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Introducción a la visión periférica de la otredad en la comunidad LGBT

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Introducción a la visión periférica de la otredad en la comunidad LGBT+

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Por Araceli Monserrat Tamariz Salgado.

Originaria de Iztapalapa, es egresada de la licenciatura en Trabajo Social por la UNAM.

¿Qué significa pertenecer a una comunidad que es vista siempre como diferente o ajena? ¿Cuál es el impacto personal y social de que exista “una norma” social?

La otredad surge de una perspectiva crítica respecto a los planteamientos del “centro-periferia”, sustentada desde una visión hegemónica, eurocéntrica, colonial y patriarcal donde ciertos sectores poblacionales se ubican como “la norma” frente a la diversidad de poblaciones existentes dentro de un territorio. En el caso de la comunidad LGBT+ en el contexto mexicano, aún se mantiene una marcada diferencia entre cómo se expresa la identidad y diversidad genérica en comparación con lugares que mantienen un régimen de convivencia más estricto. Pensemos un momento la situación en la que se encuentran quienes se identifican dentro de la comunidad LGBT+ y que, debido a una serie de normas y valores de sus lugares de origen, se les niega sistemáticamente la libertad de expresar cómo se conciben, cómo quieren vivir en este mundo, y las distintas perspectivas que ello implica. En comparación con otros espacios, donde puedes expresarte libremente y nadie te juzga por ello, a eso nos referimos cuando hablamos de un centro-periferia. En la Ciudad de México es común pensar en la comunidad LGBT+ y ubicarlas en zonas territoriales específicas, sin embargo, la violencia estructural, la desigualdad, la exclusión, son problemáticas que se asume son parte de determinados espacios, como la periferia.

2. Población LGBT+ migrante Existe una diversidad de personas dentro del mundo que complejiza contabilizar o plantearse un proyecto único que represente y evidencie toda esa multiculturalidad, sin embargo, los distintos contextos orillan a personas a abandonar sus lugares de origen. En esta vida todos, todas, todes las personas migramos y transitamos de un lugar a otro. Las razones son distintas, pero, ante la creciente ola de violencia, los conflictos bélicos, la desigualdad estructural -social, política, cultural, económica- la discriminación o violación de Derechos Humanos, llevan a que comunidades enteras tengan que migrar a otros espacios en busca de mejores oportunidades de desarrollo personal y social. Integrantes de la comunidad LGBT+ no son la excepción, y en muchos lugares del mundo sus derechos no son reconocidos, por el contrario, son perseguides y violentades de tal manera que deben ocultarse o huir de dichos espacios. Instrumentos internacionales dictan recomendaciones acerca del actuar de los estados parte, es decir, de quienes aceptan dichas modificaciones en pro de las personas, aunque, si un estado firmante no ratifica dicho compromiso no tiene una obligación legal para realizarlo. Un ejemplo claro de lo que se menciona anteriormente, lo podemos encontrar en países como Belice, que dentro de su marco normativo penaliza la homosexualidad, lo que es un claro retroceso dentro de las políticas de protección a los Derechos Humanos, afectando de esta manera a la comunidad LGBT+ Otros países que tampoco cuentan con mecanismos que aseguren la integridad de la misma, son El Salvador y Honduras. Por su parte, en la Ciudad de México se reconocen algunos de estos derechos, aunque muchos de los estados de la República Mexicana aún tienen una deuda pendiente con la comunidad, no solo al no reconocer sus derechos y dignidad humana que limitan la expresión de su libertad afectiva, sexual, genérica, entre otras formas de habitar en el mundo. Algunas de las acciones que se pueden implementar para resarcir el daño que se ha perpetuado por muchas generaciones son: • Crear investigaciones, contenidos, saberes, compartir conocimiento desde la comunidad y para la comunidad. • Difundir información respecto a los mecanismos internacionales que protegen y velan por la protección de los derechos de la comunidad. • Reconocer y nombrar los tipos de violencia y discriminación hacia la población LGBT+ • Capacitar a funcionarios públicos, agentes de migración, población en general respecto a lo concerniente a la protección de los Derechos Humanos de la comunidad LGBT+ y la población migrante. Al implementar dichas recomendaciones lo cierto es que no resuelve un problema estructural, como la desigualdad o la violencia, pero sí abre la posibilidad a que todas las personas tengan acceso y una participación más directa en la implementación de formas de protección para habitar un mundo donde todas las personas vivan de acuerdo a su cosmovisión desde una perspectiva de derechos, libertad y dignidad.

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