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Qué significa ser vistx? fotografía y visibilidad queer ..............................................p. 15 a

¿En dónde está la constante visibilidad sobre la importancia de la carga histórica de nuestra lucha en estos espacios? Las temáticas de género, de disidencias, de discriminación y todo lo que deriva son temáticas que urgen siempre ser tocadas para una conciencitización y democratización de la cultura. No es algo pasajero, no es una cuestión del momento. No alimentarlas es parte de una construcción facista e imperialista.

¿Dónde están lxs fotógrafxs maricas, provenientes de la disidencia sexual que en su obra hablan y muestran su sexualidad, su comunidad, sus vivencias? ¿Son acaso reprimidos o se reprimen por querer pertenecer al sistema y tener esa legitimidad? ¿Cuales son las temáticas de la fotografía en Argentina que están moldeando a todas estas personas? ¿Quieren ser vistos y ser respetados por haber desarrollado en sus obras una conceptualización imparcial correcta, normal y que el propio sistema del capitalismo los obligue y les diga que eso es lo que mejor se vende en el mercado?

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El problema está cuando se quiere pertenecer a grupos por determinadas características, que validan temáticas en torno a la imagen. En donde unx como artista o persona de minoría se niega y no cuestiona a lxs otrxs del grupo (que probablemente en su mayoría son heteros que no se cuestionan a sí mismos porque siempre vivieron en comodidad) invisibilizando nuestra lucha.

Uno de los grandes compromisos que tenemos las personas LGBTIQ+ con la fotografía tiene que ser nunca bajar la guardia con nuestra lucha y las luchas de lxs que hoy ya no están. Hemos ganado espacios, ciertos tipos de “libertades” que igual aún no son de todxs y para todxs, y muchxs tuvieron que morir para que podamxs conseguirlo. Utilizamos a la fotografía como el medio. Nuestra herramienta para seguir construyendo realidad y así confrontar al CIStema racista normado que sigue existiendo y que excluye a la marica, a la marrona, a la gorda, a la trans. Un CIStema que nunca supo lo que es ser abucheado, expulsado de la familia, inferiorizado y marginalizado, nunca sabrá lo que es realmente nuestra realidad.

Siempre fuí la marica que no pudo ser tomada en cuenta, que no pudo pertenecer a estos espacios, fui rechazado, lo intenté muchas veces y lo deje. Mis inseguridades aumentaron, me sentí inferior. Y así no pudiendo encontrarme en estos lugares, los fui creando para mi pero sobre todo para muchxs compañerxs que hoy en día nos nutrimos e intercambiamos nuestras existencias potenciándolas. Por supuesto me fui encontrando con ciertos abusos, ciertas observaciones una vez creados estos proyectos. Cuando se tornan de interés para espacios legítimos nos invitan pero nunca nos valoran, todo por “el amor al arte” no hay dinero, sin la visibilidad ni el respeto que merecemos. El problema está cuando decidimos acceder a seguir alimentando esta red (me pasó y muchas veces) y en otras palabras terminamos siendo parte de un pinkwashing y alimentando esa ideología engañosa.

Cómo tambien encuentro un problema de superficialidad y apropiación de nuestros trabajos en los espacios creados por personas blancas heteros que manifiestan la inclusión y dicen estar a favor de nuestra lucha pero que realmente en sus equipos no trabajan con ninguna persona disidente, marica, marrona o negra. No basta con solo ser feminista. Es como comer un helado bañado de chocolate que por fuera es marrón y cuando das la mordida por

dentro es blanco. Para mi la fotografía es la memoria y la reafirmación de donde venimos y qué es lo que estamos construyendo para dirigirnos. ¿Cuáles son las imágenes y los temas que debemos discutir hoy en día? ¿Qué es lo que se investiga en la fotografía en relación a nuestros cuerpos y pensamientos?.

Personalmente, el miedo y sobre todo la inferioridad la perdí el día que mi padre falleció, miedos y rechazos que fueron obtenidos por la propia sociedad. Ese miedo lo convertí en espacios “alternativos” por llamarlos de alguna manera, para que muchas maricas, feas y con pensamientos raros puedan estar y encontrar refugios afectivos. Escribo este artículo como una reflexión para seguir organizándonos desde nuestros propios espacios y luchas, para entender cómo funciona este CIStema que pone en evidencia la desigualdad, nos usan pero realmente no trabajan con nosotrxs. Espacios que siguen tocando contenidos para su propio provecho elitista cis. Esta lucha es eterna y apredimos a luchar porque nos enseñaron que ser marica es lo peor que existe, exigimos una mayor y una real integración en estos espacios pero sobre todo para las nuevas generaciones. Son pocos los lugares donde podemos decir por fin no estoy solx.

De vuelta ¿Por qué nunca pude ser parte de la fotografía en Argentina? porque nunca me la dio, quien me dio ese refugio real fue la noche y mis amigxs no fotógrafxs, las personas que realemente me inspiran a seguir siendo lo mas marica posible. Para que realmente podamos vivir y sentir a la fotografía solo hay que salir afuera de ella.

*Luis Juárez es hondureño migrante y hace 11 años que vive en Buenos Aires. Es editor y gestor cultural.

Siempre nos quedará Jujuy. Un Mamaní argentino nos habla de esas canciones de indierock. Algún Laptra lejano al que fui. ¿Dónde estaba mi cara marrona en sus videoclips? Junto a la de una turista parisina? Eso fue hace tiempo. 5.528 años es el tiempo futuro. Hace 500 años que no me veo ni en mi continente, ni tampoco en MTV. Pero yo estoy en sus recitales. Voy a generar mis propias imágenes. Imágenes de amor. Creo recordar esa conquista. A mi me gusta el rock. Te pogueo un carnavalito y te comparto las coplas tristes de mamá por whatsapp, mais tu ne me comprends pas. Yo no entendía ni a Milagro Sala. Y eso que tenemos más en común. A Irene le gustaban los Strokes. Le compré unos ojos verdes y otros rasgos que me vendieron como más lindos... “más mejores”. Las publicidades que aprendí a diseñar. Es noche, hay luces rojas hilvanando las siluetas de esas mujeres rockeras. No sé si es muy tarde o muy temprano pero tengo que hacer algo ya. Decirle que me parece linda o algo así. Las chicas cantaban y no les estaba dando bola. Pensaba en Santiago. Siempre pienso mal. Mi compañera de Tipografía me llamaba, parece que una piba con mi nombre, mi color de piel, mi pelo negro, aprobaba una materia de la FADU, otra Mamaní argentina aprobando materias de la UBA. Era una yo, o alguna versión mía. Mas naïve. Ay! Esas caritas marronas universitarias que molestas son. Una álbum de fotos de muchas Quispes recibiéndose de indumentaria. Viltes y Condorís también. Después de una elipsis indefinida alguna conocida me cuenta que vio a Irene por París. Poco antes de los barbijos que taparon mis sonrisas. Por teléfono me caen las malas noticias, vida y muerte pasean detrás de las pantallas y ellas nos esconden. Sé de las que quisimos llorar pero estuvimos ahí igual, frente a una cámara o celular que hace de cámara. Otra clase virtual. Quería aprender a vivir de otro modo. Pausa. Stop. Rewind. Otro Flashback despierta, El Mató empieza a sonar mientras me cuenta de esos barrios de Amelie. Creo que ya no me importa Montmartre pero tengo una foto en digital. Pausa. Stop. Forward. Estoy otra vez anclada mirando una pantalla. Tengo que dejar de usar al celular de cámara y pedirle urgente una ambulancia al PAMI para mamá. Mi imagen paralizada en mi monitor de demasiadas pulgadas. Forward. Quería entender cosas con las que no crecí. Una manera distinta de vernos, un Ayllu 2.0. Sin tocarnos. Mi lado arisco quiere abrazar(te) toda. Su color de piel cambió. Su color de pelo es oscuro. Sus ojos también. Marrón. Mi presente se parece más a mi. Marrona. Y era otra piel tersa que quería acariciar. ¿Puedo hacer que me deseen aunque las publicidades nunca me lo hayan vendido?

No es tan mala mi piel, no son tan feos mis ojos ni mi pelo. ¿Voy a desear otra vez a miles de kilómetros? Mi anhelo también mutó, deseo apoyar mi cabeza en otro hombro. Muteé mi tristeza mientras atendía a otro cliente. A los supervisores les gusta que laburemos aún hechas mierda. Monoambiente, monogamia. Monos y más monos. Monos tapándose la cara. A veces me da vergüenza decir lo que me gusta a través de una pantalla. Y los monitos se tapan la cara. Un emoticon me salva. Pandemia obliga. Mi cara en la pantalla constante. Mi estado emocional intermitente. Mis ganas no pueden cruzar la General Paz. ¿Quién está del otro lado? Se mi amiga. No no lo seas. Quedate. No no te quedes. Una justicia cósmica me enseñará a cuidar a alguna otra mujer que apenas me conozca. Pero ahora es el Sol o yo. De Leo. O ella, la que leo de Leo. Y me reinicio el cablemodem para desconectarte de acá, mi aorta te llora de un modo horrible. No sé si estoy fracasando de nuevo o me estoy enamorando de una realidad en stand-by. Tenía alguna foto rota. La pegué con cintascotch y la guardé. Me hice bichito bolita con mi gato debajo de un cubrecama ajeno. Cuesta creer que todo esto va a pasar. Que vamos para allá, hacia algún lado. Dejar de pensar. Verlo como ese puente andino que conecta dualidades. #Chacana No tengo nada. Dolores. Chau cubrecama! Ya no toso. Pongo en duda todo lo que creo. Miro las noticias. Pero me voy a quedar en este continente. No voy a cruzar un mar por una europea otra vez. Esa anécdota era graciosa y simpática a la vez. Existió porque capaz quise que exista. Pero ya está. Se vemoh conquérant! ¿Puedo creer en lo que vemos o en lo que creé en mi mente? las construcciones que somos. Vos y yo. Existimos en algún otro tiempo? Tantas creaciones y yo. Y en mi soledad, puede que me agite. Puede que se me entrecorte la respiración de tanto pensar(te) debajo de las sábanas. Una runner corriéndose. Las palabras me fueron enseñadas en castellano. Yo las articulo hoy en base a algunos textos que fui leyendo. Pero las lanzo en base a las emociones que fui sintiendo, le dije a un celular que lo amaba. Lo miré y se lo dije. Esto no es de hoy, son tironeos de todas esas situaciones que las generaron, y eso que es dolor y bronca para mi, serán sonrisas y superación para otras. Otras yo del futuro. Sigo usando una foto de perfil mía a los 4 años. Mi mirada siempre es firme. El amor... puede ser para las dos? El desamor separa bienes de un modo injusto. Bajo mis almohadas. En las noches, cuando reinstale el whatsapp de nuevo voy a preguntarme de nuevo qué estoy haciendo. Pedir y pedirme perdón. Fue hace rato un momento efímero de alguna red social? capaz allá por los Andes vos sí me cautivabas otra vez. Atrapada en este presente de salidas canceladas. Hay una otra yo queriendo quererme por Jujuy?

... Paso todo el día pensando en vos. No tengo más memoria para stalkear. Ya vi tus fotos felices de otros tiempos. Turbia. Espero no hayas visto las mías. Turbia. Y ellas me buscarán por mi nombre? Mi pseudónimo? Mi celular? Mi mail? Todas con amigos en común. Se dicen cosas lindas después de unos Chopps. Buscame por mi cara, encontrame en muchos países andinos. En Buenos Aires o París muchos lectores de Cortázar me deben haber creído Boliviana o Peruana. La Mamani de Urdapilleta no es la Mamaní que escribe esto. Todos los días de mi vida. Una lucha personal. No amar. No desear. Hoy me prohíben todo menos morir. Lucha que nos traslada a un más allá, ese pasado futuro andino, como una causa personal. Un amor imposible a cosas que nadie sabe si es que van a poder existir o seguirán existiendo. Ya hablé de esto acá. Más arriba, por el norte. Yo sigo acá. Frente al teclado queriendo atravesar muros. Mis miedos me esperan afuera. Si nos caemos se cae todo? O es solo la inversión entre el mundo de arriba y el mundo de abajo. Invertir los colores de una foto argentina en blanco y negro. Nosotras le correspondemos a ambos mundos porque esta en nuestra esencia a veces perdida, a veces colonizada. Pero no, no nos conquistaron si en este presente estamos vivas. Soy la chica de oro y vos, marrona linda, también. Tenés miles de nombres. Sos de oro pese a toda la xenofobia y racismo que nos tocó compartir a miles de kilómetros. Sos de oro aunque hayan limpiado Potosí. Sos de oro aunque nos hayamos equivocado. Pasa. Digitalizá tus fotos de infancias marronas. Hoy no hay abrazos colectivos, toca cuidarse para el bien de todas. Pero quiero romper la pantalla, de bronca, de impotencia, de deseo, de desamor y amor. Todo junto. Congelo imágenes para sostener realidades. Virtuales despedidas. Screenshoteé tu sonrisa y te desconectaste igual. Y adiós. Y hola. Muchas lesbianas. Ojalá pudiéramos por un micro-segundo elegir a alguien a quien abrazar, combatir esta virtualidad y su imposibilidad de rozar cuerpos. Es el micro segundo de este impasse virósico donde todo nos pasa porque esa es parte de esta filosofía, andina, donde todo está en equilibrio e #hipervinculado en nuestro pariverso. La parisina habrá pensado en Walter Benjamin. Yo la había querido mucho de modo occidental y andino. Estoy medio loca. Y cuando termine todo esto #kevaser? voy a seguir hablando así? Muchas queremos soñar muchas cosas La revolución Creer en cambiarlo todo La muerte El día en que nos volvíamos a abrazar La imaginación

Esa injusticia personal que necesito sanar (me) La realidad Tus brazos tapándome fuerte La cerveza Teclado con luces embriagándose La frialdad Teclados nuevos por mensajería El amor de hojas secas en verano. El plástico Marzo se pasa a Octubre La paciencia Carrera en título El esfuerzo El tío haciendo asado Vivo. El otro tío despidiéndose Para siempre. Una noche larga, que demanda un cambio. Quiero volver a ir a recitales de rock. Que bares o lugares esconderá Jujuy para mi? Yo también paseo como turista por Tilcara y tengo esta cara de india. Somos seres iniciando otro nuevo ciclo, encontrándonos una vez más. Ya estuvimos acá. Bienvenido nuevo ciclo, este abrazo es hacia vos o algo así. #pachakuti #intiraymi jkdffl mk kg j f m vmvmvmvfvmgv mv mmv

Me gusta cuando el celular de pantalla rota tiene cosas para decir. Tu cara fragmentada es hermosa igual. . No pensaba cruzarte en estas calles o red. Pero así fue. El amor es medio así. Tuve miedo pero ya se fue. Yo tengo un radar para lo lejano. Voy a vos. . No somos, estamos. . PD: Rosario eterna, se puede volver a empezar. O a amar. me.

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