I+C+i ►TERCERA SESIÓN: 26 de abril de 2007 En esta sesión se presenta el Atlas Ilustrado de Sistemas Operativos Culturales, a cargo de José Luis de Vicente, periodista, comisario especializado en cultura digital, arte y tecnología y creador del weblog Elastico.net, y Óscar Abril, productor cultural. Con la participación de Jorge Luis Marzo, comisario e investigador, Rubén Díaz, del colectivo ZEMOS´98 (Sevilla), Marcos García, de Medialab (Madrid) y Pedro Soler, de Hangar (Barcelona).
ATLAS ILUSTRADO DE SISTEMAS OPERATIVOS CULTURALES I. CONSILIENCIA
Ninguna de las grandes transformaciones contemporáneas (el calentamiento global, las migraciones masivas, el impacto de la biotecnología, el desmoronamiento de la propiedad intelectual, la desaparición de la privacidad...) pueden explicarse desde una única disciplina. Todas son resultado de las colisiones y cortocircuitos que se producen entre sistemas científicos, sociales y tecnológicos en permanente evolución, ya sean de carácter científico, cultural, social o tecnológico. Anticipándose a esta situación, en los años 50, C.P. Snow acuñó el concepto de tercera cultura para reclamar un nuevo modelo operativo que superara la división tradicional entre ciencias y humanidades. Para John Brockman, creador del think tank edge.org y principal promotor del actual término, la tercera cultura responde a la necesidad de volver a situar a los grandes científicos de hoy en el centro del debate cultural y social, ya que son los que «han tomado el lugar de los intelectuales tradicionales, al hacer visibles los significados más profundos de nuestras vidas que están redefiniendo quiénes somos y cómo somos».
Tras la tercera cultura, Edward Osborne Wilson propuso en 1998 un nuevo término en su libro Consilience: The Unity Of All Knowledge. Buscando una superación de las guerras de ciencia que tras el escándalo Sokal habían abierto a lo largo de los 90 una brecha entre filósofos postmodernistas y científicos empíricos, Wilson resucita esta idea del siglo XIX para proponer una estructura organizativa nueva que permita construir relaciones fértiles y productivas entre todas las ramas empíricas, sociales y de las artes. La consiliencia o conciliación propone en definitiva construir puentes conceptuales válidos entre ciencias y artes que hagan posible, por ejemplo, saltar de la neurociencia a la psicología cognitiva, la economía y la narratología y explicar así el origen de fenómenos sociales de éxito.
En los últimos años, una nueva generación de pensadores con un pie en el análisis social y cultural y otro en la divulgación tecnocientífica, han puesto en práctica satisfactoriamente el modelo de la consiliencia. Libros como Sistemas emergentes: o qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y
software, de Stephen Johnson (sobre el fenómeno de la emergencia como principio de diseño universal); The Tipping Point, de Malcom Gladwell (sobre las dinámicas de lo vírico en la sociedad postmedia); o Cien mejor que uno, de James Suriowiecki (sobre los procesos de inteligencia colectiva), acuden indistintamente a la psicología cognitiva, los estudios de mercado, la teoría de la complejidad o el análisis de sistemas para explicar con sencillez fenómenos sociales netamente contemporáneos y de interés general.
Si nos interesan estos referentes es porque entendemos que representan el modelo operativo que la producción cultural de hoy requiere. Un modelo que, sin embargo, a pesar de las constantes invocaciones a lo multidisciplinar y lo transversal, todavía no se refleja en los programas y articulaciones de la gran mayoría de instituciones. Necesitamos urgentemente un sistema de infraestructuras culturales basado en el modelo de la consiliencia.
II. INVESTIGACIÓN, PRODUCCIÓN, DIVULGACIÓN
Si hablamos de una consiliencia de las temáticas de los contenidos, también podríamos hablar de una consiliencia de los formatos y soportes, que entiende que el valor central de un festival, un simposio o una exposición no reside principalmente en la celebración pública de la actividad.
Desde esta perspectiva, un proyecto completo debería aprovechar al máximo los procesos de investigación que lo han precedido, publicados a través de mecanismos como blogs y wikis. También debería tener en cuenta la actividad social y los mecanismos de trabajo que catalizan y hacen posible su política de difusión y comunicación a través de canales tradicionales o alternativos en tantos formatos como sea posible (publicaciones, podcasts, archivos online). A medida que nos desplazamos desde una arquitectura de la gestión cultural hacia una de la producción cultural, las mecánicas de investigación y divulgación cobran una relevancia cada vez mayor.
En esta sesión queremos trazar un mapa de los nuevos sistemas operativos que es necesario desplegar desde las industrias de la cultura para responder adecuadamente a las crisis más inmediatas y forjar un modelo funcional. Un manual ilustrado de recursos en forma de showtalk basado en conversaciones, entrevistas y estudios de casos de proyectos concretos desarrollados en todo el mundo por instituciones y colectivos independientes.
ENLACES RELACIONADOS: Edge www.edge.org
Yproductions www.ypsite.net
Worldchanging www.worldchanging.org
Wooster Collective www.woostercollective.com
TED www.ted.com
Eyebeam Open Lab www.eyebeam.org
The Long Tail www.thelongtail.com
Dorkbot www.dorkbot.org
ZEMOS '98 www.zemos98.org