Colectivo Sembrando entre grietas
El Fanzine que usted tiene en sus manos es un trabajo en conjunto con lxs participantes del taller “botanica emocional” organizado por el Colectivo “Sembrando Entre Grietas” y La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Tal espacio se construyo para practicar aspectos literarios y gráficos, vinculados con temas socioambientales y de defensa territorial que pudieran ser publicados de forma libre y abierta para todxs.
Imagínate que todas las plantas que tienes en casa y alrededor de ella morirán. Si pudieras salvar una:
¿cual seria? y ¿porque?
Chayote Trepa, trepa guía tu destino, sube, sube construyendo tu camino, que la lluvia nutra tu verde corazón. Han sido muchas las experiencias que he compartido con el chayote. Cada temporal de lluvias, durante el verano, acompaña nuestra alimentación. Es una guía trepadora, se toma de lo que encuentra, se me figura como nosotros, agarrando cada peldaño que vemos en el camino para subir y alcanzar lo que nos llena de vida. Para el chayote es el sol, para nosotros quien sabe. Cuando la ves a detalle parece que le cuelgan listones que son los que le ayudan a trepar, buscando caminos por los que pueda salir y encontrar su destino. Muchas abejas rondan sus flores, mis hijas y mis nietos rondan sus frutos, de sabor fresco, suave y delicioso. La especie de chayote que tengo es diferente a la que se ve en los mercados, este es de un verde más intenso, tampoco tiene espinas, es liso y parece corazón. De un sabor suave que puede ser combinado con tantos guisos o hasta solo. Elegí esta guía por todo ello, además de que disfruto todo el proceso, desde que lo siembro hasta que lo cosecho, es muy especial para mi y lo espero cada año,
Carmen
Frida Estefenia
La planta que salvaría probablemente sería una aromática como la citronela, hierbabuena, romero, incluso una ruda porque soy amante de sus aromas que son repelentes o atrayentes de los insectos. El día que se acabó el mundo salí corriendo y tome la maceta que contenía a mi citronela, no es de gran tamaño, es posible que vaya conmigo a donde sea, pero tiene un aroma muy potente que obliga a tu sentido del olfato a no dejarla de percibir por un buen rato, además, posee unas hojas curiosas y complejas que sorprenden a cualquiera.
Un intenso aroma alimonado te acompaña aliado humano y enemigo insectívoro tus hojas caprichosas capturan el sol de mi Verano.
Citronela
Poto El Poto Muro verde, Tallo colgante, Poto, raíces aéreas. Elegí la planta poto, conocida comúnmente como planta teléfono. Es difícil tener que elegir una sola planta, porque todas tienen un papel importante y complementario en el medio ambiente. Sin embargo, en el interior de la casa, el teléfono que me dio mi madre cobija a todas las demás, cada que mi mamá tenía un hijo adoptaba un nuevo teléfono. Adriana
ANA LAURA
Escogería una Echeveria. La tengo desde hace casi cuatro años, la compré en Querétaro. Hasta apenas noto que viene un pequeño hijuelo, para seguir compartiendo con otras personas la felicidad.
Esta pequeña suculenta, flores muy bonitas da. Aunque sea solo una vez al año, alegra mi corazón
Echeverria
Nudosil a Tan presente tĂş, Y como dos recuerdos, Mi abuelito.
Erika Cristina
Donají
Elegí el jitomate porque es de las primeras plantas que comenzamos a cultivar y tiene a mis dos hijos, “Lyova” y “Hari,”, de doce y ocho años respectivamente, cautivados por su cuidado y crecimiento.
El jitomate Sembrado en mi huerto, Rojo y dulce es.
Jitomate
Lila ¿Qué recuerdos guardan nuestras plantas? Tengo 68 años, soy ama de casa, dedicada a mí y a mi familia, nací en la Ciudad de México, crecí en la zona de Progreso Tizapan, muy cerca del periférico. Desde que recuerdo el lugar de mi infancia no era cultivable, eso sí abundaban las macetas con diferentes plantas, siempre han sido las que le dan vista a las casas haciéndolas más bonitas y vivas, tengo un lindo recuerdo al que le atribuyo el gusto por este mundo, cuando era niña e iba camino a la escuela veía las diferentes plantas, por las que he tenido gran amor, de este camino en especial esta en mi mente pasar por un jardín que tiene un tanque de agua, lleno de flores de ornato muy hermosas y con pétalos suaves, me gustaba pasar por ahí a diario, tanto me quedaba viéndolas, las admiraba tanto, eran amapolas de colores, los colores hacían al jardín tan vistoso, era muy agradable pasar por ahí, hoy con tanto auto, casa, calle, realmente no resalta y pocas plantas quedan, realmente ese escenario que está en mi mente ya no existe.
Después de vivir en esa zona urbana totalmente, llegue en 1972 al Pueblo San Bartolo Ameyalco, en la misma ciudad y es más la misma alcaldía, pero en ese tiempo eran mundos muy diferentes, aún hay diferencias importantes, pero cada vez menos. En este pueblo todavía quienes se nombran como “originario” y tienen tierras de siembra, principalmente maíz, algunos otros habas, chilacayote, chayote, maguey (hay aún productores de pulque y aguamiel, los tlachicaleros) y árboles frutales de capulín, ciruela, pera, manzana, durazno, higo, nuez. Esto por el clima, la altura, espacios grandes y tradiciones que aún permiten tener siembra y cosecha de algunos productos. Yo en mi espacio también he tenido el gusto y oportunidad de sembrar: árboles frutales, chayote, maíz, nopales, chile manzano y flores que siempre me han hecho feliz al llenarme de colores y sabores. A pesar de no tener un espacio muy grande en algún momento la cosecha de nopales me permitía alimentar a mi familia y hasta venderlo para complementar el ingreso económico. Hasta hoy en día puedo decir que en casa no compramos el chayote, pera, ciruela, chile manzano o chilacayote, ya que lo cosechamos y sin duda el sabor es diferente, se hace costumbre y se espera la temporada de cada alimento. El pueblo en donde vivo ha ido creciendo en población, lo que ha ido reduciendo los espacios para sembrar, recuerdo cuando llegue esto estaba lleno de verde, pero así como yo y mi familia llegamos, también hubo un crecimiento a partir del terremoto del 85, mucha gente empezó a poblar San Bartolo y sus alrededores, en busca de espacios más económicos y seguros. Ahora como en muchos otros lugares va ganado la población a la siembra. Tengo emoción de recordar mis anécdotas, una vida recorrida en diferentes espacios, teniendo la oportunidad de conocer y aprender en cada momento.
Hoy ya no tenemos la misma cantidad de árboles y plantas, y ni se diga de nopales, pero con los pocos que aún hay seguimos disfrutando de los colores, olores y sabores, incluso de la dicha de ver el crecimiento de los árboles, que desde pequeños se sembraron y hoy nos siguen dando. Mis hijas y mis nietos gustan de cada uno de los productos de la cosecha, ha sido parte de su crecimiento y lo disfrutan mucho.
También hemos usado las diferentes plantas como medicinales, mi papá siempre uso remedios herbolarios, para él, la familia y quienes lo conocían, creo por eso es parte de mi, hoy usamos para té ya sea por gusto o bien por alguna pequeña molestia, como es el cedron, mirto, muitle, hinojo, ruda, ajenjo, hierbabuena, menta. Si bien también confiamos en la medicina, un té siempre ayuda, aroma y te hace sentir mejor, o bien solo acompaña cualquier momento. En esta contingencia además de disfrutar las cosechas de temporada ciruela, mora, manzana, higo, zapote, chayote y chilacayote, plantar y transplantar flores que tan bellas se ponen con los cuidados, por lo mismo les he dado su espacio para que luzcan; también decidí rescatar espacios donde entra el sol, de ahí decir si a tomar este taller, para prender como aprovechar este espacio, para hacer una hortaliza.
Carmen Valadez Peñaloza
MARIA ANDREI Elegí salvar a la emblemática Ceiba (Ceiba, pentandra) porque es un árbol característico y sagrado de la cultura maya. Se creía que fueron sembrados por Dioses y que comunicaba el cielo con el inframundo. Es un árbol muy querido por la familia, con muchos recuerdos de infancia. Es de gran tamaño pudiendo medir hasta 70 metros de altura, genera mucha sombra, tiene propiedades medicinales, tiene flores vistosas y frutos que se abren de donde sale un tipo algodón que vuela por la ciudad dispersando las semillas que se quedan atrapadas, por lo tanto, su dispersión es por medio del viento. Para mí, es un árbol completo y por eso la salvaría y la elegiría entre muchas que hay cerca de mi colonia.
Árbol querido, árbol Yaaxché. Tu gran sombra nos cubre nos llena de amor tus flores y de alegría tu nieve
Ceiba
Romero Romero para tristeza Dijo mi madre. Para el cabello y la memoria, Guarda romero, usalo en el invierno de tu corazon Elegí el romero porque su aroma es muy entrañable para mí. Mi mamá lo usaba desde que era niña para cocinar y como tratamiento para el cabello. Siempre he relacionado al romero con el cabello y hasta lo tengo tatuado en el hombro por varias razones un poco más personales pero siempre en torno a la relación con mi mamá y con el cabello. Cuando tomé un taller de bordado la profesora nos compartió un manual que se llama "Hierbas para la tristeza" y me encariñe mucho más con esa plantita. Brenda
Berenice
Elegí un pino porque es el único árbol que queda en mi callle. Es tan alto y tan imponente que pienso ¿en cuántos años tendrá? No lo sé a ciencia cierta pero recuerdo que cuando llegué a vivir aquí ya estaba,. Los colibríes hacen su nido ahí y es hermoso ver a los pequeños.
Pinus es tu nombre Fresco aroma es el que das Sombra y vida así será
Pino
Lantana Florecillas pequeĂąas, Colores de vida Llamativa Lantana. ElegĂ una lantana, me gusta la diversidad de colores y me recuerda mucho mi infancia.
Fabiola Perez
PAMELA
Sea de noche o de dĂa, siempre luz, en medio de la sequia.
Siempreviva
Orquideas
Flores bellas y elegantes, engarzadas como un rosario, mi más grande regalo de amor. Elegí la orquídea que tengo en casa porque es un regalo de amor: Un regalo que me dio en una fecha muy especial el amor de mi vida, el padre de mis hijos. Mi orquídea tiene flores abundantes y bellas, engarzadas como un rosario. Al mirarlas mi corazón se inunda de alegría. Isabel Ortiz
ALCAPARRA ¿Y QUIEN MAS HABITA NUESTRAS PLANTAS?
Elegí una planta fabácea conocida como alcaparro, la tengo desde que estaba en su semilla, me la dieron en una de mis clases de la universidad, cuando iniciaba la carrera de biología y fue justo en ese tiempo cuando comenzó a nacer mi amor por las plantas. Vivió conmigo en Hidalgo, donde comenzó su crecimiento. Después me mudé al Estado de México. Aquí casi muere una vez que nos fuimos de vacaciones y no la regué. Pensé que moriría, pero es bien fuerte mi plantita. Su primera floración fue bellísima, sus montones de florecillas amarillas me dieron mucha calidez. Hace un año la decidimos plantar en el suelo directo del pequeño jardín que tenemos afuera de la casa ya que seguía creciendo y su maceta no le era suficiente, necesitaba estirar sus raíces. Creció más, ramificó y sus hermosas hojas se expandían.
ALEJANDRA RIVERA Hasta que un día noté que perdía hojas. Observando más de cerca vi que tenía enormes y gordas orugas que se la estaban devorando, eran del mismo color que sus hojitas, por eso no las había distinguido antes. Las quité desesperadamente porque no quería que acabaran matando a mi plantita, pero después me sentí muy mal. Las traté como si fueran malvadas, las jaloneé y las aplasté, pero no es que ellas quisieran matar a mi plantita, tan sólo buscaban desarrollarse y vivir. Sin embargo, era demasiado tarde, ya las había matado a todas. Recientemente volvieron a llegar muchas orugas. Esta vez, las quité de mi plantita con mayor cuidado (porque ya estaban acabando con sus hojas nuevamente) e intenté criarlas aparte. Investigué la especie que eran para saber qué otra cosa darles de comer. Me encontré con algo muy interesante, este tipo de mariposas son específicas, es decir, sus orugas no se alimentan de otro tipo de hojas que no sean las de mi plantita. Y justo les intenté dar hojas de otras plantas y no quisieron. Pensé que morirían. No sabía que hacer. Entré en conflicto porque si las dejaba en mi plantita se la devorarían por completo ya que eran bastantes. Pasó el tiempo, de vez en cuando les daba unas hojitas de mi plantita. Para mi sorpresa, hicieron pupa y se transformaron en mariposas casi todas. Me pareció increíble cómo mi plantita le permite vivir a otras especies. Las vi alzar sus alas e irse surcando el cielo con las hermosas tonalidades amarillas de sus alas.
En expectante cautiverio, Brotó el verde aterciopelado.
Luego, abrasadores soles florecientes.
MITZI Tardé días en decidir; en la primer planta que pensé fue en el Aretillo (Fuchsia) porque las abejas llegan mucho ahí, y tengo recuerdos de ver muchas en mi niñez alimentándose. Luego pensé en el Capulín (Prunus salicifolia), porque me gustan sus frutos y viven muchas aves en él. También pensé en la Pera (Pyrus communis) porque me gusta sentarme debajo de ella y ver/sentir la luz que se filtra a través de las hojas, es una árbol grande y frondoso con un tronco poderoso, es hermoso cuando está lleno de flores o de sus deliciosos frutos y lo que me parecía remarcable es que muchas aves tienen sus nidos en este árbol; así que después de darle vueltas me pregunté: realmente si en este instante todo se quemara ¿qué salvaría? y en ese momento vi un pájaro en el jardín con una rama muy grande para su piquito, estaba pensando en esa “desproporcionalidad” cuando voló y se mezcló entre las hojas de la pera, ahí supe que si la pera vive esas muchas aves también podrían hacerlo.
Bajo tus sombras de ensueño Reflejos, trínidos, cantos El ave vuela hacia su nido.
Pera
Durazno Huitzis te siguen. Ser verde y rosa Durazno dulce Para esta labor escogí el durazno más grande de mi terreno. Ha crecido en estos siete años a sus anchas, extendiéndose a lo largo. Nadie lo sembró; sin embargo, él encontró su hogar. Le procuro dándole agua en épocas de sequía, cuidándolo de plagas, abonándolo y platicando. Es un trabajo constante y gratificante. Cuando florece es punto de reunión de colibríes, abejas, avispas, etc. Su fruto es dulce, de tamaño mediano con tonos amarillos además de unos ligeros pincelazos naranjas.Es por todo ese espectáculo, de pocos meses, tan lleno de vida por lo que pensé en él. Fabiola Perez
JESSICA SANTIAGO
Elegí el árbol Aguaribay que está en mi casa desde hace mucho tiempo que alguna familia habrá dejado esta nos aporta una sombra para el descanso de uno y de los pajarillos que juegan en él y disfrutan de su alimento dándonos como regalo su canto.
Aguaribay, Sombra para tus dueños y los pajarillos. Fruto resplandeciente Trinan los pájaros En la tarde de sol
Aguaribay
Encino En lluvias tu mejor momento, En secas te aferras a tu tierra, En todo momento, refugio de vida. Escogí el encino porque es un sobreviviente, en mi colonia todos los árboles han desaparecido menos este, me gusta sus tonos no importa la estación. El mismo es vida y además, le abre camino otras como son plantas, animales, hongos, etc. Después de 30 años es maravilloso verlo de pie, resistiendo. Mitzi
JMarco Meza
Salvaria un arbol de aguacate que temenos en el patio tresero de mi casa porque la hemos cuidado desde que era una semilla, esta tan bello y por primera vez dio frutos este aĂąo. A toda la familia nos encanta verlo y hablar de ĂŠl
Arbol de patio, Tus hijos por fin llegan. Fin del sueĂąo.
Aguacate
La lluvia limpia el duelo los dos árboles firmes nos sostienen Frente a esta pandemia busqué una nueva casa que a mis dos hijos alérgicos nos acercara a la naturaleza y a la observación en la calma. Buscar un refugio en plena crisis mundial y mantener una paz interior ha requerido fijar la atención en lo permanente. En esta construcción se respetó el nacimiento de dos árboles y en función de ellos se edificó. Esto dio como resultado que las escaleras rodearan el diámetro del pino y la jacaranda atravesara el pasillo, la pared y un techo que paradójicamente ahora nos albergan y acompañan. Tania Gonzalez
SOMOS SEMILLAS: Las semillas son Resistencia. Aprendieron poco a poco a comprender los cambios del ambiente, a retomar las enseĂąanzas de las plantas y a estar en equilibro en todos los ecosistemas.
Las semillas nos contaron al oĂdo sobre sus ancestras marinas, sobre como crearon el mundo las y los dioses, sobre la vitalidad de los suelos y la importancia de su diversidad. Las semillas se confiaron a las manos de las mujeres contĂĄndoles sus secretos y saberes para desarrollar la agricultura. Las semillas nos enseĂąaron a cuidarlas, a intercambiarlas en la cocina y volverlas amuleto de vida y sangre. Son, ahora y siempre, legado y aprendizaje, Resistencia
AGRADECEMOS A CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE COMO ESAS SEMILLAS NOS PERMITIERON RESISTIR Y COMPARTIR SU PALABRA CON NOSOTROS.
Este material se realiza en colaboración con el programa social “Colectivos Culturales Comunitarios Ciudad de México 2020”
“Este programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recursos provienen de los impuestos que pagan todos los contribuyentes. Está prohibido el uso de este programa con fines políticos, electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos. Quien haga uso indebido de los recursos de este programa en la Ciudad de México será sancionado de acuerdo con la ley aplicable y ante la autoridad competente”.