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FIESTA, DANZA Y TRADICIÓN. La comunidad LGBTIQ+ en contextos indígenas

Por Oscar Gabriel Torres Nieto.

Gestor Intercultural por la UNAM y egresado de la licenciatura de Danza Folklórica del INBAL, ha desempeñado su práctica profesional desde la gestión de las artes escénicas, en espacios comunitarios, gubernamentales y académicos.

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En muchas comunidades indígenas y afromexicanas del país, existen dentro de sus prácticas culturales tradicionales como danzas y carnavales la figura del “travesti”, en donde el hombre se viste de mujer, representando una personaje femenina de su misma comunidad, siendo la mayoría de las veces una pareja acompañante de un personaje varón. Pese a que históricamente estos personajes han sido interpretados por varones, según la danza, reciben varios nombres que van desde mingas, maringuias, sihuatzi, etcétera; no es hasta en estos días, donde se ha relacionado con la comunidad LGBTIQ+. La peculiaridad de les personajes además de la vestimenta y la simulación de los atributos de mujer, es el uso de la máscara y cabello largo, que hace imposible su reconocimiento por parte de la comunidad hacia quienes les interpretan. A continuación, se presentan varios ejemplos.

1. Xantolo

En diferentes comunidades de la Huasteca, región cultural que abarca los estados de Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí y Querétaro, se realizan año con año dos fiestas rituales en donde la figura del hombre vestido de mujer toma gran relevancia: Xantolo y el Destape. El personaje ritual conocido como “Sihuatzi” (Mirabal, 2016) son hombres representando a mujeres con pelucas extravagantes, vestidos cortos y una máscara, que bailan al son de los tríos huastecos en las cuadrillas de la danza. En Xantolo, las cuadrillas de danzantes solo se conforman por hombres, pues se asume que la mujer no puede realizar la danza, debido a temas de respeto y cuidado. Xantolo es un diálogo desde aspectos indígenas y comunitarios donde se presenta el travestismo como un elemento ritual dentro de la cosmovisión de la comunidad, pero al mismo tiempo como una posible ventana y punto de fuga para la libertad sin discriminación de las y los habitantes de estos contextos pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+. Un día de fiesta donde hay libertad, donde la comunidad homosexual se hace presente.

Don Juan, de 73 años, trabajador de la tierra, comenta: Ahora se les dice Siguatzi a los que les gustan los hombres, pero antes Sihuatzi como dice la tradición son los que salían vestidos de mujeres para xantolo porque Sihuatzi quiere decir “mujercita”. Se cree que es para engañar a la muerte, pero ya ve cómo son los muchachos y ahora usan las tradiciones para todo, cada cosa que se les ocurre.” (Mirabal, 2016)

2. Homosexualidad y fertilidad

La Danza de la Tortuga es una expresión cultural que se realiza dentro de las fiestas patronales y de día de muertos en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, dentro de las comunidades indígenas y afrodescendientes que habitan ese territorio. Con origen en la época colonial y varios mitos de creación a su alrededor, que van desde ser una representación de la búsqueda de alimentos por parte de esclavos y esclavas africanas, hasta un mito de representación cosmogónico en una tortuga que visita el cielo por motivos varios. En cualquiera de las representaciones que las comunidades afrodescendientes y mixtecas realizan, les personajes se mantienen. Está el pancho, la tortuga, el macho, el perro, el tigre, la vieja o minga mayor y las mingas, que interpretan de manera circular la danza por las calles de la población. En particular dentro de los pueblos afrodescendientes la danza representa un juego sexual entre el hombre y la mujer. La tortuga es una estructura caparazón grande con una cabeza de palo que entra y sale imitando un pene que busca a hombres y mujeres por igual. Aparece el Pancho que es el marido de la “minga mayor” y de un grupo de mujeres “mingas menores”. Todas las mujeres buscan a una pareja sexual y juegan con el gran pene de la tortuga. Interactúan seduciendo al público masculino, bailando y jugando sexualmente entre ellas. (Somos Negro de la Costa, 2021)

Fotografía Abisai Navarro Carnaval de San Juan Colorado, Pinotepa Nacional, Oaxaca, México. 2019

Fotografía Abisai Navarro Carnaval de San Juan Colorado, Pinotepa Nacional, Oaxaca, México. 2019

Las mingas, son personajes femeninos interpretados por hombres vestidos de mujer simulando tener grandes senos y trasero que atraen a la tortuga, hasta que las atrapa y las golpea con su palo; en el imaginario de la comunidad, las penetran y embarazan. La minga es un personaje que aparece en la mayoría de las danzas del pueblo afrodescendiente, y en todas son interpretadas por varones vestidos de mujer. Es un ejemplo de travestismo en donde esa identidad, es parte del imaginario y cosmovisión social. Esta danza es una expresión cultural en donde se interpreta la fecundidad de la tierra, de la vida, pero utilizando a la minga como personaje mítico dentro del ritual, que en ocasiones al igual que en Xantolo de la huasteca, le intérprete es parte de la comunidad homosexual que se siente en entera libertad de ser y actuar como le plazca. Esto no significa, que todas las mingas sean homosexuales, pero sí que hay comunidad LGBTIQ+ presente en estas expresiones, siendo puntos de fuga, de libertad corporal y de goce. 3. Danza y Travestismo

La Danza de Kurpites de la región de la montaña purépecha michoacana, se interpreta dentro de los festejos de navidad, el día 9 de enero en las comunidades de San Juan Nuevo Parangaricutiro, Angahuan y Calzoncin Michoacán. En todas las variantes de estos municipios existe la figura de la María o Mariguia, personaje de la danza que es la pareja del Viejo o Tarepeti quien junto con los Kurpites -la cuadrilla de danzantes- realizan sofisticadas piezas coreográficas que se exhiben en un concurso tradicional en sus comunidades. La María es una personaje travestido, interpretado por un hombre que representa a la Virgen María, pero para el caso particular de la comunidad de San Juan Nuevo, quienes lo interpretan, son en su mayoría población LGBTIQ+, quienes reciben un lugar de poder en su comunidad, pues pertenecer alguna de las cuadrillas de danzantes que participa en el concurso, requiere de un largo proceso de aceptación y competencia previo para lograr interpretar al personaje que representará

Fotografía Abisai Navarro Carnaval de San Juan Colorado, Pinotepa Nacional, Oaxaca, México. 2019

a su barrio en dicho encuentro, siendo la María un personaje importante, que incluso tiene su competencia propia. La competencia de las “Maringuias” es tal vez el momento más álgido de representación LGBTIQ+ en estas comunidades indígenas, pues son dos personajes femeninos peleando frente a frente por ser la mejor ante la comunidad. Les intérpretes de María, bailan de manera delicada, imitando el movimiento sutil de una mujer respetada. Lo interpretan frente a toda la comunidad, frente a la iglesia, dentro de ella y por todas las calles de la población, y aunque llevan máscara, se sabe quiénes son los intérpretes y esto ofrece una opción de respeto a la comunidad LGBTIQ+ entre los pueblos originarios. En las tres danzas se aprecia cómo dentro de contextos indígenas existe una diversidad LGBTIQ+, que se apropia de tradiciones, haciéndolas un lugar y punto seguro de la diversidad, utilizando vestuario y máscaras para su cuidado, pero haciendo suyos esos espacios.

Referencias. Mirabala Venegas, J. A. (2016). Representaciones sociales de la Homosexualidad entre los nahuas de la Huasteca Potosina. San Luis Potosí: El Colegio de San Luis, A.C. Somos Negro de la Costa. (7 de mayo de 2021). En http:// www.somosnegrosdelacosta.org/musica-y-danza/

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