía indiscuAda del grupo de los cerdos. Se rastrea en este argumento la idea foucaulAana ya señalada que remite al saber como una fuente que legiAma el poder. De esta manera, con una impronta autoritaria, represiva y to-

talizadora, la voluntad parAcular buscó consolidar su posición en la asamblea. El desAerro de Bola de Nieve facilitó a Napoleón el ir un paso más allá en busca de acaparar el poder total, muestra de ello fue la destrucción de la asamblea, decisión que echó por Aerra los postulados de la Animalidad y con ello de la voluntad general. Además, la conformación del ya mencionado Comité de Cerdos no solo rompió el pacto, sino que configuró un aparato que le permiAó erigirse en el poder, llevar adelante su propósito armamenAsta de dominación, subyugación y explotación del resto de los animales para su interés par-

1988: 21). Viendo la película a través del ideal rousseauniano, se puede apreciar la existencia de una posesión ilegíAma de la propiedad privada por parte del Sr. Jones. Uno de los preceptos planteados para jusAficar el derecho el primer ocupante indica al trabajo y al culAvo como los únicos signos de propiedad que deben ser respetados (Rousseau, 1988: 21-23). El propietario de la granja, no sólo no trabajaba su Aerra, sino que incurría en una serie de hechos que colocaban a los animales en una situación de esclavitud indigna. El interés parAcular del propietario en todo momento primó por sobre el interés general,

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Acular. La rebelión y la posterior toma del control de los medios de producción por parte de los animales se puede jusAficar apelando al derecho del primer ocupante (Rousseau, 1988: 20-23). Este es considerado por Rousseau como un derecho natural de los hombres (dado que según este autor el mencionado derecho surge en el Estado de Naturaleza), que se cede completamente junto con los demás derechos, al momento de suscribir el contrato y retorna hacia los individuos en forma derecho civil reforzado, garanAzando la legíAma posesión de la propiedad, convalidada moralmente por el resto de la comunidad y subordinado a ella. Allí donde la naturaleza había colocado desigualdad ,sica o de talento entre los hombres, la vigencia del contrato hace a los hombres iguales por convención y derecho (Rousseau,

entendido éste como el interés de la comunidad animal toda. De esta forma, quedó legiAmada la rebelión animal, y el posterior control de la granja en manos de los animales, el cambio de propietarios fue simbolizado mediante la modificación del nombre del establecimiento. Cabe aclarar que si bien para Rousseau existe la posibilidad de una apropiación grupal de un terreno, no es, en ningún caso, la comunidad en su conjunto quien toma el control de los medios de producción (en este caso la Aerra), algo que sí se aprecia en la película Animal Farm (1999). Como se mencionó anteriormente, la película hace una clara referencia críAca al régimen soviéAco. Por parte de Rousseau, en cambio, se trata más bien de una férrea oposición a la etapa del capitalismo imperante en su época, contraponiéndolo a un ideal de so-


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ciedad compuesta por “pequeños propietarios agrícolas” (Villaverde, 1988: XX). Rousseau coincide con Locke en que el origen del derecho a la propiedad privada se da en el Estado de Naturaleza. No obstante, mientras en el primero el bien común prima por sobre todo derecho individual, en el pensamiento del segundo la propiedad privada es inviolable, y la sociedad políAca se conforma para asegurarla. Si bien existe en Locke un momento previo a la introducción del dinero, donde las caracterísAcas de la propiedad se definen observando la moral y desterrando el egoísmo, con la introducción del dinero estas limitaciones son rápidamente derribadas dejando el paso libre al avance mercanAlista (MacPherson, 1979: 191). En Rousseau, las limitaciones morales en la acumulación persisten, ésta es su forma de asegurar una sociedad en la que se conserven ciertos niveles de igualdad, con el derecho de propiedad individual sirviendo al bien común. Se puede rastrear en esta idea vesAgios del pensamiento aristotélico que proponía un usufructo comunal de la propiedad privada (Aristóteles, 2007: 73-74). Cabe destacar que el ginebrino no piensa en igualdad en términos absolutos, sino que se trata de una sociedad que establezca un “baremo mínimo, realista : que ningún ciudadano sea tan rico como para comprar a otro, ni ninguno tan pobre como para verse obligado a venderse“ (Villaverde, 1988: XVIII). Para Villaverde (1988), “...la relación salarial marca el nivel en que dicho baremo ha sido sobrepasado”, el bien común ya no Aene más senAdo en dicha sociedad, compuesta por “...átomos independientes y egoístas que sólo persiguen su propio interés” (Villaverde, 1988: XVIII). Como producto de la incipiente diferenciación social en la granja, en la que emerge el grupo de

los cerdos escindido del resto de la sociedad, surge el comercio entre la elite de cerdos dirigidos por Napoleón y el humano Pilkington, acAvidad en franca oposición a los principios mencionados por El Comandante. Estos establecían que “Todas las costumbres del Hombre son malas” (Orwell, 2004: 55), por lo tanto, el comercio, en tanto costumbre humana, era considerada como mala. Al respecto, si los animales realizaban alguna acAvidad humana, tal como vesAr ropas, beber alcohol, fumar tabaco, manejar dinero o comerciar, pronto se parecerían al hombre. El Animalismo era una doctrina para alejarse de él, no para acercársele, ya que “todo el que ande a dos patas es un enemigo” (Animal Farm, 1999: 31:51). Como ya se mencionó, tras la muerte de El Comandante, el desAerro de Bola de Nieve y posteriormente la usurpación del poder por parte de Napoleón, se impuso la voluntad parAcular de los cerdos sobre la voluntad de los animales en general. El comercio, así como otras costumbres humanas, fueron pracAcadas por la elite allegada a Napoleón, conformando una voluntad parAcular y a su vez la que Rousseau llama voluntad del cuerpo, aquella que es “...general con respecto al gobierno y parAcular con respecto al Estado...” (Rousseau, 1988: 61) ya que por un lado, contradecía la voluntad general pracAcando acAvidades propias de los seres humanos, y por el otro el objeto de este comercio era el enriquecimiento personal y la adquisición de bienes suntuarios para usufructo del sector dominante. Por otro lado el comercio con los vecinos humanos puede ser explicado por el paulaAno pero creciente debilitamiento del régimen impuesto por los cerdos, que fue acompañado por un viraje hacia la fabricación de armamentos y la pro-

tección de las fronteras. En palabras de Rousseau “todo pueblo que, por su posición, no Aene otra alternaAva que el comercio o la guerra, es débil en sí mismo; depende de sus vecinos; depende de los acontecimientos; no Aene sino una existencia insegura y breve. Subyuga y cambia de situación; o bien es subyugado y no es nada. No puede conservarse libre salvo a fuerza de pequeñez o de extensión” (Rousseau, 2005: 95). En este contexto, los siete principios originales de animalidad comenzaron a ser modificados en favor de la legiAmación del poder y los cerdos cada vez se parecieron más a los humanos. La consigna “entre los animales debe haber unidad y camaradería. Todos somos iguales” (Animal Farm, 1999: 11:15) fue cambiada por “Todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros” (Animal Farm, 1999: 1:21:54). Y efecAvamente, era esta la señal definiAva que marcaría la ruptura del ideario central del animalismo por el cual se habían organizado: Libertad e igualdad. La huida de la perra Jessie y acompañada por otros animales era inminente. Recapitulando, el proceso de disolución del cuerpo políAco conformado posteriormente a la rebelión animal, en el film, puede ser interpretado como un quebrantamiento del pacto social. El camino observado en Animal Farm (1999) coincide con el señalado por Rousseau (1988) cuando describe el “natural” transcurso hacia la degeneración y disolución del gobierno. Para el ginebrino, el cuerpo políAco, al igual que el cuerpo humano, muere; la duración de su vida dependerá de la capacidad de los hombres para consAtuirlo de la mejor manera posible. En ese senAdo, el descalabro de la granja con el que comienza el relato de Jessie en el film, es una consecuencia esperable ya que


OINK WALKER RED LABEL, EL CONTRATO Y LA GRANJA | 21

“como todas las cosas construidas sobre malos cimientos, la granja acabaría por hundirse” (Animal Farm, 1999: 1.27). Esta disolución se inicia, en términos Rousseaunianos, con el pasaje del gobierno democráAco al aristocráAco y luego al monárquico. En la película se puede apreciar este proceso a través del establecimiento del gobierno aristocráAco con la conformación del Comité de Cerdos, y luego, el pasaje al gobierno monárquico dada la notable preeminencia de Napoleón en dicho Comité; un personaje que puede considerarse como un déspota, ya que Napoleón se colocó por encima de la leyes usurpando el poder soberano (Rousseau, 1988: 84-88). Este proceso de toma de poder por parte de una facción deja a los ciudadanos en una posición en la que recobran con pleno “derecho su libertad natural, se ven forzados, pero no obligados, a obedecer.” (Rousseau, 1988: 86). Es decir, prima la violencia para lograr la obediencia de los ciudadanos; en contraposición, la vigencia de un pacto legíAmo conlleva a que los ciudadanos obedezcan la ley debido a su compromiso para con los demás y para con uno mismo. La obediencia al soberano, que obra mediante leyes en tanto “actos auténAcos de la voluntad general” (Rousseau, 1988: 89), acontece porque atenerse a la ley implica obedecerse a uno mismo, el ciudadano es su propio legislador, y esto lo hace libre. Una vez caído el régimen de Napoleón y mientras no se producía la llegada de los nuevos propietarios de la granja, los animales quedan librados a su voluntad, es un estado que podría interpretarse como de libertad natural, incluso se pueden apreciar las dos leyes naturales propugnadas por Rousseau (2005): la autoconservación, visible en el escape desesperado de la granja en el que parAcipa Jessie y algunos ani-

males más; y el senAmiento de piedad, que se puede suponer cuando esta halla un sobreviviente canino de las ruinas de la granja (Rousseau, 2005: 108-110). Ahora bien, que los sobrevivientes se rijan por la las leyes naturales no supone que exista un regreso al Estado de Naturaleza, a ese lugar en el que prima la individualidad humana, donde el hombre amoral se guía valiéndose únicamente de su insAnto (Rousseau, 2005: 104-106); es imposible volver; las experiencias vividas se acumulan formando un corpus de conocimiento para la humanidad, así se consAtuye un bagaje del cual es imposible librarse. Este acervo que consAtuye un capital cienBfico, técnico, cultural y arBsAco es producto de la perfecAbilidad humana, consistente en sucesivas instancias de desnaturalización, que, como ya se mencionó, se encuentran signadas por un cúmulo de hechos azarosos. El proceso desnaturalizador, irreversible, ha alejado a los hombres (en el caso de la película a los animales) de su primiAva naturaleza. Queda entonces como única alternaAva, ante la imposibilidad de retornar al Estado de Naturaleza, la intención de reorientar este proceso inevitable en pro del bien común, tomando como aprendizaje la experiencia anterior. Al respecto Jessie relata: “Hay nuevos propietarios. No les dejaremos cometer los mismos errores. Reconstruiremos la granja. Y por fin seremos libres” (Animal Farm, 1999: 1.27.24). Parece vislumbrarse en esta frase la pretensión de llevar adelante un nuevo pacto, el uso del plural (“reconstruiremos”) implica parAcipación colecAva, y la mención a la granja y a la libertad invita a trazar un paralelismo con la conformación de una nueva comunidad, equitaAva y justa. En cualquier caso, el devenir se muestra esperanzador.

Referencia bibliográfica Aristóteles (2007): PolíAca. Buenos Aires. Alianza. 140 pág. (Traducción Carlos García Gual y Aurelio Pérez Jiménez) ISBN 978-950-40-0225-3. Foucault, Michel (1987): El orden del discurso. Buenos Aires. Tusquets. Locke, John (1990), Segundo tratado sobre el gobierno civil, Buenos Aires, Alianza. MacPherson, Crawford Brough (1979): La teoría políAca del individualismo posesivo. De Hobbes a Locke (2ª ed.), Cap. V, Barcelona, Fontanella. Orwell, George (2004): Rebelión en la granja. Buenos Aires. DesAno. Rousseau, Jean Jacques (1988): El contrato social. Barcelona. Altaya. 140 pág. (Traducción María José Villaverde, (1762) Du contrat social) ISBN 84-487-0121-6. Rousseau, Jean Jacques (2005): El contrato social. Buenos Aires. Losada. 216 pág. (Traducción LeAcia Halperín Donghi,) ISBN 950-030669-7. Rousseau, Jean Jacques (2005): Discurso sobre las ciencias y las artes. Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres. Buenos Aires. Losada. 168 pág.Traducción LeAcia Halperin Donghi, (1750) Discours sur les sciences et les arts. (1754) Discours sur l'origine et les fondements de l'inégalité parmi les hommes) ISBN 950-03-0443-0. Villaverde, María José: (1988): Estudio preliminar en Rousseau, Jean Jacques, Elcontrato social. Barcelona. Altaya. Wikipedia, Alekséi_Stajánov. Versión electrónica disponible en hCp://es.wikipedia.org/wiki/Aleks %C3%A9i_Staj%C3%A1nov consultado en sepAembre de 2012. Filmografia Animal Farm. Dir.John Stephenson . Perf. Pete Postlethwaite, Alan Stanford, Caroline Gray. Hallmark Entertainment, 1999. TV


2 2 | A P O R T ES S O B R E L A D E M O C R A C I A E N A M É R I C A L AT I N A

LA DUALIDAD DE PODERES EN OAXACA Año 2006, se viven Aempos picantes en México. Las elecciones a presidente arrojan un panorama inestable e incierto. Andrés Manuel López Obrador, del parAdo centroizquierdista PRD, denuncia fraude en las elecciones y se autoproclama ganador frente a Felipe Calderón del histórico PAN. El tribunal electoral y Calderón salen a retrucar: hubo poca diferencia pero la conAenda la ganó el parAdo conservador. Se abre un proceso de importante inestabilidad políAca, signado por mulAtudinarias manifestaciones públicas, invesAgaciones a los candidatos y recuentos de votos. A mediados de ese mismo año 2006, el sindicato de Maestros de Oaxaca, uno de los estados del sureste mexicano, inicia un Bpico reclamo salarial orientado al gobernador Ulises Ruiz OrAz (URO). Comienza el 22 de Mayo con una huelga y un plantón (forma mexicana de definir al “acampe”) en la plaza principal de la capital del estado. Días más tarde el gobierno provincial del PRI (ParAdo Revolucionario InsAtucional), lanza una feroz represión y desaloja el plantón con un operaAvo terrestre y aéreo que involucra a 3 mil efecAvos policiales y militares. La reacción popular no se hace esperar. Los oaxaqueños se solidarizan con sus maestros y repudian el accionar militar en las calles. Tras una secuencia de manifestaciones populares seguidas de represión, el pueblo del estado mexicano con mayor composición indígena comienza a apropiarse del centro políAco de Oaxaca: alzan cientos de barricadas para ocupar la ciudad y autodefenderse de los ataques de las fuerzas represivas. Comenzaba una gran insurrección popular en una región donde el PRI venía gobernando ininterrumpidamente hacía 76 años. Y a la par de la lucha ca-

llejera, se creaba un marco organizaAvo que se conoció como la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca). Así como se reproducían las barricadas, aumentaba el control popular de la capital oaxaqueña. Una docena de radios llegaron a estar tomadas por el pueblo; la antena del canal 9 de televisión debió ser derribada con un helicóptero militar debido a los contenidos que transmiBan las mujeres de la APPO que también se habían instalado en este medio de comunicación. Los edificios públicos de los tres poderes se encontraban abandonados u ocupados por manifestantes. El gobernador y gran parte de sus funcionarios habían huido también de la ciudad. Con el horizonte de buscar apoyo del resto del pueblo mexicano que venía siendo desinformado con las tergiversaciones de las cadenas de información masiva, desde Oaxaca parAó también una caravana hacia la capital del país, el Distrito Federal. Además se realizaban constantemente movilizaciones en el estado, llegando a contar con una megamarcha de 800 mil manifestantes. En la creación de la APPO confluyeron 340 organizaciones. La prácAca asamblearia ya tenía larga tradición en esas Aerras. Las comunidades originarias, que son muchas y diversas en Oaxaca, contaban con la asamblea popular como máxima autoridad. La APPO es un emergente de la crisis insAtucional y políAca de la democracia representaAva y sus principales parAdos. Vino a cuesAonar la relación sociedad-gobierno, a repensar las formas tradicionales de hacer la políAca, a reinventar los modos organizaAvos. Su dirección colecAva era provisional y revocable y contenía una representaAvidad tanto por parte de las regiones del estado como de las organi-

zaciones acAvas de la asamblea. Según algunos de sus referentes se trató de un movimiento mulAdireccional debido a su composición social heterogénea y a los diferentes niveles de poliAzación de los grupos que perseguían diversos objeAvos para esta lucha. A su vez, se consideraba un movimiento sin líderes ni jerarquías donde primaba el principio zapaAsta de “mandar obedeciendo”. Resultaba ser la APPO una “asamblea de asambleas”. La importancia que logró la APPO como referencia políAca organizaAva de aquel movimiento de masas que se apropió de uno de los estados mexicanos invita a pensar la cuesAón del poder y, en parAcular, la relación entre diversos poderes que disputan la hegemonía en determinado espacio y en cierto momento histórico. El pueblo organizado en Oaxaca consAtuye, en este período, una expresión de poder popular que pone en jaque al poder insAtucional, gubernamental. Controla geográficamente un territorio y toma decisiones sobre él. Controla medios de comunicación y experimenta fuerzas de seguridad del pueblo que neutralizan en parte el control de las fuerzas represivas estatales sobre su territorio. Es un poder paralelo, democráAco pero anAestatal que resulta antagónico con el poder gubernamental. Las reflexiones de Lenin y Trotsky en torno a la cuesAón del Estado y la dualidad de poderes en los Aempos de la Revolución Rusa atraviesan estas líneas. Lenin define a la dualidad de poderes así: “Consiste en que al lado del gobierno provisional, el gobierno de la burguesía, se formó otro gobierno, todavía débil, embrionario, pero sin duda de hecho existente y en desarrollo -los soviets de diputados obreros y solda-


Un gran movimiento de masas logra apoderarse del estado oaxaqueño en 2006 y tambalea a un Gobierno. Dos poderes que, en desigualdad de condiciones, se enfrentan por el control político y territorial de un estado. Una invitación a pensar en la dualidad de poderes a partir de un hecho histórico determinado. dos.” “Es una dictadura revolucionaria, es decir, un poder que se apoya directamente en la conquista revolucionaria, en la iniciaAva inmediata de las masas populares venida de abajo, y no en la ley promulgada por un poder de Estado centralizado. Es un poder de un género completamente diferente del poder que generalmente existe en las repúblicas parlamentarias democráAco-burguesas del Apo habitual imperante hasta ahora en 1os países avanzados de Europa y de América.” ¿Podremos hablar de que en Oaxaca del 2006 se dio un proceso de dualidad de poderes? El poder popular funcionaba como desarAculador del aparato estatal a la vez que ordenador embrionario y antagónico. Eran poderes incompaAbles entre sí que se encontraban en una lucha encarnizada por el control ,sico y políAco del territorio. No era un poder dividido, sino que había dos poderes, dos gobiernos que coexisBan. Así como durante la Revolución Francesa, en el período de la Asamblea ConsAtuyente el Rey se fuga de Varennes, en esta Oaxaca contemporánea el Gobernador del estado se fuga de la capital. Cuando el gobierno retoma su lugar, por varios años deberá ubicar las oficinas y edificios de sus poderes legislaAvo, judicial y ejecuAvo lejos de la capital donde no eran bien recibidos. Son momentos que, inestables y transitorios, pueden o no preceder a una etapa revolucionaria pero que en sí son momentos históricos que demuestran un nivel alto de lucha de clases y de disputa por el poder. La representaAvidad es uno de los boAnes de esta guerra. El poder gubernamental, legiAmado en elecciones cada cierta canAdad de años, no permite una revocación de su man-

dato cuando el pueblo se levanta y sale a exigirlo en las calles. Sólo lo permite, en úlAma instancia, a través de los propios mecanismos en los que se siente cómodo para jugar, un parlamento, la jusAcia, o algún otro mecanismo de las insAtuciones públicas. El poder popular paralelo no es legal sino de facto, y nace desde abajo por la iniciaAva espontánea del propio pueblo. Ese poder no necesita de un voto, de un reconocimiento insAtucional o gubernamental, por sí solo se legiAma y muestra su representaAvidad al sostener demandas e iniciaAvas de las mayorías y al convocar a cientos de miles para llevarlas adelante. Así y todo, ese poder, al luchar contra el poder gubernamental, no puede ser reconocido y debe ser reprimido porque no responde a los mecanismos que la democracia representaAva moderna permite. Así es como estos dos poderes luchan entre sí y se niegan el uno al otro para proponer formas antagónicas de entender al gobierno y a la representaAvidad y Aenen concepciones del Estado contrapuestas. Tan peligroso, tan incontenible y tan real resultó el movimiento de masas de Oaxaca en aquel año, que el gobierno provincial tuvo que recurrir a todas las estrategias represivas del Estado mexicano. Además de torturas, amenazas, asesinatos, infiltrados, el gobierno priísta de URO debe rogar un acuerdo con el gobierno nacional de Vicente Fox, ex gerente de Coca Cola y entonces presidente por el PAN (ParAdo Acción Nacional). El PAN se encontraba en una situación delicada debido a las denuncias de fraude en las elecciones nacionales. Es en este contexto que el PAN y el PRI no encuentran mejor oportunidad que pactar para salir mutuamente be-

neficiados. El PRI, como tercera fuerza nacional, apoyará al candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, en las sospechas por el fraude. El PAN pondrá todas las fuerzas represivas de México a actuar sobre Oaxaca para que el PRI conAnúe su gobernación interrumpida por el conflicto con la APPO. Pacto hecho, represión armada. Luego de días de resistencia y batalla del pueblo, el gobierno, a través de la violencia, logra tomar nuevamente el control de la ciudad oaxaqueña y del gobierno provincial. Se cierra, parcialmente, el capítulo de una etapa convulsionada en el sureste mexicano. La APPO sigue encabezando y acompañando diversas luchas, reclamando por las atrocidades comeAdas tras las represiones de 2006 y proponiendo otra forma de hacer políAca, de gobernar, de construir la sociedad. Posiblemente se diga que esta batalla estuvo perdida, en término exiAstas y bélicos eso es real. Lo que, indudablemente, no se perdió es la confianza del pueblo en sus propias fuerzas, en la unión de sus potencialidades, en la posibilidad de cambio del status quo. El poder popular sigue exisAendo en Oaxaca, sigue disputando el poder y sigue dando la batalla al poder gubernamental. Posiblemente, la dualidad de poderes nos sorprenda en cualquier momento con otra Comuna de Oaxaca. Referencia bibliográfica AAlio Boron, “Poder, contra-poder y anApoder”, publicado en Herramienta. V. I. Lenin, Obras escogidas. Jhon Holloway, “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. Hernán Ouviña, arBculos periodísAcos publicados en Prensadefrente.org. Notas periodísAcas de diarios mexicanos.


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LOS CONSEJOS COMUNALES COMO PARADIGMA DE LOS PROCESOS DE DEMOCRATIZACIÓN EN LA VENEZUELA DEL SIGLO XXI

La historia laAnoamericana del siglo XX ha sido fuente inagotable de estudio para gran parte de la intelectualidad avocada a los estudios sobre democracia y sistemas políAcos. CríAcas liberales, marxistas y conservadoras siguen indagando acerca de la naturaleza de los gobiernos de posguerra, que arrojaron experiencias inéditas a lo largo de todo el conAnente. Varias de estas experiencias nos permiAeron vivenciar procesos en los que el poder del pueblo movilizado pesó más que nunca, obligando a los gobiernos (en su mayoría netamente burgueses) a ceder en varios de sus reclamos históricos, y permiAendo que la organización y la poliAzación de la sociedad se desarrollaran como nunca. Sin embargo, como apunta AAlio Borón1, la democracia de la era keynesiana ha quedado en el pasado, dando lugar a gobiernos en los que cada vez se acentúa más el peso de las corporaciones económicas y los grupos financieros internacionales. En este 1po de democracia que el sistema capitalista ha desplegado y consolidado por todo el mundo, la única instancia de par1cipación general de la sociedad

en el gobierno es la de votar representantes, a los cuales se transfiere el poder para gobernar “en nombre del pueblo”. En nuestras propias ConsAtuciones, y en honor a los Aempos de la Revolución Francesa, está plasmado el principio de soberanía del pueblo, la cual éste “solo puede ejercer a través de sus representantes”. Con la ofensiva del capital, iniciada en la fase de mundialización neoliberal, se produce una brutal des-democraAzación de las relaciones sociales en América LaAna. Este ciclo se caracteriza por la financiarización de la economía, la apertura al “mercado internacional”, y la “acumulación por desposesión”2, configurando un terrible avance del imperialismo sobre nuestros pueblos. Los efectos de esta nueva dinámica de acumulación de capital, que tuvo su primera experiencia en los 70 con el Golpe de Estado pinocheAsta en Chile, y consolidada en los años 90, se evidencian en un profundo crecimiento de las desigualdades sociales, desocupación, saqueo de nuestros bienes comunes, aumento de la explotación del trabajo, etc. Es en este contexto que se consolidan las democracias laA-

noamericanas. La idea de la representación se impuso aquí como la única vía de parAcipación posible y deseable. Esta nueva fase de acumulación dio lugar a un ciclo de resistencias populares al neoliberalismo, que cuentan entre sus expresiones al levantamiento zapa1sta en 1994, los cortes de ruta en Argen1na en 1996, el Foro Social Mundial en 2001, entre otros. En Venezuela, los antecedentes directos de la victoria del chavismo en 1999 son el Caracazo3 (1989) y el intento de golpe de una fracción del Ejército liderada por el propio Chávez4 (1992). Al fallar esta alternaAva para tomar el poder, Hugo Chávez se volcó a la campaña electoral por la que, respaldado por gran parte de la población venezolana, llegó a la Presidencia en 1998. Por esta vía se intentaba construir lo que fue bauAzado como “Socialismo del siglo XXI”, comenzando con una reforma consAtucional en 1999. Poniendo en cues1ón el ideal de Democracia Representa1va, la Venezuela de los úl1mos años se plantea como obje1vo (con la reforma cons1tucional como primer paso) el desarrollo de un modelo


La historia latinoamericana del siglo XX ha sido fuente inagotable de estudio para gran parte de la intelectualidad avocada a los estudios sobre democracia y sistemas políticos. Críticas liberales, marxistas y conservadoras siguen indagando acerca de la naturaleza de los gobiernos de posguerra, que arrojaron experiencias inéditas a lo largo de todo el continente.

de Democracia Par1cipa1va. Ésta no comprende solamente la apertura al debate políAco en los barrios, sino que supone un intento de incluir de manera real a las organizaciones populares y a la ciudadanía en general en la toma de decisiones, ejecución y control de las políAcas públicas. En este senAdo, son diversas las medidas del gobierno venezolano para procurar consolidar lo que denomina “Democracia ParAcipaAva y Protagónica”: la insAtución del llamado Poder Ciudadano, con el fin de controlar la acAvidad de funcionarios e insAtuciones públicas; la creación de un Ministerio dedicado al tema de la parAcipación; la conformación de Consejos Comunales y el impulso a la creación de comunas (célula básica de autogobierno); y mecanismos de parAcipación en la gesAón pública como el diagnósAco parAcipaAvo, el presupuesto parAcipaAvo y la contraloría social.5 Pero la mencionada introducción de los Consejos Comunales como ámbitos reducidos para la parAcipación más directa, es la que configura el elemento paradigmáAco dentro del proceso bolivariano de descentralización del gobierno.

Como enAende Marta Harnecker6, “la relación entre descentralización y protagonismo popular es un punto central del socialismo del siglo XXI”. Según la ley que los crea, los Consejos Comunales (CC) son ámbitos de parAcipación que dividen al territorio en pequeñas zonas, y son integrados por las organizacio-

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cución de políAcas públicas, en función de las necesidades y potencialidades de los territorios que abarca cada consejo. Se elabora un plan de trabajo integral que contempla disAntas áreas, buscando dar respuesta a los problemas más senAdos de la comunidad (economía popular, vivienda, agua potable, infraestructura, educación,

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! " " % # !! ! " # # " " " #! " ! ! ! ! $ nes comunitarias, grupos sociales y ciudadanos que habitan en ellas. A través de los CC es que se organiza y transfiere poder a los disAntos sectores “en las bases” de la nación, en busca de consolidar la parAcipación popular para el sostenimiento de la revolución bolivariana. El objeAvo de los mismos es promover la parAcipación popular para la gesAón, promoción y eje-

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cultura, etc), para lo cual se cuenta con financiamiento del Estado Nacional a la vez que con recursos propios. Están conformados por conglomerados de familias, dependiendo su canAdad de las caracterísAcas demográficas del territorio (de 200 a 400 familias en zonas urbanas, a parAr de 20 en zonas rurales y a parAr de 10 en comunidades indí-


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genas). La autoridad máxima en los CC es la Asamblea de Ciudadanos, compuesta por todos los vecinos mayores de 15 años, y cuyas decisiones Aenen carácter vinculante, “es allí donde radica la soberanía y el poder del pueblo”. De ella se de-

pan las organizaciones y ciudadanos que así lo deseen y cuyos voceros conforman el órgano ejecuAvo del CC. En segundo lugar, el llamado Banco Comunal, cuyos cinco integrantes son designados en Asam-

rivan: Por un lado, los Comités de trabajo, áreas designadas para el tratamiento de las diversas problemáAcas que se idenAfiquen en Asamblea, en las cuales parAci-

blea, y que consAtuye el órgano financiero del CC. Por úlAmo, la Contraloría Social, encargada de fiscalizar el desarrollo de las acAvidades del CC así como también de las que están

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bajo gesAón estatal, y cuyos/as cinco integrantes son elegidos/as en Asamblea. La creación y promoción de los Consejos Comunales, dejando de lado los problemas puntuales que se suscitan en su implementación en cada comunidad (sectarismo, burocraAsmo, apaBa, falta de parAcipación o de representaAvidad), supone una apertura democráAca para el proceso revolucionario bolivariano. Lo cual se arAcula con el conjunto de medidas progresivas adoptadas por el gobierno de Chávez sobre todo a parAr del 2002 (pos golpe de Estado), que democraAzaron las relaciones sociales en la Venezuela del siglo XXI. En estas experiencias, son protagonistas organizaciones y movimientos populares como el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora, la Coordinadora Simón Bolívar y el Frente Francisco de Miranda, cuya parAcipación intenta poner el eje, en palabras de Juan Manuel Karg, en el “empode-


LOS CONSEJOS COMUNALES COMO PARADIGMA DE LOS PROCESOS... | 27

ramiento” de los CC como espacios en que pueden desarrollarse formas democráAcas de parAcipación popular haciendo eje en las experiencias colecAvas de los de abajo.7 En un contexto internacional caracterizado por la crisis de la mundialización neoliberal, la creciente desigualdad y el avance de fuertes tendencias anAdemocráAcas en disAntos Estados nacionales8, la consolidación de los Consejos Comunales representa una interesante experiencia para la construcción de una democracia alternaAva. Sin embargo, existen moAvos para pensar que este proceso de parAcipación puede estancarse e incluso desarrollar crecientes grados de burocraAzación. Si bien los CC suponen un avance democráAco, el marcado personalismo y estaAsmo que caracterizó al gobierno de Chávez, van en desmedro de la construcción del poder de los de abajo. La potencialidad transformadora de los CC se ve limitada por la burocracia estatal y del PSUV, que luego de la muerte de Chávez está inmerso en una lucha de tendencias por asumir la dirección del proceso, pero en la cual no se observa un protagonismo de las organizaciones populares y de la clase trabajadora. Actualmente, el modelo consolidado durante los úl1mos 14 años muestra sus debilidades y limitaciones. Con niveles de inflación inusitados (que afectan, sobre todo, a la clase trabajadora), casos de corrupción por doquier y una alarmante fuga de capitales, el modelo de crecimiento económico primario exportador con eje fundamental en la producción petrolera se ve envuelto en una profunda crisis. A su vez, la creciente polarización políAca de la sociedad, que tuvo su pico más violento en las jornadas

pos victoria de Nicolás Maduro (en las que fueron asesinados militantes chavistas), configuran el complejo escenario de la realidad venezolana. De esta manera, hoy se plantea al gobierno y al pueblo venezolano la necesidad de conAnuar el proceso iniciado hace más de una década. Es claro que, si esto no sucede, si no se avanza en la definiAva construcción de nuevas relaciones que rompan con los lazos de explotación y opresión que rigen a las sociedades capitalistas, el proceso bolivariano retrocederá probablemente, preso de fenómenos como “la corrupción, el burocraAsmo, la concentración del poder políAco, tentaciones bona-

parAstas, conservadurismo, abusos de poder en las empresas y organismos estatales, intensa explotación obrera y rural, concentración de la riqueza bancaria y comercial, en suma: la reproducción del sistema metabólico del capital”.9 Queda entonces por delante la profundización de las vías de par1cipación y el aumento radical del peso del poder popular en las decisiones nacionales (no sólo en las que corresponden al ámbito local), para consolidar así una verdadera democracia, que contribuya a la emancipación social e individual, acabando defini1vamente con las relaciones de dominación propias del capitalismo.

Referencia bibliográfica 1.BORÓN, AAlio A. “Socialismo del siglo XXI ¿Hay vida después del neoliberalismo?” 2.HARVEY, David “El nuevo imperialismo” 3.Rebelión popular contra el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, en donde fueron asesinados/as cientos de manifestantes y miles resultaron heridos/as. 4.Fallido golpe de estado contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, comandado por un grupo del Ejército Venezolano pertenecientes al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) 5.HARNECKER, Marta. “Democracia, parAcipación y socialismo en Venezuela: una mirada críAca”. 6.HARNECKER, Marta. “Democracia y socialismo. El futuro enraizado en el presente”. 7.KARG, Juan Manuel. “Estado y parAcipación popular en Venezuela. La experiencia de los Consejos Comunales (2006/2010) 8.“(…) Las grandes corporaciones y los capitales financieros Aenen una capacidad creciente de imponer su voluntad en las políAcas públicas. En el año 2011 en la Unión Europea, los llamados “mercados” impusieron un cambio repenAno y sin debate público de la ConsAtución Española, para limitar consAtucionalmente el déficit fiscal. Las demandas de realización de un debate nacional y un referéndum para someter a la consideración de la población esta decisión fueron rechazadas por los principales parAdos. En Grecia e Italia impusieron el cambio de dos gobernantes electos democráAcamente por los tecnócratas ligados al grupo financiero Goldman Sachs, en lo que se ha denominado golpe de estado financiero o golpe de estado de Goldman Sachs (…)”. LANDER, Edgardo. “¿Un nuevo período histórico?” 9.GUERRERO, Modesto Emilio. “El desa,o del socialismo a través del PSUV”.


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COLOMBIA: ¿LA DEMOCRACIA MÁS ESTABLE DE AMÉRICA LATINA?

Según la página web oficial de la embajada colombiana (2013) “Colombia es la democracia más an,gua y estable de América La,na, con elecciones democrá,cas consecu,vas cada cuatro años, durante los úl,mos 50 años. Sus gobernantes han sido elegidos por la vía democrá,ca. En Colombia existe libertad de prensa. Colombia ha tenido una de las economías más estables de América La,na en el Siglo XX”. En el presente arBculo se problemaAzan los argumentos anteriores sobre una hipótesis central: El carácter estructuralmente violento del desarrollo capitalista colombiano sosAene la estabilidad democráAca (lo cual pone en entredicho la supuesta estabilidad), cuyo eje principal es la apropiación de la Aerra, generadora no sólo de la riqueza del país, sino también elemento categórico central para el desarrollo integral de la sociedad en su conjunto. Éste análisis se enfoca en los úlAmos veinAtrés años de la historia colombiana, divididos en tres periodos, focalizando en aspectos que son centrales en la actualidad1 y que llevan a la sociedad colombiana a ser protagonista hoy de procesos que pueden contribuir a la concreción de un modelo sociopolíAco que se enmarque

en la lucha por la superación de las contradicciones del sistema capitalista, las cuales solo pueden ser posibles en un proyecto éAco-políAco alternaAvo al imperante. El primer periodo (1990 - 2002) recoge los aspectos generales de lo que fue el proceso de la ConsAtuyente, que dio vida a la consAtución políAca reformada en 1991 y abre un escenario bastante complejo para los años siguientes, principalmente en términos económicos, con un país que gira rápidamente hacia el neoliberalismo. El segundo periodo (2002 - 2010) abarca las dos etapas presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (que serán analizadas como el conAnuum de un solo proceso), donde el recrudecimiento de la violencia y la alianza políAcoeconómica con sectores criminales, y la polarización de la sociedad, operan sistemáAcamente para mostrar en el contexto internacional un país “serio” con un ambiente propicio para la inversión extranjera, alineado parAcularmente a los intereses de los Estados Unidos en la región. Y en el tercer periodo (2010 - 2013) se analiza lo que va del periodo presidencial de Juan Manuel Santos en el que se destaca el conAnuismo de la políAca de “seguridad democráAca” (una de

las banderas del periodo anterior); la intención explícita de consolidar el bloque hegemónico a través de reformas parlamentarias, y una políAca de paz que legiAme el despojo y no altere en medida alguna las estructuras de dominación establecidas en el modelo capitalista colombiano. Todo esto en contraste con el despertar y la emergencia de la lucha y resistencia del movimiento social.

Primer Período (1990 – 2002) La caracterísAca común a los países de América LaAna en la década de los 90’s fue la implementación del modelo Neoliberal, soportado en la supuesta “convergencia planetaria en el capitalismo” (FUKUYAMA; 1989) resultante de la caída del muro de Berlín. Colombia no fue ajena a las recetas del Consenso de Washington y le ha costado con creces su “éxito” por la ejemplar obediencia a los organismos mulAlaterales. La reforma a la consAtución políAca de 1886 (cuya impronta “conservadora” y plutocráAca puesta por Rafael Núñez ameritaba una renovación), concretaba la reforma del estado y la “democracia”, falsa promesa de los consejeros neoliberales que sentaban un marco legal propicio


Con el presente artículo se pretende abrir un debate con el lector/a, introducir un análisis crítico y aportar una posible caracterización de la democracia en Colombia, cuyo modelo de acumulación capitalista se basa en la explotación indiscriminada de los recursos naturales, generando hoy más de cinco millones de desplazados internos, en su gran mayoría campesinos/as que se han visto obligados/as a abandonar sus tierras, ampliando cada vez más los cinturones de miseria que se encuentran en las grandes ciudades, elevando los niveles de desempleo y subempleo, notoriamente visibles y consecuencia lógica de un proceso de expansión y desarrollo que no tiene en cuenta los sectores históricamente más vulnerables y desprotegidos de la sociedad.

para la Apertura Económica. Es de aquí que se caracteriza dicho periodo como el Cons,tucionalismo Neoliberal2 puesto que vesAdo con el suAl disfraz de la ampliación de derechos y aplicación de una “Democracia ParAcipaAva”, implementó un proyecto de desregulación, re-primarización, financiarización, y transnacionalización de la economía colombiana, en relación desigual y dependiente con los Estados Unidos de Norteamérica. Aunque en 1988, el entonces presidente Virgilio Barco en un proceso de diálogos de Paz alertó la necesidad de preparar las bases políAcas para un proceso de “renovación democráAca”, dicho escenario no se correspondía con las condiciones reales de parAcipación políAca, que más que contar con una ciudadanía restringida, se estructuraba sobre el asesinato y desaparición de la oposición. Para las elecciones presidenciales de 1990, esta prácAca ya dejaba un saldo de 4 candidatos presidenciales asesinados (Jaime Pardo Leal por la Unión PatrióAca 1987, Luis Carlos Galán del ParAdo Liberal 1989, Bernardo Jaramillo Ossa de la Unión PatrióAca 1990 y Carlos Pizarro León-Gómez de la Alianza DemocráAca M-19 1990), al igual que los casi 7.000 militantes de

la Unión Patrió,ca3 y A Luchar entre quienes había alcaldes, concejales y diferentes funcionarios/as, líderes y lideresas del campo popular. Es así, como tras los candidatos ausentes por un sangriento proceso electoral, el muy saludable César Gaviria Trujillo del ParAdo Liberal alcanzó la presidencia sin grandes contendores, para inaugurar la calamitosa experiencia de la Apertura Económica y robarse las indulgencias, de un frustrado proceso de renovación democráAca, con la nueva consAtución políAca de 1991. Su políAca puso como condición la desmovilización de las organizaciones insurgentes para la parAcipación en el proceso ConsAtuyente. Una de las principales promesas de éste proceso fue superar el biparAdismo tradicional, sin embargo sólo se enmascaró en una explosión de parAdos políAcos que en realidad confluían en el Liberal y el Conservador. Es decir, una suerte de transformismo veló el escenario para cambiar las formas sin tocar el contenido. Ese mismo año, con el ataque a Casa Verde4 se terminó de derrumbar la confianza de las organizaciones insurgentes en las insAtuciones y en parAcular con el gobierno de Gaviria. El genocidio a la Unión Patrió,ca

que inició con el Plan Baile Rojo y conAnúo con el Plan Golpe de Gracia durante los años 90’s, otorga ejemplos suficientes para demostrar que la estabilidad democráAca, si es que la hay en Colombia, es producto de la violencia ejercida desde el Estado por la élite y los grupos paramilitares. La complicidad entre algunos gobernantes, militares y sus “ejércitos privados”, ha actuado de manera efecAva para desplazar por la fuerza a las poblaciones campesinas, despojándolas de las Aerras que tradicionalmente han habitado y trabajado. En 1994 el nuevo presidente, Ernesto Samper Pizano también del ParAdo Liberal, generó un momento de ilusión con promesas de Paz, que ofrecían más allá de la desmovilización de los actores armados, condiciones políAcas y sociales a través de la ampliación y el fortalecimiento de la democracia par,cipa,va, distanciándose de la senda neoliberal asumida con Gaviria. Paralelamente la desarAculación por exterminio de los movimientos políAcos y sociales, fue profundizada con la expansión y formalización del paramilitarismo5 con el surgimiento de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización de extrema-derecha. Su políAca con-


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tra-insurgente concentró el nivel de confrontación en las regiones rurales con presencia guerrillera, pero teniendo como objeAvo el control territorial donde la biodiversidad y ferAlidad de la Aerra propiciaba la siembra de “culAvos ilícitos”, para su financiamiento. Así, el narcotráfico instalado en las múlAples esferas de la sociedad colombiana, sustentó la cultura mafiosa y gangsteril, propia de la “clase políAca tradicional”6. El gobierno de Samper llegó a una crisis de legiAmidad al develarse mediante el Proceso 8.000, un alto nivel de corrupción y clientelismo políAco, expresado en la financiación de campañas electorales con fondos del narcotráfico entre las cuales se contaba la del mismo Samper. Tal crisis, trabó definiAvamente la posibilidad de llevar a cabo la agenda de su gobierno aunque a pesar de ello, concentró esfuerzos por entablar mecanismos de diálogo con el ELN y la CGSB, aunque con ésta úlAma con e,meros resultados. Para el año 1998, las esperanzas del inicio de la década se veían desvanecidas y el fracaso del Consejo Nacional de Paz, creado en la administración Samper tampoco daba buen augurio para la posteridad. La “democracia parAcipaAva” era un dibujo en letra muerta y las garanBas consAtucionales para el ejercicio políAco, no exisBan frente a la violencia estatal y para-estatal. La Apertura Económica empobreció a un amplio sector de la clase media e incrementó los índices de desempleo producto de la desregulación económica y la reforma del estado, des-sindicalizó a los trabajadores, descentralizó la administración pública, aplicó recortes y despidos del sector público y privado que no soportaba el nivel de competencia. Ante tal panorama es elegido presidente Andrés Pastrana Arango del ParAdo Social Conservador, hijo del ex –presidente Misael Pastrana

Borrero quien por el mismo parAdo, ganó las elecciones de 1970 mediante un claro fraude electoral frente a Gustavo Rojas Pinilla de la Alianza Nacional Popular (ANAPO). La administración Pastrana enfrentaba el reto de concretar el anhelo de Paz del pueblo colombiano, eje central de la políAca de entonces; ello requería formas novedosas de encarar el diálogo e integrar a la sociedad civil al proceso. Pastrana acordó en una reunión con el entonces Comandante en Jefe de las FARCEP, Manuel Marulanda Vélez “Tirofijo”7, abrir un proceso de diálogo en una zona desmilitarizada en del departamento del Meta, y cuya sede central sería El Caguán. El 7 de noviembre de 1998 el Gobierno aprobó la creación de una Zona de Despeje para el diálogo con las FARC- EP que comprendía cinco municipios en la zona de El Caguán, en los departamentos de Meta y Caquetá (RIZO OTERO; 2002). Aunque en mayo de 1999 se establecen las bases del proceso de Paz con el Btulo de Agenda Común por el Cambio hacia una Nueva Colombia o Acuerdo de Caquetania, paralelamente el gobierno sellaba un acuerdo con los Estados Unidos llamado Plan Colombia, cuya iniciaAva había sido modificada a beneficio de la potencia para financiar el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y la lucha contra el narcotráfico. Dicho acuerdo se contradecía con la imperiosa consigna de “cese al fuego y hosAlidades” que fue remarcada en la siguiente etapa del proceso a parAr del año 2000. ParAcularmente este periodo permiAó un acercamiento de sectores empresariales, estudianAles, de Derechos Humanos y asociaciones campesinas, para poner en discusión temas de interés para la construcción de la Paz en el país y modificar la estructura desigual de concentración de la Aerra. A pesar de esos intentos de “democraAzar” la Mesa Nacional de Diálogo y Negocia-

ción, las condiciones de la guerra y los intereses de un sector dominante impidieron un avance contundente, en cuanto a transformar las estructuras que dieron origen al conflicto se trataba. La políAca de EEUU intervenía a través del Plan Colombia financiando la guerra misma, las fuerzas paramilitares se expandían e intensificaban la confrontación, rompiendo la tregua pactada entre las FARC-EP y el gobierno, e incrementando las masacres y el desplazamiento en disAntas regiones del país, a lo que se sumaba la negligente gesAón del gobierno por desmantelar sus estructuras. Finalmente, la crisis económica y social producto del modelo neoliberal puesto en marcha, terminó de conformar el escenario de fracaso de un largo y convulsionado proceso de diálogo. El fin sin resultados de ésta etapa, causó una crisis de legiAmidad sobre los mecanismos de solución políAca al conflicto social y armado, lo que sentó las condiciones para el ascenso de un plan guerrerista de lucha contrainsurgente desde el estado, con incremento de la intervención norteamericana en su “lucha contra el terrorismo”, no sólo financieramente por medio del Plan Colombia sino con apoyo militar directo y el posicionamiento de una figura personalista, que al esAlo de Luis Bonaparte, fuera capaz de dirigir la derecha tradicional y la terrateniente con vulgares mecanismos de corrupción.

Segundo Periodo (2002 – 2010) En 2002 ganó las elecciones Álvaro Uribe Vélez, quien llegó a la presidencia como candidato “independiente” pero que hoy se puede caracterizar de una manera precisa como representante de un sector terrateniente agroexportador, ligado a los intereses de los Estados Unidos con el apoyo irrestricto de grupos criminales estatales y para-estatales. Su gesAón se fundó sobre la promesa de “pacificar el país” y aca-


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bar en un año con el que considera “es el mayor problema que Aene Colombia”, las FARC - EP, bajo el lema “mano dura -con el terrorismo- y corazón grande -con el pueblo-”, propósito que no logró cumplir. Durante el inicio de su gobierno se percibían tres líneas de acción de su políAca de seguridad democráAca: la primera, una “políAca de paz” con los grupos paramilitares, la segunda, la conAnuación de la ofensiva contra las FARC - EP, en el marco de lo que Víctor Guerrero Apráez (2011) denominó “la estrategia de absolu,zación del enemigo” acAvada al final del gobierno anterior, y la tercera, un grupo de políAcas puntuales –como los soldados campesinos, los esBmulos a la deserción y las redes de cooperantes – desAnadas a alimentar las otras dos. Una de las conAnuidades principales con el periodo anterior es la reafirmación del Plan Colombia, de la mano del Plan Patriota8 y la políAca de seguridad democráAca en consecuencia con la doctrina de seguridad nacional de los Estados Unidos, consAtuyendo en Colombia un pilar de dominación del imperialismo a nivel conAnental, reafirmado con la firma de múlAples tratados de índole militar, entre ellos la firma de un tratado para garanAzar mayor acceso a siete bases militares colombianas en el año 20099; en total “son nueve las bases militares habilitadas por el gobierno colombiano al norteamericano para la uAlización de la infraestructura, inclusive con personal de las fuerzas armadas estadounidenses para realizar operaciones de carácter militar en la región so pretexto de la lucha contra el narcotráfico” (Boron; 2012). Durante su gesAón y después de una denuncia realizada por Gustavo Petro en el año 2005 -Representante a la cámara por la oposición en una sesión del congreso-, sale a la luz pública que aproximadamente cien miembros del parlamento están vinculados con grupos criminales (para-

militares) y la mayoría de ellos hacen parte de la bancada o de la coalición de gobierno; para ser más exactos, el 40% del congreso colombiano (según declaraciones propias de los cabecillas paramilitares) Aene nexos directos o indirectos con organismos paraestatales. Igualmente, y no menos importante, el funcionamiento de la Seguridad DemocráAca en el marco de una situación de conflicto armado, se arAcula de manera necesaria con la reelección del gobernante presidencial en el curso del mismo conflicto. Así, la reelección resulta inseparable de la conAnuación de la guerra, en tanto su única posibilidad de victoria radica en ella. Para esto se acudieron a todo Apo de prácAcas corruptas como fue el caso del escándalo de lo que se denominó la YidispolíAca. Es éste un periodo de polarización en todos los ámbitos de la vida social y políAca colombiana, una etapa de clara desarAculación del movimiento social, a través de la militarización y desaparición ,sica de todo aquel que se considera enemigo políAco, donde jugaron, y hoy aún juegan un papel fundamental los medios hegemónicos de comunicación, quienes ante la convulsión del sistema políAco se encargaron de configurar una verdad proclive a sus intereses; posicionando un discurso guerrerista, violento y encarnizado en contra de toda expresión de protesta que pusiera en relieve la desigualdad social imperante en ese régimen catalogado en algunos sectores académicos como “democracia dictatorial” o democracia con prácAcas propias de una dictadura; y que pusiera en tela de juicio el rol llevado a cabo por el bloque hegemónico, creando un ambiente de persecución y terror propio de la edad media en donde se uAlizaron organismos tanto estatales como paraestatales. Según datos oficiales de la fiscalía general de la nación10 entre el año 2005 y el año 201011 habrían

sido asesinados en Colombia por grupos paramilitares ciento setenta y tres mil quinientas personas. El panorama expuesto da cuenta de una políAca de alineación a los intereses de Estados Unidos lo cual coarta la autonomía y soberanía del país con respecto al país del norte, de una políAca abiertamente violenta, de confrontación y guerrerista que Aene como principal fundamento el posicionamiento de un enemigo interno al cual atacar y eliminar políAca y militarmente a cualquier costo, que no es otro en el caso colombiano que el movimiento social en su conjunto, una políAca sistemáAca de imbricación con organismos criminales tanto legales como ilegales de la mano de un aparato estatal podrido y corrupto, al que no le importa cometer los más atroces crímenes con tal de salvar y proteger los intereses del bloque hegemónico que lo menos que puede consolidar es una democracia estable.

Tercer Periodo (2010-2013) Hablar de Seguridad DemocráAca o “Prosperidad DemocráAca” como suele llamarse en el presente período SanAsta, es referirse a terrorismo de Estado, monopolio de los medios de comunicación, privaAzación, impunidad, falsos posiAvos12. Esa es la democracia del siglo XXI en Colombia; una amalgama de los eternos ocho años de presidencia de Álvaro Uribe Vélez y el periodo de Juan Manuel Santos. Y es que la Seguridad DemocráAca no es más que la vieja y podrida doctrina de Seguridad Nacional (norteamericana), reciclada ahora con parlamento y -teres civiles (Kohan; 2013). Entonces, ¿Qué mecanismos hacen de la democracia en Colombia, la más “estable” de América LaAna? Juan Manuel Santos siempre estuvo a la vanguardia de la clase hegemónica; educado y formado por la doctrina Neoliberal y la lucha con-


32 | COLOMBIA: ¿LA DEMOCRACIA MÁS ESTABLE DE AMÉRICA LATINA? trainsurgente se convierte en “el hombre apropiado para gobernar el

país”; no sólo domina los medios masivos de información que se manAe-

Notas 1.Modelo de acumulación, estabilidad democráAca, condiciones para la protesta social y disputas de poder. Creemos que es necesario abarcar un periodo más extenso si se pretende realizar un análisis preciso, por eso en algunos apartes del arBculo retomamos hechos que son anteriores al periodo escogido. 2.Ver al respecto: “Derechos del Capital”; Jairo Estrada Álvarez. 3.De las políAcas de principios de los 90’s devienen serias consecuencias que agravaron las condiciones de vida, de organización y de protesta en el país. En medio de la persecución políAca y el exterminio que a través del Plan Baile Rojo, logró desarAcular la propuesta popular organizada de la Unión PatrióAca, surgió una desconfianza de amplios sectores de la población en las vías insAtucionales de parAcipación políAca, abonada por el creciente accionar violento de grupos paramilitares organizados por “gamonales” terratenientes, ganaderos y políAcos de extrema derecha en cooperación con las Fuerzas Militares. 4.Casa Verde, ubicada en el municipio de La Uribe, departamento del Meta, fue la sede donde los miembros del Secretariado Nacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (en adelante FARC-EP) recibían a los enviados del gobierno y la prensa para entablar los diálogos de paz. El ataque fue tomado por las FARC-EP como una traición a la voluntad de paz y dialogo establecidos en los Acuerdos de la Uribe, durante el gobierno de Virgilio Barco. La posterior políAca de ésta organización fue avanzar contra las FFAA del Estado y declarar una arremeAda insurgente, de la que en principio parAciparon varias organizaciones integrantes de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGBS).) 5.Días después de la asunción presidencial, el ministro de Defensa Fernando Botero anunció la creación en las áreas rurales, de las cooperaAvas de seguridad “Convivir”. Ésta maniobra orquestada con la orientación del entonces senador por el depto. de AnAoquia, Álvaro Uribe Vélez, sirvió para la legalización de los grupos paramilitares. Además, estos grupos recibieron apoyo técnico y logísAco de las FFAA a tal nivel, que desarrollaron operaciones conjuntas de las que resultaron crímenes atroces a la población civil. 6.Ver al respecto: Renán Vega Cantor. Lumpen-burguesía y capitalismo gansteril en Colombia. 7.Su nombre real es Pedro Antonio Marín, el pseudónimo de Manuel Marulanda Vélez lo tomó de un sindicalista y militante comunista asesinado en los años de La Violencia por su lucha. 8.Campaña militar de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional de Colombia, implementada desde 2003 en los departamentos del Meta, Caquetá y parte del Putumayo. Que buscaba como objeAvo principal recuperar las zonas urbanas y las vías de comunicación contra la influencia ejercida por grupos ilegales. 9.El pacto fue firmado en Bogotá el 30 de octubre de 2009 por el canciller colombiano Jaime Bermúdez y el embajador de Estados Unidos, William Brownfield. 10.Organismo adscrito a la rama judicial del Poder Público en Colombia. Su principal función es invesAgar y acusar a los presuntos responsables de haber comeAdo un delito a parAr del sistema penal acusatorio implementado con la ley 906 de 2004. 11.Periodo de consolidación del proyecto Uribista en el país. 12.Sistema de desaparición forzada basada en incenAvos militares y económicos, Fue planeado y dirigido por Juan Manuel Santos. 13.El Sistema de Seguridad Social Integral en Colombia, fue insAtuido por la ley 100 de 1993. 14.La ley 30 de 1992 es la ley por la cual se organiza el servicio público de la Educación Superior.

nen como columna vertebral del Estado terrorista colombiano, sino que además fue influyente políAca y económicamente en los ministerios del período presidencial de César Gaviria; el período conservador de Andrés Pastrana, y luego antecediendo su presidencia como ministro de Defensa de Álvaro Uribe. Siendo así, la Prosperidad DemocráAca, a través de su doctrina económica aprobando el Tratado de Libre Comercio con EE.UU, la Unión Europea, Turquía, Canadá, entre otros; de la coerción violenta, el monopolio de los medios de comunicación y el sistema de cooperación militar y paramilitar, se convierte en verdugo de las pequeñas industrias, de los pueblos indígenas, del campesinado, de los trabajadores y de toda la movilización social y de las expresiones de lucha del pueblo colombiano. Así mismo, La restricción a la parAcipación políAca es causa y efecto mismo de la persecución que durante años asedia a nuestros luchadores y luchadoras populares, contando con que ya son más de 250.000 los desaparecidos y desaparecidas en los úlAmos 20 años; y se calcula que más de 9.000 son los presos/as políAcos/as, recluidos en precarias condiciones en las disAntas cárceles del país. Prosperidad DemocráAca también implica privaAzación. La reforma a la salud- versión renovada de la ley 100 de 199313- que fortalece el sistema de las empresas de medicina prepaga, acompañado de la quiebra de los hospitales públicos por competencia desigual con IPS privadas, convierte una vez más los recursos públicos de la salud de los colombianos en renta privada. Por otro lado, la reforma a la ley 30 de 199214 que en pocas palabras, es un avasallante proyecto neoliberal que supone disolver la Universidad Pública, permiAría el ingreso y la financiación de las mismas a través de capitales privados; condicionando la autonomía del alma


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mater, los proyectos de invesAgación de las facultades y el papel fundamental que cumple el estudiantado como sujeto revolucionario. Todo ello relacionado con los alBsimos aranceles impuestos en las Universidades Públicas lo que hace de la educación un privilegio para pocos. La guerra- el negocio por excelencia de la burguesía lúmpen en Colombia- aparece como prioridad en el Presupuesto Nacional; sin contar con que además Colombia se ha converAdo en un exportador de guerra: en Paraguay, después del golpe de Estado en el 2012, Colombia se convirAó en su principal asesor en materia de seguridad, además de venta de armas y capacitación de policías. Casualmente todo coincide con la reacAvación del Comando Sur y la IV flota expectante en el pacífico; y las bases militares estadounidenses en Colombia (y ahora en Chile con la base Concón). En efecto, la Prosperidad DemocráAca responde al viejo legado de Seguridad Nacional que se inventaron en Estados Unidos, por lo que “si se pudiera usar el término de Democracia para hablar de Colombia, lo cual es un verdadero contrasen,do, habría que hablar de una democracia genocida” (Vega Cantor; 2007). Por úlAmo, y no menos importante, Los diálogos de Paz son un afanado intento de la clase hegemónica para re-establecer su legiAmidad, es la oportunidad para extender por cuatro años más la administración SanAsta que, según su doctrina, un país sin conflicto es más atracAvo para los capitales extranjeros, por lo cual se generarían las condiciones propicias para la consagración de la Apertura Económica. Pero el pueblo Colombiano resiste, se moviliza, se organiza y muestra su descontento ante la Prosperidad DemocráAca. El intento de reformar la ley 30 despertó un dragón dormido: en agosto de 2011 se consolida la Mesa Amplia Nacional

EstudianAl (MANE) como organización que se consAtuye en el acumulado de luchas, movilización, propuestas y desarrollos organizaAvos de las y los estudiantes que por varios años han irrumpido en la escena políAca nacional luchando por una educación diferente que responda a los intereses de la sociedad colombiana; aportando además al debate en la arena políAca colombiana a través de organizaciones sociales y políAcas, entre ellas, el Movimiento PolíAco y Social Marcha PatrióAca cuyo origen se remonta al 20 de Julio de 2010 en conmemoración al bicentenario del grito de independencia, pero su oficial aparición se produce en abril de 2012 convocando a una masiva marcha en las ciudades del territorio colombiano; más de 2.000 movimientos y organizaciones sociales que son la expresión de la lucha popular aAenden el llamado y marchan por una segunda y defini,va independencia. Marcha PatrióAca recoge el legado histórico de la Patria Grande que dejaron Bolívar y San MarBn, reivindicándose como anAimperialista, anAcapitalista y pugnando por la solución políAca al conflicto social y armado en Colombia, entendiendo este como consecuencia de la injusta distribución de la Aerra, las variadas formas de explotación en la sociedad colombiana por parte de los sectores económicos dominantes y el modo de producción capitalista e imperialista. Es importante destacar el papel que juega en la arena políAca el Congreso de los Pueblos, La Minga Indígena y las diversas organizaciones y expresiones que se unen y luchan por la dignidad de los actores sociales vícAmas de la histórica democracia colombiana, la más anAgua de América LaAna: una democracia que mide sus éxitos en litros de sangre. El Proceso de Paz, con la inclusión de la sociedad civil en la mesa de diálogos, el Paro Nacional Agrario y Po-

pular, y las disAntas expresiones del campo popular son el resultado de las décadas de lucha y resistencia de las generaciones de la población civil para vivir en un país en el que gobierne la paz con jusAcia social. El campo popular se está movilizando, haciendo tambalear las estructuras de dominación del Estado terrorista colombiano, porque si se quiere pensar en una verdadera democracia y en una nueva Colombia integrada a Nuestra América depende de la capacidad de los movimientos sociales de generar alternaAvas de poder popular para “desafiar la seguridad democrá,ca, para enfrentar la represión estatal (disfrazada de democracia) y las manipulaciones del gobierno de Santos”. (Kohan; 2013). Bibliografia Borón A. AAlio (2012): América LaAna en la geopolíAca del imperialismo. - 1a ed. - Buenos Aires: Ediciones Luxemburg. Kohan, Nestor (2013): Una opinión sobre las perspecAvas del conflicto colombiano. “La paz y el papel de los movimientos sociales”. Resumen LaAnoamericano. Vega Cantor, Renán (2007): El pensamiento críAco en un mundo incierto. Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar (volúmenes I y II), Colección Ciencias sociales- Universidad Pedagógica Nacional, Santafé de Bogotá, 2007. (hCp://es.wikipedia.org/wiki/Fiscal%C 3%ADa_General_de_la_Naci%C3%B3n _(Colombia) Guerrero Apráez, Víctor. Estrategias de ruptura políAca, absoluAzación del enemigo y conversión ideológica en Rafael Núñez y Álvaro Úribe. Papel PolíAco [en línea] 2011, 16 (Enero-Junio) : [fecha de consulta: 1 de abril de 2013] Disponible en:<hCp://www.redalyc.org/arAculo.oa?id=77724397005> ISSN 01224409. Guzman, German; Fals Borda, Orlando; Umaña Luna, Eduardo (2010): La violencia en Colombia (Tomo I) Bogota, Colombia. Distribuidora y Editora Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A.


3 4 | A CT U A L I D A D D E L A C A R R E R A

CIENCIA POLÍTICA Y GOBIERNO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS

Nuestra carrera está orientada hacia la formación de gestores sociales, es decir, profesionales que se dediquen a la función pública. Esto tiene que ver, por un lado, con el proyecto institucional, que piensa las carreras y las organiza en función de problemas sociales (Ciencia Política se agrupa junto a Relaciones Internacionales, Seguridad Ciudadana y Educación en el Departamento de Planificación y Políticas Públicas); y, por el otro, con la perspectiva de formar profesionales relacionados con y al servicio de la comunidad. En este sentido, nuestro plan de estudios se podría dividir en dos: una primera parte compuesta por materias con mayor densidad teórica, como Teoría Política, Sociología Política y Economía; y una segunda parte en la

que nos especializamos en la función pública, cursando materias como Gobierno Local, Políticas Públicas y Derecho Administrativo. Sin embargo, de la manera en que se plantea y desarrolla nuestro plan de estudios, observamos que hay un marcado corte entre ambas partes que, de alguna manera, no componen un cuerpo coherente de materias articuladas. Si bien existen materias de corte más teórico, no hay un correlato entre éstas y la especialización, corriendo el riesgo de que en vez de formar profesionales comprometidos y con sentido crítico, se formen tecnócratas al servicio del gobierno de turno. A su vez, existe una gran falencia en cuanto a materias o disciplinas como epistemología y filosofía política, que

contribuirían al desarrollo de la reflexión teórica política y la formación de un sentido crítico sobre nuestro objeto de estudio. En cuanto al contenido específico de las materias, se hace evidente el enfoque liberal desde el cual es abordada la carrera en general, en desmedro de las distintas corrientes de pensamiento crítico. Es necesario entender que la revisión, crítica y discusión de nuestros planes de estudio, de lo que aprendemos y de cómo lo hacemos, es parte importante de nuestra formación. Sabiendo que esta revisión solo puede llevarse adelante de manera democrática, con una mirada integral y crítica, es que toman importancia los distintos espacios de discusión y debate, como esta revista.




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